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AÑO 2008

01
i.s.s.n. 0718-5707
Revista_ ISEES
Inclusión Social y Equidad
en la Educación Superior

Datos para el debate


INSTITUCIÓN COLABORADORA
Oficina Regional para la Región Andina y el Cono Sur
de la Fundación Ford.

INSTITUCIÓN PATROCINANTE
Centro Bartolomé de la Casas, Cusco.
Datos para el debate
Revista_ ISEES
Inclusión Social y Equidad
en la Educación Superior

Revista Nº 01 | Año 2008


Datos para el debate

Recopilación de datos Chile:


Fabián Flores

Recopilación de datos Perú:


Centro Bartolomé de las Casas

Análisis de datos Chile-Perú:


Fabián Flores

Edición:
Pamela Díaz-Romero

Coordinación ISEES:
Cecilia Jaramillo Becker
Título: ISEES-Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior
Marzo 2008
© 2008

Los textos están disponibles para contribuir al conocimiento y al intercambio


de ideas. Se autoriza su reproducción citando la fuente.

Los trabajos reunidos en esta publicación son de responsabilidad de los


autores y su contenido no representa necesariamente la opinión de
Fundación equitas.

Publicado por: Fundación equitas.


Diseño Portada: c|proyecta, constanza rodríguez.
Diseño Interior: c|proyecta, constanza rodríguez.
Fotos: Archivo fotográfico de Fundación equitas.

I.S.S.N.: 0718-5707.

Impreso en Santiago, Chile, por Atenea Impresores.


índice_

Agradecimientos. 7
Presentación ISEES. 8
Prólogo. 12

Parte 1. Chile.

Presentación. 20

Capítulo 1. Perfil sociodemográfico de la población indígena en Chile. 22


1. Situación nacional. 23
2. Distribución geográfica. 24
3. Estructura sociodemográfica. 26
4. Situación de los hogares en la población indígena. 33

Capítulo 2. Perfil socioeconómico de la población indígena. 36


1. Características ocupacionales. 37
2. Ocurrencia de la pobreza entre individuos y hogares indígenas. 39
3. Población indígena según quintil de ingreso. 41

Capítulo 3. Indicadores educacionales de la población indígena. 46


1. Analfabetismo, niveles de instrucción y años promedio
de educación. 47
2. Educación primaria y secundaria. 51
3. Resultados educacionales de la población indígena
(pruebas estandarizadas). 53

Capítulo 4. Acceso a la educación superior. 62


1. Características generales del sistema de educación superior. 63
2. Estructura del financiamiento de la educación superior. 65
3. Cobertura de la educación superior. 68
4. Participación de la población indígena en la educación superior. 71

Capítulo 5. Consideraciones finales. 74

Bibliografía. 76

Anexos. 79
Parte 2. Perú.

Presentación. 88

Capítulo 1. Perfil sociodemográfico de la población indígena en Perú. 92


1. Población indígena en el Perú. 93
2. Distribución geográfica. 97
3. Estructura de edad. 101

Capítulo 2. Perfil socioeconómico de la población indígena. 104


1. Ocurrencia de la pobreza entre la población indígena y
características ocupacionales. 105
2. Población indígena y desarrollo humano. 107

Capítulo 3. Indicadores educacionales de la población indígena. 114


1. Años promedio de educación y niveles de instrucción y analfabetismo,
niveles de instrucción y años promedio de educación. 115
2. Resultados educacionales de la población indígena
(pruebas estandarizadas). 118

Capítulo 4. Acceso a la educación superior. 124


1. Algunas consideraciones sobre el sistema de educación superior
en el Perú. 125
2. Participación de la población indígena en la educación superior. 127

Capítulo 5. Consideraciones finales 132

Bibliografía. 134

Biografía de los autores. 137


agradecimientos 7

agradecimientos_

En representación de Fundación equitas, queremos agradecer:

A la Fundación Ford y su programa Pathways for Higher Education (phe), en el que


se enmarca la iniciativa isees –Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior–.

A la Oficina de la Fundación Ford en la Región Andina y el Cono Sur y al Programa de


Reforma Educacional, por el apoyo otorgado en el diseño y la realización de las diferentes
actividades para la difusión de estrategias de inclusión en la educación superior.

A la Dirección Ejecutiva del Internacional Fellowships Fund, cuya visión y compro-


miso han permitido el desarrollo del Internacional Fellowships Program (ifp) en
todo el mundo y especialmente en América Latina, promoviendo una mayor
igualdad de oportunidades educativas.

A los directores ejecutivos de los programas phe, Rüpu, Thakhi de las universidades
de La Frontera y Tarapacá en Chile y del programa Hatun Ñan de las universidades
Nacional de San Antonio Abad del Cusco y Nacional de San Cristóbal de Huamanga
en Perú, respectivamente, que han asumido el desafío de fomentar la integración
de estudiantes pertenecientes a diversos grupos étnicos, potenciando el desarrollo
de sus talentos y liderazgo.

Al Centro Bartolomé de las Casas, Cusco-Perú por la destacada contribución de


sus miembros a los foros virtuales.

A Fabián Flores e Hipólito Peralta, por su compromiso y contribución al isees y


la promoción del debate en Chile Perú respectivamente.

A los articulistas y público interesado, quienes con sus intervenciones han motivado
un debate que esta serie recoge y espera amplificar para avanzar en la búsqueda
de respuestas a las demandas de mayor justicia social en materias de educación.

A todos los colaboradores que participaron en la edición y diseño de esta publicación.


8 fundación equitas_ isees

presentación isees_

... he nacido, he soñado y he vivido


siempre entre el mundo rural e
indígena y esta búsqueda
de nuevos aprendizajes la quiero
para entregarla a mi gente,
para poder seguir viviendo en el
sonido del agua y el kulxug,
para que no olvidemos quiénes
somos pero sin dejar de subir los
peldaños sagrados de la vida.

jaqueline caniguán
Ex-becaria del Programa Internacional de
Becas de la Fundación Ford
presentación isees 9

ISEES
Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior

Mi historia como estudiante Ma-


puche tiene sus inicios, creo yo,
en dos momentos que se relacio-
nan mucho: uno que comienza
de mi nacimiento, el ser estudian-
te desde que la enseñanza de mis
padres se impregnó como la tinta
que nunca se pudo salir de la
ropa, es la enseñaza que te dirige
hacia el futuro y que te hace estar
donde uno quizás nunca se lo
imagina, es la esperanza de vivir
algo mejor que tus padres, y no
solo es para ellos si no para lograr

apoyar la generación de contextos universitarios pluralistas, abiertos e


inclusivos, capaces de atender la heterogeneidad social y la diversidad cultural de
nuestros países, y beneficiarse de ella, es la motivación que da origen a la iniciativa
virtual isees, coordinada por Fundación equitas con el apoyo de la Fundación Ford.
Esta iniciativa surge en un momento histórico en el cual asistimos a la incipiente
masificación de la educación superior, que registra tasas de acceso en rápido
aumento tanto en Chile como en Perú. En el caso de la educación universitaria,
la ampliación de la cobertura ha implicado ya una ruptura con el carácter elitista
que tuvo hasta hace pocos años este nivel educativo.
Sin embargo, tanto la capacidad de retención como los niveles de graduación
del sistema universitario, evidencian que la mayoría de quienes logran ingresar
interrumpen sus estudios antes de finalizarlos, hecho que se acentúa entre los
todavía escasos estudiantes procedentes de sectores populares y/o pertenecientes
a minorías étnicas y raciales. En este contexto, el isees se propone ahondar en los
presupuestos a la base de los actuales modelos de acceso a la educación universitaria,
10 fundación equitas_ isees

permanencia y graduación, los mecanismos de exclusión que contienen y la


dirección que deberían tomar las políticas que apuntan a superarlos.
Los antecedentes reunidos durante el primer ciclo contribuyen a una reflexión
en profundidad sobre las alternativas más adecuadas para atender las consecuencias
institucionales, financieras, curriculares y pedagógicas que tiene para las universi-

En el Perú, en la mayoría de las uni-


versidades se tiene a estudiantes de
culturas originarias cuya presencia
es considerable, es fácil deducir en-
tonces que este contingente que
tiene un razonamiento cosmovisivo
característico hace que sea distinto
a la forma de entender el conoci-
miento y la realidad en estos centros
superiores, entonces se torna nece-
sario que la educación superior uni-
versitaria desarrolle políticas, progra-
mas y estrategias para que estas
culturas en contacto se nutran mu-
tuamente aplicando la filosofía del
Yachaywasiman “mikhuy”, “comiendo” lo que nos es
provechoso, lo cual no implica que se
haykumunapaqqa tenga que exigir en los estudiantes
usutnachistaraqmi a que se nutran solo de la cultura
externa en desmedro de la suya o
ch’utikuspa hawapi
saqimuna...
Si queremos entrar a la escuela nos
tenemos que quitar, todavía las
ojotas para dejarlas afuera...

dades la entrada masiva de jóvenes procedentes de entornos sociales y culturales


diferentes al de sus actuales estudiantados.
El isees se perfila así como un espacio plural y diverso para el análisis crítico de datos
y la revisión de experiencias de acción afirmativa en la educación universitaria, alimentando
la discusión, la reflexión y el debate conducente al desarrollo de medidas focalizadas y
políticas especiales para apoyar a poblaciones excluidas en un tránsito exitoso de la
educación secundaria a la educación superior y en la conclusión oportuna de ésta.

Foros
El isees ha convocado un mailing amplio que incluye a los distintos actores del sistema
de educación superior, tomadores de decisiones y especialmente a las comunidades
potencialmente beneficiarias de este tipo de medidas, para avanzar integradamente
hacia una mayor interculturalidad e igualdad de oportunidades educativas.
Para ampliar los alcances del intercambio generado hasta ahora, inauguramos
con este número una serie que esperamos facilite la participación de quienes, por
presentación isees 11

diversas razones, han tenido dificultades para acceder a la multiplicidad de contenidos


alojados en la plataforma del isees. Siguiendo la secuencia de los foros, la serie se
inicia con la presentación del conjunto de indicadores de diagnóstico preparado
por Fundación equitas para Chile, y con apoyo del Centro Bartolomé de las Casas
para el caso de Perú, en base a diversas fuentes de datos, principalmente, estadísticas
oficiales y públicas disponibles 1 .
Ajustándose a la información disponible en los censos nacionales, las encuestas
de hogares y fuentes específicas debidamente identificadas 2, el conjunto de
indicadores ha permitido aproximarse a algunos de los principales aspectos en los
que se expresa la desigualdad de oportunidades educativas de estos grupos al
momento de intentar acceder a la universidad, mantenerse y progresar en ella,
egresar y titularse.
Aun cuando se trata de diagnósticos parciales debido a que la producción de
estadísticas en algunos temas, especialmente los emergentes, todavía es incipiente,
proporciona una base compartida de evidencias empíricas para la producción de
artículos analíticos e interpretativos a cargo de destacados académicos e investigadores
con experiencias en temas de interculturalidad, inclusión social y educación superior
de distintas tendencias, tanto de Chile como de Perú.
Los artículos publicados en cada foro virtual han contribuido a un debate profundo
y plural con los participantes quienes, a través de sus comentarios críticos, han
permitido iniciar la identificación de propuestas para avanzar hacia una mayor
igualdad de oportunidades educativas en la educación superior.

El debate registrado para cada tema está a disposición de los interesados en


http://isees.fundacionequitas.org/

Correo electrónico
isees@fundacion-equitas.org

1. Censo; encuestas de hogares y ad hoc; análisis estadísticos en base a fuentes de representatividad nacional y de
regiones con alta representación indígena.
2. Ejemplos: Bases de datos celade; siteal; enniv Perú; Compendio estadístico del mineduc, Chile. También
investigaciones publicadas como:
castro, marisol, Migración y cambio social; Número extraordinario dedicado al III Coloquio Internacional de Geocrítica
(Actas del Coloquio) El proceso migratorio de la población mapuche en Chile: su adaptación e integración a la vida urbana;
Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Universidad de Zaragoza.
12 fundación equitas_ isees

prólogo_

Educación, disminución de las brechas sociales y equidad

Desde mediados del siglo xx, la educación ha sido uno de los mecanismos prioritarios
usados por los gobiernos democráticos para avanzar en materia de equidad en el
mediano y largo plazo. Los discursos que han acompañado a las diversas reformas
de los sistema educativos en América Latina, y a la inversión realizada, han enfatizado
como objetivo el universalizar las oportunidades de acceso a la educación básica y
media para, por esta vía, dotar a los sectores menos favorecidos de herramientas que
les permitan mejorar sus capacidades de generación de ingresos autónomos y su
movilidad social futura. Igualmente, se ha buscado difundir los valores de la tolerancia
y el respeto a la diversidad y promover una mayor equidad e integración social.

En Chile, el gasto social en educación ha aumentado casi 280% entre 1990 y 2005,
financiando una reforma educacional que ha permitido ampliar sustantivamente
la cobertura, incrementar las horas de clases, diseñar un nuevo currículo para la
enseñanza parvularia, básica y media, mejorar la cantidad y calidad de los textos
escolares, crear bibliotecas de aula y dar mayor acceso a informática educativa.
También se han fortalecido los programas que buscan retener a la población en
el sistema escolar, como los de Alimentación Escolar, Salud Escolar, Salud Oral,
Liceo Para Todos y Subvención Pro-retención.

El papel del sistema educativo en la construcción de una sociedad más integrada


y justa se fundamenta, entre otras consideraciones, en que la educación aparece
como el factor más importante para explicar la desigualdad social y, en particular,
la brecha de ingresos en Chile: el mayor retorno que se logra con el aumento de
los años de escolaridad aparece como el principal factor para disminuir la desigualdad
salarial a nivel nacional 1.

De acuerdo a los resultados de la última encuesta nacional de caracterización


socioeconómica de los hogares –casen, realizada en 2003– los ingresos del trabajo
se incrementan, sistemáticamente, en la medida que las personas elevan su nivel
educacional. Quienes alcanzan educación superior completa reciben un ingreso

1. Véase Contreras: “Explaining wage inequality in Chile: Does education really matter?” Serie Documentos de Trabajo
n° 159, Publicaciones Economía, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Chile,
agosto 1998, Santiago de Chile.
prólogo 13

que, en promedio, es un 70% superior al de quienes sólo alcanzan ese nivel


incompleto. A su vez, estos últimos reciben un 70% más de ingresos en la ocupación
principal respecto de quienes sólo logran completar la enseñanza media.

Los indicadores de calidad del empleo también difieren, tanto en términos del acceso
a un contrato de trabajo, como en cuanto a la estabilidad laboral: para las personas
sin educación formal, o que sólo han alcanzado enseñanza básica incompleta, la
probabilidad de tener un empleo permanente se ubica en torno al 57%. Este valor
sube consistentemente con el nivel educacional hasta llegar a cerca del 90% para las
personas que han completado la educación superior. O sea, mientras mayor nivel
educacional logren las personas, más estables tienden a ser sus empleos.

Al progresivo retorno económico asociado a una mayor educación se suman su


centralidad para comprender y participar activamente de los beneficios del desarrollo
y la globalización contribuyendo, al mismo tiempo, a su ampliación. Sin embargo,
a pesar de los esfuerzos desplegados y de la importancia innegable de la educación
como mecanismo para avanzar hacia una mayor integración social, ni la notable
extensión de la cobertura y ni la mayor eficiencia de los sistemas educacionales
conseguidos en los años noventa han logrado que las oportunidades para alcanzar
mayores niveles educativos se repartan en forma equitativa entre la población.

En el caso de la población indígena de Chile, ésta registra una mayor incidencia


del analfabetismo y una menor tasa de matriculación en el sistema educativo
formal. Quienes pertenecen a alguna de las ocho etnias consideradas en el último
censo tienen en promedio 2,4 años menos de escolaridad que el total de la población.
Adicionalmente, según la casen 2003 el ingreso total promedio de los hogares
14 fundación equitas_ isees

indígenas equivale sólo al 65% del percibido por los hogares no indígenas, y la
magnitud de la pobreza en este grupo supera en 10% al resto de la población.

La situación se agrava en el contexto rural, que en 2003 representaba el 13,4% de


la población total, y en el cual habita más del 35% de los indígenas. En estas áreas,
el promedio del ingreso autónomo de los hogares rurales constituía sólo un 52%
de los hogares urbanos y la incidencia de la pobreza era de 20,1%, siendo la
indigencia de 6,2%. El mismo año, las cifras de pobreza e indigencia en la zona
urbana fueron de 18,6% y 4,5%, respectivamente. En cuanto a la cobertura educativa,
se observa que ha disminuido la brecha relativa a los años de escolaridad entre los
jóvenes rurales y urbanos de entre 15 y 24 años, que en 2003 era de 1,6 años. Dicha
diferencia es menos de la mitad de aquella que separaba a la generación de sus
padres, equivalente a 4,2 años en la población entre 45 y 54 años. Los datos son
consistentes con el considerable aumento de la cobertura educacional en todos los
niveles, que permitió minimizar las diferencias por zonas en la enseñanza básica
(1,3%) y reducirlas a 9,9% en la educación media. Se mantienen, sin embargo,
importantes desigualdades en la cobertura de la educación superior: el acceso a las
universidades era de 31,4% entre los jóvenes urbanos de 20 a 24 años, en contraste
con sólo 12,1% en el mismo grupo de edad de zonas rurales, según la encuesta
casen 2000.

La inequidad en la distribución de las oportunidades educativas es también uno


de los más graves problemas del complejo panorama peruano. De acuerdo al
Informe de Progreso Educativo en el Perú 2003, el lento crecimiento económico
y la magnitud de la pobreza –que alcanza a casi la mitad de la población– incidieron
en que el aumento gradual del porcentaje del pbi y del presupuesto público asignados
a educación durante los años noventa mantuviera al Perú promediando uno de los
gastos por alumno más bajos de los países en desarrollo. A esto, se suma el que
este gasto está mal distribuido: “tanto el gasto por alumno en bienes y servicios
como el gasto por alumno en remuneraciones, tienden a ser menores en los
departamentos que tienen mayores tasas de pobreza” 2.

En este marco, a pesar de los avances en materia de cobertura que permitieron la


universalización de la educación primaria y significativos avances en la secundaria
en la última década, subsisten importantes brechas en los años de educación
alcanzados según zona de residencia o quintil de ingresos: en el tramo de edad de
25 a 59 años, los habitantes de zonas rurales quedan casi 4 años por debajo de los
diez años de educación promedio alcanzados por quienes viven en zonas urbanas.

2. Cita: Informe de Progreso Educativo en el Perú, 2003, preal-grade, pág. 14.


prólogo 15

La diferencia entre los quintiles es aun más acentuada: en el mismo grupo de edad,
la población perteneciente al 20% de mayores ingresos (quintil V) registra casi 12
años de educación, mientras en el primer quintil sólo llegan a 5,7 años 3. A esto
se suma las enormes diferencias en el rendimiento de los estudiantes de centros
educativos estatales y no estatales, brecha que es aun mayor al comparar los
resultados de los estudiantes según zona de residencia, siempre en desmedro de
las zonas rurales.

Esto afecta, en mayor medida, a la población indígena en Perú –que según el


Instituto Indigenista Interamericano (iii) representa el 40% del total de la población
nacional–, dado que la mayoría habita en comunidades rurales. Su situación se
agrava dado que, en el área rural, la población que vive en situación de pobreza es
el 78,4%, de los cuales 51,3% viven en pobreza extrema, cifras que en el área urbana
corresponde a 42% y 9,9%, respectivamente (Enhao 2001). “Si estos datos se
relacionan con la lengua que habla la población, se calcula que las familias cuya
lengua materna es el quechua, el aymara o alguna lengua amazónica tienen, en
promedio, dos veces más probabilidades de ser pobres que aquellas familias cuya
primera lengua es el castellano” 4.

Las cifras son consistentes con la información recopilada por la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (cepal), según la cual la universalización de la
educación básica y la fuerte ampliación del acceso a la educación media en la región

3. Informe de Progreso Educativo en el Perú, 2003, preal-grade.


4. Hopenhayn y Bello, 2001, citados en Políticas Educativas de atención a la diversidad cultural. Brasil, Chile, Colombia,
México y Perú; oreal/unesco, Santiago, Chile. Diciembre 2005.
16 fundación equitas_ isees

durante los últimos 15 años fueron acompañadas por una mayor concentración del
retraso escolar y la deserción en la población rural, las minorías étnicas y, según
el “clima educacional” 5 de la familia de procedencia, directamente relacionado con
el estrato socioeconómico familiar.

Los ingresos, si bien ya no son determinantes en el acceso a la educación, continúan


siendo condicionantes en las trayectorias en toda América Latina: “a pesar de la
importante disminución en las tasas de deserción en la región en los últimos diez
años, los adolescentes del 25% de los hogares urbanos de menores ingresos
presentan tasas de abandono escolar que, en promedio, triplican la de los jóvenes
del 25% de los hogares de ingresos más altos” (cepal, Panorama Social de América
Latina 2001-2002).

En Chile, un joven del 20% más pobre tiene hoy cinco veces menos posibilidades
de acceder a la universidad que otro del 20% más rico según la encuesta casen
2003. En Perú, “…las brechas económicas y sociales de nuestra sociedad se ven
reflejadas en los resultados escolares de nuestros estudiantes. Dados estos resultados,
no sería de extrañar, por ejemplo, que los estudiantes que egresan de centros
educativos públicos tuvieran menores probabilidades de acceder a formación
superior de calidad o de insertarse adecuadamente en el mercado laboral” 6.

En ambos países, las diferencias en las oportunidades de alcanzar mayores niveles


educativos aparecen muy relacionadas con el rendimiento de los estudiantes en
los distintos ciclos. Sin embargo, las estadísticas muestran una fuerte relación
entre las condiciones económicas y sociales y los logros educacionales, medidos
tanto en el rezago escolar como en los resultados de las pruebas estandarizadas
nacionales 7 y en las pruebas internacionales como pisa 8. Estos reflejan que, a
mayor ingreso familiar, mejores resultados y viceversa.

Si bien existe consenso en que la estructura del sistema escolar –incluidos la forma
y criterios con los cuales se agrupa a los estudiantes, el grado de segregación de
escuelas y liceos, las características de la administración y el financiamiento, los
recursos de los establecimientos y el ambiente pedagógico– influye en la calidad
y equidad de los logros educativos, según los datos aportados por pisa 2000 para

5. Estimado a través del promedio de años de escolaridad de los miembros del hogar mayores de 25 años.
6. Evaluación 2001: Informe de resultados por nivel de desempeño. Ministerio de Educación, Perú.
7. En Chile: Sistema de Medición de la Calidad de la Educación, simce, del mineduc y Prueba de Selección
Universitaria–psu. En Perú: Evaluación Nacional 2001 de la Unidad de Medición de la Calidad Educativa del med.
8. “Programme for International Student Assessment”, desarrollado por la Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico (ocde) y aplicado en más de 40 países del mundo incluidos Argentina, Brasil, Chile, México, Perú y Uruguay.
prólogo 17

Chile y para Perú, el factor que mejor explica las diferencias en los resultados
escolares de los estudiantes de distintas escuelas es la composición socioeconómica
de sus respectivos alumnados 9.

Esta estrecha relación entre los ingresos del hogar y los niveles educativos alcanzados
por sus miembros, contribuye a la reproducción de las condiciones de vulnerabilidad
de los sectores más postergados. Tanto en el caso chileno como en el peruano, las
estadísticas nacionales disponibles muestran que, además del factor socioeconómico,
inciden en las capacidades de generación de ingresos autónomos o en el acceso a
mayor educación la pertenencia a etnias, el género y la zona de residencia. Así, las
mayores tasas de pobreza y ruralidad de los pueblos indígenas en ambos países
redundan en menores oportunidades relativas para estos grupos, urgiendo una
mayor atención hacia su situación y la búsqueda activa de medidas que permitan
revertir sus actuales desventajas, en pos de una mayor igualdad de oportunidades
educativas y una mayor integración social.

Pamela Díaz-Romero
directora ejecutiva
fundación equitas

9. Véase School factors related to Quality and Equity; pisa 2000 Publications; oecd, abril 2005. Disponible en
www.pisa.oecd.org.
De acuerdo a los datos recopila-
dos para este informe, la pobla-
ción indígena de nuestro país pre-
senta, en la gran mayoría de los
indicadores sociodemográficos,
socioeconómicos y educacionales
considerados, comportamientos
disímiles y en muchos aspectos
desfavorables, en relación con la
población no indígena.

Cuando concluya mis estudios es-


pero trabajar en mi zona, mi hogar
donde esta semilla creció y traba-
jar con la gente, sacar esa maldita
ignorancia que nos calla y tapar
la boca de los que se ríen delante
de nosotros y no nos damos cuen-
ta. Sé que con otros jóvenes ma-
puche que estudian en Cuba pode-
mos organizarnos y trabajar con
lo que sabemos, que es la atención
de la salud de la gente, quizás hoy
esto que les voy a decir sólo sean
palabras pero podemos levantar
consultorios o si somos mas soña-
dores hospitales relacionados con
la medicina Mapuche y occidental.
Chile_
Presentación
1. Perfil sociodemográfico de la población indígena en Chile
2. Perfil socioeconómico de la población indígena
3. Indicadores educacionales de la población indígena
4. Acceso a la educación superior
5. Consideraciones finales
Bibliografía
Anexos
20 fundación equitas_ isees

chile_

Presentación

¿A qué le llaman distancia?, eso me habrán de explicar,


sólo están lejos las cosas que no sabemos mirar.

atahualpa yupanqui

Este documento de trabajo para el primer foro del isees tiene como propósito
describir las principales características sociodemográficas, socioeconómicas y
educacionales de la población indígena en Chile. A través de indicadores relevantes
compara su situación con la de la población no indígena, indagando en las diferencias
entre ambas en la medida en que la información disponible lo permite.

La producción de los indicadores considerados implicó una búsqueda exhaustiva


de datos en revistas, artículos académicos e investigaciones relacionadas con el
tema, además de la elaboración propia a partir de fuentes estadísticas oficiales
(Censo y encuesta de hogares casen). El resultado se presenta en cinco capítulos.

El primer y segundo capítulo describen a la población indígena en términos


sociodemográficos y socioeconómicos, respectivamente. El tercero indaga en el
estado del arte de los principales indicadores educacionales para esta población.
En el cuarto capítulo se profundiza en las principales características de la educación
superior en Chile y la participación de la población indígena en ella.

Finalmente, el capítulo cinco presenta las principales conclusiones emanadas de


este informe.

