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Ranilicadin Urbana ui Pragmatica Imagen urbana ambigua Mezcolanza vital jtaria Consteuccién para el mereado Problemas de cada dia Imégenes heterogéneas, La imagen di El todo di ~ Megaestructura Capriche tecnolbgico Visionatia Imagen urbana tradicional fy de Comités de stienandienbie: Teoria de to feo y lo ordinario. Teorias afines y contrarias Origenes y ulterior definicién de lo feo y lo ordinario Describiremos nuestra experiencia como arquitectos Para explicarcbmo llegamos a la arquitectura de lo feo y Io o- idad y contradiceién en isles, articios pragmitios, excepcio iagonales exce; 7 empleado Ia mayoria de las complejida- saboreébamos en el pensamiento por ‘que nos-gusiaban como fa ser vehiculo para de un arquitecto, ete. Adems, ‘08 presupuestos eran bajos y no querfamos proyectar dos 159 veces un edificio, una para plasmar alguna idea heroica de su jedad y el mundo del arte y, después, ada idea que el cliente y 1a sociedad ss de discutir si la sociedad tenia razén o no, En conse- cuencia, nuestro proyecto de viviendas en Brighton Beach no generé una megaestructura alzable ni nuestra Fire Station de Columbus, Indiana, un ensayo personalizado de monumental dad civica en una plaza peatonal al borde de la carretera. Re- sultaron ser «feos y ordinarios» como los calificaron dos eriticos tan divergentes como Philips Johnson y Gordon Bunshaft. Lo sfeor y lo «bello» es seguramente una cuestion seméntica en este contexto, pero en cierto modo esos dos arquitectos supieron cap- tar el espiritu de nuestro trabajo. ‘La arquitectura puede ser ordinaria —o mejor, conven- cional— de dos maneras: por el modo de construiria 0 por el modo de verla, es decir, por su proceso 0 por su simbolismo. Construir convencionalmente es emplear materiales y técnicas ordinarias, aceptar la actual y acostumbrada organizacién de le industria de Ia construceisn y su estructura financiera con la es- peranza de conseguir una edificacién répida, buena y econémi- Ca. Esto es recomendable a corto plazo y el corto plazo es lo {que nos ha conservado en gran medida nuestros clientes como arquitectos. Las teorias arquitecténicas del corto plazo tienden 2 la idealizacién y Ia generalizacida de lo utilitario, La arqui- fectura a largo plazo requiere creacién, més que adaptacién, y respuesta a una tecnologia avanzada y una organizacién sofis- ticada. Depende de Ia investigaci6n que puede ser iniciada en el despacho del arq pero habré de ser financiada desde fuera, pues Ia tarifa que paga el cliente no basta ni con mucho lo persigue, Aunque Ios arquitectos po han la mayor parte de los problemas de su pro- ario, ¥ esto es tanto mds cierto cuanto \ero de arquitectos que se vean involuerados En general, el mundo no puede esperar ‘construya su utopia, y las preocupaciones ecto han de referirse, no a lo que debe sex, ios medios para contribuir a mejorarlo boy. ‘to moderno no estaba dispuesto a acep- in embargo, es un papel artisticamente mayor sea elm en problemas socit Lo feo y lo ordinario como simbolo y estilo se araAttteient, el uso de elementos convencionaes a arguitectara ordinatin sean eatdpidos pieaporis 0 formes habituales de sistemas constructivos Les pe clones con lt experiencia pada. Tales elementos pueden cle ise culdadosamente 0 adaptarce reflexivamente a partic de ‘eabularios previoso ealdlogos estandarizados, en gar de Ser creados de un modo tinico mediante datos originales e intuicio- nes artsticas. Por ejemplo, al dselar una ventana uno no parte Solamente de Ia funeion abstracta de modular los rayos de Tur Y las brisas pata servir al espacio interior sino tambien de la imagen de mt ventana, de todas las Ventanas que uno comoce fds otras que puede descubrin. Esta aproximacton