En la Plaza Castilla he tenido mi residencia un montón de años. Lo más bello de este lugar es un sitio secreto casi, aunque esté a la vista de todo el mundo, pues es un parqué público, - el Parque del Canal Isabel II. Si entras en los dos campos y miras hacia la Plaza, el campo visual está tan despejado que sientes estar en la luna. A menudo me siento en la hierba y me quedo contemplando el paisaje, la gente que pasa, los niños que gritan, los perros que ladran, los pájaros que trinan, los pensamientos que pasan como en procesión , desaparecen como han venido, llegados de no se dónde.
En la Plaza Castilla he tenido mi residencia un montón de años. Lo más bello de este lugar es un sitio secreto casi, aunque esté a la vista de todo el mundo, pues es un parqué público, - el Parque del Canal Isabel II. Si entras en los dos campos y miras hacia la Plaza, el campo visual está tan despejado que sientes estar en la luna. A menudo me siento en la hierba y me quedo contemplando el paisaje, la gente que pasa, los niños que gritan, los perros que ladran, los pájaros que trinan, los pensamientos que pasan como en procesión , desaparecen como han venido, llegados de no se dónde.
En la Plaza Castilla he tenido mi residencia un montón de años. Lo más bello de este lugar es un sitio secreto casi, aunque esté a la vista de todo el mundo, pues es un parqué público, - el Parque del Canal Isabel II. Si entras en los dos campos y miras hacia la Plaza, el campo visual está tan despejado que sientes estar en la luna. A menudo me siento en la hierba y me quedo contemplando el paisaje, la gente que pasa, los niños que gritan, los perros que ladran, los pájaros que trinan, los pensamientos que pasan como en procesión , desaparecen como han venido, llegados de no se dónde.
En la Plaza Castilla he tenido mi residencia un montn de aos. Lo ms bello de este
lugar es un sitio secreto casi, aunque est a la vista de todo el mundo, pues es un parqu pblico, - el Parque del Canal Isabel II. Si entras en los dos campos y miras hacia la Plaza, el campo visual est tan despejado que sientes estar en la luna. A menudo me siento en la hierba y me quedo contemplando el paisaje, la gente que pasa, los nios que gritan, los perros que ladran, los pjaros que trinan, los pensamientos que pasan como en procesin , desaparecen como han venido, llegados de no se dnde. Uno puede caminar en los caminos bordeados de rboles diversos, con su nombre en griego y latn escritos sobre una tablita, beber agua directo de la fuente, estirarse en los artilugios Big Toy de la entrada y regresar a casa desde cuyo balcn se ven los jardines del mismo parque, con sus plantas ornamentales en flor. El paisaje desde loa ventana y desde el balcn es realmente conmovedor pero no dejo que me impresione, tomo una postura neutral. El Colegio Mayor Lus Vives queda a dos pasos, en la calle Francisco Surez, los dos , - tanto Vives , como Surez -filsofos y gente especial. En ese Colegio Mayor he vivido mientras era Profesor Invitado en la Universidad Autnoma de Madrid y era una atmsfera agradable, pues desde mi cuarto circular por la gran ventana se vean las dos torres inclinadas. Mi hija ha aterrizado aqu en el Colegio Lus Vives, en una notte de invierno / primavera. Para ella hoy, la Plaza Castilla es la hostia , sus amigos y amigas, skateboard, hamburguesas, fuentes de agua, pero ahora me dice que eso ya se acab pero me dice la Dani que ah lo que se hace es quedar o sea encontrarse, es un punto de encuentro. Me produce gracia el recuerdo pues a su madre la he conocido en una cafetera del Hotel Montserrat llamada Flor de Castilla , en la Plaza Altamira, Caracas, Venezuela Sur Amrica. Estos detalles son para mi testimonios de que todo est predeterminado por razones que nos quedan ocultas y no obstante, una aguda mirada hacia atrs nos revela detalles y eventos con un profundo sentido existencial. Aqu en Madrid, mi oficina y consultorio se encuentra en la Plaza Castilla, en el Campo Verde del Parque Canal Isabel II, Quien quiere encontrarme que me busque por all, quizs nos topamos en alguna de sus calles.