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UNIVERSIDAD BOLIVARIANA

MISIÓN SUCRE

Compilado por: MSc. A. Boente para los estudiantes de las carreras


de Gestión Social y Gestión Ambiental de la Misión Sucre en Venezuela.
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“ACERCA DE ALGUNAS PARTICULARIDADES DEL DESARROLLO


HISTÓRICO DEL MARXISMO”

Lenin

Este artículo de Lenin fue publicado el 23 de diciembre de 1910, en el


número 2 de Zviezdá y consta en el tomo XVII de sus obras completas.

Lenin hace referencia a que el marxismo no es un dogma, sino una guía


para la acción, subrayando que esta particularidad generalmente se la pierde
de vista, cayendo en la unilateralidad, deformándolo y dándole muerte. De esa
forma -dice Lenin- “le arrancamos su alma viva, socavamos sus bases teóricas
cardinales: la dialéctica, la doctrina del desarrollo histórico multilateral y pleno
de contradicciones; quebrantamos su ligazón con las tareas prácticas
determinadas de la época, que pueden cambiar con cada nuevo viraje de la
historia”.

El artículo se refiere a la época en que el marxismo atravesaba una crisis


producto de la acción ideológica de la burguesía, que incidía sobre la propia
militancia y los amigos de ruta del marxismo. Fue la época en que el marxismo
requería de una mejor comprensión en sus tesis y principios para que no
convertirse en un simple recetario que pretenda curar los males sociales ni en
una repetición mecánica y sin razonamientos de lo que es el análisis de
situaciones concretas que ocurrían en la sociedad, en lo económico, político y
social, en la primera década del siglo XX.

Al respecto Lenin señala que “No hay nada más nocivo, más falto de
principios que tratar de eludirlos valiéndose de frases. No hay nada más
importante que la cohesión de todos los marxistas conscientes de la
profundidad de la crisis y de la necesidad de combatirla para salvaguardar los
fundamentos teóricos del marxismo y sus tesis básicas”.

La participación consciente y por primera vez de nuevas y cada vez más


numerosas capas de población en la vida social y en los problemas de orden
político, permitían que el marxismo sea conocido debidamente. La prensa
burguesa aprovechaba toda oportunidad para deformar la realidad y maximizar
más que antes los errores, limitaciones y problemas en el trabajo
revolucionario, difundiéndolos más ampliamente. Son los momentos en que la
disgregación, el conformismo y la falta de decisión para empujar las tareas, se
convierten en un peligro. Es necesario en estas condiciones llegar a la
comprensión de las causas y motivos que hacen inevitable esa disgregación.
Ser conscientes -señalaba Lenin- “de los tiempos que atravesamos y
aglutinarnos para combatirla consecuentemente”, como tarea más directa y
exacta de la época.

El marxismo como fundamento filosófico y político del Partido de la


revolución, históricamente, supo remontar esta época y bajo la conducción de
Lenin hizo posible no solamente salir de la crisis en que se encontraba, sino
llegar a la concreción de la más grande obra que haya desarrollado sociedad
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alguna, la Revolución de Octubre, instaurando por primera vez el socialismo en


Rusia.

“TRES FUENTES Y TRES PARTES INTEGRANTES DEL MARXISMO”

V.I.Lenin

Lenin nos hace conocer aspectos del marxismo que deben ser conocidos
por la militancia por su trascendencia y la ciencia que la representa, desde su
nacimiento y por el odio y hostilidad demostrados por la burguesía.

El marxismo sistematiza lo mejor que la humanidad creó en el siglo XIX: la


filosofía alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés; que son
las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo.

Así el materialismo es la filosofía del marxismo que en Francia de fines del


siglo XVIII, demostró ser la única filosofía consecuente, enriquecida por Marx
con los aportes de la filosofía clásica alemana (dialéctica de Hegel) y el
materialismo de Feuerbach. Los posteriores descubrimientos de las ciencias
naturales, como el radio, los electrones y la trasformación de los elementos, no
harían sino confirmar la veracidad del materialismo dialéctico de Marx.

Cuando este materialismo filosófico lo hace extensivo al conocimiento de


la sociedad humana, aparece el materialismo histórico, teoría científica,
completa y armónica que remplaza las apreciaciones antojadizas y subjetivas
sobre la historia y la política. En las obras de Marx y Engels, Ludwig
Feuerbach, Anti-Diühring y el Manifiesto Comunista, aparecen expuestas con
mayor claridad y detalle estas opiniones.

La segunda fuente del marxismo, constituye la economía política clásica


inglesa, anterior a Marx, surgida en el país capitalista más desarrollado con
Adam Smith y David Ricardo, quienes sientan las bases de la teoría del valor
por el trabajo. Continuada y desarrollada por Marx, precisa que el valor de toda
mercancía lo determina la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesaria
en producirla.

Marx expone sus conocimientos en El Capital, obra dedicada al estudio


del régimen capitalista, desde la economía mercantil, desde el elemental
trueque, hasta la gran producción, con la plusvalía como su ley económica
fundamental, base de su teoría económica.

Con el capitalismo, nuevo sistema de explotación de los trabajadores,


surge, también, el combate a ella y se desarrollan doctrinas socialistas; pero,
en tanto estas no desentrañaban la naturaleza de la esclavitud asalariada, ni
las leyes de su desarrollo, ni la lucha de clases como la fuerza motriz, se
trataba de un socialismo utópico. Este constituye la tercera fuente del
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marxismo. Entre los exponentes del socialismo utópico francés constan Saint
Simón y Fourier.

Marx

“MISERIA DE LA FILOSOFÍA”

En la historia del marxismo, esta obra de Marx representa la primera


exposición concreta y global de la concepción materialista de la historia o
Materialismo Histórico. Si bien en las obras anteriores, la concepción científica
sobre la sociedad y su historia habían tenido una referencia hasta cierto punto
esporádica, en Miseria de la Filosofía se presenta ya una visión de conjunto de
los orígenes, del desarrollo, de las contradicciones y de la caída futura del
régimen capitalista.

Marx critica la concepción idealista de Proudhon y nos enseña que las


relaciones sociales están íntimamente vinculadas a las fuerzas productivas, y
que la sociedad, al obtener nuevas fuerzas productivas, adquiere un nuevo
modo de producción.

Al establecer los hombres las relaciones sociales con arreglo al desarrollo


de su producción material, crean también las ideas y las categorías conforme a
sus relaciones sociales. Estas categorías no son eternas, al igual que las
relaciones a las que sirven de expresión. Son productos históricos y
transitorios.

En esta obra, Marx expuso las conclusiones a las que había llegado como
resultado de sus estudios económicos. Criticó las concepciones económicas
pequeño-burguesas de transformación pacífica del capitalismo que planteaba
Proudhon, que sustentaba la eliminación de sus aspectos "malos" y la
conservación de sus aspectos "buenos".

Proudhon sembraba ilusiones perniciosas respecto del intercambio directo


(sin dinero) de mercancía barata o gratuita, es posible eliminar la explotación y
las lacras inherentes al capitalismo, dejando intacta la propiedad privada de los
medios de producción; al igual que los economistas burgueses consideraba
inmutables y eternas las relaciones capitalistas existentes y las categorías
económicas capitalistas.

Sólo Marx, con la valentía y audacia propias de la clase obrera, fue capaz
de comprender de modo científico las tendencias del desarrollo social,
aplicando la dialéctica histórica materialista a la Economía Política y al análisis
de las contradicciones de la sociedad capitalista, ubicando el antagonismo
entre trabajo y capital; así como también, demostró que el capitalismo debe
ceder lugar a un régimen social superior: la sociedad comunista.
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En el campo de lo social, Marx logró un nuevo avance en la elaboración


de la teoría de la lucha de clases y fundamentó los principios de la táctica del
proletariado. Lenin consideraba gran mérito de Marx el haber unido la lucha
económica y la lucha política. Cuando las masas obreras pasan de
manifestaciones dispersas contra individuos burgueses, a la lucha contra toda
la clase capitalista y contra el instrumento ideológico y político de los
burgueses, el Estado, la lucha económica es convertida en lucha política.

ENGELS

ENGELS

“DIALÉCTICA DE LA NATURALEZA”

(1ª. Parte)

Esta obra de Engels, la componen escritos que datan de 1873 a 1886. Es


el resultado de la investigación filosófica, a profundidad, sobre la problemática y
la dialéctica de la naturaleza, la historia de las ciencias naturales, de mediados
del siglo XIX; de sus leyes, de los principios que sustentan su clasificación,
habiendo establecido la suya y es una crítica a las concepciones idealistas
sobre la naturaleza y su método metafísico; recalcando que el materialismo
dialéctico debe fundamentar los conocimientos de las ciencias naturales y que
éstas sólo pueden avanzar en base al materialismo dialéctico.

La obra explica de manera clara la física del universo y del mundo del ser
humano; la estructura de la materia, las causas del movimiento y la descripción
del proceso natural, desde las nebulosas, las partículas, los átomos, las
estrellas, las galaxias, astros como el Sol de nuestro sistema, planetas como la
Tierra y sus minerales y el desarrollo de la vida vegetal, animal y de la especie
humana.

Engels señala la tarea de las ciencias naturales desde la antigüedad con


Euclides y el sistema solar de Ptolomeo; la numeración decimal, los rudimentos
del álgebra, los numerales modernos de los árabes y la alquimia del medioevo
cristiano que no dejó nada, a no ser la visión inmutable de la naturaleza, la
negativa a su cambio y progreso, mientras existiera. Las ciencias naturales, tan
revolucionarias en sus inicios, se vieron frente a una visión conservadora de la
naturaleza, en la que todo seguía siendo como había sido desde el principio y
en la que todo debía continuar eternamente.

Lo cual significaría actualmente que los planetas y sus satélites, luego de


ser puestos en movimiento por el misterioso “primer impulso”, seguirían
eternamente, o hasta el fin de todas las cosas, prescritas sus elipses. Las
estrellas permanecerían eternamente fijas e inmóviles en sus sitios, en virtud
de la “gravitación universal”. La Tierra sin cambios se mantendría desde su
aparición con los mismos montes, valles y ríos, el mismo clima, la misma flora y
la misma fauna, excepción hecha de lo cambiado o trasplantado por el ser
humano. Pero la idea de la inmutabilidad absoluta de la naturaleza, ha traído
consigo incontables problemas ambientales a sectores populares,
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desprotegidos de la sociedad, que además de su pobreza vienen sintiendo el


peso del cambio climático y sus secuelas.

“DIALÉCTICA DE LA NATURALEZA”

(2ª. Parte)

Engels nos enseña que “no hay nada eterno de no ser la materia en
eterno movimiento y transformación y las leyes según las cuales se mueve y se
transforma”. Contenido de la dialéctica que la define como la ciencia del
movimiento e interconexiones. Quien lee la obra ejercita la reflexión, ensaya la
crítica y convierte en herramientas de cambio y transformación los
conocimientos irrebatibles, fácilmente verificables en sus interrelaciones
diarias.

La obra vincula la concepción materialista dialéctica de la naturaleza con


la historia de la sociedad, con el ser humano y sus aspiraciones reivindicativas,
por una vida sin opresores y oprimidos.

Al responder a preguntas ¿De dónde proviene la fuerza que diera origen a


las órbitas de los planetas? ¿Cómo surgieron las especies vegetales y
animales? ¿Y cómo surgió el ser humano?, las Ciencias Naturales, al inicio, se
limitaban a hacer responsable de todo al creador. Pero la nueva concepción
dialéctica que nos entrega la obra, nos enseña que todo lo inerte tiene
movimiento, todo lo eterno es pasajero mediante un flujo eterno y cíclico. El
devenir de la Tierra es devenir de su geología, de su medio geográfico, de su
clima, sus plantas y animales y el propio ser humano, que sometiendo a las
fuerzas de la naturaleza, ha modificado las fuerzas productivas, aumentado la
producción, pero generando, a su vez, incremento del trabajo agotador, la
miseria de las masas y el incremento de la riqueza en pocas manos. Por lo que
Engels plantea la necesidad de una organización consciente de la producción
social, con un plan, que eleve socialmente a los hombres sobre el resto del
mundo animal.

La riqueza de contenido y el carácter instructivo de las tesis de “Dialéctica


de la Naturaleza” tienen al momento plena vigencia y son un ejemplo a ser
conocido por todos los seres humanos.

Federico Engels, como científico, filósofo y revolucionario, hace extensivos


los hallazgos de la ciencia, para elevar el nivel político e ideológico de la clase
obrera y su relación con las grandes transformaciones sociales, políticas y
económicas, vinculados a la lucha de clases como motor de la historia.
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“LA GUERRA CIVIL EN FRANCIA”

(1a. Parte)

La obra “La Guerra Civil en Francia”, constituye un profundo e histórico


análisis sobre los acontecimientos ocurridos en la Comuna de París, aquel
primer intento histórico del proletariado francés por arrebatarle el poder a la
burguesía y destruir su maquinaria estatal. En ella rinde un homenaje profundo
y sincero a la clase obrera parisina, a la vez que en la teoría y en la práctica le
expresa su defensa incondicional e irrestricta, a través del Consejo General de
la Internacional y mediante los contactos directos con los dirigentes de la
Comuna de París y de otros países. El enjuiciamiento y dura crítica que Marx
realiza sobre los crímenes de la burguesía al proletariado y al pueblo con tal de
mantener sus privilegios, ha pasado a la historia como una de las denuncias
más contundentes y desgarradoras contra el sistema capitalista. Pero si bien es
trascendente la denuncia, “La Guerra Civil en Francia”, nos entrega
invalorables experiencias sobre las acciones del proletariado con cuyo primer
Estado obrero, hizo tambalear durante más de dos meses, del 28 de marzo al
28 de mayo de 1871, la dominación de la burguesía francesa, provocando el
pánico entre los explotadores de toda Europa.

La Comuna de París demostró que la burguesía sí puede ser derrotada.


En la obra se describe con todo detalle las acciones para hacer saltar el viejo
poder estatal y sustituirlo por otro nuevo y realmente democrático, con órganos
representativos y de poder para dirigir la nueva sociedad, entrelazados con la
creatividad de las masas obreras para organizar, dirigir el control y realizar la
gestión del París insurreccionado.

Esta primera tarea, significó también la abolición del ejército permanente,


sustituido por la Guardia Nacional que no era sino el pueblo en armas, como un
aporte para destruir el Estado burgués.

La Comuna se organiza mediante asambleas zonales en distritos, barrios,


y otras circunscripciones territoriales, con representantes elegidos para asuntos
judiciales, distribución de alimentos, supervisión de la producción y otras
actividades, revocables en cualquier momento y con representación al
organismo central, que dirigía todos los asuntos. Su retribución no superaba en
ningún caso el sueldo medio de un obrero cualificado, lo que suponía un
poderoso antídoto contra el arribismo y la corrupción que son consustanciales
al sistema capitalista.

Marx:
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“LA GUERRA CIVIL EN FRANCIA”

(2ª. Parte)

La Comuna de París no fue una dictadura completa del proletariado, fue si


la expresión de una organización estatal de nuevo tipo, con principios y
expresiones totalmente diferentes a la república parlamentaria de la burguesía,
que marcó los inicios de un nueva época en la lucha de clases y de la clase
obrera en particular.

Los proletarios comprendieron que para dirigir la nueva sociedad se debía


contar con recursos propios para dar satisfacción a las necesidades básicas de
las masas. Necesidad social incompatible con la propiedad privada de los
medios de producción; por ello es que toman en sus manos las principales
fuentes de creación de riqueza y las ponen al servicio de la sociedad. Con
recursos propios, la Comuna tomó medidas a favor y para ganar a la mayoría
de la pequeña burguesía de París. Prorrogó por tres años el pago de las
deudas y abolió el pago de sus intereses. Para lograr que los campesinos de
toda Francia se pusieran al lado de la Comuna, exigió que los gastos de las
guerras, pagadas por ellos hasta ese entonces, lo hicieran los capitalistas y
terratenientes. Se planteó el levantamiento de las hipotecas sobre las tierras, a
fin de evitar la ruina de millones de campesinos.

Por ello es que Marx sintetiza el significado histórico de la Comuna, en las


siguientes frases "La dominación política de los productores es incompatible
con la perpetuación de su esclavitud social", "la Comuna era la forma política al
fin descubierta para llevar a cabo dentro de ella la emancipación económica del
trabajo" y "la Comuna era la palanca para extirpar los cimientos económicos
sobre los que descansa la existencia de las clases".

Marx, en carta dirigida a Kugelman, al primer mes de la Comuna, le


escribe: “Si te fijas en el último capítulo de mi Dieciocho Brumario, verás que
digo que la próxima tentativa de la revolución francesa, no será ya, como hasta
ahora, el pasar la máquina burocrática militar de una a otra mano, sino el
destruirla y esto es esencial para toda verdadera revolución popular del
continente. Y esto es lo que están intentando nuestros heroicos camaradas del
Partido de París”.

Las acciones heroicas de los obreros de París, en algo más de dos meses
que se mantuvo la Comuna, solo pudieron dar los primeros pasos hacia la
realización de todas estas tareas. Pero esta experiencia histórica de derrocar el
capitalismo y sentar las bases para la construcción del futuro de la humanidad,
que es el comunismo, permitió a los obreros del París de la Comuna, iniciar el
camino que habría de dar sus frutos en 1917 con la gran Revolución Socialista
de Octubre.
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“EN MEMORIA DE LA COMUNA ”

V. I. Lenin

Esta publicación apareció en Rabóchaia Gazeta, en abril de 1911; a los


cuarenta años de la Comuna de París, del 18 de marzo de 1871.

Acontecimiento universal, -señala Lenin- espontáneo, sin preparación


consciente y previa, cuyas causas fueron la guerra con Alemania, la ruina de la
pequeña burguesía y la composición reaccionaria de la Asamblea. El
proletariado y sectores populares se tomaron el poder con la Guardia Nacional
y la pequeña burguesía, arrebatándolo a terratenientes y capitalistas.

Movimiento heterogéneo y confuso -dice Lenin- de patriotas, pequeños


tenderos en ruina, republicanos burgueses; temerosos de que la Asamblea
Nacional , de mayoría terrateniente, restableciera la monarquía. El papel
fundamental lo cumple el proletariado, fiel hasta el fin, junto a los artesanos de
París, receptores del mensaje propagandístico socialista, muchos de ellos
afiliados a la Internacional.

La Comuna sustituye el ejército regular y arma al pueblo; proclama la


separación de la Iglesia y el Estado; suprime sueldos pagados al clero por el
Estado; establece la educación laica; prohíbe el trabajo nocturno en las
panaderías; promulga el decreto de entrega de fábricas y talleres abandonados
o paralizados por sus dueños a las cooperativas obreras y dispone que ninguna
remuneración fuera superior al salario de un obrero.

Burgueses republicanos y pequeña burguesía se separan del movimiento,


temerosos de su carácter proletario socialista y ante su posible fracaso. “Sólo
los proletarios franceses apoyaron a su gobierno, sin temor ni desmayos, sólo
ellos lucharon y murieron por él, por la emancipación de la clase obrera”.

