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Roapies Remens Hemenare lusiene Keue, 1499 fndmac lo Por la historia y por una vuelta a las fuentes Queridos amigos: Todos ustedes se han mostrado muy generosos, desmedidamente generosos conmigo. Me han ofrecido muchas cosas en mis 75 afios: libros, discursos, elogios y, sobre todo, me han ofrecido ustedes, una vez mas, un testimonio de amistad. He recibido dones entonces. ¥ les estoy sinceramente —muy sinceramente— agradecido: gracias a ello pienso poder affontar, con iodavia mayor serenidad y fuerza, otto cuarto de siglo. Pero —ya lo saben ustedes— un don exige un contra-don. aSe pueden considerar como tal las palabras que me preparo a pronisnciarles? No lo sé, pero sepan que seran dichas de todo coraz6n, como un deseo por el futuro de la pasion que usiedes y yo compartimos: le historia. En ocasiones me han preguntado por qué abandoné mis estudios de medicina o carreras fascinantes en oltos sectores de actividad. Siempre respondo de la misma manera: “para aprender a leer bien los periddicos”, Esto puede parecer una ocurrencia algo insolente, pero"no es asi. Con ello quiero decir que lo que a mi me ha atraido (y todavia hoy me atrae) en Ja investigacion histérica es la posibilidad de aprender a ver mas allé del escrito, la intencién del que escribe; detras del relato de un acontecimiento, la estructura que lo sostiene; mis alla de la espuma de la ola, la mar de fondo, En suma, la —-investigacién histérica ensefia-que no esté solamente el texto, sino sobre todo el coritexto; que uno no se puede servir de un texto sin la critica (filolégica, seméntica, conceptual...) de ese mismo texto; que el acontecimiento aislado es poco significative y que Jo que cuenta es el mecanismo que articula un conjunto de acontecimientos, ~ En suma, siempre me ha parecido que la historia, mas que 13 cualquier otra disciplina ensefia @ analizar jos fenémenos sociales en toda su complejidad. Todo io que acabo de decir es sabido y bien sabido y —si acepian ustedes. eliminar el aspecto paradéjico_y provocador de mi declaracién (jgustarie a uno Ie historia para aprender a leer los periddicos!}— veran que habia en ella alguna utilidad en recordar ciertas verdades. Si ée constimye e} movil para aprender el oficio de historiador, qué hacer para realizar concretamente y correctamente las tareas a la vez humildes y ambiciosas de este oficio? En. primer tugar elegir y construir el objeto de investigacion y me parece que hay que reflexionar sobre estos elementos. El Diccionario de la lengua (ed. 1970) seftala claramente como primer sentido de la palabra elegir. “escoger, preferir a une persona o cosa, para un fin”. E] punto importante de festa definicién es Te indicacién de que no hay verdadera qleccidn si no es "para un fin”: el objetivo principal de una eleccion es entonces definir un propisito. No hay jnvestigacién gratuita entonces. Y a este respecto me apresuro a agregar que hablar de “fin” no debe significar una historia comprometida con am combate politico o ideolbyico: siempre me he opuesto a ello € incluso se me ina teprochado pesadamente, pero sigo creyendo que, con algunas excepciones (p.e. la obra de Lenin sobre los orgenes del capitalismo .en Rusia) la famosa historia comprometida nunca ha.sido buena historia ni wn buen instrumento de lucha. Hoy quien se acuerda todavia de ios miles y miles de paginas “comprometidas” de los afios 1955-1990? ¢Cuat puede ser entonces el “fin” de dicha investigacidn? Por supuesto, uno primero, de orden veeneral, muy general: contribuir a la reconstitucién del pasado en sus-espectos econémicas, culturales, politicos, - a religiosos.... pero cuidando que esta reconstitucién se realice en los propios términos de ese pasado y no en los términos de nuestro presente. Esto puede parecer demasiado genérico, aun si es fundamental. Y hay que tratar de