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tiva lineal y la superposicin estan todos correla- cionados con el incremento en la psofundidad y, siel observador estd en movimiento, el paralaje de movimiento proporcionara una informacién adicional sobre Ia profundidad. Esta informacién ambiental se transforma en informacién retinia- ta, la cual es traducida en informacién en el sis- tema nervioso que toma la forma de impulsos tléctricus que se trasmiten hasta el cerebro. El que la informacin en ta retina se dé en forma bidimensional no es importante para éste, por- que el cerebro no ve la imagen setiniana, sdlo «se» los impulsos nerviosos. Lo importante es que hay informacidn de profundidad que llega al ceeebro; esta informacion no necesita tener en si profundidad. Antes de ocupaenos del estudio de otras fuen- «ts adicionales de informacién de profundidad, analizatemos algunos aspectos importantes refe- tidos a las claves que ya hemos comentado. Pocas estin libres de errores. Cualquiera, considerada eo solitario, puede proporcionaraos informacién errénea. Por ejemplo, el porche que se ve a la faquiecda de In figura 8.2 se proyecta més alto que Ja casa concigua (mis alejada) y se percibe tomo mas proximo que ésta y no, tal como lo predecicfa la clave de altura relativa, como més alejada. Afortunadamente, no es usual que debamos confiar en una sola clave de profundidad. En la mayor parte de las escenas hay muchas claves que proporcionan informacién redundante, y cal te- dusdancia en Ia informacién es, en si, la informa- cién més adecuada sobre la profundidad. Lo anterior no implics, por otra parte, que se precise la presencia conjunta de todas las claves para poder percibir Ia profundidad. Algunos expe- timencos han mostrado que, de estar presentes un cierto nimero de claves, la eliminacién de una de elias no suele reducit en medida apreciable awstra percepcién de la profundidad. Esta es la azin de que el ser humano pueda percibir pro- fundidad en ta superficie lunar, aun cuando en ell se catezca de la clave de perspectiva aérea; en esta situacién, las claves disponibles proporcio- aan ia suficiente informacién de profundidad como para permitirnos juzgar, de una u otra manera, las distancias hasta los crdteres cercanos + lejanos. Acomodacién y convergencia Todas las claves de profundidad consideradas hasta el momento han dependido de la informa- cién proyectada en ia retina. La acomodacién y fa convergencia, dos nuevas claves, no dependen de fas propiedades de la imagen retiniana sino de la actividad de los misculos. Para comprender el foncionamiento de estas claves sittia uno de tus dedos a unos cinco centimetros de la aariz y fija a vista en &l Cuando realices esta indicacién sucederén dos hechos: (1) lus lentes del ojo (vés- se figura 3.2) adoptarin usa forma redondeada gracias af funcionamiento de unos misculos ocu- lares, y (2) los ojos convergen, como muestra la figura 8.11 (a), debido al fancionamiento de otros miisculos oculares. Si ahora alejas el dedo, las len- tes se vuelven planas y los ojos divergen, eal como muestra la figura 8,11 (b). La acomodacién es el cambio en la forms de las fentes asociado a los cambios en Ia distancia enfocada (véase pp. 151-152 del capftulo 6), mientras que la conver- gencia es la forma en que los ojos roran hacia dentro y hacia fuera también asociada a los cam- bios en La distancia. Se considera que la acomodacién y la conver- gencia pueden servir como claves de profundidad porque la forma de las lentes y la posicién de los ojos se correlacionan con la distancia del objeto que se observa, Sin embargo, existen dudas sobre a efectividad de estas claves y, en el mejor de los casos, slo pueden proporcionar informacién de profundidad para objetos que no disten mis de tres metros del observador. Disparidad binocular Hemos dejado para el final el comentario so- bre esta