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Caviruco LI KARL MARX Y FRIEDRICH ENGELS (1) § 1. SeMs.anza pp MARX Y ENGELS. —La aportacién individual més decisiva en toda Is historia del pensamiento socialista es la de Karl Marx (1818-1883). Nacido en Tréveris, a orillas del Mosela, era descendieute de una familia de rabinos judios, pero su padre habia roto con esa tradicion y habla ademas abandonado la reli- gin hebrea para poder entrar en la sociedad burguesa gentit. Tal fenémeno no cra insélito en la Alemania de aquel cntonces, pues ésta era Ja tmica manera de encontrar plena aceptacién ial. Aunque Marx s¢ crid, pues, en el seno de una familia hipotéticamente cristiana, las tradiciones culturales del judaismo son una parte sustancial de su formacién. Hasta anterior {incluido en 4 Feuerbach) es que el objeto, la realidad, cl sentido, son aprehendidos solo como objeros de la observacién, ¥ ro como actividad! humana sere sible, prasis, no subjetivamente. Por ello, en contrast: con e) materiae Tismo, ef aspecto activa fue desarrollado ‘por el idealismo de un modo abstracio, natuvalments, desconociendo Ia actividad real sensible come fal, Feuerbach quiere distinguir realmente los objetos sensibies de los de la mente, pero no comprende la actividad humans como actividad bjetiva (gegenstdndtich), En consccuencia, en La esevcia det cristianis: mo considera Ia actitud teorética como fa tiniea genvinament= humana, mientras que la practica es ceptada solo en su sucia manifestacion ju: daica. Por Io tanto, mo capta el sentide de Ja actividad «revoluciorarian, ‘epriictica-criticas 0 La cuestién de si el pensamiento humane pucde acanzar Ja verdad ‘objetiva no es tebrica, sino prictica, El hombre debe probar la verdad, 9 sea Iu Toulidad v su fuerza, Ia mundanidad (die Diseiligheif) de sit pensemiente 2 través de la praxis. La disputa acerca de Ia realidad o Ya no realidad del peasamiento aislado de la praxis es una cuestidn meramente escoldstica. ur La doctrina materialista sobre ¢} cambio de las cizcunstancias y la educacfén olvida que las primeras son transformadas por las honibres ¥ que el educador mismo debe ser educade. A causa de esto, esta doctrina se ve obligada # dividir la sociedad en dos partes, una de las cuales es superior 2 Is sociedad, La caincidencia de las circunstancias cambiantes y do la actividad humana o autotransformacién (Setbstveriinderung) puede s6lo entem derse ¥ captarse racionalmente como praxis revoluclenaria. v Parte Feuerbach del hecho de Ia. autoalienacién religiosa, de la dupli- cacién del mundo en ua reino secular y otro relisioso. Su tarca comsiste fen resolver el touundo religioso por su base secular, Pexo el hecho de que a base secular deserta su propia estera y establece an reino indepen. diente en las nubes, puede explicarst sdlo por la cscision y contradic. ‘ciones internas de esa base secular. esta debe ser, pues, entendida en sus contradicciones al tiempo que sc la sometc a una revolucién py 2. Asi, por ejemplo, una vez se descubre que et secreto de Ie familia celestial’ reside en Ia familia terrena, esta ultima debe ser destruida ‘en Ta teoria y en le prictica, 530 BL socIaLisMo v No satisfecho con el pensamtiento abstracto, Feuerbach requiere ob- servacion empirica, pero no concibe el mundo sensible como actividad humana prictica y sensible, vt Feuerbach disuelve la esencia de Ia religion en Ja esencia del hombre, Pero ésta no es una abstraction inherente a cada individuo particular, La naturaleza real del hombre ey la tolelidad de sus relaciones sociales, Feuerbach, que no entra en una critica de esta natutaleza real, se ve obtigado, en ‘consecuencia: 1. A hacer abstraccién del proceso histérico, a fiyar el sentiraiento religioso ya postular un individuo humano abstracto y aistado. 2A concebir la naturaleza humana solo en términos de «especie, como una cuatidad universal interna y mada que une a la pluralidad de individuos de un modo meramente broldgico (Natiirlich). vor Por io tanto, Feuerbach no se percata de que el asentimiento religio- so» es, en $i, un praducto social ¥ que el individuo abstracto que ana liza pértenece a una forma particular de sociedad. Vu Toda vida social es esencialmente préctica. Todos los misterfos que Jlevan ia teoria hacia el misticismo encuentran su solucién racional en Ig praxis humana yen Ja comprensién de esa praxis. x EI punto culminante alcanzado por el materialismo que sélo observa el mundo, 2s decir, que no concibe Ja existencia sensoria como actividad, es la obscrvacion de individuos particulares y de