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Raymond Carver Short Cuts Vidas cruzadas Introdtecién de Robert Altman EDITORIAL ANAGRAMA, cde cl: Jao Vie y sais A rai cael anand des pelea Shr Ca, ie ce por Lauren Flint Primer einen Panorama de nartna: abi 194 Primer ein Compact nara 207 Spd dln om «Coats mae 3005 Terr dno sComparns mae 2008 Gren Compson: seb 2008 (Quinto Compass age 2013, © Tess Gallagher, 1998 © Delainaoduci, Robert Aman, 193 (© EDITORIAL ANAGRAMA, SA, 2001 Ped des Crow 58 (8034 Basone ISBN; 975-84.539.6 Dept Lega 46175-2009 din Spin ibedpes. $1 Uc. BY 9.4m 74 Paligono Torenfondo "9791 Sane Loren Horns = INTRODUCCION: COMPLICIDAD CON CARVER Raymond Carver hacia de lo prossico poesia, Un critico dijo de él que erevelaba lo extrafo que se ‘oculta tras lo banal», pero lo que hacia en realidad era captar las maravillosas idiosincrasias del comporta- mmiento humano, esas idiosinerasias que se dan dentro de lo azaroso de las experiencias de la vida. Y el com- portamiento humane, cargado de todo su misterio € inspiracion, me ha fascinado siempre. Considero la obra de Carver un solo cuento, pues sus cuentos son todos incidentes, cosas que ocurren a la gente y que provocan que sus vidas tomen un nuevo cariz. Quiza se derrumben. Quiza vivan un tras- pié que acaba en desastre. Quiz tengan que seguir adelante sabiendo cosss que en realidad no desean sa- ber los unos de los otros. Tratan mas de aquello que no sabemos que de lo que sabemos, y el lector:va Ile- nando las lagunas, mentras reconoce un murmullo subterraneo, ‘Ala hora de concebir el mosaico que compone la pelicula Short Cuts, basada en estos nueve cuentos y el oema «Limonadas, he tratado de hacer lo mismo: 1 ofrecer al piblico una vision, Sin embargo, la pelicula podria seguir eternamente, porque es como la vida ‘misma: levantando el tejado del hogar de los Weather para ver a Stormy despedazar sus muebles con una sie ra, para luego levantar otro tejado, el de los Kaiser, 0 el de los Wyman, 0 el de los Shepherd, y observar ‘comportamientos distintos. Nos hemos tomado algunas libertades con la obra de Carver: los personajes han pasado de un cuento a ‘otro; estin relacionados entre si por diversos lazos; puede que los nombres hayan cambiado. Y, a pesar de que algunos puristas ¢ incondicionales del escritor puedan sentirse defraudados, esta pelicula es el fruto de una concienzuda colaboracién entre los actores, mi coguionista Frank Barhydt y el material de esta anto- logia La primera vez que hablé con la poetisa Tess Ga lsgher, viuda de Carver, acerca del proyecto de esta pelicula, le adverti que no tenia la intencién de ser li- teral en mi enfoque y que las historias aparecerian mezcladas. Tess lo aceptd sin pensirselo dos veces y ‘me alent6, confesindome que Ray era un admirador de Nashville, que le gustaba el desamparo de aquellos personajes y su capacidad para salir adelante a pesar de los pesares. Tess era consciente también de que los artistas de campos diversos tienen que emplear su pro- pia técnica y enfoque a la hora de llevar a cabo su obra. Los equivalentes cinematograficos de materiales literarios se manifiestan de maneras inesperadas. Durante los afios de redaccién, conformacién y planificacion de Short Cuts, de infinidad de acuerdos 8 financieros y cambios de toda indole, Tess y yo habla- mos en innumerables ocasiones y mantuvimos una co- rrespondencia ininterrumpida. Su manera de recibir Ia informacién cambiaba mi actitud frente a las cosas, de modo que tengo ls impresién de haber estado con versando con Ray a través de Tess. Y es que Tess ha sido una verdadera colaboradora en la pelicula Let todos los eserios de Ray, filtrandolo siempre a través de mi manera de ver las cosas. La pelicula esté hhecha a base de pequefos fragmentos de su obra, que a su vez conforman oxos de escenas y personajes que parten de los elementos mas basicos de las ereacio- nes de Ray.. nuevos pero no nuevos. Tess y Zoe Trai ner, la madre y la hija con problemas afectivos que interpretan Annie Ross y Lori Singer, proporcionan los puentes musicales que se dan en la pelicula, An- nie con su jaz y Lori con su chelo. Se trata de