Está en la página 1de 1

Gracias al cielo doy que ya del cuello

del todo el grave yugo ha desasido,


y que del viento el mar embravecido
ver desde lo alto sin temello;
ver colgada de un sutil cabello
la vida del amante embebecido
en su error, en engao adormecido,
sordo a las voces que le avisan dello.
Alegrrame el mal de los mortales,
y yo en aquesto no tan inhumano
ser contra mi ser cuanto parece:
alegrarme , como hace el sano,
no de ver a los otros en los males,
sino de ver que dellos l carece.

También podría gustarte