A las seis de la mañana A las seis de la mañana Dejé que la paz gobernara los impulsos más queridos Dejé que las aguas aquietaran mis mórbidos deseos Y entre un paso y otro descansando como dormido veo que agitan a mi mente emociones renovadas las horas que, perdidas golpearon mi alma Dejé que la paz gobernara los impulsos más queridos Dejé que las aguas aquietaran mis mórbidos deseos Y entre un paso y otro descansando como dormido veo que agitan a mi mente emociones renovadas las horas que, perdidas golpearon mi alma Dejé que la paz gobernara los impulsos más queridos Dejé que las aguas aquietaran mis mórbidos deseos Y entre un paso y otro descansando como dormido veo que agitan a mi mente emociones renovadas las horas que, perdidas golpearon mi alma Dejé que la paz gobernara los impulsos más queridos Dejé que las aguas aquietaran mis mórbidos deseos Y entre un paso y otro descansando como dormido veo que agitan a mi mente emociones renovadas las horas que, perdidas golpearon mi alma Pero al igual, a la noche que una vez llegada danza con sus luces muestra su luna enamorada viene luego el sol lo hace una mañana a las seis, siendo madrugada y revitaliza mi vida los sueños con la amada Ahora lleno de esperanzas con deseos muy frescos con las ganas despertadas Bailo mis inocencias descaro mis bien pensadas ideas, deseos, idas y vueltas Despertares caprichosos res represados, sostenidos que sacuden todos, mi mente hasta que tú, vida, estés presente Samuel Akinin Mirando al futuro a través de tus ojos Samuel Akinin