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INFORME DUMONT 1975 UNA VISION $ AGRICULTURA VENEZOLANA REPUBLIGA OE VENEZUELA PLANARH OTECA CARACAS, JUNIO 1975 COMISION DEL PLAN NACIONAL DE APROVECHAMIENTO. Presidente: Miembros: Secretario Ejecutivo: Subsecreterio Ejecutive: Asesor Principal: DE LOS RECURSOS HIDRAULICOS Ing. Alberto Lizerralde Director General de Recursos Hidréulices Ministerio de Obras Pablicas Ing. César Quintana Director de Malariolegis y Saneamiento Ambiental Ministerio de Sanidad y Asistencie Social Ing. For. Rafael Viloria Diaz Director de Recursos Renovables Ministerio de Agriculture y Crie Cre! , Evelio Colmerores Leal Representante del Ministerio de le Defense Ing. Eloy Leres Monserratte Representante del Ministerio de Obras Pablicos Ing. Agr. Rafel Enrique Abreu Representante del Ministerio de Agricultura y Cria Geol. Alberto Vivas Ramirez Representanie del Ministerio de Minas © Hidrocerburos Arg. Samuel Benchimol Representonte de lo Oficina Central de Coordinacién y Planificacién de Ia Presidencic de la Repiblica Ing. Pedro Forras Representante del Institute Nacional de Obras Sanitarias Ing. Ivan Izquierdo Representante de lo Compania de Adm y Fomento Eléctrieo tracién Ing. Froncisco Aguerrevere Representante del Sector Privado Ing. Rafael Martinez Monro Representante del Sector Privado Ing. Juan José Bolinoga Representante del Sector ado Ing. Aurelio Useche K Ing. Eduardo Buroz Dr. Pedro Poblo Azpérva PRESENTACION INTRO DUCCION PREAMBULO CAPITULO | PRIMERA PARTE. Crecen los peligros SEGUNDA PARTE. Formulacion de un programa agricola Anexo |: Sistema de Riego del Guérico Anexo lt E| Rico Sur y Sureste del Lago de Maracaibo esté sub-vtilizado Anexo Ills Médulos de Apure y Pasto de los Llanos (Guérieo) ‘Anexo IV: Las Montafas andinas en peligro CAPITULO II Extractos de las entrevistas del Ing. Dumont en COPLANARH | Planificacién Agricola o Largo Plazo IL Aspectos Agrarios III Capacitacién y Promocién Campesina IV Desarrollo Agricola Pagina 23 28 2 35 & 44 47 V_ Politica de Riego VI Conservacién de Recursos Naturales Renovables CAPITULO II! 1 Prioridad al desarrollo agricola. £1 Plan Agricola © Largo Plazo Il Estructura Agraria. Sistemas de Produccién Il Impuesto Predial, catastro, precios y salarios agricolas WV Educes sn, capacitacién y organizacién campesinas V_ Conservacién de los recursos naturales renovables VI Agricultura de riego VII Ordenamiento territorial. Zonificacién de la Produceién VIII La Ganaderfa Bovina Bibliografia citada 51 52 él 63 64 66 PRESENTACION PRESENTACION Enel mes de morze del presente ao, el Ing Age. RENE DUMONT, realiz6 une visite de carécier tecnico a Venezuela, como resultado de las conversaciones sostenidas entre algunos amigos suyos que viven en Caracas y ala Presidencia del Instituto Agraric Nacional. La presencia del Profesor DUMONT en el oa7s, tuvo come objetive primordial, observar la realidad agricola naciona! ¢ intercambiar ideas con profesionales, técnicos del agro, productores agropecuorics @ instiruciones venezolanas relacionadas con el Sector Agricola La recorocida trayectoria del Profesor DUMONT, como investiga- dor estrechamente ligado a Ia problemética del tercer mundo y su gran ex- periencia en materia de agricuitura a nivel mundial, manifestado a través de importartes trabsios y publicaciones, justificaron su permanencia entre nosotros; fo misma se considera un importante porte para fo evaluactén que sobre el Proceso de Reforma Agraria, se viene desarrollando El rrcbojo emprendido por e! Profesor DUMONT, conté con la co- laboracién plena del Instituto Agrario Nacional , asi como de los demés Or- gonismo: de Reforma Agraria; sin embargo, el corto tiempo de que dispuse el profesor DUMONT para su visita, probablemente le impidi& aprecier con mayor grado de detalle nuestra realidad agricola y es por ello que,aén cuan~ do en general sus opiniones son valiosas, algunas otras resultan controver siales y por lo tanto estén abiertes @ la polémiea; otras de gran importancia fueron omitidas, come son las referidas a los Programas del Desarrollo Agro- Pecvorio, visitados po: é! y adelantados por el Ejecutivo Nacional (Médu- los de Apure, Proyecto Bocond~Masparro, Proyecto de Saneamiento de tie- tras en Tucupita, Proyecto Yacambi, etc) y los resultados de 1a oplicacién de los decretos presidencicles que se refieren al sector agricola, ete. La omisi6n de estos aspectos, no desvirtéan el contenido del primer borrado: de trabajo del Profesor DUMONT, sélo que en un anélisis de nues~ tro procese agricole, debe considerarse todos lez elemento: que en él inci- den y lo de Por ota parte, es importente destacar que en este momento en que la agricultura ha posado « ccuper un importante papel en la opinién nacio~ nol y se vislumbra unc coyuntvie favorable para Impulsar su desarrollo, co- bran plena vigencia las opiniones, trabajos, documentos e iniciativas que proporcionen orientecion sobre fos elterneti ves vélides para lograr un autén= tice desarrollo agricole, Fundamentado en la accién social del hombre del ‘campo y en especial del sujeto de Reforma Agraria; de allT que no solo de~ ben recogerse las opiniones de experts internacionales, sino tombién las de inestimables servidores poblices venezolanes, les cuales han palpade nuestra realidad y han aportado importantes conclusiones y recomendacio~ nes, sin embargo no todes hen sido réconocides y destacadas por los medios de comunicacién social El documento del Profesor DUMONT, ha despertado, a nivel de los medios t8cnicos y profesionales, muchas inquietudes; ello es importante, no solo por el momento en el cual se plantea, sino