Esperamos que este material entregue un marco de referencia para una discusión
propositiva en torno a las actuales condiciones de equidad / inequidad en el acceso
a la educación superior, particularmente a la educación universitaria que tienen
quienes pertenecen a alguna etnia en Chile, con miras a avanzar hacia una mejor
distribución de las oportunidades educativas en este nivel.
Chile_ 1

Perfil sociodemográfico
de la población indígena en Chile
22 fundación equitas_ isees

capítulo 1_

Perfil sociodemográfico
de la población indígena en Chile

Datos destacados

En Chile, 692.192 personas (4,6% respecto del total) declararon pertenecer a


alguno de los ocho grupos étnicos reconocidos en la legislación vigente.

De estos, un 87,3 % son Mapuches (604.349 personas), un 7 % pertenece a la


población Aymara (48.501 personas) y un 3 % son Atacameños (21.015 personas).
La población restante se distribuye en las etnias Quechua, Rapanui, Colla, Alacalufe
y Yámana.

Entre los indígenas, la proporción de mujeres es menor a la de la población no


indígena (pni), registrando también índices de masculinidad por sobre el promedio
de la pni.

La población indígena (pi) es relativamente más joven que la pni: un 53% de la


pi es menor de 30 años, con tasas globales de fecundidad por sobre el promedio
nacional.

La pi presenta tasas de ruralidad que duplican a las de la pni y de la población


total (pt). De hecho, sobre el 35% de la pi vive en zonas rurales y registra una mayor
proporción de población entre 15 y 60 años, en relación a la pni. Por etnia, las
poblaciones Mapuche y Aymara presentan mayores tasas de ruralidad y la etnia
Rapanui, las mayores tasas de urbanización.

En los hogares cuya jefatura de hogar es indígena, son los hombres quienes
mayormente ostentan esta condición, en una proporción superior a la registrada
entre hogares no indígenas. Sin embargo, existen variaciones significativas según
etnias, siendo representativo de esto el caso de la etnia Rapanui, donde más de un
42% de los hogares cuya jefatura de hogar es indígena es sostenido por una mujer.

Las regiones* IX, R.M., X y VII concentran más del 80% de la pi. Aunque en
la mayoría de las regiones la pi presenta mayores tasas de ruralidad que la pni, en
la R.M. el 98% de la pi reside en zonas urbanas.

* Los estudios fueron realizados con anterioridad a la creación de dos regiones, por lo tanto la clasificación regional
de diferentes localidades puede haber variado respecto a la división regional actual del país.
chile_ capítulo 1 23

1. Situación nacional

La población indígena representa un 4,6% de la población


total del país.

Gráfico 1. Población total país según adscripción étnica Según los datos del censo 2002, la pobla-
de censo 2002.
ción de Chile es de 15.116.435 habitantes,
de los cuales 692.192 personas (4,6%
4,6% respecto del total) declararon pertenecer
a alguno de los ocho grupos étnicos reco-
95,4% nocidos en la legislación vigente 1: Alaca-
lufe (Kawaskar), Atacameño, Aymara,
Declaró no pertenecer a ninguna etnia Colla, Mapuche, Quechua, Rapanui y
Declaró pertenecer a alguna etnia Yámana (Yagán).
Fuente: INE (2005).

Aproximadamente 9 de cada 10 indígenas pertenecen a


la etnia Mapuche.

Gráfico 2. Composición étnica de la población indígena (%). Del total de personas que adscribe a al-
guna etnia, un 87,3% está constituido
Alacalufe 0,4 por Mapuches (604.349 personas), un
Atacameño 3,0 7% por Aymaras (48.501 personas) y un
Aymara 7,0 3% por Atacameños (21.015 personas).
Colla 0,5
Mapuche 87,3
La población restante (2,7%, 18.367 per-
Quechua 0,9
0,7
sonas) se distribuye entre las etnias Que-
Rapanui
Yámana 0,2 chua, Rapanui, Colla, Alacalufe y Yámana,
0% 50% 100%
siendo esta última, la de menor represen-
tación.
Fuente: INE (2005).

1. “En los dos últimos censos de población y vivienda se incorporó una pregunta para conocer a la población indígena.
En ambos casos se adoptaron criterios de identificación distinta: en 1992 se recurrió a la autoidentificación étnica y
en 2002 se adoptó la pertenencia de cada persona a uno de los ocho pueblos reconocidos en la Ley nº 19.253, la “Ley
Indígena”.
Fuente: “Estadísticas sociales de los pueblos indígenas en Chile, censo 2002”. ine, mideplan – bid, 2005.
24 fundación equitas_ isees

En términos absolutos, la contribución de la etnia Mapuche a la población del país


es la más significativa, representando un 4% del total; siendo el aporte de las etnias
restantes de sólo un 0,6% 2.

Tabla 1. América Latina (11 países): población total y población indígena, Censos de 2000.

País y fecha censual Población Total (PT) Población Indígena (PI) % PI/PT

Bolivia (2001) 8.090.732 5.358.107 66,2


Brasil (2000) 169.872.856 734.127 0,4
Costa Rica (2000) 3.810.179 65.548 1,7
Chile (2002) 15.116.435 692.192 4,6
Ecuador (2001) 12.156.608 830.418 6,8
Guatemala (2002) 11.236.196 4.433.218 39,5
Honduras (2001) 6.076.885 440.313 7,2
México (2000) 97.014.867 7.616.990 7,9
Panamá (2000) 2.839.177 285.231 10,0
Paraguay (2002) 5.183.074 87.568 1,7

Fuente: Elaboración propia a partir de Informe “Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe”, CEPAL (2006), INE (2005).

Aunque el porcentaje de población indígena en Chile puede ser considerado bajo,


dentro de los países censados después del año 2000 nuestro país supera en su
proporción de pi a países como Brasil, Costa Rica y Paraguay.

2. Distribución geográfica

Uno de cada dos indígenas vive en las regiones IX y


Metropolitana.

La presencia de población indígena presenta grandes diferencias según regiones.


La IX Región y la Región Metropolitana (R.M.) reúnen la mayor cantidad de PI
(29,5% y 27,7%, respectivamente). Le siguen las regiones X (14,7%), VII (7,8%) y
I (7,1%). Finalmente, entre las regiones II y VII, y en la XI y XII regiones, se
registran concentraciones menores al 3,5%.

2. Para más detalles ver Cuadro 1, Anexos.


chile_ capítulo 1 25

Tabla 2. Distribución de la población indígena por regiones (%).

I: 7,1%

II: 3,4%

III: 1,1%

IV: 0,8%

V: 2,7%
R.M.: 27,7%
VI: 1,5%

VII: 1,2%
VIII: 7,8%

IX: 29,5%

X: 14,7%

XI: 1,2%

XII: 1,4%

Fuente: INE (2005).


26 fundación equitas_ isees

Gráfico 3. Distribución de la población indígena por regiones (%) y proporción de la población regional indígena respecto al total
de la población en la región.

7,1
I
11,5

3,4
II
4,7

1,1
III
3,0

IV 0,8
0,9

2,7
V
1,2

1,5
VI
1,4

1,2
VII
0,9

7,8
VIII
2,9

29,5
IX
23,5

14,7
X
9,5

1,2
XI
8,9

1,4
XII
6,4

27,7
R.M.
3,2

PI región/Total PI PI región/Total población región

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Pueblos indígenas en Chile”. INE (2005).

3. Estructura sociodemográfica

Hay más hombres que mujeres en la población indígena.

La pi que vive en nuestro país presenta rasgos distintos en su composición por


sexo respecto de la población no indígena (pni, en adelante). A nivel global, en la
pi la proporción de hombres es de 50,5% y la de mujeres de 49,5%, relación que
se invierte en la pni.
chile_ capítulo 1 27

Tabla 3. Población indígena, no indígena, total por sexo y porcentaje.

Indígena No indígena Total País


N % N % N %

Hombres 348.906 50,5 7.098.789 49,2 7.447.695 49,3


Mujeres 343.286 49,5 7.325.454 50,8 7.668.740 50,7
Ambos sexos 692.192 100 14.424.243 100 15.116.435 100

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Pueblos indígenas en Chile. ” (INE 2005).

Esta situación varía al revisar la composición de la pi por sexo según la etnia: cuatro
de los ocho grupos considerados registran altos índices de masculinidad
correlacionados con una menor proporción relativa de mujeres (etnias Alacalufe,
Colla, Yámana y Atacameña). Aymara y Mapuche tienen índices cercanos a 100,
mientras que entre Quechua y Rapanui la composición por sexo se asemeja a la
de la población no indígena.

Tabla 4. Composición de la población indígena por sexo e índice de masculinidad .

Etnia Ambos sexos (N) Hombre (N) Mujer (N) Proporción mujeres % Índice de masculinidad

Alacalufe 2.662 1.423 1.199 45,7 118,7


Atacameño 21.015 10.852 10.163 48,4 106,8
Aymara 48.501 24.188 24.313 50,1 99,5
Colla 3.198 1.687 1.511 47,2 111,6
Mapuche 604.349 304.580 299.769 49,6 101,6
Quechua 6.175 3.037 3.138 50,8 96,8
Rapanui 4.647 2.263 2.384 51,3 94,9
Yámana 1.685 876 809 48,0 108,3
PI/PT (%) 4,6 4,7 4,5 -- --

Fuente: INE (2005).

Al revisar la composición regional de la pi por sexo, se observa que sólo en la R.M.


la proporción de mujeres indígenas es mayor a la proporción de la pni. Las regiones
donde el porcentaje de mujeres es más bajo son la VI (44,5%), III (44,6%), VIII
(45,4%) y IV Región (46,8%).
28 fundación equitas_ isees

La población indígena del país es más joven que la


población no indígena.

La evolución de la población chilena, en términos etáreos, se ha caracterizado por


un “proceso de envejecimiento poblacional, favorecido por el descenso de la
fecundidad y por la mayor esperanza de vida de la población” 3. Sin embargo, el
comportamiento de la pi no se ajusta a esta tendencia 4.

Gráficos 4a y 4b. Composición de la población indígena y no indígena por grupos de edad (%).

Población indígena Población no indígena

9,8 7,5 11,4 7,6

13,7 18,1
19,2
15,1

24,2 25,6 23,6 24,2

0 – 4 años 5 – 14 años 15 – 29 años

30 – 44 años 45 – 59 años 60 años y más

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Estadísticas sobre pueblos indígenas”. INE (2005).

A nivel agregado, la pi registra una proporción superior de población menor a 30


años que la pni (53% vs. 50%, respectivamente) y una menor proporción relativa
de población de 60 años y más, compuesta mayoritariamente por mujeres.

Desagregando a la pi por grupos de edad, se constatan diferentes realidades


regionales. En la R.M. es donde se concentra una mayor proporción de población
entre 15 y 60 años. Por su parte, las regiones IX y X reúnen la mayor proporción
de población mayor de 60 años, (12,5% y 11,7% de la población regional,
respectivamente). Las regiones XI y XII presentan las mayores tasas de pi entre
los 0 y 15 años, ambas con un 31% de la población 5.

3. ine (2005).
4. Para más detalle, ver Anexos.
5. Para más detalle, ver Anexos.
chile_ capítulo 1 29

Al desagregar a los diversos grupos étnicos según su composición etárea, se observa


que la etnia Rapanui concentra la mayor proporción de población menor de 30
años (60%). Le siguen las etnias Mapuche y Aymara, ambas con un 53% de la
población menor de 30 años, y los grupos Yámana y Quechua, con un 51% y 50%
de la población, respectivamente. Finalmente, las etnias Atacameña, Alacalufe y
Colla presentan una estructura etárea opuesta a la del resto de la pi, en la que la
mayoría está por sobre los 30 años.

Gráfico 5. Población indígena, no indígena y total por grupos de edad (%), ordenados por presencia de población menor de
30 años.

Rapanui 32 28 34 6

Aymara 27 26 38 9

Mapuche 27 26 38 10

Yámana 27 25 38 11

Quechua 22 29 41 9

Atacameño 25 24 39 12

Alacalufe 25 23 43 9

Colla 23 24 44 9

PI 27 26 38 10

PNI 26 24 39 11

PT 26 24 39 11

0% 50% 100%

0 - 14 años 15 - 29 años 30 - 59 años 60 años y más

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Estadísticas sobre pueblos indígenas”. INE (2005).
30 fundación equitas_ isees

Las etnias del país tienen en promedio más hijos por


mujer que la población nacional.

Tabla 5. Tasa global de fecundidad por etnia, PNI y total


nacional, por zona geográfica.

Etnia Urbana Rural Total


La tasa global de fecundidad 6 evidencia
que las etnias del país tienen en promedio
Rapanui 2,6 2,0 2,6
Aymara 2,4 2,5 2,4
más hijos que la población nacional.
Yámana 2,3 2,6 2,4
Mapuche 2,2 2,2 2,2 Por grupos étnicos, los Rapanui son quie-
Quechua 2,3 1,9 2,2
Alacalufe 2,2 1,5 2,1 nes presentan mayor número promedio
Colla 2,0 2,4 2,1 de hijos por mujer, seguidos por Aymaras
Atacameño 1,9 2,3 2,0
y Yámanas.
PNI 2,0 2,0 2,0
TGF Nacional 2,1 2,1 2,1

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Estadísticas sobre pueblos


indígenas”. INE (2005).

Uno de cada 10 habitantes en zonas rurales es indígena.

Gráfico 6. Población indígena, no indígena y total por zona Los datos evidencian claras diferencias
de residencia (%).
en la concentración de la pi respecto de
la pni según áreas de residencia. Si bien
PNI 12,4 la mayoría de la pi habita en zonas ur-
PI
banas (64,8%), más de un 35,2% de la
35,2
pi vive en zonas rurales del país 7, en
PT 13,4 contraste con el 12,4% de la pni. En
términos absolutos, la pi representa el
0% 50% 100%
3,4% del total de población urbana en el
Urbana Rural país, y un 12% del total de la población
Fuente: INE (2005). rural.

6. “Esta tasa representa el número promedio de hijos que tendría una mujer en todo su período reproductivo (en
ausencia de mortalidad), si llegara a experimentar las tasas específicas y actuales de fecundidad”. Fuente: ine (2005).
7. Tal como reporta Guillermo Williamson, especialista en educación rural e intercultural, “Los límites entre lo urbano
y la ruralidad son plásticos, difusos, como un enmarañado de redes de relaciones que no tienen ni comienzo ni fin
preciso, el mundo rural se extiende por múltiples rutas al urbano”. En “Estudio sobre la educación para la población
rural en Chile”, 2004.
chile_ capítulo 1 31

La alta concentración relativa de etnias en zonas rurales, presenta distribuciones


similares en la composición por sexo, si se compara con la población no indígena
(53% de hombres y 47% de mujeres en zonas rurales para ambos grupos). Las
diferencias entre la pi y la pni se producen respecto de la composición por tramos
etáreos: entre los grupos indígenas se registra una mayor presencia de menores
de 15 y de adultos de 60 años y más, y una proporción más acotada de personas
en edades asimilables a la fuerza de trabajo 8.

Tabla 6. Población indígena, no indígena y total, según zona de residencia, por sexo y tramo de edad.

Zona Población Edad (tramos) % Sexo %


0-14 0-19 60 y más Hombres Mujeres

PNI Urbana 12.641.731 25,6 63,2 11,2 48,6 51,4


Rural 1.782.512 26,0 60,7 13,3 53,4 46,6
PI Urbana 448.382 25,8 66,7 7,5 49,0 51,0
Rural 243.810 28,2 57.6 14,2 53,0 47,0
PT Urbana 13.090.113 25,7 63,3 11,0 48,6 51,4
Rural 2.026.322 26,3 60,3 13,4 53,4 46,6

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Estadísticas sobre pueblos indígenas”, INE (2005).

La distribución de la pi por área de residencia es muy desigual según la región.


Mientras en la IX Región un 70,8% de la pi habita en zonas rurales, en la Región
Metropolitana, segunda en concentración de pi, el 98,4% habita en zonas urbanas.
Las mayores tasas de ruralidad intrarregional se concentran, después de la novena,
en las regiones X, VII y VIII 9.

El panorama por etnias es heterogéneo en relación a su distribución por área de


residencia. La población mapuche, que suma más del 87% de la pi en el país, tiene
la mayor concentración y proporción de personas residentes en zonas rurales, con
un 37,6%. Le sigue en importancia la etnia Aymara (representando el 7% de la pi),
con un 21,5% de población rural; Quechua, con un 19,3% de la población rural (1%
de la pi); la etnia Atacameña con un 17% de su población en esa condición y Colla,
con un 14,2% de población rural. Las etnias Yámana, Alacalufe y Rapanui presentan

8. Comportamiento presumiblemente atribuible a los procesos migratorios “campo-ciudad” en la búsqueda de mejores


condiciones económicas.
9. Para más detalle ver Anexos.
32 fundación equitas_ isees

porcentajes de ruralidad por debajo de la proporción nacional (13,2%, 12,5% y 7,7%


respectivamente).

Gráfico 7. Proporción de población rural por etnias, PI, PNI y total vs. distribución de la PI por etnia (%).

87,3
Mapuche
37,6

Aymara 7,0
21,5

0,9
Quechua
19,3

3,0
Atacameño
17,2

0,5
Colla
14,2

0,2
Yámana
13,2

0,4
Alacalufe
12,5

0,7
Rapanui
7,7

PI
35,2

PNI
12,4

PT
13,4

Etnia/PI Rural

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Estadísticas sobre pueblos indígenas”. INE (2005).

En el contexto rural, en todos los grupos étnicos


predominan los hombres.

Llama la atención que, en aquellos grupos étnicos donde la población rural es


numéricamente pequeña –como es el caso de los Rapanui, que no supera el 8%
y los Alacalufe (12,5%)–, se observan mayores brechas en la correspondencia de
hombres y mujeres (60% y 63,5% de hombres, respectivamente).
chile_ capítulo 1 33

4. Situación de los hogares en la población indígena 10

En Chile existen catastrados 245.495 hogares indígenas, representando un 5,9%


del total de hogares del país. Por tipo de hogar, los hogares indígenas presentan
en general características similares a los no indígenas, con leves diferencias tales
como una mayor proporción de hogares extensos y una menor proporción de
hogares unipersonales.

Gráficos 8 y 9. Población indígena y no indígena según tipo de hogar (%.)

Población indígena según tipo de hogar Población no indígena según tipo de hogar

3 6 3 6

24 22

9 12
58 57

Nuclear Unipersonal Extenso

Compuesto Sin núcleo

Fuente: INE (2005).

Más del 70% de los hogares con jefatura indígena está


encabezado por un hombre.

Existen 190.471 hogares cuyo jefe de hogar reconoce pertenecer a alguna etnia,
representando un 76% de los hogares indígenas del país. En este segmento, la
proporción de jefatura de hogar masculina alcanza al 70,8%. Sólo las etnias
Quechua, Atacameña, Aymara, y en especial la etnia Rapanui, presentan más altas
proporciones de jefatura de hogar femenina respecto a la pi y la pni.

10. Según el censo 2002, se considera “hogar indígena aquellos en los que el jefe o jefa de hogar, declaran pertenecer
a alguna de las ocho etnias incluidas en el cuestionario censal”. No obstante, en un sentido amplio y con el fin de
refinar la variable hogar, se consideran criterios que no incluyan solamente la pertenencia étnica del jefe de hogar;
es así como también se clasificaron como hogares indígenas aquellos en los cuales “el o la cónyuge/ esposo(a) o
conviviente/ pareja son indígenas, sin que necesariamente el jefe de hogar lo sea”. Fuente, Informe “Estadísticas de
pueblos indígenas”. ine (2005).
34 fundación equitas_ isees

Tabla 7. Composición por sexo de hogares con jefatura de hogar indígena, hogares no indígenas y total de hogares.

Etnia % Hombre % Mujer % Total (N)

Mapuche 71,5 28,5 165.545


Alacalufe 70,1 29,9 846
Colla 69,6 30,4 1.038
Yámana 69,5 30,5 482
Quechua 67,6 32,4 1.760
Atacameño 66,7 33,3 6.739
Aymara 66,1 33,9 13.823
Rapanui 57,8 42,2 1.238
Hogares jefatura indígena 70,8 29,2 190.471
Hogares indígenas 74,5 25,5 245.945
Hogares no indígenas 68,1 31,9 --
Total hogares país 68,5 31,5 --

Fuente: Datos tabulados a partir de informe “Estadísticas sobre pueblos indígenas”. INE (2005).
Chile_ 2

Perfil socioeconómico
de la población indígena
36 fundación equitas_ isees

capítulo 2_

Perfil socioeconómico
de la población indígena

Datos destacados

Según grupos de ocupaciones, la pi tiende a concentrarse en aquellos de menor


rango respecto de la pni. Ejemplo de ello es que un 25% se desempeña como
“trabajador no calificado”.

Los ingresos (autónomo y total) percibidos por los hogares indígenas son
notoriamente inferiores a los recibidos por los hogares no indígenas. En el año
2003, el ingreso total de los hogares no indígenas es un 35% superior al de los
hogares indígenas. Las diferencias también son significativas entre hogares indígenas
según su zona de residencia, donde el ingreso (autónomo) de los hogares urbanos
es en promedio 2,23 veces el ingreso de los hogares rurales.

A pesar de la significativa reducción de la pobreza e indigencia entre los años


1996 y 2003 (en 6,9%), cerca de uno de cada tres indígenas se encuentra aún bajo
la línea de la pobreza, incidencia muy superior a la experimentada por la pni
(18,1%). Por zona de residencia, la pi que habita en zonas rurales presenta mayores
niveles de pobreza e indigencia respecto de la pi urbana. Por regiones, la octava y
novena registran las más altas proporciones de pi pobre.

Esta condición de pobreza se manifiesta también en la gran concentración de


pi perteneciente a los quintiles de más bajos ingresos: dos de cada tres indígenas
pertenecen a los quintiles I y II. Los más afectados por esta condición son aquellos
que residen en zonas rurales, donde cuatro de cada cinco personas se ubican en
los quintiles I y II.

La desigualdad en las condiciones de vida de la pi y la pni se manifiesta con


claridad al comparar el índice de desarrollo humano (idh) de ambas poblaciones.
Para la etnia Mapuche, el idh equivale a un 87% del logro en desarrollo humano
de la pni, situación similar a la observada al considerar desagregadamente los
indicadores que componen el idh (educación, salud y, especialmente, ingresos).
chile_ capítulo 2 37

1. Características ocupacionales

Tabla 8. Fuerza de trabajo indígena y no indígena de 15 años


y más, por condición de actividad (%).

PI PNI La fuerza de trabajo activa agrupa, en


1996 2000 2003 1996 2000 2003
2003, al 55,9% de la pi mayor de 15 años.
Activa 57,0 54,4 55,9 54,4 55,6 57,1 De este grupo, un 49,9% se encuentra
Inactiva 43,0 45,6 44,1 45,6 44,4 42,9 ocupado y el 5,9% desocupado 11.
Total 100 100 100 100 100 100

Fuente: Datos obtenidos de CEPAL (2003) y MIDEPLAN (2005).

En la pi, una de cada cuatro personas se desempeña


como trabajador no calificado.

Tabla 9. Grupos de ocupaciones según condición étnica,


2003 (%).

Grupos de ocupaciones 2003


PNI PI
Existen importantes diferencias entre la
pi y pni en cuanto a su distribución por
FF.AA. 0,4 0,4 grupos de ocupaciones. La pni tiene ma-
Poder ejecutivo 6,3 4,9 yor participación en las ocupaciones de
Profesionales y científicos nivel superior 9,8 4,3 más prestigio y con mejores remunera-
Técnicos y profesionales nivel medio 8,4 5,8 ciones: el 24,5% se desempeña como
Empleados de oficina 9,2 6,4 “técnicos”, “profesionales o científicos”
Vendedores de comercio 13,8 10,6
o en “puestos ejecutivos”, participación
Agricultores y trabajadores calificados 5,9 17,9
que entre la pi llega sólo al 15%. El 59,8%
Oficiales, operarios y artesanos 15,6 16,3
se agrupa entre los “trabajadores no
Operadores y montadores 9,4 7,4
calificados”, los “agricultores y trabajado-
Trabajadores no calificados 20,8 25,6
res calificados” y como los “oficiales,
Sin clasificar 0,2 0,4
operarios y artesanos”.
Total 100 100

Fuente: MIDEPLAN (2005).

11. Este porcentaje es levemente superior al registrado por los activos no indígenas desocupados (5,5%).
38 fundación equitas_ isees

Ingresos de los hogares indígenas

Para efectos del análisis de los ingresos de los hogares, se consideran las dos
medidas utilizadas por la encuesta casen: el ingreso autónomo y el ingreso total
de los hogares 12. Al respecto, el año 2003 el ingreso total promedio de los hogares
indígenas fue de 355.296 pesos, un 18% superior al que percibían el año 2000. No
obstante, hay una brecha de 35% en comparación a los ingresos de los hogares no
indígenas, que en 2003 fueron, en promedio, de 550.630 pesos. La tendencia se
mantiene si comparamos ambos grupos en relación al ingreso autónomo del año
2003: 545.093 pesos en hogares no indígenas y 343.872 pesos en hogares indígenas.

Los datos de la casen muestran grandes desigualdades en los ingresos entre hogares
urbanos y rurales, siendo el saldo desfavorable para este último grupo. Esta brecha
se acentúa entre los hogares indígenas: un hogar indígena urbano percibe, en
promedio, 2,23 veces el ingreso (autónomo) de un hogar indígena rural. En ambas
zonas, los hogares indígenas presentan ingresos totales menores a los hogares no
indígenas: en los hogares rurales indígenas el ingreso total representa el 65% del
ingreso percibido por los hogares no indígenas, porcentaje que aumenta al 75%
en hogares urbanos.

Tabla 10. Ingresos promedios de los hogares indígenas y no indígenas, según zona urbano - rural ($ de noviembre 2003).

Rural Urbano Total


PI PNI PI PNI PI PNI

Ingreso autónomo 191.586 313.123 428.047 576.004 343.872 545.093


Ingreso total 212.654 325.358 434.140 580.648 355.296 550.630

Fuente: MIDEPLAN ( 2005).

Esta diferencia de ingresos promedio desfavorable a la pi se reproduce en 10 de


las 13 regiones del país. La excepción está dada por las regiones IV, XII y II, aunque
es necesario considerar que éstas reúnen sólo el 5,5% de la pi. Los ingresos más
bajos se registran en las regiones IX y X (188.110 pesos y 220.618 pesos, respecti-
vamente), donde se concentra más de la mitad de la población indígena del
país (52%) 13.

