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4 1. POSICIONES TEORICAS Gregory Bateson Comunicacion Titulo original: «Communication»; capitulo I de la obra colec- tiva The Natural History of an Interview (Historia natural de una entrevista), dirigida por Norman Mac Quown e inédita, Chicago, Biblioteca de la universidad, coleccion microfilmada de manuscritos sobre antropologia cultural, n.° 95, serie XV, 1971, p. 1-140. © Gregory Bateson, 1971; reproduccion autorizada. Albert E. Scheflen Sistemas de la comunicacién humana Titulo original: «Systems in Human Communication», colabo- racion inédita para el Congreso de la American Association for the Advancement of Science (Asociacion norteamericana para el progreso de la ciencia), Society for General Systems Research, Berkeley, University of California, 29 diciembre 1965. © Albert E. Scheflen, 1965; reproduccién autorizada. 119 COMUNICACION por GREGORY BATESON Este es el animal que no ha existido. No lo sabian, pero lo han amado siempre —su paso, su gesto, su cuello y hasta la luz de su mirada en calma—. No existid, ciertamente. Pero porque lo amaban, puro, se hizo, este animal; le dejaron espacio claro, ahorrado, en que alzo su cabeza, sin hacerle falta existir, sin nutrirle de grano sino de ser posible que existiera. Y esto dio tanta fuerza al animal que le broté en la frente un cuerno, solo. Blanco, fue a una doncella, y existid en su espejo de plata como en ella. Rainer Maria Rilke, Sonetos a Orfeo, Il, iv _ Traduccién de José M.# Valverde (Obras de Rainer M.¢ Rilke, Plaza y Janés, 1967) EL SEGUNDO PLANO Cuando estallé la Segunda Guerra mundial, los pasos mas prometedores en las ciencias del comportamiento provenian del andlisis freudiano, del psicoanalisis de la forma y de la antropologia cultural. La lingtiistica habia comenzado a rege- nerarse bajo la direccion de Sapir [270; 271; 274; 275] y de Bloomfield [48]. La psiquiatria se apartaba poco a poco del estudio exclusivo del paciente individual para volverse hacia el estudio de las relaciones humanas, sobre todo bajo la brillante 120 Posiciones teoricas influencia de Sullivan [309], y una matematica de las rela- ciones humanas tomaba forma con Kurt Lewin [211] y L. F. : Richardson [261]. Durante la Segunda Guerra Mundial y justamente después de este periodo de confusion, salieron a la luz del dia una serie de enfoques nuevos en extremo importantes, que se desarro- llaron de manera mas o menos independiente en muchos luga- res diferentes. Sin embargo, la posibilidad de una pertinencia para las ciencias del comportamiento de los trabajos de George Boole [53], Whitehead y Russell [333] seguia inexplorada. Todos estos pasos adelante un poco dispersos se precipitaron con el desarrollo de la ingenieria electronica durante la guerra. Una lista parcial de nombres y lugares correspondiente a los principales avances dara una idea de lo que se produjo. Rosenblueth en Cambridge y México, Wiener y Bigelow [264] en el Massachussets Institute of Technology, estaban _ Pponiendo los cimientos de lo que se denominaria la cibernética, generalizando en los dominios de la biologia y de la organi- zacion social lo que los ingenieros y los matematicos habian aprendido sobre los mecanismos autocorrectores. En Princeton, yon Neumann y Morgenstern [250] ponian las bases de la teoria de los juegos. En Inglaterra, Craik [81] escribia en Cambridge, poco antes de morir prematuramente, The Nature of Explanation, que planteaba toda la cuestién de la manera en que son codi- ficados los mensajes en un sistema nervioso central reticulado. Attneave [7], Stroud [308] y otros en Stanford leyeron la obrita de Craik y hallaron en ella la inspiracion para un nuevo enfoque de los problemas de percepcidn y de la accion de adaptacién. En Viena, Bertalanffy [30] construyo las bases de la teoria de los sistemas, poniendo especialmente el acento en los sis- temas (por ejemplo los organismos) que disponen de una fuente continua de energia extraida del medio ambiente. Shannon [297] y otros que trabajaban en los laboratorios de la compafiia Bell Telephone elaboraron la estructura de lo que hoy se denomina la teoria de la informacién. 121 La nueva comunicacion Ashby [4; 5], en Gloucester (Inglaterra), concibié nuevos modelos destinados a las teorias del aprendizaje y de la evo- lucion del cerebro. : Podrian citarse otros nombres como los de Mac Culloh Pitts [229; 230], Lorente de No [220], Rashevsky [260], Tin- bergen [313], Lorenz [222], por su contribucion a esta orien- tacion general. 2 Lo que se ha producido aqui es la introduccion en las ciencias del comportamiento de cierto numero de ideas de una simplicidad, elegancia y potencia muy grandes, todas las cuales afectaban a la naturaleza de la comunicacidn, en el sentido mas amplio del término. Los métodos y los encadenamientos de la ldgica se codificaron entonces en las sencuencias causa- les de los ordenadores. El resultado fue que los Principia Mathematica se convirtieron en una piedra angular de la ciencia. LA HISTORIA NATURAL DE UNA ENTREVISTA La presente obra es una tentativa en sintesis. Ha sido escrita por cinco personas a las que los problemas de la comu- nicacion en diferentes dominios interesan a titulo personal, y que intentan una sintesis vasta y abstracta a partir de datos muy concretos.* Partimos de una entrevista realizada un dia preciso entre dos personas cuya identidad es conocida, en presencia de un nifio, una camara y un operador cinematografico. Nuestros datos basicos son los innumerables detalles de actividad vocal y corporal registrados por esa pelicula. Hemos titulado una «historia natural» al tratamiento aplicado a esos datos, porque un minimo de teoria ha orientado su recogida. El cdmara hizo inevitablemente una cierta seleccién de sus tomas de vistas, y «Doris», el sujeto de la entrevista, fue elegida para este estudio * So trata de la obra The Natural History of an Intervi constituye la introduecién. ih Wee 122 Posiciones teoricas no sdlo porque ella y su marido consintieron en que se les estudiara asi, sino también porque esta familia padecia difi- cultades interpersonales que la habian conducido a buscar una ayuda psiquiatrica particular. Asi pues, estos materiales, aunque recogidos en circuns- tancias poco frecuentes en las relaciones interindividuales, proporcionan sin embargo los datos de la historia natural de _ dos seres humanos en el curso de un breve lapso de tiempo. La alteracién de estos datos por la teoria es lo bastante escasa para que los cinco autores, cada uno con sus tendencias y sus intereses tedricos especificos, hayan podido abordarlos simul- taneamente. Ademas, hemos compartido algo menos tangible que los datos comunes: ciertas teorias 0 presuposiciones sobre a lo que ocurre cuando dos personas entran en interaccién. LAS PREMISAS TEORICAS En este capitulo preliminar, mi tarea principal consiste en dar una idea general de las premisas tedricas que recientes progresos nos han inspirado en el estudio de la comunicacién humana. Las premisas freudianas 1. De la teoria freudiana aceptamos la premisa de que solo ciertos aspectos del proceso de la comunicacién humana pueden acceder a la conciencia de los participantes. Sin embargo, nuestra posicién difiere de la de numerosos freudianos de la primera época en dos puntos que son menores mientras no salgamos del plano de la teoria, pero que revisten una impor- tancia principal en sus implicaciones metodoldgicas. El impor- tante correctivo que los freudianos aportaron a la reflexion del hombre sobre la naturaleza humana fue insistir en el incons- ciente. Su error, que era preciso corregir, estribaba en la idea de que el proceso mental es esencial, si no enteramente, cons- ciente. Este error tiene su origen en la cultura del siglo xvuly, 123 La nueva comunicacion mas alla, en la Reforma y hasta en las filosofias judeo-clasicas del libre arbitrio. Hoy parece casi inverosimil. En adelante es un lugar comun enunciar que los procesos mentales estan sometidos a una organizacion jerarquica. Tanto si se calcula la existencia de niveles mentales como si se concibe la evolucion del cerebro como un proceso de telence- falizaciones sucesivas, se descubre una jerarquia, tanto ana- tomica como funcional. Y nuestro conocimiento de la funcion jerarquica —en el dominio de las maquinas, en embriologia, en psicologia y en la organizacion social humana— permite con- siderar como una perogrullada la proposicion segun la cual los escalones superiores de un sistema jerarquico no pueden dis- poner en ningun caso de una informacion completa sobre los procesos y acontecimientos que se producen en niveles subor- dinados o periféricos. Por la misma ldgica, los escalones su- periores no pueden disponer mas que de informes limitados sobre lo que sucede en el nivel superior a ellos, es decir, que sdlo pueden ser parcialmente conscientes. Procurar a esos escalones superiores una capacidad de contro total, supondria anadir al sistema otros escalones todavia mas elevados que, a su vez, serian en gran parte inconscientes. Para nosotros re- sulta evidente que la mayoria de los procesos mentales (com- prendidos en particular los mismos procesos de percepcién) no pueden ser controlados por la conciencia. Lo sorprendente, y que por lo tanto requiere una explicacion, es el hecho de la conciencia. La inconsciencia es una necesidad de la economia de las organizaciones jerarquicas (Sapir [272]). Esto no significa, naturalmente, que la economia de esfuer- zo o la utilizacion econédmica de los canales de la comunica- cion, que tiende a evitar las perturbaciones, sea el unico factor determinante de qué informacion debe ser autorizada a alcan- zar los escalones superiores de la conciencia. La analogia con las organizagiones sociales humanas revelara muy claramente a la vez que los escalones superiores estén de ordinario «mo- tivados» para no recibir informacion sobre ciertos aconteci- mientos periféricos, y que hay acontecimientos que los esca- lones subordinados estan «motivados» a no transmitir mas alla 124 Posiciones teoricas de ellos. En consecuencia, hay muchos sujetos que quedan «en el inconsciente» por otras razones que las de economia, y el inconsciente se convierte en un depésito para los materiales rechazados en el sentido freudiano. La segunda diferencia entre nuestra posicion y la posicion freudiana clasica resulta del acento que ponemos en la comu- nicacion. Nos interesamos por preguntas de este género: «(Qué sefales se emiten y qué grados de conciencia demuestra el autor al emitir otras sefiales sobre esas sefales? {Puede con- trolarlas? (Puede acordarse de ellas?» Por otra parte, nos proponemos averiguar qué sefales llegan al receptor y qué sefiales sabe él que ha recibido.