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4, 1965-1982: LA RESPUESTA DE LAS MUJERES RURALES A LA CRISIS. NUEVAS FORMAS DE PARTICIPACION Y PRESENCIA FEMENINA EN EL CAMPO 4,1. La evolucién de ta is ngraria Ato largo de tos sltimos trefnta ais un importante nfimero de estudios Sobre el campesinado y el desarrollo de la agricultura mexicana, han Gocumentado ampliamente el fin del “milagro agricola” yl inicio de lo {que se ha denominado, Ja crisis agricola del pais, a partt de 1965.1En tsa fecha los principales indicadores scfalan que la produccién agricola del pais se estancé. Asf, la produccién agricola de 1940 a 1965, report ten el tikimo decenio de este periodo, una tasa de crecimicato anual del, 2%, que se desplomé, entre 1965 ¥ 1975 a una tasa inferior a 08%. “Esta crisis fue ef resultadé de ld wansfereitcia de eecursos econ6- smicos,financieros y humanos del campo a la ciudad por mas de veinti cinco afos. Eckstein calculé que entre 1940 y 1960 ol sector agricola Ihabia trasladado al resto de los secrores de la economia nacional, mis d¢3,000 millones de pesos, lo que constitufael2.3% delvalor acumulado ei producto agricola duraate este mismo period; ysubrayaba que este sector habia hecho saa aportaion muy signet al desarclloeconSmico dei pas. 0 [So mediante provision de casi tod los productos fot reqye~ Fidos pore mercado fest enesiory la libeacce de ano é obre Tice Gems sectowes. sino sortigg medianie Ha transerenia de fonsidarabescntiades de capita 1 Autores como Lourdes Ariape sitian a inicio de esta crisis en 1957, cuando 1s precios de garania pars los campesinos se mantenen sin modifies nasa 1873. ‘Ariapey Baey, 1986. p. 139. . 13 Betsein, Salomén. 1978 “La produccin ago en ta ecoomia aseicnl”, en Otono, Sal Fatewctorn apratay desenerllo apical. México: Fondo se Calturn Eeondmicep. 17, 5 ‘Al ecmibioare esta pérdida de recursos con un alto crecimiento ju la pobarién, lz autosuliciencia alimentaria nacional se perdi6. La Vets gras asics, que durante el periodo 1940-1965 habia 0 ure toss promediio de 7.8%, se estanca y durante los proximos. , de 16, 2-1080,-mantiene una tasa de crecimiento del {Bs se encontraba muy por debajo de la tasa de erecimiento de ‘gue se estimaba en 3.3%-para la década de los setenta, froduetos mas alectados por este estancamiento, se ayoontraben 2 mf, el frijoly el tigo, que eavistituyen la mayor parte “ir ta diets hesica de fos g rajadores de bajos ingress, tanto (iTneS 0 rurale. La sscasez de dichos productos podrfa traer co _wniones izle, yante esta situacion, of gobierno adopt varias estra- as por za lado, sumentdeL monto.de las importaciones de alimentos. de! entranjero, principalmente de los Estados Unidos de.Nor- por el ateo, controle firmemente los precios de garantia de {prowess hisions, a finde estaron capacidad de proveer ésos toda Zacén; 7 finalmente canalize mayores apoyes financiexos y de Uyestrictira hisiea @ los praductores de granos bisicos, pero sin (scuids:#] imputso a las expurtaciones agefs0 22a de divisas al erario nacional ‘Las importaciones de productos agropecuurios ~ que entre 1 | 102 Aahiun sido de alrededor det 5% del total de los suministros * Vaanjetes, comienzan a crecer de manera continua a partir de ta “SENda ue los aos setenta, hasta aleanzar en 1978 el 10% del total va “Sa 1°50 la halanza comercial azropecuaria muesiea un saldo deficita- “S Este défict en ta balan7a comercial, fue atin més grave dado que, {stage del época del *milagro agricola” el pais habia contraido una Gre deuda finaociera con ef extranjero, a fin de poder importar “sologfa yhienes de capital que arapliaran la base industrial del pais panics parte importante de e040, Gow, 1989.99 5 CaS JOEE Lai, 988, p18. 34 idem, p. 136 35. niamenteente 7 1976 se ivaderon 1.213 pedis de propiedad private y jdosy comunidades Loaner provocé una wets uted entrance Priva del compo y los demandantes de erase nas tte el primero yt sdinisiracon pubis Esto cern sabre odo rent cl porodo presence de Luis Eeheverna, a aus de su inc acin por fvorce a setor soul Jel amp. Durante su serio se vepaisron doce milones de hecivens en bent de 219.00 sidan comuneros (Reyesy Moreno, 968. p23) sien Las mujeres rurales, denueva cuenta, se incorporarona las deman- das campesinas, ygracias a su lucha y a su trabajo durante las invasiones de torras, los demandantesresistieron ylograron algunas reivindicacio- tes, Junto con ellos, las mujeres participaron cn marchas y mitines y también fueron victitas de la represin. En el caso de las mujeres pertenecientes a las unidades proleteri- zadas, sus tareas de reproducci6n social y biol6gica subsisten, pero ol tipo de actividad que desempeiian esté dictado por las condiciones de ‘mercado de! trabajo asalariado. Deesta manera, a partir de 1970,uunamplio contingente de mujeres rurales jovenes, en vez de migrar hacia las ciudades, donde las oportt nidades de empleo'cran cada vez menores, se dirigen hacia las regiones de agricultura comercial-y.de-exportaciéndonde. se.ocupan como-asa- lariadas agricotas.*# ‘Muchas de las jovenes pertenecientes « este tipo de unidades, se incorporaron al trabajo agricola asalariado. Se convirtieron en mujeres rales migeantes, que de acuerdo al ciclo nacional de cosechas, junto con el resto de fos jornalcros varones del pais, van en busca de oportu- nidades de empleo, "Asi, como 10s datos To indican, la década de los setenta_es.“el ecento de la protetarizacion masiva del campesinado on Msxico",*! y tomo lo destacan Arizpe et al, durante este periodo, la proporeién de mujeres incorporadas a este tipo de trabajo se duplicé pasando de 2.8%, 3.56% del total de (rabajadores asalariados agricolas.%® De acuerdo a datos del Censo Nacional de Poblacién y Vivien 1980, aproximadamente el 12.27% det total de la PEA femenina se Uubieaba en labores agropecuarias, y fas mujeres representaban el 25% dela PEA ocupada en la agricultura. 3. Preferentementenacia? Una vez del otro lado de la fronteras, estas tne is ecpen sas Sempre ene tbo dome, en mene proprcon nel ennpo ensericoslescoma hacesyreteurte 39 Bustamante, Jorge. 1986."Migraidnindocurnentade Mésico- Estados Unis Ten- dencias recientes de un mereadointemacional de mano Je obra”: Ponencia prep ‘ada parala IV Reunign de Universidaces de Ménicoy Estados Unidos de AmEz sence Foner ANUIES-PROFMER Seine Neco Mt, 1639 n A manera de conclisin, so puede afirmar que kas mujeres rurales dde México a partir dela décade de los afi setenta, han sido protago- nistas esenciales de dos procesos basicos en el agro mexicano: el &xodo tural y el asalaramiento rural, y que han sido ellas, quienes con mayor fuerza han resentido las consecuencias de la marginalidad social y econdmica de que han sido objeto los habitantes rurales del pas, 4.1.2, Reforms legislatvas a favor de las mujeres del campo y la creaciOn de las Unidades Agricola Industriates de la Mujer (UAIM) Durante ia década de los sctenta, ante cl deterioro de las condiciones de vida de los campesinos ¢ indigenas del pats, y ante la urgente nocesidad de clevar la produccién agricola, el gobierno del presidente Luis Echeverria; propuso y tlevo a cabo varias modificaciones a la Ley Federal de Reforma Agraria (LERA), regiamentaria del Articulo 27 ‘Constitucional. En el marco de cstas reformas, la LFRA, en su articulo.200, por primera vez explicité que las mujeres rurates podian ser beneficiarias de la reforma agraria. En su texto original establecié que para que un inciviciio puesta ser dorado de tierra, tendré que “LL Ser mexicano pur sacimiento, hombre o mujer, mayor de 16 afios, a cualquier edad si tiene asu cargo familia”... Asimismo, en cl articulo 45 de la mencionada Ley, se subraya que las mujeres ejidatarias tienen los mismos derechos que sus compaiiesos varones, feniendo derecho a voz y voto en las Asambleus Generales va ier clegidas para cualquier cargo en los Comisariados Ejidales yen ios Consejos de Vigilancia*? Como frecuentemente sucede en México, las leyes existen pero su aplicacién real se ve obstaculizada por diversos factores. En el caso de la dotacton de tierras a mujeres, como ya se habfa mencionado en este documento, ios obsticules principales son ideol6gicos. Asi, como lo 40. Entre otts de fos atculs dete LERAQue favorecen& Ios mujeres rurales en se ‘calidad de eidatana ce encuentran el 767 21%, in Aizpe y Botey, “el acceso al usufructo de la tierra ha seguido siendo preeario para la mujer, menos por la Ley que por los condicio. namientos culturales y ls poltcas diseriminatorias determinadas por l patriareado” 1 Consecuentemente, se estima que on 1980 la proporci6n de muje res ejidatarias o comuneras en cl pais era de 15% con respecto al total de ejidatarios en el pais, la mayoria de ellasviudas en edad senil, que ya ‘no participan en los proceso productives y se limitan a percibir “las ‘magras de numerario, casi simbélico, que se les paga por la renta de sus pequefias parcetas’.!3 Entre las reformas efectuadas, cabe destacar la relativa al estable: cimiento de las Unidades Agricola Indusriales de fa Mujer (UAIM), promulgada en 1971, y cuyo propésito central es apoyar el desarrollo” productive del naclco agrario mediante la participacién econémica de las mujeres. De acuerdo a lo establecide en los articulos 103, 104 y 105 de la LERA, en todos los ejidos del pais, se debe otorgar a las mujeres campesinas, mayores de 16 afos no ejidacarias, una unidad de dotaeiGn, ‘nesta parccla, mediante la oganizacién de las mujeres rurales, se debe establecer una pranja agropecuaria 9 industria rural La legislacion en su articulo 105 contempl6 también la necesidad de iitégrar a la UAIM los servicios nccesarios para aligerar las labores Gomesticas de las miijeres cuales organizadas hajo esta figura legal, y senala como prioritario establecer molinos de