la sociedad civil (dr. gerliche Gesellschaft), x EY ponto de vista del materialismo periclitado es la sociedad burgue- ‘sa; ef pumto de vista del nuevo materialisio es la sociedad humana o la humanidad social xt Los filésafos han interpretada el mundo de diversas maneras; lo que hay que hacer es transformario# 5. K, Marx, Ockonomizcho-phitosphiscke Manuskripte, 184, en ef MarEngets Gesammsansgabe, Berlin, vol. (3. pp. 1772. Siempre que sea feetible wizaremoe sta foacahada ediclin de Jas obras comleias de Marx y Engels, que ctacersos ‘con Ia rigin MEGA. Comments a aparecer, bajo i direccién de D. Riszaniov ea 1S, peblienda por el Tnstiano Mare-Engels de Mosc. KARL MARX Y FRIEDRICH ENGELS. sit En Ia réplica de Marx a Feuerbach puede verse que para él la alienacién que supone la creencia religiosa sélo puede superarse mediante 1a practica, o praxis. En el sentido marxista praxis sig nifica una prdctica basada en una concepcién ni mistica ni idea- lista del mundo, enraizada en el convencimiento de que éste no puede conocerse por contemplaciGn u observacién solamente, sino mediante ta dialéctica de la acciin? Por otra parte, el fendmeno de la enajenacién humana no termina en el reino de lo religioso, sino que se extiende a muchos otros. Asi, en el de la politica, el estado es una forma mas de alienacién; en economia, la propie dad privada tiene igual significado La causa principal de la alfenacién debe buscarse en Ia dis tribucién de los bienes y en los modos de produccién y cottsumo que dominan a ima sociedad. Si la morada que habito, las herra- mientas con las que trabajo, los productos que labro no me pertenecen, pertenecen a otro u otros, mi propio trabajo esta enajenado. Pero como yo vivo ¥ soy mi propia actividad, resultara que, en una segunda fase, mi persona misma estaré enajenada v, finalmente, mi conciencia" Vese la alienacién no sdlo en el hecho de que mis medios de vida pertenecen a otro, dice Marx, sino en que hasta mis descos son la inasequible propiedad de otro, de que cada cosa no es ella misma, ni mi actividad es mi actividad, Bste es el caso en gue se encuentra, por ejemplo, el obrero indus trial, enteramente a la merced del capital, que aparece como poder anérimo e inhumano, como fuerza ciega que crea trabajo 0 Jo miega en tiempo de crisis, y a merced tambien del capitalista que posce Ia vida del trabajador. Pero Marx cree que el hombre puede eliminar ésta y todas las demds formas de la enajenacion mediante Ia praxis revolucionaria: Ia accién hacta la supresion y superacién (Aufhebung) de su condicién enajenada. Esta no se puede realizar ni mediante la mera comprensién filosdfica de su Propia condicién, ni mediante la accién individual. La nica soki- cidn reside en Ja sociedad. En realidad, todos los problemas hu- manos tienen a Ia sociedad como tinico marco posible de reso- luciéa. El hombre puede liberarse a si mismo, pero ello s6lo a través de la Iiberacién de In sociedad, Estas ideas fueron elaboradas por Marx en sus manuscritos de juventud, principalmente en su Concribucidn a ta critica de Ia Filosofia dei derecho de Hegel, y sobre todo en los tres Mames- critos econdmicos 9 filosdficos de 1844, los cuales no fueron publicados hasta 1932, No obstante, Ja teorfa marxista de la alienacién esta presente en toda la obra de madurez de Marx y de Engels. Es més, sus pasibles vaguedades deben ser elimina- ‘das a Ia luz del tratamiento dado por esos autores a la cuestin en cada caso concreto. Los estudios levados « cabo por estos aptndice: To. MEGA, 1 te TU menuserite, p. xX. 312 FL SOCIALISM autores en el terreno de ta explotacién capitalista, en el de la opresién politica, en el de la lucha de clases, son el corolario indispensable def planteamiento inicial de la ‘teorla de la cna- jenacién." § 5. Crfrica Det, PENSAMIENTO REVOLUCTONARIO.—Como puede verse, Marx va elaborando sus concepciones no sélo frente a las doctrinas y las instituciones que més distan de sus posiciones, sino muy particularmente mediante una critica activa de ideas y movimientos que en apariencia le son muy cercanas. Asi, sus ataques a Feuerbach son atagues contra el primer pensador: que expuso Ia concepcién de la alienacién religiosa y que, segin Marx, habia hecho posible el materialismo gemuno y la cfencia post tiva.