* Ponemos asi el acento en la percepcion de la comunicacion, y no en las jerarquias internas del proceso mental. Desde nuestro punto de vista, la distincién entre consciente e inconsciente se vuelve significativamente comparable a la distincion entre vista penetrante y vista im- precisa. 2. Una segunda premisa ligada a la teoria freudiana quiere que todo lo que sucede tenga una significacion, tanto en el sentido en que todo acontecimiento forma parte del intercam- bio como en el de que nada es fortuito. Freud ponia el acento en el determinismo psiquico, en el hecho de que ninguna palabra pronunciada y ningun detalle de un suefio que uno ha tenido puede ser accidental. Un hombre no puede haber «sofado solamente». En este libro ponemos el acento en una generalizacion de esta idea de la psicologia en el dominio de los procesos interpersonales. Trataremos de considerar cada detalle, ya se trate de una palabra, una entonacion o un mo- vimiento corporal, como si jugara su papel en la determinacion del flujo continuo de palabras y de movimientos corporales que constituye el intercambio entre personas. Nos esforzaremos por no pensar solamente bajo el punto de vista del determi- nismo psiquico, sino también del determinismo interpersonal * En el texto inglés original, Bateson emplea constantemente el término signal. Para evitar entrar en una discusién sobre la naturaleza del «signo», hemos elegido la traduccion literal aparentemente mas evidente: «seal». 125 La nueva comunicacion da. No experimentamos la existencia de una continuidad sen- sorial: al contrario, nuestra percepcion esta parcelada en lo que nos parecen ser los acontecimientos y los objetos. En la psico- logia de la forma, esta idea es el fundamento de la hipotesis de la figura y del fondo. Para nosotros, va unida a la premisa de que nunca ocurre que no ocurra nada. Tanto el emisor como el receptor de las sefiales estan constituidos de tal manera que para comprender lo que ocurre pueden y deben servirse del hecho de que ciertas posibles sefiales no estan presentes. La primera etapa en la construccién de la hipotesis de la figura y del fondo es un postulado de ese género. Para darnos cuenta por la noche de que hay estrellas en el cielo, debemos servirnos del hecho de que ciertos drganos terminales de la retina no son estimulados por la oscuridad. En las relaciones humanas, nin- gun silencio esta desprovisto de significacion, y la ausencia de lagrimas puede decir mas que paginas enteras. Es preciso que nos extendamos mas sobre la puntuacién de los acontecimientos interpersonales. Todo el procedimiento que hemos empleado y, desde luego, todo andlisis de datos sobre la comunicacién, se guia por premisas que definen en qué unidades debe dividirse el flujo de los datos. En primer lugar, en el curso de un examen microscopico de la entrevista, hemos postulado que los 150 metros de pelicula en los que se habia registrado la entrevista podian puntuarse en incidentes 0 secuencias cuyos principios y finales sean psicoldgicamente significativos a los ojos de los participantes. Como se vera, hemos elegido algunos de esos incidentes para nuestro estudio microscopico.* Nuestro estudio macroscopico sirve para guiar- nos la atencién con més precisién, Aunque nuestra atencion pasa de la entrevista en su totalidad a un examen de episodios internos en la entrevista, para descender a continuacion hacia detalles cada vez mas finos de esos episodios, trabajamos siempre cof las mismas suposiciones sobre la puntuacidn de la corriente de sefiales. * & trata sobre todo de la «escena del cigarrillo» analizada por Ray Birdswhistell (cf. p. 166) 128 Posiciones teoricas Conocer el fundamento historico de esta hipotesis aclarara més lo que queremos decir aqui. Historicamente, la lingiiistica cientifica ha progresado muy rapidamente a partir del momen- to en que se han adoptado ciertas nociones populares, en esencia occidentales, sobre el lenguaje, se les ha dotado de ‘rigor y han sido extrapoladas al estudio de los mas finos detalles. En su forma popular, esas nociones expresan, por poner un ejemplo, que el lenguaje es subdivisible en proposi- ciones que, a su vez, son descomponibles en palabras, las cuales son subdivisibles en letras. Los lingiiistas que debian describir el discurso mds que el lenguaje escrito han introdu- cido profundas modificaciones en esta jerarquia. Pero la idea esencial, a saber, que un flujo de materiales comunicativos debe ser necesariamente susceptible de multiples sub-descom- posiciones de ese género, es una idea fundamental en lin- giiistica y en esa rama de la teoria de la comunicacién que se ‘ocupa de la comunicacion codificada... un campo bastante mas _ vasto que el dominio lingiistico convencional. Una contribu- cidn principal de los lingiistas reside en la demostracion de que el flujo comunicacional contiene sefiales formales en cuyo seno se delimitan sus unidades. Por otra parte, la teoria de la forma plantea que una je- rarquia de subdivisiones es caracteristica del proceso de la percepcion. No percibimos en bloque el desencadenamiento de las terminaciones nerviosas. Pero a partir de la rociada de impulsos nerviosos iniciada por ese desencadenamiento, cons- _ truimos imagenes de elementos identificables, que se integran en conjuntos mas vastos que poseen una significacion. Pode- mos pasar entonces de la percepcion a la comunicacion. Sila percepcion de un organismo se caracteriza por gestalten y si este organismo es capaz de emitir corrientes complejas de comunicacion, entonces esas corrientes deben permitir su divi- sién en una jerarquia de subdivisiones sucesivas. Seran posi- bles muchos analisis de este tipo, pero solamente uno re- presentara correctamente la historia natural del organismo. Después de todo, no nos ocupamos solamente del hecho de que pueda analizarse una corriente comunicacional, sino que 129 La nueva comunicacion también nos planteamos la pregunta: {de cual de esas numero- sas posibles maneras se deberia analizar tal flujo particular? Lo que sabemos del lenguaje y de la comunicacion en general muestra que siempre habra una o varias jerarquias de gestalten correctas, todas las cuales describiran la manera en que el flujo de mensajes se crea y/o la manera en que es recibido e inter- pretado por el que lo escucha. Los descubrimientos freudianos muestran igualmente que en cada caso estudiado pueden ser correctos varios andlisis diferentes. Un mensaje particular pue- de ser interpretado simulta4neamente de diversas maneras en diferentes niveles del espiritu: nos vemos enfrentados a pro- blemas de codificacién miiltiple. Los lingtiistas van por delante de los demas historiadores naturales en el estudio de la jerarquia de las gestalten por la que seria preciso analizar un género particular de comporta- miento. Refuerzan sus estudios comparaciones interculturales y subculturales (entre dialectos) y estadisticas de variaciones individuales. Por otra parte, la kinésica —el estudio de la ges- tualidad, de la actitud y de la actividad corporales como mo- dalidades de la comunicacion— se ha desarrollado de modo relativamente reciente y, como la lingiiistica, logra un fun- damento cientifico sdlido gracias a la diseccion rigurosa de la corriente kinésica en una jerarquia de gestalten y subdivisiones de gestalten. En un capitulo posterior, Birdwhistell dard una idea gene- ral de la jerarquia de las unidades que concibe para la des- cripcion kinésica. Procede de una manera comparable, pero no identica, al método de descripcién que ha dado prueba de sus aptitudes en lingiiistica. El reconocimiento ultimo de la validez de este enfoque en kinésica dependera, naturalmente, de los resultados obtenidos. Pero a priori puede obtenerse un ar- gumento muy potente en favor de la correccién de este andlisis de todo lo que sabemos sobre la teoria de la comunicacion en general y sobre la comunicacion y la percepcién humanas en particular. Volviendo un momento a la linguistica, es preciso men- cionar aqui otros tipos de descripcion que han utilizado los 130 Posiciones tedricas lingiiistas. La cuestion muy compleja de la «significacién» es demasiado vasta para que la debatamos en este capitulo, pero al menos podemos decir aqui que una grabacién en cinta magnética del habla humana contiene bastantes mas cosas que las sefiales unidas a la significacion lexica de lo que se ha dicho. Si se procede simplemente a transcribir una grabacioén sobre una hoja de papel, se perdera una parte de ese contenido mas que léxico. Pero aun sobrevivira una parte en la trans- cripcion. Y, de hecho, reducir un discurso a su puro contenido léxico necesitaria un procedimiento muy energético (en el curso del cual se afiadirian inevitablemente otros matices no léxicos, probablemente inapropiados). Seria preciso ante todo despojar al discurso de todas las indicaciones relativas al con- texto en el que fue pronunciado, a su autor y a la persona al que se dirigid. Pero aun quedarian ritmos y matices de natu- taleza no léxica. Para librarse de ellos, habria que traducir el discurso a otra lengua, tomando como traductor alguna per- sona (o maquina) hipotética, completamente insensible al con- tenido no léxico de las lenguas de origen y de llegada. A medida que subimos los escalones jerarquicos de las &estalten desde las particulas mas microscopicas de la entona- cidn hasta las unidades de discurso mas macroscdpicas, cada etapa en esta escala se remonta reemplazando las unidades del nivel inferior en su contexto. La «significacién», en el sentido en que se utiliza ese término en el lenguaje ordinario, emerge solamente en un nivel muy elevado de esta jerarquia. Efectuamos la distincion entre el fonema inicial de la palabra «Peter» y el fonema inicial de la Palabra «butter», pero esos fonemas estan desprovistos en si mismos de significacién fuera de su posicion en una serie de fonemas. Incluso las silabas «pete» y «but» estan, en si mis- mas, desprovistas de significacién, son polisémicas (salvo a Partir del momento en que su significacion potencial es res- tringida, ya que sabemos cual es su posicidn en una serie de Silabas). En cada etapa en direccién de una unidad superior —la unidad superior es siempre la unidad mds pequefia mds su 131 La nueva comunicacion marco inmediato—, la restriccion de los referentes posibles se hace cada vez mas severa. La «significacion», en consecuen- cia, es funcién de esta restriccién de las posibles significa- ciones. Incluso las palabras «Peter» y «butter» son todavia polisémicas. Cuando se afiade el término «blue» y «butter», el auditorio puede estar mas o menos seguro de que el referente de «Peter» es una bandera.