ARQUEOLOGIA Y VIDA
NEw 2007
DUCCIO BONAVIA
y HISTORIA
DE ARQUEOLOGIL
FACULTAD DE CIENCL’
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
IFEA: INSTITUTO FRANCES DE ESTUDIOS ANDINOSArqueologi
fay Vida
2007, NE 1, pigs, 293.298,
ALFRED KROEBER Y SU OBRA PERUANISTA'
Duccio Bonavia
Carlyle escribid que en el fondo fa hist i
toria universal no era mis i
ni mas que la historia de I
‘des hombres. Parafraseando la idea, no creo atrevido afirmar que la historia de la ea
peruana puede tomar como simbolo a Alfredo Kroeber.
Enjuiciar su obra peruanista tomar tiempo: seré tarea de las futuras generacioncs
“Tratar de ella, aunque superficialmente,
he propuesto, sintiéndome sit
acética expresion de su espiritu,
a la luz de nuestros actuales conocimientos es lo
in embargo deslumbrado y empequentecido frente a la
‘como debe haberse sentido el hombre primitivo frente a
1uzga sélo a un cientifico, a un antropdlogo, a un macsto ct
“Ge esté analizando la obra de un hombre, de una época, ¥
e -garala Universidad de
‘as colecciones peruanas que enviaba UIE Part formar
ce su articulo «Dr. Uhle’s Researches in Pert
Ge las exeavaciones de Unle en Ancony vienenaset
serie de trabajos que con el titulo de «The Unle Pottery
sar la Universidad de California y auc. como veremos, forman
= ta investigacion del pasado peruano.
‘en California la escuela de arqueologia peruana,
‘que debemnos los aportes ras coneretos desde
‘a el estudio de las coleccior‘Arqueologia y Vida, N* 1, 2007 i
‘Ast salen a luz progresivamente: en 1924, «The Unle Collections Pottery from Chinehian
(Berkeley) y "The Uhle Pottery Collecetions from lea» (Berkeley) en los que Krocher es erator
ae Willen Duncan Strong, Bn 1928 Kroeber, publica “Ths Unie Pottery Collections from
Moche» (Berkeley) y «The Uhile Pottery Collections from Supe» (Berkeley) y en 1926 “The Uhle
Pottery Collections from Chancay» (Berkeley), Con un peauefio #000, sale en 1927 “The Uh
Pottery Collections from Nazean (Berkeley), con a ayuda de Gay'o® Contempordncarmente ss
alumnos publican otros dos trabajos con la misma metodologia y en Ja misma serie.
No serch nurioa bastante el remarcar a importaneia de estos trabajos °0Y7% conclusiones
manticnen firmes a pesar del tiempo transcurrido y del adelanto indiscutible de la metodologia.
Recordemos que dichas series de la Universidad de California se publican en un momento
en que las teorias del estilo estaban atacadas «por los exeesos de algunas fantasias como bien
dice Muelle.
Sin embargo, Kroeber supo sacar tal provecho a la tipologia y de la interpretacion del estilo
que sencillamente Ia serie «The Uhle Pottery Collections» es un monumento perdurable a este
A ifamiento, Las eronologias que se fueron estructurando poco a poco son las mismas dur, °00
variantes, vamos encontrando en Jos estudios estratigraficos actuales. La asombrosa,
ctitud con que coinciden los datos que encontramos en los diltimoy
ts que publicara uno de los discipulos de Kroeber, |
0 ‘demostracién de la utilidad que
tan bien, lo estudia y recone
bajo que comicenza a publicar en
ajo el rubro de «Archacological
rdiamente en 1937. Los voltimenes ! y 2
-a la ceramica, Kroeber discute los varios tipor
10 también de asociarlos con determinados
Hrdlicka, este ultimo basado en los
sspués de los trabajos que realizar
mac son el primer jalén de la arqucologia
-analizado los problemas cronoligico® delAlfred Kroeber y su obra peruanista / 1D. Bonavia
Blitomo 2’es ejemplo de un auténtico reco) ee
ocimiento» o «sury
ey arqueolégico.
Afirmariamos, sin miedo a equiyocamos,
A , que hasta la fecha no
sobre el norte peruano que comprenda parte tan ancha del territorio. Sin) ata abe cero
Bri niassa avi) ea ab YY que remarear que no
cs silo un tabs eee obra de detalle, de Pidbranleniatneaualintad
es se Un el que se puede aprender cBmo se estuda un dren arqueoloyic, cuales son Tok
etalles arquitectonicos que hay que observar, e6m
cémo hay que a
aémo hay que preparar y redactar un trabajo, SEO ee ee
Es para nosotros mortificante, y hay qu
Kroeber hace tantos a
1e admitirlo, que muchos sitios alli
juchos sitios alli sefialados por
Jos esperen todavia -si es que existen auin- un nuevo y mas comy fet
examen. Inclusive las colecciones que hiciera Uhle y q\ \ ag
ue estén perdidas en los depésitos de
eNpatros MuUseos No han sido estudiadas hasta la fecha. i eee
Elejemplo de Kroeber en este aspecto es no sélo una ensefhanza para las nuevas generaciones
sino una censura para la nuestra y las pasadas.