nitamal, servicios de guarderias para los hijos menores de las campesinas, y centros de costura y educacién, Con la finalided de que dichas Unidades contaran con el financia- ‘miento accesario para el descrrollo de sus actividades productivas, la Ley General de Crédito Rural, las reconocié en 1979 como sujeto de crédito. A partir de las disposiciones legales, se instrument hacia cl inte- rior de la Secretaria de la Reforms Agraria al Programa de la Unidad 41 Arie y Rorey, 1986. p.138, 22 idem, 9.138, I Agricola Industrial de la Mujer. Esto signifieé un gran avance politica administrativo, y por primera vez en la historia del México posrevolu- Cionario se reconocfs la importancia de la participacién de las mujeres campesinas en el desarrollo nacional. Las UAIM se convirticron asf cn el programa gubernamental de mayor envergadura dirigido a la pobla- ci6a femenina rural, mismo que subsiste hasta nuestros dias. Actual- mente se calcula que el nimero de UAIM en el pais asciende a aproximadamente-8,000, de las cuales sé€aicula que funcionan como tal tentee 1,500 y 2,000, A pesar de la importancia de dicho Programa y de los esfuerzos por optimizar ef desarrollo productivo y social de tas unidades hasta ahora establecidas, a la fecha son multiples fos problemas alos que se enfrentan las UAIM, debido a tas siguientes causas: negacion por parte. dc los cjidatarios varonesal otorgamiento de la parcela; falta de asesoria técnica y administeativa a las socias de la unidad para la elaboracién de proyectos productivos viables econémicamente; corrupcisn administra tiva del personal de las diversas instituciones pablicas involueradas en Ia instrumentacion de las unidades; mala promocién para la organiza. cidn de las mujeres, debida a la falta de capacitacién del personal respoitsable; falta o ineliciente coordinacién interinstitucional, que pro- voca en consecvencia confusin entre las mujeres y entre los misinos funcionarios; estructuras de poder hacia el interior y exterior de los niicleos agrarios; y finalmente, falta gestidn efectiva por parte de las, mujeres involucradas en tos proyectos, quicnes fa mayoria de las veces participan en los mismos sin conciencia real de los que ésto implica y haber recibido una capacitacién administrative? 48 Para un andlsis mas etallado de lo que ha sucedida con ta UAIM, trabajosde Teresita de Barbieri (1986), Josefina Aranda (1990), Carmen Magalion (1990) y Emma Zapata (1988). 4 42. La politica de poblactén en México a partir de los afios setenta y 1a “integracién de la mujer al desarrollo” A lo largo del periodo 1965-1982, Ia dindmica poblacional en México y Jas politicas oficiales en ésta materia, sufren un viraje de 180 grados, El acelerado crecimiento de la poblaciéa, que habia Vegado a registrar una tasa promedio anual de 3.4%," durante los sesenta, comienza a decli- ‘nar,_posteriormente, como consecuencia del cambio cn la posicién oficial, que a partir de la década de los avios setenta, deja atris as posturas poblacionistas ¢ inicis una politica dirigida a [renar dicho crecicnto y a controlar la disuibucién tential de. ta-pobacia nacional La mortalidad general, continué la tendencia de franco descenso, observada en décadas anteriores, ypara 1979 éta era de97 defunciones por mil habitantes.45 En este mismo sentidg, la mortalidad infantil se redujo.a s6lo 76,8 defunciones por cada mii nacidos. En consecucncia, In esperanza de vida al nacer para los mexicanos de ambos sexos, guid sumentando ¥, entre 1960 y 1970 esta pasé dé 579 afos 61.0 ao respectivamente,47 Por lo que se rettere a la fecundidad, en 1970 el nimero de hijos Por mujer a nivel nacional era de 6.6, mientras que [a tasn bruta de natalidad era de 43.4 por mil para este mismo aiio® Por un lado, las ciudades en répida expansion, demandaban servic cios yera importante asegurar elabasto de alimentos pare los habitantes urbanos; por el otro lado, ante la pauperizacién de las condiciones de vido de las familias rurales la expulsin de migrantes eampo-ciudad se 4 Sandoval Ariaga, A 1988p. 100, 45 idem, p61 6 idem, p62 ST bide, p10 48 tide 95 inereentaba, contribuyendo al crecimiento social de las ciudad Era trgentseatonces a puesta en marcha de una ples ofa que dete vietrel crecimiento poblacionalyeguara la dstibucin erorial de a poblacn, daa nc senid, dade 1972s polices ea materia de poblacin oe ven madificdae 7 Mexico comb so peseOn tradicional ante el ) fenémeno poblacional, Ast, en 1973 la Secretaria de Salubridad y Asis | sencin pone sn martha al promée_programe. aia de glanBoacin | familonimpalstndoseyfoaloiencose as atvigedesencaminedas 9 | formalizar In nueva orientacion de la politiea de pablacién, con la | participacién de instituciones tanto oficiales como privadas.4? pana nger igi el Ejecuvo Pedcrl nica una serie de reforms al trace ordi vga, en in cuales se plasm a ev ir tacin ou maton de poblasién Entre csaseformas desea ea = Bel Arteulo 4,Constucional queda xplciada agua: ‘dad juridica de la mujer ante el var6n, y cl derecho de toda Setsouna deci Hb teporseblee tormadanientestbee Trnometo yespadamicno de ss tjosh : — Gonsccuontonente in bey Goneral de Boblsion se masien qe esabooe quel plnifiacin lames un derecho dea | pargara decide de manor libeey soberan, el nimero ¥ iperlamieato ds os jes. ElConscjo National de Poblacion, ddpencence dea Seertaia de Goberncign, seria de ahfen falant, la enidad de a admiistracion pbc federal res ponsable dela planeacion demogrfea nacional ydefograr'a ie ce laraba "le itegracion” do fa mujer a desarrollo aconal : Arempg que estas actones se insiumentaban en México, la Oxgonizacion dels Nacinns Uatdas prepare Ia Conerencia Mun- Glade Poblacgn, que se ceebrriaen Bucarest one ao de 1974, en tcl Agron osoparial cargo de Socretario General. Eze is tess de mayor relevancia producidas durante dicha Conferencia, sobresalia 39 Eniretsinsitucioncs cwyasaccionesen a maeria dstocan se encventran et IMSS, 8 tunes de euPrograma de Plniieaign Fariae Voluntara: a AsocaciSn Mest ‘ana de Poblacion, A.C: (AMEP); El Colegio de México (COLMEN, el Instuto Mericano de Recureoe Naturales Renovables IMERNAR,y varias agropaciones prvadae ce planioci6o familar como APSM y FEPAC. entre muchas otras. 96 Ia quesustentaba que las politicas de poblacién deberfan ser considera das estrateuias basicas para el desarrollo de los paises. En 1975, se lleva a cabo en la Ciudad de México la Conferencia Mundial del Ado internacional de la Mujer, dando inicio el Decenio de Jas Naciones Unidas para la Integracién de ta Mujer al Desarrollo. De este modo, cn el marco de las actividades en materia de poblaci6n, la ‘mujer adquiria renovada importancia, A partir de entonces y hasta nuestros dias, la postura oficial con respecto a la dinmica poblacional en México, considerarta dos estra- tegias para lograr los objetivos del desarrollo nacional: por un lado la puesta en marcha de acciones en materia de planificacién familiar, a twavés del fomento ¢ impulso a la investigacién sobre el tema, la instru- ‘mentacin de campaiias informativas que alentaran el uso de métodos anticonceptivos y mediante la distribucién de los mismos, va los Institue ciones de salud publicas y privadas; y por la otra paste a través de la “integracién” de las mujeres al proceso de desarrollo nacional, En materia de planificacién familiar las acciones fueron impulsa, das yfortalecidas alo laryo del periodo 1965-1982. No ocurrié Jo mismo con la denominada “integracion de la mujer al desarrollo” y una vez ssancluida la Conferencia Mundial México 1975), cn 1976 cl tema queus olvidado y archivaco,*? volviendo a tomar relevancia en la discusin oficial hasta 198-cuando hacia el interior del CONAPO, aparece la Coordinacién del Programa Nacional de Incegracién de la Mujer al Desarrollo (PRONAM). La Coordinacién dei PRONAM, se propuso la elaboraciéin del Plan Nacional de Accion para la Integracién de la Mujer al Desarrollo, documtento que constituye ct primer intento oficial por elaborarun perfil nacional de la mujer mexicana, y donde se delinean ciertas acciones programAticas para incidir de manera dicecta en la situacién de vida de 4a poblacién femenina del pas, Asimismo, el Programa, con el apoyo de organismos det Sistema de Naciones Unidas, puso en marcha proyectos locales de trabajo con mujcres campesinas, elaboré programas de radio, apoyo el desarrollo de la investigacion sobre {a mujer en et pais, y 39° Ente tas acciones instrumentadas en toro sl ein de fa mujer en os a8 1975 y 1975 dexacan dos a elaboraeién del Programs México, documento ue proponit tan plan de accdn que jamés legs a la price; y Ia apertura del Cento de Informacién y Documentactn para el Decerio dele Mut y et Dessriolia (CL DEN) mismo que desapacec@ en 1975 ” NET recupers tos documentos que integraban el CIDDEM, en lo que se Iamé el Centro de Informacién sobre la Mujer. : ‘No obstante los esfuerzos realizados por la Coordinacién del PRONAM, su impacto en la mayorfa dela poblacién fue muy reducido, Ilegando cuando mis a las capas de mujeres de tas clases medias. Existian entonces, y ain persisten, fuerte obstéculos, tanto administra tivos como de voluntad politica que impidieron que el programa se fortaleciera. Lafalta de partidas presupuestales, de personalcapacitado. ‘ylaterminacion del periodo presidencial 1976~1982, hicieron que dicha Coordinacin desapareciera en 1982. ‘A lo largo de la €poca 1965-1982, las acciones en materia de planificaci6n familiar fueron ampliamente difundidas y, como lo de- nuestran los indicadores demogrficos, lograron, al menos en parte, Controlar el erecimiento de la pablacién, registrandose el decenio 1970- 1980, como la época durante la cus, los indicadores de ls fecundidad ‘mostraron un mayor deeremento en ia historia moderna del past Para 1980 la tasa de crecimiento media anual bajo a 2.35%. y México contaba con una pablacisn total de 663 millonesde habitantes® 'y la mortalidad general bajé de 97 defunciones por mil en 1970 6:3en ricnerns que la mortalidad infantil escendié de 76.8 defunciones por mil nacidos en 1970 a 54.8 en 1982.55 ‘Consecuentemente la esperanza de vida al nacer pa nos de ambos sexos, siguié aumentando y, enire 1970 y 19 de 61.0 aiios a 670 afios, respectivamente.