El fracaso -dice el autor- se produjo debido al bajo desarrollo de las


fuerzas productivas capitalistas de artesanos, campesinos, tenderos y otros. La
inexistencia de un partido obrero revolucionario y un proletariado escasamente
adiestrado, sin fuertes sindicatos y sociedades cooperativas. Y porque la
burguesía de Francia, terratenientes, corredores de bolsa y fabricantes,
grandes y pequeños ladrones, todos los explotadores, se unieron contra ella.
Los resultados de la represión fueron miles de muertos, heridos, detenidos y
deportados.

La memoria de estos luchadores -dice Lenin- “es honrada por el


proletariado de todo el mundo, porque lucharon por la emancipación de toda la
humanidad trabajadora, de todos los humillados y ofendidos”. De que “la causa
de la Comuna es la causa de la revolución social, es la causa de la completa
emancipación política y económica de los trabajadores, es la causa del
proletariado mundial. Y en este sentido es inmortal”.
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MARX - ENGELS

EL MANIFIESTO COMUNISTA

Desde que Marx y Engels empezaran conjuntamente a difundir las ideas


sobre la necesidad histórica del socialismo y la revolución proletaria, los
obreros, y entre ellos los miembros de la Liga de los Justos, estaban
convencidos que sus principios y planteamientos teóricos eran correctos. La
Liga los aprobó y pasó a llamarse Liga de los Comunistas encargándoles a
ellos la redacción de un Manifiesto con las principales ideas comunistas
adoptadas por la liga. Este propósito lo consiguieron en febrero de 1848,
exponiendo por primera vez al público el pensamiento marxista de forma
sistemática y escrita.

En el Manifiesto Comunista encontramos dos ideas vinculadas


estrechamente entre si: históricamente cada sociedad, tiene una estructura
económica que es la que origina su ideología, su concepción sobre la justicia,
el derecho, la libertad, la filosofía, la política, la moral y otras y la idea de que
en cada sociedad, excepción hecha de la comunidad primitiva, se han
producido diferentes formas de explotación del ser humano sobre el ser
humano; lo cual ha dado origen a la existencia de clases sociales y su
permanente lucha. Si los esclavos fueron explotados en la antigüedad, los
trabajadores son explotados hoy en día. De tal manera que en el Manifiesto se
demuestra que toda la historia de la humanidad, hasta hoy, es la historia de la
lucha de clases, con luchas políticas en torno al poder social y político de unas
u otras clases sociales; las clases viejas, para conservarlo y las nuevas, para
conquistarlo.

La sociedad burguesa, surgida de las entrañas de la sociedad feudal, no


ha abolido los antagonismos de clase; lo que ha hecho es crear nuevas clases,
nuevas formas de explotación y otras tantas formas de opresión, nuevas
modalidades de lucha; que han venido a sustituir a las antiguas: la burguesía y
el proletariado.

Una conclusión trascendente que se obtiene al leer y estudiar el


Manifiesto es de que los comunistas, ayer y hoy tenemos la obligación de
expresar en publico y sin vacilaciones, nuestras ideas, aspiraciones y programa
de gobierno, para la construcción del socialismo y el comunismo, dejando atrás
la leyenda del fantasma comunista, mediante la tarea práctica de educar y
organizar a las masas de trabajadores, campesinos y pueblos del Ecuador.

La burguesía no sólo forja las armas que han de provocarle la muerte,


sino que además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas: estos
hombres son los proletarios.

De todas las clases que hoy en día se enfrentan con la burguesía, no hay
más que una verdaderamente revolucionaria: el proletariado.
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Hasta ahora, todos los movimientos sociales, habían sido movimientos


desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento
proletario es el movimiento autónomo de la inmensa mayoría, en interés de una
mayoría inmensa.

Marx

“El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte”

Esta obra escrita en 1852, constituye un importante legado de


experiencias revolucionarias que Marx sistematizó como una de sus más
importantes tareas teóricas, concluidos los sucesos revolucionarios de Francia,
entre 1848 y1851, conjuntamente con su otra obra “La lucha de clases en
Francia”. Experiencias que nos ayudan a comprender los acontecimientos de
Europa mediante un tratamiento científico de la historia y a testimoniar que el
marxismo, como doctrina viva y creadora, se elaboró y desarrolló en medio de
la práctica revolucionaria.

En su prólogo a la tercera edición de El 18 Brumario de Luis Bonaparte,


Engels puntualiza que Marx descubrió la ley de la lucha de clases evidenciada,
como el enfrentamiento político, religioso, filosófico o ideológico, entre clases
sociales y condicionadas por el grado de desarrollo en su situación económica
según el cambiante modo de producción en el que viven.

Refiriéndose al viejo mecanismo del Estado, Marx en El 18 Brumario de


Luis Bonaparte, concluyó que todas las revoluciones lo perfeccionaban en vez
de destruirlo. Posteriormente Lenin sobre esta conclusión escribirá: “La
conclusión a que se llega es exacta y precisa en grado superlativo,
prácticamente tangible: todas las revoluciones anteriores perfeccionaron la
máquina del Estado, pero lo que hace falta es romperla, destruirla”.

Conclusión fundamental que reafirma el carácter revolucionario, de


principios y de actualidad del Marxismo sobre su teoría del Estado. Otra de las
conclusiones a las que llega Marx en esta obra es el de la relación entre el
proletariado y el carácter de aliado en que se ubica el campesinado, cuando
históricamente éste llega a comprender bien sus intereses.

En suma esta obra, una de las más importantes del Marxismo, reafirma a
través de su práctica que en el desarrollo de las sociedades y sus
acontecimientos, la lucha de clases es una constante histórica que conduce a
la revolución proletaria y a la dictadura del proletariado; que la existencia de los
partidos políticos es por su naturaleza una necesidad de las clases sociales por
sus intereses de clase; así como la esencia misma del bonapartismo y su
incidencia en la historia de Francia y de Europa.

Recordemos que en este espacio de tiempo se sucedieron


acontecimientos que causaron un daño irreparable a la Liga de los Comunistas
que se constituyó en la primera organización política encargada de unir al
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movimiento obrero con el socialismo, en el marco de la lucha de Marx y Engels


por fundar un partido proletario.

La Liga dejaba de existir, a mediados de noviembre de 1852 en que por


sugerencia de Marx se declaró disuelta.

DE FEDERICO ENGELS

FEDERICO ENGELS

“PRINCIPIOS DEL COMUNISMO”

(1ª. Parte)

Esta didáctica y significativa obra "Principios del Comunismo”, de Federico


Engels, realizada entre octubre y noviembre de 1847, fue en un inicio un
proyecto de programa de la Liga de los Comunistas, escrita en París y por
encargo de su Comité Comarcal. Posteriormente cuando Marx y Engels
recibieron la tarea histórica de redactar el Manifiesto del Partido Comunista,
utilizaron las tesis expuestas por Engels en estos "Principios del comunismo".

Son veinticinco preguntas y respuestas que nos enteran desde el


significado del comunismo, como doctrina de la liberación del proletariado
hasta la actitud de los comunistas hacia los demás partidos políticos de aquella
época; nos da a conocer las características del proletariado, como clase
surgida con la revolución industrial en Inglaterra, con la máquina de vapor,
máquinas de hilar, el telar mecánico y otros avances técnicos que
transformaron el feudalismo en capitalismo y permitieron el aparecimiento de la
burguesía.

Es un recuento histórico sobre las condiciones de vida de las clases


trabajadoras en las diferentes fases de desarrollo de la sociedad. En la
antigüedad, los esclavos; en la Edad Media los siervos, los oficiales artesanos,
al servicio de la pequeña burguesía y los obreros de manufactura. Se establece
la diferencia entre el proletario y el esclavo; del siervo con el proletario. Nos da
a conocer las consecuencias directas de la revolución industrial, de la división
de la sociedad en burgueses y proletarios y de las crisis comerciales que se
repiten regularmente.

En "Principios del comunismo”, se prueba que todos los males se deben al


régimen social, que ya no responde a las condiciones existentes y que el nuevo
orden, la administración de la industria y de todas las ramas de la producción,
pasarán a manos y a la administración de toda la sociedad, que suprimirá la
competencia y la propiedad privada -que no ha existido siempre- para ser
sustituidas con la asociación y el usufructo colectivo, mediante la comunidad de
bienes.
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“PRINCIPIOS DEL COMUNISMO”

(2ª. Parte)

"Principios del comunismo” nos enseña que desear que la propiedad


privada fuera destruida pacíficamente es imposible por la misma violencia del
sistema y de la burguesía. La revolución del proletariado, transformará
paulatinamente la sociedad, estableciendo un régimen democrático y medidas
concretas: restricción de la propiedad privada, expropiaciones graduales de los
grandes propietarios, confiscación de bienes de los emigrados, organización
del trabajo, formación de ejércitos industriales, centralización de créditos y la
banca a través del Banco Nacional, cierre de todos los bancos privados, cultivo
de todas las tierras que están sin labrar; educación de todos los niños a cargo
del Estado y en vinculación con el trabajo fabril; igualdad de derecho de
herencia para los hijos legítimos y los naturales; concentración de todos los
medios de transporte en manos de la nación.

Finalmente, cuando todo el capital, toda la producción y todo el cambio


estén concentrados en las manos de la nación, la propiedad privada dejará de
existir de por sí, el dinero se hará superfluo, la producción aumentará y los
hombres cambiarán tanto que se podrán suprimir también las últimas formas de
relaciones de la vieja sociedad.

Las consecuencias de la supresión definitiva de la propiedad privada


serán: la explotación a los trabajadores; la desaparición de las crisis; la
producción ampliada, para satisfacer las demandas de todos los miembros de
la sociedad; la gran industria, sin la propiedad privada, brindará a la sociedad
suficiente cantidad de productos para satisfacer las necesidades de todos; la
agricultura, tendrá un nuevo auge y ofrecerá a disposición de la sociedad una
cantidad suficiente de productos; la distribución cubrirá las necesidades de
todos sus miembros. La división de la sociedad en clases distintas y
antagónicas, será incluso incompatible con el nuevo régimen social. La
educación permitirá a los jóvenes asimilar en la práctica todo el sistema de
producción y pasar de una rama de la producción a otra, según las
necesidades de la sociedad o sus propias inclinaciones. La sociedad
organizada sobre bases comunistas dará a sus miembros la posibilidad de
emplear en todos los aspectos sus facultades desarrolladas universalmente y
desaparecerán las diversas clases y la oposición entre la ciudad y el campo.
Las relaciones entre los sexos tendrán un carácter puramente privado. Se
destruyen las dos bases del matrimonio actual: la ligada a la propiedad privada
con la dependencia de la mujer respecto del hombre y la dependencia de los
hijos respecto de los padres. La prostitución como expresión de la propiedad
privada, desaparecerá junto con ella.

Marx:
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EL CAPITAL

(1ª. Parte)

Esta inmortal obra de Marx, resultado de una larga como fructífera labor
intelectual de 25 años de intensas investigaciones, fue publicada en 1867. Su
primer tomo fue terminado en condiciones económicas muy difíciles para Marx.
A la par que realizaba su redacción con intensos estudios teóricos, su trabajo
práctico de revolucionario consistía en dirigir la Internacional Comunista. En
uno de los momentos duros de entonces, Marx, pidiendo una nueva ayuda a
Engels, le escribía: “Te aseguro, me sería menos doloroso dejar que me
cortasen el dedo pulgar que dirigirme a tí con la presente. Me desespera
pensar que la mitad de mi vida me encuentro en dependencia. Lo único que me
conforta es la conciencia de que trabajamos a prorrata, dedicando yo mi tiempo
al aspecto teórico de nuestra empresa y a la labor partidista”.

El 27 de marzo de 1867 Marx informó a Engels, su entrañable amigo y


compañero de lucha, que había concluido el manuscrito del primer tomo y se
proponía llevarlo a Hamburgo para editarlo y el 16 de agosto le daba a conocer
que había terminado de corregir el último pliego de El Capital y mandado
también a la editorial el prefacio.

La edición del primer tomo de El Capital a más de constituirse en un


extraordinario acontecimiento en la vida de Marx y Engels, fue también de
trascendencia histórico-mundial para el movimiento obrero y para el desarrollo
de la teoría revolucionaria del proletariado. Hay que recordar la opinión de
Engels quien resaltando la publicación de El Capital señaló que desde el
aparecimiento del capitalismo con obreros y capitalistas, no se ha publicado un
solo libro que tenga para los obreros la importancia de éste.

En esta obra inmortal, igual se combinan el rigor científico con la


vehemencia revolucionaria; la más clara objetividad, con el profundo y
consecuente partidismo y en la que la dialéctica materialista es el poderoso e
implacable instrumento metodológico para producir una revolución en la
economía política.

El primer defecto de toda la economía política burguesa consistía en que


hasta sus figuras de mayor relieve -Adam Smith y David Ricardo- tenían por
perpetuas e invariables las leyes económicas de la sociedad burguesa,
conceptuando esta última como régimen económico natural y adecuado a la
naturaleza humana. Con ello impedían que se realizasen estudios científicos
objetivos de la sociedad capitalista. Sólo el ideólogo del proletariado, la clase
libre de la miopía y de los prejuicios egoístas de las clases explotadoras, pudo
desentrañar las leyes objetivas que rigen el desarrollo del capitalismo, pudo
investigar los orígenes, el apogeo y la decadencia de la sociedad capitalista y
demostrar que su existencia era pasajera y tenía sus límites históricos.

FEDERICO ENGELS
15

Marx

EL CAPITAL

(2ª. Parte)

Marx muestra en El Capital, a la faz del mundo, que todas las lacras del
capitalismo, como la anarquía de la producción, las crisis, el desempleo, la
depauperación del proletariado, la ruina de la pequeña burguesía urbana y del
campesinado, se deben a la contradicción fundamental de este sistema de
explotación: entre el carácter social de la producción y la forma capitalista
privada de su apropiación.

Marx en el Capital descubre la plusvalía, como ley económica


fundamental del capitalismo que resume la esencia de su producción y se
convierte en columna irrebatible de su doctrina económica. De esta manera
quedaba científicamente demostrado, que la fuente común de enriquecimiento
de los capitalistas, sin trabajar, como la ganancia, la renta de la tierra, y otras,
es el trabajo no pagado al obrero, la plusvalía. Mediante esta, puso en
evidencia la explotación capitalista y fundamentó el por qué del antagonismo
entre el proletariado y la burguesía. Otro de los extraordinarios descubrimientos
de Marx, es la ley general de acumulación capitalista, según la cual este
antagonismo va profundizándose y que en la sociedad capitalista no sólo se
gestan las premisas materiales de la revolución socialista, sino también se
constituye la fuerza social que realizará la revolución proletaria, implantará la
dictadura del proletariado y destruirá la maquinaria estatal burguesa, acabando
para siempre con toda forma de explotación.

En el Capital los obreros llegan a comprender el carácter irreversible de la


histórica desaparición del capitalismo y del triunfo de la sociedad comunista.
Con El Capital, el Marxismo dio un gigantesco adelanto en el desarrollo de
todas sus partes: la economía política, la filosofía y el socialismo.

Frente al Capital, la burguesía con sus reorizaciones fue incapaz de


rebatirlo, prefiriendo silenciar su publicación. Para romper el silencio sepulcral
de la prensa burguesa, Engels a la par que insertaba reseñas de divulgación
para los trabajadores y público en general, publicaba también a través de
terceros, simpatizantes con el movimiento obrero, en diarios burgueses críticas
con habilidad sorprendente para informar a los lectores de los conceptos de
Marx de modo que quedaban con la impresión de que la razón la tenía Marx y
no el autor que le criticaba.
16

“EL ORIGEN DE LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL


ESTADO”

1ª.Parte

De esta obra aparecida hacia 1884, V.I.Lenin dijo que es “una de las
obras fundamentales del socialismo moderno, en la que cada frase se puede
mirar con confianza, con la confianza de que cada frase no ha sido escrita por
escribir algo, sino a base de un material histórico y político”. En la obra, Engels
desenmascara la pretensión de la burguesía de santificar y elevar a los altares
la categoría de instituciones “naturales” y eternas, de la familia, la propiedad
privada y el Estado burgueses.

En cuanto al Estado, luego de enjuiciar el proceso que hizo posible su


aparecimiento, sostiene que: “Es más un producto de la sociedad cuando llega
a un grado de desarrollo determinado; es la confesión de que esa sociedad se
pone en una irremediable contradicción…Pero a fin de que las clases
antagónicas de opuestos intereses económicos, no se consuman a si mismas y
a la sociedad con luchas estériles, hácese necesario un poder que domine
ostensiblemente a la sociedad y se encargue de dirimir el conflicto o
mantenerlo dentro de los límites del orden. Y ese poder nacido de la sociedad,
pero que se pone por encima de ella, y se le hace cada vez más extraño, es el
Estado”.

La base teórica de esta obra de F.Engels, son las notas críticas de Marx
sobre la obra del etnógrafo norteamericano Lewis Henry Morgan, “La sociedad
antigua”, en la que éste último descubrió la gens como base de la organización
social en la sociedad primitiva y de que la gens matriarcal, precedió a la gens
patriarcal, propinando un golpe mortal a las tesis burguesas de que la familia es
la célula primitiva de la sociedad, de que de ésta surgió la tribu. Este
descubrimiento de Morgan lo dijo Engels ”… tiene para la historia primitiva la
misma importancia que la teoría de la evolución de Darwin para la biología, y
que la teoría de la plusvalía, enunciada por Marx, para la economía política”.

Sin embargo la limitación de Morgan estuvo en que no realizó un análisis


dialéctico del desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de
producción de la sociedad antigua, tarea histórica científica que la cubrió
Engels en la obra que comentamos. Por ello es que Engels en carta dirigida a
Kautsky, el 26 de abril de 1884, le diría: ”Habría sido absurdo limitarse a
exponer “objetivamente” a Morgan sin interpretarlo críticamente y, al utilizar los
nuevos resultados conseguidos, no exponerlos en relación con nuestras
concepciones y con las conclusiones ya obtenidas. Esto no habría dado nada a
nuestros obreros”.
17

"ESTUDIO CRÍTICO SOBRE LA ECONOMÍA POLÍTICA"

Es una de las primeras obras escritas por Federico Engels. En ella


caracteriza a la economía política burguesa como "La ciencia del
enriquecimiento". En su resumen sobre la historia de la economía política,
refiriéndose al mercantilismo, a las doctrinas de Adam Smith, David Ricardo,
Thomas Malthus y otros, concluye que "cuanto más próximos están los
economistas a nuestro tiempo, más lejos se hallan de la honradez", verdad que
subsiste hasta nuestros días, en que los economistas burgueses deforman las
relaciones económicas para beneficio deshonesto de burgueses y del
imperialismo.

Marx la calificó como obra genial que da inicio al estudio crítico de la


economía política burguesa y del capitalismo. Categorías como: propiedad
privada, competencia, valor y precio, salario, capital, crisis, monopolios y otras,
son analizadas desde la óptica de clase del proletariado. La propiedad privada
se fue constituyendo, luego de la etapa de la comunidad primitiva, en un hilo
que ha ensartado la producción y el comercio, denominado por Engels engaño
legalizado, que actuando en la arena de la competencia, es lucha cruel entre
propietarios privados. Definiciones como "riqueza nacional" y "economía
nacional", pierden sentido mientras exista propiedad privada y clases sociales,
ya que son riqueza atesorada por las clases dominantes y no por toda la
sociedad. Mientras exista propiedad privada, en las sociedades, habrá
alternabilidad entre expansión y crisis, superproducción y estancamiento;
creación de superabundancia en un polo y miseria y hambre en el otro, como
base de las crisis económicas.

