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Fig. 16-1. Fotomicrogra- fia de telido linfoide di- fuso y nodular on la lé- mina propia del apéndice. Corte coloreado con he- matoxilina-eosina. <110. CAPITULO 16 Sistema inmunol6gico, tejidos y érganos linfoides “Amad la verdad, pero disculpad el error. Voltaire Los linfocitos se encuentran enla san- gre v la linfa, ademas de aislados en el te- jido conectivo ven los epitelios, pero tam- bien so encuentran como masas més den- samente empaquetadas en el tejido conec- tivo laxo denominado tefido linfoide. Al gunos érganos estén compuestos-en su mayor parte por tejido linfoide y se deno- minan organos linfoides. El tejido linfoide se puede definir como un tefido conectivo reticular en el cual los linfocitos representan la mayor parte de las células. Los grupos de linfocitos adop- tan distintas estructuras y funciones (co- mo se verd més adelante). Pueden tener caracteristicas difusas, el tejido linfoide ifuso, a diferencia del tejido linfoide fo- licular (0 nodular) donde los linfocitos forman ctimulos densos casi esféricos (tig. 16-1). Hay transiciones regulares entre el tejido linfoide y la presencia més aislada de linfocites en el tejido conectivo. Los tejidos y érganos linfoides princi pales o primarios compronden la médula sea y el timo y esta denominacién se Tejido linfoide nodular Teli linfoide aitus aplica a los tejidos y érganos linfoides donde tiene lugar la maduracién de las cé- lulas madre linfocitarias a linfocitos no comprometidos inmunocompetentes (lin- focitos B on la médula ésea ¥ linfocitos en. el timo, respectivamento), miontras ‘que los tejides y érganos linfoides secun- darios son las partes del sistema inmuno- Iogico donde tienen lugar las reacciones inmunes, ¢ inclayen los ganglios linféti- cos, el bazo y varias agrupaciones de teji- do linfoide asociado @ mucosas (MALT) (ing. mucosa associated Ivmphoid tissue). Son ejemplos de MALT los ctimulos de fo- liculos linfoides parcialmente encapsula- dos por tejido conectivo que conforman las amigdalas, las placas de Peyer no eap- suladas en el intestino delgado, los cuimu- los foliculares del apéndice y los numero- s08 foliculos solitarios de los intestinos delgado y grueso. Sistema inmunolégico El sistema inmunolégico se compone de los érganos linfoides (primatios y cundarios), todos los cimulos de tejido linfoide en 6rganos no linfoides, los linfo- citos de la sangre y Ia linfa, y todos los lin- focitos dispersos en el tejido conectivo y los tejidos epiteliales del organismo. Las células del sistema inmunolégico incluyen a linfoeitos y células madre lin- focitarias, eélulas plasméticas, macréfa g0s, células dendriticas v leucocitos gra- nulares y mastocitos. Estas células ya se vieron en los eapitulos sobre tejido conec- tivo (cap. 8) y sangre (cap. 10), pero se ve~ rén a continuacién con més detalle. En ef tejido linfoide las células inmunes estén ubicadas entre las mallas de un tejido re- ticular o reticulo (las células madre se en- cuentran en el espacio hemopoyético de la médula ésea, véase cap. 11, pag. 259). En el timo este reticulo se caracteriza por ser s6lo celular, mientras que en el resto del tejido linfoide se compone de una combinacién do fibras reticulares y células reticulares. EI reticulo del tejido linfoide conforma un esqueleto o estroma, dado que forma un reticulado tridimensional de malla fina (véase fig. 8-15, pag. 208). Las lulas reticulares son grandes y emiten ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ GRGANOS LINFOIDES 401 prolongaciones citoplasméticas ramifica- das que acompanan las ramificaciones de las fibras. Las prolongaciones de las célu- las reticulares adyacentes se adosan. Esta red de grandes células ramificadas 0 re culo celular se corresponde con la red brosa o reticulo extracelular rodeado por las células reticulares. Por lo general se emplea la expresién reticulo al referirse al reticulo extracelular, dado que éste se de- muestra con facilidad mediante tinciones selectivas, por ejemplo, impregnacién ar- géntica, que tifte de negro a las fibras (véa- se fig. 8-30). En la actualidad muchos au- tores consideran a las células reticulares mesenquimdticas como una forma de fi- broblastos, dado que es dificil distinguir- las por su morfologia, y porque también producen componentes de la matriz. como las fibras reticularés, compuestos en. su mayor parte por coldgeno tipo Il y una cubierta de proteoglucanos. En los preparados comunes tenidos con HE suele ser dificil diferenciar entre célu- las reticulares, células dendriticas y ma- créfagos, dado que los micleos presentan aspecto similar y a menudo el citoplasma estd oculto por los linfocitos densamente empaquotados, en especial las delgadas prolongaciones de los dos tipos celulares mencionados en primer término: Sin em- bargo, es posible separarlos mediante mé- todos inmunohistoquimicos, por determi- nacién de moléculas especificas expresa- das sobre la superficie de la membrana ce- lular. Antes de ingresar con mayor detalle en los distintos 6rganos linfoides se verdn primero algunos de los rasgos fundamen- tales de la conformacién y la funcién del sistema inmunitario. Inmunidad El organismo es constantemente ame- nazado por la invasién de microorganis- mos lesivos (bacterias, virus, protozoos. etc). Para defenderse de esta amenaza ha desarrollado varios mecanismos defer vos que, en conjunto, confieren al indi duo cierta insensibilidad frente a la: fecciones debidas a los respectivos mi croorganismos, denominada inmunidad (lat. immunis, libre de). Algunos de los mecanismos defensivos que intervienen, denominados en conjuno inmunidad congénita, reprosentan la primera linea de defensa del organismo contra las infeccio- nes ¢ incluyen fenémenos més generales, por ejemplo una piel relativamente impo- netrable, secrecién de acidos fuertes por el estémago, fagocitosis, reacciones infla- matorias, ete. Son todos inespecificos, decir, dirigidos contra muchas formas. ferentes de microorganismos 0 sustan con potencial invasivo, sin discriminar- los. A éstos se agrega un mecanismo ox- traordinariamente efectivo, la inmunidad adquirida (especifiea), mediada por linfo- citos, que incluye la formacién de anti- cuerpos yy linfocitos activados que atacan y destruyen un especifico. La pro- piedad especial del sistema inmunitario especifico es. entonces, su capacidad pa- ra reconocer y reaccionar especificamente contra macromoléculas extrafias al orga- nismo, Esta capacidad se relaciona con ol componente celular mas importante del sistema inmunitario, el linfocito. Cuando los linfocitos registran la presencia de ma~ cromoléculas “extrafias” -es decir, con composicién quimica diferente de las ma- cromoléculas del individuo en que se en- cuentra el linfocito poseen la capacidad de iniciar una reaccién defensiva espectfi- ca, una respuesta inmunolégica. Asi, ol sistema inmunitario es capaz. de diferen- ciar entre lo “propio” y lo “no propio”, es decir, la base del desarrollo de una res- puesta inmunoldgica ante el ingreso de microorganismos 0 sus toxinas. Se deno- mina tolerancia a la ausencia de reaccién del organismo, mediante una respuesta inmunolégica, frente a sus propios com- ponentes. El sistema inmunitario se carac- teriza por su gran universalidad, dado quo es capaz de reaccionar especificamente frente a millones de moléculas extrafias diferentes. El sistema inmunitario tam- bien tiene memoria, fenémeno conocido durante siglos debido a quo los indivi duos sobrevivientes a una enfermedad in- fecciosa, por ejemplo viruela, presentan una predisposicidn mucho menor a con- traor la enfermedad en una epidemia pos- terior, mientras que no se modifica su pre- disposicién a contracr otras enformedades infecciosas. Se saca ventaja de esta situa- cién con la vacunacién, por la cual se troduce en el organismo una variante ino- cua de un microorganismo patégeno o un germen transformado en inocuo, o tan s6 Io partes de ellos, y se desarolla una in- munidad specifica similar a la obtenida al sobrevivir a In enfermedad. Las inmunidades congénita y adquirida no son independientes, sino complemen- tarias, dado que la respuesta inmunoldgi- ca espeeifica acttia como complemento de los mecanismos defensivos congénitos inespectficos y refuerza sus efectos. De es- ta manera se obtiene una reaccién conjun- ta mucho mis efectiva. En la mayoria de los casos en los que un individuo sano se enfrenta con microorganismos, los meca- nismos defensivos del sistema inmunita- rio congénito son capaces de eliminarlos al cabo de pocos dias, y por lo general s6- Jo se desencadena una reaccién inmuno- l6gca especitica en los casos en los que el microorganismo invasor logra resistir los 402 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES CAPITULO mecanismos defensivos inespecificos de Ja inmunidad congénita. Existen dos formas de inmunidad espe- cifica, diferentes en principio, pero muy relacionadas: las inmunidades celular y humoral, En la inmunidad celular se pro- ducen grandes cantidades de células T efectoras (véase més adolante) capaces de eliminar espeeificamente la sustancia ex- traa por activacién de fagocitos profesio- nales 0 por eliminacién directa de las o6- lulas que contienen la sustancia extraa (p. ¢).. células infectadas por virus), En Ja inmunidad humoral (lat, humor, fluido, es decir, referido a los liquidos del orga- nismo) él organismo sintetiza anticuerpos circulantes producidos por las células plasmaticas formadas a partir de linfor tos B on la respuesta inmunolégica humo- ral (véase més adelante). Los anticuerpos son globulinas capaces de unirse especifi- camente con el correspondiente antigeno y noutralizarlo o eliminarlo. La mayorfa de los antigenos desencadenan una re: puesta inmunolégica celular y la produe- cién de anticuerpos. ‘Antes de continuar, se analizarén los conceptos de antigeno y anticuerpo. ‘Antigenos. Un antigeno (ing. antibody generator) es una sustancia capaz de ge~ nerar una respuesta inmunolégica. Los antigenos son moléculas extrafias para el organismo, pues la produccién de una respuesta inmunoldgica depende de que el sistema inmunitario registre al antigeno como extraie © no propio. Los aniigenos son moléculas grandes, puesto que la ca- pacidad inmunogénica aumenta con el mayor peso molecular, y suele requerir valores superiores a 10.000 para ser detec~ table. Por lo general son buenos antige- nos, es decir poseen buen poder inmuno- génico, las proteinas, los polisacaridos y Jos écidos nucleicos. Todos los inmunége- nos bacterianos son protefnas, grandes polisacéridos o glucosaminoglucanos. 1a reaceidn entre antigeno y anticuerpo es de naturaleza estereoquimica, dado que tiene lugar entre moléculas con confi- guracién complementaria, es decir, que se corresponden en la morfologia “como una Have con su cerradura”. La union entre ‘antigeno y anticuorpo es reversible, pues no se producen enlaces quimicos covalen- tes entre ellos. La uni6n se realiza a través de puentes hidrdgeno, enlaces electrosté- ticos © interacciones de van der Waals hidrofobas. Dado que estas fuerzas de unién quimica actiian a corta distancia, una uni6n fuerte entre antigeno y anti- cuerpo presupone una correspondencia espacial muy exacta entre las dos molécu- las, lo cual es precisamente 1a base de la gran espesificidad de las uniones antige- no-anticuerpo. Como se mencioné antes, por lo general las sustancias antigénicas son moléculas grandes, pero el sistema inmunitario o los Iinfocitos T 0 B (véase més adelante) no reconocen o registran la totalidad de ellas. El reconacimiento se basa sobre la confi- guracién espacial de pequefias zonas en la superficie de las grandes moléculas, de- nominadas determinantes antigénicos 0 epitopes. En consecuencia, la especifici- dad de las sustancias antigénicas es deter- minada por los epitopes, que son las re- giones con actividad inmunolégica en el antigeno, es decir, las zonas que se unen realmente con el receptor de un linfocito T o B. Esto explica por qué ciertas molé- culas pequofias, que no son de por sf anti- genos, pueden adquirir esta capacidad por acoplamiento a otras moléculas gran- des. Estas pequenas moléculas antigéni- cas se denominan haptenos (gr. haptein, adosar, fijar). Los factores genéticos desempeftan un papel fundamental en las reacciones in- munoldgicas, lo cual tiene gran importan- cia en relacién con el transplante, La es- tructura de los tejidos y, por lo tanto, su doterminantes antigénicos, estén genéti- camente determinados, como se vio en el capitulo 5. Por lo tanto, on general, en el trasplante desde un individuo, donante a otto, receptor o huésped, se inducen una produccién de antigenos y una respuesta inmunoldgica celular tanto mas fuertes cuanto menos relacionados estén los dos individues (dado que aumenta el grado del cardcter de extrafio del antigeno 0 de Jos antigenos). ‘Anticuerpos. Como se mencioné antes, con la respuesta inmunologica humoral se producen moléculas de anticuerpo, Un anticuerpo es una molécula de globulina de elevado peso molecular perteneciente a la fraccién de inmunoglobulinas (Ig) dentro de las protefnas plasmaticas (las inmunoglobulinas también se denominan gammaglobulinas debido a su movilidad electroforética). Las inmunoglobulinas di- sueltas en la sangré y los Kiquidos tisula- res son secretadas por las células plasmé- ticas, pero también hay inmunoglobulinas Jigadas a membrana sobre la superficie de Jos linfocitos B, donde representan los re- ceptores fijadores de antigeno. Existen 5 clases de inmunoglobulinas, a saber: in- munoglobulina G (IgG), IgE. IgM, IgA gD. La IgG es la més abundante de las que componen la fraccién de inmunoglobul nas del plasma sanguineo. A grandes rasgos, una molécula de anti- cuerpo tiene forma de Y, dado que se com- pone por dos cadenas pesadas (H) (ing. heavy), cada una con peso molecular de alrededor de 50.000, y dos eadenas li nas (L) (ing. light), cada una con peso mo ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 408 ‘coo ie, 5 cool wat) 2 Fragmento Fo coo Molécula de anticuerpo lecular de alrededor de 25.000, donde las cacienas estén unidas por puentes disulfu- 1 (fig. 16-2). Cada brazo de la Y posee un sitio fijador de antigeno (se muestra como ‘ondas en la fig. 16-2) idénticos entre sf (es decir, el sitio sobre un brazo es idéntico al sitio sobre el otro). Las cadenas liviana y pesada intervienen en la conformacion del sitio fijador del antigeno, dado que la porcién de cada cadena interviniente re- presenta una regién variable, denomina- das Vy y V,. En Ia regién variable varia la secuencia de aminodcidos de las molécu- Jas de anticuerpo, por lo que éstas se unen especificamente cada una a determinado antigeno, La variacién de la secuencia de aminodcidos se limita sobre todo a las tres regiones hipervariables de las cadenas pesada y liviana, respectivamente, corres- pondientes a las tres crestas de Ia onda en la figura 16-2, y los contactos con estas 6 regiones variables son los responsables de je complementariedad estoreoq en- ‘tre las moléculas de antfgeno y de ant cuerpo, El resto de las cadenas livianas y pe- sadas se componen de una regién cons- tante, denominadas Gy y C,, respectiva- mente (ing. constant), dado que sélo presentan escasas variaciones en las se- cuencias de aminoscidos (las diferen- cias dan origen a las cinco clases de in- munoglobulinas). Los dos brazos de la Y representan los fragmentos Fab, mien- tras que el tronco de la Y conforma el fragmento Fe. Las denominacionos Fab y Fe se deben a que la enzima proteoliti- ca papaina es capaz de escindir la molé- cula de anticuerpo en la regién bisagra, por lo que se forman dos fragmentos Fab que mantienen la capacidad fijadora de antigeno (ing. antigen-binding), mien- tras que el fragmento C puede cristalizar (ing. cristalize). Mientras que la capaci- dad fijadora de antigeno se relaciona con las regiones variables de las cade- nas liviana y pesada, los efectos biolégi- cos 0 funciones efectoras de Ia molécula de anticuerpo se relacionan cyn las re- giones constantes. La funcién biolégica de las cinco clases diferentes de anti- cuerpo varfa en correspondencia con las variaciones de sus porciones Fe. Asi, la IgG que se encuentra en mayor concen- tracién en el plasma es especialmente efectiva para la eliminacién de antige- _nos. Como se vio al estudiar macréfagos en el capitulo 8 (pag, 210), las moléculas de anticuerpo se unen, mediante sus si- tios fijadores de antigono, primero a la superficie de las bacterias a combatir por un proceso denominado opsoniza- 404 SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES Fig. 16-2. Dibujo esque- mmatico de la estructura de una molécula de an- ticuerpo. CAPITULO 16 CAPITULO cidn, tras lo cual las moléculas de anti- cuerpo se fijan a la porcién Fe de los re- ceptores Fc en la superficie de los ma- er6fagos, lo cual favorece la fagocitosis de las bacterias. Por otra parte, la IgG puede atravesar la barrera placentaria, por lo que la inmunidad pasiva se trans- fiere de la madre al hijo (véase cap. 22). La IgM es especialmente efectiva para la neutralizacion de virus y la aglutinacion de bacterias. También es un efectivo ac- tivador del complemonto. La IgA es ca- racteristica de las secreciones, por ejem- plo, la saliva y la leche, por lo que se en- cuentra como IgA secretora (véase con mayor detalle en cap. 18). La IgE se fija mediante la porci6n Fe a los receptores de la superficie de los mastocitos y gra- nulocitos basofilos, y media el vacia- miento de los granulos celulares debido a la union con el antigeno espectfico. La IgD y la IgM se encuentran como molé- culas receptoras on la superficie de célu- las B no comprometidas. Las moléculas de anticuerpo ejercen sus efectos contra las infeceiones por activacién del siste- ma del complemento (véase cap. 8, pag. 220) y por fijacion a las toxinas bacteria- nas para neutralizarlas, ademas de unir- se a los virus, por lo que disminuye la capacidad infecciosa viral sobre las cé- lulas del huésped. Tipos de linfocitos Como se vio antes, Jas inmunidades celular y humoral son mediadas por lin- focitos. La gran mayoria de los linfoci- tos del organismo pertenecen al tipo de pequefios linfocitos. Estos no se pueden diferenciar entre si por la morfologia, pero sobre la base de sus funciones y las moléculas de superficie se clasifican en dos poblaciones principales. los linfoci- tos Ty los linfocitos B, responsables de mediar las respuestas inmunoldgicas ce- lular y humoral, respectivamente (una poblacién menor son las células nulas, que se verén més adelante). Ambos ti- pos de linfocitos so originan a partir de una célula madre linfoide en la médula 6sea, y han sido “programados” por an- ticipado para “reconocer” y reaccionar frente a un antigeno determinado, dado que sélo poseen receptores de superfi para unirse especificamente con ese an- tigeno. Linfocitos T. Se generan a partir de la célula madre linfocitaria comin en la médula ésea, que da origen a las células madre de linfocitos T. Estas comienzan a abandonar la médula dsea alrededor de Ja octava semana de vida fetal y por el torrente sanguineo Ilegan hasta el timo, dado que son atrafdas por un factor qui- miotictico secretado por las eélulas epi- teliales del timo embrionario (véase mas adelante, bajo timo}. Alli las células per- manecen cierto tiempo, durante el cual atraviesan un periodo de maduracién no dependiente del antigeno, que las trans- forma en linfocitos comprometidos (lat. committere, encomendar wna tarea), es decir, adquieren la capacidad para reac- cionar en forma especifica frente a un antigeno determinado mediante recepto- res de superficie fijadores de antigeno, El receptor de la célula T, TCR, es un heterodimero compuesto por dos cade- nas peptfdicas denominadas alfa y beta (a, B) (para alrededor del 1% de las céhu- las son cadenas gamma y delta, 7 y 8). unidas por puentes disulfuro. Los extre- mos N terminales de las.dos cadenas peptidicas sobresalen de la superficie celular y en conjunto forman una hendi- dura fijadora de antigeno en el receptor de la célula T. De modo similar al sitio fijador de antigeno de la molécula de an- ticuerpo, la hendidura fijadora de anti- geno dei TCR presenta una conforma- Cidn espacial exactamente complemen- taria con un tinico antigeno determina- do, para el que sera especifico el recep- tor. El linfocito T posee sélo ese tipo de ‘TGR en su superficie (unos 10° recepto- res por célula). Durante el proceso de maduracién aparecen varios clones de linfocitos 7, donde los linfocitos de cada clon presentan el mismo tipo de recep- tor en la superficie, mientras que los clo- nes son diferentes en lo que respecta al tipo de receptor. Por lo tanto, la gran cantidad de clones es especifica para cantidad equivalente de antigenos diferentes (un minimo de 10°). Esta enorme variacién polifacética en la con- formacién de la configuracién. de la hen- didura fijadora de antigeno en el recep- tor de la célula T ~es decir, la variacion. de la secuencia de aminodcidos en las porciones de las cadenas alfa y beta que intervienen en la hendidura— se debo a que durante el proceso de maduracién tiene lugar una redistribucién de los nes que codifican las porciones varia- bles de las cadenas peptidicas. Asiacs posible formar 10° receptores con distin- ta especificidad, pero la cantidad de clo- nes distintos disminuye debido a los procesos de seleccién durante la madu- racion en el timo (véase mas adelante y bajo timo). ‘A diferencia de las moléculas de anti- cuerpo