* Pero incluso entonces hay lugar para la duda. Es posible referirse al «Blue Peter» como a un objeto real de accion de observacion en el contexto mas vasto de un barco a punto de abandonar un puerto en particular. O bien puede que la referencia no sea mas que metaforica si el término se utiliza en tierra. O incluso es posible que el uso del término no sea ni metaforico ni directo, sino que forme parte de un curso sobre las comunicaciones maritimas. O finalmente —como es el caso de esta misma pagina— las palabras «Blue Peter» pueden mencionarse solamente como ejemplo de los fenome- nos comunicacionales. La significacion no se aproxima a la univocidad o la ausen- cia de ambigiiedad mas que cuando se acepta examinar uni- dades muy grandes de la corriente comunicacional, e incluso entonces, la aproximacion a la ambigiiedad cero sera asin- totica.-A medida que se admitan conjuntos de datos mas importantes, la probabilidad de una interpretacion aumentara, pero no desembocara jamas en una demostracién. La situacién es esencialmente la misma que aquella a la que se llega en la ciencia, en la que ninguna teoria se ha demostrado jamas. El propésito de este libro es tratar de unir las partes de la corriente comunicacional que estudia el lingiiista profesional (los fonemas, los morfemas, las proposiciones, los marcadores de tonalidad, las articulaciones, etc.) con las partes de esa misma cortiente que estudia la kinésica (kines, kinemorfos, etc.). En consecuencia, una cuestion central, a la que debe- remos hacer frente cuando analicemos los datos, es la de saber * Blue Peter: término utilizado para designar el pabellon de partida de un barco mercante. 132 Posiciones teéricas en qué medida existe una relacion reciproca entre los ele- mentos kinésicos y lingtisticos. Estamos relacionados con fendmenos estructurados de tal manera que quiza no haya ningun limite superior al orden de tamafho —espacial o temporal— de las gestalten. Esto querria decir concretamente que ninguna coleccion finita de datos conferiria una ausencia completa de ambigtiedad a algun ele- mento que se encuentre en su seno. Sea cual fuere la amplitud de la definicién del «contexto», siempre podria haber con- textos mas vastos cuyo conocimiento invertiria 0 modificaria nuestra comprension de aspectos particulares. _ El contexto Estas consideraciones nos obligan a adoptar una metodo- _ logia de investigacion que deje para mas adelante la cuestion de la «significacién». Cuando nos veamos enfrentados con una secuencia dada de sefiales, diferiremos cuanto sea posible la pregunta: «{Qué significan esas sefiales?» Nos plantearemos mas bien la pregunta indirecta: «{Seria modificada la signi- ficacion por un cambio dado en la secuencia 0 en el contexto?» Esta es una pregunta que uno puede plantearse y a la que puede responder sin demasiadas dificultades. Por ejemplo, no nos preguntaremos si la palabra «Peter» (Pedro) se refiere a un apéstol o a una bandera, sino mas bien si su significacion, cuando la palabra «Peter» sigue a la palabra «Blue», es espe- cialmente apropiada en el nuevo contexto. En el analisis kinésico, de manera similar dejaremos para mas adelante la cuestion de la significacion de un parpadeo visible por el interlocutor. Nos preguntaremos mas bien, por ejemplo, si la significacion de esa sefial hubiera sido alterada si (a) el otro ojo se hubiera cerrado al mismo instante, y (6) si el guino hubiera sido invisible para el interlocutor. Entre parén- tesis, podemos igualmente preguntarnos si la significacion de la palabra «Peter» resulta alterada por un guifio. Después de todo no es mas que un accidente historico —ina antigua senda en la evolucion de la ciencia— el que ha 133 La nueva comunicacion conducido a la circunstancia de que los linguistas estudien los datos visibles, mientras que el kinesista estudia los datos ob- servables. El hecho de que los cientificos se hayan especiali- zado de tal manera no indica que haya una independencia fundamental entre estas modalidades en la corriente comuni- cacional. Por esta razon nuestro trabajo se apoya en la historia natural concreta... el registro de la interaccidn entre el discurso y los gestos de Doris y los de Gregory. Esta manera de situar de nuevo cada sefial en el contexto del conjunto de las demas sefiales funda el rigor esencial de nuestro trabajo (...).1 La interaccién En este punto, nuestro concepto de la comunicacion se vuelve interaccional, y estamos intelectualmente en deuda con G. H. Mead [238] y H. S. Sullivan [309] mas que con Freud y los psicdlogos de la forma. E] sistema que estudiamos ahora ya no es una simple sintesis descriptiva del discurso y de los movimientos corporales de Doris, sino el agregado superior de lo que ocurre entre Doris y Gregory. Este marco mas amplio determina la significacion de lo que cada persona dice y hace. El «unicornio» de Rilke esta presen- te en toda conversacion entre dos o mds personas. Este animal imaginario evoluciona y cambia, se disuelve y se vuelve a cristalizar bajo nuevas formas a cada movimiento y con cada mensaje. Negar la presencia del unicornio no le impedira exis- tir y, por el contrario, sdlo servira para hacer de él un monstruo. Es preciso hacer cientificamente real esta quimera poética a los ojos del lector si se quiere que comprenda el objeto de este libro. Cada ser humano conoce una franja de incertidumbre en cuanto al tipo de mensajes que emite, y, en ultimo andlisis, _1. El contexto de una seiial emitida por Doris no comprende solamente las demds sefiales que ha emitido recientemente ella misma mas aquellas que emite poco después; comprende igualmente la habitacién en la que habla, el sofa en el que se sienta, las seiiales emitidas por Gregory, su interlocutor, asi como el pequerio Billy, y las interrelaciones entre todos estos elementos. 134 Posiciones tedricas todos tenemos necesidad de ver como son recibidos nuestros mensajes para saber lo que eran. En cuanto al esquizofrénico, _ ésta es con frecuencia una verdad dramatica y contundente. Ilustraré esto con un ejemplo. Un paciente esquizofrénico me cuenta que ha construido la muralla de China, que ha atravesado al Pacifico a remo y ha desembarcado en Seattle. Luego ha ido a pie hasta California, donde «este pueblo se | precia de su amistad». Presenta este relato como si se tratara de un enunciado de hechos. Pero que se trate para él de un enunciado de hechos depende de mi reaccion. Si digo: «eso es un absurdo, pues usted ha nacido en California», le afirmo asi en su opinidn de que su relato debe tomarse al pie de la letra. Le he desmentido como si se tratara de un enunciado literal, y éste existe en adelante a su ojos en tanto que enunciado literal que debe ser defendido como tal. A partir de aqui, nos inter- namos en un debate que ya no se refiere a la pregunta: «jes esta narracion un enunciado de hechos?», sino a la pregunta de diversion: «{se trata de una relacién auténtica de los hechos?» La respuesta que obtenemos nos dice algo de la disposicion del receptor una vez que ha recibido las sefiales que hemos emitido. Puede resultar manifiesto que ha interpretado mal el mensaje, de manera grosera o sutil. Sin embargo, el statu quo que prevalecia cuando emitimos el mensaje ya no existe en lo sucesivo, y limitarnos a repetir el mensaje sera insuficiente. De ahora en adelante nos comunicamos con una persona cuyas telaciones con nosotros son diferentes de lo que eran un ins- tante antes. Y ahora es preciso que hablemos a partir del marco de esa nueva relacion. Entre todos los elementos y todas las peripecias de la formacion y de la reformacién de las relaciones humanas, el Proceso mas interesante tal vez sea aquel mediante el cual los Objetos instauran reglas comunes para la creacion y la com- Prension de mensajes. Sea cual sea la respuesta que yo pueda dar al relato ilusorio del paciente, propone una convencion que Nos sirve a los dos como guia en nuestra comprension del mensaje. Si desmiento la verdad factual de la narracién, pro- pongo implicitamente que accedamos a considerarla como 135 La nueva comunicacion literal. Si, por el contrario, le pregunto si cree que sus padres tomaron parte en la construccion de la «muralla de China» que le separa de ellos, le propongo que nos pongamos de acuerdo sobre un conjunto distinto de reglas para crear y comprender ese género de menajes. Los sistemas de reglas posibles que dos personas pueden tener en comun son numerosos y complejos. Entre ellos cabe mencionar un sistema que se ha caracterizado como simbidtico. Esta designacion, tal como la comprendo, se refiere a un sistema de convenciones no verbalizadas y de ordinario inconscientes en el que, por ejemplo, A y B «estan de acuerdo» para tomar sus respectivos mensajes con un espiritu distinto a aquel en el que fueron imaginados. Fingiendo no teparar en los matices y las insinuaciones, o viendo sobreen- tendidos que no eran intencionales, las personas mantienen un extraio simulacro de comprension. La distorsién del cédigo En esta obra solo prestaremos poca atencién a los fracasos de la comunicacion que se deben al caracter aleatorio de las sefales ocasionadas por un ruido o por un tratamiento senso- rial imperfecto. Examinamos un fendmenos mas sutil, el de la deformacion de los mensajes producida por una divergencia sobre los postulados que rigen la produccion y la comprension de los mensajes, es decir, sobre las reglas de codificacion explicitas o implicitas. Tmaginad una maquina cuya funcidn consiste en telegrafiar un esquema en blanco y negro (un cuadro formado entera- mente por hileras de puntos) a otra maquina. La maquina emisora transmitir4 una serie de impulsos eléctricos tal que cada impulso o ausencia de impulso sea una respuesta positiva © negativa a la pregunta: «existe un punto en el espacio en cuestion?». Cuando la maquina emisora llegue al final de una linea de puntos, transmitira una senal especial que ocasionara que la maquina receptora pase a la linea sguiente. De lo contrario, las maquinas deberan haberse ajustado de tal mane- ra que operen en funcion de una convencion comin, dirigiendo 136 Posiciones tedricas el mimero de puntos contenidos en una linea. Una divergencia sobre los términos de esta convencion introducira una distor- sién de cédigo. En cualquier caso, la maquina receptora rea- _ lizard un registro perfectamente exacto de la serie de sefiales emitidas pero que, tomada en tanto que figura, sera una de- _ formacidn del original. La figura 1 muestra el efecto de distorsion de codigo, y es Util subrayar la diferencia