La propiedad privada también está presente -según Engels- cuando el


capitalista usurpa al obrero su fuerza de trabajo, la tierra a los trabajadores por
el terrateniente; es decir, cuando hay explotación por los propietarios de los
medios de producción; la misma que sólo acabará, cuando la propiedad
privada sea eliminada. Engels establece una relación directa entre el valor, la
propiedad privada y la competencia, señalando el carácter transitorio del valor,
planteamiento distinto al de David Ricardo, economista burgués, que lo
consideraba como eterno.

Para Engels la competencia surge con la propiedad privada, como la


guerra de todos contra todos, en beneficio del capital y sus participantes,
capitalistas y terratenientes y por conservar y aumentar sus bienes y en la que
triunfan los más fuertes. Competencia también entre obreros porque el salario
depende de ella.

Engels se anticipa al aparecimiento de los monopolios, causantes de


miseria y desempleo y cuestiona a los economistas burgueses que no admitían
el vínculo entre monopolios y competencia. La competencia -según Engels- se
transforma en monopolio, incapaz de detenerla, por su propia naturaleza y
porque es el que la origina. Cuestiona la tesis de Thomas Malthus, de que las
calamidades de las masas populares eran consecuencia de las leyes de la
18

naturaleza. Señala que "La fuerza productiva que tiene la humanidad a su


disposición es ilimitada. La fertilidad de la tierra puede elevarse hasta el infinito
mediante la aplicación del capital, el trabajo y la ciencia."

En conclusión, Engels plantea que las causas de los procesos


económicos y los problemas del capitalismo, como la opresión y explotación
capitalistas, las contradicciones irreconciliables de clases; así como la
inevitabilidad de las crisis económicas, hay que encontrarlos en el carácter
transitorio del capitalismo y de la propiedad privada

EL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN RUSIA

V.I.Lenin

Esta obra de singular importancia histórica, fue concluida por Lenin en


febrero de 1899, durante su destierro en la aldea de Shúshenskoie, en la
helada Siberia, constituyéndose en un extraordinario ejemplo de aplicación de
los principios del marxismo a la realidad de Rusia de las dos últimas décadas
del siglo XIX y un desarrollo de las ideas fundamentales de El Capital.

La obra marcó un giro en el estudio de la Economía Política en su lucha


contra el viejo sistema económico y político y por la creación del partido
bolchevique.

Con esta obra, Lenin, destruye las posiciones ideológicas del populismo;
marca una continuación del estudio aparecido como artículo sobre “Los nuevos
desplazamientos económicos en la vida campesina”, el informe “A propósito del
llamado problema de los mercados” y de los artículos sobre el romanticismo
económico. Hay una vinculación estrecha con las obras anteriores en lo relativo
al punto inicial entre el análisis de la economía mercantil simple y la capitalista.

En la preparación de esta obra Lenin utilizó más de seiscientos libros y


materiales de primera mano, habiendo concluido el borrador del manuscrito en
agosto de 1898, y la redacción definitiva, a principios de 1899. Cada capítulo
de la obra fue discutido por los socialdemócratas deportados en el distrito de
Minusinsk.

En el primer capítulo se analizan los errores teóricos de los economistas


populistas y Lenin expone la teoría de Marx. Los tres capítulos siguientes se
refieren a la evolución de la agricultura; el quinto, sexto y séptimo los dedica a
exponer los procesos de desarrollo de la industria. El octavo y el último se
refieren a la creación de un mercado interno en Rusia.

Cada capítulo implica una exposición, defensa y desarrollo del marxismo,


en los que es muy claro su método analítico diferente de la concepción
populista. Si los populistas iniciaban sus divagaciones por el problema del
mercado; Lenin lo hace por la división social del trabajo, demostrando que el
problema del mercado interior no es un asunto independiente que pueda
desligarse del nivel de desarrollo del capitalismo. Lenin parte de la economía
19

mercantil simple, para seguir, paso a paso, hasta la economía capitalista,


advirtiendo que la base de la economía mercantil es la división social del
trabajo.

A medida que evoluciona la producción mercantil van separándose de la


agricultura las diversas formas de elaboración de la materia prima, las mismas
que se transforman, gradualmente, en ramas de la industria que producen
mercancías. La producción agrícola, a su vez, se convierte también en
industria, como rama de la economía productora de mercancías, diferente a la
economía natural, que producía valores de uso para una unidad económica
determinada: la familia campesina, la comunidad rural o la hacienda feudal,
trasformando los productos agrícolas en el propio seno de aquellas economías.

EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN

Lenin

(1ª. Parte)

Esta obra fue escrita en momentos en que las fuerzas revolucionarias se


aprestaban a tomar el poder para instaurar el socialismo en Rusia. En ella,
Lenin, no solo que fundamenta la concepción marxista sobre el Estado; sino
que defiende la teoría de la dictadura del proletariado, entregando significativos
aportes para su mejor comprensión y aplicabilidad.

Su mérito histórico consiste en haber recuperado el valor de la doctrina de


Marx y Engels sobre el Estado, destacando las condiciones de su nacimiento y
papel histórico en las sociedades de clase con sus contradicciones
inconciliables y como instrumento de explotación sobre las clases oprimidas.

Frente a las adulteraciones que los revisionistas hicieron de la doctrina de


Marx y Engels sobre el Estado y la revolución, Lenin se remitió a sus obras y
opiniones, desde “Miseria de la filosofía”, el “Manifiesto del Partido Comunista”,
hasta las declaraciones de Engels luego del fallecimiento de Marx, donde
ratifica la necesidad de que el proletariado destruya la sociedad burguesa y
establezca su propio poder y Estado, para edificar la sociedad socialista que
elimine las clases como premisa para la posterior supresión del propio Estado.

Al igual que Marx y Engels, Lenin concibe al Estado como un instrumento


de dominación y opresión de la burguesía asociada a los monopolios y al
capital financiero, y en que el capitalismo monopolista se convierte en
capitalismo monopolista de Estado, agudizándose las contradicciones de clase
y siendo inevitable la revolución proletaria.

Lenin explica que el papel revolucionario de la clase obrera para destruir


el capitalismo y crear la sociedad socialista, obedece a la situación que ella
vive en el capitalismo y su participación en la gran producción; lo que le permite
ser jefe de las masas trabajadoras y explotadas, aplastar la resistencia de la
burguesía y organizar el nuevo régimen económico.
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21

"EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN"

Lenin

(2ª. Parte)

Lenin llegó a la comprensión de que la transición al socialismo abarcaba


toda una época en que "... la guerra civil del proletariado contra la burguesía en
los países avanzados se une a toda una serie de movimientos democráticos y
revolucionarios, comprendidos los movimientos de liberación nacional, en las
naciones poco desarrolladas, atrasadas y oprimidas".

Dio a conocer las varias posibilidades que tendría la humanidad, para ir


del imperialismo a la revolución socialista: "Todas las naciones llegarán al
socialismo, esto es inevitable, pero todas llegarán de modo diferente, cada una
aportará cierta originalidad en tal o cual forma de la democracia, en tal o cual
variedad de la dictadura del proletariado, en tal o cual ritmo en las
trasformaciones socialistas de diversos aspectos de la vida social."

Lenin nos explica además la inevitabilidad de la dictadura del proletariado,


las dos fases de la sociedad comunista: socializados los medios de producción
como propiedad común en el socialismo este es ya el comunismo, pero
incompleto; no es totalmente maduro desde la óptica económica y no se ha
liberado de las tradiciones y rezagos del capitalismo.

Las premisas económicas del socialismo se crean bajo el capitalismo:


millones de trabajadores se "instruyen y se disciplinan" en las grandes fábricas,
en el comercio, en los bancos, en los ferrocarriles, en correos... De tal forma
que al pasar los medios de producción a propiedad social, los trabajadores
pueden reemplazar a los capitalistas derrocados y a sus funcionarios en la
tarea de controlar la producción, el cambio, el cálculo del trabajo y de los
productos.

Lenin subrayó en varias oportunidades su idea fundamental de que bajo el


socialismo se establece la igualdad con respecto a la posesión de los medios
de producción, pero señaló la conveniencia de distinguir la igualdad auténtica
de la igualdad formal.

Durante la primera fase de la sociedad comunista subsisten restos de lo


viejo en lo nuevo; por ejemplo; se conserva el derecho burgués respecto de la
distribución de los artículos de consumo aunque la propiedad de los grandes
medios de producción es socialista. El paso de la igualdad formal a la real
implica la realización del principio: "de cada cual según su capacidad; a cada
cual según sus necesidades".
22

EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN

Lenin

(3ª. Parte)

En 1917, antes de la revolución de octubre, Lenin no consideraba posible


definir ni adoptar las medidas prácticas para llevar a cabo la transición del
socialismo al comunismo. Las formas de los Estados burgueses son muy
distintas, pero, a la postre, todas ellas representan obligatoriamente la
dictadura de la burguesía.

En vísperas de la Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917, Lenin


presentó un amplio y detallado programa de creación del Estado proletario,
determinando, simultáneamente, las premisas económicas para la extinción del
Estado. Marx y Engels probaron que el capitalismo había de ser suplantado
inevitablemente por el comunismo y trazaron los principios generales de la
futura sociedad. Sin embargo, no pudieron describirla detalladamente, pues no
podían hacer "... el más leve intento de fabricar utopías, de hacer conjeturas
respecto de cosas que no es posible conocer". Con su defensa de la doctrina
marxista sobre el Estado y sobre la dictadura del proletariado, Lenin pertrechó
a los trabajadores de Rusia y del mundo entero con una doctrina avanzada que
ofrece las bases teóricas de la eliminación del viejo mundo capitalista y de la
edificación de la sociedad comunista, que promete un futuro radiante para toda
la humanidad.

Con el descubrimiento de la ley del desarrollo desigual, político y


económico, de los países capitalistas en la época del imperialismo y con su
tesis sobre la posibilidad de la victoria del socialismo primeramente en un país,
Lenin amplió en gran escala la interpretación del proceso histórico del paso del
capitalismo al socialismo mediante la dictadura del proletariado. La desigualdad
del desarrollo político y económico de los países implica, por ley natural,
peculiaridades específicas del paso de los distintos países al socialismo.
23

“LA DICTADURA DEL PROLETARIADO”

J.V.Stalin

Este trabajo forma parte de “Los Fundamentos del Leninismo”. En él Stalin


analiza tres cuestiones de la dictadura del proletariado: como instrumento de la
revolución proletaria; como dominación del proletariado sobre la burguesía; y,
el Poder Soviético como su forma estatal.

En la primera Stalin señala que la dictadura del proletariado es el


contenido fundamental de la revolución proletaria, su instrumento para aplastar
la resistencia de los explotadores derribados, consolidar las conquistas
logradas y llevar a término la revolución y el socialismo.

Stalin añade el planteamiento de Lenin de que "la dictadura del


proletariado es una lucha tenaz, cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar
y económica, pedagógica y administrativa, contra las fuerzas y las tradiciones
de la vieja sociedad".

En la segunda Stalin señala que la dictadura del proletariado no es un


cambio de personas o de "gabinete" en el gobierno, o de gobierno que deja
intacto el viejo orden económico y político, sino un Estado nuevo, con
organismos de Poder centrales y locales surgido de las ruinas del Estado
burgués, de su destrucción, una vez derrocada la burguesía, con la
expropiación a los capitalistas y terratenientes y la socialización de los
fundamentales instrumentos y medios de producción, con la revolución violenta
del proletariado.

En la dictadura del proletariado, a diferencia de la dictadura de la


burguesía, se ejerce una autentica democracia para los trabajadores y los
pueblos, pero, se aplica con rigor el poder de la de la mayoría explotada sobre
la minoría explotadora. En ella no hay "plena" democracia para todos, para los
ricos y para los pobres, porque la igualdad entre explotados y explotadores es
imposible.

En la tercera cuestión Stalin señala que el Poder Soviético está en los


soviets, como organizaciones del proletariado, de los obreros, de los oprimidos
y explotados, campesinos, soldados y marinos y que le permite al proletariado
como vanguardia, ejercer con sencillez y plenitud la dirección política, la
insurrección de las masas y, con capacidad, destruir la omnipotencia del capital
financiero y de sus apéndices políticos.

Organización estatal, distinta de la vieja forma democrático-burguesa y


parlamentaria, en condiciones de preparar la extinción del Estado, en la
sociedad comunista sin Estado.

FEDERICO ENGELS
24

“EL CARACTER INTERNACIONAL DE LA REVOLUCION DE


OCTUBRE”

J. V. Stalin

Trabajo publicado el 6 y el 7 de noviembre de 1927 en el número 255 de


Pravda. Stalin señala a la Revolución de Octubre no como un hecho
revolucionario nacional, sino internacional, como viraje radical en la historia,
con el paso del capitalismo al socialismo.

A diferencia de las revoluciones de los esclavos; las sublevaciones de los


siervos; las revoluciones de Inglaterra, Francia y Alemania; la de Octubre se
distingue por la supresión de toda clase de explotación y la instauración de la
dictadura del proletariado.

Es un cambio radical en los destinos del capitalismo, la liberación del


proletariado, sus métodos de lucha, formas de organización, modo de vida,
tradiciones, cultura e ideología de las masas explotadas del mundo. Por eso es
una revolución internacional y mundial.

La Revolución de Octubre inició la época de las revoluciones proletarias


en la etapa del imperialismo, quitando a los terratenientes y capitalistas los
instrumentos y medios de producción, convirtiéndolos en propiedad social.
Destruyó la máquina del Estado burgués y entregó el Poder a los Soviets. La
Revolución de Octubre además de destruir lo viejo (lo burgués), emprendió la
edificación de lo nuevo (de lo socialista), demostrando que el proletariado
puede gobernar sin burguesía.

Uno de los resultados más importantes de la Revolución de Octubre es


haber demostrando la posibilidad de la alianza fraternal entre los obreros y
campesinos sobre los principios de voluntariedad y de internacionalismo.

La primera dictadura proletaria, causó una herida de muerte al capitalismo


mundial, que jamás recobrará el "equilibrio" y la "estabilidad" que tenía antes
de Octubre.

La historia se repite, -señala Stalin- aunque sobre bases nuevas. En la


caída del feudalismo, "jacobino" provocaba horror y repugnancia, en los
aristócratas; en la época de la caída del capitalismo, "bolchevique" provoca
horror y repugnancia en la burguesía de todos los países.

El odio a los jacobinos no salvó al feudalismo del derrumbamiento, el odio


a los bolcheviques no salvará tampoco al capitalismo de su caída inevitable.
Representa, por tanto, el triunfo del marxismo sobre el reformismo, el triunfo del
leninismo sobre el social democratismo, el triunfo de la III Internacional sobre la
II Internacional.

Entre la socialdemocracia y el marxismo se ha abierto un abismo. Desde


ahora, el único portador y baluarte del marxismo es el leninismo, el comunismo.
25

“MATERIALISMO Y EMPIRIOCRITICISMO”

Es la principal obra filosófica de Vladímir Ilich Lenin, escrita a los inicios


del siglo XX, año 1908; en el período inmediato a la derrota de la primera
revolución rusa de 1905-1907, en que la defensa del materialismo dialéctico e
histórico, constituía una tarea prioritaria y necesidad impostergable de los
marxistas, frente los ataques del revisionismo de los denominados “machistas”
rusos, su filosofía reaccionaria empiriocriticista, “agnóstica”, idealista y
subjetiva; contenida en las teorías idealistas de Mach, Avenarius y otros, de los
machistas rusos, como Bazárov, Bogdánov, con su Empiriomonismo,
Lushkiévich, con su Empiriosimbolismo y otros. La obra nos remite a las
fuentes ideológicas del empiriocriticismo en la evolución de la ideología
burguesa, con Kant, Hume y Berkeley.

Lenin en su obra pone al descubierto las verdaderas relaciones entre


empiriocriticismo y ciencia natural, aclarando que el empiriocriticismo influía
negativamente sobre el desarrollo de esta última, mediante las posiciones
vacilantes e idealistas de varios físicos, consecuencia de la crisis de la física de
fines del siglo XIX y principios del XX.

Lenin, a su vez, descubre las raíces sociales y el papel de clase de la


filosofía machista y de acuerdo a la línea del espíritu de partido de la filosofía,
evidencia la pretensión de los machistas y de la filosofía positivista, en general,
de elevarse por encima del materialismo y del idealismo, demostrando que el
empiriocriticismo está al servicio de las fuerzas reaccionarias y la religión, que
es hostil a la ciencia y al progreso.

En “Materialismo y empiriocriticismo”, Lenin desarrolla las categorías de la


filosofía marxista como materia, experiencia, tiempo y espacio, causalidad,
libertad y necesidad. En la teoría marxista del conocimiento desarrolla la teoría
del reflejo, el papel de la práctica en la cognición, el lugar y el papel de las
sensaciones en el conocimiento, la verdad objetiva y la relación entre verdad
absoluta y relativa y las cuestiones fundamentales del materialismo histórico.
Nos da a conocer los descubrimientos de fines del siglo XIX y comienzos del
XX en física, marcando una revolución en la ciencia natural; confirma y
generaliza los principios del materialismo dialéctico, permitiéndole encontrar el
camino para salir a aquella de su crisis y de modo convincente nos demuestra
que la dialéctica materialista es su único método.

“Materialismo y empiriocriticismo”, sigue siendo, hoy en día, un arma


ideológica en la lucha contra la filosofía burguesa y el revisionismo y es un
modelo en el cual debemos encontrar el desarrollo creador de la filosofía
marxista, como ejemplo de espíritu comunista de principio y consecuencia en
las cuestiones teóricas.
26

"LAS DOS TÁCTICAS DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN LA


REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA"

(1ª.Parte).

Esta histórica obra de V.I.Lenin, vio la luz del pensamiento político en julio
de 1905, a los dos meses del III Congreso del Partido. Constituye la crítica más
representativa a la política menchevique y el sustento más significativo de la
táctica bolchevique. Pero, Lenin no solo examina los problemas tácticos del
periodo de la revolución democrático burguesa, sino que, al realizar la crítica a
los mencheviques, analiza al desnudo, el oportunismo internacional y, al
fundamentar la táctica marxista en el periodo de la revolución burguesa y las
diferencias entre ésta y la revolución socialista, explica, desde una concepción
marxista, el período de transición entre los dos tipos de revoluciones, la
burguesa y la socialista.

Estas tesis tácticas se resumen en lo siguiente:

• El proletariado puede y debe ser el jefe de la revolución democrático


burguesa en Rusia, como una revolución popular de todo el pueblo, de la clase
obrera y de todos los campesinos. Esta podía tener dos desenlaces: el
derrocamiento completo del zarismo, para instaurar la república democrática o,
el arreglo entre el zar y la burguesía a costa del pueblo, si la revolución carecía
de fuerza, con una caricatura constitucional. • Pero para que el proletariado
dirija la revolución, se convierta en jefe, tienen que darse, por lo menos, dos
condiciones: que cuente con los campesinos como aliados y que la burguesía
liberal, en pugna con el proletariado por dirigir la revolución, sea eliminada y
aislada porque no puede haber dos dirigentes de la revolución.

