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ALEXIVICH Y SNCHEZ BAUTE, DOS CARAS DE LA MISMA GUERRA

Una Nobel bielorrusa que naci durante la Unin Sovitica, un Premio Nacional de
Novela vallenato que se exili en Bogot; sus libros La guerra no tiene rostro de
mujer y Lbranos del bien. Ambos el mismo tema: las vidas particulares de la
guerra ms all de la gran historia.
El libro de Svetlana que busca escudriar en las grietas de la historia de La
Victoria que elabor la URSS pero adems le cambia de rostro a una actividad
que ha sido histricamente relegada al mbito masculino. Cientos de relatos de
mujeres nos estremecen con el sufrimiento callado por el orgullo del triunfo.
La obra de Alonso Snchez es una exhaustiva investigacin para aclarar por qu
de la lite del pueblo festivo y tranquilo de Valledupar salieron dos guerreros que
estremecieron a Colombia: Rodrigo Tovar Pupo quien se convirti en el paramilitar
Jorge 40 y Ricardo Palmera, que se transform en el guerrillero Simn Trinidad.
Alexivich te atrapa con la brutal sinceridad de los relatos que recopila, si cuando
una persona quita la muralla y se revela es fascinante, ahora leer en su desnudes
del alma a cientos de mujeres hace que el cerebro naufrague en un mar de inters
y reflexin.
Snchez Baute relata sus investigaciones periodsticas en medio del dilogo con
Fina Palmera, una nonagenaria de la lite vallenata que habla en el lenguaje grato
que tiene la tierra de Pedro Castro, y que es tan real como cualquier personaje
que haya nacido en Valledupar.
Ambos hacen particular la guerra, ya no es vista como el choque de grandes
ideas, la respuesta necesaria ante injusticias, el llamado natural a defender lo
propio, sino como la historia individual de sus participantes, y es ah cuando se
empieza a desmoronar cualquier idea de respaldo blico.

Es cierto que puede haber motivos loables que empujen a las personas a las
armas, pero a travs de estas historias se evidencia cmo cualquier buen
propsito se diluye en el tiempo, cmo toda la destruccin externa que provoca la
guerra se proyecta adentro, y hace lo mismo con nuestro ser.
Dos buenos libros para quienes reclaman la guerra ondeando la bandera de la
justicia y no se dan cuenta del dao que invocan, y para quienes la repudiamos
confirmarnos en el rechazo de un crculo que se muerde la cola.

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