clave en consideracién a su gran impor- tancia. Todas las restantes claves comentadas, con la excepcibn de la convergencia, eran claves monoculares de profundidad, por ser funciona- les en condiciones de visién monocular; por con- tra, la disparidad binocular depende de ambos ojos. EI hecho basico que subyace al funciona~ miento de esta clave es el de que nuestros ojos ven el mundo desde posiciones ligecamente dife- rentes debido a la distancia existente entre los 231 Figura 8.11 mismos. Por ello, disponemos simultineamente de dos imagenes diferentes de nuestro entorno. Una forma facil de comprobar la existencia de esta doble visién es cerrando el ojo izquierdo y manteniendo un dedo extendido a unos quince centimectos de la cabeza. Acto seguido habré de situarse un dedo de la otra mano unos quince centimetros detrés del ocro, de modo que esté completamente tapado por el dedo més proximo. En este momento slo debes ser capaz de ver el dedo que tienes delante. Sin embargo, si cierras el, ojo derecho y abres el izquierdo (que est en un punto de observacién ligeramente distinto) ser’s capaz de ver también el dedo posterior. {Como pueden dos vistas diferentes propor- cionar una impresién de profundidad? Para com- prender por qué es asi deberemos describir la dispatidad binocular con més detenimiento y, para comprender la disparidad binocular, es pre- 232 Los ojos convergen (izquierda) al mitar algo prdximo y divergen (derecha) al mirar algo lejano. ciso hacer lo propio con el concepto de puntos retinianos correspondientes. Para cada punto de una de las retinas existe un punto correspon: diente en la otra. Los puntos correspondientes son los emplazamientos de cada retina que st solaparian si situdsemos a una de las retinas sobre la otra, Asi, las dos foveas, F y F’, caen en puntos correspondientes, como lo indica la figuee 8.12, sucediendo lo mismo con A y A’ y By B. nw 8 F P Figura 8.12. Puntos correspondientes en lasdos retinas De superponerse ambos ojos estos. puntos coineidirian Horéptero Figura @.13, Cuando Ja salvavidas mira a Rafacl, lz imagen de este, la de Susana y la de Harty se sirdan enel hordptero, al que se representa mediante Ia linea disconriqua, Este hecho implica que las proyeeciones de Rafael, Susana y Harry se ubican en puntos eqaivalentes de la retina de la salvaviclas y que las iandgenes de los restantes bafiistas se proyectan en puntos no equivalentes. Para aplicar el concepto de puntos correspon- dientes en la percepcién de la profundidad, su- Pongamos que estés searado en ta silla del salva. vidas de la figura 8.13, Si miras directamente a tu amigo Rafael, la imagen de éste se proyecta en sus foveas (F y F'}, que son puntos correspon. dientes. Por orra parte, Rafael no es la tinica per- sona cuya imagen se proyecta en puntos corres- pondientes. Las imagenes de todo Jo situado en la linea discontinua también se proyectan en puntos correspondientes, La linea discontinua, a la que se denomina hordpteto, es parte de una superfic ie imaginaria que pasa a través del punta de fijacién (Ia cabeza de Rafael) y, en nuestro ejem- plo, straviesa también las cibezas de Harry y Susana. El que asf sea implica que, como muestra la figura 8.14, las imagenes de Harry y Susana se proyectan en puntos equivalentes de las retinas (es importante recordar que fa situacidn descrita se mantiene durante el tiempo que se mantenga lb mirada centrada en Rafael; si se cambiase el punto de fijacién, surgiria una nueva linea del hordprero que habria de pasar por este nuevo panto) Rafael Harry ~ Susana -— Bootes Haréptero ~¢ ry Figura 8.14 Qué es Jo que les sucede a las imégenes de Susans, Rafsel y Harry en ef interior de los jas de [a salvavi- das? La imagen de Susana se proyecta en los puntos corres. Pondientes G y G; Ja de Rafael, en les fSveas Fy F (que sun Puntos cocrespondientes), y ta de Harry, co A y A’ 233 K Figura 