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aU RAT tH FOC Re es eae Ce GRE Ue Ocean een ata oe s en la World Wide Web, con un examen de su modos de produc Jentacién y consumo, La autora piensa que, pese al aparente perfil One te ee et ee actividad de las minorias étnicas, eRe eR eee eR Ce ee eo acion. es decir. la riqueza de la literatura de la representacion a etnicidad en las peliculas, la television y la cultura popular se isa como marco para examinar la artieulacidn de la diferencia Red: empirica pues la autora recoge sus experiencias con catoree IEC nT Coa ier cokers Ecco es ee ca io que pretendia descubrir como se articulaba la etnicidad en la rada con otras formas culturales. En él incorpora el debate suscitado (Rn OCR eng ner a Oe ene ieee tual realiza un examen interdisciplinar fascinante de la partici: cae eee ete or eee identidades étnicas en la sociedad actual y cuales son los signi radictorios del ciberespacio. eet a eo CeCe a actualidad en el Departamento de Estudios de Innovacion en, Had del Este de Londres como profesora de Estudios Multimedia UO Oca eee Reet ents Cem tenes Naat vata g = a oabeasrcesenason ee seosoutereron Linda Leung ETNICIDAD VIRTUAL COMUNICACION EDUCATIVA Coleccidn dirigida por Roberto Aparici En este nuevo siglo ya no es suficiente la escolarizacién bésica para adqui- rir competencias sociales einterpretar la realidad. De hecho, nifos y jéve- res pasan més tiempo en contacto con la televisién o los ordenadores que cen Ia escuela, por lo que la incorporacién los planes de estudio de asig- snacuras que favorezcan la alfabetizacion audiovisual permitiré a los estu- diantes desarrollar una lectura critica del discurso de los medios masivos. Esta coleccién tiene como objetivo analizar de qué manera el contexto audiovisual y tecnol6gico condicionaran las formas de aprender y de en- Sefiar 1 escaa locale internacional y se ha de convert en herramienta imprescindible para estudiantes, docentes, comunicadores, animadores socioculturales, organizaciones no gubernamentales y administraciones que deseen integrar 0 desarrollar aspectos vinculados con los medios de comunicacién y las teenologias digitales de Ia informacién en contextos educativos. AGUSTIN GaRctA MATLLA ALFONSO GUTIERREZ MARTIN Algo mas que ratones y teclas Manio Siva Educacién interactiva Ensehanza aprendizaje presencialy on-line Turopore Roszak El culto a la informacién Un tratado sobre alta tecnologia inteligencia artificial y el verdadero arte de pensar F SIERRA CABALLERO Politicas de comunicacién y educacién R.TREJO DELARBRE Viviendo en el Aleph Lasociedad de la informacién _y sus laberintos ANTONIO PASQUALL_. Comprender la comunicacién (Edicién revisada y actuslizada) senate ETNICIDAD VIRTUAL Raza, resistencia y World Wide Web Linda Leung ‘Traduccién de Roc Filella Escola gedisa ‘Titulo original: Vireual Ethnicity. Race, Resistance and the World Wide Web © Ashgate Publishing Limited, 2006 ‘This translation of Virtual Ethnicity is published by arrangement with Editorial Gedisa © Linda Leung, 2005 TradueciGn: Roc Filla Bscolt iseno de cubiersa: Sylvia Sans ; indice Primera edicidn: mayo de 2007, Barcelona 1. Introduccién n 2, «No todo lo que esté por escrito tiene sentido.» | Diversasdefiniciones de «diferencia .. 31 ‘Derechos reservados pars sodas ls ediciones en caredlano 5. «All esté todo por escrito.» Estudios sobre medios de comunicacién Coo ylsteorizacin de la raza y la etnicidad en la World Wide Web 39 Paseo Bonanova, 9 I°-P ‘ : eras Basioes (eee) 4. Titcas y teenologias dea resistencia Tass Or LaRed como medio de minorias ....+....sscsscesseeseeseese 65 ax 95 253 09 05 : coven electrOnivo: gene @gedisacom 5. Lamatriz: metodologiasinterdisciplinarias hp: //werw gedisacom para ls investigacin en Internet vo... 87 Preimpresin 6. Un ordenador en el hogar o un bicho en casa? El consumo Editor Service SI. ue hacen as mujeres de as minoriasétnicas dela tecnologia Diagonal 299, entresol {08013 Barcelona de’ informacién en el ambito doméstico 123 ISBN: 978-84.9784-162-7 | 7.Sigue la radici6n: traducir la Red com los medios de comunicaci6n Depésito legal: B 24892-2007 anteriores 145 Impreso por Romanya/Valls | 8, Revonfigurar la etnicidad: la Red como tecnologia ‘Verdaguer, 1 ~ 08786 Capellades (Barcelona) dela aurorrepresentacin . oe 139 Impreso en Espana 9. Conclusiones 23 Printed in Spain Bibliografia oe... 237 ‘Queda probibida la reproduceién parcial o total por cualquier medio de impresin, ee fi cn forma idéntcs,extractada 0 modifiada de esta versién castellana de la obra, Indies onoméstico y de materias ... a A mi bijo Harvey Yuen, ‘maximo ejemplo de convergencia = RS ASEAN NN NES EOI SERN eno eat | irsoinansernion iL Introduccién El objetivo de este libro ¢s analizar los modos de produccién, representacién y constimo dela minorfa étnica en la World Wide Web. Se tata de un estudio latitudinal que ofrece una «instanténea» empitica del ciberespacio a finales de la década de 1990, una época en la que se sostenia que Internet era casi de ma- nera monolitica blanca y masculina. Para conseguir tal propésito se intenta aislarla Red de Internet en su conjunto y estudiar su uso en contextos sélidos, tales como los entornos doméstico y educativo, de manera que et reino virtual se considera sobre el telén de fondo de las relaciones de poder dela vida coti- diana, Estos objetivos del estudio se investigan tanto te6rica como empirica- mente. En efecto, desde el punto de vista tebrico el libro recurre al sistema de estu- dios de medios para abordar el tema de la representaci6n. Es decir, la abun- dancia de literatura sobre la representacién de la raza y la etnicidad en el cine, la televisi6n y la cultura popular se revisa y se emplea como marco en el que analizar la expresiGn de la diferencia étnica en la Red, y también para concep- tualizar ésta como un medio de emisin y transmisién y de tecnologia della re- presentacién, Concretamente este texto se centra en la representacién en 0 dentro del ciberespacio, frente alas representaciones del ciberespacio. Sin embargo también esté previsto que el proceso que conlleva considerar ‘una tecnologfa més nueva, como la Red, cuestione lo que pensamos sobre las antigias, como son los medios de radiodifusi6n y televisi6n. Con tal fin, el l- bro adopta tun enfoque interdisciplinar més amplio: dado que la obra trata de ‘cémo se representa la diferencia racial, también recurre a investigaciones s0- bre extudios culrurales (en el capitulo 2) para demostrar que las ideas de etnici- dad deben ser cuestionadas y que siempre resultan problematicas y mutables. Ademés de los estudios de los medios de comunicacién, el libro también parte un de una amplia variedad de estudios sobre tecnologia (en el capitulo 4), para ‘mostrar que los grupos minoritarios adoptan la tecnologia como parte de su ‘dentidad, o la emplean con el propésito de la representacién. Ademés, se ha- bla de Ia literarura referente al género y la tecnologia (en el capitulo 6): dado que todos los sujetos de la investigacién son mujeres, el libro analiza su espe~ cializacién en los ordenadores, una tecnologia en la que, histéricamente, han estado muy poco representadas, tanto como productoras como ahora, en me- nor grado, consumidoras. Desde el punto de vista empirico, el estudio pretende aprovechar mis expe- riencias en un proyecto de investigacién de mayor entidad, en el que catorce mujeres de minorias étnicas participaron en un curso preparatorio sobre la nueva tecnologia. Estas alumnas, y yo misma, nos convertimos en el objeto de investigacién de ese estudio, fijéndonos para ello en cémo se expresaba la etni- cidad en la Red en comparaci6n con otras formas culturales. El estudio anali- za los hallazgos de las buisquedas que las quince mujeres participantes (inclui- da yo) realizaron en sitios y paginas web que muestran sus etnicidades. De este modo, el libro se empeita en destacar las diferencias estratégicas entre las representaciones autoconstruidas y las objetivadas dela etnicidad, y los tipos de textos de la Red donde se podian encontrar esas representaciones. El obje- tivo es, ademés, identificar quién, entre estas comunidades étnicas minorita- rias, realiza la labor de la representaciéa online y en nombre de quién. Con tal dimensién empirica este estudio pretende innovar las metodologias ppara estudiar la Red, sin dejar de ser interdisciplinas. De paso analizaré diver- 0s temas al investigar y usar este medio en enclaves tanto privados como edu- eativos. En este capitulo empieza todo. Su objetivo es, en primer lugar, describir el trasfondo de la investigacibn, En segundo lugar, aqui se intenta definir la tecno- logia de la que el libro se ocupa,la World Wide Web, distinguiéndola de Internet