fundamental entre este género de distorsion y la pérdida de informacion ocasionada por él ruido entrépico. En el caso del ruido entrépico, ia informacion se pierde irremediablemente. Lo que ocurre en el caso del ruido _ de codigo es una distorsidn sistematica, cuya correccidn es concebible. Para efectuar esta correccion, sdlo son necesarios ciertos medios que permiten al emisor y al receptor comunicarse a proposito de las reglas de comunicacién. Esto presenta difi- cultades especificas, pero una tesis fundamental de este libro es que, al nivel humano, se produce constantemente semejante comunicacion relativa a las reglas de la comunicacion. Ahi tadica, de hecho, el proceso por el cual el «unicornio» se crea y recrea continuamnente. Cuando mi paciente cuenta su relato de la «muralla de China», sea cual fuere la respuesta que le dé, se trata de una comunicacion que se le dirige, relativa a la manera en que he recibido su mensaje, y que le indica en consecuencia (idealmente) la manera en que deberia enunciarla de nuevo a fin de estar en condiciones de hacerme llegar el mensaje que ‘desea que reciba. Le dice como codificar sus mensajes de tal manera que susciten una reaccién apropiada por mi parte. De nuevo es necesario insistir en el caracter inconsciente de casi toda comunicacién. Ignoramos casi todo de los pro- esos por los que nos fabricamos nuestros mensajes y los procesos por los que comprendemos los mensajes de los demas y respondemos a ellos. De ordinario, ya no tenemos conciencia de muchas de las caracteristicas y componentes de los mismos Mensajes. No observamos en qué momentos nos llevamos el Cigarrillo a los labios, cerramos los ojos o alzamos las cejas. Pero el hecho de que no prestemos atencion a esos detalles de 137 La nueva comunicacion figura 1 A es una figura a transmitir, B es la version deformada realizada cuando la maquina receptora acttia tomando como premisa que no hay mas que 16 cuadrados en cada hilera en lugar de 17. 138 Posiciones tedricas la interaccién no implica que carezcan de consecuencia en el curso de la relacion. En lo esencial somos inconscientes de las convenciones pasajeras que transmitimos sobre la forma en que deben comprenderse los mensajes; de la misma manera somos inconscientes del didlogo continuo relativo a esas con- venciones. Ese didlogo no solo tiene lugar entre personas y a propésito de las convenciones que establecen. Es también, y ello es mas singular, un didlogo que rige lo que cada persona es. Cuando A efectiia a B unas proposiciones que éste ultimo rechaza, este conflicto representa para A mds que una simple sugerencia sobre la manera en que debe codificar sus mensajes cuando se telaciona con B. Enel lenguaje cotidiano, decimos que el amor propio de una persona es realzado o disminuido por las reac- ciones de los demas. O incluso decimos que «se ve de manera diferente». En términos comunicacionales, esto puede tradu- cirse declarando que las mismas reglas de la percepcion de uno mismo, las reglas que gobiernan la formacion de una imagen de si, son modificadas por la manera en que los demas reciben nuestros mensajes. Aprendizaje y patogénesis Este libro es en parte un estudio sobre la forma en que la comunicaci6n funciona entre dos personas, pero es igualmente un estudio sobre los casos en que la comunicacion ya no funciona —es decir, sobre ciertas patologias de la comuni- cacién. Si se quiere establecer un puente entre el estudio de la patologia funcional en psiquiatria y las patologias de la co- municacion, es necesario insistir en la existencia de hechos constituidos por el aprendizaje y el condicionamiento, y hay que hacer dos consideraciones especialmente pertinentes. En primer lugar, todo fracaso de la comunicacion es doloroso. En segundo lugar, el organismo en curso de aprendizaje generaliza siempre a partir de su experiencia. Ademas, la operacién de comunicacion es un aprendizaje permanente de la manera de 139 La nueva comunicacion comunicarse: los codigos y los lenguajes no son sistemas es- taticos que puedan aprenderse de una vez por todas. Son mas bien sistemas de modificacidén de las convenciones y las pre- misas que gobiernan la manera en que los mensajes deben ser elaborados e interpretados. Toda sefial que instituya una nueva premisa o una nueva convencidn que una mas a la gente o le procure una mayor libertad puede ser una fuente de alegria. Pero toda sefial que resbala y se pierde es, en algun grado, una fuente de sufrimiento para cada uno. Asi pues, la corriente permanente de la comunicacién es para cada individuo una cadena continua de contextos de aprendizaje y, mas particu- larmente, de aprendizaje de las premisas de la comunicacion. En este punto es necesario examinar ciertos aspectos del proceso de aprendizaje y ensanchar la teoria convencional de éste. Nuestra finalidad es hacerla pertinente para el and- lisis de los intercambios de sefiales entre personas. La ex- periencia tipica, en psicologia del aprendizaje, implica dos entidades, un experimentador y un sujeto, y las conclusiones tedricas que se extraen se enuncian de ordinario en forma de tegularidades psicoldgicas que describen el sujeto. En cambio, consideraré aqui la situacién experimental como una interac- cién que implica dos entidades cuyas relaciones mutuas me interesan. Consideraré sus relaciones como caracterizadas for- malmente por un intercambio que se repite en el curso de «ensayos» sucesivos. Avanzaré la hipotesis de que el sujeto no es el unico que esta sometido a un proceso de aprendizaje; el experimentador también lo esta, y el proceso esta determinado —al menos en parte— por los refuerzos que proporciona el sujeto. Pero previamente es necesario definir una jerarquia de los grados del aprendizaje, lo que puede hacerse de la manera siguiente:* ie La numeracin de los grados ha sido modificada (con el desplazamiento de una unidad hacia abajo) a fin de corresponder a la que Bateson utiliza en su articulo mas completo sobre la cuesti6m «Las categorias del aprendizaje y de la comunicacién», en Vers une écologie de l’esprit, 1.1, [17, p. 253-282]. Ha sido suprimida una nota sobre el aprendizaje secundario, que se ha vuelto asi inutil. Se han afiadido algunas notas ilus- trativas. 140 Posiciones tedricas 1. Se revela que el fendmeno de aprendizaje mas simple es la recepcién de una informaci6n o una orden, El acontecimiento | que representa la percepcion de un toque de silbato puede constituir, para un perro, una informacion importante 0 una orden. Antes de haber oido el silbato, estaba en otra dispo- sicién. Podemos considerar este cambio de disposicion como el fendmeno de aprendizaje mas simple.* Es importante sefialar que este fendmeno es excesivamente dificil de estudiar y que ‘no ha sido objeto de un estudio experimental directo y sin embargo, si un polo principal de la teoria. Lo que parece haber ocurrido es que, a fin de llegar a una teoria que rinda cuentas de lo que llamo Aprendizaje I, los psicdlogos han debido proporcionar una cierta descripcion de ese proceso de grado cero, es decir, una cierta transcripcion verbal del tipo de _ mensaje que el perro ha recibido. Si creemos en la teoria del «efecto», ese mensaje es una promesa de recompensa o una amenaza de castigo, mientras que la teoria de la asociacion propone una descripcién en términos mas automaticos y me- nos intencionales de la respuesta del perro. 2. El Aprendizaje I es aquel sobre el que ha convergido la inmensa masa de los trabajos experimentales. Aqui la palabra «aprendizaje» se refiere a un cambio en la capacidad del perro de reaccionar a las percepciones 0 a las sefiales que recibe. Lo que estudian los experimentadores son los cambios en el com- portamiento del perro que resultan de una serie de ensayos. Los fenémenos aqui estudiados son de un grado diferente y su- Petior alos evocados en el parrafo anterior. La cuestion plantea- da no es la de saber qué cambio se produce en un perro cuando ‘oye un toque de silbato, sino «qué cambios se producen en el Cambio que afecta a un perro cuando oye un toque de silbato». Esta sutil diferencia en la cuestion que se plantea el experi- mentador coloca a los tedricos en la imposibilidad formal de deducir las respuestas a la primera pregunta a partir de datos Tecogidos para responder ala segunda. Los conductistas tenian la légica a su favor cuando querian, de modo absoluto, que no * Es el «aprendizaje cero». 141 La nueva comunicacion nos planteasemos jamas la cuestion de saber lo que experi- menta subjetivamente el perro. Tratar de deducir lo que éste experimenta a partir de datos que jamas podrian poner en claro mas que un cambio en lo que experimenta, es tentar lo imposi- ble en el plano de la logica. A partir de las caracteristicas de una clase, no puede extraer ninguna deduccién sobre la identi- dad eventual de un miembro de esa clase. 3. El Aprendizaje II es un fendmeno de laboratorio bien conocido, pero que no ha recibido mas que una débil atencion por parte de los experimentadores. Si se describe el Aprendi- zaje I como «aprender a recibir senales», puede entonces des- cribirse el Aprendizaje II como «aprender la manera de apren- der a recibir sefiales». Lo que ocurre en el laboratorio es que el animal ha adquirido un cierto talento o una cierta habilidad en el Aprendizaje I.* Este fendmeno ha sido determinado por Hull [181] en el curso de un estudio sobre el aprendizaje de memoria de silabas desprovistas de significacién, y por Harlow [164], en un estudio sobre la resolucion de problemas entre los monos Rhesus. 