Está en la página 1de 32
ALICIA MOREAU DE JUSTO: FEMINISMO Y POLITICA, 1911-1945. Asuncion LAVRIN® Tras ciento un afios de vida Alicia Moreau de Justo murié en Buenos Aires en 1986. Atin poco conocida fuera de su tierra natal, Moreau de Justo alcanzé el reconocimiento de sus compatriotas en las Ultimas décadas de su vida, elogiada en Ja prensa y casi canonizada como arquetipo del feminismo portefio entre las feministas de éste fin de siglo. En los albores del siglo yeinte, sin embargo, Alicia Moreau no era ejemplo-de lo que la sociedad argentina consideraba modelo de comportamiento femenino, ni seguia la filiacién politica que el gobierno argentino deseaba para su ciudadania. Moreau era una feminista de vanguardia y una socialista por vocacién y educacién que seguia una ruta que abria nuevos horizontes para su sexo y bogaba por una vida mas justa para las clases trabajadoras.' Ajena a cualquier critica de corte tradicional Moreau sigwié a través de su larga vida una elipse tangente a cualquier ortodoxia, pero fiel a su ideologia de elevacién del género femenino y de reforma social. * Departamento de Historia, Arizona State University. * Para una interpretacion de la imagen femenina en la prensa, véase, K. NEWMANN "The Modernization of Femininity: Argentina, 1916-1926", en Women, Culture, and Politics in Latin America, University of California Press, Berkeley, 1990. 176 Asuncién LAVRIN Alicia Moreau nunca escribio nada sobre lo que no sintiera una urgencia intelectual y emocional.? Sus ideas sobre la mujer, ef trabajo, la niffiez, la justicia y ‘a democracia mantuvieron una armoniosa intimidad relacional en su vida. En este trabajo seguiremos la ruta de algunas de esas ideas entre 1911 y 1945, quizds el periodo més fecundo de su vida intelectual y politica. Moreau fue vocero de un grupo de feministas que maduraron en los afios 20s y que incluia a librepensadores, socialistas, y miembros progresistas del partido Radical. Nacida el 11 de Octubre de 1885 en Londres, de padres franceses exilados politicos del movimiento de Comuna parisiense (1871), Alicia Hegé a la Argentina en 1890.’ Su educacién la Ilevé a la Escuela Normal y eventualmente a la Escuela de Medicina, de donde se gradué en 1913, Su formacién intelectual, sin embargo, comenz6 desde mucho antes, inspirada por las lecturas de Michelet y la literatura francesa, Darwin, Spencer, Bebel y Haeckel. La transformacion de las teorias de la seleccién natural y el triunfo del mas apto en una filosofia de justicia social es uno de los giros mds intrigantes de su pensamiento. Como otras mujeres socialistas de principios de siglo, reinterpret el darvinismo asumiendo que la lucha “no significaba forzosamente el odio y el asesinato. Sus instrumentos pueden ser la compresién, la simpatia, el amor, que conducen a la union de los esfuerzos..”.4 La lucha socialista era para Moreau concedi6 varias entrevistas periodisticas hacia el final de su vida que en parte sirvieron a Mista Henawtt, su primera bi6grafa, para tejer una relacin de su vida. Que sepamos, si ha dejado alguna coleccién de papeles privados, no se han dado a la luz por su familia. Véase, M. HENAULt, Alicia Moreau de Justo, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1983; B, ALBERTI, Conversaciones con Alicia Moreau de Justo y Jorge Luis Borges, Ediciones del Mar Dulce, Buenos Aires, 1985, pp. 27-112, ? En su conversacién con Blas Alberti Moreau recuenta muchos pasajes de su nifiez y juventud que son la nica fuente cierta de informacién que tenemos, * HENAULT, Alicia Moreau de Justo, p. 13. Cita de Morea en su obra El socialismo segiin la definicién de Juan B. Justo. Véanse os comentarios de Moreau en B. ALBERTI, Conversaciones, pp. 64, 97-99; A. LAVRIN, “Women, Labor, and the Left: Argentina and Chile, 1900-1925”. En C. JOHNSON-ODIM y M. STROBEL, editoras, Expanding the Boundaries of Women's History, University of Indiana Press, Bloomington, 1992, pp. 249-77. Para un tratamiento més amplio del femninismo y el socialismo en la Argentina, véase, A LAVRIN, Women, Feminism and Social Change in Argentina, Chile and Uruguay: 1890-1940, University of Nebraska Press, Lincoln, 1995. ALICIA MOREAU DE JusTO. 177 alcanzar la mejora de la vida y la elevacién del trabajador.’ Su educacién como médica y su inclinacién a las ciencias le permitié concebir a las tiltimas como herramientas de un mejoramiento social que se hacia urgente a principios de siglo, dada Jas circunstancias en las que el proletariado se desarroliaba en los medios urbanos. Su temprano contacto con los trabajadores de Buenos Aires se realiz6 en el Ateneo Popular y Ia Sociedad Luz, centros de educacién socialista donde los trabajadores asistian a las conferencias dictadas por miembros del partido. Su confianza en la educacién como Ilave del progreso del pueblo indudablemente se formé en esos aftos juveniles.® Desde su inicio como escritora Moreau lIlevé a cabo esta labor de pedagogia popular a través de articulos periodisticos, conferencias en centros socialistas, radioconferencias y discursos en congresos nacionales e internacionales. De ahi la soltura de su estilo, la capacidad de explicar cualquier problema de forma clara y sencilla, y la persuasién “misionera” de su escritura, siempre al servicio de una causa social. Dada la variedad tematica de sus escritos, fiel espejo de la riqueza de su pensamiento y de la intensidad de su actuacién en la politica de reforma social en la Argentina de las primeras décadas del siglo, me limitaré aqui a analizar algunas de las ideas que dejé plasmadas en las revistas Humanidad Nueva (1910-19), Nuestra Causa (1918-21) y Vida Femenina (1934-43) y en otros escritos escogidos hasta 1945, affo en que publicé La mujer en la democracia.’ * J, BIALET Masss, Bl estado de las clases obreras argentinas a conuienzos del siglo. 2a. ‘ed. Universidad Nacional de Cérdoba, Cérdoba, 1968; H. A. SPALDING, La clase mabajadora argentina: Documentos para su historia, 1890-1912, Galera, Buenos Aires. 1970; C.H. WAINERMAN y M. NAVARRO, El trabajo de la mujer en la Argentina: Un andlisis preliminar de las ideas predominantes en las primeras décadas del siglo XX, Centro de Estudios de Poblacién, Buenos Aires, 1979. *B. ALBERDI, Conversaciones, pp. 45-53; Humanidad Nueva, 8 (1913), sin paginacién. 7 A. MOREAU de JUSTO, La mujer en la democracia, Libreria Editorial “El Ateneo", Buenos Aires, 1945. De Humanidad Nuevé s6lo existen mimeros hasta 1913 en la Biblioteca Juan ‘B. Justo, Buenos Aires. Esta revista sucedié a Revista Socialista Internacional fundada yor el socialista espafol-argentino, Dr. Enrique del Valle Therlucea. 178 Asuncion LAVRIN Los temas del corpus de estos escritos son la actividad feminista y los problemas politicos y sociales de su patria y del mundo occidental.® La iniciacién de Alicia Moreau en él feminismo se realizé seguramente a través de su asociacién con el partido Socialista, que ya en la primera década del siglo declaré su apoyo al concepto de la igualdad legal y politica de la mujer.” Es dificil delimitar cual de estas dos ideologias le fue mAs importante ya que como mujer e concepto de igualdad de géneros era tan basico para ella como el dogma de justicia social. En 1910 Moreau sale a la palestra a defender la posibilidad de intelectualidad en la mujer, respuesta a una disputa provocada por la adjudicacién del premio Nobel de Literatura a Selma Lagerlof,'° Moreau refuta a quienes deprecaban el intelectualismo de la mujer como una monstruosidad biolégica. Su educacién en el evolucionismo social le dice que en la “organizacién social actual gana el mds inteligente”, y eso explica por que la mujer, en su emancipacién, tiende al intelectualismo. Sélo una “inteligencia brillante, nutrida, fecunda ... puede hoy abrirle [ a la mujer] un paso indiscutido; es un titulo profesional, igual al del hombre, el tinico que le permitira asegurar su vida en una forma independiente y amplia..”