Está en la página 1de 94
GYORGY LUKACS Testamento politico y otros escritos sobre politica y filosofia Textos inéditos en castellano Edicidn, introduccién y notas de Antonino Infranca y Miguel Yedda Ghesinicnn © 2003 Ediciones Herramienta Disefio de tapa: Mario a, de Mendoza F. Disesio interior: Grifica del Parque Coordinacién de edicidn: Ignatio Varquen Ediciones Herramienta © Editor Andrés Alfredo Mendez. Revista Homamienta Rivadavia 3772 1° B (CI204AAP) Buenos Aires, Argentina Tel, +541 1-4982-4146 Correo electr6nico: revista@herramienta.com.ar wwieherramicnta.com.ar Printed jn Argentina Impresp en la Argentina en el mes de octubre de 2003 Todos fos derechos reservados Hecho el depésito que marca la Ley 11.723 ISBN: 987.306-15.5 indice Introduecién por Antonino Infranca y Miguel Vedda La visin del mundo aristocrdtica y la democratica Las tareas de la filosofia marxista en la nueva democracia La responsabilidad social del fil6sofo Libertad y perspectiva: una carta a Cesare Cases Entrevista: En casa, con Gydrgy Lukes Mas afla de Stalin Epistolario con Jéinos Radar sobre el caso DalosHarasati Testamento politico 27 37 89 con U3 125 133 11 Introduccién La presente antologia inchuye una serie textos que por primera vez apazecen en espaitol. Algunos de ellos fueron publicados en aleman y en huingaro las dos lenguas que Lukics empleaba de manera corriente-, como también en otros idiomas; aunque ca- be destacar que uno de los articulos ~"Las tareas de la filosofia marxista en la nueva democracia”= fue escrito originariamente en francés. E] “Testamento politico” -la entrevista que da titulo a esta compilacién—ha sido publicado, hasta ahora, tinicamente en Iningaro, después de la caida del cornunismo en jos paises del es- te. Por ende, la antologia ofrecera un instrumento valioso, no solo para el lector de lengua espaiiola, sino también, en términos ids generales, para los estudiosos del pensamiento lukéesiano en particular y del marxista en general, Se trata de escritos que com prenden él periodo de la vida de Lukacs que comienza con el re- loro a Hungeia, una vez concluidas la Segunda Guerra Mundial y ls dictadura fascista de Horthy. El *hilo rojo” gue sefiala la con- uidad y homogeneidad de estos escritos se ve representado por algunos términos clisicos en el pensamiento politico y filos6- Seo de Lukécs; y. ante todo, por la reflexién en tomo a la funcién social y politica del filésofo, como también sobre el papel del in- telectual dent de Ta nueva democracia marxista, ideas que co- menzaron a delineatse en esos aiios. En este sentido, la polémica con el stalinismo es uno de los momentos mas significativos en la actividad politica y filoséfica de Lukacs; esta polémica vertebra la Tectura de Hegel sostenida por Lukics; lectura que vuelve a pos- tular, aunque a un nivel teérico mis elevado, 'a cuestiGn de los in- telectuales y de la misién que corresponde a estos después de la victoria frente al fascism. Gysrgy Lukes. Testamento politica y otros esertos “La visin del mundo aristocritica y la democratica’, confe- rencia presentaca por Lukics en el congreso sobre la paz que t= vo lugar en Ginebra en 1946, desarrolla ampliamente el contras- te entre fascismo y demoeracia, El texto se halla bajo la influencia de la inmediata posiguerra; eo aquel periodo, el filésofo se en contraba implicado en ia Lucha politica hiingasa; habfa regresado ya de la URSS, y estaba cmpefado en realizar plena y democratica- mente el socialismo en su pais natal, También en redactar El asal- oa la razén, obra que habria de aparecer en 1949. Aun cuando coincide con este tratado en el hecho de reconocer una frtima afinidad entre irracionalismo ¥ fascismo, la conferencia se ocupa mas especificamente de abordar las repercusiones que la adop- cién de una perspectiva totalitaria 0 democritica posee sobre las formas de experiencia y pensamiento concretas de los pueblos. Por sobre todo, Lukes denuncia que los politicos hayar podido recurrir al fascismo para combatir el comunismo; y, en efecto, tuna de las estrategias corrientes por aquellos afias era la que con- sistia en captar a quienes habian combatido contra el eje afin de que pasaran al servicio de las democracias occidentales en a 1u- cha entre estas y el comunismo; recordemos que la historia de América Latina esté atravesacia por casos semejantes, Lukécs tam- ign reivindica la continnidad de las experiencias de Ia Revolu- cién Francesa en la nueva democracia socialista; de acuerdo con su interpretacion, el socialismo debe realizar concretamente los ideales de libertad e igualdad que la Revohucién habia sostenido en el plano ideo\égico, Puede percibirse en esto una velada alu- sidn a la experiencia histérica hiémgara, que habia conocido el fin del feudalismo en 1867 gracias el acuerdo entre Austia y Hun- gria-, pero no el surgimiento de un régimen democraticotwr- gués maduro. El fascismo de Horthy habia interrumpido luego el desarrollo democritico de Hungria y, de esa manera, habia de- ‘welto al pais « las condiciones semifeudales del imperio habsbuir- gico anterior a la Primera Guerra. Refuerza esta alust6n el hecho de que Lukics, cn “Lenin und die Fragen der Ubergangsperio- de"! [Lenin y las cuestiones del perfodo de transicion} (1968), cextraiga conclusiones semejantes a partir de un andlisis de las cir- cunstancias en que fue gestada la Revolucién Rusa de 1917. El marxismo, conforme con sx vision del mundo democriti- cca, permite realizar Ia libertad y la igualdad como veales condicio- nes de existencia para los hombres, liberando a estas dos catego~ Introduccién rfas politicas del cardcter formalista al que se habian visto circuns- criptas bajo la democracia burguesa. Para entender este formalis: mo es preciso considerar que la igualdad y la libertad han surgido en el terreno de la economia politica clésica inglesa, y, utilizadas con fines agitatorios, no han sido respetadas en la préctica cconé- mica corriente. Asi, las instituciones juricicas creadas para defer der fos ideales de libertad ¢ igualdad desmienten continuamente, en su funcionamiento ordinario, los valores que presuntamente deberian defender. Algo similar ha ocurrido con las categorias de citoyen y bourgecis: 1a prinvera se lta convertido en un valor abstrac- to y formal, en tanto la segunda, en 38 esencial prosaismo, se ha constituido en realidad conercta. En la polémica con Bruno Bauer en tomo a Ia cuestidn juda, Marx se habfa referido ejem- plarmente a la escisi6n entre aquel ambito en el que los indivi- duos, en cuanto personas privadas, persiguen de modo egoista sus propios intereses, y aquel otro en que creen participar de v den comin regido por valores altruistas: Una vez que el Kstado politico ha aleanzado su conformacién verdadera, el hombre lleva, no solo en el pensamiento, en la consciencia, sino en la walidad, en Ia wida, una vida doble, una celestial y otra terrena: Ia vida en 'a comunidad politica, en la {que existe como un ser comunitaria,y la vida en Ya sociedad bur guesa, donde actiia en cuanto hombre privado que considera a los otros hombres como medios, donde se degrada a sf mismo a In condicién de medio y se convierte en juguete de fuerzas ajenas, EI Estado politico se relaciona en forma tan espiritua- lista con la sociedad burguesa como el cielo con ta tierra. Se contrapone con ella y la Supera de la mistna manera en que lo hace la religién con la limitacién del munde profano; ex deci en Ia mediela en que tiene que reconoceria, producirla y dejar- ‘se dominar por ella, El hombre, en su realidad inmediata, en a sociedad burguesa, es un ser profino. Aqui, donde él vale, pax ra si mismo y para los otros, camo individuo real, es un fend- meno inauténtica, En cl Estado, en cambio, donde el hombre vale como ser genérico, es el mieimbro imaginario de una so- berania fictiia, se ve arrebatado de su vida individual real, ye carga de una universalidad irveal Corresponde, segtin Lukics, al marxismo la tarea de devol- ver um sentido y un valor concretos a la categoria de citoyen. Hoy ‘en dia seguimos constatando que la libertad ce mercado equivale Gyicgy Lukées. Testamento politico y otros escritos Intsoduecin a las determinaciones impuestas por las potencias econémicas a los paises econdmicamente més débiles, y que la igualdad se halla subordinada, en un plano mundial, a las (desiguales) relaciones econémicas. Puede parecer un simple ejercicio ret6rico recordar gue, en las relaciones microeconémicas, las clases dominantes y las dominadas se encuentran diversamente posicionadas frente a la ley, la cual ~segin una conocida formula de Anatole France, fre- cuentemente citada por Lukics~ prohihe igualiente a los pobres y a los ricos dormir debajo de los puentes. Algunos intelectuales burgueses podrin alegrarse de las condiciones en las que se en- cucntran las clascs dominadas, porque dichas condiciones induci- in a estas clases a mejorar sus propias circunstancias de vida, Pe- ro estos intelectuales suelen ser los mismos que exigen la libertad de mercado a fin de que la poblacin urbana -mas precisamente: cl dourgecis- del primer mundo pueda progresar econémicanen- fe, De tal modo, aqui nos encontramos ante una doble antropolo- gia, ante dos visiones antitéticas de la humanidad, y esa division es considerada totalmente 1iatural por los intelectuales. Bajo circuns- tancias semgjantes surge el racismo como conchisién légica, en una situacién que, de hecho, es artificial, en cuanto producto de la ucci6n de la humanidad poderosa frente a la desposeida Ante las masas ~qute cada vez més se convierten en protago- nistas de la istoria-, la élite intelectual snele asumir una perspec- tiva de rechazo, tratando, al mismo tiempo, de “educar” a las mna- sas manipulando la consciencia de estas; y, enfrentades con la barbarie capitalista, los intelectuales avibuyen la irresponsabili- dad de las masas a la corrupcidn intrinseca a la democracia. El re~ sultaco es una radical descontianza frente a las pricticas democré= licss, Lukeies recuerda que el anticapitalismo romantico burgués, una ver que la clase burguesa consigui6 colocarse en el poder, ast mis posiciones cada vez més irracionalistas y anticdemocraticas. Un. experimento democratico como el de la Repiiblica de Weimar ca- Feeid ce bases en las masas de trabajadores y se convirtié, por en- de, en una “reptiblica sin republicanos”. En el articulo “Uber Preulentum” [Acerca del prusianisimo] (1943), Lukées sostuvo -en coincidencia con las tesis sostenidas en el articulo que aqui editamos— que las peculiaridades de la “ideologia alemana” pue- den verse en na aparente oposicién y una escncial complemen- tariedad entre el formalismo burocritico y el espiritualismo ro- mantico, entre el culto del deber por el deber mismo y la rebeldia 10 subjetivista y “enfermiza” del idealismo abstracto. Durante la pri- mera mitad del sigio XX, se difundié la oposicién entre Weimar y Potsdam con el fin de establecer un contraste entre una Alemania presuntamente republicana y burguesa ~corporcizada en la Rept blica de Weimar y la Alemania militarista y feudal; con razén se- iksies que la repiiblica sin republ s,formalista y susten- i bases populares insuficientes, no es Io opuesto, sino el é Je aquel modelo de nacién donde las formas lega- les carecen-de-solidez y objetividad, y donde el capricho y la intui cidn irracionales del Fitizer determinan el estilo de la politica: Las anasas, ex "al situacidn hist6riea, sé sintieron colocadas en la nece- sidad de elegir entre una revolucién improbable y la reaccién fas- cista. Tacitamente sugiere Lukécs una critica a la posicién sialinis- ta de condena del asi llamado “socialfascismo”. Cabe recordar que, en 1928, Lukacs habia impulsado, en el contexto de la lucha por la hegemonia dentro del Partido Gomunista Htingaro, wna posicidn explicitamente favorable a la alianza con los socialdemé- cratas (Tesis de Blum), tal como la que se habia producide durante Ia Reptiblica Hungara de los Consejos en 1919. El rechazo parti- dario de tal posicién haba obligado a Lukécs a abandonar Ia po- ica directa dentro del partido Iuingaro. Como se ve, en 1946 el fildsofo seguia sasteniendo sus posiciones de 1919. La problemitica del imacionalismo es retomada en la criti- caa la determinacidn burguesa dc refugiarse en Ia intimidad del ndividuo, como respuesta frente a la crisis social y econdmica. A uavés de una actitad tal, la burguesia revela su honda desconfian- za frente a las masas, frente a la democracia, frente al progreso, en lugar de asegurar la extensin de la igualdad y la Tibertad @ scetores de la huntanidad cada vez mas amplios. Es asi que surgen concepciones cle] mundo aristocraticas, las cuales advierten en la historia una decadencia de los presuntos “valores auténticos” 0 am eterno retomo de lo “siempre idéntico” (Nietzsche); cl aristo- cratisino se alfa con ¢] racismo, que interpreta Ja historia en té inintos regresivos (Spengler, Jung). También surgen actitudes pe- simistas que muy facilmente se alinean con el aristocratismo. Lukics ha afirmado recurrentemente que Hegel representa nna posicidn tipica para un intelectual burgués mucho mas acep- table que la sustaucialmente irracional de Schelling. Con esto nos aproximamos a teias abordados por Lukécs a fines de los afios tueinta cn el tratado sobre EI joven Hegel, que habria de ver la luz Gyorgy Lukes, Testament patio y cas escritos en 1948, en Suiza, a rafz de que las tesis en él desarrolladas se en- contraban en contraposicién con Ja version stalinista, que vefa en Hegel a un “perto muerto”, El hecho de que, en aquel momen- to, Lukacs hablara abiertamente a favor de Hegel, representaba poco menos que una novedad ep el campo socialista. Por lo de- ands, cl autor del libro sugiere que en Hegel (y no en el marxis: mo de Ja Segunda Internacional; 0, por ejemplo, en el Lenin de ‘Materialismo y empiriocriticsmo) se encuentran las raices de st pro- pia teoria del reflejo; ast, cuando afirma que las contradicciones: entre realidad y raz6n aparecen como contradicciones dialécticas de la inteligencia. Son estos términos que desarrollard, sobre to- do, a partir de fines de los afios cincuenta, en la Estética y en Ja Ontologia del ser social. Fr, Hegel ve Luikacs 1a constmacién de Ya filosofia antigua y moderna; no cn vano, hia confesado que, para Gl, “Hegel fue el tltimo gran pensador, aun cuando hoy en dia, rexislas norteamericanas, alemanas © francesas, declaren que cualquier desconocido es un gran pensador"’, A Marx ha corres: pondido la varea de rastrear en la historia las contradicciones del pensamiento, También este juicio es radicalmente antistalinista, por cuanto, para los filésofos sovieticos, la conclusién de la filoso- bnrguesa se encontraba en Feuerbach, y no en Hegel, asf co- mmo los antecedentes del marxismo se hallaban en el materialisino del siglo xvi, y no en el idealismo aleman, Estas indicaciones de~ mnestran en qué medida la lucha antiburocratiéa y antistalinista se desarrolls, en Lukacs, en todo libro y en toda ocasién. “También la crisis del amanismo burgues democratico ve de- be a la alienacién del individuo respecto de la sociedad y las ma sas en medio de las cuales vive. En la préctica, esto se manifiesta como una falta de sentido de igualdad con relacién a los semejant tes, con lo que se retrocede hasta las concepciones