que forman el receptor de las célu- las B, el receptor de las células T es inca- paz de reconocer un antigeno solo, requie- re que ol antigeno osté unido a moléculas de CMH (Complejo Mayor de Histocom- patibilidad). Durante el proceso de madu- SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 405 raci6n en el timo, los linfocitos se diferen- cian en dos lineas celulares, de las cuales una conduce a la formacién de linfocitos T helper (linfocitos Th), que se reconocen por expresar la molécula accesoria de membrana D4, y los linfocitos citotoxi- os (linfocitos ‘Tc), que se reconocen por expresar la molécula accesoria de mem- brana C8 Los linfocitos T sélo son capaces de re gistrar un antigeno extrafio y unirse a él cuando éste se presenta unico a la hendi- dura de una molécula de CMH elase I. Es- tas moléculas son tipos propios que no re- quieren la intervencién de una célula pre- sentadora de antigeno (célula dendritica, macr6fago o linfocito B), las tinicas eéhi- las que presentan moléculas de CMH cla- se len su superficie, en condiciones nor- males. En consecuencia, los linfocitos Th estén sujetos a la restriccién del CMH cla- se Il (véase mas adelante). De modo similar, los linfocitos Te s6- lo pueden registrar un antigeno extraiio y unirse a 61 si esta unido a la hendidu- ra de moléculas de CMH clase I, otro ti- po propio. Por lo tanto, los linfocitos Te estén sujetos a la restriccién del CME clase I. ‘Complejo Mayor de Histocompatibili- dad (CMH). Se denomina asf a un com- plejo © conjunto de genes acoplados en hilera en un tinico cromosoma (el miime- ro 6 para humanos), Los genes CMH co- difican glucoproteinas que se expresan sobre la superficie celular v asf contribu- yen a determinar si el tejido trasplanta- do de un individuo @ otro, dentro de la misma especie, o allotransplante (p. entre dos personaas o dos cerdos), 5 r chazado por una reaccién inmune. Debi- do a esto, los genes CMH se denominan genes de la histocompatibilidad y los roductos de esos genes (las moléculas Ge CME) se denominan antigenos de Ia histocompatibilidad 0 antigenos de ti- pos tisulares. ‘También se emplea la de- nominacién antigenos de trasplante, da- do que los antigenos de los tipos tisula- res pueden causar el rechazo de un tej do trasplantado. Existen varios sistemas de tipos tisulares en el tejido del orga- nismo, donde cada sistema incluye un conjunto de propiedades bajo la forma de moléculas codificadas por un grupo de genes acoplados. como por ejemplo, el CMH. Asi, todos los vertebrados po- seen un sistema fuerte 0 complejo ma- yor de histocompatibilidad que codifica antigenos de trasplante fuertes (mayo- res), que desencadenan un rechazo répi- do y severo del trasplante, ademas de varios sistemas débiles que ¢odifican an- tigonos débiles (menores). Estos xiltimos desencadenan una reaccién de rechazo mucho més retrasada, por lo que es de monor importancia respecto del trata- mionto del. trasplante. Los numerosos sistemas diferentes de tipos tisulares hu- ‘manos determinan cada uno un nimero definido de antigenos de tipos tisulares dado que en sentido amplio los tipos ti- sulares incluyen todos los antigeno de importancia para el allotrasplante. El CMH se caracteriza por mostrar gran po- limorfismo genético, con gran ntimero de alelos correspondiontes a cada locus, lo cual da como resultado una cantidad muy elevada de moléculas distintas y muchos tipos tisulares diferentes en la poblacién. En el ser humano el CMH también se denomina sistema HLA (HL indica en ing. human leucocyte, mientras que A indica que fue el primer sistema descu- bierto) (en ratones, el CMH se designé sistema H-2 y asf se utilizan distintas de- nominaciones en otras especies anima- les). Los genes del CMH se organizan en tres regiones, denominadas clase I, clase ILy clase III, que codifican 3 tipos dife- rentes de moléculas, las moléculas clase I clase Iy clase Ii. Las moléculas clase Ty clase Il estén relacionadas directa- monte con las reacciones inmunol6 cas, mientras que las moléculas clase Ill estén relacionada con el sistema inmu- nolégico on algunos casos y no en otros, y en apariencia estos genes pertenecen al grupo de CMH por casualidad. Las moléculas clase Ly clase Il son ghucopro- teinas de transmembrana compuestas por dos cadenas peptidicas. donde la mayor parte de la molécula se localiza en la superficie celular, dado que esta porcién determina la especificidad anti- génica de la molécula de CMH. Asi, las moléculas clase I y clase Il presentan una hendidura orientada hacia el entor- no celular, que es el sitio de union para péptidos pequefios (de unos 10-20 ami- nodcidos de longitud). Mientras que la unién entre un antigeno y el respect receptor sobre un linfocito es muy espe~ cifica, como entre una cerradura y su Ila- ve, la especificidad es mucho menor pa ra la uni6n entre las moléculas de CMH- Ly CMH-I y los péptidos antigénicos unidos a ellas, por lo que cada molécula de CMH es capaz de fijar varios cientos de péptidos diferentes. Las moléculas de CMH clase I se en- cuentran en la superficie de casi todas Jas células nucleadas (una de las muy pocas excepciones son las células ner- viosas, y en el fondo de la hendidura orientada hacia el exterior de cada molé- cula de CMH se localiza un péptido que en todas las células normales es parte de una de las propias proteinas de la ¢élula, 406 SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO 18 CAPITULO Sobre la nomenclatura CD. Las células del sistema inmunolégico, en especial los linfocitos, expresan var tias moléculas de membrana diferentes, de importancia por su propiedad de re- conocer y reaccionar frente a antigenos y determinadas moléculas de adhesién en Tas paredes vasculares, por lo que se orienta la migraci6n y la recirculacién de estas células en el organismo, como se verd més adelante en este capitulo. Las moléculas de membrana se expresan en distintas combinaciones sobre las difo- rentes lineas celulares y para los diver- sos estadios de maduracion o de diferen- ciacién, por lo que la demostracién de las moléculas de membrana mediante anticuerpos monoclonales es de gran im- portancia como medio para distinguir las distintas subpoblaciones celulares entre si. Las diversas moléculas de mem- brana fueron designadas con diferentes nombres por los varios grupos de inves- tigadores, a medida que se descubrieron mediante anticuerpos monoclonales y técnicas de clonacién biomoleculares, 10 cual condujo a gran ntimero de denomi- naciones, donde a menudo la misma mo- Jécula de membrana recibfa distintos nombres. En consecuencia, en 1982 se rouni6 el “Primer Grupo de Trabajo In- ternacional sobre Antigenos de Diferen- ciacion de Leucocitos Humanos” (“First International Workshop on Human Leu- cocyte Differentiation Antigens”), con la intencién de desarrollar una nomencla- tura esténdar para las moléculas de y se denomina péptido propio. Gada cé- lula presenta en todo momento miles de moléculas de CMH-I localizadas en la su- perficie celular, quo presentan asf frag- mentos de péptidos sintetizados por la célula (se considera que de este mado ca da célula expresa unas 200 copias de ca- da una de las protefnas intracelulares). Si la célula es normal son s6lo_péptidos propios, pero si Ja célula estd infectada, por ejemplo, por un virus, algunos de los péptidos presentados derivan de pépti- dos virales, ahora también. sintetizados por la célula, y serin péptides no pro- pios. Todas las células del organismo son controlados permanentemente por las c6- Tulas T del sistema inmunitario y todas las eélulas que en su superficie presen- tan moléculas de CMH-I de tipo propio unidos a péptidos propios en la hendidu- ra son registrados como normales y se les permite seguir su curso. Por él contrario, membrana de los leucocitos. Todos los anticuerpos monoclonales que reaccio- nan con la misma molécula de superficie de la membrana se agruparon en un “ed- mulo de diferenciacién (CD)" (ing. clus- ter of differentiation), con el agregado de un ntimero que determina la molécula de membrana en cuestién. Por ejemplo, CD4 determina una molécula do adho- sién sobre la superficie de los linfocitos T helper, que contribuye a fijarlos a las moléculas de CMH de clase Il relaciona- das con la reaccién del linfocito T helper con una célula presentadora de antigen DB corresponde a una molécula de ad- hesidn sobre la superficie de los linfoci tos T citotéxicos que contribuye a unir- los con moléculas de CMH clase 1. En consecuencia, también se indican los linfocitos T helper como linfocitos Th CD4*, para sefialar que son positivos pa- ra C4, y de modo similar, los linfocitos T citot6xicos se designan linfocitos ‘Te CD8°. Otros ejemplos de moléculas CD son el CD32, que designa el receptor Fe para las moléculas de IgG, mientras que €D35 indica el receptor para el compo- nente del complemento C3 (en realidad, el Cab). Ta identificacién y la cuantificacion de las subpoblaciones de leucocitos so- bre Ia base de las moléculas CD como marcadores tiene gran importancia clini- ‘a, por ejemplo, en relacién con la clasi- ficacién de las leucemias y la investiga- cin de defectos inmunolégicos. si una célula expresa moléculas de CMH clase I de tipo propio unido a péptidos de tipo no propio (p. o}.. péptidos virales) los linfocitos T del tipo linfocitos citoté- xicos (linfocitos Te) la reconocen como no propia y Ja eliminan (se verd mas ade- lante con mayor detalle el proceso de re- conocimiento y de eliminacién de estas células modificadas). De este modo el or- ganismo es capaz de combatir las infec- Giones virales, dado que el virus siempre es intracelular y, en consecuencia, inac- cesible para las moléculas de anticuerpo, al igual que las bacterias intracelulares. También las células tumorales pueden presentar péptidos no propios modifica- dos en su superficie, unidos a las molé- culas de CMH clase I, por lo que las eé! Jas tumorales también pueden ser elimi- nadas por los linfocitos Te. Si bien todas las células del organi mo (con muy escasas excepciones) pue- ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 407 don asf presentar péptidos relacionados con las moléculas de CMH clase Ten sus superficies, por convencién no se deno- minan “células presentadoras de antige- no”, sino células blanco. La denomina- cién eélulas presentadoras de antigeno se reserva exclusivamente para ol grupo més limitado capaz de presentar pépti- dos unidos a moléculas de CMH clase IT en sus superficios (véase con més detalle més adelante). Es earacteristico que los péptidos unidos a moléculas de CMH clase I siempre son sintetizados en la misma célula, es decir, son endégenos, y sélo son registrados, 0 “presentados a” los linfocitos Te (CD8-), mientras que los péptidos presentados sobre las molécu- las de CMH clase Il siempre son do ori- gen extraio (derivados de particulas 0 microorganismos ingresados al organis- mo desde el exterior) 0 exdgenos, y son registrados por, o “presentados a” los linfocitos Th (CD4*) Las moléculas de CMH clase II se en- cuentran s6lo sobre la superficio de las células presentadoras de antigeno, es docir, macréfagos, células dendriticas y linfocitos B, dado que estas células pre- sentan fragmentos de péptidos extraiios, ‘exégenos, unidos a la hendidura de las moléculas de CMH clase II (de tipo pro- pio), a los linfocitos T helper (linfocitos ‘Th CD4>). La reaccién entre la eélula prosentadora de antigeno y el linfocito ‘Th desencadena entonces una respuesta inmunolégica dirigida a combatir el or- ganismo extrafio introducido (véase més adelante). Al igual que (casi) todas las domés células nucloadas, las células presentadoras de antigeno expresan también moléculas de CMH clase I en su superficie, por lo que, en los casos de infecciones virales son destruidas por Ios linfocitos Te, que registran los pépti dos virales extrafios unidos a las mol culas de CMH clase I pero, como se vio antes, las células presentadoras de anti- geno se caracterizan también por expre- sar moléculas de CMH clase Il, Dado que los linfocitos T s6lo pueden reaccfonar contra antigenos exiraios cuando. se presentan unidos a moléculas de CMH clase I (para los linfocitos Te) o molécu- las de CMH clase II (para los linfocitos Th) se dice que estan sujetos a restric- cién de CMH (0 restriccién de CMH pro- pio). Ademés, los linfocitos Te s6lo pue- den reaccionar con el antigeno extrano rolacionado con las moléculas de CMH clase I, por lo quo se dice que estén su- jetos a restriccién de CMH-I, mientras que los linfocitos Th, que sdlo pueden reaccionar con el antigeno relacionado con las moléculas de CMH clase II, estén sujetos a restriccién de CME-IL Por su parte, los receptores de superficie de los linfocitos B (compuestos por anticuer- pos unidos a membrana) tienen capa dad para reconocer y reaccionar frente antigenos disueltos no presentados por moléculas de CMH. Los receptoros de los linfocitos B s6lo pueden reaccionar con los sitios antigénicos en la superfi- cie de la particula extrafa, mientras que Jos linfocitos T, debido a la degradacién intracelular de la particula (ya sea en cé- lulas en general, infectadas por ejemplo. por virus, o en macréfagos relacionados Con la presentacién del antigeno) tam- bién pueden reaccionar con los compo- nentes antigénicos que se encuentran en el interior de la particula. En las células, el tratamiento de los an- tigenos y su acoplamiento a las moléculas de CMH es distinto para los antigenos exégenos y endégenos. Los antigenos exdgenos son tratados por la via endocitética (ing. endocytotic pathway), dado que primero la célula capta el antigeno por endocitosis (fagoci- tosis 0 pinocitosis en el caso de los ma- créfagos, endocitosis mediada por recep- tores para los linfocitos B v pinocitosis para las células dendriticas) y luego lo degrada a fragmentos peptidicos median- te las enzimas lisosémicas, en el trans- curso de la via endocitstica (fig. 16-32, véase lisosomas y endocitosis en cap. pag. 79). Las moléculas de CMH clase Il son sintetizadas en el RER y transporta- das a un endosoma tardio o lisosoma cundario, donde los fragmento peptfdi- cos se unen a la hendidura de la molécu- la de CMH, tras lo cual el complejo ant geno-CMH es transportado a la superficie de la célula, donde es presentado. El transporte se realiza por el aparato de Golgi y por vesiculas sec: pondientes a la secrecién constitutiva. ‘AL igual que otras células nucleadas, las células presentadoras de antfgeno tam- bién sintetizan moléculas de CMH clase I en RER, donde fijan fragmentos pepti cos endégenos sintetizados en el cito- plasma celular y transportado a las cis- ternas del RER. En consecuencia, es ne- cesario impedir que las moléctilas de CMH clase Il se unan a los mismos pép- tidos endégenos, por lo que no estarfan disponibles para la unién de los frag- mentos peptidicos exégenos después del transporte al endosoma 0 al lisosoma. to ocurre porque, después de ser sinteti zada en el RER, la molécula de CMH cla- se Il reacciona con una protefna, la cade- na invariante, que se une a la hendidura de la molécula de CMH clase Il-y asf im- pide que los fragmentos poptidicos endé- genos se fijen mientras Ia molécula de CMH clase Il permanece en el RER. Una 408 SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO Fig. 16-3. Dibujo esque- matico de (a) la via en- docitética y (b) la via (interna) del citosol, res- pectivamente, de la pre- ‘Sentacion del antigeno (véase el texto para los dotalles). CAPITULO 16 crmosoL Plasmaloma ‘Antigeno, Fagosoma Uscsomas 6 o® Fragmentos ‘ yeas (ragmentos Eseeenes de antigen) oe ee Cadena, 1: wa Somat, a a VIAENDOCITOTICA ‘vez que la molécula pasa al endosoma 0 al lisosoma secundario las enzimas liso s6micas degradan la cadena invariante y asi los fragmentos peptidicos exdgenos se pueden unir a la hendidura de la mo- Iécula de CMH clase TI. El tratamiento de los antigenos endo- genos ocurre por la via del citosol (inter- na) (fig. 16-3b). El antfgeno endégeno, que también puede ser una proteina vi ral codificada por un virus infectante 0 proteinas tumorales “extrafias”. son sin- tetizadas por la célula y se degradan des- pués a fragmentos pepifdicos en un com- plejo similar a un proteasoma, denomi- nado LMP (ing. low molecular-mass peptide, péptido de baja masa molecu- lar), y 10s fragmentos peptidicos son Iue~ go transportados a través de las membra- nas del RER hasta la luz de esta organe- Ja por una proteina denominada TAP (ing. transporter of antigenic peptide, transportador de péptido antigénico). En Ja luz del RER los fragmentos se unen @ J hendidura de las moléculas de GME clase I, trés lo cual los complejos antige- no-CMH clase I son transportados hasta aes | ee CMH clase | Aparato 2 Golgi la superficie celular por via del aparato de Golgi y vesfculas de secrecién. Durante la maduracién de los linfoci- tos Ten el timo se observa una activa di- vision de las células, pero la mayor parte (se calcula alrededor del 98%) muere por apoptosis, como paso de los procesos de seleccién madurativa. Se dice que los es- tadios madurativs més tempranos en el timo son negatives dobles, dado que no expresan CD4 ni CD8. Después, las célu- las comienzan a reorganizar los genes TCR y la molécula accesoria CD3, que forma complejo con TCR (lo cual es nece- sario para que éste se una con el antige- no y la molécula de CMH al mismo tiem- po). Las eélulas expresan ahora CD4 y GDB, por lo que se denominan positivas dobles. Las eélulas positivas dobles que so- breviven el siguiente proceso de secre- cién y ademds expresan el complejo ‘TGR-CD3, se desarrollan entonces a lin- focitos Th (CD4*) positivos simples o a linfocitos To (CD8*) positivos simples, En ol proceso de seleccién tiene lugar primero una seleccién positiva, que eli- ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 409 mina los linfocitos T euyo TCR es inca- paz de reconocer el CMH propio, un pre- Supuesto esoncial para la restriccién do CMH. A continuacién so eliminan por seleccién negativa los linfocitos cuyo ‘TGR posee gran capacidad de unién con el antigeno propio unido al CMH propio 0 a las moléculas de CMH propio solas. Esto lleva a la capacidad de aceptar lo propio, es decir, la tolerancia, En conse- cuencia, slo se permite la maduraci6n completa de los linfocitos T que poseen un complejo TCR-CD3 especifico para la combinacién antigeno extrafio més mo- Iéculas de.CMH propio. Se piensa que los procesos de seleccién incluyen a ma- cr6fagos y células dendriticas, ademas de células epiteliales timicas de la corte- za dol timo, donde tiene lugar la madu- racién, dado que todas estas células ex- presan clevados niveles de moléeulas de CMH clase I y de CMH clase II. De este modo pueden presentar a los linfocitos Ten proceso de maduracién los antige- nos propios del organismo unidos a las moléeulas de CMH de tipo propio, lo cual conduce a una seleccién negativa de los linfocitos T y a la tolerancia fren- te a los tejidos propios del organismo. Si se permitiera quo estas células comple- taran su proceso de maduracién y aban- donaran el timo, podrian desencadenar una reaccién inmunolégica contra los te- jidos del organismo, os docir autoinmu- idad (véase mas adelante, bajo timo). ‘Ain falta aclarar gran parte de los meca- mos exactos relacionados con la se- leccién negativa y positiva. Los linfocitos Th y Te maduros abando- nan el timo y a continuacién se denomi- nan linfocitos no comprometidos 0 “naif” dado que atin no han reaccionado con su respectivo antigeno. Son células en repo- so que se-encuentran en el estadio G, del ciclo celular y recirculan entre la sangre, el tejido linfoide y la linfa, puesto que rea- lizan una vigilancia inmunolégica del or- ganismo (véase més adelante). Si estos linfocitos T naif no encuentran el antige- no correspondiente durante la recireula- cidn no so activan (véase més adelante) y tienen una vida media relativamente cor- ta, pues mueren al cabo de unas semanas Linfocitos B. Al igual que los linfoci- tos T, estas eéhulas so originan a partir de la célula madre linfocitaria comin, qu también da origen a las células madre infocitarias B. A diferencia de las célu- las madre de los linfocitos T, las células madre de los linfocitos B permanecen en la médula ésea, donde tiene lugar la ma- duraci6n (la denominacién linfocitos B tiene su origen en la bursa de Fabricio, ol sitio donde se maduran los linfocitos B en las aves. Se mantiene el nombre, dado que la B ahora sefiala la inicial on inglés de médula Gsea: bone marrow) Durante el proceso de maditracién, los linfacitos B se comprometen, dado que adquieren receptores de superficie con capacidad espectfica para unirse a de- terminado antigeno y, de modo similar a los linfocitos T, aparece gran nximero de clones de linfocitos B, donde las células do cada clon poseen él mismo receptor de superficie, mientras que los distintos clones se diferencian en cuanto a espe- cificidad. Al igual que los linfocitos T, cada linfocito B posee unas 10° molécu- las receptoras en su superficie. El recep- tor del linfocito B esta formado por mo- Iéculas de anticuerpo y, como se vio an- tes, los linfocitos B, a diferencia de los Iinfocitos T, pueden reaccionar con el antigeno sin requerir célula presentado- ra relacionada con una molécula de CMH; sin embargo, en una respuesta efectiva contribuyen los linfocitos T (véase mas adelante). Se piensa que existen por lo menos 10° clones distin- tos de linfacitos B, donde cada clon es- tarfa compuesto por 102-10° células (po- siblemonte los mismos valores para