# los mesica esta pasé Se Cano y Agumin Gs, 189, Cambios recnes en fruit en Se ere tsy etna pogamstes” Docaen. 15. 1 Aina, A 1988p. 100, 42.1, La dinémica poblacional y las mujeres rurates de 1965 a 1982 Pora_1970,-México-era-ye-un pais eminentemente urbano. Con una poblacién total de 48.2 millones de personas,®> de las cuales, 58.7% residian cn zonas urbanas ~283 millones—, y 41.3% en 4rcas rurales, ‘quienes representaban aproximadamente, 19.9 millones, el pais se enfrentaba a nuevos retos de crecimiento y desigualdad. En materia de fecundidad, lacaracteristica ms importante deeste periodo lo constituye, la transformacién en el comportamiento repro ductivo de las mujeres mexicanas, manifestado en el descenso de la natalidad. Asf, la tasa bruta de natatidad pas de 43.4 por mil en 1970, 432.7 en 1980, ycl numero promedio de hijos de ls familias paso de 6.6 en 1970 04.4 en 198057 Pero si bicn estos cambios fueron coincidentes con los propositos oficiales, tas diferencias entre fa fecundidad urbana y rural fueron notorias, por varias razones. En primer lugar, porque las acciones en materia de planificacién {familia legaron primeroy con mayor impetu, alas mujeres de las éreas urbanas del pais. De acuerda con los datos de la Encuesta Nacionat sobre Fecundidad y Salud, en el period 1966-1970 se, obscrv6 un promedio de 8.2hijos nacidas por mujeren los medios rurales, mientras que en los urbanos era de alrededor de 6.1, es deci, casi dos hijos de diferencia en promedio; para el periodo 1981-1986, la diferencia fue és acentuada, y i bien sc obscrvé una dismintcién de dos bijos para el caso de as majeres rurales, en los contextos urbanos la disminucién fue de easi tres hijos menos que en el periodo anterior 58 Otro dato que confirma io anterior, es el relativo al nmero de ‘mujeres unidas que uilizaron algiin método anticonceptivo en las reas uurbanas yrurales durante los afios 1976, 1979 y 1982, como lo demuestra Alfonso Sandoval en el siguiente cuadro: 38 De aserdoa as sifascoregidas la poblcién ascend un total de 1.1 millones ‘de personas (Sandoval Arriaga. A. 1988. p. 100, 56 Poblacén residente en poblaciones menores de 2,500 habitsntes. CONAPO. 18.90. 37 Sandoval Arriaga, A. 1988, p. 100, 458 Léper, Maria det Pa. 1989."El gran cambio hacia la urbaniaciSn, En: Demos. (Carta demnogeifica sabre México p. 16, | Sora Cuadrot Porcentaje de mujeres unidas que utilizaron algin método anticonceptivo 1976, 1979, 1982 Jaa” Encocata Meriona— Eneesta Nacional Encuesta Nacionat fe Fecuniad fe Prevalencia Demogrfica 76, as) psn) Reval 189 2a 280 Urbana 353 a9 319 Total, 02 373 77 Fraaoval Arcage, A 188. p. Es evidente, de acuerdo a los datos, que el uso de algin método snticonceptivo, ba sido una prictica mis comin entre las mujeres de las iudades que entre las campesinas ¢ indigenas de México. ‘En scgunde logat la diferencia vrbsno-rural en cuanto a fecundi- dad y Ia plavificacién familiar, se encuentran en variables como la Seeolaridad de a mujer ysu partieipacién en el empleo remunerado; ast Como el grupo social alque pertenece la mujer y el graclo de desarrallo de las regiones en que habitan. “Lasdiversas encuestas nacionales relativas al tema, han demoste2- do que entre las mujeres.que tienen iectso al sistema escolarizado, et simero de hijos nacidos vis es menor. En este sentido, como ya se ha visto alo largo de este documento, las mujeres rurales son tas que monos Neceso ha tenido a sistema escolarizado oficial, y por ende representan in poblacién con niveles educativos ms bajos. No sorprende entonces, {que ellas hayan sido y sigan siendo, quienes més ates tasus de fecund- dad reporten en el pas. ‘Estos misnios estudios han identficado ampliamente Ia relaci6n cexistente entre el trabajo asalariado de la mujer y el nimero de hijos promedio, Segén étos, a mayor participacién de la mujer en el empleo Fomunerado, menor némero de hijos en promedio. De acuerdo a la Encuesta Nacional Demografiea (1982), esta relacién sc hace afin mas Evidente en el caso del sector rural, donde en el grupo de edad de 45.a $9 afios, las mujeres econdmicamente activas tuvieron 5.1 hijos, contra 73 aleanzado por las inactivas. Si estos datos los comparamos con las mujeres urbanas del mismo grupo de edad, la diferencia es alm més 1 notoria entre sectores, 43 hijos para las econémicamente acti para las inactivas.5? i a En tercer lugar estarian jos diversos factores eeoné nos diver econdmicos, social yslgoacs qu determina desde punt de vista scaly cigs utilzacién de dichos métodos. i sy 62 Para las mujeres rorales, ante la crisis agraria en la que vivian, hecho de tener muss hijo sien es nfieabe ua netemente ex sus tareas de reproduccion social, también le representaban I post Desde el punto de vista técnica agricola, el xendimieato de sus cosechas n0 era sufciefte, ni tenia la calidad requerida por el mercado, recibiendo a cambio de sus productos, precios inferiores at esto de los que recibian los productores con mayores recursos ¢ insumos pro- ductivos ~F Esto dltimo se agravaba ainmés,encl momentoen que las mujeres rurales se vefan enfrentadas a tramites oficiales para conseguir créditos, insumos productivos, o en el momento de vender sus excedentes en los rercados locales, quedando expuestas ® pricticas fraudulentas por Pescador Osuna, JA, 98S. p. 156 85 Padus, 5, 1984 9.87, 10 parte de acaparadores y agiotistas, asf como a prdctieus corruptas por funcionarios pablicos y bancarios, Cabe sefalarse aqui que, sibien la educacin écnica agropecuatia es alentada durante estos afos, con la creacién de institueiones de capacitacién y educaci6n técnica agropecuaria, las mujeres rurales no tuvieron acceso ala misma, Los beneficiados com lainsirumentacién de estas acciones fueron por lo general, os hijos jovenes de las unidades productivas empreseriales o transicionaes. Lo mismo ocurria con aquellas mujeres que se incorporaron a las > ‘idades de la manufactura rural. Sin contar con elementos educati- , | ‘9s bisicos como lo son ler, escribir, sumary sesta, y ante la extensa red de intermediatios exstente, muy frecuentemente eran vctimas det engafo y dela sobreexplotacin de su trabajo, recibiendo a cambio de Jas prendas confeccionadas por ellas, un pago muy por debajo del costo de ins mismas. En este sentido, el lamado extensionismo rural, lo largo de estos ids afos, se lmito a Uevar a las mujeres del campo campafas Jnformativas acerea de cOmo mejorar la nuttcion de su familia, y para ensefarles reglas de higiene ysancamientode la vivienda, Generalmente «estas actividades no consideraban la realidad de las condiciones de vida dns campesinas © indigemas a fas que se dirgian, mi recondctan hi valoraban el aporte de su participacion en el desarrollo roral. Sus contenidos no le ofrecian a las mujeres rurales, las herramientas nece. sarias para fortaicoerc impulsar sus actividades, sien lo productivo ai eno reproductive, Por cjemplo, sin considerar el deterioro del ingreso rural, estos programas asistencialistas pedfan a las mujeres que alimentaran a #45 hijos con leche, carne y huevos, proporcionindoselo “por lo menos tres veces ala semana”; o bien, de manera indirect ls culpaban por la mala salud de fa familia, yes ensefiaban reglas de higiene ¥saneamiento de la Vivienda, si darse cuenta de lo eseaso y, en eiertas localidades, la ausencia total de servicios publios tales como agua, drenaj, aleantaric lado, la y combustible. En el caso de algunas mujeres adultas, viudas y abandonadas sgenoralmente, cl analfabetismo yla ausencia de nveles de escolaidad, ra uno de los factores que obstaculizaba la defensa de su derecho a usufructuarta tierra, ya ser legtingsgjidataras Al morir el marido, 0 bien al quedar sola, ta falta de instrucciéa bésica y el desconocimiento de las leyes a su favor, hacia do estas mujeres, presa él de abogados “coyotes”, o de familiares ambiciosos, ue, en el easo de los primeros, les prometian dincro a cambio de m Se eee rogularizar sus derechos agrarios;o bien, en el caso de los segundos, as desposeian por completo de la tierra ala que por ley tenian derecho, En las jOvenes rurales que se incorporaron al trabajo asalariado, ya fuese en ias ogroindustrias locales o como empleadas damésticas en {as ciudades, su baja escolaridad, también repercutid en su condicion de trabajadoras. Generaimente se vefan expuestas a abusos por parte de ‘empleadores y ideres sindicales corruptos, quienes, aprovechando el desconocimiento de ls jévenes con respecto a sus prerrogativas legales, cobtenfan de ellas “favores” sexuales a cambio de mejores condiciones salariales, 0 simplemente para conseguir mantener su erapleo. En et ‘caso de las empleadas domésticas, alo anterior se le sumaban, jornadas laborales de 12 horas o més, un trato denigrante por parte de hombres yymjeresy,en muchos casos ellas eran vietimas de la viokacin por parte Ge los hijos de los erapleadiores. Para estas mujeres jovenes, més que para cualquier otro grupo de raujeres rurales, la educaci6n era a esperanza de lograr movilidad social. Mucha de ellas, alguna vez asistieron a la escuela, pero tuvieron que abanconarla para poder trabajar, ¥ consideraban que el continuar con sus estudias les daria la oportunidad de acceder a empleos mejor Para las familias asalariadas agricolas, ca earabio, la edueacion no les significaba ninguna mejoria, al no brindacles las herramientas nece- sarias para aumeatar sus ingresos econbmicos. Los joraaleros, por ejemplo, consideraban que el hecho de que sus hijos asistieran a la escuela era una pérdida de tiempo, y que, nifios ¥ nifias, eran més necesarios apoyando a los padres en las facnas agricola. Un ejemplo confirma fo anterior: Enrique Astorga realizando una investigacién de campo en regiones caferas del pats, encontré que-32 de las peones locales no sabia leer ni escribir; que 52% de los peones fordneos y 28% de los enganchadores estaban en la misma situacion; v que 69% de las esposas de esos peones eran analfabetas. Ademés, dada la importancia que cada dia adquiere mas, el trabajo infantil para la supervivencia de estas Familias campesinas y ante la demanda patronal por esta mano de obra, ef 48% de las madres afirmé tajanteniente que sus hijos no deben estudiar.