es simbdlica pero promuve una srauiectara del slgniicado, més amplia y rea, aunque menos espectacular, gue la argultectura de la expresin, "Ya hemos visto como la (H & 0) obtiene su expreson dram de los significados con- emite significados , incluye también si ficados denotativos, derivades de sus elementos familiares decir, sugiere significados mas 0 menos concretos via la asociae cin y Ia experiencia pasada, EI sbrutalismor de un cuartel di ica se debe a su gran escala; la expresion de Ia estruc y cl programa y «la fidelidad a los materiales» procede de Tas articulaciones particulares de sus formas. Su imagen t iva de esas cualidades puramente arquitecténic: 1po— nace de las conven- ; de la falsa fachada deco- ‘meramente ordinarios sino que representan, icamente la ordinariez; también son enrique: ‘un estrato de significad i Dele a riqueza puede proceder de la Durante trescientos afios, la arg yples variantes de una norma clisica; he aqui smo. Pero tambign puede llegar a través de un scala 0 el contexto de Ios elementos convencio- nuevas para mofarse de la interdependencia ootidiana entre contexto y significado, con lo que nos daban una interpretacién nueva de los artefactos culturales del siglo x Lo far esté un poco off tiene un poder extrafio y ina de Ja Gi de la pintura de Andy Warhol. Es yuxtapone ademas a una ventana menor de la misma forma y Proporeiones. La localizacién exacta de la vent dio més valido que las irrelevantes artic dentes pero aburridas minimegaestructuras de hoy (fig. 117) Contra fos patos, o Io feo y to ordinario por encima de to heroico yy lo original, 0 piense poco No deber izar Ja irGnica riqueza de la banalidad ‘expensas de discutir el carécter apropiado e i de Ja arquitectura F & O sobre una base . ePor qué defendemos ef simboli ra pi n ico- ambientales de nuestro tiempo —sean civicas, Nlegarin de los medios mas pura: ‘vez porque son menos estéticos y mas 1682 en el caso de que hubiesen tenido que ser un monumento, ha- brian resultado més econémicas, socialmente mis responsables ¥ mis c6modas como edificio convencional de apartamentos, perdido al lado de la autopista y con un gran rétule luminoso en ‘su cubierta que dijera SOY UN MONUMENTO. La decoracién es més barata (fig. 139). ‘Teorfas del simbolismo y In asociacién en arquitecturs Fundamental para la defensa del tinglado decorado es suposicion de que el simbotismo resulta esencial en arquitec- ira y que el modelo de una época anterior o de Ia ciudad exis- arquitectura que depends In para su percepcién, depende de la asoc 108 «libres de las formas del pa: idad de esas formas como modelos tipo- presentacionals de Ios artefactos de la cultura primitiva y sus relaciones, y analiza la continua base antropolégica de los «va- lores icénicos» de los productos de Ja tecnologia. Los sistemas cosmotégicos de I érii 1a familia biolgica esté presente iste . Pero lo que da al parentesco su caracter de hhecho social no es lo que ha de conservar de Ia naturalezt; sino el 163 aso esencial por el cusl se separa de Je. naturalera, Ua sistema de Barentesco ao consisie en lazos objetivos. de sangre: existe solo en Fm concisncia de los horebres; rs un sistema arbitrario de represta- ‘Beionee pro ef desarrollo expontanco de una stuacion de hecho. Colquhoun asegura que existe un s sistemas y los procedimientos por los cuales fe abordando cl mundo. Y lo que era cierto de su vida rel mundo paralelismo entre el hombre moderno si fos que ate Convenciones, no iaherentes alae fofmasslkmas, Su fxs ae som amiguas, samque mo carezcan total ‘Fane silo pueden ser interpretadas den ‘del verde para la para inversién explica por si p ién sobre Ia fisionomia en nuestra comprensiGn del si a Colquhoun arguye contra Ia propo: tectura moderna de que