los clones de linfocitos T). Como se vio antes, los linfocitos B tam- bién pertenecen a las células presentado- ras de antigeno profesionales, dado que por su constitucién expresan moléculas de CMH clase I en su superficie (aunque se dobon activar antes de expresar la mo- Iécula coestimuladora B7). A diferencia de los linfocitos T, 1a ma- duracién de los linfocitos B transcurre s6lo por una linea celular. Durante la ma- duracién tiene lugar un proceso con se- leccién negativa, dado que los linfocitos B con receptores especificos para antige- nos propios son eliminados por apopto- sis. Los linfocitos B inmaduros s6lo ex- presan IgM en su superficie y se piensa que el enlace cruzado de esta inmunoglo- Dulina con el antigeno propio causa la apoptosis (en experiencias in vitro se de- mostré que las uniones cruzadas de IgM en la superficie de células B inmaduras pueden causar la muerte celular en la médula 6sea). Las eélulas inmaduras no eliminadas por seleccién comienzan en- tonces a expresar IgM e IgD, lo cual es ca- racteristico de las células B no compro- metidas maduras que abandonan la mé- dula ésea: Sin embargo, como se verd ms adelante al describir el timo, en el organismo existen antigenos propios que no aparecen en la médula ésea, por lo que no intervienen en la seleccién nega- tiva. Por lo tanto, algunos linfocitos B maduros que abandonan la médula dsea podrian reaccionar con antfgenos pro- 410 SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES CAPITULO CAPITULO pios, dado que expresan autoanticuerpos @n su superficie. En estudios experimen- tales se ha demostrado que este tipo de eélulas no reaccionan cuando encuen- tran el antigeno propio, es decir, se trans- forman en anérgicos (gr. an, no; @rge, tra- bajo). Se desconoce el mecanismo de la anergia, pero radica en una incapacidad para la transduccién de sefiales hacia el interior de la célula relacionada con la unign entre el antigeno y el receptor (la molécula de anticuerpo superficial del Tinfocito B). Algunos linfocitos B que nan con antigenos propios no son anérgicos y mueren por la reaccién con el antigeno, del mismo modo que duran- te la seleccién en la médula dsea. Cuando finaliza la maduracién en la médula ésea se han formado linfocitos B maduros, denominados linfocitos B_no comprometidos o naif, que ain no han entrado en contacto con el antigeno es ‘pecifico. Al igual que los linfocitos T no Comprometidos, los linfocitos B no com- prometidos se encuentran en el estadio G, del ciclo celular. Como se menciond antes, las moléculas de anticuerpo que conforman los receptores de superficie de los linfocitos no comprometidos son de tipo IgM e IgD. Los linfocitos B no comprometidos abandonan la_médula 6sea y recirculan igual que los linfocitos ‘T no comprometidos, entre la sangre, los tejidos linfoides y la linfa hasta que en- cuentran su antigeno especifico y se acti- van, Si esto no ocurre, mueren al cabo de 4-8 semanas. inmunolégica y recirculacion Las distintas partes del sistema inmu- nitario estén estrechamente relacionadas por su funcién, a través de un transite or- ‘ganizado de linfocitos, que utiliza la san~ ‘gre y la linfa como vias de circulacion. Apenas finalizado el proceso de madura- cién, los linfocitos B y T recién formados abandonan la médula 6sea y el timo, res~ pectivamente, y pasan al torrente sangui- noo. Poseen ahora inmunocompetencia, con capacidad para reaccionar especifi- camente con un antigeno determinado, con la condicién de que el linfocito lo en- cuentre (cuando est en el organismo). Esto se logra mediante la vigilancia inmu- nolégica del organismo por parte de los linfocitos en la recirculacién, es decir, abandonan el torrente sanguineo en los tojidos y drganos linfoides secundarios y después de permanecer cierto tiempo alli se desplazan con Ia linfa y vuelven al to- rrente sanguineo por el conducto toracico y el conducto linfético derecho. Después ‘de permanecer un corto perfodo, de unos 30 minutos, en el torrente sanguineo, los linfocitos vuelven a abandonario para mi- grar a los tejidos y drganos linfoides se- cundarios. Cada linfocito recorre un ciclo recirculatorio completo entre la sangre y los érganos linfoides 1-2 veces por dado que permanece un nimero variable de horas en el tejido u drgano linfoide se- cundario, de acuerdo con el tipo de este iiltimo. Durante la recirculacién en los 6rganos linfoides secudarios, los linfoci- tos no comprometidos se desplazan a tra- vés de determinadas zonas para los linfo- citos TT y B, respectivamente (las zonas dependientes de T y B) que se verén més adelante), BI ingreso de sustancias extrafias, por ejemplo - microorganismos. patégonos. puede ocurrir a través de 1a piel o las mucosas en distintos sitios del organis- mo, donde genera reacciones inflamato- rias, pero por lo general el patégeno in- vasor o partes de él Tlegan rapidamente a los tejidos u érganos linfoides secunda- rios por las vias linfoides aferentes (a los ganglios linfaticos), con el torrente san- guineo (al bazo), 0 mediante células M {al MALT) (véase més adelante en este capitulo), v los tejidos y érganos linfoi- des secundarios pasan entonces a ser si- tios de encuentro enire los linfocitos no comprometidos y los antigenos invaso- res. Los érganos linfoides secundarios soseen especial capacidad para fijar las lier ieper ie certo seein que éstas son captadas por las células presentadoras de antigeno profesionales (sobre todo las células dendriticas) 0 se fijan a las superticies de las células den- driticas foliculares (véase més adelante). De este modo, los linfocitos no compro- metidos circulantes pueden encontrar sus antigenos especificos y, si esto ocu- re, los linfocitos reaccionan con el ant geno y quedan en el drgano linfoide se- Cundario, mientras que el resto (en can- tidad mucho mayor) de linfocitos no comprometidos recirculantes, que no han hecho contacto especifico con el an- tigeno, abandonan el érgano linfoide se- cundario por las vias linféticas eferen- tes. Sélo aguf—en el microambiente es- pecializado del tejido y los érganos lin- foides secundarios- que tiene lugar la activacién de los linfocitos no compro- metidos, donde comienza Ia respuesta inmunolégica. S6lo uno de alrededor de cien mil linfocitos es espectfico para un antigeno determinado, pero debido a la activa recirculacién, por lo que los linfo- citos no comprometidos recirculan per- manentemente por todo el tojido y los 6rganos linfoides secundarios, aumenta mucho la posibilidad del encuentro en- ire el linfocito y el antigeno especifico, ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 411 por lo que se asegura la produccién de una respuesta inmunolégica. Los linfoci- tos efectores y los linfocitos memoria ast formados abandonan el érgano linfoide secundario y comienzan a recircular, al igual que los linfocitos no comprometi- dios, pero con un patron diferente. Se denomina “homing” al fenémeno de recirculacion de los linfocitos de ‘acuerdo con un patron especial, que va- ria para los distintos tipos de linfocitos. Mientras que los linfocitos no compro- metidos recirculan a través de todos los ‘rganos linfoides secundarios sin demos- trar preferencias, los linfocitos efectores y memoria, ademés de seguir una circu- lacién similar, muestran una definida tendencia a recircular por zonas con in- flamacién y por tejidos que no son linfoi- des, por ejemplo, las mucosas, las articu- laciones y la piel. Ademés tienen tenden- cia a recircular (“buscar el origen”) por la zona tisular por donde ingres6 el antige- no especifico por primera vez (donde se- 4 mayor la probabilidad de que los lin- focitos memoria puedan encontrar el an- tigeno especifico ante un segundo ingre- so en el organismo), La base del homing radica en que los Iinfocitos recirculantes expresan de- terminados receptores, denominados re- ceptores de homing en su superficie, que reaccionan con las correspondientes moléculas de adhesion celular especifi- cas 0 adresinas vasculares expresadas sobre la superficie luminal de las células endoteliales de las HEV (ing. high-en- dothelial venoles, vénulas de endotelio alto; véase més adelante en este capitu- lo) on los tejidos y érganos linfoides se- cundarios y en el endotelio del te flamado y ciertos tojidos no linfoides (fig. 16-4). Las condiciones coinciden con lo que se observ respecto de la mi- gracién de los leucocitos (p. ej., los gra- nulocitos) a través de las vénulas posca- pilares relacionada con la inflamacién (véase cap. 8, pdg. 221). Por lo tanto, el proceso se inicia con una fase primaria de adhesin, donde los linfocitos “rue- dan” sobre jas células endoteliales con union variable a la superficie celular, mediada por una reaccion entre L selec- tina de la superficie de los linfocitos (re- ceptor de homing) y CD34 0 GluCAM-1 en las células endoteliales (dos adresi- nas vasculares del tipo similar a la muci- na). Mientras los linfocitos “ruedan”, se activan las moléculas de integrina de la superficie del tipo LFA, que se unen a Jas moléculas de adhesion celular de ti- po IGAM. En consecuencia, en esta fase secundaria de adhesi6n los linfocitos se fijan con fuerza al endotelio y lo atravie- san para pasar al espacio extracehilar (se Fig. 16-4. Imagen obtenida por microscopia lectrénica de un linfocito en ta luz de una venula de endotelio alto (HEV) en un gan- glo linfatico. El linfocito se adhiere a la su- perficie luminal de dos células ‘como paso inicial del pasaje a través pared endotelial hacia la corteza profunda Gel ganglio linfatico, En las células endotelia- les se observan numerosas vesiculas y, en la de la derecha, un complejo de Golgi bien de- sarrollado, como expresién de un aumento de la producci6n de adresinas vasculares. (Cedi- do por M. Claésson.) desconoce el mecanismo molecular de esta tiltima fase de migracién). En si, el pasaje primero es transcelular, es decir, los linfocitos atraviesan la célula endo- telial, pero la abandonan por la superfi- cie celular lateral y después contintian el pasaje por la hendidura intercelular del endotelio, hacia el espacio extracelu- lar, Durante él pasaje transendotelial se forma un poro transitorio de migracisn, del mismo modo que en el pasaje trans celular en los sinusoides de la médula ‘sea (véase cap. 11, pag. 258). Gon la ac- tivacién de los linfocitos no comprome- tidos relacionada con una respuesta in- munolégica, los linfocitos efectores y 412 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO Fig. 16-5. Dibujo esque- matico de (a) la reaccion entre un linfocito Th no ‘comprometido (“naif”) y Una eélula presentadora de antigeno y (b) la Feaccion entre un linfo- cito Te no comprometi- do (“naif”) y una célula blanco. CAPITULO 16 = Fragmento de antigeno {cps memoria formados expresarén_niveles elevados de varios (y otros) tipos de mo- Iéculas de adhesion, y estas nuevas com- binaciones de receptores de homing reaccionarén con las correspondientes moléculas de adhesin especiticas on el endotelio de las vénulas poscapilares, por ejemplo en las zonas de inflamacién, la dermis o la ldmina propia de la muco- sa intestinal (véanse las capas de la piel y el tracto digestivo en los cap. 17 y 18, Tespectivamente). El endotelio de las vé- nulas poscapilares de otras zonas distin tas de los tejidos y 6rganos linfoides se- cundarios no es del tipo HEV, pero de to- dos modos también expresa determina- das combinaciones (distintas) de adresi- nas vasculares. Por ejemplo, el endotelio de las vénulas poscapilares de la muco- sa intestinal expresa una adresina vascu- lar bajo a forma de la molécula de adhe- sidn celular Mad-GAM-1. Cabe destacar que mientras todos los demas tejidos ¥ <6rganos linfoides secundarios tienen vé- nulas poscapilares del tipo HEV, éstos ho se encuentran en el bazo, donde se observan condiciones circulatorias espe- cialos (véase mas adelante). La recirculacién puede tener lugar en la médula ésea, que asi es capaz de ejercer funciones de organo linfoide primario y secundario (en realidad, en la médula sea se produce la gran’ mayoria de las moléculas do anticuerpo relacionadas con Ja respuesta inmunolégica de las células plasméticas), mientras que la recircula- cidn no tiene lugar en el timo, el otro 6 gano linfoide primario. En el ser humano casi el 75% de los lin- focitos recirculantes son linfocitos T, mientras que el resto son linfocitos B. ‘Ademés, los linfocitos B por lo general pa- ecen recircular con menor velocidad que los linfocitos T. Respuestas inmunol6gicas primaria y secundaria Respuesta inmunolégica primaria, An- te el primer ingreso de un antigeno extra- Fragmonto de amigen cDe8 cps fio al organismo, se desencadena la res- puesta primaria, dado que el antigeno reacciona con los linfocitos ne compro- metidos correspondientes al clon cuyos receptores de superficie son especificos para el antigeno en cuestién. Para que se produzca una respuesta inumolégica efec- tiva es necesario que, ademas de los linfo- citos, intervengan células.presentadoras de antigeno, debido a que las respuestas inmunolédgicas celulares y humorales re- quieren de la colaboracién de los linfoci- tos T helper (linfocitos Th CD4*) activa- dos después de ser presentados al antige- no por una célula presentadora de antige- no (casi todos los antigenos desencadenan respuestas inmunoldgicas celulares y hu- morales) Respuesta inmunolégica secundaria, Esta respuesta inmunolégica se inicia cuando la célula presentadora de ant no (célula dendritica, macréfago o linfo- to B) capta el antigeno por endocitosis. jo hace atravesar la via endocitotica y expresa los fragmentos peptfdicos sobre la superficie celular, ligados a la hendi- dura de las moléculas de CMH clase I (véase células dendriticas en el cap. 8, pag. 212, y fig. 16-Ba). A continuacion, el antigeno es presentado a un linfocito Th (CD4) no comprometido, y se forma un enlace entre el receptor de la célula T (TGR) en la superficie del linfocito Th y el fragmento peptidico antigénico especi- fico de la hendidura del CMH (fig. 16-5a). Al mismo tiempo, la molécula CD4 de la superficie del linfocito Th se une a la molécula de CMH, dado que el CD4 ac- ttia como molécula de adhesin celular que refuerza notablemente el enlace en- tre TCR y el antigeno (estos enlaces son bastante débiles. p. ej., son mucho més débiles que el enlace entre un antigen y la correspondiente molécula de anti- cuerpo). La formacién del complejo de unién entre TCR, antigeno y CMH fun- ciona como primer paso (sefal 1) en la activacién del linfocito Th. pero este proceso requiere ademés una sefial coes- timuladora (seftal 2) suministrada por la ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 413 Activacion Célula presentadora 9 Linfocito Th naif de antigeno Activacion Fragmento de antigano unién entre la molécula B7 en la super- ficie de la célula presentadora de antige- no y la molécula CD28 en la superficie del linfocito Th. La activacién induce e! paso del linfocito Th desde G, a G, en el Ciclo celular. Ademés, debido a la acti- vacién, el linfocito Th comienza a secre- tar grandes cantidades de interleuquina 2 IL-2) y a expresar el receptor de IL-2 en su superficie (fig. 16-6). En conse- cuencia, el linfocito Th se autoestimula (efecto autocrino), dade que las molécu- las de IL-2 secretadas se fijan a los pro- pios recepiores de la célula y, al cabo de 24-48 horas posteriores a la activacién, el infocito Th crece en tamafo v se trans- forma en un linfoblasto que sufre varias divisiones. Por iltimo, las eélulas forma- das se diferencian después de 5-7 dias en linfocitos Th memoria 0 linfocitos Th efectores. Desde el punto de vista morfolégico, los linfocitos Th memoria son iguales a los pequetios linfocitos Th no compro- metidos, pero se diferencian por activar- secon mayor facilidad y por expresar en mayor grado las moléculas de adhesion Linfocitos Th memoria Untocitos ms Linfocitos Th fis “er ‘© Linfocito Te ‘activado, focitos Te ‘efectores: (cr) superficiales. Ademés, el clon de linfo- citos Th especifico para el antigeno en cuestin se ha incrementado notable- mente, fendmeno que se denomina ex- pansién clonica. Ambas condiciones tie~ non importancia frente a una respuesta inmunol6gica posterior (secundaria) de- bida a la exposicin al mismo antfgeno (véase més adelante). También se produ- ce una seleccién clénica, dado que la es pecificidad del antigono por el TCR im- plica que precisamente este clon haya si do seleccionado por la reaccién entre el TCR y el antigeno. Una vez formados, los linfocitos Th memoria pasan a la fa- se G, y suelen ser eélulas de larga vida, que en ocasiones mueren con el indivi- duo, si bien varias investigaciones sugie- ren que existen excepciones a esta regla. Se sabe con certeza que el efecto de l vacuna contra el tétanos, por ejemplo, s6lo dura unos 10 anos. Los .linfocitos Th efectores también presentan aspecto similar al de los pe- queiios linfocitos no comprometidos pe- ro, al igual que los linfocitos Th memo- ria, se activan con mayor facilidad y ex- 414 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES: Fig. 16-6. Dibujo esque: ‘matico que muestra la ac tivacion de los linfocitos Th no comprometides ‘naif") y los lintocitos Te nail, y sus interaccio- nes (véase el texto para’ los detalles). CAPITULO 16 CAPITULO presan gran cantidad de moléculas de adhesion superficiales. Ademés secretan varias citoquinas, sobre la base de lo cual so clasifican por su funcién en line focitos Th,, que secretan IL-2, interferén gamma y factor beta de necrosis, tumoral ¥ que dctivan los linfocitos citotéxicos (7e) en relacion con una respuesta inmu- nolégica celular, y los linfocitos Th,, que secretan IL-2, IL-4 ¢ IL-5 y que actian como células coadyuvantes en la activa- cidn de los linfocitos B, en una respues- ta inmunolégica humoral (véase més adelante). En la fase inicial de la respuesta in- munolégica celular, el antigeno, a menu- do un virus, ingresa en una de las célu- las normales del organismo y la infecta. El virus utiliza el aparato do sintesis ce lular para su replicaci6n, y las proteinas virales (no propias) formadas son trata- das en la via del citosol. por lo que los fragmentos peptidicos do las proteinas virales se expresan en la superficie colu- lar unidos a la hendidura de una molé- cula de CMH clase I (véase fig. 16-3b). A continuacién, el antigeno es registrado por linfocitos citotéxicos no comprome- tidos (linfocitos Te CD8-) correspondien- tes al clon cuyo receptor de células T (TCR) os especifico para el antigeno en cuostién. Se crea asi una unién entre el TCR y el fragmento peptidico antigénico especifico de la hendidura del CMH (fig. 16-5b), al mismo tiempo que la molécu- la CDs de la superficie del linfocito Te se fija a la molécula de CMH, dado que Cbs, al igual que CD4 para’ las células Th, acttia como molécula de adhesion celular con notable refuerzo de la unin entre TCR y el antigeno. La formacin del complejo de unién entre TCR, el an- tigeno y el CMH induce la activacién del linfocito Te (seftal 1), que ahora pasa de G, a G, en el ciclo celular y ademas co- mienza a expresar el receptor de Il la superficie ya secretar IL-2. Esta secre- cién es muy escasa, por lo que en muy pocos casos es suficiente para autoesti- mular el linfocito Te, con la consecuente activacién plena. En la mayoria de los asos se require una estimulacién adi- ional con IL-2 secretada por los linfoci- tos Th activados del tipo Th, (fig. 16-6). La accion de la IL-2 transforma el linfo- cito Te activado en un linfoblasto que sufre varias divisiones hasta que las oé- lulas formadas se diferencian en linfoci- tos Te memoria y linfocitos citotéxicos efectores, donominados CTL. Los linfocitos Te memoria suelen pre- sentar las mismas caracteristicas que los linfocitos Th memoria, es decir, por su morfologfa se corresponden con los pe- quefos linfocitos Te no comprometidos, se forman por selecci6n clonica v consti- tuyen una notable expansién del clon de los microscopios Te espectficos para el antigeno en cuestién (expansién clénica). ‘AdemAs, se activan con mayor facilidad, expresan mayor cantidad de moléculas de adhesin superficiales y tienen larga vida, dado que pasan ala fase G, (aunque con algunas excepciones). No se sabe con certeza como tiene lu- gar la accién de las citoquinas de las cé- lulas Th, sobre las eélulas Tc. No es muy probable el contacto fisico real entre los dos tipos celulares, pero en los tejidos linfoides, por ejemplo, de los ganglios linfaticos (véase mas adelante), las célu- las dendriticas interdigitantes, que son células presentadoras de antigeno profe- sionales, pueden a la vez presentar los fragmentos. peptidicos virales unidos a las moléculas de CMH clase Il a las oélu- las Th no comprometidas y (como casi todas las células nucleadas) expresar los fragmontos poptidicos virales unidos a las moléculas de CMH clase I en la super- ficie. Estos serén registrados por linfoci- tos Te no comprometidos, por lo que am- bos tipos de linfocitos T no comprometi- dos podrén reaccionar con la misma cé- lula dendritica y asf estar en contigiiidad fisica durante la activacién (en condicio- nes normales, las citoquinas, incluso la IL-2, s6lo ejercen su efecto dentro de dis- tancias muy cortas). En general, las célu- las dendriticas son més pasibles de infec- ciones por numerosos tipos de virus que otras células del organismo, lo cual au- menta la probabilidad de esta forma de interaccién. Ademés, por reaccién con un complejo antigono-CMH clase I en la superficie de una célula dendritica, el linfocito Te no