. La igualdad intelectual de los géneros era imprescindible. Cuando fuera reconocida por la sociedad, la mujer podria entonces ofrecer sus cualidades morales “tan necesarias al equilibrio social”. Todas los paises que aspiraran al progreso tendrian que reconocer un nuevo rol para la mujer educada del cual se derivarian acciones politicas directas a * No existe ninguna antologia de los escritos de Moreau 0 une compilacion de sus ‘numerosisimos escritos en Ia prensa rioplatense. Ademés de sus columnas en Revista Socialista Internacional y Humanidad Nueva Moreau publicé frecuentemente en el periddico socialista La Vanguardia de quien fue directora entre 1956 y 1960. En los afios 30 did conferencias radiales y sus numerosas conferencias en organizaciones afiliadas al Partido Socialista o a la campafia pro suffagio femenino fueron ta base de algunos de sus articulos. Sin embargo, muchas de ellas no fueron publicadas nunca. Como ejemplo de las publicadas, véanse, “Los derechos politicos de la mujer”. conferencia en el Circulo Universitario Intemerandus, Octubre 5, 1930 y “Et socialismo y la mujer”, La Vanguardia, 25 Septiembre 1929. Entre las no publicadas, hay referencias en La Vanguardia en 27 Marzo, 1929, y 14 Noviembre 1929, y en La Prensa Septiembre 11, 1932. ° A Lavin, Women, Feminism and Social Chan; *° A. MOREAU, ‘"Feminismo e intelectualismo” (1910), pp. 24-31 , Pp. 20-25, 261-78. Humanidad Nueva. Vol. 3, Nos 1-2 ALICIA MOREAU DE JusTO 179 través del voto. Moreau no desechaba la familia como “campo Secundo”, especialmente en la preparacién de las generaciones futuras. Las bases del feminismo suramericano, del cual Moreau fue una de las creadoras, definia para las mujeres una multiplicidad de funciones privadas y publicas que le garantizarian “un ro! noble y puro”."' La variedad de actividades que Moreau y otras mujeres de esta primera generacién feminista acometieron fue un acto deliberado para probar su capacidad como seres pensantes y responder asi a quienes opinaban que el intelectualismo amenazaba a la mujer, a la familia y a la sociedad.'* Su confianza en una educacién que levara a la mujer mas alld de las labores del hogar y la maternidad Ja lanzaron muy pronto a una discusién del suftagismo y 1a naturaleza del feminismo.'? Et sufragio femenino no se obtendria en ningun pais en que la mujer no estuviera ella misma preparada para esa conquista. Cuando ese momento cristalizara, los legisladores serian meros vehiculos o intérpretes del cambio, dando forma legal a la realidad que se desarrollaba en el seno de la sociedad.’* El hecho social precederia a la reforma legal. {Que era lo que estaba ya en la primera decena del siglo preparando a la mujer para ese cambio? Indudablemente las nuevas condiciones sociales y econdmicas creadas por el desarrollo industrial reinterpretadas por la ideologia feminista. En 1911 Moreau explica su interpretacién del feminismo en un licido andlisis sociolégico que demostraba su amplia formacién intelectual, asi como su adherencia a la interpretacion materialista de la historia.'* Para Moreau el feminismo era tanto un sintoma como una solucién de los problemas sociales y econdmicos creados por el ™\ Véase conferencia en el Ateneo Popular definiendo el rol de la mujer y el feminismo por una joven estudiante de ingenieria, Delfina M. V. de Batistani, “Como ha de ser la mujer?”, Humanidad Nueva, Vol. 8 (1915), pp. 459-72 *? Un ejemplo clésico es C. CORDERO, La sociedad argentina y la mujer, Buenos Aires 1916; A. LAVRIN Women, Feminism and Social Change, pp. 33-38, 44-45. "A. MOREAU, “La escuela y la revolucién”, Revista 1 (1908), pp. 9-20; “Como se transforma el hogar”, Humanidad Nueva Vol.2, No. 3, 1910, pp. 486-88; “La inferioridad de la mujer”, Vel. 9 (1913), pp. 12-24. ‘4, MOREAU, “El sufragio femenino”, Humanidad Nueva, Vol. 3, No. 4, 1911, pp. 93-94. "5 A. MOREAU, “El feminismo en la evolucién social”, Humanidad Nueva, Vol. 3, No. 4, 1911, pp. 356-75. 180 Asuncién LAVRIN desarrollo industrial. No era ni snobismo, ni rebeldia de espiritu, ni atentado contra el rol natural de la mujer. Habia que remitirse a los medios de produccién y transformacién en el mundo del trabajo: el desarrollo de la fabrica y la creacién de un nuevo cuerpo laboral del cual la mujer era parte vital. “No es la mujer la que ha determinado este género de vida; no es un pretendido orgullo de igualar al hombre; es el progreso industrtal, social, humano; es la transformacién incesante que hace que a nuevas condiciones respondan nuevas necesidades y esfuerzos nuevos para satisfacerlas”.'* Era necesario comenzar con una reforma legislativa para equiparar los derechos del hombre y la mujer ante la ley. La explotacién del trabajo de la mujer y la necesidad de proteger su salario de un posible abuso del marido eran dos razones que pedian una solucién nueva a la legislacién existente. Reconocia una nueva relacién de derechos y autoridad entre la mujer, el nifio, el padre, y el estado. A los dos primeros se les comenzaba a reconocer una personalidad juridica que los favorecia, mientras que el padre perdia derechos ante el estado, cuya presencia se hacia cada vez més poderosa.'” En 1918 terminaba a primera guerra mundial y Argentina vivia ya en el “populismo” politico después de la primera eleccién basada en el sufragio universal masculino (1916). Dentro del partido socialista se debatian posiciones ideoldgicas sobre la guerra y 1a paz, el internacionalismo revolucionario y la participacién _ politica constitucional."* Moreau historid, aflos después, ese tenso periodo en el cual su futuro esposo, Dr. Juan B. Justo, mantuvo el socialismo dentro de una linea de moderacién y contra los radicales que, eventualmente, se separaron del partido.'® Pero un hecho importante 'S Ibid. ante., p. 360. "” Véase también, A. LAVRIN, op. cit., pp. 75-78, 193-211 “® Véanse, D. ROCK, Argentina, 1516-1987: From Spanish Colonization to Alfonsin, University of Califomia Press, Berkeley, 1987; R. J. WALTER, The Socialist Party of Argentina, 1890-1930, University of Texas Press, Austin, 197), J. ODDONE, Historia del socialismo argentino 2 Vols., Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1983. '* A. MOREAU DE JUSTO, Que es el socialismo en la Argentino, Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1983. ALICIA MOREAU DE JUSTO. 181 afecté a las dos ramas del partido: su participacién en las elecciones nacionales y la eleccién de candidatos socialistas. En la década de los 20 y los 30, a pesar de los vaivenes de la politica y las disensiones internas, los socialistas mantuvieron una representacién respetable en el congreso. Aunque no votaban, las mujeres socialistas tenian una conexién directa con la politica. La democratizacién de! proceso electoral terminé el periodo de “incubacién” politica del feminismo. Con el advenimiento del sufragio universal masculino las asociaciones femeninas argentinas, comenzaron a presionar por el sufragio.”” Uno de los voceros mas distinguidos en esa lucha, aunque no el tnico, fue Nuestra Causa, que se autodefinid “revista mensual del movimiento feminista” desde su fundacién en Mayo de 1918, y que se consagré a explicar el feminismo civico y politico argentino en un momento algido de aglutinacién de los intereses de varios grupos. A finales de 1918 Alicia Moreau cruz6 las fronteras de su actividad dentro del circulo socialista para iniciar una campafia sufragista que tuvo la aspiracién de ser nacional. En Octubre Moreau fundé la Unién Feminista Nacional que promovié la reforma del Cédigo Civil y la campafia a favor del sufragio femenino, En las paginas de Nuestra Causa se reunieron los escritos de feministas de ambos sexos y de varios paises. En la revista se le dié cabida a todas las orientaciones feministas y a la gama de temas que el feminismo en el Cono Sur puso sobre el tapete en esos afios: profilaxis de las enfermedades venéreas, reforma de la legislacién del trabajo, educacién sexual, divorcio, sufragio y puericultura. También se informaba a las lectoras de las actividades del feminismo en Europa y los Estados Unidos. En Septiembre de 1919 Nuestra Causa introducia a Moreau con un breve vignette de su vida, quizds el primero que se publicara sobre su nifiez y educacion intelectual." Ademds se anunciaba su visita al congreso de médicos “feministas panamericano” y su intencién de “estudiar a fondo” el movimiento feminista de los Estados Unidos. Sabemos que alli también asistié a un congreso de mujeres obreras, conocié a la feminista Carrie Chapman Catt, y observé las actividades de la Liga de Mujeres Votantes (League of 2° A LAVRIN, op. cit., pp. 257-85. 