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Dr. HUMBERTO M. BONO INTRODUCCION A LAS TECNICAS PROYECTIVAS EN PSICOLOGIA CAPITULO 1 PROYECCION 1, CONCEPTOS PRELIMINARES |. Origen del término en la psicologfa. Segin el Diccionario de la Lengua, proyeccién equivale al acto de‘arrojar algGn cuerpo al aire, y también hace referencia al impulso del objeto arrojado, En geometrfa plana, se define la proyecci6n de un punto sobre un eje co- mo el pie de la perpendicular trazada al eje y que pasa por dicho punto, Luego se define la proyeccién de un segmento y de una poligonal subre un eje, En geometrfa espacial, proyecciénes la representacién grafica de un cuer, po sobre un plano horizontal y otro vertical, los que se denominan planos de pro- yeccién, En el lenguaje diario hablamos de la sombra proyectada por un cuerpo, E_ sa sombra cambid segin el Angulo de incidencia de la luz sobre el cuerpo, En Psicolog{a no parece haberse utilizado el términu antes de S, Freud, En "Psicopatologfa de la vida cotidiana" dice; "La diterencia entre el supersticio, So y yo se manifiesta en dos cosas, Primeramente, el supersticioso proyecta hax cia el exterior una motivacién que yo busco en el exterior y, en segundu lugar, in terpreta el accidente por un suceso real que yo reduzco un pensamiento" (1), 2, La proyeccién como defensa, 4n el "Diccionario de Psicologia" editado por II, C, Warren encontramos la siguiente definicién de proyeccién desde el punto de vista puizoanalitico, "Te dencia 0 acto de adscribir al mundo externo procesos psiquicos reprimidos, que no se reconocen como de origen personal, y a regultas de to cual el contenido de estos procesos se experimenta como percepcién externa" (2), Como vemos, esta definicién desarrolla el concepto de Freud, A, 'P, Noyes, citado por J, Bell, también sigue la direccién psicoanaliti- ca al presentar la proyeccién desde el punto de vista psicolégico "como un meca nismo de defensa, denomindndolo estabilizador automético, por el cual las cara terfsticas que resultan penosas para el yo, por ejeniplo los aspectos indeseables de la personalidad, no son reconocidos cumo pertenecientes a nusutros mismos; Por tanto, son desconacidos y atribufdos a otras personas, permitiendo asf al in- dividuo eludir el estado de tensién". (3), Como sefiala Bell, los elementos comunes a estas definiciones son; 1° la actividad proyectiva es inconsciente; 2° es un mecanisino de defensa; 3” ri de atribuir a otros los propios impulsos, sentimientos © ideas Incouscientes; reduce la tension personal, ~~ El término defensa es utilizado por $, Freud en form reiterada en su es. crite "Las neuropsicosis de defensa" (4). Deja de utilizarlo y lo reemplaza por el dé represién, para volver a emplearlo en los dltimes escrites, reunidos en “Inhibicién, sintoma y angustia" (5), A, Freud (6), al analizar los distintos mecanismos, recuerda que S.Freud en 1926 vuelve al viejo concepto de defensa "comu designacion general de todas las técnicas de que se sirve el yo en los conflictos eventualmente susceptibles de conducir a la neurosis", La represién es considerada desde entonce: ome uno de los mecanismos de defensa, A, Freud cita diez: represién, regresién, forma cin reactiva, aislamiento, anulacion, proyecci6n, introyeccién, vuelta contra si miamo, trangformacién en lo contrario y la sublimacién o desplazaniento del ob Jeto instintivo, "mAs propio -dice A, Freud- del estado normal que de las neuro- sis’ El yo, segin esta concepcién psicoanalitica, organiza mecanismos defen- sivos con relacién al ello y al super-yo cuando el ello, o sus derivados, tratande irrumpir en el yo exigiendo satisfacciéa y el yo no lo gratiticn mands Schpear t- chas exigencias, en pugna con las normas impuestas por el super-y. Wilhelm Reich (7) senala (en este aspecto, con aciertu) que las actitudes corporales (rigidez, tiesura) o ciertas maneras peculiares de ser (sonried este reotipada, comportamiento burlén, irénico, arroyante) cunstituyen residues de antiguos procesos defensives, 3, La proyeccién como externalizacion. Segiin Rapoport puede-hablarse de proyeccién cuando 1a estructura psicolégica del sujeto se torna palpable en sus acciones, reacciones, elecciones, etoétera. Cuando se emplean técnicas dirigidas a favorecer este proceso, Rapoport compara la proyeccién con una pelicula, en la que el film seria la personalidad del sujeto din4micamente considerada: el proyector equivaldria a la técnica utilizada; y los cuadros vistos en la pantalla, la personalidad del sujeto tal como la registra el examinador mediante dicha técnica. R. Mucchielli cita las investigaciones de Bellak, quien a la luz de los experimentos efectuados con sujetos en estado de hipnosis, pudo observar que el proceso de proyeccién se revela como un acto consustanciado con la percepcién, como un aspecto esencial del acto per- ceptivo, Mas, reconoce que tal observacién ya habia sido efectuada por Freud en “Totem y Tab”. En esta obra, dice Freud: ‘La proyecci6n de la hostilidad inconsciente sobre los demo- nios, que caracteriza el tabui de los muertos, no es sino uno de los numerosos procesos del mi mo género a los que hemos de atribuir una gran influencia sobre la formacién de la vida psi quica primitiva. En el caso que nos interesa, la proyeccién sirve para resolver un conflicto afectivo, misi6n que desempefia igualmente en un gran niimero de situaciones psiquicas conducentes a Ja neurosis. Pero la proyeccién no es ‘inicamente un medio de defensa. La obser vamos asimi mo en casos en los que no existe conflicto. La proyeccién al