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‘Adam Smith spssr90 Adam Smith La mano invisible TRapucciOn om Juss CUELLAR MENEZO GREAT peas taurus v 1 La divisién del trabajo Puede decirse que, en todas partes, la mas importante mejora de las capacidades productivas del trabajo y la mayor parce de la habilidad, la destreza y el raciocinio con los que éste se desempeia o aplica tiene su origen en la division del mismo, ral de la sociedad al considerar de qué manera opera en. determinadas manufacturas, Sucle suponerse que se lleva a su extremo en algunas de las ms insignificantes, no quiza que se utiliza realmente con mas prof ellas que en otras de mayor relevancia, sino que en esas manufacturas insignifi cubrir las pequefias ne de personas, la cantidad total de trabajadores debe nece sariamente ser pequefia y los ocupados en cada uno de Jos ramos del trabajo pueden con frecuencia reunirse en el mismo lugar y estar a la vista de cualquiera, Por el contrario, en las grandes manufacturas destinadas a cubrie las necesidades ¥ del pueblo, cualquier ramo de trabajo diferente se ve de un mimero tan grande de operarios que es impo sible reunirlos a todos en el mismo lugar. De una sola ? Adar Smith vez, solo es habitual ver a los empleados en un vinico amo. Por consiguiente, aunque en esas manufactures el trabajo puede realmente dividirse en un niimeyo de partes mucho mayor que en las de naturaleza més insig- nificante, la dvisién, al no ser en modo alguno tan evi dente, se ha practicado con mucha menos frecuencia, Asi cicaremos el ejemplo de une manufactura, muy insignificante, pero en la que se hz observado muy a menudo el uso de la division del trabajo: se trata del oficio de fabricante de alfileres en el que es poco proba- ble que tun trabajador no preparado para ese actividad (que la division del abajo ha convertido caramente en i famiiarizado con ef uso de la maquinaria en ella utiizada (@ cuya invenciéa probablemente esa mis ma division del trabajo haya dado lugar), hubiera podido, con toda su indust ¥y no digamo: realiza esta a ofc constituye un dependiente, sino que se divide en varios ramos, de los cuales la mayor parte son a su vex yen si mismos lo endere yun quinto punta para encajar la cabeza; para fabricar ésta se precisan tres operaciones distintas; colocatla es una actividad independiente, orca es blanquear los alf- Teres y es incluso un oftcio en papel; de este modo, la importante labor de fabricar un alfiler queda dividida en unas dieciocho operacio- nes distintas, que en algunas manufacturas son todas ellas ejecutadas por diferentes manos, aunque en otras el mismo hombre hace en ocasiones dos o tres de ella. 8 La mano invisible He visto una pequefia manufactara como ésta en la que sélo trabajaban diez hombres y donde, por tanto, algu: ‘nos de ellos desempefiaban dos o tres operaciones dis- tintas, Pero aunque eran muy pobresy por tanto no estaban, bien provistos de la maquinaria necesaria, si podian, con el debido esfuerzo, fabricar entre todos unas doce libras de alfileres al ia, En wna libra entran mis de cuatro ‘mil alfileres de tamafo medio, De ese modo, esas diez personas podrian fabricar entre todas mas de cuarenta y ocho mil afleres diarios, De suerte que se podria decir ‘que-cada persona, si hiciera una décima parte de cua renta y ocho mil alfileres, estaria fabricando cuatro mil ‘ochocientos diarios. Sin embargo, si todas se hubieran, afanado por su cuenta e independientemente, sin que ninguna hubiera sido adiestrada para esa tarea con creta, sin duda cada una no habria siquiera podido fabricar veinte alfileres, quizas ni siquiera uno al 2s decir, sin duda no la parte doscientos cuatenta y quiz no la parte cuatro mil ochocientos de lo que en este momento todos pueden fabricar gracias a una division y combinacién adecuadas de sus diferentes operaciones. En cualquier otro arte y manufactura, los efectos de la divisi6n del trabajo son similares a los que se aprecian en esta insignificante tarea; aunque, en muchos de ellos, 1 trabajo, 0 bien no puede dividirse tanto, o bien no puede reducirse a operaciones tan sencills, La division del trabajo, sin embargo, cuando puede introducirse ‘casiona en todas las artes un aumento proporcional de las capacidades productivas, Parece que la separacién entre si de los distintos oficios y actividades ha tenido 9 Ada Smith ugar en razén de esta ventaja. Igualmente, donde esta separacién se lleva mis lejos es en aquellos paises que ‘cuentan con el més alto grado de diligencia y profreso, Jo que en una sociedad en estado tosco es obra de un solo hombre, suele ser obra de varios en una sociedad adelantada. En cualquier sociedad adelantada, el cam- pesino no suele ser mds que campesino y el menéstral, s6lo menestral. De igual manera, el trabajo necesario para producir cualquier manufactura completa esté casi siempre dividido entre un gran mimero de manos. iCudntos oficios diferentes se utilizan en cada ramo de las hilaturas de lino y lana, desde los que cultivan el pri- mero a los que recogen el vellon, pasando por los que Dlanquean y alisan el lino hasta llegar a los tintoreros y tundidores de la tela! En verdad, por su naturaleza agriculeura no permite subdividir hasta tal punto el tra- bajo, ai tampoco separar tan completamente wna activi- dad de otra, como se hace en las manufacturas. Es imposible separar la actividad del pastor tan encera mente de la del cultivador de grano como se hace cominmente entre las del carpintero y el herrero, Quien hila no suele ser casi nunca el mismo que teje, pero el que ara, grada, arroja la simiente y cosecha el ‘grano sf suele ser el mismo, Como la ocasién de desem- peliar esas distintas fuunciones se repite en diferentes €pocas del afio, seria imposible que un tinico hombre se dedicara constantemente a realizar cada una de ellas, Quizé esta impostbilidad de establecer una separacién total y absoluta entre las diferentes tareas de la labor agricola sea la cause de que la mejora de las capacidades productivas en este oficio no siempre haya seguido el La mano invisible paso a la apreciada en las manufacturas. Verdadera- mente, las naciones més opulentas suelen superar a todos sus vecinos tanto en la agricultura como en las manufaccuras, pero lo normal es que se distingan més cen las segundas que en la primera. En general, sus tie- rras estén mejor cultivadas 5, al disponer de mas mano de obra y mas caudales, producen mas en relacién con Ja extension del terreno y su natural fertilidad. Pero esta superioridad en la produccién pocas veces guarda relacién con la mayor cantidad de mano de obra y de capital invertidos. Bn la agricultura, el trabajo del pais rico no siempre es mucho més productivo que el cel pobre, 0, por lo menos, nunca lo es tanto como suele serlo en Jas manufscturas, Por consiguiente, el grano del pais rico, en el mismo gredo de calidad, nanca lie gard mis barato al mercado que el del pobre. El grano de Polonia, en el mismo grado de calidad, es tan barato como el de Francia, a pesar de la superior opu- lencia y desarrollo de esta ultima. El grano francés, en. las provincias que lo producen, es igual de bueno, yen la mayoria de los afos tiene casi el mismo precio que el de Inglaterra, aunque, en cuanto 2 opulencia y desarrollo, Francia sea quieé inferior a Inglaterra. No obstante, las regiones ricas en cereales de la segunda estan mejor cultivadas que las de la primera, y se dice que las de Francia estin mucho mejor cultivadas que las de Polonia. Sin embargo, aunque el pais pobre, a pe sat de la inferioridad de sus cultves, pueda en cierta medida rivalizar con el rico por la baratura y calidad de su grano, no podré aspirar a tal competencia en sus ‘manufacturas; por lo menos cuando éstas convengan al Adem Si suelo, el clima y la sitzacién del pafs rico. Las sedas de Francia son mejores y més baratas que las de Inglaterra, ya que sus manufacturas de ese vejido, por lo