2 Anon. “Alicia Moreau”, Nuestra Causa, Vol. 1, No. 5, 1919, pp. 98. 182 Asuncién LAVRIN Women Voters), Es posible que su contacto con Catt y la Liga inspirara su plan para llevar a cabo un simulacro de voto en Buenos Aires, que efectivamente se celebré en 1920." Uno de los primeros articulos que escribié para la revista fue sobre las actividades de la Liga.”* Comprometida como estaba en la campafia sufragista desde 1911, era de esperarse que volviera a escribir sobre el tema. Entre 1919 y 1920, atin necesitada de demostrar la inevitabilidad y la irrefutable logica en que se apoyaba el sufragio, lo definia como una cuestién de expresion y participacién. E] miedo y la inhibicién mantenia a muchas mujeres alejadas de la vida civica. Con los ensayos del sufragio en Buenos Aires (Mayo y Noviembre de 1920) las feministas se proponian “despertar la atencién de las mujeres... interesarlas en el movimiento ... provocar una manifestacién de opiniones”. Despertar, interesar, y provocar forman una trilogia de verbos que sugieren una superacién de la inercia invocada en el acto de dormir, por una toma de conciencia tras el despertar, y la participacion en la causa sufragista que las feministas tradujeron en actividad politica con los !lamados “simulacros” de sufragio y sus campafias en la prensa. Moreau continuaba exhortando a la myjer a reflexionar sobre el sufragio, ya que el racionalismo en que fundaba su pensamiento le sugeria que el acto de pensar era en si un avance sobre el emocionalismo ciego de la tradicién. Los politicos de la ¢poca creian que 1a mujer necesitaba un periodo de preparacién intelectual para su accién civica, y tal era la conviccién de Moreau y de otras miembras de la Union Feminista Nacional. Sin embargo, donde las feministas diferian de los evolucionistas era en concebir el ejercicio del voto como el medio de ganar la preparacién civica y la comprensién de los problemas de la colectividad. Su critica de la actitud del politico promedio argentino ® A. LAVRIN, op. cit., pp. 266-78. * A. MoREAU, “La Accién social de la mujer Estado Unidense”, Nuestra Causa, Vol. 2, No. 13, 1920, pp. 11-13. Este articulo se bas6 en una conferencia dictada en In Sociedad Ciemtifica Argentina en Febrero de 1920. * A. MOREAU, “EI ensayo del voto municipal femenino”, Nuestra Causa Vol. 2, No. 19, 1920, pp. 152-3. ALICIA MOREAU DE JUSTO 183 frente a las inquietudes de la mujer se publica en Abril de 1921.75 Designados por Moreau como los nietos del audaz Juan Moreyra (creacion literaria de Roberto J. Payré), estos individuos no podian concebir a la mujer intelectual, equiparada al hombre en la lucha por Ja vida. Preferian la proteccién a la independizacién, la perpetuacién de la “Eva ancestral” que atin necesitaba al varén. Ellos eran los herederos de la tradici6n hispana colonial, incapaz de “comprender las tendencias modernas de la vida”. Espafia se estereotipa como simbolo de incapacidad de progreso y sumisi6n social y legal de la mujer al hombre. Con evidente enfado su recomendacién a la lectora es simplemente “barrer con los nietos de Juan Moreyra”. En 1921 el gesto imperioso y la tajantez de ja expresion sugieren una singular confianza en la validez de la causa sufragista y el feminismo. La esperanza de que varios proyectos sobre el suftagio y la reforma dei Codigo Civil pendientes en la Camara de Diputados legaran a convertirse en ley alentaba a Moreau y a las sufragistas bonaerenses. La colaboracién escrita de Moreau en Nuestra Causa tuvo que ser necesariamente restringida debido a sus otras actividades editoriales y politicas. Seguia dirigiendo Humanidad Nueva hasta su cierre en 1919; daba numerosas conferencias sobre personajes politicos y educadores europeos—obra de divulgacién de ideas socialistas y de reforma sociali—se unia a campajias antibélicas, antialcohélicas y de “profilaxia social”. Su ideo\ogia se cimentaba y se nutria en esas actividades. Desde 1915 se interes6 en el pacifismo, un tema que seguiria cultivando hasta 1945. En Moreau, como en toda socialista de aquella época, existié una dicotomia respecto a la guerra y la violencia. Le atraian las revoluciones que se hacian en favor de lo que percibfa como mejora de la condicién humana, pero aborrecia la guerra de corte imperialista. Era un desdoblamiento peculiar de quienes veian en la lucha contra la autoridad despética un medio no ya excusable, sino deseable para obtener el cambio social; un sacrificio cuyos frutos serian admirados por generaciones futuras.* La ambigiedad en la postura antibélica y pro-revolucionaria no le fue 2 4 MOREAU “Los nietos de Juan Moreyra”, Nuestra Causa, Vol. 2, No.22, 1921, pp. 219-222. 2 M, HENAULT, op. cit., pp. 48-53, 61-69. 184 Asuncién LAVRIN dificil a muchos socialistas. En varias oportunidades se comprueba que Moreau dobl6é ciertas esquinas intelectuales para reajustar su pensamiento a situaciones cambiantes. Durante parte de la primera guerra mundial fue antibelicista siguiendo la rama del partido que seguia a Juan B. Justo, pero ya en Febrero de 1917 publicé articulos denunciando la neutralidad moral a los germandfilos y quienes no razonaban sobre los crimenes de la guerra. Renuncia a la neutrafidad y se declara a favor de los aliados, a pesar de ser capitalistas.”” En 1929 y 1930 vuelve a analizar la cuestién del sufragio. Para entonces se habia logrado la reforma del Cédigo Civil y una equiparacién si no completa, al menos aceptable, de la mujer y el hombre en la familia y la vida civil. Sin embargo, el sufragio habia sido postergado en medio de los embates de una creciente corrupcién politica.”* No obstante, la campafia sufragista no cejaba. Alimentaba la esperanza de un reconocimiento basada en el apoyo que algunos distinguidos miembros del Partido Radical y el Partido Socialista. Para Moreau e] sufragio no era ya una utopia como a principios de siglo. Millones de mujeres alrededor del mundo ejercian el derecho del voto. La prueba de que la mujer podia ejercitarse politicamente era irrefutable ante esos nimeros, pero ,cambiaria los destinos del mundo con ese mero ejercicio? En un ensayo para el Anuario Socialista en 1929 adopt una actitud critica que atenud un poco en una conferencia universitaria al afio siguiente.”® El sufragio, escribia en 1929, no habia traido la solucién de todas las cuestiones porque “e/ volo es sélo un instrumento de accién, vacio de sentido moral”. Ni panacea ni catastrofe, en manos de un pueblo sin conciencia de su valor legalizaba los peores errores, en manos de un pueblo educado era medio creador por excelencia. No cabia sino educar y orientar a los electores de ambos sexos sobre el valor de su voto en redefinir el destino de los pueblos. Era una critica directa a la situacién de 7 M, HENAULT, op. cit., pp. 47-49; La Vanguardia, 24 y 27 Febrero 1917, p. 1. 