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abieramente ¢ impone sus propiaa ideas dstinivas, Lo mismo cabe decir, en escala redvcida, de ls drigentes menores de la Nucva Indonesia de esos pequeivs Sukar- ‘nos (con quienes la poblacién balinesa mantiene contactos directos), que ahora co- mienzan a aparccer en la propia Bali El tipo de individualismo que, sgn Burck- hand, js principes renacentitas aportaron lala (mediante la pura fuerza de su ca. ct’) y a conciencia occidental moderna podria ser aportado ahora a Bali, enna forma diferene, por los nuevos pricipes populistas de Indonesia. ‘Andlogamente, las medidas poiicas de continua crisis en que se ha embarcado ¢l estado nacional, a pasin de Hevar los hechos a su consumacin y climax parece. ra representar la misma case de desafo a Tas concepcione balinesas del tiempo. Y __ cuando tales medidas potticas se toman (como se toman cada vez més) dentro det ‘marco histrico tan cargcerstico del nacionalismo de ls nvevasnaciones casi eno. das pares —grandeza original opresion extraner,luchasextendidas,sacrificio yi. beracion, inminente moderizaciin— queda terada dala concepcién detarelacibn ‘de lo que estd ocurrendo ahora con lo que ha ocurido y con lo que ocusr. Y por stm, el nuevo caricter informal de la vida urbana y dela cultura pa nindonesia que la domina —Ia creciente importancia de la juventud y de la cultura juvenil con la consiguientereduccién, a veces hasta inversién, de la distancia socal entre las generaciones el sentimiento de camaraderi entre los compatteros revolucio- narios, et igualitarismo populista de la ideolog poltica, tanto marxita como no ‘marxista— parece consttuir una amenaza semejante al tecer lado del triéngulo bal és: el thay o estilo de conducta, “Todo esto es, por supuesto, mera especulaién (aunque consderando los acon- ‘ecimientas de los quince aos de independencia, no una especulacidn completamen- te carente de fundamento) de manera que cuénés, cma con qué rapier y en qué or- den las percepciones balinesas dels personas, dl tiempo y dela conducta hayan de cambiar ¢s, si no del todo impredeeible en érminos generales, ciertamente impredeci- ‘ble en cuanto a los detalles, Pero de producrse cambios —que a mi me parecen st 10s y oe en realidad ya han comenzado a producirse— el género de ansisis que be- ‘mos desarollado aqut, tratando los conceptos cultures como fueraas actives y el pensamiento como un fenémeno palico que tiene efectos como los 010s fend: 10s pblicos,deberfa ayudarnos a descubrir as lneas generales del cambio, su ing- mica y lo que es ain ms importante, sus implicacioes sociales. Este tipo de andli- sis, en otras formas y con otros resultados, no sexfa menos wil aplicado a ouos dominios. Tal vex sea sgenivo el hecho de quel nico tings de gran impoanca es bere indoneio err dre lx prime for de I replin ~ fue minivo de recone exer. "Es un Utmpo- haya sido ef prise supremo, un chia, de Glaar uno de Ios adios ‘ior balises, qdien Ievabr cl “nant” marwiloamente talinds de Anak Agung Ole ‘Agone. “Anak Aging” ef halo pico Uevado por lor mismbrot dela cae gobemane. de Glas, Gde etn tivo spit olen de necinieno (4 eqvaleste inanges de Ways) ¥ Agung. amque sqnire pene een rade slo un eco dl nlp pion Camo ge ape Signtcan wnbor "grey ak spnea *hombe', cl conjnto dl sombre vane» xpntct algo st camo "Gan, Grin, Gra Hombre”, como cate To foe ha que pare fave ce ‘Solar. Dirge plies ms recetes de Bali han camenzado a usar sus nombres pesos 1s nnn de conor cam ol an Sao 7 abandon ft om cl oven Je acim, lov tecdrimos, ee pr cosdersos “eudles” 0 "at ct sin % Pr es tne eno fue wit «pcin de 196, sbre on dries embion oer pus de aie ae, vase elena 10, "Lareveucioninegndon”, esi WY, doc 338 1S. Juego profundo: ; notas sobre la rifia de gallos en Bali La