menos con los elevados aranceles que hoy dia pesan sobre in de seda cruda, se adaptan menos al ia de Inglaterra que al de Francia, Pero.las herra- mientas de metal y los tejidos de lana ordinaria de ingle terra son sin duda alguna mejores que los de Francia, y sn much grado de cali scasea cualquier tipo de de algunas de las ningtin pats puede real: tes para el hoga mente subsistir, Este gran incremento de idad de trabajo que, a consecuencia de su division, el mismo ndmero de per sonas puede desempefiar se debe a tres diferentes cit destreza de cada uno in y acortan el trabajo, haciendo p que un solo hombre haga la labor de muchos. uede realizar, y ladi lel mismo, al reducis la acti- vidad de cada hombre a una simple operacién, haciendo de ella la tinica labor de su vida, no puede sino aumen- tar enormemente la destreza de ese menestral. Me ase- guran que un herrero corriente, aunque hil La mano invisible apenas podria producir més de doscientos o trescientos gue serian de muy mala calidad. Un herre- pero cuya tiniea 0 princi dad no haya sido ésa, apenas podré, aun con clavos al dia. He visto a varios muchachos menores de veinte afios que aunca habjan hecho més que fabricar clavos y que, poniendo empefio, podian product, cada rescientos al dia. Sin embargo, la avivar o aplacar el fuego, segin convenga, cale Ihierro y forjar cada una de las partes del clavo: aderns, para forjar la cabeza también debe cambiar de herra ‘ienta, Las diferentes operaciones en las que puede sub- dividirse la fabricaciin de un alfler 0 un bo son todas ellas més simples y la descreza d cuya vida se ha detiicado por entero a real tumbra a ser mucho mayor. La rapidez con que se ejecu- tan algunas de las operaciones de estas manufacturas supera la que, segtin suponen quienes munca las han visto, ereen que puede aleanzar la mano humana, En segundo lugar, la ventaja que se obtiene aho- rrando tiempo normalmente perdido al pasar de un idad a otro es mucho mayor de la que a pri podriamos considerar imaginable. Es impo- sible pasar con gran sapidez de un tipo de actividad a otro cuando ambos se realizan en lugares diferentes y con herramientas bastante distintas. Un tejedor rural que también labre una peau nnucho tiempo al pasar det Adare Sith al telar, Cuando Jos dos oficios puedan llevarse a cabo en el mismo lugar de trabajo, no cabe duda de que la pérdida de tiempo seré mucho menor. Sin embargo, incluso en este caso sera muy considerable. El hombre acoscumbra a holgazanear un poco al pasar de una tarea 2 otra, Cuando principia la nueva no suele dedicarle ri mucho interés ni mucho entusiasmo; como suele decirse, no pone tos cinco sentidos y, durante un rato, mis que hacer algo de provecho, se dedica a holgaza. near. La costumbte de distraerse y de aplicarse con indolente descuido, adquirida naturalmente o de manera bastante inevitable por cualquier menestral de campo «que se vea obligado a cambiar de trabajo y de herramien- tas cada media hora, y a utilizar las manos de veinte formas distineas casi cada dia de su vida, le tornard casi siempre descuidado y perezoso, incapaz de cualquier tarea vigorosa, aun en las mas acuciantes circunstancias, De ahi que, sean cuales sean las deficiencias de su des. treza, este simple he deba siempre reducir conside- ablemente la cantidad de trabajo que puede llevar a cabo. Por iltimo, en tercer lugar, todos comprenderén cuanto facilta y acorta el trabajo el uso de la maquin- ria adecuada, No hace falta dar ningin ejemplo. Por consiguiente, me limitaré a decir que la invencién de ‘odas esas méquinas que tanto faciitan y acortan el tea bajo parece deberse inicislmente ala divisin del traba- jo. Es mucho més probable que los hombres descubran formas de elaborar un objeto euando toda su atenc se dirige a ese Ginico objeto que cuando se dispersa tre gran vatiedad de cosas, Pero gracias a la divisidn del 1% La mano invisible trabajo, la atencién completa de cualquier hombre se ‘orienta de modo natural hacia un objeto muy sencillo. Por consiguience, cabria naturalmente esperar que uno uw otro de los empleados de cada remo de actividad no tardara mucho en encontrar métodos mas ficiles y apropiadas de realizar su labor, alli donde la natoraleza de la misma admita tal mejora, Gran parte de las méqu- nas utiizadas en aquellas manufacturas en las que el trabajo esté més subdividido fucron en su orjgen inven- tadas por menestrales del comiin que, empleados cada uuno de ellos en alguna operacién muy sencilla, natural- mente ocuparon su cabeza en encontrar métodos mas ficiles y apropiados de llevaria a término. A cualquiera que esté muy acostumbrado a visitar esas mantfact- sas le habran mostrado con frecuencia méquinas pequesisimas, inventadas por esos operarios para fat litar y apresurar su propia parte del crabajo. En las pi imeras miquinas de vapor se utilizaba constantemente aun muchacho para abrir y cerrar alternativamente el conducto entre la caldera y el cilindro, a medida que subia o bajaba el piston, Uno de esos mozos, aficionado a jugar con sus compatieros, observ6 que si ataba una cuerda al mango de Ta vilvula que abria el conducto de comunicacion con la otra parte de la méquina, la vil vvula se abria y cerraba sin su ayuda, permiciéndole asi dlivertirse con sus compafieros de juego. De este modo, una de las grandes mejoras que ha tenido esta maquina desde que se inventé se debe a un muchacho que querfa ahorrarse trabajo. Sin embargo, no todas las mejoras en maquinaria han sido en modo alguno invencién de quienes han Ada Smith tenido necesidad de wtilizarla. Muchas se deben a inge- no de sus fabricantes, cuando crearlas se convirtié en tarea de un determinado oficio; y algunas « aquéllos ‘que se llama fil6sofos u hombres dados a la especula- ci6n, cuyo oficio no es hacer nada, sino observarlo todo, ¥, quienes, en virtud de ello, son con frecuencia capaces e combinar las capacidades de los mas alejados y dispa- res objetos. Para el progreso de la sociedad, la filosofia Ia especulacién se tornan, al igual que cualquier otro oficio, en la labor y la ocupacién principales o tinicas de una determinada clase de ciudadanos. Del mismo modo, al igual que cualquier otra labor, ésta se subdi- vide en un gran nimero de ramos distintos, que en cada caso dan ocupacién a una determinada tribu 0 clase de fl6sofos, y esta subdivisién del trabajo en Ja filosofia, como en cualquier otra actividad, mejora la des- treza y ahorra tiempo. Cada individuo se torna mis dies tro en su particular ramo, aumenta el conjunto del ra bajo realizado y, con él, enormemente la cantidad de La gran muliplicacién de productos de las diferentes artes que trae consigo la division del trabajo es la que, én una sociedad bien gobernada, ocasiona la opulencia universal que se extiende hasta las personas de menor categoria. Cualquier menestral puede repartir gran cat. Hdad de sus productos, conservando iinicamente los que le sean de provecho y, dado que todos los demas menestrales estin exactamente en la misma situacién, el primero podré intercambiar gran cantidad de sus pro. pios articulos por gran cantidad o, lo que es lo mismo, Por el precto de gran eantidad, de los de los demis. Les 36 La mano visible proporcionaré en abundancia aquello que les sea de pro vecho y ellos haran lo propio con lo que &1 precise, y asi una abundancia general se extender por los diferentes estamentos sociales, Pensemos en las comodidades que disfruta el arte- sano 0 jornalero més corriente en un pais civilizado y préspero, y observaremos que el mimero de personas cde cuya industria se ha empleado una parte, aunque sea pequefia, en procurarle tales comodidades, superard cualquier célculo, La zamarra de lana, por ejemplo, que cubre al jomnalero, por vulgar y basta que pueda pare cer, es fruto del trabajo de gran cantidad de artesanos. El pastor, el escogedor de lana y su pelaire o cardador, el tintorero, el repasador, el hilador, el