2G, del MAZO y R. ETCHEPAREBORDA, La Segunda presidencia de Yrigoyen, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1984; G. del MAZO, El radicalismo, 1922- 1952, Raigal, Buenos Aires, 1955; D. ROCK, Politics in Argentina: The Rise and Fall of Radicaiism, Cambridge University Press, Cambridge, 1975. ° 4 MOREAU, “Estado actual del movimiento sufragista”, Anuario Socialista, Lib. y Edit. “La Vanguardia”, Buenos Aires, 1929, pp. 34-37. ALICIA MOREAU DE JUSTO 185 violencia ¢ inmoralidad de la politica argentina. Moreau terminaba afirmando que no habia nunca politica masculina o femenina, una Posicién que la separaba de muchas otras feministas contemporaneas pero que se entiende en funcidén de su filiacién socialista. El sexo no podfa unir a todas las mujeres votantes. La divisién de clase entre una millonaria y wna obrera daria al voto de cada una un significado diferente, La angustia causada por el golpe militar a Ja administracién de Yrigoyen el 6 de Septiembre de 1930 se traduce en la conferencia dictada en Octubre de 1930 sobre “los derechos politicos de la mujer”.°° Escribir de derechos politicos en un momento en el cual los mismos eran anulado para los hombres fue un gesto de desafio. No dudaba que la ‘mujer argentina habria de lograr el derecho de votar como resultado de la evolucién de la humanidad, pero era urgente prepararse para ese momento para no repetir los errores que habian cometido los hombres. Criticaba abiertamente al partido Radical y la reeleccién de Yrigoyen, que habia traido “el florecimiento del servilismo” y “el desborde de dvida e insaciable venalidad”. Todo habia sido el producto doloroso del libre ejercicio del hombre argentine, que necesitaba atin mucha educacién para salvar la democracia. En este momento su critica se hizo especificamente de género. Esa actitud desafiante ante las autoridades politicas define a Alicia Moreau en los afios 30, especialmente en sus escritos pata Vida Femenina. Su voz nunca se intimid6; el andlisis fue descarnado y sin ambages. E] feminismo argentino de la década de los 30 tuvo varios otros voceros y medios de publicidad. Mujeres de América, por ejemplo, se publicé por dos afios (1933-1935) bajo la direccién de Nelly Merino Carvallo, y representaba un feminismo de corte liberal 0 centrista.”! Vida Femenina fue vehiculo casi exclusivo de las feministas socialistas. En ella Moreau de Justo tuvo una palestra * “ ‘MOREAU, “Los derechos politicos de la mujer", La Vanguardia, Octubre 15, 1930, p. a a cuanto lu fochas de piblicacin de bia y otras revista femenines necesario aclarar que me baso en los mimeros existentes en las bibliotecas argentinas. Asiento aqui la 's posed de que las colecciones no estén completas, una situacién que no es posible dirimir al presente.” 186 Asurici6n LAVRIN ideolégica continuada por diez ailos, de 1933 a 1943.? Para Vida Femenina Moreau comenté los temas del momento: las crisis econdémicas y politicas de la Argentina, e] crecimiento del militarismo, el fascismo y el antisemitismo de las derechas en Europa, y la guerra civil en Espafia. Sobre la Argentina le preocuparon las condiciones negativas de la pobreza urbana y la persistente pobreza rural; la falta de justicia econdmica y social hacia la mujer trabajadora; la salud y bienestar de la madre y el nifio como llaves del futuro de la nacién; el fraude politico y la inmadurez de las masas votantes, y la perturbadora influencia de los militares y la politica de derecha en la nacién. Subyacente se encuentra su acendrado feminismo como ansia de equiparacién y reconocimiento del género mujer y la participacién del sexo femenino en la vida politica y civica de la Argentina.*® Las feministas que colaboraron en Vida Femenina creyeron en la fuerza de la razon. Pensaban que la fuerza moral que veian en sus argumentos, los hacia asequibles a cualquier persona con un minimo de educaci6n. La portada de Vida Femenina de Diciembre 15 de 1935 presentaba una mujer esgrimiendo una antorcha en una mano y un libro en la otra—ambos simbolos de luz y raz6n—mientras su pie se asentaba sobre una espada rota—ia victoria sobre la violencia y el militarismo. E} tema de la edicién leia: “La razén posee la fuerza y puede ir triunfadora y sola”. La mujer se aprestaba a luchar contra Ja creciente ola reaccionaria conservadora con Ia fuerza moral de su sexo. Ese espiritu idealista fue la fuente de inspiracién de las socialistas feministas de esa década. Como miembro del grupo Moreau no dud6 en reanimar su fe en la influencia moral de la mujer en la sociedad y Ja politica. >? De Vida Femenina hay ejemplares desde 1934 a 1943, cuando todo indica que Ia revista ‘cesb de publicarse. Después de 1939 la publicacién comenzé debilitarse y para 1943 los niimeros aparecian de modo muy isregular. * Jorge A. Warley he seflalado la despreocupacién de los intelectuales argentinos hacia los problemas nacionales y la fascinacién con la politica europea o mundial, Moreau y los socialistas no se redujeron a esos temas, pues su sobrevivencia politica dependia de su engarzamiento en la problemética nacional. Ver J. A WARLEY, Vida cultural e intelectuates en la déeada de 1930, Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, 1985. ALICIA MoREAU DE JusTO 187 Moreau nunca cesé de comentar sobre el escenario politico nacional. Su andlisis de los problemas sociales est4 siempre basado ei una critica de la politica y en la promesa de cambio a través de su propia ideologia socialista. En una efimera publicacién de 1931, las mujeres de las Agrupaciones Femeninas Socialistas y Centros Socialistas Femeninos declaraban su interés en la cuestién nacional, tildaban de vergonzosa las posturas “personalistas” y “antipersonalistas” como “formas primitivas casi idélatras” de hacer la politica, y demandaban la entrega del gobierno a personajes civiles.>* Comprometida con esa postura de accién ciudadana, vemos a Moreau dirigir su critica contra la corrupcién politica en sus escritos de Vida Femenina. Comentando las elecciones provinciales de Buenos Aires en 1935 vid a los conservadores burlando cinicamente el significado de la Ley Sdenz Pefla con el cohecho y el fraude. “No podemos ocultar la profunda repugnancia que tal lucha politica nos inspira” ** Moreau critica a aquellas mujeres que se congratulan de no tener que ‘entrar en contacto con tanta bajeza moral y reafirma su credo de participacién politica: “Las mujeres deben vencer su repugnancia y su indiferencia y entrar de Ileno en la lucha politica. Creo firmemente que su intervencién sanearia el ambiente”. Contradice, hasta cierto punto, su postura de 1929 sobre el contenido moral del voto, y regresa a la linea de otras feministas, para quienes el saneamiento de la politica por la mujer era cosa de “fe”. Las mujeres. eludirian la farsa que los hombres habian inventado. Pero le quedaban algunas dudas. {Podrian las mujeres algun dia imitar a los hombres en su conducta politica? Le preocupaba la posibilidad de que “... algun dia tengamos la vergienza de ver aparecer “caqudillas” ofreciendo rouge o bombones en vez del tradicional asado”.** No creia que se Ilegara a esa afrentosa situacién si la mujer analizara la realidad con una intuicién que Moreau creia las llevaria a una vida ciudadana limpia. Imaginemos su actitud frente a la figura de Eva Perén affos ¥ Anénimo “Manifiesto de les mujeres socialistas a los ciudadantos argentinos”, Mujer! Vol. 1, No.3, 1931, p. 25. »* A. MORHAU, “Ante la farsa electoral, Reflexiones de una espectadora”, Vida Femenina Vol. 3, No. 28, 1935, pp. 14-15, R. J. WALTERS, The Province of Buenos Aires and Argentine Politics, 1912-1943, Cambridge University Press, Cambridge, 1985 °8 A. MOREAU, [bid ante 188 Asuncién LavRin mas tarde, tema que no cabe aqui, pero que debe ser analizado teniendo en cuenta su historia ideolégica. En esos momentos Moreau no dudé en criticar abiertamente a radicales y conservadores como hipécritas de la politica, mientras delineaba las caracteristicas de la Politica nacional. Del caudillo de barrio se iba al hombre semi- importante que establecia la conexién con “el dirigente” que, fuera quien fuera, sin distincién de orientacién politica, se creia el ejecutor de las masas.”” Entre 1934 y 1943 las circunstancias mundiales le dieron la trdgica oportunidad de retomar el tema antibélico que habia iniciado veinte afios atrés, y de definir una postura antifascista, antinazi y antimilitar, que aplica al andlisis de Ja situacién argentina, Ya en agosto de 1934 critica la guerra entre Bolivia y Paraguay, pero fue la guerra civil espafiola la que preocupd hondamente tanto a ella como a otras feministas del Cono Sur.