12. Los ingresos autónomos son los ingresos provenientes de la posesión de factores productivos, es decir, sueldos,
salarios, jubilaciones, utilidades e intereses. Para la estimación de los ingresos totales, la casen considera los ingresos
autónomos más las transferencias monetarias que reciben los hogares desde el Estado.
13. Para más detalle, ver Anexos.
chile_ capítulo 2 39

2. Ocurrencia de la pobreza entre individuos y hogares indígenas 14

Cerca de uno de cada tres indígenas es pobre o indigente.

Gráfico 10. Población indígena, no indígena y total según Las estimaciones de la encuesta casen
línea de pobreza, 1996 y 2003 (%).
2003 indican que la pobreza afecta en
PI 8,3 20,4 71,3 mayor medida a la pi (28,7%) que a la
2003

PNI 4,5 13,6 81,9 pni (18,1%), con una diferencia de 10


PT 4,7 14,1 81,2 puntos porcentuales respecto de la pobla-
PI 11,0 21,3 67,7 ción total del país en la misma situación
(18,8%). Esta brecha ha disminuido leve-
2000

PNI 5,4 14,7 79,9

PT 5,7 14,9 79,4


mente conforme se han reducido los
niveles de pobreza e indigencia de la pi,
PI 10,6 25,0 64,4
según las mediciones 1996, 2000 y 2003
1996

PNI 5,5 17,2 77,3


de la encuesta casen.
PT 5,7 17,5 76,8

0% 50% 100% La brecha es mayor al comparar la pro-


Situación respecto de la línea de pobreza porción de personas en situación de in-
Indigente Pobre no indigente No pobre digencia, estimándose un 8,3% para la
pi, cifra que casi duplica la de personas
Fuente: MIDEPLAN (2005).
de la pni en la misma situación (4,5%).

Gráfico 11. Población indígena según línea de pobreza, por Entre la población indígena, la pobreza
zona urbano-rural, 2003 (%).
es más extendida en las zonas rurales,
Urbana 6,0 21,0 73,0
llegando al 31,6%, más de cuatro puntos
porcentuales por encima de la proporción
Rural 12,3 19,3 68,4 de pobres indígenas residentes en zonas
urbanas. Esta diferencia se explica por la
0% 50% 100%
fuerte incidencia de la indigencia entre
Indigente Pobre no indigente No pobre los indígenas rurales, con cifras que du-
Fuente: MIDEPLAN (2005). plican las de sus pares urbanos.

14. Para el cálculo de esta variable, la encuesta casen utiliza el “método de ingreso” o “de línea de pobreza”.Los hogares
pobres son “aquellos cuyos ingresos no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas de sus integrantes ($43.712
en la zona urbana y $29.473 en las zonas rurales, en pesos a noviembre de 2003)”. La diferencia de líneas de corte
urbano y rural se debe a la diferencia de disponibilidad de ingresos monetarios en ambas zonas que le permitan
obtener el acceso a igual canasta básica. Para el desarrollo de esta caracterización, se tomaron en cuenta los resultados
y análisis de diversas investigaciones y estudios a partir de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica, casen,
aplicada los años 1996, 2000 y 2003. En 1996, por primera vez y de manera piloto, casen incluyó interrogantes para
proyectar y caracterizar la situación de la población indígena del país, donde se consultó a los encuestados por su
pertenencia a un pueblo indígena u originario, reconocido por la ley.
40 fundación equitas_ isees

La pi presenta niveles de pobreza rural y urbana mayores


a los pni.

La brecha entre la pni y la pi en situación de pobreza es mayor en las zonas rurales


que en las urbanas, registrándose una diferencia cercana al 14% entre ambos
grupos, sin variaciones entre el año 2000 y el año 2003. Esto, a pesar de la
disminución registrada en los porcentajes de pobreza e indigencia, tanto para la
pi como para la pni.

Gráficos 12 y 13.

Población rural indígena y no indígena Población urbana indígena y no indígena


según línea de pobreza (%) según línea de pobreza (%)

64,0 68,4 70,0


77,8 82,2 80,2 73,0 81,9

21,4 19,3 21,3 21,0


14,7 12,7 14,6 13,7
14,7 7,5 12,3 5,1 8,7 5,1 6,0 4,4
PI PNI PI PNI PI PNI PI PNI
2000 2003 2000 2003

Indigente Pobre no indigente No pobre

Fuente: MIDEPLAN (2005).

La reducción de la pobreza ha sido menor entre las


mujeres indígenas, entre quienes la incidencia es mayor.

El año 2003, entre las mujeres indígenas la incidencia de la pobreza alcanzó al


29,6%, porcentaje en el que la indigencia corresponde al 9%. Estas cifras, superiores
a las registradas por los hombres indígenas, evidencian además una menor reducción
de esta condición en el período 2000 a 2003: mientras la disminución de la pobreza
entre hombres fue de 4,5%, entre las mujeres sólo bajó 2,7% (ver Anexos).

Las regiones VIII y IX presentan las más altas


proporciones de pi pobre.

Tanto en el año 2000 como en 2003 es la población indígena residente en la zona


sur (regiones VIII a XII) la que presenta los mayores niveles de pobreza, situación
que se acentúa en las regiones octava y novena (47% y 39%, respectivamente).
chile_ capítulo 2 41

En la Región Metropolitana, polo importante de concentración para la pi, un 29%


está bajo la línea de pobreza. Si bien hay una disminución de la población en esta
situación respecto del año 2000 (32%), es en las regiones IV y VI donde esta
disminución es más acentuada.

Gráfico 14. Población indígena y no indígena en situación de pobreza (%) 2000 - 2003.

60

50

40

30

20

10

0
I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII R.M. Total

2000 PI 2000 PNI 2003 PI 2003 PNI

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL (2003) y base de datos CASEN (2003).

3. Población indígena según quintil de ingreso

En Chile dos tercios de la población indígena se ubica


en los estratos más pobres.

Un 62,9% de la pi se concentra en los quintiles de más bajos ingresos (I y II), cifra


que supera ampliamente a la proporción de pni en los mismos quintiles (44,5%).
Más aún, cerca del 40% de la pi se encuentra en el quintil más pobre (I). En cambio,
es baja la participación de la pi en los quintiles de ingreso superiores, alcanzando
apenas el 6,8% en el quintil de más altos ingresos (V). Esta distribución por quintiles
se ha mantenido relativamente estable desde 1996 a 2003 para ambos grupos de
población 15. Véase Gráfico 15.

La desfavorable distribución por quintiles de ingresos que afecta a la pi se agudiza


en la zona rural. En ella el 81,2% de la pi se concentra en los quintiles más bajos
de ingreso (I y II), agrupándose en el quintil más pobre el 60%. Véase Tabla II.

15. Para más detalles ver Anexos.


42 fundación equitas_ isees

Gráfico 15. Población indígena, no indígena y total según quintil de ingreso autónomo, 2003 (%).

PI 40,1 22,8 15,8 14,5 6,8

PNI 22,2 22,3 20,1 18,8 16,6

PT 23,2 22,3 19,9 18,6 16,1

0% 50% 100%

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V

Fuente: Datos obtenidos de CEPAL (2003) y MIDEPLAN (2005).

Tabla 11. Población indígena, no indígena y total por quintil de ingreso autónomo, zona urbano-rural, 2003 (%).

% Urbano % Rural
I II III IV V Total I II III IV V Total

PNI 19,8 21,6 20,6 20,1 18,0 100 40,0 27,2 16,9 9,5 6,4 100
PI 28,7 23,9 18,0 20,0 9,4 100 60,3 20,9 11,8 4,9 2,2 100
PT 20,1 21,7 20,5 20,1 17,7 100 43,1 26,3 16,1 8,8 5,7 100

Fuente: MIDEPLAN (2005).

Población indígena y desarrollo humano

Otro aporte a la caracterización de la pi es el índice de desarrollo humano (idh) 16,


utilizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud). Según
el último informe 17, Chile se ubica dentro del grupo de países con un nivel de
desarrollo humano “alto”, con un índice promedio de 0,725 (en una escala que
oscila entre 0 y 1).

Desagregando este índice, el valor idh más alto corresponde a salud (0,776),

16. Basado en el enfoque del mismo nombre, utilizado por el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
(pnud), utilizado para medir el progreso de los países en función de condiciones básicas que son comunes a todas
las sociedades: “Tener una vida larga y sana, poseer los conocimientos necesarios para poder comprender y relacionarse
reflexivamente con el entorno social, y poseer ingresos suficientes para tener un nivel de vida decente”. Operacionalmente,
el idh considera variables de salud (Tasa de Años de Vida Potencial Perdidos), educación (Alfabetismo de adultos
–25 años y más– , Media de escolaridad –25 años y más– y Cobertura educacional) e ingresos (Promedio del ingreso
per cápita de los hogares; ajustado, corregido por pobreza y corregido por coeficiente de gini). Fuente: “Las trayectorias
del desarrollo humano en las comunas de Chile (1994-2003)”, pnud (2005). www.pnud.cl
17. Ver en www.pnud.cl
chile_ capítulo 2 43

seguido por el idh correspondiente a educación (0,748), siendo el idh que considera
los ingresos el más bajo obtenido por Chile (0,650).

Si bien este tipo de indicadores no existe para el total de la pi, en el informe de


“Desarrollo humano para la Araucanía” 18 se evalúa la situación de la etnia Mapuche,
que representa el 87,7% de la pi en el país. Sus resultados muestran que “los niveles
de logro de desarrollo humano (de la población Mapuche) son inferiores en general
a la población que no declara pertenecer a ningún pueblo originario” 19.

Sobre la base de este estudio, se constatan diferencias en el idh agregado, que para
esta etnia representa el 87% del consignado para quienes pertenecen a la pni. Esta
diferencia, de 0,094 milésimas, es la misma que en el ranking de desarrollo
humano del 2002 separa a Chile de Paraguay, o a Irlanda de Chile.

Por otro lado, la etnia Mapuche presenta logros inferiores a los conseguidos entre
la pni en los tres componentes del indicador global, donde la mayor disparidad se
presenta en el componente ingresos (0,657 entre la pni y 0,524 para la etnia
Mapuche).

La diferencia en los logros educativos entre ambas poblaciones es de 0,084 milésimas


(0,806 en la pni, sobre 0,722 entre la etnia Mapuche), siendo este componente
el que más contribuye al mejor logro relativo del indicador global, y de 0,065
milésimas en los logros en salud (0,745 para la pni, sobre 0,680 en la etnia
Mapuche), presentando este último componente la menor brecha entre ambos
grupos. Véase Gráfico 16.

Consistente con los resultados arrojados por los datos de la casen y el ine, quienes
declaran pertenecer a la etnia Mapuche en las regiones VIII, IX, X y R.M. presentan
logros en desarrollo humano menores a los de la población total de las mismas
regiones. Además, la personas de la etnia Mapuche residentes en la IX Región
presentan el menor nivel relativo de logro (0,582), en una región que registra uno
de los menores índices de desarrollo humano en el país. Esta situación mejora
para la etnia Mapuche en las regiones X (0,615), VIII (0,682) y R.M. (0,708). Véase
Tabla 12.

18. Realizada por la ufro-pnud (2003).


19. “Informe de desarrollo humano para la Araucanía” (2003).
44 fundación equitas_ isees

Gráfico 16. Población Mapuche, no indígena y total por IDH total y desagregado.

0,642
IDH 0,736
0,725

0,722

IDH Educación 0,806


0,748

0,680
IDH Salud 0,745

0,776

0,524
IDH Ingresos 0,657
0,650

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8

Población Mapuche PNI PT

Fuente: Datos obtenidos de UFRO- PNUD (2003) y PNUD (2004).

Tabla 12. IDH regional para el total de la población y etnia Mapuche.

Región IDH regional 2003 Ranking regional IDH 2003 IDH etnia Mapuche 2002

I 0,731 3 S/I
II 0,729 4 S/I
III 0,716 7 S/I
IV 0,717 6 S/I
V 0,719 5 S/I
VI 0,689 9 S/I
VII 0,675 13 S/I
VIII 0,686 10 0,682
IX 0,679 12 0,582
X 0,681 11 0,615
XI 0,711 8 S/I
XII 0,733 2 S/I
R.M. 0,760 1 0,708
Total 0,725 -- 0,642

Fuente: Datos obtenidos de UFRO- PNUD (2003) y PNUD (2004).


Chile_ 3

Indicadores educacionales
de la población indígena
46 fundación equitas_ isees

capítulo 3_

Indicadores educacionales
de la población indígena

Datos destacados

La “brecha educativa” existente entre la pi y la pni se manifiesta tanto en las


mayores tasas de analfabetismo como en los menores niveles de instrucción formal
(especialmente en el nivel secundario y superior). Asi mismo, son indicativos de
esta brecha los peores resultados obtenidos por quienes proceden de comunas con
mayor concentración de pi en las pruebas estandarizadas en los distintos niveles
educacionales y de acceso a la educación superior .

Como establece el informe de “Políticas educativas en atención a la diversidad


cultural” de la unesco (2005), “Con frecuencia, estos fenómenos, lesivos para la
formación integral de los jóvenes indígenas” generan respuestas sociales como la
repitencia o la deserción escolar, “frente a las barreras culturales generadas por el
modelo educacional”. Por tanto, “es frecuente en ellos la carencia de una formación
técnico-profesional completa, lo que incide en el acceso a trabajos no especializados
y mal remunerados. Generalmente, las mujeres se incorporan en el mercado laboral
como empleadas domésticas y los hombres como panificadores u obreros de la
construcción (Grebe, 1998)”*.

* Informe de “Políticas educativas en atención a la diversidad cultural” de la unesco (2005).


chile_ capítulo 3 47

1. Analfabetismo, niveles de instrucción y años promedio de educación

Casi una de cada diez personas mayor de 10 años que


declara pertenecer a alguna etnia es analfabeta.

Según los datos del censo 2002, la tasa de analfabetismo en Chile para la población
de 10 años o más es de un 4,2%. Al desagregar este dato según adscripción a alguna
de las ocho etnias consideradas, la cifra aumenta drásticamente a un 8,2% para la pi.

Las mayores tasas de analfabetismo las registran las etnias Mapuche, Alacalufe y
Yámana. Sólo la etnia Rapanui presenta una tasa de analfabetismo inferior al
promedio nacional y al de la pni.

Las mujeres representan el 61% de la población indígena


analfabeta.

La proporción de analfabetismo es mayor entre las mujeres indígenas, siendo la


brecha de 3,6 puntos porcentuales respecto de los hombres. Esta brecha desfavorable
para las mujeres se reproduce en casi todas las etnias, a excepción de la Colla (-0,2)
y Rapanui (-0,6).

Tabla 13. Tasa de analfabetismo de la población indígena, no indígena y total mayor de 10 años.

Etnia Hombres Mujeres Ambos sexos Brecha % Mujeres analfabetas

Alacalufe 5,0 8,1 6,4 3,0 56,3


Atacameño 3,1 6,3 4,6 3,2 65,3
Aymara 3,2 8,0 5,6 4,8 71,9
Colla 4,8 4,6 4,8 -0,2 45,8
Mapuche 6,9 10,5 8,7 3,6 60,0
Quechua 3,1 6,2 4,7 3,1 67,6
Rapanui 3,9 3,3 3,6 -0,6 47,8
Yámana 5,5 6,0 5,7 0,5 S/I
Población indígena 6,5 10,0 8,2 3,6 60,6
Población no indígena 4,1 4,0 4,0 0,1 50,6
Población total 4,2 4,2 4,2 0 51,5
Diferencial (PI-PNI) 2,4 6,0 4,2 -- --
% de PI analfabeta (PI+PNI=100) 4,7 10,5 8,9 -- --

Fuente: Adecuación de datos obtenidos de INE (2005).


48 fundación equitas_ isees

La tasa de analfabetismo empeora entre las mujeres residentes en zonas rurales,


alcanzando el 19%. La mejor situación relativa la exhiben los hombres indígenas
urbanos, quienes presentan la menor proporción de analfabetismo entre la población
indígena total (3,4%) 20.

Tabla 14. Analfabetismo de la población indígena y no Revisando la información disponible por


indígena, por grupos quinquenales de edad. grupos de edad se observa que, tanto la
brecha entre la pni y la pi como las tasas
Tramos de edad PI PNI Brecha
(años)
de analfabetismo de esta última, tienden
a reducirse entre los grupos más jóvenes.
10-14 4,5 3,6 0,9
15-19 1,3 0,9 0,4
20-24 1,7 1,0 0,7 Niveles de instrucción
25-29 1,9 1,2 0,7
30-34 3,0 1,9 1,1 Los niveles de instrucción alcanzados 21
35-39 4,6 2,7 1,9
por la población de cinco años o más
40-44 6,3 3,0 3,3
45-49 7,4 3,4 4,0
evidencian importantes diferencias entre
50-54 12,3 4,9 7,4 la pi y la pni. Un 5,6% de la pi se encuen-
55-59 18,6 7,0 11,6 tra sin instrucción (categoría “nunca
60-64 24,4 9,8 14,6
asistió” de la tabla), más que duplicando
65-69 30,7 11,5 19,2
70-74 35,1 12,9 22,2
a la proporción de pni en la misma situa-
75-79 42,0 15,8 26,2 ción (2,5%).
80 y más 46,5 16,9 29,6
La brecha educacional entre la pi y la pni
Fuente: Adecuación de datos obtenidos de INE (2005).
se refleja también en sus respectivos
niveles de estudio: 51,6% de la pi tiene sólo educación básica, proporción signifi-
cativamente mayor al 40% de la pni en la misma situación. Este dato es consistente
con lo observado en los niveles siguientes, en los cuales la proporción de la pi
representada es siempre menor a la de la pni.

La tendencia desfavorable para la pi se exacerba respecto de la educación superior,


nivel en el cual la tasa alcanzada corresponde a menos de la mitad de la registrada
por la pni (7,9% y 16,8%, respectivamente).

Respecto de la situación por sexo, son las mujeres quienes presentan menores
niveles de instrucción registrando, además, un alto porcentaje relativo de población
sin estudios formales (7,1%) y menores tasas de acceso a la educación media. Esta

20. Para más detalles, ver Anexos.


21. El ine entiende por nivel de instrucción “el nivel más alto de instrucción a que haya llegado la persona en el sistema
regular de instrucción del país, o su equivalente”. Naciones Unidas (1970), en censo 2002.
chile_ capítulo 3 49

tendencia se acentúa entre las mujeres pertenecientes a la etnia Mapuche la que,


en general, registra los peores niveles de estudio.

Tabla 15. Niveles de estudio de la población indígena, no indígena y total, por sexo (%).

Población de 5 Nunca Pre- Dife- Básica Media Superior Total


años y más (N) asistió básica rencial

Ambos sexos Alacalufe 2.437 4,8 4,3 0,5 45,2 32,6 12,6 100
Atacameño 19.589 4,2 4,0 0,4 42,1 35,4 13,9 100
Aymara 44.521 4,6 4,3 0,4 40,0 36,8 13,9 100
Colla 2.988 4,3 4,3 0,6 38,6 35,8 16,4 100
Mapuche 559.496 5,8 4,7 0,4 53,2 28,8 7,0 100
Quechua 5.774 3,9 4,4 0,3 38,9 36,6 15,9 100
Rapanui 4.213 2,0 5,0 0,3 36,9 36,7 19,1 100
Yámana 1.551 4,1 4,6 0,7 43,6 32,3 14,7 100
PI 640.569 5,6 4,7 0,4 51,6 29,8 7,9 100
PNI 13.324.790 2,5 4,1 0,4 40,0 36,3 16,8 100
PT 13.965.359 2,7 4,1 0,4 40,5 36,0 16,4 100
Hombres Alacalufe 1.333 3,4 3,9 0,4 44,8 33,5 14,1 100
Atacameño 10.130 3,0 4,1 0,4 41,5 36,5 14,4 100
Aymara 22.147 2,8 4,3 0,4 39,7 37,9 14,8 100
Colla 15.85 4,2 4,2 0,6 37,3 35,7 18,1 100
Mapuche 281.642 4,3 4,7 0,5 53,7 29,7 7,2 100
Quechua 2.829 2,8 4,3 0,4 37,6 37,3 17,6 100
Rapanui 2.044 2,1 5,4 0,2 38,8 34,8 18,6 100
Yámana 807 3,7 4,5 0,9 44,2 30,6 16,1 100
PI 322.517 4,1 4,6 0,5 51,9 30,6 8,2 100
PNI 6.539.179 2,4 4,1 0,5 39,6 35,9 17,4 100
PT 6.861.696 2,5 4,2 0,5 40,2 35,7 17,0 100
Mujeres Alacalufe 1.104 6,6 4,9 0,5 45,7 31,6 10,7 100
Atacameño 9.459 5,4 4,0 0,4 42,7 34,2 13,4 100
Aymara 22.374 6,3 4,3 0,3 40,3 35,7 13,1 100
Colla 1.403 4,5 4,4 0,6 40,1 35,9 14,5 100
Mapuche 277.854 7,3 4,7 0,4 52,8 28,0 6,8 100
Quechua 2.945 5,1 4,4 0,2 40,2 35,9 14,3 100
Rapanui 2.169 1,9 4,6 0,4 35,1 38,5 19,5 100
Yámana 744 4,4 4,8 0,5 42,9 34,1 13,2 100
PI 318.052 7,1 4,7 0,4 51,3 28,9 7,6 100
PNI 6.785.611 2,6 4,0 0,4 40,3 36,6 16,1 100
PT 7.103.663 2,8 4,0 0,4 40,8 36,3 15,8 100

Fuente: INE (2005).


50 fundación equitas_ isees

En la pi mayor de 15 años, aproximadamente uno de cada


diez personas no tiene instrucción alguna.

Gráfico 17. Nivel de instrucción de la población indígena y Considerando sólo a la población que
no indígena, mayor de 15 años, 2003 (%).
compone la fuerza de trabajo, según es-
timaciones de la encuesta casen 2003
Sup. 6,9
Completa un 9,2% de la pi mayor de 15 años no
2,0
tiene instrucción alguna, cifra que duplica
5,6
Sup.
Incompleta
el 4,6% registrado para la pni. Por otro
2,5
lado, sólo un 2% de la pi logró finalizar
Media 23,0 la educación superior (universidad, cft
completa 15,2
o ip), en contraste con el 6,9% de la pni
Media 20,6 que la concluyó.
incompleta 17,1

Básica 14,7 En la pi entre 16 y 29 años, el promedio


completa 16,1 de años de estudio aprobados 22 es inferior
Básica 24,4 en 1,3 puntos respecto del indicador en
incompleta 37,7 la pni. En el tramo de edad de 50 y más,
Sin educ. 4,6 el promedio de años de estudio para la
formal 9,2 pi es 2,9 puntos menos que el promedio en
PI PNI
la pni. Tanto en la pi como en la pni se
observa la llamada “brecha intergenera-
Fuente: MIDEPLAN (2005). cional” 23, siempre mayor entre los indígenas.

Tabla 16. Promedio de años de estudio de la población indígena, no indígena y total, de edades de 16 a 29 años y de 50 y más.

Tramos de edad Brecha


16 a 29 años 50 años y más

PNI Total 11,2 7,5 3,7


Hombre 11,1 7,9 3,2
Mujer 11,3 7,2 4,1
PI Total 9,9 4,6 5,3
Hombre 9,8 5,2 4,6
Mujer 9,9 4,0 5,9
PT Total 11,1 7,4 3,7
Hombre 11,0 7,8 3,2
Mujer 11,2 7,1 4,1

Fuente: Datos obtenidos de INE (2005).

22. Corresponde al número total de años de estudios aprobados en la enseñanza regular en los distintos niveles.
23. ine (2005).
chile_ capítulo 3 51

2. Educación primaria y secundaria

Tabla 17. Logro educacional (primaria completa) para la


población entre 15 y 19 años, PI y PNI.

Indicador %
Educación primaria

% de personas de 15 a 19 años Según estimaciones de la encuesta casen


con al menos primaria completa 97,0
2003, en Chile la tasa neta de matrícula
% de personas de 15 a 19 años de educación primaria de la pni es de
con al menos primaria completa (PI) 95,4
91,8% 24, porcentaje que alcanza al 93%
% de personas de 15 a 19 años
con al menos primaria completa (PNI) 97,1
entre la pi.
% de personas de 15 a 19 años
con al menos primaria completa (Rural) 93,3 En cuanto a los logros educacionales en
% de personas de 15 a 19 año este nivel, estos alcanzan cotas muy altas
con al menos primaria completa (Quintil I ) 94,5 –siempre por sobre el 93%– para los
% de personas de 15 a 19 años con al menos prima- diversos grupos considerados, situación
ria completa (Quintil V) 99,0
que es compartida por la pi: la población
% de personas de 15 a 19 año indígena entre 15 y 19 años que finalizó
con al menos primaria completa (Pobre) 94,5
la educación primaria asciende al 95,4%,
% de personas de 15 a 19 año
con al menos primaria completa (Indigente) 92,8 sin diferencias importantes respecto de
la pni.
Fuente: PRIE-UNESCO (2005).

Educación secundaria25

Mientras en el nivel primario no existen diferencias significativas entre


la tasa de cobertura para la pi y pni, en el nivel secundario
la brecha entre ambas es cercana al 9%.

La tasa neta de matrícula en el nivel secundario es de un 61,8% en la pi 26, mientras


que entre la pni esta proporción se eleva al 70,6%. Al desagregar los datos de
cobertura esta brecha se mantiene y las cifras sitúan a la pi consistentemente por
debajo de la pni en todas las variables consideradas (sexo, zona de residencia e
ingresos). Véase Tabla 18.