El medio para derrocar el zarismo y conquistar la república democrática,


era la insurrección armada victoriosa del pueblo. Bajo las siguientes consignas:

• Empleo de las "huelgas políticas de masas, al comienzo y en el mismo


trayecto de la insurrección". • • Implantación inmediata, por la vía
revolucionaria, de la jornada de 8 horas. • • Organización de Comités
campesinos revolucionarios para implantar, todos los cambios democráticos,
hasta la confiscación de las tierras de los terratenientes. • • Armamento del
proletariado. • La insurrección victoriosa del pueblo, sustituiría el gobierno
zarista por un gobierno provisional revolucionario, que afianzaría las conquistas
de la revolución. Sería la dictadura de las clases victoriosas, de los obreros y
los campesinos, apoyada en la fuerza de las armas. Pero no sería una
dictadura socialista, sino una dictadura democrática.

LAS DOS TÁCTICAS DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN LA


REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA

V.I. Lenin
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(2ª. Parte)

Inmediatamente después de conseguidos los objetivos democráticos, el


proletariado y las demás masas explotadas, empezarían la lucha por la
revolución socialista, de manera ininterrumpida; para lo cual la
socialdemocracia debía tomar las medidas encaminadas a este objetivo.

Por ello es que Lenin señalaba, "De la revolución democrática


comenzaremos a pasar inmediatamente, en la medida de nuestras fuerzas, de
las fuerzas del proletariado consciente y organizado, a la revolución socialista.
Nosotros somos partidarios de la revolución ininterrumpida. No nos
quedaremos a mitad de camino".

Este punto de vista, se constituía en un invalorable aporte de Lenin ante el


problema de las relaciones entre la revolución burguesa y la revolución
socialista, es, en esencia, la teoría marxista de la transformación de la
revolución democrático burguesa en revolución socialista.

La hegemonía del proletariado en la revolución burguesa -según esta


teoría- mediante la alianza del proletariado y de los campesinos, debía
convertirse gradualmente en la hegemonía del proletariado en la revolución
socialista, esto es la alianza de la clase de vanguardia y de las demás masas
trabajadoras y explotadas que prepararía el terreno para la dictadura socialista
del proletariado.

Tales son las tesis fundamentales sobre táctica, desarrolladas por Lenin,
en esta histórica obra "Las dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución
democrática", que dice mucho sobre los objetivos del partido revolucionario y la
conducción del proletariado y el campesinado.

La importancia histórica de este libro consiste, ante todo, en que vino a


destruir ideológicamente el punto de vista táctico pequeño burgués de los
mencheviques, pertrechando a la clase obrera de Rusia con las armas
necesarias para el desarrollo futuro de la revolución democrático burguesa,
para la nueva acometida contra el zarismo, y dando a los socialdemócratas
rusos una perspectiva clara sobre la transformación necesaria de la revolución
burguesa en la revolución socialista.

Es una obra que enriquece al marxismo con una nueva teoría de la


revolución y que puso los cimientos de la táctica revolucionaria del Partido
bolchevique, que concretó su objetivo estratégico en 1917, al triunfar sobre el
capitalismo e instaurar el socialismo.
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"EL PROGRAMA AGRARIO DE LA SOCIALDEMOCRACIA EN LA


PRIMERA REVOLUCIÓN RUSA DE 1905-1907"

V I Lenin

Esta obra publicada en 1908, constituye el fundamento teórico del


Programa Agrario leninista. Es la crítica a los programas agrarios del Partido
Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), a la nacionalización y la
municipalización de la tierra y a las posiciones de las clases y partidos en la
segunda Duma. Por su peligrosidad, fue confiscada por la policía zarista.

En el prefacio, Lenin refiriéndose a las experiencias de la primera


revolución rusa, caracteriza al movimiento campesino, evidencia la importancia
de la lucha por la tierra y la necesidad de revisar el programa agrario, según los
últimos datos sobre la tenencia de la tierra. Ratifica la existencia del
latifundismo y millones de pequeñas haciendas de campesinos que vivían al
borde del hambre, la pobreza y la ignorancia. Registra cuatro grupos de
propiedad territorial: economías campesinas explotadas por los latifundistas;
una minoría de campesinos medios; minoría de campesinos acomodados, en
proceso de convertirse en burguesía rural y los latifundistas con grandes
extensiones territoriales.

En la obra Lenin detalla la teoría de los dos tipos de evolución agraria


burguesa en Rusia, del período de la caída del régimen de servidumbre: el tipo
terrateniente-burgués y el tipo campesino-burgués.

En tanto los campesinos defendían un desarrollo que les permitiese


asegurar su bienestar, destruir los latifundios de los terratenientes, abolir todos
los métodos feudales y usurarios de explotación y ampliar su posesión de la
tierra.

Lenin estuvo de acuerdo en apoyar la evolución burguesa de tipo


campesino ya que la táctica de la socialdemocracia en la revolución burguesa
rusa no se determinaba por apoyar a la burguesía liberal, sino por la de apoyar
a los campesinos en lucha.

El programa agrario leninista de la socialdemocracia rusa era el programa


proletario en una revolución campesina dirigida contra los vestigios del derecho
de servidumbre y todo lo medieval que subsistía en el régimen agrario de
Rusia.

El programa agrario leninista de la primera revolución rusa fundamentó la


política agraria del partido bolchevique antes y en la Gran Revolución Socialista
de Octubre de 1917 que instauró el socialismo.
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LA NUEVA TÁCTICA DE LOS BOLCHEVIQUES LUEGO DEL


FRACASO DE LA REVOLUCIÓN DE 1905

Luego del fracaso de la Revolución de 1905, el gobierno zarista inició el


descabezamiento de organizaciones políticas y económicas de la clase obrera;
torturó y encarceló revolucionarios. Su ministro Stolypin cubrió de horcas y
patíbulos todo el país, ejecutando a millares de revolucionarios, era la época de
la "corbata stolypiniana", en referencia a la horca zarista.

Daba inicio un trabajo difícil del Partido de la revolución y con ello su


cambio de táctica. La tónica del Partido era la merma brusca de afiliados y
abandono de pequeño-burgueses de sus filas, sobre todo intelectuales,
temerosos de la represión.

Son los momentos -señala Lenin- en que los partidos revolucionarios


deben completar su aprendizaje. En el auge revolucionario aprenden a avanzar
y en los periodos de reacción aprenden a replegarse con certeza; en la
clandestinidad, se mantienen, fortalecen y utilizan las posibilidades de las
organizaciones legales de masas, con las que fortalecen sus vínculos.

Los bolcheviques con Lenin a la cabeza, comprendían que las causas de


la revolución no habían desaparecido. Los campesinos estaban sin tierras, los
obreros sin la jornada de 8 horas, la autocracia zarista seguía en el poder, pese
al odio de las masas y las libertades alcanzadas en 1905 habían desaparecido.
Tenían la seguridad del nuevo auge revolucionario, a corto tiempo, porque los
obreros habían aprendido a conquistar sus derechos en medio de la lucha de
masas revolucionaria.

"¡Aguardar, que ya vendrá un nuevo 1905!", era el lema que esgrimían los
obreros ante el abuso de sus patronos.

Derrocar el zarismo, llevar a término la revolución democrático burguesa y


pasar a la revolución socialista, era el objetivo político que mantenían los
bolcheviques y las consignas revolucionarias: República democrática,
confiscación de las tierras a los terratenientes y jornada de 8 horas.

Los mencheviques, por su parte, se retiran con pánico, ya sin fe en la


revolución. Reniegan del programa reivindicativo y de las consignas
revolucionarias del Partido clandestino revolucionario y tienen la intención de
liquidarlo; por ello su nombre de liquidadores.

Frente a las nuevas condiciones por el descenso del Partido y el


movimiento revolucionario; por el cansancio de la clase obrera y el
fortalecimiento de la reacción; los bolcheviques cambian de táctica: de la
ofensiva a la defensiva para acumular fuerzas; organización del trabajo
clandestino con sus cuadros; combinación del trabajo ilegal con el legal de las
organizaciones obreras y no huelga política general, ni insurrección armada.
Había la exigencia histórica de asimilar nuevos métodos de lucha, para
enfrentar las tareas revolucionarias.
30

La historia reconoce que los bolcheviques cumplieron esta misión,


organizando largos años la revolución. Las organizaciones legales como
sindicatos, mutualistas, cooperativas obreras, clubes, sociedades culturales y
otras que no habían sido tocadas por la represión apantallaron y enlazaron a
las organizaciones clandestinas del Partido con las masas, sirviéndolas de
vínculos. Este cambio de táctica bolchevique, pronto daría sus frutos.

“¿QUIÉNES SON LOS “AMIGOS DEL PUEBLO” Y CÓMO LUCHAN


CONTRA LOS SOCIALDEMÓCRATAS?”

V. I. Lenin

Esta obra fue escrita en 1894, como arma fustigante contra los
“populistas”, falsos “amigos del pueblo”, convertidos en sus enemigos, por su
ideología reaccionaria y por renegar de toda lucha revolucionaria. Para los
populistas, la historia humana la determinaban las grandes e ilustres
personalidades, los "héroes"; en tanto que el pueblo, las masas populares
tenían que obedecerlos ciegamente. En sus publicaciones, estos falsos
revolucionarios, se declaraban abierta y violentamente en contra del Marxismo.
El grupo "Emancipación del Trabajo", los combatió en sus inicios y Lenin lo hizo
hasta el final, demostrando que no eran revolucionarios, sino reformistas que
aspiraban sólo "remendar, mejorar" la situación de los campesinos, dejando
intocado el sistema de explotación. Lenin advirtió que las tesis populistas no
tenían nada de socialistas y que sus teorías no se referían para nada a la
explotación de los trabajadores; siendo, por lo mismo, incapaces de servir para
su emancipación, porque reflejaban intereses de la pequeña burguesía.

En la lucha contra los populistas, Lenin defendió el marxismo de las tesis


populistas que lo tergiversaban; pero a su vez lo desarrolló, enriqueciendo el
materialismo dialéctico y el materialismo histórico. Dedicó muchas páginas de
su libro a problemas de la filosofía marxista y a cuestionar planteamientos de la
sociología burguesa. Su obra se constituyó en documento programático del
marxismo revolucionario en Rusia, que fijó los objetivos inmediatos de la clase
obrera, que depositó en ella la representatividad natural de toda la población
trabajadora y explotada de Rusia y la que debía encabezar su lucha contra la
servidumbre y el absolutismo zarista.

Es en esta obra que Lenin concreta la idea de la alianza revolucionaria


obrero-campesina, como medio fundamental para derrocar del Poder al
zarismo, los terratenientes y la burguesía. Para lograrlo consideraba la
necesidad histórica de organizar un Partido obrero revolucionario único.
Escribió que cuando los representes de vanguardia de la clase obrera, "hagan
suyas las ideas del socialismo científico, la idea sobre el papel histórico del
obrero ruso, cuando estas ideas obtengan una amplia difusión y entre los
obreros se formen organizaciones sólidas que conviertan la actual guerra
económica dispersa de los obreros en una lucha de clases consciente,
entonces el obrero ruso, poniéndose a la cabeza de todos los elementos
31

democráticos, derrocará al absolutismo y conducirá al proletariado ruso (junto


con el proletariado de todos los países) por la vía directa de la lucha política
abierta hacia la revolución comunista victoriosa”.

MARXISMO Y REVISIONISMO

(1ª. Parte)

Este texto de V.I.Lenin fue escrito en abril de 1908 para reivindicar el


carácter original y científico de los principios y leyes descubiertos por el
Marxismo. No era y no es actualmente extraño que la originalidad y carácter
científico de la doctrina de Marx y Engels, nacida para la educación y
organización de la clase obrera; para orientar sus tareas y organización en la
lucha por la sustitución del capitalismo y la instauración del socialismo,
mediante la dictadura del proletariado, haya recibido la oposición abierta,
encubierta o silenciosa de la burguesía que lo considera refutado y hasta
muerto, ataque del cual ha salido y sale fortalecido, lozano, fuerte y vitalizado.

Pero el marxismo -como lo señala Lenin- no consolidó su posición de


golpe, ya que desde la década del 40 del siglo XIX su lucha fue contra el
idealismo filosófico de los jóvenes hegelianos radicales; contra el
proudhonismo, en las doctrinas económicas. En la década del 60, con el paso
de la lucha teórica a la práctica concreta del movimiento obrero. A comienzos y
finales de la década del 70, en Alemania, contra Mühlberger y el positivista
Dühring, para culminar en la década del 90 del siglo XIX, con la ubicación en el
terreno marxista de los congresos de la internacional obrera. Ante este avance
del marxismo, los sobrevivientes cambiarían de táctica, tratando de
descomponer las filas obreras marxistas, produciéndose la lucha interna, que
enfrentaría al ex-marxista ortodoxo Bernstein y la corriente Bernsteiniana o
REVISIONISMO, que proclama la revisión de Marx. Para esta época en la
Rusia de Lenin el revisionismo se vestiría con el ropaje de “socialismo no
marxista”.

Ideológicamente el revisionismo se ha evidenciado y evidencia en la


filosofía, la economía política y la política. Filosóficamente con el "retorno a
Kant", bajo el pretexto de que el materialismo había sido "refutado" y de que
era necesario sustituir la dialéctica revolucionaria, por la "evolución" pacífica.

En la economía política, argumentando que los carteles y trusts


eliminarían completamente a las crisis por su debilidad y rareza; de que la
"teoría de la bancarrota" del capitalismo era inconsistente porque las
contradicciones de clase tendían a suavizarse y atenuarse. Que debía
corregirse la teoría del valor de Marx según el pensamiento burgués del
economista vulgar austriaco E. Böhm-Bawerk, de la "escuela austriaca",
opuesto a la teoría marxista de la plusvalía y encubridor de las contradicciones
del capitalismo.
32

La lucha contra los revisionistas reavivó con fecundidad el pensamiento


teórico del socialismo internacional, reeditando la vieja polémica de F. Engels
contra Dühring.

"UN PASO ADELANTE, DOS PASOS ATRÁS"

V.I.Lenin

Aparece en mayo de 1904, en la lucha de Lenin por crear un Partido


revolucionario de nuevo tipo, contra Martov, Trotski y Axelrod; mencheviques
fraccionalistas creadores de su propia organización. Argumentaban que debía
admitirse en el Partido a cualquier "huelguista" y "manifestante" no sujeto a la
disciplina partidaria; que el sometimiento a los acuerdos del Partido, era un
asunto "formal y burocrático"; que la sumisión de la minoría a la mayoría era
"ahogar mecánicamente" la voluntad de los miembros; que la disciplina igual
para dirigentes como para militantes de filas, equivalía a instaurar dentro de
éste un "régimen feudal"; que lo que se necesitaba no era un régimen de
centralismo, sino un "autonomismo" anárquico.

Propagandizaban el relajamiento de la disciplina y unidad interna de la


organización, para minar su cohesión y que prime el individualismo anárquico
de los intelectuales.

Lenin señala en la obra que el Partido es una parte de la clase obrera, un


destacamento de vanguardia, consciente, marxista, conocedor de la vida social
y sus leyes de desarrollo; lo que le permite dirigir la lucha de la clase obrera.
Destacamento organizado, con disciplina obligatoria para todos sus miembros,
que deben ser parte de una de sus organizaciones.

Los obreros que deciden ser militantes del Partido, no tienen miedo a su
disciplina ni a sus organizaciones; los que temen la disciplina y la organización
son los intelectuales de tendencia individualista y cualquier huelguista y
manifestante que pretende ser miembro del Partido.

El Partido -escribe Lenin- no debe ser una suma aritmética de individuos;


sino un complejo de organizaciones que acoge a aquellos que admitan, por lo
menos, un grado mínimo de organización.

El Partido debe multiplicar y consolidar los lazos con las masas de


millones de proletarios sin partido y su funcionamiento se basa en el
centralismo, estatutos únicos, disciplina igual para todos, un solo órgano de
dirección que es el Congreso del Partido y entre uno y otro congreso, el Comité
Central. La sumisión de la minoría a la mayoría, de las organizaciones a los
organismos centrales y de las organizaciones inferiores a las superiores.

La disciplina única e igual para todos, mantiene la integridad y unidad del


Partido. No hay distinciones entre gente "selecta" y gente "del montón".
33

Para la psicología del intelectual burgués, que cree estar por encima de la
organización y la disciplina de las masas, toda organización y disciplina
proletarias son un avasallamiento feudal.

Lenin entendía que a la unidad ideológica del proletariado, debía


acompañar su "unidad material de organización", ya que "El proletariado -
escribía Lenin- no dispone, en su lucha por el Poder, de más arma que la
organización...”

"Un paso adelante, dos pasos atrás", es la obra de significado histórico en


la que traza, por vez primera en la historia del marxismo, la teoría del Partido
como organización dirigente del proletariado, sin la cual es imposible triunfar en
la lucha por el socialismo y el comunsimo.

¿QUÉ HACER?

V.I.LENIN

1ª parte

En la obra ¿Qué Hacer?, escrita entre 1901 y 1902, Lenin entrega aportes
inéditos unos y otros como réplicas y críticas a los planteamientos efectuados
por los denominados “economistas”, cuya incidencia sobre la clase obrera,
pretendía desviar su misión histórica de la toma del poder, la dictadura del
proletariado y la instauración del socialismo y el comunismo. Lenin en esta obra
defiende y desarrolla, creadoramente, la doctrina de la dictadura del
proletariado, ratificando, incesantemente, que la lucha por la dictadura del
proletariado debe convertirse en el punto fundamental y decisivo del programa
revolucionario de la socialdemocracia rusa.

En esta obra se sienta las bases teóricas sobre la necesidad histórica de


la unión del movimiento obrero con el socialismo científico, entregándole una
conciencia socialista a su espontaneismo. Al respecto señala que "La
conciencia política de clase no se le puede aportar al obrero más que desde el
exterior, esto es, desde fuera de la esfera de las relaciones entre obreros y
patronos. La única esfera en que se pueden encontrar estos conocimientos es
la esfera de las relaciones de todas las clases y capas con el Estado y el
gobierno, la esfera de las relaciones de todas las clases entre sí." La fusión del
movimiento obrero con la ideología marxista leninista es una necesidad
histórica del objetivo revolucionario de la implantación de la dictadura del
proletariado y la construcción del socialismo. Planteamiento totalmente opuesto
al de los “economistas” que incitaban a la clase obrera hacia una "reforma de la
sociedad contemporánea en un sentido tibiamente democrático; como negativa
a la lucha por la conquista del poder político por el proletariado y derrocamiento
del capitalismo.
34

Por ello es que Lenin emprendió como tarea urgente y prioritaria la


destrucción de la ideología de los "economistas", porque sin resolver
previamente este problema no era posible materializar, exitosamente, la
creación del partido de la revolución en Rusia.

Es en medio de esta lucha sin cuartel contra los "economistas" y demás


difusores de la ideología burguesa en el movimiento obrero, que Lenin lleva a
cabo la gran tarea marxista de elaborar los fundamentos ideológicos y
programáticos del partido de nuevo tipo de la clase obrera, subrayando la
necesidad histórica que tiene el proletariado de organizar su propio partido
político, combativo e independiente de burgueses y oportunistas, regido por el
principio de la interrelación entre la teoría y la práctica revolucionarias.

