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‘ons 2008 etn Tein cee . EI juego: recurso basico en Psicomotricidad The gam: basic resource in Psychorotricity Miguel Llorca Linares El concepto de psicomotricidad surge, a principios del siglo XX, vinculado ala pato- lagia, para destacar la estrecha relacién entre lo psicolégico (psico) y [a forma de manifestarse (motricidad). Rompe con el planteamiento filoséfico de Descartes de entender al individuo como una dualidad mente-cuerpo, entendiendo a la persona ‘como una unidad que vive y se expresa globalmente, Un nicleo comtin de las diversas defiiciones de psicomotrcidad lo encontramos en ‘su concepcién del hombre como un ser global, entendigndolo como una unidad Psicosomatica que se expresa a partir del cuerpo y el movimiento. El nif y la nlfa es un ser psicomotor que expresa sus propios problemas, comuni 2, opera, conceptualize y aprende mediante su expresividad y sus manifestacio- nes psicomotrices. Por lo tanto, en nuestra préctica educativa, es inevitable partir de esta concepcién unitaria de la persona Le psicomotricidad se va @ entender por tanto como una manera de concebir a la persona, de entender la expresividad infantil como una globalidad en la que conflu- Yyen aspectos motrices, cognitivos y socloafectivos como elementos que configuran la personalidad y que nos permiten su comprensién. En la educacién psicomotrz el juego se convlerte en el Instrumento metodolégico mediante el cual se articula nuestra intervencién. Este juego hace referencia a la ‘actividad corporal y simbdlica que aparece en la sala de manera esponténea, y que 'e convierte en una actuacién llena de significado para el nfo y para el psicomotri- Cista, pues en él nos cuenta su historia personal y afectiva, ofreciéndonos informa~ «ion sobre su deserrliomadurativo, en os tres mbites, motor, cognitive ysoco- afectivo. ‘Si nos referimas a la etapa de Educacién Infanti, el recurso fundamental e indis- pensable, para acceder a la globalidad de la persona, no puede ser otro que el Juego. A través del juego el nfo y la nia pone de marifiesto su dimensién motriz ‘meciante Ia carrera, el salto, la trepa, las volteretas, etc; su dimensién cognitiva ‘mediante Ia manipulacion y el uso creative de los materiales que ponemos a su disposicién; y su dimensién soclafectiva a través de las relaciones que establece con sus iguales y con el adulto psicomotricsta, asi como por los personajes que desarrolla en el juego simbélico Nimer 99 Seige canny Taster Ca 54 Bassas ee menor ‘Teniendo en cuenta la evoluci6n del juego que plantea Piaget (1979) en referencia ala citada etapa, el nfo y lanifia debe tener a su disposicién en la sala de psicomo- tricidad, espacios y materiales favorecedores del desarrollo del juego sensoriomo- tor, simbélico y representacional Hasta los seis, siete afos, el nfo vive y se expresa bésicamente através del cuerpo por medio del juego. Tod su globalidad, su inteligencia, su afectividad, su lengua Je. tienen al cuerpo y a la actividad ldiea como instrumentos de expresién. En teste sentido, la sala de Psicomotricidad se convierte en un espacio encaminado a favorecer la expresién psicomotriz por medio de la comunicacién global cuya via principal es el placer, placer de actuar, de descubrir, de inventar. La importanela del Juego esponténeo en el nifio es un aspecto que no debe pasarnos desapercibido ya Que ésta es su forma basica de lenguaje, medio de acortar la distancia que a menu- ddo-nos separa de él (Comas y Franc, 1995). El nfo entra en Ia sala con el deseo de jugar, expresdndonos a través de su juego, su placer, su seguridad y dominio corporal. A través de las relaciones consigo mis- mo, con ‘os otros y con los objetos, las nifias y nifios nos muestran su historia afectiva, su maduracién cagnitiva y social, ofreciéndonos todo un marco de obser vacién ¢ intervencién, desde el que el psicomotricista se sitda con un rol especial + Comprendiendo lo que cada niffa y niffo nos cuenta por su via corporal y devoiviéndole esta comunicacién desde el lugar en el que el nifio se sitda: reconocimiento, descarga de tensiones, simbolizacién y asuncién de roles (Aucouturier, Darraule y Empinet, 1985). ‘+ Abriendo caminos a su evolucién... porque el nifio necesita que se le reco~ nnozca y se le acepte, sin entrar en juicios de valor, pera desear ir hacia {tapas superiores en Su Interaccién y comunicacién con los otros. + Centréndose en la relacién y comunicacién afectiva segurizante y respetuosa ue permite la satisfaccién de necesidades y por lo tanto, la evolucién del filfor ‘+ Interviniendo mediante la manipulacién del espacio y las propuestas abler- tas que enriquezcan y diversifiquen el Juego esponténeo + Convirtiéndose en definitiva, en un compafiero simbélico del juego de las nifas y nifies, que comprende y reconoce el significado de sus juegos, ofre- Giéndoles und respuesta, como agente de apertura al curso del desarrollo {ue cada niffo y nlfia puede recorrer El juego sensoriomotor ‘A medida que el nifio desarrolla su competencia corporal y ejerce un mayor dominio del espacio, adquiere importancia el juego sensoriomotor manifesténdose las conductas que Aucouturier (1993) denomina como primer nivel de expresividad rmotriz y que se corresponden con las sensaciones internas del cuerpo, que intere~ san especialmente al laberinto, responsable del equllbrio (rotaciones, giros, balan- ‘eos, equilibrios, saltos, carreras... Utlizamos fundamentalmente los materiales fijos en el espacio, que describimos a continuacién y que irén variando su disposi- cin en las diferentes sesiones en funcién de las posiblidades de los nifs. Reva eramerana de Pacomotided Tears Corpor Nimero » ne mc benno A Las espalderas que propician la trepa y el placer de conquistar la altura. La afirmacion {que supone llegar a lo mas alto y que nos lo confirman cuando nos laman para que les irernos y sentirse reconocidos. I banco sueco favorecedor de los deslizamientos cuando lo situamos en forma de plano inclinado, ademas del placer de subir y bajar correndo poniendo a prueba sus Gestrezas; 0 situado horizontalmente, separado del suelo, a diferente altura, pare incitar al salto, vencer los miedos y sentir el equilbri. EI minitramp que les permite ponerse 2 prieba, arriesgéndose cada vez més, inten- tando diferentes formas de saltar y perfeccionande las caidas. Las colchonetas, elementos fundamentales para asegurar el espacio y amortiguar las cals, para favorecer los equllrios y desequilrios en funcién de los desplazamien- ‘tos por superfcies de diferente grosor y densidad. Apladas o amontonadas propician juegos dinémicos y alegres, caidas voluntarias, volteretas y payasadas. Puede ser ‘también un material muy regresivo que evoca él contacto corporal, aunque también puede servir para esconderse o tapar al adult, aplasténdolo y pisoteandolo o echarse encima para «sentir el otro cuerpo a través del objeto (Lapierre y Lapierre, 1982), La forma de abordar este espacio sensoriomotor es diferente en funcién de las carac teristicas de cada nifo, sin olvidar que su vivencia realmente placentera no solo va 2 depender de las competencias motrices sino también de la seguridad emocional y {afectiva del nif, asi como de la ayuda y asertivided del psicomotricista. [Aigunos nifios necesitan sentirse contenidos, asegurados para vencer sus miedos @ ‘acteder a este espacio, necesitan vivir previamente con agrado los balanceos cogidos fen brazos, 0 sobre los grandes balones, los gitos acompafiados sobre el rodill, los arrastres lentos y répidos, todas las actividades que estimulan las sensaciones propio- ceptivas, sintiéndose plenamente seguros Las dificutades motrces asociadas a los déficitcognitivas ponen de manifesto Ia es ‘recha relacion entre las dficutades de coordinacién dingmiea, control postural y equi- Iirio, que presentan mayoritariamente los niios con retraso mental, y su desarrollo hacia el colegio, favoreciendo de este modo un proce- ‘samiento sucesive y ordenado de la informacion, y déndole, ademés, la posibilidad de ‘expresar mediante el juego, sus vivencias personales de la familia, la escuela, etc El balanceo y el acunamiento en las telas son también placeres muy buscados, y algunas fos vienen a ayudarnos acunar a los ots, sintiendo una gran alegria al poder proporcionar placer a los demas. Esta es una de los primeras manifestaciones de ese «altrulsmo egoista> que se halla en el origen de cualquier relacién de ayuda, Los cartones sven para realizar «casas» en las que introducise y desarrollar todos los roles familiares. Hay