también ante la posibilidad de conclizar todo tipo de iniciativas que propendan a corregir fallas, defi- ciencias y que vislumbren soluciones para el manejo de nuestra Reforma Agraria en los presentes y préximos efios En este sentido, considera propicia le ocosién para ofrecer a nom= bre de le Institucién que represento, tode la colaboracién y receptividad posible, « objeto de analizar y discutir los aportes que se nos presenten so- bre estas ideas. Espero que este objetivo se cumpla con le publicacién de este tra~ bajo el cue! no solo recoge el Informe del Profesor DUMONT, sino también os opiniones resultantes de los entrevistas que se le hicieron y un conjunto de documentos que contienen antecedentes y opiniones nacionales sobre los temas trotados por e! Profesor DUMONT. Luis Lo Corre Presidente del Instituto Agrario Necional _ INTRODUCCION DE LOS EDITORES Wn INTRO DUCCION DE LOS EDITORES El presente "Informe Dumont" se compone de tres capitulos: el prime- ro redactado directamente por el doctor René Dumont antes de su partide de Venezuela; el segundo es el resultado de las entrevistas que se le hicieron en diversas oportunidades por parte de personal de COPLANARH asi como de fun= cionarios de los organismos oficiales y personas privadas relacionadas con el sector agricola, Este segundo capftulo ha sido revisedo por el Profesor Dumont. El tercer capitulo contiane opiniones y planteamientos sobre los te= mos tratados en el informe, formulados por diversas instituciones o personas el pois con anterioridad a le visita del profesor Dumont, algunos de los evales forman incluso parte de lo documentacién que se le suministté para su estu= dio y consideracién. Se ha querido con este Gltimo, especialmente, mostrar el aval que representa lo colificada opinién del doctor Dumont para estos planteamientos, enel caso de ser coincidentes, y cuando éste no ha sido el caso, presentar los diversos puntos de vista que pueden enriquecer el anélisis y solucién de nues- tros_problemas agrarios y agricolas. No se he podido ser exhaustive en este punto, por lo que se pide excusas de antemano a todas las personas 0 entidades que podian haber sido citadas y que no lo han sido; y que se sirvan enviarnos la documentacién que consideren conveniente a los efectos de amplicr el re~ Ferido capitulo Los némeros entre paréntesis se refieren a las citos bibliogré PREAMBULO En atencién « la atenta invitacién hecha por el Dr. Luis Lacorte, Presi= dente dei IAN, hemos tenido 1a oportunidad de permanecer durante un mes en este pats, gran parte del tiempo ene! propio terreno. Nuestro equipo de trabajo integra~ do por Georges Clarembaux, del IAN, Luisa Baptista, Pierre Averous y Victor Crespo. Por falta de espacio no podemos nombrar aqui, para darles las gracias, a todas las per= sonas, tan numerosas, que nos han ayudado, tonto del IAN como de COPLANARH, FUDECO, MOP, MAC, INCE, Federacién Compesina, etc., y sobre todo a los cam- pesinos, tecnicos de los asentamientos, agricultores y ganaderos, quienes todos nos han recibido tan amablemente Estos “notas répicas" han sido redactadas en base a observaciones, si bien insuficientes, en el terreno y el estudio incomplete de la cocumentacién disponible. Ellas constituyen un primer boriedor, destinado a la discusién y estén sujetas a la ert fica, Dames las gracias anticipados @ todas aquellas personas que durante este mes o después tendrénc bien aportar Ia contribucién de sus eriticas 0 presenter buenas pro- posiciones adicionales (I), ya que hemos tratado de elaborar notas bastante resumides. Nuestro objetivo era sobre todo hacer reflexionara nuestros amigos venezolanos sobre algunos puntos que nos porecen esenciales al porvenir del pafs. René DUMONT 7) Profezor Rend Dumont (1) COPLANARH 2, Avenue Roosevelt Edificio Banco Hipotecario 94120 Fontenay sous Bois de Crédito Urbano ~ Piso 6 Francia Esq. de Traposos Caracas 101 CAPITULO | PRIMERA PARTE LA MONTEE DES PERILS (CRECEN LOS PELIGROS) prioridad agricola. del planeta, escasez y hambi Apenas chora estomos déndonos cuenta de que los recursos de nuestro “‘pequeo pleneta” son limiicdos; y que ya es tiempo de parar el despilforro irres- ponsable al cucl nos habjames acostumbrado. Tanto mas cuanto que la poblecién del Tercer Mundo, tomado en sy conjunto, ha aumentado @ una taza igual a le de w prodvccién alimenticia de 1959 a 1969; pero ella crece mucho mas répide que su agriculture a partir de 1969. Sagiin la FAO, el déficit en cereales del Tereer Mundo emenaza clconzer, de prolongarse las tendencias actuales, a la cifra de 85 2 100 millones de toneladas por eo en 1985. De alli Io excatez ali- menticie general izace y los olas de hambre recientes (Sahel, Etiopia, Bangladesh, India, Andes del Ecuador haste Bolivie, nordeste brasilero, etc). En estas con- ‘cicnes, los cereales escosos estan on vias de convertirse en un arma estratégi- ca, cuya potencia puede igualar (si no superar, en caso de escasez generaliza~ da) la del petrdleo. EI trigo, el orroz, el ozdcar, el papel, las grasas, etc. son cada vez mas escasas y cares. Lot grandes importadores estén amenazedos de ser colocades en posicin de dependencic econdmica, luego politica, frente a los grandes exportadores, sobre todo frente a Norteamérica. Los pases de la OPEP, si se mantlenen solidarios con el Tercer Mundo, pueden ayudorlo a liberorse de este eventual dependencia si &ste iltime a w ver realiza un mayor esfuerzo pa~ ra la prodvecisn agricola. En estas condiciones me porece indispensable que Ve~ nezvela ccverde una prioridad efective y eficaz (no solamente verbol) @ su desa~ trollo agricola — 2. Degradacién rapide del medio