En la elaboración del programa del Partido, en el II Congreso del POSDR,


Lenin y sus partidarios asumieron la consideración objetiva de la situación
política y de la ubicación de las fuerzas de clase, del planteamiento sobre la
imposibilidad de conducir de golpe a la clase obrera y a las masas trabajadoras
a la revolución socialista.

¿QUÉ HACER?

V.I.LENIN

2da parte

De manera sintética, en el ¿Qué Hacer?, tres son los problemas que


Lenin aborda: el carácter y el contenido que debía tener la agitación política; las
tareas de organización con el plan de crear, simultáneamente, y en distintas
partes, una organización combativa de revolucionarios y un periódico para toda
Rusia.

Mediante su posición frente a estos problemas, esclarece la diferencia


entre la política tradeunionista (sindical) y la revolucionaria socialdemócrata de
aquel entonces; mientras que sobre las tareas de organización, establece la
diferencia entre los métodos primitivos de trabajo, que satisfacen a los
"economistas" y la organización del partido de revolucionarios, que es
indispensable para organizar y hacer la revolución.

Establece a su vez el "plan" de un periódico político para toda Rusia,


considerando que este debe convertirse en un instrumento para la
organización, agitación, educación y formación de la militancia que requiere el
proceso.

En abierta oposición al carácter revolucionario que debía tener la agitación


organizada entre las masas trabajadoras, los “economistas” sostenían la teoría
de la espontaneidad cuyo significado no sólo consistía en la negación del papel
activo de la conciencia en la vida social, sino una absoluta incomprensión del
papel de la lucha de clases en la sociedad, la misma que la circunscribían a la
35

lucha económica, principalmente, negando la significación primaria de la forma


política de la lucha de clases.

En su crítica a los "economistas", Lenin ratifica, a la vez que amplía, la


interpretación marxista de la relación existente entre las formas económica y
política de la lucha de clases, sosteniendo la tesis de la primacía de la lucha
política del proletariado contra la burguesía sobre la lucha económica. Toda
lucha de clases en la sociedad tiene sus raíces y premisas económicas, pero
de lo cual no se ha de desprender que la lucha económica es la primordial.

"Del hecho de que los intereses económicos desempeñan un papel


decisivo -escribía Lenin- se desprende en modo alguno la conclusión de que la
lucha económica (sindical) tenga una importancia primordial, pues, los
intereses más esenciales, "decisivos", de las clases pueden ser satisfechos
únicamente por transformaciones políticas radicales en general; en particular,
el interés económico fundamental del proletariado puede ser satisfecho
únicamente por medio de una revolución política que sustituya la dictadura de
la burguesía por la dictadura del proletariado”.

Estos son los méritos de la obra de Lenin ¿Qué Hacer?, caracterizada por
la firmeza y lealtad a los principios y misión histórica del proletariado en el
proceso de la lucha de clases para la toma del poder político y la instauración
de la dictadura del proletariado.

EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN

Lenin

(1ª. Parte)

Esta obra fue escrita en momentos en que las fuerzas revolucionarias se


aprestaban a tomar el poder para instaurar el socialismo en Rusia. En ella,
Lenin, no solo que fundamenta la concepción marxista sobre el Estado; sino
que defiende la teoría de la dictadura del proletariado, entregando significativos
aportes para su mejor comprensión y aplicabilidad.

Su mérito histórico consiste en haber recuperado el valor de la doctrina de


Marx y Engels sobre el Estado, destacando las condiciones de su nacimiento y
papel histórico en las sociedades de clase con sus contradicciones
inconciliables y como instrumento de explotación sobre las clases oprimidas.

Frente a las adulteraciones que los revisionistas hicieron de la doctrina de


Marx y Engels sobre el Estado y la revolución, Lenin se remitió a sus obras y
opiniones, desde “Miseria de la filosofía”, el “Manifiesto del Partido Comunista”,
hasta las declaraciones de Engels luego del fallecimiento de Marx, donde
ratifica la necesidad de que el proletariado destruya la sociedad burguesa y
establezca su propio poder y Estado, para edificar la sociedad socialista que
elimine las clases como premisa para la posterior supresión del propio Estado.
36

Al igual que Marx y Engels, Lenin concibe al Estado como un instrumento


de dominación y opresión de la burguesía asociada a los monopolios y al
capital financiero, y en que el capitalismo monopolista se convierte en
capitalismo monopolista de Estado, agudizándose las contradicciones de clase
y siendo inevitable la revolución proletaria.

Lenin explica que el papel revolucionario de la clase obrera para destruir


el capitalismo y crear la sociedad socialista, obedece a la situación que ella
vive en el capitalismo y su participación en la gran producción; lo que le permite
ser jefe de las masas trabajadoras y explotadas, aplastar la resistencia de la
burguesía y organizar el nuevo régimen económico.

"EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN"

Lenin

(2ª. Parte)

Lenin llegó a la comprensión de que la transición al socialismo abarcaba


toda una época en que "... la guerra civil del proletariado contra la burguesía en
los países avanzados se une a toda una serie de movimientos democráticos y
revolucionarios, comprendidos los movimientos de liberación nacional, en las
naciones poco desarrolladas, atrasadas y oprimidas".

Dio a conocer las varias posibilidades que tendría la humanidad, para ir


del imperialismo a la revolución socialista: "Todas las naciones llegarán al
socialismo, esto es inevitable, pero todas llegarán de modo diferente, cada una
aportará cierta originalidad en tal o cual forma de la democracia, en tal o cual
variedad de la dictadura del proletariado, en tal o cual ritmo en las
trasformaciones socialistas de diversos aspectos de la vida social."

Lenin nos explica además la inevitabilidad de la dictadura del proletariado,


las dos fases de la sociedad comunista: socializados los medios de producción
como propiedad común en el socialismo este es ya el comunismo, pero
incompleto; no es totalmente maduro desde la óptica económica y no se ha
liberado de las tradiciones y rezagos del capitalismo.

Las premisas económicas del socialismo se crean bajo el capitalismo:


millones de trabajadores se "instruyen y se disciplinan" en las grandes fábricas,
en el comercio, en los bancos, en los ferrocarriles, en correos... De tal forma
que al pasar los medios de producción a propiedad social, los trabajadores
pueden reemplazar a los capitalistas derrocados y a sus funcionarios en la
tarea de controlar la producción, el cambio, el cálculo del trabajo y de los
productos.

Lenin subrayó en varias oportunidades su idea fundamental de que bajo el


socialismo se establece la igualdad con respecto a la posesión de los medios
de producción, pero señaló la conveniencia de distinguir la igualdad auténtica
de la igualdad formal.
37

Durante la primera fase de la sociedad comunista subsisten restos de lo


viejo en lo nuevo; por ejemplo; se conserva el derecho burgués respecto de la
distribución de los artículos de consumo aunque la propiedad de los grandes
medios de producción es socialista. El paso de la igualdad formal a la real
implica la realización del principio: "de cada cual según su capacidad; a cada
cual según sus necesidades".

EL ESTADO Y LA REVOLUCIÓN

Lenin

(3ª. Parte)

En 1917, antes de la revolución de octubre, Lenin no consideraba posible


definir ni adoptar las medidas prácticas para llevar a cabo la transición del
socialismo al comunismo. Las formas de los Estados burgueses son muy
distintas, pero, a la postre, todas ellas representan obligatoriamente la
dictadura de la burguesía.

En vísperas de la Gran Revolución Socialista de Octubre de 1917, Lenin


presentó un amplio y detallado programa de creación del Estado proletario,
determinando, simultáneamente, las premisas económicas para la extinción del
Estado. Marx y Engels probaron que el capitalismo había de ser suplantado
inevitablemente por el comunismo y trazaron los principios generales de la
futura sociedad. Sin embargo, no pudieron describirla detalladamente, pues no
podían hacer "... el más leve intento de fabricar utopías, de hacer conjeturas
respecto de cosas que no es posible conocer". Con su defensa de la doctrina
marxista sobre el Estado y sobre la dictadura del proletariado, Lenin pertrechó
a los trabajadores de Rusia y del mundo entero con una doctrina avanzada que
ofrece las bases teóricas de la eliminación del viejo mundo capitalista y de la
edificación de la sociedad comunista, que promete un futuro radiante para toda
la humanidad.

Con el descubrimiento de la ley del desarrollo desigual, político y


económico, de los países capitalistas en la época del imperialismo y con su
tesis sobre la posibilidad de la victoria del socialismo primeramente en un país,
Lenin amplió en gran escala la interpretación del proceso histórico del paso del
capitalismo al socialismo mediante la dictadura del proletariado. La desigualdad
del desarrollo político y económico de los países implica, por ley natural,
peculiaridades específicas del paso de los distintos países al socialismo.

“LAS TESIS DE ABRIL”

V.I.Lenin
38

Entre los extraordinarios y valiosos documentos escritos por Lenin en el


período de febrero a octubre de 1917, son de trascendencia histórica mundial,
las Tesis de abril, publicadas en el periódico Pravda bajo el título de “Las tareas
del proletariado en la actual revolución”.

Las Tesis de Abril exhiben un programa de lucha claro y concreto exhiben


hacia la revolución socialista, en el paso del poder del Estado de la burguesía y
terratenientes al proletariado y campesinos más pobres; como validez de la
consigna "por una alianza de la clase obrera con todos los campesinos",
lanzada en la revolución democrático-burguesa y vigorizada para 1917 como
"alianza de la clase obrera con los pobres del campo".

Estas Tesis orientaron por primera vez, al Partido revolucionario


bolchevique hacia la lucha por la creación de la República de los Soviets, como
la forma de Estado más conveniente de la dictadura del proletariado; ya que
hasta abril de 1917, los marxistas, incluido Lenin, seguían la tesis de Engels, es
decir que la dictadura del proletariado debía tener la forma política de una
república democrática de tipo parlamentario.

La nueva forma de Estado sostenido en las Tesis de Abril no era sino la


síntesis de la experiencia revolucionaria de las masas populares de Rusia,
ocurrida en el período de la revolución de 1905-1907, que con su espíritu
creador habían llevado ya a la práctica la nueva forma de organización política
de los soviets, refrendada en los primeros días de la revolución de febrero de
1917.

Esta sistematización de Lenin sobre la República de los Soviets fue de


extraordinaria importancia para asegurar la revolución socialista de octubre de
1917, y para armar al Partido bolchevique y a las masas trabajadoras con una
teoría revolucionaria sobre el Estado de la dictadura del proletariado que
reemplazaría a la vieja máquina del Estado de explotación, destruida y
liquidada en el transcurso de la revolución socialista.

Esta caracterización del papel histórico de los soviets, como aparato del
Estado de nuevo tipo, lo plasmó Lenin en su trabajo ¿Se sostendrán los
bolcheviques en el poder?, en el que señala que si la creación popular de las
clases revolucionarias no hubiese dado vida a los soviets, la revolución
proletaria en Rusia no se hubiese consolidado, ya que, indudablemente, con el
viejo aparato, el proletariado no se hubiera sostenido en el poder, y no le
hubiera sido posible crear de golpe un nuevo aparato.

Lenin señalaba la peculiaridad de los soviets de ser el aparato del Estado


más democrático en el mundo; que los soviets, por su naturaleza misma, son la
mejor forma organizativa para atraer a las amplias masas trabajadoras a la
participación directa en la dirección del Estado. Lenin calificó esta peculiaridad
de los soviets, de "medio maravilloso", del cual ningún Estado capitalista ha
podido ni podrá disponer jamás.
39

EL TRIUNFO DE LA REVOLUCION DEMOCRATICOBURGUESA RUSA


DE FEBRERO DE 1917

Las condiciones objetivas y subjetivas de Rusia en las dos primeras


décadas del siglo XX, hacen posible un acumular de fuerzas que estallarán en
febrero de 1917, propiciando el triunfo de la revolución democrático burguesa.

La crisis económica, pobreza extrema, desabastecimiento de materias


primas y combustibles, cierre de fábricas, paro forzoso y precarias condiciones
de vida de obreros y pueblos de Rusia, objetivizaban como en ningún otro país,
estas condiciones consecuencia de la primera guerra mundial imperialista.

Miles de obreros, hombres y mujeres y de sectores populares participan


de grandes huelgas, jornadas de lucha y manifestaciones en varias ciudades,
entre enero y febrero de 1917, las que confluyen en una gran huelga política
general bajo la consigna de "¡Abajo el zar!", "¡Abajo la guerra!", "¡Pan!",
configurando los inicios de la insurrección. Miles y miles de soldados del
zarismo se pasan a las filas revolucionarias; obreros y soldados armados
detienen a ministros y generales zaristas y sacan de las cárceles a los
revolucionarios, que se unen a la lucha. Las mujeres se ganan a las tropas,
incitándoles a derribar la autocracia zarista.

El llamado a proseguir la lucha armada que hace el Partido bolchevique


desde su Comité Central dirigido por Molotov y a constituir un Gobierno
provisional revolucionario, luego de la caída del zar; marca el triunfo de la
revolución democrático burguesa; encabezada por la clase obrera en unidad de
millones de campesinos "por la paz, por el pan y por la libertad"; guiados por el
histórico antecedente de la primera revolución de 1905.

Lenin, al respecto dirá: "La revolución ha sido obra del proletariado, que
ha dado pruebas de heroísmo, ha derramado su sangre y ha arrastrado con él
a las más extensas masas de los trabajadores y de la población más pobre..."

Los gérmenes del poder revolucionario, los soviets de diputados obreros y


soldados, aparecerán en los primeros días de la revolución, para refrendar el
triunfo.

Los oportunistas, mencheviques y social revolucionarios se apropian de la


dirección de los soviet, para entregar la revolución a la burguesía; conformando
el Comité provisional de la cuarta Duma, nombrando como presidente a un
terrateniente monárquico y el 27 de febrero, conjuntamente con liberales,
nombran un gobierno provisional burgués integrado por los jefes de los
kadetes, octubristas, otros capitalistas y el social revolucionario Kerenski;
gobierno de "la burguesía y de los terratenientes aburguesados", como decía
Lenin, que lo legalizan mañosamente por el soviet de diputados, obreros y
soldados, pese a las protestas de los bolcheviques, que luchaban en las calles,
eran encarcelados o sufrían deportación como Lenin y Stalin. El objetivo de los
oportunistas era el dar por terminada la revolución, seguir apoyando la guerra y
consolidarse constitucionalmente con la burguesía, para usufructuar del poder.
40

Este proceso marca una importante contradicción, de una parte el


gobierno provisional en manos de la burguesía, los oportunistas, social
revolucionarios y mencheviques y de otra parte, los soviets de obreros,
campesinos y soldados auténtico poder popular, surgido de la acción y de la
lucha armada revolucionaria.
41

“LAS RAICES HISTORICAS DEL LENINISMO”

J.V.Stalin

Este trabajo de Stalin forma parte de un conjunto de conferencias


pronunciadas en la Universidad Sverdlov, a la promoción leninista, publicadas
luego en algunos números de abril y mayo de 1924 en el periódico Pravda,
como parte de la temática “Los Fundamentos del Leninismo”.

El leninismo se formó y desarrolló -señala Stalin- bajo el imperialismo,


cuando las contradicciones del capitalismo llegan a su grado extremo y la
revolución proletaria se convierte en una necesidad histórica.

Es el período del capitalismo con tres de las más importantes


contradicciones de la época imperialista: entre el trabajo y el capital, con los
trusts y los sindicatos, los bancos y la oligarquía financiera de los países
industriales. Los sindicatos, las cooperativas y la lucha parlamentaria de la
clase obrera resultan insuficientes; lo que prepara la revolución.

La segunda contradicción, entre grupos financieros y potencias


imperialistas por las fuentes de materias primas y territorios, propicia las
guerras imperialistas, debilita al imperialismo y al capitalismo en general y
aproxima la revolución como necesidad práctica.

La tercera contradicción entre las pocas naciones "civilizadas" dominantes


y centenares de millones de hombres de los países dependientes, para extraer
de ellos superbeneficios. Es la que genera reservas para la revolución
proletaria.

Esta situación internacional dio nacimiento al Leninismo y a Lenin como


su creador, porque Rusia era la convergencia de todas las contradicciones del
imperialismo.

Stalin nos enseña que con Rusia y con Lenin "ocurrió" lo que en Alemania,
con Marx y Engels en la década del 40 del siglo XIX; ya que Alemania estaba
preñada, de una revolución burguesa. Por ello Marx escribe en el Manifiesto del
Partido Comunista: que los comunistas fijan su atención en Alemania que se
halla en vísperas de una revolución burguesa, con un proletariado más
desarrollado que el de Inglaterra del siglo XVII y de Francia del XVIII, y que la
revolución burguesa alemana será el preludio de una revolución proletaria.

En mayor grado la Rusia de comienzos del siglo XX, se hallaba en


vísperas de la revolución burguesa, en un ambiente más progresivo y un
proletariado más desarrollado que el de Alemania, Inglaterra y Francia en la
década del 40 del siglo XIX.

Por ello no es de asombrarse que el proletariado haya llevado a la victoria


la revolución en Rusia, la patria de la teoría y la táctica de la revolución
42

proletaria y que Lenin haya sido su creador como el jefe del proletariado
internacional.

“LA CUESTION CAMPESINA”

J.V.Stalin

Sobre el tema, Stalin analiza cuatro cuestiones: el planteamiento; el


campesinado durante la revolución democrático-burguesa; durante la
revolución proletaria; y una vez consolidado el Poder Soviético.

La dictadura del proletariado es lo fundamental para el leninismo, la


cuestión campesina, lo derivado; pero también importante para la revolución
proletaria. La cuestión campesina -señala Stalin- cobra mayor actualidad en
Rusia durante la revolución proletaria, cuando se plantea el problema de los
aliados del proletariado.

El leninismo reconoce la capacidad revolucionaria de la mayoría de los


campesinos en interés de la dictadura del proletariado y entrega su apoyo a los
movimientos y luchas que directa o indirectamente contribuyen al movimiento
de liberación de la clase obrera y se convierten en sus aliados y reserva.

En la revolución democrático-burguesa, de la primera revolución rusa de


1905 a la segunda de febrero de 1917, se posibilita la alianza de los obreros y
los campesinos con la hegemonía del proletariado en el derrocamiento del
zarismo.

Esta revolución es diferente a las burguesas de Occidente (Inglaterra,


Francia, Alemania, Austria) en las que la hegemonía pertenece a la burguesía
liberal y no al proletariado, por su debilidad. Marchan junto a ella y son su
reserva.

En la revolución burguesa rusa, en cambio, la burguesía es débil, el


campesinado no es su reserva fundamental y el proletariado se coloca en
primer plano marchando junto a millones y millones de campesinos.

En la revolución proletaria, de febrero a la de Octubre de 1917, los


campesinos elevan su nivel revolucionario y se agrupan junto al proletariado
como fuerza revolucionaria consecuente y a los soviets como único Poder, lo
que facilita la transformación de la revolución burguesa en revolución proletaria.

