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vuelve. La belleza es un atnbuto demasiado humanamente sign Aicativa para que desiparezea de nucstas vidas, o al menoe eo esperamos. Sin embargo, solo podria volver a ser lo que en arte fue una vez si se produjers una revolcién no slo en el gusto sino cen la vida misma, ¥ eso tenda que empezar por a polities. Cuan- do las mujeres disfruten de igualdad, cuando ls 423s vivan en paz y armonia, cuando la injusica haya desaparecido de la faz de la lier, entonces la clase de ate que la Bienal Whitney presenta a tun mundo resentido —ncluyendo a quien exo escibe!— dejar de hacerse. © cuando los anistas defen de preocuparse por esis «cosas y, simplemente, vuelvan a la pintura por la pintura. Oi el ‘mundo atravesara una etapa tan terible que lo tnico que pudie- ‘an hacer los aistasTuese reconfonarnos a través de laelegia, En ‘ualguier caso, los arbutos estticos no viven sislados. Forman pare de esquemas muchisimo ms amplios, por la sencilla razon ‘de que el are es inseparable del resto de la vida, Cuando pone mos la belleza artistics en el contexto de la vida, predece que la belleza serd el tema del futuro es, mpliitamente, decir que el con junto de la vida, en a que la belleza desempena sus papeles, sera cltema del futuro. Una proclama demasiado amplia para poderla reducira una mera cuestion de lo que ser el arte en el fururo, 6, TRES MANERAS DE PENSAR EL ARTE En cera ocasln acepté patcipa en un simposio omganizado para da a brenvenda al nuevo director de una escuela de ate. Acep- {€ porque un intercambio real de puntos de vista parecia un punto e parti prometedor para un acontecimiento que por lo ders se~ le serpuro ceremonial, con discuss edficante y canto corals judas de una recepeiin formal también lo hice porque el presidente fesuna persona que admin y con la que me siento a gusto, Por todo ‘ello me desanimé un poco al descubic alas poras semanas de ha- ber acepade invitacion, que el tema finalmente seria eicante; EL poder de transformacion del ane, elo que, como a agra dela ‘Geatividid o-El ane yl iberad humana, desprende un ufo algo trasnochado y descorszonador de discuss de raduacin, Miinical “pula, como Herr Goebbels cuando ola a palabra cultura, fue agarar el revolver. Pero pronto cai en la cuenta de que nosotros como minimo nosotros en el mundo del ante, s no en ede as re- laciones puibleas 0 en las oftcinas de desarollo de los centros de ‘educacion artsica— ya casi nunca hablamos en semejantes témi- ‘nos. La verdad, pens, es que cas siempre hablamos de las obras de ec co sacs escuela or a poe oe "jetos alin, De repent comprene que el concepaa de poder de wans- Formacin tiene que ver con un aspecto del ane que leva mucho tiempo fuera de crculacin, desde que el ane se ha convertdo en el objeto de un corps profesionalizado de discuros. ‘Nuestra actual concepcion de los museos tiene mucho que ver com estos discurss, sobre todo desde que el abuso de la belleza 1a la posterior desvinculucin de ésta del debut anstico dejaran el “pel del museo un poce en al aie. Hoy vemor el museo como ‘in lugar donde adquincenocimiento,y el conocimiento, como ya di en otra ocasin, es de dos clases. Una es el conocimiento del ‘nor, en dioramas constiuides or figuras con sb indmentaria ‘ava en escenaros que-ncluyen los venslos que empleaban para vivir y los horizontes que linitaban sus creencas. En princ- io, supongo, ls grandes muscos dl mundo occidental —e Lou ‘re, el Metropolitan, el Prado, bs Uifzk—podran etenderse como ‘museos antropol6gicos, en los que casualmente Is cultura es la Tnlineas generales, me parece que la principal eoravigente - ‘aumento en su mente y me parecié especialmente pertinente ob- servar que ésa surgi de un seminario esudiantil sobre agutectra funerana en Yale yde una visita en grupo de los alumnas al Mall, fen Washington D.C. Ese vinculo con la escuela de ate como ine ttucin legitimaba, pues, el