returel Unos cuantos recorrides aéreos y por corretera bastaron pare inquieter fuertemente al observador que en 1956 recerric el pois. Lo deforestacin progre- sac un ritmo acelercdo, sobre todo en la parte norte del pots, en las montaiias de los Andes, en la cuenca del lago de Maracaibo, etc. Los incendios impiden toda acumulacién de materie organica y ello ocurre a pesar de que el humus es un fector exencial de retencién de les aguas y de les elementos fertilizentes y por ende de lo potencialidad de los svelos. La erosién ocentéa sus estragos hidréu- licos sobre las pendientes con sus cércavas, sus derrumbes tan impresionantes, El rio Apure, desde que la erosién destruyé su cuenco alta, acarrea sélo arena fina casi estéril on vez de lot antiguos y ricot aluviones. Le erotién eSlice levente nubes de polvo (calinas) que poco @ poco van borriendo ia copa arable. Los tie~ rras cultivedes ven disminuir -épicamente su fertilidad por iixiviacién y aisminu~ cidn del contenido de humus. Turén, que producio | t de ajenjo!’ por ke er 1956, actualmente produce apenas de 500 @ 600 kg. £! empleo abusive de tractores pe- sados compacta jos suelos y dificulta el drenaje natural de las agues en zonas hi~ medas y de poca pendiente. Les pastes periddicomente quemados acusan ia degro- dacién de su flora, malozas espinosas los invaden, conduciendo ¢ su abendone 0 «@ trabajos de recuperacién particularmente costoses. Este conjunto de degradacio- nes constituye una amenazo de la més alta gravedad para e! povenir de! pats, es vital reaccionar; cada mes que iranscurre cuenta. ao En algunos Hones (sur de Apure), ef pastoreo se limtia @ ura ves por 14 ha; en otros sitios con mayor frecuencia desde Apure a Guésico, una “8s por 407 ha, cuando estos pastes, en época de fiuvias, tienen una capacidad para tostener dos ¢ 3 cabeza: de ganado por hectérea. Elle te debe a |e explotocion extensiva por excelencio, a la ausencia total de reserves forrajeras (heno, ensi~ laje), cl mantenimiento exagerado de la altura de los gramineas; en una paletra, el esfuerzo insuficiente en todos fos campos. Inversamento, hay retroce:o, ti + toma en cuenta que la pobla tes de la guerra de loa Independencia, frente a los 8 millones con que cvenia cc~ tucimente. 1p bovina alcanzé lo: 11 millones de cebezos an~ En el sector de riego de las Majaguas, que hemos recorrido, lo presa, construfde en 1958, aimacena 345 millones de metros ctbicos y es copoz de re~ gar 30.000 ha. Un proyecto de ampliacién puede inclusive aumentor a corto pla- Zo esa superfi 2 90.000 ha, Ahora bien, a fines de 1974, se encuentran sole 448 familias agricolas cultivando 4500 ha de las cuales 3700 ha en cana de azi~ car. Estos producen 71 t de cana por hectérea, rendimiento demosicda bajo - so- bre estas tierres irrigades se debe perseguir un rendimiento minimo de 100 tonela~ das por hectévea, Montata Verde alcanza a producir 137 tonelada, sobre tierros un poco superiores. El 90% de Ia cosecha es recogido por obreres (700 familias trabajan en el sistema de riego como jornaleros). Aun cuando |a tenencia sea de 10 he por familie, la tierra no por ello es "de quien Ia trabajo". En ei sector pecuario, se encuentran 260 familias ubicadas en parcelas de 15 ha bajo riego, lo cual es insuficiente, estimandose que la superficie op! ma deberia ser de 30 ha. Se eventan solemente 2278 vacos en produecién (sobre un otal de 4315 vacas), y una produccién anual de 4,35 millones de titros de fe~ che sobre 4000 ha 0 sea, apenas un poco mas de 1000 litras par hectares, en zona Hay irregularidades en los superficies i-rigadas: pastos inadaptados a los suelo: pesados y al riego (se ha debide escoger, por ejemplo, el pasto Para); ren~ dimientos insuficientes, sobre todo en la crio; parceleros muchas veces ausent tas, 0 utilizando joraleros (el parcelero visitado estaba ausente, el ordefto rea- lizado por un obrero permanente). Estas obras de riego podrion ser mucho mejor explotedas. Hemes sobrevolado El Cenizo, donde el sistema de riego con gosto de 15.000 | itros/segunde podria regar por fo menos 20.000 hectarecs, si se maneja el agua economicamente, Hubo une época en que se regaban cerce de 10,000 hectéreas, actualmente esta superficie se ha reducide oproximadamente a 2000 lo subutilizaci6n se agrava. Al principio fueron dotados los inmigrantes de par- celas de 40-60 ha, obteriendo buenos resuitados. Luego astos fueron sustituidos, después de costore indemnizacién, por campesinos del IAN, lo que ocasiona fuer- tes bojas en los rendimientos. Se quiere elevar la represe para aumentar la super- ficie regable © més de 100.000 ha, y ello antes de utitizar plenamente fe prime ra. stopa 4. La poblacién de Venezuela aumenta @ ura tase de 3,4% por ofto, una de las més elevadas del mundo. El estudio hecho por el MOP para los médulos de Apure ccusa inclusive, para esta pequefa regién, 5% de notalidad y 0,6% de mortalidad. Este hecho inquietante es causa de tribulacién para las mujeres de nivel de vida bajo, quienes dessorion tener menos hijos, los que representan ade~ més une carga suplementaria para la Necién. El plan elaborado por COPLANARH prevé pare la Venezuele del cho 2000, une poblacién de 28 millones, fo cual significeria més que doblar |a pobla~ cién en 25 cfs (13 millones para 1975). Parc mejorar el nivel institucional, ele~ vando el nivel de vida de Venezuela del afio 2000, Ilevéndolo a! de Europa Occi dentol de 1970, seria necesario multiplicer la produccién agricola por 4.5 en 30 ‘afios, 1vego cumentarla un 6% por ao, Si comporamos le tase de crecimiento de esta produccién con el pasado reciente, de acuerdo con el estudio realizado por