Ja forma debe ser aplicacidn de leyes Fisicas © mateméticas, y no de una asociacién previa 0 una ideologia estética. No s6lo esas leyes son en. mas construcciones humanas, sino que en fen el mundo de Ia tecnologia avanzada, no son totalmente de- 164 i i terminantes; hay siempre areas de libre eleccién. Y si xen un mundo de tecnologia pura esas Areas se abordan invariable: ‘mente sdaptando soluciones proviase, con mayor razén ocurriré lo mismo en Ia arquitectura, donde las leyes y los hechos son todavia menos capaces de desembocar direetamente en la for- mma. Admite que los sistemas de representacién 0 soa otal: mente independientes de los hechos del muundo realidad el movimiento moderao en arquitee de modificar los sistemas representacion redado del pasado preindustrial y que ya no parecian opera. ‘vos en el contexto de una tecnotogia que cambiaba rapidai mentes! La visién de las leyes fisicas y los hechos empiricos como fuente fundamental de Ia forma en la teoria arquiteetonica modema merece para Colquhoun el calificative de «determinis- ‘mao biotécnicos: La creencia vigente en Ia suprema importancia de Jos mé. todos cientifices de andlisis y clasificacion procede de esta teoria. La esencia de la doctrina funciona teoria moderna. Pero se pensaba que po- .n superarse mediante la magia integradora de la intuici6n y quhoun a una «ensién entre dos ideas apar dictorias: por un Ia libre expresions, y_ tod miente moderne. Al excluir todo un cuerpo de précticas tradi cionales en bien de la «ciencia», se dejaba un vacio que parads- 165 Yo: «Lo que aparece ¥ racional de disefio resulta ser, paradéjicamente, ten el proceso intuitive» Firmeza + Comodidad = Placer: La arquitectura modema y 10 ‘yerniculo industrial Sir Henry Wootton recoge Ja afirmacién de Vitruvio segin la cual la arquitectura es firmeza, comodidad y plecer. Gropius (0 quiza sélo sus discipulos) dedujeron, via el deter- écnico que acabamos de describir, que firmeza ¥ igual a placer; que estructura mas programa da Tugar a Ia forma; que Ia belleza es un subproducto; y que ma. nipulendo la ecuacién de otra manera, el proceso de hacer arquk ura. Ea los lecto debia sor tectura se convierte en Ia imagen de Ia ar afios cincuenta, Luis Kahn decia que et prenderse ante el aspecto de su disefo (fig. 118). ‘En esas ecuaciones se da por supuesto que proceso © imagen nunca son contradictorios y que el placer es un resuly tado de la claridad y la armonia de esas relaciones sencillas y fen absolato contaminadas por la belleza del simbotismo y el larquitectura es proceso co: Para los historiadores del movimiento moderno, los pro- totipos de esa arquitectura fueron las cstructuras mecéntcas innovadoras del siglo xX y comicnzos del xx, pero ¢5 significa. tivo que los puentes de Maillart no sean arguitectura y apenas puedan considerarse tal los hangares de Freysinnet. Como so- fuciones de ingenierfa, sus programas son simples y sin las con- tradiceiones inherentes a los programas arquitecténicos. Lo tink Co que se exige de esas estructuras es atravesar un arroyo de un modo directo, seguro y barato o proteger un gran espacio de ta Tuvia sin soportes intermedios. El inevitable contenido simbé- lico de construcciones tan simples y utilitarias como éstas y el inevitable uso de lo que Colquhoun Hama tipologias fueron ier norados por los tedricas del movimiento moderno. La ormamen- TaciOn no infrecuente de esas formas se excusaba como un ac Cesorio arquitectOnico desviado, muy tipico de esa época. Pero fo cierto es que {a ornamentacién de superestructuras utllitarias tes tipica de todas las épocas. Las murallas defensivas de ls ciudad me ‘se remataban con almenas complicadamente diversas y se dotaban de puertas retéricamente ornamentadas. 