EL DRAGN QUE NO

TENA AMIGOS

Haba una vez un dragn que quera tener amigos, pero la

gente al verlo pensaban que les iba a hacer dao, el dragn
se senta muy solo viviendo en su cueva, sin que nadie le
acompae.
Un da un nio viendo que el dragn estaba tan
desanimado, sentado en una roca, se acerc a l y le dijo:
-Cmo te llamas?
-El dragn respondiendo dijo: me llamo Max y quisiera tener
amigos, y t cmo te llamas?
El nio dijo:
-Me llamo Jaime y quisiera que seas mi amigo.
El dragn tan feliz respondi.
-Claro que quisiera ser tu amigo, as podramos jugar con mi
pelota.

El dragn sac una pelota gigante y le lanz a Jaime, ste

viendo que la pelota era enorme, pens: Cmo jugaremos
con esa pelota tan grande, pero al momento de recibirla se
hizo pequea, para que la pudiera atrapar, en ese momento
los dos descubrieron que la pelota era mgica.
Entonces Jaime le llev a Max para que jugara con sus otros
amigos, stos al verle tuvieron miedo, sin embargo, al
conocer lo agradable y chistoso que era el dragn, se
divirtieron y jugaron mucho, considerndolo como otro ms
de sus amigos.

Un da hubo una gran tormenta con mucha nieve, sobre

todo el pueblo, lo que no esperaban sus habitantes, todas
las calles, los parques y los sembros estaban congelados,
por lo que la gente del pueblo estaba muy asustada y
preocupada, porque perderan todos los cultivos y no
podan movilizarse a ninguna parte.

El dragn viendo ste caos, pens en ayudar al pueblo,

porque ah vivan sus amigos, aunque saba que los
pobladores le tenan mucho miedo.
Entonces baj de su cueva y como poda lanzar fuego,
comenz a hacerlo sobre los sembros con mucho cuidado,
para que nicamente sea el hielo el que se derrita, luego
pas por los parques y las casas, todo esto vieron las
personas del pueblo y tambin sus amigos, los que salieron
a agradecerle y felicitarle por la ayuda.

Al ver que todos los nios jugaban con Max, los pobladores
se dieron cuenta que el dragn era bueno y que haban
pensado mal de l, entonces se disculparon con Max y ste
se senta muy feliz porque ahora tena muchos amigos.
FIN
Autor: Francisco Pullas