Master Fernando

Lozoya

Cintas Negras

En el Arte Marcial, como ya lo he explicado en otras ocasiones la lealtad, es

uno de los pilares en la relacin Maestro-Estudiante, y al igual que cualquier otra
cosa es necesario cuidarla, fortalecerla, y seguir estrechando los lazos mgicos
que unen esta relacin.
Analicemos los valores que lleva implcita la lealtad, en esta hermosa historia,
que en alguna ocasin ya les cont.
EL BOSQUE
Erase una vez un bosque muy grande y muy
bonito, donde vivan felices muchos animales.
En primavera se llenaba de flores y en el invierno,
la nieve mojaba hasta muy hondo la tierra, que era
frtil y generosa.
Como todo bosque que se respete, tena un ro
que produca un agradable sonido al correr el
agua, que serva de fondo musical para los juegos de los cachorros, que se
divertan a la vista de su madre.
Pero un da en tiempos de seca, se desato un incendio terrible, cuyas
proporciones avisaban a sus moradores que el bosque iba ha ser consumido.
Y, en masa, comenzaron a huir despavoridos. Slo hubo uno que no trataba de
escapar. Era un animalito muy dbil y pequeo.
Era un pajarillo; este volaba hasta el ro y se mojaba y, rpido como poda,
sacuda sus alas sobre el fuego, para que all cayera el agua que se le haba
adherido.
Pero eran slo unas cuantas gotas.
En ese momento paso un elefante junto a l y lo cuestion
por lo absurdo de la empresa.
Pero, que haces, si ni yo que tengo una trompa tan grande y
que puedo almacenar mucho agua, no tengo posibilidad de parar
esto; menos t insensato.
Lo que debes hacer es huir antes de que el fuego encienda tus plumas.
Pero, para su sorpresa, el pajarillo se neg y le respondi con claridad: yo aqu
nac y este bosque me ha dado todo; casa, cobija y sustento.
No, yo, no voy a huir, voy a batallar con todas mis fuerzas para salvar mi
bosque y, si en ello pierdo la vida, no me importa.
Yo no podra vivir sin un rbol donde hacer mi nido para que nazcan mis
gorrioncillos, y sin el aroma de las flores de mi bosque.
Los dioses, conmovidos ante semejante respuesta, enviaron un torrencial
aguacero, que termin con la grave circunstancia.
Rodolfo Velzquez Cano