iluuninistas pre- rrevolucionarias acerca de la diferencia y la particularidad. S6lo la electiva superacién de las posiciones jacobinas ha permitido que algunos intelectuales se encontraran en posiciones préxiinas al so- cialismo, Lukacs recuerda que las posiciones filos6ficas, o las opi- niones genéricas, no son politicamente neutras; asi, si se permite un retorno a aquel olimpico distanciamiento propio de la cultura de ln vieja emocracia formal en tiempos de la preguerra, se corre cl riesgo de retroceder hasta los valores irracionales y fascistas. La ics no Yeme «ioe fa pureza de tas ideas se manche con las cont dicciones de la historia, la sociedad y la economia; del mismo mo- Introd do en que, como se ha dicho anteriosmente, la toma de posicién frente a la explotaci6n es el momento en el cual la aucenticidad y el Valor intelectual pueden ponerse de manifiesto. Elespiritu de 1941 ~es decir: el momento en el cual socialis- mo y democracia burguesa s¢ encontraban aliadas en contra del fascismo~ puede coniribuir a que se obtenga una paz verdadera. Pero durante los afios de la Guerra Fria, desaparecié semcjante espirituy Lakacs_promueve un proyecto politico propio, auspi- ciando un retorno a los valores de iguialdady libertad defenclicos en 1798 0 1917, el abandono del concepto de masa en funcién del concepto de individuo =pero no en,el.sentido de un indivi, duo aislado y abstractom. En los aios sucesivos, el fildsofo hiinga- vo esclareceré cada ver més este cancepto, revitatizanda el can cepto de in-dividuuon; es decir: de un ser social indivisible a par de su dimension singular y de su pertenencia a Ia genericidad (Gattungsma8igkeit) humana, En’ la-practica; esto’ supone Fei mar el concepto de citeyin, pero eniténdiendo que la lucha por la de cteard valores concretos para una nueva concepeién del compromiso El tema de la construceién de la nueva democracia, inspirada por los principios det marxismo, se encuentra en el centro del tercer articulo incluido en la presente antologia, “Las tareas de Ia filoso- fia marxista en la nueva democracia’, que fue presentado en el congreso intermtacional desarrollado en Ja Casa de la Cultura de Mikin entre el 18 y el 21 de diciembre de 1947. En esa ocasién, Lukdcs se reencontré con la cultura italiana, que, junto con ki alemana, fire la que mas fuertemente experinent6 el influjo de su pensamiento. (Recordemos, por lo demds, que Lukacs habia elegido a Florencia como lugar de residencia encre 1910 y 1911.) En aquel congreso, conocié personalmence al germanista italia- no Cesare Cases, uno de sus discipulos més célebres, sobre el cual volveremos luego. Para un Lukécs empefiado en definir los fundamentos del marxismo, el principal problema es la negacién de la dialéctica y junto con ella~ de la herencia hegeliana presente en el marxis- mo, Muchos marxistas confunden al viejo materialismo con el materialismo hist6rico y dialéctico y, con ello, tetminan por aban- donar la concepcién dialéctica de la realidad. Una concepeién correcta permitirfa comprender que la democracia formal, con- Gyirgy Lukes. Testament ploy otosesoritos vertida en tina suerte de "segunda naturaleza", es en realidad una construccidn burgiiesa orientada a ocultat los aspectos mas oscu- 0s del capitalismo; es decir, es una suerte de dictadura de la bur guesia sobre el proletariado, con aspectos que pueden oscilar en- ke una blonda democracia social y el aspecto ostensiblemente csivo del fascismo. Pero Lukics no impugna a priori la demo- cracia formal, sino que, antes bien, invita a establecer una distin- cin entte ef contenido ~anteriormente descripto- de la demo- cracia burguesa, y las formas que esta asume. EI propésito de la filosofia marxista es no hacer prevalecer el contenido burgucs, si- no separar los contenidos de las formas, e impedir que los prime- ros aniquilen a las segundas, Para jugar laadecuaciéa de un con- tenido politicosocial, es preciso ponerlo en relacién con la totalidad real de la sociedad, La totalidad, concebida en términos materialistas dialécticos, es un complejo de complejos, ninguno de cuyos factores debe alcanzar la supremacia frente a los restan- tes, mientias que, en la democracia burguesa, el momento eco- némico ¢s ¢] dominante. La totalidad social puede cambiar si se alteran las circunstarecins hist6ricas; pero. ante todo, los aspectos formales de la democracia no deben convertirse en fetiches, Lar kkies reafirma la concepeién leninista de la democracia y, sin sa berlo -y acaso no hiabria ce saberlo nunca, én la medida en que pricticamente no ley @ Gramsci-, también afirma la concepeién, gramsciana de la democracia, Tal razén podria justiticar, en par- te, la enorme influencia que tuvo su pensamniento en Italia, La democracia socialista se distingue por hallase fundada sobre una economia planificada, y Lukes past a realizar una riptorafe de f police econémica saliva, a economia pla nificada pretende colocar todas las fuerzas productivas bajo el enol de a eesnunidad qu emergen Tos Bites de la concep bn de Lukies, que parece olvidar que Marx, por 1mn lado, predi- bajo control; por otro, no solo proponta ta liberaci6n por la eco: nomia, sino también la liberacion de la economia. La economia planificada asegura el crecimiento del nivel cultural del proletariads, efementa indispensable para Ie realiza- cidu del socialismo y para el nacimiento de un hombre nuevo. Lukes indica también los objetivos de la nueva democracia socia- lista: cambio de las posiciones econémicas de los sectores mas nzados, cambio de las relaciones entre Estado y economia, aw: Introduce eee ae EEE eeeee cambio de la organizacién del Estado, Solo el proletariado ostd en condiciones de comprender y realizar estos tres puntos pro- sramaticos, porque dicha clase se encuentra mas préxima al mo. mento reproductive de la vida humana, es deci, al erabajo. Aqui reaparece un tema central en el pensamiento del tihiimo Lukées la valoracidn del trabajo, como principio fundante de lé-sociabi lidad y como factor dindmico de todo el iioviniienie histdric6: asi como en cuanto gje de la estructura de la sociedad concebida, ome complejo de comiplejos. +: Lukes retoma, asf, algunos de los temas que mis le inter san en ese periodo, tetnas que estan ya presentes en “La visidn del mundo aristocratica y la democratica”; entre ellos, Ia poléinica contra los aspectos, en su opinién, mis negativos de la mentalis ad burguesa: nihilismo, vanguardismo y decadentismo. El pri mero es una expresién fascista de la burguesfa, que asume formas aristocraticas y narcisistas; se funda en una reaccién burguesa te el crecimiento de las masas proletarias y el empeiio de estas en convertirse en protagonistas de la historia. La vanguardia es com. denada porque se encuentra alejada de los intereses vitales de los wabajatlores; es decir, de la esfera del trabajo a Ta que aludiines ands arriba, La vanguardia es, para Lukics, un peligraso adversa. io del movimiento obrero, y aun mis cuando se presenta como aliada del protetariado, ya que presenta la ilusion de la liberacion y el progreso ~esto es lo que se advierte en el faturismo ruso y eis el joven Brecht-. Lukes cierra este anslisis de la situacién cultu- ral y espiritual de la Europa de aquel perfodo con la conviccién de que los marxistas conseguirén imponer sus ideas mediante la critica de Ins armas de la persuasién ideol6gica En el tratamiento del problema de la tradicidn, una lecrara superficial puede inducir 2 reconsiderar este andliss acaso impro- bable, Pero hay que tener en cuenta que, en 1947, la ciencia se has bia liberado de tos condiicionamientos idealistas e ideoldgicos, y que finalmente reconocié a la materia como campo legitimo pars sus investigaciones. Naturalmente, este avance no fue tanto frute de las investigaciones realizadas en la wiss como de reflexiones na. idas a partir de los clescubrimientos que tuvieron lugar a comien- zos del siglo xx (la fisica relativista, la mecsinica cusintica), Pero Lakes se interes6 solo Iimitadamente en tales datos, a los que no convirtid -a diferencia de un Emist Block en punto de apoyo de Sus propias tesis. Tambign en el arte, la vanguard comenzaba a Gyirgy Lukécs.Testamento politica y otros escritos ceder terreno, y Lukes anunciaba formas de produccién artistica mis ligadas al realismo, hecho que, por lo derzds, solo se entien- de en el contexto de la ampliacién del concepto de realismo que tiene lugar en Ja produccién lukacsiana tardfa Los problemas éticos constituyen el punto central del texto. El tltimo Lukécs murié mientras trabajaba sobre una Etica, de la que solo han quedado algunos apuntes preparatorios, En conse- cuencia, las paginas de este artfculo referents al tema ~como las consideraciones éticas desarrolladas en “La responsabilidad so- cial del filésofo", escrito del que nos ocuparemos luego- acre- cientan su interés en la medida en que permiten inferir algunas vertebrado e] tratado finalmente no es- dee las ideas que habriat erito, De lo que aqui se trata es de reclamar un lugar para una éti- ca marxista, y Lukcics postula la categoria de responsabilidad como categoria fundamental de dicha ética. A la vez que refuta la esc sin burguesa entre cituyen y bourgeois, Lukaics recuerda que cl Otro concepto que designa con el termi alemn de Mitmentch [préjimo]- es el factor esencial de la propia libertad. Aqui se re- toma, pues, e} problema de la tradici6n filoséfica burguesa, por cuanto las ideas del articulo se basan en los planteos de Kant y Rousseau, aunque evitando los elementos formalistas que recu- brian cl contenido te6rico en tales flésofos La ética marsista va mas alla de la concepeién burguesa de la moralidad porque la consciencia proletaria es la consciencia de la necesidad; consciencia que encierra, consecuentemente, los gérmenes de la libertad -en consonancia con la teoria hegeliana de la moral~. El proletario, en su consciencia de clase, se une con nna comunidad superior: la humanidad toda. En la consciencia que dicha clase se forma a partir del trabajo y de le solidaridad clasista, el proletario anticipa la fase final de la prehistoria huma- na. Con ello, la ética pierdle su autonomia formal y se constituye como momento de la vida cotidiana del hombre. La conferencia se cicrra con el tratamicnto de dos temas fundamentales: la religién y la nacién, Con los creyentes ¢s po: ble establecer una colaboraci6n sobre Ia base de valores com nes, pero sin que la cosmovisi6n religiosa y Ia proletaria pierdan sus caracteres especificos. Debemos tener en cuenta, sin embargo, que el atefsmo religioso no presenta una barrera firme frente a las concepciones reaccionarias, tal como lo testimonia cl caso de Hi degger. La nacién es una invencién burguesa: toda nacién se di 16 Introducci¢n Feeeeeee eee eee eee enn EEE EeePC de siempre en dos naciones “Ia de los poderosos losd Seidos-. La lucha del proletaiado superar detiniteae ee idea de nacin, y aun cuando la nacidn persista durante un ten Po, no debersi obstaculizar la realizacin del socialism le nacion Pues, no ha de ser un obstécolo para el intemacionalismo, sinormn Paso en el sentido de la afirmacién de este : En el manuscrito sobre “La responsabilidad social del flésofo", e- gin comentainos anterionmnente, es posible encontrar alguisos sti Dos sobre la Fuiea que Lutkcs no llegé a escribix: Cabe tence en ehens 18 que este texto fue publicado por primera ver despise de in muerte del fildsofo, yno se tiene plena certeza respecto del momen, to en que fue compuesto, Segin Werner jung y Ridliger Danne, mann, el nianuscrito deberia ser fechado et los ahos cinesenta, yal, Bunas afirmaciones que aparecen al final del trabajo pemiten Jnferir que es posterior al congreso de Ginebra en el yc fue ee puesto el articulo -ya mencionado por nosotros sobre iy rsion cel undo aistocratica y la democratica, Recordemos que no exina siricto sensu, una ética marxista, y Lukics sigue siendlo el tinico fl6, sofo de una orientacién semejante que haya intentaclo una definn cin de dicha esfera. Enrig ha inglicado, en tiempos mis Pegximos al nuestro, qué en Marx se halla implicitamente conten datina étea, asi come tenia estado"ateite ula ontlogit Wer ser eee LaRSore ite S870 ConsTaye una anicipacidn de la étice fica d Ecacin de Disa, cuando es apes de xista con Ja que Lukes sofaba, es, sin emibargo, una ética fundada en la perspectiva de las vietimas del sistema capitalista,vitimas que se encontraron siempre en el centro de Ia atencién de Mat oq ntkées abre el ensayo con una polémica con la étien kantiae Berghe se moatiene en el plano de fo meramente formal, hacie , do abstraccion de la realidad hist6rico-social, La ética inarvista des bevfa prestar mayor atencién al punto de vista hegeliano, 7 entender que, cuando el hombre actia, necesariamente abandeny Shamito de Ia ticae ingresa al de la vida cotidiana, Pero incleso una ética que, en apariencia, pueda establecer mejores afinidades con la cotidianided “como la ica utbtatita: teed geen es sobre la base de un compromiso con la vida social. En efecto, comportamiento utifarista no puede mantenerse bajo todas las circunstancias, ya que el egoismo desmedido impide ineludible. Gydray Lukées. Testarento politico y otros escritos mente el contacto con ¢1 otro. Aun el egofsmo tiene que conciliar- se con alguna forma de altruismo, y dar lugar a aquella concepcién del egoisino racional quie fran hecho célebre los demécratas rusos, La reflexiGn ética del marxismo ha partido de este egofsmo racional, y sobre todo Engels se ha interesado en profundizar algu- nos temas éricos. Engels fue, también, el primero en formular el problema de la responsabilidad hist6rico-social, sosteniendo que et hombre achia a partir de las propias condiciones naturales y, en un segundo momento, de las propias condiciones sociales. Lenin Tle- {g2 a sostener que, bajo el socialismo, los hombres encontrar las condiciones para realizar los propios intereses individuales, Lukes encuentra, en las reflexiones de los fundadores del marxismo-tent nismo, una concepeién ética que permanece siempre dentro de los confines de la esfera ética; a diferencia de la ética burguesa, que tiende a pasar al ambito del derecho, es decir: que st apoya en la nerza de las leyes y del Estado, quienes al fin de cueritas se encar- gan de imponer un comportamiento ético determinado. fodo comportamiente écico es subjetivo, en la medida en que parte de las convicciones € intenciones del autor y de las circuns- tancias bajo las cuales este actiia, S6lo a posterior’ entra esa accién en relacién con otros seres humanos, 0 con otras acciones subjeti- yas de otros seres humanos, y legs a constituir una unjversalidad Esta umiversalizacin es ana abstracci6n plena del proceso mismo, vs decir: cada accién singular es generalizable porque pertenece a tuna esencia humana comin que actéa subjetivamente, pero que realiza valores umanos univers La responsabilidad social de la accién humana nace de la sir tesis entre intencién y consecuencia, pero en este punto es impor ante el problema del conocimiento anticipado de las consecuen- cas posibles de Ta aceién puesta en movimiento por ls intencién E] conocimiento siempre se encuentra conclicionado historiea yso- calmente, y no es idéntico al ealculo de las consecuenciss, sino ne supera dicho caleulo, Este nivel superior