concepto de tansformacion como tema para la ocasion que estibamos celebrando. Es diel saber cuantos estudiantes estin destinados a ejercer este poder de transformacin. De la escuela saldrin, principe: mente, los prfesionales anisticas que la sociedad necesita: dis adores y profesores, fotdgrafosy cneastas, antesanos y dibujzy tes. Pero zcudntos de mis estudiantes de filosofia serin un dia Platones, ants 0 Witgensteins? Cuando upo habla de filosoia en ‘un contexto educatvo, lo hace en teminos de lo que Hegel llama, hablando de ane, su wocacién més alt. Aun as, el Viemam Ye ‘evans’ Memorial se mantene como un desaio a todo el comple- Jp de aciudes frente alas obras de arte como objetos con el que Inicié esta discusion. Mas aun: ceo que el Memorial simboliza papel que el ane desempena en la mayoria de nuestas vidas, a ro ‘luso cuando casulinente sumes miembros del esabisoment cog vo del arte. En su notable libro La pinta come ure ican ‘Wollheim lo dice claro: «Muchos historiadores del ate utlizan na Psicologia que, caso de que la aplicaran a sus propias vidas, les ‘dejaria al final de un dia cualquiera sin amantes, sin amigos 0 sin ‘entender nada de cmo habia sucedido esto 0 aquello- Basta con {que pensemos en algunas obras bastante comunes y lo que sign? fican para nosotros, y nos daremos cuenta de que mucho de lo ‘que se exrbe y enseis sobre ane, sencilamente, no sve para ex: plica ese significado. Mi propia vida se ha visto transformada por la lecura de Proust o Henry James, que han hecho de mi alguien ‘muy distinto de quien habria sido sino les hubleraleido 081 no lnubiera ido habia de ellos. La novela de Proust est lena de er Sonajes que ven sus vidas en términos de cuadros, historias, me~ lodias, fagmentos de arquitectur, jarines, ensayos. Quedan tans- figurados, 0 asi me lo parece, cuando se ven 3 si mismos ‘enmarcados por dichas obras. ero cualquiera de nosotros puede ‘ontar como cambié su vida gracias a una pelicula o una obra de teatro incluso, un ejemplo de arte visual de lo més humilde Me acuerdo de la modernisima protagonsta de una de las novelas de Margaret Atwood, que se conmovia hasta las lgrimas ante una sin ple copiade unos campesinos felices casechando horalizas en Ch ‘a en tiempas de Mao, ven de algo estas reflexiones ante el polémicointerogan te de Kruger? 20 su pregunia se dirige al musco en tanto que ‘ablsbment cognitivo, no tan distino, si bien lo pensamos, de la propia universidad, sobre todo en lo elerente a su rama huma- nisuica, que carece de respuesta especialmente satistactoias la pregunta de por qué lo estudiantes deberian pagar elevadas ma. triculas para estudiar las obras de arte como objetox Que tienen realmente que decir los directotes de los cents de ensefanza si prior acerca de +l poder de transformacion del arte sin refugit se enesediscursoedificante del que precisamente surge dicha ex- resin? Nos damos cuenta de que Kruger lucha, poniendose a cla ‘misma ccmo ejemplo, para que exita un arte que, en expresion e Clas Oldenberg, haga algo mis que apolizonarse en algin mu 190 sz, Sus imigenes se haan en lo vid, sin io com een pane expla por qu a iapes ur saz parse ex fe Ceneresun tanto destoncenant nga, asa subve {No quiere que estuemas sobs com objets Lo que ie Tees que sus obras nos syuden a cambiar nests vidas pa {le pes tatemos unos a ous con més digpidad.Peo en. ieee qu le queda seo oe obeton de Kroger entan ena “ida aves del eda de rete, en forma de tones de ce Y nrandes bolas que levan sus mensajes politicos a ls cals ya lasencimerss de las cocinas Pero realmente es eso fo que qu reos del ate y, ene caso, del miso? QUE QUIEN Los snseos De AAT? fn un aniculo muy comentado det New Yor Tas la eta Roberta Smith anzaba na pregunta no muy distin a de Kr fer dria esta ver no a los visantes de ls museos sin alos ‘ropios muscos, En lfar de por qué ests aque que res {Smith es: que quieren los museos de ae? No es