en su conjunto, En tercer lugar esboza los capitulos siguientes, configurando el discurso del libro. Los restimenes del capitulo también definen los términos y abordan las tradiciones te6ricas y metodolégicas empleadas en el estudio. Por ‘timo, este capitulo conclaye con uns justificaciSn de la investigacién, El trasfondo de la investigacién Este libro nacié de un proyecto de investigacién mas amplio en ef que trabajé durante dos afios, y con el que pude delimitar un espacio para estudiar con mayor profundidad e integrar mis intereses personales en la tecnologia de la informaci6n y las cuestiones de la etnicidad. Como dice Miller (1993: 46), pa- 12 dl investigador la legitimidad personal de un estudio es tan importante co- 2 | i ‘mola aprobaci6n formal por parte del mundo académico, Pero el interés per- sonal también debia equilibrarse con el pragmatismo: como sostiene Ackers (1993: 214), el acceso al campo de estudio es esencial en la investigacién, Por consiguiente, este libro se podria considerar el producto de una «investigacion copoctunista» (Hammersley y Atkinson, 1995: 36), en el sentido de que se rea- liza la vez. que mi trabajo como investigadora/tutora de un proyecto finan- ciado por el Departamento de Desarrollo Universitario de British Telecom. Cuando ingresé en el Departamento de Estudios de Innovaciéa de la Uni- vyersidad de East London en septiembre de 1996, mi principal dedicacién se centraba en el Proyecto @THENE, una iniciativa piloto que analizaba el uso de ls tecnologias de le informacién y la comunicacién en la educaci6n.a dis- tancia. Uno de los objetivos de ese proyecto era elaborar un curso preparato- sio sobre la nueva tecnologia, llamado @THENE Year Zero. El curso iria diti- gidoa mujeres de minorias étnicas, y se debfa impartir mediante el estudio a distancia asistido por ordenador. La existencia de este curso se jusificé por el reconocimiento de la universidad respecto a que las mujeres, en especial las pertenecientes a minorfas étnicas, estin desfavorecidas en lo que se sefiere al acceso a la tecnologia de la informacién. Dada mi propia identidad de mujer perteneciente a una minora étnica, éste era el aspecto de @THENE que més ‘me atraia, y fue una de las razones que me motivaron a trabajar en el proyecto. Por lo tanto, parecfa més que adecuado extraer mis investigaciones del pro- yyecto, examinando para ello los aspectos de la relacidn entre etnicidad y tec- nologfa. Las alumnas de @THENE Year Zero formaron un grupo de catorce suje- tos de estudio que, como yo, eran mujeres de origenes étnicos y habian tenido ‘experiencia en la marginacién debido a sus respectivas etnicidades. Esto sirvi6 de base comiin para la comparacién, aunque las experiencias, como era de es- pera, fueron incretblemente distintas. Mi condicién de raujer y mi etnicidad ‘me llevaron, al menos, a ener una estrecha proximidad profesional con el gru- po de mujeres de @THENE Year Zero: como ocurre con muchas estrategias feministas para la tecnologia (Faulkner, 1996) el curso pretendia ofrecer un entome de aprendizaje en el que la competencia técnica de las mujeres de mi- norias étnicas se incrementara mediante la ensefianza por parte de otras muje- res de dichas minorfas, como yo misma. Los temas de la etnicidad y la representacién tienen para m{ una importan- «ia especial, dada mi condicién de mujer nacida en Australia y de ascendencia china. La ausencia, en la televisi6n, el cine y la cultura popular, de imagenes que reflejen mi subjetividad me ha perseguido a lo largo de toda la vida y, por cons.guiente, me llevé a incorporar ala investigacién mis experiencias de mu- jer de un determinado origen étnico. Asi que est libro también es el resultado de una especie de narcisismo racial, como Gilroy (1995: 37) lo denomins, es 18 decir; un deseo de vislumbrar mi propia etnicidad en la Red, para compensar sw ausencia en otras formas culturales ‘La investigacién estuvo alentada, ademés de por mi interés por los temas de la etnicidad, por mis antecedentes educativos en los estudios sobre medios de comunicacién. Después de completar mis estudios de licenciatura y de pos- grado en este tema, deseaba emplear este cuerpo de conocimientos, en par- ticular los relacionados con las representaciones de la etnicidad en la television yel cine. Pero més que abundar en estudios anteriores sobre los medios, me interesaba el grado en que estos conocimientos se podian trasladar y adaptar a un tipo diferente de medios de comunicacién. En comparacién parecia que Internet, siendo como era el medio del momento, estaba todavia por deseu- brit, sobre todo como un lugar de batalla entre racismo y antirracismo (Silk y Sills, 1990: 1). Se sabe mucho sobre Smo opera el racismo y cémo se comba- te en los medios impresos, la radio y la televisidn, pero ese hecho sélo habia sido analizado de fornia limitada en relacién con los nuevos medios. Asi pues, incorporé a mi investigacién los medios nuevos, lo cual se tradujo en un estu- dio de las representaciones de la etnicidad en la World Wide Web. Dada la diversidad de términos que se asocian con Internet (por ejemplo, nuevos medios, ciberespacio o la autopista de la informacién), parece adecua- do establecer sus pardmetros y ofrecer una definicidn que sea adecuada para los fines de este estudio, en especial porque este libro sélo se concentra en uno de sus aspectos. Definicién de los términos: Internet y la World Wide Web Ja omnipresencia de Internet en el discurso piblico, su identidad y defi- todavia no son completamente estables, Parte de la dificultad para esta blecer suis parémetros de significado radica en sus miltiples funciones. Inter- netes la estructura global que fac ‘+ el correo electrSnico, una forma de comunicacién bisicamente entre dos personas, aunque también se puede usar para difundir mensajes a muchos receptores, ‘+ la conferencia por ordenador, que permite que miiltiples usuarios partici- pen juntos en una actividad o un debate, + elacceso a otras bases de datos remotas, ‘la transferencia de archivos, ‘+ a World Wide Web, realmente una gran base de datos descentralizada que emplea el hipertexto para navegar a través de complejos caminos para te- ‘cuperar datos (Hammersley y Atkinson, 1995: 201). “4 ee eee tie Por consiguiente, no existe una entidad singular que sea Internet, sino varios aspectos diferenciados y que se solapan (Kendall, 1999: 70; Crane, 2000: 88): “nternet es mis bien un esquizofrénico entrelszado, con personalidades mtl- tiples que a menudo no tienen ni idea de que las demés existen» (Costigan 1999: 2). En su forma fisica, Internet es una fusién de una serie de redes de ordena- dores (Hall, 1996c: 376). Las Wide Area Networks (WAN [Redes de Area Amplia]) conectan los ordenadores centrales y los servidores terminales, los cuales, a su vez, actiian como puerta de entrada a las Local Area Networks (LAN [Redes de Area Local]). Las WAN derivan de los sectores privado y piblco e inclayen las redes de las empresas, las universidades y las compatiias de telecomunicaciones. Por lo tanto, Internet es una serie de redes interconec- tadas. Si el teléfono también esta constituido por intrincadas redes, Internet, por contraste, se puede considerar un medio piiblico, en el sentido de que la ‘mayor parte dela informacién que contiene estéadisposicién de todos y es de acceso global. Dado que es un producto dela interdependencia de industrias y de redes, Internet estédiseitado para manejar la diversidad. Su funcionamien- to sebasa en el uso de un protocolo uniforme, y no en el de un sistema de re- des estindar (Abate, 1994: 199). Es decir, diferentes sistemas de redes se pue- den comunicar entre si mediante el uso de un lenguaje informético comin. A Internet se accede 2 través de los ordenadores, pero utilizando la tecno- logia del teléfono: el ordenador esta conectado a una linea telefonica, y de ahi lacxoresién xen linea» (online). Ast pues, técnicamente, no es un medio de di- fusién (como lo son la radio y la television), aunque es perfectamente accesi- ble al puiblico. No obstante, también combina la tecnologia impresa y la audiovisual. En términos generales, Internet representa una fusi6n de las in- dustrias de la publicidad, la difusién y la informatica (Barker y Tucker, 1990: 22; Crane, 2000: 88). Sin embargo, a diferencia de las emisoras de radio y televisién, que se pue- den identificarfisicamente mediante la ubicacién de sus transmisores, Inter- net carece de una manifestacién visible. Dado que sus ubicaciones fisicas “los servidores que contienen los textos que se divulgan en Internet~ estan muy dispersas, en gran medida Internet esta desordenado. Adems, es dificil situar on exactitud la ubicacién geogrstica de un servidor, lo cual abre la