tejedor, el abata nador, el tundidor y muchos offos deben unir sus diver- sas artes para completar este articulo tan cotidiano. Ademés, jcudntos tratantes y-arrieros deben de haberse empleado para llevar los materiales desde algunos de e808 artesanos haste otros, que con frecuencia viven en lugares muy apartados del pais! ;Cudnto comercio y navegaci6n, especialmente, cuéntos constructores de barcos, marineros, fabricantes de velas y cabos debieron de emplearse para reuni todas les sustancias utilizadas por el tintorero, que 2 menudo provienen de los hugares mis remotos del mundo! Igualmente,jcwnta variedad de actividades es necesaria para fabricar las herramien- tas que precisa el mis humilde de esos artesanos! Y no ‘mencionaremos complicadas maquinas como el buque del marinero, el ingenio del abatanador o incluso el telar del tejedor; pensemos tinicamente en la variedad de tareas que son imprescindibles para fabricar un uten- ” Adam Smith coma las jeras con las que el pastor ineto, el que construye el horno para el vendedor de madera sarbén que se usa en la fundicién, el ladsi- lero, el albafi, los hombres que alimentan el hotno, el que lo mantiene en buen uso, e todos ellos deben combinar sus difeventes artes para producir ese utensilio. Del mismo modo, si suviéramos ue examinar toda su ropa y el menaje de su hogar; la zapatos que le y todos los ele ‘mentos que la componen; la rejilla del fogén en el que prepara sus vituallas; los carbones que destina a tal fin, sacacos de las entrafias dela tierra y acarzeados quiza hrasta él cruzando un extenso mar y después de un largo viaje terrescre; todos los demés vatiles de su cocina; de barro 0 peltre en los que se 3s: las diferentes personas gue han ‘en preparar su pan y su cerveza; la ventana de cristal que deja pasar el calor y la luz, protegiéndole dei viento y la lluvia, con todo el conocimiento y destreza necesa- tos para crear esa hermosa y aforsunada invencin, sin Ja que estas partes septentrionales del mundo poco podrian permitirse viviendas de gran comodidad; ade- mis de las herramientas de los diferentes trabajado res empleados para producir cosas tan necesarias; decia ue, si examinramos todas esas cosas y penséramos en la vatiedad de actividades empleadas para cada una de cllas, apreciarfamos que, sin el concurso ¥ la coopera- ign de muchos miles de personas, la mis modesta de 8 Lamano invisible manera de comparamos, en verdad, con el lujo mas desmedido de los grandes, su situacién sin duda nos parecer extremadamente s ‘mode- ada; y sin embargo, quizé pueda decitse que la situa cidn de un principe europeo no siempre supera hasta tal punto la de un labrador industrioso y frugal como la de éste supera la de muchos reyes afficanos, dueiios ysefio res absolutos de las vidas y ibertades de diez mil salva- jes desnudos, 8 2 El principio de la divisién del trabajo Esta division del trabajo, de la que tantas ventajas se Gerivan, no surge directamente de ninguna sabiduria humana que prevea y busque es opulencia general ala que da lugar. Bs la necesaria, aunque muy lenta y gra- dual consecuencia de cierta propens hhumana que en modo alguno tiene en mente esa gene- ralizada utlidad; se trata de la propension al trueque, la permuta y el cambio de una cosa por otra No nos corresponde a nosotros dilucidar si esta inelt- nacion es uno de es0s principios originales de la navura- leza humana de los que mayor © m no puede darse; 0 si, como parece mas probable, es consecuencia necesaria de las facultades del raciocinio y el habla. Es comin a todos los hombres y no se encuentra en otras ‘especies animales, que no parecen conocer ni éste ni ningiin otro tipo de convenio, En ocasiones se diria que liebre, parecen algiin ipo de acuerdo. Uno y otro la ‘compaiero 0 se proponen intercep- tatia cuando el otro la arrima hacia é. Sin embargo, no es ello fruro de convenio alguno, sino de l coincidencia accidental de sus pasiones en un mi ‘momento, Nadie ha visto nunca a dos perros cambiar Es Adam Seth equitativa y dekberadamente un hueso por otro. Nadie ha visto nunca a un animal, por sus gestos y sonidos naturales, hacer saber a otro que esto es mio y aquello, tuyo; que estoy dispuesto a cambiar esto por lo otro, ‘Cuando un animal quiere algo, bien de un hombre, bien de otro animal, no tiene mas medio de convencimiento que granjearse el favor de aquél cuyo servicio precisa El cachorro hace lisonjas a su madre y el perro de caza se prodiga en zalamerias para que su dueio le dé de comer mientras almuerza. En ocasiones, el hombre uti- liza las mismas artes con sus hermanos, y cuando no ene otro modo de atraérselos para que actien segiin sus designios, se sirve de cualquier zalameria serv y aduladora para ganarse su bucna voluntad. Si embargo, no siempre dispone de tiempo para hacer tal cosa. En Ia sociedad civilizada siempre precisa de la cooperacién y la asistencia de grandes multitudes, pero aunque empleara toda su vida no podria ganarse mas que la amistad de unas pocas personas, En casi todas las especies animales, un individuo, al alcanzar la madurez, es totalmente independiente, y en su estado natural no precisa de la ayuda de ninguna otra criatura viviente. Pero el hombre tiene necesidad casi constante de Ia ayuda de sus hermanos y en vano esperar que ésta nazea tnicamente de su benevolencia. Mis proba- ble ser que se imponge si logra que cl egoismo ajeno esté a su favor, mostrando a los demas que sera en su. provecho hacer por él lo que les solicita. Cualquiera ‘que sea el crato que a otra persona se proponga, la intencién sera ésta: dadme lo que quiero y tendréis lo que queréis. Es lo que significa cualquier proposicién La mano invisible de ese tipo; y asi es como obtenemos los unos de los ‘otros la gran mayorfa de los buenos oficios que preci: samos, No es de la benevolencia del carnicero, el cer vecero o el panadero de donde cabe esperar nuestro almuerzo, sino de la atencién a su propio interés, No invocamos su humanidad, sino su egofsmo y nunca les hhablamos de nuestras propias necesidades, sino de las vventajas que ellos mismos obtendrén, Sélo un mendigo decide depender principalmente de la compasién de sus conciudadanos, pero ni siquiera él depende entera- mente de esa compasién. En verdad, la caridad de los bien dispuestos le proporciona todo lo que precisa para su subsistencia, Peo aunque este principio acabe por proporcionarle todo aquello que le cesulta imprescindi- ble para vivir, no Io har ni pod hacerlo cuando la necesidad se presente. La mayor parte de sus neces ades ocasionales las cubre de la misma manera que los demas, a saber, gracias al acuerdo, el trueque y la compra. Con cl dinero que un hombre le da, compra alimento. Las ropas viejas que otro Ie concede las ceambia por otras igualmente viejas que le vienen me- jor, © por un techo, comida o dinero, con el que puede adquicr, a su ve, alimento, ropa o techo, segin le con ‘venga. Del mismo modo que mediante el acuerdo, el true- que y la compra obtenemos de los demas la mayor: parte de los servicios mutuos que necesitamos, es de esa disposicin al intercambio de la que nace la division del trabajo, Por ejemplo, en una tribu de cazadores 0 de pastores, un hombre fabrica arcos y flechas con mayor presteza o habilidad que ninggin otro. Con frecuencia 33 Adame Sith los cambia por ganado 0 por caza con sus compaferos, descubriendo por fin que de ese modo obi reses y piezas de caza gi campos a por Pi mas 1 mismo fuera a los s. Por consiguiente, pensendo en su interés, hace de la fabricacion de arcos y flechas rea principal, convii dose en una especie de r0, Otro destaca en el ensamblado del atmazén y ambre de sus pequefias chozas o casas movibles Estd acostumbrado a ser til de ese modo & sus vecinos, que igualmente le recompensan con reses y caza, has- ta que por fin descubre que le beneficia dedicarse por ‘entero a esa labor y convertirse en una especie de car pintero doméstico, Del