y que del viento el mar embravecido ver desde lo alto sin temello; ver colgada de un sutil cabello la vida del amante embebecido en su error, en engao adormecido, sordo a las voces que le avisan dello. Alegrrame el mal de los mortales, y yo en aquesto no tan inhumano ser contra mi ser cuanto parece: alegrarme , como hace el sano, no de ver a los otros en los males, sino de ver que dellos l carece.