Inmigrantes duplican su presencia en Chile y llegan al
2,1%, segn Casen
La Regin de Antofagasta ocupa el segundo lugar en cantidad de refugiados en Chile. En el caso de Antofagasta, los extranjeros deben buscar asilo debido a la "ausencia de paz en sus pases de origen". La mayor cantidad de solicitudes son de ciudadanos colombianos. Censo confirm que la Regin de Antofagasta posee 547 mil 463 habitantes 02.04.2013 La encuesta revel que por la distribucin por sexo, en la regin vive un 49,8% de hombres y un 50,2% de mujeres. Antofagasta. Con mucho gusto es la frase distintiva con que sellan su atencin. En casi todos los restaurantes, tiendas de ropa y hoteles de Antofagasta hay al menos un colombiano atendiendo. Su presencia es evidente en el centro y sus alrededores. An ms llamativas son las mujeres, sean de tez clara o negra, no solo por su curvilnea figura, sino porque cultivar lo femenino y sensual en su apariencia es parte de su cultura. Las calles Sucre, Prat o Matta albergan tiendas y peluqueras de colombianos con parlantes en los andenes donde brota con fuerza la salsa, que hace tiempo se propag por el pas. La presencia de colombianos en la regin se dispar en los ltimos tres aos. El cnsul en Antofagasta, Julio Viveros, estima que en la regin hay ms de 11.000 inmigrantes colombianos, de los cuales unos 8.000 viven en la ciudad. De ellos, 20 por ciento son profesionales, tcnicos o mano de obra calificada, mientras que 5% estn en situacin
irregular. La bonanza econmica asociada a la minera el
ingreso per cpita all es $ 1060.000, segn el gobierno regional y su clima (que no baja de los 10 grados) los sedujeron. La gente que llega es porque aqu hay trabajo y viene a eso, , hay labores que los chilenos ya no quieren realizar porque son menos remuneradas que las mineras. Esto motiva a los colombianos que buscan reunir la mayor cantidad de dinero. Lo que ganan en Chile casi se cuadruplica en valor en Colombia. La mano de obra menos calificada es la que llega en mayor volumen y la que est ms dispuesta aprender cualquier oficio, no por menos de 400.000 pesos. Muchos se imponen plazos de 3 o 5 aos para conseguir sus objetivos. Por eso no les importa sacrificarse y vivir sin lujos en residencias ilegales e insalubres. Una pieza les cuesta 90.000 pesos al mes.