8.15. Horéptero Carolina Carlos aa 2Qué es lo que les sucede 2 las imagenes de Carolina y Carlos en el ajo de Ja sslvavidas? Pucsto que Carolina y Carlos no estan situados ex el hordptero, sus imégenes no se proyectan en puntos equivalentes, 2Qué tiene que ver todo fo dicho con Ja per- cepcién de la profundidad? Para comprenderlo considera Jas partes de ambas retinas en las que se proyectan las imgenes de Carolina y Carlos, al tiempo que se mantiene la vista fijada en Rafael, Puesto que sus cabezas no estan en la linea del hordptero, sus imagenes caen en puntos no co- trespondientes (o dispares) tal y como muestra la figura 8.15. Por ejemplo, fa imagen de Caro- lina cae en los puntos no correspondientes B y G° (fijate en que B y G’ no se solaparfan en el caso de superponer las retinas. Por ello, no son pun- tos equivalentes). El punto correspondiente a B esté de hecho localizado en B’, muy Iejos de G™ Se suele denominar grado de disparidad a la distancia entre G’ y B’; y el concepto clave en la percepcién binocular de a distancia es que cvanto més lejos esté un objeto de la nea del horéptero, mayor es el grado de dixparidad. Es facil compro- bar lo dicho comparando la disparidad de las imégenes de Carlos y Carolina en la figura 8.15. Como antes vimos, en el caso de Carolina la dis- paridad es la distancia existente entre G’ y B's por otra parte, paca Carlos es la distancia entre 234 H’ y A’. Las imagenes de Carlos son més dispares porque este sujeto estd sirmado muy lejos de lz linea del hordptero, Por tanto, saber la magnitud de Ja disparidad nos indica lo lejos que estén Car- los y Carolina del lugar en que se ha fijado ls mirada. Puesto que Ia disparidad para Carlos es mayor que para Carolina, Carlos debe estar loca- Jizado més lejos del horéptero y, por tanto, més cerca de nosotros. Aunque podamos explicar cémo la disparidad puede proporcionar informacién sobre las disten- clas relativas de los abjetos de la escena (tal como los bafiistas de nuestra piscina), hay un problema que sigue sin resolverse. ;Cémo utiliza el cerebro esta informacién? Esta pregunta foe contestada por Horace Barlow, Colin Blakemore y John Pettigrew (1967), gracias al descubsimien- to en el gato de células que respondian en forma Optima ante estimulos proyectados simuleines- mente en ambuas retinas en puntos separados por un nivel especifico de disparidad. La figura 8.16 muestra varios segisteos de la actividad de uns de estas células, registros realizados por David Hu- bel y Torsten Wiesel (1970 b) en el cértex visual (a tb) rc) (dy fe) cu (gd Figura 8.16. Respuesta de une céluta de profundidad binocular ubicada en ¢1 céctex visual de ua mono. La posicidn de las cruces indica donde se proyecta la franja en el ojo derecho (OD) y en el izquierdo (OD. La <élula responde al movimiento de fs ftanja en cualquier direccién (indicada por tas flechas}, déndose la respuesta Gptima cuando ambas fcanjas se presentan simulténeamente onn una disparidad de treinta minu- tos, tal y como indica el registro (c). En (Ny (g) las Franjas se presencan en las mismas posiciones que en (©), pero cada una de ellas lo hace por separado en el ojo derecho o en el izquierdo. La célula no cesponde en esta situaci6n porque ambos ojos deben sex simulténeamente estimulados para Jograc lz aparicién de respuestas. (Adaptado de Hubel y Wiesel, 1970 b.) 235 del mono, El registro (a) muestra que esta célula binocular de profundidad no responde cuando se estimulan simulténeamente puntos correspon- dientes en ambos ojos (indicados por ia superpo- sicién de las cruces) mediante una franja lumi- osa que se mueve de derecha a izquierda o de izquierda a derecha. Los registros (b), (c), (d) y (e) muestran que Ja célula respande cuando e incrementa la dis- paridad de la franja en movimiento, logeéa- dose una respuesta mixima en el registro (c) tomado con treinta minutos (medio