Consolidado el Poder Soviético, viene la edificación económica socialista,


que incorpora a la mayoría de los campesinos a la edificación de una nueva
sociedad mediante la cooperación, introduciendo gradualmente en la economía
rural el principio del colectivismo, primero en la venta de los productos
agrícolas y después en su producción. El Poder del proletariado utiliza esta
reserva, al vincular la industria a la agricultura, entregando a la dictadura del
43

proletariado la base que necesita y sin la cual es imposible la edificación del


socialismo.
44

“EL METODO”

J.V.Stalin

Es otro de los trabajos de Stalin en conferencia pronunciada en la


Universidad Sverdlov, sobre “Los Fundamentos del Leninismo”.

Stalin se refiere a la aplicación revolucionaria, teórica y práctica del


método del leninismo surgido en contraposición a lo que ocurría con la II
Internacional y su método de trabajo caracterizado por el socialchovinismo y
socialpacifismo.

El período a que Stalin se refiere, corresponde a un desarrollo del


capitalismo “pacífico”, anterior a la guerra imperialista; hay dominio del
oportunismo; las huelgas obreras son "normales". Actúan minorías
parlamentarias y las formas de lucha son para "matar" al capitalismo
legalmente. Los partidos de la II Internacional ya no piensan en la revolución y
la dictadura del proletariado, ni en la educación revolucionaria de las masas. La
fidelidad al marxismo es aparente, como Kautski y otros, que se amoldan a la
burguesía, para "mantener la unidad" con ella y la "paz en el partido"; con tesis
teóricas contradictorias dogmáticas y divorciadas de la lucha revolucionaria de
las masas.

Ello obligaba -señala Stalin- a revisar la labor de la II Internacional y su


método de trabajo, sin lo cual no había como lanzarse contra el capitalismo.

Este mérito lo tuvo el leninismo que comprobó y desechó los dogmas


teóricos, restableció la unidad teórica práctica del partido proletario, reorganizó
su acción, orientó revolucionariamente la educación de las masas y propició la
autocrítica de los partidos proletarios, formando cuadros y dirigentes de partido.

Los dogmas planteaban que el proletariado no podía ni debía tomar el


Poder si no era la mayoría dentro del país; que el proletariado para mantenerse
en el Poder, debía disponer de suficientes cuadros, hombres ilustrados y
administradores hechos, preparados en el capitalismo. Lenin respondía que
primero es la toma del Poder y luego la preparación de cuadros, dirigentes y
administradores de origen obrero; que la huelga general política es inaceptable
para el proletariado por inconsistente, lo que Lenin rebate señalando que la
forma principal de lucha del proletariado, es la directa, la huelga general y la
insurrección.

La historia demostraría que la crítica y las acciones realizadas por el


método leninista darían sus frutos con la Revolución de Octubre.
45

“ESTRATEGIA Y TACTICA”

J. V. Stalin

(1era. Parte)

Stalin analiza seis cuestiones sobre este tema: la estrategia y la táctica


como la ciencia de dirigir la lucha de clase del proletariado; las etapas de la
revolución y la estrategia; los flujos y reflujos del movimiento y la táctica; la
dirección estratégica; la dirección táctica; la táctica reformista y la táctica
revolucionaria. En esta entrega nos referiremos a cuatro de los aspectos
señalados inicialmente.

En cuanto a la primera se refiere al dominio de la II Internacional como


período del parlamentarismo en la lucha de clases, período en el que no había
ni táctica ni estrategia; de tal manera que cuando llegó el período de las
batallas revolucionarias abiertas, los partidos de la II Internacional renunciaron
a ellas.

La estrategia y táctica bien elaboradas de la lucha del proletariado sólo


pudieron trazarse en el período siguiente, el de la revolución proletaria, en el
que Lenin desarrolló y completó las ideas de Marx y Engels, sobre la táctica y
la estrategia como la ciencia de la dirección de la lucha revolucionaria del
proletariado.

En la segunda se refiere a la estrategia como la dirección del golpe


principal del proletariado, según la etapa de la revolución, en la que se
considera el objetivo a ser alcanzado, la fuerza fundamental, la reserva
inmediata, la dirección del golpe principal y el plan de disposición de las
fuerzas.

La estrategia cambia al pasar la revolución de una etapa a otra,


permaneciendo, en lo fundamental, invariable a lo largo de cada etapa en
cuestión.

En la tercera parte Stalin señala que la táctica consiste en determinar la


línea de conducta del proletariado durante un período. Si el fin de la estrategia
es ganar la guerra, la táctica persigue objetivos menos esenciales, como tal o
cual batalla, o combate. La táctica es una parte de la estrategia a la que sirve.
La táctica se ocupa de las formas de lucha y de organización del proletariado,
de los cambios y de la combinación de dichas formas.

En el cuarto aspecto sobre la dirección estratégica, Stalin señala que su


misión consiste en saber utilizar acertadamente todas las reservas, que pueden
ser directas e indirectas, según el objetivo de la revolución en cada etapa.
46

MARXISMO Y REVISIONISMO

(1ª. Parte)

Este texto de V.I.Lenin fue escrito en abril de 1908 para reivindicar el


carácter original y científico de los principios y leyes descubiertos por el
Marxismo. No era y no es actualmente extraño que la originalidad y carácter
científico de la doctrina de Marx y Engels, nacida para la educación y
organización de la clase obrera; para orientar sus tareas y organización en la
lucha por la sustitución del capitalismo y la instauración del socialismo,
mediante la dictadura del proletariado, haya recibido la oposición abierta,
encubierta o silenciosa de la burguesía que lo considera refutado y hasta
muerto, ataque del cual ha salido y sale fortalecido, lozano, fuerte y vitalizado.

Pero el marxismo -como lo señala Lenin- no consolidó su posición de


golpe, ya que desde la década del 40 del siglo XIX su lucha fue contra el
idealismo filosófico de los jóvenes hegelianos radicales; contra el
proudhonismo, en las doctrinas económicas. En la década del 60, con el paso
de la lucha teórica a la práctica concreta del movimiento obrero. A comienzos y
finales de la década del 70, en Alemania, contra Mühlberger y el positivista
Dühring, para culminar en la década del 90 del siglo XIX, con la ubicación en el
terreno marxista de los congresos de la internacional obrera. Ante este avance
del marxismo, los sobrevivientes cambiarían de táctica, tratando de
descomponer las filas obreras marxistas, produciéndose la lucha interna, que
enfrentaría al ex-marxista ortodoxo Bernstein y la corriente Bernsteiniana o
REVISIONISMO, que proclama la revisión de Marx. Para esta época en la
Rusia de Lenin el revisionismo se vestiría con el ropaje de “socialismo no
marxista”.

Ideológicamente el revisionismo se ha evidenciado y evidencia en la


filosofía, la economía política y la política. Filosóficamente con el "retorno a
Kant", bajo el pretexto de que el materialismo había sido "refutado" y de que
era necesario sustituir la dialéctica revolucionaria, por la "evolución" pacífica.

En la economía política, argumentando que los carteles y trusts


eliminarían completamente a las crisis por su debilidad y rareza; de que la
"teoría de la bancarrota" del capitalismo era inconsistente porque las
contradicciones de clase tendían a suavizarse y atenuarse. Que debía
corregirse la teoría del valor de Marx según el pensamiento burgués del
economista vulgar austriaco E. Böhm-Bawerk, de la "escuela austriaca",
opuesto a la teoría marxista de la plusvalía y encubridor de las contradicciones
del capitalismo.

La lucha contra los revisionistas reavivó con fecundidad el pensamiento


teórico del socialismo internacional, reeditando la vieja polémica de F. Engels
contra Dühring.
47

MARXISMO Y REVISIONISMO

(2ª.Parte).

V. I. Lenin

El revisionismo en el campo de la economía política ha


sobredimensionado la importancia de la pequeña producción, con argumentos
mañosos, los que han sido refutados a su tiempo con hechos y cifras. Datos
irrefutables -señala Lenin en este escrito- prueban la superioridad técnica y
comercial de la gran producción sobre la pequeña, no sólo en la industria, sino
también en la agricultura.

Pero la producción de mercancías -continúa Lenin- está mucho menos


desarrollada en el agro y, por lo general, los estadísticos y economistas
actuales no saben destacar las ramas especiales y, a veces, incluso las
operaciones de la agricultura que expresan de qué manera la agricultura es
progresivamente arrastrada al proceso de intercambio de la economía mundial.
Señalando además que la pequeña producción se sostiene sobre las ruinas de
la economía natural debido al constante empeoramiento de la alimentación, el
hambre crónica, la prolongación de la jornada de trabajo, el deterioro de la
calidad y atención del ganado; en una palabra, debido a aquellos mismos
métodos con que se sostuvo también la producción artesanal contra la
manufactura capitalista.

En el capitalismo, los avances científicos y tecnológicos, deterioran tarde


o temprano a la pequeña producción; por ello es que la economía política
socialista al investigar los procesos, demuestra que el pequeño productor no
puede sobrevivir en el mundo capitalista, obligándose a adoptar el punto de
vista del proletariado. Los revisionistas -nos advierte Lenin- al generalizar
hechos unilaterales desvinculados del capitalismo, empujaron políticamente a
los campesinos a la actitud del propietario burgués, ajena a la del proletario
revolucionario.

En cuanto a las teorías de las crisis y de la bancarrota del capitalismo, los


revisionistas se equivocaron pensando que los años de animación y
prosperidad industrial, habían dejado de lado a las crisis; cuando, en la
práctica, ellas siguen a la prosperidad como parte de la naturaleza misma del
capitalismo, porque cártels y trusts al tiempo que unifican la producción,
agravan su anarquía, la inseguridad de vida del proletariado y la opresión del
capital, con la consiguiente agudización de las contradicciones de clase sin
precedentes. Por lo mismo, los argumentos de que las crisis serán solventadas
por los grandes trusts, caen por su propio peso al evidenciarse que el
capitalismo, lejos de solucionarlas, marcha tanto en lo económico como en lo
político a su hundimiento definitivo.
48

“MARXISMO Y REVISIONISMO”

Lenin

(3ª.Parte)

En lo político los revisionistas intentaron refutar, sin lograrlo, la teoría de la


lucha de clases, la pretendida y mal entendida libertad política, la democracia y
el sufragio universal, cuestionando el Manifiesto Comunista. Señalan que si en
la democracia prevalece "la voluntad de la mayoría", el Estado no es un órgano
de dominación de clase ni que se debe negar las alianzas con la burguesía.

Su concepción coincide con la de la burguesía liberal porque para ella el


parlamentarismo burgués acaba con las clases y sus diferencias, ya que todos
los ciudadanos, sin distinción alguna, gozan del derecho a votar e intervenir en
los asuntos del Estado. Cuando en la práctica sucede todo lo contrario como lo
estamos observando en el Congreso del país, en el que se evidencia las
diferencias de clase por el sello que llevan quienes las representan, con sus
intereses económicos, políticos y sociales.

Los acontecimientos de París, en la primavera de 1871, y los de Rusia, en


el invierno de 1905, desmintieron estas falsas apreciaciones revisionistas
porque la agudización de las contradicciones de clase se produjo
inexorablemente. Para aplastar el movimiento proletario, la burguesía francesa
pactó con las tropas extranjeras. Quien no comprenda la dialéctica interna del
parlamentarismo y de la democracia burguesa, que soluciona las disputas
mediante la cada vez mayor violencia a las masas no podrá -dice Lenin-
concebir el parlamentarismo, como tribuna para realizar una propaganda y
agitación consecuente y de principio a favor de las masas obreras. Las
alianzas, acuerdos y bloques con la burguesía liberal y con el reformismo
liberal en la revolución rusa -sostiene Lenin- muestra de manera convincente
que esos acuerdos, al unir a los elementos combativos con los elementos
menos capaces de luchar, con los más vacilantes y traidores, sólo embotan la
conciencia de las masas, y no refuerzan, sino que debilitan la importancia real
de su lucha.

Las tendencias en lo económico y político de los revisionistas se vieron


complementadas con su esencia hacia la meta final del movimiento socialista,
cuando Bernstein sentenció maliciosamente "El objetivo final no es nada; el
movimiento lo es todo".
49

“MARXISMO Y REVISIONISMO”

V. I. Lenin

(4ª.Parte).

Lenin, en este escrito, considera que la política del revisionismo no es otra


cosa que la adaptación oportunista a los acontecimientos del día, a los virajes
de las coyunturas políticas, olvidando los intereses proletarios y lo que el
régimen capitalista significa. La esencia del revisionismo implica su enorme
capacidad de mimetización frente a las distintas condiciones y fenómenos
nuevos que presentan, cada viraje más o menos inesperado de
acontecimientos, aunque sea mínimo y por el plazo corto, provoca -advierte
Lenin- variedades de revisionismo. Lo determinante del revisionismo
constituyen sus raíces de clase en la sociedad actual y es un fenómeno de
alcance internacional, que se perfila como "sindicalismo revolucionario" y que
se adapta también al marxismo, "enmendándolo" e incomprendiendo a Marx. El
revisionismo y su carácter inevitable en la sociedad capitalista está dado
porque en este sistema existen siempre, al lado del proletariado, capas de
pequeña burguesía y de pequeños propietarios, que reproducen el sistema en
base a la pequeña producción. Esos nuevos pequeños productores son
nuevamente arrojados, de modo infalible, a las filas del proletariado. Es muy
natural que así suceda, y así sucederá siempre hasta llegar a la revolución
proletaria, la que no requiere que la mayoría de la población se proletarice "por
completo" para que se produzca. La lucha ideológica, librada a fines del siglo
XIX por el marxismo revolucionario contra el revisionismo no es más que el
preludio de los grandes combates revolucionarios del proletariado que avanza
con vacilaciones y debilidades, como señaló Lenin, hacia el triunfo del
socialismo y su dictadura del proletariado. Hoy esta situación no ha variado,
pese a que el proletariado ha sufrido los embates del neoliberalismo y de las
políticas patronales que lejos de minimizar su papel histórico, lo convierten en
dirigente indiscutible del proceso revolucionario en el Ecuador y en toda
América Latina.
50

"EL IMPERIALISMO Y LA ESCISIÓN DEL SOCIALISMO"

V.I.Lenin

En “El imperialismo y la escisión del socialismo”, Lenin señala que Engels


y Marx observaron entre 1858 y 1892 al movimiento obrero mundial que luego,
durante la guerra imperialista, se dividió en dos tendencias.

Cita dos fuentes de Engels: su carta a Marx de 1858, comentando el


aburguesamiento del proletariado inglés y el prefacio de su libro “La situación
de la clase obrera en Inglaterra” de 1892, refiriéndose a la contraposición entre
"la aristocracia en el seno de la clase obrera" con obreros privilegiados y una
"amplia masa obrera", con un partido aburguesado en una Inglaterra colonial.

Lenin, al demostrar que los monopolios obtenían superganancias, señaló


que con una parte de ellas, pueden sobornar a los obreros; llegando a
interpretar el oportunismo obrero inglés debido a que solo Inglaterra tenía
monopolios industriales y ricas colonias entre 1848 y 1868. Establecido el
imperialismo, el capital financiero constituye monopolios en varios países
capitalistas; de tal manera que, si en el siglo XIX el partido obrero aburguesado
existía solo en Inglaterra, con el imperialismo se generaliza en todos los países
imperialistas. Por ello, según Lenin, para hablar de la lucha antiimperialista,
difundir el marxismo y crear el movimiento obrero socialista, debía combatirse
enérgica y despiadadamente a estos partidos.

Lenin hace un llamado a los socialistas a "... ir más abajo y más hondo, a
las verdaderas masas: en ello está el sentido de la lucha contra el oportunismo
y todo el contenido de esta lucha. Poniendo al descubierto que los oportunistas
y los socialchovinistas traicionan y venden, de hecho, los intereses de las
masas, que defienden privilegios pasajeros de una minoría obrera, que
propagan ideas e influencias burguesas, que son, de hecho, aliados y agentes
de la burguesía, enseñamos a las masas a comprender cuáles son sus
verdaderos intereses políticos, a luchar por el socialismo y por la revolución a
través de largas y penosas peripecias de las guerras imperialistas y de los
armisticios imperialistas".
51

"EL SOCIALISMO Y LA GUERRA”

V. I. Lenin

Este folleto de Lenin fue editado en Ginebra en 1915 y escrito para la


Conferencia Socialista de los Internacionalistas, reunida en septiembre de ese
año, en la aldea de Zimmerwaid, Suiza. Escrito que condena la guerra y la
analiza desde una óptica de clase, destacando la posibilidad cierta de
eliminarla, cuando la humanidad viva en el socialismo o cuando se lo implante
en buena parte del mundo.

Lenin plantea la necesidad de mirar las guerras como progresistas o


reaccionarias, justas o injustas. Caracterizó a la Primera Guerra Mundial de
1914 a 1918, como una guerra injusta en la que los estados imperialistas
buscaron mantener la esclavitud y explotación capitalista; en Rusia, esta guerra
fue apoyada por los socialchovinistas, a quienes Lenin los señala como lo más
acabado del oportunismo, con su "defensa de la patria", que no es sino
renunciar a la lucha de clases durante la guerra, estar de acuerdo con los
créditos militares y no aprovechar estas dificultades para aligerar la revolución.
Política burguesa, antiproletaria, que defiende no la patria, sino el yugo
extranjero, como el "derecho" de tales o cuales "grandes" potencias capitalistas
para saquear las colonias y oprimir a pueblos ajenos.

En Rusia, la burguesía liberal, comercial e industrial y los terratenientes


apoyaron la posición pro imperialista del zar; en tanto que el proletariado fue la
única clase que no se dejó llevar por el chovinismo. Ello se explica -señala
Lenin-, por la existencia del partido bolchevique marxista-leninista, que depuró
sus filas de socialchovinistas, oportunistas y mencheviques.

El último capítulo de “El socialismo y la guerra” es la historia de las


contradicciones entre marxistas y oportunistas en el seno del Partido Obrero
Socialdemócrata de Rusia, con la etapa de los "economistas" y la vieja Iskra,
menchevismo y bolchevismo, marxismo y liquidacionismo, marxismo y
socialchovinismo, con batallas entre el marxismo y el oportunismo, convertido
en socialchovinismo, de cuyas implacables batallas salió forjado el partido
bolchevique.

Lenin antes del triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre señaló


que: "En tales casos, la guerra sería, de nuestra parte, una guerra legítima y
justa. Sería una guerra por el socialismo, por liberar de la burguesía a los otros
pueblos".
52

DEMOCRACIA Y DICTADURA DEL PROLETARIADO

La democracia burguesa posee todo un andamiaje que garantiza el poder


de las clases explotadoras, dando a los trabajadores mínimos espacios de
participación, para aparentar su incorporación a los mecanismos de definición
del rumbo de la sociedad.

Uno de los puntos que los teóricos reformistas del “socialismo del siglo
XXI” han puesto al debate es la contraposición entre democracia y dictadura
del proletariado. Acusan al socialismo revolucionario de antidemocrático y
hasta aberrante al pregonar que la construcción del socialismo exige la
instauración de un régimen de dictadura del proletariado.