coincide con esa as- tucia de fa raz6n que describe el horizonte dentro del cual se pue- de hablar de responsabilidad cn un sentido ético. La astucia de la rauz6n es uu concepto que aparece dos veces en cl sistema hegeliae no; ka primera, a propésito del trabajo; la segunda, en la Hlosofi de la historia, En el trabajo, fa razén humana utiliza las leyes de la naquraleza para volverlas ent contra de la naturaleza misma, y apro- vechar a esta tiltima a fin de satisfacer las necesidlades del hombre. Introduccién Como ejemplo cabe mencionar la lefia, que no existe para que el hombre la utilice con vistas a satisfacer su necesidad de calor o de material, sino como un tejido vegetal que responde a leyes regular (orias propias. Si el hombre no conoce tales leyes, no putede usar la lefia para sus propios fines; la lefia, por ejemplo, no puede sustituir la piel que se empica en la vestiinenta, ni es Gil como comida. S6lo conociendo las leyes de la naturaleza puede el hombre producir objetos ¢ intercambiarlos, en la vida social, con otros objetos que no lia producido él mismo, pero cuyo valor conove. En el caso de la Hilosofia de la historia, 1a astucia de la razén es el momento en que Ja razén liza @ los hombres ex piricos como instrumentos para Is realizacién del reino de la liber tad. Aunque las acciones ce cada hombre apunten a fa realizacion de fines subjetivos, todas se insertan, segan Hegel, en un proyecto general cn ¢] cual los hombres terminan zealizando fa libertad, Ambas concepciottes estén presenites -si bien con importantes va. riaciones—en el texto de Lukacs: toda accién humana se inserta en 1 totum social, favoveciendo u obstaculizande (aunque, a difer cia de Hegel, no de manera necesaria) el proceso social. Al final del manuscrito, Lakes sefiala umo de los zasgas «efinitorios de una ctica marxista: toda accién debe juzgarse sictapre descle la perspectiva clel contexto social al que pertenece. El marxismo sos. que la economia, la politica, la historia son expresiones de re laciones lhumanas y de leyes objetivas que surgen como sintesis de Jas acciones bumanas. Por ejemplo, el wahajo debe ser consiciera- do desde el pnts de vista estrictamente fisico, al margen de cual- quier trascendencia divina, Aqui puede rastrearse la primera for ma de sintesis entre individualidad y género humano; el trabajo es Ja demostracign de que el hombre es 1 protagonista del proceso de hiominizacién y, por ende, en la actividad laboral se hiatla el prin- ipio de toda accién ética. La carta a Cesare Cases constituye un documento de importancia para reconstruir la siltima parte de la vida y de la actividad intelec- tual y politica de Lukes. Esta carta se publica aquté por v a, ¥ no solo en espaiiok sino en cualquier idioma; el origi inn pertenece a Cesare Cases, pero Lukées —que acaso sabia que sus eartas habrian de ser publicadas algtin dia-, hacia regularmen- te una copia de su correspondencia con papel carbénico; estas co- pias fucron conservadas por el Archivo Lukes de Budapest, y en y Lukaes,Testamento patie y ots escritos ellas nos hemos basado para realizar Ja traduccién. Lukées co- na refiriéndose a cucstiones vinculadas con ta labor intelec- ‘ual ycon problemas te6ricos; pera pasa casi de improviso ~e ird- nicamente-a comentar su exilio forzado en Rumania, después de 1a participacién en el gobierno revolucionario de Imre Nagy cues tidn que retomaremos al comentar el “Testantento politica”. Lue- go, evocando su participacisn en un congreso de escritores alem:t nes, expone rpidamente Ta sustancia de st comportamiento futuro frente al régimen comunista: propondré retomar la lucha por una reforma del sistema, por Una mayor liberalizacidn det ré- gimen, aprovechando los pequetios espacios de maniobra, En es- te contexto cita Ja famosa frase acuitada por Emile Zola durante el affaire Dreyfus, adoptindola como propio molto: “La verdad esti lentamente en marcha y, al final de los tiempos, nada la deten- rd", Lukées recupera fa propuesta hegeliana de establecer una reconciliacién con lo real; y veremos que esta intencidn reapare- ce en varios de los documentos que integran esta antologia, Bl problems det stalinismo ea en el centro dela See cet | diario lningaro Népscabadsdg en 1967, y publicada luego ex tomado, Gon significativa frecuencia aparece citada esta entrevista con los estudios sobre fa vida y obra lukécsianas, a rafz de que en ella se desarrolla un claro balance sobre las consecuencias del sta ‘mo. Asi, Lukacs retoma las ideas que encontramos en el epistolario con Cases, segiin las cuales los erimenes y pecados del staliniseno pueden haber cancelado en las masas la idea de socialismo, pero ¢s preciso continuar luchando, ya que los cambios sociales y econé- micos sueten requerir de lapsos de tiempo muy prolongados, y el social. afin, recuperari su acuatitad, Peo, para tal lucha, ex necesatia una disposicidm moral distinta: es preciso actuar con ice ee propias intenciones, Lukes esta sugitiendo aqui, dle hecho, la adopeién de una moral politica pré- xima a la de Kant; de acuerdo con ella, todo actor politico debersa estar siempre en situaciéa de enunciar los principios morales en Jos cuales se inspira la propia accién En cl breve, pero significativo articulo *Mis alla de Stalin” (1969), encontyamos un areglo de everts personal con el stalinismo. 1 acs menciona los puntos ocasiones en que se enconuré en posicio- Introduein Fe eeecsssaee TEED bmi: =EEPEE PEEPS acs coincidentes con las de Stalin, y encuentra siempre justificacior hes ~que pueden parecer més o menos vilidas; pero que, en todo co: So, Proporcionan tna imagen un tanto inquietante de la época~ pa. Ta haberse encontrado sobre le misma Garticada que Stalin, El nivel clecompromiso que se reclamaba en aquellos tiempos era, sin dua, Tuy alto; no fue diversa la situaciGn de aquellos intelectuales que de bicton exiliarse en paises ocupados por los fascistas: cabe recordar fe situacién de Léwith (que colabord cort el servicio secreto estacdouni. Gensc} o fas de Sohn-Rethel (que trabaj6 con los servicios ingleses), Lukées sciiala que sus posiciones resultaron invariablemente ‘lerrotadas y que se vio constreiiido a dejar la politica activa para re- cluitse en sus estudios tedricos. Asi, er 1249-1950, tuvo que realizar una aucocritica que defini6 como “diplomatica” a fin de contar con Jk oportunidad de concluir su Ruhica. Emergen aqui aspectos del caracter lukiicsiano que él mismo describe en Gelebtes Denkon [Pom samiento vivido]; podriamos mencionar an episodio de esta aun. biograffa que nos parece emblematico: cuando era pequeiio, Lar Kies nunca pedia disculpas; preferfa sentarse durante todo el dia encerrado, sin comida ni bebida, en el oscuro armario de madera, plejos de la erisis, ‘ Tanto Ia crisis social como la intelectual de la democracia provie~ nen de Ja contradiccién entre la libertad e igualdad politicas y la libertad ¢ igualdad reales de las personas. El conocido dicho c6. mico de Anatole France de que la ley les probibe con Ia misma majestad a los ricas y los pobres dormir debajo del puentet, trans ctibe clara y grificamente este complejo de las contradicciones. Algunos criticos sociales sagaces, como por gemplo Linguet, ya hhan visto estas contradicciones antes del triunfo de la Revolucién Francesa, Sin embargo, la libertad e igualdad formales debian Gyorgy Lukées. Testamento politic y otros escritos abrirse camino para que su contiadictoriedad se convirtiera en el punto de cristalizacién de todas las agrupaciones politico-sociales ~y por eso ideolégicas- del siglo xix. Yen verdad dependié de si, en primer lugar, se habfa hecho el intento de alcanzar la libertad © igualdad concretas de los hombres, 0 por lo menos de aprox: marse a ella (jacobinos, demécratas radicales, socialistas); ode si, en segundo lugar, se habfa aspirado a fijar legalmente y a ideali- zar intelectualmente (liberalismo) los resultados finales politico- sociales de la Revolucién Francesa; o de si, en cercer lugar, surgid Ja tendencia de convertir la desigualdad y esclavitud presentes y coneretas de los hombres en punto de pattida de la concepcién diel mundo (tendencias reaccionarias de distinta clase hasta el fas- cismo), en “hecho de Ia naturaleza", en “ley cle la naturaleza” 0 cn dato metafisico. Estas agrupaciones, en las cuales la posibilidad de una toma de posicién frente a las cuestiones principales de Ia crisis de la de- mocracia modema esta tipolégicamente agotada, determinan las, pre ¢strechamente relacionadas controversias Jntas, pero sict ideoldgicas de los siglos NIX y XS. : Li idea unficadora, en Ins aspraciones de los demeratas arios radicales y del soGialisino, es un nuevo concepto., “dela democracia. Fs posible formularlo en pocas palabras: solo st todas las formas reales de la dependeneia del hombre respeci6 del hombre, de la explotaci6n y opresidn del hombre por el hom bre, de In desigualdad y esclavitud sociales, desaparecen, puede habliise de democracia. Por lo tanto, debe alcanaarse una liber Te igualdad sin consideraci6n por’la posicién econénuica, por Is nacionalidad, raza, sexo, ctc. Recién entonces serfa aleanzada , Ja tercera gran etapa de Ia igualdad de los ei En pocas pa- cién Francesa, la de los hombres abstractos ante la ley; cl socialismo va a conseguir una igualdad de los hombres concretos en la vida real. Todas estas tendencias, por diferentes que puedan la personalidad, y munca como una destruc a 7 ta personal ac hora bien, floséficamente, esta nueva interpretacion y am- plac del materia on la cola marisa tae la nove dad de que libertad ¢ igualdac no son meras ideas, sino formas 0 Ls visin def mundo aristocrtica y la democratica Concretas de vida de los hombres, relaciones concretas entre ellos, es decir, relaciones concretas con Ia sociedad y, mediadas Por ella, con la naturaleza, cuya realizaci6n por eso presupone la necesaria transformacién de las condiciones sociales de las rela. ciones humanas. En los wiunfadores verdaderamente sociales de la Revolu- ion Francesa surgen, como consccuencia del wiunfo, una rigi Gezy aridez cada vez mas fuertes de la idea prisnitiva de esta gran (ansforinacién, Cuanto més se empuja al liberalismo —considera. Go come expresi6n intelectual y politica de las tendencias socia Tes de la de ‘radical frente al socialismo~ hacia una posi-_ ciGn defensive de caricter ideol6gico, tanto mas abstracios. y formalistas $¢ viielven los conceptos de libertad e igualdad. Som, cn efecto, ya en Kant y Fichte solo ideas formales. Para ellos, sin cibargo, el postulado Gloséfico de libertad ¢ igualdad como ideas esta ligado a poderosas esperanzas utépicas, cuyo pathos, sobre todo al joven Fichte®, a veces los empuja mas alld de los It mites del formalismo. La prictica de la Revolucién Francesa mis. ma también rara ver excede el concepto juridico-formal de liber {Gd © igualdad -reeuérdese la oposicién de Robespierre a las ‘asociaciones cle wabajadores-; sin embargo esté aqui especial mente claro en qué medida se esfurerza el utopismo plebeye de , Jos sansculottes’ por rebasar los estrechos limites de la libertad e igualdad formales y hasta qué punto ticnde a la realizacién de la libertad ¢ igualdad concretas, ‘i El fundamento teérico de todos los conceptos liberales, ya sea que esta se vuelva consciente o perinanezca inconsciente, es la economia clisica inglesa. El concepto de que la aetuacisn libre del homo economicuss, bajo las condiciones juridico-formales de igualdad y libertad, produce para todos los hombres un estado social y cxttural ideal, fa mayor felicidad, el desplicgue mas amt plio, a Wavés del automatismo de las fuerzas econdmicas, forma la base dle todas las esperanzas liberates, Pero este concepto es r+ futado por el desarrollo econdmico mismo ya a principios del si- glo XIX. ¥ esta conuadiccién enue la concepcidn original de la economia clisica inglesa y los hechos de la vida econémiea capi lalista, se refleja on ¢l derrumbamiento espirimal de la economt: clasica misma (discusién Ricardo-Sismondi®, disolucién de la es cucla de Ricardo), Esta crisis hace madurar la economia proleta- a. Por otro lado, la economia capitalist: produce, ya antes del Gyorgy Luks. Testamento politica y otras ascritas perfodo imperialista, toda una sotie de instituciones (proteccién aduanera, proteccionismo, organizaciones monopélicas), que no solo traen, en el sentido mis estricto, una refutacidn practica de Jas cnsefianzas econémicas de los clésicos; sino, al mismo tiempo, una demolicién de todas los fundamentos ideolégicos para una renovaci6s 0, incluso, consolidacién de la humanidad, como consecuentia de libre juego de las Fuerzas econémicas en el mar- Go de beri guid formals, esta stein sue obien tuna falta empirista de ideas en la economia, 0 bien una posicién, defensin coda ver mis apologts, Se define ina liberty tuna igualdad que, en la realidad, existen en forma sumamente roblematica, y que se vuelven cada ver mas problemticas, sin ea cceneinfesbaenie fundamentada en que el desarrollo fatu- ro pueda solucionar alguna ver los innegables defectos de! pr. sente, Asi se entumece la vision liberal, debido a que su situacion esta ie a erie ; Este entumecimiento mbién produce efectos sobre un as pecto importante del hombre de In sociedad burguesa, La Revo lucion Francesa vvia en la tension entre cindadino y burgués 19 y bourgeois!) dentro de un pueblo libre. La proble- gicamente humana de primer orden de la condi ciudadana, que surge de ert tens, encuentra oe ia mejor literatura de principios dle siglo en todos los paises (Schiller, Holderins Senda Shelley"). EI desarrollo arriba bosqucjd, sobre tndo su findamento econdmico concreto, convierten, sin embargo, inmediatamente al ciudadano en tn caricatura abstracta, en la cual especialmente los rasgos exterior mente residuales, interiormente vacfos, provenientes del gran tiempo de la Hustracién y de la Revolcisn Francis, Slaad juertemente en lo caricaturesco (Homais’® de Flauber een emocraiaformalian liberal pivaza al hombre. La de aparicién de la condicién de ciudadano significa no solamente sirencinmiento yuna deaoralacin dee da piiblica de la cual én8éguida vamos a hablat, sino al'mismo ticmpo una Soa de ls persona justamente como individuo, como personalidad. EI modern individualism burgués, asf como surgié sobre esta base social “no imports a fiat, indferente @ neqatranente sde luego que 10 quiere saber nada de esta mutilaci Becca cteraam ae aia dat fas siglo hasta el oscuro afincamiento de Heidegger's en la nada de la nada, si econ! 2 42 visidn del mundo aristocratic y fa democrat actes Se teconoce como esencial exclusivamente lado p © y personal del hombre'el lado burgués, segtin la interpinis, Gon dela Revolucién Francesa, Peto como el hombre, lo quiets © no, lo reconozéa 6 16, eF también parte y participante de la Ge piiblica, semejante negacién tiene Ja consecuencia necesaria die que son extirpadas artificial yviolentamente de la personalidad todas aquellas posibilidades y capacidades, que solo pueden de plegatse en ta actividad publica. Solo hay que pensar en la antic giedad para ver en qué medida todo individualismo moderno es una mutilacién vioienta de la personalidad humana. De este modo, sin embargo, surge también una falsa estruc- {uraci6n del lado privado-econsmico del hombre, del burgucs. Guanto mids se fetichiza la economfa capitalista, cuanto mas asume esta formas apologéticas, tanto ands se identifica-con-su-personali- dad el lado explotador, parastario dei homo oeconomicus. Se par. fede Ia idea -en si acertada~ de que al cespliegue de la persona: lidad humana siempre corresponde un ambito de juego conereto para las cosas y las relaciones humanas, Pero esta idea se distorsio.. na de modo que los medios ce la explotacién del hombre por el hombre son fetichizaclos como un attibuto irrevocable de su per- sonalidad; por to cual, también este sentimiento de la vida, en su socializacion, en realidad, permite percibir una aniquilacion de la personalidad. Al mismo Uempo, se hace caso omiso de que, justa- tnente desde el punto de vista del verdadero desarrollo de la pet= sonalidad, solo las interrelaciones reales del hombre concreto, Puestas en accién concreta, con los hombres y las cosas, forman es, te “Ambito de juego"; de que para el verdadero desarrollo de In personalidad, cuando solo existen estas correlaciones activas, es completamente indiferente qué relaciones de propiedad juridi- cas, entre hombre y cosas, organizan este “imbito de juego"; de Que, por el contrario, una posesién sin tal correlacién activa con l mismo -y esto dltimo es tipico para las relaciones de propiedad, capitalistas- detiene y desfigura, pero no promueve el desarrollo de Ja personalidad. Esto ya lo han reconocido claramente esto. cos ¥ epictireos!