posibili- dad de publicar textos que, de otro modo, podrian ser censurados 0 no mos- ‘wados en los medios impresos, la radio o la televisin, «No es dificil describir dénde esté determinada informaci6n cuando aparece en Internet. Esté en um ordenador en alguna parte (tal vez en el de uno mismo), pero es accesible en todos los puntos donde esté Internet» (Costigan, 1999: XxIl). Por consiguiente, Internet permite el intereambio de informacién por todo el eespacio libres electrénico 0 ciberespacio (Shields, 1996: 1), traspasando las 5 fronteras nacionales y, posteriormente, eludiendo las limitaciones legales y politicas de un pais determinado. Su mayor evolucién se ha dado en institu- ciones paiblicas como hospitales, universidades y organismos gubernamenta- Jes que se centran en la investigacién cooperativa, lo cual ha significado una confluencia de disciplinas y discursos. Pero con la participacién creciente ~y hoy dominante~del sector privado, los gobiernos cada vez son menos capaces de controlar la informacién que se envia y se recibe a través de sus fronteras. El acceso y la participacién globales hacen que la regulacién de Internet sea és dificil que la de las redes telefnicas, que suelen estar muy reguladas den- tro de cada pais. Su estructura descentratizada y su constante expansién hace dificil «trazar el mapa» o representar con precision los sitios interconectados (Shields, 1996: 1). Como sostiene Jones (1999: 6), Internet no es fijo, asf que slo puede ser una winstanténea». En efecto, en los aledaiios del nuevo milenio, los comentaristas habian ce- jado en su empetio de cuantificar los contenidos de la Red, y en su lugar se concentraron en el mtimero de usuarios. Sin embargo, era evidente que la Red . A la eelevisidn, la radio y el cine se les cla- 28 t silica como medios de «empujar» porque se consumen dentro de un contexto cempartido, en espacios comunales, requi i muy regulados. La cantidad de textos que se ofrece v6 de unos pocos canales de televisin es limitada, como limitado es el grado decleccién, La Red, por el contrario, es un medio de «titar» porque necesiva el aislamiento y laintervencidn del usuatio para extraer informacion, El usuario sesienta solo ante la pantalla para ver textos que no han sido sometides « un «examen previo asu publicacidn. Precisamente estos diferentes modos de com. promiso son los que configuran las pricticas representacionales exclusivas de latelevision y la Red. En el transcurso de este estudio se pondré de manifiesto en qué medida se pueden comparar la televisisn y la Red. Aunque es evidente que los dos me. dios utilizan, cada vez més, ls mismas teenologfas de transporte, el estudio se centeard ante todo en los eontenidos y en su relacién con la produceién y el consumo, Resumen Este capitulo pretendia explicar con detale la premisa, los fines y los objetivos de este libro, En pocas palabras, la investigacién desarrollada a partir de una nevesidad de ampliar los estudios sobre género y tecnologia, considerando otros aspectos de Ia identidad, como fa etnicidad, Ademés, pretende set una sportaciGn empirica ala cantidad creciente de material sobre Internet que no presta mucha atencién a la etnicidad ni a las disciplinas que han analizado la relacisn entre etnicidad y tecnologia. ‘Como parte de su objetivo de examinar empiricamente el consumo, la te- presentacidn y la produccién de la Red por parte de la minoria étnica, este li- bro pone todo su empetio en ser especifico sobre la tecnologia que se analiza a World Wide Web se ha definido como una parte, aunque diferenciada, de Internet en su conjunto. Este libro también se propone detallar el contexto en quetuvo lugar el citado estudio, es deci, dentro de un proyecto de investiga- ida més amplio, en una institucién educativa con alumnas pervenecientes 3 ‘minorias étnicas que participaron como sujetos de la investigacién y dieron la oportunidad de ver lo que habjan descubierto sobre la etnicidad en la Red, asi com los émbitos privados de su consumo de la misma. ‘Tanto fa dimensién empirica como la tedrica del estudio pretenden ser in- terdisciplinares. Es decs, se proponen recurrir a disciplinas relevantes para di- fereates aspectos del estudio. Si se ha escrito mucho sobre la Red, el conjunto de estudios sobre medios de comunicaci6n y culturales acerca dela politica de la identidad, la raza y la representacién ofrece cierto equilibrio en el an de la ecuaci6n tecnologia/etnicidad. Por consiguiente, en los capitulos que si- sguen se explican con mayor detalle estos términos: dado que la Red ya ha sido definida, esta otra faceta dela investigacién, la etnicidad, se analiza y se distin- gue de conceptos como los de raza, cultura y nacionalidad. | | i | i i 2 «No todo lo que est por escrito tiene sentido.» Diversas definiciones de «diferencia» Este capitulo se propone analizar los resbaladizos discursos de la raza y la et- nicidad, y las particulacidades de la definicién de diferencia que se hace en Gran Bretafa y Estados Unidos. De ahi la referencia a la campata publicitaria de Guinness de 1997: «No todo lo que es en blanco y negro tiene sentidos; la frase parecia adecuada dadas la variedad de terminologias que se han utilizado para describir lo no blanco y las dificultades que cada una ha tenido para ex- presarlo alo largo de la historia hasta el sigho Xx1. Dado este interés por las definiciones de =diferencia», o lo que se podria llamar «politica de la identidads, la breve reset de la bibliografia que se in- cluye en este capitulo se basa principalmente en escrito de estudios cultura- les, Se resumen los temas conceptuales y tedricos contempordneos de etnici- dade identidad, situando en primer plano la resena de la bibliografia sobre ‘estudios dedicados a los medios de comunicacién en el capitulo que sigue, ‘que considera Ia relaci6n entre la representaci6n de aquellas ideas de diferen- cia la tecnologia que la asume, es decir, de qué forma un medio informa los contenidos que lleva. La separaciGn entre las erticas de los estudios culturales y los estudios de los medios de comunicacién es necesaria porque se trata de disciplinas cuya relacién ha sido previamente confusa, pero posteriormente se han individualizado de pleno derecho mediante la divergencia de los inte- reses tedricos, aunque permanecen estrechamente alineadas (Turner, 1990). Losestudios culturales han tendido a preocuparse de los sujetos humanos, de in comunidades de clase trabajadora, ectores de medios 0 puiblicos de los mecios de comunicacién. Los estudios sobre los medios se han centrado en los contenidos y la industria de éstos, y en el proceso de la comunicacién de aI ‘masas. Han estado influidos por las tradiciones académicas estadounidenses de estudiar los efectos psicolgicos de los medios de comunicacién de masas. En este sentido, se solapan con la disciplina mas claramente inglesa de los es- rudios culturales y su preocupacién por los piblicos y los consumidores. Pe- 10 silos estudios culturales analizan los fenémenos populares y més amplia- mente culturales, los estudios de medios se concentran en las culturas medisticas de la radiodifusién y los medios impresos. Justamente entre estas dos areas este estudio y yo misma como investigadora nos situamos con fir- rmeza: el estudio es una exploracién de la Red como una forma de los nuevos medios y una herramienta de produccién, consumo y representacién por par- te de las minorias étnicas,a la vez que aborda las complejidades de la propia etnicidad. Este capitulo pretende explicar la eleccidn de la etnicidad como objetivo del estudio, y para ello habla de la especificidad hist6rica y cultural de las defi- niiciones de diferencia. Distingue entre los térmiinos que definen la diferencia de forma esencial, por ejemplo «raza» y «nacién>, y aquellos que engloban experiencias y subjetividades. Traza la linea divisoria entre los conceptos de «taza» y «etnicidady. Sostiene que existe una pugna sobre el significado de setnicidad, pero propone que precisamente esta tensi6n que existe en su de- finicin es la que hace que la etnicidad sea adecuada para los fines de este estu- dio. Ademds, sefiala que fundamentalmente la etnicidad no se puede definir sin hacer referencia ala clase, el género, la sexualidad, la edad y otros aspectos de la subjetividad. En la introduccién del libro se sefialaba que este estudio surgié de mi parti- cipacién en un proyecto de investigacién mis amplio, el @THENE. Uno de sus objetivos, como se afirmaba en su presentacién original para conseguir la financiacién de British Telecom, era «aumentar el acceso en la educacién su- perior a asignaturas relacionadas con la tecnologia de la informaci6n por parte de alumnos de origenes no tradicionales ~en particular de mujeres