El mimero 3 de la misma coleccién presenta el esfuerzo de una de las alurnnas predilectas det
e ‘norteamericano, de Lila O’Neale, quien sistematizo los conocimientos sobre técnica
sign descuidamos hoy:
as
b revela la misma sistematica de los anteriores y Ia gran visiOn
ide los estilos Cafiete Medio y Tardio, cuyos fundamentos
Jentes Ilevados a cabo por los mismos investigadores
de nuestros dias.
History, Kroeber daba a
(1926), jighland in Prehistoric Pert»
foiifed trabejoedoUbley «Cultural relations bo'v
(930) y «Textile Periods in Ancient Peri» (Berkeley,
"pn 1939 la Rev A i i 46 «Sud América,
a Re\ ‘Nacional de Lima publi tatraduccién de su a
delo Las iiboateaids xy desarrollo del arte ¥ fa cultura peruana y es interesante SY juicio
Farner ae ja sucesion del arte antiguo peruano eS ‘una historia de decadencia» ¥
Racer ses oe cuando | 4s culminantes fueron alcanzados
J su ent 7
‘nel periodo primitivo.
del Chima primitivo,
raras veces igualados en calidad,
: sae Ipaeleh Snr. ae il 7 salidad de su arte
a Sense en Wh cuit
estou eng rre(ty 0 le manos la £10
29!Arqueotogia y Vida, Nt, 2007
nth American Indians», se
arde, en el «Handbook of
undo los estilos tardios,
4 que Kroeber
a describir los estilos ter
Yes poreso quiz
detiene con minuciosidad
a una trascendental conferencia en San
942), En ella encara la problemética
ilo que «sus propési
al Peri, Kroeber dict
a revista «Letras» (Lima, |
srelaciones con la historia,
i dinicamente en cl
pacio en relaciones de tiempo» y muestra
fitica, Plantea finalmente con wna claridad y severidad
areas de nuestra arqueologia: la
ede importar
En 1942, en otra de sus visitas
Mareos, que mas tarde se publics en I
de la arqueologia como método y
son idénticos» y que «la diferencia est
como la atransformacién de relaciones de
arqueologia peruana tiene su propia proble
sin par eso que ha sido y sigue siendo una de las grandes ta
terminologia, demostrando lo mucho y lo poco a la vez que
paleteada de Lambayeque» (Lima,
‘Con Muelle publica ese mismo aiio el articulo «Ceramica
de la «funcién» con
1942) en el que se recalca una vez ms el empleo de la tipologia y la teo}
ed Bast decir aqui que este trabajo es el tinico que se ha hecho sobre el tema
‘hasta Piura, la costa y la sierra son
‘Se reafirman sus ideas sobre Nazca se
r existentes entre Cupisnique
sobre el hasta muy recientemente
imeros € inciertos bosquejos sobre «horizontes
ESAT ae Na York se retinen los mejores antropdlogos del momento para
ony re arqueologia peruana, Kroeber orienta la discusion y nos ha dejado esa magnifica
sine chee? iAOn eer EetecreHtuonst, publicara ese otro gran peruanista
; raisal of Peruvian Archacol
rif rehaeology» (M« ha, 1948)
Alli entre otras cosas, se comparan en forma muy clara las semejanzas y fe ie daresiodcs
y }ologia empleados respectivamente por Benet, Strong, Willey y Steward.
En 1949, al publi 4
eee. re au tae eek of South American Indians», Kroeber esti nuevamente
eafuerzo de sintesiaseré muy diffeildescriguainte ence aoe Bigantesca ya que su
cefuensn de sinfesis end muy dificil descr igualado. Su coniibueign sobre elarteamerian.
rh a fundamental para la historia del arte americano, que se deberi
escribir mas tarde o mas temprano. C a
n ery i
este sentido, mo con justicia dijera Horkheimer, es un esfuerzo tinico en
En «Paracas, Cavernas and’
Chavi
(Lima), el mismoato, Kroeber enna eet 8ele9) publicado en 1933, y reproducide en «Letras»
rentra a discuti
tirel candente problema de las relaciones entre estos
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