** En 1932 se organizé en la Argentina el Comité Pro-Paz para promover el desarme universal, el arbitraje y la escuela al servicio de la paz. A principios de 1936, el Comité convocé un congreso, paralelo a otro organizado en los Estados Unidos, para promover el apoyo a la paz universal.” El hecho de que esos Congresos pro-paz estaban minados por comunistas fo resta su valor como expresién de los deseos de algunas organizaciones femeninas por una sociedad en la que sus hijos pudieran crecer sin la angustia de una muerte prematura.* +7 A. MOREAU, “El momento politico: Apuntes de una espectadora”, Vida Femenina, Vol. $ No. 50, 1937, pp. #5, 35. ** A. MorBAU, “En el flanco de América sangra una herida”, Vida Femenina, Vol. 2, No. 13, 1934, pp. 4-5. * A. MOREAU, “Conferencia popular por la paz en América,’ Vida Femenina Vol. 3, No. 33, 1939, pp. 24-26. Estudiantes, trabajadores y simpatizantes del pacifismo fueron invitados. Alicia Moreau presidié e! congreso, siendo la secretaria la conocida socialista Maria L. Berrondo, Véase, A, MOREAU, “La Mujer y Ia paz", Anuario Socialista, Vol. 8, 1935, pp. 151-53; M. L. BERRONDO “La guerra y Ia mujer", Anuario Socialista, Vol. 9, 1936, pp. 44-50. . EI nimero 34 de Vida Femenina, Mayo, 1936, pp. 35, 46, trae un ensayo de José B. ARCURO, “Cuarenta mil mujeres argentinas contra ef crimen de Ia guerra”, y la cubierta de Marzo 1937 imprime fotos de nifios muertos en Espafia. Ver también, Julio R. CESAR. “Por las madres dei mundo”, un ensayo pacifista urgiendo la lucha contra la guerra en nombre de las madres, en Vida Femenina, Vol. 4, No. $0, 1937, pp. 42-43. ALICIA MOREAU DE Justo 189 Alicia Moreau no fue comunista, sino socialista, pero a finales de 1937 escribe dos apasionados articulos denunciando la campafia anticomunista iniciada por los militaristas de la derecha conservadora y la iglesia catélica.”’ Reconoce los errores proselitistas de la Rusia soviética, pero desea que se respete la libertad de conciencia y el deseo de autodeterminacién de los pueblos, y no se atropelle 1a libertad en nombre del anticomunismo. El ejemplo de Brasil (el golpe de estado de Getulio Vargas) le sirve de ejemplo de! enmascaramiento del poder tras la postura anticomunista.“? La guerra civil espafiola la apasiond porque vid en ella el avance de los militaristas ¢ imperialistas, y la muerte de un régimen que consideraba democratico en cuanto a su formacién. Espafia importaba al suramericano, escribia Moreau en 1937, porque encarnaba “el derecho de un pueblo a determinar libremente sus condiciones internas..”. Veia la actuacién de Alemania e Italia en Espaffa como un ensayo de lo que ocurriria con otras naciones ricas y débiles como a Argentina misma.“* Comenta como ya seis naciones sudamericanas eran gobernadas por regimenes de cuartelazo. La Argentina estaba cerca de esa situacién. Sin temor, Moreau escribe: “En /a Argentina soportamos el mismo mal, aunque atenuado, y los civiles que rigen sus destinos se creen obligados a congraciarse con la clase militar que goza de privilegios desmedidos”. Si Hitler y Mussolini triunfaran, Moreau predecia que el militar de “South America” veria justificado su rol “y no habria audacia rapaz que no fuese estimulada”. Fueron palabras prescientes que retrataban lo que se haria realidad en 1943.4 La inminencia de la guerra a finales de la década de los 30, la obliga a concentrar en la prédica antibélica, pero siempre manteniendo un didlogo dialéctico con la politica nacional. Uno de los principios de “' Véase, R. H. DOLKART “The Right in the Década Infame, 1930-1943", en S. MCGEE DEUTSCH y R. H, DOLKART, editores, The Argentine Right. Its History and Intellectual Origins, 1910 to the Present, Scholarly Books, Wilmington, Delaware, 1993, pp. 65-58. A. MOREAU, “South América y el Chivo Emisario,’ Vida Femenina, Vol. 5, No. 51, 1937, pp. 12-13. * A. MOREAU, “Por que necesitamos los americanos el triunfo de la Repiiblica Espafola”, Vida Femenina, Vol. 5, No.53, 1937, pp. 4-7, 49. “ A MORBAU, “El momento politico: Apuntes de una espectadora,” Vida Femenina, Vol. 5, No. 50, 1937, pp. 4-5, 35. Cuando considera Sudamérica objeto de manipulaciones imperialistas 6 militaristas, Moreau usa el término inglés “South America”. 190 Asuncién LAVRIN fe del socialismo era que la guerra era producto de las maquinaciones de capitalistas pervertidos, los productores de armamentos y los banqueros, que siempre salian ganando con una conflagracién militar. En 1935 Moreau escribia que la guerra no era de origen completamente “capitalista” ya que hubo guerras antes de desarrollo del capitalismo, peto eso no fue dbice para que a finales de 1937 repitiera los argumentos de la confabulacién de los “banqueros magnates de la industria, reyes del petréleo, acero, caucho, explosivos, ferrocarriles, etc’”.*® Detras de las enunciaciones de los discursos oficiales observaba la debilidad de la Liga de las Naciones, la expansion imperialista de Alemania, Japén e Italia, y especulaba que si estas naciones triunfaran se enfrascarian en una guerra entre si. Alemania e Italia se “disputardn los despojos de Espafta, si Franco, su mercenario, triunfara, entrando entonces en conflicto con los grandes capitales ingleses y franceses duefios de minas”. Previendo una guerra cercana cobré entonces una ilusién respecto a los Estados Unidos, y vid en Roosevelt la posibilidad de detener la carrera hacia la guerra. Moreau no estaba segura si el presidente norteamericano—apenas inaugurado ese ailo—podria hacer comprender a otros la validez de una paz universal, pero era el anico de los lideres del momento que le lucia “limpio”.“6 Es importante seflalar esta adhesién a Roosevelt como potencial salvador de la humanidad, ya que su concepto de “democracia” va a reforzarse a través de esa admiraci6n al estadista norteamericano. En Enero de 1938 utiliza a Roosevelt para elaborar otra critica de la politica argentina. Contrasta la fe en la democracia expresada por el estadista norteamericano en nombre de su pueblo con la nueva generacién de admiradores de la fuerza que pululaban en todos los paises.” La humanidad se agitaba entre dos fuerzas, el fascismo y la democracia, y creia Moreau, acertadamente, que la situacién se hacia insostenible y era necesario adoptar una postura. Vuelve su vista hacia el escenario “A MorEAU, “La palabra de Roosevelt", Vida Femenina, Vol.5, No. 51, 1937, pp. 4-5. “© 4 MOREAU, “La palabra de Roosevelt en el escenario europeo”, Vida Femenina, Vol. 5, No. 51, 1937, pp. 4-5. “7 A. MOREAU, "Fé y accién democratica: 7 Vida femenina, Vol. 5, No. $4, 1938, pp. 4-5, ALICIA MOREAU DE JusTO. 191 nacional, técnica de andlisis que utiliza frecuentemente en sus escritos, y comenta: “Por un lado todos los reaccionarios—nativos o extranjeros—agrupados y solidarios en la defensa de todo lo regresivo—nacional 0 extranjero. El oligarca, el plutécrata, el cauditlo criollo, el caudillejo, el fruto de arrabal, todo lo que representa la barbarie de que hablaba Sarmiento, junto con fascistas, hitleristas, falangistas, imperialistas, se han centrado ‘alrededor del fascismo—nuevo nombre con que, para nosotros, ocultan una cosa vieja”. E! Partido Socialista en aquellos momentos era para ella un refugio acogedor, como cabeza de la reagrupacién de elementos demécratas y liberales, creyentes en la democracia. Moreau no sentia inhibicién alguna en tomar posturas politicas y en usar su conocimiento de la politica mundial y nacional para cimentar ‘sus argumentos. Fue una de las feministas mds resolutas en la expresién de sus ideas y si bien en esos afios no sufrié a causa de sus escritos, no tendria la misma suerte bajo el peronismo.