casual que 3 preunta paar cClebre gu quieren as mujers de Feu. TD pregua le parece especialmente ugente en un momento en quel museos parscen querer ser cualquer cosa menos mu se05 de artes. Entiendo que lo que le preocupa —y el desarrollo “Ge su texto To confirma— es que los museos de arte quieran ser, fen tanto que intone, lo que Barbara Kruger quiere qe sea Clare, Quiten que el modo en que muesiran el ane cambie as ‘vias de aus usuarios. Creo que a eso se refere Smith con lo de “cualquier cosa menos muscos de ane. En mi opin la peoae {cin de Smith refle la ansicon desde el primer modelo de ‘museo como senso de conainieno al segundo mode, de {lmuseo como un lugar donde aprendemos a entender lane ‘ero como in fgar donde emplearos el até para aprender ultras des que el ane forma pare: del arte como final “te como mesko. Soy dena generasOn que fue al SCO TOTO Side-on sanuario se wataraen el que uno simplemente se = pi creaha contemplands ks cu all habia, sin preacuparse demasia- ‘do de aprender. El museo en el que crec era. un lugar tanquilo y vvacio, con cusdrosfascinantes en marcos dorados. Nunca miré de ‘masiado bajo el capo y mis conocimientos de historia eran ema siado escasos para relacionar lo que veta con sucesos leanos. Ver amt era, asta cieno punto, como leer libros. Nunca pregunié por {Qué estaba ah el museo, ni quién lo pagaba.Sialguien me hubiera preguntado, en el espintu de Barbara Kruger, vPor qué ests aquP-, ‘ho creo que hubiers podido contestar nada concreto. Habria sido ‘como responder a por qué paseaba por la playa. Era otro de los placeres de la vida: ni mas i menos. Imposible, sin embargo, le {gar muy lejos con los ayuntamientos, y no digasnos ya con Ios or ‘ganismos federales para el fomento de las anes sin pstificaciones mejores que ésa ‘Smith ponia el ejemplo de una exposiion instuctivamente ‘controvertida, Made in Calfornia: Art, Image, and Identity, 1900- 12000, instalada en el Los Angeles County Museum para Festjar et fin de siglo. La muestra aspiraba a siuar elane ylosanistas en un ‘contexto histrico, politico, social y econémico concrety, segtin el prefacio al catilogo de la exposicion, escrito por la direcora del ACMA, Andrea Rich, Lo que la exposicion hizo, en efecto, fue arrancar las obras de ate de la posiion privlegiada que ocupu ban en la sociedad, ratandolas como a un sector mas de la cut ra visual, un sector que expresa la sociedad de la que forman par te pero sin diferenciarse de otros sectores de la cultura visual ‘californian: a ropa las casas, los coches, las careteas. Era Cali- fornia tratada de! mismo modo que el museo de Historia Natural trata Homeo o Nueva Guinea, uilizando el ane como indice cul- tural. Las vistantes de Nueva Guinea 0 Bomeo —o de planctas distantes— podian usa a exposicién como un modo deaveriguar ‘cémo vivian los californanos en su exética cultura. Las erticos po- ‘dian deci, y obviamente dijeron, que las obras de arte no son me ros anefactosy que tratarlas como tales es situar a quienes as con templan en una relacion erzonea con lo que ven. No tardaré en volver a eso, pero ahora también quiero senalar los interrogantes, estilo Kruger que formularon los comisarios: «Qué California, la 1 Calon de qui Como ls de Kruger, or uma deossconcidenia Nstrica, Barnett Newnan oo tombre nero vitae! ave por primer vezen 1968 Jono unio despus A dfeenc del proagonita james, ‘See Newman econ vent a do's lament Greenberg fa wdo ya una Cape uel Porat, es capa de dele gua wn tame condescendinte “el rico frances Pree Snider quccomemple La ala eS Romane de Ueto Sa an cst moderna ua custo plano y tambien pode x plcar po utc Sn Sean de Mantegna, aun wasps por Feches no Sangre nas deloquelo hrs ua ono de madera. Asu i, a baa a Mu de Gee ane eve con tne de Cernne Powe fa cae de enpao moder due wt espera cm ence deo) en genera lho fre nuevo esapas de ensures lo etcas europeos un par Scan bre como aa deo vs man