perso najes que inventamos Frank Barhydt y yo, pero Tess Gallagher consideré que encajaban con los personajes de Carver ¢ incluso perecian salidos de su cuento «Vi- Es posible que hara quien tilde de sombria la vi sién que Raymond Carver e incluso yo- tenia del ‘mundo. Nos unen actitudes similares frente a la natu- raleza arbitraria de la suerte en la conformacion de las cose el niflo de los Finnegan’ atropellado por un coche en «Parece una tonteria; el descalabro del ma- trimonio de los Kane fruto del hallazgo de un cadaver en Tanta agua tan cerea de casa» 1. Weiss en el cuentoeriginal de Carver. (8: de la) ‘A alguien le toca la loterfa. El mismo dia, la her- mana de esa persona muere en Seattle al caerle en- cima un ladrillo de un edificio. Ambas cosas son lo mismo, La loteria ha tocado en los dos sentidos. Las probabilidades son en ambos casos muy remotas y, sin embargo, se dan. Una persona muere y otra se hace rica: se trata de la misma accién. ‘Uno de los motivos por los que trasladamos la loca- lizacién del noroeste del Pacifico al sur de California cera que desedbamos situar la accién en un vasto con- texto suburbano para que los personajes se pudieran conocer de una manera fortuita, Habia que tener en ‘cuenta consideraciones de orden logistico, pero queria ‘mos que las relaciones fueran accidentales. La accién se sitia en un Los Angeles sin explotar, que es también cl pais de Carver; no Hollywood ni Beverly Hills, sino ‘Downey, Watts, Compton, Pomona, Glendale..., barrios americanos de las afueras, nombres que se oyen en los partes sobre el estado de las carreteras. El reparto cuenta con veintidés actores de talla: ‘Anne Archer, Bruce Davison, Robert Downey Jr., Pe- ter Gallagher, Buck Henry, Jennifer Jason Leigh, Jack Lemmon, Huey Lewis, Lyle Lovett, Andie MacDowell, Frances McDormand, Matthew Modine, Julianne Moore, Chris Penn, Tim Robbins, Annie Ross, Lori Singer, Madeleine Stowe, Lili Taylor, Lily Tomlin, ‘Tom Waits y Fred Ward, que han contribuido a la peli: ula con cosas que no habria podido softar siquiera, dindole mayor consistencia, enriqueciéndola. En parte, debo atribuirlo a los cimientos de Short Cuts los eseritos de Carver. 10 Unicamente tres o cuatro de este elenco de actores aparecen juntos en la pelicula, porque cada semana cempezabamos un cuento nuevo, con otra familia. Aun asi, proporcionamos a todos los actores los cuentos originales y muchos de ellos se animaron a leer mas de la obra de Carver. La primera familia que filmamos fue la de los Piggott, Earl y Doreen, que interpretan y Lily Tomlin, en su parque de remolques y 's Broiler, una tipica cafeteria californiana cen la que Doreen trabaja de camarera. Su interpreta- ci6n fue tan espléndida que pensé que me acarrearia problemas, pero lo cierto es que todos los actores tra- bajaron hasta alcanzar ese nivel y superaron mis ex- pectativas en todos los sentidos, haciéndose cargo de sus papeles y redefiniendolos. Los personajes narran muchas cosas a lo largo de la pelicula, cuentan pequefias historias acerca de sus vidas. Muchas de ellas son de Carver, 0 pardfrasis de las de Carver, o estan inspiradas en ellas, pues siempre procuramos ser lo més fieles posible a su mundo, te- niendo en cuenta el imperativo de colaboracion de la pelicula, Por su parte, los actores se percataron también de 4que los detalles de los que hablan esas gentes de Car- ver no son lo principal. Los elementos parecian A bles. Podian estar hablando de cualquier cosa. Sin em- bargo, ello no significa que el lenguaje no fuera importante, sino més bien que el tema no tenia por qué ser X, Y 0 Z: podia ser Q, Po H. La cuestién que determina cémo responde la gente alo que se esta diciendo es quién es. No es lo que es- tin diciendo lo que provoca que Ia escena tenga lugar, sino el hecho de que esos personajes estén interpre- tando la escena en cuestion. De modo que, estén ha- blando de cémo preparar un emparedado de mante- quilla de cacahuete o de e6mo asesinar al vecino, el contenido no es tan importante como lo que sienten y hhacen los personajes dentro de esa situacién, el como se van desarrollando. Escribir y dirigir constituyen, ambos, actos