CENDES, "Produccién y consumo del sector ogrfcola venezolano, perfodo 1 960- 72", observomas que el sector vegetal crece un 18% por afto, mientras que el ‘Sector onimal crece un 6,7%. Esta Ultima cifre es falsa ya que incluye como pro- duccién nacional los 300.000 (?) bevines importados clandestinamente de Colom- bic. En los Gltimos afos, 1a produccién agricola nos parece crecer un poco més de To que cumenta peligrosamente el déficit alimenticio ¥ no permite eliminar Ia malnutricién. Ademas, los factores de produccién mas Faciles de valorizar, como son las ricos tierras de Portuguesa (Turén) que poseea los mejores sistemas de riego, ban sido ye utilizados. No hay sino dos millones de hectéreas de buenas tHerras en Venezuela, ‘es decir mucho menos que en Cuba, la que cuenta solamente con 115.000 km2.. Por otra parte la fase de substitucién de imporiaciones pemmito un crecimiento econémico mas rapido, y si se trata de mejorar el nivel nutricionol de los clases pobres, se requiere realizar con onterioridad una distribucién més equitotive de los ingresot (leno empleo y mejores salarios). Ese prerequisite al desorrollo econdmico general necesita ser acentuedo mucho més de la forma tfmida, ¢ nuestro parecer, como aparece en los informes de COPLANARH, Finalmente, el ritmo de 6% anual, partiendo de un nivel de prodvecién alto, es mis dificil de montener durante 30 efos, que #i se orranea de un nivel mas bajo, por ejemplo del perfodo 1958-1968. Tal como esté oc jendo en México, aumento de la produccién se vo hacer cada vez més difT- I. La foro do cracintarto del 26% Te lor cerosler ox inferior 6 To de To poblo- ‘Gién, mientras que las leguminoscs disminuyen en valor absoluto y aiin més per cdpito; lo cual baja e! valor proteico de la alimentacidn de las clases pobres. Vamos & proponer toda una sorie de oxfuerzo: suplemen Sin embar- 90, prever un crecimiento onuel de 6% para la produccién agricola, cifra abso- lutamente desconocida en el mundo para un petiodo largo (excepto Israel, caso muy peculicr), me parece absolutamente fuera de alcance. Si se prevé para al ‘afio 2000 el nivel de vida de Europa Occidental, sorfa desde luego razonable prever un crecimiento cada vez més bajo y menos répido de Io poblacién hasta esa fecha, en Ia que se podria prever la estabilizacién, el equilibrio de la fecun- didad, 0 lo cual e:té Hegando justamente Europa Occidental en el afta 1975. Una hipétesis razonable fijerfa como meta para el aio 2000 una poblacién de 20 millones de hobitantes. Es solamente bajo esta hipétesis que se podrfan alcanzar los objetivos nutricionales del proyecto COPLANARH. El citode Orgonismo pre- vé todavia pare el ae 2000 un incremento de poblacién del 3.1%, hipétesis que conilevaria una situacién absclutamente intolerable en el curso del siglo 21, al final del cual el hambre se generalizarfa en el mundo. 5, Explotacién del compo por las ciudades. Esto es clésico en todas partes « Io largo del mundo entero y se explica ‘especificomente por la insuficiencia de desarrollo agricola del Tercer Mundo. En Venezuela, los precios agricolas no han seguido el alza generel de los precios mundicles, en lo que concierme a cereales, azicar, carne, ajonjoli, ete. De max mera que se impertan clertos productos (ajonjolt) o precios més elevades que los que s2 pagan a ios productores locales. La came de res sigue siendo un articulo de lujo, no 50 justifica of que los obrero: de los empresarios gonaderos sigan per= cibiendo salarios bajos para que los :7cos obtengan carne a buen precio Se han protegido la: industrias leceles de tal modo que los agricultores pagan los insumos @ precios elevados con calided inferior a le de les mismos artfeu- los de importocién. Esto es més grave oGn cuando se trcta de erticules basicos pa~ ra la intensificacién ganadera, come es el caso del clambre de pics pare cercas. Ciertas grandes sociedades detentan los monopolies de preduceién que frenan la plena utilizeci6n de ciertos recursos necionales; cl respecto, nos ha si do sefalado el caro expecitico del popel: Venepel. (Le corsacuencia primordial de esta explotacién e: el éxode rural, que Ilene los ranchos urbanot de desemplea- dos y semidesemplecdcs). La intensificacin de los Ilanos que propondremes con las cercas, los médulos, 1a henificacién, el ensilaje, etc. exige mayor ndmero de trabajadore: que con el que contamos hoy. El prolongar las tendencias actua~ les serfa le acentuacién del desemplee urbane y fa insuficiencia de trebajadores cgrtcolas, necesarios a los esquemas propuestos. 6. La Reforma Agraria y le Accién del IAN. Le Reforma Agraric de Venezuela es tipicamente de cardcter reformiste, ya que se epoye sobre todo en le colonizacién de tierras piblicas, nacionales 0 municipales. Cusndo elle atece dominios privedos, los indemniza empliamente (1). Ast ciertos propietarios susciion la "invasion" de sus dominios, de manera de pro~ vocar |e expropiceién en condiciones juzgadas por ellos ventajosos. En el sero del compesinado, se hen distribuide parcelas de tier muy desiguales, acentuan- do asf la diferenciceién sociel de las diversas categorias de campesinos. Quedon ain numerosos campesinos sin tierra. La reparticién de los créditos constituye otro foctor de diferenciacién. Algunos reciben mucho més que otros y no siempre selo- gra taber por qué. Por ota porte mucho: de los asentcmientos son conducidos im= perativamente, mediante créditos cirigidos espectficamente hacia cultives de poca rentabilidad como arroz, maz, carcotas y ajonjoli, que ocupan dondequiera més del 81% de las superficies cuitivedes por los adherentes de las Uniones de Presta~ tarios, nos dice Mare Dufumier (2). El mavz sélo constituye més del 50%. NingGn 11) 708 millones de bolivares, desde 1959 hasta 1973 (tierra y bienhechurias) (2) Totis de tercer cielo, bajo mi supervisién, sestenida en la Sorbona en 1974 10 es oforgado para jordines y huertos fomitiores, susceptibles de mejorar la nutricion. Por |e insuficiencia e irregularidad de los créditos, asf como de la asis~ tencia técnica, y por faltc de autoridad (I‘deres) de los asentomientos, muchas de estos empresas fracasan. De suerte que una Reforma Agraria emprendida a gran costo he culminado con demasiada frecuencic en una baja de la produecién. El cos que nos ha Hamado particularmente lo atencién es e! de La Encantada, cer- co de Valencia, un asentamiento en conde 700 vacas preducen 700 litros de le che al dia: fracaso total, frente al fundo que existia enteriormente (cinco veces menos). Muchas explotaciones compradas por el IAN son luego "invadidas" por ‘empresaries, quienes los exploten para su provecho. Lo: beneficiaries de parce- las venden a menudo ws bienhechurfas y @ veces hasta los recursos © insumos re- cibidos (ganado, abono, etc.), los cuales no son cancelados; se desplazan luego fen solicitud de nuevas tierras, etc. Mas grave ain, una porte de las Hierras expro= piadas, habian reternade el restrojo, Ante el fracaso de lo mayorfa de estas empresas, lo que no les permitfa ccudir nuevomente al crédito, el gobierno decidid le condonacién general e in= discriminada de las deudas. Esto culmina con una forme de corrupcion general: zoda, lo cucl desalienta a todos los que habjon trabojado correctamente y que habfan cancelado sus deudas, ya que ellos se consideran como defraudados. Le orientacién del |AN sigue la linea de Ia plentacién colonial, yo que la explotacién corresponde frecuentemente al menocultive. En el caso de Ia leche, de Ic caraote para semilia, o del plétano, etc., no hay preocupacién de ninguna clase por desarrollar cultives capacer de mejorar le climentacién compesina: ganaderia menor (aves, cabras amarrades, conejos), frutcles (tan féciles de desarrollar en todas partes) y hortalizas. ional econd- mice y politica de adultos, mediente la promocién rural, concientizacién, pla- nificacién fomiliar, De tal monera que demasicdos campesinos se dejan vivir, y no participan en la toma de decisiones de sus empresas; muchos asesores abusan y ¢ falta de buen control, le corrupeién se general ize. 7. & Adénde vo el dinero piblico Una estimacién del costo del sector piblico agricola 1936-1968, he si~ do hecha por los sefiores G. Pinto Cohen, Antonio Graffe y la sefiora Ramil lovich. Segin este estudio, e| dinero concagrado per el Estado al sector agricola, habe posado por la evolucién siguiente, en su reparticién: En 1936, el 30% iba @ la pequena burgues‘a urbana (emplesdos, aseso~ res, ingenieros, investigadores de distintos organismes), el 70% a los empresarios de! campo y los latifundistas. En 1950, 30% a le misma pequefia burguesfo urbana, 30% a los empre~ sarios del campo y lotifundistas y 40% a les industriales, controtistas, comerciantes importedores~exportadores; es decir la gron burguesta. En 1968, 30% a lo pequefia burguesia urbena, 20% ¢ los empresarios del campo, 4% a los latifundistas, 40% a la gran burguesfa industrial y comercial y 6% solamente a los campesinos. Una vez mas prevalece la explotactén del campo por Ta cluded, que continéa acentuéndose.. SEGUNDA PARTE FORMULACION DE UN PROGRAMA AGRICOLA 8. Elaboracién de un Plan Agricola Venezuela requiere un verdadere Plan Agrieole, aunque solamen= te indicativo, y no imperative como en les paises socialisias. En efecto lo que més caracteriza hasta Ia fecha, las acciones realizadas en este campo, es la gren dispersién. Un dia se desea desarrollar el eultive de papa, luego la cata de azicar; al ao siguionte os le leche y por ditime el algedén. A veces se avanza mas répido de 1o programado para cubrir las necesidedes nacioneles, co mo ocurrié este ano con el clgodén. O bien no se Hega ni siquiera al autoabos- tecimiento de carne, en un pels tradicionalmente ganedero, donde la superficie més extensa es la dedicade a postos pora preducir carne: Los cultives destinadas a la expertacién trodicional, el café y el cacao, no Ilegan o seguir lo curva de crecimiento de lo poblacién, puss sola~ mente crecen en un porcentaje de 1,6 anvalmente. Estos cultives representan un interés muy peculiar por cuanto protejen los suelos (caso del café) y generan trabajo pare la mano de obra y divises, siempre y cuendo se proceda a su reno~ vacién (viejos cacactales) y a le poda total de renovacién o fundecién (café) Sin embargo la mayor prioridad debe corresponder los cultivos de la subsisten- cia nocional, y en primer lugar los cereales y las leguminosas, cuyas deficien~ cias hemos seRalado. Venezuela consume mucho frige (tiene el récord entre los paises tropicales) y ya no lo produce Sin embargo, los trigos enanos mexicanos (de CIMMYT de México) merecen ser ensayedos, ya que s° adaptan mejor que la: viejes variedades, @ los climas tropicales y son susceptibles de dar rendimientos mucho més elevados 4. 