®5 86 Astorga,E, 19852). p45, 2 Para coneluir, durante la época 1965-1982, si consideramos el tipo de programas educativos instramentados a lo largo dle este period, podriamos pensar que fueron y siguen siendo las mujeres rurales, Ia poblacién objetivo, no explicitada, de la mayoria de las acciones de alfabetizacisn yde educaciGn para adultos diseitadas y operadas, duran- tela época a la que nos hemos venido refiriendo. Sin embargo, los programas en la materia, instrumentados a lo laego del periodo 1965-1982, na lograron los propsitos que se plante ron debido alla inadecuacidn entre los contenidos y métodos educativos empleados, en relaci6n con la realidad rural. En particular, no lograron las metas propuestas debido, entre otras causas ala faltade visi6a sobre ‘quienes eran las mujeres rurales y cules las caructeristicas y las deter minantes de su participaci6n Lo anterior no significa que las mujeres no participaran en los programas. Muchas de ellas consideraban que elevanco su nivel educa tivo tendrian acceso a mejores oportunidades de vida, y de hecho se inscribian en tos cursos impartidos, Sin embargo. por las caructeristicas Ue inadecuacién de contenidos, muchas mujeres o bien desertaban, oto aprendido no era suficiente para aleanzar ln deseada movilidad social y Esco dltimo, era cada vee mas frecuente, ya que ante las restricvio- és econdmicas por las que el pais atravesaba, la ereacidn de empleos era cada vez menor, y con el objetivo de detener y controlar la demanda de mano de obra, se clevaban cada vez més las exigencias educativas, que resultaban ser requis mejor remunerados ables para acceder a empleos educative fue la ausencia de capacitacion técnica para las mujeres del campo. Incluso en la actualidad, la falta de reconocimiento a la partcipacion de las mujeres rarales como produetoras agricolss, ha impedido que muchos de los proyeetos y de los planes de desarrollo rural disefiados y puestos en ‘marcha, hayan fracasado. Las mujeres campesinas eindigenas de México {fueron y son las principales productoras de granas basicas en et pats, y sin ‘embacgo, ai la politica agricola, ai la educativa, han considerado nece- sari ineorporarla alas acciones de capacitacién tEenica agropecuaria. n3 RATT RTT SE * 44, Salud y bienestar social: el modelo de atencién y la partictpacién ‘comunitaria 44.1 Politicas e indicadores para el medio rural durante el periodo 1965-1982 En México los avances en materia de salud son innegables, ye reflejan de manera directa en la notable disminucién de la mortalidad de la poblacién mexicana, que tinicamente entre 1940 ¥ 1970_pas6 dé 22.5. defunciones por cada mil 39:77 Se debe reconocet Ge 6 Togros han sido significativas, sin em- bargoes necesario subrayar también, que éstos nohan sido fosuficientes como para combatir, de manera integral, los diversos factores que determinan tas condiciones de salud de una sociedad, como son el nivel de ingreso y aunado a ésto ultimo, las condiciones de alimentacion y vivienda, sobre todo de la poblacién rural En este sentido, por lo menos hasta 1965, el combate a las causas de muerte de tipo infeccioso, a través de las campafias masivas de vacunacisn, fusron la causa directa de la disminucién de la mortalidad cen el pais, sobre todo en el medio rural®® y no la mejoria estructural de las desigualdades sociales, donde persisticron muy graves rezagos.? De tal manera tas acciones diferenciadoras en materia de salud, que a partir de la década de los afios cuarenta privilegiaron a la pobla- ci6n urbana y trabajadora, vel cambio sufrido en el modelo atencion aplicado a partir de esta misma fecha, orientado mis hacia lo curativo {que hacia lo preventivo, trajeron como consecuencia la polarizacién en cuantoa las condiciones de salud de la poblacién en general, ahondando la brecha entre los sectores urbano y rural 87 Sandoval Arciags, 198. p 100. 58 Reyesy Moreno, 1985p. 217. 89 Sandoval Arriaga, A 1986. p.62. 4 Asimismo, de 1940 a 1965, el surgimiento de diversas instituciones de salud en el pas, yla falta de poltticas unificadas, trajeron consigo una ispersin y duplicacién de acciones a tal extremo, que en, 1965, con el fin de establecer mecanisinos interinstitucionales de coordinacién, se establece Ja Comisién Mima Coordinadora de_Actividades.en Salud Piiblica, formada por la Secretaria de Salubridad y Asistencia, el IMSS yel ISSSTE® : La Comisién reconocfa que las politicas de salud y los mecanismos institucionales utilizades durante fos afios anteriores, habian tenido saves limitaciones, y que como consecuencia de ésto, amplios grupos sociales se encontraban marginados de los servicios de salud, entre ellos, dde manera particular, los campesinos ¢ indigenas de las regiones mas apartadas. En 1970, al iniciarse ol régimen presidencial de Luis Echeversia, los rezagos y lus diferencias entre grupos sociales pessistian. En este sentido, por ejemplo, la mortalidad general, sibien habia disminuido en ‘érminos generales, también presentaba marcadas diferencias entre el campo y las ciudades. A nivel nacfonal, a tasa de mortalidad en 1970 era de 97 por cada mi." mientras queen el campo ora de 10:1 por mil para este mismo ao.%? Lo anterior se agravaba atin mas en el caso de los trabajadores agricolas: a pesar de que su nimero dentro del IMSS, como solidario habientes, habia aumentado de 137 mil en 1960, a mas de un millon en 19702 este porcentaje no se reflejaba en una mejoria directa en sus condiciones de salud, Asi, la tasa de mortalidad infantil de los asalaria- 99 Dicha Conisiba ten como objtvos: ~disponer de mecanismios de paneacion y programaciin nationale: eviardupieaciénce ericoscon eleonsiuienteauiven "ode corto global dea ateacién execs: lograr moyor elelencia de Ios recursos, uments capaidad dees senicos ympiarls cover uta gobleisn gue cares \desercio de stencén a la salud” (COPLAMAR, 182 p. 120), 9K Sandoval Arriaga, A. 1988. 100, 92 Reyesy Moreno, 188. p 218, 95 Lo que signifeaba un crecimiento del MAS para Ia poblacién campesine, en «omparaciin con el 1325 del tral dela poblaciin derwchohabiente det lstitto (idem, p07), 15 dos agricolas en 1970¢ra de 104.2 fallecimientos por cada mil nacimien- tos, mientras que la tasa nacional era de 349 por mil. En materia de vivienda, uno de los indicadores més claros con respecto a la condicién de salud de una familia 0 comunidad, en 19701 sector rural se encontraba en clara desventaja con respecto al urbano. Por ejemplo, la evolucién del nimero de viviendas rurales en relacion con las habilitadas en los sectores urbanos del pais habia sido mucha ‘menor; y para ese mismo ao, s6lo ef 14% de los habitantes del medio rrural contaban con servicios de drenaje, y Gnicamente el 28% disponta de servicios de energia eléetrica%S A pesar de las declaraciones y de fos intentos de accién por parte de la Comisién Mixta creada cn 1965, a falta de coordinacién interins- titucional y de politicas rectoras claras cn materia de salud, eran las caracteristicas mas significativas del sistema institucional de salud en el pais. Ante esta situacion, durante el periodo presicenciat de Luis Eche- verria, se pusieron cn marcha diversas aeciones tendientes a resolver fas, desigualdades enire sectores y a unificar las politicas y actividades de lag diferentes institseiones involueradas enn el tema Entre las medidas mas inmediatas, adoptadas durant relacionadas con los habitantes del campo, destaca a promuta Ia nueva Ley del Seguro Sacial en 1973, entre cuyos articulos destaca el nidimero 13 relerido a los trabsjadores agricolas asalariados. Hasta esa fecha, se hiabian considerado candidatos a derechoha- bientes solamente a aquellos trabajadores con capacidad conteibutiva, que sin lugar a dudas, se ubicaban geourificamente en lus regiones, présperas, donde se habia expandico la agricultura comercial. En 19 ante el detrimento de las condiciones de vida en el campo, y ante la ‘masiva incorporacién de campesinos al trabajo asalariado, se hizo im- perativo ampliar la estrategia. Consecuentemente, se posibilité el acceso al IMSS de los produc tores agricolas independientes.con “capacidad contributiva’ se insteu- 9 Jiménez, R. 1988 p.6 95 Reyes y Moreno, 198. p. 20. menté la “solidaridad social” como esque mo esquema para incluir a los campe sinos que por su estado de margincion no conaron con zk capac dad; y se amplié In base de prestaciones sociales para los habtantes rurales.