® Bl caso es que a Marx y a Engels les preocupaban tanto los sistemas reaccionarios de pensamiento y accién como los revo- lucionarios. Estas iiltimos tenian que ser liberados de idealismo, misticismo y de otros errores, para poderse integrar en la gran tarea de transformar el mundo. Durante una época que va desde 1844 a 1848, ambos autores se entrepan a una eritica vasta y des- piadada de los tedricos revolucionarios de su tiempo. Este pe- riodo comienza, naturalmente, con la radicalizacin del joven ‘Marx, durante un tiempo escritor liberal y un tanto jacobino que, desde su Gaceta Renana, ati habia preconizado una transforma. cién constitucionalista de ta sociedad, Mevada a cabo desde el estado, Bajo el influjo, entre otros, de Moses Hess, que escribia en Ia Gaceta, Marx abandona el liberalismo del que participaban otros Jévenes Hegelianos, como por ejemplo Arnoté Ruge (1802- 1880), y se hace comunista. Comienza cntonces no va la critica del liberalismo, que quedaré subsumida en la crftica general de la sociedad. burguess, sino Ja de los revolucionarios mismos. Se escriben asi, en 1854, las Tesis sobre Feuerbach y, el mismo aho, Engels y Marx componen un atague contra Bruno Bauer y otros Jovenes Hegelianos que titulan Ea sagrada familia: este ataque culmina al afo siguiente, cuando Marc y Engels escriben La ideologia alemana, Bruno Bauer era un revolucionario que creia que Ia revolucién podia hacerse sin agitacién entre las clases inferiores, meramente por procedimientes intelectuales, mediante el descubrimiento filo- séfico de Ia verdad. La fuerza de Ins ideas, decfa, es tal que la sociedad cambia en virtud de ellas. La sociedad puede cambiarse mediante In filosofia critica. En_esto era seguido por algunos parientes suyos (Eduar y Egbert Bauer) y por la mayoria de los Jovenes Hegelianos. La sagrada famtitia, primera obra en Ia que colaboran Marx y Engels, es una acometida devastadora contra esie idealismo revolucionario e ingenuo, El argumento marxista VL. Tsien autores mareietas, come Abhusser y su escuels, que no compscten sta interpretacidn 9 afrman que ln soeion de slenacién fae abandoasds por Mars fen su formlacién madura y cdefiitivas de au clensis social, CFL. Althurees, Live 1e Capita, Paris, 198 TE MEGA, sbi, pp. WSLS. KARL MARX Y FRIEDRICH ENGELS 513 es que las ideas no poseen independencia propia, sino que estén enraizadas y dependen de las circunstancias materiales en que surgen. Esta nocién la desarzollan Marx y Engels con todo detalle en La ideotogia alemana,” un libro ambicioso en el que abarcan un drea mayor, pues incluyen a la mayoria de los teé- rricos revolucionarios alemanes de la época. Por ello, el libro se subtitula «Critica de la novisima filosofia alemana en sus repre- sentantes Feuerbach, B. Bauer y Stirner, y del socialismo aleman segtin sus varios profetas», La ideologia alemana critica primeramente a Feuerbach, en especial a causa de su concepeidn abstracta, pasiva e ideal del hombre. Sigue una critica contra Bruno Bauer, a quien Marx y Engels Haman jocosamente «san Bruno», basada en los suefios pseudorrevolucionarios del mismo, y Ia extienden Iuego al socia- lismo de Hess, quien, dicho sea de paso, habla dado a conocer ef socialismo a ambos autores, ademas de haberles transmitido Ias teorfas de Feuerbach sobre la enajenacién. En cuanto a Bauer, no era éstc el primer atague contra dl, pues Marx ya habla publi- cado uno en los Anales jrancoalemanes, comentando su escrito en cucstiOn, La cuestion judia" Bauer sostenia que si cristianos y judfos abandonaban sus respectivas religiones se produciria una emancipacién politica, porque la discriminactén desaparecerta, Para Marx esto representaba un enorme confusionismo teologico- politico, El prejuicio religioso, opina Marx, contintia existiendo en sociedades que gozan de tna constitucién Tiberal. Si Ia so- ciedad, dice Marx al final de su escrito Sobre la cuestion judia, consigue abolir 1a base emptrica del judafsmo, o sea, su aisla miento econdmico y politico, el judio acabara por decaparecer: eLa emancipacién social del judio es la emancipacién de la so ciedad del judaismo.»® Ademas de otro ataque, esta vez contra Karl Grin por su modo de redaciar In historia del socialismo en el libro El movi miento social en Francia y Bélgica (1845), La ideologia alemana se alza contra el extremo individualismo anarquista de Max Stimer, a quien también cabe el honor de ser santificado por Marx y Engels. «San Maxs, dicen estos autores, tiene una idea absolutamente abstracta del del orden social establecido, Ello ocurriré, porque los pro- etarios nada tienen que perder, salvo sus cadenas, mientras ave tienen ante af todo un mundo ate conquistar, El Manifiesto del partido comunista acaba con las palabras: «jProletarios de todos los paises, unios!»

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