proceden- tes de comunidades de minorias étnicas-» (Ia cursiva es mia). Por consiguiente, mi estudio de la etnicidad se enctiadraba en el interés concreto que el Proyec- to @THENE mostraba hacia ella. Peto el vocabulario empleado en la solicitud para conseguir la financiacién del Proyecto @THENE indica también una aceptaci6n institucional de la et- nicidad para describir un determinado tipo de diferencia y parece que es el tér- ‘ino de este momento histdrico, al menos en el contexto inglés. Es deci, 6a es la consecuencia de cambiar continuamente los discursos de la diferencia, de Jas pugnas por darle un significado que han tenido lugar no s6lo a lo largo del tiempo, sino también 2 1o ancho de otras instancias sociales y culeurales Laetnicidad se puede referir alas identidades en un estado dinamico de di- versidad e hibridacién, que se caracterizan por diferencias y configuraciones 32 nuevas y no tradicionales. Esta conceptwalizacién de la etnicidad reconoce el pasado, pero sugiere que se transforma y se reinventa en el presente (Ross, 1996: X1). Incluye las experiencias de migracién y difspora, y los inevitables ‘procesos de mezela transcultural que tienen lugar en consecuencia: «Bn la ex- periencia de la migracién se plantea la diferencia: se cruzan las fronteras; las ‘eulturas se entremezclan; las identidades se desdibujan» (Robins 1991: 42). Los parémettos de la etnicidad pueden ser bastante elisticos, de forma que éta englobe la amplia variedad diferencial que la migracién ha producido. En efecto, la idea de digspora encaja bien con esta vision de la etnicidad, ya que se refiere ala dispersion geografica de determinadas comunidades de personas a la fuerza 0 por propia decisién, de modo que lo local se integra en lo global, y se combina una cultura compartida con experiencias diferentes (Gillespie, ). Segrin Ang (1994: 5), estas comunidades estan unidas por vinculos reales y/o simbélicos a unos recuerdos colectivos de una «patria» originatia. n, dichas comunidades también se pueden caracterizar co- smo vrtdales (Pernback, 1999: 204-211): es decir, esas conexiones imaginadas son «comunidades virruales» andlogas alas diaspéricas. Por ejemplo la dis- ppora de los negros esté constituida por todas aquellas etnicidades que han sur- gido de la forzada emigracién de los africanos; también existe, por ejemplo, ‘una diéspora china que ha evolucionado a partir de circunstancias hist6ricas distintas. La idea de dispora trata de sortear la tensién constante que existe entre «de d6nde eres» y «dénde ests» (Gilroy 1990/1991: 3-16). La amplitud de ladiversidad que acompata a esta definicién de ctnicidad se extiende atin ds, ¥ trasciende las diferentes experiencias sociales, politicas, culturales ¢ histéricas Brah (1992: 131) sostiene que la etnicidad debe explicar también las dife- rencias experienciales que establecem el género, la clase y la sexualidad. Es de- cir, aetnicidad de uno no se puede comprender si se afsla de otras dimensio- nes de la subjetividad, de manera que, por ejemplo, mi experiencia de los chinos va unida de forma inextricable a mi experiencia como mujer (de ascen- dencia china). La diversidad de posiciones que esta definicién de etnicidad permite, desde la perspectiva del edénde estés» o dénde te sitias en términos no geograficos, significa que la etnicidad ya no estd necesariamente vinculada allos orfgenes o la patria de uno. Esta disociacién de la etnicidad de un espacio ‘0 periodo, segtin Giddens (1991: 2), se agrava por el papel que la tecnologia desempetia al mediar en las relaciones sociales: [la vida social moderna se caracteriza por unos profundos procesos de la réor- ganizacién del tiempo y ef espacio [.. unidos a la expansin de mecanismos de de- Satraigo -tinos mecanismos que lberan las relaciones sociales de sus ubicaciones specifica, y las recombinan a grandes distancias de tiempo y espacio. 38. Es posible que estas tendencias deslocalizadoras de la existencia actual sean precisamente las que alienten una reaccién a una conceptualizaci6n flexible y fluida de la etnicidad. Hall etal (1992) reconocen que etnicidad es un término vyulnerable a muchas formas de reapropiacién, en especial las esencialistas que la definen desde la perspectiva de la pureza cultural. Para quienes deseen em- plearla como un término de exclusin, la etnicidad connota unas claras carac- teristicasculturales, tradiciones, costumbres religiones. Es una construccién regresiva de la etnicidad asentada sobre un pasado idealizado e imaginado (Ross, 1996: x1) El érmino se emplea como una forma de movilizacién social, con la que se pueden reclamar al Es- tado diversos recursos, econémicos o de otra indole (Yuval-Davis, 1998: 138- 139). Ast pues, la pugna sobre la definicién de etnicidad es también una pugna sobre quién ostenta el poder para definir dénde se hallan las fronteras de las colectividades étnicas: como dice Werbner (1997: 18), la etnicidad se define tanto interna como externamente. Laetnicidad que se construye sobre principios de exclusividad tiene una ‘muestra, por ejemplo, en el fundamentalismo religioso e intenta forjar un rela- to singular de la cultura nacional, También se manifiesta lingiisticamente en términos como el de «minorias étnicas», que Lipacd (1992: 168) considera una ictica marginadora: «J la gente de color es la minoria slo en Estados Uni dos y Canada. Globalmente, los caucssicos estan claramente en minorian. Aunque todo el mundo tiene una etnicidad, ésta se ha aplicado solamente a tunas etnicidades determinadas, sobre todo las minoritarias y aquellas que se considera que se oponen a ia cultura dominante o a la sociedad mas amplia o las amenazan (Solomos y Back, 1996: 131; Leicester, 1993: 16). La idea de que ono blanco se puede clasificar segtin las minorias étnicas, aunque es restricti- ‘va, permite sin duda més formas particularistas de identificacion que la raza La etnicidad se puede referir alas comunidades indigenas dada la asociacién de éstas con su tierra natal, pero también se puede aplicar a los inmigrantes por su estatus de «minoria» en una sociedad anfitsiona. La raza, por el contra- rio, funciona sobre la oposicidn binaria bésica de negro y blanco: «Supone una redundancia decir que “raza” (y) etnicidad [...]no son términos intercam- biables» (Gilroy, 1987: 154-156) Gilroy sostiene que deberia existir una clara distancia conceptual entre ra- zay etnicidad. Raza se eseribe entre comillas para destacar que se trata de un 34 téentino problemético. Se emplea con dificultad, dado que se centra en el cuer- po fisico: el color de la piel, los rasgos facales, el pelo, lo fisico, el trasero, los genisales (Hemnton, 1988: Xi; Leicester, 1993: 16). Gilroy utiliza estos indica- dores simbélicos del cuerpo para convertir una diferencia socialmente cons- truida en otra supuestamente natural: «i esta originalidad (racial) existe ~y no eaben dudas al respecto- se debe a circunstancias geogesficas, hist6ricas y so- cioldgicas, y no a nitidas aptitudes relacionadas con la constitucién anatémica y fisioldgica de las razas negra, amarilla y blanca» (Lévi-Strauss, 1977: 324) © En efecto, como sefiala Lévi-Strauss, el concept de raza surgié en tin de- terminado contexto social e histérico. En los momentos dlgidos del imperia- lism, el uso de la raza como una categoria para describir la diferencia se im- | puso, todo ello unido a las ideas del determinismo biolégico. La raza se caracterizaba por: | ‘+ unos rasgos fisicamente distinguibles que originaron el uso popular de la craneologia, es decir, el estudio del tamafto del eréneo, hasta 1940; + Isaceptacidn de una diferencia genética o de sangre basada en las distincio- nes entre el color de la piel (Bottomley y De Lepervanche, 1988: 33) Estas caracteristicas fisioldgicas se utilizaron para aval las teorias de la . El ‘autor compara este hecho com el de mirar la fachada de una casa pero sin llegar conocer jams a su propictario, porque nunca esti en casa. Es decis, el conoci- ‘miento que uno adquiere de una pagina web es inevitablemente superficial, yen el mejor de los casos s6lo una escueta imitacién de lo que se supone que repre- senta. Este cinismo sobre la capacidad de la Red para ofrecer una representa- cin que no leve a engafio la identifica con la fuerza: .. Sin embargo, Zurawski (1996) reconoce que inevitablemente la (Mallaprageada, 2000), haciendo con ello que sw presen- cia en el ciberespacio parezca periféricas por lo dems, cuando estin en areas ‘més visitadas de Internet buscan a propdsito que su etnicidad sea invisible (Nakamura, 2002: 47). Esto apunta a dos posibles estrategias para investigar el ‘consumo étnico de la Red: una es examinar los espacios de produccién, con- sumo y representacién que las minorias étnicas