ges de pun, prs conemplarsu prop ab, inexncable nc tur chor de ss contemporinrs dea acca de Nox York. Fntembrnch, por cermpl, Newman ve todo ese arn, conn ftdelur eye en met, como en propia prs So 2, ‘lost re thelr europe hase mela ure ve Newman 1 un pel top, un noe sve con un diss pretor Cet que, comel hur ire ce djen en pa aciendo- SEpsst por un buscar de pewieo Exczbeh ODA MEDIDA E LOS SETIDOS ‘Ya en el siglo wv, la belleza se habia puesto ala defensiva ‘euande el concepto de lo sublime entré por primera vezen la con- ‘Gencia lustada a través dela tradvcci6n ralizada por Boileau de Un texto sobre el tema escrito por un oscuro rericolamado Lon- fino, y de a ivestigactin lsc sobre al rig de muestas ideas a de lo sublime y lo bell. del estadintaitadés dmund Burke. En a Tlustracon la bellea se habia vinculado indisolublemente al gus ‘0, y un gusto culivado era la marca definoria del refinamiento estéico, La educaciin esttica implica que exitan normas suscep- bles de er aprendidas, como sucede en la educacion moral, aun {que en ambos casos se espera que un dia el dscipulo pueda an- dar por su cuenta y ser capaz de saber cuando algo es bello 0 cored, respectivamente, gracias al buen gusto adquirido en cada ‘aso, Newman tenia oda la za lselacionar a tea deta belle 22 cn apesesin a mara deo line, encanbio 1 {asi 0 enthusiasms, Es érminos 0, mejor, sus equvalntes, ‘JF desempetands un papel enelvocabulai dela valoracion {Sittea De nosouos mismos decinos que una obra de ate nos ‘Enloquece:o anebatao nos entsasmas o noe aplasia, ex0 {a mucho meal de un simple placer que noe hain gaia per fect, La lectura de Longino hizo que el pablico cto del siglo Xv se pregutara porque su arte nunca les elevaba por encima des mismo, soe signiicado dea palabra nts, y de abi que ba ides del sublime errs en colstn con ia eters del gusto come ptt peura, Je manera iy seme am {uel dios Dioniso tnvada Tebas ent inqultante obra de Eur ides Las bacantes. De repent, la gracia ylabeleza pareceron ‘ilserse ineficentes, Un comenarsa reciente comparé li Paci de Acerca de Wo sublime con el de lo excrton de Feud en ‘hues propia epoca. Al proponer el sexo como principal motor dea conducta humana, Frevdsembr6 a inquletid yt ince - Teac levers oc dos silos atando de empszarasaaiicar algo convincene sin Faber logrado alin a continuacon opta ‘Sor s760a7 Una Sublime ignorancia al respect: Como adetivo de {iso comin, quien uiliz corectamente fa palabra no es Immanuel Kant sino Franke Lacsser: “El compartimiento tiene aire acondicio- nado y i atmésfers es sublime" Nada que sacudiera a toda una Cultura y en especial a una tan autocomplaciente como lo fue la TTustracion, pudo haber significado algo tan vacio e inocu. Pero ‘veamos ahora un buen ejemplo de cémo se empleaba realmente {ltérmino en los usos comunes del siglo xa. Abigail Adams, en 1775, describe en wna cata a su mario el ruido de los caftones contemplados desde la cima de a colina Penn, en Boston. Su fra {gor me pareci6 uno de los mas Grandiosos de la Naturaleza y en ‘verdad es de la Especie de lo Sublime. Ahora es un rugido ince: ‘ante Cuan fatales, sin embargo, son ls ideas unidas 2 exe sont ‘do! {Gudntos de nuestros amados compatriots tendrin que caer De hecho, lo Sublime tiene que ver con el miedo en el texto de ‘Burke, como hasta cierto punto en el de Kant, aunque Kant casi siempre lo tratase en referencia a sentimientos como la admiracion {yla veneracion, citados en la conclusion de su Chica dela azn ‘ricica, en uno de sus pasaes mas célebres ‘Dos cosas colma elim con un asombro yuna venercion Lown und Brfurbl seme renovados, cuanto con mis freevenciay plicacion relexionamos soe elias: el cielo estriado sobre mi a ley mora deriro de i, ‘fs pues, una cba ane seria sblie suc enun je ea comply minus de ase veneacon, Ls palabra ‘cana conta de Jos moremas, qc connotan a deference : in apenas edo oa en sv eae Iie an Sn que ms qc un