Estamos ya casi en los puntso finales del tema, mi compaera les pudo
explicar anteriormente acerca de la concepcin del hombren de su dignidad
natural, esto quiere decir que desde que nosotros recibimos el sacramento del bautimo, nos hacemos hijos de Dios, por lo tanto la conducto moral de la persona no esta limitada solamente a tener una vida honrada y correcta desde un punto tico, sino que estamos obligados a tener un comportanmiento tal que nuestras acciones nos lleven a identificarnos con Cristo. En otras palabras, si una normal normal consiste en vivir correctamente en base a buenas decisiones, segn el texto, nos dice qu el cristiano debe de esforzarse, en alcanzar la cima de su ser, es de decir su perfeccion, lo que nosotros podramos llamar la santidad. Aqu nos habla de la doctrina de San Josemara Escriv de Balaguer. Nos dice que todos los bautizados, a travez del actuar diario, debemos vivir siendo verdaderos hijos de Dios y tratando de identificarnos y estar con Cristo en todo momento, por ello enfatiza demasiado la frase Llamada universal a la santidad de todos los cristianos. Y ya para terminar en ese subtitulo final nos habla acerca de las bienaventuranzas y el sermn de la montaa. Aqu Jesus nos habla de normal ticas que debemos los seres humanos seguir en tdo momento. Se dice que estas normas estn insparadas en los 10 mandamientos, por ejemplo nos dice que no debemos de irritarnos ni insultar al prjimo, prohbe pecados contra la castidad, condena cuando juramos en vano. Nos dice que el amor al prjimo no tiene fronteras. Su predicacin en el monte concluye dinciendo Sed perfectos como perfecto es vuestro Padre celestial. En verdad, las Bienaventuranzas perfeccionan y llevan a plenitud la ley antigua de los Diez Mandamientos.
Las bienaventuranzas no tienen propiamente como objeto unas normas
particulares de comportamiento, las Bienaventuranzas representan para el cristiano el verdadero programa moral, no contrapuesto a los Mandamientos, sino que los incluye y los sublima. Pero son an ms: son el modelo de vida al que ha de aspirar el cristiano, puesto que, como debe imitar a Jesucristo, en ellas encuentra el verdadero retrato de la vida de Jess. En definitiva, las Bienaventuranzas ms que un sistema moral, constituyen un verdadero modelo de conducta.