La fe fue para Jess, como lo es para nosotros, un camino,
algunas veces amplio, bien trazado e iluminado, y otras, las ms, un camino tortuoso y estrecho, sumido en la penumbra. Los evangelios nos muestran con lujo de detalles, que Jess no tuvo una vida hecha, como a veces imaginamos; una vida decidida hasta en los ms mnimos detalles. Jess crey con una fe humilde y perseverante, que lo hizo capaz de descubrir la Voluntad de Dios para con l, en los acontecimientos que iban sucedindose alrededor suyo, y que poco a poco iban configurando su misin, y mostrndole el camino por el que deba transitar. Una fe profunda y valiente, que lo capacit para enfrentar las circunstancias ms difciles, con la certeza de que Dios Padre estaba con l, fortalecindolo y acompandolo. Slo la fortaleza de espritu que comunica la fe, puede explicar que Jess haya sido capaz de enfrentar con tanta dignidad, las falsas acusaciones que le hicieron en los juicios del Sanedrn y de Pilatos, y que siendo inocente haya aceptado hacerse o parecer culpable, en perfecta obediencia y absoluta coherencia. Slo la seguridad que da la fe, puede explicar que Jess haya sido capaz de entregar su vida en la cruz, por nosotros, con tanta serenidad, con tanta paz, con tanta mansedumbre, y a la vez, con tanta decisin, en medio de intensos y profundos dolores fsicos y espirituales. Debemos pedir a Jess que nos ensee a creer de verdad, como l crey, y que fortalezca nuestra fe cada da, para realizar con amor, lo que Dios quiere que hagamos, para vivir como quiere que vivamos.