incursién policial ‘A principias de abil de 1958, mi mujer y yo, con algo de Fiebre palidica y desconfindos, legamos a una ldea de Bali que nas propontammos estudiar como ant pélogos. Era una poblaién pequeta de alrededor de quinicntos habitants reaver Trem alejada de todo centro, cra un mundo en si misma. Nosotros éramos intrusos, intrusos profesionales,y 108 aldeanos nos trataron com, segin parece, os baline- ses siempre rtan ala gente que no pertenece a su vida, pero que, asi y todo, se les {mpone: como si no estvigramos all, Para ellos, y hasta cierto punio para noso- {aos mismo, érames Sres humanos invisible, no personas, spectros. Nos lj nf mara eu fai numero exten (can yaw bia sido arrglado pore gobierno provincial) pertetecientea una de la cuatro faci clyde vide de ales, Peo salvo suestoaposniaor ye de a- dea, de quien aquél era primo y cuiado, todo el mundo nos ignorabe como s6lo las ‘palineses pueden hacerlo, Cuando andébamos por el pueblo inseguros y deseosos de agradar, I gente paccia mirar através de nosOlsos unas varios metros mis all con fs ojos clavados en alguna piedra oalgin drbol. Casi nadie nos saludaba; pero tam ‘co nadie nos ponia mala cara ons decta algo desagradable lo cual habria sto ca- Finds salisfactorio para nosotros, Si nos aventurdbamos a acercamos a alguien (y ‘ano en semejanteaumdsfera se sentia profundamente inhibido) la persona s©alejaba ‘on paso neglgente, pero se alejaba defiiivamente. Si no logrébamos ateparia, Seniadao apoyada contra una pared, no decta nada orefunfufaba un “3, que para los ‘alineses es el colmo de 1o inexpresivo. Esa indiferencia era desde luego deliberade; Jos habitantes de la aldea obsecvaban todos nuestros movimients y tenian abundan- te y exacta informacin de quiénes éramos y sobre lo que nos proponiamos hacer. Peso se comporiaban como si sencillamente no existiéramas, que era 10 que nos in ormaba si estudiada conducta 0, por lo menos, que todavia no existiamos para alls. . Semejante actitud es general de Bali. En otros lugares de Indonesia qut visits y mig roetmenten Mart cuando me lege sun va len ge ‘cual de todas partes y se precipitaba sobre mi para mirarme de cerca y amenudo pa- Js tocame a leas de Dali porlo menas en aquels que etn aljadas d= los ‘reutosturisticos, no ocute nada de eso. La gente coninga andando por ls calles, ‘charlando, haciendo ofrendss, mirandofijamente el vacfo, llevando de aqu para alld ‘estos, mientras uno deambula con la ensacién de estar vagamente desencarnado, Y fo mismo ocurre en el plano individual. Cuando uno conoce por primera vez a un hombre de Bali éste parece virtualmente no mantener ninguna relacin con no; e8- th para decirlo con laya famosa expresin de Gregory Bateson y Margaret Mead, “au 339 senie™* Luego —an di una semana, un mes después (con cients personas ee mo- ‘mento migio ao lea nunca), el hombre decide, por razones que mine egaré a imaginarme, que uno ¢ realmente y entonces se convene en una persona cid, ale- sre, sensible, simplica aunque, por ser talinés, siempre medidamente contoada, En ese momento uno ha erzado de alguna manera ura frontera moral o metafsca, ‘Aunque no se Io tome a uno como un bangs (para eso tiene uno que haber nacido {en isl), por fo menos Io miran como aun ser humano y no ya como una nube 9 tna rfaga de vient, Toda la complexign de las elaciones se modifica espectacular. mente yen la mayora dels casos sbreviene na amdsfera de suave afbilidd,ca- si afeciva, lve, un poco travies un poco amaneraa, un poco diver “Mi mujer y yo nos enconrdbamos todavia en la etapa de rfaga de viento, una fase sumamente frente hasta el punto de que uno comienza a dudar de si después de todo es una persona rel, cuandoms omens alos diez dias de nuesalegada ‘vo lugar una gran rita de gallos en la plaza pica con