comprometido es capaz do aceptar una sefial coestimuladora (se- nal 2, originada por la unién de CD28 en el linfocito Te con B7 en la célula dendri- tica), lo cual posiblemente estimule la activacién de los linfocitos Te no com- prometidos, en algunas infecciones. Sin ‘embargo, en apariencia no es indispensa- ble la seital coestimuladora para la acti- vacién de los linfocitos Te no comprome- tidos, en relacién con la reaccién con una célula blanco, dado que éstas no ex- presan B7 (como se vio en el cap. 8, s6lo expresan B7 las células presentadoras de antigeno profesionales) Los CTL (linfocitos citotéxicos efecto- res) comienzan a eliminar las_células blanco, es decir, las células infectadas porel virus en cuestion, por lo que expre- san fragmentos peptidicos virales en su superficie, relacionados con moléculas de CMH clase I. La unién entre TCR y el complejo antigeno-CMH (fig. 16-7) con- duce a una redistribucién de las organe- SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 415 las en el GTL, que se localizan cerca del sitio de unién. Por ejemplo, se observan ahora numerosos. granulos electronden- sos que contienen varias sustancias, las més importantes de las cuales son una proteina formadora de poros, denomina- da perforina, y varias proteasas, las gran- zimas 0 fragmentinas. La secrecién de perforina lleva a la formacién de un poro proteico en la membrana celular de la cé- lula blanco, por lo que la fragmentina se- cretada puede pasar a través del poro al interior de la eélula, donde activa el pro- grama interno de apoptosis de la eélula. ‘A continuacién se separa el CTL de la c6- ula blanco y el CTL puede entrar en con- tacto con una nueva eéhula blanco y repe- tir el proceso. Durante la apoptosis la cé- lula se destruye, por lo que la elimin cin de la célula blanco también se deno- mina lisis (gr. iysis, disolucién) celular. La destruceién de ia eélula blanco por apoptosis presenta la ventaja de que la fragmentacién de DNA tipica de este pro- ‘ceso también incluye el DNA (0 RNA) v ral, lo que impide la diseminacién de nuevos virus por la célula blanco. una vez. que ésta muere, puesto que de otro modo los virus podrian infectar las ¢élu- Jas vecinas, En algunos casos, una GTL induce la muerte de una célula al expresar en su su- perficie una proteina similar al factor ne- crosante tumoral, que se fija a un receptor inductor de apoptosis en la superficie de las células blanco, denominado Fas. Al igual que en el mecanismo de la perforina y la granzima, esta unién lleva a la activa- ién del programa interno de apoptosis de la célula. El mecanismo descrito, con muerte ci- tot6xica directa de células infectadas por virus Hevada a cabo por CTL, es tipica de Ja respuesta inmunolégica celular frente @ microorganisms de formacién intrac lular en el citosol. Es caracteristica de mus, pero también se observa para algu- nas bacterias y protozoos. por ejemplo Toxoplasma gondii (causal de la toxo- plasmosis). Ademds de contribuir en la activacién de los linfocitos Te, con for- macién de CTL especificos de ant{geno, por su propia secrecién de citoquinas, entre ellas, interferén gamma e IL-2, los linfocitos Th, también inducen la activa- cién de células no especificas que favore- cen la respuesta inmunolégica celular, como los macr6fagos y las células natu- ral killer (células NK). Los macréfagos activados son mucho més efectivos en la fagocitosis de bacterias extracelulares y en su posterior eliminacién intracelular (wéase macréfagos en el cap. 8, pég. 212). Giertas bacterias poseen la capacidad de resistir la destruccién en el sistema en- docitstico después de ser fagocitados por los macréfagos. por ejemplo, los bacilos de la tuberculosis, pero mediante la acti- vacién de los macréfagos se atimenta no- tablemente su capacidad de destruccién de estas bacterias, como consecuencia de la explosion respiratoria. Este tipo de reaccién suele ser mediado por un sub- grupo especial de linfocitos Th activ dos, los linfocitos Tath (ing. delayed ty- pe hypersensibility, hipersensibilidad re~ tardada, véase cap. 8, pg. 213), una va- riante especial de la respuesta inmunolé- gica celular. Como ya se mencion6, las eélulas NK pertenecen a un grupo de linfocitos de- nominados células 0, es decir linfocitos sin marcadores de superficie CD4 0 CD8. ‘Tampoco poseen TCR. Por su morfologia se asemejan a los grandes linfocitos gra- nulares (aunque solo después de su acti- vacién), es decir, como un linfocito de unos 10-15 um con citoplasma granula- do, Representan una porcién menor de la poblacion linfocitaria (5-10% de los lin- focitos rocirculantes). Las células NK se activan por las citoquinas secretadas por los linfocitos Th activados e intervienen en la reaccién temprana frente ala infec- cidn por ciertos virus y bacterias intrace- lulares. Eliminan las células huésped mediante un mecanismo similar al utili- zado por los CTL (con liberaci6n de gré- nulos de perforina y granzima © induc- cidn de la apoptosis), pero a diferencia de los CTL. son citotéxicos constitutiv dado que de antemano poseen gran tidad de granulos que contienen las sus- tancias citotoxicas. Esto les permite com- batir desde el principio las eélulas infe tadas por virus, en el perfodo que trans- curre hasta que aparecen los CTL, como consecuencia de la respuesta inmunolé- gica celular. Las células NK también intervienen en la destruccion de células cancerosas que a menudo producen péptidos extra- jos al organismo. No obstante, se desco- noce cémo las células NK reconocen las células propias modificadas, dado que no poseen receptores espectficos de an- tigeno. Se propuso una explicacién, el modelo de dos receptores, por el cual las células NK en parte tienen un receptor denominado NKR-P1, que se fija a los oligosacdridos anclados en la superficie de-una célula tumoral o infectada por virus, lo cual envia una sefial ala célula NK que induce a la destruccién, y otro receptor denominado Ly49, que se une a las moléculas de CMH clase Ly asf envia una sefial de no destruir a la célula NK. Muchas células tumorales 0 infectadas por virus presentan menor expresion de las moléculas de CMH superficiales, por 416 SISTEMA INUUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES CAPITULO Fig. 16-7. Dibujo esque- ‘matico que muestra la destruccién de una cé- lula blanco por un linfo- cite citotéxico efector (cTLy CAPITULO 16 Formacion de cgranuios en ef CTL ‘ue gontenen segmenting, om. ‘Separacion del CTL de la célula bianco y ‘probable contacto eon una nueva ‘eélula blanco lo que disminuye la sefial negativa, de no destruir, lo cual conduce al predomi- nio de la sefial NKR-P1, destructora de la célula. Los mactofagos y las células NK (ade- més de los granulocitos neutr6filos v €0- sin6filos) también intervienen en un me- canismo denominado citotoxicidad ce- lular dependiente de anticuerpo (ADCC) (ing. antibody-dependent cell-mediated citotoxicity). Todos estos tipos celulares expresan receptores para la porcién Fe de las moléculas de anticuerpo en su su- perficie (como se vio antes, esto también tiene importancia para la efectivizacion de la fagocitosis relacionada con la opso- nizacién). Cuando el anticuerpo se une al receptor Fe, después de fijarse a la e6- lula blanco, el macréfago o la célula NK pueden desencadenar la lisis de la célu- la blanco, posiblemente por secrecion de sustancias citot6xicas con actividad liti- ca en el sitio de unién de la porcién Fe con la molécula de anticuerpo. Si bien las células que intervienen no son en sf Redistibucion de organelas enelcTl Granulos ‘Secrecién de pperforina y ‘fragmentinas sis mismas especfficas para el antigeno, ad- quieren la especificidad a través de la molécula de anticuerpo, como adapta- dor entre la célula lisante y la célula blanco, En principio, el rechazo de tejido trasplantado es mediado por una res- puesta inmunoldgica celular. En el trasplante de un individuo a otro genéti- ‘camente diferente, dentro de la misma especie animal, por ejemplo dos seres humanos no gemelos idénticos, 0 allo- trasplante, las células del trasplante contiene alloantfgenos, es decir, mate- rial antigénico extrafio que desencadena una respuesta inmunoldgica celular en el receptor. En principio, la respuesta es- 4 dirigida contra las moléculas de CMH extrafias (no propias) y tienen lugar reac- ciones DTH y citotoxicidad mediada por CTL. En ambos casos desempefian un papel central las células Th activadas y su sintesis de citoquinas, del mismo mo- do que en otras reacciones inmunolégi- cas mediadas por células. ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIOOS Y ORGANOS LINFOIDES 417 Los linfocitos T efectores, tanto los linfocitos Th activados, como los CTL y los linfocitos Tdth, tienen corta vida, que se extiende desde unos pocos dias a ‘escasas semanas. Se considera que exis- te una poblaci6n de linfocitos T que ate- ntia la respuesta inmunolégica celular como medio de control, de modo anélo- g0, por ejemplo, a los factores regulado- res del sistema del complemento. Estas células se han denominado linfocitos T supresores, pero nunca se aislaron ni se caracterizaron. Respuesta inmunolégica humoral Esta respuesta se inicia con una res- puesta inmunolégica primaria, cuando 61 antigeno extrafio que ingrosa reaccio- na con los receptores de superficie de los linfocitos B no comprometidos que pertenecen al clon cuyos receptores son ‘especificos para el antigeno en cuestién. Es caractoistico quo los receptores de ‘anticuerpo en los linfocitos B son capa- cos de reconocer el antigeno aislado, es decir, sin que los fragmentos antigén cos sean presentados unidos a la hendi- dura de tna molécula de CMH clase I. Esto se contrapone a la reaccién entre el antigeno y el receptor TCR, que requie- ro la presentacién del antigeno. Ade- més, en a respuesta inmunoldgica hu- moral, el antigeno se caracteriza por ser oxtracelular, mientras que es tipico que la eliminaci6n de los antigenos de loca- lizaci6n intracelular (los virus en las ¢é- lulas infectadas por esos microorganis- mos, las bacterias intracelulares y pro- teinas modificadas en las células cance- rosas) sea Hevada a cabo por células efectoras en la respuesta inmunoldgica celular, como se vio antes. En la reac- j6n del antigeno con los receptores de linfocitos B (fig. 16-8) se produce un en- lace cruzado entre dos moléculas veci- nas de mig (m indica inmunoglobulina ligada a membrana), dado que el antige- no reacciona con el sitio fijador del an- tigeno en cada uno de ellos (a menudo Jos antigens son bivalentes, es decir, con dos epitopes idénticos uno al lado del otro. El antigeno puede ser poliva- lente, con varios epitopes idénticos ve~ cinos). El enlace cruzado de los recepto- res de anticuerpo desencadena dos reac ciones en el linfocito B. Por una parte of enlace cruzado favorece 1a endocitosis del antigeno mediada por receptor, con tratamiento del antfgeno mientras atra- viesa la via endocitética, y presentacion de los fragmentos peptidicos antigéni- cos en la hendidura de las moléculas de CMH clase Il en la superficie del linfoci- to B. Ademés, el linfocito B expresa ahora la molécula coestimuladora B7 en su superficie, dado que los linfocitos B pertenecen al grupo de eélulas presenta doras de antigeno profesionales. Por otra parte, el enlace cruzado de los re- ceptores de anticuerpo por ef antigeno representa el primer eslabon (serial 1) en una sefal de competencia que lleva al linfocito B desde G, a G, del ciclo ce- lular, como parte de la activacién del linfocito B. La activacién posterior re- quiere la contribucién de un linfocito ‘Th activado a linfocito Th efector (del tipo linfocito Th,) por haber sido pre- sentado al antigeno mediante una ¢élula presentadora de antigeno. La célula Th puede haber sido presentada al antigeno por una célula dendritica o por un ma- créfago, pero a menudo la célula_pre- sentadora de antigeno es un linfocito B que ha reaccionado con el antigeno (ca- be recordar que los linfocitos T y B tie- nen especificidad para el mismo antige- no) y lo presenta sobre su superficie ce- lular. Esto ocurre especialmente cuando la concentracién de antigeno es baja, da- do que debido a su especificidad por el antigeno, los linfocitos B pueden captar el antigeno por endocitosis mediada por receptor en cantidades suficientes aun con concentraciones mucho menores que las requeridas por los macrdfagos y las células dendriticas, que no poseen especificidad para el antigeno. En todos los casos, la activacion completa del lin- focito requiere contacto fisico con el infocito Th que. si no esté comprometi- do (es decir, no ha sido presentado ain al antigeno) a su vez es activado a linfo- cito Th,. El contacto fisico entre los lin- focitos Th y B se establece asf como una presentacidn de antigeno “normal”. El enlace lleva a la activacién de la ‘Th, pero seguida por la expresion de una molécula de superficie denominada CD4OL, una molécula de unién o ligan- la su- do para otra molécula, CD40, o1 porficie del linfocito B. La reacci tre estas dos moléculas confiere al li cito B el paso faltante (seftal 2) en la s fial de competencia, por lo que a cont nuacién, el linfocito B pasa de G, a G,. Las citoquinas (IL-2, IL-4 e IL-5) secreta- das por el linfocito Th ahora activado median una “seal de progresin” dado {que se unen a receptores que se expresan en la superficie del linfocito B como consecuencia de la activacién. La sefial do progresién induce la diforenciacién del linfocito en linfoblasto, que sufre varias divisiones en. los siguientes 4-5 dias, Las células formadas se dife- rencian en linfocitos B memoria 0 plas- mablastos. Los linfocitos B memoria presentan el mismo aspecto morfolégico que los pe- queios linfocitos B-no comprometidos, 418 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES CAPITULO Fig. 16-8. Dibujo esque- ‘matico que muestra la ae- tivacién de un linfocito B no comprometido (*naif”) en relacion con luna respuesta inumol6- gica humoral. CAPITULO 16 a unsienaeaieon Bee en cene cea ars ‘ nee ‘competencia) es faci, & iG cps deantigeno —_o4o. OD40L, “7 TOR eee ae Eras iene aeretet coer ee ft ae Pesce (A . Proliferacién, Linfocitos B Diterenciacion Secreci6n de Ig =~ @ pero mientras que éstos sélo expresan IgM e IgD como receptores de superficie, los linfocitos B memoria también expre- san IgG, IgA e IgB. Ademds, los linfocitos B memoria también expresan una mayor cantidad de moléculas de adhesion su- perficiales. Al igual que los linfocitos T memoria, los linfocitos B memoria se ac- tivan con mayor facilidad. Después de formarse pasan a la fase G, del ciclo celu- lar y viven durante periodos variables, dado que algunos tienen vidas tan pro- longadas como los linfocitos T, es decir, Posiblomente tan larges como Ta vida del individuo. Los linfocitos B memoria son capaces de expresar otras clases de inmunoglobu- linas, 0 isotipos, que los linfocitos B no comprometidos debido a que durante-la proliferacién de un linfocito no compro- metido se produco Jo que se denomina variacién de clase (ing. class switching). Como se menciono al describir las molé- culas de anticuerpo, las distintas funcio- nos biologicas de las varias clases de an- ticuerpo se relacionan con la porcién Fe, es decir, con las porciones constantes de las cadenas pesadas. La variacion de cla- se ocurre debido a que durante la prolife- raci6n del linfocito B activade tienen Iu- ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES Células plasmaticas gar ulteriores redistribuciones de los ge- nos que codifican la respectiva molécula do anticuerpo, lo cual conduce a que la cadena pesada varie de un isotipo a otro. mientras que la porcién variable perma- niece sin modificaciones. es decir, la es- pecificidad de la molécula de anticuerpo permanece constante, a diferencia de las propiedades biolégicas relacionadas con la porcién Fe. Asf, por ejemplo, una mo- Iscula de IgM se puede transformar en una de IgG con la misma especificidad. La variaci6n de clase es causada por dk terminadas combinaciones de citoqui- nas, pero también depende del microam- biente donde tiene lugar la proliferacién. Por ejemplo, casi todas las.células plas- maticas que se originan por diferencia ion final en los ganglios linféticos intes- tinales producen IgA, mientras que las células plasmaticas formadas en el bazo casi exclusivamente producen IgG. Los Iinfocitos B memoria originados del mis- mo clon en el mismo microambiente pr sentarén moléculas receptoras de anti cuerpo superficiales de la clase corres- pondiente a la que producen las células plasméticas formadas. iro fenémeno que diferencia los lin- focitos B memoria y las células plasmé- 419 ticas de los linfocitos B no comprometi- dos de donde provienen es la denomi- nada maduracién por afinidad. Durante las divisiones del linfocito B no com- prometido activado tienen lugar nume- Tosas mutaciones en los gones que codi- fican las zonas variables de la molécula anticuerpo, de allf su especificidad. ta gran frecuencia de mutaciones so- maticas so denomina hipermutaciones somaticas (la frecuencia es casi 1 millén de veces mayor que la frecuencia de mu- taciones espontneas en otros genes, lo cual conduce a una mutacién somética cada 1-2 mitosis) y dado que el fenéme- no es al azar, aparecerén células que si bien son todas especificas para el mis- PEE Sec Dice, (Canaan fias desviaciones del sitio fijador de an tigeno poseen distinta capacidad de fi- jacién 0 afinidad para el antigeno res. pectivo. Los linfocitos B asi generados también se denominan centrocitos, mientras que los linfocitos B activados formados por proliferacién se Haman centroblastos (las denominaciones se deben a la relacién con los centros ger- minativos en el tejido linfoide donde tiene lugar la proliferacién, véase mas adelante, en los ganglios linféticos). A continuacién, los controcitos reaccio- nan con un antigeno que aparece como complejo de antigeno-anticuerpo en la superficie de células dendriticas, y to- dos los centrocitos incapaces de unirse al antigeno 0 con afinidad demasiado baja con éste (en ambos casos debido a modificaciones, producidas en relacién con las mutaciones sométicas origina- das durante la maduracién por afinidad) se separan por seleccién y sufren apop- tosis. Por el contrario, fos centrocitos con gran afinidad por el antigeno son SIDA Como se vio antes, los linfocitos Th juegan un papel decisivo on las respues- I6gicas celular y hn Es to se ilustra trégicamente en el SIDA, -el virus infectante (HIV) se une a CD4 {junto con la prote{na receptora fu- sina, estar expresada en la su- ‘D4 para que el HIV “epeaapeaasrcen ran la céhila) en los linfo- ‘abel a tae seleccionados para proseguir con la di- feronciacién en linfocitos B memoria y plasmablastos, De este modo, los linfo citos B memoria formados pos¢en recep- tores de superficie con mayor afinidad por el antfgeno en cuestién que los lin- focitos B no comprometidos originales, y lo mismo vale para las moléculas de anticuerpo secretadas por las células plasméticas formadas a partir de los plasmablastos. Debido a estos mecanis- mos, la afinidad entre el antigeno y las moléculas de anticuerpo secretadas au- menta durante la respuesta inmunolégi- ca primaria. Los plasmablastos contintian su dife- renciacién a células plasmaticas, que carecen de moléculas de anticuerpo uni- das @ la membrana superficial, pero en cambio sintetizan grandes cantidades de moléculas de anticuerpo, que son secre- tadas hacia el exterior (esto se logra por una variacién en la cadena pesada). Al principio de la respuesta inmunolégica primaria transcurre una semana, el pe- tiodo de latencia (ing. lag phase) duran- te la cual no se observa una produccién notable de anticuerpos (medida como concentracién plasmética de anticuer- po), que corresponde a la fase de inicia- cidn, con seleccién y expansién cléni- cas, hasta que se producen células plas- méticas maduras. A continuacién hay un perfodo durante el cual se produce IgM, seguido por sintesis de IgG. La res- puesta inmunologica humoral primaria se puede extender por periodo variables, de acuerdo con la oxistencia continuada © no de antigeno, desde unos pocos dias hasta varias semanas (la mayorfa de las células plasmaticas son células con dife- renciacién terminal, con una vida pro- medio de 1-2 semanas). 8-10 afios tiene lugar una disminucién gradual de la cantidad de linfocitos Th que, en la mayoria de los casos termina con una brusea cafda. Guando la concen- tracién de linfocitos Th llega a niveles determinados (menos de 200 por uL de Sangro, parn-un valor normal de unos 1.100), el paciente presenta mayor sus- coptibilidad para las infecciones, que tarde o temprano causan su muerte. Se piensa que la susceptibilidad a las infec- iones se debe sobre todo a la baja canti- dad de linfocitos Th GD4* en la sangre, que a veces Hegan a ser indetectables. 420. SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES CAPITULO 16 Cépsula Trabéculas Conteza Médula } CAPITULO 16 Fig. 16-9. Fotomicrografia de una seccién de! timo de un nifio, Corte coloreado con hemato- vilina-cosina. »25, Respuesta inmunolégica _secundat Se presenta ante un posterior ingreso al organismo del mismo antigeno que desen- cadené la respuesta inmunolégica prima- ria. La respuesta inmunolégica secundaria se caracteriza por ser mucho mds fuerte y rapida que la respuesta inmunolégica pri maria, Esto se debe a que ahora existe un gran clon de linfocitos memoria (linfoc memoria, linfocitos Te memoria y 5 B memoria) espectficos para el antigeno en cuestién, Gomo so vio antes los linfocitos memoria se diferencian en varios puntos de los linfocito Ty B no comprometidos. Se activan con mayor faci- lidad y expresan niveles superiores de mo- léculas de adhesién de membrana superfi- ciales. El periodo de latencia para la pro- duceién de anticuerpo es de sdlo 1-2 dias y la cantidad de anticuerpo producido es muy superior y permanece durante més tiempo (meses 0 afios). Ademés, los anti- cuerpos producidos ahora son de la clase © las clases cuya actividad biolgica se adecua especialmente para enfrentar los efectos lesivos del antigeno infectante y, debido a la maduraci6n por afinidad, los anticuerpos poseen una capacidad mucho mayor para unirse al antigeno. Todas es- tas propiedades contribuyen a impedir que ocurra una enfermedad, es decir, el individue se inmuniza contra el patégeno en cuestién. Timo El timo (gr. thymos, tomillo; el parén- quima en estado fresco se asemeja a los ra- cimos del fruto del tomillo) es un drgano linfoide primario, asiento de la madura- cidn de los linfocitos T inmaduros a linfo- citos T no comprometidos maduros e in- munocompetentes. El timo esté localizado en la parte supe rior de la cavidad torécica, por dotrs del estemon. Alcanza su peso méximo, unos 50 gramos, durante la infancia y en la pu- bertad comienza a involucionar. El timo estd compuesto por dos lébulos, derecho e izquierdo, unidos mediante tejido conec: tivo en la parte media. Se desarrolla a pi tir de los epitelios ectodérmico y ondod mico del tercer surco branquial externo @ nterno, respectivamente, pero con la pos: rior invasion de células madre de linfo- citos Tse transforma en un érgano linfo- epitelial. Caracteristicas histolégicas del timo. Los dos Iébulos del timo estén rodea- dos por una delgada cdpsula de tejido co- nective que emite numerosos tabiques ‘que se extienden desde la capsula hacia el interior del érgano y dividen cada uno de Jos dos lébulos en numerosos lobulillos (fig. 16-9). Los lobulillos son poliédricos y miden 0,5-2 mm de didmetro. Cada l6bu- lose divide en una z mna periférica més 05- SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 421 Corteza Médula Célula dendritica Cor interdigitante de Hassall cura y rica en células, la corteza, yuna z0- na mas clara y menos celular, 1a médula, Los tabiques s6lo Megan hasta el limite corticomedular. En un corte tangencial cercano a la superficie, algunos de los lo- bulillos parecen estar totalmente separa- dos de los circundantes, dado que toda la médula esté rodeada por corteza. Sobre la base de cortes seriados transversales se distingue que el tejido medular se conti- ntia de un lobulillo a otro dentro de cada Iobulo. La corteza y la médula estén entreteji- das por una estroma laxa compuesta por células reticulares epiteliales. En las ma- Mas del reticulo aparecen linfocitos, em- paquetados con mayor densidad en la cor- teza, y macrofagos y células dendriticas interdigitantes (fig. 16-10). El aspecto de ias ¢élulas reticulares epiteliales os muy variable y, mediante técnicas inmunohistoquimicas, se demos- tr6 que se componen de varios subtipos. En general poseen abundante citoplasma eosinéfilo y un gran nticleo ovalado, muy claro, con 1-2 nucléolos (fig, 16-10). Las células presentan gran cantidad de pro- longaciones en forma de estrella, que se relacionan entre sf. De este modo se forma un reticulo celular, cuyas mallas estén ocupadas por eélulas libres, como se men- cioné antes, sobre todo por linfocitos. Por su aspecto, las células se asemejan a las células reticulares mesenquimaticas de los ganglios linféticos y el bazo, pero se culo Células odriza Lintocitos Mtimocitos) Célula reticular epitelial cortical (Célula reticular epiteial medular Macréfago destaca su caracteristica epitelial por la unién de las prolongaciones modiante desmosomas. Por otra parte, a diferencia Fig. 16-11. Fotomicrografia del timo, en la que se observa una parte de la corteza y de la mé= dula, respectivamente. Noiese el nacieo grande muy claro en las células reticulares epiteli les. Adams, obsérvense los linfocitos mas densamente agrupados en la corteza, por lo ‘que sta aparece mas oscura que la médula. Corte coloreado con hematoxllina-eosina. 440. Células retioulares eptaliales Uinfocitos Corteza Médula 422 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES: Fig. 16-10. Dibujo esque- matico de las earacteris- ticas histolégicas fun- damentales del timo con los cistintos tipos celula- 19s de a corteza y la mé- ula, Fig. 16-12. Fotomicrogra- fia de corpusculos de Hassall (corpuscuios timi- cos) en la médula del ti- ‘mo. Corte coloreado con hematoxilina-eosina, 440. CAPITULO 16 de los ganglios linfaticos y el bazo, las cé- Julas no se relacionan con una red. de fi- bras reticulares. Las células reticulares epiteliales corticales tienen origen endo- dérmico, mientras que las ¢élulas reticula- res medulares y subcapsulares tienen ori- gen ectodérmico. Las céhulas reticulares epiteliales con- forman una capa continua de células pla- nas en la periferia de la corteza (fig. 16-10) y alrededor de los vasos sanguineos. En la ‘cara orientada hacia el tejido conectivo, esta capa epitelial est4 recubierta por una capa de sustancia correspondiente a una lémina basal, que separa por completo el parénquima del tejido conectivo de la capsula, los tabiques y alrededor de los En la médula aparecen muchas més ¢¢- lulas reticulares epiteliales que en la cor- teza, y ademas de ingresar en el reticulo celular, aqui forman los corptisculos de Hassall, estructuras redondeadas u ovales ‘compuestas por eapas concéntricas de o6- lulas epiteliales aplanadas, como las caté- filas de una cebolla (fig. 16-12). Sdlo se encuentran en el timo. Su tamaiio es va- riable, desde 20 a mas de 100 um de did- metro, y por lo general aumenta con la edad. Las eéhulas centrales se tiften inten- samente con eosina y pueden contener grinulos de queratohialina, dado que en apariencia estén cornificadas en parte (véase cornificacién en cap. 17). Ademés pueden degenerar o sufrir calcificacién y ho se le ha podido atribuir con certeza ninguna funci6n. ‘Todas las células reticulares epiteliales expresan niveles elevados de moléculas de CMH clase ly clase I'en su superficie y presentan cierto grado de contacto con los linfocitos, sobre cuya maduracién tie~ nen influencia fundamental (véase més adelante, bajo histofisiologfa). En espe- Corpusculos de Hassall SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES cial, esto vale para las células epiteliales de la corteza subcapsular externa, donde, debido a su efecto sobre la maduracion de Jos linfocitos. las células se denominan células nodriza (ing. nurse, cuidar, aten- der) (fig. 16-10). Estas células poseen lar- gas prolongaciones con plegamientos de Ia membrana celular, en los que se pueden ubicar numerosos linfocitos por cada ¢é- lula nodriza. Los macréfagos aparecen en cantidad moderaca en la corteza, pero son més abundantes en la médula. Se encuentran en las mallas del reticulo epitelial y a me- nudo se detecta la presencia de restos nu- cleares provenientes de linfocitos muertos fagocitados. Con el microscopio éptico por lo general es dificil distinguir los m réfagos de las células reticulares epitelia- les en los preparados comunes, Las células dendriticas interdigitantes se encuentran en gran cantidad en el li- mite corticomedular y también en la mé- dula, Al igual que los macréfagos se ubi- can entre las mallas del reticulo epitelial y tienen largas prolongaciones ramifica- as, en intimo contacto con gran cantidad de linfocitos. Las células dendriticas in- terdigitantes y los macréfagos expresan ambos (como células presentadoras de antigeno profesionales) moléculas de CMH clase I y clase IT en sus superticies al igual que las células reticulares epi- teliales, intervienen en la maduracién de los linfocitos Los linfocitos del timo son similares en aspecto a los linfocitos de otros tgjidos ¥ 6rganos (fig. 16-11). Se localizan entre las mallas del reticulo epitelial y en la corte- za aparecen tan densamente empaqueta- dos que ocultan casi por completo las prolongaciones de las células reticulares epiteliales. Por el contrario, los linfocitos son mucho més escasos en la médula. En a corteza subeapsular extorna los linfoci- tos son grandes (alrededor de 15 um), mientras que en ol resto de la corteza y en la médula son todos pequefios linfocitos. Como se vera al estudiar la histotisiolo- gia, estos grandes linfocitos subcapsula- res representan los linfoblastos inmadu- ros mas primarios (en el proceso de ma- duracién de los linfocitos T), que sufren mitosis activa. ‘A medida que avanza la involucién aparecen, ademés de las células timicas especificas, cantidades crecientes de adi- pocitos, dado que el parénquima es reem- plazado por tejido adiposo. Irrigacién e inervacion Vasos sanguineos. Las arterias ingresan al timo por el tejido conectivo do la cép- sula y los tabiques. De este modo, las arte- 423 riolas legan hasta el limite corticomedu- lar sin atravesar el parénquima de la cor- toza y ponetran en los lobulillos a lo largo de este limite y emiten capilares que in- gresan en la corteza, En la zona periférica del parénquima cortical los capilares for- man una red anastomosada y reingresan capilares a lamédiula, que se unen y pasan avvénulas de paredes finas a lo largo del If mite corticomedular y dentro de la médu- la, No obstante, algunos capilares abando- nan la corteza a lo largo de su periferia pa- ra continuar como venas en el tejido co- nectivo interlobular. La médula recibe numerosas arteriolas que conforman una red capilar, que mue- vamente se vacfa en vénulas medutlares de finas paredes. Estas vénulas y las prove- nientes del limite corticomedtilar transcu- rren desde el parénquima del timo hasta los tabiques de tojido conectivo, donde se forman venas interlobulares, de las cuales la mayorfa se vacfan en una tinica vena ti- mica eferente. El endotelio de los capilares esta rodea- do por una gruesa lémina basal. Como se describis antes, la corteza sdlo es irrigada por capilares, ‘mientras que la médula también contiene arteriolas y vénulas. Se demostré, ademés, que las macromolécu- Jas (incluso los antigenos) atraviesan con gran dificultad la pared de los capilares del parénquima de la corteza. Se piensa que la base estructural de esta barrera he- matotimica esté compuesta, en su mayor parte, por las zonulae occludentes demos- tradas entre las células endoteliales de los capilares corticales. Las pequeitas canti- dades de sustancias_macromoleculares que atraviesan la capa de endotelio son fa- gocitadas de inmediato por los macréfa- os perivasculares. Se cree que Ja barrera hematotimica protege los linfocitos en proceso de proliferacion y de maduracion en Ia corteza contra las acciones de sus- tancias antigénicas circulantes. Vias linfaticas. Los vasos_linféticos transcurren por los tabiques de tejido co- nectivo hasta la cépsula y drenan, en su mayor parte, en los ganglios linféiticos me- diastinicos anteriores. Histogénesis El timo se origina a fines de la sexta se- mana de vida fetal como primordios pa- res, uno a cada lado de la Iinea media, a partir (en el ser humano) del revestimien- to epitelial endodérmico del tercer surco branquial interno y del revestimiento epi- telial exodérmico del surco branquial ex- temo vecino. También contribuye el me- sodermo intermedio, dado que forma la porcién de tejido conectivo. Las dos eva- ginaciones tubulares a cada lado so ox- tionden en direcciones caudal y medial y répidamente se transforman en cordon epiteliales masivos, Los extremds inlerio- res se engrosan mientras que la unién con Ja faringe involuciona y desaparece. Poco después se unen los dos extremos engro- sados en la linea media, pero siempre se mantienen las caracteristicas pares, Las células epiteliales emiten seftales (de ori- gen atin desconocido) que atraen células formadas en la médula 6sea, células ma~ dre de linfocitos T, monocitos y células si- milares a monocitos, que evolucionan a macréfagos y células dendriticas interdi- gitantes en el primordio del timo. En la novena semana de vida fetal, los linfoci- tos y las demés células comienzan a inva- dir el primordio epitelial y lo transforman en_un reticulo celular, donde las células opitoliales de la cortoza son de origen en- dodérmico, mientras que las células epite- liales medulares y subcapsulares son ec- todérmicas, dado que en forma gradual se observa la division en l6bulos y la separa- ci6n de la corteza y la médula. Algunas de las células epiteliales de la médula co- mienzan a formar corpaisculos de Hassall. focitos T se di- Fig. 16-13. Fotomicrogratia del timo de una persona adulta, donde se ha producido una importante involucion etaria (comparese on la fig. 16-8, correspondiente al timo de un no prepaber, en el que aun no existen sig nos de involucién). Notese que gran parte del pparénquima ha sido reemplazado por tejido adiposo. Corte coloreade con hematoxilina- eosina. +20, Tolido adiposo Médula 424 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES Corteza CAPITULO CAPITULO 16 ferencian en linfocitos T inmaduros (lin- foblastos T) que inician su maduracién a linfocitos T no comprometidos y sufren activa proliferacién (véase con més deta- le en histofisiologia). Para el momento del nacimiento el timo humano esté total- mente desarrollado. Involucién Como se vio antes, el timo aleanza su peso maximo en el periodo previo a la pubertad y la produccién de linfocitos T es mucho mayor en este lapso do tiem- po. En la pubertad comionza a disminuir el peso y la transformacién del parén- quima en tojido adiposo (la disminucin de la cantidad de linfocitos en el timo comienza yaa la edad de un ano). Esta involucién etaria ocurre con rapidez. al principio pero después disminuye la ve- locidad en la edad adulta. En forma gra- dual se reemplaza la mayor parte del pa- rénquima, sobre todo los linfocitos corti- cales, por tejido adiposo (fig. 16-13), en el que se obsorvan zonas dispersas de cé- lulas reticulares epiteliales. Sin embar- go, durante toda la vida persisten restos de parénquima y tanto las investigacio- hes en animales como las experiencias clinicas sugieren que el timo permanece funcionante con capacidad para produ- cir nuevos linfocitos T. La extirpacién del timo sdlo afecta en grado mfnimo las fanciones de los linfocitos Ty, en apa- riencia, no es necesaria la produccion de grandes cantidades de nuevas células T una vez que se ha formado un pool de linfocitos T periféricos suficiente, lo cual en seres humanos ocurre ya en el nacimiento, La importancia del timo para las fun- ciones inmunoldgicas se demuestra mo- diante la extirpacion experimental del ti- mo on ratones recién nacidos (en los cua les la poblacién periférica de linfocitos T no se ha cubierto on el nacimiento), lo cual conduce a una disminucién abrupta de la cantidad de linfocitos T y a la inca- pacidad de reaccionar mediante respuesta inmunol6gica celular, por lo que los ani males mueren en un estado de deterioro erénico caracterizado por infecciones ge- neralizadas. También falta la capacidad de producir anticuerpos contra numero- sos antigenos. Enel ser humano existe un defecto con- génito en el desarrollo del timo, denomi- nado sindrome de DiGeorge, en el que se observa. la_correspondiente ausencia de linfocitos T circulantes y la ineapacidad para generar respuestas inmunolégica ¢e- Tulares, le cual causa mayor frecuencia de infecciones (véase fig. 4-36). La involuci6n etaria parece deberse a la accién de hormonas sexuales, dado que en experimentos con animales se demos- tr6 que es posible inhibir la involucién por castracién de machos jévenes. Histofisiologia El timo representa una parte funda- mental del sistema inmune. Es necesario ara el desarrollo de los linfocitos , la jase de la inmunidad celular, y asimismo contribuye a la respuesta inmunolégica humoral, El timo recibe las e6hulas madre de los linfocitos T del saco vitelino, el higado y, mds tarde, de la médula 6sea, a través Wel torrente sanguineo. Las células pro- genitoras invaden la corteza, donde en la porcién subcapsular se diferencian en linfocitos T inmaduros 0 timocitos (la denominacién timocitos se utiliza con frecuencia respecto de todos los linfoci- tos del timo, pero en sentido estricto s6- Io 8 correcta para los linfocitos T inma- duros). Los timocitos comienzan enton- ces una maduracién independiente de ‘antigeno (con lo que se entiende una maduracion independiente de las ac nes de un antigeno extrafo, como ocurre en la respuesta inmunoldgica). Durante el proceso de maduracién, los timocitos se transforman en comprometidos 0 in- munocompetentes, es decir, adquieren la capacidad para reaccionar especifica- mente con un antigeno determinado, a través de receptores de superficie fijado- res dle antigeno. En este estadio inicial do la maduraci6n, los timocitos son me- gativos dobles, dado que no expresan D4 ni CDS. A continuacién las células comienzan a reorganizar los genes de TCR (el receptor de la célula T) y gra- dualmente adquieren la capacidad para expresar TCR en su superficie (en este estadio se denominan preTCR, dado que durante la maduraci6n posterior tienen lugar reorganizaciones ulteriores de los genes de TCR). Ademés, las células ex- presan entonces CD4 y CD8, por lo que se dice que son positivos dobles. A con- tinuacién, las células. positivas dobles comienzan a sufrir proliferacién muy ac- tiva, y tiene lugar una seleccién positiva por contacto entre el receptor de TCR y el CMH de las células reticulares epite- liales corticales, incluso de las células nodriza que, como se describio antes, expresan moléculas CMH clase | y clase ILen sus superficies. Mediante la selec- cidn positiva se separan los timocitos ca- paces de reconocer el CMH propio, que sobreviven, mientras que los timocitos incapaces de ese reconocimiento son eli- SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 425 minados por apoptosis, como conse- cuencia de una sefial recibida de la célu- las reticular epitelial; en consecuencia, hay restricci6n de CMH. También se eli minan todos los timocitos en los cuales la reorganizacion de los genes TCR no condujo a la formacién de un TCR fun- cionante. Los timocitos que sobreviven a la seleccién positiva se desarrollan en- tonces a positivas simples, ya sea timoci- tos CD4° (es decir, linfocitos Th inmadu- 108) 0 timocitos CD8* (linfocitos Te in- maduros). Luego los timocitos positivos simples migran a la médula donde el ‘TCR entra en contacto con una molécula de CMH en la superficie de células den- driticas interdigitantes ubicadas en el Ii- mite corticomedular 0 en la médula, 0 de macréfagos (ambos expresan molécu- las de CMH claso Iy clase I), y sufren seleccién negativa. De este modo se eli- minan los timocitos cuyos TCR poseen gran capacidad de unin con autoantige- nos fijados a CMH propio 0 a moléculas de CMH propio aislados. Se logra asi la aceptacién de lo propio en los timocitos no eliminados, es decir, la tolerancia. Como resultado, s6lo se permite que los timocitos poseedores de TCR especificos para la combinacién antigeno extraio més moléculas de CMH propio terminen el proceso de maduracion a linfocito T no comprometidos maduros (los linfoci- tos Th y Te, respectivamente). Durante los procesos de seleccién también tiene Ingar la restriccién para CMH clase Il de los timocitos CD4* positivos simples, co- mo ocurre con los linfocitos Th no com- prometidos maduros, mientras que los timocitos CD8~ positivos. simples ad- quieren la restriccién para CMH clase I, como ocurre con los linfocitos To no comprometidos maduros. Las células maduras abandonan después la médula del timo y comienzan a recircular por el tejido linfoidery los érganos linfoides se- cundarios, como se describié antes. De los linfocitos T no comprometidos libe- rados, hay casi el doble de linfocitos Th (CD4") que de linfocitos Te (CD8*). Gon la eliminacién de las células por selec- cidn positiva y negativa y de las células sin TCR funcionante, casi el 98% de los timocitos formados sufren apoptosis y son fagocitados por los macrofagos, que como se vio antes a menudo contienen restos nucleares de linfocitos en el cito- plasma, Se desconoce la forma en que las células epiteliales de la corteza y los macréfagos y las células dendriticas son capaces de inducir la apoptosis de los ti- mocitos. En la corteza subcapsular aparecen casi con exclusividad grandes timocitos nega- tivos dobles (linfoblastos), que sufren ac- tiva proliferacién, En la porcién restante de la corteza, més profunda, hay predomi- nio de pequeiios timocitos positives do- bles, en proceso de atravesar seleéccién po- sitiva. Por wltimo, en la médula se en- cuentran algunos timocitos positivos sim- ples que sufren allf seleccion negativa, ademas de linfocitos T no comprometidos maduros. Como se mencioné antes, cada uno de los linfocitos T no comprometidos madu- ros posee sdlo TCR con la misma especi ficidad para antigeno en su superficie, pero durante el proceso de maduracién, con la selecci6n negativa y positiva, apa- recen por proliferacién cierto ntimero de clones de linfocitos T, en los cuales los linfocitos de cada clon presentan la mis- ma especificidad para antigeno del tipo de receptor superficial, mientras que los clones son diferentes entre sf, con espe- Cificidades antigénicas distintas. Los clo- nes son especificos para una cantidad co- rrespondiente de antigenos distintos (por lo menos 10°), dado que hay una varia- cién