mismo modo, un terceto se toma herrero o latonero y un cuarto se dedica a curtir © preparar pieles, base de la dente de to que con su propio trabajo produce, que supera con mucho su propio consumo, por las partes que pueda precisar de la produccién del trabajo de otto hombre, anima a todos los hombres a cultivar y perfec cionar cualquier talento © genio que puedan evar a cabo esa particular clase de actividad. En verdad, la diferencia entre los talentos naturales de los diversos hombres es mucho menor de lo que czeemos el genio singular que parece distinguir a quie- nes desempetian las istinsas profesiones, cuando lle: a su plenitud, en muchos casos no es Ja causa sino el efecto de la divisién del trabajo, La diferencia entre los caracteres mis diferentes, por ejemplo, entre Cuando us ocho afos de existencia, quiza son bas idos y ni sus padres mi sus compafieros de den percbir diferencia apreciable alguna. En torno a esa dad, 0 poco después, comienzan a dedicarse @ labores intas. Es entonces cuando se aprecia la diferen- ca tos, que poco a poco va aumentando, hasta que por: puesta a reconocer un excaso parecido, Pero sin la disposicion al trueque, la permuta y el cambio, los hombres todos tendsian que procurarse solos cualquier cosa que preci- saran o les resultara teil, Todos tendrfan los mismos deberes, las mismas labores, sin que pudiera haber mds diferencias de ocupacion que las debidas a grandes dife- rencias de talento, Alser esta d talentos tan notable entre hom siones, es esa misma inclinacién la que convierte en stil tal diferencia, Por naturaleza, muchos animales cuya especie se considera la misma presentan distinciones de rmiucho més notables que las que, previas 2 la cos- arecen darse entre los hom. Jésofo no es en cuanto a genio ion ni la mitad de distinto de um artiero que de un galgo, un galgo de un perro de caza, 0 éste del can de un pastor. Sin embargo, esos diferentes ales, aunque todos sean de la misma espe- idad son para sus semejantes. Ala fuerza ayuda en modo alguno le velocidad del la sagacidad del perro de que constituye la diferencia de ersas profe Adame Sich al trueque y el intercambio, las consecuencias de esos diferentes genios y talentos no pueden reunirse en una | ‘misma raza y en modo alguno contsibuyen a mejoras la sinsaciém y acomodo de su especie. Todos esos animales siguen estando obligados a sustentarse y defenderse a si smismos, por su cuenta y de forma independiente, sin sacar ningiin provecho a la diversidad de talentos con que la naturaleza ha distinguido a sus scmejantes, Porel | contrario, entre los hombres, los genios més dispares son de muruo provecho; y se podria decir que los distin- tos productos de sus respectivos talentos, en virtud de la inclinaci6n general al trueque, la permuta y el inter cambio, se funden en una especie comin en la que cusl- | quier hombre puede comprar cualquier parte que pre- cise de la produccién del talento de otro. | safes eaten neearorcjoearnenreretms 4 Las restricciones a la importacién de mercancias Al restringir, bien mediante la imposicién de elevados , bien mediante la probibicién absoluta, la ses que puedan pro- el propio, se garantiza practicamente el el mercado interno 2 la industia del reino procutar esos géneros. De este modo, la sn de importar reses vivas 0 cames saladas desde otros pases'garantiza a los ganaderos de la Gran el monopolio de la produccién de carne fresca épocas de abun- ican una prohibicién en toda cororgan parecida ventaja a quienes lo culvan, La ion de imporrar lanas fordneas es igualmente rable a los fabricantes de manufaccuras de lana, jas parecidas han obtenido hace poco las hilaturas aun siendo total 8 asi con las de lino, que, argo, estin dando grandes pas las. De igual manera, los productores de otras chas especies de man han obtenido en la ‘Gran Bretafia un monopolio absoluto o casi absoluro ve va en perjulelo de sus cOmpatriotas. Los géneros 6 ‘Adam Smith ue tienen prohibida su entrada en la Gran Bretana, por completo 0 en certascrcunstancias,superan conmicho Jo que podrian suponer quienes no conocen bien las leyes deaduanas No cabe duda de que este monopolio del mercado interno con frecuencia fomenta grandemente la indus: de él disfrucay que a menudi 1 cantidad de trabaj dad de los que, de no mediar esa situac dirigido hacia ella. Pero quizé no sea tan La industria general de uns sociedad munca podta exceder lo que el capital nacional puede utilizer. Del mismo modo que el nimero de operarios a los que puede dar trabajo una persona debe guardar cierta pro- porcién con su capital, el mimezo de los que pueden estar continuamente empleados por todos los miem- bros de una gran sociedad debe guardar eierta propor -onjunto del capital de dicha sociedad, Hegar nunca a superarla. Ninguna regulacin comercial podré llevar la cantidad de industria de una soctedad iis alld de lo que su capital sea capaz de mantener Sélo podré desviar cierta parte hi E : vaya a ser més ventajosa para la sociedad gui Ihubiera tomado por sus propios medios. ‘Todos los individuos se afanan const la ocupacién mas ventajosa para cualqui capital del que dispongan, Lo que tienen en verdad en la 6 2 La mano inte cabeza es su propia ventaja, no la de la sociedad, pero la 18 su propio interés, naturalmente 0, més necesariannente, los Hevaré a preferic el empleo que més ventajoso sea para su sociedad. mer luger, todo individuo intenta dar uso a su capital lo mis cerca posible de su hogar y, por tanto, en ia medida de lo posible, en beneficio de la industria tetna, siempre que pueda, a partir de abi, obsener los, beneficios habituales de sus fondos, o no muchos me- 108 de los habituales De este modo, en caso de ganancias iguales o pareci ural serd que cualquier mercader que trate al por mayor prefiera comerciar para el consumo interno, » para el externo, pero que prefiera esta segunda act vidad al negocio del transporte. En el comercio interno ‘nunca tendré can lejos su capital como suele ocut ido se comercia para el consurno exterior. También xird conocer mejor el cardecer y la situacion de las rsonas en las que se confia, y; si legara a suftir engaio, también conocer’ mejor las leyes del pais del jue ha de buscar reparacion. En el negocio del trans orte se puede decir que el capital del mercader se wide entre dos paises extranjeros y que ninguna parte le él tiene por qué retornar al pais de origen o estar al cance y bajo el mando directo de ese tratante. El capi ue un comexciante de Amsterdam utiliza para trans ortar grano desde Konigsberg a Lisboa, y fruta y vino -ntido contrario, deberd en general estar a mitad en berg y la al, nin uta parte tendrd por qué estar nunca en Amsterdam, « residencia natural de ese mercader debera ser, o bien Adam Smith case} - dain, No obs ante, ls incomodided que siente al verse tan apartaco de su capital suele de ay Konigsberg que de fos de esta plaza isboa y parte ; berg aces jue esta situacién le obligue a un gasto de carga y descarga, ese gasto extraordinari importante part cién en el negocio del transporte se siempre en emporios, es decir, en mereados paca demas paises in. EL mercader, se una segunda carga y descarga, siempre reado interno la mayor cant de los dversos paises, para as lo que pueda de su negocio de trans. para el consumo exterior. Del mismo modo, el negociante que partcipe en este tipo de mer. cado exterior, al recoger géneros para mercados ford ‘eos, siempre que los benefcio sean igualeso cas igua renderd cual pueds en su rcado interno, Evitaré el pe exportacién cuando, vierta Oy 66 i ' La mano inthe séan expulsarios de ese mercado y lanzatios a ac idades mas lejanas. Sin embargo, un capital utilizado para el comercio interior, como ya se ha seftalado, nece- sariamente pondré en matcha una mayor cantidad de justia doméstice, proporcionando isgresos y empleo un mayor ntimero de habitantes del pais que el mismo capital cuando se utlice para el