el fin de renis fonds para una noeva escuela ‘Ahora bien, salvo en unas pocas ocasiones especiales, ls ras de gallos son legates en Bali en el regimen del repdblics (como lo fueron durant elrégimen ho- landés, por razonessemejanies): eto se dbia als pretensiones de purtanismo que sucleaportarcorsgo el nacional radical. La elit, que noes muy putitana ella tmisma, se preacupa por el campesno pobreeignorante que se juege odo su dinero, Se preocupa po 1 que puedan pensar los extranjeros_y por las pérdidas de empo ue sera mejor dedicar aa constuccion del pas. La elite consider as rifas de ga- los como actividades primitivas",“atrasadas,"retégraca” yen general impropias de una nacién ambiciosa, ¥ junto con ovos problemas —funas opi, pedir imosra © levar los pechos descubiesios— la cliteprocura de manera basaie poco siter- tica poner fin as is, Por supaesio, lo mismo que en muss pals beber alohol durante la época de Ia prohibicign 0 furmar marihuana hoy, las ria de gallos por constituc una pate del “estilo de vida bands" coninian sn embargo realizandose, yrealizndose con entrardinara frecuencia. Y como en el caso de la prohibicin de beber alcohol ofa- 10s, eran casi todos javaneses, no balness) se sent en la obliga de interven, entonces hace una incusién, confisca los gallos y ios espolones de acero, mula a unos cuantos y de vez en cuando expone a algunos als rayos wopicales del sol du- ‘ante todo un dia para que sirvan deleccin, que por lo demés nadie aprende, aun ‘cuando ocasionalmente, muy ocasionalmente, el objeto dela lecci6n mocra. En con- Secuencia, os combates se desaroan generalment en algin riod alejado del al- dea, en semisecret, lo cua tiende a retardar un poco la acid, no mucho, peo a os balinesesno les importa el reas. Sin embargo en ese caso tal vez porque e- taben reunieto dinero para una esziela qu el gobiemo no pod darls, al vez pr. ‘ue las incursiones poicales haan sido pocas iltimamente, tal vez, como hube de Conjeturirlo luego, porque se pensaba que se hatian pagado los necesarios sobomnos, eeyeron que podian corer el riesgo de organiza la ria ena plana conral pare avaer ands gente sn Hamar Ia atencidn de 10s representantes de la ley. ___ Estaban equivocados. En medio de a tercera ria, con centenares de personas (Gncluso ls ingenuase inocentes personas de mf mismo y de mi mje) fundidas en ania Baton Mi Man, Babuse Croce A Phtarapic Asis Qi Yo, 192, 340 un solo cuespo alrededor del retidero,apaecié un superorganismo en el sentido lite- fal del trmino, un camién aestado de plicias armacos con metres. En medio de desaforados gritos de “puls!;pulisi!Ianzados por la muchedumbre, ls plicas ‘allan al cenro del etidero y comenzaron a bland sus armas como gangsters de tna pelicula, aunque no egazon basta el punto de dispaariss. El camién fue puesto {un lado mientras los policies se diserinaban en toda las direcciones. a gente co- ‘a por el camino, desaparecta ear las paredes, se escabulia entre pataformas, se currcaba deus de los biombos de mimbre, se encaramsba en cocotros. Los ga- ios armados con artfcalesespolones de acero cone ilo suficente pra cortar un ddoo hacer un agujero en el pie corrandesordenadamente por tos partes. Todo era confusién, polvo y pico. ‘De conformidad con el bien establecido principio antropol6gico "Donde Cueres haz lo que vires”, mi mujer y yo deidimos (lo igeraente después que todos los dernés) que lo que debiamos hacer era también escapar. Echamos a corer pola calle principal dela aldea hacia el norte alejsndonos del lugay en que viviamas, pues nes nconrsbamosen aquel ado delretidero, Después de haber recorridoceradistncia, (vo fugivo se met repeninamente ders de una empalizada —que resulté ser desu propia casa y nososs.n0 viendo por delante ms que cdmpos de aroz y un tlio volcdn, lo