equivalente enorme en la conforma- cién de la configuracién de la hendidura fijadora de antigeno en TCR. La reorgani: zacién de los genes para TCR posibilita la formacién de 10% receptores con dis- tinta especificidad, pero la cantidad de clones diferentes disminuye debido a los procesos de seleccion durante la madura- cién en el timo. Se obtiene una idea aproximada de la importancia de la pro- liferacién en relacién con estos procesos al analizar que de los casi 10* timocitos que existen en el timo de un ratén adul- to joven, alrededor de la tercera parte re- presenta la produccién diaria real, de la cual s6lo un 2% abandona el timo bajo la forma de linfocitos T no comprometidos maduros. Durante los procesos de seleccion es importante poder presentar los timocitos a todos los péptidos propios di i ‘mo para (a través de la sele va) climinar todos los timocitos capaces de reconocerlos (unidos a las moléculas de CMH propias), dado que, de otro mo- do, si se permitiera a estos timocitos ma- durar y después intervenir en las reaccio- nes inmunoldgicas del organismo, gene- rarfan autoinmunidad y destruirfan el te- jido propio. Los péptidos propios pre- sentados en el timo son de tipo mas w versal y se expresan en todos los tipos celulares del organismo (es decir, a gran- des rasgos, los péptidos y las proteinas codificadas por los genés de manteni- miento interno, véase cap. 5, pag. 152), por lo que también se expresan en el ti- mo. Algunos péptidos y proteinas son es- pecificos de determinados érganos 0 teji- dos, por lo que sélo se expresan alli, 0 re- 426 SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO 16 Fig. 16-14. Fotomicrogra- fia de un ganglio lintati- 60, Corte coloreado con hematoxilina-eosina. x15. CAPITULO 16 Fol Cordones medulares cién se expresan en determinados perio- dos de la vida, por ejemplo, después de la pubertad. Estos péptidos propios pue- den aparecer en el torrente sangufneo y asf llegar al timo, dado que en aparien- Cia, por lo menos en Ia vida fetal, no exis- te el frono de una barrera hematotimica y posiblemente tampoco después del naci- miento (mientras que se piensa que esta barrera hematotimica proteje los timoci- tos on proceso de maduracién contra la accién de antigenos extrafos). Se cono- cen algunos ejemplos de antigenos tisu- lares que han permanecido fuera del t rrente sanguineo, por lo que existen lin- focitos T con especificidad para-estos an- tigenos propios, por ejemplo en el crista- lino del ojo. Se ha demostrado asi que la liberacién de estos péptidos puede llevar ala formacién de autoanticuerpos en de- terminados casos. Los células reticulares epiteliales pro- ducen hormonas que, en estudios experi- mentales, demostraron tener importancia para la maduracién de los timocitos y que posiblemente también tengan efectos so- bro los linfocitos T de la periferia. Son hormonas bien estudiadas de origen timi- co la alfa, timosina, la beta, timosina, la timopoyetina y la timolina, pero se des- conoce el papel que desempefia cada una de estas hormonas en el proceso de ma- duracion. Ademés, las células producan citoquinas que intervienen en la madura- cidn de los timocitos, entre ellas varias interlouquinas (p.6j., IL-1, IL-6, IL-7 e TL 15), que se ha demostrado tienen efecto estimulador sobre el crecimiento de los timocitos. Corteza profunda Vaso linfético eferente Hilo Cépsula Trabécula Una vez que los linfocitos T no compro- metidos maduros abandonan el timo, re- circulan como se describié antes por la sangre, los tojidos y Grganos linfoides so- cundarios y la linfa. Durante la permanen- cia en los ganglios linfiticos y ol bazo, los linfocitos ‘T adoptan determinadas locali- zaciones, denominadas zonas timodepen- dientes, como la corteza profunda de los ganglios linféticos y las vainas periarte- tiales del bazo (véase con mayor detalle en la siguiente seccién). También en el tracto digestivo se encuentran zonas timo- dependientes, las zonas interfoliculares de las amigdalas, el apéndice y las placas de Peyer. Hasta el presente se consideré que si los linfocitos T recirculantes no en- cuentran el antigeno correspondiente ¥, en consecuencia, no se activan, tienen una vida media relativamente corta y mueren a las 6 semanas (por muerte pro- gramada por apoptosis), pero estudios re- Cientes sugieren que es posible que tengan una vida media mas prolongada, por. lo menos en algunos casos. Ganglios linfaticos ‘Los ganglios linféticos son_pequefios Srganos aplanados con forma atrionada ‘ode haba, que se encuentran interpucstos en el transcurso de las vias linféticas. Va- rian en tamaiio desde unos pocos milime- tros hasta 2 cm, y a menudo forman gru- pos bien dofinidos que reciben la linfa de ‘determinadas regiones del organismo, por Jo que se denominan ganglios linféticos regionales. Los ganglios linfaticos son es- ‘SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES 427 Vaso lintatico aferente Seno subcapsular Seno cortical ‘Seno medular Vaso linftico = ‘aterenie: Folfculo linfatico Corteza rotunda Cordén medular Vaso linfaitico ‘aferente pecialmente abundantes en el cuello, las axilas y las ingles, ademas cle a lo largo de los grandes vasos del modiastino y el ab- domen. Los ganglios linfaticos son drganos lin- foides secundarios, todos ellos controla- dos y supervisados por los linfocitos re- circulantes, y son el sitio en el cual los linfocitos encuentran antigenos extrafios y pueden ser activados como paso inicial do la respuesta inmunolégica. Caracteristicas histolégicas de los ganglios linfaticos Un ganglio linfiitico esté rodeado de una capsuia de tejido conectivo de colé- geno denso que en su. superficie externa se contintia con el tejido conectivo cir- cundante (fig. 16-14). En uno de los bor- des se distingue una hendidura, ol hilio. donde la capsula es més gruesa. Numero- sas vias linféticas aferentes atraviesan la cépsula en distintos sitios de la superfi- cio convexa, mientras que escasas vias linféticas eferentes abandonan el ganglio linfatico por el hilio, donde ademas pe- Tejide conectivo del hilo, Vaso lintatico ‘aferente, netran los vasos sanguineos al érgano (fig. 16-15). Desde la superficie interna de la cépsula se extienden cantidades va- riables de trabéculas ramificadas de tej do conectivo denso hacia el interior del tojido linfoide. En cortes tenidos con hematoxilina- eosina (H-E), observades con escaso au- mento, se distingue una zona central, la médula, que se contintia con el tejido co- nectivo del hilio y es algo més clara y e0- sin6fila que la corteza circundante (fig. 16-14). La diferencia se debe, sobre todo, aque la médula contiene mayor cantidad de senos linféticos (véase mas adelante), mientras que en la corteza predominan los linfocitos bas6filos densamente agru- pados. En la corteza externa, mas porils- rica, Ios linfocitos forman, ademés, fol culos (nédulos), separados por tejido lin- foide interfolicular difuso, mientras que la corteza profunda (0 paracorteza) se compone de tejido linfoide difuso. La estroma de un ganglio linfatico se compone de un reticulo delicado de fibras y células reticulares, cuyas mallas estén ‘ocupadas por células libres. En los prepa- rados comunes tefidos con H-E sélo se 428 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES Fig. 16-15. Dibujo es- ‘quematioo de las carac- teristicas histologicas fundamentales de un 4ganglio lintatico. El di bul ilustra ademas las vias de pasaje de la linfa a través del ganglio {amarillo claro) CAPITULO 16 16-16. Fotomicrogr fia de la corteza de un ganglio lintético, dond se demuestra fibras reticulares me- ra red.de iante la técnica de im= [pregnacion argentica. Nétese la carencia de fi- bras en los centros germi- hativos. Tinci6n de Biels- chowsky. «165, Cépsula Casquet Zona clar Centro germinativo Zona oscura Corteza protunda ie a CAPITULO 16 Fibras reticulares Centro germinativo distinguen los grandes nticleos claros ova- les de las células reticulares del retfculo, dado que el citoplasma y las fibras apenas se adivinan como trazos eosinéfilos claros (véase fig. 16-18). Por el contrario, me- diante impregnacién argéntica se destaca el reticulo con nitidez, (fig. 16-16), con as. pecto de gruesas mallas o ausente por completo en los centros germinativos (véase més adelante) Las células libres en las mallas del reti- culo son, sobre todo, linfocitos de distin- tos tipos (véase mas adelante), pero tam- Cordén medutar ‘Senos medulares Fig. 16-18. Fotomicrografia de una seccién de la médula de un ganglio linfatico. Corte teri- do con hematoxilina-eosina, «440. bién hay macréfagos y células dendritic interdigitantes y foliculares. Los macréfa- gos se encuentran en la médula y la corte- za, mientras que las ¢élulas dendriticas interdigitantes predominan en la corteza profunda. Los macr6fagos y las oélulas Gendriticas interdigitantes expresan_ mo- Igculas de CMH clase [Len sus superficies, dado que son células presentadoras de an- tigeno profesionales (véase también cap. 8 pag. 212). Se cree que las células den- driticas interdigitantes son células de Langerhans (de la epidermis cuténea) 0 células dendriticas intersticiales (prove- nientes del tojido conective de varios ganos, p. ej. el tracto gastrointestinal) que después do haber captado el antigeno He- garon a los ganglios linfaticos regionales por las vias linfaticas aferentes. Las eélu- las dendriticas foliculares sélo se on- cuentran en los foliculos de la corteza y se caracterizan por no ser células presenta- doras de antigeno, dado que no expresan moléculas de CMH clase Il en sus superfi- cies. Sin embargo, estén especializadas Fig, 16-17. Fotomicrogratia de un foliculo lin- {atico de la corteza externa de un ganglio linfatieo. Corte coloreado con hematoxiina-eo- sina. «136. SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES 429 para fijar complejos de antigeno-anticuer- po sobre sus superficies durante periodos prolongados, meses e incluso anos, dado que expresan gran cantidad de receptores Fc en sus superticies. Al igual que en el timo, en los prepara- dos teftidos con H-E suele ser dificil dis- tinguir entre las células del reticulo (que en los ganglios linféticos son mesenqui- miticas), las células dendriticas y los ma- créfagos, dado que por lo general s6lo se distinguen los nticleos uniformes, mien- tras que el citoplasma esté casi oculto por las masas de linfocitos. Todos los tipos ce- lulares, incluso los distintos linfocitos, se pueden identificar sobre la base de de- mostraciones inmunohistoquimicas de las distintas moléculas especificas expresa- das sobre la superficie de la membrana ce- Tular. Como se mencioné en la introduccién, los foliculos linfaticos (nédulos linféticos) son agrupaciones esféricas de tofido linfoi- de. Pueden presentar caracteristicas de fox liculos primarios, compuestos por una masa uniforme de pequefos linfocitos densamente empaquetados (fig. 16-14) ubicados en estrecha relacion con un reti- culado de prolongaciones de las céhulas dendriticas foliculares. En este caso, son todos linfocitos B, sobre todo linfocitos B no comprometidos, pero también hay lin- ios B memoria. Ante la estimulacién antigénica erece el foliculo en tamaio y se ‘transforma en foliculo secundario, con un centro claro redondo u oval, el centro ger- minativo, rodeado por tejido linfoide mas, oscuro que forma una condensacién espe- cial o calota alrededor de uno de los polos del centro germinativo (fig. 16-17). En los centros germinativos totalmente desarro- Mados, este polo se distingue como una zona clara que, en el “ecuador” del centro germinativo muestra una transicién gra- dual hacia una zona oscura, orientada en direccién opuesta a la calota. La zona os cura estd cubierta por grandes linfocitos densamente empaquetados, que se ha de- mostrado son linfoblastos B activados, en proceso de proliferacién activa, ahora de- nominados centroblastos (véase con ma- yor detalle bajo histofisiologia). La zona clara contiene, sobre todo, eélulas dendri- ticas foliculares, mientras que hay menos Iinfocitos pequenos, denominados centro- citos, Estas células son casi con exclusivi- dad linfocitos B, aunque se demuestran algunos linfocitos Th. ‘También hay plas- mablastos y macréfagos, cuyo citoplasma suele contener restos nucleares de linfoci tos fagocitados. La condensacién periféri- ca de pequeios linfocitos que rodea el centro germinativo, incluso la calota, se compone de la poblacién original de pe- queiios linfocitos no estimulados del foli- Fig. 16-19. Fotomicrogratia de una seccién de la porcien superficial de la corteza de un ‘ganglio lintatice. Corte tehido con hematoxli- na-eosina, 275, culo primario, es decir, linfocitos B no comprometidos y linfocitos B_ memoria desplazados por la expansién del centro germinativo, Asi, los foliculos linfoides primarios y secundarios conforman la zona, depen- diente de la médula del ganglio linfatico, dado que son asiento de los linfocitos B (como se mencion6, hay escasos linfocitos ‘T, mientras que se observan pocos linfoci- tos Ben la corteza profunda, véase con mayor detalle bajo. histofisiologfa). Asf, hay total ausencia de foliculos primarios y secundarios en la cortoza de los ganglios linfaticos de niftos que padecen defectos de linfocitos B. La formacién de centros germinativos con transformacién de foli- culos primarios en secundarios sdlo tiene lugar después de la estimulacion antige- nnica (ya sea ante la primera aparicién del antigeno o después, ante una respuesta in- munolégica secundaria), por lo que no se observan en el periodo inmediato poste- rior al nacimiento. El resto de la corteza, es decir, la corteza profunda representa la zona dependiente del timo, sitio de loca- lizact6n de los linfocitos T en el ganglio linfatico En la médula, el tejido linfoide presen- ta condensaciones con forma de cordones, los cordones medulares, separacos de los senos linféticos medulares (figs. 16-15 y 16-18). Los cordones medulares estén ra- mificados y contienen pequenos linfo tos, eélulas plasméticas maduras ¢ inma- duras y gran cantidad de macréfagos. 430. SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO 16 Fig. 16-20. Imagen obte- ‘con microscopio electronico de barrido de la luz del seno subcap- sular do un ganglio lin- {fatico. Se distinguen con laridad las prolongacio- nes de las células reticu- lares cruzando la luz sinu- sal. x840. (Segin Fujita, Miyoshi y Murakami.) Fig. 16-21. Fotomicrogra- fia de una vénula posea- pllar (vénula de endote- lio alto, HEV) de la cone- za profunda de un ganglio linfatico. Nétese el endo- tlio cubico. Corte colo- reado con hematoxilina- eosina. 860, CAPITULO 16 Capguia Células reticulares Senos linfaticos Las vias linféticas perforan la capsula y se abren en un gran seno subcapsular (figs. 16-15 y 16-19), espacio aplanado en- tro la cépsula y la corteza. Las valvas de Jos vasos aferentes se abren hacia el seno subcapsular, mientras que las valvas de las vias linfaticas eferentes, que abando- nan el ganglio a través del hilio, se abren en direccién opuesta. En consecuencia, el flujo linfatico a través del ganglio siempre tiene la misma direccién. Desde el seno subcapsular transcurren senos corticales hacia el interior del gan- alio, por pasaje entro los foliculos linfat Cos a lo largo de las trabéculas. En la mé- dula se contintan en los senos medula- res, que separan los cordones medulares. Los senos medulares son mds grandes, més irregulares y mas numerosos que los corticales, lo que confiere a la médula el aspecto eosinofilo mas claro. En el hilio, os senos medulares se contintian en las Endotelio edibico _Venula poscapliar (HEV) vias linféticas eferentes, que abandonan el ganglio linfético al atravesar el tejido co- nectivo del hilio. La pared sinusal esté recubierta por cé- lulas aplanadas. cuya identidad se discu- te, pero que en la actualidad por lo gene- ral se consideran como una forma de cé- lulas endoteliales, a veces denominadas eélulas simil endoteliales. No. existen complejos de contacto entre las células, y las prolongaciones de los macréfagos, concentrados en gran cantidad alrededor de los senos, pasan a la luz, que también presenta entrecruzamientos de numero- sas prolongaciones de las células reticu- ares que forman una vaina alrededor de Jas fibras reticulares (figs. 16-18 y 16-19). de los senos se destaca en La luz irregul forma caracter copia electrénica de barrido (fig. 16-20). No hay lémina basal, pero la pared sinu- sal adquiere rigicez: por la presencia de una condensacién del reticulo, que se continia con el reticulo del parénquima linfoide circundante. Ademés, las fibras roticulares se contintian. directamente con el esqueleto ce colageno de la capsu- la-y las trabéculas, por Io que se mantie- ne el reticulo. La pared sinusal es atravesada sin in- convenientes por los componentes de la linfa, y las células migrantes la cruzan constantemente en su camino a través de Ja linfa y el parénquima sinusales. Irrigacion sanguinea Las arterias ingresan por el hilio y e ten ramificaciones arteriolares que trans- curren por las trabéculas. Pronto las aban- donan y pasan a los cordones medulares, que son irrigados por capilares. Algunas de las arteriolas contintian por los cordo- nes hasta la corteza, donde forman una red capilar, y luego corren vénulas posca- pilares de regreso a través de la corteza profunda hasta los cordones medulares, donde se unen para formar vénulas algo més grandes, que acompaiian a las ramifi- caciones arteriolares hacia el exterior del ganglio linfatico. Las vénulas poscapilares de la corteza profunda poseen un endotelio cuibico a cilindrico (fig. 16-21, véaso también fig. 16-4), por lo que son vénulas de endotelio alto (HEV). Como se mencioné en la intro- duccién de este capitulo, los pequeftos linfocitos recirculantes pasan de la sangre al parénquima del ganglio linfético a tra- vés de la pared de estas vénulas poscapi- lares de endotelio alto. Son linfocitos Ty B (no comprometidos, pero posiblemente también algunos linfocitos memoria); los linfocitos T permanecen en la corteza pro- funda, mientras que los linfocitos B mi- SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 434 gran a los foliculos primarios de la corte- za externa, Durante su permanencia en el ganglio linfatico. los linfocitos se fijan (mediante moléculas de adhosién celular) fa las células presentadoras de antigeno que encuentran en su camino, dado que 3n en ellos el antigeno extraiio que el {hifoc ileus patna onesie dee varse. Los linfocitos B buscan los antige~ nos unidos a la superficie de las células dendriticas foliculares, porque los linfoci- tos B no requieren de la presentacién del antigeno para reaccionar con él. Si el lin- focito encuentra su antigeno especifico permanece en el ganglio linféitico, puesto que se inicia una respuesta inmunolégica (véase con mayor detalle bajo histofisiolo- gia). Por el contrario, si los linfocitos no encuentran su antigeno especifico (Io que ‘ocurre para la gran mayoria de los linfoci- tos recirculantes, dado que como se men- cion6 antes, s6lo uno de alrededor de 10° de Los linfocitos es especifico para un an- tigeno determinado), tanto los linfocitos T como los B abandonan el ganglio linfético por las vias linféticas eferentes después de un perfodo de unas 12 horas. Se desco- noce el mecanismo por el cual los linfoc’ tos se localizan en las dos zonas mencio- nadas, pero es posible que tengan impor- tancia los distintos tipos de eélulas den- driticas. También puede desempenar un papel la diferencia de los tipos de molécu- Jas de adhesion sobre la superficie de los linfocitos Ty B. Histofisiologia Filtracion y fagocitosis Los ganglios linféticos ejercen una ac- ci6n filtrante sobre la linfa que los atravie- sa. La linfa fluye a escasa velocidad a tra- vvés de los sonos y los filamentos reticula- res que los cruzan actian como filtro me- cénico, que detiene o disminuye la vel dad de paso de microorganismos infeccio- sos y otras células. De este modo, éstos son presa fécil para la fagocitosis por los mactéfagos. Mediante la filtracién, los ‘ganglios linféticos pueden retener més del 90% de los antfgenos que ingresan por las vias: linféticas aferentes. La linfa suele atravesar por lo menos dos ganglios linfé- ticos en su camino desde los tejidos hacia la sangre. De este modo, en condiciones normales, los ganglios linfaticos eliminan bacterias y-particulas de tamaio equiva- Iente que se encuentran en la linfa circu- lante, En consecuencia, ante una infec- cién aguda se produce tna répida dilata- cién de los senos de los ganglios linfaticos de dranaje, con ingreso de gramnlocitos neutréfilos desde los vasos sanguineos, en especial de la médula, Estas eélulas fago- citan con gran efectividad las bacterias de Ja linfa ¢ inerementan en muy alto grado Ja capacidad de los ganglios linkiticos pa- Hiatal cidn al torrente sanguineo. Si la infeccion no se combate con rapidez, aumenta nota- blemente la cantidad de mactéfagos en ol ganglio linfatico. Los ganglios linfaticos s6lo_ retienen parte de las células cancerosas transporta- das por la linfa. Si estas células pasan al istema linfético pueden difundir al orga- nismo por el torrente sanguineo, proceso denominado metastasis (gr. metastasis, mudanza) filtrante de los ganglios lin ticos en enfermedades infecciosas y ma- lignas a menudo causa aumento de su ta- maiio e incluso de sensibilidad. En conse- cuencia, la btisqueda de ganglios linféti- cos aumentados de tamano y dolorosos es un importante eslabén en el diagnéstico clinico y, especialmente en