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Diario de una mujer en campaa.

Da 22. Debate y seales.


Creo en las seales pero debemos tener los ojos muy abiertos y el corazn en la mano
para verlas.
En la maana no pude comer nada, estaba demasiado ansiosa y emocionada por el
debate, pero en cuanto llegamos al instituto y vi a todas las lucirnagas brillando mi panza
dejo bailar y en mis ojos slo quera llover.
Les comparto un pedacito de nuestra presentacin:
"Provengo de las aulas de las universidades, de la desgarradora realidad del CERESO de
Mexicali donde pocos se asoman, del dialogo contrastante de mis alumnos de Chiapas,
de los Centros de Desarrollo Social y de las ms de 16,000 personas que se alimentan
da a da en los comedores comunitarios desde el Ejido Nueva odisea en Ensenada hasta
el ejido Martimo en el valle de Mexicali. Donde se armo un ejercito de ms de 1,200
voluntarias y voluntarios que se levantan cerca de las 5 de la maana para cocinar al
vecino, a su comunidad. Es verdad que los comedores son humildes pero nunca indignos.
Son tan humildes como humildes son las casas donde viven miles de Bajacalifornianos.
De ah provengo yo...
Terminado el da me tomo un caf con hielo y ah estaba mi seal junto con una hermosa
mujer heredera de la solidaridad y el trabajo.

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