Discurso del Presidente Ral Alfonsn, 2 de abril de 1984.
Acto central de conmemoracin de la recuperacin de las islas Malvinas, realizado en
la ciudad de Lujn, sede de la baslica cuya virgen es patrona de la Argentina. Hoy 2 de abril vengo aqu a evocar con ustedes, delante de este monumento, a nuestros cados en batalla, a esos valientes argentinos que ofrendaron su vida o que generosamente la expusieron en esa porcin austral de la patria. Si bien es cierto que el gobierno que us la fuerza no reflexion sobre las tremendas y trgicas consecuencias de su accin, no es menos cierto que el ideal que alent a nuestros soldados fue, es y ser el ideal de todas las generaciones de argentinos: la recuperacin definitiva de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur () Cuntos ciudadanos de uniforme habrn deseado dejar sus cuerpos sin vida entre las piedras, la turba y la nieve, despus de haber peleado con esfuerzo y osada. Pero Dios vio a los virtuosos y de entre ellos los valientes y los animados, de entre los dolidos y los apesadumbrados eligi a sus hroes. Eligi a estos que hoy memoramos. Urgidos por el infortunio, sin los laureles de la victoria, estos muertos que hoy honramos son una leccin viva de sacrificio en la senda del cumplimiento del deber () Estas trgicas muertes refuerzan an ms la conviccin que tenemos sobre la justicia de nuestros derechos.