24. La Cobertura en el nivel primario o tasa neta de matricula para el nivel primario corresponde a la fracción de la
población entre 6 y 11 años que es atendida en el nivel educativo primario. Para la construcción del indicador,
conceptualmente se considera que: “La educación primaria se circunscribe a los 6 primeros años de educación formal
reconocidos. La edad oficial de inicio de la educación primaria es de 6 años y de finalización es de 11 años”.
Fuente: prie, unesco (2005).
25. El sistema de educación “secundaria alta” es de carácter obligatoria y su duración mínima exigida es de 4 años.
26. La Cobertura en el nivel secundario alto o tasa neta de matrícula en el nivel secundario alto corresponde a la
fracción de la población entre 13 y 17 años que es atendida en el nivel educativo secundario alto o educación media.
52 fundación equitas_ isees

Tabla 18. Tasa de cobertura en el nivel secundario alto para Se observan también diferencias signifi-
la población indígena y no indígena, según sexo, zona de
residencia y quintil de ingreso, 2003 (%).
cativas al interior de la propia pi: respecto
de la cobertura de la educación secundaria
por sexo, los hombres registran tasas
PI PNI
inferiores a las de las mujeres del mismo
Total 61,8 70,6
grupo (58,4% y 64,7%, respectivamente).
Sexo Hombre 58,4 69,1
Mujer 64,7 72,2 Según zona de residencia, las diferencias
Zona Rural 53,9 60,4 son aún más importantes, resultando la
Urbana 67,1 72,1 cobertura de la pi residente en zonas ru-
Quintil de ingreso I 57,7 62,0 rales más de 13 puntos porcentuales por
II 65,9 68,0 debajo de la alcanzada por la pi urbana
III* 62,9 73,6 (53,9% y 67,1%). En el quintil de menores
IV* 58,6 79,1 ingresos la tasa de cobertura para la pi es
V* 87,6 81.3 de un 57,7%, porcentaje que salta al 65,9%
en el quintil inmediatamente superior.
* Quintiles III, IV y V presentan muestras escasas para la PI.

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CASEN (2003).

En la finalización del nivel secundario la brecha entre la


pi y la pni alcanza el 14,6%.

En relación a los logros en educación secundaria, solamente un 51,8% de la pi


entre 20 y 24 años de edad logra finalizar este nivel, porcentaje que sube hasta el
66,4% entre la pni.

Tabla 19. Logro educacional (secundaria completa) para la población entre 20 y 24 años, PI y PNI.

Indicador %

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa 65,7

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa (PI) 51,8

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa (PNI) 66,4

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa (hombres) 64,6

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa (mujeres) 66,8

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa (rural) 35,8

% de personas de 20 a 24 años con al menos secundaria completa (urbano) 70,2

Fuente: PRIE-UNESCO (2005).


chile_ capítulo 3 53

Tabla 20. Años de estudio alcanzado por la población


indígena entre 20 y 29 años (%).

Edad Años de estudio (%) Total (%)


10 o 11 a 13 a 16 y
menos 12 15 más Según el censo 2002 la población indíge-
Hombre 20 - 24 47,5 35,6 12,7 4,2 100
na entre 20 y 29 años es la que alcanza
25 - 29 53,7 27,1 12,3 7,0 100
más años de estudio, particularmente, en
Mujer 20 - 24 45,9 35,8 13,5 4,8 100 comparación con los grupos de mayor
25 - 29 52,7 27,8 12,8 6,7 100 edad de la misma población.
Total PI 20 - 24 46,8 35,7 13,1 4,5 100
25 - 29 53,0 27,4 12,6 6,8 100

Fuente: INE (2005 ).

3. Resultados educacionales de la población indígena (pruebas estandarizadas)

Educación básica

Para efectos de este análisis se utilizan los resultados del simce 27 2004, aplicado
a los estudiantes de 8º básico. Ese año, las pruebas que integran la evaluación
fueron rendidas por 282.496 estudiantes de 5.614 establecimientos educacionales
(97% del total de estudiantes del citado nivel). Los resultados nacionales muestran
una leve mejoría en los promedios de las cuatro pruebas, aunque no significativa
estadísticamente, en relación con los resultados de esta aplicación para la misma
cohorte educacional en el año 2000.

Las comunas con más alta proporción de pi tienen puntajes promedio


inferiores en las pruebas simce que aquellas que presen-
tan menor concentración de pi comunal, tanto en educa-
ción básica como en media.

Como forma de aproximación a los resultados educacionales de la población


indígena, se relacionan los puntajes promedio comunales en las pruebas simce
2004 de Lenguaje y comunicación y de Matemáticas, con el porcentaje de pi comunal.

27. El simce, Sistema de Medición de la Calidad de la Educación, es una de las principales herramientas informativas
y evaluativas de la calidad de la educación en nuestro país. Consiste en una prueba que se aplica a nivel nacional, cada
año, a todos los alumnos del país en cierto nivel, que va rotándose entre 4º básico, 8º básico y 2º medio. En ésta se
evalúan los objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios del marco curricular. La prueba que se aplica
es la misma para todos los establecimientos del país. Las pruebas (4) corresponden a Lenguaje y comunicación,
Matemáticas, Estudio y comprensión de la sociedad y Estudio y comprensión de la naturaleza.
54 fundación equitas_ isees

Tabla 21. Resultados promedio de las pruebas de Lenguaje y Matemáticas SIMCE 2004 (8º básico), según comunas y categorizadas
por proporción de PI comunal.

PI Comunal Comunas(N) Promedio Lenguaje Promedio Matemáticas

Más del 30% 26 228* 232**


Entre 10 y 29,9% 43 243 244
Entre 0 y 10% 270 245 247
Total comunal 339 244 246

* Test Anova significativo (p<0,01).


** Diferencias estadísticamente significativas (p<0,01).

Fuente: Elaboración propia datos MINEDUC (2004) e INE (2005).

Las comunas con más alta proporción de pi tienen puntajes promedio inferiores
en ambas pruebas que aquellas que presentan menor concentración de pi comunal.
La diferencia es estadísticamente significativa.

Calculando la correlación estadística 28 entre los valores promedio comunales en


los resultados de las pruebas de Lenguaje y comunicación y de Matemáticas aplicadas
el año 2004, con la proporción de pi para cada comuna del país, se observa que
ésta tiene un valor de -0,345 (0,34, en valor absoluto) para la prueba de Lenguaje
y comunicación y de -0,265 (0,26 en valor absoluto) para la prueba de Matemáticas,
ambas estadísticamente significativas 29. Sin ser estas correlaciones perfectas su
fuerza relativa indica que, cuanto más aumenta la proporción de pi en una comuna,
es más probable que ésta reduzca sus puntajes promedio en las pruebas de Lenguaje
y Matemáticas. Si consideramos solamente las comunas con pi mayor al 5%, la
correlación para los resultados en la prueba de Lenguaje sube a -0,560, y a -0,395
para los resultados de la prueba de Matemáticas, es decir, la fuerza de la relación
aumenta.

El Gráfico 18 expone resumidamente la relación entre puntaje promedio simce


(Lenguaje) y concentración de pi comunal. Obsérvese que las comunas de las
regiones IX, I y X son las que contribuyen en mayor medida a la configuración de
esta relación, pues ellas aglutinan a las comunas con bajos resultados en el simce
y alta proporción de pi comunal. Como ejemplo de ello, el gráfico muestra la recta
de mejor ajuste para representar la relación entre porcentaje de pi comunal y

28. Test de pearson para variables continuas.


29. p< 0,01.
chile_ capítulo 3 55

Gráfico 18. Correlación entre resultados promedio SIMCE Lenguaje y % de PI en 339 comunas del país.

Región
300
I
Promedios comunales SIMCE Lenguaje

280 II
III
260 IV
V
VI
240
VII
VIII
220 IX
X
200 XI
XII
Comunas con alta PI y SIMCE bajo el promedio R Sq Linear= 0,429
180 R.M.

0 20 40 60 80

% PI comunas

Fuente: Elaboración propia datos MINEDUC (2003) e INE (2005).

resultados promedio en el simce para las comunas de la IX Región (R2 = 0,42),


donde se concentra mayoritariamente población de la etnia Mapuche.

Los resultados son indicativos de una “brecha étnica” en el rendimiento académico


entre estudiantes de básica indígenas y no indígenas, consistente con lo planteado
en el estudio “Brecha étnica e influencia escolar de los pares en el rendimiento
escolar” (Noe, Rodríguez et al.; 2005) 30. Según esta investigación 31, la “brecha
étnica”se explicaría por las “características de los hogares de los estudiantes –como
la educación de los padres y su ingreso per cápita–, y por “la influencia de los
pares”. Respecto a este último efecto, los autores comprueban que “tener compañeros
con buen rendimiento académico y de la misma etnia mejora el rendimiento
individual, tanto de los indígenas como de los no indígenas. Los resultados de este
estudio confirman además que “los estudiantes no indígenas (4º básico) superan
claramente a los indígenas en relación a los puntajes obtenidos en el simce” 32.

30. Noe, Rodríguez et al., “Brecha étnica e influencia escolar de los pares en el rendimiento escolar” (2005), serie Políticas
sociales, División de desarrollo social, cepal, pág. 5.
31. Basa su análisis en las características de los hogares de los estudiantes de 4º básico que rindieron el simce en el
año 1999.
32. Op. Cit. pág. 21.
56 fundación equitas_ isees

Educación media

El año 2003 el simce fue aplicado a 243.151 estudiantes de 2º medio (lo que equivale
a un 94,9% de asistencia). Al comparar los resultados promedios nacionales con
la prueba aplicada a los segundos medios en el año 2001, no se observan cambios
significativos. Los resultados de la aplicación en el año 2003 muestran que el valor
promedio nacional es de 253 puntos en la prueba de Lenguaje y comunicación y
de 246 puntos en la prueba de Matemáticas. Al desagregar los puntajes según nivel
socioeconómico, estos mejoran conforme aumenta el nivel socioeconómico del
estudiante y disminuyen en los niveles socioeconómicos más bajos.

Tabla 22. Resultados promedio de las pruebas de Lenguaje y Matemáticas SIMCE 2003 (2º medio), según comunas y categorizadas
por proporción de PI comunal*.

PI Comunal Comunas (N) Promedio Lenguaje Promedio Matemáticas

Más del 30% 22 228** 221***


Entre 10 y 29,9% 37 241 230
Entre 0 y 9,9% 248 240 232
Total comunal 307 239 230

* Test Anova significativo (p<0,05).


** Diferencias estadísticamente significativas (p<0,01).
*** Diferencias estadísticamente significativas (p<0,05).
Fuente: Elaboración propia datos MINEDUC (2003) e INE (2005).

En aquellas comunas que presentan una proporción de pi mayor al 30%, los


promedios comunales del simce son notoriamente inferiores a los promedios de
las comunas que presentan una menor proporción de pi y muy distantes del
promedio comunal (239 en Lenguaje y 230 en Matemáticas).

La correlación existente entre el porcentaje de pi comunal y resultados en la prueba


de Lenguaje simce es de -0,124 y entre el porcentaje de pi comunal y resultados
simce en Matemáticas es de -0,118 33. Estos valores sugieren una relación negativa
entre estas dos variables. La fuerza de la correlación aumenta al considerar solamente
a las comunas con una concentración de pi mayor al 5%, llegando a –0,361 respecto
de la prueba de Lenguaje y a –0,322 para los resultados de la prueba de Matemáticas.

Ejemplo de esto es lo que se observa en el gráfico 19: la recta de mejor ajuste relaciona

33. Ambos estadísticos al nivel p>0,05.


chile_ capítulo 3 57

Gráfico 19. Correlación entre resultados promedio SIMCE Lenguaje y % de PI en 307 comunas del país.

Región
320
I
Promedios comunales SIMCE Lenguaje

300 II
III
280 IV
V
VI
260
VII
VIII
240 IX
X
220 XI
XII
R Sq Linear= 0,32
200 R.M.

0 10 20 30 40 50 60 70

% PI comunal

Fuente: Elaboración propia datos MINEDUC (2003) e INE (2005).

los puntajes promedio de la prueba simce de Lenguaje con las comunas de la IX


Región que concentran mayor proporción de pi.

Acceso a educación superior: PSU

El sistema de ingreso a la educación superior en Chile exige el cumplimiento de


una serie de etapas, siendo la primera de ellas la rendición de la Prueba de Selección
Universitaria o psu. Además de servir como examen de ingreso para las universidades
del Consejo de Rectores y la mayoría de las universidades privadas, la psu es
requisito obligatorio para acceder a becas del Estado y a las diversas modalidades
de financiamiento público o con aval estatal.

Según los datos proporcionados por el Departamento de Evaluación, Medición y


Registro Educacional (demre) de la Universidad de Chile 34, se inscribieron para
completar este requisito el año 2005 un total de 182.761 personas, de las cuales
176.314 (96%) rindieron efectivamente las pruebas obligatorias de Lenguaje y
Matemáticas. De éstas, completaron el proceso de postulación 77.765 (43%),

34. Compendio estadístico proceso de admisión año académico 2006, Vicerrectoría de Asuntos Académicos; Universidad
de Chile.
58 fundación equitas_ isees

Tabla 23. Evolución de los inscritos (proceso de admisión 2006) según tipos de establecimiento (N).

Tipo de establecimiento Total inscritos Rinden Postulan Seleccionados

Municipal 75.734 72.339 28.398 21.787


Subvencionado 79.849 77.638 34.562 25.402
Particular 24.797 24.050 14.537 10.965

Fuente: Elaboración propia a partir de informes DEMRE (2006).

resultando seleccionadas 58.329 (32%). Los efectivamente matriculados sumaron


un total de 46.798 (26%).

Sólo el 38 % de los inscritos procedentes de establecimientos municipales postulan


a las universidades, siendo seleccionados el 29%.

Entre los inscritos de establecimientos subvencionados las cifras de postulantes


aumentan a 43% y las de seleccionados a 32%. Para los egresados de colegios
particulares los porcentajes llegan a 59% y 44%, respectivamente.

En cuanto a las 26 comunas con pi mayor al 30%, el número de inscritos sólo


alcanza a 1.319 personas. Lo reducido de la cifra es parcialmente atribuible a las
altas tasas de ruralidad de estas comunas -sólo tres presentan tasas por debajo del
50%- y su reducido tamaño (15 de ellas tienen menos de 10.000 habitantes y sólo
una más de 50.000) 35.

De los escasos inscritos, más del 92% rindió la psu 2005, proporción algo menor
a la registrada a nivel agregado. Las mayores diferencias se producen respecto de
la cifra de postulantes, que se reduce a 361 personas (27%), de las cuales sólo 304
resultaron seleccionadas por las universidades (23%), porcentajes muy por debajo
de los registrados para el conjunto de los inscritos, incluso para los procedentes
de establecimientos municipales.

En estas comunas la evolución de los inscritos favorece a los egresados del sistema
municipal, quienes suman el 60% del total de inscritos, siendo el resto de
establecimientos subvencionados.

35. Para más detalles, ver Anexos.


chile_ capítulo 3 59

Tabla 24. Evolución de los inscritos (proceso de admisión 2006) según establecimiento en comunas PI>30% (N).

Tipo de establecimiento Total inscritos Rinden Postulan Seleccionados

Municipal 790 727 238 200


Subvencionado 529 486 123 104
Total 1.319 1.213 361 304

Fuente: Elaboración propia a partir de informes DEMRE (2006).

De modo ilustrativo, a continuación se presentan los resultados promedio comunales


de esta prueba aplicada en el año 2005 36 a egresados de la enseñanza media
científico-humanista diurna, para las comunas clasificadas según su proporción
de pi y segmentados por tipo de dependencia del establecimiento educacional de
egreso.

Tabla 25. Resultados comunales promedio de la prueba PSU 2005 (admisión 2006), según comunas categorizadas por proporción
de PI comunal y dependencia educacional.

Tipo de establecimiento PI comunal Comunas (N) Rinden (N) Promedio comunal

Municipal Más del 30% 17 477 425


Entre el 10 y 29,9% 33 2.667 453
Entre 0 y 9,9% 227 29.980 432
Total comunal 277 33.124 434
Subvencionado Más del 30% 4 101 390
Entre el 10 y 29,9% 16 3.002 511
Entre 0 y 9,9% 137 38.376 493
Total comunal 157 41.479 492
Pagado Más del 30% -- -- --
Entre el 10 y 29,9% 3 529 584
Entre 0 y 9,9% 74 16.345 583
Total comunal 77 16.874 583
Puntaje promedio comunal 474

Fuente: Elaboración propia a partir de informes DEMRE (2006) e INE (2005).

36. Consideraremos sólo la prueba de Lenguaje y comunicación aplicada a los alumnos de la promoción del año, es
decir, a los egresados de enseñanza científico humanista diurno en diciembre del año 2005.
60 fundación equitas_ isees

Aunque la interpretación sea sólo cualitativa 37, los datos indican que en aquellas
comunas con alta proporción de pi (es decir, mayor al 30%), tanto egresados de
establecimientos municipales como de subvencionados consiguen los peores
rendimientos en la prueba, si estos resultados los comparamos con sus respectivos
grupos de referencia.

37. Dada la escasa cantidad de comunas con más de 30% de pi con jóvenes que rinden la psu representadas en la tabla,
la interpretación de los resultados presentados deben realizarse con precaución, sólo a modo indicativo.
Chile_ 4

Acceso a la educación superior


62 fundación equitas_ isees

capítulo 4_

Acceso a la
educación superior

Datos destacados

La expansión de la educación superior ha sido significativa en nuestro país en


los últimos años, tanto en términos de oferta educativa como de matrícula de
alumnos. A la par de este crecimiento, ha sido notable en el país el aumento en
la cobertura en este nivel para la población entre 18 y 24 años. Si en 1990 solamente
un 16% de este grupo cursaba estudios superiores, hoy la proporción se ha duplicado,
llegando al 37,5%. Subsisten, sin embargo, desigualdades importantes si conside-
ramos la cobertura por quintil de ingreso: ésta alcanza un 14,5% para quienes
pertenecen al quintil I, muy por debajo de la tasa observada entre quienes pertenecen
al quintil más rico (V), que registra una participación del 73,7% en 2003.

Las desigualdades persisten al comparar los indicadores de cobertura de la


población no indígena entre 18 y 24 años del país respecto del mismo segmento
de edad en la población indígena. Si la cobertura en educación superior alcanza
un 37,5% para la población del país, en la población indígena ésta es de un 26,3%,
estableciéndose una brecha de 11,2 puntos porcentuales entre ambos grupos.

En términos globales, podemos observar que en todos los indicadores de


participación en educación superior presentados, la población indígena presenta
tasas inferiores a la población no indígena o total, quedando en evidencia nuevamente
la “brecha educacional” existente entre ambos conjuntos de la población.
chile_ capítulo 4 63

1. Características generales del sistema de educación superior

El actual sistema de educación superior chileno (ses) se estructura a partir de las


reformas que en materia educacional fueron llevadas a cabo en los años 1981 y
1982 durante el régimen militar, las que aumentaron la matrícula en este nivel
educacional (Elacqua, et. al., 2006). En esos años se dictaron leyes que posibilitaron
la apertura de nuevas universidades y, también, de otros centros de formación
superior: los centros de formación técnica (cft) y los institutos profesionales (ip)
(Bernasconi y Rojas, 2003).

A la fecha existen 229 instituciones oficialmente reconocidas de muy variada


naturaleza. Según tipo de formación que ofrecen, 117 corresponden a cft, 48 son
ip y 64 universidades. La totalidad de los cft y los ip, además de 48 universidades
son instituciones privadas, quedando sólo 16 universidades en cuya propiedad
participa en algún grado el Estado.

Esta vasta oferta de educación superior es resultado del rápido incremento en el


número de instituciones educativas a partir del año 1981 y hasta 1990. De ocho
instituciones iniciales, todas ellas universidades, pasamos a 302 al final de esa
década. Con el retorno a la democracia, la cifra ha tendido a ajustarse gradualmente
a la baja, mostrando cierta estabilidad hacia el año 2005.

Gráfico 20. Instituciones de educación superior, evolución 1980 - 2005.

302
270
240
229
157 161
81 127 116
117
111 60 73 64 64
23 70
8 60 48
23
1980 1986 1990 1995 2000 2005

Total CFT IP Universidades

Fuente: Elaboración propia datos División de Educación Superior, Compendio de la Educación Superior (2003) y PIIE (2006).

Además del aumento en el número total de instituciones, otro aspecto importante


en la ampliación de la cobertura de la educación superior ha sido el sostenido
crecimiento de las sedes regionales a lo largo de todo el país. Según los datos de
la Comisión de Acreditación de Pregrado –cnap, al año 2003 existía un total de
64 fundación equitas_ isees

532 sedes de instituciones de educación superior. De éstas, 238 corresponden a


sedes de universidades derivadas (aquellas que, desde 1980, se crean en las regiones
de Chile a partir de las sedes de las ocho universidades tradicionales existentes en
ese momento) y de universidades privadas autónomas. Las sedes imparten,
principalmente, programas de pregrado, regulares 38 y no regulares.

Tabla 26. Sedes por tipo de institución que imparten programas regulares y no regulares conducentes a títulos profesionales
y técnicos de nivel superior de pregrado.

Universidades Consejo Rectores Universidades privadas IP CFT Total


Tradicionales Derivadas Autónomas No autónomas

Instituciones 8 17 23 14 52 113 227


Sedes 30 101 87 20 111 183 532
Sedes/Instituciones 3,75 5,94 3,78 1,42 2,13 1,61 2,34

Fuente: CNAP (2003).

El aumento en el número de instituciones de educación superior y el posterior


aumento en el número de sedes educacionales corresponderían, según análisis del
pnud, al primer y segundo gran ciclo de crecimiento del ses. Actualmente estaríamos
en presencia de un tercer gran ciclo, esta vez “asociado con procesos de diversificación
de la oferta programática tanto a nivel de pregrado como de los postítulos y de los
postgrados” (pnud, 2005).

Gráfico 21. Matrícula de pregrado por tipo de institución, 1990 - 2004.


594.247

423.557

249.482
131.702 106.758
77.774
63.932
40.006

1990 2004

Total CFT IP Universidades

Fuente: DIVESUP (2004).

38. Los regulares son aquellos a los cuales se accede vía Prueba de Selección Universitaria (psu)/ Prueba de Aptitud
Académica (paa), y cuentan con régimen diurno presencial permanente y con requisitos de graduación normales. Los
programas no regulares no presentan algunas de estas características.
chile_ capítulo 4 65

Estos tres grandes ciclos configuran un nuevo escenario donde el crecimiento


explosivo de la matrícula en instituciones de educación superior ha sido la tónica:
aumentó en un 238% en el período 1990–2004 debido, principalmente, a la
expansión de la matrícula universitaria que, en 2004, representaba el 71% de la
matrícula total de pregrado (pnud, 2005).

La expansión de la matrícula ha permitido una mayor cobertura del ses, siendo la


tasa bruta de escolaridad para el conjunto del sistema de un 31% en el grupo de
18 a 24 años de edad en 2004 y de 22% para el subsistema universitario en el
mismo segmento etáreo.

2. Estructura de financiamiento de la educación superior

Actualmente, el financiamiento de la educación superior en Chile es mixto, con


un componente público y otro privado. El financiamiento estatal lo entrega, en lo
fundamental, el Ministerio de Educación, a través de diversos programas y depen-
dencias institucionales. Los fondos que asigna directamente el Ministerio de
Educación son: Aporte Fiscal Directo (afd), Aporte Fiscal Indirecto (afi) y Ayudas
Estudiantiles (crédito universitario y becas) constituyendo, estas tres primeras, el
85% de los recursos fiscales entregados por el mineduc.

También existe el Fondo de Desarrollo Institucional (fdi), Programa mecesup,


donaciones, fortalecimiento de la formación inicial de docentes y convenio Univer-
sidad de Chile. Por otra parte, a través de la Comisión Nacional de Investigación
Científica y Tecnológica (conicyt) se distribuyen aportes destinados a financiar
las tareas de investigación (básica y aplicada) y el perfeccionamiento de los recursos
académicos de las instituciones educativas.

La fuente privada de financiamiento corresponde, principalmente, a pagos de


matrícula y aranceles que deben cancelar los alumnos durante el desarrollo de sus
estudios. Esto incluye a las universidades tradicionales que concentran el financia-
miento directo del Estado, las que antes de la reforma de los años ochenta impartían
educación gratuita.

El establecimiento de aranceles que deberían reflejar el costo real de la docencia y el


beneficio privado que representa la formación profesional, fue compensado por las
mencionadas ayudas estudiantiles, consistentes en un sistema de préstamos con cargo
a fondos públicos recientemente re-estructurado (Fondo solidario y crédito corfo) y
un sistema de becas del Estado dirigidas a los estudiantes de menores recursos.
66 fundación equitas_ isees

Tabla 27. Estructura del financiamiento público de la educación superior.

Tipo de financiamiento Descripción

1. Aporte fiscal directo (AFD) Recursos públicos cuyo monto global es anualmente consignado en la ley de presupuesto
del sector público. Tienen acceso al AFD las universidades del Consejo de Rectores, las
derivadas de la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado. Se asigna según
criterios históricos (conforme al porcentaje que recibían las universidades tradicionales
con anterioridad a 1981) y de desempeño. Es importante destacar que el AFD ha crecido
en un 73% real en el período 1990-2003.

2. Aporte fiscal indirecto (AFI) Recursos públicos distribuidos entre las instituciones públicas o privadas acreditadas según
el número de alumnos con mejores puntajes en la Prueba de Selección Universitaria - PSU
matriculados. El AFI ha caído en términos reales en un 13% en el periodo 1990 - 2003,
pasando de representar un 18% del aporte fiscal a la educación superior el año 1990, a
sólo un 7% en el año 2003.

3. Ayudas estudiantiles Fondo Solidario de Crédito Universitario


Creado en 1981 para otorgar créditos blandos a los estudiantes que no disponían de
recursos para pagar los aranceles en las universidades con subsidio estatal (universidades
tradicionales). Es administrado por las propias universidades y su volumen depende de
los recursos fiscales aprobados en la ley de presupuestos.

Becas
Desde principios de los años noventa se viene desarrollando un programa de becas para
estudiantes de bajos ingresos, destinado a cubrir parcial o totalmente el pago de los
aranceles. La implementación de este programa supuso un importante apoyo al crédito
universitario, puesto que este último ha demostrado ser insuficiente frente a las fuertes
demandas de financiamiento de los estudiantes en el sistema.

Crédito CORFO
Es un sistema de crédito administrado por bancos comerciales a partir de fondos provistos
y garantizados por el Estado a través de CORFO. A diferencia del crédito universitario, no
tiene carácter contingente a los ingresos futuros de los alumnos, sino que es contingente
a sus ingresos presentes (o de sus familias). Por esta razón, los créditos se destinan a
alumnos de familias de ingresos medios y altos que puedan proveer las garantías o avales
que requieren los bancos (los créditos anuales tienen un tope de 150 UF).