ser mas preciso. Se diré entonces que se llega a definir el fin a medida que se construye el objeto de la investigacién. A mi nunca me ha gustado la expresién “tema de tesis” y prefiero hablar de objeto, pues “tema” me parece que denota algo dado, previamente constituida y casi concedido por un dios oculto, mientras que “objeto” me parece que denota algo casi material, que hay que construir y que es. imposible recibir ya confeccionado, embalado, empaquetado por un maestro (0 un supuesto maestro) o todavia peor, por una moda en curso. Construir significa renunciar a la ambicion de alcanzar a demostrar las leyes generales, validas para siempre y en todas partes, Construir quiere decir que nos estamos ocupando del pasado y que ese pasado es diferente del presente, Construir significa que se evite caer en la trampa del anacronismo y del anatopismo y que por lo tanto es imposible servirse de criterios (las doctrinas econémicas, por ejemplo) de hoy dia o del siglo XIX para explicar situaciones devla Edad Media. En suma, en la construccién no hay reglas generales, ni hay tampoco meétodos establecidos ce una vez por todas. Naturalenente esto no debe Jlevar’ ningun relativismno, a ninguna Geconstruccién de la historia (como lo preiende una moda reciente}, pues permanece la especificidad de la historia. Todas las consideraciones hechas para saber si la historia es una ciencia 0 un arte u otra cosa, no corresponden a nada: la historia.es. muy. simplemente la historia, con sus reglas fundamentales. {Cuales son esas reglas? Comencemos por el principio, ‘Ante la pardlisis de a situacién historiografica qué se manifestaba. hacia el fin de la Edad Media, algunos - 6 hombres —que a continuacién se les llamar humanistas— propusieron un programa de trabajo bastante simple: ad ‘fontes!, ad fontes! Este llamado no significaba solamente {que lo esencial del trabajo histérico consistia en una vuelta 4 los clasicos griegos o latinos o en la utilizacién masiva de documentos flenos de polvo, sino que, aun si esos mismos documentos constituian un elemento esencial de la investigacién histérica, lo mas importante reside en la lectura critica que debemos hacer de ellos. Por supuesto que habia que recuperar ‘los manuscritos griegos_y romanos, mas también habla que aprender a_leerlos criticamente y, del mismo modo, habia que leer con un ojo critico los documentos que ya se conocian. Fue asi como no solamente se descubrieron textos latinos, sino que se eonsiguié’ también lograr la lecture critica de un documento para mostrar la falsedad de la famosa donacién a la Igiesia del Imperio Romano de Occidente por el emperador Constantino, Obviamente, lectura critica de ninguna manera significa “descoristruccién” 0 “descodificacion” —palabras barbaras de una moda inconsistente— sino muy. simplemente reconstitucién exacta del porgué, del cudndo, dei cémo:se ha producido el documento que se esté estudiando Quisiera daries un ejemplo a partir de una experiencia personal. Estando atin en el liceo (cuando todavia pensaba convertitme en cirujano del sistema nervioso...) me apasionaba ese documento extraordinario que era le Gonacién por la cual el emperador Constantino habria jegado 2 Ja iglesia el Imperio Romano de Occidente. Me preguntaba como ese documento falsificado, enteramente inventado durante la segunda mitad del siglo VII, habia podido atravesar toda la Edad Media y permanecer virtualmente auténtico, incluso después del siglo XV Guando Lorenzo Valla habia demostrado su falsedad. Me preguntaba también cémo le habia sido posible al pape ‘Alejandro VI, con sus Bulas de 1493, atribuir (como se dice) el Nuevo Mundo a unos y otros, y cémo el tratado de - 16 Tordesillas habia podido ratificar, sobre el plano politico, esa * particidn ”, No tendria acaso raz6n el rey de Francia cuando declaraba no conocer la cléusula del testamento de ‘Adan segin