166 Las decoraciones aplicadas de las estructuras clisicas de la Re~ volucién Industrial (que para nosotros son més clisicas que del tinglado decorado; por puentes metilicos 0 los imnas estriadas de las eclécticas y los hierro colado en edificios altos, parapetos caprichosos de sus fachadas. ‘Los arquitectos y tedricos del movimiento moderno ig- ‘en la arquitectura ands industriales de In siendo frecuente que se ies van der Roh bri Kahn en el Medio Oeste y desarrollaba su vo- cabulacio tninimo de pertiles de acero en I. Las fachadas de los tinglados de Kahn albergaban casi siempre las oficinas y al estar disefiadas a comienzos de siglo, eran de un estilo grav samente Art Deco mis que eciéctico histérico rrécter plistico y masivo de estas fachadas, estilo, contradecta claramente la armadura de at Iconografia industrial Mas importante que ese olvide de la devoracién por parte i ‘inglado, es decir, de la fachada, La arquitectura del movimiento moderno desa- roll6, en Ins primeras décadas y a través de buen nimero de sus maestros, un vocabulario formal basado en una variedad ide modelos industriales cuyas convenciones y proporciones no ‘menos explicitas que las de los 6rdenes clasicos del Rena zo con los edificios industriales y fi con los phisticos afios veinte y Gropius con la hhaus en los afios itacién de su propia fabrica anter la Faguswerk, de sus edificios tipo fabrica estaban que éinfluenciados> por las estructuras vernéculas indus de un pasado entonces reciente, en el sentido en que los Hadores hablan de influencias entre artistas y movimiento, eaifcios eran adaptaciones explicitas de esas fuentes, ¥ 5° 5 catch mucho. a su contenido simbélico, pues las, estractutts mitiat ines represensaban, para los arquitectos europens, 3% and iorcade dle ciencia y tecnologia. Los arquitectos de co” romant Tomimdo Io remote en el espacio —es decir, el, bar crocanM cimparines que se alzaba al otro lado de la chadad y (que transfirieron a las zonas pablicas de — en lugat Ge evocar, como hicieran tos primer ando el ornament e: Jos modernos emplearon un método lopicos y desarroliaron una iconografia arquitecrinics de et es interpretacién de In tecnologia progresiva de Ja Revolucion Industria} (ig. 1 ‘Coiguhoun habla del «poder icénicor atribuido «a bes eigen Nfecnologia, que ellos adoraban hasta un grado io rsiete en un cientifico, por aquellos que estaban, ¥ estén, WGdieando. cn cl campo del disefio wna tecnologia Pu Ye Pretendide método objetivo de disefio..».* Tambien refiere jonte se convierte en entidades ges! ‘estéticas y de un cardcter simbolico. fos silos mecénicos, pasaron a Se a pesar de que lo nicguen tos wamente en el método de dise- ia y actuaron como fuentes de Sus Los eri ja miquinan, rm moderno que ha des Gustriales de su ar arquitectura (fig. 12 ‘embargt de vapor y al ‘igo més por sus formas que por sus se otiaciones, més por su geometria simple que por si imagen 168 Le Corbusier ilustrados en su ‘vapor y los silos mecénicos pero no jo de Santa Maria in Cosmedin 0 a el para San Pedro, que también se i Los prototipos in wales de la arquitec- ‘que 103 prototipos histérico- ara} jogos que se seleccionaban por alguns de sus caractertst tho de otro modo, los edificios indus- {ales eran simbélicamente correctos; los edificios historic El cubismo fue cl modelo’ del abstracto formalismo geométrico de la arquitectura que bacia Le Corbusier en esa época. Ei mado modelo, que en parte se oponta a las imé genes. ni ‘dustrisles, y explicaba los planos salientes ¥ estucados que envolvian el esquema indus Tas escaleras de caracol de Ja villa Saboya. Aunque los historiadores dicen 1as de formas puras, entes, jetran en el espacio fluyente se asociaban ex En bl cubismo y encajaban en la famosa definicién que enton- ces daba Le Corbusier