quienes no estan dispuestos a compartir ese espacio y otros que, fen ocasiones, permiten entrar al adult mientras los otros se agitan alrededor, estable~ cléndose estrechas relaciones de complicidad y cargadas de afecividad. Las cajas de cartén, con la apertura hacla arriba pueden ser una cuna o un coche, 0 un lugar cerrado con Un Incesante deseo de entrar y de sali. Si tiene tapa puede servir para encerrarse 0 encerrar @ otros. Golpeando en sus paredes, desde dentro y desde fuera, se establece una comunicacién por el ruido y sin verse CCon ta abertura hacia abajo, las cajas se convierten en una especie de caparazén, pproduciéndose desplazarientos. Si el adulto participa en este juego, puede ser agredi- do y permitir la liberacién, sin culpablidad, de las pulsiones agresivas, ya que no los ‘eros y estamos protegidos de los golpes reales. Una vez que han sido rotas y aplastadas las utizan para saltar sobre elas y jugar a caerse o desizarse con gran jibilo. FevisaBoramercana be Psicmotided y Técns Cores Numero # Shepway pcre 1h ‘A. veces, las difcutades para lasimbolizacin y la falta de herramientas para controlar ‘su emacion y darse cuenta de que es una fecion, los nifiosy niflas con necesidades de ‘ipo cognitvo se quedan atrapados en este material, pasivos y protegidos del grupo. En este sentido, puede ser fundamental la mediacién de adulto para ayudar al rio & darie sentido a su ocupacién del espacio, para ayudarie @ compartir con los otros reaizando invitaciones y lamadas de atencién al grupo sobre lo que alli sucede, 0 realzando él mismo diferentes juegos para observar cual puede responder a los inte reses del nic. Otras veces, también es interesante poner los limites entre fantasia y juego, impidiendo que el nifio se angustie 0 se exceda en sus acciones por la emocién {que se produce. Las cverdas que podemos atara diferentes alturas para facilitar la trepa y las suspen siones. En algunos despiertan deseos agresivos de dominacién, rodea, atar,inmovl- zar al otfo, Otros, més sutiimente, las utizan para domesticar y sacer de paseo al perro. Las cuerdas sirven de unién a distancia, de , particular- mente la del adult, tene una tonalidad ciferente de acuerdo con la problematica del nif; puede ser agresiva o, por el contraro, afectiva, seductore, cuando el nto viene ‘cuidadosamente a pasarnos el o os aros por el cuello, con una mimica de ofrenda. Los ‘coge después, marcando asi su deseo de independenca, Los aros, objetos duros y féclimente manejables, se prestan bastante bien a otra actividad agresiva, el golpear. Golpear con ellos en el suelo para hacer ruido permi- te un desvio simbélico de las pulsiones agresivas, y de ahi puede nacer un ritmo, ims 0 menos colectivo, acompariado a veces de gritos. Ante las dificultades de simbolizacién que conlleva este material, hay nies o nifias ‘que quedan atrapados en los juegos estereotipados de bailar dentro del aro 0 simplemente sostener y acumular, Es importante ayudar al nifio con difcultades para la simbolizacién, dotando de sentido al material y las vivencias El papel de periédicos, que les permite una gran vivencia corporal, revoledndose en éi, permite una destruccion y desestructuracion que favorece liberar las pulsiones agresi- ‘vas. También simbélicamente y en un espacio acotado es una piscina en la que zambu- lise y rodar sobre los otros. Nimero » Feyita Bgcamorcaa de Pscomotced y Téoncas Compares G5) ogo: recurso bésico en Psvomoticdad gual Lorca Unaros ‘Cuando el nifio tiene difcultades para la expresién y produccién gestual, corporal o verbal, este material permite la liberacién de pulsiones y faciita la confianza en si ‘mismos para su afirmacién frente a sus Iguales y al adulto. Hemos de recurrir ala provocacién y al suelo para evitar que los nies puedan quedar encerradas en actos Simples con e! papel, como romper, doblar 0 acumular. La falta de herramientas pare elaborar el pensamicnto puede venir aparejada con la falta de vivencias corporales satisfactorias, a veces por su ritmo lento de desarrollo y @ veces por una historia de sufrimiento, estrés y falta de aceptacin. 