las enfermeda- des malignas, tiene gran valor al evaluar el pronéstico (gr. prognosis) Funciones inmunolégicas Si la linfa que ingresa por las vias lin! ticas aferentes al ganglio linfético contie- ne un antigeno extraio (ya sea libre o uni do a células prosentadoras de antigeno) que aparece por primera vez en el organis- mo, se prodiice una respuesta inmunolé- gica primaria en el ganglio linfético. El antigeno es retenido en el ganglio al sor captado y presentado por células dendri- ticas interdigitantes y macr6fagos, y por fijacién a la superficie de las células den- Ariticas foliculares; debido al encuentro con los linfocitos no comprometidos re- circulantes con receptores especificos pa- ra el antigeno, los linfocitos no compro- metidos se activan y se inicia la respuesta inmunolégica, Esta respuesta siempre se inicia con la activacién de linfocitos Th no comprometidos de la corteza profunda (la zona dopendiente del timo), que unas 48 horas después de la activacion aumen- tan de tamaio y se desarrollan a linfoblas- tos que sulren varias divisiones (véanse los detalles de la activacién en secciones anteriores de este cap., pag. 413). Asi, des pués de cinco dias se observa gran canti- dad de linfoblastos en la corteza profi da, que entonces se diferencian a linfo tos Th efectores y memoria, por lo que también se encuentra gran cantidad de pe- queiios linfocitos en la corteza profunda. Si el antigeno extrano es intracelular, 1o ‘cual ocurre con frecuencia, por ejemplo con virus, también se infectan las células dendriticas, que presentan el virus rela- cionado con moléculas de CMH clase I_y 432. SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES CAPITULO 16 CAPITULO 16 asf inician la activacion de los linfocitos Te. Con la ayuda de los linfocitos Th (de tipo TH,). se activan por completo los lin- focitos T¢ y se tranforman en linfoblastos proliferantes. Las células formadas se di- forencian en linfocitos citotéxicos efecto- res (CTL) y linfocitos Te memoria, quo re- presentan parte de la cantidad incremen- tada de pequeftos linfocitos en la corteza profunda. Las células efectoras formadas abandonan en gran mimero el ganglio lin- fatico y, dado que la diforenciacion modi- fica la expresion de las moléculas de ad- hosién, las eélulas se ubican en las zonas inflamadas (véase recirculacién en la in- troduccién de este capitulo) donde co- mienzan a combatir el antigeno. Al mismo tiempo que ocurre esta parte colular de la respuesta inmunologica en el ganglio linfético, casi siempre también tiene lugar répidamente después de la ac- tivaci6n de los linfocitos Th una activa- cién de los linfocitos B no comprometi- dos, con el consiguiente inicio de una res- puesta inmunoldgica humoral. La primera faso de esta respuesta también comionza en la corteza profunda, dado que linfoci- tos B no comprometidos alli ubicados, con receptores especificos para el antige- no en cuestién reaccionan con él (cabe re- cordar que los linfocitos B pueden reco- nocer el antigeno solo, sin su_presenta- cién unida a una molécula de CME). Los Iinfocitos B no comprometidos son recli- tados por migracién desde los folfculos primarios en la corteza hacia la corteza profunda o por pasaje a través de la pared de las vénulas poscapilares de endotelio alto. Después de unirse al antigeno, los linfocitos B no comprometidos lo captan por endocitosis mediada por receptor y lo presentan a los linfocitos Th activados (de tipo Th,) 0 a linfocitos Th no comprome- tidos que asf se activan por presentacion del antigeno. En ambos casos, ol conjuga- do de linfocitos T y B con contacto fisico entre sf conduce a la activaciGn del linfo~ cito B como consecuencia de la funci6a au- xiliar del linfocito Th, por lo que el linfoci- to B se diferencia a linfoblasto v sufre pro- liferacién durante los siguientes 4-5 dias. De este modo se generan pequeftos focos en la corteza profunda, y las células plas- maticas que alli se forman secretan anti- cuerpos (IgM e IgG) que llegan al torrente sanguineo con Ia linfa eferente, Durante la respuesta inmunolégica primaria la ma- yor parte del anticuerpo formado por las ‘células plasmaticas proviene de estos fo- cos. Gradualmente tiene lugar la migra- cion de las eélulas plasméticas hacia la médula, donde se ubican en los cordones medulares. Pocos dias después de la formacién de los pequeitos focos en la corteza produn- da, una pequena cantidad de los linfooi- tos B y Th activados abandona los peque- fos focos primarios y migra a los foltculos primarios de la corteza externa. Tras la activacién total de los linfocitos B, con formacién de un conjugado con los linfo- citos Th, los linfocitos B se transforman en linfoblastos, que comienzan a sufrir muy activa proliferacién en la porcién central del folfculo primario. Estos linfo- blastos también so denominan centroblas- tos, y su proliferacion causa proliferacion de tin centro germinativo en el foliculo, que asi se transforma en un foliculo se- cundario. En este proceso, los linfocitos T originales, no activados (no especificos para el antigeno en cuestién), son empuja- dos hacia la periferia del folfculo, donde conforman la condensaci6n periférica que incluye a la calota. Los centroblastos en proceso de proliferacion se desplazan en forma gradual hacia una mitad del centro germinativo, donde generan la zona oscu- Ta, mientras que gran ntimero de peque- fios linfocitos originados como sucesores de las células en proceso de proliferacién, y denominados centrocitos, migran hacia a mitad contraria del centro germinativo, donde, junto con numerosas células den- driticas foliculares alli presentes, forman la zona clara. Durante la proliferaci6n, los centroblas- tos sufren hipermutacién somética con maduracién por afinidad (véase p. 420), por lo que los centrocitos generados ad- quieren diferente afinidad por el antigeno ingresante (si bien todos son espectficos para ese antigeno, también tienen distinta capacidad de union). A continuacién, en la zona clara tiene lugar una seleccién, da~ do que los centrocitos reaccionan con el antigeno unido a la superficie de las célu- las dendriticas, y todos los centrocitos sin capacidad de unirse al antigeno 0 con ba ja afinidad por 6! son descartados y sufren muerte por apoptosis, para después ser fa- gocitados por los macréfagos. Sélo una Cantidad menor de los centrocitos con ele- vada afinidad por el antigeno son selec- cionados para proseguir la diferenciacién, con formacién de linfocitos B memoria y plasmablastos. Algunos linfocitos B me- moria permanecen en el foliculo y pasan a formar parte de la condensacién periféri- ca que incluye la calota, pero el resto abandona el ganglio linfético por las vias linféticas eferentes y recirculan. Los plas- mablastos migran hacia la médula, donde se diferencian en células plasméticas y'se ubican en los cordones medulares. Una vez. seleccionados los centrocitos con clevada afinidad para su. diferencia- cién, pueden sufrir variacién de clase, por lo que la cadena pesada varia de un isotipo otro, mientras que la porcién variable SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 433 permanece sin modificaciones, es decir, no se modifica la ospecifieidad por el antigono (véase pag. 418). Por ejemplo, de este mo- do una molécula de IgM se puede transfor- mar en una molécula de IgGcon la misma especificidad. La variacién de clase depen- de del medio en que tiene lugar la prolife- racién, y ast las e¢hulas plasmaticas origi- nadas en los ganglios intestinales casi to- das producirén Ig, mientras que las eélu- las plasméticas generadas, por ejemplo, en el bazo, casi exclusivamente producen IgG. Es tipico que los centros germinativos comiencen a aparecer alrededor de una semana después de la exposicion al anti- ‘eno, y experimentos han demostrado que {dos fos linfocitoe B:devedda centro gen. minativo se originan a partir de una tini- ca célula 0 de unos pocos linfocitos B.ac- tivados, y todos son especificos para el mismo antigeno. Una vez. interrumpido el estimulo anti- g6nico, por ejemplo por eliminacién de la infecci6n, involucionan los centros germi nativos y los linfocitos B parecen sufrir muerte celular programada. Durante la respuesta inmunolégica se observa un notable incremento de la cor- teza profunda, al mismo tiempo que se forman los centros germinativos, por lo que aumentan de tamano los foliculos y, en consecuencia, todo el ganglio linfatico. El grado de modificacién de las cortezas profunda y externa depende del tipo de estimulacidn. antigénica y la reaccién es mis notable en Ia corteza profunda en una respuesta inmunol6gica a predominio co- lular (donde dominan los linfocitos T en proceso de proliferacién), por ejemplo de- bido a un trasplante de piel genéticamen- te incompatible. El aumento de tamano del ganglio lin tico también se debe a que la estimulacion antigénica incrementa la intensidad de la recirculacién, por lo que es mayor la can- tidad de linfocitos que atraviesan el gan- glio linfético desde el torrente sanguineo, con mayor probabilidad de que lo encuen- tren los linfocitos no comprometidos es- pecificos para el antigeno. Asi, durante la respuesta inmunoldgica, on la linfa efe- rente se detectan anticuerpos secretados por las células plasmaticas generadas en el ganglio linfatico y también se observa gran cantidad de linfocitos, como conse- cuencia de la mayor circulacién y de la formacién de nuevos linfocitos por los procesos proliferativos durante la. res- puesta inmunolégica. ‘Ante_una Tespuesta inmunolégica se- ‘cundaria por un nuevo ingreso al organis- mo del mismo antigeno extrafio que de- sencadend la reaccion inmunolégica pri- maria, se observan los mismos procesos antes decritos, pero mucho mas répidos y ‘parle superior del abdomer mds intensos. Gomo se vio antes, esto se debe a que existe un gran clon de linfoci tos T y B memoria especificos para el anti geno en cuestion ya que es mas facil acti- var los linfocitos memoria. No obstante, es muy importante que ya existan anticuer- pos circulantes con elevada afinidad por el antigeno, por lo que grandes cantidades de complejo antigeno-anticuerpo Ilegan hasta los ganglios linféticos regionales con la linfa aferente. Allf se unen con la super- ficie de las prolongaciones de las células dendriticas foliculares donde son reteni- dos durante periodos prolongados, hasta afios. En consecuencia, tiene lugar una ac tivacién notable de los linfocitos B, por lo que las células dendriticas foliculares, cu- yas prolongaciones presentan engrosa- mientos como cadenas de perlas, liberan Jas “perlas” como estructuras. limitadas por membrana densamente cubiertas por Complejos de antigeno-anticuerpo en la superficie. Estas estructuras, denominadas iccosomas son captadas por los linfocitos B por endocitosis mediada por receptores después de la unién del antigeno, ubicado sobre la superficie del iccosoma, con los receptores de superficie del linfocito B. ‘Ademés, es caracteristico de la respuesta inmunolégica secundaria (y una posible terciaria, y las posteriores) que la mayor parte de la gran cantidad de plasmablastos que ahora se forman abandonen el ganglio linfético y se ubiquen en la médula ésea, donde se diferencian en células plasmati- cas secretoras de anticuerpo. Asi se de mostr6 que hasta el 90% de las moléi de anticuerpo producidas por inmu ciones repetidas provienen de estas célu- las plasméticas en la médula 6sea, Bazo El bazo (lat. lien; gr. splen) osun drga- 6 li i ocalizado en 1a por debajo de la cipula diafragmatica izquierda. El peso es muy variable, en un adulto es de 150 a 200 g, con un tamaito de alrededor de 4 x 8x 12cm. AL igual que los ganglios linféticos, el azo tiene earacteristicas de filtro comple- jo, pero esté interpuesto en el torrente sanguineo. El bazo elimina de la s: lulas sanguine jadas y las p xtrafias, y es asiento de Tas reacci nes inmunoldgicas frente a antigenos transportados por la sangre. Estos antige- nos son captados por células presentado- ras de antigeno y se fijan a la superficie de células dendriticas foliculares, por lo que sou qetonidas, del mlaniortaodeguiaslos ant{genos que ingresan con la linfa son re- tenidos en los ganglios linféticos. 434 SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO Fig. 16-22. Fotomicrogra- ‘ia de una seccion del ba- ‘zo. Corte coloreado con hematoxilina-eosina. x30. CAPITULO 16 Caracteristicas histolégicas del bazo EL bazo esta rodeado por una jido de. no (fig. T6-22) en la que ademés se distingue escasa musculatura lisa. Desde la cépsula oe numorosas trabculas ce te: ii vo denso parénquima, al que confieren rigidez, y que asi se divide en gran cantidad de sec- ciones comiunicadas entre si. En la por- cidn de la superficie medial orientada ha- cia el est6mago se encuentra una hendi- dura alergada, el hilio, donde la capsula Pulpa blanca ‘Arteria central Pulpa roja Sinusoides ‘esplénicos. Cordondes: ‘esplénicos festa muy engrosada. A través del hilio pe- netran al 6rgano vasos sanguineos, vias linféticas y nervios. * EL (ima se denomina pulpa del bazo (at: pupa, denomina la poreién gray sa 0 camosa del organismo, pero en anato- mia se aplica al parénquima blando). Me- diante un corte transversal de un bazo fres- co se distingue la mayor parte de la pulpa Como tna masa blanda, de color rojo'0s 10, la pulpa roja, por su histologia com- puesta por grandes vasos sanguinoos irre- gulares de paredes delgadas, los sinusoides ‘esplénicos, separados por placas 0 cordo- SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 435 jlares ala c Zona marginal Pulpa blanca Avteria central ‘Arteria central con vvaina periarterial Vena trabecular Ateria trabecular nes tisulares, los cordones esplénicos. El color rojo se debe a la gran cantidad de eri- trocitos que hay en los sinusoides y en los cordones esplénicos. Dispersas en la pulpa se observan pequefias zonas ovales 0 Te- dondeadas de color gris blanquecino de al- redecor de 1 mm de diémetzo, la pulpa blanca (también denominada corpiisculos esplénicos de Malpighi), compuesta por te- jido linfoide difuso y folicular. Cireulacién del bazo 61 bazo recibe sangre arterial por teria esplénica que penetra por el hilio, ¥ ‘que poco antes se divide en varias ramas esplénicas que penetran en las trabéculas como arterias trabeculares (fig. 16-23) Estas arterias contintian en la pulpa blan- ca, donde se denominan arterias centra- les, y cuyas ramificaciones casi todas ter- minan en la zona marginal entre las pul- pas roja y blanca. El tronco principal con- tintia hasta la pulpa blanca, donde la san- gre pasa a los sinusoides esplénicos, que se vacian en las venas de la pulpa, que pasan a las trabéculas como venas trabe- culares. Estas forman la vena esplénica en el hilio, que abandona el bazo. En el hombre s6lo se encuentran vias linfétieas en la c4psula y en las trabécu- las. Dado que el bazo esta interpuesto en el torrente sanguineo, sdlo posee vias lin- faticas eferentes, al igual que todos los de- mis drganos, salvo los ganglios linféticos. Arteria penicilada cepts str peau el Capilarantoril que eo Vabiacn'un suse (Grediacién “cerada Pulpa blanca La pulpa blanca esté compuesta por te- jido linfoide quo, bajo la forma de vainas linfoides periarteriales (VLP) rodean los vvasos arteriales desde que abandonan las trabéculas y casi hasta la formacion de los capilares (figs. 16-22 y 16-23). Las vainas son cilindricas y la denominaci6n arteria central se debe a la ubicaci6n casi central de este vaso en las vainas cilindricas. Las Fig. 16-24. Fotomicrogratia de una arteria ‘central de la pulpa blanca del bazo. Corte co- loreado con hematoxilina-eosina. x110. 436. SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES Fig. 16-23. Dibujo esque- rmatico de la eirculacion ‘sanguinea esplénica. (Seguin Ham.) Arteria central Fall tno (compa de Malpighi) CAPITULO isculo.espiénico, 16 Fig. 16-25. Fotomicrogra- fia de una arteria penicl- ada de Ia pulpa roja de! 'bazo. Corte coloreado con hematoxiina-eosina 440, Fig. 18-26. Dibujo esque- ‘matico que muestra en tres dimensiones las ca- ractoristicas ultraestruc- turales de un sinusoide ‘esplénico humano. Né- tense las grandes fenes- traciones semejantes a ci- ssuras en la membrana basal y la carencia de ‘complejos de union de las Ccélulas endoteliales, por Jo que se observan nume- rosas células sanguineas ‘travesando la pared si- fnusal. (Segdn Chen y Weiss.) CAPITULO 16 Arteria penicilada Cordén esplénico vainas linfoides corresponden a la adven- ticia de otros vasos arteriales. Al igual que en los ganglios linféticos, ef reticulo se compone de células y fibras reticulares. Las células libres son en su mayor parte pequeiios linfocitos, pero también hay nu- merosos macréfagos y células dendriticas interdigitantes. La estructura recuerda a la corteza profunda de los ganglios linféticos ¥1a mayor parte do los linfocits pertene- cen al pool recirculante de linfocitos T. Las vainas periarteriales representan asi Ia zona dependiente del timo en el bazo. En su mayor parte, las células son linfoci- tos Th, y el resto son linfocitos To. A lo largo de las vainas linfoides a menudo se observan ensanchamientos como folicu los linféticos, ya sean primarios 0 secun- darios (frecuentes) que contienen centros germinativos. Desde el punto de vista ma- croscépico, los folfculos linfaticos se ob- servan como las zonas gris blanquecinas redondeadas de pulpa blanca. A menudo, los foliculos desplazan a las arterias cen- trales hacia una posicién excéntrica en la vaina periarterial. Los folfculos primario y secundario contienen en su mayor parte Iinfocitos B y tienen la misma estructura y composici6n celular que los ganglios lin- féticos ya descritos (asf también conti nen células dendriticas foliculares). Re- presentan, en consecuencia, la zona de- pendiente de la médula ésea en el bazo. Por su parte més externa, la pulpa blanca limita contra la pulpa roja a través de una zona de transicién, la zona marginal; donde las células estén menos empaque- tadas. La zona marginal es rica en linfoci- tos B y también se encuentran abundantes células dendriticas interdigitantes, En realidad, la arteria central es una ar- teriola con un pared con 1-2 capas de o6- Tulas musculares lisas (fig. 16-24), que emite numerosas ramas radiales que ‘transcurren hacia la periferia de la pulpa Dlanca. Algunas de las ramas irrigan la Lamina basal SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 437 pulpa blanca, pero la mayoria corren ha- cia la zona marginal. Por wiltimo, algunas de las ramas abandonan por completo la pulpa blanca y terminan en la pulpa roja. Incluso el tronco principal de la arteria central se divide como en un pincel antes © después de llegar a la eas roja (véase més adelante). Pulpa roja~ am oh La mayor parte de la pulpa roja esté compuesta por los sinusoides, separados por cordones esplénicos. [Los cordones esplénicos son cordones coherentes o placas de tejido que ocupan. el espacio entre los sinusoides (fig. 16-25). Conforman una masa tisular semejante a una esponja, donde los espacios estan for- mados por los sinusoides. Los cordones estén compuestos por un reticulo de fi- bras y células reticulares, en cuyas mallas se encuentran todos los tipos de células sanguineas, dado que la mayor parte de Jos vasos arteriales se vacian en los cordo- nes (véase més adelante). También hay gran cantidad de macréfagos y células plasmati ‘Los sinusoides esplénicos se pueden considerar como una forma modificada de, capilares de gran didmetro, hasta de unos 50 um (fig. 16-25), compuestos por e¢lulas endoteliales alargadas con extremos ahu- sados Pareles al eje longitudinal del si- nusoide (fig 16-26), En leona transver- sal de un sinusoide aparecen las células endoteliales con forma redondeada o casi ctibiea. Las células endoteliales estén en Contacto entre s{'a través de las suport cies laterales, pero casi no hay complejos de contacto, dado que sdlo se encuentran escasos contactos de oclusién pequefios Correspondientes a los extremos afilados de las células, En consecuencia, la pared sinusal es atravesada con facilidad por los elementos figurados de la sangre, que pa- san entre las células endoteliales. Estas Céluls posoan un cltowequelta ian do- sarrollado que les confiere rigidez, pero que quizé también permita que las células varien su forma, lo cual resulta en modifi- caciones del tamafo de las hendiduras in- tercelulares. Alrededor del endotelio se encuentra una Idmina basal con grandes fenestra- Giones como hendiduras, dispuostas con regularidad, por lo que la lémina basal (en humanos) casi adquiore caracioristices de banda circular de 1 um de diémetro, sepa- rada por fisuras de hasta 5 pm de ancho (fig. 16-26). Las bandas circulares se unen mediante escasos filamentos delgados longitudinales, pero las células y las si tancias particuladas atraviesan con fac dad las fenestraciones y Hegan asf a los si- Capilar envainado nusoides de los cordones esplénicos. En algunos casos, las hendiduras entre las bandas circulares tienen apenas 0,5 um de ancho, por lo que los eritrocitos deben ex- hibir flexibilidad maxima para pasar por esas hendiduras angostas. Los eritrocitos anormales 0 “envejecidos” y desgastados son mas rigidos que los normales, por 1o que se pueden lesionar o destruir en los cordones esplénicos, donde son fagocita- dos por los macréfagos (véase con mayor detalle bajo histofisiologia). Circulacién intermedia del bazo Se entiende por circulacién intermedia del bazo el pasaje de la sangre desde las arteriolas (arterias