4. No existe ninguna razon teorica para negar la posibi- lidad de un Aprendizaje III e incluso otros superiores, si bien no ha sido demostrada la existencia de ninguno de ellos. La jerarquia de la que trata esta discusion es de tal manera que no existe otro limite superior a la serie que el fijado por las limitaciones de la estructura del cerebro. El nimero de neuro- nas es finito, y es cierto que todo organismo conoce en la practica un limite superior al numero de grados de aprendizaje de que es capaz. El examen de esta jerarquia del aprendizaje revela que la diferencia entre no importa qué grado de aprendizaje y el grado que le es inmediatamente superior es esencialmente una dife- rencia en la dimension de la gestalt. El grado superior se establece siempre demostrando que un cambio resulta de una gestalt mayor, estando esta ultima constituida, en general, por una multiplicidad de gestalten caracteristicas del grado infe- * Ha aprendido a aprender: es el Aprendizaje II. 142 Posiciones teéricas rior. Pero por mucho que éste parezca ser generalmente el caso, no existe ninguna premisa tedrica que pueda permitirnos evaluar el coeficiente de multiplicacién, y es necesario consi- derar como tedricamente posible al menos el caso para el cual este coeficiente se reduciria a la unidad. Es concebible que un simple aditivo a lo que se presenta como un contexto de aprendizaje de grado inferior pueda pre- cipitar cambios principales de un grado superior, para los cuales toda experiencia adquirida en el grado inferior sera enmarcada de nuevo y reorganizada. Encontramos aqui una imptevisibilidad del tipo de la indicada anteriormente, cuando nos referimos a la indeterminacion de la significacion. Cuanto mayor sea la masa de datos, mds aumentara la certeza de la interpretacion, pero nunca sera posible estar seguro de que el Ultimo crecimiento de los datos no exigira de nosotros una interpretacién totalmente nueva. Existe, pues, una analogia —que quizd corresponde a una identidad— entre las jerarquias de gestalten que determinan la significacion y la jerarquia de gestalten que llamamos aqui contextos de aprendizaje. Estas cuestiones abstractas resultan mas claras si decimos que en términos populares se llama Aprendizaje II (0 atin de grado superior) a un «cambio de cardcter». Supongamos, si Vd. quieren, que un organismo se vuelve «inteligente» a fuerza de estar en relacion con contextos de aprendizaje pavloviano.* Es posible describir el cambio al que nos referimos aqui a la vez como un cambio en las previsiones del organismo y como un cambio en sus habitos de aprendizaje. Si nos referimos a aquello con lo que se cuenta, diremos que lo mas frecuente es que el organismo espere en lo sucesivo que su universo esté “puntuado en secuencias que se asemejan al concepto pavlovia- ‘no, es decir, en escenas en las que ciertas percepciones pueden Ser utilizadas como una base de prediccién de acontecimientos posteriores. O bien, si nos referimos a los habitos de apren- dizaje, diremos que este organismo reaccionard a la certeza prevista de lo que debe producirse (por ejemplo, salivando), * O Aprendizaje I. 143 La nueva comunicacion pero no tratara de cambiar el curso de los acontecimientos. En una palabra, el organismo se vuelve «fatalista», y el examen de las caracteristicas formales del contexto de aprendizaje nos ha proporcionado una definicion de una forma particular de «fa- talismo». Los psiquiatras se interesan sobre todo por el Aprendi- zaje II. Si una paciente le dice a un psiquiatra que es capaz de servirse de una maquina de escribir, el psiquiatra le prestara escasa atencion, pues la mujer no ha hecho mas que relatar el resultado de un Aprendizaje I. Pero cuando se embarca en una descripcién del contexto en el que aprendié a mecanografiar y le cuenta que su profesor la castigaba cada vez que cometia una falta pero que no le hacia jamas cumplidos sobre sus progresos, el psiquiatra le prestara oidos: vera en este relato una explicacién del tipo de efectos que el contexto del apren- dizaje de escribir a maquina puede haber tenido sobre los habitos y las previsiones de la paciente... es decir, sobre su caracter.* Esta extension de la teoria del aprendizaje que consiste en distinguir grados de aprendizaje produce ese cuerpo de saber experimental especialmente interesante para el psi- quiatra. En realidad, el foso tradicional entre experimentalis- tas y clinicos parece provenir del hecho de que los experimen- talistas han estudiado sobre todo el Aprendizaje I, mientras que los psiquiatras se interesan, ante todo, por los efectos del Aprendizaje IL, ya que tratan de evaluarlos en su diagnéstico, o de acabar con ellos en el curso de su terapia. Si esta descripcion del aprendizaje es, en sustancia, co- trecta, 0 sea, si existe realmente una jerarquia de grados de aprendizaje y si la distincion de esos grados representa algo mas que un simple artificio de descripcion, resulta entonces teoricamente probable que existan secuencias complejas de experiencias y de acciones tales que el aprendizaje correspon- diente a uno de los grados contradiga mas o menos el apren- dizaje propio de algun que otro grado. Imaginaremos, por ejemplo, que un sujeto humano pueda tener la experiencia de * Este cambio de caracter es signo del IAprendizaie IL. 144 Posiciones teéricas una larga serie de aprendizajes pavlovianos pero que pueda ser castigado (Bateson et al. [21]) por haber manifestado «fata- lismo».* Otro ejemplo es que se podria habituar a alguien a la sumision, pero castigarle continuamente por los detalles mas infimos de la ejecucion de cada uno de sus actos de obediencia. El caso es bien conocido entre adultos, y puede contribuir a crear «malas relaciones personales». Cuando se produce entre padres e hijos de corta edad, creo que es patogeno en ciertas circunstancias. Los contextos patogenos En adelante sabremos claramente, al menos de manera formal y abstracta, qué estructuras de intercambios deberemos buscar en nuestros datos. La discusion que ha precedido a este reexamen de la teoria del aprendizaje se relacionaba con la instauracion de convenciones y de premisas de comunicacion. Pero es evidente que una premisa de comunicacion, una regla que gobierna la manera en que los mensajes deben estar cons- truidos o ser interpretados, mantiene la misma relacion con el mensaje en cuestién que el que puede establecerse entre dos grados de aprendizaje, superior e inferior. La aceptacion de lo que he llamado una premisa de comu- nicacion es el mismo fendmeno que la aceptacion de un rol: es un cambio momentaneo o duradero de habitos y de previsiones. Y el término «rol» no designa mas que una cierta fase de cambio de caracter, ya sea breve o duradera, Este término describe la estructura del comportamiento ofrecido por una persona dada en el contexto de aprendizaje que constituye un sistema de dos personas. De ello se sigue que lo que debemos buscar en los datos son secuencias y, en el metanivel, secuencias de secuencias, Las unidades pertinentes seran esos segmentos del flujo comuni- cacional que constituyen los contextgs de aprendizaje. Los pro- * Al ser el «fatalismo» un aspecto del «aprendizaje del aprendizajen, corresponde al Aprendizaje II, como hemos visto. 145 La nueva comunicacion blemas de patologia en el seno del flujo resultaran facilmente identificables cuando veamos casos construidos de manera tal que el aprendizaje adquirido en una pequefia secuencia sera contradicho por el aprendizaje adquirido en una secuencia mas vasta de la que la mas pequefia seria una componente. Teori- camente, podemos contar con casos en los que la parte y el todo seran idénticos, donde el coeficiente multiplicador entre la parte y el todo es la unidad: un solo y mismo contexto (visto de dos formas diferentes) puede proponer un aprendizaje con- tradictorio a diferentes niveles. Es preciso sefalar ahora otro fenomeno singular, a saber, que las premisas de la comunicacién son generalmente auto- justificadoras. Por su mismo funcionamiento, pueden crear el consenso que parecera justificarlas. Quien cree que todo el mundo es amigo suyo —o su enemigo— emitira mensajes y actuara significativamente en funcion de su premisa. Se en- frentara al mundo de una manera que empujar4 a ese mismo mundo para que confirme su conviccion. Ahora bien, ha adqui- rido esta conviccion en primer lugar bajo el efecto acumulado de los contextos de aprendizaje que constituian anteriormente su flujo comunicacional con una cierta persona. Un estudio sobre las psicopatologias funcionales se con- vierte asi en una investigacion sobre la dinamica de la comu- nicacion vivida por el paciente. Pero, cosa bastante singular, en razon misma del hecho de que las premisas comunicacio- nales son autojustificativas, a menudo no es necesario remon- tarse al pasado para estudiar su etiologia. Las premisas son autojustificadoras en el presente y, en consecuencia, quien tiene el espiritu «perturbado», como quien es normal, crea continuamente a su alrededor el medio que proporciona la etiologia tipica de sus habitos comunicacionales, de sus sinto- mas. Basta examinar las relaciones familiares actuales de un paciente para ver funcionar aqui y ahora la constelacion que se encuentra en el origen de sus sintomas. De hecho, es posible y fructifero estudiar el funcionamiento de un hospital psiquia- trico clasico para descubrir en él indicios de la razon por la que los pacientes estan mentalmente enfermos. 146 ‘ Posiciones tedricas Esta amplia descripcion de los intercambios interperso- nales como una serie de contextos de aprendizaje sugiere la posibilidad de dos clases de resultados psicopatoldgicos: el aprendizaje de un error particular y la ruptura o distorsion del mismo proceso de aprendizaje. Historicamente, el primer re- sultado es el que fue objeto de la mayor atencion en los primeros tiempos del psicoandlisis, cuando se insistia en el hecho de que ciertas neurosis provienen de experiencias unicas y extrema- damente dolorosas vividas en la infancia. En funcion de lo dicho anteriormente, podriamos pensar de nuevo esta teoria y yer en ella un aprendizaje del error... siendo el error entonces una generalizacion impropia de una experiencia personal ate- tradora, dolorosa o demasiado gratificante. En la actualidad se adjudica menos importancia teorica a esta forma de patogé- nesis, pero de todos modos no se ponen objeciones a su exis- tencia. En cambio, la teoria psiquiatrica moderna insiste mas en los resultados psicopatoldgicos que provienen de una experien- Gia continua y repetida mds que en un traumatismo aislado. Desde este punto de vista, la probabilidad de que un simple error sea engendrado en un individuo con ocasion de un apren- dizaje es muy pequefia, ya que, después de todo, sus opiniones, surgidas de una multitud de casos, estan en esa misma medida justificadas por la repeticién de los casos. A partir de este geénero de etiologia, mas bien hay que contar con la distorsién del mismo proceso de aprendizaje. Se trata de un tipo de Tesultado patologico mds abstracto, mds inasequible y mas dificil de corregir mediante alguna practica terapéutica, ya que todo aprendizaje durante esta experiencia pasara por el pro- ‘ceso ya deformado. Sin embargo es necesario dar cierta sustancia a la expre- Sién «distorsién del aprendizaje». Debo indicar qué clases de Secuencias interpersonales podrian tener este efecto sobre uno U otro de los participantes. Un contexto de aprendizaje es un segmento estructurado de manera bien determinada de la corriente de intercambio entre dos personas. Gracias a los datos experimentales sabemos 147 La nueva comunicacion que, aun siendo extremadamente variable, siempre esta pre- sente una cierta estructuracion de los contextos