seguimos. Cuando los tes egamostambaleando al patio de la cas, famujer del fgiivo que aparentemente ya habia vivido ta clase de experiencia an- tes, preparé una mesd, la cubs con un mantel, acer tes sls y wes as dot Jal esfbamns los tes seniados sin comunicarnos expicitamente nada, mientras Zomencdbamos a bebe el ty valdbames de Componet auesuas figuras. "Al cabo de un rato enteé en el patio uno de los polictas con aie importante; tbuscabe al jefe de Ta aldea. (El jefe no solo habia estado presente en lait sino ave lahabfaorganizado, Cuando leg6 el camin de la policiael hombre se precipi co- triondo hasta el ro, se quité su sarong y se metis en el agua de modo que cuando por fin lo encontraron sntado ea. aila con la cabeza mojada pudo decir que habia Estado baténdose: mientasocurraaquel otro cident dla ria y que lo ignoraba todo. Noe creyeron y To multaron con wescients pias, que os tabitanies de laal- Gea reunieroncoleetivamente.) Al repararen my en mi mujer, "gente Danes" polcia tuvo la elésica reaccidn tarda de los balineses ante un hecho inesperao. Eando volvig a ser dueto de s{ mismo nos pregunt6 aproximadamente qué diablos testibamos haciendo ah. Nuesuo amigo desde cinco minutos ates acudi insantine- ‘mente en nuestra defensa, hizo una apasionada destipci6n de quigneséramos y de To quehaciamos, tan detallada y precisa que me tc6 a mi vez asombrarme, US ape- ras me habia comunigaée con un Ser humano vivo como no fuera mi aposentador y {jefe dela aldea. Dio que teniamos pexfacn derecho de estar en aque! lgar mien tris miraba fijamente a los ojos dl javanés, dijo que rams profesoresnorieammei- anos, que conlzbamos con la proteccién de! gobierno, que esibamas alli para estudiar la cultura del lugar, que fbamos a escribir un libro para entrar alos norea- tmericanos de lo que era Bali y que habiamos estado ali bebiendo té y hablando Sobre cuestioneseultuals toda la tarde, de modo que no tenfamos noticia alguna Sobre una tifa de galls. Adem, no habiamos visto al jefe dela aldea durante todo ies deberia de haber ido a la ciudad. El pole se rts bastante cabzbalo.¥ des- puts de un rato, éeseoncerados pero aliviados de haber sobrevivido y no haber ido a part a lace, también nosouos nos marcas Por la matana siguiente la ade era par nosotros un mundo completamente distinto; no solo no éramos invisibles sino que de pronto nos kabfamos convertido 31 en el centro de la atencign de todos, en el objeto de efusivasy lids expresiones y ‘muy especialmente en un objeto de diversién. Todos los del aldcasabian que habia, ‘os hnido como los demas. Nos pedian una y ora vez qué les diramos deta (quel dia debo de haber contado la historia con los més peauefas detalles unas cine ‘cena veces) con tono amable y afeewoso, pero siempre haciéndonas objeto de ‘hanzas: "{Por qué no st quedaron aqui y dijeron ala polcia quignes eran ustedes?™ {Por quéno dijeron que estaban slo observando y no apostando?” {Estabin realmen. te asusados por esas metralltas?” Con su habitual sentido cinestésico y aun huyen. do para salvar la vida (0, como ocurti6 ocho aos después, para perder) esa genic que es la mAs equillrada de! mundo nos remedaba rsuefament@e imitaba nueseo desgarbado modo de corte y lo que, segin ellos, eran nuestas expresiones fecal de plnico. Pero sobre todo, estaban sumamente complacidos y sorprendidos de que Sencllamente no hubiramos “sacado nuestros papeles” (pues también sablan dea ¥ hubigramos mostado nuestra condicién de visitantes distinguios, due en cambio hubiéramos demosirado nuesta solidaridad con los que ahora eran ‘vests companeros de aaa. (Lo queen realidad habiamos demostado era nucs- tra cobardia, pero tambign habia camaraderaen eso.) Hastaelsacerdote brahmén, un anciano grave ya en camino hacia el celo que a causa de sus asocaciones