centrales} hasta las v nulas (las venas menores de la pulpa). Ha sido objeto de controversia, y atin se dis- cute su presencia, en parte débido a las di- ficultades técnicas para determinar la cir- culacién y en parte por las grandes varia- ciones entre especies. Los nuevos mét dos de investigacién que utilizan med ciones de la velocidad de flujo y micros- copia electrénica de barrido de modelos de perfusién obtenidos de bazos humanos normales frescos han arrojado mayor cla- ridad al brindar informacién mas nueva y segura, que se intentaré integrar a conti- nuacién. Como se vio al estudiar la pulpa blanca, la arteria central emite durante su trans- curso numerosas ramas radiales hacia la pulpa blanca, para por tiltimo, justo antos © después de ingresar en la pulpa roja, di- vidirse en varias ramas terminales delga- das de transcurso recto, que irradian des- de un punto de ramificacion comin. Se denominan arterias peniciladas, debido a esta disposicién de ramificacién especial. Poseen endotelio casi ciibico y una tinica 438. SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES Fig, 1627, Fotomiropra fia de un capilar enval- nado o “elipsoide” en la pbulpa roja del bazo. Corte oloreado con hematoxi nna-eosina. x440. CAPITULO 16 CAPITULO capa de musculatura lisa (fig. 16-25). Cada pincel se divide on gran cantidad de capi- lares arteriales dle endotelio bastante alto, que pueden estar rodeados por una vaina elipsoide de macréfagos y fibras reticula- res, denominada elipsoide. Los capilares con elipsoide circundante se denominan capilares envainados (fig. 18-27). La ma- vor parte de los capilares arteriales se va- ‘cian en los cordones de la pulpa roja, co- ‘mo un “embudo abjerto”, mientras que al- gunos contintian a los sinusoides, Bl va~ -ciamiento directo de la sangre de los .capi- lares arteriales a la pulpa roja se denomi- cna “circulacién_abiertaf, mientras que (como es normal en otros sitios del orga- nismo),\la continuacién.de-los-capilares arteriales en los sinusoides se denomina “circulacién cerrada” (fig. 16-23). Las ramas de la arteria central se emi- ten en sentido radial, y algunas forman tuna red capilar que irriga la pulpa blanca, incluso los foliculos, pero la mayorfa transcurre hacia la zona marginal, donde forma la red capilar. Los capilares de la pulpa blanca y la zona marginal se vacfan en el seno marginal localizado entre la pulpa blanca y la zona marginal més peri- erica, El espesor del seno marginal es de s6lo 5-10 uum, por lo que tiene caracteristi- cas de espacio de hendidura, recubierto por endotelio. La pared es discontinua ha- cia la zona marginal, dado que las oélulas sanguineas, incluso los eritrocitos, son ca- paces de atravesar la pared externa y pa- sara la zona marginal. El scno marginal es dificil de distinguir en los preparados his- tologicos comunes. La sangre del seno marginal pasa, en su mayor parte, directa- menie a la pulpa roja e ingresa asf a la ci culacién abierta, pero una porcién menor se vacia en el seno cavernoso perimargi nal, compuesto por espacios vasculares comunicantes aplanados, con caracteristi as similares a las del seno marginal, que se ubican justo por fuera de la zona mar- ginal. La sangre del seno cavernoso peri- marginal se vacia en los sinusoides de la pulpa roja, es decir, on Ia circulacién ce- rrada. Se ha demostrado que alrededor del ‘90% de la sangre que atraviesa el bazo por unidad de tiempo pasa por la circulacién cerrada, donde el periodo de trinsito os del orden de unos 2 minutos. No obstan- te, como se vio antes, gran parte de los pilares arteriales terminan en la circula- cién abierta y la mayorfa de la sangre que, en determinado momento se encuentra en el bazo, pertenece a este pool que lenta- mente filtra a través de la pulpa roja para pasar a los sinusoides. En este caso, el smpo de pasajo es de 30 a 60 minutos y es aqui donde el bazo ojerce sus funciones filtrantes, con captacién de eritrocitos de- teriorados, como se mencioné antes. Por Ailtimo, los vasos de la zona marginal, s0- bre todo el seno marginal, es sitio de mi- gracién. de los linfocitos recirculantes, donde los linfocitos T migran hacia las vainas perilinfoides, mientras que los lin- focitos B migran hacia los foliculos prima- rios en la periferia de las vainas. Después de una permanencia de unas 5 horas, abandonan el bazo. También antigeno ex- traios transportados por el torrente san- guineo, por ejemplo, bacterias, atraviesan Tas paredes de los vasos de la zona margi- nal, por lo que las eélulas dendriticas in- terdigitantes alli ubicadas pueden captar el antigeno y presentarlo a los linfocitos Th no comprometidos recirculantes en la vaina periarterial, por donae se desplazan las células dendriticas. Histogénesis EL primer signo de primordia de bazo aparece como un pequeiio engrosamiento dol mosénquima del mesogastrio dorsal del feto humano de cinco semanas. Du- ante el crecimiento posterior se diferen- cian las células mesenquiméticas y for- man el reticulo de las pulpas blanca y ro- ja, mientras que los linfocitos en parte tie- nen origen en el timo (linfocitos T) y en parte se originan en la médula sea (linfo- Citos B); esto tiltimo también vale para los macréfagos.y las células dendriticas. El primordio del bazo pronto recibe una rica Inigacién sanguinea y alrededor de la quinta semana de vida fetal ya se distin: guen con claridad las vainas linfoides pe- riarteriales, mientras que los sinusoides recién se detectan més tarde. Los foliculos secundarios sélo aparecen después del nacimiento, en relacién con la exposicién a antigenos extrafios (véase con mayor de- talle bajo histofisiologta). ‘Como se vio en el capitulo 10, el bazo fetal es hemopoyético (sobre todo eritro- poyético) durante un periodo en el segun- do trimestre del embarazo, No obstante, la actividad hemopoyética disminuye des- pués del quinto mes de vida fetal y des- pués del nacimiento s6lo tiene lugar la formacién de linfocitos. En casos patol6- aicos, por ejemplo leucemias, el bazo nue- vamente puede adquirir capacidad hemo- poyética, condicién denominada meta- plasia mieloide. En mamiferos es escasa la capacidad regenerativa del bazo después de una le- sidn local. Las ramas esplénicas de la arte- ria esplénica poseen caracteristicas de ar- terias terminales por su fisiologia v el cie- rre de una rama mayor causa infarto, que cura con formacién de cicatriz: de tejido conectivo. SISTEMA INMUNOLOGICO, ¥ TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 439 A menudo se forman bazos secunda- ios capaces de hipertrofiarse (en forma compensatoria) hasta cierto punto si se extirpa el bazo. Histofisiologia Funcién filtrante La base de la funcién filtrante del bazo es el pasaje de gran parte de la sangre a través de las mallas del reticulo de Ja pul- ‘pa roja, por lo que los elementos figura- dos y el plasma entran en intimo contacto con los macréfagos allf ubicados, al mis- mo tiempo que disminuye la velocidad de Asi, ol bazo elimina sustancias particu- Iadas de la sangre. Si, por ejemplo, se in- yectan por via endovenosa particulas de carbén 6 macromoléculas extrafias, éstas son eliminadas répidamente del torrente sanguineo por el bazo, dado que el mate- rial es fagocitado por los macréfagos de la Eefisinetan othe peas Sie ‘También son filtradas células en el ba- 20. Asi, los macréfagos esplénicos pueden climinar bacterias de la sangre por fagor tosis, y las bacteriemias (presencia de bac- terias en la sangre circulante), complica- ciones de ciertas infecciones que ponen en peligro la vida humana, son més fre- cuentes después de la esplenectomia (ex- tinpacién del bazo), en especial si ésta se realiza en Ja infancia. Los eritrocitos que se encuentran en las tiltimas etapas de su ciclo vital o estin deteriorados son reteni- dos en los cordones esplénicos y fagocita- dos por los macréfagos. En estas células se separa el hierro que, unido a la proteina plasmética transferrina, es transportado hacia la médula 6sea, donde se reutiliza para nuevos eritrocitos. Parte del hierro es almacenado en los macréfagos como ferri- tina o hemosiderina, de facil acceso para el transporte a la médula ésea cuando se requiera. La porcién hemo es degradada por los macrofagos a bilirrubina que os transportada al higado, unida a la albtimi- na plasmatica. En las células hepaticas es transformada en glucurénido de bilirrubi- na que se elimina con la bil Durante el pasaje a través de la pared del sinusoide, ésta ejerce también la fun- cién de “descarozado” (ing. “petting function”), por la cual los restos de mi- cloos celulares o mitocondrias, demasiado rigidos para ser deformados, son elimina- dos junto con una pequefa porcién del eritrocito durante el pasaje a través de las muy estrechas hendiduras de las paredes de los sinusoides y quedan en la pulpa ro- ja, donde son fagocitados por los macréta~ gos. En consecuencia, el incremento de estos componentes en los eritrocitos pue- de exprosar la disminuci6n de la funcién esplénica. Las plaquetas sanguineas también son atrapadas en el bazo, donde se almacenan on gran cantidad como pool de reserva (en un bazo normal, hasta la tercera parte de Ja cantidad total de plaguetas sangus- neas). Se desconoce si el almacenamiento tiene lugar en los sinusoides o en el espa- cio de la pulpa. Este deposito de plaque- tas sanguineas es liberado nuevamente a la sangre frente a la necesidad aguda, por ejemplo en situaciones de estrés, en las cuales puede haber mayor necesidad de ellas para detener una hemorragia. Las especies animales con capsula es- plénica contréctil (p. ej.. el perro) pueden almacenar eritrocitos, que son liberados a Ja sangre por contraccién del bazo en si- tuaciones agudas. En el hombre el bazo sélo tiene escasa importancia como depé- sito de eritrocitos (el bazo humano sélo contiene alrededor del 3% de la cantidad total de eritrocitos del organismo).. Funciones inmunolégicas El bazo reaceiona sobre todo con una respuesta inmunolégica frente a material antigénico (bacteries, virus 0 macromolé- culas extrafias) que’ ingresa al torrente Luz intestinal Célula epitetial dl Intestino Célula epitelial del intestino Célula Mm 440. SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS ¥ ORGANOS LINFOIDES Fig. 16-28. Dibujo esque- mmatico de una célula M en el epitalio intestinal. CAPITULO 16 CAPITULO sanguineo. Esto tiene gran importancia, dado que estas partfculas no serfan atra- padas en los demas drganos linfoides se- cundarios, en especial los ganglios linfati- cos, que s6lo reciben el antigeno con la linfa. Si falta la funcién del bazo, por ejemplo tras su extirpacién, las bacterias en la sangre podrén formarse en gran can- tidad sin desencadenar una respuesta in- munoldgica y es especialmente esta con- dicién que causa el mayor riesgo de infec- ciones que ponen en peligro Ia vida, des- pués de la esplenectomfa, sobre todo cuando se realiza en la infancia, En conse- ‘cuencia, se recomienda vacunar a las per- sonas esplenectomizadas contra noumo- cocos (la mayorfa de las infocciones gra- ves, entre ellas, meningitis, son causadas en estos pacientes por la bacteria Strepto- coccus pneumoniae) y quizé tratar con antibiéticos preventivos durante toda la vida. Estas condiciones también son la causa de que, en lo posible, hoy se inten- te por todos los medios posibles mantener el bazo tras lesiones que lo afecten, en es- ppecial en nifios, Los rasgos morfologicos y los procesos celulares de las reacciones inmunolégi- ca en el bazo se corresponden con las re- laciones descritas para un ganglio linfa- tico. Las reacciones tienen Iugar en la pulpa blanca, dado que, tras pasar a la zona marginal, el antigeno extrailo es captado por células dendriticas interdi- gitantes que alli se encuentran, Estas oé- Tulas migran hacia la vaina periarterial, donde activan los linfocitos Th, y luego los linfocitos Te y B. Al igual que en el ganglio linfatico, on la vaina perlarterial se forman pequeios focos. desde donde los linfocitos Ty B activados migran ha- cia los foliculos primarios y allf dan ori- gen a la formacién de centros germinati- Vos (véanse con mayor detalle las reac- ciones en la descripeién bajo ganglios linfaticos) Tejido linfoide asociado a mucosas (MALT) El tejido linfoide asociado a mucosas (MALT) (ing. mucosa-associated Ivmp- hold tissue) es una denominacién co- mtin dada a una parte muy notable del sistema inmune, relacionada con las mucosas del tracto digestivo, las vias aé- reas y el sistema urogenital, bajo la for- ma de linfocitos y tefido linfoide. La gran superficie de estas mucosas, muy faciles de lesionar y en constante contac- to con antigenos extrafios, sobre todo en el tracto gastrointestinal y las vias aé- reas, es controlada por esta avanzada del sistema inmune, cuya importancia se destaca, por ejemplo por el hecho de que la cantidad de células plasméticas en el MALE en conjunto es mucho mayor que la cantidad total de células plasméticas en la médula 6sea, los ganglios linfaticos y el bazo juntos. En su estructura, el MALT presenta no- tables variaciones, desde linfocitos ubica- dos entre las células de los epitelios, pa- sando por ctimulos difusos y foliculares en la lamina propia de las micosas, hasta estructuras més organizadas en el tracto digestivo, que forman amjgdalas, placas de Peyer y el apéndice (se verdn las carac- teristicas histologicas en el cap. 18). El te- jido linfoide asociado al intestino (GALT) (ing. gut-associated Iymphoid tissue) ha sido objeto de intensos estudios, por lo que se verd con mayor detalle como ejem- plo del MALT. La capa epitelial orientada hacia la luz contiene linfocitos intraepite- liales (IEL) de los cuales la mayoria son linfocitos Te, en gran parte activados, es decir, CTL (véase antes en este capitulo), que representan una linea avanzada de defensa contra patégenos infecciosos. En las zonas difusas, la lamina propia contie- ne gran cantidad de células plasméticas, linfocitos Th activados y_macréfagos, mientras que los linfocitos B se encuen- tran en foliculos solitarios y en las placas de Peyer, més organizadas (véase también fig. 18-54), como foliculos primarios y se- cundarios con centros germinativos. Las zonas mas estructuradas del tejido asociado a mucosas (incluso GALT), donde se encuentran foliculos linféticos solitarios 0 como placas de Peyer no re- ciben vias linfaticas aferentes. Como es- labén en la inmunidad inespecitica, la estrecha unién entre las células epitelia- les mediante contactos de oclusién lleva ‘a que (por fortuna) sea muy diffcil que los antigenos atraviesen el epitelio. En correspondencia con las zonas folicula- res, denominadas sitios inductivos, apa- recen células en el epitelio superior, de- nominadas eélulas M (debido a micro- pliegues en lugar de microvellosidades en la superficie celular) especializadas en Jo que se refiere al transporte de muestras de antigenos extrafos desde la luz del tracto digestivo, las vias aéreas y las vias urinarias hacia el tejido linfoide asociado @ mucosas subyacente (fig. 16-28). Las eélulas M tienen profundas invaginaci nes correspondientes a la membrana ce- lular basolateral, donde se ubican ctimu- los de linfocitos Ty B, y macrOfagos. Las células M_captan antigenos luminales por endocitosis y los transportan en ve- Siculas hasta la membrana basolateral, donde se vacian al espacio intercelular. Las células M expresan moléculas de SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES 441 H clase I en su superficie, pero se desconoce si por sf mismas son capaces de tratar el antigeno y presentarlo sobre las superficies celulares basolaterales. No obstante, se ha demostrado que Vi- brio cholerae (Ia bacteria causal del céle- ra) es liberado al espacio extracelular, donde es captado por macréfagos, que Juego presentan el antigeno a los linfoci- tos de los foliculos linfaticos en la limi- na propia. Esto causa, también para otros antigenos; la formacién de células plasmaticas, que abandonan los folicu- Jos linféticos. La gran mayorfa de las cé- lulas. plasmaticas. secretan anticuerpos del tipo IgA, capaz de ser captado por las células epiteliales. donde se les ado- sa un polipéptido denominado compo- nente secretor, con formacién de un complejo de IgA y el componente secre- tor, en conjunto denominado IgA secre- tora. Esta sustancia es secretada a la luz, donde reacciona con el antigeno. Los precursores de las céhulas plasméticas productoras de IgA también pueden lle- gar al torrente sanguineo por las vias lin- fiticas eferentes y localizarse en otras mucosas 0 glindhilas (asi, p. oj., se de- muestra IgA en leche materna con espe- cificidad por microorganismos del tracto digestivo de la madre). Como conse- cuencia de la gran cantidad de células plasmaticas en la lamina propia del teji- do linfoide asociado a mucosas, es muy importante la cantidad de IgA secretada en las diversas secreciones mucosas (en humanos de unos 10 g por dia). Una cantidad discreta de eéhulas plas- maticas del MALT secreta IgG ¢ IgM que se cree tienen funciones de defensa loca- les en la lémina propia. Ademés, algunas secretan IgE, que media la liberacién de histamina por los mastocitos, por unién con su superficie (véase también cap. 8 pig. 217). Los mastocitos también se en- cuentran en gran cantidad en las respecti- ‘vas mucosas. ‘Algunos pat6genos aprovechan las cé- lulas M como via de ingreso durante la in- vasién del microroganismo, por ejemplo el ya nombrado Vibrio cholerae, y tam- bién muchos tipos de Salmonella y el vi rus de la polio. Tejido linfoide asociado con la piel (SALT) Del mismo modo, pero en mayor gra- do que las mucosas, la piel representa una superficie de ataque para microorge- nismos patégenos y otros antigenos ex- traftos. Sin embargo, como eslab6n en la inmunidad pasiva, la piel pose alto gra- do de impenetrabilidad para los mi- croorganismos, como consecuencia de la capa cornea de la epidermis (véase cap. 17) pero, al igual que en las mucosas, hay un tejido linfoide asociado-a la piel, SALT, (ing. skin-associated , lymphoid tisstie). Hay linfocitos intraepidérmicos correpondientes a los linfocitos intraep: teliales del MALT, pero en su mayor par- te se encuentran linfocitos Th, y las cé- lulas dendriticas presentadoras de anti- geno aparecen como células de Langer- hans. Ademds, los queratinocitos pue- den ser inducidos a expresar moléculas de CMH clase Il, por lo que es posible que puedan actuar como células presen- tadoras de antigeno. En la dermis subya- cente hay una cantidad variable de linfo- citos aislados, linfocitos Th y Tc, ade- més de macréfagos. Se ha demostrado que la mayor parte de los linfocitos dér- micos son linfocitos activados o linfoci- tos memoria. 442 SISTEMA INMUNOLOGICO, Y TEJIDOS Y ORGANOS LINFOIDES CAPITULO 16 16 CAPITULO Cuestionario sobre sistema inmunitario y tejidos y rganos 4. {Que se entionde por tejido linfoi- le? 2, ,Cémo se denominan los dos pales drganos linfoides y qué tipo de linfocitos no comprometidos se origina en cada uno de ellos? 3. Nombre algunos de los mecanismos de defensa que intervienen en la in- munidad congénita. 4. Qué se entiende por antigeno? 5. 1Cémo se denomina la porcién de la molécula de anticuerpo relacionada con los efectos biolégicos (funcio- nes efectoras)? 6. ,Cémo se denominan las dos pobla- Giones principales de linfocitos? 7. ,Cudl es la denominacién del grupo de genes estrechamente acoplados jue codifican el Hamado sistema fuerte de antigeno de tipos de teji- do? 8, ;Cémo se produce la presentacién de un antigeno por la via endocité- tica? 9. Cémo se presenta el antfgeno en. una infeccién viral? 10. ;Cémo se compone ol receptor de Tinfocito BE 11. ;Qué tipo linfocitario se relaciona ‘especialmente con la respuesta in- munolégica humoral? 12, {Qué marcadores de superficie, de- Signados con GD y un mimero, son caracteristicos de los linfocitos Th y Te, respectivamente? 13. {Qué capas embrionarias dan origen alas células reticulares epiteliales de la corteza y de la médula, res- pectivamente, del timo? 14. En qué parte del timo aparecen con mayor frecuencia las eélulas dendri- ticas interdigitantes? Lecturas adicionales sugeridas Anderson G, Moore NC.Owen JJT, Jenkinson EJ. Cellular interactions in thymocyte development. Annu Rev Immunol. 1996;14:73-99. Bendtzen K, Feldt-Rasmussen UR Kemokiner og HIV-infektion. Ugeskr Laeger. 1997:159:1956-1957. Birkeland SA. Nyretransplantation. Ugeskr Laeger. 1998;160:794-799. Bockman DE. Development of the thy- mus. Microsc Res Tech. 199: 209-215, 15, Describa el aspecto de un corptisc lo de Hassall observado con un mi croscopio éptico. 16. ;Cudl es la base estructural de la ba- trera hemato-timica? 17. :En qué parte del timo existen las Selecciones positiva y negativa, res- pectivamente? 18. {Qué porciones de un ganglio linfé- tico representan las zonas depen- diente e independiente del timo, respectivamente? 19. Describa las caracteristicas de un se- no en un ganglio linfatico. 20. ;Qué funciones tienen las células dendrfticas foliculares? 21. ,Qué se entiende por maduraci6n por afinidad y dénde tiene lugar en. el ganglio linfitico? 22. :Qué funcién tienen los ganglios infaticos, ademas de la inmunol6- ica? 23, ;Dénde se encuentran las zonas de- pendientes del timo y de la médula sea, respectivamente, en el bazo? 24, ;Cémo se denominan los dos com- ‘ponentes fundamentales de la pulpa roja del bazo? 25. ;Cuiles son las caracteristicas histo- T6gicas de los cordones del bazo, ob- servadas con el microscopio éptico? 26.

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