®. Por otro lado, sutge Ja represcntacién igual- mente fetichizada segtin Ia eval, para determinadas personas, pis ra los no capitalistas, hambre, privacién, etc. son indispensables como estimulo para el desarrollo de la personalidad. Con esto, el fetichismo de este perfodo se convierte en un aristocratismo, a me~ nudo secreto pero sicmpre objetivamente falay: en ur Aocreina Gyirgy ukécs.Testamento politica y otros escrtos sobre dos tipos de hombres, que necesitan relaciones sociales completamente opuestas para su desarrollo. ; Asf, este desarrollo produce al mismo tiempo una mutila- cin y un crecimiento y una disminucién fetichizados de la per- sonalidad. Aquino podemos describi ampliamente Ia crisis de la con- cepcién det mundo liberal. Destacamos solo dos momentos. Pri- mero, cl problema de la asi llamada “masificacién”, donde de- terminados aspectos econémicos del desarrollo capitalista son fetichizacios a partir de la psicologia social y la filosofia social En ella se manifiesta un importante retlejo ctural de esta crisis: la separacién general de liberalismo y demoeracia, por la cual esta tltima, fuera del movimiento obrero socialist, se vuel- ve cada vez mas débil y con menos capacidad de influencia. Es decir, separaci6n total éntré el pensaini peral y las masas, temor de las masas y, al mismo tiempo, desprecio de las masas. ste desarrollo ya comienza con John Stuart Mill! y alcanza su punto culminante en la psicologia social moderna de Le Bon™, cn la sociologia de Pareto®!, Michels”, etc. En los representan- ces interiormente honestos del pensamiento liberal, este estadio se entrelaza con utia profunda resignacion. El soci6logo mis im- portante de nuestra era, Max Weber, luché toda su vida por una dlemocratizacién de la Alemania guillermiina. Pero lo hizo con la opinién de que de este inodo surgiria un sistema que “técnica mente” funcionaria un poco mejor, sin ninguna creencia en un verdadero cambio del pueblo alemén; lo que en sus suposiciones intelectuales era solo una confesién honesta ce una situacion, pa- ble. Con el problema de la “masificacic do el de la “élite”, la “elecci6n del lider yer mas, en si es justificado; aun la pretensién misma de que la lite se hace ampliamente independiente de las masas a las que supuestamente representa, no es una comprobacién incorrecta de hechos. La distorsién recién empieza cuando la pregunta se generaliza més alld de la historia, cuando se omite que se trata del estado de cosas social correspondiente a una determinada fase del desarrollo capitalista. En lo que se comprueba correctamen- te, sc expresa una de las debilidades centrales de la democracia formal burguesa: las masas aparecen ~formalmente, cn el acto de votacién~ como soberanos absolutos, inapelables; de facto son, nd, estd {ntimamente liga- El planteamiento, una “como el mayor f a visién del mundo arstocstice y la demecratica sin embargo, por completo carentes de poder y también deben ~segtin la voluntad de los verdaderos manipuladores~ permane- cer carentes de poder. Baste, para aclarar totalmente este estado de cosas, con sehalar unos pocos hechos, como el costo excesivo del aparato electoral, los diarios para las masas, etc. cuyo cardcter econémico necesariamente concentra todo el poder en pocas manos. La prensa, literatura y cines, ete. diigidos desde alli, bus- can hacer la apologia de los sentimientos de las masas; porque solo asf educadas pueden ellas ser ficilmente influidas por la pro- Paganda en las decisiones electorales, Breveniente: la asf llamada nueva élite es elegida en realidad por unas pocas figuras anéni mas que generalmente permanecen en la sombra; en parte, se eli- ge a si misma: pero su nivel, su irresponsabilidad, si corrupcién son atribuidas a le democracia, a las masas, que ~formalmente— las han elegido. Sobre esta base ambigua solo puede originarse una incoherencia, mas aun: una hipocresia del pensainiento, y la ‘inica salida para Ja honradez intelectual subjetiva es una profun- da resignacién. a nueva ideologia abiertamente antidemocratica se origina sobre la base de esta crisis. El anticapitalismo romantico de prin- cipios de siglo, que se rebelaba contra ja cultura capitalista, al co- mienzo ticne rasgos democrticos; sin embargo, los pierde pron to, después de que la crisis se manifiesta mas agudamente (cl cambio de Carlyle después.de 1848)", La oposicién romédntica de la segunda mitad del siglo se apoya abiertamente en la desiguale dad y esclavitud de los hombres como fundamento de una socie- dad “sana”, Esta concepciéa tiene muchos puntos de contacto con la ideologia de la Restauracién después de la Revolucion Francesa, pero no es, de ninguna manera, simplemente el inten- to de restablecer cl sistema feudal absolutista en aquel entomces destriido, sino justamente un nuevo producto de la actual y mo- derma crisis de la democracia. Se puede considerar 2 Nietzsche meno de transicion hacia esta concepcién del mundo, “Es comprensible que la ideologia antidemocritica de la de- sigualdad vex en ta biologia a su cicncia fandamental. Porque solo a través de la justificacién de una desigualdad biolégicamen- te insuperable entre los hombres puede esa ideologia mantener Ja apariencia de una fandamentacién intelectual. Verdad es que esta biologia no es una cietcia, sino un mito. Esto ya es elaramen- Gyorgy Lukées. Testamento politic y otras eseritos te visible en Nietzsche; su “raza de tos sefiores” en realidad esta fundamentada roméntica y moralmente, y la biologfa solo forma un ornamento mistico para esto. Al mismo tiempo nace un biologismo muy groseramente mistificado, el de la teoria racial. Ella tampoco se origina, como se pretende la mayoria de las veces, a partir de resultados de las ciencias naturales, sino de la exigencia metodolégica -surgida so- bre una base politico-social~ de justificar la desigualdad radical entre los individuos dentro de una nacionalidad 6 entre pucblos. La vieja verdad de que la diversidad, e incluso la unicidad de per- sonalidades, tanto en hombres como en pueblos, es absolutamen- te compatible con la igualdad de derechos y, con mayor razon, con la igualdad en las condiciones de desarrollo econémico-so- ciales, es hora bruscamente negada. Con Gobineau aparece la primera sistematizaci6n sobre la teor‘a racial de fa doctrina de la desigualdad radical, (No es castial, como se desprende del inter- cambio epistolar con Tocqueville, que los tratantes de esclavos aincricanos hayan sido sus primeros lectores entusiastas.) Porque solo una diversidad entre los hombres, otra cosa radical y cualita- tiva asi estatuida, puede fundamentar una moral, una sociologia y tna filosofia de la historia, de las cuales se deduce el carécter no humano de determinadas razas, una fandamentacion ideols- gica para la total confiscacién de sus derechos humanos. También dentro de este campo hubo violentas luchas entre tendencias, en las cuales el biologismo groseramente mistificado se imponfa cada vez mis, y la fundamentaci6n, mediante una psi- cologia moral ~desde lucgo también mistificada—, pasaba cada vez mas a segundo término. Pero que la linea Chamberlain®-Ro- senberg al final venciera a la de Nietzsche no debe oscurecer el hecho de que cn la respuesta a la crisis de la democracia las dos lineas convergieran. Asi, entre las de guerras mundiales se originé Ia situacién paradéjica de que casi todo el mundo civilizado estaba gobernado democraticamente; sin embargo, la democracia se encontraba in- defensa, sin defensores. La Reptiblica de Weimar fue una demo- cracia sin demécratas y, como su aparato de poder actuaba para una pequefia minorfa andnima, produjo un profundo desengaito generalizado frente a la democracia en las masas alemanas. Sus mejores defensores, como Max Weber, careefan del pathos de una profunda conviecién. Y lo que es mas importante, los tinicos de- La visién del mundo tocrdtica y la democ fensores vercaderamente enérgicos de la democracia, los tral doresreolucionaio, fueron condacidos 4 une heel pas coil democracia, La perspectiva generalizada de este tiempo, de due el mundo tuviera que elegir entre fascismo y bolchevisnre, aun Tenlaba al maximo el desconcierto entre los enemigos del facie, 10, destrifa cualquier frente antifascista posible. Sdlo un cave ideoligico semejante pudo ser aprovechado por el facismo para aparecer ante masas desesperadas, ante una intelectualidad deces Perada, como salida de la crisis de la democracia, Asis la estrategia de Hitler pudo avanzar de triunfo en trium- fo hasta 1941. Recién con la alianea de 1941, con la alianea de de, mocraeia y socialismo, surgié un cambio, una posibilided de sake vacidn para la civilizacién, ‘Todos estos problemas apuntan al segundo complejo de la erisi a lncrsis dela idea de progres Floscicamente eeonccpe ie Brogreso presupone el descubrimiento de tendencias en Ii socie. dad que garant mntinuo aumento faunque ho siapae, unifornie)-delos valores humanos_en_la Yealidad mis concepcidn Slossfica semejante pucte conlcher uns spenimen cién a un estado ideal, a una idea ~por eso, también un progrese infinito, como en Kant~; puede ser ia Hegada a un estado quie sea cualitativamente diferente de los anteriores, y que garantice el clespliegue de las facultades naturales de Ia humanidad (capita sro enn economia isin, objetivos de la Tusteacin, de i Revo icin Francesa, ctc.). Pero siempre se trata de unt desarrollo ms to en la realidad mina, Ae Geserrollo mds Kero esta creencia en la realizacién de un progreso en la rea la mera infinitud del progreso, como en el liberal neokantianis. mo, se deshace asi toda relacién con la realidad social; todo se his ce abstracto, débil, poco persuasivo, Un desarrollo semejante, sin embargo, es socialimente necesatio. Aparece en los neokantignos en wna forma académica. Pero esta estructura de la vision del ‘mundo, 1a necesaria incongruencia, radicalmente insuperable, enue ideal y realidad, muy pronto produce un profundo pesimis: ‘mo cultural en Ja élite intelectual mas importinte. Desde la “im Potencia de la 1azGn™ de Scheler hasta Valéry®, se origina ” liberales tambi Gydrgy Lukes. Testemento politico y otros eseritos ideologia de una heroica soledac, de una heroica mue:te en el puesto perdido; se proclaman ideales, respecto de los cuales inclu- 30 se sabe que no tienen ni pueden tener relacién con la realidad social. El desarrollo cultural de la élite intelectual se separa resig nada y aristocréticamente de la realidad hostil y sin ideas. Una rea- lizacién de los ideales solo puede ser trasladada completamente al interior. El hombre individual puede tener un desarrollo, puede mostrar un progreso en este desarrollo; la sociedad, no, Con esto esta relacionada la js, influyente en las vilti- mas décadas, entre cultura y civilizacién. Si la tomamos en gene- ral, significa que en el mundo superficial de la civilizaci6n, prir cipalmente en Ia eivilizacién técnica, es posible un progreso; en el mundo verdaderamente esencial de la cultura, en cambio, no. ‘También aqui se trata de la respuesta equivocada @ una pregunta correcta, Los mejores intelectuales protestaron con raz6n en cot tra de que el desarrollo de la cultura se atara segtin el esquema de un desarrollo completamente técnico. Pero el hecho de la d sigualdad en el desarrollo cultural es, para el dialéctico, justa- mente el principio de su desarrollo_mismo. Y que, por cjemplo, un avoiiee, tin progreso"ef el arte pueda ser comprobable, sin quic por «so lo posterior deba ser evaltado como artisicaniente superior a lo anterior, ya lo sabia Schiller. Recién la desaparicién de Ta mejor intelectualidad en Ja sociedad actual, la incapacidad “organica” de tales intelectuales para ver camino: y fines, produ. ce la moderna antitesis entre cultura y eivilizaci6n. Y seria instruc- tivo revisar como esta muy profunda alienacién esta relacionada con la alienacién de la mejor intelectualiclad respecto del demo- cratismo, en lo chal es obvio que un estancamiento en los ideales es una parte de este proceso de alienacién. * ¢ origina relativamente temprano una negaci6n del Ia forma mas radical en Schopenhauer®, Asi, ya progreso historico. (E pero también Kierkegaard” y el historicismo romantico ale Ranke y su escucla, al fin y al cabo, se incluyen aqui.) En Ni che se origina el intento de cimentar ideolégicamente, sobre es- te fundamento, un avance hacia su utopi i Pero en primer Ingar su real congepeién de la histor uy emparen- tada con Ta de Schopenhauer: Ta historia muestra una continua corrupeién, una caida irrefrenable, y los cambios individuales son milagros sin fundamento. En segundo ‘ del retorno de lo igual es una nueva anulacién de cualquier his 38 Le isin del 0 aristocratica y la damocrética toricidad, de cualquier progreso. No debe sorprender que alli donde ha de Ser establécido un progreso, entendido a su mane- a, Nietzsche caiga en lo puramente mitico. Aqui se hace visible una interesante y estructural interrela- ci6n de ideas: el pesimismo social acaba en una estitica hist6rica; clantidemocratismo esta relacionado en lo més intimo con ela Uprogresismo: en cuanto hay algo valioso en la historia, ello se encuentra en un estado anterior. El proceso mismo debe ser un cmpcoramiento y lo maximo que puede aleanzarse es una resti- tucién de lo original, Pero tampoco esto nace orgdnicamente en €l desarrollo mismo, sino que representa un salto cualitativo, Esta diltima idea domina principalmente la teorfa racial. Lo que ca cl anticapitalismo romédntico era la edad media, es aqui el estado primitivo de la raza pura. La historia no es otra cosa que una mezcla de razas y, por eso, la corrupcién de estas. De ahi el Pesimisino de Gobineau. La ideologia fascista se fonda sobre es- tas bases, niega radicalmente toca idea de progreso y oftece a tra- ¥és del “milagro” ~denominacién de Hitler para su propia mi sin= la restituci6n del estado primitivo, Con