4. Fondos concursables MECESUP y FDI


Los recursos estatales provistos por el programa MECESUP y el Fondo de Desarrollo
Institucional (FDI) son parte de los fondos competitivos, implementados por el Estado a
partir de la década de los noventa, para mejorar la calidad de la educación superior. Estos
fondos han estado disponibles, principalmente, para las universidades del Consejo de
Rectores y, en menor medida, para los IP y CFT. En este caso, cambia la modalidad a través
de la cual se hacen llegar los recursos, pero se mantiene el criterio de que los recursos
públicos se destinan a apoyar a las universidades públicas.

Fondos de investigación
El financiamiento para la investigación ocupa el tercer lugar de importancia entre las
fuentes de recursos a las que acceden las universidades. Durante el período 1990 - 2003,
el financiamiento para investigación se duplicó, pasando a constituir un 17% del financia-
miento general de la educación superior. Gran parte de los recursos para investigación
son canalizados por CONICYT, y los principales ítems de asignación de recursos que entrega
son el FONDECYT y el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (FONDEF).

Fuente: Elaboración propia a partir de informaciones PNUD (2005) y PIIE (2006).


chile_ capítulo 4 67

Tabla 28. Estructura del financiamiento privado de la educación superior.

Tipo de financiamiento Descripción

1. Aranceles La implementación de los aranceles supuso uno de los mayores cambios en la historia del
sector, al traspasar los costos de la educación superior desde el Estado a las familias de los
estudiantes. Este cambio ha significado, según cifras del Banco Mundial (1998), que el
pago que las familias efectúan a las universidades (pago de los aranceles) constituya un
36% de los ingresos corrientes de las universidades públicas chilenas.

En el país existen distintas vías para que las empresas realicen donaciones con beneficios
2. Donaciones tributarios a las instituciones de educación superior. En dos de ellas, el donante privado
puede descontar de impuestos hasta el 50% del monto de la donación efectuada, la que
está afecta a ciertos límites.

Fuente: Elaboración propia a partir de informaciones PNUD (2005).

Gasto en educación superior

A partir de 1990, el gasto en educación, tanto público como privado, aumenta


significativamente. Entre 1990 y 2002 el gasto público en educación creció un
80%, pasando de representar un 2,4% del pib en 1990 a 4,3% del pib en 2002.
El gasto privado, por su parte, pasa de un 1,6% del pib en 1990 a 3,3% en 2002
(pnud, 2005).

Actualmente, el país destina aproximadamente 0,7% del pgb a la educación


superior (piie, 2006) y ha estado incrementando de manera importante el valor
absoluto de sus aportes a este nivel edu-
Tabla 29. Proporción relativa de gasto público y privado por
cacional. De hecho, entre los años 1990
nivel educacional y gasto anual por alumno en educación
por nivel educacional (en US$ equivalente según Paridad y 2003, el aporte fiscal a la educación
Poder Adquisitivo –PPA– referencia año 2002).
superior pasó de $ 110 millones a $ 239
Educación Todos los
millones (en miles de pesos de 2004), lo
Superior niveles cual significa una tasa de crecimiento en
el aporte fiscal a educación superior en
% Gasto público por nivel 19,6 56,3 este período de un 117%, en términos
Gasto público en US $ equivalente 1.353 7.241
reales. A pesar de este salto, los datos del
% Gasto privado por nivel 80,4 43,7
pnud indican que el aumento global en
Gasto privado en US $ equivalente 5.548 5.621
el gasto en educación superior sigue sien-
Gasto total –por alumno– por nivel
educacional en US $ equivalente
do explicado, principalmente, por el in-
según PPA 6.901 12.862 cremento en el gasto privado.

Fuente: Programa Mundial de Indicadores, WEI (2004).


El año 2004, el gasto público en educa-
68 fundación equitas_ isees

Gráfico 22. Distribución del gasto en educación superior, ción superior equivalía sólo al 19,6% del
según fuente de financiamiento (%).
total del gasto en ese sector. La participa-
45
ción de los privados en este nivel es la
36 más importante comparada con su aporte
Gasto
privado
13 en todos los niveles educacionales.
6

El gasto en educación superior se concen-


85
14
tra, principalmente, en las universidades.
Gasto
1 Entre éstas, son las pertenecientes al
público
0 Consejo de Rectores las que concentran
la mayor parte del gasto público. El grueso
CFT IP U. privadas del gasto privado se distribuye entre uni-
U. Consejo de Rectores
versidades públicas y privadas.
Fuente: Cenda (2001).

3. Cobertura de la educación superior

Según la encuesta casen, la cobertura de la educación superior registró entre los


años 1990 y 2003 un importante crecimiento, pasando de 16% a 37,5% 39. Esta gran
expansión abarca a todos los segmentos socioeconómicos, aunque son los jóvenes
de hogares de mayores ingresos quienes más se han incorporado a este nivel.

En estos trece años, la cobertura entre los jóvenes del V quintil se elevó del 40,2%
a 73,7%, no obstante que en el mismo período los jóvenes de los hogares más
pobres (I quintil) sólo pasaron de 4,4% a 14,5%. De acuerdo a estas cifras, la brecha
de cobertura entre ambos quintiles se ha ampliado de 35,8 a 59,2 puntos porcentuales
en este período. El año 2003, un joven del quintil más pobre tenía cinco veces
menos posibilidades de entrar a la universidad que un joven de un hogar del quintil
más rico.

Los avances en términos de cobertura de la educación superior han permitido


reducir la brecha entre hombres y mujeres en 0,8 puntos porcentuales. En 1990
un 18,1% de los hombres y sólo un 14,3% de las mujeres cursaba estudios superiores.
En 2003 la cobertura alcanza a un 39,1% de los hombres y a 36,1% de las mujeres.

39. La cobertura en educación superior se obtiene del cuociente entre el total de matrícula existente en educación
superior y la “población total ajustada”. La “población total ajustada” se calcula con la población que tiene entre 18 y
24 años, a la que se debe sumar la matrícula de extraedades de educación superior, menos la matrícula de educación
básica, media y educación especial de la población entre 18 y 24 años, por estar estos alumnos atendidos por otros
niveles del sistema. Fuente: mideplan (2005).
chile_ capítulo 4 69

Gráfico 23. Cobertura de educación superior por quintil de ingreso autónomo per cápita del hogar, 1990 y 2003 (%).

100

80 73,7

60 46,4
37,5
40 32,8 40,2
21,2
20 14,5
7,8 21,3 16,0
4,4 12,4
0
I II III IV V Total

Quintil de ingreso autónomo

1990 2003

Fuente: Elaboración propia a partir de datos SITEAL (2006) y PNUD ( 2005).

Tabla 30. Cobertura de educación superior por quintil de ingreso autónomo nacional (*), por sexo, período 1990-2003.

Quintil de ingreso autónomo nacional


Sexo Año I II III IV V Total

Hombre 1990 5,5 8,5 15,1 23,5 41,2 18,1


2003 14,7 20,4 32,8 46,6 75,4 39,1
Mujer 1990 3,6 7,0 9,5 20,4 40,1 14,3
2003 14,6 22,4 33,4 47,2 71,4 36,1

* Comprende matrícula universitaria y no universitaria.


Fuente: Elaboración propia a partir de datos MIDEPLAN 1990 y 2003.

La disminución de la brecha se explica por los importantes avances de las mujeres


en todos los quintiles. En cuatro de ellos –con excepción del quintil más rico– las
diferencias en la cobertura han desaparecido o se han invertido a favor de las mujeres.

A pesar de los avances, la ampliación de la cobertura no ha implicado variaciones


significativas en la composición socioeconómica de la matrícula de la educación
superior durante el período comprendido entre 1990 y el año 2000. (siteal, 2006).

En diez años, la representación de los estudiantes del I y II quintil de ingreso aumentó


solamente un 1%. Paralelamente, quienes provienen de familias ubicadas en el 40%
más rico de la población (quintiles IV y V) disminuyeron su representación en 0,6%.
70 fundación equitas_ isees

Tabla 31. Composición de los estudiantes de educación superior (*), según quintil de ingreso per cápita familiar (IPCF).

1990 1996 2000

Porcentaje en el I quintil de IPCF 5,0 5,4 5,5


Porcentaje en el II quintil de IPCF 9,9 11,1 10,0
Porcentaje en el III quintil de IPCF 17,2 15,0 17,3
Porcentaje en el IV quintil de IPCF 27,3 26,2 26,3
Porcentaje en el V quintil de IPCF 40,5 42,3 40,9

* Comprende matrícula universitaria y no universitaria.

Fuente: SITEAL (2006).

Las diferencias en el acceso la educación superior según los ingresos del hogar de
procedencia se expresan no sólo en la cobertura sino, también, en la participación
segmentada que las personas de los distintos quintiles tienen en los distintos
subsistemas en el nivel analizado. Según Larrañaga, estas diferencias se explican,
en parte, por la altísima correlación entre nivel socioeconómico y los puntajes en
las pruebas de selección universitaria –paa/psu– (pnud 2005).

Tabla 32. Cobertura educación superior año 2003, según institución y quintil de ingreso.

I II III IV V VI

Universidades 6,2 10,7 17,0 26,1 39,9 100


Univ. tradicionales 7,0 13,6 19,3 26,8 33,3 100
Univ. privadas 4,9 5,9 13,2 25,0 51,0 100
IP 6,3 12,8 22,4 30,4 28,2 100
CFT 16,0 22,5 26,9 17,1 17,5 100

Fuente: PNUD (2005).

Los quintiles más altos (IV y V) están fuertemente ligados a la educación universitaria,
con una baja participación en niveles técnicos, situación que se invierte en los
quintiles más bajos (I y II).
chile_ capítulo 4 71

4. Participación de la población indígena en la educación superior

La brecha de cobertura en educación superior entre la


población indígena y la población total es de 11,2%.

Según los datos de la encuesta casen 2003, la cobertura en educación superior


para la población indígena entre 18 y 24 años es de un 26,3%, cifra 11,2 puntos
porcentuales inferior a la cobertura alcanzada por la población total del país en el
mismo tramo de edad (37,5%).

Por sexo, la cobertura entre las mujeres indígenas es mayor a la de los hombres
de la misma población (27,9% y 24,9%, respectivamente), situación inversa a la
registrada a nivel promedio para la población total, aunque afín a la registrada en
los cuatro quintiles de ingreso en los que se ubica más del 93% de la población
indígena (I al IV).

Gráfico 24. Cobertura en educación superior para la población indígena y población total del país, según sexo, 2003 (%).

37,5
Total 26,3

36,1
Mujer
27,9

Hombre 39,1
24,9

PI PT

Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos CASEN (2003) y datos MIDEPLAN (2003).

A modo de referencia, el nivel de cobertura en educación superior alcanzado por


la población indígena entre 18 y 24 años se sitúa en el rango de cobertura alcanzado
por la población del país perteneciente a los quintiles de ingreso II y III en el año
2003 (21,2% en el quintil II y 32,8% en el quintil III).

En resumen, la participación de la pi en la educación superior es notoriamente


inferior respecto de la pni o de la pt, considerando tanto los indicadores de
instrucción superior como los de cobertura educacional.
72 fundación equitas_ isees

Tabla 33. Resumen de indicadores de participación de la PI y PNI en la educación superior (%).

Indicador Edad población PI PNI

Nivel de instrucción superior (censo 2002) 5 años o más 7,9 16,8


Nivel de instrucción superior (CASEN 2003) 15 años o más 4,5 12,5
Nivel de instrucción superior (CASEN 2003) Entre 18 y 24 años 26,3 37,5 *

* Corresponde al dato para la población total.

Fuente: Elaboración propia.


Chile_ 5

Consideraciones finales
74 fundación equitas_ isees

capítulo 5_

Consideraciones finales

De acuerdo a los datos recopilados para este informe, la población


indígena de nuestro país presenta, en la gran mayoría de los indica-
dores sociodemográficos, socioeconómicos y educacionales consi-
derados, comportamientos disímiles, y en muchos aspectos desfa-
vorables, en relación con la población no indígena.
chile_ capítulo 5 75

Las etnias del país se caracterizan por ser en general, en términos demográficos,
una población más joven y con mayor tasa de ruralidad que la pni, concentrándose
principalmente en las regiones IX, R.M., X y VIII. Por otro lado, los hogares
indígenas presentan una alta incidencia de la jefatura de hogar masculina, compa-
rados con los hogares no indígenas.

Participan en categorías ocupacionales de menor rango, presentando menores


ingresos relativos por hogar, respecto de la pni, lo que ayuda a configurar un
contexto negativo en términos socioeconómicos: 1 de cada 3 indígenas está bajo la
línea de pobreza y 2 de cada 3 se ubican en los quintiles más bajos de ingreso (I y
II), situación bastante desfavorable en relación a lo observado entre la pni. Esto
configura una “brecha social” entre ambos grupos.

Esta “brecha social” explicaría, en gran medida, la “brecha educativa” existente


entre la pi y la pni, la que se manifiesta de diversas maneras: tasas de analfabetismo
más altas, menores niveles de instrucción y resultados inferiores en las pruebas
estandarizadas en los distintos niveles educacionales, incluyendo los de acceso a
la educación superior, para quienes pertenecen a alguna etnia.

La información presentada constituye el marco de referencia para comprender


el difícil camino que la población indígena y, en especial, los más jóvenes, deben
emprender si quieren lograr acceder adecuada y oportunamente a la educación
superior, un importante instrumento para la movilidad social y la superación de
la pobreza y de las desigualdades sociales existentes entre este grupo y la pni.
Efectivamente, los indicadores de participación en educación superior (instrucción
en el nivel superior y cobertura) evidencian esta dificultad, pues la población
indígena presenta tasas considerablemente inferiores a las registradas por la
población no indígena.

Adicionalmente, el levantamiento de los datos incorporados en este informe


releva la urgencia de profundizar en el conocimiento de esta realidad desfavorable
para la población indígena, pues las fuentes consultadas son acabadas pero
insuficientes, sobre todo en materia educacional, para la adecuada caracterización
de este grupo. Esto implica favorecer el desarrollo de investigaciones sobre esta
población e inculcar entre las instituciones de investigación, desarrollo o evaluación
educacional, variables de etnicidad o raza como referentes de análisis importantes.
76 fundación equitas_ isees

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chile_ anexos 79

anexos_
Cuadro 1. Distribución de la población indígena (PI), según etnia y porcentaje respecto del total de la población (PT).

Etnia Población (N) respecto a PI (%) respecto a PT (% )

Alacalufe 2.662 0,4 0,02


Atacameño 21.015 3,0 0,10
Aymara 48.501 7,0 0,30
Colla 3.198 0,5 0,02
Mapuche 604.349 87,3 4,00
Quechua 6.175 0,9 0,04
Rapanui 4.647 0,7 0,03
Yámana 1.685 0,2 0,01
Total PI 692.192 100 4,60

Fuente: INE (2005).

Cuadro 2. Población indígena por regiones: incidencia de las mujeres y residencia en las zonas rurales.

Región PI regional (N) PI mujeres/PI región (%) PI Rural/PI región (%) PI rural/PT rural región (%)

I 49.089 49,6 21,8 42,0


II 23.230 49,0 14,6 29,6
III 7.538 44,6 15,4 5,3
IV 5.194 46,8 14,2 0,6
V 18.838 49,4 6,6 1,0
VI 10.573 44,5 24,4 1,1
VII 8.557 45,4 33,5 0,9
VIII 53.907 49,2 31,9 5,2
IX 203.950 49,5 70,8 51,4
X 102,093 48,5 52,9 15,9
XI 8.119 47,8 20,7 9,4
XII 9.650 50,2 7,7 6,6
R.M. 191.454 51,3 1,6 1,6
PI 692.192 49,6 35,2 12,0
PNI 14.424.243 50,8 12,4 --
Total país 16.116.435 50,7 13,4 --

Fuente: INE, 2005.


80 fundación equitas_ isees

Cuadro 3a. Composición de la población indígena, no indígena y total por grupos de edad en número (N).

Población
Grupos de edad (años) PI PNI PT

0–4 51.623 1.099.453 1.151.076


5–9 63.246 1.253.352 1.316.598
10 – 14 69.646 1.352.806 1.422.452
15 – 19 61.897 1.218.192 1.280.089
20 – 24 56.089 1.145.337 1.201.426
25 – 29 59.353 1.133.371 1.192.724
30 – 34 61.304 1.138.887 1.200.191
35 – 39 57.626 1.177.374 1.235.000
40 – 44 48.628 1.083.130 1.131.758
45 – 49 37.913 866.753 904.666
50 – 54 31.575 727.428 759.003
55 – 59 25.278 578.696 603.974
60 – 64 21.204 478.698 499.902
65 – 69 17.037 382.250 399.287
70 – 74 12.779 335.339 348.118
75 – 79 8.103 211.228 219.331
80 – 84 4.792 132.362 137.154
85 – 89 2.633 72.497 75.130
90 – 94 1.000 27.396 28.396
95 – 99 407 8.612 9.019
100 – 104 44 769 813
105 y más 15 313 328
Total 692.192 14.424.243 15.116.435

Cuadro 3b. Composición de la población indígena, no indígena y total por grupos de edad en porcentaje (%).

Población
Grupos de edad (años) PI PNI PT

0–4 7,5 7,6 7,6


5 – 14 19,2** 18,1 18,1
15 – 29 25,6 24,2 24,3
30 – 44 24,2 23,6 23,6
45 – 59 13,7* 15,1 15,0
60 y más 9,8 11,4 11,4
Total 100 100 100

* Menor proporción respecto a PNI.


** Mayor proporción respecto de PNI.

Fuente: Datos tabulados a partir de informe INE (2005).


chile_ anexos 81

Cuadro 4. Población indígena, no indígena y total por regiones según grupos de edad (%).

I 27 64 9

II 27 64 9

III 25 65 10

IV 25 67 8

V 23 67 10

VI 26 67 6

VII 27 65 8

VIII 29 62 9

IX 29 59 13

X 27 61 12

XI 31 61 8

XII 31 64 6

R.M. 24 69 7

PI 27 63 10

PNI 26 63 11

PT 26 63 11

0% 50% 100%

0 - 14 años 15 -59 años 60 años y más

Fuente: INE (2005).


82 fundación equitas_ isees

Cuadro 5. Ingresos promedios de los hogares indígenas y no indígenas, por regiones ($ de noviembre 2003).

Región PI regional Ingreso autónomo PI Ingreso autónomo PNI

I 49.089 406.312 536.252


II 23.230 576.665 572.106
III 7.538 360.244 396.291
IV 5.194 645.444 424.183
V 18.838 348.143 410.796
VI 10.573 300.278 368.265
VII 8.557 295.381 367.803
VIII 53.907 220.618 391.599
IX 203.950 188.110 426.818
X 102.093 252.388 424.916
XI 8.119 322.706 530.552
XII 9.650 611.160 591.666
R.M. 191.454 505.947 712.265
Total 692.192 343.872 545.093

Fuente: Elaboración propia a partir de la base de datos CASEN (2003).

Cuadro 6. Población indígena, no indígena y total según línea de pobreza, 1996 y 2003 (%).

Situación respecto a la línea de pobreza


Año medición Indigente Pobre no indigente No pobre Total

PI 1996 10,6 25,0 64,4 100


2000 11,0 21,3 67,7 100
2003 8,3 20,4 71,3 100
PNI 1996 5,5 17,2 77,3 100
2000 5,4 14,7 79,9 100
2003 4,5 13,6 81,9 100
PT 1996 5,7 17,5 76,8 100
2000 5,7 14,9 79,4 100
2003 4,7 14,1 81,2 100

Fuente: Datos obtenidos de CEPAL (2003) y MIDEPLAN (2005).


chile_ anexos 83

Cuadro 7. Población indígena, no indígena y total según línea de pobreza, por zona urbana–rural, 2000 y 2003 (%).

2000 2003
Zona Situación PI PNI PT PI PNI PT

Urbana Indigente 8,7 5,1 5,2 6,0 4,4 4,4


Pobre no indigente 21,3 14,6 14,9 21,0 13,7 14,0
No pobre 70,0 80,2 79,9 73,0 81,9 81,5
Total 100 100 100 100 100 100
Rural Indigente 14,7 7,5 8,3 12,3 5,1 6,2
Pobre no indigente 21,4 14,7 14,9 19,3 12,7 13,8
No pobre 64,0 77,8 79,9 68,4 82,2 80,1
Total 100 100 100 100 100 100
Fuente: MIDEPLAN (2005).

Cuadro 8. Población indígena, no indígena y total según línea de pobreza, por sexo, 2000 y 2003 (%).

2000 2003
Zona Situación PI PNI PT PI PNI PT

Mujer Indigente 11,1 5,6 5,8 9,0 4,5 4,8


Pobre no indigente 21,2 14,7 15,0 20,6 13,8 14,2
No pobre 67,7 79,7 79,2 70,4 81,6 81,0
Total 100 100 100 100 100 100
Hombre Indigente 10,8 5,3 5,5 7,5 4,4 4,5
Pobre no indigente 21,4 14,6 14,9 20,2 13,4 13,8
No pobre 67,8 80,1 79,9 72,3 82,2 81,7
Total 100 100 100 100 100 100

Fuente: MIDEPLAN (2005).

Cuadro 9. Población indígena, no indígena y total por quintil de ingreso autónomo, 2000 y 2003 (%).

PI PNI PNT
Quintil 1996 2000 2003 1996 2000 2003 1996 2000 2003

I 42,4 41,2 40,1 22,1 22,7 22,2 23,0 23,5 23,2


II 22,8 24,1 22,8 22,0 22,4 22,3 22,1 22,5 22,3
III 16,6 17,4 15,8 20,0 20,4 20,1 19,8 20,3 19,9
IV 11,9 11,4 14,5 18,9 18,2 18,8 18,6 17,9 18,6
V 6,27 5,8 6,8 17,0 16,3 16,6 16,5 15,8 16,1
Total 100 100 100 100 100 100 100 100 100

Fuente: Datos obtenidos de CEPAL (2003) y MIDEPLAN (2005).


84 fundación equitas_ isees

Cuadro 10. Población indígena, no indígena y total por línea de pobreza, según región 1996, 2000 y 2003 (%).

PI PNI PT
Pobres No pobres Pobres No pobres Pobres No pobres
Región 1996 2000 2003 1996 2000 2003 1996 2000 2003 1996 2000 2003 1996 2000 2003 1996 2000 2003

I 34,0 31,6 20,7 66,0 68,4 79,3 20,3 18,9 18,2 79,7 81,1 81,8 21,6 20,9 18,5 78,4 79,1 81,5

II 21,0 12,9 5,0 79,0 87,1 95,0 16,5 13,9 11,7 83,5 86,1 88,3 16,6 13,9 11,4 83,4 86,1 88,6

III 34,2 12,3 23,0 65,8 87,7 77,0 26,3 23,7 24,3 73,7 76,3 75,7 26,5 23,7 24,3 73,5 76,4 75,7

IV 27,0 49,4 8,9 73,0 50,5 91,1 30,3 24,9 21,9 69,7 75,1 78,1 30,5 25,2 21,7 69,5 74,8 78,3

V 10,3 17,3 27,0 89,7 82,8 73,0 22,4 19,2 19,2 77,6 80,8 80,8 22,2 19,2 19,3 77,8 80,8 80,7

VI 14,7 35,3 15,3 85,3 64,7 84,7 26,6 20,6 19,0 73,4 79,5 81,0 26,4 20,7 18,9 73,6 79,4 81,1

VII 30,7 15,6 22,1 69,3 84,4 77,9 32,5 25,4 23,2 67,5 74,6 76,8 32,5 25,3 23,1 67,5 74,7 76,9

VIII 52,3 31,7 47,0 47,7 68,3 53,0 33,3 26,9 27,4 66,7 73,1 72,6 33,9 27,1 27,9 66,1 72,9 72,1

IX 41,6 42,1 38,7 58,4 57,9 61,3 34,3 29,4 25,1 65,7 70,6 74,9 36,4 32,7 29,0 63,6 67,3 71,0

X 43,2 34,9 28,7 56,8 65,1 71,3 30,9 23,4 20,4 69,1 76,6 79,6 32,2 24,7 21,7 67,8 75,3 78,3

XI 36,6 25,7 27,4 63,4 74,3 72,6 20,8 13,3 12,2 79,2 86,7 87,8 21,9 14,4 14,3 78,1 85,7 85,7

XII 15,6 30,4 33,7 84,4 69,7 66,3 13,3 9,6 9,5 86,7 90,4 90,5 13,3 10,9 12,0 86,7 89,1 88,0

R.M. 19,6 20,5 18,7 80,4 79,6 81,3 14,7 16,0 13,3 85,3 84,0 86,7 14,8 16,1 13,5 85,2 83,4 86,5

Total 35,6 32,3 28,7 64,4 67,7 71,3 22,7 20,1 18,1 77,3 79,9 81,9 23,2 20,6 18,8 76,8 79,4 81,2

Fuente: Elaboración propia a partir de CEPAL (2003) y base de datos CASEN (2003).
chile_ anexos 85

Cuadro 11. Evolución de los inscritos (proceso de admisión 2006) según tipos de establecimiento en comunas con PI > 30% (N).

Establecimientos Municipales Establecimientos Subvencionados


Comunas PI>30 PT (N) Ruralidad (%) % PI Inscritos Rinden Postulan Selecc. Inscritos Rinden Postulan Selecc.

I Colchane 1.649 100 48,1 0 0 0 0 0 0 0 0

Camiña 1.275 100 75,1 0 0 0 0 0 0 0 0

Gral. Lagos 1.179 100 62,0 0 0 0 0 0 0 0 0

Camarones 1.220 100 61,6 6 5 0 0 0 0 0 0

Putre 1.977 38 52,9 30 25 1 1 0 0 0 0

Huara 2.599 100 49,5 10 10 4 3 1 1 0 0

II San Pedro Atacama 4.969 61 60,9 16 12 1 1 0 0 0 0

Ollagüe 318 100 67,3 0 0 0 0 0 0 0 0

V Isla de Pascua 3.791 13 60,7 53 50 14 9 0 0 0 0

VIII Tirúa 9.664 74 47,5 39 36 2 0 0 0 0 0

IX Puerto Saavedra 14.034 81 64,3 13 9 1 1 15 14 0 0

Galvarino 12.596 72 59,2 32 31 13 13 0 0 0 0

Nva. Imperial 40.059 54 53,4 131 124 23 22 241 212 58 50

Curarrehue 6.784 73 50,4 6 6 1 1 33 32 3 3

Ercilla 9.041 64 46,7 18 12 4 4 4 2 0 0

Lonquimay 10.237 66 44,6 74 70 35 32 0 0 0 0

Freire 25.514 70 43,7 41 38 7 5 8 7 0 0

Padre las Casas 58.795 43 40,8 22 22 11 8 121 117 35 29

T. Schmidt 15.504 60 38,1 0 0 0 0 22 21 7 4

Perquenco 6.450 55 37,8 6 6 3 2 3 3 1 1

Lumaco 11.405 46 37,4 33 30 7 5 0 0 0 0

Melipeuco 5.628 59 37,2 34 33 2 2 0 0 0 0

Toltén 11.216 63 32,0 6 6 3 2 6 6 1 1

X San Juan de la Costa 8.831 90 59,4 11 6 0 0 0 0 0 0

Lago Ranco 10.098 78 31,8 70 66 25 18 0 0 0 0

Panguipulli 33.273 52 30,8 139 130 81 71 75 71 18 16

Fuente: Elaboración propia a partir de DEMRE (2006) e INE (2005).