con el, mds allé nunca se vera envueltoniremotamente en una rita de gallos y el cual er, diffi tener acceso hasta para los propis balineses, nos convocé a su palio para pe- szntamos sobre lo que habia acontesido v6 entre dienes feliz al entease de lex. taordinaria ayenuc, En Bali ser objeto de chanzas s ser acepado. Aqutl fue el momento de cam total de nuestra relaciones con la comunidad, y ahora ya1nos encontribamos i ralmente “adeno”, Toda la aldea se abs para nosotros, probablemente més deo que se hubiera abierto de no haber ocurido aquel incidene en realidad sin €, nunca habrfamostenido acceso ala presenciade aque sacerdoteyademés nuestro accidental anfign se convinié en uno de mis mejores informantes) y por cieno con mucha ‘mayor rapidez. Ser apresado o casi apresado en una operacignpolicial contra el vicio tal vez no sea ua fmula muy recomendable para alcanzar esa relaci6n misierioa {an necesariaen el trabajo anropol6gico sobre el campo, peroa mi me dio muy bue- ‘os resultados, De pronto fui aceptado de una manera inusitada y completa en una sociedad en la cual rsula extremadamente dificil penetra alos exranjeros. Elepiso- dio ofrecié la posibilidad de observar de manera directa unaspocto de la“mentalidad campesin”,posiilidad que normalmente no tienen os antropdlogos nolo bastante afortunados para huir junto con sus obetos de estudio de las autoridades armadas.Y ‘quiz lo més importante de todo (pues las dems cosas podran haber Hegado de tas ™aneras) aquello me puso en contacts my répidamentecon una combinacién de ex- lesa emocional, gerra de stats y drama filnsdfico de importancia central en esa ‘Scciedad cuya indole iteior yo deseaba comprender. Cuando me marché del lugar, haba pasado mas 0 menos tanto tiempo observando ritas de gallos como observan. do la hechicera, los egos, las casas los matrimonios. Sobre gallos y hombres Bali, porque es Bali es un tema bien estudiado, Su mitologi, su ante, ss 1 tos, Su organizacién social, sus maneras de criar a los nifios, las formas de su ley y aur los estos de sus tances fueron miroscopicamenteesuidiados en busca dees 342 cevasiva sustanci que Jane Belo Harné “el temperamento balinés"? Pero, indepen- sientemente de algunss pocas observaciones hochas al pasar, apenas se ha reparado cen la rif de gallos que sin embargo constituye una obsesién popular y una revela- ‘dn de lo que son realmente los balineses, por lo menos tan importante como la de los otros fendmenos estudindos: Asi como buena parte del esplrta nareamericano afloraa la superficie en canchas de polota 0 campos de gol, oen las carreras oalrede- dor de una mesa de poker, buena pate del esprit de Bali se manifiestaen un redide- ro de gallos. Pues solo aparentcmente son gallos los que combaten; en realidad son hombres. : Para cualquiera que haya estado en Bali un tiempo prolongado es evidente la profunda identificacin biolGgica de los varones con sus gallos. En las ritas de ga- Ios se oyen en balinésexactamente ls mismas bromas asrstradas, los juegos de pa- Inbras forzados y las obscenidades carenies de ingenio que se oyen en inlés en aque ios otros lugares. Bateson y Mead hasta sugirieron que, de conformidad con la cconcepcisn balinesa del cuerpo como una sere de partes separadamente animadas, los gallos son considerados como penes separables, que obran por su cuenta, Srga- ‘nos sexuales ambulantes con una via propia Si bien no poseo la clase de materia? inconscicnte para confirmar 0 refuiar esia curiose ‘dea, est fuera de toda duda el hecho de que las gallos son simbolos masculinos por excelencia y que para lo bal ness esto estan evidente como la circunstancia de que el agua core cuesta abajo, El lenguaje de la moral cotidiana por el lado masculin est acutado con ims- ‘genes relacionadas con los gallos. Sabung