esto, la ideologfa de la élite, el aristocratismo ideolégico, recibe, por un lado, un valor también plausible para masas mas sitiplias, ya que es aplicable a pucbtos enteros; por otro lado, reci be_une-farrdanentacidn totalmente rgida y) a mismo tiempo, to- Jtaliaente arbitvaria. Los racistas radicales fueron durante mucho tiempo pequenas séctas, pero rodeadas de un entomio ideoldgico ‘que, cn si mismo, cra aristocratico; es decir, que fundaba, psiquica © espiriiualmente, la ideologta de la élite principalmente en lo mo- ralsocial, pero que en tltima instancia debia remontarse siempre ala raza mitificada (Nietzsche y Spengler). Asi, su influencia seam pliabsa cada vez mds. Es verdad que recién el periodo preparatovio de la sociedad y de la asistencia comunitaria cle la Segunda Guerra Mundial levé 21 wiunfo al movimiento de masas fascista Aqui es comprobable una convergencia entre democratismo ¥ antidemocratisino y entre las Iamadas posiciones iiltimas en cnestiones filos6ficas, la cual no es una mera construccién, ningue na “tipologia” -siempre mas o menos arbitraria~ como en las cien cias del espititu. Por eso, se trata, antes bien, de comprobar qué postura adoptan los pensadores frente a determinadas tendencias de vida concretas de su entorno social; c6mo las comprenden, las zceptan 0 rechazan, las toman en cuenta o las niegan, ete. La 39 Gyorgy Lukios, Testamento potia y otros escritos inién entre progreso y democracia por un lado, entre negacién. el progreso € ideologia aristocratica por otro es, por consiguien- fc, un hecho dé la vida misma. “No s casual que aqui aparezca el concepto de pesimismo. ‘También aqui puede ser comprobada una importante afinidad -asimismo anclada en el concreto desarrollo social. Pertenecen al mismo geupo (y esto tampoco es casual), por un lado, progre- 0, optimismo y democracia; por otro lado, hostilidad al progre- 50, pesimismo y aristocracia, Porque aunque, en las argumenta- Gones entre optimisitio y pesimismo, los hechos de a naturaleza solfan jugar un papel muy importante, lo que decide en altima instancia es la perspectiva social; y los hechos de la naturaleza solo proporcionan los justificativos. A ningtin optimista democri- tico va a confundirlo en su optimismo la comprensién necesaris_ de que la tierra’y, con ella, toda la cultura humana, alguna ver de- ban perecer, y por otro lado Chamberlain’y Nietzsche demostra_ ron cémo puede ser utilizado el darwinismo para los fines dena. filosofia antievolucionista. El creciente poder del pesimismo en nuestros dias muestra muy claramente estas raices sociales; aparece casi sin excepcidn como pesimismo cultural, como negacién del progreso en las cuestiones esenciales de Ia humanidad. Con la posicién de la inte- Tectualidad de nuestro tiempo arriba descripta esta relacionado en lo mas intimo el hecho de que ct pesimismo adquiere, cada vez ‘mis fuertemente, el carécter de una distincién especial, en oposi- ci6n al optimismo robusto y plebeyo; aparece como la tnica pos- ura posible genuinamente espirimal, como algo de valor mor; mente superior frente al optimism. También aqui puede verse una cierta jstifi relativat en el miléew social de una apologi de la vida capitalista que esté empetiada, por un lado, en negar, por otto, en idealizar todo lo que hay de feo, bajo, inhumane en dicha vida; en el muiliew social espiritual de un vulgar concepto de progreso que, en el desarrollo ulterior de ésta economia, de su ci- vilizacisn técnica, ve un movimiento de avance que progresa en It nea recta, sin tener consideraci6n hacia su efecto destructive en el hombre y en la cultura; en uno y otro milieu, puede ocurrir que el escepticismo, o incluse él pesimismo, redimente estén intelectual ymoralmente por encima de sus adversarios. La transformacién brusca sucede si einbargo muy pronto: mo pesimismo se transforma repentinamente en cuando este 40 Le visidn del mundo aristocrtica yla democrética un aristocratismo vani foso, cuando conduce a una alianza con Tos poderes de la reaccién. El antihistoricismo y el pesimismo me- tafisico de Schopenhauer aparecen con la pretension de conte ner una clevacidu sobre toda mezquindad de la vida social y po- Iitica. En realidad significaban, justamente en Schopenhauer mismo, un apoyo al terror blan: lespués de 1848. Va in- tensificacin de semejantes tendencias aristocritico-pesimistas después de Schopenhauer expresa mucho més intensamente es. te cardcter reaccionario y decadente. Por algo Thomas Mann, en Charakteristis unserer Zeit (Caracterizacién de nuestro tiempo] hia- pis de la fuerza de atraccién de la enfermedad, la putrefaccién y la muerte. Todas estas tendencias alcanzan su extrema intensificacin en el fascismo, porque ya hemos visto que a estas teorias raciales Jes son propios un inmanente pesimismo y un absoluto aristocra- tismo. E] “pesimismo heroico™ de los fascistas es la filosofia del Inds extremo menosprecio del hioinbre, del aprovechamiento sin scniptlos de Ta profanda desesperacion prese grandes 4 politica imperialista cel fas- masas ¢ intelectuales descarfiados Cismo, naturalmente, solo cre6 indirectamente los campos de ex. terminio de Auschwitz o Maidanek, Pero este sistema politico estas exterioriza s suyas, hubicran sido imposibles de formar sin algtin aristocratismo, que se niegue a considerar como hom bre a cualquier ser humano perteneciente a ofa tava sm tna ideologia.umiversal de la“desesperacién general, sin_una talia de erspectiva social e historica qué trate el destino de toda una aa cion como el jugador temerarié que vive al borde del abi Ya nos hemos aproximado bastante a la verdadera problematica flloséfica, Nuestras reflexiones siguientes nos conducen hacia la cuestion central wacién o negacin de la razdn, Es un fal so academicismo descubrir en Iz postura de la flosolia frente a la razGn una cuestion inmanente de la filosofia ~de la epistemolo- sia, de la fenomenologia, de la ontologia, etc.~. Todas estas disci- plinas son solo factores de la filosofia en su conjunto, euyos fan clamentos, como ya los han visto los griegos, también Fichte, para no hablar de los materialistas, hay que buscarlos en el ser mismo, Cada planteo y respuesta de la epistemologia, etc. depende de co- a Gyargy Lukécs, Testament politica y otras escrtos ser y la raz6n; si para él, el del Sef; aparece como racio- mo €l fildsofo piensa la relacién 4 niicleo de la existencia, lo existenté nal o irracional_ “Aqui es iinposible aludir tan solo a la problematica filos6fi- ca del itracionalismo. Nosotros solo seiialamos su relacién con nuestro problema, con el dilema de atistocratismo y democratis- mo. La coordinacién es también aqui clara, Es verdad que no en el sentido simplificado de que un pensador esté ubicado de mo- do inmediatamente politico a la derecha 0 izquierda. En este sen- tido a menudo hay excepeiones, por ejemplo Sorel. Pero ideols- sgicamente la relaci6n es inequivoca: la toma de posicién contra el progreso casi siempre est en estrecha relacién con ¢l irracionalis- mo y con el particular concepto de Ia nueva élite. Sorel, segrin su tendencia bisica, fue seguramente socialista; pero con igual segu- ridad, no democrético. La fatal escisién entre socialismo y demo- cracia también se muestra en su filosofia. ‘Segiin la génesis histrica, la ideologia contra la razén se ori gin6 en la lucha contra la Revolucién Francesa y, justamente por 50, est dirigida enérgicamiente contra el concepto de progreso, contra la necesaria destruccién de Io viejo por Io nuevo. Es, en- tonces, desde un principio una defensa de la vieja sociedad atis- locratica y esta defensa no es solo politica, Esté ideolégicamente dirigida contra el dominio de Ta raz6n postulado por la Hustra- cién y quiere tan solo proteger a las instituciones, etc., simple- mente porque cxisten, ¥ a las tradiciones porque parecen vivas, con total independencia de que sean o no racionales. Es enton- ces un rechizo de la rz6n como criterio, La asf estatuida inde- pendencia de la razdn se convierte en concepeién positiva: justa- mente porque estas instituciones, tradiciones, etc. representan algo amis elevado que cualquier racionalidad, se manifiesta en cllas el biperracional nticleo irracional de la realidad en general EI hecho de que, a los irracionalistas actuales, Burke o De Mais- we o Haller” pueclan parecerles bastante racionalistas, muestra del modo mis claro el colosal desarrollo de esta concepcién del mundo. a relacién del irracionalismo con la ideologéa aristocritica determina no solo la génesis de esta, sino también incluso su es wactura filossfica. Piénsese en la controversia entre Schelling y Hegel sobre la intuicién intelectual’s. Aqui la contradicci6n se cieva a un nivel filoséfico duradero y, al mismo tiempo, oblene= 42 La visim de! mundo arstocrtica y fa democrética mos agudas formulaciones del cardcter aristocritico o bien de- mocritice desde ambos puntos de vista. Schelling piensa que pa ra la intuicion intelectual, es decir, para el drgano que asegura el acceso a la esencia de la xealidad, es necesaria una universalidad innata, no aprendida. Este pensamiento sigue desarrollandose anais alki de Schopenhauer, mas alla de Nietzsche y Bergson®, mas alld de la escuela de George, hasta el irracionalismo del presente, No es decisivamente importante que sea necesaria una generali- dad estética, moral, filoséfica, psicolégica, etc. Importante ¢s el inci ico que desde Chamberlain también aparece ‘como principio racial. Contra esta concepe hombre, sega la posibi mn, Hegel sosticne la idea de que cada idad, posee el acceso" Ta realidad filoss- ficamente cémprendida. Esto de"ninguind manera significa que Hegel considerara posible sin més cl conocimiento filoséfico pa- ra el “sano sentido comin”, que considerara superfluos los traba- Jos especializatos, preparatorios para filosofia. Sit punto de principio esti abicrto para cual yuna iempo, su ejemplo es caracte- ristico: como cada soldado napolednico hubiera podide conver tirse en mariscal, pero, por supucsto, no todos lo hicieron, asi también se encuentran Jos hombres frente al conocimicnto filo- séfico, La Fe wologia del espiritu cle Hegel ya esta di icin intelectual se Te opone el descubrimiento"rac i del mundo, de manera tanto indi- “iainto antropolégiea e Por cierto no puede minimizarse el cambio “aqui efectuiado: la 1agén hegeliana no es simplemente idéntica a la de Ja [lustra- cidn, Entre una y oura estin la Revolucién Francesa y la crisis de la humanidad producida por su triunfo, cuyos reflejos en Ia crisis del pensaniento democratico y de la idea de progreso ya hemos visto, En Hegel, este cambio Vega hasta las ultimas cuestiones y hasta ta estructura de la ideologia misma. Aqui también solo cs posible una muy corta descripcién del fenémeno. Ya hemos visto la relacin de Hegel con la filosofia irracionalista de su tiempo; también sabe- mos cémo se comporté Hegel frente a la Restauracién y ef Roman- Ucismo. La postura agudamente negativa de Hegel hacia estas ten- dencias, tiltimamente es a menudo negada 9 minimizada, aunque basta con relecr, en la Rechisphitosophie [Filosofia del derecho}, los 43. Gyirey Lukdcs. Testament polio yeas esritos pasajes contra Haller o Savigny®, para ver claramente su posicién. Por otro lado, la Tlustraci6n Tue una tinica gran lucha por el reino de ta razn, En la Revolucién Francesa, como también lo explica Hegel claramente, la razin se convirtié en soberana de la sociedad y de la historia. El reino de Ia razin es, entonces, realizado, pero equé aspecto tiene esta realizacién? Engels muestra muy vorrsctar mente que o} reino de la iaz6n realizado se ruanifiesta, justamen- te, como reino de la burguesfa!!, Las contradicciones aquié surgidas en todos los sectores de la vida ya las hemos esbozado, si bien solo a imanera de alusion, Teniendo en cuenta la contradictoriedad de todo el ser so- Giohistorico, la Filosofia tiene ante si tres posibilidades: primero, estrechamiento y reduccién de la raz6n, para que el reino de la burguesia también pueda seguir apareciendo como reino de la xaz6n; segundo, concepeién de la realidad coms ivracional, en Ia cual debemos también aqui descuidar las muchas variaciones dentro de los dos puntos de vista. Hegel se presenta aqui como un tertium datur®: mientras una de las direceiones se escapa nando se manifiestan las contra- dicciones, refiugidndose en la negacién de la razén, y mientras la otra intenta volatilizar las contradicciones, Hegel se sitvia radical- anente en el centro de la filosofia, tanto de la légica y de la onto- Jogia como de catia parte concreta, pero sobre todo de la filoso- fia social y de la filosofia ce fa histori. Todos los factores de la realidad que ~aislados y absolutos- son concebidos como liechos definitivos, insuperables, y forman el fundamento del irraciona- lismo, aparecen en Hegel como meros factores de la nueva raz6n, como problemas que son resucltos dialGcticamente. Todas las contradicciones que la filosofia anterior a Hegel ha concebido como contradicciones entre la raz6n y la realidad, aparecen co- ano contradicciones dialécticas del entendimiento, que entonces impulsan hacia la nueva racionalidad. : Con esto, Hegel se convierte en el consumador de dos Hineas, de desarrollo: primero, del viejisime descubrimiento de la con- tradictoriedad desde los eleatas y Heraclito™; pero frente a esto él hace cle la contzadictoriedad el fundamento sistematicamente aplieado de toda la filosofia. Segundo, de la moderna filosofia de la azén desde Descartes, pero sobre la base de aquel cambio uk terior que fue producido por la Revolucién Francesa. Natural- mente, aqui no es posible una exposicién detallada. Slo para aa. Le visidn del mundo aristoerticay la democrética ilustrar la situacion del problema, queremos sefialar dos factores caracteristicos, Por un lado, 1a.raz6n_en la historia. El muchas ve- ces mencionado antihistoricismo de la lustracidn es, desde lue- go, una leyenda reaccionaria. Pero la Ilustracién coneibié el pro- Dlema bésico de tal manera que la razén tinica e inmutable se vealiza paulatinamente en cambios historicos. Hegel, en oposi- cién, muestra el cambio, la consumacién, el retorno a sf, el alcan- zarse asi misma, el volverse autoconsciente de la razén en la his- toria, por medio de la historia. Por otro lado, aparecen las contradicciones de Ja vida intensificadas hasta la tragedia, como vyehiculo, como, méximas formas de manifestacion_de_la razon misma Esto sobre todo es visible en la relacién de individuo y ge nero; ero pueblo y nacién, desde este punto de vista, son indivi duos. La tragedia aparece como la forma maxima de la realiza- ion de la raz6n, Esta es la idea fundamental, comint al Fausto de Goethe ya la Fenomenologia del espiritu de Hegel. Asisurge en Hegel la adecuada disolucién intelectual y la sue peraci6n de la nueva situacién mundial surgida a través de la Re- voluci6n Francesa, Sin embargo, a pesar de toda su grandlera, es- {a filosoffa significa solo una conservacién relativa, metodolégica. El concepto histérico de la contradictoria razén habia sido en. contrado, pero su consumacién, su conerecidn histérica para He. gel mismo, no obstante, era imposible. La libertad debe.ser. nueva versién el concepto central contiadic dela razén; pero la Hikier deshuvmrable. der periodon ue Pecial, retrocede en concreto, a