grade) de disparidad. Los registros (f) y (g) indican que no se da respuesta si cada ojo es estimulado por separado mediante franjas con ubicaciones que difieren en ireinta minutos de arco, aunque, como sucede en (©), acabe produciéadose una gran respuesta cuan- do las mismas franjas se presentan simulednca- mente. Teniendo en cuenta la existencia de células de disparidad binocular en gatos y monos, es ficil deducir que, siempre que los ojos de estos anima- les se fijen (esto ¢s, siempre que sus ojos se sitien en Ja forma adecuada paca mirar durante un cierto tiempo una determinada parte de la escena), los estimulos situados a distintas distan- cias excitarin un cierto atimero de células cuyas respuestas Sptimas se dan ante disparidades es- pecificas. De modo similar, en la figura 8.13 cada bafista hace que se active un grupo diferente de células binoculares del observador (el salvavidas), lo cual sitve como fuente de informacién acerca de la distancia existente, concretamente, entre el sal- vavidas y cada bafiista, La descripciéa de la disparidad binocular com- pleta nuestra lista de claves de profundidad. Con- viene recordar que ninguna de ellas es impres- cindible para que se produzca la percepcidn de la Profundidad y que sé, por ejemplo, eliminamos cualquier clave monocular o fa dispatidad binocu- lar (cerrando el ojo), seguimos percibiendo en profundidad. Por otra parte, cuanto mayor sea el miimero de claves disponibles, tanto mayor seré la probabili- dad de que deduzcamos adecuadamente la estruc- tura tridimensional del mundo a partir de la informacién bidimensional de nuesttas retinas. 236 El problema especifica de dibujos J fotografias: claves de planicidad Anteriormente indicamos que los artistas h- bian buscado durante sigios las formas de dat impresién de profundidad a un dibujo, antes de que en ef Renacimiento se descubriera la pers- pectiva lineal. Una de las razones de por qué une pintura dibujada en perspectiva lineal es capaz de producie una buena impresién de profundidad estriba en el hecho de que tal tipo de pinture contiene muchas de las claves de profundidad presentes en las escenas cridimensionales. Si en Ia escena original se dan las claves cle superposi cién, camafo relativo, altura relativa y perspec- tiva lineal, éstas se transferirén automdticamente al lienzo si se utiliza la técnica de la perspectiva lineai. Si, ademés, aftadimos la perspectiva atmos- fétiea a nuestro dibujo, podremos increment ain mas la impresiéa de profundidad. Sin em- bargo, aun cuando todos estos factores actien conjugados, en un cuadro s6lo seremos capaces de crear la impresion de profundidad, siendo muy dificil crear una ilusion de profundidad convin cente que pueda confundirse con la escena real Una de las razones de que sea dificil crear ile siones convincentes en lienzos y fotografias es la de que hay algunas claves que no pueden usarse en ellas. La acomodacidn, la convergencia, d paralaje de movimiento y la disparidad binocular no pueden emplearse en las reproducciones esti ticas ordinarias porque su presencia depende de la existencia real de profundidad. (Sin embargo, mis adelante veremos cémo se puede usar la dis- paridad binocular en los estereogramas © en a cine 3-D.) La dificultad para crear profundidad en las obras pictéricas no sdlo radica en que en ellas se carezca de cierta informacién de profundidad Fotografias y pinturas no s6lo tienen menos cle ves de profundidad que las escenas del mundo real, también contienen claves de planicidad que reducen nuestra impresién de profundidad. Acls- temos qué es lo que queremos indicar con introduccién de este nuevo término. Al desplazarnas en ana escena real experimen- ramos un paralaje de movimiento que hace que los objetos cambien sus posiciones relativas en el campo visual. Puedes comprobarlo empleando un

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