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KANTUTA

KANTUTA, desde la area soledad del eucalipto


hasta la ntima pequeez del guijarro,
suena la dulce sugerencia de tu nombre
como un cacharpari
KANTUTA, te llamara al amanecer todos los despertares
del universo
y yo te cantara en el cenit
para que vayan hundindose en todos los sembros
tu cuerpo y mi canto desnudos
Y mi canto no tendra, ms all de tus brazos,
ms all del misterio de tus pechos,
y del milagro casi ritual de tus caderas
sino un bilillo dbil tan flexible
como la metfora de tu trenza
Y tambin quiero saberte ma
porque quiero sentirte dominada
y habra de golpearte con toda mi energa de macho
pero no te golpeara as noms.
Te golpeara en el sembro de la tierra para saberte surco.
Y despus de volcar mi alma en el cntaro de una noche de farra
y colgando el pauelo de mi amor en tus caderas,
bailaramos,
con quenas y tamboriles
ESTE HUAYO DEL CELO QUE ME QUEMA LA CARNE.

(Del libro "Falo", Editorial Titikaka, Puno 1926)

AFIRMACIN DE MI PADRE
Hubo un da sin flores en tu sepulcro,
hubo un da en que en tus huesos se estremeci mi angustia
en que un agua salada me baaba la garganta
y de un umbral de despedidas me tiraba la vida.
Y yo no saba nada
slo saba que habas muerto,
que estabas murindote todos los das
en ese polvo mo
HECHO HUMANO CON TU VIDA
con todos los racimos de tu dolor
filtrando las auroras de tus alegras
y lamiendo los senderos de tu cruz,
Slo saba que habas muerto,
que del cemento de tu sepulcro sala an el tufo de tu agona;

que mis pies te siguieron miedosos


para detenerse
all donde tus pies cansados te llevaron infinito arriba.
Y t venas a abrazarme como siempre.
CON TU CAUDAL SIN CAUCE DE TERNURA
slo saba que habas quedado conmigo,
que estabas animando otra vez esta carne en la lucha
desde el tomo de tu juventud perdurada,
desde cuando mi ser alentaba tu carne,
y para venir en esto
en esta niez de coronas
en tu regazo de donde quisieras sacarte mi dolor,
en este asentarse del sol
sobre tu tumba madurando polvo,
y quiz tambin EN ESTE
sper descanso que tendrs
cuando te llegue como la dulce mansedumbre del sueo
el fluido caliente de poder recordarme.

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