veces, hasta detrds de la Revol ién Francesa. Asi, una nicbla”torniolada rode la figura de Hegel. Algunos Jo llaman el fildsofo del prusianismo reacciona- rio. Herzen ve en su método “el algebra de la revolucién”, Puesto que sus disefpulos y sucesores burguescs no siguen Ia linea de Herzen, se echa a perder cada vez mas 1o valiosamente nuevo de la dialéctica de Hegel; las renovaciones académicas justa- mente quedan estériles en la cuestién fundantental. Recién en Marx se llega a una penetracion de resultados y experiencias con- cretas del perfodo en ¢} métado filosdfico. En Marx, la razén hege- liana se hace radicalmente terrenal, se coniviexte éit la realizaciém de Ia libertad 'e igiialdae hacia una petiéién de la libertad e igual dad reales para honibres realmente existentes en una sociedad concreta y real, Solo a wavés cle Marx y sus grandes sucesores, se Gyorgy Lukécs. Testamento politico y otros esis convierte en verdadero sijetade la hinoria el génevo veal, concre_ to, que se desarrollity constituye lleno de contradieciones, a través de antiesis, haste aléaizar la autoconscicncia, la actividad auronio- ma. Sélo a ifavés de Marg se hace visible el verdadero desarrollo deThombre (no desu consciencia atomizada, deformada por el ca pitalismo en un mundo fetichizado) en sus relaciones con sus pro- jimos reales y coneretas, enas dle contradicciones, contrastantes. Las relaciones entre los hombres aparecen: como fundlamento de Ja estructura y dindmica del progreso, como drganos vivientes de calizacién cle la raz6n en li historia, vewftsa gran wos hasta aiora ba permanecido «ai tox mente neficaz en el mando burguésestimente por eso calc tica tuvo que ser olvidada o deformada. Sin embargo, ¢! desarro- Ilo mismo no se deja detener por esia ignorancay defornacism sc errumpidamente nuevos y sict Co problemas det dale, reals cio ad desollo ss Feo arriba bosqujado~ aparecen desde ahora como “latos oo pperables" cel irracionalismo. Asi, los planteos acotados y mutila- dos reciben necesariaments sohuciones exroneas y falas, no pueden encontrar ningiin acceso a los problemas reales de la Epoca. wv De este modo hemos Megado a fa erst del humanism, Los he thos de esta isis caen de su peso. Alcan con pensar que el fa cismo rein6 doce alos en Alemania. Pero cen que consi esta er sv del humanismo? El hnimanismo ex oiginalmentey,Segin su esenciay un conocimiente del hombre, pars defender su digaida ¥sus derechos. Por «50,1 humaniomo cs combativ yagesivo des de el Renacimiento, pasando por la Llustraci6n, hasta los grand 7 dias de a Revolucion Francesa. La cis por nosotros arriba anal zada influye sore el mumanismno en este punto: evanto més er te sea la compenctracién con las filosofias antidemocriticas, ie progress y basadas en la torfa rach tanto ms Heres sein on todas las cencis las tendencias antihomanisas. El humans Bier su base en las lencnsconeretas del hombre, Y la defensa de Ia dignidad y de tos devechos del hombre se desplaza, por su patte, cada vce mis fixertemente a una defensiva, que ideol6gic paraliza en abstracciones, que conducen cada vez mis ine mente s a visién del mundo aristocrtica y la democrdtica {ensamente ala alienacion respecto de la concreta realidad social, facia un pilido utopismo, Los motivos decisivos de esta crisis han surgido claramente de nuestras exposiciones anteriores: si el indi. viduo aislado, cuyos postulados de vida provienen de ese aisla. miento, piensa estar como persona privada frente a una sociedad alicnada, muerta ¢ inhumana, asi cl humanismo, sobre esta base, Solo puede batir combates paciticos en retirada, Este empobrecimiento del humanismo se muestra clara- miente en su relacién con el propio pasado, con su mayor kazaa prictica, con la Revolucién Francesa. Grandes esctitores uma. nistas, como Victor Hugo en 17930, Dickens en Historia de dos cit dades®, dan para esto explicaciones Upicas. El Inumanismo capav.de decir nada realmente contundente contra la inhi ‘Reatjolik de los poderes politicos y sociales reinantes, tanto, cndli de los paises individuales como en la politica exte- Hor Tas "consighas Mumnanistas acabanen un “no te opongis al. “all, “mantente.individvalmente- pura” etc. EI mei pacitismo Htimanista de la ra_Guerra Mundial, sus proclamaciones abstyacta¥_del Tiombre abstracto en general, no pudieron darle uiitumbo al proceder détiombre: dealt esa dettisldn-ta hues &¢ entre los mejores intelecwales de esta época. Va iWleologia del anUluinahisiio aumenta ininterrumpidanente su poteneia de fascinacion, su extensiva e intensiva influencia, Esta debitidad del humanisino radica en el relajamienta de su relacién con la democracia en general y con la «democracia combativa en particular. Victor Hngo y Dickens son, desde nego, verdaderos demeécratas. La crisis del humanism se -muestraco, cllos, en que Felroceden ante el verdadero camino hace Iepea Ee leales, en Gae Se pierden en el lake 8 diceiones quesuigisvolrelutents dela Revglacisitiaincesa, €n que to pueden ver un camino tansitable hacia el futuro de la --Rultuarizacion del género huumano, Aceptan los ideales jacobi. hos, Pero Fechazan los mgiocos de su realizacin, Sin embargo, dustamente el rechazo del método es un signo de debilitamiente {lel Bensamiento democritico, del Inunianismo activo, Micntras {os opositores a Ia democracia, sin estar inhihidos por ningain os plo humanista aplicat todos Jos medios para suy fies Teac. Gionarios, Ta idéologia en crisis del Humanismo democraiico es fonservalora en Ja tnsistencia sobre los idéales de ia Thistracn ‘evolucionatia, agotados en la realidady.esta crisis se mues. Gyorgy Lukies. Testamento politae y otros eseritos de la preservacién de la pureza individual y moral del sujeto. Slo la culminacién de las tendencias antihumanistas, anti- demoeriticas en la época de ascenso del fascismo y durante su doininio desencadena aqui una reaccién humanista mas realsta Se puede ver a Anatole France como su precursor: él afirma el ac- tivamnente heroico método de los jacobinos a través de una criti peralon, tate movimiento. sigpiien que fos hwmanista, ms Secei cade! de atsetee poe justemeane a ete reepects hantea a winds a “speracion eer eeaereaseeeestnca tte que ellos lian ganado una posicién conereta y positiva hacia el socialisino, Jo que de ninguna manera significa que necesariamente debian hacerse socialistas, sino solamente que han comprendide ¢l con- tendo social de la democracia de manera fas concréta, Conere- tamenie humanista, saperando el viejo fornralismo; que-ComeTE, fafon a reconocer que la violencia de lo antihumano, la violencia Ji locura racial desatada solo puede ser vencidla con violencia: cou el poder del pueblo despierto hacia la vida demoeratica. Bs- ‘w desarrollo lo'vemios ex Romain Rolland®, desde el gandhismo hasta la humanidad combativa; este camino lo han recorrido Thomas y Heinrich Mann, Eis ana reaecién importante frente a ka del siglo pasado, es el comienzo de un restablecimiento de Ta alianza entre socialismo y democracia, y con esto, de un humanis- mo coneretamente realizado. Yla Segunda Guerra Mundial, Ia lu chia de los pueblos contra “el nuevo orden’ fascista desencadena ~desde luego que con distinta intensidad en los distintos paises reacciones cel pueblo, a partir de las cuales pueden cristalizarse Jas formas democraticas de vida en la nueva Europa v Zon esto hemos llegado al problema de la nueva Europa. ¥ espe- Gig hacia i se debe dar. La nueva Europa cién hacia la respuesta que aqui se debe dar. J 9 sol jr y mantenerse fuerte, si consigue exterminar tanbién ideoldgicimente las aces del fcsmo, acer defini: mei lifposible su regreso. No es este el lugar para hablar sobre a Visidn del mundo aristocrdtica y fa democrética curin ineficiente ¢s lo realizado hasta ahora, tanto en politica ine tcrior como exterior. Cuando extraemos ideolégicamente las em sehanzas del dominio fascista, se ve que la resistencia inserta mas fuer temente alli donde un verdadero ssp lide de maiiera iberaly formalista de la democracia estaba vivo cn el pueblo (Citién Sovietica, Yugoslavia, Krancia). Esta compro- bacidn es correcta, pero no suficiente. También debemos ver que cl fascismo nunca hubiera podido triunfar sin aquella crisis de Ia “emocracia y, en ella, de todo cl complejo de ideas democriticas, Cayo dmbito hemos bosquejado aqui. Esta crisis hizo receptivas Jas masas y a Ia intelectnalidad para el veneno ideologico de la tcorfa racial; desarmaba o casi desarmaba ideologicamente a los opositores. Lo importante es tener en el futuro, en todas estas cuestiones, una mayor previsién y mids energia de la que se poseca en la lucha contra el surgimiento del fascismo; lo importante es descubrir fas bneas de retirada de la reaccién -seitaladas por no- sottos al principio para hacerle imposible una retirada ordena. dla, una reorganizacién y actualizacidn de sus ideologias. Para esto es imprescindiblemente necesaria la formacién de del mundo, mejor dicho’ él pias Hiumnca pueden ser nelitales Fespee- smo'y democtatismo, de que cada poxieigic hil contiene una toma dé posicidn frente a democracia. ¥, por otro"lido, por ejemplo ef destino de la Repi- blica tle Weitnar nos muestra cin eébil ¢ indefensa puede ser tanbién ideolégicamente una_repablica sin republicans, ma demo demécratas, eee que, también hoy, muchos todavia creen en el valor de Testitulr Ia democracia dle la preguerra, de vestablecer la vieja de- nocracia formal, Esperamos haber mostrado que la democracia formal debe volver a reproducir ~necesariamente= la vieja crisis con ella, Ia fuerza de atraccién que la ideologia reaccionauia ejer Ce sobre las masas; es mais, esto puede ocurrir, tal como sucle su- ceder en la historia, siempre en medida incrementada. Y el corto Uiempo de pestguesra ya muestra abundantes gjemplos de que es. ta forma de vida so rnte conta Tos enemigos de la de- mocracia, para dirigirse con el poder miis fuerte posible en contra de aquellos que verdaderamente han de renovar la democracia, Personalmente, estos seriin a menudo socialistas o comunistas, Pe. ro serfa un planteo fatal, falso, hablar aqui de la bifureacién entve ee toler Gyorgy Lukes. Tastamento paltica y otras escritos cultura burguesa y socialisino o entre democracia oriental y occ denial, etc. Justamente estos falsos dilemas de la preguerra deben ser aliora superados, A la debilidad ideologica de las fuerzas pro- gresistas antes de la guerra contribuyg sobremanera el falso dile- ma: fascismo o bolchevisme. Durante la guerra, en el aiio 1941, surgié un importante cambio, que esid intimamente relacionado con el aqui necesario cambio de frente. Si la paz ha de ser ganada de la misma manera como se gané la guerra, debe ser continuada ~bajo condiciones y medios diferentes- la politica de 1941. Justamente después de las. desoladores efectos que tuvo el falso dilema de la preguerra, es preciso reconocer que la democracia recibi6, de la historia uni- versal, una inesperada oportunidad de renacimiento politico, so- cial c ideolégico. La pregunta es: Zc6mo va a aprovecharse esta oportmidad? No puede ser nuestra tarea formular aqui un programa, aunque estamos convencidos dle que nuestras observaciones ne- gativas y criticas muestran algunos bosquejos de semejante pro- gratna, Aluden a ja necesidad de una enérgica reforma ideol6gi Ca: categorias como libertad ¢ igualdad, como progreso y razon. deben obiener un nuevo brillo, un nuevo peso en sit significado: y pueden obtenerlas si el contenide social de la democracia, de acierdo con las actuales circunstancias cambiadas, recupera Tz plenitud del contenido y la luminosidad ee 1798 0 de 1917.¥. por otro lado, deberian perder su valicez categorias por largo tiempo apreciadas, y que se volvicron casi asiomiticas en algunos cireu- los, como la cle “masificacion” 1 'on es, como viraje ideolégico, de especial signilicacién: porque el miedo a las masas, el despre cio de las masas verdaderas, organizadas y-conscientes era yes ‘una de las ands importantes puertas de irmupci6n ideolégicas del lascismo. ¥ en verdad, tanto en Jas niasas mismas como en Ta in iclectnalidad, Aqui se incluye lo que mencionamos en iio té1 nino, pero que, ca buena medida, no es lo mis insignificante: la superacién del indivieualismo aiskado; expresado positivamente: cl despertar del ciucladane. Me alegra poder hablar en Suiza so- bre esta cucstiéu, porque justamente la Suiza del siglo XIX tuvo al mayor poeta-ciudacano de Occidente en la persona de Gottiried Keller®! y considero un honor luchar aqui bajo su bandera. Ya de mis aun, de la realidad de las tltimas décadas, pode- su obr: 50 ‘2 vision del mundo aristocrtica y la demecrética mos aprender que solo aquellos hombres pa de Gudadano ha vuelto a convertirse en forma de vi aoe sensttuit ulis Europa verdaderamenite nueva. Pero nad puede convertirse en ciudad: np dn. Qe teh lsdano haya desaparecido en Europa occidental, ache Yerido en una caricatura abscracta, ¢s culpa de uns . a cual no ba habido para las masas una oport mnidad deactuar independicntcmene; en I cial la unida_de las pease coe nes de interés vital con los problemas de la vide Publica, solo fue Posible en las escaleras de servicio, en los camo: de Leaps eign, Aquella privatizacin de los hombres a partir de los cuales se formas, asin, aquella prvatizacion que surgis on ls vgjas lcmocracias formales, crea un tipo de hombre, ‘ ten mbre, produce.una. \iuc una mentalidad yuna moralidad quese-cohtradicen nee 5 ‘a.verdadera,viva.¢ impulsora de la vida, P papier pares : pulsora de la vida. Pe- ia taul también hay que superar intelectualmente ui falso dite Tat que proviene del entumecido pensamiemto fetichista, Leg Ombres de nuestro tiempo acostumbran a preguntar. debe a Primero ¢l nuevo hombre, ex este caso: el ciudadano renach e Para findar Ia nueva democracia ols inst i et enaceagit debe echcar los hombues. para hacer de alse a ‘Wuclauos?.En la yealidad, este dlilema novcscstes oi qi i nucya democracia, la construiyei transforman ideoligicamente; Auevas instituciones de la de tins uqni se objete que esta nucrs cet se objete que &Sta nueva lemocracia ¢s solo el ine hos an, tiseau habia reconocidlo que los grandes Estados moder pant, Ren ectados para la democracia civecta, En este hoi punto, Rousseau es elogiado por el libers il, ume, Rousseau e load cralismo més de lo debido, sregiulmente.