En el Perú, en la mayoría de las
universidades se tiene a estudian-
tes de culturas originarias cuya
presencia es considerable, es fácil
deducir entonces que este contin-
gente que tiene un razonamiento
cosmovisivo característico hace
que sea distinto a la forma de
entender el conocimiento y la rea-
lidad en estos centros superiores,
entonces se torna necesario que

La inclusión de estudiantes indíge-


nas en universidades es un tema
de actualidad y de necesidad social
insoslayable ya que en la actuali-
dad la presencia de indígenas que-
chuas, aimaras y amazónicos se
da cada vez con mayor fuerza en
todos los ámbitos sociales. Un po-
co en broma y un poco en serio me
ponía a pensar lo siguiente: si la
mayoría de universidades estata-
les, tiene una población marcada
de estudiantes originarios; por que
no asumen las características de
universidades indígenas, de esta
manera se pensaría en incluir a los
estudiantes, que no lo son, o no se
reconocen como indígenas pero
eso solo esta en mi forma de per-
cibir la realidad de la población
universitaria, las leyes son las que
determinan como debe ser y no la
Perú_
Presentación
1. Perfil sociodemográfico de la población indígena en Perú
2. Situación de pobreza de la población indígena
3. Indicadores educacionales de la población indígena
4. Acceso a la educación superior
5. Consideraciones finales
Bibliografía
88 fundación equitas_ isees

perú_

Presentación

Los pueblos indígenas siempre han tenido centros de


aprendizaje, que van de ceremonias en la naturaleza a
universidades completas. Lo que es común a todos es el
conocimiento que la educación es un proceso total, en la
que (aun y cuando exista una división entre los roles de
los hombres y los roles de las mujeres; los lugares sagrados
para los hombres y los lugares sagrados para las mujeres)
la comunidad entera participa. El conocimiento más
fundamental que los ancianos le imparten a los jóvenes es
que el de la cultura/espiritualidad están dialécticamente
relacionados. Las verdades son prácticas, sin ser cínicamente
utilitarias; profundamente moral (aun, como la profecía
Hopi, apocalíptico) pero usualmente evitando el moralismo
y el fanatismo.
moody
(“Educación superior indígena
en América Latina”. Barreno, L., 2002).

Este documento, elaborado especialmente para alimentar el primer foro del isees,
tiene como propósito describir las principales características sociodemográficas,
socioeconómicas y educacionales de las poblaciones indígenas en el Perú. A través
de indicadores relevantes, compara su situación con la de la población no indígena,
indagando en las diferencias entre ambas en la medida en que la información
disponible lo permite.

La producción de los indicadores considerados implicó una búsqueda exhaustiva


de datos en revistas, artículos académicos e investigaciones relacionadas con el
tema, además de la elaboración propia a partir de fuentes estadísticas oficiales.

La recopilación de datos debió sortear las dificultades que existen actualmente para
encontrar información cuantitativa precisa y acabada sobre la situación de la
población indígena en el Perú, especialmente, en relación a la caracterización
sociodemográfica y educacional de los diversos grupos étnicos y, en particular,
aquellos indicadores que dan cuenta del acceso de estos grupos a la educación
superior. Uno de los obstáculos más recurrentes para contar con indicadores más
perú_ presentación 89

refinados y precisos viene dado por la diversidad de visiones que coexisten respecto
de lo que se define como “población indígena”, lo que limitó su mejor caracterización
para los objetivos de este documento.

El resultado de esta indagación se presenta en cinco capítulos.

El primer capítulo describe a la población indígena en términos sociodemográficos;


el segundo, indaga en la situación socioeconómica que experimenta la población
indígena, principalmente, en su situación de pobreza y condición desigual frente
al resto de la población del país. El tercero aborda los principales indicadores
educacionales para esta población, para profundizar, en el cuarto capítulo, en los
rasgos que caracterizan la educación superior en el Perú, aportando algunos datos
sobre la participación de la población indígena en este nivel.

Finalmente, el capítulo cinco presenta las principales conclusiones emanadas de


este informe.
90 fundación equitas_ isees

Esperamos que este material entregue un marco de referencia para una discusión
propositiva en torno a las actuales condiciones de equidad / inequidad en el acceso
a la educación superior, particularmente, a la educación universitaria que tienen
quienes pertenecen a la población indígena, con miras a avanzar hacia una mejor
distribución de las oportunidades educativas en este nivel.
Perú_ 1

Perfil sociodemográfico
de la población indígena en Perú
92 fundación equitas_ isees

capítulo 1_

Perfil sociodemográfico
de la población indígena en Perú

Datos destacados

Según la fuente considerada, la población indígena estimada fluctúa entre el 15,9%


(inei*) y el 52,5% (indepa**) del total nacional.

De acuerdo a las proyecciones del inei en base al Censo de población 1993, al menos
8 de cada 10 indígenas pertenecen a la etnia Quechua y 1 de cada 10 a la etnia Aymara.
Un 7,1% corresponden a poblaciones indígenas de la Amazonia, de reciente contacto
con el mundo occidental.

La población indígena (pi) se distribuye, mayoritariamente, en áreas rurales del país


y en los departamentos de la sierra central y sur (indígenas andinos) y de la Amazonia
peruana (indígenas amazónicos). También, destaca la presencia significativa de pi en
la zona metropolitana del país, principalmente en el Departamento de Lima.

Por departamentos, Puno, Lima, Cusco, Ancash, Ayacucho y Apurimac concentran


más del 72,3% de la pi en el país, repartiéndose el 27,7% restante entre los otros 19
departamentos. Los departamentos cuya población es mayoritariamente indígena son
Puno, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Cusco (en orden decreciente), todos ellos
con una proporción de pi superior al 50% del total de habitantes del departamento. Les
siguen Huánuco, Madre de Dios, Moquegua y Tacna, departamentos cuyos residentes
indígenas son entre 20% y 30% del total de su población.

A la luz de las investigaciones realizadas tanto por el Banco Mundial (2004) como
por Chirinos & Zegarra (2004), los criterios de uso de lenguas indígenas y la autoiden-
tificación como pueblo indígena se correlacionan firmemente en las zonas rurales***,
lo que sustenta la hipótesis de aproximación a la realidad de la pi a través del conocimiento
de la realidad rural.

La pi con lengua materna distinta al castellano presenta una estructura poblacional


más envejecida respecto de la población no indígena (con excepción de los pueblos
indígenas amazónicos). Este dato contrasta con el obtenido cuando se utiliza un criterio
amplio de clasificación de la pi, según el cual su estructura poblacional es más joven
que la del resto de la población peruana. Este criterio amplio considera, principalmente,
a las poblaciones indígenas andinas (Quechua y Aymara) que fueron castellanizadas
y que por diversos factores socioculturales, tales como el mestizaje, el racismo y la
discriminación, evitaron autoidentificarse como indígenas y declarar el uso de las
lenguas nativas, por lo que fueron subregistradas en el Censo de 1993.

* Instituto Nacional de Estadística e Informática del Perú.


** Instituto Nacional de Desarrollo de los pueblos andinos, amazónicos y afroperuanos.
*** Dada la insuficiente información acabada para caracterizar a la población indígena, la condición de ruralidad para
la mayoría de su población se convertirá en una variable aproximada para su caracterización en el presente estudio.
perú_ capítulo 1 93

1. Población indígena en el Perú

La búsqueda de indicadores relevantes para la caracterización de los diversos grupos


étnicos que habitan el Perú enfrenta como primera dificultad la falta de consenso
en la delimitación de quiénes deben ser considerados parte de la población indígena
(pi) 1. Según Chirinos & Zegarra (2004), para el caso peruano el debate en torno
a la cuestión presentada se resume en tres posiciones:

1. Considerar indígenas sólo a los pueblos amazónicos de contacto relativamente


reciente con las sociedades criollas. Al respecto, las organizaciones indígenas
amazónicas ya se autodenominan como indígenas desde hace varias décadas y,
por tanto, el autoreconocimiento ha sido su principal criterio de clasificación.

2. Considerar indígenas a los pueblos andinos y amazónicos que conservan sus


lenguas maternas, agrupándolos en torno a éstas. Este criterio no está exento de
polémicas. Por ejemplo, en el caso de los Quechua hablantes, su denominación
como “pueblo Quechua” reúne poblaciones que, aún compartiendo la lengua, son
herederas de tradiciones culturales muy diversas. Esta posición incluye el criterio
de autoreconocimiento.

3. Considerar pueblos indígenas a todo grupo que conserva tradiciones culturales


prehispánicas o de otros orígenes (africano o asiático) que desarrollan sus modos
de vida en un territorio determinado. También considerar indígenas a los descen-
dientes de dichos grupos aún cuando vivan en las ciudades, fuera de sus territorios
tradicionales.

La primera posición excluye de la población indígena a los pueblos andinos de la


sierra que, en una concepción más amplia, representan la proporción más significativa

1. Las preguntas para la identificación de la población indígena varían de un país a otro y según la época, lo que
dificulta la realización de estudios regionales o de variación en el tiempo. Por ejemplo, según el Censo y las encuestas
de hogares, la proporción de los pueblos indígenas de Guatemala en relación con la población total disminuyó del
65% en 1921 al 36% en 1989, pero en el año 2000 saltó al 41%. Esto se produjo, en parte, porque en las primeras
encuestas se identificó a los pueblos indígenas con la evaluación del entrevistador, mientras que en las encuestas
ulteriores, se hizo en la autoidentificación del encuestado. Existe consenso en las debilidades de las preguntas únicas
sobre identidad (por ejemplo: “¿es usted indígena?”), dado que éstas inciden en la subestimación del tamaño de los
pueblos indígenas hasta en un 22%, según una estimación alternativa en el decenio de 1970. Sin embargo, la
autoidentificación limita el subregistro que conlleva el uso de la lengua materna para la clasificación. Por ejemplo,
en Guatemala en el año 2000, el 41% de la población se autoidentificó como indígena. De ese grupo, el 78% afirmó
tener una lengua materna indígena. En Perú, en 2001 el 32% de la población tenía lengua materna indígena, y el 41%
de la población se autoidentificó como indígena. Tanto en Guatemala como en Perú, cuando sólo se utiliza la lengua
materna en lugar de la autoidentificación, las estimaciones del tamaño de la población indígena disminuyen en un
20%. Fuente: Banco Mundial, 2004.
94 fundación equitas_ isees

de pi peruana. Según lo registrado, es justamente bajo el segundo criterio que se


reúne la mayoría de los indicadores e información sistemática disponibles sobre
la población indígena en el país 2.

Según la fuente considerada, la población indígena


estimada varía entre el 15,9% y el 52,5% del total pobla-
cional del país.

Gráfico 1. Población total país según adscripción a población Según las proyecciones censales del inei3,
indígena, INEI (%).
la población total del Perú estimada para
el año 2003 era de 27.148.000 personas,
14,8 de las cuales 4.328.430 son calificadas
como poblaciones indígenas (15,9% del
1,1
84,1 total del país).

Población no indígena Siguiendo la misma fuente, del total de


la población indígena, 309.233 personas
Poblaciones indígenas andinas de la sierra
Poblaciones indígenas amazónicas
corresponden a poblaciones amazónicas
Fuente: Chirinos & Zegarra (2004). (7,1% del total de poblaciones indígenas)
y más de 4.019.197 a poblaciones andi-
nas, habitantes de la sierra peruana (92,9%). Esta clasificación se construye en
base al criterio que combina lengua y auto-reconocimiento.

Al tener en cuenta criterios más amplios, la población indígena peruana superaría


con toda probabilidad el 50% de la población total. En efecto, los datos del Instituto
Nacional de Desarrollo de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos
(indepa), estiman la población indígena (andina y amazónica) en 14.116.960
personas, correspondiente al 52,5% de la población del país. De estos, un 46,6%
pertenece a la etnia Quechua, un 4,2% es Aymara y un 1,7% corresponde a grupos
etnolingüísticos amazónicos.

Las investigaciones de organismos internacionales tales como la cepal y el Instituto


Indigenista Latinoamericano sobre la situación de los indígenas en el Perú, han
estimado que su población representa al menos el 25% del total del país. Las mismas

2. Principalmente aquellos indicadores generados por organismos públicos del país e internacionales (ej. unesco).
3. inei-Boletín Perú. Estimaciones y proyecciones de población, 1950-2025, basados en el Censo de población 1993.
Instituto Nacional de Estadística e Informática, en chirinos & zegarra, 2004
perú_ capítulo 1 95

Gráfico 2. Grupos étnicos presentes en el Perú (%). fuentes ubican al Perú como uno de los
32,0
cinco países que, sumados, agrupan casi
al 90% de la población indígena regional4.
11,6

1,7
3,9
Más allá de las diferencias de enfoque o
4,2 método para estimar a la población indí-
gena, el mismo debate que ello genera
revela la importancia que la pi tiene en
46,6 el Perú.
Blancos Mestizos Quechua

Aymara Amazónicos Afroperuanos,


orientales y otros

Fuente: Instituto Nacional de Desarrollo de los pueblos andinos,


amazónicos y afroperuanos (INDEPA), sin año.

Se estima que al menos ocho de cada diez indígenas


pertenecen a la etnia Quechua.

Gráfico 3. Distribución poblaciones indígenas (%). Del total de población indígena de la


sierra andina peruana, 3.547.996 perso-
Andina Aymara 10,9 nas pertenecen a pueblos Quechua ha-
hablante
blantes y 471.201 personas adscriben a
Andina Quechua 82,0
hablante la etnia Aymara.
Amazónicos 6,2
mayoritarios
Tal como se mencionó previamente,
Amazónicos 1,0
minoritarios 309.233 pertenece a los diversos pueblos
0% 50% 100% indígenas amazónicos.

Fuente: Chirinos & Zegarra (2004).


Con independencia de la fuerte variación
en las estimaciones sobre la proporción
de población indígena en el Perú, en comparación con el resto de países censados,
el año 2000 en adelante (que estiman la proporción de pi) éste aparece como uno
de los tres países con mayor presencia indígena, junto a Bolivia y Guatemala.

4. En América Latina y el Caribe hay entre 33 y 40 millones de indígenas divididos en unos 400 grupos étnicos, cada
uno de los cuales tiene su idioma, su organización social, su cosmovisión, su sistema económico y modelo de
producción adaptado a su ecosistema. Los países que agrupan casi el 90% de la población indígena regional son: Perú
(27%), México (26%), Guatemala (15%), Bolivia (12%) y Ecuador (8%). Hopenhayn & Bello en cepal, 2001.
96 fundación equitas_ isees

Tabla 1. PI, según familias lingüísticas y variedades. Porcentaje respecto del total de la población indígena en el país.

Poblaciones indígenas Población estimada % respecto al total


2003 (N) poblaciones
indígenas (PI)

Amazónicos minoritarios 42.116 1,0


Amazónicos mayoritarios (desglosa en sus familias lingüísticas ) 267.117 6,2
Arahuak 87.676 2,0
Cahuapana 25.145 0,6
Jíbaro 62.973 1,5
Pano 87.676 2,0
Peba-yagua 5.046 0,1
Quechua 42.443 1,0
Tupi-guarani 14.133 0,3
Total poblaciones indígenas Amazónicas 309.233 7,1
Andinos Quechuas (desglosa en sus variedades Quechuas) 3.547.996 82,0
Quechua sureño (Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Arequipa, Puno, Moquegua) 2.682.408 62,0
Quechua Centro-norteño (Ancash, Huánuco, Pasco, Norte de Junín, Sierra de Lima) 779.395 18,0
Quechua jauja-huanca (Sur de Junín) 59.123 1,4
Quechua norteño (Lambayeque, Cajamarca, Chachapoyas, La Libertad) 25.134 0,6
Quechua de la sierra de Ica 1.936 0,1
Andinos Aymaras (desglosa en sus variedades Aymaras) 471.201 10,9
Aymara (Puno, Moquegua, Tacna) 470.641 10,9
Jaqaru (Aymara central) 560 0,1
Total poblaciones indígenas andinas 4.019.197 92,9
Total poblaciones indígenas 4.328.430 100
Total población Perú 27.148.000 ----

Fuente: Chirinos & Zegarra (2004).

Tabla 2. América Latina (12 países): población total y población indígena, Censos de 2000 y estimaciones.

País y fecha censal Población total Población indígena % PI/PT


(PT) (PI)

Bolivia (2001) 8.090. 732 5.358.107 66,2


Brasil (2000) 169.872.856 734.127 0,4
Costa Rica (2000) 3.810.179 65.548 1,7
Chile (2002) 15.116.435 692.192 4,6
Ecuador (2001) 12.156.608 830.418 6,8
Guatemala (2002) 11.237.196 4.433.218 39,5
Honduras (2001) 6.076.885 440.313 7,2
México (2000) 97.014.867 7.618.990 7,9
Panamá (2000) 2.839.177 285.231 10,0
Paraguay (2002) 5.183.074 87.568 1,7
Perú* (Estimación INDEPA) 27.148.000 14.252.700 52,5
Perú* (Estimación INEI) 27.148.000 4.328.430 15,9

* Estimación en base a censo 1993.


Fuente: Elaboración propia a partir de informe “Pueblos indígenas y afrodescendientes de América Latina y el Caribe”, Hopenhayn Et Al. (2006), INE, (2005),
Chirinos & Zegarra (2004).
perú_ capítulo 1 97

2. Distribución geográfica

La pi se distribuye mayoritariamente en áreas rurales del país, princi-


palmente, en los departamentos de la sierra central, sur y de la Amazonia
peruana. Sin embargo, también registra una presencia
significativa en la zona metropolitana del país.

La distribución geográfica de la pi evidencia su concentración mayoritaria en las


áreas rurales del país, en los departamentos de la sierra central y sur (indígenas
andinos) y de la Amazonia peruana (indígenas amazónicos). Sin embargo, es
significativa su presencia en la zona metropolitana del país, principalmente en el
Departamento de Lima.

Uno de los principales rasgos de la población indígena es que la mayoría habita y


está organizada en comunidades y áreas rurales. En el Perú están reconocidas
5.270 comunidades campesinas en la zona andina y costera del país y 1.267
comunidades nativas amazónicas. Sin embargo, por efectos de los procesos
migratorios, existe población indígena en zonas urbanas y urbano-marginales. La
presencia indígena no es uniforme en las diferentes zonas del país; en Puno, región
que ocupa la meseta de Collao y bordea el lago Titicaca, la población indígena
alcanzaría al 90% del total (López y Küper, 2002).

En relación con este primer rasgo, tanto estudios y análisis del Banco Mundial
(2004) como de Chirinos & Zegarra (2004), indican que el uso de alguna de las
lenguas nativas y la autoidentificación como pueblo indígena (criterios “estrechos”)
se correlacionan firmemente en las zonas rurales 5 y más débilmente en las zonas
urbanas (excepto en la zona metropolitana).

En aquellos departamentos (ocho) con mayor presencia proporcional de pi, se


registran tasas de ruralidad mayores al 40% (en promedio entre el 60% y 80%).
Sumados, estos departamentos concentran al 68% de la pi del país.

Los departamentos de la sierra central y sur del Perú tienen el más alto porcentaje
de población indígena Quechua y Aymara. En la Amazonia peruana, que representa
al 62% del territorio nacional pero que está escasamente habitada, existen 42
pueblos indígenas amazónicos de comunidades lingüísticas distintas, con una
población cercana a los 309 mil habitantes, congregando a casi el 100% de la
población indígena amazónica.
5. Dada la insuficiente información acabada para caracterizar a la población indígena, la condición de ruralidad para
la mayoría de su población se convertirá en una variable aproximada para su caracterización en el presente estudio.
98 fundación equitas_ isees

Tabla 3. América Latina (12 países) población total y población indígena 6, censos de 2000 y estimaciones.

Departamento PI depto./Total % Área rural PI depto./


población depto. Total Pi

Puno 66,0 60 - 80 19,0


Apurímac 64,7 60 - 80 6,6
Ayacucho 60,7 60 - 80 8,0
Huancavelica 56,3 80 - 100 5,8
Cusco 55,4 60 - 80 15,2
Ancash 31,8 40 - 60 8,1
Huánuco 26,7 60 - 80 4,7
Madre de Dios 24,2 40 - 60 0,4
Sub total PI 67,8
Tacna 21,7 0 - 20 1,3
Moquegua 21,3 20 - 40 0,7
Arequipa 17,2 0 - 20 4,2
Junín 13,1 40 - 60 3,6
Pasco 12,1 40 - 60 0,7
Ucayali 10,5 20 - 40 0,9
Amazonas 10,1 60 - 80 0,9
Lima 9,1 0 - 20 15,4
Ica 6,1 20 - 40 0,9
Callao 6,0 0 - 20 1,0
Loreto 4,5 40 - 60 0,8
Lambayeque 2,6 20 - 40 0,6
San Martín 2,6 40 - 60 0,4
Cajamarca 1,1 80 - 100 0,4
La Libertad 0,5 20 - 40 0,2
Tumbes 0,5 0 - 20 0,0
Piura 0,3 20 - 40 0,1

Fuente: Elaboración propia a partir de informe censo 1993 (INEI); INEI-OIT (2002).

Cabe notar que existe un número no determinado de personas con ascendencia


indígena en contextos urbanos o rurales de la Amazonia, conocidos como ribereños
(Hopenhayn & Bello, 2004).

Por departamentos, seis de ellos –Puno, Lima, Cusco, Ancash, Ayacucho y Apurímac–
concentran a más del 72,3% de la pi en el país. El resto de la pi se distribuye en
los otros diecinueve departamentos 7.

Los departamentos o distritos del Perú que tienen mayor proporción de pi son, en
orden descendiente: Puno, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Cusco, todos ellos
con una proporción de pi superior al 50% respecto del total de la población respectiva
por departamento. Le siguen Huánuco, Madre de Dios, Moquegua y Tacna,
departamentos que concentran una proporción de pi entre el 20% y 30%. En
resumen, por departamento la proporción de pi es la siguiente:

6. Según criterios de uso de idioma indígena o autoidentificación.


7. Según los criterios de uso de idioma indígena (lengua materna) o autoidentificación, que estiman la población
indígena del Perú en 4.328.430 personas.
perú_ capítulo 1 99

Mapa 1. Distribución de la PI por departamentos.

Tumbes
Amazonas

Piura
Loreto

Lambayeque
San
Cajamarca Martín

La Libertad

Ancash Huánuco
Ucayali
Pasco

Junín
Callao
Madre de Dios
Lima
Huancavelica Cusco

Apurímac
Puno
Ica Ayacucho

Arequipa
Proporción de PI respecto
del total de PI en el país Moquegua

10 - 20% Tacna
5 - 10%
0 - 5%

Proporción de PI por departamento

0 - 5% 5 - 10% 10 - 20% 20 - 50% más del 50%

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del censo 1993 (INEI).

Este dato concuerda ciertamente con la distribución geográfica


de las familias lingüísticas existentes en el Perú.
100 fundación equitas_ isees

Mapa 2. Distribución familias lingüísticas (dominio de lenguas hablantes o maternas) en el Perú.

Algunas familias lingüísticas

Español

Quechua (andino)
Aymara (andino)
Pano (amazónico)
Arahuac (amazónico)
Resto familias lingüísticas

Fuente: www.muturzikin.com
perú_ capítulo 1 101

3. Estructura de edad

La pi cuya lengua materna es distinta del castellano presenta, en pro-


medio, una estructura poblacional más envejecida respecto de la pni.
Esta relación se invierte si se considera un criterio
más amplio de clasificación de la pi.

Los datos tabulados del censo 1993 muestran que la población indígena mayor de
cinco años presenta una estructura más envejecida que el resto de la población. Esto
se refleja en que la proporción de pi entre 5 y 29 años es 13 puntos porcentuales
menor que la proporción de este mismo segmento etáreo para el resto de la población,
mientras la proporción de pi mayor de 60 años es al menos 5% más significativa.

Gráfico 4. Composición de la población indígena y no indígena por grupos de edad (%).

60 años y más

30 - 44 años

5 - 14 años

40 30 20 10 0 10 20 30 40

PI PNI

Fuente: Datos tabulados a partir de informe censo 1993 (INEI).

No obstante, este indicador debe ser interpretado con cautela, puesto que se
construye a partir del criterio de clasificación basado en la “lengua materna” usado
por el censo de 1993.

Además, este indicador está fuertemente determinado por la estructura de los


pueblos andinos (Quechua y Aymara), quienes –como ya se ha mencionado–
representan el 92,7% de la pi en el país. Así, al diferenciar entre estos y los pueblos
indígenas amazónicos, se evidencia que la estructura poblacional de estos últimos
es más joven, incluso, que la población total del país y la población no indígena.

A partir de datos del mismo censo de 1993, el Gráfico 6 muestra que, en las zonas
rurales, la proporción de población infanto-adolescente (menor de 15 años) es mayor
a la registrada en las zonas urbanas y a nivel país. Considerando el carácter rural
de la mayoría de la pi, es probable que sus miembros más jóvenes –particularmente
los habitantes de la sierra andina– hayan adoptado mayoritariamente el castellano
como lengua materna, lo que explicaría el subregistro, aunque mantengan sus
creencias, valores y costumbres tradicionales.

Según Chirinos & Zegarra (2004) “el sentimiento de auto-adscripción como indígenas
102 fundación equitas_ isees

Gráfico 5. Población indígena (y sub-totales andina y amazónica), no indígena y total por grupos de edad (%).

Total PI 23 27 22 16 12

PI amazónica 37 33 18 9 4

PI andina 22 27 22 16 13

PI andina Aymara 22 28 23 15 12

PI andina Quechua 22 27 22 16 13
Total PNI 29 34 20 10 7

PT 28 33 20 11 8

0% 50% 100%
5 - 14 años 15 - 29 años 20 - 44 años 45 - 59 años 60 años y más
Fuente: Datos tabulados a partir del informe de censo 1993 (INEI).