% Cabe subrayarse que ala fecha, lo esfuerzos del IMSS en esta ‘materia han sido constantemente impuleadosy fortalecidos, Estas nuevas disposiciones fograron quc durante cl gobierno de Echeverria, se cuadruplicara el nimero de campesinos atendidos, cu. briendo algunas de as zonas mis marginadas como la mixteca, la 2008 hhenequenera, la candelilera y muchas éreas orestales.2” Posteriormente, en 1974 se emitiécl Plan Nacional de Salud, en el ual so plasms \a polica oficial correspondiente, y a partir del eval se feterminaron las acciones a insteumentarse durante los periodos anedica y sanitaria querian ser efectvas, deberian adoptar una orienta cid integra de carter educativo, preventvo ysanitario 28 Entre les propuestas de accidn mas relevantes de este Plan Nacio- sal de Salud estin: el establecimivnto de una red de hospitals, leva ka atenci6n sanitaria a ls zonas rurales por wicdio dé pequesios centros de salud; na mayor distribucion del personal mdico ¥ paramedico en jones marginadas; y cl arranque de un programa de nutricion. Me- dias que resultaban en el comeno de salud que prevalecia en Mexico, porfectamentc lgicas v urgentes” F Dicho Plan reconocia que la lucha contra las enfermedades era silo parte de ur fenémeno social masamplio,y ques se pretendiaelovar lbienestar social Uefa poblacidn, la atenciOn mcdica ysanitariadeberia Atacar no solo os sintomas sino las causas estrucirates que eausaban Ja enfermedad, cee Bajo esta concepcidn, durante el sexenio 1970-1976 las accion en materia de salud se estendicron cn fay dteas rorales, donde se 2 idem, p26) 97 thidee, p 248245, 9 Biden 2 Stars Pe. PltentdeMensor salen Misco, LIDS Mésice Editorial Nueva imagen. p. 195-196. a 7 construyeron 242 nuevas unidades médicas, sesenta clinicas hospital y cerca de dos mil casas de salud con programas le servicios a médias comunitarios°9 Asimismo, a partir de 1974, ante la reciente importancia que iba adguiriendo la planificacién familiar, a través de un Plan Nacional ieas que, con cl iadamente trein- Coordinado se capacitaron quince mil parteras emy auxilio médico profesional, legaron aatender a aprox ta mi eentros de poblacién.10! : Sibien el Plan Nacional de Salud contemplaba extender sus accio wes hasta 1982,"para el afo de 1977 la nueva administracién pablica lo suspende, Las causas fueron diversas, pero entié las miss significativas se encuentra la falta de recursos econdmicos para poner en accién todo. el Plan y por fa incapacidad del mismo para cumplir con todos los, objetivos que se proponia. Daniel Lépez Acuna condena este Plan, to ctiqueta como de “propagandist y doctrinario” y dice que es ejemplo de [a demagoga ficial” aque muchas ds aciones de granalance r nunca se levaron a efecto. 7 Gomo lo sefalan or autores del libro de COPLAMAR, el Plan Nacional de Salud, si bien estuvo diseniadotleno de buenas intenciones, no contemplé las medias administrativas que garantizaran el cumpli inicnto de sus cbjetivos, y apenas bosquejé las estratcgias para operat en campo las acciones que se proponian. is dfrenia entre sctore, ete cas, no habia pido ser superadas. En 1975, enun estudio realizado paca conocer las diferencias en cuanto a la mortalidad infantil entre grupos de alto riesgo, se encon- {16 que la mortalidad entre menorcs de cinco aiios de un grupo de jornaleros, pequesios propietarios y ejidatarios del Municipio del Car- men en Tlaxcala, era hasta 3.4 veces mayor que la de un grupo obrero del Complejo Industrial Sahagin. Mientras que el grupo obrero presen- 100. Reyesy Moreno, 1988p. 244.246, 101 fhidem. 102 Ldper Auta, D, 1980. La salud desigual en México, Mexico: Siglo XXI Ediores, pee us taba una tasa de 53 defunciones por mil Ia del grupo campesino alean- zaba una tasa de 111 por mil Como corolario de la falta de definicién en el Plan y la ausencia de recursos econdmicos para su operacién, en 1976 las condiciones e salud de amplios grupos de la poblacién eontintan muy por debajo de lomfnimo aceptable, debido a la Faita de acciones integrates, y de uaa coordinacién interinstitucional efectiva, ¢ ~-El Consejo Nacional de Ciencia yTecaologta (CONACYT},seste ‘me én dos parrafos Tas principales causas de la salud diferencial en el pais para 1976, y destaca, primero, quié€l nivel de ingresos insuficientes —y su correlatorla desiutricion=, la falta de agua potable y de instal iofes higienicasy et fecalismo y la marginalidad cultural son las causas-— reales-mas importantes-de-morbilidad y miortalidad en México"! y sequado, que “la earacteriatica mis destacada del desarrollo instivei6- ial eit medicina y salud ha Sido la concentracién de las prestaciones y yreetrs0s ct la atenicion de los SectOFes WrBAROS miediOS altos F Is despioteecién de-una_gran_parte. de. ln. poblaciga-rural, y-finaliza diciends que, “et problema basico de la saiud en México tiene sus rafces, cen a pobreza Va desnutricion, en las condiciones insalubres del medio de la vivienda, ven cl analfabetismo yla:ignorancia’. 105 “i este sentido, en 1977 durante ka administeacion del presidente José Lépez Portillo, se introducen importantes cambios en la politica olicial de salud. En primera instancia, se hacen los primeros intentos Por instrumentar, de manera coordinada, las acciones de salud puestas ‘en operaci6n por las varias insituciones responsable del tema. Y, en segundo, s¢ hace hincapié en la necesidad de reforzar tas acciones preventivas sobre todo en aquellas comunidades en donde los servicios 'édicos eran inexistentes o insuficientes, y en la necesidad de redu: 103. Jimeéner, René 989. ~LHastaeadado sega a iccintadefuncones por mil?” en: Demos, Carta demopriticn sobre Méxicn 9. 1S IO CONACYT. 19762). “La cieneia y la tecnologia en el sector meting y salud Aiagnsticoy police”, Mian pC, 105 CONACYT. 1976), “Plan nacional indicatvo de cieniayteenologi", México. pst, us i 5 t los costos de inversion en esferas de cuiddado intensivo y de tratamientos especiales. 106 Para lograr fo anterior, de los 57 programas planteados en Plan Nacional de Salud 1974-1977, la Seeretaria de Salubridad y Asistencia, rotoma dos, el de Ceniros Comunitarios de Salud y el de Planificacion Familia.” Sungen asi en 1977, dos programas dirigidos ax poblacién. urbana y rural, el Programa de Extensién de Cobertura de tes Servicios de Salud al Medio Rural y Suburbano (PEC),yel Progeama, Comunitario Rural (PCR). EI PEC, fue un programa de medicina preveativa, que tenia como fin Gltimo, capacitar mujeres de localidades suburbanas y rurales mar- _ginadas (de 500 2,500 habitantes), como auriliares de salud comunita- Fig) Duranie Un periodo de dos meses, fas mujeres recibran adiestramiento,yse les provefa de un manual de instrucei6n, ua maletin para curaciones y de un botiquin con un cuadro basico de menos de 20 medicamentos que cllas mismas prescribian. Las participantes reeibfan 2 cambio de sus actividades un sucido mensual de 500 pesos, pagados indirectamente a través de los comités de salud de sus comunidades. 0° De acuerdo a Lépez Acufia, este programa dio como resultado ke ion en varias comunidades de “médicos descalzos subprepara- dos”. EL PCR, se planteé como un programa de planiticacién familiar La metodotogia operativa de dicho programa, contemplaba la capaci- tacién de mujeres (aunliares comunitarias de planificacion familiar), ‘quienes coordinadas por una enlermera entrenada especialmente, lle aban a cabo sus aeciones en localidades rurales.!? Este programa formaba parte de las acciones instrumentadas por la Coordinacién Nacional de Planificscién Familiar, ereada en 1977, cuya finalidad era 106, Wand, PND. 186 107 idem, 108 COPLAMAR. 1982 p.12 109 Léger Acasa, D. 180. p. 27 110 COPLAMAR, 198. 120 unificar las actividades de las insttuciones involueradas en la elabora- cidn y puesta en prictica del Programa Nacional de Planificacién Famni- liar, a saber: SSA, IMSS, ISSSTE, DIF. La Coordinacién tenfa como meta reducir la tasa de crecimiento de la poblacién al 2.5% anval para 1982, yaleanzar una cobertura de los servicios de planificacién familiar de 20.2% en ese mismo afto, lo que suponia incorporar a este plan a alrededor de 8.6 millones de mujeres en edad fértil. Dicho Programa incluia un plan dc atenci6n a las 2onas rurales, asi como actividades de investigacion biomedica y socal En 1979, ante el relativo éxito de ambos programas y ante luplicacién de acciones de los mismos, que no pudieron ampliar signi- Tieativamente sw coberturs a fas poblaciones marginadas, la SSA los integra en el Programa de Salud Rucal (PSR). Durante este mismo afo, el gobierno lépezportilista, toma la doterminacién de crear fa Coordinaviora General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados (COPLAMAR)!5 y, ante el cclativo éxito de las acciones de la SSA en ef medio rural, se firma un conveniy entre el IMSS y COPLAMAR, para fa alencién médica del sector rural marginal en el pais. El convenio IMSS/COPLAMAR, tenia como objetive llevar ade= ante programas de atencion preventiva y curativa, y de capacitacién & tos habitantes det medio cura, asf como ampliat fa cobertara de los programas en el sector rural det pais, Los servicios se prestarian de acuerdo al esquema de solidaridad social, establecido inicialmente por ” Como resultado, a fo largo del sexenio 1970-1976, se ponen en marcha una serie de acciones en favor de fos g as del pais, ‘Aai, como lo manifestara el mismo presidente Fehevercia, en respuesta a los propésites oficiales por “incorporar a kas regiones marginales al jimo del progreso nacional”, se hacen construcciones; se transforman los internados indigenas en centros de ensefanza extraescolar y apeen- dizaje de oficios; se mulkiplican fos centros coordinadores; y se quintu- plica el presupuesto de caminos alimentadores de mano de obra? Nuevamente, la educacién indigena fue, curante estos seis afos, ef instrumento de la politica ofiial, en In que se manifestaron mas elara- ‘lanteamientos indigenistas. En 1972 se crea la Direc- cidn G: Edueacion Publiéa, a través de la cual el magisterio bifingite impulsa un ‘movimiento que pugna por la participacién de los propios indigenas en 189 Liméa, M. BS. p. 579. 