-tuna-demnocracia dizecia.en.el sentido de In vieja so ae pictmente imposible en un gran FStado Wittens pn RevoltciGn Francesa, jistam a, estaba (olahimente cargada di (ica denioeracia diréeta; yin vida econ la Comuna parisina, de la-UnionS arisina, de ke-Uniért contiene inti © muchos momentos de des Mc nee! hee ae momentos de democraca directa, Justamente el heche He todas las ctieSGOTieS de avila cotidiania veal las ex egies a veal, Jas euestiones He la vida pablica, muevan direetanente a kis msi ante ampli ‘Gyorgy Lukdes. Testamento politica y tras eseritos muestra que la insercion de estos elementos en la democracia pro letaria es algo consciente. E] movim sistencia, especial mente en Yugoslavia y Francia, estuvo, cle acuerdo con la natura leza, leno de semejantes factores de democracia directa. Cando, después del triunfo del movimiento de resistencia, todo esto fae desmontado, surgis el peligro de que por eso la fuerza de la resis- encia contra los restos del fascismo pusdiera desmontar al mismo tiempo el impulso para constrnir la nueva democracia, 7 Europa lucha por su nueva fisonomia: [a lucha se desarrolla hoy, formalmente, entre los distintos tipos de democracia; se ue cha por saber si la democracia solo debe ser wna forma estatal, poltticoju-fdica, 0 una forma de vida concreta para el pueblo. Detrds se & onde, desde luego, la cuestién del poder: se pregun- tasilaforn — -mocratica también ahora debe limitarse a ser avin una forma, snima de dominio para las “doscientas familias’, co- mo se acostumbra a decir en Francia; o si puede seguir desarro- Thindose hacia "+ verdadera forma de dominio por parte del pur blo trabajador. Sélo la decisién por lo <imo, tanto en el sentido ideol6gico como politico, solo la decisién iluminada y fomentada por ella a favor de nna idcologia democrstica, puede creat, segiin nuestro convencimiento, una nueva Europa, que pueda poser seguridad frente al regreso del fascismo, contra el peligeo de nuc- vas guerras y devastaciones causadas por el fascismo. La alianza de 1941 ya cra en aquel tiempo desde luego, contradictoriamente y solo en germen- mucho mas que una me- ra alianza politica. La forma que asumid entonces aleanzé para ganar la guerra, La lucha por una verdadera paz debe renovar el esencial contenido de ideas de 194: Ja ali ntre el social mo y la democraciay, la compreusién de que socialistas y verdade- ros dlemécratas, despreocupados de cudn luertemente diferentes puedan'ser sits opiniones sociales, econdinieas, politicas, cultura les ¢ ideolégicas, estén més intimamente ligados por la lucha con-_ tra'su_enemigo comin el enemigo comuin de la civilizaci6n, de la-cultura y del desarrollo, es decir, cl fascismo-, de lo que pueda estazloda separacion entre sus puntos de vista. Esta alianza es el contenido ideolégico de 1941, ¥ de la democracia depende que, desde esta alianza de 1941, la democracia luche con éxito para una nueva Europa; que produzca, dc este modo, un brillante re- nacimiento de la democracia, o se degrade nuevamente al papel de impotente espectador de wna nueva Munich, La visién det mundo aristocratica y le democratica Notas 1, La categoria de stuncion two una isportancia central en cial ; tio lem en Eston Se afi al a. hile Rosenbeng (16081940), politico alemsn, nacido 2 Fs unite Naconarialsa en 1220; digi, a pant de 1954, 1a piften cura Prclucaner el porto. En sus bas, deendio docrinn fascist (ck: Dr Fade fbotunars (2 mito del siglo #1990). Pe conden yee tata en Nicaberg pugs ree ntlor 680188): socilogoe bisoriador Iralonait, pro oe eEantamt tii carl Sobre Dr genta Abnlendes (ha de tee lene) (19161082) eri gan uenca ante tod, darane een ee ago Xe Lala ho side Spengler 8 Fen eet pueie2ay: novela y enseyisa ances. Lata que agua ae Stocede de Te wage El iro rojo) 1898. : 5.SicolsSinon Ling (801790)crtor detach a ken lganos de los exo acerca de Ia ean comp Fa ie daiiee Fete L7G2614) en su juventd ante tod, Zarichfor sep vo des ut rns, to er yan [RE “Teaedn de a libertad de pensamiento por pare de los pllacpes de Europa, a A ora ban cepini dca beta) (1758) y aga Bc Fae fe Publten der frome ein (Contin 2 Ta se ticacie del vii del public acerca de a Revolocin Francesa] (1783) Tor ane wvaban 10s pantalones que acostum- Fare as llmsdos porque no Teva 1s p ca oa eo noble eran setareepreeptasas, de orteatacia repubh vreieane ts Resolucién Frances veh retreat ili (1773-1842): sizo que, en contra: oan Chases Lard Simone economist szo ques aac eee eardans de aerator ssi po Sitchin duno ee pronase sone de Exod ee rnSaayosteidad posible par el mayor nimero poable aut 10, Grgimenteetabiante dels iad que past el derecho 2 ota See jelgnar al eepalicano, ak revolucionaro, al iadiduo que 28 rn eo oe problemas del via paca En fa Franca de 1702150, Fare como formula oil de watanint, Elven Marx cha ocypx ae contetes de analiza adsl del ioyen yelDourgcis dem oe ected barges ante co en el escrito Za adefag( prope teat cacti jaa) (iH). en el oa men el mateo de una fen con iat cosas dcemancpacion poles propalsads por Bruno Baver~ 3 Hae rasrccldad de que, encl mundo bugs cl modelo del coyen se com Uae un iden aves ea eterna dierenci de a matriinen Tee ene del bougeok, Lkics ftom la dxcain desarolada web enue ovos geen, on eto "chiles Theorie der modernen iteratur” Existe traduccién espafola: "La teoria schilleriana de ta literatura race le Gauiry ochre Ti. de Manuel Sets, Grjlbo, Bareclo- cia LObSI scapes pp TGEOT 11 ean BP nae side at bunguce ue a Yer que a case hue acanzi- Seiten pots a nose empera en promover ln beta yl gal dd paras demas cases socks losofia existen= Gyorgy Lukas, Testamento politica y ctr escritas 12, Johann Christian Friedrich Hélderlin (17701843): pocta elisico alenin,fer~ ‘iente defensor de fa Revolucin Francesa y del ideatio republicana, Lakics le ha deicado un estudio: “Hilderlins Hyperion” (traduccin espatiol: “Sobre el Hyponon de Holderlin’. En Gurley su spuca, pp. 213-238), 13, Seudénime empleado por Marie Hens Beyle (17321842), novelista francés jnco con Balze, uno de los principates representantes de la novela reali, 14 Perey Bassi Shelley (1792-1822): poera lrico inglés, de ideales politicos revor Incionaries, 15, Honmsis: personaje de fa novela Madame floors, de Gustave Flaubert (1821- 980), 16, Lukice se ocupé de discutir mis a asym el existencalisino heideggeriano en Haasentualemc oder Dlarsevmus? (en expatiol Laer dela loa Surguese Trad cade €l francés de Alltedo Llanes, La Piéyade, Bs. As, 1975) y en Zu Ontolor go des sel hacen Sens (Para wna ontologts del ser social 17. Hscueta filosiea euyos ovigenes se remontan 2 Zenén (490-30 a, de C.). De acuerdo con les estoicos, et hombre dlebe someterse voluntariamtente a ia le- ves de la naturaleza. Mark se oepé dela fiforofia de estoics y epieireos en su {esis doctoral Dafne der domoltarlen wd eakurachen Naturllopdve (Dite= reacia de la Mlosofia de te naturateea en Deniserito yen Epicure), 18, Seguidores del Ml6so% griego Epicure (aprox. 342-271 a. de C.). De acuerdo on Ios epicireas, los insiates deberian ser anonizados mediante el penis imjento racional, 3 partir de Jo cual se aleanan la tanquilidad del Snimo. 19. John Stuart Mill (18061873): Hlbso% y soeislogo inglés, partidario del utile. 20, Gustave Le Bon (1841-1931): pensador francés, especialicado en fa sociologia, de lay mass, 21, Vlltedo Pareto (1828-1993): socidlogo italiano, que, basindose en métodos cmpiristay, labors wna teoria de las elites 22, Robevt Michels (1876-1136): sciclogo politic. Su teria sobre el dest Jas elites gereisinflucacia en el fascist, 23, Gabe recordar que, durante au juventud, Lukis form6 pare del asi llamado “Gireulo Weber", Las (eoriasestéieas del oven Lukicselercier on uns iafluer= fen Max Weber (19641920), que alude a ellas en su conocida conferencia “Wissenschaft als Beruf” [La ciencia como vocacién] 24, Thomas Carlte (1795-1881), eseritor inglés, historiador yHlésofo idealists de= fensor del colo de los hévoes. Criticé ala bunguesiainglesa desde el punta de vista del socialism feudal. Engels se octpd de diseutr las ideas de Carlyle en Die Lage Bngdonds{Sisuacion de Inglatesta] (1844) y'en un detallado articulo Dpublicado en 1850 en Ta ilvinurle Zetung. Lukies se ocups de las worfas de Carile en el aciculo "Karl Marx und das Problem cles ideologischen Verfalls”, (eaduccisn eastellana: “Mars y el problema de la deeadencia ideol6gies”. Er: Probleas ol rvlamo, ECE, México, 1966). 25, Josepl-Ardhut, conde de Gabineaw (18151802): diplomitico francés, seer io de de Tocqueville, xe micmbra del servicio diploindtieo Trance. (1849 1877), Eseribig un xen war Pindgabié dev vars loaes [Ensayo sobre la desi galdad de las vazas huimanas], obsa que ejeveio gran influencia sobre Nietasche, Lukes se ocupa ands detalladamente de a teoria de Gobineau en FL ‘onli be rosin, 20 Alexis Charles Heart Tocqueville (1805-1859): jurist, histor politico francés; autor de Dla Démerrae re Amerque Sobre lode lor, socisloge » la democracia a visén del mundo avistocrticay la democrtica Amc] (2895) y UAncio ign o Raation El antiguo régime yo revo Anci6n? (1856). ete a 277. Houston Stewart Chamberai (18551927): tedico inglés, delensor del ua ‘via, en elquese inspiréelnaionatioraieme. Lakes idee un as ode extenso et El aot main 28. Laden sparece en Dr Winsor nde Geel (Las fore del sey is soda (0), 2 Ful Valery (28711945): poctayensyista ances 30, El pensamtent Moxie de Are Schopentaucr (7881860) es sometide a una deus eritea cf wale lense 51.14 flovoia det danés Soren Keskegtrd SII855) infuye mucho sobre ve Liki, quien le Gedies uno de le ensayos fundamentele de wine fs fra Ls four se romp al ehact om lava (Sten NerRegaatd yh gine Olen) En Flame las formas Tried te wed Td. eM Ssctitin Cab, Darton ee 1985, pp. 52.70. En Eb ats oon cambio, Liki crn durante el pensmlentohierkegardian, ene que advierte wag de los fundaientos del irracionalisno moderna. . 92, Leopo von Ranke (151880): hstoradr len, ard del ratio ence $3 Ak abo de sl Vitor Die Thi delle Pimms wich Pinions La tage tia de pean herico, cen el que Lakiespolemia en el ane -Der be chistes veils und der wine Georg hichner (wadueesn paola “Geort Daclne, cl alsa pore tscamo yl auto" Em fot hoe, sett mad de acobo Nuon rao, Baeslon, 1010, 69995 $4 Goonges Soret (154.1922) pensar tee, cio el nada Cato. En ss lidsons tu bts 1808) procera coneaucs oe 1@mitco rcional al monsenteprokario.Ss erica pen als tendons posits y mecca del murano veer serene Aucncia sobre el joven Lukes, que luego se aparté radicalme 95, Edmund Burke (17201707): extn y ensyisa itn, sco conservadr de Revolucion Bancesa 36, Joscpls Marin de Mabe (17581823) exudes y histo rancés de ovine ‘cn edn» comseradora, 8%, Johannes Haller (18031947); hitoriador afemsn nacional, anidetmocth eres asta cel papa y el nero alec $8, Lacs se ocupa delladamente de etd tes problemas en el eaplo TV die De ne Hg Loe el yb lems eb reales Pod Mame Sarit, Crt Datel 885). 28, Hens Bergeon (78534041): of rants, 1 de fos representantes fund swentacs dei nada “tsi de avid Bergeon coneera que el mpg ‘teidor de a vida (lan tt) no pede ter capi reconalient, 40, Fedch Karl von Savghy (17201861) juss, Ider de a excels hie toro del derechoy syn eal a cy se desl part expe el a, usted realest onal ent Ededaracin aparece en pg de Ane Dthng87FIS7S), 42 Teun datos na ercra posted fen rege, 2 nue pert necen vis de fos Tamales presoith ene Zenon, Melee ‘Gyorgy Lukics, Testamento pultony ons estes Ssofo y naturalista francés, uno de Tos principas 45, René Descartes (1596-1650): les exponentes del racionalismo. 4, Alexander Herzen (1812-1870): evitice ruso; el pasgje aqui citado aparcce en ‘Mi vida. Mewes ynflesones (1812-868). 49. Victor Huge (1802-1885): escritor roinintico puesta en 1872-1873, 45, Charles Dickens (18124870): esertor realista inglés; Misfons de ds udades fue publicada por entregas en 1859. 49, Ek principio politice sepia el cual sala las ues impactan y los meding carecen de valiler: € termine fue setiiada en 1853, por Eaudwig August von Rochatt 30. Romain Rolland (1866-1944): eseritor pacifsta francés tiried Weller (1819-1890): esritor svizo, materialista y ateo; disefpulo de Feuerbach. Lukies le dedica un extenso ensayo (*Goutiied Keller’. En: Reali fas alemauts del gl 38, pp. 158-253). s; I ovela 1793 fue cou Las tareas de la filosofia marxista en la nueva democracia* Este estudio no presenta una discusién detallada de los principa- les problemas de la filosofia, S6lo intenta brindar una breve apro- ximacién a cuestiones fundamentales y se limita, entonces, a cier tos indicios para establecer una especie de lista de estos problemas. Esto dihito, tanto mis cuanto que es absalutamente hecesario tratar incluso los problemas filos6ficos especificos en relacién con la nueva situacién econémicosocial y con los pro- blemas estratégicos y las tacticas que se derivan de ella. Lenin puso clazamente en evidencia el hecho de que la filo- sofia del marxismo recibié, durante el period imnperialista, una nueva orientacin. Observ6 que este cambio de orientacin con siste esenciaimente en lo siguiente: Marx y Engels, en la lucha por el materialismo dialéctico, debieron poner en primer plano €l método dialéctico, mientras que hoy son [a defensa y la clabo- raci6n del materialismo las que estan en primer plano. Es por es- to que nos preguntamos si la Segunda Guerra Mundial imperi lista, el derrumbamiento del fascismo, el nacimiento de la nueva demoeracia y la lucha por esta diltima aportaron, en este ambito, algo sustancialmente nueva, Estamos convencidos die que surgieron nuevas cuestiones, sin duda, pero solo en el interior del campo determinado por Le- menudo, lo nuevo no es otra cosa qué el mas exacto acen- to puesto sobre lo antiguo, la necesidad de clarificaci6n. En este Wor qué deben ponerse de relieve hoy de una manera par- ticular determinados aspectos de! materialismo? La elaboracién * "Tes tiches de fa nouvelle philosophie marsste dans a nowelle démocratc". Ens Studi Plowie wv (1948-49), a, 1x [Reggio Emilia Forni Editore], pp. $38. ‘Traducci6n de Sivis N. Labado, Gyoray Lutes Testament politico y otros escritos del lado materialista de 1a filosofia marsista es todavia, pues, a cuestién contra. Es necesario luchar aqui contra dos faltas opuestas ~pero que se integran reciprocamente~ que caracterizan una parte de la filosofia marxista actual. Por una parte, en efecto, Ia significa- cién del materialismo fue suficientemente puesta de Telieves pe- ro el materialismo es concebido en su esenicia como siguiendo el modelo del viejo materialismo, es decir, premarxista. Para poner en evidencia ei laclo social, se deja de lado el hecho de que el vie- jo materiatismo nacié y elaboré su método antes de la Revolucién Francesa y que, por esto, no puede dominar, con los medios de la teorfa, el problema de la sociedad bunguesa nacida justamente nego de la victoria de Ia Revolucidn Francesa. Por esta razén, el viejo materialismo ya cayé en decadencia en el siglo XIX; en algu- nos de sus representantes se encuentra incluso wna apologia del orden social capitalists: en otros se encuentta la influencia del pesimismo y la ausencia de perspectiva de la flosofia burguesa Bastard con observar que el materialismo es totalmente incapaz de dominar, con los medios de la teorsa, los nuevos problemas de Jas Ciencias naturales propios de nuestra época. Por otra parte, esta debilidad del viejo materialismo condu- jo a numerasos marxistas a dejar ce lado el fundamento materia- lista del método dialéctico. Se identifica al viejo materialismo ton el nuevo y, mientuas se cree superar la natusaleza adialéetica del primero, uno se entrega a la dialéctica idealista y cae bajo la in Nuencia de la filosoffa burguesa de nuestra 6poca, 1. La nueva democracia Sin embargo, todo esto constitufa ya el problema general del pe- riodo imperialista, -In qué consiste hoy la novedad? La Segunda ‘Guerra Mundial provocé la caida del fascismo, pero no la del ca pitatismo. En casi toda Europa se tiende a una nueva forma de clemoeracia (alcanzada en algunos paises solamente), es decir, wna demecracia que nessa cl prisiego de las “doscientzs fam lias’ sino que ofrezca ab pucblo de los trabajacdores la posi de constituir una sociedad en la que la propiedad capitalista pri- vada subsista, zanque sometida