1 agua, la pintura, la harina, la terra, et., que sven de pretexto para desnudar el ‘cuerpo y tener acceso al contacto de piel piel, permitiendo el descubrimiento de sensaciones corporales agradables y vivencias regresivas normalmente satisfactoras, Hay ocasiones en que nos encontramos con personas con défct cognitivo y que tienen ‘ifcutades en el desarrollo del juego creativo, en estos casos tenemos que hacer de modelo y de mediador en las reaciones entre iquales, apoyandonos en los gestos y en la palabra para facta su comprensién, aprovechando los materiales para espacializar el juego y buscdndole diferentes posibildades de utilizacion Las representaciones En el desarrollo de las sesiones de psicometricidad también hay un momento para la representacién, faciitando materiales con los cuales las nfl y nfios acceden al placer de pensar (Aucouturier, 1993), tomando distancia de la vivencia y fevore~ Glande el acceso al pencamiento operaterio. Las nifac y nifes representan por medio de ios materiales el movimiento, las emociones, creando construcciones en el espacio y utllzando los parémetros reales de los objetos como tamafios, volime= res, y conceptos como la cantidad, la simetria, la igualdad, etc. Los materiales que Se utlizan para la Introduccion y desarrollo de este momento han sido los bloques de encaje tipo legos, las maderas de distintas formas, tamafis y colores y material para dibujar, moldear o pintar. A través dela utlizacién de los diferentes materiales, en este segundo momento de la sesi6n, se ponen de manifiesto sus destrezas grafomotoras, sus habllidades ‘manipulativas y su capacidad creativa, favoreciendo las representaciones mentales ue son resultado de toda la movilizacién del imaginario que se ha producido través del trabajo anterior por la via del cuerpo y de las emociones (Arnale et al. 2001). Ademas, nos permite observar su mundo afectivo, que se refleja en la per~ Sistencia 0 el abandono de la tarea, en los miltiples detalles 0 en la simpleze, en la representacién compartida o aisiada, en los acuerdos 0 desacuerdos, en el reto oa conformidad, en la autonomia o la dependencia, etc. Estas producciones son un refejo de la globalidad del nifo y lana que lo sitiian en tuna dindmica de evolucion que podemos analizarutlizando parémetros especificos para cada material, sin olvidar que son elementos que tienen que ver con la estruc- turacién de la propia imagen del cuerpo, y en ellos aparecen indicios que tienen que ver con la historia afectiva y profunda de los nfs y nifias (Casso et al. 2001). En nuestra practica educativa con nifios y nias de infantil y primero de primaria (3 2 7 afjos) hemos podido observar la evolucién de las representaciones en funcién de la edad y/o competencias, siendo bastante coincidente con lo expresado por las compaferas citadas. Ofrecernos el material para que el nfo o la nia exprese lo ue desea, aunque sugerimos que traten de reflejar lo vivide durante la sesién. eva eramercana de Pkomotiated y Tanegs Corpor Nimero v thes bes neti 1B Si nos detenemos a analizar la evolucin de las representaciones mediante el dibu~ 40, nos encontramas iniciaimente con garabatos indiscriminados y aparece el im- ulso de descarga con el punteado, sobre todo cuando ofrecemos rotuladores grue~ 505, para Ir derivando hacia el garabato circular y el trazo circular, con mayor precisién, que puede ser cerrado, abierto 0 con aristas. El avance en las habilidades ‘grafomotoras se refleja en la aparicion de otras formas geométricas, que a veces Son Identificadas como elementos de la sala, y poco a poco aparece el dibujo de la figura humana que se iré haciendo cada vez més completo, afadiendo los diferen- tes componentes y segmentos corporales. Primero dibuja ia cabeza con los ojos 0 la boca, después el , cabeza y alguna extremidad, hasta llegar a la representacién de si mismo. Estas imagenes en un primer momento son estéticas y luego en movimiento, describiendo incluso la trayectoria de algunos objetos y la representacién de escenas, con diferentes personas y objetos, vividas previamen- te. EI dibujo libre, al final de la sesién, supone una toma de distancia de la vivencia (mientras jugaba, era superman, ahora es él ella que jugaba a ser superman) y Se convierte en una forma de expresin de la globalidad del nif, reflejando sus habilidades motrices (grafomotoras), sus posibllidades creativas y de representa

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