de des- cubrimiento. Al final, la pelicula esté ai y las historias estén ahi, y uno tiene la esperanza de que la mutus fluencia sea fructifera. Y, sin embargo, durante la di receién de Short Cuts algunas cosas surgieron direct ‘mente de mi propia sensibilidad, que tiene sus peculia- ridades, y asi es como debe ser. Sé que Ray Carver habria comprendido el que tuviera que ir més alla del mero hecho de rendir tributo, Algo nuevo ocurrié en la pelicula, y quizés sea ésta la manifestacién mas ver- dadera de respeto. Pero todo empez6 aqui. Yo era un lector que pa- saba estas paginas. Que experimentaba con estas vidas, RovERT ALTMAN Nueva York, 1993 Traduccién de Ménica Martin Berdagué 2 VECINOS Bill y Arlene Miller eran una pareja feliz. Pero de cuando en cuando tenfan Ia sensacién de que en su circulo de amistades se les habia relegado ~y sdlo a cllos~ un tanto, y que tal actitud habia hecho que Bill se entregara a su trabajo de contable y que Arlene se dedicara a sus tareas de secretaria. Hablaban de ello a vyeces, sobre todo comparando su vida con la de sus vecinos Harriet y Jim Stone. A los Miller les parecia que los Stone Ilevaban una vida més llena y excitante. Los Stone salian mucho a cenar fuera, 0 recibian @ amigos en casa, 0 viajaban por el pais aprovechando los desplazamientos de Jim por motivos de trabajo. Los Stone vivian enfrente de los Miller, al otro lado del pasillo, Jim era vendedor en una empresa de pie- vas de maquinaria y solia arreglarselas para hacer que ‘sus viajes fueran a la ver de placer y de negocios, y en cesta ocasion los Stone estarfan fuera diez dias, primero ‘en Cheyenne y luego en St. Louis visitando a unos pa rientes. Los Miller, en su ausencia, cuidarian de su apartamento, darian de comer a Kitty y regarian las plantas. B resuello. Ya no podia ver el coche. Tampoco la carne: tera, A su izquierda pudo ver una franja del Naches, {que se extendia hacia abajo como una tira de papel de aluminio. Jerry dijo: ~Vete a Ia derecha y yo iré de frente. Les cortare: mos el paso a esas calientapollas. Bill asintié con Ia cabeza. Jadeaba demasiado para poder hablar. ‘Siguié subiendo durante un rato; el sendero em- pezd a descender y a encaminarse hacia el valle. Bill miré y vio a las chicas. Se habian puesto en cuclillas tras un saliente del terreno. Tal vez estaban sonriendo. Bill saco un cigarrillo. Pero no pudo encenderlo, Entonces vio a Jerry. Y después de aquello, ya no im- portaba, Lo que Bill habia querido era joder con ellas. O verlas desnudas. Pero tampoco le habria importado ‘mucho que la cosa no saliera No lleg6 a saber lo que querria Jerry. Pero todo cempezé y acabé con una piedra. Jerry utilizé la misma piedra con las dos chicas: primero con la que se lla- maba Sharon y luego con la que se suponia que le to- caria a Bill. Traduccién de Jestis Zulaika 174 LIMONADA cuando vino ami casa mess aris a medir fas paredet para lasentanteras de bron, Jim Sears no parecla un hombre que hublra perdido amu nico hijo en las aguas profndss Gel Elwha Tenfa mocho pelo, parecia tence, ‘aula fos ails viva con energia, cuando Uncutamos sobre aban y neccones yee tono de roble mparado con aque, Pero eae ona ciudad pest, nvmunde peqoeno. Sela meee desps,trminada in eatmerin mont e neal, el padre Ue Sim, un tl setor Howard Sears el cial eolabor con su ij, viene’ pintar nuestra cas. Me dice ~cuando le prepunte mie por cortesla de ciudad pequea que por ota cows: «Cho it sine, que su hijo perdi Sim hijo en ello In prsiavere pasada Jim se culpa asf mismo. «No se lo poste aqtar de ln cabeza, fade el seflor Sears. Creo que tambien se ens ylviendo un poco Toco, ate, poitndose gor de Sherwin Wilms 175 Jim tuvo que ver cémo el helieéptero sacaba del rio con una especie de tenazas fl cuerpo de su hijo. «Usaron algo como tenazas de para eso, imaginese. Swjetas a un cable. Pero Dios siempre se lleva a los mejores, no cree usted?s, dice el seftor Sears. «Sus designios son misteriosos.» «zQué piensa usted de esto?s, ‘quiero sabers «No quiero pensar en eso», dice él. «No- no somos quiénes para ocuparnos de Sus designios. No quidnes para saber esas cosas. Lo Unico que sé es que se evo con El al