la palabra que designa al gallo (y que aparece en inscripciones tan tempratas como en el aio 922d. de C. ) se usa metals- ‘ecamente para aludiral héroe, al guerrero, al camped, al hombre de higados, al can- idato politico, al solteo, al lechuguino, al don Juan o al tipo duro. Un hombre ‘Pomposo cuya conducia no corresponde a su posicién es comparado con un gallo Sin cola que se contoneaufano como si uviera una gran cola, una cola espectacular. ‘Un hombre desesperado que hace un ihm e iracioalesfuerz para salir de unasi- twacidn imposible es comparado con un gallo moribundo que lanza una arremetida fi- nal contra su enémigo para arastrario a una muerte corti, Un hombre tacafio que promete mucho y da poco es comparado con un gallo que, sujetado por su cola, © abalanza contra oto sin Iegara entabar combate con él. Uin joven que est en edad ‘de casarse, pero que es todavia timido con el sexo opuesto o alguien que desempenia un nuevo taba y desea hacer buena impresin es comparado con “a galo de rita 1970), ulizad pr primer vex en 1935), pigs 8510, 2 mejor exposes In nib de glo et bine iro de Basson y Meud Balin 1 Chara, ps 1425, MO, pro umbié el es gene y abrevid hh, pit, 2525. La nan de. gall es um foto iusindo en leat bales por ums se tun de um tli pica ela gue bteriene un oo #20 yen a gu el oro 200 ‘hada oul exprsementeexcida. En Bal, In dferenacén sexual ed clurament en et enjaulado por primera vez"? Los juicios de los tribunals, las guerras, las discusi. nes politica, las disputas sobre la herencia y la discusiones eallejras se comparan con ritas de gallos Hasta Ia ila misma es imaginada a cause de Su forma como un salto orgullaso con el cucllo tenso y la cola enbiesta desafiando etemamente a la {iti informe, Java, de mayores dimensiones? Pero la intimidad de los hombres con sus gallos es més que metaférca. Los varones balineses,o en todo caso una gran mayoria de ls varones baliness, Sep ‘san una gran cantidad de tiempo cuidando a sus gallos favoritos, alimentindolos, ha- blando con ellos, probndolos unos contra otros o simplemente contemplindolas en ‘una mezcla de rapioadmirativo y profunda ensofcisn. Cuando ve uno un grupo de hhombres en cucllas bajo el cobertizo del consejo oen las calles, la mitad 0 ms de cllos tienen un gallo en sus manos, lo sosienen entre los muslosy lo hacen brincar suavemente arriba y abajo para fortaeceres las pata, les acaricin ls plumas con abstracta sensualidad, lo empujan contra cl gallo de un vecino para excitarsu brio y Jo retiran luego tas sus espaldas para calmario. Enel patio de la casa, radeado por altos muros, que es el lugar donde la gente ‘ive, ls gallos derita estn colocados en jaulas de mimbre movidas frecuentemente ‘de st iado para otro para mantener el 6ptimo equilirio de sol y soma Los gallos, son alimentados sega una dita especial que vara alin tanto sein las eorasind- viduales, pero que consiste principalmente limpio de toda impureza y administrado con mayor cuiado que cuando se rata de meros seres humanos;elalimento es ofre- cido al animal grano por grano. Se les introduce pimientaroja por los picos y anos para infundirles brio y valor. Se los bafia con los mismos preparativos y ceremonias on que se bafta a Tos ios pequeis, con agua tibia, hietbas medicinales, lores y bolas, y cuando se trata de un gallo especial, se lo bala ain més a menudo, Se les recoran la crestas, se les encrespa el plumaje, se alan los espolones, st api- can masajes a las patasy se los observa en busca de defectos con la enorme concen. traciGn de un mercader de diamantes. Un hombre que siente pasiGn por los gallos, tun entusiastaen el sentido literal del término, es capaz de pasarse la mayor parte de su vida con los gallos y aun aquellos —la inmensa mayoria— cuya pasin aunque intensa no es del todo