seimaeno poral, eceptidad ari loslie es un proc de featur, Sus 09 ‘aloes, sin embargo, estan en la naturaleza humana. Forma pare e lo que somos. Longino tmbien dice algo por el esl: De un mode w ote nucsra nature es nos induce (bi ost ben los cielo) a no adtmiranos por los rachuelos, por erstalines| Y les que éston nos sea, sno por el Nilo y el Danubo ye Ri, y ‘mis ain por el océano;n, por supuesio, nos produce mis asm ‘es llamita que prendemos.. que el resplandor de los cuerposce- Testes aunque a veces ears queden ensombreidos, ni tampoce 0 lemos considera ls antl ms dg de admiacén que ls cr teres del Etna, cuyas rupiones ara congo ress y monclos ‘enters desde los abismen y hasta arojan os, Kant cita ejemplos de este tipo al discuilo Sublime Hlevados pettascossuspendides en el sre y como amenazan so, nubes tempestonaseuntendove en ta atmsfers em medi de los relampages yel eso, voicanes desencadenano todo 88 pO der de desuuccion, huacanes sembando tas ellos devastate, €inmenso octano agsado por la torment, a caarta de un ran ‘Mi sinformantenativa del siglo xv, Abigail Adams, recurig a lun preciso vocabulariokaniano cuando se embareé en su prime ae wansocednico para reunrse con su marido en Europa. Cuan- 440 por fin pudo subir a cubierta despues de haber padecido ma- eos, dejo esto anotado en su diario: -Contemplé el vat e ili tado océano ante nosotos son estupetaccion Y asombro- Lo fascinante en Kant es que también nos sitamos -mpulsa dos por naturaleza- a adopvar una acttud comparable frente a la moral, que el fidsolo caraceriza expliciamente hablando del po- der 0 a fuerza que ejerce sobre nosotros con independencia de ‘nuestros intereses personales, Abigal Adams, a quien cas siempre le pesaba ms el deber que los interesesy i inclinaciones perso- nales, habria aceptado a pies juntas esta idea. Pero donde en- ‘contarfamos en el arte un poder comparable? Aqui Ia experiencia keantiana queda muy limitada por lo que Newman llama -limagi- no aro renacentisa de os indviduos ylos bjetos lane que Kant Conodia era macadamentehiustivoy, aun endo expaz Ue re presenta cosas sublines, no pod represenarlas como tales, Eta 5 una de as grandes diferencias en Io helo yl sublime: lo be- lo puede ser representado como belo. Lo sublime en el ate est Siempre sometio a la condicin de conformidad conf maturale~ {ar eoribe, insistendo en la eora mimetica del ate que pars él s axiomtica La teora mim@tica se fundamenta en una con- fucncia de limites, que ela condicon del dibujo: Kant especii- que so blo dela naturleza conesponde ala forma del obie- a imsacién Wo sublime, pore contario,_ io sin forma flo que Adams lama “imi: presente en ese jet ocon ocasion del contbiendo stems en éxa la toualkad sen los cuadros de laartsta Via Celmans, que crea Jmigenes dels cilosenrellados 0 del acéano. Son paradigmas de lbsublime, pues sabemos que desrben totalidades imac. ‘Yaun asi nos cuema entender sus pnturas como sublimes, sobre todo porque no suscitn en nosotros ninginsentimiento especial te asgmbro en termincs de esa, lo cal parece equisto de fa Sublnidad. en parte es se debe ala scala de los propios cue thos, ue podemos sostener en nuesras manos como s estuvie- ramos en casa de un matchante de arte. Mis cerca de esta idea e= {arian las marinas los palsjes mostados recientemente en la Pennsylvania Academy como empl de-Lo Sublime Americano, thadios cuyos creadoressoscribian Ia tora de que Dios se ex: presa asi mismo en la natualezay Io hace con especial vehe- Imencia en aquellos apectos de ha naturaleza dotados de cienta fandera, Me refiero a a lamada Escuela de Hudson River, que florecié a mediados del siglo xy cayos cuadros de gran formato Solan presenta la naturalezaentoco su explendor los Andes, as ‘Gtaratas del Nigarao el Gran Caton. Cuadeos como ésto lus tramala perfec a caracterizacien de fo sublime natural por par te de Longino, aunque tengo mis didasrespeco asi en la €poca