pequefio. ‘Sigue contindome que la mujer de Jim padre le levd paises europeos con la esperanza de que lo olvidase. Pero rho lo consiguié. No pudo. «Una misién sin cumplirs, dice Howard. Jim cogié la enfermedad de Parkinson. ¢Qué mis? Ya ha vuelto de Europa, pero ain se echa la culpa porque aquella mafana’ mando a su hijo al coche buscar aquellos termos con limonada, ;Y aquel dia no neces la limonada! Senor, sefor, lo que él pensaba de Jim lo habia contado cien ~no, mil~ veces desde entonces, y todo el que quisiera escuchar. ;8i aquella manana no hubieran hecho la limonadal gEn qué estarian pensando? ‘Ademis, si no hubieran ido a la compra la tarde anterior al 176 Safeway, y si aquella bolsa de limones hubiera seguido donde ‘estaba, con las naranjas, menzanas, uvas y platanos. Porque eso era lo que de verdad queria comprar Jim, unas naranjas unas manzanas, no limones para hacer limonada, pues aborrecia Jos limones al menos, ahora los aborrecia-, pero a su hijo Jim Je gustaba la limonada, siempre le gust. Querlal- monada. ‘Veamos las cosas desde este punto de vista», decia Jim padre ‘Aquellos limones tenfan que venir de algin sitio, go no? Probablemente del Imperial Valley, 0 de otro sitio cerca de ‘Sacramento. Cultivan limones alli, no?» Los habian plan- ‘ado y regado y cuidado y luego metido en eajas y mandado por en camién a este sitio olvdado de Dios donde uno no puede cevitar quedarse sin sus hijos Esas cajas las deseargaron del ceamién chicos no mucho mayores que el propio hijo de Sim. Lego tuvieron que desembelarlas esos mismos chicos y los lave tro chico que seguia vivo, andando por la ciudad, vivo y respirando. Luego los llevaren a la tienda y los pusieron, quel cajén bajo aquel lamativo cartel que decia: Ha, tomado 7 wl usted limonada sltimamente? Y Jim retrocedia a las pil ccausas, al primer limén que se cultive en la tierra, ji nunca 4 hhubiera habido limones, no habrian estado en la fruterla del Safeway! Bueno, entonces Jim todavia tendria su hijo, 0 YY Howard Sears todavia tendria a su nieto, claro que sl Bntiende? Habia mucha gente que particip6 en esta trw: ‘edia, Estaban los granjeros y los que los recogieron, Jos camioneros, la fruteria del Safeway... también Jim padre, que estaba dispuesto a asumir su cuota de responsable lidad, naturalmente, Era el que se sentia mas culpable de todon Y seguia cayendo en picado ~me dijo Howard Sears. Con todo, tendria que superarlo y seguir. Con el corazén roto, cierto. Pero incluso asi No hace mucho la mujer de Jim consiguié que éste sprendiese 4 tallar la madera en una academia de la ciudad. Ahora tallar os08 y focas, bthos, éguilas, gaviotas, de todo, pero) no puede estar demasiado con cada eriatura y terminar sit trabajo, fs la opinion del seftor Sears. El problema es Howard Sears, que cada vex que Jim mira su tomo o su navaja de tallar, ve @ su hijo surgiendo del agua del rio ‘cuando lo sucan lo pescan con carrete se podria decir~ y igue 178 se pone a dar yueltas y rueltas hasta que ests arriba por encima de los abetos, con unas tenazas agarrandole or la espalda, y luego el hekedptero da la wuelta y sigue rio arriba acompaiado por el rugido del zapzap de sus ‘spas. Jim hijo adelant6 a los que le buscaban en la orilla {del rio, Tiene los brazos estirados a los lados y despide ‘agua. Pasa por encima ura vex més, ahora mas cerca, y ‘wuelve tun minuto después para que lo depositen, siempre con ‘suavide, directamente a los pies de su padre. Un hombre a quien, habiéndolo visto todo -su hijo muerto sacado del rio con unas tenazas metilicas y dando wueltas por encima de la linea de arboles~ silo le apetece morir. Pero la muerte es para los mejres. Y recuerda cuando la vida dulce y ya no puede encarar dulcemente lo que le queda, de vida Traducciéa de Mariano Antolin Rao 179 INDICE Introduccion: Complicidad con Carver, ‘por Robert Altman .. Vecinos. No son tu marido Vitaminas . {Quieres hacer el favor de callarte, por favor? ‘Tanta agua tan cerca de casa Parece una tonteria Jerry, Molly y Sam Recolectores. Diles alas mujeres que nos vamos Limonada Fuentes 13 2 32 35 133 154 164 175 181

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