la cual esa “particién” habia sido posible? Resoivi esas dudas mucho tiempo después del liceo, gracias a uno de los mejores historiadores mexicanos de nuestro sigio: Luis Weckmann' Estaba equivocado en mi punto de parida, pues consideraba separadamente dos fenémenos: por un lado la falsa donacién de Constantino y, por e] otro, las bulas alejandrinas més el tratado de Tordesillas. Luis Weckmann ha demostrado que habia un solo y nico problema: en efecto, las famosas bulas alejandrinas se apoyaban sobre una clausula de la falsa donacién que establecia que la Iglesia tenia la soberania sobre todas las islas, No se trataba mas que de tres palabras las cvales atribuian al papa, ademas de toda una parte del Imperio, “vel: diversis insulis”. El pasaje era sin duda ambiguo, pues se le podia atribuir tres significados: 2) dominio en diferentes islas, ademas de los dominios en Judea, Tracia, Africa, et Italia; 'b) dominio sobre las regiones citadas y sobre algunas islas; ¢) en fin, dominio sobre todas las islas, de la parte oriental como dé la pane occidental del Imperio. Esta iltima era evidentemente aguella que —en la época— mas interesaba al papado y fue Ja que acabé triunfahdo, lo cual permitié a la iglesia fundamentar 1a teoria de su dominio omni-insular: “universae insulae”, decia una bula Gel papa Urbano (3 de junio de 1091), dependen de le autoridad pontifical. Si al principio la doctrina tuvo en particular Valor para las islas situadas alrededor de Italia, a continuacién su radio se amplié haste cubrir la"misma Irlanda y se llega —aun si aquello puede parecer inicreible— a considerar Dinatnarca y Escandinavia como TL. Weekmann, Las bulas alejandrinas de 1493 y la teoria politica del popado medieval, México, 1949; (recentemente reeditado con oto title, Constanino ef Grande» Criswobal Colin. Estudio de la Supremacia sobre las islas (109-1493), México, FCE, 1992) ~ - 12 isles, La expansidn atléntica amplié su alcance todavia mas y es asi como la Iglesia pudo acordar, a espalioles y portugueses, las Canarias (en 1344) y, en general, las “islas africanas ” (en 1454, 1456, 1481). El descubrimiento de Jas Antillas plantea el problema de atribuir esas islas descubiertas y las otras “por descubrir”, fas cuales —no Jo olviden—. son todavia “‘asiaticas” y no “americanas ”. Y una vez mas es la teoria de la ommi-insularidad de la Iglesia la que autoriza al papa a concederlas en feudo al Rey de Espafia: a continuacién el tratado de Tordesillas no hard mas que confirmar sobre el plano politico una situacion fundada en el derecho pontifical a conceder “in Gominium”, de “dar”, de “asignar” dominios. En realidad ‘nos hallamos ante e} problema de le potestas directa in temporalibus, de la plenitudo potestatis del papado, es decir del derecho del papa a la autoridad espiritual y temporal sobre todos los principes: en otros términos el problema de la teocracia?, Se wataba entonces de una concesién feudal de algunas islas descubiertas y otras (eventualmente) por descubrir, pero esto 5 otro problema. Quisiera también subrayer otro error que habia fen mis dudas, otto error que he resuelto con la ayuda de Luis Weckmann: yo razonaba (pero no era el tinico...) en téminos de continentes, Ahora bien, al siglo XV le falta la idea misma de continente: “esta el “orbis terrarum”, la masa de tierras constituida por Africa, Asia y Europe rodeada por una sole y nica mar: era una rezén suplementaria para que no hubiera " particién " 2 Sobie e) problema de 12 “plenitude potestatis” cfr. F, Ruin’, FRelaciont tre Stato et Chiesa, Bologne, 1974, pp..115-13%.y. L. Weckinann, El peisamienio politico medieval y las bases para un nuevo derecho internacional, México, 1950, pp. 138-137) 53 Sobre este tema. cfi- R, Romano, "Las bulas alejandrinas y el watado de Tordesillas en los origenes del feudalismo americano " en Congreso ‘internacional de Historia ” El sratado de Tordesillas y su época ", ‘Madrid, Junta de Castilla y Leén, 1995, vol. IIL, pp. 1541-1551. 