6 toneladas por hectérea), en perfodo de verano, con riego bien controlado Pueden ser ensoyados no solamente en las laderas con pendiente moderada d= los Andes, sino también en las regiones centrale: 0 en el Guérico (Celakozo), pero siempre que el cultivo se realice con riego y en épece de verano (fin de noviembre hasta mediados de febrero) pero no von demasiado calor. Se justifi- ca hacer un esfuerzo muy Intenso de investigacién genética y de desarvollo para la caraota, 0 el frijol, y otras leguminosas (soya, quinchoneho, Vigne Sinensis, Cejanus, ete), el arroz y el metz; igualmente para el sorgo, el cual es resisten- te ala sequia. Subvencionar ef pan no me parece lo mds indicodo; mejor serfa fomentar el consumo de los cereales nacionales, subvencionands preferentemen= te el mafz y el arroz, alimentos consumidos en el compo y producidos on el palsy pero no el trigo, importado, en vez de importar se podria introducir uno cierte cantidad de ingredientes en los pones y postas, como fécula de yuca, tortas de mant, horing de orroz y de sorgo, ete Muchos hijos de compesines ne consumen frutas y ello es tetalmen= fe inaceptoble, si se consideren los Fucilidades do produceién, ain cvands ello sea més 0 menos facit dependiendo de los especies y de los zonos. Es tembién cuestién de ecucocién, En Venezuela se consumen muy pocas hortalizas. sobre: todo en el campo (exceptvendo los Ande:), donde las eonsideren monte. Los frutales aumentan sélo cl 1,8% cl afo, es decit, lo mitad de fo que eumenta la poblocién, cuando podrfan y deberfan empliamente scbreposarlo. Ms adelonte se enfatizard sobre la intensi ficocién de los postes. Antos q ardues foreas absol ulamente priorirarias: Ta proreccién de los bosques, por una parte, y por la otra, Ia utilizecién total de Ia infreestructura de riego. bromo: subrayer 9. Lo proteccién de los bosques y la reforettacién merecen prioridad Es tarea de importencia primordial, de interés nacional; que exige el poner en marcha medios, mucho, mucho més grandes que los actuales. Preei= semos:a propésito de los montafias andinas, todes les conuqueros y campesines podrian paiticipar en esta revelorizacién y ser pagados por ello. Si una ledera susceptible de erosién es puesta en cultivo, deberia ser de inmediato replanicdo de Grboles y el cultive desplazedo. No se tratarie ot maderables; podrfan ser tombién frutales, huertos edsticos (guayabos, limoneros, ‘por ejemplo) y érboles forrajeros, los que merecen una investigacién més eficaz. La morera y el gurane de seca sncontrorfanaqut weles y climos favorebles, pero el cultivo de la morera y le sode natural paga mal le meno de obra. No se pue~ den trasladar aqui las condiciones que imperan en Ching o Corea. igotoriomente de arboles La reforestacién ne se lograré salvo si elle procura ingrosor al que la realiza; por io tanto, sf tiene mercado rentable. Se necesita sobre todo enfo~ carla desde el Gngulo de complementar todas las necesidades madereros del pats, en todos sus axpactos, cgregindala a la preduecién de los besques ya existentes Por otta parte, ef mantenimiento de los climes, Ia proteccién de los suelos, la regularidad de las fuentes, etc. no pueden asegurarse en lo mitad del pots si todos los bosques s¢ encuentran situados en le mitad sur. Una industria madurera exige que los madera: utilizables sean acumuladas en gran contided, no lejes de la fabrica de transformectén. Es necesario enfocor las necesidades dz madera, que von diversificdndose y creciendo. El papel se vende y se venderé cada vex mas coro, y se utilizaré en mayor cantidad. El volumen de los periédicos es tal que se trata de un verdadero despilfarto, que se deberta reducit oumentarde REPUBLICA OE VENEZUELA COPLANAR IBLIOTEGA -10- fuertemente el precio del papel que seré utilizado pora la publicidad (pero no el que sirve pare la informacién}. Un articulo reciente subsoya el interés en la reforestacién de 20.000 ha en Yoracuy, resembrados con 10 millones de pi- no caribes. Es ello una excelente iniciativa, pero impo'ta subroyor que ello no nos parece en absoluto cérsona con fas necesidades del pais. Me parece ne cesario contemplor aqui, Ia reforestacién de superficies muy superiores para Fi- nal de siglo. Méndez Arocha me recuerda justamente que la proteccién de los * bosques contre los incendios representa el pre-requisite atsoluto, ya que los incendios destruirén répicomenie las plantas jévenes. La deforestacién mastva para los poster, tal como se realiza en el sur del Lago, por ejemplo, vaa sus~ citar quizés alteraciones climéticas muy peligrosas. Serta por lo tanto ctil: = Justificar lalucha contrarles incendios, prehibir vealmente la que~ moregular de pastosy rasirojos de las pendientes de las montahas,etc. = Limiter la tala o las Herras que serén realmente bien utilizedas_ por Ie agriculture o la ganederfa. Un impuesto de tala feenarfa el offin Intempestivo de ploneros més apurados en extender sus superficies explotedas que en cumentar el rendimiento por hee~ tare. = La explotacién de los bosques restantes deberia ser més racional, utilizando una lista de especies mucho més extensa que la actual . = Deberfa prohibirse el “ceseremado" en les dinieas reservas precio~ sas, tal como se practica demasiado @ menudo’. Toca expleta forestal cokerta igual mente ser seguica de una peltica de repo- blomiento forestal de la zona én cues! = Por Gltimo, la deforestacién de los bosques, cuando ella se rea- lize, dekeria tener como objetivo la exploiacién integio! de los Grboles cortados, en vez de le queme de dichos érboles sobre el sitio, como se acostumbra corrientemente, atin cuands muchos de ellos podrian er Gtilmente aprovechados. ~ Toda Grea que seré Inundada como resultado de la construccién de una presa, deberia ser objeto de |a explotecién previa de los Grboles existentes. Se perdicron 3 millones de metro: ctbicos de madera en la primero etapa de ba presc sobie el Careni, y se vo ae quizés a perder un millén més todavio; este despilfarro de los re~ cursos naturales no debe continuar. 