han forjado alejéndose de la mirada blanca»; y otra considerar que las minorias étnicas entran en el con- sumo generalizado y en unos textos que no corresponden al piblico at que ‘van dirigidos. Ambos enfoques se han estudiado y2 en relaci6n com los paibli- cosnegros y los medios de comunicacién. Reid (1993: 135) dice que es necesario estudiar la forma en que los negros sehan reapropiado de las imagenes de lo negro ereadas por industrias medisti- or cas blancas. Los estudios de audiencia han demostrado que los espectadores negros han obtenido significados heterogéneos, ademés de diversién, de los textos televisivos y cinematogréficos. El estudio de Reid (1989) de los habitos de vision de las j6venes negras de Londres descubrié que, a pesar de que exis- tfa un consenso sobre la poquisima presencia de personas negras en la televi- sin briténica, habia también una diversidad basada en la edad, la educacidn, el trabajo y el tiempo disponible. La telenovela era un género popular entre log sujetos que analizé el estudio, lo cual indica que éstos pudieron obtener expe- riencias de visién positivas de la televisin, pese a sentitse insatisfechos por la ausencia de representaciones de lo negro. Asimismo, en lo que al cine se refiere, hooks (1992: 291-393) dice que la mayorfa de las mujeres negras con las que se ha encontrado en su investiga cin eran conscientes de a ausencia de mujeres negras en el cine, pero seguian apropindose de representaciones de la condicién de mujer negra que se po- dian considerar negativas, Es decir, eran capaces de ignorar su reconocimiento del sacismo y el sexismo de esas imagenes con el fin de obtener placer de la ex= petiencia cinematogrifica. Esto confirma la tesis de Diawara (1993: 219) de que el espectador negro también es un espectador que opone resistencia, ofreciendo una critica activa de las representaciones de lo negro en el cine, que estan construidas a partir de Ja «mirada blanca» de la industria de los medios de comunicacién y que exis- ten para complacer a los espectadores blancos (ibid.: 215). El estudio de Bobo (1993: 272, 285) sobre las teacciones de las mujeres negras ante la pelicula El color piirpura demuestra que, incluso con una pelicula realizada por un direc- tor de los habituales de Hollywood, las mujeres extrajeron imagenes de poder y las relacionaron con sus propias vidas. Esto indica que al parecer las repre~ sentaciones negativas se pueden transformar en el proceso de la interpreta- ci6n, pero el tema de quién esté detris dela cimara y laimagen es también im- portante, Se podria decir incluso que este tipo de consumo activo por parte de las minorias étnicas es més frecuente en la Red, porque cualquier juicio repen- tino sobre la correccién politica de una determinada representacidn esti difi- cultado por la opacidad de quien la produjo. Adems, es necesario que asi sea porque la hipertextualidad de la Red exige los procesos conscientes de filtrar y leer por encima (Sosnoski, 1999: 3). ‘Cuando se han considerado las expectativas del publico negro resulta dif cil generalizar sobre las llamadas connotaciones positivas o negativas de las re- ppresentaciones de las minorfas étnicas en los medios de comunicacién. Perolo que es crucial, segiin los sujetos investigados en el estudio de Reid (1989: 118- 119),es un incremento del niimero de personas negras en los medios de comu- nicacién, de modo que puede haber mas programas dirigidos a las personas negras y en los que éstas aparezcan. De hecho, las representaciones de la raza 58 ue se han construido desde una «mirada blance> se deben equilibrat com re- presentaciones dela etnicidad que hayan sido autoconstruidas. En a industria te los medias de comunicacién han existido espacios para ello, aunque han si- ido unos espacios marginados de algiin modo. Este tipo de espacios se han ‘creado también en Internet, pero geual es su alcance y c6mo son, comparados, por emplo, con el sector del cine independiente realizado por negros? La produccién, la representacién y el consumo dominantes frente a losindependientes El problema de a abrumadora cantidad de estudios que concluyen que las re~ ‘presentaciones de las minorfas émnicas han sido negativas, es que se hah centra- do en los medios de comunicacién populares. Las historias de los negros en el cine han tendido a centrarse casi por completo en las peliculas comerciales (Reid, 1993:2),y los corzespondientes estudios sobre a televisién se han rea- lizado principaimente antes de la proliferacién del cable y el satélite, con lo que re han limitado a fijarse en la difusin de programas por las redes de la te- levisin terrestre. Es posible que esta distincién entre las formas dominantes ¢ independientes de la representacién se pueda hacer también en relacién con la Red, desde a perspectiva de los contenidos comerciales y no comerciales. Las investigaciones sobre los medios de comunicaciGn de la minor‘a 6tnica han destacado los marcados contrastes entre las representaciones objetiviza- das de la raza y las representaciones autoconstruidas dela etnicidad en las di- ferencias cualtativas entre los medios dominantes y el sector de los medios de la minoria étnica. Se ha dicho que la industria de los medios de comunicacién haa sido un campo de los blancos, y que las imigenes de los negros han estado bajosu ecustodia protectoras, elaboradas por la sensibilidad y las expectativas de los blancos ante los negros (Guerrero, 1993: 239). Incluso las imagenes po- sixivas de las personas negras construidas desde una «mirada blanca» no mues- tranlos matices y la complejidad de la vida negra, porque no estén producidas desde una posicién de «autoridad experiencial» (Diawara, 1993: 11; Clifford, 1988: 35), ya que tienden a recurrira los dualismos raciales para representarlo negro, en vez de mostrarlo como una etnicidad dinémica e hibrida, y preten- den shablar por» las comunidades negras, siguiendo una téctica similar a la de ‘Occidente cuando invent6, colonizé y posteriormente reivindicé que repre- sentaba a Oriente (Said, 1995:3). En contraste con todo esto, as peliculas realizadas por negros offecen tina perspectiva que no es eurocéntrica, sino autoconsciente (Ross, 1996: 167). Pa- ra Diawara (1993: 4-5), el cine independiente estadounidense realizado por nogros y Hollywood guardan una relacién andloga ala que existe entre lo ne- gro y la americaneidad. El primero oftece un punto de competencia al cine 59 blanco dominante a través de representaciones alternativas de lo negro. Su biisqueda de nuevas posibilidades de representacién significa que conceptua- Jiza lo negro desde la perspectiva de laetnicidad y no de la raza. Pero laidea de tuna «pelicula realizada por negros» también sugiere una redefinici6n y una re- apropiacién de la raza. En vez de que ésta sea un indicador de la diferencia bioldgica ofisioldgica, dicha idea se utiliza politicamente para destacar la dife- rencia socioecondmica y la desventaja que las personas negeas han experimen tado en relacidn con las personas blancas ~es un ejemplo de la idea de «esen- cialismo estratégico» de Spivak (1993: 3-5), Las peliculas realizadas por negros (0 enegras») se producen a través de pricticas medisticas diferentes de las convencionales 0 del cine dominante, en el sentido de que sitdian al espectador o al lector de forma distinta, es decir, desde una perspectiva negra. Ross (1996: 154) y Reid (1993: 2) coinciden en que las peliculas «negras> son aquellas que incorporan personajes negros;cu~ yo contenido tiene relacién con los temas de la raza y la etnicidad, y esté cen trado en las comunidades negrass y que estan escrita, dirigidas y producidas ‘por cineastas negros. Reid (ibid.: 111) describe una subcategoria de peliculas snegras», conocidas como peliculas enegras mujeristas». Estas pretenden abordar las diversas facetas de la opresidn de las mujeres negras, asf como el sexismo y el falocentrismo de las peliculas «negras» producidas por hombres. Esta consideracidn de una diferencia dentyo de la identidad negra significa que las imagenes autoproducidas del cine independiente saben expresar mejor la cetnicidad que la orientacién que reciben de los medios de comunicacién do- minantes respecto a la raza, Dentro de los parametros de estas definiciones, se podria decir que hay si- tios web negros tales como Jet, Ebony, Essence, cafelosnegros.com y Black- Planet.com (Ross y Greaves, 2001: 67; Morrissey, 2003), que han sido desax rrollados por empresas medisticas especificamente étnicas. Sin embargo, son ‘unos sitios que se han creado como respuesta a la demanda del mercado: es deci, son sitios web comerciales para comunidades étnicas. Por consiguiente, tienen un pie en el comercialismo de los medios dominantes y el otro en lain