No es posible hablar de democracia en abstracto, como un elemento en


sí, obviando que se encuentra condicionada a circunstancias históricas
concretas. La existencia de clases sociales da un contenido a la democracia:
ésta, o es manejada por la burguesía para el ejercicio de su poder o es
manejada por el proletariado cuando asume la condición de clase dominante y
lucha por la construcción del socialismo. Lenin afirma que “La democracia es
una forma de gobierno, una de las variedades del Estado. Y, por consiguiente,
representa, como todo Estado, el empleo organizado y sistemático de la
violencia contra los individuos”. La democracia burguesa posee todo un
andamiaje que garantiza el poder de las clases explotadoras, dando a los
trabajadores mínimos espacios de participación, para aparentar su
incorporación a los mecanismos de definición del rumbo de la sociedad. Más
aún, por más que esos espacios se amplíen, nunca serán suficientes para
subvertir el orden impuesto por la burguesía.

Cuando hablamos de dictadura del proletariado, no hacemos referencia a


una forma de gobierno, sino a una forma de Estado, caracterizado por su
condición de transición, en el que se manifiesta la democracia proletaria. Al
respecto el mismo Lenin afirma que “la transición del capitalismo al comunismo
no puede, naturalmente, por menos de proporcionar una enorme abundancia y
diversidad de formas políticas, pero la esencia de todas ellas será,
necesariamente, una: la dictadura del proletariado”.

Un período así caracterizado es imprescindible para construir el


socialismo, para poder eliminar la propiedad privada sobre los medios de
producción y transferirlos al control social; para acabar con todo el aparato
represivo burgués y el andamiaje jurídico que precautela el ejercicio de la
explotación capitalista y así garantizar el poder de los trabajadores; y, para
poner fin a todas la lacras del capitalismo, entre ellas la corrupción. La
democracia proletaria “incomoda” a los reformistas y liberal burgueses porque
estos, en realidad, no son partidarios de una auténtica revolución, sino de la
“evolución” del capitalismo hacia una sociedad “alternativa”, a la que las
condiciones actuales les obliga calificarla como socialista.

LA DEMOCRACIA BURGUESA POSEE TODO UN ANDAMIAJE QUE


GARANTIZA EL PODER DE LAS CLASES EXPLOTADORAS, DANDO A LOS
53

TRABAJADORES MÍNIMOS ESPACIOS DE PARTICIPACIÓN, PARA


APARENTAR SU INCORPORACIÓN A LOS MECANISMOS DE DEFINICIÓN
DEL RUMBO DE LA SOCIEDAD

DESTRUCCIÓN DEL ESTADO BURGUÉS Y EXTINCIÓN DEL ESTADO


SOCIALISTA

Mientras el Estado burgués es destruido mediante la revolución proletaria


y la instauración del socialismo, el Estado socialista se extingue, de manera
progresiva, a la par que desaparece todo vestigio de propiedad privada y de
diferencias sociales entre los miembros.de la sociedad.

El Estado en tanto instrumento de dominación política de una clase a


otras, surge como consecuencia de la aparición y vigencia de la propiedad
privada y la división de la sociedad en clases. Por consiguiente, la historia
registra las siguientes clases de Estado: esclavista, feudal, burgués y socialista.

En términos generales, cada uno de estos representa los intereses y la


ideología de la clase económicamente dominante, con lo cual se convierte,
también, en la clase políticamente dominante. Al respecto, Engels, en su obra
“El Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado”, expresa: “ Como el
Estado nació de la necesidad de refrenar los antagonismos de clase, y como, al
mismo tiempo, nació en medio del conflicto de esas clases, es, por regla
general, el Estado de la clase económicamente dominante, que, con ayuda de
él, se convierte también en la clase políticamente dominante, adquiriendo con
ello nuevos medios para la represión y la explotación de la clase oprimida”.

Todos los tipos de Estado instauran una dictadura de clase. En las


sociedades bajo el régimen de propiedad privada, ésta se expresa mediante el
manejo arbitrario, vertical, impositivo y corrupto que una minoría en el poder
hace de todo el aparato estatal -instituciones económicas, jurídicas, de justicia,
educativas, Fuerza Pública, medios de comunicación, etc.-, para lograr el
objetivo de consolidar y ampliar su poder económico y político, sobre la base
explotar y pauperizar a las clases trabajadoras y los pueblos. El Estado
burgués, en su intento de sofisticarse respecto de los anteriores, se esfuerza
por maquillar la opresión capitalista, con su juego electoral y la decantada
“democracia representativa”; sin embargo, sabido es que los procesos
electorales de la burguesía no son sino una farsa que le sirve para legitimar la
explotación y ostentar una supuesta democracia. No obstante, en determinadas
circunstancias, los comunistas debemos participar en este terreno,
precisamente como medio para desenmascararlo y, en ese camino, politizar a
las masas adhiriéndolas a los objetivos de la revolución.

Por su parte, el Estado socialista, es, también, un instrumento de


dominación política; instaura una dictadura de clase: la dictadura del
proletariado, esto es de una mayoría (los trabajadores y pueblos) sobre una
minoría (burguesía derrocada). El Estado socialista promueve la estatización
de la gran propiedad, sin embargo, es una sociedad donde todavía hay formas
54

de propiedad privada y, por ende, expresiones de clases sociales, de ahí que


se hace imperativa la vigencia de la dictadura del proletariado precisamente
para garantizar su progresiva eliminación hasta dar paso a la sociedad
comunista, etapa en la cual el Estado pierde vigencia histórica y prevalece una
administración y dirección de los procesos productivos en función de la
satisfacción plena de las necesidades humanas y de la naturaleza.

Mientras el Estado burgués es destruido mediante la revolución proletaria


y la instauración del socialismo, el Estado socialista se extingue, de manera
progresiva, a la par que desaparece todo vestigio de propiedad privada y de
diferencias sociales entre los miembros de la sociedad. Engels, en la obra
citada dice”...Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que
mantener en la opresión; cuando desaparezcan, junto con la dominación de
clase, junto con la lucha por la existencia individual engendrada por la actual
anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esta lucha;
cuando ocurra eso, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa
fuerza especial de represión: el Estado”

Este es un aspecto cardinal de la teoría marxista sobre el Estado, pues,


su comprensión cabal permite reconocer la naturaleza de los cambios que las
diversas fuerzas políticas proponen. Aplicado a nuestra realidad, sirve para
distinguir los límites y transgresiones de los socialistas Siglo XXI que aspiran
suavizar la explotación capitalista, manteniendo intacto el aparato estatal
burgués.

Condiciones para el triunfo de la revolución

Para conquistar el poder no es suficiente que los sectores más avanzados


entiendan la necesidad del cambio social, se requiere también que las
condiciones materiales de vida faciliten la agitación política y, con ello, se
acelere la incorporación de otros sectores a la lucha por aquel. Para que la
revolución se produzca, deben actuar en correspondencia las condiciones
objetivas y subjetivas

Tomamos como preámbulo de este artículo la siguiente aseveración


publicado meses atrás en este semanario: “La revolución no es una revuelta
del tipo que se producen espontáneamente y en las que se desfoga la
insatisfacción acumulada por las arbitrariedades o en pro de reivindicaciones
puntuales desatendidas. La revolución es un proceso organizado que tiene
objetivos a largo plazo y se propone resolver global y definitivamente los
problemas sociales...”. No es un hecho espontáneo -remarcamos-, responde a
circunstancias concretas. La revolución se produce allí donde las condiciones
lo permiten.

¿A qué tipo de condiciones nos referimos? A las conocidas bajo la


denominación de objetivas y subjetivas, según el caso.

Las condiciones objetivas son producto del desarrollo histórico concreto


de la sociedad y se desarrollan independientemente de la voluntad de los
55

hombres. Tienen que ver con las penosas condiciones de vida de los pueblos,
con la explotación que soportan las clases trabajadoras, con la opresión política
que sufren las masas. A su vez tienen que ver, como en nuestro país, con las
condiciones de atraso que enfrenta la sociedad. Es decir, son circunstancias
tangibles, que pueden ser cuantificadas, que están en el mundo y maduran
como consecuencia de la explotación y opresión capitalistas.

Sin embargo, la existencia de altos niveles de miseria, atraso, explotación,


etc. no desemboca per se en el triunfo de la revolución social del proletariado.
En el mundo existen países con elevados índices de miseria, donde la gente
literalmente muere de hambre, en los que no ha triunfado la revolución. ¿A qué
se debe aquello? A que en la mayoría de esos países las condiciones
subjetivas de la revolución no han madurado lo suficiente y no tienen la fuerza
suficiente para aprovechar al máximo la realidad o el escenario en el que
actúan.

Cuando hablamos de las condiciones subjetivas nos referimos a los


aspectos relacionados con el nivel de conciencia política y de organización de
las masas, con la disposición de éstas para la lucha política. El principal factor
o elemento en éstas, que al mismo tiempo actúa para el desarrollo de las
restantes, es la existencia de la vanguardia del proletariado, el Partido
Comunista. Éste trabaja por elevar el nivel de conciencia política y organización
de las masas, por llevarlas al combate contra la explotación y por el socialismo.
La existencia de una Partido Comunista fuerte, enraizado en el movimiento
popular, asimilado al marxismo leninismo, es garantía para llevar al éxito la
revolución.

No es raro escuchar que en nuestro país existen suficientes condiciones


para el triunfo de la revolución. La crisis económica y política es grave, las
condiciones materiales de vida de los trabajadores y el pueblo son difíciles,
pero no podemos decir que se ha topado fondo; más aún, es innegable que en
el movimiento de masas existen dificultades. Una significativa franja se
encuentra influenciado ideológica y políticamente por corrientes
socialdemócratas (es decir burguesas) que se mueven detrás de un proyecto
que pregona la posibilidad de resolver los problemas de las masas con “más
democracia”, “profundizando la participación y gestión popular” en las
instancias gubernamentales locales y centrales; es decir, sin romper el campo
de juego delimitado por la burguesía, respetando la institucionalidad capitalista.

Nosotros entendemos esta realidad y trabajamos por transformarla;


avanzamos en la construcción de un movimiento de masas revolucionario, que
no solo luche por la reivindicación material, sino que vaya entendiendo la
necesidad de enfrentar en su conjunto a las clases dominantes y al
imperialismo.

Las masas hacen la revolución, pero cuando éstas tienen conciencia de


clase, cuando existe un escenario propicio en el que pueden actuar y, cuando
tienen al frente, dirigiendo sus combates, una vanguardia política poderosa: el
Partido Comunista.
56

EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI, NUEVA TEORIZACIÓN DE VIEJAS


IDEAS ANTIMARXISTAS

La simpatía que el proceso político venezolano tiene entre los pueblos de


Latinoamérica y la adhesión pública que Hugo Chávez hizo al denominado
Socialismo del Siglo XXI ha llevado a ciertos sectores de trabajadores y el
pueblo, no solo en nuestro país, a pensar que esa es una alternativa
revolucionaria frente al oprobioso sistema capitalista. Inclusive, en nuestro país,
Rafael Correa ha dicho ser partidario de esa propuesta que, más allá de su
denominación, su contenido tiene poca difusión.

No sorprende que esto último se produzca, puesto que la versión que uno
u otro defensor del SS21 tiene sobre dicha propuesta difiere, las
interpretaciones son variadas, aunque coincidentes en un aspecto: en esencia
son antimarxista- leninistas.

Heinz Dieterich es reconocido como el ideólogo del SS21, más aún, el


mismo se autoproclama como tal, aunque a la hora de revisar su libro “El
socialismo del siglo XXI”, resulta que quien tiene el crédito de haber
desarrollado la base de su propuesta económica, la denominada “economía
planificada de equivalencias” no es Dieterich, sino Arno Peters. De las ocho
páginas que en su libro destina para el tema mencionado, siete corresponden
íntegramente al fundamento de Peters.

En la Revista Política, edición número 23, nuestro partido publicó un


artículo al respecto, titulado “El socialismo del siglo XXI, nueva teorización de
viejas ideas antimarxistas”, escrito por Alejandro Ríos, del que ahora
reproducimos algunas partes. No todos los subtítulos de este material
corresponden al artículo original.

Sin afectar la propiedad privada, no hay socialismo

El sui géneris socialismo de Dieterich se descubre al leer un ‘texto de su


autoría (que) invoca a superar ‘el dogmatismo del discurso de los años treinta
que confunde el problema del socialismo con el problema de la forma de la
propiedad...’ (subrayado nuestro). De ello se desprende dos elementos: a) que
el socialismo sería resultado de la adopción de medidas de carácter super
estructurales y no de medidas aplicadas en la base de la sociedad: la
estructura económica; y, b) como consecuencia de aquello, que el socialismo
es posible construirlo en el marco del capitalismo.

... ¿Puede concebirse un socialismo que respete la propiedad de la


burguesía, y por ende los instrumentos en los que se apoya para la
acumulación de sus riquezas vía explotación a la clase obrera?

El socialismo del señor Dieterich, en los hechos, defiende la permanencia


de la burguesía -y con ella el capital privado local e internacional, aunque
manifieste lo contrario-, no en vano propugna la instauración de un “estado no-
57

clasista”, que nos recuerda la vieja tesis del gobierno de todo el pueblo, con el
que los revisionistas soviéticos llevaron a la reinstauración del capitalismo en la
ex URSS. Inspirado en ese pensamiento, Hugo Chávez sostiene que propugna
un socialismo “que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en
la libertad y en la igualdad”, caracterización bastante vaga, que no hace
diferencia de los preceptos levantados en la revolución francesa de 1789:
liberté, egalité, et fraternité. Sí ha sido preciso, en cambio, en señalar que
busca “un socialismo que no excluya a la empresa privada”

... No puede haber construcción del socialismo si la propiedad privada


sobre los medios de producción no es sustituida por la propiedad social y si no
se suprime toda forma de explotación del hombre por el hombre. Pero hay que
advertir que -a diferencia de formaciones económicas pre capitalistas, en las
que el nuevo tipo de economía va madurando en las entrañas del modo de
producción anterior-, la economía socialista no puede surgir en las entrañas de
la sociedad burguesa, por lo que la vía revolucionaria es la única que conduce
al socialismo, y esa vía es la de expropiar a los expropiadores, como señalaba
Carlos Marx.’

¿Socialismo o desarrollismo keynesiano?

La distancia entre el marxismo y socialdemocratismo presentado Dieterich


y compañía es enorme. ‘Según éste, “la vía para salir del subdesarrollo es la
política desarrollista... (que) se mantiene dentro de la economía de mercado y
en el marco de la superestructura del Estado burgués” , lo que encierra un
elemento político sumamente peligroso, porque eso significaría que la clase
obrera y los pueblos deben abandonar la lucha por la conquista del poder y
hacer suyas la exigencia de retornar al Estado de bienestar, impulsado seis
décadas atrás por la burguesía como mecanismo de acumulación y desarrollo
capitalistas para enfrentar la crisis que en ese momento carcomía al sistema y
como medida política para hacer frente a un floreciente socialismo que atraía la
atención de las masas.

Esa conducta política a su vez demandaría el apoyo de las clases


trabajadoras a las burguesías criollas en la ejecución de su programa, hasta
alcanzar el desarrollo que permita avanzar al socialismo, sobre la base de una
alianza estratégico republicana entre los pueblos y los gobiernos . Según
Dieterich solo países como Estados Unidos, China o Japón estarían en
condiciones de avanzar hacia el socialismo, el resto deberíamos conformarnos
con tener un Estado benefactor y una burguesía que lo maneje rumbo al
desarrollo.

En agosto de 2006, Yásser Gómez (de la Revista Mariátegui de Perú)


entrevistó a Dieterich respecto de la salida frente al neoliberalismo, y esta fue la
respuesta: “La salida estratégica al neoliberalismo es, por supuesto, el
socialismo, es decir una civilización post capitalista, pero en estos momentos tu
no tienes condiciones para hacer el socialismo, porque en primer lugar no
tienes el proyecto histórico del nuevo socialismo divulgado masivamente, ... si
no tienes la teoría divulgada entre la gente, si no tienes movimientos de masas
ni vanguardias para implementarla, será una quimera hablar del socialismo
58

como una alternativa al capitalismo neoliberal. La alternativa inmediata es el


keynesianismo, el capitalismo desarrollista de Estado. (el subrayado es
nuestro) ...se tienen que combinar los dos elementos, porque los campesinos,
los desempleados quieren una respuesta inmediata y no puede ser el
socialismo la respuesta inmediata. Se tienen que vincular los dos proyectos
históricos: el keynesianismo y el Socialismo del Siglo XXI”. Los comentarios
sobran...’

La vía al socialismo es la economía mixta (¿?)

El periodista José Luis Carrillo publicó en Aporrea.org una entrevista con


Dieterich cuyo título es muy decidor: "Economía mixta es la vía al socialismo
del siglo XXI”; de acuerdo a esa nota y por boca de Carrillo, ‘Dieterich está
convencido de que estatizar la propiedad privada no lleva al socialismo, porque
"si la propiedad del Estado fuese socialismo, ya con (el rey) Carlos V
tendríamos socialismo en América Latina, porque cuando llega la Corona
Española a América, toda la propiedad de la tierra, el subsuelo y lo que está
arriba es patrimonio del rey, pero eso era feudalismo, no socialismo. La única
vía posible es una economía mixta, que tendría tres sujetos, el Estado, la
empresa privada y la propiedad social, como cooperativa" sostiene
Dieterich.

... La propiedad estatal por sí no es sinónimo de socialismo, y


efectivamente existió en el feudalismo y existe en el capitalismo; pero “olvida”
señalar quiénes, qué clases sociales se encuentran al frente del Estado en
esas sociedades. En una sociedad en la que los trabajadores se encuentran en
el poder, la propiedad estatal no tiene similitud con la existente en el marco del
capitalismo, de la que la burguesía y el capital financiero son beneficiarios.

Volvamos a las últimas líneas del texto citado anteriormente y


encontraremos que Dieterich es partidario de “una economía mixta con tres
sujetos, el Estado, la empresa privada y la propiedad social...” como la vía para
ir al socialismo, ubicándolo, en los hechos, como defensor de la propiedad
privada.

En ese “socialismo” el papel de la empresa privada estaría condicionado,


ni más ni menos, que por la eficiencia, por “la capacidad de administración. Si
un ente administra adecuadamente un bien -sostiene Dieterich-no tienes
realmente motivo para quitarle la propiedad o posesión, si abusa es otro
asunto. Yo asumiría una visión funcional”. Vaya socialismo este, en el que los
explotadores, los responsables de las miserables condiciones de vida de los
trabajadores y los pueblos se convierten en redentores, gracias a su capacidad
de gestión administrativa, olvidando las infranqueables barreras de clase que
ubican en posiciones contrapuestas a la clase obrera y clases trabajadoras, por
un lado, y la burguesía y el imperialismo, en otro.’

La transición al socialismo

‘El socialismo y el período de transición del capitalismo al socialismo


tienen diferencias cualitativas. Hasta lograr la afirmación de la propiedad social
59

y la eliminación de la propiedad privada sobre los medios de producción, habrá


de tomarse medias encaminadas a reconstituir las fuerzas productivas de la
sociedad. ...

En este período se aplican todas las medidas para liquidar a la burguesía


arrancándole poco a poco el capital y centralizando los instrumentos de
producción en manos del Estado, y su naturaleza y duración dependerá de las
condiciones particulares de cada país.