10. Plena utilizacién de los Sistemas de Riego. Las grandes presas corren ol riesgo de colmatarse code dia més rapido si le erosién se acelers y hemos comprobado que los sistemas de riego ectuales estén generalmente, ya grades diferentes, subutilizados. La plena Utilizceién y el mantenimiento de la infraestructura actual merece pri ebsoluta sobre toda nueva constiveeién. El Presidente Carlos Andrés PS: bIé recientemente de 200.000 ha que serén habil iradas para riego en cinco anos; existe yo una superficie casi comparable, actualmente servida por la infraestrue~ tura de riego existento y no utilizeda, que es imperative poner en servicio en, primer término. Muchos de las superficies ya irigodas pueden ser también con= sideradas como subutilizedes cuando los rendimientos son muy bajos. Se debe cumentar el rendimiento de mil a cvatro mil litre: de leche por ha~cfo de pas- tos irrigados en las Majaguas. Reemplazando los pastos inadecuades por un buen potrero, cuesta mucho menos que irrigar una superficie equivalente en orto si= tio. La ltima portide de les recursos Financiers, Ie que permite la intensifieo- cién de los pastos y de los cultivos es también le que inde més. Sin embargo es ésta la que @ menudo falic. Un estudio general de los medios necesorios para aprovechar al maximo les infraestructuras existentes merece pricridad absolute. Luego, ven- dn los estudios de preparacién de los futuros sistemas de riego, preperacién que requiere mucho més esfuerzos . La priorided en le construccién de sistemas futures no debe de~ pender sélo de la facilidad de construccién de las preses, sino de la calidad de lus tierras, de su optitud més o menos definica para Ia imigocién, y de Ia dispo- nibilidad local en hombres dispuestosa intensificorla, Una planificacién para todo sistema de irrigacién futuro deberta insistir més sobre: = Los estudios tradicioneles, previendo ademas el saneamiento de la tenencia de la Hera, cuya confusién paraliza fede = Laconstruceién simultdnen de todo el sistema de distribucion de agua (redes primarios, secundarias y tereiarias) -12- = Lanivelacién de! suelo al mismo tiempo que la constiuceién de la presa (o tine! © bombeo), de modo que al conititvir le reser va de agua, ésta sea inmedictamente puesta en servicio; de lo contrarfo cada oho perdido aumenta lo colmatacién del embal = se y deprecia la construecién = La consiruccién simul ténea de lo infroesiructura de drenaje, sin la cual el riego puede entronar catéstrofes: subide del manto freatico, salinidad, ete = Le formacién poralela de hombres que pondién estas tiervas en valor; y antes que nade el osesoremiento en peritos y tecnicos de agriculture y cria, regantes, etc. Pasantias previas sobre otras tierras irrigadas serén generalmente indispersables a esta formacién. - La planificacién administrative de créditos necesarios o lo siem= bra (0 garaderie) recional, para asegurar su Ilegada en tiempo Gtil; y antes que nada determinar eval seré el sisteme de tenen- cia de Ia terre, sin dogmatismo perjudicial « su aprovechomien= to. = La competencia de varies formas de explotocisn (a:entomientos colectivos, parceleros individuales, medionos y empresaries), me parece una condicién para su éxito; les formas exitosas eli~ minarén las otras En general, lo prioridad debe ser dada o la pequere hidiéulica, « los sistemas de riego que teneficien superficies més restringides, aplozondo las grandes presas para una segunda etapa. Bombeos y presas pequefics cuestan gene- ralmente menos por hectérea y son més pidos de poner en servicio gue los gran des. Por dltimo, cada infraestructura de riego debe ser dirigidc por una autoridad Snica, un poco similar al tips Tennessee Valley Authority, que prea autonomia ¥ poder sobre todos los problemas, desde le tenencia, los crédito: de aproveche~ miento, la formacién de personal técnico y de compesinos, quienes progresiva- mente deben ir adquiriendo los niveles técnicos; y el estoblecimiento de indus- frias de transformacién y de infroestructura de comercializacién, ete El agua va ¢ faltar pronto, sobre todo en la zona Caracas-Mara~ cay-Volencia-Barquisimeto. Hoy que teducir al méximo el despilfarro, lo que exige un precio de riego proporcional al volumen de agua utilizads. Se pegoré por metro cUbico y no por heclérea regade. Asi code quien tendré €! maximo -13- interés en economizar el agua. De esa manera se eviterd el enchareamiento, el lavado de fos suelos y la peligrosa subide del manto freético. 11. Investigaeién de los postos y "ley-farming". Es esto un probleme dificil y que todavia no he enfocedo del todo, de all? mis dudes. No se pueden seguir conservando pastos que producen de 5a 10 kg de carne nete (en conal) por hectéree, cuando se importa el 30% de lo carne de res de Colombia. Creo factible llegar al autocbastecimiento de carne mucho antes de concluir este sighs, pero primera se debe proceder al au- mento de los precios de le carne de ras, la que puede ser considerada un articu- lo de lujo. Pero mantener bajes para el consumidor pobre los precios de los ce~ reales, las leguminosos y Ia leche Esta alzo coretituye le bore indispensable pora lograr le in icacién, que siempre resulta castosa. En los médules de Apure se prevé meter cuatro veces mas ganado (une cabeza por heciérea en vez de una cabe~ 2a por 4 hectéreas) previendose que éste aprovechard mas la eircunstancia (sin pércida de peso en code estacién seca). De 10 kg de carne en canal por hectérea, se podifa entonces pasar « 60 kg y haste se espera inclusive alean- zar 120 kg; sin emborgo esta Ultima cifra debe ser considerade como meta a aleanzer en un plazo largo. Muchos otros factores de intensificacién pueden ser contem= plados. Con mas cercas se podra disminuir le superficie de cada unidad de pas~ toreo, y por ende reelizar un pastoreo