* El ataque japonés a Pearl Harbour le permitié confirmar que hab{a juzgado correctamente que los Estados Unidos y el contimente americano no podian rehusar confrontar la expansién de los imperialismos alem4n y japonés. Asi, a finales de 1941 se envuelve en el “nosotros” de la solidaridad americana para apoyar los pactos de defensa aprobados en 1940. Afios después analizando la decision de Roosevelt vié en la misma la manipulacion de la masa por el lider, pues Moreau no era una ingenua politica, pero esa opinion era un producto posterior al hecho y una reaccién a la situacién argentina més que una critica a Roosevelt. En su momento, se unid al panamericanismo bajo el liderazgo norteamericano como unica soluci6n a la agresividad de las derechas europeas. “® Moreau estuvo presa y trabajé en la clandestinidad en Jos iiltmos aos det régimen peronista a comienzos de los ailos $0. Véase, M. HENAULT, op. cit., pp. 113-114. * A MoREAU, “Pueblos y caudillos”, Vida Femenina, Vol. 9, Nos. 90-91, 1941, pp. 12-13 Para otras Hlamadas a la unidad americana, véanse “El escenario y las bambalinas. La politica de nuestros dias”, Vida Femenina, Vol. 6, No. 67 1939, pp. 4-5, 33; “América unida ante Ia guerra”. Vida femenina Vol. 9, Nos. 90-91, 1941, pp. 4-5. 192 Asuncién LAVRIN En marzo de 1940 analiza la personalidad de Hitler, en quien ve “un loco moral”.*? Concede inteligencia, inspiraci6n y gran capacidad verbal al Fiihrer, pero estas cualidades estan completamente obscurecidas por “una falta de sensibilidad moral profunda... una pérdida de los instintos sociales mas vatiosos para el progreso humano”. Moreau no comprende como un pueblo de artistas y pensadores se haya entregado a tal lider. Ya en Junio de 1940, abierta la guerra en Europa, hace una declaracién de fe contra la fuerza militar y reafirma su esperanza y su confianza en la democracia, ya que el triunfo del totalitarismo significaria para ella, la victoria de Ja fuerza bruta y una vida contraria a la civilizacién. “No creemos que la fanatizacién sistemética de un pueblo, [el alemén] desde la cuna hasta la tumba, atin cuando ella uiilice todos los medios creados por ta ciencia para la difusién det pensamiento, seRale las directivas de éste, que s6lo es creador ‘cuando es libre ... No creemos que la deslealtad, la traicién, el desprecio del derecho en todas sus formas puedan inaugurar un nuevo periodo hisiérico”.*! En su editorial de Junio de 1940 Vida Femenina condend abiertamente la guerra Ilamando a las mujeres argentinas para que repudiaran la guerra y la doctrina que fa alimentaba. Argentina se Yepresentaba como yna nacién con una tradicién “pacifista, abierta a todos los hombres de buena voluntad..”. y heredera de Ja cultura europea que amenaza con ser destruida. La mujer argentina no tenia derechos ciudadanos, pero se debia unir en defensa de la democracia Para asegurar que sus hijos no seran nunca “simple instrumento en manos de sus amos”. Argentina no deberia ser considerada como una nacién de lacayos interesados mds en su comida que en sus dirigentes. Ese llamado a la actuacién politica en el reducido marco moral que aun constrefifa a las mujeres nos recuerda que después de tres décadas de feminismo las mujeres tenian atin que usar e] manido argumento de la presién moral ejercida en nombre de los hijos, La pintura ideal de ta nacién argentina como una sociedad abierta era un mirage mds que una realidad, un lema de cariz patriético que esperaba encontrar ecos * A MOREAU, “Hitler me dijo... Vida Femenina,, Vol.7, No.77, 1940, pp. 6-7, 10. +" A MoREAU, “E] deber de ia hora en que vivimos”, Vida Femenina, Vol. 8, No. 80, 1940, Pp. 4-5. ALICIA MorEAu DE Justo 193 entre la cindadania socialista, entre cuyos lideres predominaban los apellidos extranjeros. El] derechismo politico que comenzé a regir la Argentina en los afios 30 era demogrdfica y politicamente xenofdbico. La proyeccién de la Argentina como una sociedad abierta se dirigia a contrastar el pasado con un presente que se hacia rapidamente intolerante ¢ intolerable. Una problematica que tuvo que resolver en esos primeros afios de la guerra fue su posicién frente a Inglaterra. En Septiembre de 1940 Moreau se ve en el dilema que su oposicién a la guerra y la expansién militarista le imponja: la defensa de Inglaterra—una nacién colonialista—tfrente al imperialismo aleman. En Febrero de 1939 habia criticado a Francia e Inglaterra por haberse sometido a las manipulaciones de “los vendedores de armamentos” que compraban la conciencia de esas naciones y empujaban al mundo a otra guerra.” Pero en un periodo en el que los intereses internacionales tenian la consistencia de la gelatina, Moreau como miles de otros, tuvo que cambiar de posicién. En ese andlisis descubre su propia concepcién eusocéntrica de la politica en la que impera la creencia de una cultura y una raza que posee cualidades superiores que otros menas civilizados aceptan para salir de su estado de atraso. Segiin Moreau Inglaterra, camo otros pueblos europeos anteriores a ella (espafioles, franceses y portugueses), habia Ievado a cabo una labor defensible al llevar “la magia de su técnica superior, sus ideas, costumbres, exigencias y pasiones al resto del mundo estancado o retardado”. Esa labor del “nombre blanco” tuvo “un sentido constructivo innegable”. Inglaterra se distinguid en no haber tratado de imponer sobre sus colonias un fanatismo religioso conquistador y haber dejado subsistir “mds o menos” \a organizacion social de los conquistados. Asimismo le habia dado a sus colonias una autonomia gradual que les permitia una solidaridad con la madre patria en momentos de crisis. Es obvio que Moreau escribia con un conocimiento superficial de la colonizacién inglesa y empujada por una necesidad ideoldgica. 2 A. MoREAU, “EI escenario y las bambalinas. La politica de nuestros dias”, Vida Femenina, Vol. 6, No. 67, 1939, pp. 4-5, 33. 3 A MORBAU, “Lucha de imperialismos”, Vida Femenina, Vol.8, Nos. 83-84, 1940, pp. 4 3. 194 Asuncién LAVRIN Blanqueaba el colonialismo europeo alegando su rol educador y la elevacién civilizadora de “pueblos inferiores’. De este modo contraponia lo que estaban haciendo las “hordas teuténicas” poseedoras de una capacidad extraordinaria de destruccién, con una Inglaterra cuna del individualismo y la democracia. Moreau no cambié su pelaje antiimperialista. Simplemente no podia quitarse los Junares de su perspectiva como no puede quitarse un ieopardo sus pintas. Era una mujer de origen europeo, inmersa en la cultura europea, ¢ inspirada por una de sus ideologias mds sui generis—el socialismo. Cualquier ideologia que utilizara conceptos de dominacién despética representaba para ella ef mal en una lucha de tonos maniqueistas. Moreau estaria firmemente plantada en el espacio politico de las naciones que, en su opinién, ofrecian la posibilidad de alcanzar el simbolo del bien, que era ta reforma socialista de la humanidad. Una vez cruzado ese puente que la separaba de la sospecha de los intereses capitalistas de affos atras Moreau continud su critica de los militares en Europa y sus retofios o imitadores en la politica nacional argentina.