arrebatadora se pasan con ellos lo que parece no s6lo a un ob- servador exterior sino también a ellos mismmos una cantidadextraodinara de emp, “Me entoguecen los gallos” solia decir mi aposentador, un aficionado corientemente en Bali, “Todos nosotros estamos locos por los gallos”, decta mientras movia una Jaula a oto lugar, mieniras preparaba oo balou oto alimento. ‘Sin embargo, esa locura tiene algunas dimensiones menos visibles, porque si bien es certo que ios gallos son expresiones simbolicas o magnifcaciones del yo 5 ©. Hooykas, The Lay ofthe Jaya Prana (Lande, 1958), pl, 39. Bl pera ten uo esto. GPT) en ge Prana, el hoe del to banks, respon Te ofeko a mit hemos de wt weitlenatdoncll: "Divino ty, sory te der peso pars ime: / tls cons 0 et tdava emi esp ena, Feeramente ety en todo ai vigor or soy, ode Kom, Het Adurecht van Bal, 24. (La Haye, 1932) el ani 1a weparacisn de Java y Bali sain I cal ds se fous vena qo desabe pega Ge sn he masa de lat rie de pallor Vee C. Hooyl eaonado game Taha (Ansertan,1969), fa. 184 {el duefo (el yo masculno y narccita desde el punto de vista esdpico) son también ‘expresiones —y expresiones ain més directas— de lo que los balineses consideran to diameiralmente opueto (desde el punto de vista esétco, moral y metfisico) ala condicién human: a animalidad. En Bali la repulsion por ioda condvcia considera 4a como semejante ala de los animales es extremada. A los bebésno se les permite sgatear por esa razén El incesto aunque en modo aprobado, ex un crimen mucho me- fos horble que el de Ia bestialdad. (El apropiado castigo dela animalidades morir ahogado y el casigo del incesto es verse condenado vivir como un animal} En tas escultra, en la danzas, en los ritos yen ef mito la mayor parte de los demo- nos esn representados en algana forma de animal real ofanstico, El principal r= to dela pubertad consist en limar los dintes del joven afin de que no prezcan Ios coimillo de unimal. No s6lodefecar sino también comer son consideradasactvida- des repugnants, csi obscenas, que deben cumplirseapresuradamente yen privadoa causa de sus asociaciones con la animalidad. Hasta caerse por tera o cualquier otra forma de torpeza es mal mirado por esiasrazones. Salvo en el caso de los gallos y de unos pooos animales domésicos —bueyes, patos— que no tienen ninguna sig- nifiacisn emocional, los balineses son adversos a los animales y alana sus mu- ‘hos perros no ya tan s6lo ny mal sino con vuna crueldad fobica. Al identifcarse ‘on s gallo, el var6n de Bali st identifica no solo con su yo ideal o con su pene, si no wmbién yal mismo tempo con aguello que més teme, diay (Sendo I ambiva- leneia Lo que ella es) fasina: "las potncias dela iniebas”. 'Es bien expicila la conexi6n de los gallos y dela rita de gallos con esas po- tencias, con esos demonios de formas de animales que amenazan constantemente con invair el poqueto espacio labrado con tanto cuidado por os balineses enc cual = desarollan sus vides, Una rita de gallos, cualquier rita de gallo, es en primera ins- tancia un sarificio de sangre ofrecido con los apropiados canta y obligaciones alos ‘demonios afin de apaciguar su hambre voraz de canfpales.Nodeberiacelebearsenin- ‘gn festival en un tomplo sin antes haberse desarrollado una rita de gallos. (Si sia fa sido omiid, neviablements alguien caeeé en un tance y reclamar con la voz igican que nombre desea sponar dee riggs al glo mis dbl coir doce ringait ‘re dae en a unin de dace» sete isin vest conn vec) 354 sane, noes la foese de su fastnacén, a sutancia det profundidad, La custién de saber por qué esas ras son intecesantes —a decir verdad para los balneses son exquisitamente absorbones— nos saca dela ester de tas preocupacionesformales, nos llova a esferas mas ampliamente sociol6gcasy socopsicelbgicas y nos