dependencia de los medios de las minorias, (Hill, 2001: 25) sostiene que no cexisten sitios web independientes sin énimo de lucro dirigicios a minorias éini- cas que puedan competir con esos sitios de mucha mayor escals. Pero existen pruebas de que en Internet est avanzando con fuerza un sector étnico inde~ pendiente, Melkote y Liu (1999) han analizado lo que ellos denominan un «lnternet étnico chino», del que los estudiantes chinos diaspSricos dependen mucho para informarse de las novedades de la comunidad china y de China. Estos autores dicen que en lo que se refiere a estas comunidades, Internet tie- une una tendencia fragmentadora similar a la de la television por cable o la ra- Aiodifusi6n directa por satélite, en el sentido de que la gente abandona el In- 60 ternet dominante, del mismo modo que el sector de los medios de comunica- cién negzos tienen sus propios pablicos més all de las principales institucio- res mediiticas. “Existen unos paralelismos particulares entre los medios independientes y los sitios web no comerciales. Un ejemplo de estos tltimos son las paginas ini- ciales personales, producto de autores que utilizan la Red como medio para presentarse a si mismos (Chandler y Roberts-Young, 1998) y como un espa- cio para recalcar quiénes son (Miller y Mather, 1998), Las paginas iniciales personales se ocupan de la construccién de la identidad del autor, y se centran primordialmente en la clase, la edad, el sexo y la etnicidad, con el fin de atraer 4 otros con un «pensamiento parecido» (Chandler y Roberts-Young, 1998) Estas declaraciones son intentos de buscar comunidades virtuales que com- partan identidades eintereses, de modo similar al que las peliculas «negras» se concentran en las experiencias comunes de las comunidades negras. Pero Chandler y Roberts-Young sostienen que el publico potencialmente global de las piginas iniciales personales hace que la Red se pueda comparar mis a los medios de comunicacién de masas. A diferencia del sector de los medios inde- pendientes, con sus publicas «nicho» y su clasificacién como medios de mi- rors, la Red integra las caracteristicas de un medio de comunicacién de ma- sas a través de su accesibilidad en todo el mundo, con capacidad para la autocrepresentaci6n individual en un contexto no comercial. Jones (1999: 3) la define como un medio de comunicacién de masas «personalizado». ‘Uno de los objetivas de la investigacidn empfrica era localizar en la Red el equivalente de un sector negro independiente, semejante al que existe en el ci- ne. Es decir, se buscaban y se descubrieron, entre otras cosas, representaciones autoconstruidas de la eticidad. Ademés, dado que todos los sujetos de la in- -vestzaci6n, incluida yo misma, eran mujeres, y que el objetivo era encontrar textos en la Red que expresaran nuestras etnicidades particulares, nos impor- taban de modo especial los sitios y las paginas que fueran acordes con las pe- liculss «negras mujeristas>. Hay pruebas que confirman que en la Red existen estos contenidos, aunque localizarlos pueda suponer més tiempo. El estudio de Delgado-P. y Becker (1998) sobre los sitios web indigenas demuestra que sgeneralmente no incluyen a mujeres indigenas. La comparacién que Miller y “Mather (1998) hacen de las paginas de hombres y mujeres en la Red muestra tuna ratio de 15% de pginas elaboradas por mujeres, frente a un 75% cons- truidas por hombres, con un 10% de péginas en las que no se pudo identificar el sexo de su autos. Del mismo modo que las peliculas «negras mujeristas» se disigen a sus pablicos de forma distinta a como lo hacen las peliculas «negras» producidas por varones negros, hay una diferencia de estilos entre las paginas de hombres y de mujeres. En general, ls piginas de las mujeres eran mas ex- tensis, se centraban més en las personas, los sentimientos y las relaciones y, 61 consecuentemente, tenian mas vinculos. Estaban mas orientadas a la comuni- dad en su conexién con otros sitios, individuos y organizaciones,y se dirighan directamente al visitante. Conclusiones Es importante recordar el comentario de Gilroy (1995: 34) de que cada zona televistal configura de distinto modo la raza y la representacién. Tal vez se podsfa aplicar lo mismo a otras zonas de los medios de comunicacién, de ma- rnera que las muestras de la raza y la etnicidad de la television se pueden consi- derat distintas de las del cine, las cuales, su vez, se pueden distinguir de las de IaRed. ero aunque las pricticas representacionales de cada medio no coinciden, también es verdad que unas toman prestados elementos de las otras. Como di- ce Bobo (1993: 273), las representaciones racistas de los medios impresos las heredaron la radio y, posteriormente, el cine y la television. Por lo tanto, la Red podria ser la sucesora légica en este linaje, adquiriendo de sus precursores hist6ricos los sistemas para la construccién de la raza. Silas imagenes de la raza de los medios de comunicaci6n estén influidas por el racismo de su época, como se ha visto en los estudios sobre los medios, entonces existen todas las razones para pensar que esto también sera evidente en la Red mientras sigamos viviendo en unos contextos sociales que estén im- pregnados de racismo, Los estudios sobre los medios han investigado el fun cionamiento del racismo en los medios, empleando varias estrategias que se podsfan adaptar en los muy necesatios estudios sobre la raza y la etnicidad en Internet. Los historiadores de los medios de comunicacién occidentales han lega- doa la conclusion de que, dado que las estructuras de las industrias medidti- «as han sido 4mbitos primordialmente blancos, las imagenes de a raza y la et hnicidad que han producido se han realizado inevitablemente desde una «visi6in blanca». Las representaciones tanto estructurales como visuales de las minorias étnicas en los medios de comuinicaci6n reflejan ¢ informan dena historia social de imperialismo y racismo. En este capitulo se ha hablado de ejemplos de representaciones medidticas que contienen legados del colo- nialismo, y también de aquellos que se han encontrado en los nuevos medios de comunicacién. Contrariamente a la muy optimista y temprana especula- cia sobre la ausencia de racismo en Internet, los posteriores estudios empi- ricos sobre ios diferentes aspectos del medio han destacado la necesidad de tun andlisis més detallado de las construcciones que se hacen de la raza y la et- nicidad en Internet. 62 BB acceso y la participacién en Internet han mostrado un patron historico similar al de las industrias medidticas briténicas y estadounidenses, en el senti- do de que predominantemente son ambitos de expresién de las personas blan- cas; poro ls investigaciones sobre los medios confirman que esto no significa {que as representaciones de las minorfas étnicas estén ausentes por completo. ‘Al contrario, la mayorfa de las imagenes de la raza y Ia etnicidad se produce desde un puato de vista blanco y cumple la funcién ideolégica de reforzar la jdentidad blanca como algo unificado (Hall, 1993). Esto normalmente sigaifi- ca que la visibilidad de las minorias étnicas es efimera. Pero ain hay mucho que analizar empiricamente sobre de qué forma la «mirada blanca» cala y se sniuestraa si misma en Internet. La gran cantidad de trabajo erudito realizado sobre la correccién politica de las representaciones de la raza y la etnicidad en los medios de comunica- ciény en la cultura popular todavia esté en sus primeros intentos en relacién con Internet. Pero de los estudios sobre los medios se desprende claramente que esto se traduce en un ¢jercicio de algain modo redundante cuando no se considera el proceso del consumo. Los significados que el piblico negro ex- tae de las formas en que se le retrata en los medios es un érea de estudio igual- rence importante, que también se debe abordar en relacién con Internet. 