consumo exterior: y €l que se uilice para este siltimo fin presentacé las misrmas ventajas sobre una misma cantidad de capital destinado al negocio del transporte. Por consiguiente, en presen cia de beneficios iguales o casi gules, lo normal seré que un indi modo que mas probablemente favorezca a la industria de su pais, proporcionando ingresos y empleo al mayor rnlimero de personas de ese mismo reino, En segundo lugar, el individuo que utilice su capital cn beneficio de productos. ‘producto de la industria es lo que & bajo ylos materiales de que se sirve, valor de ese producto es grande o pequ pequefios serén los beneficios de quien ambas cosas emple6, Pero sélo para lustria cuyo producto pueda llega a tener sas valor o cambiarse por le mayor cantidad de dinero ‘ode otras mercancias, Pero Jos ingresos anuales de cualquier sociedad siem- darn Sith cambio del conjunto de la produccién anual de su indus ‘© mis bien serén lo mismo que est valor de intercembio, Por consiguiente, como los individuos ponen todo el empefto que pueden en utilizar su capital beneficie a la industria interna y en orien: a que produzca objetos de mayar valor, cualquier individuo necesariamente trabajar para que Jos ingzesos anuales del reino sean lo més grandes que se pueda. Con todo, no suele aspicar a promover el interés ppblico ni sabe hasta qué punto esté haciéndolo. Al pre ferir dar su apoyo a la industria interna antes que a la externa, s6lo busca su propia seguridad: y al drigir tal industria de tal manera que su produccién tenga el maximo valor, solo busca su propia ganancia y en esto, al igual que en muchos otros casos, ocurre que esta dit gido por una mano invisible para promover un fin que no formaba parte de sus intenciones. Tampoco perju- ica a la sociedad comin que ral fin no formara parte de sus intenciones, Al buscar su propio interés, ese 10 fomenta con frecuencia y mis eficientemente el de esa sociedad que cuando realment: Imente persigne ese fomento. Nunca he observado que quienes decian ¢o- Bien. En veda no a retensén muy hab ene lor comercamtes y moy pac plas hay que pata donde de peseguirel Bs evidente que cliques indo, en su suacién partculan puede unger macho mejor que congue tstaditao legilador que tipo de ndasta icra puede wie au epi y qué products pusden sean Dar mayor valor Elesadista qe inte iene los 6s La mano tnvisile particulares sobre cémo han de emplear su capital, 20 solo cargara sobre sus hombros un cometido innecesa rio, sino que se arrogara una autoridad que no puede cntregarse ni a una sola persona ni aun a consejo 0 senado alguno, del tipo que sea, y que munca sesia mas, peligrosa que en manos de aquél que imcurriera en la insensatez y la osadia de creerse apto para ejercerla, En cierta medida, en el arte o manufactura que fuere, entregar el monopolio del mercado interno a la produc cién de la industria del propio teino equivale a disgir a Jos particulares en la forma que deben emplear su capi- tal, y debera, en casi todos los casos, conducir a una regulacién inatil 0 dafina. Si la produccién incerna puede distribuirse de fornia tan barata como la indus- {tia exterior, la regulacion sera evidentemente intiti. Si no puede, seré en general dafiina, Cualquier padre de familia prudence tiene Como méxima no intentar bacer ‘munca en casa lo que le costara mis fabricarse que com- prar. Bl sastre no intenta hacerse sus propios zapatos sino que se los compra al zapatero. Bl zapatero no intenta confeccionarse su ropa, sino que recurre al sastre. Ni una cosa ni otra hace el labrador, que se las pidle a cada uno de esos artesanos. & todos ellos les Deneficia utilizar su propia industria, de suerte que, al obtener cierta ventaja sobre sus vecinos, pueden com prar con parte de sa produccién o, lo que viene a ser lo ‘mismo, con el precio de parte de ésta, cualquier cosa aque precisen Lo que es prudente en el gobierno de una familia, pocas veces sera insensato en el de un gran reino, Si un pais extranjero puede proporcionatnos una mercancia 6 sela a él, de forma g parte de Ia produ: este en proporcién con el capit al igual que en ma, De suerte que el se vera ciertamente disn ee permitido segu barato que fabric producido con igu debera necesaria nuevo reglamento, or medio de 10, mejor serd comprar ngamos alguna ventaja con somereecmssconmronnse ‘La mano invisible cauce y con mas reglementas, de mncitud que en ausencia de tales no se derivaré en mode alguno fe la suma total, bien de su industria, bien de sus ingresos, pueda llegar a acrecentarse gracias a esa nove- dad legal. La industria del pais s6lo podré aumentar en proporcién al acrecentamiento de su capi lo lo ard en proporcién a lo que gradualmente pueda irse ahorrando de los ingresos. Con todo, el efecto inme- diato de regulac esa especie seré a reduccién de los ingresos y, sin dda, noes probable que aquello que los isminuye aumente el capital con més rapidez que si tanto éste como la industria hubieran quedado libres para encontrar su ocupacion natural ‘Aunque por carecer de esos reglamentos la sociedad munca hubiera adquirido la manufactura en cuestiOn, tampoco tendrfa por qué haberse acrecentado su pobreza por esa misma raz6n en ningim momento de su exis- tencia, En cualquier época, todo su toda su stria podrian haberse dedicado igualmente, aunque con diferentes objetos, alas labores mis ventajosas. En smayores que per tales ingresos podrian haber aumencado con la mayor rapidez posible En ocasiones, las ventajs naturales que un pas tiene sobre otto pata producir clertas mercancias son tan grandes que todos en el mundo han de reconocer la ¢ de coberturas de vidrio y ‘mente, Escocia podria buen vino con um gasto tre fa veces superior al de los n Adars Smith products ue, dead porlo menos gl end cz pie. Sera acaso Fone pro fay Gia de woos lon alos exeanerosconel nce fe fomentar la elaboracién de clarete y : borgofia en Escocia? Pero, si secia manifiestamente absurdo wtilizar treinta veces mis cantidad det capital y le industria bat pital y ls industria del pais de 8 mn neces pata comprar en otros reinos ba magnitud equivalent de las merconetas deseadae to ses ben aidan an fae sees side Jam sma categoria, dedicara esa labor treinta ‘veces miso incluso trscientas veces mis de una cosa de ote? Carece rotalmente de relevancia en este sentido gue las venajas que un pais tenga sobre otto sean de onlen natural 0 adqusido, Mioneras ese pas tem Y otros las descen, siempre seri mas ventajosc es Jos segundos 2 duis ls comprar al primero que produit minos, Solo es adguirida la venaje que un artesano tiene sobre un vecino que se dedi aot afi, yn embargo, a ambos ies resulta mas provechoso cont prse mercancias mutuamente que fabrieae lo gue n es propio de cada una de sus profesiones, ce Quienes ms provecho sacan de este monopolio de mereado intern son los mereaderes | dere y los fibricantes, La prohibicién a la importacién de ganado forineo y de cams salads, junc alos elvados senceles impuctios al grano extranjero, Epocas ck at gramo extranjeze, queen épocas de abundancia rela iva equivalen realmente a una prohibicion, no son en modo alguno ganaderos y cam: an Bretafia como lo son otros regla: 0 es para sus mercaderes y fabricantes de manufacturas, Estas, sobre todo las de mejor acabado, n ventajosas para i amano inosble \ twansportan més ficilmente de un pais a otto que el ano o el ganado. Por consiguiente, la labor principal J comercio exterior sera traer y llevar manufacturas iin ellas, una pequeiia ventaja posiblitard a los extranje- s vender mas barato que nuestros propios artesanos, acluso en el mercado interno, pero muy grande tendré {que ser la ventaja para que les sea rentable hacer lo ‘smo con los productos naturales de la tierra, Si se iera libertad total para importar manufaccuras extran- jeras, algunos de los fabricantes nacionales lo pasarian mal, quizé algunos llegaran incluso a la ruina y una parte considerable de