més racionel Lo mejor serfa disponer, para coda grupo de cnimcles (reuni- dos por eded y por sexa), de una serie de 12.4 15 potreros, para que cada uno de ellos sea alternativamente pastoreado durante 2 6 3 dies, luego descanso durante 25 « 30 dias. Serie deseable que cada potrero ne sobrepese las 20 hec- téreas en zoras més pobladas y 60 heciéreas en os Ilanos, lo que requerird sin duda mas de un miilén de kilémerros de cercas adicionales en el pats. AB*4000 por kilometro, esto representeria uno inversién de 4000 millones de boliva- res, lo que hace dudar de le rentebilided de tal erogacién cuando se le com- pare a una produccién anual de carne y de leche que aleenze, para 1972, 1500 millones de bolivares (valor del bolfvar de 1968) Se necesitaria, por tonto, considerar una subvencién de este articulo de preduccién y aumentar la calidad del alambre de pia local que es- 8 sumamente mal galvanizado. Al mismo tiempo se deberfa estudiar la posibi- lidad de establecer cercas de seta: vives, los que dan sombra y permiten pasar “4s de lo cerca de 4a 5 pelos a le de 2 polos, est como pereeportar recursos fo~ rrajeros 0 frutfculas odicionales. De esta manera el costo de las cercas se re- bojarfa noteblemente, y los potre:os quedarfan cuadriculados por una red de Grboles, rompevientas y de sombre. Esta ventobilided se asegurer’a mejor si el kilegramo de car~ ne en pié pasose de BF 2,90 a 3° 4, 00, oproximadamente. Pero sobie todo seré neceserio el aumento de lo produccién unitaria, ya que su valor por hectérea es totalmente insuficiente. E| corte periédico de lo: postos del sur del Lago de Meracaibo se justifica ampliamente por su rentabilidad. La vegetacién observada en Apure hace més dificil el poder asegurerle 1a misma rentabilidad La etapa siguiente, légico a los ojos de un europeo, sexta el almacenamiento de reservas forrajeras ol fino! de lo estacién de Iluvias, me diante el ensilaje y el heno. Lo que no es rentable a precios inferiores a BF 3,00 e! kilogramo de carne, to seria sin duda a 8 4,00. Pero esta eperacién no sera siempre econdmica en los Ilanes, donde ademas falta la mano de obra Sin embargo el aumento del precio de la carne permitirfa lograr solarios mas atractivos. Y se necesitan més obreros agricolas ~quizés colombianos. La prioridad a Io agricultura se quedaré en palabras mientras susbsista lo excesiva diferencia entre los niveles de vide urbana y rural. En Nueva Zelendia, ol obrere agricola gana mas que su colega urbone, !o eval se justific La cuarta etopa seria aplicada a los suelos clasificados de se~ gunda y primera clase, de "vocacién agropecucria" 0 de "vocacién agricola", donde |os cul tives sean posibles. Se adoptaria el sistema inglés del "ley-farming", donde se al- ternan 10s pastos artificiales (5 ¢ 10 aos) con cultives (3.6 5 afios). Se mejore~ tla la calidad de los pastos y se aumentaria el rendimiento de los cultives, sobre suelos que serfan de este monera enriquecidos de humus. Arendo una parte impor tante de pastos, se podria conjuntemente y por un tiempo determinado, transfor= mer una parte de las tierras eetualmente bajo cultives. Es tiempo de eceber con a separacién entre cultives y pestes, que es un vestigio de un sisteme de eulti~ Yo areaico, poco intensivo y sin preocupacién por la preservacion de la fertili dad de los suelos Estes téenicas de intersificacién de pastes permitirén redueir izacién de cereales en |o alimentacién de bovinos para carne y de vocos lau ={5~< lecheras. Estas dltimas recibirn sobre todo complementos proteices, como per ejemplo las tortas de oleoginosas Loz cereale: siguen siendo més necosarios pare los porcinos y las oves. Se puede, sin embargo, utilizar en forma més mplia, pave !os por~ cinos, los desperdicios de muséceas y las tortas. El sorgo puede suministrar contidade: més elevedes de alimento pera el ganade que lo que represento hoy en dio. 12, Incentives econémicos para la intensificacién agricola: alza de los precios y salarios agricolas. Venezuela vive de un régimen de economia libercl, copita- lista, corregido por toda una serie de intervenciones del Estado, como la Re~ forma Agraria,la nacionalizacién de! petiéleo y de las minos, con 1a constitu- ci6n de un sector péblico importante. Para alcanzar més répidamente su obje~ tivo prioritario de desarrollo ogricola, parece ser recomendable que est2 pais adopts una serie de incentives econémices, dentro de los cuales, el alze de los precios y de los salarios agricoles y una serie de impuestos prediales, me parecen los més importantes. Los precios agricolat en Venezuela tienen, bajo muchos pun= tos de vista, un ctrase si les comparamos con les precios mundiales; este desni vel es a veces muy importante, como es el caso del azdcar y del ajoniol!, ast como la carne de res 0 el maiz. Esto constituye una forma de explotacién del ‘campo por le ciudad, yo subrayade. Esta explotacién se acentia ein més por el alze real de les precios de los insumos agricolas. Un alzc de les productos agricolas, medida que no podemes atin precisar, ya que se requieren estudios mucho més profundos, permitiria: - Aumentor los salaries @ les obreros cgricoles més répidamen= te que los precios de los alimentos y de los solarios urbenos; esta Gltime medida desalentaria 2! €xodo rurol cuyo exceso serfa muy peligroso ~ Elevar el nivel de vide de los "beneficiorios" de lo Reforma Agraria y de los campasines, fijéndolos asf 0 la tierro; ~ — Realizor toda ura serie de inversiones que permitan el desa- niollo de la procuecién agricola, por ejemplo, medidas ne~ cesarias ¢ {a intensificacién de los pastos

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