1a variedad de la presencia negra tanto en los medios dominantes como en Jos de minorias ha sido otro objeto de investigacién para los estudiosos de los medios de comunicacién. Estos estudios han considerado los medios como un ‘espacio que supera las tensiones entre las representaciones objetivizadas de la sazaque marginan a las minorias étnicas,y las representaciones tenaces de laet- nicidad que producen las propias minorfas éticas, Parece que Internet también se podria considerar un enclave en el que se produce este tipo de mediacién, Estos son los enfoques que yo empleo como punto de partida para el estu- dio de la World Wide Web como una forma de medio de comunicacién de la sminoria nica, as{ como una «geografiaracializada» (Lockard, 1999) que ests inspirada por unos contextos sociales, econdmicos y culturales mas amplios. Los estudios empiricos analizan los significados que un grupo de mujeres per- tenecientes a minorias, étnicas que son los sujetos de Ia investigacién, extrae de las representaciones de la etnicidad en la Red. En los textos de la Red que éllas sleccionaron e interpretaron, analizamos las similitudes y las adaptacio- nes de los temas y las estrategias representacionales empleadas historicamente en los medios y en la cultura popular, incluidas las posibles presencias de la mirada blanca». Tienen un interés particular las paginas y los sitios web que se hen creado desde el interior de comunidades étnicas, y que demuestran de qué modo éstas usan el medio, se dedican y se movilizan en torno a él. Este capstulo ha intentado establecer conexiones entre los medios de ra- diodifusi6n y la World Wide Web, y en el siguiente se habla de las cuslidades 63 excepcionales del modo en que funciona la Red. Se ocupa, ademis, dela capa- cidad de la Red para ser una forma de medio alternativo y para acoger la parti- cipaci6n de las minorias étnicas. Por lo tanto, en él se intentara deconstruir los sistemas de produccién, representacién y consumo de la Red, yuxtaponién- dolos a los de otras teenologias alas que los grupos minoritarios han accedido y de las que se han apropiado. oa 4 Tacticas y tecnologias de la resistencia. La Red como medio de minorias Este capitulo amplia el realizado en el anterior sobre las formas en que las minorias étnicas se han apropiado y han traducido las representaciones de Jarazay la etnicidad en los medios de comunicacidn. Pero sien el capitulo an- terior se analizaba la representaci6n desde una perspectiva de arriba abajo, considerando cémo fa imagen de las minorias étnicas ha estado inspirada por Jas estructuras de las industrias medidticas y de Internet, en este capitulo se aborda el tema de abajo arriba. Concretamente, agu‘ se habla de las estrategias bisicis de consumo y de produccién que los grupos marginados han utilizado ‘para participar en las tecnologfas dela representacidn, tales como el cine, la te- levisiin, las telecomunicaciones y ta misica. Estas tacticas de resistencia se analizan en relacién con los contextos y los modos del consumo y la produc~ | ci6n de aquellasrecnologtas: ¢déndle estén los espacios que permiten que tales tecnelogias se conviertan en medios de minorias? -Dénde estén las lagunas y Jos margenes que hacen posible esta accién? (hooks, 1993: 289). Y lo que es nds importante, estas técticas se pueden transferir ala Red? Ente capitulo se propone situar dichas hichas del ciberespacio en tnos dis- curses opuestos en torno a fa tecnologia. Es decir, en qué medida las afiema~ siones que se han hecho sobre Internet se han hecho sobre otras tecnologias (Sterne, 1999: 277)? Estas perspectivas se pueden situar histéricamente, empe- zando por las especulaciones enfaticamente evangélicas y distopicas del «mo- rento de Internet» de los ihtimos aftos del siglo Xx, y siguiendo por las con- lusiones mas modestas surgidas de estudios empiticos de aspectos concretos de Tvernet que conceptualizaban la Red como un sitio tanto de resistencia (or parte de las minorias étnicas) como de poder (de las Fuerzas dominantes). 65 Estos estudios han demostrado que generalizar sobre Internet no resulta itil, ‘pues no existe una cultura de Internet sino mas bien una multiplicidad de eul- ‘tras existentes, emergentes y que se solapan (Kendall, 1999: 70; Crane, 2000: 8; Nakamura, 2002: x1V): «[.] la cibercultura es un remoto complejo débil- mente entretejido de subculturas sublegitimas, alternativas y de oposicién [> Dery, 1994: 8) Igualdad de oportunidades: la necesidad de la intervencién, estructural? Como he puesto de manifesto en el capitulo anterior, las instituciones medis- ticas han tendido a ser émbitos blancos, y a ausencia de representaci6n, tanto ‘en sus estructuras como en las imagenes que producen, ha contado con fa opo- sicién de los medios de minorias. Esto no significa decir que lo blanco de los ‘medios de comunicacién sea monolitico y estatico, sino que realmente la parti- cipacién étnica s6lo ha aumentado de forma marginal a través de la politica, Las desventajas que han sufrido las minorias étnicas en su busqueda de ca- rreras o de promocién en las industrias de los medios se han reconocido en las politicas de igualdad de oportunidades en cl trabajo y en a discriminaci6n po- sitiva, Ha habido intentos de abordar el «xacismo industrial» ala menor finan- ciacién de los programas para comunidades negras (Pascall, 1982: 7), median- te el establecimiento de unidades de programacién multiculturales (Young, 1995; 46). Hall (1995: 19) estd en lo cierto al afirmar que la visibilidad negra en los medios de comunicacién no hubiera aumentado sin estas iniciativas de fi- nanciacin especiales, Sin embargo, a pesar de la existencia de iniciativas de es- te tipo, fos cambios se han hecho realidad de forma muy lent. 3 proyectos no son el resultado de la benevolencia de las instituciones ‘medisticas, sino de unas campaiias mucho més constantes de fos grupos mino- ritarios (Phillips, 1995: 66). Pero parece que los esfuerzos de esta intervencién negra ~1as comisiones de control, los cédigos de conducta, los departamentos de programacién de minorias étnicas no han alterado la culeura (blanca) organizativa de las industrias de los medios de comunicacién (Ross, 1996: 167, 177), En el mejor de los casos, parece que los medios dominantes siguen la linea establecida por el sector de los medios independientes de minoria étni- «as, mucho después de que estos iltimos hubieran propuesto las primeras re- presentaciones, El sector de los medios de comunicacién negros independientes surgi6 co- ‘mo respucsta a una identificable ausencia de visiblidad negra en el cine y la te- levisi6n, cuyo resultado fueron proyectos destinados a incrementar la produc cidn de medios negros, mediante la formacién en las compas y la eseuelas 66 acai de cine y televisién, ademés de subvenciones que permitfan ser experimentales cevitar las convenciones de los estudios a los que se empleaban en los medios ‘negros (Reid, 1993: 2, 125). En lo que a Internet se refiere, este tipo de inter- vencién estructural se puede localizat, por ejemplo, en los cursos sobre tecno- Jogfa de la informacién que, en las instituciones educativas, se dirigen a los es- sudiantes procedentes de minorias étnicas; en iniciativas como los centros de secttologia de la comunidad (CTC) y Free-Nets, que promueven el acceso y la participacién online més all del ordenador familiar Johnson, 1996: 92; Lillie, 1999; Hill, 2001: 21). A su ver, esto se traduce en la base de la produccién y el consumo de los recursos de Internet basados en la comunidad étnica, Resulta tentador conchiir que medidas como las utilizadas en las industrias delosmedios para aumentar y mejorar la representacién negra en el cine'y late- levisidn no son necesarias en el caso de Internet. Dado que Intermet incorpora tm sistema que esta fuera de las estructuras del gobierno y de la influencia del Estado, su no obligacién de rendir cuentas hace posible que se oigan las voces de las minorias: por ejemplo, en los paises totaltarios los disidentes exiliados pueden radiodifundir via satélitee Internet a sus paises de origen (British Bro- adeasting Corporation, 1996). Para Marriott (1998: 1), no esté tan claro que el taricter anénimo de Internet atraiga y facilite una diversidad de puntos de vis- ‘ts, Como las minorias tienen la libertad de expresar sus opiniones en el ciberes- ‘pacio, quizd en Internet el tipo de racismo institucional que se encuentra en las industrias medisticas no exista, o incluso no sea posible. Sin estos sesgos is tucionales, podria decirse que Internet no esta sometido al tipo de dicotomiza- ci6n que se ha producido en los medios dominantes y en los de las minorfas. Lo dominante frente a lo independiente: zpolos opuestos? Desde la perspectiva de las industrias de los medios de comunicaci6n, el cine negro» independiente es un rechazo de los contenidos, la produccién, la dis- tribucidn y la exhibicién cinematogréficas comerciales (Reid, 1993: 5; Diawa- 13, 1993: 6). Sin embargo, cuando los cincastas negros han forjado sus propias ‘rayectorias mediante la produccién independiente, se ha planteado la dificul- tad adicional de la distribuci6n de sus peliculas. E! dominio de los grandes es- ‘adios significaba que incluso peliculas que estaban financiadas de forma in- dependiente no se podian distribuir de forma amplia (Silky Silk, 1990: 144). Ast pues, parece que las practicas divergentes de los medios de comunicaci6n han ido desde contextos de produccién y de distribucién empresariales a sus ‘oponentes independientes, una division que tuvo su origen en los primeros ‘iempos de la industria cinematogréfica: a medida