de aprendizaje. Los acontecimientos de los que se compone el contexto (es- timulos, reaccién y refuerzo) pueden estar diversamente rela- cionados entre ellos y constituir con todo una totalidad estruc- turada. En otros términos, nos encontramos aqui con las ges- talten (las unidades del intercambio) y nos vemos, pues, con- frontados de nuevo con la naturaleza particular de estas uni- dades. Aunque sean en buena parte obra de los individuos concernidos y sean necesariamente el producto de la manera en que esos individuos perciben y puntuan lo que ocurre, su percepcién esta guiada ineluctablemente por la cultura y por la arbitrariedad social. Esta percepcion puede ser rigida o fle- xible. Pero el hecho esencial es que las reglas de esta puntua- cion forman parte del sistema de convenciones y de premisas sobre el que reposa la comunicacién. En efecto, es preciso considerar el aprendizaje de la comunicacién como una serie de contextos encajados. Lo que estoy describiendo es un procedimiento extrafia- mente invertido, un proceso de alguna manera enrollado sobre si mismo. Esto puede expresarse de muy diferentes maneras, y quiza la mas simple sea la de enunciar que la corriente comu- nicacional es una serie ordenada de contextos a la vez de aprendizaje y aprendizaje del aprendizaje. Ahora adquiere forma la significacion de la expresion «dis- torsion de los procesos de aprendizaje», la cual se referiria a todos los casos en que un individuo puntia la corriente de comunicacion de una manera diferente a la de su interlocutor, pero que, no obstante, son reforzados por el sufrimiento resul- tante de su vision idiosincrasica de la relacion. Desde su punto de vista de locutor, creera haberse granjeado una sancion por lo que creia estar comunicando, mientras que de hecho sufre un castigo fundado en la percepcién de sus mensajes por el otro. Esta claro que este encadenamiento de ideas, si es en sustancia correcto, nos conducira a una teoria formal de la estabilidad y de la inestabilidad en las relaciones humanas. En 148 Posiciones tedricas consecuencia, podriamos efectuar investigaciones sobre lo que los ingenieros llaman criterios de estabilidad. {Es posible cla- sificar los grados y los tipos de malentendidos de manera que puedan distinguirse las situaciones que seran corregidas por los participantes (de suerte que el sistema se mantenga en un estado de equilibrio) en otras situaciones, que conducen a un deterioro progresivo? En la actualidad, semejante pregunta sélo puede plantearse en términos muy generales, y no es posible concebir una respuesta significativa. Sin embargo, es preciso sefialar un punto interesante. Estamos tratando de entidades cuyo comportamiento no es en ningun caso descrip- tible recurriendo a ecuaciones lineales o de logica monotona. De hecho, el fendmeno siguiente parece producirse en muchos casos. Un proceso de cambio progresivo se instala en una relacion diadica. La situacion se vuelve entonces mas 0 menos intolerable para uno y/o el otro interlocutor, y, en el paroxismo de la tension, se produce una explosion, tras la cual el sistema vuelve al estado en que se encontraba antes del cambio. Pero también es posible que emerjan estructuras de comunicacién enteramante nuevas. Después de todo, existen secuencias de intercambio mas vastas y mas largas que ninguna de las que hemos encontrado en el interior de las breves series de datos en las que reposa este libro. Por lo poco que sabemos de las relaciones entre los detalles sutiles de la interaccién humana y los ciclos més largos en el curso de una existencia, tenemos todas las razones para creer que los ciclos mas largos son siempre ampliaciones 0 reflejos re- petidos del modelo incluido en los pequetios detalles. A decir verdad, /a hipotesis segun la cual lo microscépico reflejarda lo macroscépico es una de las principales justificaciones de la mayor parte de nuestros procedimientos de tests. En conse- cuencia, una funcion principal de las técnicas de microandlisis es desembocar, a partir de pequefias cantidades de datos, en penetrantes apreciaciones sobre las relaciones humanas, que de otro modo sélo habrian podido obtenerse con la ayuda de una Observacion de largo plazo, o a partir de los datos notoria- mente sujetos a precaucién de la reconstruccién por anamnesis. 149 La nueva comunicacion En el fondo, lo que nos interesa de este libro, es presentar las técnicas del examen microscopico de las relaciones inter- personales. Si bien, como es natural, las palabras que se dicen los sujetos tienen importancia, la cuestidn a la que nos dedi- camos, la descripcidn de las relaciones entre los sujetos, no es una cuestion a la que pueda responderse con la ayuda de un resumen cualquiera de la significacion léxica de sus mensajes. Hay una inmensa diferencia entre la descripcion mecdnica: «A ha dado a B tal y cual informacion», y la descripcion de la interaccion, en la que «A ha respondido inmediatamente a la pregunta de B». La finalidad de los métodos esbozados a grandes rasgos en este libro es la de llegar a una presentacidn de los procesos por medio de los cuales se desarrollan las relaciones entre los hombres. Un estudio de esos mecanismos que no tuviera en cuenta el contexto que los rebasa no puede ofrecer interés a largo plazo; un andlisis de las relaciones interpersonales que no esté consolidado por una exposicién de la compleja maqui- naria que las sustenta no puede merecer nuestra confianza. 150 SISTEMAS DE LA COMUNICACION HUMANA por ALBERT E. SCHEFLEN Existen numerosas maneras de registrar, reconstruir y re- presentar la estructura del comportamiento en el curso de una interaccion. Una de estas maneras consiste en suponer que toda interaccion posee una orden del dia, un plan de organi- zacion o un programa cultural, «interiorizado» de una manera © de otra por cada participante, y que este plan puede abs- traerse mediante la observacién de un numero suficiente de ejemplos de la interaccion en cuestion.! Tras haber examinado suficientes ejemplos de la misma estructura comportamental en un tipo dado de interaccion de la misma categoria cultural, puedo reconstruir una carta o programa de esta interaccion. Este plan representa el modo en que los participantes proba- blemente han aprendido a ejecutar esta interaccidn. Si fuése- mos capaces de estudiar todas las interacciones posibles de un grupo dado, nos seria posible disefiar un mapa detallado y sistematico de todos los actos de ese grupo. Este mapa repre- sentaria su cultura. Aun mas, si pudiera seguir a un individuo de interaccion en interaccién, podria preparar un programa describiendo sus roles. Este programa representaria su perfil comportamental. Cuando se han construido programas para numerosos tipos de interaccidn, es posible deducir de ellos ciertas considera- 1, Para realizar bien este género de andlisis, es preciso respetar dos principios me- todologicos: 1) Observar qué acciones se producen efectivamenie. No debemos fiarnos de los métodos introspectivos. Ni los sujetos, ni los informadores, ni Jos jueces pueden describir los comportamientos por poco sistematicamente que sea. No €s necesario dejar de contar con sus propios juicios, ni utilizar variables dadas de an- temano. Hay que registrar todo lo que se produce, Por nuestra parte, realizamos peliculas sonoras de toda interaccién que deseabamos estudiar [286] 2) Mantener constantes el segundo plano cultural y subcultural de sus sujetos, asi como Jos contextos de la interaccién. una manera general, los sujetos deben realizar las mismas interacciones en las mismas Situaciones, en las mismas circunstancias de observacién. 151 La nueva comunicacion ciones sobre la naturaleza o las propiedades de los programas en general. He aqui alguna de las propiedades o cualidades que hemos podido observar en nuestras investigaciones: 1. Los programas evolucionan y son transmitidos cultu- ralmente. En cada uno de los diversos grupos étnicos se han desa- rrollado modos particulares de ejecucion de las tareas de la sociedad: comer, bafarse, batirse, cortejar, etc. El conocimien- to de estos programas se transmite de generacion en genera- cion, de los hombres de experiencia a los novicios, mediante un proceso de aprendizaje que en su gran parte es inconsciente. Se han desarrollado programas 0 variantes especificas en el seno de cada division subcultural, es decir, por region geogra- fica, por clase social, por grupos religiosos y profesionales, etc. 2. Los programas se desarrollan en contextos especificos. En situaciones particulares seran suscitados o «desenca- denados». Al menos los cuatro contextos' siguientes son decisivos. El marco fisico. Por ejemplo, los funerales en nuestra cultura se desarrollan en privado o en centros funerarios. El marco, los ornamentos y otros factores fisicos estan establecidos por la costumbre. La. ocasién. Los programas pueden limitarse a determinados momentos del dia, el mes 0 el afio, o producirse con ocasion de periodos sociales 0 cosmoldgicos particulares. La fecha de la Pascua, por ejemplo, se establece en funcidn de las fases de la luna y el equinoccio de primavera. La estructura social. Es posible que el programa se produzca solamente en el seno de grupos de una composicion dada, y que a su vez el programa realizado determine las relaciones mutuas. La estructura cultural. Los programas no son mas que uni- dades en la cultura que los engloba, y se producen en relacion temporal y espacial con otros programas. 3. Los programas prescriben la forma de todos los com- portamientos y no solo el lenguaje. No solo el comportamiento verbal, sino todos los modos de 152 * s}anGe co 4A Posiciones tedricas comportamiento estan codificados y estructurados por la tra- dicion. Si, por ejemplo, provenimos de una determinada region del Medio Oeste, no sdlo hablaremos el dialecto del Medio Oeste, sino que (hasta cierto punto) nos moveremos, nos sen- taremos, andaremos, haremos gestos y muecas, comeremos, trabajaremos, cortejaremos y cortaremos el césped como han aprendido a hacerlo las gentes de esa region. Dado que todos los comportamientos son (potencialmente) comunicativos, podemos clasificarlos segin un cuadro del com- portamiento comunicativo. Es habitual hablar de comporta- miento verbal y no verbal, pero el siguiente esquema es mas completo.