los materiales y del trabajo que ahora se destinan a esos productos se ver‘an obligados a buscar otra ocupacién. Pero seria imposible que la importacién totalmente libre de productos del campo tuviera tal efecto sobre la agricultara del pais. or ejemplo, sila importacion de ganado extranjero llegara a ser totalmente libre, muy poco se podsia reci- bir que pudiera afectar al negocio ganadero de la Gran Bretafia, ya que quizé los animales vivos sean la tinica rmercancia cuyo transporte €s mas caro por mar que por tierra firme. Por tierra, ellos mismos acuden al mer- cado, Por mar, no sélo el ganado, sino su forraje y su agua deben transportarse, con gran coste ¢ incomodi- dad, En verdad, el corto trecho de mar entre Ielanda y la Gran Bretaia faclita la importacion de ganado irlandés. Pero incluso si su libre entrada en el p's, posteriormente permitida, aunque por poco tiempo, fuera perperua, no tendria un efecto considerable en los intereses de los ganaderos britinicos, Las partes del reino que bordean et mar de Inlanda son todas ellas zonas ganaderas, que Adda Sith portar para su uso los ahimalesirlan deses. Las posibles importaciones habrian de cruzar e$05 extensos territorios, con gran coste e incomo. Gidad, hasta liegar a su mercado de destino. No seria posible Hevar hasta tan lejos el ganada gordo, Por con- siguiente, solo podtia importarse el aco y esa impor tacién podria afectar no a los intereses de las zonas de fottaje 0 engorde, para las que, al reducirse el precio del ganado flaco, mis bien seria ventajosa, sino ¢ aque Thas en las que se cxfan los animales. La escasa importa cid de reses irlandesas desde que se permitié ese tra fico, ademas del buen precio al que el ganado flaco sigue vendiéndose, parecen demostrar que ni siquiera las zonas de la Gran Bretafa dedicadas a la crianza de ganado se verian probablemente afectadas por la libre importacién de reses de Irlanda, En verdad se dice que Ja gente com de este pais en ocasiones se ha opuesto con violencia a la exportacién de su ganado. Pero silos exportadores hubieran encontrado alguna gran ventaja en continuar con su comercio, ficilmente habrian superado, sila ley estaba de su parte, esa turbulenta oposicion ‘Ademis, las zonas de raj y engont sempre han de ser muy desatoladay,enzas que les de esanea sucen ser iecas incl H elevado precio del ganado taco, al arecenat el valor del era tlt, ene + secompensar en cietta modo la uta de desarolo, A eager pl profundhmeneadlanado le reslard mis venrajonoImporar su ganado flaco que ela. A, sede que ln proving de Holand sigue xa sibs en la acsadad. En verdad, es mone de ” La mano insite Lscodia, Gales y Northumberland son territorios inca paces de gran avance, que parecen destinados pot la guraleza a ser as zones de crianza de la Gran Bretafa ibertad total para importar ganado extranjero ria no tener més consecuencias que impedir a esos territories de crianza que se aprovechen del aumento de la poblacién y del avance del resto det reino, que en el precio del ganado hasta extremos desmedidos impongan un autémtico impuesto sobre los tert- torios més avanzados y cultivados del pes De igual manera, la impostacin con la mayor liber tad de carnes saladas afectaria tan poco a los iatereses de los ganaderos de la Gran Bretaia como la de reses. Esas carnes no sélo son una mercancia muy volumi: rosa, sino que, en comparacién con a carne fesca, son de peor calidad y, al precisar de més trabajo y desem- tolso, su precio es mis elevado, Por consiguiente, nunca podrian competir con la carne fresca, aunque si con las ccames saladas del reino, Podeian utilizarse para avirullar abuques expuestos a grandes travesis y para usos simila res, pero nunca podian ser una parte esencial de la ali rmentacion de las gences. La escasa cantidad de cares saladas traida de Ielanda desde que se permitié libre ‘mente su importacién es una prueba experimental de aque nuestros ganaderos nada tienen que temer de ella. No parece que el precio del géncro destinado a las car ricerias se haya visto sensiblemente afectado por el de la carne salada [Ni siquiera la libre importacion de grano extranjero podria afectar mucho alos intereses de los campesinos briténicos. El grano es una mercancia mucho més abul- B Seco Adar tada que la del carnicero, resca 2 cuatro peniques. La pequi cantidad de grano extranjero que se importa, cls épocas de gran esc: pesinos que abundancia de granos ocasiona una mayor exportacién s de bonanza, en los de escasez acion de la que se observa en ¢ que Ia cantidad media exportada aum Hamente bonanza y lo estado actual 1 7 , Ja cantided media prada Faison ibaa legume ea grave erro quad compa actualidad, Es pr y productores de g1 entre la Gran Bretaiia y otro sn mucha menos actividad y sufi ‘dad y suftieran de modo considerable; pero muy poco suffi Jos campesinos. Por gtano, y no en observe donde tad ance la posibilidad de que la ise mantengs, 76 La mano invisible spe ae sventurado espitica monop 1 de una gran casa de manufacturas se alarma cuando un radio de veinte as de lana de jon igual a le eguas de esa En ocasiones, el due- saelen mas bien estar dispuest jue a obstruir el cultivo y avance de las granjas y hacien- sias préximas, Carecen de secretos como los de fa mayor de los fabricantes de manufacturas y suclen ser amigos le comunicar a sus veeinos ¥ de extender ea lo posible aque les haya res Segiin el viejo Cat6n, Pus Questus sta invidios ue male cogita iio occeupati sunt. Los hacendados y campes 190s por diferentes zonas del pafs, no pueden tan fil ¢ como los mercaderes y fabricantes de sus compatriotas los que suelen dis aguirlos de sus respectivos conciudadanos. Por consi- .cen haber sida ellos los inventores de esas 1s a la importacién de géneros extranjeros jopolio del mercado interno. dispuestosa: Ada Sith pesinos de la Gran Bretaaa olvidero: conn aru condiin ps sivo de proporcionar a sas com; fiesca. Quizd no nar en lo poe fresca, Quid no we pararan a pens eno poco qu comparacion con aquéllos cayo ejemplo estab: auiendo, sus interes se verianafetades por lin Succi6n deliv comers PT rail prohbia perpetudad po ey Ia fe grano y ganado extranjero equiva a inst y Ia industria de un pa de lo que la produccis tierras pueda mantener _n embargo, parece haber dos casos en los que sue er ventajoso gravar de algiin modo a los extranjeros para fomentar la industria nacional. co El primera es he etna determina ind tia es necesaria para la defensa nac = ley de navegecon pretende may adecnaan oficio en probibi- iponiendo pesados gravimenes a Frimera, queds prohibido a todos aguelos nak cuyos propietarios y tres cuartos de la cada sean silts brincoscomeriar on Is cloray plantaciones de la Gran Bretafia o I ae God boy spam de confine ge a * en La mano ivisile Segunda, gran variedad de Jos artculos de imports hn muds voluminosos sélo podrén entrar en el reino, 1 en los navios antes descritos, bien en otros del pais {que hubieran sido comprados y cuyo propietario, lordn y tees cuartos de la marinesia sean de ese «do sean importados en navios de esta dltime clase, redarén sometidos al doble del impuesto que recae we las mercaderias forineas. La importacién en ios de cualquier otro pals sera castigada con la incau- srcion del buque y de los génetos. Cuando se aprobd a ley, los holandeses eran, y siguen siéndolo, os prin ales transportistas de Europa y, en virtud de esta Jente excluidos det transporte ma, quedaron total con la Gran Bretaia y de la posibilided de cualquier otro pals, "Tercera, queda profibida la entrada de gran atimero de productos de importaci6n de los mas abultados, incluso en navios britanicos, 2 menos que sea desde el rrismo pais productor, so pena de incautacion del buque 4 del eargamento. Es probable que esta ley fuera también ‘irigida contra los holandeses. En esa époce y también en wesente, Holanda era el gran emporio de las mescan ruropeas, ¥ con esta norma se obstaculizabe