de dicho autor pudiron exist pituras que realizaran fo que él tice. Es obvio que lon sistas de Hudson River recurieron al gran m formato para transnitir la veneracion y el asombro que inspiraban las escenas que representaban, Kart, quien po supuesto jamais visto Roma, haba no obstante de 1a confusion o especie de embaraza que rebe, sein euentan,e ‘que entra por primera vex en a ilsia de San Peo de Roma, En ext encontamos, en eleto, el sentiiento del ncapacidad de ‘esraimaginscin para formarse una maniestacin de as teas ‘de un todo, tiene fo su maximum, y esforaindose en extendero, recae sobre si misma, y es lo que noe produce l stsfaccion que ‘Amenudo me ha llamado la atencion que inicaknente el plan ‘para decorar la Capilla Satna fuera pintar la bveda como un cie- lo estado, to cul, ancipandose a Kant, habia significado que fo {que sucedia en el interior de la capilla seria esa ley moral denteo de mi; de este modo, las referencias temas y extemas ofeceran luna encarnacién arquitecténica de las dos sublimidades. Julio ‘queria aigo mas «modernos cuando encargo a Miguel Angel que sdecorase la boveds, ya mi entender el teeho de la CapillaSixtina constituye un buen ejemplo, al menos en pane, de como acta to sublime ene ate. Eo esas si consideramos que lo sublime per tenece, # puedo tomar prestada la expresion de Witgenstin, xl ‘mundo ul y como lo encontramos, sin conocimiento previo 0 ¢s- ppecialalguno. Me explicaré, volviendo durante un instante al ce lo esvelido, [Ninguna de las cosas que producen asombro sobre as que Kant escbe en la conclusion de la Segunda Critica estan -envie- tas en la oscuridad mis alld de mi propio horizonte. En cambio, Kant nos dice; Ls veo ante mi y de inmedlata las conecto con ni [propia exisiencia. Subrayaré la inmediatez en conexiin con el ce lo esteilido, porque Kant quiere decinos que si hemos de const ‘derarlo sublime basa vero tl y como aparece, como una inmensa boveda cue lo abraza todos. Taly como aparece significa que lo veriamos como sublime independientemente de nuestra telacion ‘ona historia de la ciencia astronémica. Este es, en parte, el mo- aa tivo de que pentenczea ala etic. Reypectoa su subimidad, 90s hallamos en una siuacion equiparable 2 Ia de aquellos que nant calificaria de salvajes, Luegotendremos que ver el cielo estellado ‘como lo vera cualquier oir persona, dondequiera que fuesee in- thsaladaeplibns."Nocs epee quc lo tyanos yas ac, de hemos gras san pops mass por una mujer come yor uno se parce al de ls Goss nmol» Poems afar quc exes sguen an bello como Hel na, peo no podemos inapiar au belt. ex éxta una des teres profucas ene palabra imagenes. Andlgamente, - ‘Temos poveet imagenes del Coloso de Rodas, pero ninguna imagen puede mosiamos su tmafo. Enel mejor de los cae n05 pcs dar dea des scala pniendo sun monton de humans Utmanuts en su bus, come hizo Panes cuando quiso mostrar lo xirsotinario de los momumentos de Roma Pero eto nos de ‘tc a fos ites del ane tal y como lo entendin Kat. Al esa I suid interameate inclada altanan , desde go, ala inmensdad no puede ser sepresentaa, Ese 2 ono de Tos p- Diem de Newnan Las repeccones en catlogo de ts = tus mas represents no pueden mest sao, pon tov su subliidad. Es necesrio esta frente x ely, de hecho, tastant eta dees pra sent Peo en todo caso, de m0, elie no intervene en la experiencia, Mi opinion, sa alguien Ie inves es qu a dase de temo eaten equ pnsaban Kant Y, sobre too, Darke, qve desempeta un papel ene ce Bit uno en as historias de fantastas as peliculas de eo, os ‘Spe delenoren fos panqesdeavicaones en elnino peruano deco alguna manera, Es posile que hays cms a los que la experiencia del subline tenga el sentiment de ‘err como uno de sus canponenies, pero ho es esenca com, ‘xpto del modo en que el azombro silo es Al final abo, nel cielo estrellado nila Fey moral que levamos dene nos provocan tenor cuando los contemplamos, Dicho sea entre pargntesi, el