10 thidem. erat de Educacién Bilingie-Bicultural en In Sceretaria'd@” la planeacién y programacién de las acciones que se operaran en sus regiones.!1 Cou tesén, las orgenizaciones indigenas siguieron prosionando a la administracion poblica para que sus reclamos fueran escuchados, y cen 1975 tiene lugar el primer Congreso Nacional de Pueblos Indios. Durante el mismo, los representantes indigensas vuelven ademandaruna mayor participaci6n de los indios en la vida nacional y exigen fa apa cist de una politica indigenista diferente, que reconozea el derecho de los grupos étnicos para definir su propio futuro, eon pleno respeto a sus, valores y costumbres.#2 En esta época surge un nuevo liderazgo indigena; el de aquellos indigenas universitarios y profesionistas que no se olvidaron de sus etnias sino que, por el contrario, reafirman su compromiso con ellas. En. 1976 aparece la Asociacién Nacional de Profesionales Indigenas Bilin- sites (ANPIBAC), figura organizativa, a través de la cual los macstros ¥ profesionales blingics organizados, impulsan dos fincas centrales: el sistema educativo indigena y Is participacién de docentes y comunida- des en la formulacion de programas y proyectos indigenas,§3 En este contexto, al inicio det régimen del presidente Jasé Lopez Portillo la realidad indigena det pais, conduce a la politica indigenista oficial a reforzar las actividades educativas, v, ademas, a necnasidlerar y modificar, de manera enfitica los factores ecoubmics y agrarios que determinan la marginalidad socio-econémica y politica en la que se hrallan inmersos los indios del pais. Esto es, se hace imperative que la politica indigenista adopte una visin integral del problema étnico de México, sia dejar de reconocer las particularidades de la identidad étnica. Se proclama entonces, a apariciOn de una “nueva politica indige- nista”, cuyos objetivos se plasman en el documento programatico titu- lado Bases para la accién (1977-1982) del Instituto Nacional Indigenista Las metas de esta nueva politica indigenisca serfan logear 81. tblaem, ps M2. tbicen, 13 tbider,p 520, M4 bide, 138 la participa eectiva dt indigena en al diseho ycecucié de oe programas deserolades en su propio benefcn, ts adecuactn Je estos programasal modelo de desarmlio nacional, una mayor ei ‘in operatva instiuciona! ys eoréenaein dea polica ncigeista fenel marco dele Refoema Administra,” Bajo esta denominada “nueva politica indigenista”, muchas de las acciones en favor de los indigenas se inscribicron en el marco operativo de COPLAMAR. Asi, mediante la firma de convenios interinstitucio- nsles, y mediante la previa concertacién con fas comunidades indigenas, algunas localidades se beneficiaron con servicios en las reas de saluc, abasto, educacién, produccién, aprovechamiento de recursos naturales, ccarninos, agua potable, mejoramiento de la vivienda y electrificacién. El Instituto Nacional indigenista pas6 a depender orgénicamente, de dicha Coordinacién durante el sexenio 1976-1982, ampliando su red de centros coordinadores y estableciendo los Hamados albergues esco- Jares, en los cuales llegaron a atenderse 70,000 nies indigenas quienes ‘tuvieron la oportunidad de cursar su primaria completa, #6 Simulténeamento, la educacién bilinge bicultural se fortaleci6, y durante este sexenio (76-22), cl mimero de nifios indigenas atendidos nel nivel primaria cr la modalidad bilingile-bicultural, se quintupii ntre 1982 y 1983, se estima que la cobertura de este servicio alcanzaha al 50% de la demanda de nifos indigenas de cinco afios.7 Asimismo, se lograron avances importantes en cuanto ala elaboracién de alfabetos y libros de lecturas en idiomas indigenas, respondiendo a una de las tantas demandas de las organizaciones émicas, Si bien las condiciones de vida en general de los indios, a lo largo del periodo 1965-1982 no mejoraron sustancialmente, y en ocasiones incluso empeoraron, se debe reconocer como positive el giro de fa politica indigenista, impulsado por la organizacion de los mismos indi. .genas. El paso de una posicién aculturizante e integracionista, por una dercconocimicnto aa pluriculturalidady de respetoa culturas diversas, sino de inmediato, a largo plazo han sido beneficiosa para los grupos Sinicos de México, MS thigem, p. 52 M6 tiger. M47 Pravda, J, 1988 9.87. a7 | | : i 4.5.2. Las mujeres indligenas: reconocimiento versus omision Loencomiable de lot esfuerze ongenizativos de a india, as como os avanees en los postlads de las aciones ois, tvieron una gran mist a categoria sexo-géner, a pesar de a important participa cidn de ls teres indigenas en los provesosagrtisy aos dela Pata omisién no era explicita. Es decir, las organizaciones étnicas ao eal propeitivamente la presencia femnenina Sin embargo m- poco alntaban, Cosideraban que de ser esucas sus erences los problemas de TODA In poblacion indiana en geneva se revolver Treluida la condicion de la major, den lon mores cnierabn ge ne area ells partciparan. Socilmente “lo politico eva cussion masculina Y evdentemente su experiencia on exe sentco no ls syudabe, Por ciemplo, en 1975 durante el Primer Congreso Nacional de Indigent, Lourdes Avizpe relate como instances de algunas atsopologs Temi, se organi una mesa de discusion sobre la mujer ndigen, ‘Alarisma llegaron algunas meres nossbicndo x que ashabian levas.Dos maesteas estes. de buen ‘orez0a pero fon Habios ueterados de manpulion guisiero Hevariassidn,perolngranoequesschgieran avers eigen pare consecuentemente la deuda externa de México se elev de 29 mil millones de d6lares en 1977, a 74 mil 909 millones de. clélares para finales: de 19814 Estos procesos, aunados al incontrolable crecimiento de las tasas de interés on la banea internacional, y ia inesperada eaids del F artpe, Ls Pedrena.s secional. 1778-1985" Muyjee"Bi Colegio de Mésio. 1 Veliaquen, M.IDSS. “Las ujeres mevianasy el Jesarrlla Documenta, Program Inewsepinario de Usution 2 Ex 1981 170% de valor de Ins esportacionesaacionales eran por ste concept, (Lassi, Nora. Beanomic Ces and Living Standars in Mesica: 182-1985", Docu. stent preparadn paca cl proyecto UNIAWIDER “The Impact of Global Recession ‘on Using Stnndue in Setcted Developing Counts”, UNG pS) | Fctareves mientrasquese eeponaron solo 200 wilones Ioewa genexBun det ascumulado de 46.000 millones de délares (Viera, René. 195% El desarolo faust de Méco: una gerspectea bist: ent Méxi 75 whos de Reval Desacrolle Econémio I. México: Fondo de Cultura Bronsmnicvlasnuta Nasonat {be Betws Histoncos de la Revolucisa Mesicanap. 326) 4 Lustig. N, 1986p 143, f RE 2 precio del petréleollev6 algobicrno de José Lépez Portillo a suspender mGrighit¥neamente el pago de la deuda en 1982, ya iniciar las renego- ciacidn de fa misma, En estrecha relacién con lo anterior, se produjo una intensa fuga eeapitales del pats; paco antes dela devaluacién det peso en 1982, que alcanzé la cifra de alrededor de 11 mil millones de dolares.$ La nacio- nalizaciGn de la banca fue un intento por controlar esta situacién pero Provocd at mayor incertidumbre financiera para los grandes capitales Ante esta situaciin, cl gobierno de Miguel de la Madrid ceviri ta politica econémica, que hasta entonees habia fincado el crecimiento de J economia y de Ia produecion internas, on el crédito externo basica mente, ¢inieié politicas de ajuste estructaral a lo largo de su sexenio 1982-1988. Al contrario del modelo anterior, se buscaba ahora el creci- ‘iio econémico en base a la modernizacién econémica y ales expor. taciones Durante este sexenio, la administracién piiblics, ya sin fondos de reserva, imposibilitado para recurrie al crédito externo y con los bancos acreedores al acecho, se ve forzacio a renegociar la deuda externa, lo ue requeréa la participaciéa del Fondo Moneterio Internacional (F841), ypor tanto obligabaal paisa aceptar los términos que éete altima dlictara. Asi entre ls acciones mis inmediatas para reenpwrae la ered Dilidad y 1a confianca internacionales, se declara la austeridad en los Drogramnas oficiales y por ende el recorte en el gusto publico, 5 Rivera Rios, Miguel Angel. 1986 Crisisyreorgonianci 1960-1985, Meio: Bciiones Era. p34. 2 eapitalisno mexican, 144 | | nore SSS ES ES Se introduce el Plan Nacional de Desarrollo, 1982-19885 que Sorstiuye eldocomento rector doa potica eeonémica, politica soetal lel pats, donde se plasmaba ls orientacign de las aeciones pablicas hasta 2288. Dicho Plan comprendia un programa inmediato de urgencia para hacer (rentea Ja criss y una estrategia a largo plazo paca products ‘cambios estructurales dentro dela economia, entie otros puntos 1 Plan incluia ademés la adopcién de un programa de austeridad que comprendia, entre otros, los siguientes puntos: una gran modera ci6n salarial (topes salaries), cortes al gasto pablico, que afectaron al empleo y nuevas devaluaciones del peso frente al dolas. Entre ls recortes al gasto pablico durante este sexenio, destacan los referidas a las politicas de desarrollo social y a las de agricultars, ganaderfa y pesca, como lo veremos més adelante. En términos absolutos la cantidad destinada al desarrollo social se uplics de 1970 a 1986, pasando de 25 mil millones de pesos a cerca de cuatro billones quinientos mil pesos espectivamente, Sin embargo, el gisto publica en materia de desarrollo social representaba en 1970, cl 25% deltota del presupuestoy pasé aser el s6lo 117% del total del posto pablico durante ef sexenio 1952-19832 Como lo sefala Ward’ “en Contraste con el gasto general del gobierno, que casi se quintuplic6 en {érminos reales enter 1970 y 1982, e1 do desasvollo social tan solo ce ‘riplics. Peor ain: durante of sexenio de De la Madrid, la cantidad bie producto de a eciénaprobada Ley Nacional de Panes bajo acional e PIaneatién Democratic De azuerdoa se, lnconsli nacional, también amc popular secdclmekon cae, ‘el cuss integre la ening ya parcipseién pabice eal planescion nacesel 7 Ward, P, 1989.06 8 Eidesarroto social contenpa entre ote ubsosala educacign a stud avivenda > Incohertura de series tales como agua y dora 9 Wend 1980p. 28 145 gastada en bienestar social suftié una erosién de 41% en términos reales”.!0 Pero sibien algunos rubros del gasto piblico se reduefan, otros en cambio aumentaban, En el caso de administracién y defensa, el gasto pasé de 17.6% en 1975, a 52.6% en 1982.1! : Los programas de austeridad y Jos recortes en el gasto pablico, djaron sentir fuertemente sus efectos sociales, Ast, de acuerdo a cifras oficiales, mientras que en 1981 del total de la poblacién, que se calcula ‘en 714 millones de personas, 32.1 millones vivian enla pobreza ~dc las cuales 13.7 millones se hallaban en condiciones de pobreza extrema, para 1987, de un total de 81.2 millones de personas, 4.3 millones vivian fen condiciones de pobreza, de las cuales 17.3 se hallabaa en wna situa- cion de pobreza extrema.!2 En cuanto al desempleo abierto, de acuerdo @ fuentes como Is CEPAL-y la agencia Wharton, para mediados de 1985, éste habia aleanzado porcentajes del 13% al 14%e de Ia poblacién econémicament activa; es decir, para mediados de la década de los ados ochenta en México, de 3.5 a 4 millones de personas no contabaa coa un empleo asalariado.) Unicamente en la Ciudad de México, de acuerdo a la Seeretaria de Programacién y Presupuesto, el indice general de desem- pleo en 1985 fue del 4.9%; éste mismo indice fue de 4.1% para los varones y, significativamente, de 6.2% para las mujeres durante este abo." 10 thider 11 Lostig. 