no hay voluntad de obligarse. Es pura apariencia, es un fantasma, es la nada; Considera el acto inexistente como un acto nulo, en el que si existe el consentimiento para provocar el engao.
Segn Rubn Alberto
Contreras, en su libro Obligaciones y negocios Jurdicos Civiles, considera que el Cdigo Civil acepta el segundo de los criterios antes referidos, puesto que, por una parte, refunde la inexistencia dentro de la nulidad absoluta o radical.