que se pasaba de los peque- fios productores independientes a una estructura mas estandarizada hasta lo er aque se convirti6 en el sistema de estudios, la variedad de representaciones ne. gras se hizo més uniforme (ibid.: 122). En contraste con ello, ¢s evidente que Internet no ha eludido la influencig cempresarial: Schiller (1996: 95-96) sostiene que la autopista electrdnica de in- formacién es y las ideas de libertad durante el «momento ut6pico» de Internet, ‘Dadala inquietud que la presencia de grupos minoritarios genera online, noes extraio que los usuarios étnicos hayan evitado a propésito y con frecuencia ‘eualguier referencia a sus etnicidades, como se puede ver en el estudio de Na- kamura (2002) de LambdaMOO. Una téctica como ésta se podria considerar tan acto de resistencia por parte de las minorias étnicas, en el sentido de que la emnicidad esta presente sin estar declarada. Sin embargo también se trata de un armade dobie filo, ya que el caracter efimero de la representacidn en Invernet, ampliado por la mera cantidad de material que epermanece inacabade, inde- terminado y adaptable» (Landow, 1994: 198), dificulta el proceso de identifi- sar yabordar la (in)visibilidad negra. ‘Afinales de la década de 1990 algunos te6ricos reformularon el dilema co- mo una virtud de Internet, diciendo que esta capacidad para «desconectar» la raza [Kolko et al, 2000: 5) se deberfa celebrar como el acto de resistencia de- finitivo, es decir, el acto de no ser definido por unos signos de raza o emnicidad ‘que histdricamente se han utilizado con fines discriminatorios. Segin Ngu- ‘yen Alexander (1996; 103-104), en Internet todo el mundo esta sometido al ‘mismo trato virtual», al menos en los espacios basados en textos como los ‘bats, los MUD y los MOO. Dado que los usuarios desarrollan para si mis- ‘mos unas identidades nuevas y exclusivas, adquiriendo seud6nimos y cxean- do «personajes fantaseados» (Argyle y Shields, 1996: 59), las formas tradicio- tales de idemtificacion, en especial los conceptos de raza basados en la fisiologia, ya no eran relevantes. Al contrario, los usuarios se representaban a ‘s{mismos con el teclado y el ratén, describiendo su cuerpo fisico a su antojo (Nakamura, 2002). En consecuencia, los comentaristas se centraron en las po- sibilidades de perder, transformar o representar la identidad propia en el cibe- respacio (Turkle, 1996: 222; Donath, 1998), y la posibilidad al parecer ilimita- da de poder escoger en este «bufé de identidades». Si al parecer la raza y la ‘tnicidad desaparecfan en Internet, la deduccién logica era que no puede exis- tir la discriminacién racial. Pero Hall (1998a) llega a decir que estamos ante el entorno ideal para que prospere el racismo, por las mismas razones que apa- tentemente lo hacen inmune al prejuicio racial: a libertad de expresién, el 68 anonimato y la facilidad con que los grupos de intereses comunes se pueden movilizar. Sin embargo, segtin Nakamura (2002: X\), este sistema de ignorar la razay, por consiguiente, el racismo, apenas resulta liberador. Al contrario, slo sirve para fragmentar atin més a las minorias étnicas, ya que hace que el objetivo de acrecentar la visibilidad negra en el ciberespacio parezca superfluo: dado que la presencia negra en Internet es menos manifesta, no resulta evidente si es ahi donde hay que buscarla. McPherson (2000: 120) dice que esta llamativa ausencia delarazaes algo un tanto irénico, puesto que Internet es slabado como wn lugar enel que supuestamente pueden prosperar las nuevas identidades. Asi pues, los grupos étnicos minoritarios o bien quedan confinados en wna invisibilidad au- toimpuesta en la cultura online dominante, o languidecen en los guetos étnicos -virtuales de ciberespacio. Como sefiala Lockard (1999): «Del mismo modo que los grupos de usuarios definidos por la raza/etnia se establecen en Internet, de- saparecen dela vista del pablico, y slo los interesados aceden alos». No obstante, a actividad subcultural tiene mayores posibilidades en el ex- tratradio, es decir, en «los rincones apartados del ciberespacio» (Nakamura, 2002: 117). En efecto, Philips (1995: 72) sostiene que los cambios y los retot al carter blanco de las insttuciones mediticas y de las imagenes que erean se hhan forjado lejos de esas mismas organizaciones, en los «rinconesy los recove- cos de la radiodifusién>. Los medios de comunicacién negros independientes ‘ocupan algunos de estos espacios exteriores ¢ intermedios. Segiin Morris (1982: 79), desde esta ubicacién se puede eercer ef control sobre la produccién, y des- de ella se ha atacado de forma efectiva el racismo de los medios dominantes. ‘Asimismo existen «rincones y recovecos», vacios y margenes en los que es posible la produccién en Internet, pero parece que estos espacios funcionan fuera del sector comercial 0 privado. Los grupos indigenas utilizan Internet como wn recurso de la comunidad, para otorgarse una identidad de grupo y como un medio para oponerse a ser asimilados por la corriente dominante (Zellen, 1998): «La utilizan para comunicarse en sus propias lenguas y en otras, y entre los miembros tribales, miembros de otros grupos indigenas y del puiblico en general» (Cisler, 1998). Para los indios cherokee, la tecnologia €s fundamental para debatir como preservar las culturas indigenas (Arnold y Plymire, 2000: 186-193), Los estudios de Melkote y Liu (1999) también demuestran que para los ¢s- tudiantes y los estudiosos chinos que estudian y teabajan en el extranjero, In- temnet (coneretamente el servicio de comunicados China-Net) es una herra- rienta para rechazar los valores culturales dominantes de la sociedad en que viven, porque les facilita un sentido de comunidad propio. Segiin Buruma (1999), fa comunicacién instanténea que supone el correo electrénico permite que los grupos se movilicen y, desde luego, se conceptualicen a sf mismos de 70 ‘gna forma que antes nunca fue posible, Estas conexiones imaginadas se ex- _-enden ms alla de sus comunidades inmediatas hasta abarcar a las naciones y Jas difsporas (Mitra, 1997: 60) ysirven para fortalecer los vinculos con el ho- {arr (Mallapragada, 2000: 179-185), Este hecho se puede obscrvar en los ba~ frios étnicos virtuales de grupos informativos tales como soe.culture.indian {ibid 56), las listas de debates por correo electrénico como SAWNET ~siglas joglests de Red de Mujeres del Sur Asiitico (Gajala, 1999)-y sitios web co- sno Indians Abroad Online. Se trataba de sitios no solo de comunicacién en~ {re elpueblo llano, sino de lucha por lo que les unta desde la perspectiva de la jdentidad india (Mallapragada, 2000: 179-185). Lockard (1999) advierte del peligro que supone que las comunidades ne- gas piensen que los mencionados guetos étnicos de la periferia del ciberespa- fo pueden conseguir el tipo de representacién que no han podido obtener en ‘otros Ambitos. Pero aqui, al menos, Internet se puede igualar con el sector de Jos medios minoritarios independientes, en el sentido de que no slo se puede mantener el control sobre la produccién y la representacion, sino también so- brel distribucién. Desde la perspectiva de las industrias medistica, el sector independiente ha sido un medio vital por el que las minorias étnicas han podi- doacceder y participar en las tecnologias de larepresentacin. Esta titica del ‘esercialismo estratégico» (Spivak, 1993, 3-5) en el que las comunidades étni- cas ¢ organizan para oponerse a las circunstancias que les desfavorecen, tam- bign se ha adoprado en relaci6n con los predecesores tecnolégicos de la Red, on criticas similares sobre la falta de una intervencién estructural que haga postle el acceso equitativo y la auténtica independencia.. Como un viejo disco: repeticién de las ideas de las tecnologias més antiguas Como dice Dovey (1996: 109), a menudo resulta dificil resistirse al emomento ui6picor de cada nueva tecnologia en el que las expectativasy las aspiraciones populares sobre ella estén en su punto dlgido. Entonces la creencia en que esa tecnologia puede ser un catalizador para cambiar el equilibrio de poder (Mul- gan, 1996: 1) es mis fuerte. No hay duda de que en las afirmaciones sobre el potencial revolucionarfo de Internet resuenan las que se hicieron sobre tecno- logias anteriores, como la televisim por cable y satélite y las videocdmaras, Por ejemplo, el concepto de comunidad es la representacién actual para imaginar las relaciones sociales online, por las que el ciberespacio se construye como un municipio, un émbito publico o un agora (Fernback, 1999: 204). Pe- 10 en as décadas de 1970 y 1980, la television por cable se aclamé como el nuevo medio de «la democracia y la interactividad» (Johnson, 1996: 94-95). n |

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