condu- 2 au idca menos puramente econémica do que implica "a profundidad™ en ek juego." ugar con fuego El concepto de “juego profundo” de Bentham se encuentra expucsto en su The Theory of Legistation3* Con esia expresin el autor designa el juego en el cual lo ‘que se arresga es tanto que, desde el punto de visi utlitario, és iracional que los bombs se lancen a semejante juego. Si un hombre cuya fortuna aleanca a mil li- ‘ras (0 ringgis) apueta quinicnias en una parada igual, 1a utlidad marginal dela i- ‘ras que se propone ganar es claramente menor que a inconveniencia de lo que aries- 2 perder. En el genuino juego profundo,éstaes la situaciGn de amas pares. Una situacin temeraria Se euuieron en busca de un momento agradable y eniraron en una relacign que deparard alos participants suimiento antes que placer. Por es0 Bentham llegaba aia conclusin de que el juego profundo era inmoral en principio y «ue, como es tpico en este autor, debesa peoibirseo legalmente, Pero mas interesante que el problema éico, pot Yo menos desde nuest0 punto de vista en nuestro actual contexto, es el hecho de que a pesar dela fucraa ica del andlisis de Bentham los hombres s& entregan a snejante juego apasionadarnente y & menudo hasta afontando los rigores de la ley. Para Bentham y para quienes piensan ‘como él (hoy en la principalmente abogados, economists y algunos psiquitras) la explicacin est, como ya dij, en que esos hombres son irracionales, vciosos,fti- 1M Ademés de In rpsctan tay tion aspect econmico de Iara de gallos, epeiamente su exuecha coven cone aitema del mera loc, Apecos que, sung resins = ian to su motivaiény sa funcn no en deter 2 iporanen Lat se gllat on eon tecilenon pos los que puade concur odo el mando gue To dese, veces a gene ae & sesie reglnes dacs mis del noventa por elo, porblemence el over por asia de tox negocios trtadoe aon locals; In leaded en coe en defini, no por In soea wi 5 {qn pore dito adminstaivo, xno por twine del mercado rar Bal one una tans AE ered de ves das con la foliar raaci6n del ipo del "stoma ale". Aupqe fos mere: ‘oe naneaetiveron may dsurolado en muy ako ado, ens las dein tder seein es (pcos negocios matimies, pero Is roacién sega eft sistema sola, aleca a toda microegion y Gra ahaa uate die © velate mila cist oon sce 0 ocho aldeas veins con en Ball Cenicmperisen, erorain mls 0 menor de eieo mila dies ence mil wma): de esa micro tin proce el gruso © vintalneve le toadad del pblico que acide a as ns de gallo. La ‘mayor pane de far el orpnizade y ptranals or peqotar socacane de iipnifaner femerclats ter qu compen con toot lor balloeet lea de aue ly ius de gallon sen ‘oenas pam cl comes porte * scan dinero de I assy lo heen ciel” Pesos en Jo que eae lies de mereadecta af como puesto de juego de pao azar (vase mf alan) eatin Tinalnoe alrededor del nna del refer, de anes Sue Et ene aru ealled de un pe ‘gona fora. Esta reac del ia de gallon cop los mercado con lor vendedors del meendo ‘muy amgun somo, entre cre conay lotion 50 spain conjna en inceieines [R. Go. 1%, Prat Bo > Vals Banding, 1984). El comer agus s lon aloe duwae sign en a ‘Udi mr yen acid foe uno des pipes tne de a mene dei ‘W'La imme ae excumin en in tndoctn, de Hide, Taernscionl Litany of Peycology (0931), ta de Ta Ppa TOE, vse" LL. lle, The Morty of Law (New Haven, 196), le. 6 sigienes 355 hist, nitos, tonto, salvajes que necesitan ser protegidos conta sf misnos. Pero ‘ara los balineses aunque naturalmenteno formulan Ia explicacin con tans pala- ‘bras, éta reside en el hecho de que en el juego profundo el dinero es menos una me- dia de uilidad (obtenida 0 esperada) que un sibolo de alcance moral (percbido 0 9 En realidad, es en los juegos superfciales, en aquellos en que se ariesgan

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