a los ‘parcos britanivos cargar en Holanda productos de cual ‘quer otro pals europeo. Cuarta, los pescados sala barbas y el aceite o grasa de b avadas a bordo de navios britinicos tendrén que pagat tun doble impuesto sobre las mercancias extranjeras 2 su tentrada en Ja Gran Bretaiia, Los holandeses, del mismo modo gue entances eran los incos pescadores de Europa die eraernos mer: .dos, ademas de las aletas, js no capouradas y 7 Asam Site que vendian sus capturas a otras naciones, ahora son los que mis se dedican a esa labor. Gracias 2 esta ley se puso Un gravoso impuesto a la entrada de su pescado en la Gran Bretaia 6 Is ley de navegacidn, aunque Inglaterra y Holanda no se encontraban en guerra ambas naciones seguian enfrentadas por una animos dad de lo mis violenta. Esta, iniciada en tiempos Parlamento Largo, precursor de dicha norma, est poco después en las guerras con €poca del Protector y del rey C: 3s IL. Por 01 guiente, no es imposible que algunas de las disposi nes de esa ley surgieran de nacional hacia los holandeses. Con todo, se di fueran fruto de la mis asentada sabiduria. En esa época, 1a animosidad nacional se orientaba al mismo objeto que la mis asentada sabiduria habria re saber, la disminucién del poder naval holand que podia poner en peligro la seguridad de Inglaterra, La ley de navegecion no es favo exterior ni al crecimiento de la opulencia que de é! puede sungir. El interés de una nacién en sus relaciones gue el de un me der con las diferentes personas con las que trata, com prar lo més barato posible y vender al mayor pre posible. Pera a ese reino le sera més probable con cen virtud de la mis completa lente a todas las naci cancias que tenga necesidad de comprar y, por la razén, podra vender mis cara cuando sus mercados se encuentren, por tanto, a rebosar del mayor mimera de La mano invisible compradores. Es cierto que la ley de navegacién no pone gravamen alguno 2 los barcos extranjeros que -guen para exportar los productos de la industria b ica. Hasta Ios antiguos derechos que solian pagar los ‘exranjeros, santo al exportar como al importar mercan- s, han sido retirados, gracias a sucesivas leyes, ‘gran parte de los articulos de exportacién. Pero sia extranjeros, bien por prohibiciones, o por elevados spuestos, se les difculta que vengan aqui a vender, no siempre podrin permitirse venir a comprar, porque, all udir sin cargamento, perderin el flete que podrian nar en su camino hacia la Gran Bretafia. De este modo, al disminuir el mimero de vendedores, no podre- 10s por menos de reducir pl de compradores, ¢ que no s6lo es probable que compremos mis caros _géneros extranjeros, sino que venderemos los nue 's mas baratos que si hubiera una libertad de comer- ‘ms absoluta. Con todo, al ser la defensa de mucha snds importancia que la opulencia, quied la ley de nave gacién sea la norma comercial més sensata que existe cn Inglaterra BI segundo caso en el que en general ser§ ventajoso jgvavar de alguna maner jomentar la interna se da cuando en el propio reino se pone un gravamen a los productos nacionales. Pare cerd razonable aplicar en este caso un impuesto igual a productos similares traidos del extranjero. No se entre a asi el monopolio del mercado interno a la indus: ia propia, ni tampoco se itfa en contra de la tencencia sural, orientando a un cierto uso una mayor parte de los materiales y del trabajo del pais. Sélo se impedinia industria extranjera para ar Adams Smite aplica la producibn nacional seule gravariaeooe tacin de todas as mercanias exrajesas similares son auestos mercaderesy fabricanes de manufactures se quejen clamorosamente de tener que vender : barato de lo que es debido. ce mucho ms alé de las particulars mereancias exeanje fue Poin ears en competence nace bles, es apropado hacerlo no sdo con los preeedcees de otros paises, ea no con toda clase de men extranjeras que compitan con industria nacional. Dieen que sii roduc dele sino encatecerse a causa dé Piece precio del wabjo sempre deberd aunena cuando se encarezca a sbsenca del orale, Po consent, ier oct da nasa mere impuestos propios, se encareceré a causa de los ajenos, poner o o ade ota Dee ods etn ca rte qs Ines aun input gue enrol rakes & La mano invisible igualdad de condiciones com la extvanjera, sera, en su pinién, necesatio aplicar a cualquier mercancia extran: vra-um gravamen igual al aumento de precio que suftan mercancias nacionales con las que pudieran entrar competencia Cuando més adclante me ocupe de los impuestos, aré sobre el hecho de que articulos de primera nece- sidad como el jabén, la sal, el cuero o las velas acrecien- ten necesariamente cl precio del trabajo y, por consi- suiemte, el de todas las dems mercancias. Sin embargo, Suponiendo entretanto que tengan ese efecto, y sin ada lo tienen, el aumento general del precio de todas, ias mercancfas, a consecuencia del de la mano de obra cs un caso que difiere en los dos aspectos siguientes del dde-una clerta mercancia cuyo precio aumentara a cat ‘a de un impuesto que la gravara de modo particular En primer lugar, siempre se podria saber con gran cexactitud en qué medida el precio de esa mercancia podria aumentar en virmud de ese impuesto, pero mun ta podria conocerse con tolerable exactitud hasta qué punto el acrecentamiento general del precio del trabajo podtia afectat al de cualquier mezcancia relacionada ton al, Seria imposible, por consiguiente, ajustar con fexactitud tolerable el impuesto a cualquier mercancia exttanjera, de forma gue respondiera al aumento det precio de las mercancias del rein. ‘En segundo lugar, gravar las mercadevias de primera necesidad tiene casi el mismo efecto sobre la existencia die la gente que un tezveno pobre oe] mal iempo. De suerte que las provisiones se encarecen del mismo modo (que si se precisara més trabajo y més gusto para produ 3 Adar S cirlas, Al igual que del terreno y dl lima hacia una determinada wt taia, también lo seri nada por esos casos, lo tuna escasez nacida naturalm absurdo dirigira las ger de su capital e indus te wna escasez artificial oca is provechoso sera dejar que acomoden como puedan su industria a la : a asi los usos que, 2 pesar d tancias, mas podrian benefci nacional como en uuacién, descubriendo desfavorables cizcuns las, tanto en al mis hu i de cpa evn con 2 , yoria de los xEteros,poraue ya sen imps en catd exe Sra porque ya deben pagar presosexgeran posh mera de ime cea una maldicién equivalente a la est Gages ad del vera las inclemencias de los cielos; sin embargo, fae cuencia san iia do, Nngin oto pas pods spor tartan grande perutbacion, Del mine mode qu so tos cuerpos mis robusos pueden vive y asus de la Nes que cuentas di if natucales y adits pueden subsite y prosper con esos impuestos. Holanda esl pls de Europ ene] que contimia prosperando, no por ¢ st : sbsurdamente se ha considrado, sino s pests de Alon que hay dos yentsjaro gravar de general n modo a I industria extran. 