8. 1986.p.49, Consejo Consulivo del Programa Nacional de Solidaridad. 1990, I combate a a pobre linenniientos progeamatiens. Masica: EI National 20. 19 Rivera Rios, MA, 1086. 158. 14 Secretaria de Progremaciin y Presupuesto, 1986, Holetin MenswaldeInformictin Beonémics, No.5, VoL. X, Mésieo Instiuto Nacional de Estadisticas, Geogralis © Informatie 1K De acuerdo al Sistema de Cuentas Nacionales, durante el periodo 1981-1986, la ocupacion se incrementé tan s6lo en 42 mi puestos de trabajo mas, cuando, de acuerdo al crecimiento poblacional observa- do, ol pais deberia de crear por lo menos tn milién de empleos anval- mente. 52. La profundizacién de la crisis en el campo 5.2.1. La produccién agricola de 1982 a 1988 La crisis econémica nacional, sin lugar a dudas, dejé sentir sus efectos emel sector agricola, taly como lo muestran los indicadores al respect, pero si bien algunos autores mencionan que de 1982.a 1988 ss produce tuna “nueva crisis agricola”, en el marco de este documento, se considera que lo ocurridoen el campo mexicano en los achenta no fue ua proceso Por el contraria, si por crisis entendemos ia destruccién de un viejo orden que conlleva a una nucva reestructuracién del sistema econount- co-politico, enconces debemos considerar que la crisis ytransformacién agraria en México comenz6 desde mediados de la década de los sesenta, De acuerdo a ésto, la crisis econémica nacional, mas que provocar una nucva reestructuracién econémicaen el campo, lo que hizo fue agudizar la transformacién agraria que ya venia ocurriendo en el pais veinte afios ateds, tal y como fo esperamos mostrar en este documento. Por una parte, la recesién econémica ya crisis financiera nacional afectaron de manera inmediata al sector agropecuario, a pesar de que el Plan Nacional de Desarrollo 1983-1983, destacaba la necesidad de apoyar sustamivamente el desarrollo rural del pais, mejorando las con- diciones de vida de la poblacion rural y elevando la productivided agricola. 1S Autores como Rend y Salas apuntan que ol aumento minimo en el némero de templeos durante esos sf, fue resultado de la cafda del empleo en fos sectores ‘manafectureroy de a construcigny el ineremenio del empleo en el resto de los fectowes productos, en especial lor sericice yt agriclara. (Rend, Teresa y Salas, Cerfos. 189, “Erpieo y ptrones de crecimiento econdmic;" en: Demos. Carta demnogries sobre Meee 9.25.) 17 i t i ; 1 i i i j Asimsimo, como parte dela estrategia del Plan, en octubre de 1983, se dio a conceer el Programa Nacional de Alimentacién (PRONAL), ‘cuyos objetivs gonerales eran: “T) procurar lasoberania alimentaria” 1H) “aleanzar condiciones de alimentacion y mutriciéa que permitan el pleno desarrollo y potencialidades de cada mexicano”, Este mismo documento sefalaba que 1s eran atimentaria comprende miss que ls avicsuticencis en lieentor mpi el contol nasil sobre los dverscs aspectos de li cadena allmeatan,reduciendo asa dependenca sobre el capital ‘xtaseroy baando las impostaiones de alimentos tics, insumos Yienologa, El factor slave de aa estateg2 es la adopetin de un ‘nlosue integral especial politics relacionadas con las fases Ce Produecén, ransTommacisa, comeriaizeiiny consumo. Los postulados y los objetivos de ambos planes, como lo muestran Jos siguientes indicadores, fueron dificiles de alcanzar, y a pesar de los buenos propsitos la rexrieconesimpuestas a Mético por el FMI y los intereses privados y extranjercs en cl agro mexicano, limitaron fuertemente fa estraregia operativa de los proyectos oficiales. El sector agropecuario, si bien a lo largo del periodo 1977-1981 habla registrado una tasa de crecimiento anual media del 4.7%, durante el period 182. 1987, a pesar ds los intontor oficiales por optimizar las condiciones en cf campo, aleanz6 apenas tna tasa del 1.1%, inferior en 1.7% al incremento demogrifico, que de acuerdo a cifras oficiales era del 2.8% anual en ese lapso."” Esta situaci6n se agravé mas durante los afios 1986 y 1987, cuando el producto interno agricola decling en un ~3,9696.'8 16 Heath, 28, 1985p. 108 V7 Cale 14,, 1088.9 12 18 thidem, M8 Ante las poiticas de ajustey recorte del gasto pablico, laiaversi6n oficial destinada al agro, disminuyo aotablemente, sobre todo si se considera que el 30% del gasto federal para el sector agropecuario provenia del endeudamicnto externo.!? De acuerdo a José Luis Calva, el gasto pablico ¢jercido en desarrollo rural se desplomé en 1986 al 52.1% del presupuesto ejercido en 1981, Asf, el gasto pitblico en este sector decliné de! 7.3% del presupuesto federal en 1981 a solamente el 3.5% en 19862! Pero ademas, se debe subrayarel hecho de que, sumado al recorte presupvestal, en 1983, por ejemplo, adistribueién de dicho presupuesto por entidades federativas, favorecié a entidades relativamente més présperas y donde existe un mayor aiimero de cultives de exportacion ‘ode agroindustrias; os estados mas pobres dedicados primordialmente ala produccidn de basicos no recibieron aumentos presupuestales 2? ‘Al igual que en el caso de la inversi6n piilica, los montos del crédito oficial’ para la agricultura, se vieron drasticamente disminui- dos. Ast, entre 1982 y 19865, en precios constantes de 1870, el erédito agropecuario se desploms en un 40% — pasando de 114,332 millones a 68,594 respectivamente — . Esto ¢s, en 1981 el sector agropecuario reci- big el 10.8% del crédito total otorgado ye! 13.1% del crédito cancedido 4 particulares y empresas descentralizadas, y pata 1986 s6lo reuibi ef 4.5% y el 82%, respectivamente# Asimismo, las exigencias por parte de las baneas de desarrollo y comerciales para otorgar eréditos se volvicron més restrictivas, Esta 19 Heath, 22.2988. 9. 128 20 __Eate presupuestocomprendeelgstoojercto por istitciones oficiales ypacaes: tatales como SARH, SRA, BANRURAL.FIRA. ANAGSA, INIA, Universidad ce CChapingo, INMECAFEy PROFOMEX. PL Coke, 1. 1988 p38. 22 Heath 11085: 128, 23 _Crédrorotorgacos tanto por a benca de desarrlle como por la banca comer 24 Coha, J. 1968. p42 149 PATRAS politica ha afectada primordialmente alos productores de unidades de agricultura tradicional. Ast, tomando como punto de referencia ol cré= dito de avio dedicado al eultvo de maiz, la paticipacién de los estados “carapesinos tradicionales” cay6 de 63% en 1982 a 59% en 198525 Lo anterior resulta ain mds grave si analizamos quienes fueron los beneficiados por el crédito otorgado, Por ejemplo, en 1983 de acuerdo Heath, el BANRURAL benefici6tinicamente a la mitad de los 27080 ejidos del pais, mientras que el Secretario de Agricultura y Recursos Hidréulicos manifestaba, ese mismo aiio la necesidad de fomentar la agricultura de exportacidn para atracr divisas extranjeras al pals. Asi, entre 1983 y 1984 los estados del Norte del pats, donde la agricultura comercial es predominante, absorbieron el 50% de los eréditos de avio el BANRURAL, pero contribuyeron con tan s6lo un 36% al valor total de las cosechas nacionales.?7 Elimpulso ala agricultura comercial, de exportaciéa y ala agroin- dustria, mieta oficial para Ja generacién de divisas, fue una de las tendencias més notorias alo largo de estos seis aos. Pero, a pesar det interés oficial por elevar la productividad de este tipo de agricultura, el erecimiento del valor de la misma no se dio de acuerdo a la metas previstas. Por ejemplo, entre 1982 y 1983 este crecimiento fue sola- mente del 6% 8 Taciden en este lento ritmo de crecimiento de la agricultura comer- cial, dversos factores; por un lado la dependencia de estos cultives del mercado exterior, especialmente del norteamericano, yl desplome sin precedentes histéricos, del precio de los productos agricolas en el mercado internacional. ¥, por el otto, el aumento ea los precios de fos insumos productvos, De hecho, la agricultura comercial, que utiliza alta cantidad de mano de obra asilariads, pudo subsistr gracias al deterioro en tos salariosrurales de losjornaleros. Se caleala que dicho salario, dismninuyé aa aproximadamente un 30%, entse 1982 y 1987, mientras que los 25 Heath, LR. 1968p, 128199 26 Heath, J.B, 198, p. 124, 27 Heath, JR, 1988, 140 28 Heath, 1988p. 124 excedentes brutes de los empresarios agricolas capitalistas pasaron del 653% de ta produccién bruta en 1982, al 70.9% en 1984 y al 67.2 €n 1986. En este sentido los empresarias mas favorecidos han sido aquellos dedicados a cultivos