Eso significa que, en un inicio junto a la propiedad estatal convivirán y se


respetarán: a) la pequeña propiedad privada (pequeña producción mercantil
generada por campesinos y artesanos); b) elementos de un capitalismo de
Estado, surgido de las concesiones y convenios con capitalistas en sectores
donde el nuevo Estado no tiene capacidad tecnológica y científica para
desarrollar las fuerzas productivas. Pero esto se dará transitoriamente y en el
marco de un sistema nuevo, distinto cualitativamente, porque la clase obrera
cuenta con el poder en sus manos y ha pasado de ser clase dominada a clase
dominante, un Estado en el que se ejerce la dictadura del proletariado y todas
las actividades están orientadas a aplastar los vestigios del capitalismo y no,
como sostiene Dieterich, a convivir con la burguesía en un Estado no clasista.

Puede parecer que no hay diferencia entre los dos planteamientos en


cuanto a la existencia de diversas formas de propiedad, pero el contraste es
radical. El socialismo marxista leninista habla de un período de transición del
capitalismo al socialismo en una etapa inicial, pero en condiciones en las que la
clase obrera ha tomado el poder en sus manos, creando una circunstancia
cualitativamente diferente, en un proceso dirigido por el proletariado y su
vanguardia política. Dieterich, en cambio, cuando habla de socialismo o de
nuevo proyecto histórico lo hace en términos de las etapas más avanzadas. “La
realización del NPH (nuevo proyecto histórico) -asevera- se dará en tres
etapas: a) la fase final es la sociedad sin economía de mercado, sin Estado y
sin cultura excluyente... b) la fase intermedia será un tiempo de coexistencia de
elementos heredados de la sociedad global burguesa y de elementos de la
nueva sociedad global postburguesa que servirá para la armonización gradual
entre los niveles de desarrollo tecnológico, educativo, económico, político,
cultural, militar, etc., de los Estados del Primer Mundo y de los Estados
neocoloniales... La primera fase (“c”) de superación del capitalismo global es el
tiempo que estamos viviendo... y se caracteriza actualmente por el proceso de
constitución de la programática de la sociedad posburguesa...” Nótese que en
ningún momento hace referencia a las formas de propiedad de los medios de
producción; en la fase superior solo se refiere a la esfera del mercado y a
elementos de la superestructura.’

“Los sujetos de cambio”

‘Bajo este subtítulo Dieterich analiza las fuerzas y el programa del NPH.
Aquí, como en la invención del Estado no-clasista, desconoce el papel de
vanguardia que le corresponde cumplir a la clase obrera en la conducción del
movimiento anticapitalista, al igual que en el proceso de construcción del
socialismo. “El sujeto emancipador está conformado por la comunidad de
60

víctimas del capitalismo neoliberal y de todos aquellos que son solidarios con
ella. La clase obrera seguirá siendo un destacamento fundamental dentro de
esta comunidad de víctimas, pero probablemente no constituirá su fuerza
hegemónica. ” Esa forma de negar el papel de la clase obrera también se
observa en otro aspecto cuando, líneas antes, sostiene que “Tampoco parecen
existir las condiciones para la revolución armada en el sentido tradicional...” Ni
“tradicional” ni “moderna”, porque en la lógica de los SS21 el uso de la violencia
organizada de las masas es incompatible con la transición del capitalismo
desarrollista al “socialismo”.

También arremete contra la tesis leninista de la posibilidad de la


construcción del socialismo en un solo país; antes lo hizo contra la tesis
leninista del eslabón débil, al manifestar que solamente los países con alto
desarrollo capitalista (como Estados Unidos, Japón, China...) pueden avanzar
al socialismo. En la página 61 encontramos lo siguiente: “Ningún proyecto de
cambio nacional profundo puede prosperar en la actualidad, si no se
conceptualiza y ejecuta como parte integral del proyecto mundial; debido a que
las dependencias de las economías nacionales frente a su entorno son tan
profundas que la sobrevivencia de un proyecto no-capitalista dentro del propio
espacio nacional se vuelve imposible a mediano plazo. En este sentido, la vieja
discusión teórica sobre la posibilidad de construir el socialismo en un sólo país
ha sido resuelta por la evolución histórica de las últimas décadas (subrayado
nuestro). El capitalismo es un problema sistémico, no local -como el cáncer-;
por ende, sólo puede ser vencido con una estrategia de defensa y superación
sistémica. Por lo mismo, la praxis democratizadora del sujeto mundial de
cambio sólo logrará acumular la fuerza para superar al sistema actual, si
conceptualiza la lucha a nivel global y regional, para actuar a nivel nacional y
local. (Think global, act local). Jugando a dos aguas, como también lo hace en
otros temas, a renglón seguido afirma que “esto no significa que la
transformación tenga que hacerse simultáneamente en toda la aldea global,
para que sea viable, (...) el nuevo sistema se establece por lo general, en un
sector del sistema dominante para luego expandirse gradualmente y
convertirse de subsistema o nuevo orden (heterodoxia) en sistema u orden
principal (normal): la nueva ortodoxia. Suponemos, que la transición del
capitalismo global contemporáneo hacia la democracia mundial participativa
seguirá esta misma lógica evolutiva”.

Como en otros aspectos, Dieterich busca aparentar que su propuesta es


íntegramente “innovadora”, no obstante recoger -de refilón- elementos
reconocidos desde hace muchos años por el movimiento revolucionario. Desde
el aparecimiento del Manifiesto Comunista (1848) se formuló la lucha por el
socialismo como un fenómeno “sistémico” -para utilizar las palabras de
Dieterich- y no local y menos circunstancial, y esa comprensión se resume en
la consigna ¡Proletarios de todos los países, Uníos!, y en los esfuerzos
inmediatos que se desarrollaron para la organización internacional del
proletariado, que dio origen a la Asociación Internacional de Trabajadores,
fundada en 1864 y conocida como la Primera Internacional, cuyos primeros
documentos reconocían los principios del comunismo científico, pregonaban la
necesidad de la unidad nacional e internacional de la clase obrera y el deber de
tomar el poder político para lograr su emancipación.
61

El marxismo siempre ha postulado que la revolución social del


proletariado tiene en su contenido una connotación internacional, porque
enfrentamos a un sistema y a una clase que ha logrado el dominio mundial,
cuya derrota definitiva está condicionada por su eliminación total. Mas, esta
revolución mundial, por su forma tiene carácter nacional, es decir, se expresa
en los combates que en cada país levanta la clase obrera para derrotar a “su”
burguesía y conquistar el poder. De hecho, los efectos de las revoluciones
triunfantes locales no se limitan a sus fronteras, tienen implicaciones
internacionales al afectar la cadena de dominación del imperialismo, amén de
los efectos ideológicos y políticos en el movimiento revolucionario internacional.

En el análisis que Lenin hace del imperialismo, remarca el desarrollo


desigual que se opera en los países capitalistas e imperialistas, concluyendo
que el sistema se quebrará en su eslabón más débil y no necesariamente en el
país con mayor desarrollo de las fuerzas productivas, y la Revolución Rusa de
1917 confirmó aquello.’

*********** II Conferencia de Relaciones Alternativas , Viena, 13 de mayo


de 2006 (www.gobiernoenlinea.gob.ve) Reunión de 12 Jefes de Estado de
América del Sur. Venezuela, marzo 2007. De la intervención de Heinz Dieterich
sostenida en la mesa redonda sobre el socialismo del siglo XXI, realizada en
Quito el 30 de agosto de 2007 en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Ibid. El
socialismo del siglo XXI, págs. 58, 59. Obra analizada, pág. 58.

¿EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI NO ES MARXISTA?

Por A. Boente (c)

(Tomado de un artículo que aparce en Wikipedia, dice su autor)

"No sé cuántas veces tendrá Chávez que repetir lo mismo. Lo está diciendo
desde el año 2003. Lo ha dicho claramente en varias alocuciones, discursos y
programas de televisión “este no es un proyecto marxista, yo tengo muchos
amigos marxistas, pero este no es un proyecto marxista” (Aló Presidente, 2-10-
2005). Pero incluso, se lo ha declarado a los periodistas en entrevistas y
ruedas de prensa. “Yo no soy comunista, no tendría ningún empacho en
decirlo. Si yo tuviera un proyecto marxista para Venezuela lo hubiese dicho
desde el primer día en que salí a la palestra política. Así que no soy marxista,
tengo aproximaciones al pensamiento socialista y progresista, pero no soy
marxista” (Entrevista hecha por Lucía Newman, corresponsal de CNN, 18 de
Agosto de 2004)".

"Por si acaso, lo volvió a repetir en la rueda de prensa ofrecida en Miraflores, el


día que lo acreditaron como Presidente Electo. Pero claro, esto no es
publicitado por los medios de comunicación, porque muchos de ellos funcionan
como agencias de campaña sucia del antichavismo, y necesitan producir temor
62

en la gente, por tanto, cualquier cosa que pueda disminuir o disipar ese miedo
es censurada o simplemente obviada", final de la cita.

Cómo se explica que Chávez ahorita haya cambiado y plantee el rumbo


Marxista del Socialismo en Venezuela?. No son viables los basamentos
Teóricos del Socialismo del Siglo XXI?

Aunque no existe delito que cualquier sistema democrático y progresista


beba de las fuentes y enseñanzas del marxismo-leninismo, del Materialismo
Dialéctico e Histórico y la filosofía de vida que encierran estas teorías, y que a
su vez tome lo positivo del sistema capitalista y lo adecue a las nuevas
condiciones del desarrollo actual de la sociedad, como lo es la alta tecnología y
la elevada productividad del trabajo; pero es bueno recordar que el
Fundamento Teórico del Marxismo-leninismo es la lucha de clases, la toma del
poder por la clase obrera y trabajadora y la destrucción del viejo aparato
burgués, donde se traspasa la propiedad sobre todos los Medios Productivos
de la Sociedad, a Propiedad Social Socialista, controlados y administrados por
el Estado a partir del Poder Soberano que el pueblo le otorga a este Organo de
Gobierno.

Por lo tanto, una Formación Económico Social (FES) se distingue de otra,


por la relación que exista en la sociedad respecto a los Medios Productivos. La
Historia se encargó de demostrar que el socialismo clásico e impuesto a los
pueblos, a pesar de ser viable por un tiempo, a la larga se constituye en un
freno del propio desarrollo de las Fuerzas Productivas de la Sociedad, al
eliminar la competencia, violentar las leyes naturales del mercado, la iniciativa
privada y las libres manifestaciones del desarrollo personal junto con las
individualidades, al imponer la voluntad del Estado a la de los individuos,
traspasándosele, a su vez, al Estado una carga de tareas y funciones para lo
cual este organo de Poder no está preparado ni tiene capacidad de asimilar,
debido a la gran cantidad de Ramas y Sectores, así como renglones
productivos y sociales que existen dentro de la economía y la sociedad de un
país, lo cual da al traste con el propio desarrollo que se requiere, y al
manifestarse en las altas esferas de Poder y la sociedad, las tendencias
burocráticas y la corrupción, lo que trae consigo el incumplimiento y violación
de sus propias leyes, lo que hace que el Gobierno comience a tiranizar a la
sociedad, en aras de justificar su mala administración.

El nuevo socialismo que se construya (llámesele por cualquier nombre)


debe ser incluyente con todos los sectores de la sociedad, ser participativo, y
permitir la coexistencia de diferentes tipos de propiedad en un mismo entorno
político-social y deberá ir atrayendo poco a poco a la sociedad a formas
equitativas de producción, distribución y consumo, pasando primeramente por
un período de tránsito más o menos prolongado, donde el Partido y las
Comunidades juegan un papel esencial para el trabajo político-ideológico, en la
lucha de ideas, al ser estas organizaciones políticas y de masas, la vía para
recibir y trasmitir información entre los diferentes niveles de la sociedad y como
forma de retroalimentación de los Organos del Estado.
63

De crear o producir, el nuevo socialismo, cambios radicales en la


sociedad, mediante el uso de métodos autoritarios y totalitaristas y la violencia,
estariamos en presencia de un nuevo ciclo del socialismo clásico que exitió en
la URSS y del cual ya conocemos su final.

Por esta razón, Marx sostenía que el socialismo nunca podía ser
entregado a la gente desde arriba, debía ser el fruto del propio trabajo de la
clase trabajadora.

Una sociedad dominada por un Estado todo poderoso no genera seres


humanos aptos para instaurar el socialismo.

Por la misma razón, el socialismo no es populismo. Un Estado que provee


los recursos y las soluciones a todos los problemas de la gente no fomenta el
desarrollo de las capacidades humanas, al contrario, estimula a la gente a
tener una actitud pasiva de esperar del Estado y de los líderes que prometen
dar siempre respuesta a todos sus problemas.

Además, el socialismo tampoco es totalitarismo. Precisamente porque los


seres humanos son diferentes y tienen diferentes necesidades y habilidades,
su desarrollo por definición requiere del reconocimiento y respeto de las
diferencias. Las presiones del Estado o las de la comunidad para
homogeneizar las actividades productivas, las alternativas de consumo o
estilos de vida, no pueden ser la base para que surja lo que Marx reconocía
como la unidad basada en el reconocimiento de las diferencias.

También tenemos que reconocer que el socialismo no trata de mantener


un culto por la tecnología, esta fue una enfermedad que representó un flagelo
para el marxismo, en la Unión Soviética se manifestó como minas y fábricas
inmensas, que supuestamente capturaban los beneficios de la economía de
escala. Tenemos que reconocer que las empresas pequeñas permiten más
control democrático desde abajo (desarrollando así las capacidades de los
productores) logrando una preservación más adecuada del ambiente que
realmente será funcional a la hora de atender las necesidades del pueblo.

Podemos aprender de las experiencias aleccionadoras del siglo XX. Ahora


sabemos que el deseo de desarrollar una sociedad que sirve al pueblo no es
suficiente —hay que estar dispuesto acabar con la lógica para realizar un
mundo mejor. Y sabemos no se puede hacer socialismo desde arriba, a través
de los esfuerzos y enseñanzas de una vanguardia que toma todas las
iniciativas y desconfía del auto-desarrollo de las masas. Rosa Luxemburgo
sabiamente enfatizó:

“la clase obrera exige el derecho de cometer sus propios errores y aprender del
dialecto de la historia.”

Cuando empezamos con la meta de una sociedad que puede desatar el


potencial de seres humanos y que reconoce que la senda a esta meta es
inseparable del auto-desarrollo del pueblo, podemos construir una sociedad
verdaderamente humana.
64

LA POLÍTICA COMUNAL ACTUAL EN VENEZUELA: FALLOS Y


PERSPECTIVAS

Por: A. Boente (c)

De la forma en que se le bajan los recursos financieros hoy en día a las


Comunas (Juntas Comunales) en Venezuela, se constituye en un instrumento
de indisciplina social, de malformación de comportamientos y conductas
sociales, de desvío y malversación de recursos, de mala eficiencia en el uso de
los recursos financieros que son asignados y motivo para una perenne lucha
por controlar los aparatos directivos por parte de algunos ciudadanos, en estas
organizaciones sociales, lo que en no muchas ocasiones ha levantado rencillas
y hasta se han creado pequeños núcleos familiares como aparatos dirigente
vitalicios en algunas juntas comunales, donde ya ni siquiera muchos vecinos
salen a elegir para renovar a las mismas.

Es verdad que la población necesita recursos y financiamiento para


resolver los problemas apremiantes que tienen por delante y de esta forma ir
acabando con la miseria histórica acumulada en muchos barrios marginales por
todo el país, de ahí la razón de ser de este tipo de organización de base, que
representan al pueblo en ejercicio de la verdadera democracia participativa.
Necesidades como la vivienda, la salubridad, la urbanización de zonas y
barrios, y en resumen, ir incrementando poco a poco el nivel y calidad de vida
de la población. El Estado, en este caso, a partir de los Proyectos presentados
por cada C. Comunal, aprueba centralmente los Presupuestos y otorga los
financiamientos a esas Comunas que están legalmente registradas y
reconocidas por el Nivel Central. Bajándole, al ser aprobados, los recursos
financieros a cada Comuna dentro de cada Estado del país. Hasta ahí, todo
parece ser correcto.

Dónde está el fallo de la actual situación?

En primer lugar: Los Presupuestos de Gastos que se presentan para su


aprobacion se confecciona en Ferreterias y entidades de negocios particulares,
donde los precios son competitivos y de mercado. Lo que trae consigo que
estos presupuestos vengan en la mayoría de los casos inflacionados.

En segundo lugar: El Estado no le ha prestado la atención que requiere este


fenómeno y no ha creado una infraestructura propia para el abastecimiento de
los recursos necesarios que requiere la población, donde el Gobierno, a través
de empresas socialistas, centre las compras y ventas minoristas de todos estos
recurso materiales, que pueden llegar a ser a precios preferenciales sobre los
existentes en el mercado, sin dejar a su vez de obtener ganancias y ser
costeables en su gestión. Adueñándose para sí, este sector de mercado que el
propio Estado ha generado.

En tercer lugar: Para ello tienen que crearse empresas socialista de


Abastecimiento Técnico Material,(ESATM) que sean capaces de concentrar en
65

sus áreas y almacenes los recursos que van a ser demandados por la
población y los C. Comunales, lo cual permitiría hacer un Balance a nivel de
toda la Economía Nacional y Proyectar las producciones presentes y futuras,
según las demandas que se vayan determinando. Se podría contar, a su vez,
con información de los nuevos tipos de producciones que deben ser
desarrolladas en el país, lo cual permitiría un análisis más realista para la
sustitución de importaciones con producciones nacionales.

La creación de estas empresas Socialistas de Abastecimiento Técnico


Material (ESATM), sería fuente de empleos para el país, permitiría a su vez, a
partir de las utilidades generadas seguir creciendo de acuerdo a las demandas
siempre crecientes del desarrollo económico y social, distribuir utilidades dentro
de sus colectivos laborales al cierre de cada período y aportar lo remanente al
propio Estado. De esta forma se garantiza que el financiamiento entregado por
el Estado no vaya a parar como estímulo a la industria y negocios privados, se
estimularía la creación de empresas socialistas destinadas a satisfacer las
demandas apremiantes de la población, se le daría un uso racional y eficiente a
los recursos financieros entregados por el Estado, garantizando en todo
momento que sean empleados en estas entidades y evitar con ello la
malversación y el desvío de estos recursos para otros fines, a veces muy
particulares, ajenos para lo que fueron asignados, y de forma global mejoraría
la Gestión del Estado ante el pueblo.

En cuarto lugar: Habría que proyectar la distribución por cada territorio y


Estados del país de este tipo de empresa socialista de Abastecimiento
subordinada al Nivel Central, garantizando y proyectando los espacios para
que sean ubicadas cerca de los principales núcleos poblacionales, y
acompañarlas a su vez de una red de transporte propio que garantice la
recopilación y distribución, en algunos casos, de los recursos materiales que se
destinarían a la Juntas Comunales y a la población en general.

El Gobierno Bolivariano tiene que dejar de ser parte del mercado de la


Industria y la empresa Privada, y debe velar por el uso eficiente y efectivo de
los recursos financieros que entrega a las Juntas Comunales (evitando así las
malas experiencias del movimiento cooperativista en años atrás) para que sean
empleados por la población en la solución de sus apremiantes necesidades.

La Contraloría tiene que jugar un activo papel en esta lucha junto a toda la
población, donde la sociedad civil de manera bien organizada, tendrá la última
palabra en valorar, gestionar y hacer cumplir de forma eficiente y creativa el
uso de los recursos asignados por el Estado para la solución de los problemas
del pueblo.

***

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