505 en los que seré 8 a mano invisiie cra para beneficiar a la doméstica, también hay otros Jos en los que a veces esas gabelas pueden ser objeto de cflexi6n, Uno, hasta qué punto es conveniente mante er la libre importacion de ciertas mercancias extranje- ras; oo, hasta qué punto o de qué manera puede serlo superat esa prictica después de heberla interrumpido dlurante certo tiempo. Bl caso en el que a veces puede ser objero de reflexién hasta qué punto es conveniente mantener Ia bre impor cacién de ciertas mercancias fordneas se da cuando algu- nas naciones extranjeras restringen con elevados dere chos 0 prohibiciones la entrada en elas de algunas de ruestras manufacturas: Ante esa situacion, la venganza dicta que naturalmente se haga lo mismo con esa nacién Y que impongamos derechos y probibiciones similares a ‘entrada de algunas o de todas sus mercancias en niues- ro territorio, Por consiguiente, poco fiecuente es que las naciones no se venguen de este modo. Les franceses han sido especialmente proclives a favorecet @ sus pro pias manufacturas restringiendo [a importacion de las mercancias forineas que pudieran competit con ellas. En esto consistia en gran medida la politica de Colbert, quien, a pesar de sus grandes capacidades, parece en teste caso haberse dejado llevar por los sofisticos razona mientos de mercaderes y fabricantes de manufacruras, siempre exigiendo monopolios contrarios a los intere- ses de sus compatriotas. En este momento los hombres fas précticas de iis inteligentes de Francia creen 4 Colbert no han sido benéficas para su pals. En virwad de la tarfa aprobada en 1667, este ministro impuso eleva: dos derechos sobre un gran némero de mamufactaras 5 Ad Smith Parece que la puta comer a de 1672 surgid en parte de es az de Nimega le puso fin en 167s, moderando algunas de las pore las gabelas para favorecer a clones, Ea esa sigue leant i pl isma época, franc Q areci 'yO primer ejemplo arecen aber dado los lanceer Ele sie wh mnie deste emonces eres nes ha impedido que hz oa 3697 los de ences de al legada de lanas nndliciones anteriores tenga fundamento si es probable la recuperacién ro compensara de pagar “ res cars alpine te ciert 'mpo. Quizé no corres- det leg eben regis por prin ‘sino mas bien a las maj i gee wlgurmente La mano invisible «js disige la uccuaci6n momentinea de los negocios. Cando no hay posibilidad alguna de que una revoca- 5 de ese tipo se produzca, parece mala cosa compen- 4 pesjucio ocasionado a ciertas clases de nuestro usando nosotros mismos otro, no sélo a esas ases, sino a casi todas las demés. Cuando nuestros vecings prohiben alguna mamufactura de nuestro reino, nosotros solemos prohibir no sélo ese mismo producto, ya que esa prictica poco podria perjudicaros, sino otras de sus manufacturas. Sin dada, esto al clases de operarios de nuestro reino Y, nos de sus rivales, hard posible que suban sus precios en. ‘el mercado nacional. No obstante, los que sufrieron a causa de la prohibicibn de nuestros vecinos no se bene- ficiarin con la nuestra..Mas bien al contrario, ellos y casi tados nuestros conciudadanos se verén a partir de ‘ese momento obligados a pagar més res por ciet tas mereancias. Por consiguien carén un auténtico impuesto al conjunta del pais, que no favorecerd a la clase de operarios que r ‘io perjudicada por la prohibicion de nuestros vecinos, sino a otra clas. El caso en el que a veces puede ser objeto de refle: sidn hasta qué ponto, o de qué manera, es conveniente recuperar la libre importacion de mercancias fordneas después de haberls interrumpido durante cierto tiempo se da cuando ciertas manufacturas, causa de los cleva- dos aranceles o prohibiciones que pesan sobre todos los jeros que pueden entrar en compezencia fon ellas, han llegado a extenderse hasta tal punto que fen la actualidad dan trabajo a gran mimero de opera 7 comeri sl sc hage sy tase albaente ess ado arcs» proc 8, mercancayextranjerat equivalents y tls hire boda nana con ran pero meade legends va densi oe x macho id alsanos de su trabajo ordnanio y medios de nbs Gia, No cae dads de ques perturbcion gue soo oes soonta sera may considerate: Sn embargo com probablidad sera macho ment de fo ques aq? ‘arse, por las dos razones siguientes: ba En primer ugar todas ess manufacrras, de fs que sratfcacions, se verianesasameneafeontn por a lhe mponacén de necancs ewesjerts Ens rons facture deben venders an baste afees com ce gue otra de le mina clad yeseriesy ovo ame interno, ¥ ange un capichore hombre aaa por el mero hecho de seo, ates misbarnory ne fs ibeadoe ag, por rales ee anise Seis pa etonn gu pena tina oe arte dels divertos ramos de nucsas mometoccee de na pes cura heramientas de metal se espore anualmente a otros pies europeos sin aya snore y tas son las que dan tabajo a mayor ndmere dope Taos, Quist fa sda fuera la manutacturs que sos 88 amano tevisibe ria con esa libertad comercial, y después de ella el aunque éste mucho menos que aquella, segundo lugar, aunque gran nimero de personas w verla privada de repente, con la recuperacién de la ibertad comercial, de su trabajo y medios de subsisten- 2 actuales, de ello no se deduciria en modo alguno quedatan privadas totalmente de empleo o de dios de manutencién. Con la reduccién del Ejército la Armada al término de la isima guerra, més de cien nil soldados y marineros, un niimero igual al de los ‘operarios de las principales manufacturas, fueron expul sados de sus ocupaciones; pero, aunque sin duda suftie ran algunas incomodidades, 10 quedaron a partir de cntonces privados totalmente de trabajo o de medios Ge manuzencién. Es probable que la mayoria de los marineros fuera encamiindndose poco a poco al servicio de los mercaderes que pudieran encontrar y que, entre- tanto, ellos y 10s soldados fueran absorbidos por la gran ase del pueblo, erabajando en muy diversas labores. No s6lo ninguna gran convulsién, tampoco un aprecia- ble desorden surgié de un cambio tan importante en la siruacién de mas de cien mil hombres, todos ellos versa- dos en el uso de Jas armas y muchos de ellos acosn y el saqueo. Por lo que he podido acién apenas aumenté sensiblemente en nimero de vagabundos, ni siquiera los ios se redujeron por ese motivo en ocupacién alguna, salvo entre la marineria del servicio mercantil. Pero si comparamos las costumbres del soldado y las de + artesano, descubriremos que las del segundo abiliran menos para desempefiar otro oficio que ‘Adder Smith las del primero. Bare rtesano siempre ha acostumbr. aca a sbscenca amore dine bajo yelsoldad aesperaca desu page. La ddicaiony igencia le son familiares al primero; la indoles in duda, es mucho mis se de una ocupacién a otra gue trslaar aningune ia indolencisy be dis cién. Ademés, y Pala mayor como ya se ha dicho, junto a la m: de ts manufacras xisen ors sngan, de atte tan amine gue un opera puede icine crasladar su diligencia de una a otra. Por afadidura, la mayoria tsos anesanos trabajar oeaionalmente ord oes : ; mente en el campo como joraleros. Los fondos que anes es dieron labor ina determinada manufactura seguirin en el pas para ocupar de otra manera a un mismo niimeso de Personas. Al seguir siendo el capital de pais el mismo la demanda de mano de obra sera también igual, o casi aungue pueds afanarse en lugares y ocupaciones distintos, En verdad, los sldados y los mariners, a ae celia del rey, quedan libres para de- sempeftar cualquier oficio en cualquier ci dels Gran Beta o ance Dowames eet cnt auiera de los sbditos del rey la misma libertad natur gues den libertad natu dos y marineros pata y 38 para ejercer cualquier clase de labor que apetezcan; es decir, acaberos con los Drivilegios exclusivos de los gremios y anulemos el tuto del aprendiz, cosas ambas que eercenan rea Ja libertad nanural,yacabemos también eon la ley de asentamient, pata qu los raajadores poles cade sean expulsados de su ocupacién, en un d ion, en un deter do oficio 0 fugar, puedan buscar otra en un of 90 La mano wovisible miedo a Ja demuncia 0 ta expulsi individuo suffirdn mucho més con la de algunas clases de manufscruras jo que suften los soldados al ser licenciados. Qué ada cabe que nuestros artesanos son de gran valor 1a su pals, pero no pueden tener més que el de quie 1s lo defienden con su sangre, ni merecen ser tratados con mis delicadeza, En realidad, esperar que en la Gran Bretafia se vea restituida del todo la libertad de comercio serfa tan ubsurdo como confiar en el establecimiento de una ‘Océana 0 uma Utopia, Se le oponen irzesisiblemente no sélo los prejuicios' de la poblacién, sino algo todavia ‘és insalvable: los intereses privados de muchos indivi duos. Silos oficiales del Ejército se opusieran 2 cual- quier reduccién de las wopas con igual denuedo y una- nimidad que el que enfrentan los duets cualquier ley que pueda acrecentar el n rivales en el mercado interno; si los primeros azuzaran

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