de la arquitectura: «un juego habil, pre {iso y magnifico de masas vistas a la luz EI simbolismo inadmitido La contradiccién entre lo que se decia y To que se hacla era tipica de la primera arquitectura moderna: Walter Gropius faba el término «estilo internacional» pero cred un ¢s- filo arquitectonico y propagé un vocabulario de formas indus. friales que estaban bastante alcjados de los procesos de la in- Gustria, Adolf Loos condenaba el ornamento pero aplicaba Sells dibujos a sus propios disefios, y st hubiese ganado el con- curso del Chicago Tribu ria ‘construido el simbolo mas Grandioso, y también el mis irdnico, de toda la historia de los Fascacielos. En su obra posterior, Le Corbusier inic Thuacién de la tradicién del simbolismo no reconocido, cuyas formas indigenas y vernaculas atm estén con nosotros en sus diversas manifestaciones. Perg es ante todo Ia contradiecién —o ai menos Ia falta de correspondencia— entre imagen y sustancia lo que confirma 169 ‘el papel jugado por el simbolismo y la asociacién en Ia arquk fectura moderna ortodoxa. Como ya hemos dicho, el simbolismo ser tecnolég Inigén o sus fustes «mecénicos* utilizados en un edificio de viviendas y no en un laboratorio de investigacién. Otras contra Uicciones de la erquitectura moderna posterior son el uso de Cspacios fluyentes para funciones privadas, de muros acristala- dos para exposiciones occidentales, de vanos industriales para instituios suburbanos, de tuberias vistas que se cargan de fen los ruidos, de sistemas de produccién en serle para subdesarrollados, y de incrustaciones de ma- Gera en el hormigéo, de economfas de alto coste y mana de obra, Si catalogamos aqu{ los fallos de estos elementos fun. cionales para funcionar como estructura, programa, equips: “inacién o proceso industrial, no lo hace- mos para criticarlo (aunque podrian criticarse por razones fun- Glonales), sino para demostrar su simbolismo. Tampoco nos in- teresa criticar el contenido funcional-tecnologico del simbo- lismo de la primera arquitectura moderna. Lo gue criticamos cs cl contenido simbélico de Ja actual arquitectura moderna y Ia negativa del arquitecto a reconocer ese simbotismo. ‘Los arquitectos modernos han sustituido un conjunto de stmbolos (eclecticismo histérico- romdntico) por otro (proceso industrial cubismo), pero sin ser conscientes de ello, A esto se deben esas ones paradéjicas y confusas que atin ie estilos (por no mencionar la correc: ide Ia arquitectura de los r con Ia versatilidad del eclecticismo jguientes modelos son fuente pular mediterranea (fig. 130); la escala peaton medievales de las ciudadelas toscanas (fg. 1 los hacedores de formas del perfodo heroict 170 De La Tourette « Neiman-Marcus La evolucién estilfstica que va de La Tourette a Neiman - Marcus ex el tfpico proceso seguido por el simbolismo hacedor fa. La tensa manifes- de formas de Ia arquitectura moderna tacién del genio de Le Corbusier en su rio en un campo de Borgoia (fig. 133), constituye en sf misma ‘una brillante adaptacién de joa y pléstica arquitectura popular del Mediterraneo oriental. Sus formas se convirtieron fen un Art and Architecture Building en una esquina de New en un palazzo piblico en una plaza de Bos- este claustro borgoriés rip de Westhéimer, en un suburbio de Houston, puro simbolo de gentileza progresiva plantado en un mar de aparcamientos (fys. 137, 138). ¥ una vez Inds, a0 criticamos estas réplicas de una obra maestra clisica, cempiazadas en lugares diferentes y destinadas a usos diferen tes, auingue si pensamos que estas imitaciones hubieran sido mejores de haber sido aceptadas filossficamente y wcenes Beat iano. Esta serie de edificios Formalismo secvil y expresionismo articulado de formas preconcebidas por imitaciones de un proceso