tales como jitomate, fresa, melon, cebolla, y otros, Por loque se refiere ala inversion privada yextranjeraen clcampo, Ja mayor parte de esta se concentraba en la industria alimentici, Durante ls res primeros aio de este sexenio, de 1982 a 198, este tipo de inversiones en el pals, regisiraron indices negativos, de 14.27% Y ~32.5% en 1982 y 1985 respectivamente. Esto se debia a que la nacionelizacin de la banca en 1982, provocé que los capitalesextran- Jeros perdieran interés por invertr en México, Ante esta situacién, en 1984 se aker6 la legislacion al respecto, y a partir de febrero de ese mismo afo se permitis el “100% de a participacién del capital extran- jero en clestas ramas ‘no estratégicas' de la industria mexicana, La industria de alimentos no esté ineluida en la lista de in ‘quedarén bajo la égida del eapital nacional” 2 Heath caleula que para 1985, las empresas transnacionales parti- ® Pero, a pesar det aumento en las importaciones de alimentos bisicos, durante este sexenio, como lo apunta Calva, se observa un serio deteriora de tos nivelesalimentarios de la poblaciéa. En efecto, ante In politica de “topes salariales”, la demanda interna de alimentos decrece, agravando los problemas nutricionales de campesinos, obreros y en especial los de fa poblacién infantil del pais? Eu el caso de los campe- sinos de infra y subsistencia — consumidores mas que productores de bisicos ~, estas medidas los han afectado de manera particular, maxime cuando el poder adquisitivo de su sulasiv se ha reducido en un b1% con respecto a que su ingreso tenia en 198140 En conclusién, la politica agricola del sexenio 1952-1988 muestra, como lo sefiala Heath, una ambivalencia fatal, al intentar cumplir dos ‘metas que, por sus caracteristicas, entran en conflicto, Por un lado, generar divisas mediante la exportacioa agropecvatia, y por el otro lado reducir las importaciones de basicos mediante. elfomenio a la peodue. ci6a nacional Pero lo anterior no es s6lo un problema de saber cudles eran las Prioridades nacionales: en ese momento lograr la autosuficiencia ali ‘mentaria era (an importante como generar divisas para la reactivacin de la economia nacional. El problema radicaba en saber apoyar equita- 37 Calva J, 1988, p, 2, 3 Thidem,p. 1, 39 tbideas,p. 2, 40 biden, ps 153 een UR SO tivamente el desarrollo integral de los sectores humanos y productivos involucrados en ambos procesos, considerando para ello no sélo los aspectos productivos, sino también los agrarios. 522. La politica agraria de 1982 a 1988 En efecto, los problemas agrarios se vieron agudizados a lo largo det sexenio. En primer lugar, estaban los problemas relacionados con el reparto agrario y la seguridad en la tenencia de la tierra, misma que de acuerdo al diagnéstico presentado por cl mismo Plan Nacional de Desarrollo 1983-1988 presentaba serias inregularidades. Ante esta si. ‘twaci6n, las movilizacioncs campesinas se continuaban, y las organiza ” La polémica se ha desalado, ya quella instituciones Ge salud niegan lo anterior. Conocer a fondo la realidad de lo que est ocurriendo es prioritario. Si bien es cierto que la politica instinacional no promueve la esterilizaciin de mujeres como métoclo prioritario, en ‘muchas ocasiones la realizacién de la operacién, con o sin el conseati. miento de las mujeres y sus esposos, es el resultado del eriterio del médico. El decide “lo que se debo hacer”, ya sea por cubrir cuotas institucionales 0 bien porque en ‘su opiniGa’, la mujer ya tiene “dema, siados hijos yno los puede mantener”. En este sentido, como lo subraya Antonieia Barron para el caso de las jornaleras, lo que es inadmisibie, €$ que “el médien induzca — de manera unilateral ala mujer para que Se Someta a un finico método, la ligazén de las trompas de Falopio, sin darle opcién”. 40 Comparando la fecundiddad rural con la de las mujeres que residen en las ciudades, se observan diferencias significativas, que podrion explicar, en parte, porque no se alcanzé la tasa de ereeimiento del 19. En primer lugar, si bien ta proporcién de usuarias de métodos anticonceptivos a nivel nacional alcanzaba en 1987, al $3% de las mujeres unidas, en las comunidades de menos de 2,500 habitantes la proporcién era de solamente el 37.6%. La comparacién entre ambos Spos de fecundidd, sefiaian que, mientras que la tasa global de fecure didad para las 2onas metropolitans del pais era de 3.01, la urbana era de 3.57, y la rural alvanzabs 5.97; esto es, mis alli de que la dilerencia entre 1a fecundidad urbana y ta rural haya desaparecido 6 al menos disminuido, contrariamente a lo estimado, ésta se duplicé, Entre los Factores que explican esta diferencia, se encuentran, la baja escotaridad de la mujer rural, la edad de las mujeres enel momento 9 Aranda, J, 150. p 7 10 Darséa, A 1980. p, 131 Zavala, ME, 198. p7 Gesu primera unin, y de manera determinante la sgniieacia cultural on respecto a la maternidad, en el medio rural, En este sentido, como lo mencionan Welti y Grajales, se ha cons {atado que existe una mayor fecundidad ea regiones donde ce ean vores rezagos sociales, ask como entre mujeres con menores wee de escolaridad.142 Por lo que respecta ala nupciatidad de ls mujeres, los indicadores Shalan que cn promedio, las mujeres mexicanas se easan jOvenes lag Jeios Pentre las campesina yas iadigenas que resides on care desde menos de 2,900 habitantes, su matemidad comienaa ante de gue seas mientras que esto ocurre en s6lo trestle cada diez mujeres ‘que viven en las zonas metropolitanas, ‘Asimismo, Norma Ojeda indica que entre Jos campesinos y os Tagusdores agrcolas ia edad media femenina ala primers unionce de peckatos, mientras que entre las mujeres de a nueva pequetaburgueta presenta una nupcialidad menos temprana alos 21-4 aoe 3 Fero no obstante las diferencias entre sectores urhano y rural, la fecundidad de las mujeres rurales ha disminui be inlluido la incorporacion de Ia mujer al abajo aselsoede ee Giemplo en el caso de las trabajadoras en la ayeoindustria, Reseda afi ae entre la primera yla segunda gencraciSn le mujeres chee {iss aumnindustrice de ia freve, em la segunda empieza a er ireecc es cl wso de anticoncsptivos para controlar Ia watalidad, aunque me do HE Webiiv Grajstes 989. p11, 143. Davies, Te 089° Cambios en Is condicién de las mujeres" En: Deion (Cort denogrifea sobre Méston pS 164 EG, 199 La fecundidad des adolescents mesicanan Problema eur y desu Bn: Demon ‘arta damogrifen ste Mica pl HS. Qinde, Norma 1988 La importaci de ns unonesconsenuales", Ee: Demos Cortademogeitien sobre Mesien piy2% 17 ‘manera generalizada.§6 Sin embargo, entre otros grupos de trabajado- as agricolas asalariadss, }o anterior no ha sido una constant. ‘Actwalmente, otra de las tendencias demogréficas que han impe- dido alcanzar la tasa de reemplazo, ha sido la fecundidad entre mujeres adolescentes. Como lo subrayan Welti y Grajales, de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Fecundidad y Salud, entre 1980 1 1986, en México la feeundidad se concentra en edades javenes, pero a ‘un ritmo mucho mayor entre las mujeres menores de 20 afios.? Segin las estadisticas vitals, el 19% de los nacimientos anuales en el pais provienen de madres adolescentes."® ‘Al respecto, los datos sefialan que la fecundidad adolescente se encuenira estrechamente asociada a la baja escolaridad de las mujeres yala nupeialidad precoz, caracteristicas también del perfil demozratico {de las mujeres del campo. Por ejemplo, entre las mujeres que no asistieron a la escuela més del 60% del total tuvieron su primer hijo en laadolescencia, contra poco més de! 10% de las mujeres que estudiaron al menos preparatoria, Finalmente, ls diferencias entre la fecundidad en el medio urbano yeel rural, y la tendencias en la fecundidad adolescente en el pats, nos Ilevan a reflexionar sobre una cuestion poco estudiada hasta la fecha, pera deserminante en el caso de la fecundidad rural: la significacion cultural de la maternidad y el matrimonio para grandes nicleos de, mujeres. Esto eg resulta necesario conacer qué significa pars las mujeres el control de su natalidad, en el contemto de su cotidianidad. ‘Lo anterior no significa que la planificacién familiar no le pueda redituar beneficios alas mujeres rurales. Al contrario, es posible que la prictica anticonceptiva vaya acompafiada de cambios positives en su vida cotidiana y que éstos s¢ asocien con una transformacién en la relacién entre los géncros, sin embargo, como lo sefiala Josefina Aranda, ala fecha no se han realizado estudios sobre los efectos de la disminu- WT Welty Grates, 199, p.107 7 308. U8 Welt, C1989 p10 19 thider 198 cién de ta fecundidad en el campo y las implicaciones de ésto sobre la relacién varda-mujer, Esta misma autora indica que, si bien se han dado ‘cambios en el trabajo productivo y reproductivo de las unidades cam pesinas, resultarfa “mecdnico ¢ inexacto derivar conclasiones ligeras sobre una relacién de menor subordinaci6n en las relaciones hombre: mojer por gisminucin on el nimere de bjs”? n este sentido, podemos concluir que la politica de poblacién a lolargo dels ochenta, no conser ene varios oes, ln mortar que los factores culturalesadquieren en elusoe node métodos anicon. ceptivos por parte de las mujeres del campo, asf como los beneficios retles gue dichas préceas le pueden o no reporter ala pobecion femenina rural Cuadro 1 istribucién porcentual del total de uswarias activas del sector pAblico por tipo de método anticonceptivo y por érea uchana y rural 1978, 1982 y 1986 # Metocos 78 vom Ouirisglce 285 OSS HAS a9 ISR DIU. 34385333107 3016 2809 208 Hormonaies 3353 2389 994 3290 1640 1630 Otros 32295 0282s tas eo 100 30am 100 CONAPO. Brviario Demografice. 168, Mésco, 188 150. Aranda, 2, 1990.9. 6 199

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