masse drone papel pecan na ‘esmoderna de ln subline desaolad por Lyotard, que habla del ‘sehtimiento en cuestion como una suma de miedo y exalacon., Uno no puede sino preguntarse —al niénas a mi me pasa— con <6 frecuencia Lyd debe de haber sentido algo al en pres, ‘ia de obras ansticas Si ex como el Extasis, no es posible sun. bir clo varias veces duran una nica visa ura gales de ae Me parece que Lyotard he sucumbido ala literatura sobre el ema nds que a las experienc estéticas que realmente hays pido viviren nie de Seine, Pars Resulia dificil no preguntase, por otra pane, si Kant habia ‘rola lirica y romana concision del Cri deka razon ‘rictica, de 1788, en la cue apela aun vocabularioestéicoy 4 una serie de relacones queen rigor no tcnen cabida en el ste ma crtico que é mismo habia dessrolado hasta entonces, de no haber sido por el concepio de lo sublime. El cielo estado ao. bre mi y la ley moral lento de mi pueden en efecto consignarse 3 los ambitos que respecivamente cubren las dos primeras cet ‘as kantianas el eno dela naturlera, pods dec ere ‘no dela libenad.Y ésos 2 5u ver, rete alas dos grandes fa cultades del pensamiemto humano: representa el mundo como un sistema racionalreido por leyes universal, y dicta las fe yes que definen universlment la conducta mor Bl reat fle. s0fco que dibujan las dos primera rticas es el de n se copa {wo y legisla al mismo tempo Pero sel pase inal epresenta pare de nuestra caida como humans, enomces el era re. basa estos limites, El asombvo y la veneracon son senimenton «qe parecen impropics de personae un tanto austere incluso rave, que las dos primens criicas pacen dara entender qe somos. Descubrimas a alge fundumental de nosotros mises contemplar nvesr retrate, algo que elretato ens! no musta. ne perenne pepe peal eer tienen pdrosos, como lavenran y el asombro. NO es cana carb Una insisinos que» Kant e cir neces ‘ico cin pusconeamos con Ks oes dos spt de mie taser dado ques eapacdad pare asombro noses reread Cnet srprendone pas, lo sblne ae eel comenio del ‘Sombre dilelmente pdr ser un pensamicnt de lima inn Cra daljuco ¥ el undo como presencia esti es i> separable de Toque somos x peDescumRARNTO DE HOMBRE Volvamos ahora a Newman. Hay un interesante pasife en Kant {que tiene mucho que ver con la estética del expresionista abs- acto: Puede que no haya pase is lime en bo des on qu et madam No ori par agen tala, Sh gon deo qe ay cael lo, de To qe ay sbe e- [rete te slo pcepo pds hat par ex ens {fel pucto dosent on sila de pospendad por le Sin cuantove compart con cos pbs ol ono goes vali rohibia, en efecto, alos los alos musulmanes ser ans urge pr sues coos ks Manat {sigue siendo quebractado en amas religions, Per hasta a l- adi dela modemidad no fue posble ser pintr sin cea imsge- Fs Enel mejor dc los casos, uno podia dedicase aa decoracéo, “hia aleratin epeentcin qu Kant recone Cos ue no fueran imagenes hubiean sido una contradict en tErminos. Ala hora de a verdad, eto irmposiitaba la realizacon de cundros que fuera sublamey PerTa modemnidad inaygurla posiblidad de una pintrs anionic J, de alin mpd, eo pos 29 iis lau! como ete Sublime es ahora- ‘Newman consideraba su obea decisva, Onemont I como una pinturay no como una imagen. El texo del catalogo de una gran ‘exposicén dedicada 4 Newman afirma que OnementI-n0 sete [presents mis que a si misma, que como pintura se tiene a i mis- ‘ma portema, No me lo ceo. No puedo creer que eso que New. ‘man contemplaba en unos érminos lo bastnte trascendentales ‘como para merecer un tuo asi fuer, simplemente, una pintura fate, Come digs Newman, to sobee Is pintura. HI cuado tata de algo que puede decise pero ‘no mosrarse, al menos no por meio de imagenes. En pene, ‘uli niente une un verso —come atone vendotr» 0 com ‘mand-— para el que designa un estado —el estado de expiacion avonemend, por exemplo—, on prxlicto.

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