18 He aqui, creo, un lumindso ejemplo de cémo se debe ~construir” un tema de investigacién (se trata de la tesis de doctorado de Weckmann, bajo la direccién de Emest Kantorowicz): lectura analitica del texto de la donacién de Constantino, también lectura de decenes de bulas pontificales y de otras centenas de documentos de ia época; analizar cada paldbra y comparar esos textos uno con ottes; analizar las palabras y finalmente situarlas en e! contexto (cultural, juridico, politico, simbélico, semantico) de la época. El resultado ha sido, en mi modesta opinién, uno de Jos mas hermosos libros que haya leido en mi vida. Si he recurridg a este ejemplo para justificar el grito de ad fonies | ad fontes ! ha sido porque creo que muestra muy bien que no se trata solamente de encontrar, otros documentos. otros textos, sino sobre todo de aprender a (rejleer los viejos. Esta necesidad nace del hecho que, inevitablemente, Ja historia -—la que escribimos— conduce ala creacién de mitos* y que nosotros tenemos el deber de destruirlos. Esos mitos se forman sobre todo como consecuencia del hecho que nosotros los historiadores, nos hemos especislizado cada vez més: hispanistas, anglicistas, sindlogos, americanistas (pero también, mexizanistas, peruanistzs...), y hemos perdido de vista la giobalidad de ia historia, Globalidad no significa, como podria pensarse ingenuamente, una suerte de historia universal, sino la observacion de un fenémeno desde sus diferentes angulos y en sus manifestaciones diversas en el tiempo y en el espacio. Un solo ejemplo. 1998: decenas de historiadores, sobre todo franceses, se han movilizado para festejar el 150 aniversario de la abolicién de la esclavitud gracias @ Victor Schoelcher... Libros, articulos, recopilaciones de ensayos hai festejado el acontecimiento, Es justo: sdlo'que. hay algunos pequefios detalles. En primer lugar en el afio de gracia de 1848 se suprimié la esclavitud en las colonias 4 Ver el hermoso libro de P, Bairoch, Mythes et paradoxes de l'histoire économigue, Paris, La Découverte, 1995, - 19 - francesas, pero en las colonias inglesas ya se habia hecho desde 1833 (alli la trata-se habia suprimido desde 1792...) y ademas en los jévenes Estados de Hispanoamérica la esclavitud se habia suprimido desde hacia mucho tiempo. Pero esto no es demasiado grave. No, el problema se encuentra én otra parte. El problema est en el hecho —~ general—, gue cuando se habla de esclavitud, se dice “la trata"s Ahora bien, no ha habido sdlo una trata, sino“al menos cuatro tratas*: aquélla en direccién de Europa, Gesde a antigledad hasta el fin de la Edad Media; en el interior de Africa hubo una trata no destinada a la exportacién y otras dos mas, una hacia el continente americano y otra hacia el mundo arabe. Se conocen muy mal los aspectos cuantitativos dé las dos primeras, para las cuales ¢s dificil adelantar cifras minimamente serias, pero para las otras dos se dispone de elementos bastante aceptables, ;Quieren algunas cifras?” Entre 1450 y 1870 la trata arabe trans-sahariana presenta una exportacién neta gs decir, sin calcular los muertos durante su transporte) de alrededor de 3 400 000 personas, a las cuales hay que agregar las exportaciones no especificadas a través de Africa oriental (sin embargo una estimacién de alrededor de 5 millones no es exagerado si se considera que entre 1450 y 1700 su monto fue de 3 000 000 de esclavos). Durante el mismo periodo, la trata transatlantica neta (sin los muertos durante la navegacién) se ubica entre 9 millones y medio y 10 millones. Estamos entonces casi en igualdad. No he presentado esta siniestra contabilidad para 5 En la masa de paginas a la que me refiero arriba, encontré un solo libro ~

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