* Como la Argentina no declaré Ja guerra al Axis sino hasta 1945 y sus lineamientos fascistas no disminvyeron durante la misma, vemos en Moreau cierta desilusién a mediados de 1943 cuando la direccién de la politica va a pasar a las manos de los militares de derecha, y la guerra europea no ofrecia atin esperanzas de solucién. Moreau cuestiona entonces el destino de la democracia tanto en Europa como en su propio medio. Observa como a pesar del progreso de la educacién, millones de seres han aceptado la sumisién incondicional a un lider, ;Cémo explicar esta aberracién? La respuesta no es ni clara ni bien definida. La raiz del fanatismo politico del momento le parece ser un problema psicolégico mezcla de admiracién, conformidad, y atin miedo producido por un terrorismo civil interno. Ya desde 194] habia apuntado como en el medio argentino se experimentaba la misma situacién que en Europa. “En pequefta escala, lo observamos entre nosotros en guienes reclaman la A. MOREAU, “13 millones de libras esterlinas!” Vida Femenina, Vol. 9, Nos. 92-93, 1941, pp. 4-5. Las trece millones de libras esterlinas diarias que necesitaba Inglaterra para cubrir los gastos de la guerra podrian comprar para beneficio de 1a humanidad;. Veanse también, “Palabras augurales”, Vol. 10, Nos, 107-08, 1942, pp. 36-37; “La mujer y ef régimen totalitario”, Vol. 10, Nos. 105-06, 1942, pp. 31-32. ALICIA MOREAU DE JusTO 195 dictadura como medida salvadora o en los que se preparan, por su inercia, a entrar de buen grado en cualquier régimen que se presente”.** Con esos comentarios Moreau y los socialistas, sefialados enemigos de la derecha, se ponian la soga al cuello politico con la determinacién de los creyentes. Con cierta amargura concluia en 1943 que para muchos hombres la pérdida de la libertad intelectual era menos importante que la libertad fisica. “No podemos ni debemos hablar del amor a la libertad, como de una condicién inherente al hombre ... Cometemos un error cuando, llevados por romdntica ansia de fraternidad, concebimos al hombre como el eterno enamorado de la libertad”. Su desengafio es dictado por la realidad de los tiempos. Sin embargo, Moreau no abdica completamente al aceptar que la mayoria de los hombres se someten a un triunfador. Su fe en la democracia se sobrepone a su desilusién, Es precisamente la volatibilidad. de los que se someten a cualquier lider lo que hace efimera la victoria de sus idolos. Cree que ningin hombre entrenado en la democracia puede resistirse a amarla. En 1943 predice que los pueblos que se habian sometido a los gobiernos de fuerza a cambio de beneficios materiales perecerian en su propia indignidad. Otro tépico de su interés fue el antisemitismo.** Desde mediados de los 30 los voceros de la derecha (Nacionalistas, fascistas y aun miembros de la iglesia) montaban una campafia antisemita, paralela a la anticomunista. Entre las colaboradoras de Vida Femenina se encontraban hombres y mujeres judio-argentinas que seguian una tradicién de afiliacién al socialismo establecida desde principios de siglo y que conté con nombres como los de las hermanas Chertcoff y el de Enrique Dickmann, para citar slo dos ejemplos. Moreau vié una aberracién en el antisemitismo aleman porque creia que la supersticién que pudo alimentar el antisemitismo en tiempos pasados no debia existir en un pueblo que se preciaba de su avance cientifico y técnico, Las “conquistas de la razon” tan caras a ese socialismo femenino que ella encarnd, le hacian incongruente la posicién de un pueblo culto * A. MOREAU, “Pueblos y Caudillos”, Vida Femenina, Vol. 9, Nos. 90-91, 1941, pp. 12+ 13; “Es el amor a la libertad un sentimiento comiin a todos los hombres?”, Vol. 10, Nos. 109-110, 1943, pp. 10-11, 45. % A MorEAU, “jFuera el judio! El grito de Ia edad Media”. Vida Femenina, Vol. 5, No. 62, 1938, pp. 4-5; “El sacrificio de los judios”, Vol. 9, Nos. 99-100, 1942, pp. 4-5. 196 Asuncién LAVRIN respecto a inexistentes purezas raciales y basada en un “vesdnico orgullo de raza” y ta intolerancia religiosa. Moreau crea el pueblo jedio no seria una victima expiatoria “que asi jamds podriamos considerarlo, sino como renovada enseftanza de la crueldad de un tremendo error y serviré al progreso de Ja moral humana como lo hicieron los gue ardieron en las llamas de la Inquisicién”. Su conclusién no era una posicién muy cémoda para los judios—servir de leccién a otros sufriendo en came viva. Quiz4s Moreau no aprecié cabalmente el alcance de sus palabras. No hacia sino reiterar su inclinacién dogmaticamente didactica de ver toda experiencia humana como una leccién fructifera para el futuro. Asi lo corrobora ia publicacién de su libro La mujer y la democracia en 1945. Colofon de un largo periodo de periodismo y activismo feminista y socialista, esta obra reine 1a médula de muchos de sus escritos anteriores y nuevas modulaciones derivadas de la experiencia bélica y politica de la mujer, que en 1945 podia considerar con una buena perspectiva histérica. Aunque un estudio detallado de esta obra no es permisible aqui, recorreré brevemente algunos puntos claves de su temdtica para anudar el ideario de Alicia Moreau. En ese momento de recapacitacién sobre el significado de la democracia, Moreau, la define como “Je dispersion del poder” entre muchos, que permite apartarse de la concentracién de poder en pocos hombres— esos dictadores en quien nunca confié. La dispersién de} poder hacia a cada individuo consciente de su fuerza propia y de sus derechos, y le daba conciencia de sus deberes y responsabilidades.” Si bien las mujeres habian apoyado activamente los regimenes fascistas o falangistas, esa actuacién probaba que las mujeres cometian los mismos errores que los hombres, especialmente porque seguian lo caminos previamente abiertos por ellos. “Si alguna culpa tienen las mujeres es la de haber seguido, con excesiva pasividad 0 conformidad, las rutas por las ‘cuales ya andaban los hombres, verdaderos conductores y inicos responsables de la absurde y criminal direccién que condujo a la humanidad—esta vez ‘con toda conciencia~a la segunda hecatombe”. (p. 118) *” A. MOREAU, La mujeren la democracia, pp. 16, 28. ALICIA MorEAU DE JusTo. 197 Aun asi, Moreau vuelve a repetir una posicién ya adoptada en 1929. Rechaza que haya una politica femenina que justifique la creacién de partidos femeninos. Cuestiones que parecen incumbir a las mujeres, como la proteccién de la maternidad obrera, eran problemas sociales que incumbian a los dos sexos. La mujer era también parte de acciones sociales que se pensaban masculinas, como la organizacién del ejército. Los soldados eran miembros de la familia y los presupuestos militares afectaban los impuestos y los recursos de una nacién e incumbian a las mujeres. Dentro de Ja democracia, sin embargo, la mujer podia y debia interesarse en problemas especiales y con su labor lograr reformas deseables. Aunque trataba de establecer la neutralidad del género femenino en la participacién politica, Moreau no podia escapar de una problematica que ninguna mujer de su generacién logré resolver, ya que al explicar los intereses politicos de la mujer comprobamos que casi todos se relacionaban con el hogar, la supervivencia econémica, y el bienestar de la familia. Desde que en su juventud definié la necesidad de evar las cuestiones del hogar a la palestra publica, su visién de la mujer en la politica se mantuvo enmarcada dentro de la economia doméstica, aunque reconociendo que la misma no era un atomo en el vacio, sino parte del cuerpo social. Su preocupacién politica estaba biolégicamente comprometida con su Sexo. En el andlisis sociolégico-histérico de la mujer argentina, Moreau sigue un patrén un tanto simplistico contraponiendo la mujer “colonial” a la mujer “argentino-europea” resultado de la oleada migratoria reciente. La primera estaba sujeta a toda clases de trabas personales, legales y sociales. Las segundas gozaban de mayor “amplitud de criterio e independencia en los conceptos directivos de la vida”. (p. 135) “En el hogar argentino-europeo, la mujer adquiere un mayor valor individual, su personalidad propia tiene caracteres mds definidos”. Tradicionalismo y conservatismo eran asi contrapunteados con un modernismo que era resultado del contacto progresista con Europa. Esto no era ébice para que atin reconociera que para la mayor parte de las mujeres trabajadoras (presuntamente de cualquier extraccién étnica) la opresién econémica era insufrible, pero atribuia