determinista que ademés no funciona no sélo ha Jn confusi6n y Ja paradoja sino también a un for- to mAs servil cuanto que no es reconocido. Los ar- 8 ¥ urbanistas que desaprueban el formalismo en ar- Quitectura suelen mostrarse rigides y arbitrarios cuando llega el momento de comprometer sus proyectos con Ia forma. diseftadores urbanos que han aprendido las virtudes das Jas elinoas maestras de desarrollo», con edificios hipotéticos para mostrar «posi os que el graduado reciente que est4 en lado del disefior del proyecto, da aquellas formas a la moda que, en su opinién, utilizaria el arquitecto mis admirade por m 4, venga 0 no a cuento el vocabulario formal de ese maestro ppara el problema en cuestién. {La sustitucién de la expresién por la representacién, ‘via el menosprecio hacia el simbalismo y el ornamento, ha dado Jugar a una arguitectura en que Ia expresi6n se ha transforma do en expresionismo, Las formas caracteristicas de la itima rquitectura moderna suelen exagerarse, debido quiza a que las formas abstractas y los elementos funcionales sin adornos sélo permiten significados muy pobres. Y a la inversa, muchas veces 2 o mninimizan en su contexto, como en el caso de La Tourette en el Strip de Westheimer. En cierta ocasién, Luis Kahn dijo que la exageracién era la herramienta del arquitecto para crear formamento, Pero la exageracién de la estructura y el progra: (y en los afos cincuenta y sesenta del equipamiento mecdnt- 8 decit, tuberfas igual a decoracién) ha legado a ser el sus 10 del ornamento. La articulacia como ommamento tun vodevil arquitecténico en el que para ser progresivo hay que sideremos todos esos edi- jonales cuyas tenues com- plantas © alzados .cordesn; claros en vola iagonales; striacio- hes texturadas y puentes o contrafuertes col rrsiones esividentes del puesto ds parecer estrafalario. Por un Ia residenciales, puiblicos |, consideremos las estructuras sens las erujias voladas que modulan una facha- jos interiores 0 refleja tes del pro- fi wdentaciones jos espaci son tan irrelevantes y carentes de Yes de las pilastras de un palacio renacentista (a Jas que 36 parece), pues hay que contemplarlas en su mayor parte dentro Ge grandes espacios (a menudo aparcamientos) y a gran velo- cidad. 172 ims, la aticulacin sensitiva es un Stiminarlo antes d= que nos Top ta fachada down edisoy puesto a para darn oul mate 2 programa, que s6lo sabe apreciar cl propio anqutecto, es in resldvo de tiempos mas estables, Hoy los. programas camblan ‘muchas veces en el transcurso de la lila ei permitimos con tas fonciones fugaces. Ex suas hoy as formas son demasiado tstridentes para su ancion en nuestro entorno, ¥ tos detalles privacidad y detalle, no satisfecha por el disefio moderno y si en cambio por las reproducciones a escala 5/8 de Disneylandia, por Jas caricaturas de la eseala humana que hay en Ios patios de los apartamentos ajardinados y por el mobiliario a escala 7/8 de los fantisticos interiores de las maquetas de Levittown. EL espacio como Dios Quiza el elemento mis tirnico de nuestra arqui sea ahora el espacio. El espacio ha sido inventade por los ar- quitectos y deificado por los criticos, y con é1 se ha Henado el Vacio que dejé un simbolismo fugitive, Si la ac far del ornamento en la arquitectura fo ha desplazado al simb Kennedy, allmentaron nuestros egos tardorrominticos y satis ficleon nuestro anhelo de tin espacio expresionista y scrobic tico para una nueva era en fa arquitecture. Es espacio y Tez, ona lux como elemento que distorsiooa el espacio para lograr wna a fabrcas tura industrial respondian a la. necé ‘un minimo uso de I ‘ificial en una jornada de trabajo de doce horas y en unas latitudes en las que los dias son muy cor- 173

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