Gráfico 6. Edad de la población en el Perú por zona urbano - rural (%).

Total 33 62 5

Urbano 30 65 5

Rural 41 54 5

0% 50% 100%
0 - 14 años 15 - 64 años 65 años y más
Fuente: Datos tabulados a partir del informe censo 1993 (INEI).

entre los pueblos andinos es frecuentemente débil o inexistente... sin embargo, no


ocurre lo mismo si se consideran como campesinos. Al mismo tiempo, el significado
del término “campesino” comporta para los andinos valores culturales como costumbre
y lengua. Además, en los últimos años diversas organizaciones campesinas se han
integrado a la Coordinadora Permanente de Pueblos Indígenas del Perú (coppip).
Es decir, sería también discutible considerar que los pueblos andinos se nieguen a
autoreconocerse como indígenas”.

Indican, además, que “resulta evidente que el grado de reconocimiento como indígenas
entre los pueblos andinos es diferente a los amazónicos. Las distintas herencias
históricas y un mayor grado de mestizaje cultural con las culturas europeas, así como
el peso gravitante de dichas poblaciones en la sociedad nacional, les dan una identidad
relativamente distinta”. Por último, factores socioculturales como el racismo y la
discriminación eventualmente inciden en la disposición de la población a autoiden-
tificarse como indígena.

Es consistente con este análisis que la pi censal, mayoritariamente compuesta por


población andina cuya lengua materna es Aymara o Quechua, tenga una estructura
poblacional más envejecida, correspondiendo a un segmento que no fue castellanizado
y que parece tener dificultades para traspasar a los más jóvenes la lengua vernácula.
Perú_ 2

Perfil socioeconómico
de la población indígena
104 fundación equitas_ isees

capítulo 2_

Perfil socioeconómico
de la población indígena

Datos destacados

La gran mayoría de la pi se encuentra en situación de pobreza o extrema pobreza.


La incidencia de este problema es 29 puntos porcentuales superior en este grupo
al compararlo con la pni. Esto se manifiesta en que cerca de ocho de cada diez
indígenas se encuentran en situación de pobreza o extrema pobreza.

La situación de pobreza de los indígenas no ha variado desde el decenio 1990


y, probablemente, esto se deba a que los pueblos indígenas “se ven menos afectados
por las tendencias macroeconómicas, sean éstas positivas o negativas”. Asimismo,
la probabilidad de una familia indígena de ser pobre es de un 50%.

En aquellos departamentos con mayor concentración de pi, las tasas de extrema


pobreza tienden a ser mayores. Los siete departamentos con mayor proporción de
pi, que a su vez concentran al 67,3% del total de la pi del Perú, promedian un 42%
de pobreza extrema, mientras que en los restantes departamentos el promedio baja
a 18%.

La brecha de ingresos entre la pi y pni es del orden del 50% y ha aumentado


desde el año 1990, alcanzando al 58%.

Desde la perspectiva del desarrollo humano, los doce departamentos con peores
indicadores concentran el 70% de la pi del país. Adicionalmente, 6 de los 10
departamentos con mayor proporción de pi (Puno, Cusco, Ayacucho, Apurímac,
Huánuco y Huancavelica) se encuentran entre los peor calificados.
perú_ capítulo 2 105

1. Ocurrencia de la pobreza entre la población indígena y características ocupacionales

Cerca de ocho de cada diez indígenas se encuentran en


situación de pobreza o pobreza extrema.

Según Hopenhayn & Bello (2001), los pueblos indígenas, afrolatinos y afrocaribeños
de América Latina presentan los peores indicadores económicos y sociales y son,
en gran medida, los más pobres de la región.

Este diagnóstico puede aplicarse a la realidad de la situación de la pi en el Perú,


pues “la mayor parte de su población vive en condiciones de pobreza o extrema
pobreza. La existencia de brechas socioeconómicas, étnico-raciales y culturales
entre la pi y el resto de la población son evidentes, en un país en el que la población
de origen indígena ocupa el último escalón de la pirámide social” (grade, 2003).

En Perú, más de un 79% de la pi es pobre o extremo pobre, cifra 25% mayor al


promedio de pobres o extremo pobres en la población total del país y que supera,
incluso, los niveles de pobreza registrados en áreas rurales (66%).

Gráfico 7. Situación de pobreza, según PT, PI y PNI y para área Lima Metropolitana, resto áreas urbanas y áreas rurales, año 2000.

País 54 46

PI 79 21

PNI 50 50

Lima Metropolitana 45 55

Resto áreas urbanas 50 50

Areas rurales 66 34

0% 33 50% 100%

Pobre No Pobre

Fuente: Instituto CUANTO en base a ENNVI (2000); Bello y Rangel (2000); CEPAL, en base a encuestas de hogares.

Según otras estimaciones, la incidencia de la extrema pobreza entre indígenas y


afrodescendientes es 1,8 veces la incidencia de este problema en el resto de la
población. Otros rasgos característicos de estos grupos son el “mayor tamaño de
sus hogares y la habida cuenta del creciente proceso de urbanización” (Hopenhayn
Et. Al., 2006).
106 fundación equitas_ isees

Tabla 4. Indicadores de pobreza y extrema pobreza, PI y PNI.

Población indígena por debajo de la línea de pobreza (2000) 79%


Población no indígena por debajo de la línea de pobreza (2000) 49,7%

Incidencia de la extrema pobreza de indígenas y afrodescendientes


como múltiplo de la incidencia en el resto de la población (2006) 1,8%

Fuente: Elaboración propia a partir de Hopenhayn y Bello (2001) y Hopenhayn Et AL. (2006).

Patrinos & Hall (2005) resaltan que la situación de pobreza de los indígenas no
ha variado desde el decenio 1990 y sugieren que esto se debe a que los pueblos
indígenas “se ven menos afectados por las tendencias macroeconómicas, sean éstas
positivas o negativas”.

Tabla 5. Cambio de porcentajes en la tasa de recuento de la pobreza entre el primer y el último año del estudio (1994 - 2000).

No indígenas Indígenas

Aumento de la pobreza en 3% Aumento de la pobreza en menos de 0,1%

Fuente: Patrinos & Hall (2005).

Consistente con lo anterior, ser indígena en el Perú aumenta las probabilidades de


un individuo de ser pobre. Controlando por aquellos factores básicos que están
asociados con la pobreza, tales como la edad, la educación, la situación laboral y la
región dentro de un país, ser de origen indígena en el Perú aumenta en un 11% las
probabilidades que un individuo tiene de ser pobre. Además, según los datos del
pnud (2002), la probabilidad de una familia indígena de ser pobre es de un 50%.

Por otro lado, las brechas de ingresos entre la pi y pni “en materias de ganancias
laborales obtenidas por los hombres y que no tiene explicación en términos de las
características productivas” son del orden del 50%, incluso han aumentado desde
el año 1990 al 58% de diferencia entre la pi y pni (Patrinos & Hall, 2005).

El Grupo de Estudios para el Desarrollo, grade, llevó a cabo en el año 2001 un


estudio sobre la relación entre etnicidad, pobreza e identidad cultural. En esa
investigación se analizaron las “características de la exclusión social y económica
de la población indígena”, haciendo referencia no sólo a las “deficientes condiciones
de vida en las que se encuentra”, sino también, a las “formas de discriminación
perú_ capítulo 2 107

étnica y marginación política de las que han sido objeto los grupos indígenas a lo
largo de la historia nacional”. El estudio muestra que “el nivel de pobreza extrema
entre los indígenas es casi tres veces más alto que en el resto de la población”.
También que el gasto per cápita anual en un hogar jefaturado por un indígena
equivale sólo a las dos terceras partes del gasto en el resto de hogares. Asimismo,
la proporción de personas indígenas que tienen algún tipo de seguro médico o de
vida es menor que en el resto de la población (grade, 2003).

Tabla 6. Indicadores sociales: probabilidad de ser pobre si se es indígena y brecha de ingresos entre la PI y PNI.

Aumento porcentual de la probabilidad de ser pobre si se es indígena (2000) 11%


Probabilidad de ser pobre en una familia si ésta es indígena (1997) 50%
Porcentaje de la brecha de ingresos entre la PI y PNI (en materia de ganancias laborales
obtenidas por los hombres y que no tiene explicación en términos de las características productivas,1990) 50%
Porcentaje de la brecha de ingresos entre la PI y PNI (en materia de ganancias laborales obtenidas por los
hombres y que no tiene explicación en términos de las características productivas, último año disponible) 58%

Fuente: Patrinos & Hall (2005) y PNUD (2002).

Situación de pobreza de la población indígena por departamentos

Los departamentos que registran mayores niveles de


pobreza extrema entre su población concentran a la
mayor cantidad y proporción de pi del país.

Los datos presentados en el Gráfico 8 (véase página siguiente) evidencian que, en


aquellos departamentos con mayor concentración de pi, las tasas de extrema pobreza
tienden a ser mayores. En efecto, los siete departamentos con mayor proporción
de pi, que a su vez concentran al 67,3% de la pi en el país, promedian un 42% de
pobreza extrema, mientras que los restantes 18 departamentos del Perú promedian
un 18%.

2. Población indígena y desarrollo humano

Seis de los diez departamentos con mayor proporción pi (Puno, Cusco,


Ayacucho, Apurímac, Huánuco y Huancavelica), se encuentran entre los
diez con peores indicadores de desarrollo humano.
108 fundación equitas_ isees

Gráfico 8. Proporción de la población indígena por departamento; ordenados descendentemente, y proporción de la población
por departamento en situación de extrema pobreza (2000).

74
75%
66 65
61
18 departamentos
56 55 56 % promedio de extrema pobreza:18%

47
50%
42 41 42

36
32 29
35
33 27
24
25% 22 21 25 22
17 22 19
22
13 12 11 10
7 departamentos 8 9
11 6 6 5 10
% promedio de extrema pobreza: 42% 3 3
7 7 1 1 2 1
5 3 5
0%
Madre de Dios

Moquegua

La Libertad
San Martín

Tumbes
Huánuco

Arequipa
Junín

Ucayali
Amazonas
Lima
Ica

Loreto
Callao

Cajamarca
Puno

Piura
Pasco
Tacna

Lambayeque
Ancash
Huancavelica
Ayacucho

Cusco
Apurímac

PI depto. / Total población depto. Extremos

Fuente: Elaboración propia a partir de datos Censo 1993 e INEI, 2003 (En base a encuestas de hogares).

Otra fuente para aproximarse a la situación de la PI en el país es el índice de


desarrollo humano (idh 8), efectuado por el Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo, pnud.

En su informe para el Perú del año 2002, se describen algunos de los problemas
estructurales que se han convertido en factores difíciles de remover para mejorar
la sociedad peruana, como son la desigualdad distributiva, la pobreza, el centralismo,
la marcada heterogeneidad tecnológica, el atraso de la agricultura serrana y la
exclusión social (pnud 2002).

La desigualdad distributiva se explica por tres fenómenos: a) una estructura de


propiedad de los medios de producción concentrada y con pocos medios para
desconcentrarse; b) una disparidad tecnológica entre sectores modernos y avanzados
y otros con tecnologías tradicionales sin transferencia intersectorial que permita
la ampliación de oportunidades tecnológicas para todos; c) y una concentración
espacial del capital, trabajo y producción en algunas ciudades, especialmente en
Lima (pnud 2002).

8. Que considera las variables de logros de los individuos en términos de ingreso, salud y educación.
perú_ capítulo 2 109

El valor del índice de desarrollo humano para el Perú en el año 2000 es de 0,62 9,
situación que refleja una notable mejoría en relación al mismo indicador en el año
1993 (0,54), pero que, según región o departamento, se distribuye muy desigualmente.
Efectivamente, “la desigualdad en el Perú se ha convertido en una de las más
extremas en América Latina. En el año 2000, el 20% más pobre de la población
recibe el 6% del pib y el 20% más rico recibe el 48%” (Pasco-Font y Saavedra, 2001,
citado por pnud, 2002).

Son las áreas rurales de la selva, sierra y costa peruana las que concentran los mayores
niveles de pobreza y, asimismo, niveles de desarrollo humano inferiores a las zonas
urbanas, especialmente comparando con la macrozona de Lima Metropolitana.

El estudio indica que, particularmente, son los pueblos indígenas de la zona andina
y amazónica los que se encuentran entre los grupos más marginados y afectados
por la desigualdad. Mientras que en 1994 una familia indígena tenía el 40% de
probabilidades de ser pobre, en 1997 esas posibilidades aumentaron a casi un 50%
(pnud, 2002).

Dado que no existen indicadores de desarrollo humano específicos para la pi (andina


o amazónica), se propone una aproximación indirecta a través de los valores del
idh para cada departamento, según su relación con la proporción de pi presente
en cada uno de ellos (Véase Tabla 7).

Los datos muestran que los 13 departamentos que presentan los mayores índices
de desarrollo humano reúnen al 30% de la pi del país. El 70% restante se encuentra
repartido en los doce departamentos con peores índices y seis de los diez departa-
mentos que concentran la mayor proporción de pi por departamento (Puno, Cusco,
Ayacucho, Apurímac, Huánuco y Huancavelica), se encuentran entre los últimos
lugares de la lista. Con esta información es factible plantear que las poblaciones
indígenas se ven particularmente afectadas por las inequidades en ingresos, salud
o educación, variables expresadas en el indicador.

A modo de ejemplo, mientras que la esperanza de vida de aquellas personas que


viven en el departamento de Tacna (Ranking idh nº 3), con una proporción de pi
de 1,3%, es de 73 años, ésta se reduce a 66 años para quienes viven en el departamento
del Cusco (Ranking idh nº 19), que concentra al 15,2% de pi en el país.

9. Los valores del idh oscilan entre 0 y 1.


110 fundación equitas_ isees

Tabla 7. Índice de desarrollo humano 2005 por departamentos y relación con proporción de PI por departamento.

Departamento IDH Ranking % PI PI /PT Ranking PI/PT

Lima 0,720 1 15,4 9,1 16


Callao S/I 2 1,0 6.0 18
Tacna 0,665 3 1,3 21,7 9
Ica 0,662 4 0,9 6,1 17
Arequipa 0,653 5 4,2 17,2 11
Moquegua 0,650 6 0,7 21,3 10
Lambayeque 0,616 7 0,6 2,6 21
Tumbes 0,609 8 0,0 0,5 24
Madre de Dios 0,601 9 0,4 24,2 8
Junín 0,595 10 3,6 13,1 12
Pasco 0,591 11 0,7 12,1 13
La Libertad 0,585 12 0,2 0,5 23
Ucayali 0,563 13 0,9 10,5 14
Sub total PI 29.9
Ancash 0,558 14 8,1 31,8 6
Piura 0,556 15 0,1 0,3 25
Puno 0,550 16 19,0 66,0 1
Loreto 0,525 17 0,8 4,5 19
San Martín 0,525 18 0,4 2,6 20
Cusco 0,511 19 15,2 55,4 5
Ayacucho 0,509 20 8,0 60,0 3
Amazonas 0,502 21 0,9 10,1 15
Cajamarca 0,491 22 0,4 1,1 22
Apurímac 0,488 23 6,6 64,7 2
Huánuco 0,476 24 4,7 26,7 7
Huancavelica 0,464 25 5,8 56,3 4
Sub total PI 69,1

Fuente: PNUD (2005), INSTITUTO CUANTO y elaboración propia a partir de datos censo 1993.
perú_ capítulo 2 111

Mapa 3. Índice de desarrollo humano 2000 según provincias.

Estratificación del IDH provincial

Alto Medio Alto Medio Medio Bajo Bajo


(0,653 - 0,755) (0,578 - 0,650) (0540 - 0,575) (0,481 - 0,535) (0,307 - 0,479)

Fuente: PNUD (2002).


112 fundación equitas_ isees

Al revisar los valores del idh según provincia en el país, la mayor cantidad de
provincias con idh medio bajo o bajo se ubican, tanto en la región de la sierra
peruana (especialmente en la sierra del centro-sur), que concentra la mayor cantidad
de población indígena del país (Quechua y Aymara), como en la región de selva
amazónica, donde se encuentra la mayor población de indígenas amazónicos.
Perú_ 3

Indicadores educacionales
de la población indígena
114 fundación equitas_ isees

capítulo 3_

Indicadores educacionales
de la población indígena

Datos destacados

En términos generales, la pi presenta inferiores niveles educacionales a los de


la pni. Esto se expresa en la “brecha” de escolarización existente entre la pni y la
pi, que es en torno a 2 ó 3 años, en detrimento de la pi. La pi presenta también,
en promedio, menores tasas de acceso y egreso de la educación primaria que la pni.

La pi exhibe logros educativos inferiores a los registrados para la pni. La educación


primaria opera como techo o barrera educativa particularmente difícil de sortear,
lo que explica, en parte, una menor presencia en el nivel secundario y escasa
participación en la educación superior, respecto de la pni.

Finalmente, esta desigualdad educativa también se expresa en que la pi presenta


niveles críticos de desempeño escolar, en relación con la pni. Tanto a nivel primario
como secundario, se estima que la pi obtiene resultados sistemáticamente más
bajos en las pruebas de medición de desempeño escolar aplicados a los distintos
grados de educación primaria y secundaria, en relación con la pni. En el contexto
de rendimientos educacionales deficitarios, es la etnia Aymara la que evidencia
mejores resultados.
perú_ capítulo 3 115

1. Años promedio de educación y niveles de instrucción y analfabetismo, niveles


de instrucción y años promedio de educación

La brecha de escolarización entre la pni y la pi es en


torno a los 2 ó 3 años, en detrimento de la pi.

Los datos del Gráfico 9 muestran la desigual situación que la pi tiene respecto de
la pni en relación a los años promedios de educación.

Jefes de hogar, cónyuges y mayores de cinco años indígenas presentan promedios


de escolaridad menores respecto a sus pares en la población no indígena, con una
brecha promedio de 2,7 años. En particular, la brecha más amplia se da entre los
cónyuges indígenas y no indígenas, alcanzando los 3,7 años. Este dato permite
pensar que son las mujeres indígenas quienes se ven mayormente afectadas por
esta condición desigual.

Si bien en las últimas décadas se ha dado un paulatino incremento en los años de


escolaridad promedio de la población peruana en su conjunto, “la brecha existente
entre el nivel alcanzado por la población indígena y el logrado por el resto de la
población no parece cerrarse” (grade, 2003).

Gráfico 9. Años promedio de educación en el Perú urbano.

9,7
Jefe de hogar
7,5

9,3
Cónyuge
5,6

8,7
Población de 5 años y más
6,5
0
PI PNI
Fuente: Encuesta Nacional de Niveles de Vida (ENNIV 2000). Elaboración: GRADE (2003).

Tabla 8. Promedio de años de escolaridad, población de 15 En efecto, al año 2000 el promedio de


años y mayor, último año disponible (2000). años de escolaridad para la pni mayor de
Promedio 15 años es mayor en 2,3 puntos respecto
(años)
al promedio registrado por la pi.
PI 6,4
PNI 8,7
Brecha de escolaridad en años (PNI - PI) 2,3

Fuente: Patrinos & Hall (2005).


116 fundación equitas_ isees

Condiciones de acceso a educación primaria

En términos generales, la pi presenta menores tasas de


acceso y egreso de educación primaria, respecto de la pni.

Los datos de la Tabla 9 indican que la tasa bruta de matrícula para la población
indígena andina Quechua entre 6 y 17 años es inferior a la presentada por la
población total y la población hispanohablante. También es inferior a la registrada
por la población cuya lengua materna es el Aymara. La mayor proporción de niños
y niñas Quechuas que no asiste a la escuela, en comparación con las demás
poblaciones para las cuales se dispone de datos, es especialmente grave si se
considera que los Quechuas representan el 82% de la pi del país.

Tabla 9. Porcentaje de niños y niñas de 6 a 17 años por lengua materna y matriculación en la escuela, 2000 (%).

Lengua materna Total


Matriculación Español Quechua Aymara Otros

Matriculados 90,7 89,0 95,4 85,7 90,5


No matriculados 9,3 11,0 5,6 14,3 9,5
Total 100 100 100 100 100

Fuente: Kudo, I. (2002): Indigenous education in Peru: When opportunity speaks one language. OREALC/UNESCO, en UNESCO (2005).

La información presentada confirma la desigualdad en las oportunidades de acceso


a la educación. La población indígena Quechua en edad escolar tiene menores
probabilidades de asistir a la escuela que la población no indígena. En este aspecto,
la situación de la población Aymara es mejor.

Condiciones de término de la educación primaria

Tabla10. Personas de 15 a 19 años que no han logrado Las diferencias en desmedro de la pi


culminar la educación primaria según grupo étnico o también se expresan en la mayor dificul-
racial, total nacional (2002).
tad que ésta tiene para culminar la edu-
cación primaria.
%
Según el informe de “Políticas educativas
PI 11,6 de atención a la diversidad cultural en
PNI 9,7 América Latina” de la unesco (2005),
“esto sugiere que la estructura del sistema
Fuente: CEPAL, sobre la base de tabulaciones especiales de encuestas
de hogares, en Hopenhayn Et Al. (2004).
educativo y sus políticas discriminan en
perú_ capítulo 3 117

contra de los indígenas, ofreciéndoles menores oportunidades de asistir a la escuela”,


y, de acuerdo a los datos, de mantenerse y progresar en ella.

Niveles de instrucción de la población entre 15 y 29 años

Para la pi, la educación primaria opera como techo o barrera educativa


difícil de sortear, lo que explica, en parte, una menor presencia en el nivel
secundario y escasa participación en la educación superior
respecto de la pni.

A nivel nacional, el 18,4% de la población joven (15 a 29 años) sólo alcanzó la


educación primaria, porcentaje que en el área rural es de 40,1%, lo cual evidencia
de manera aproximada la condición de menor logro educativo que la pi tiene
respecto del resto de la población, puesto que este nivel es un techo o barrera
educativa (Chirinos & Zegarra, 2004).

La afirmación anterior se sustenta en la menor presencia relativa de la pi en el


nivel secundario respecto del total de la población en este segmento. Mientras un
59,9% de la población entre 15 y 29 años alcanza la educación secundaria, esta
proporción disminuye drásticamente al 49,8% entre aquellos jóvenes habitantes
de sectores rurales, que concentran, según se estima, a la mayor cantidad de pi
(Chirinos & Zegarra, 2004). Por otro lado, un 64,5% de la población joven urbana
alcanzó el nivel secundario.

Tabla 11. Indicadores de logro educacional.

Indicador %

Población entre 15 y 29 años que alcanzó sólo la educación primaria 18,4


Población indígena entre 15 y 29 años que alcanzó sólo la educación
primaria (población rural que alcanzó este nivel) 40,1
Población entre 15 y 29 años que alcanzó sólo la educación secundaria 59,9
Población indígena entre 15 y 29 años que alcanzó sólo la educación
secundaria (población rural que alcanzó este nivel) 49,8

Fuente: Chirinos & Zegarra (2004).

Esta situación se torna crítica al analizar la población joven que logra alcanzar la
educación superior, puesto que por un lado, el 20,2% de la población de 15 a 29
años logró alcanzar el nivel superior (algún año del nivel universitario o no
universitario), mientras que en el área rural (de mayor presencia indígena) sólo
118 fundación equitas_ isees

el 6,7% alcanzó el nivel superior (siendo esta situación homogénea entre hombres
y mujeres de zonas rurales). Según Chirinos & Zegarra, “este indicador refleja el
porcentaje de población indígena peruana que accede a estudios superiores, aún
cuando haya diferencias entre la población indígena amazónica y la andina y de
los sectores más apartados” 10.

2. Resultados educacionales de la población indígena (pruebas estandarizadas)

Tanto a nivel primario como secundario, se estima que la pi presenta


resultados marcadamente inferiores en las pruebas de medición de des-
empeño, en relación con la pni.

Educación primaria

Para efectos de este análisis se utilizarán los resultados de las pruebas de Matemáticas
y Comunicación, aplicadas en distintos años a diferentes niveles de educación
primaria, a través de las cuales el Ministerio de Educación del Perú mide los niveles
de desempeño escolar.

Al respecto, los resultados de la prueba de Matemáticas Crecer, aplicada en el año


1996 a todos los estudiantes de cuarto grado de primaria, revelan diferencias
significativas en el puntaje promedio entre la población indígena y no indígena,
siendo la población Quechua hablante la de peores resultados relativos. El puntaje
promedio obtenido por esta población corresponde, aproximadamente, al 50% del
promedio alcanzado por la población hispanohablante, y es inferior en comparación
con todos los grupos de referencia presentados en el Gráfico 10, incluyendo el
promedio nacional, rural y el exhibido por aquella población que reside en la sierra
y selva peruana.

Asimismo, los resultados de las pruebas de Comunicación aplicadas por el Ministerio


en el año 2001 a los alumnos de cuarto grado de primaria, confirman que los
niveles de desempeño presentados por la pi están sistemáticamente por debajo a
los obtenidos por la misma cohorte a nivel nacional. Al comparar los Gráficos 11
y 12 se evidencia que, aproximadamente, entre un 2% y un 15% de los estudiantes
pertenecientes a la pi presenta niveles de desempeño “básico” o “suficiente”, en
contraste con el mismo logro mostrado por los estudiantes a nivel nacional, que
agrupa entre el 39% y 50% de sus estudiantes, considerando todas las variantes de la prueba

10. Situación que abordaremos en detalle en el capítulo iv (Acceso a Educación superior) de este documento.
perú_ capítulo 3 119

Gráfico 10. Puntaje promedio de la prueba de Matemáticas (Prueba nacional Crecer) para el 4º grado de primaria (1996).

Promedio nacional 45,4


Urbano estatal 44,0
Rural estatal 38,7
No estatal 62,4
Hispano hablante 47,3
Población Quechua 33,1
Población Aymara 45,0
Costa 49,9
Sierra 45,4
Selva 37,5

0 10 20 30 40 50 60 70

Fuente: Grade (2004).

de Comunicación integral (comprensión de sólo texto, texto con gráficos y reglas


gramaticales).

En el contexto de muy bajos rendimientos de la pi en esta prueba en relación con


los estudiantes a nivel nacional, es la pi Aymara la que presenta mejores resultados,
en comparación con la pi Quechua y otras etnias indígenas (eib).

Gráficos 11. Nivel de desempeño logrado en las pruebas de Comunicación Integral de 4º grado de primaria, 2001 (PT).