ese problema a la despreocupacién del estado y por ende los 198 Asuncién LAVRIN hombres que lo dirigian. (pp. 140-42) Igualmente, cualquier debilidad en la tarea educadora u otra actividad social de las mujeres la atribuia a la falta de sufragio, que las privaba de la adquisicién de conciencia civica. En otras palabras, ain en 1945 Moreau conservaba el sueflo de que el voto seria la varita magica que transformaria a la mujer argentina. También es de notar el hecho que una mujer que hizo tanta historia con su propia actuacién no tenia una conciencia clara de la labor de las feministas argentinas (que era ¢n parte la suya propia). Con una blandura que asombra dice que “nada heroico sefala la intervencién de la mujer argentina en el proceso activo de su emancipacion politica”. (p. 161.) La brecha habia sido abierta por hombres y mujeres de otros pueblos. Moreau obviamente pensaba en el basamento intelectual que habia Ilegado de afuera. No apreciaba la elaboracién de esas ideas para e! medio argentino por mujeres como ella misma. Aun asi admiraba el esfuerzo de muchas mujeres argentinas para conquistar su “independencia econdmica y ... [de] cultura espiritual”. (p. 168) Si, a pesar de todos {os esfuerzos, no habian logrado los ditimos grandes triunfos, su feminismo racional la llevaba a implicar a los hombres en el proceso. Moreau no perdona a los hombres que seguian sus propios intereses y que habian [levado al pais a un estado de corrupcidn, cobardia colectiva e interés personal escudados tras un aparente servicio a la patria (pp. 168-71). Le mortificaba el ascenso de los demagogos y el rol mercenarie de la Argentina, interesada s6lo en vender sus productos comerciales mientras se mantenia apartada del conflicto mundial (p. 172). Para el porvenir preveia una situacién de creciente influencia de la mujer y una revalorizacién de la personalidad y un feminismo basado en la conciencia de los problemas sociales: “"Serd entonces cuando, en defensa de la vida que ha formado, podré intervenir en la lucha politica para acrecentar el bienestar general .. cuando podrd hacer servir la politica a la ampliacién y perfeccionamiento de los medios educativos y sobre todo a la proteccién y prolongacién de la vida ... cuando podrd ‘encaminarse hacia la realizacién del ideal pacifista que ... vive en el corazén de todas las madres”. (p. 196) ALICIA MOREAU DE JUSTO 199 jEstaba Moreau a tono con su tiempo o representaba ya en 1945 algunas modalidades del feminismo que serlan desplazados por concepciones’ menos maternalistas y mas individualistas? Su pensamiento tiene aspectos que las revisionistas de feminismos mds contempordneos hubieran apreciado, tal y como su insistencia en la participacién ciudadana de la mujer para reafirmar el proceso democratico, sin ef cual no se puede pensar en ningin feminismo. Sin embargo, su apego a ver la funcién maternal como generadora o mediatriz de la madurez politica y civica de la mujer no seria aceptable para las feministas de la siguiente generacién. Por otra parte, cabe preguntarse si no existe una modalidad feminista especificamente hispanoamericana, producto de la conjuncién de elementos culturales hispanicos y europeos. Moreau no pudo apreciar esa matizacién; la admiracién por lo europeo que creia era la fibra de la argentina moderna, Je impedia ver la modalidad “maternalista” del feminismo dentro del cual ella encuadraba y que no era antagénico a algunas cualidades celebradas por la tradicién ibérica. Una mirada panordmica a esta prolifica escritora, feminista politicamente comprometida, no es suficiente para destacar la multifacética variedad de su ideario, Es importante seflalar, sin embargo, que Alicia Moreau nunca rehuyé la expresién de sus ideas sobre los problemas nacionales que considerabanles ataffian como mujeres, y que no fueron unicamente aquellos que se referian a la mujer y la familia. Aun cuando emitia opiniones sobre los ultimos los clevaba al plano nacional, dandole un significado que trascendia lo cotidiano.** No he siquiera atentado a esbozar las numerosas actividades ciudadanas que Moreau Ilevé a cabo en una vida dedicada al servicio civico, ni tampoco sus convicciones sobre otras ideas que atafleron a todas las feministas y socialistas. Se destaca aqui su percepcién del rol de la mujer en la sociedad que con sus contradicciones representé muchos de los lineamientos de las feministas de la primera mitad del ** La participacion de la mujer feminista en Ia politica y su conciencia del rol que le tocaba jugar en los asuntos nacionales y la redefinicién dei nacionalismo, esté mejor tratada en LAVRIN, Women, Feminism, and Social Change, passim. También alli estudio otros aspectos del pensamiento de Alicia Moreau de Justo. 200 Asuncién LAVRIN siglo. Su aspiracién a la justicia social, su honestidad moral, y su fe en la democracia como ejercicio ciudadano la sefiala como una mujer de distincién innegable, que merece ser estudiada con mayor profundidad como notable representante de su sexo en una época de profundos cambios sociales y econémicos para el mismo. Moreau imaginé muchos ideales y logré vivir s6lo unos pocos, pero logré forjar una personalidad que al final de su vida le gané el respeto de todos. Asociacion de Historiadores Latinoamericanistas Europeos Mujer y Familia en América Latina, siglos XVIII-XX Susana Menéndez y Barbara Potthast coordinadoras Cuadernos de Historia Latinoamericana No 4 Editor técnico: Raymond Buve Asociacién de Historiadores Latinoamericanistas Europeos Mujer y Familia en América Latina, siglos XVIII-XX Susana Menéndez y Barbara Potthast coordinadoras AHILA Crem Er ALGAZARA MALAGA 1996 SUMARIO INTRODUCCION.. Susana MENENDEZ Barbara POTTHAST AMOR, AMORES Y DESAMOR, EN EL SUR PERUANO A FINALES DEL SIGLO XVIIL............ 27 Bernard LAVALLE NO BAY MAS TORTILLAS PARA MARCOS ANTONIO (MEXICO 1780) ssssssssssssssssssesssseeseeseessonee 57 rij OUWENEEL ACERCA DE LA POSICION DE LA MUJER EN EL CONTEXTO DEL MATRIMONIO EN UNA REGION FRONTERIZA DE LA AMERICA HISPANICA A FINES DEL PERIODO COLONIAL. RESULTADOS Y DESIDERATA wss.sscssssesssesseesssneeses 69 Bernd SCHROTER MODELOS DE ILEGITIMIDAD EN GUATEMALA (1860-1950)... 97 Norbert ORTMAYR DE LA MORALISATION DES ESCLAVES A LA CITOYENNETE DANS LES ANTILLES FRANCAISES (MARTINIQUE, GUADELOUPE) .135 Myriam COTTIAS CARLOTA PEREIRA DE QUEIROZ ENTRE REPRESENTATIVA E SINGULAR MG6nica Raisa SCHPUN ALICIA MOREAU DE JUSTO: FEMINISMO Y POLITICA, 1911-1945. assscesssvrncsscssscsscossosessol 75 Asuncién LAVRIN ALICIA MOREAU DE JUSTO: FEMINISMO Y POLITICA, 1911-1945. Asuncion LAVRIN® Tras ciento un afios de vida Alicia Moreau de Justo murié en Buenos Aires en 1986, Atin poco conocida fuera de su tierra natal, Moreau de Justo alcanz6 el reconocimiento de sus compatriotas en las Ultimas décadas de su vida, elogiada en la prensa y casi canonizada como arquetipo del feminismo portefio entre las feministas-de éste fin de siglo. En los albores del siglo veinte, sin embargo, Alicia Moreau no era ejemplo-de lo que la sociedad argentina consideraba modelo de comportamiento femenino, ni seguia la filiacién politica que el gobierno argentino deseaba para su civdadania. Moreau era una feminista de vanguardia y una socialista por vocacién y educacién que seguia una ruta que abria nuevos horizontes para su sexo y bogaba por una vida mds justa para las clases trabajadoras.’ Ajena a cualquier critica de corte tradicional Moreau siguid a través de su larga vida una elipse tangente a cualquier ortodoxia, pero fiel a su ideologia de elevacién del género femenino y de reforma social. * Departamento de Historia, Arizona State University. 1 Para una interpretacién de la imagen femenina en ta prensa, véase, K, NEWMAN "The Modemization of Femininity: Argentina, 1916-1926”, en Women, Culture, and Politics in Latin America, University of California Press, Berkeley, 1990.

También podría gustarte