* (I) el comportamiento vocal (a) lingiistico (b) paralingiiistico [316] (I) el comportamiento kinésico (a) movimientos corporales, incluida la «expresion» fa- cial [35; 39; 41] (b) elementos que provienen del sistema neurovegetativo y comprenden la coloracion de la piel, la dilatacion de la pupila, la actividad visceral, etc. (c) la postura [285] (d) los ruidos corporales (III) el comportamiento tactil [111] (IV) el comportamiento territorial [64] 0 proxémico [155] (V) otros comportamientos comunicativos (poco estudiados), como por ejemplo la emision de olores (VI) el comportamiento en cuanto a indumentaria, cosmética, ornamentacion, etc. Dado que el comportamiento, en cada una de estas moda- lidades, puede ser sentido, visto, ofdo’o percibido aun de otra Manera, podemos hablar de canales de la comunicacion tales * EI esquema original ha sido ligeramente modificado en funcién de dos articulos Posteriores de Scheflen (288; 289]. 153 La nueva comunicacion como el locutor-auditivo, el kinésico-visual y asi sucesiva- mente. Relaciones entre estas modalidades. Las diversas modalida- des de comportamiento pueden ponerse en relacion de manera directa y manifiesta, de suerte que haya duplicacién del men- saje o redundancia. Esta sirve para reducir la ambigtiedad. Por ejemplo, el ascenso o la caida de la voz al fin de la proposicion sintactica inglesa se acompafia invariablemente del alzamiento o la bajada de los parpados, la cabeza o las manos [285; 43], Cuando los locutores utilizan pronombres ambiguos, tienen la costumbre de mostrar al referente con la cabeza, la mano 0 los jos. En otras ocasiones, el comportamiento parece acompanar bajo sus diferentes modalidades a mensajes muy diferentes, e incluso antitéticos. Por ejemplo, podemos hacer alarde de vigor en el habla y agotamiento en el plano kinésico, tener un lenguaje de clases medias y ofrecer una actitud y gestos de clases inferiores, etc. Al utilizar modalidades diferentes, los miembros de la in- teraccion se integran regular y naturalmente en un subgrupo en cuanto a la conversaci6n, otro subgrupo en el plano kinésico y aun en otro grupo en el plano del tacto o los juegos de la mirada. Modo de ejecucion. La tradicion prescribe la manera en que deben realizarse las unidades. Ejecutar una unidad muy len- tamente, ruborizandose o con aspecto de fastidio, puede ser una desviacién que interrumpe un programa. 4. El programa exige una estricta integracién de las uni- dades estructurales. Naturalmente, existe un gran ntimero de estructuras com- portamentales posibles, incluso en el seno de una sola cultura. Estas diferentes estructuras, sin embargo, estan constituidas por un cierto numero de integraciones de microunidades com- portamentales. En inglés no hay mas que 43 fonemas [166; 178], una treintena de gestos' y un numero desconocido pero 1, Comunicacién personal con R. Birdwhistell (1965). 154 Posiciones teéricas restringido de expresiones faciales y de posturas. La variabi- lad proviene de la manera en que estas unidades basicas se tegran en el seno de unidades superiores. Las unidades se ntegran jerarquicamente de varias maneras: (1) las unidades ‘discursivas y kinésicas se estructuran jerarquicamente en el terior de cada modalidad,* (2) las unidades se integran entre modalidades, (3) las unidades ejecutadas por cada participante integran en la interaccién [286], (4) las unidades se integran el tiempo, si bien los programas poseen una progresion y un ‘La integracion efectiva de las unidades se realiza, natural- mente, mediante una coordinacién de las ejecuciones. Tal ‘coordinacion se funda en el reconocimiento y la regulacion. _ EI reconocimiento. Recordemos que las unidades se es- turan segun unas reglas estrictas. En otros términos, las idades se manifiestan bajo formas regulares. Por ello es sible percibirlas como gestalten y percibir asi integraciones plejas mas vastas de una forma rapida pero inconsciente 5]. : ' Las unidades poseen igualmente elementos especiales que in- su estado de terminacion y de «realizacién en curso». Al jal de la proposicidén sintaxica inglesa, por ejemplo, la de- tencion de la articulacién se sefiala con una cierta altura de tono y una cierta oscilacién del cuerpo. En las unidades mas fandes se constata una modificacion de la postura al final de ‘Cada segmento [285]. Este elemento terminal no sdlo indica ie se han concluido pequefias unidades: la postura adoptada entre las modificaciones sefiala que una unidad mayor sigue en ‘Curso, Puesto que se instala una relacion entre ciertas posturas Ciertas unidades, y que determinados conjuntos posturales tre participantes se asocian a ciertas relaciones interperso- Tales, la postura sirve para designar el género de unidad y el tipo de relacidn presentes en la interaccion. “regulacién. Las formas regulares de mover la cabeza, Patpadear [40], sostener la mirada [286; 195], etc., ofrecen un “Chg 3, 155 La nueva comunicacion comentario continuo a cada participante sobre la comprension de los intercambios y la aprobacion del ritmo de su desarrollo, Cada participante dispone de mecanismos de retroaccion audi- tivos, visuales y propioceptivos, y las sefiales pueden indicarle una dislocacién de unidades o una ruptura de la sincronia interaccional. 5. Los programas definen la estructura social del grupo en accion. Fundado en una cierta tradicion cultural, el programa pres- cribe habitualmente por lo menos los siguientes aspectos de la estructura social, y limita por consiguiente los tipos de grupos y de participantes que pueden realizarlo. La composicién del grupo. El programa puede exigir que solamente las personas de tal sexo, edad, estatuto social o capacidad sean aptas para tomar parte en su realizacidn. El numero de participantes puede estar igualmente limitado o pueden requerirse diversos reagrupamientos. La naturaleza de las relaciones durante la ejecucién. Un programa puede reclamar que los participantes mantengan entre ellos relaciones, por ejemplo, que estén emparentados o tengan el mismo nivel social. Generalmente, el programa fijara la naturaleza y el limite de las relaciones durante la ejecucidn, que estara enmarcada por sistemas de valores, normas y ta- bues. La designacion de los roles. Los programas implican a menudo comportamientos especializados o bien requieren que ciertos actos sean realizados solamente por mujeres, persona- jes de posicion elevada, etc. 6. Pero una unidad no es ejecutada necesariamente por un solo individuo. Una unidad dada, ejecutada de ordinario por una sola persona, puede serlo por varios miembros de la interaccién en ciertos casos: por ejemplo, un locutor puede comenzar un enunciado y otro terminarlo. Un unico miembro puede aun ejecutar simultaneamente varias unidades en diferentes regis- tros comportamentales, y llenar asi al mismo tiempo diversos puntos del programa tales como sostener una conversacion en 156 Posiciones tedricas un subgrupo, tocar a un vecino para introducirle en el circulo la conversacion y corregir, con un fruncimiento de cefio, la sviacion de conducta de otra persona. 7. Los programas ofrecen numerosas variantes o alter- nativas. Del mismo modo que numerosas palabras poseen un sinoni- a0, la mayor parte de las unidades de un programa parecen omportar unos «emas» [257] o unidades equivalentes que eden sustituirse entre si de manera intercambiable sin in- rrumpir el desarrollo del programa. De hecho, grandes por- iones del programa entero pueden presentarse bajo una cierta rariante o alternativa. A menudo ocurre que no podemos leterminar ninguna sistematicidad en esas modificaciones, he aqui unas condiciones de variacion que hemos explorado. as variantes tradicionales unidas a algunas situaciones cri- cas. Si un personaje-clave esta ausente, si se producen inte- a ipciones exteriores, 0 si el marco fisico habitual no esta ‘disponible, tienen lugar modificaciones apropiadas y progra- mas alternativos. Generalmente, las mismas situaciones criticas sobreviven frecuentemente en la historia de un mismo pueblo y Puede establecerse automaticamente una alternativa tradicio- nal [240]. .aS variantes innovadoras. Aunque no hayamos verificado xperimentalmente la posibilidad, generalmente se admite que sujetos son capaces de inventar modificaciones en ausencia alternativas tradicionales. Algunas de estas innovaciones en tminan en apariencia por ser integradas en los programas Corrientes [240]. Miller, Galanter y Pribram [245] describen gramas de creacion de planes. @ metacomunicacion. Probablemente la necesidad ha exi- ido que ciertas representaciones se desarrollen con una fina- idad de demostracion o dramatizacion de los acontecimientos Mm honor de quienes no asistian a ellos. A medida que el iombre desarrolld el habla, estas representaciones le permi- tieron tramar una historia, contar un chiste, montar una escena, describir lo ocurrido la vispera. En otros términos, pudo en- H ul 157 La nueva comunicacion tonces comunicarse sobre la comunicacion. Eso se conoce con el término metacomunicacién. Las sefiales que indican: «esto no es real, sino que trata de lo real», han sido denominadas por Bateson sefiales metacomunicacionales [13]. Una de las formas de metavariante (0 representacién) con- siste en las declaraciones 0 sistemas de mitos surgidos en todas las culturas a propésito de sus comportamientos. Estos enun- ciados constituyen justificaciones sociales o individuales, con- cepciones teoldgicas, juicios de valor, ete. Cada miembro de una cultura parece aprender no solo los comportamientos programados sino las ideas relativas a esos comportamientos. Este ultimo tipo de informacion es el que se obtiene al formular preguntas a un sujeto sobre su comportamiento. Es evidente que debe existir un numero increible de pro- gramas y de variantes... hasta tal punto que es facil ver por qué podemos seguir creyendo que el comportamiento humano se produce de manera aleatoria o en virtud del libre arbitrio. Todo el problema consiste en que lo hemos observado sin hacer referencia a la cultura y al contexto en el que se inserta. LOS SISTEMAS QUE PARTICIPAN EN LA COMUNICACION Queda claro que aislar el programa no hace justicia a la complejidad dinamica de su ejecucién real. El programa lo producen actores sociales. Pero una vez que hemos entrevisto la complejidad de un programa, el gran numero de sus variantes y la riqueza de los metaenunciados que un nifio debe aprender, acumular y producir para ser una persona, llegamos a una concepcion muy diferente de los comunicadores y de la comu- nicacion. Y he aqui que no viene a reforzar nuestras concep- ciones anteriores de un monodeterminismo simple ni los mode- los reductores que teniamos la costumbre de utilizar. Al con- trario, llegamos a una vision de una gran complejidad, que ofre- ce una perspectiva totalmente distinta sobre el determinismo. Todo individuo ha sido educado en un grupo social; de lo 158 Posiciones tedricas contrario, no habria sobrevivido [240; 305]. El comporta- miento de ese grupo ha sido determinado por su tradicion ¢eultural, y el nifio ha aprendido a actuar de una manera regular y previsible. (Ignoramos qué aspectos de su comportamiento han sido transmitidos por la herencia.) A lo largo de su exis- tencia, vivira en una estructura social, y los modelos que ha _ aprendido estaran preservados y reforzados. Incluso cuando esté solo actuara, y tal vez incluso pensara [334] de una manera ajustada a las unidades y los programas adquiridos. Estos modelos afectaran incluso a su propio estilo, sus produc- jones idiosincrasicas y sus desviaciones personales. - Ha aprendido a producir su propia contribucidn compor- tamental en funcién de un indice o un contexto apropiado.