0,6
100%
34,8 34,9
39,3
11,4 16,0
50%

60,1
53,8 49,1

0%
Comprensión de textos verbales Comprensión de textos ícono verbales Reflexión sobre el funcionamiento
(sólo texto) (texto con gráficos) lingüístico de los textos
(reglas gramaticales)

Por debajo del básico Básico Suficiente

Fuente: Ministerio de Educación. Unidad de Medición de la Calidad Educativa (2002). Segundo Informe de Resultados por Niveles de Desempeño, en
PREAL-GRADE (2003).
120 fundación equitas_ isees

Gráfico 12. Nivel de desempeño logrado en las pruebas de Comunicación integral de 4˚grado de primaria, en áreas bilingües,
2001.

100% 0,3 0,3


8,5 5,7 7,2 5,7 1,0 9,3 6,8
1,7 4,6
3,4 6,5
4,3 8,5

50%
98,0 87,2 90,8 95,1 84,3 87,8 99,0 90,7 93,2

0%
Quechua Aymara Otros EIB Quechua Aymara Otros EIB Quechua Aymara Otros EIB

Comprensión de textos verbales Comprensión de textos ícono verbales Reflexión sobre el funcionamiento
(sólo texto) (texto con gráficos) lingüístico de los textos
(reglas gramaticales)
Por debajo del básico Básico Suficiente

Fuente: Ministerio de Educación. Unidad de Medición de la Calidad Educativa (2002). Segundo Informe de Resultados por Niveles de Desempeño, en
PREAL-GRADE (2003).

Educación secundaria

A nivel secundario, se analizará los resultados de la prueba de Comunicación


aplicada a los alumnos de quinto grado de secundaria en el año 2004.

Al respecto, cabe indicar que, por carecer de información específica respecto de los
resultados de la pi, nos aproximaremos a su situación analizando el nivel de desempeño
comparando según área de residencia, a nivel nacional y por departamento.

Los niveles de desempeño mostrados por los estudiantes de áreas rurales son,
ciertamente, inferiores a los presentados por los estudiantes de áreas urbanas y del
país. Mientras un 51,3% de los estudiantes a nivel nacional logran niveles de desempeño
básico o suficiente, solamente un 31,9% de quienes residen en áreas rurales logran
iguales resultados, zona donde se concentra significativamente la pi.

Al analizar los puntajes por departamentos, la brecha en los resultados de los


estudiantes de zonas rurales respecto de los puntajes registrados en sus respectivos
departamentos es de dos dígitos, promediando 30 puntos en un rango que va desde
los diez a los 66 puntos de distancia. Excepcionales son los casos de Huánuco y
Moquegua, con puntajes rurales por sobre el promedio del departamento, y Loreto,
con sólo seis puntos de brecha.
perú_ capítulo 3 121

Gráfico 13. Nivel de desempeño logrado en la prueba de Comunicación de 5˚grado de secundaria, 2004.

100% 8,9 9,6 3,6

28,3
42,4
44,5
50%

68,2
48,8 45,8

0%
Total Áreas Urbanas Áreas Rurales

Por debajo del básico Básico Suficiente

Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos prueba de Comunicación, Unidad de medición de la calidad educativa,
Ministerio de Educación (2004).

De los seis departamentos cuyos puntaje en zonas rurales es de 450 puntos o


menos (muy por debajo del promedio rural nacional de 473 puntos), cinco corres-
ponden a los de mayor proporción de pi 11, representando ésta más del 55% de la
población del respectivo departamento. Sumados, los cinco departamentos congregan
al 55% del total de la pi nacional. En ellos, la brecha entre los puntajes de las zonas
rurales y el registrado por el departamento es en promedio de 40 puntos. Véase
Tabla 12 de la página siguiente.

11. Puno, Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Cusco.


122 fundación equitas_ isees

Tabla 12. Puntajes promedio en la prueba de Comunicación por departamento, ordenados ascendentemente (áreas rurales por
departamento), aplicados a alumnos de 5º grado de secundaria (2004).

Departamento Puntaje Puntaje PI/PT % PI Rank


Comunicación Comunicación Depto. Nacional PI/PT
(zonas rurales) (total)

País 473 505


Puno 414 451 66,0 19,0 1
Huancavelica 424 467 56,3 5,8 4
Amazonas 436 499 10,1 0,9 15
Ayacucho 437 496 60,7 8,0 3
Apurímac 445 471 64,7 6,6 2
Cusco 450 487 55,4 15,2 5
Cajamarca 461 486 1,1 0,4 22
Ucayali 467 491 10,5 0,9 14
Lambayeque 467 508 2,6 0,6 21
Pasco 468 499 12,1 0,7 13
Madre de Dios 474 503 24,2 0,4 8
Tumbes 479 489 0,5 0,0 24
Loreto 481 487 4,5 0,8 19
Ancash 482 493 31,8 8,1 6
San Martín 482 497 2,6 0,4 20
Piura 485 503 0,3 0,1 25
Ica 485 505 6,1 09 17
La Libertad 489 525 0,5 0,2 23
Junín 495 511 13,1 3,6 12
Huánuco 496 487 26,7 4,7 7
Arequipa 498 534 17,2 4,2 11
Tacna 503 535 21,7 1,3 9
Lima 515 539 9,1 15,4 16
Moquegua 520 518 21,3 0,7 10

Fuente: Elaboración propia a partir de base de datos prueba de Comunicación, Unidad de medición de la calidad educativa,
Ministerio de Educación (2004) y elaboración propia en base a censo 1993.
Perú_ 4

Acceso a la educación superior


124 fundación equitas_ isees

capítulo 4_

Acceso a la educación superior

Datos destacados

Una de las características fundamentales del sistema de educación superior en


el Perú, viene dada por el desfase existente entre cobertura y calidad situación, por
cierto, transversal al sistema educativo del país. Esto se produce en la conjugación
entre un gasto público en educación relativamente exiguo* y los elevados niveles
de cobertura existentes, dada la “democratización de la educación”. Democratización
que tiene lugar en los años 80’ y que incorpora como una de sus principales
reformas la gratuidad de la educación superior pública. Esto no se ha traducido en
resultados favorables, lo que lleva a que en julio del año 2003 el gobierno peruano
dispusiera declarar el sistema educativo nacional en emergencia durante el bienio
2003-2004, con la intención de “recuperar la calidad educativa del país, aprovechando
las fortalezas, oportunidades y recursos disponibles del sector”.

Respecto a la participación de la pi en la educación superior, los estudiantes con


más características socioculturales que los asemejen a “indígenas” (secundaria
rural, Quechua o Aymara como lengua materna) son los que menos oportunidad
siguen teniendo de acceder a la educación superior, en comparación con la pni.

El acceso de los estudiantes indígenas andinos y amazónicos es de preferencia


hacia las carreras de educación, en universidades públicas e isp’s.

Por otro lado, es apreciable que las universidades con más baja relación entre
ingresantes y postulantes son, precisamente, las que la población indígena más
demanda y a las que menos accede. En relación con lo anterior, son pocas las
universidades que han implementado acciones afirmativas para la inclusión de
esta población en dicho nivel.

* En el año 2000 la inversión pública en educación se mantuvo en 2,6% del pbi, en tanto que el promedio
latinoamericano fue del 4,5%.
perú_ capítulo 4 125

1. Algunas consideraciones sobre el sistema de educación superior en el Perú

Según diversos analistas, dos características del sistema educativo peruano inciden
directamente sobre la calidad de éste. La conjunción de un gasto público en
educación relativamente exiguo 12 y políticas intensivas de ampliación de la cobertura
ha generado un desfase entre cobertura y calidad, expresado en los desfavorables
resultados obtenidos por el Perú en las pruebas de evaluación llevadas a cabo por
el mismo Ministerio (2001) y evaluaciones internacionales como pisa 2002. Estos
síntomas llevan a que en julio del año 2003 el gobierno peruano dispusiera declarar
el sistema educativo nacional en emergencia durante el bienio 2003-2004, con la
intención de “recuperar la calidad educativa del país, aprovechando las fortalezas,
oportunidades y recursos disponibles del sector” (Chirinos & Zegarra, 2004).

En este contexto, la calidad de la educación superior también se ve severamente


afectada. Chirinos & Zegarra (2004) indican que la llamada “democratización de
la educación”, que se inició en la década de 1980 y que se caracterizó por un
aumento considerable de la población educativa, debido a que se dispuso la gratuidad
de la educación pública, “produjo lo que los especialistas llaman un aumento de
masa sin estructura”. Asimismo, hoy en día “las universidades y centros de educación
superior no universitaria cubren un rango amplio en lo que respecta a calidad
académica, tamaño, perfil estudiantil, perfil profesional e infraestructura “de tal
manera que la categoría educación superior peruana sólo tiene sentido para referirse
a una heterogeneidad extrema”.

Actualmente existen cerca de 1.126 centros educativos de educación superior,


siendo un 42% estatales y un 48% privados. Del total, solamente 80 instituciones
son de educación superior universitaria –un 7,1% respecto al total– y el restante
92,9% corresponde a centros de educación no universitarios, mayoritariamente
institutos superiores tecnológicos y pedagógicos de formación magisterial (98%).

Según datos de la unesco, 2004, la composición de los ingresos de las instituciones


de educación superior oficiales al años 2002, corresponden en un 62% a recursos
públicos (financiamiento estatal, subvenciones, becas, etc.) y el 38% restante a
recursos privados (principalmente pago de aranceles).

Por otro lado, las 80 instituciones de educación superior universitaria congregan


a más de 504 mil alumnos, de los cuales el 47% participa del sistema público
universitario y el 53% del sistema privado.
12. En el año 2000 la inversión pública en educación se mantuvo en 2,6% del pbi, en tanto que el promedio
latinoamericano fue del 4,5%.
126 fundación equitas_ isees

Tabla 13. Centros educativos de educación superior estatales y no estatales (2004).

Superior no universitaria Superior Total


F. Magisterial Tecnológica Artística Universitaria

Total 349 660 37 80 1126


Estatales 123 286 31 33 473
No estatales 226 374 6 47 653

Fuente: Ministerio de Educación-Unidad de Estadística Educativa.

Gráfico 14. Matrícula universitaria estatal y no estatal, 1998 - 2004 (en miles).

600
497 504
462
412 426 435
400
400

273 283 288


231 243 254 256
200
189 213 216
169 168 171 179

0
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004

Total Universidades públicas Universidades privadas

Fuente: Asamblea Nacional de Rectores, Oficina de Estadística e Informática.

Otro aspecto relevante del sistema de educación superior del Perú es la ley de
educación de 1982, que creó una nueva opción de estudios postsecundarios
alternativa a la universidad: los Institutos Superiores Tecnológicos (ist). Esta
modalidad de la educación superior, destinada a ofrecer una formación técnica en
carreras cortas, se ha extendido rápidamente en los últimos años. Se ha abierto un
espacio socio-educativo nuevo a jóvenes de extracción popular y de sectores medios
que se desenvuelven fuera de la universidad. El número de estos institutos varía,
decreciendo año a año (Chirinos & Zegarra, 2004).

Asimismo, existen 386 institutos superiores pedagógicos públicos y privados en


el país, que acogen a cerca de 104.000 alumnos y cuentan con una plana de 8.500
docentes. La formación de profesores docentes por parte de los isp y universidades
ha generado una situación de enorme superávit de estos profesionales, pues entre
perú_ capítulo 4 127

Tabla 14. Institutos superiores tecnológicos en el Perú, años 2001 y 2002.

Nivel o modalidad Centros Docentes Alumnos Oferta


Públicos Privados Públicos Privados Públicos Privados educativa

IST 2001 296 563 7.108 11.384 139.771 163.874 200 carreras
IST 2002 293 549 11.380 6.124 163.337 138.768 250 carreras

Fuente: Base de datos de la Unidad de Formación Profesional, MED, en Chirinos & Zegarra (2004).

ambos tipos de instituciones se gradúan anualmente 18.000 profesionales, siendo


que el sistema educativo tiene la capacidad de recibir sólo a 3.500 por año.

2. Participación de la población indígena en la educación superior

Tendencias en el acceso de la PI a la educación superior

Considerando los aportes de Chirinos & Zegarra, se identifican tres tendencias


significativas que sitúan las condiciones de acceso de la pi del Perú a la educación
superior universitaria.

1. Los estudiantes con características socioculturales que los asemejan a “indígenas”


(secundaria rural, Quechua o Aymara como lengua materna) son los que menos
oportunidad siguen teniendo de acceder a la educación superior.

Las estimaciones de cobertura a la educación superior para la pi, especialmente


para aquella entre 15 y 29 años, son variadas, pero todas apuntan a concluir que
el acceso a este nivel educacional por parte de la pi es inferior al del resto de la
población 13. Chirinos & Zegarra la estima basándose en el acceso a la educación
superior que tienen las poblaciones de áreas rurales, que es de un 6,7%, 13,5 puntos
porcentuales por debajo de la tasa de cobertura estimada para el total de la población
peruana en el mismo rango etáreo (20,2%). No obstante, la participación de la pi
en este nivel mejora si consideramos el segmento de población entre 20 y 24 años
(11,6% de cobertura) y entre 25 y 29 años (8,6% de cobertura).

La tasa de cobertura de la pi en la educación superior oscilaría entre un 4,6%, en


zonas donde prevalece la población indígena amazónica y en aquellas zonas andinas

13. Aunque, “en la actualidad, es más difícil de evaluar el acceso universitario de los indígenas andinos, pues la masiva
migración y la castellanización progresiva de amplios sectores de la sierra central ha hecho más difusa la frontera
entre quiénes son indígenas y quiénes han dejado ya de serlo”. Ídem (2004).
128 fundación equitas_ isees

de predominio monolingüe (uso exclusivo de lengua indígena), y un 20%, en


aquellas zonas donde la población indígena –del segmento etáreo mencionado–
tiene una mayor cercanía y relación con la cultura occidental urbana. Estas cifras
muestran que serían las poblaciones indígenas andinas quienes alcanzan un mayor
nivel educativo, en referencia a las poblaciones indígenas amazónicas.

Las dificultades en el acceso a educación superior para la pi también han sido


estimadas en otros estudios. Valdivia (2003) y grade (2003) indican que un 11,9%
de la pi ha accedido a educación superior, en contraste con un 22,5% de la pni que
ha alcanzado dicho nivel educacional.

Tabla 15. Estimaciones de participación de la PI, respecto de la PNI y/o PT.

Fuente (autores) Indicador %

Chirinos & Zegarra Porcentaje de estudiantes de origen andino o amazónico (PI) que accede a estudios
(2004) superiores (población rural de 15 a 29 años que alcanzó algún año universitario o no
universitario) 6,7

Porcentaje de estudiantes de origen amazónico y zonas andinas de predominio monolingüe


(PI) que accede a estudios superiores (población rural de 15 a 29 años que alcanzó algún
año universitario o no universitario) 4,6

Porcentaje de estudiantes indígenas en mayor relación con la cultura occidental urbana


(PI) que accede a estudios superiores (población rural de 15 a 29 años que alcanzó algún
año universitario o no universitario) 20,0

Porcentaje de estudiantes peruanos (PT) que accede a estudios superiores


(población de 15 a 29 años que alcanzó algún año del nivel universitario o no universitario) 20,2

Néstor Valdivia (2003) Población indígena (PI) con educación superior (universitaria o no universitaria) 11,9
GRADE ( 2003)
Población no indígena (PNI) con educación superior (universitaria o no universitaria) 22,5

Fuente: Elaboración propia a partir de Chirinos & Zegarra (2004), GRADE (2003) y Benavides (2003).

La menor presencia de la pi en el sistema de educación superior peruano se


relacionaría tanto con factores socioculturales, particularmente por la desvinculación
entre la educación formal y la cultura indígena; económicos, dado los recursos
insuficientes que la pi tendría para postular en comparación con el resto de la
población; y educacionales, considerando las mayores dificultades de acceso y
término efectivo que esta población tiene tanto en el nivel primario como secundario.

2. El acceso de los estudiantes andinos y amazónicos es de preferencia hacia las


carreras de educación, en universidades públicas e institutos.

Probablemente, gran parte de la pi que accede a la educación superior, orienta sus


perú_ capítulo 4 129

opciones hacia los institutos superiores pedagógicos o carreras de educación


impartidas en universidades públicas. Esta afirmación se relaciona con el hecho
de que es en la región andina donde se concentra la mitad de los isp’s y de los
alumnos de la carrera de educación a nivel nacional, región en la que, simultánea-
mente, se concentra la mayor parte de la pi Quechua y Aymara del país.

Además, la gran mayoría de los indígenas que acceden a isp’s, lo hacen en aquellos
situados en zonas urbanas, considerando que al mismo tiempo “los estudiantes
de los institutos rurales (isp’s) son en su mayoría de procedencia indígena”. Por
otro lado, existen algunos isp’s que presentan programas curriculares enfocados
en los estudiantes indígenas, orientados principalmente a la formación de profesores
que, a su vez, enseñarían en escuelas con predominancia de alumnos indígenas
(Chirinos & Zegarra, 2004).

3. Es apreciable que las universidades con más baja relación entre ingresantes y
postulantes son “precisamente” las que la población indígena más demanda y a
las que menos accede.

Esta afirmación se vincula directamente con la dificultad que las universidades


existentes en el país han tenido para promover acciones afirmativas que faciliten
la presencia de alumnos indígenas en sus aulas. Entre las universidades peruanas
que convocan expresamente a estudiantes indígenas se encuentran:

• Universidad Nacional de la Amazonía Peruana


• Universidad Nacional Agraria de la Selva-Tingo María
• Universidad Nacional Mayor de San Marcos
• Universidad Nacional de Educación Nacional de Educación
• Enrique Guzmán y Valle
• Universidad Nacional de Huancavelica
• Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco
• Universidad del Altiplano de Puno

Entre las medidas consideradas por estas universidades para facilitar el ingreso de
los estudiantes indígenas está la exoneración de examen, acogiéndose a los convenios
especiales mencionados en sus reglamentos.

En el caso de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, se está ante una


decisión de sus autoridades que “vía una norma establecieron un cupo para el
ingreso libre de estudiantes indígenas de la Amazonía desde el año 1999”.
130 fundación equitas_ isees

Por su parte, desde el año 2003 la Universidad Nacional San Antonio Abad del
Cusco desarrolla el programa Hatun Ñan, dirigido a sus estudiantes de origen
indígena (Quechua, Aymara y Amazónico), cuya finalidad es mejorar los niveles
y tasas de aprendizaje, de aprobación y de titulación, a través de acciones de apoyo
académico 14.

14. Más información en: http/://hatunnan.unsaac.edu.pe/home.html


Perú_ 5

Consideraciones finales
132 fundación equitas_ isees

capítulo 5_

Consideraciones finales

Más allá de las diferencias existentes en cuanto a las estimaciones


de la cantidad y calidad de la situación de población indígena en el Perú,
la compilación de datos presentados en este documento muestra la
desigual y desventajosa situación socioeconómica y educacional en la
que ellos se encuentran, respecto del resto de la población del país.
perú_ capítulo 5 133

La población indígena se concentra, principalmente, en zonas rurales y en


aquellos departamentos de la sierra centro sur y de la selva amazónica, los cuales
presentan mayores tasas de pobreza y peores niveles de desarrollo humano en
comparación con el resto de las zonas del país. En efecto, ocho de cada diez indígenas
vive en situación de pobreza, lo que hace suponer que categorías como ruralidad,
etnicidad y pobreza se encuentran íntimamente asociadas 15.

La precaria situación socioeconómica experimentada por esta población, en


comparación a la pni, se relacionaría con la brecha educacional existente entre
ambas poblaciones. Ésta se expresa, claramente, en las dificultades que los indígenas
tienen para acceder y/o finalizar tanto el nivel primario como secundario, en los
bajos promedios educacionales y también, en los bajos niveles de desempeño
escolar, comparado con la pni.

Tanto las dificultades socioeconómicas como las educacionales presentadas


generan un contexto desfavorable para el acceso de esta población a la educación
superior: en efecto, la cobertura educacional en este nivel bordea un escaso 7% de
la pi joven, en contraste con el 20% del mismo segmento a nivel nacional. Asimismo,
desde las instituciones de educación superior del Perú aún existe un escaso desarrollo
de acciones afirmativas que promuevan la presencia de estudiantes indígenas en
sus aulas.

Es de esperar que la recopilación presentada facilite el debate en torno a la


situación que actualmente viven las poblaciones indígenas del Perú, quienes ven
seriamente afectadas sus oportunidades de acceder a la educación superior,
instrumento de movilidad social y superación de la pobreza, si la comparamos con
la situación de la población no indígena.

Por otro lado, es imprescindible avanzar en diversificación de los indicadores


sociales, económicos y educacionales existentes que aseguren una caracterización
más clara y exhaustiva de la población indígena del Perú. Esto implica favorecer
estudios que aborden la problemática de esta población y fomentar la incorporación
de la variable etnia como criterio de análisis y comparación, respecto de la población
no indígena.
15. No obstante, existe al menos un 15% de población indígena que habita en la zona metropolitana del país (Lima),
sobre la cual es necesario indagar con mayor profundidad en su situación social, económica y educacional, por
representar éste un segmento que probablemente habita en zonas urbanas y de los cuales se tiene escasa evidencia.
134 fundación equitas_ isees

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Biografía
de los autores
biografía de los autores 137

Biografía
de los autores

Pamela Díaz-Romero
Socióloga de la Universidad Católica de Chile, diplomada en Género y Políticas
Sociales en la Universidad de Chile, cursó estudios de doctorado en la Facultad de
Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona (uab). Fue investigadora del
Departamento de Estudios del Servicio Nacional de la Mujer (sernam) y, posterior-
mente, coordinadora del Programa para la Superación de la Pobreza Femenina
ejecutado por ese Servicio. Representó al sernam en el Comité Interministerial
Social, responsable del seguimiento y evaluación de las políticas y programas
sociales gubernamentales. Paralelamente, se desempeñó como evaluadora de
proyectos del Fondo para el Estudio de Políticas Públicas, dependiente del Depar-
tamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile. En Barcelona participó
como investigadora asociada en proyectos financiados por la Dirección General de
Investigación en Ciencias y Tecnología (dgicyt) y el Instituto de la Mujer de España.
Fue responsable de la elaboración del “Modelo de indicadores sobre la situación
social de las mujeres en España” para el Centro de Estudios de la Mujer de la uab.
A su regreso a Chile, participó en la adaptación del Paquete de Fortalecimiento
Institucional sobre Género, Pobreza y Empleo de la Organización Internacional
del Trabajo (oit) para América Latina y el Caribe. Fue responsable técnica en el
sernam de apoyar la incorporación de la perspectiva de género en políticas y
programas del Ministerio del Trabajo y Asuntos Sociales y en el Ministerio de
Economía. Es miembro del Consejo del Fondo de Investigación y Desarrollo en
Educación del Ministerio de Educación – Chile. En octubre del año 2000 asumió
como directora del Programa Internacional de Becas de la Fundación Ford – Región
Andina y Cono Sur, que desde el año 2002 se coordina desde la Fundación equitas,
fundación de la cual es directora ejecutiva. Ha escrito artículos incluidos en
numerosas publicaciones y editado varios libros, entre ellos la serie “Acción afirmativa:
hacia democracias inclusivas”, resultado de la investigación realizada en Argentina,
Colombia, Chile y Perú coordinada y publicada por Fundación equitas, y “Caminos
para la inclusión en la educación superior” Chile–Perú.

Fabián Flores
Nació en Santiago de Chile y actualmente se desempeña en la Fundación equitas,
como animador del Foro isees (Santiago). Además, es socio y profesional de la ong
para temas de desarrollo sustentable Territorio Sur (Valparaíso). Es consultor de
138 fundación equitas_ isees

diversos organismos relacionados con temas relativos a salud, educación y pueblos


originarios. También ha sido ayudante (puc, U. Diego Portales 2002-2006) y
profesor universitario (U. Lagos, 2006-2007) en la cátedra de metodología de la
investigación. Estudió Sociología en la Universidad Católica (1999 – 2003). Comenzó
su carrera profesional trabajando como director de proyectos en diversas consultoras
de opinión pública. Sus últimos trabajos se vinculan a temas de educación y pueblos
originarios, destacando: “La unidad y la diversidad: movilización política y demandas
educacionales en el pueblo Mapuche”, "Equidad en el acceso de los pueblos indígenas a
la educación superior en Chile, desde 1990: Avances, obstáculos y desafíos para la política
pública" y “Equidad en el acceso de los pueblos indígenas a la educación superior en
Perú: Avances, obstáculos y desafíos para la política pública", todos ellos realizados
en 2007.
Últimas Publicaciones FUNDACIÓN EQUITAS

SERIE ACCIÓN AFIRMATIVA:


HACIA DEMOCRACIAS INCLUSIVAS (2005)

Argentina
Magdalena Claro y Viviana Seoane

Colombia
Magdalena León y Jimena Holguín

Chile
Magdalena Claro

Perú
Magdalena León y Lourdes Hurtado

Estrategias de Inclusión en la Educación Superior


en Chile
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Estrategias de Inclusión en la Educación Superior


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SERIE PROPUESTAS PARA LA INCLUSIÓN

Documento de trabajo Nº 1,
Propuesta para la Inclusión Social en Educación
Superior

Documento de trabajo Nº 2,
Políticas Públicas para la Inclusión Social

SERIE INFORMES DE INVESTIGACIÓN

Documento de Trabajo Nº 1:
Análisis de la Política Pública en Educación
Superior desde el Punto de Vista de la Equidad
Carmen Luz Latorre, Luis Eduardo González, Oscar
Espinoza

Documento de Trabajo Nº 2:
Políticas de Equidad en la Educación Superior
Universitaria Peruana
Angélica Coronel, Zenón Depaz, Carlos Mora y
Luis Tejada
El isees convoca a un diálogo abierto, plural e informado a los distintos actores del
sistema de educación superior, tomadores de decisiones y especialmente a los
integrantes de las diversas comunidades étnicas y raciales, para avanzar integrada-
mente hacia una mayor interculturalidad e igualdad de oportunidades educativas.

Con el objetivo de ampliar los alcances del intercambio generado hasta ahora,
ponemos a disposición de los interesados una serie impresa que esperamos facilite
la participación de quienes, por diversas razones, han tenido dificultades para
acceder a la multiplicidad de contenidos alojados en la plataforma, asegurando por
esta vía una mayor difusión de las ideas y propuestas que en ella se desarrollan.

http://isees.fundacionequitas.org
www.fundacionequitas.org

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