a limitaciones, Controles, etc., pe~ ro en Ia que, de todos moclos, los intereses vitales, materiales y alturales del pueblo sean predominantes y decisivos. Las tareas de la filsotfa manista en la nueys democracia Nuevos problemas se derivan de esta situacién. Ante todo, la critica marxista de la democracia burguesa se basa tedricamente en la obra clisica de Lenin El Estado y a revolucion. is vatika ate esta critica, dada Ia nueva concepcién de ta democracia? Estamos absolutamente seguros de que si. No es posible, ni en el ambito de la tcorfa ni en el de la practica, dar un paso hacia adelante si no se comprende claramente, y sino se demuestra con igual clae yla reconstruccién de Ia democracia lictaclura de la burgicsfa, To que hoy es casi equivalente.a Ta restauracién gradual del fascismo. Igual de fian- damental sigue siendo también la afirmacién posterior de Lenin, seg Ia cual la dictddura dél proletariado significa, asimismo, el aclvenimiento de ta demnocracia proletaria, Si vemos hoy ante nosotros un camind hacia el socialismo, Uun camino nuevo, ms lento, y que exige tal ver menos sacrificio, podemos seguirlo y recorrerlo solamente si lo medimos continua. mente con el compis de la critica de Lenin, Una critica de tales cearacteristicas supone la mas completa destruccién de esta idola- tufa politico-econémica que aun hoy domina la mentalidad co- miin, ¢ incluso el pensamiento filosdfico. E] examen filosdfico de los motivos de su metodologia es, entonees, justamente en estos afios, de un enorme alcance practico. Esto tiltimo, ante todo, para lo concerniente a la destruccién de la critica formal de las fendmenos sociales y politicos. Hay que ver claramente que nada de lo que una democtacia ~cualquiera seam puede presenta? Yormalmente, tiene un valor intrinseco. En deteriniiidas condiciones, en efecto, todo puede convertirse cn un instrumento de opresiGn, explotaci6n, reaccion. La filosofia ‘acxista puede tener una utilidad de primordial importancia pa- ya la clavificacién metédica de estos problemas politicos. Debe hacer triunfar metédicamente la superioridad del contenido so- bre la forma, es decir, efectiva y practicamente, la prioricad del contenido politico-social frente a la forma juridica. En los perio- dos de on, nacen foreosamente sittaciones contradicto- Hasy paradgjicas que pucelen desconcertar y confundir incluso a Jas inasas, cuya mentalidad.cs sinceramente democrética, En efec- to, como consecuencia de la estructura econémica del sistema ca- pitalista, como consecuencia de Ia influencia de la ideologia bur- guesa de una democracia formal que data de un siglo y medio, el pensamiento formal se convirtié cn una segunda naturaleza para Gyorgy Lukas. Testaments politica y tras escritos os hombre de hoy y es necesaria, si se lo puede decir, una inver- sin de toda Ia visién del mundo para restituir en la practica la prioridad del contenido sobre la forma familiar al pensamiento. La tarea de a filosofia marxista en este ambito es urgente porque debe fijar una proporcién dialéctica precisa en telaciéi con el contenido y la forma. En primer lugar, es importante dis- Ungult l eoncepto materialisadialétieo‘de la proriad del tenido en tanto concepto histérico concreto y dindmico de la es taitica, de esas concepciones burguesas que tienden de manera analoga, bajo la influencia de la realidad imperialista, una men- talidad que se apega al contenido (fenomenologia y ontologia, que se derivan de ella). En segundo lugar, es importante impediz que la prioridad del contenido degenere en la aniquilacién de (o- da forma, Esto ooutrid, y de la forma mas grosera, con el fascis- mo alemn, en el que cesé completamente la valider.de cualquier forma juridica para dejar lugar a una tirant en evidencia de Ia prioridad del contenic ge, entonces, én lt Avera democracia, ui una hueva firsieza del derec re Bre el caos y Se ata eee filosOtica de Ta FeAciOn entre forma y contenido puede, enton- ces, acquirir una importancia practica de primer orden No obstante, no se puede buscar un criterio de contenido conereto ¢ histérico sin encontrar de antemano una determina: cién dialéctica de la totalidad. En efecto, Ja correcci6n del conte~ nido de una medida, de una ley, ete, esti siempre determinada por la fancién que la mediels o la ley estén destinadas a tener en el interior de la totalidad efectiva en que seran aplicadas. Ahora bien, es necesario considerar que la categoria de totalidad, luego del abuso que ha hecho de ella ¢] fascisme, tene una muy mala reputacién, Esta circunstancia, sin embargo, no puede impedir que los fildsofos marxistas usen esta importante categoria de la dialéctica matetialista; deben diferenciarla, no obstante, con la ayuda de la critica, del uso que los fascistas ~y antes la filosofia prefascista~ hicieron de ella. Fs necesarie observar, entonces, que én la fitosoffa burguesa reaecionaria, la totalidad se volvi6, en pri- mer lugat, absoluta y completamente rigida; luego, considerar la neta oposiciéa con Ta causalicad; y, por tiltimo, tener en cuenta que fa tatalidad y la evoluci6n histérica, fa totalidad y los cambios histéricos fueron concebidos como polaticlacles extremas. Las ca- Las tareas dela flosofla mantsta en la nueva democracia tegorias totales del prefascismo y del fascismo (nacién, raza, etc.) fueron extraidas y aisladas del curso de la historia y su aplicacion sirvié sobre todo para exctuir, en la teoria, las fuerzas propulsoras del desarrollo histérico y, principalmente, de la lucha de clases. Por el contrario, la verdadera totalidad, la totalidad del ma- terialismo dialéctico, es wna unidad conereta de fuerzas opuestas en una lucha reciproca, lo que significa que, sin causalidad, no es posible ninguna (olalidad viviente y, en segundo lugar. que cada totalidad es relativa, cs decit, que tanto hacia arriba como hacia abajo, esta resulta de totalidades subordinadas y que ¢s, por su parte, una funcién de una totalidad y de un orden superiores. De esto se deduce vambién que la funcién de la que hablé- bamos antes esta sometida precisamemte a la misma relatividad. En tercer lugar, cada totalidad es relativa y cambiante, incluso his- téricamente; puede declinar y destruirse y su caracter de totalir dad subsiste solamente en el marco de circunstancias list6ricas determinadas y coucretas. Esta man: li afiece las mejores posibilidades er oFfenuctas a hacer de la institicion de forma {g0 ast como letiches. Por Ot¥a parte, los fldsofos marxistas, de to- dos modos, deben cuidarse de tansformar en relativismo esta re- Jatividiad necesaria en la metodologia. Su tarea es poner en evidencia €l pensamiento marxista de !a intertelacién clialéctica cntre Jo absoluto y lo rélativo. Cuanto mis se consideran estos problemas de la cultura co- min, mus se comprende claramente que es imposible tratarlos con exactitud si no se parte de un fundamento materialista. Ihus- aremos brevemente esto al referirnos a fa cuestién central de la economia y de la cultura, ¢s decir, ol concepto de plan. La cont sién mental alcanza, en este problema, dos extremos opuestos. Si, por un lado, en Ia ideologia burguesa, el caracter teleoldgico del pian esté acentuado en exceso por el idealismo; por el otro, los marxistas se niegan a veces a reconoter esta telealogta, Pero la tee Widadies. animales precisamente porque la “deters objetivo precede y guia cl proceso entero de tabajs No obstan- te, el carteter teleoldgico del trabajo no es thas que una fase del proceso total. Este ultimo, por un lado, presupone el reconoci- imiento en el programa del trabajo de todos los aspectos objetivos ‘Syorgy Lukdcs.Testamenta paltcoy otras eseritas independientes de la consciencia del hombre (las cualidades de Ia materia, las propiedades de los instrumentos, etc.); por otro, la propia determinacién del objetivo es un producto de la situacién social objetiva, del desarrollo de las fucrzas productivas, etc. Esta dialéctica es indispensable para que los planes sean clabo- rados con claridad, Hay que reconocer que el desarrollo capitalista tiende necesuria y espontincamente al fortalecimiento del mono- polio del capital. Por esta razén, un plan ¢s més que un acto dema- ,ogico 0 que una elucubracion en el vacio solo cuando se conocen verdaderamente, sobre la base de los principios de Ia economia marxista, todas las leyes de ese movimiento espontineo (leyes del mercado, de la concentracién del capital, pasaje del capital de una aplicacién a otra, determinado por las ganancias, etc.). Sdlo el co- nocimiento de estas leyes hace posible un plan, y, precisamente, un plan que estudie los medios econémicos y politicas que son necesa- ios para eneaminar efectivamente estos movimientos en la direc- cin deseads, Por ora parte, a situaciOn reciproca de Tas clases, las exigencias vitales de las masas trabajadoras determinarén la finali dad del plan. La posibilidad de movilizar en todos los campos de la vida econsmaica las diferentes fuerzas econémicas contra el desarro- Uo espontanco del régimen capitalista es, entonces, fumeidn del co- nocimiento exacto de la economia, El aspecto juridico ¢s sin duda ‘una superestructura necesaria, pero nada mis que una superestruc- tra, y es en sf, entonces, impotente frente a esta espontancidad. Dado que la economia burgucsa no puede reconocer esta situacidn y que la clase burguesa realmente no quiere obstaculizar ni tampo- co abolir fa espontaneidad del movimiento del capital, todos los pla- nes burgucses son, en el mejor de fos casos, utopias. Un plan posi- vo v completo no es posible mas que en ¢l socialismo, es dee, Cuamthy Todas Ins ftietzas productivas estiindominadas por Ta comu- inidadl7A Tas nuevas democracias se les presenta el problema econo iico completamente nucvo de provocar, en el movimiento espon- tino del sistema capitalista todavia vigente, por el juego de la dominacion real de las posiciones econémicas determinaclas, las modificaciones deseadas en la orientacién, Este ¢ un problema econémico concreto, tanto Ledrica como concretamente. No obs- tnte, no se puede alcanzar la claridad completa, en lo que respec- ta a los fumdameptos metodolégicos del wabajo que debe ser reali- zado en este campo, sin el examen filosdfico de (oda la metodologia del plan. Las tareas de la flostia mamista en la nueva democracia Esta metodologia se funda, en primer Ingar, en la toma de consciencia del predominio de las fuxerzas productivas principales que se apoyan en el sentido democratico de las poblaciones tra bajadoras; en segundo lugar, sobre cl examen de las leyes de la to- alidad de Ia economia en su movimiento conereto. Las diferen- les medidas pueden ser elaboradas con precision y aplicadas de conformidad cou vl plan solamente en esta relacion de conjunto (imfluencia de la nacionalizacién de los bancos sobre el movie miento del capita, influencia sobre el mercado de las compaiiias centralizadas mantenidas por el Estado, etc.). Desde el punto de vista metodolégico, ningtin plan pued at precisa, per¢ rdadera (cleologia no pucde tampoco existir sin el fundam ic Tas leyes objetivasy concretas de Ta econ mia, sin queda base y la ¢ nies y posibilidades poh Ilos previ jentacién sean sacadas de las ondicio: icas reales.de las clases.y.de-sus-desatro., 2. Problemas generales de la cultura EI fundamento materialista dialéctico del plan es, por hipétesis, todavia més evidente en el problema cultural La finalidad de ta elaboracién de un plan en la nueva deino- cracia no pucde ser sino esta elevacién del nivel cultural de los obreros y de los campesinos gracias al cual, apropiindose de la culaua del pasado, desplegando y ciiltivando sus propias fi cultoratesreprimidac hasta Emonées, piiededr Gciipar posic eniinentes en ul Estido, Ja economia y la eilitira, Eso ¢s imposible sin un plan. Pero un plan que no sc base ett las condiciones rea. les de la época en ta que uno se encuentza, como asimismo en la extensién del movimiento y del movimiento cultural de los hom- bres, esti destinada a tnantenerse como una utopia. EI plan econ némico es una premisa y un fundamento indispensable de cuak quier movimiento cultural. Este tltimo esté en estrecha relacién con el problema de la educacién. Schiller, me parece, fie el pri- mero en afirmar que ya deberia haber un hombre nucvo para por der formar la socieciad nueva'. Esta conviccién domina todavia, en general, [a mentalidad burguesa y encuentra hoy en kt UNESCO un 6rgano ideol6gico. Pero todo marxisia debe comprender que querer. producir © educar'al hombre nuevo" de esta manera ¢ OGyiegy Lukées. Testamento politico y otros eseritas | una elucubracién-en.el-vacio o una vana-demagogia_En ese caso || se ignora cl poder necesariamente activo de los hébitos sociales, | que Lenin puso de relieve tan vigorosamente; se Iguora que_lo | die tenemos el habito de llamar educdcién en un sentido estric | to’no constituye mas que una parte muy pequeiia de la educacién efectiva de todo hombre; no se ve ya que las formas y los conteni- dos de la vida cotidiana actiian poderosamente, ¢ incluso de maz nera determinante, sobre la formacién interior tanto en el bien | como en el mal. Una educacién que no est en. armonia,sino en | contradliecién con esias formas reales de vida, es objetivamente impotente; pero piiédé con facilidad traducitse también subjeti= vamente en hipocresia (por ejemplo, nifios educados en contra de la guerra que,"al mismo tiempo, escuchan Ia radio norteame- | cana o son inlludos por sus padres en el sentido de la prensa de Wall Siccet, etc.) _lmplicacian estas observaciones la espera fatalista del naci iniento automtico «let liombre nuevo? No. La influencia del me- dio cotidiano, en efecto, ¥ el habite que de este se deriva no son nunca mecénicamente univocos, ni estin orientados en una tini- ca direccién. Marx ya habia percibido que, en la sociedad capita lista, incluso Ta pertenencia del individuo a wna clase determina da oculta en sf misma elementos accidentales: estos accidentes pueden ser tanto provocaclos como obstaculizados en su éesarro- lo. El capitalisino induce en general a un “individualismo zoo\é- ico” (Gorki), pero al mismo tiempo, en el propio seno de la so- Giedad capitalista, el trabajo de empresas y Ia lucha de clases pueden tambign inducir a la solidaridad. den porque inchiso esta influencia estd lena de contradicciones y no esta exenta de caracteres fortuitos. Peo, mis alli de toda clasé de contradiccién, se forian verdacleros puntos de apoyo y efectivos movimientos progresistas en los que puede insertarse el plan educativo, Naturalmente, tales contradicciones y tales corrientes se en- ‘euentran también en otras capas de la sociedad y se pueden en- contrar en ellas puntos de apoyo (experiencia de la guerra, del Iascismo) 1 segundo lugar, sin embargo, incluso las condiciones so- Gales, lo que Lenin clesigné las bases objetivas del habito, pueden ser tranformadas o al menos modificadas por su accidn sobre los hombres. La nueva democracia prevé las reformas oportunas en Les tareas dela filsotfa manista en la nueva democracia elplan econémico ~eventualidad de la influencia psicolégico-mo- ral del movimiento de camaraderfa (Genossenschaft) sobre los campesinos, etc.—. Es necesario agregar a esto cl despertar, en la poblacién tabajadora, de la consciencia de su posicién social. In-

También podría gustarte