~ Conocera asi algo de la programacion de log demas partici- pantes en la interaccion, asi como los disposifivos reguladores que permiten el sostenimiento del programa-*Y todo este com- portamiento, si el lector puede soportar todavia este incre- " Mento de determiriismo, no parece integrarse en simples enca- denamientos de causa a efecto, sino en procesos retroactivos simultaneos en multiples niveles. Las modificaciones esencia- les mas perturbadoras para la teoria son las que van: (1) de la Simplicidad a la complejidad, y (2) del comunicante, como actor y creador, al concepto de estructuracién suscitado o desencadenado. Enfoque sistémico del organismo humano en tanto que co- municante Dado que la comunicacion exige el recuerdo de programas complejos y tin tratamiento continuo de la informacion, debe- _ Temos comprender al menos dos tipos de sistemas, asi como Sus relaciones mutuas. En primer lugar, un cierto mapa cognitivo de la estructura _ del comportamiento (correspondiente a los contextos) debe ser almacenada en la memoria y recordable en todo momento. Semejante mapa debe constituir la imagen de un sistema de comportamiento. 159 La nueva comunicacion En segundo lugar, el tratamiento de la informacién a los niveles organico y suborganico reclama una concepcion siste- miatica de los procesos que hoy denominamos la percepcion y el feedback, el recuerdo y la integracion, la actividad neuro- muscular, etc. La psicologia moderna del ego y la psicologia cognitiva han avanzado proposiciones tedricas sobre los procesos de integra- cién, La mas sofisticada que conozco va unida al concepto de imagenes y planos de Miller, Galanter y Pribram [245]. Estos teoricos han desarrollado igualmente un nuevo modelo de la retroaccion para representar el ensayo y la activacion de los planos. Su esquema recurre de nuevo a la estructura jerarquica del comportamiento. Miller ha desarrollado postulados sobre los subsistemas de tratamiento de la informacion, pero estas concepciones reposan en el postulado de la caja negra.!. En este punto estamos en gran desventaja debido a una falta de cono- cimiento sobre la memoria. De estas ideas podemos extraer el concepto heuristico de un organismo humano comunicativo, a saber, que la persona, bajo condiciones apropiadas, participa en la comunicacion. Ademas, para disponer de mecanismos intactos de tratamiento de la informacién, esta persona debera haber aprendido correc- tamente los sistemas de comunicacion de su grupo social y debera estar deseosa o ser capaz de utilizarlos. Una vez que, tras las investigaciones, se ha definido con precision lo que son esas estructuras comportamentales, se dispone de una base para definir sistematicamente la anormalidad y la desviacion.’ 1. Naturalmente, los procesos no pueden observarse directamente sin perjuicio. Una reciente estrategia para evitar las limitaciones de la caja negra consiste en construir ordenadores que simulen el sistema nervioso [55] y programas de ordenador que simulen los programas de comportamiento [251]. Hasta el presente, estos esfuerzos han sido limitados por el hecho de que la atencién se ha dirigido tnicamente al discurso escrito y que . procesos de comunicacién siguen siendo concebidos como simples cadenas de bits en desarrollos tienen implicaciones importantes para la psicopatologia y Ia psiquiatria, He aqui algunos entre los mds evidentes: if (@) Dado que el comportamiento anormal es generalmente no comunicativo, poseemos una base para clasificar la desviacion, determinando primero los programas normales observando después la naturaleza y el efecto de las acciones no programadas sobre 1 ‘interaceion. Posiciones teéricas Algunas condiciones de organizacion social necesarias a la comunicacion Que haya sido ejecutado el comportamiento comunicativo _ apropiado no significa, naturalmente, que una comunicacion se "haya producido.* Ante todo, el comportamiento debe realizar- se en el curso de relaciones sociales. Para que se realice un f rama, dos o mas personas, de formacion cultural similar, ben entrar en relacion, y la organizacion social del grupo ejecutante debe poseer al menos las caracteristicas siguientes: _ Los miembros deben disponer de canales de comunicacién, ‘a veces a distancia, pero por lo general cara a cara, a fin de 7 ver, entenderse y a menudo tocarse. La cohesion del grupo debe ser mantenida al menos hasta Ta terminacion del programa. _ El contacto con la organizacion social superior debe man- tenerse ala vez para integrar los diversos programas y a fin de : cada miembro del grupo pueda conservar su posicién en S grupos. __ Es frecuente que un grupo deba preservar su continuidad htre dos ejecuciones, y deba proseguir las actividades en un ern ino tan largo como la sustitucion y la formacion de nuevos miembros. na cultura diferente a la de los demas miembros del grupo. En ese caso, tal compor- iento no es patoldgico. Dado que existen tales diferencias culturales, debemos poner fn ala practica que consiste on hacer como si las normas de nuestro propio entorno fueran Mormas biolégicas, universales, Por el contrario, debemos estudiar la desviacion por ae ‘Medio de comparaciones interculturales, : ey | ©) El aprendizaje defectuoso puede situarse en el comportamiento, en la manera de " Wealizarlo o en los metaenunciados de los que es objeto. Mediante los métodos introspec- ivos podemos encontrar anomalias en la actitud, que no se corresponden necesariamente | $08 anormalidades en el comportamiento. Y, a la inversa, sujetos que se conducen de Manera desviada pueden tener actitudes y valores ordinarios. Lo inconsciente podria | @efenirse de forma operatoria como la divergencia entre el comportamiento efectivo y las metaconcepciones relativas a ese comportamiento. * Es decir que se ha transmitido un mensaje. Excepcionalmente, Scheflen utiliza {comunicacion» en el sentido de transmision. En el sentido sistematico, utilizado en otrog lugares de este texto, comunicacion no puede tomar, logicamente, el articulo i La nueva comunicacion Cuando los participantes en la interaccion estan perfecta- mente familiarizados con un programa, éste puede ser ejecu- tado sin que haya necesidad de intercambiar la menor infor- macion nueva. Basta con algunos intercambios reguladores simples. En general, se utilizan los dispositivos reguladores siguientes. Constantes reducciones de ambigtiedad. Por su configu- racion, las unidades y marcadores aseguran la orientacion de los participantes. La ambigiiedad aparece cuando estas unida- des y marcadores, como los movimientos de la cabeza y la vivacidad gestual habitual, se repiten con demasiada frecuen- cia o desaparecen, Sefales de advertencia o de regulacion. A la aparicion de una anomalia o de una mala comprension, uno de los miem- bros del grupo producira una sefial que, en este contexto, advertira de una desviacion y, generalmente, operara una co- rreccion. La advertencia consiste a menudo en una sefial kiné- sica 0 vocal especial que no parece producirse en ninguna otra circunstancia en la interaccion. En la cultura norteamericana, estas sefiales comprenden un tipo de fruncimiento de cefio, descenso de las piernas preparandose para ponerse en pie, una presion tactil aplicada a la persona que ha cometido 1a falta y el gesto que coloca horizontalmente el indice bajo las narices (284; 286]. Una recalibracién. Cuando la interaccién se extravia o se desmorona, con frecuencia puede observarse que el programa se detiene y que no se reanuda hasta después de una repeticion de los anuncios y presentaciones diversos que los miembros del grupo producen al principio de la interaccion.! Presu- mimos que las conductas iniciales de colocacion se reafirman. Llamamos «recalibracion» a este procedimiento de correc- cién. Puede decirse que, en general, la regulacion y el control de rutina de una interaccion son ejercidos por medio de activida- des no verbalizadas, y que la actividad léxica se emplea para 1. Comunicacion personal de R. Birdwhistell (1965). 162 Posiciones tedricas recalibraciones, modificaciones e instrucciones particulares. Es posible que sea mas eficaz dirigir los procesos fundamen- tales de conservacion y de regulacion por medio de un control automatico e inconsciente. La conciencia se guarda asi en reserva para dificultades e instrucciones especiales. LA COMUNICACION Esto nos ha conducido a una cuestion crucial, con la que han tropezado muchas ciencias [69; 116; 63]: {como podemos decir que la informacion ha sido transmitida y percibida? Cuando estan en juego acontecimientos importantes, nueva in- formacién o una discusion, los sujetos pueden ciertamente saber que se aperciben, o al menos podemos observar que se conducen de una manera modificada. Para los comportamien- tos no lexicales y menos manifiestos no puede haber ninguna percepcidn consciente, y el hecho de que un participante en la interaccion actue seguidamente. de forma apropiada con res- pecto a otro puede significar solamente que sigue adelante con su propia ejecucidn del programa. Asi pues, respondemos a la cuestion suponiendo que toda la informacién necesaria ha sido transmitida si el programa se ha desarrollado sin obstaculos. Teoricamente, podemos medir la cantidad de informacion transmitida determinando la ejecucion «ideal» del programa mediante evaluacion de las advertencias, los retrasos y los fallos. Podemos indicar con exactitud cuando hay mala comu- nicacion localizando donde se producen esos obstaculos. En suma, la comunicacién puede definirse como el sistema de comportamiento integrado que calibra, regulariza, mantiene y, por ello, hace posibles las relaciones entre los hombres.’ En consecuencia, podemos ver en la comunicacién el mecanismo de la organizacién social, de la misma manera que la trans- mision de la informacién es el mecanismo del comportamiento comunicativo. 1. Comunicacion personal de R. Birdwhistell (1965). 163

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