exterior de percepciones interio- res es un mecanismo primitivo al que se hallan también sometidas nuestras percepciones y que desempefiam, por lo tanto, un papel capital en nuestro modo de representacién del mun- do exterior. En condiciones todavia insuficientemente elucidadas, nuestras percepciones interiores de procesos afectivos e intelectuales son, como las percepciones sensoriales, pro- yectadas de dentro afuera y utilizadas para la conformacion del mundo exterior en lugar de permanecer localizadas en nuestro mundo interior”. ‘También Murray ve en la proyeccién una actividad externalizadora. Considera que no solamente actiia como defensa, sino que como un mecanismo a traws del cual los deseos, ne- cesidades, aspiraciones, expectativas, influyen en: a) la percepcién (proyeccién{perceptiva); b) la interpretacién de los acontecimientos cotidianos (proyeccién aperceptiva); c) en la orien- taciOn del pensamiento segiin los deseos (proyeccién cognitiva). En la elaboracién de su test, Murray partié de ese concepto amplio de proyeccién, pero no alcanz6 a establecer claramente la dinémica de la actividad proyectiva. Solamente la seiala e indica c6mo se manifiesta. H, Phillipson en el manual del ‘Test de relaciones objetales” al referirse a las bases te6ricas de la téenica realiza un encomiable esfuerzo por elucidar la naturaleza de la acti dad proyectiva. La dificultad, se ha derivado del hecho de que los sistemas conceptuales co- rrientes en Psicologia se elaboran solamente en funcion de una de las éreas de la personalidad. Sin embargo, parece ya disponerse de un punto de vista dindmico, comin a las prin- cipales dreas de la investigacin psicoldgica (Psicologia de la percepcidn, del aprendizaje, psi- cologia diftica y psicoandlisis). Phillipson encuentra una gran similitud tanto en el lenguaje como en los conceptos, que emplea Frank al examinar los procesos de proyeccién en relacién con los métodos pro- yectivos de exploracién de la personalidad y los utilizados por, Bruner para describir la per- cepcién, Para el primero, la personalidad se define como un modo tinico de organizar e inter- pretar la experiencia, creando y manteniendo un mundo simbdlico de significados y valores, de supuestos y expectativas, que el individuo impone sobre todas las situaciones y personas. Para el segundo, el proceso perceptivo estd en funcidn de tres etapas: a) expectativa o hip6- tesis (no vemos; miramos buscando). La percepcién se produce en un organismo predispuesto; b) informacién aportada por el medio; ) impugnacién o confirmacion, Si bien, aclara Phillipson, ambos autores reconocen la interdependencia de las di- némicas de la personalidad y de la percepcién,, sus construcciones son demasiado generales. Nosotros agregamos que, ademés, estos criterios enunciados por Bruner sobre la percepci6n en 1951 habyan sido considerados por Murray en 1938, En efecto, en “Explo- racién de la Personalidad” sefiala que cada objeto portador, por hipstesis, de algo dafino o beneficioso para un organismo, puede ser lamado in‘luyente; y percepcién influyente, el reconocimiento de algo sensible en su cardeter beneficioso o perjudicial. Mas, observa Murray que el poder de una situacién estimulo, depende, no de dicha percepcién, sino de la apercep- cién influyente definida por este autor como el proceso por el cual una situacin presente excita imagenes (consciente 0 inconscientes), representativas de pasadas situaciones influ- yentes. Es Kurt Lewin quien, al elaborar una concepeién dindmica del desarrollo psiquico a partir de las fuerzas del ambiente, penetra en él andlisis de esas pasadas situaciones influye! tes a las que més tarde se referiria Murray. En su estudio sobre las ‘‘Fuerzas del ambiente” que operan en el desarrollo infantil. Lewin da primacia en la evolucion de Ta conducta al am- biente psicobioldgico en el que el individuo se desarrolla. Los objetos no son neutrales para el nifio sino que ejercen un efecto inmediato sobre su conducta. La forma como el ser humano desde su infancia ha ido experimentando las cosas, es un constituyente psicolégicamente esen- cial de los objetos percibidos. Un paso importante para entender el mecanismo dela proyeccién como externaliza- cidn, estaba ya dado. Y se completa, como lo destaca Phillipson, con la teoria de las relaciones objetales desarrollada dentro del psicoandlisis por Melanie Klein en 1948 y Fairbairn en 1952. En Ja personalidad adulta se mantienen profundamente internalizados residuos de sus primeras relaciones con los objetos, entre los cuales estén las personas de quienes dependia la satisfaccion de las necesidades. Pero como subraya Guntrip —citado por Phillipson son los ob- jetos malos y las malas relaciones con objetos internalizados,y seguimos luchando por poseer- los, alterarlos y cambiarlos en objetos buenos en nuestra realidad interior. O sea, que en una situacién social especifica reestructuraremos la situacién estiimulo para adecuarla a las rela nes objelales inconscientes fantaseadas en nuestra més temprana infancia para satisfacer una necesidad primitiva. 10 Esa reestructuracién perceptual operaria a través de un sistema tensional que incluye tres procesos interrelacionados: a) una relacién fantaseada con un objeto que representa un modo primitivo de gratificar una necesidad bioldgica tempranamente frustrada y tener trato con el objeto frustrante; b) una relacién fantaseada con las consecuencias temidas de los de- seos agresivos. Temor de destruir el objeto, o de ser rechazado Por él,o de represalias; c) rela- ciones objetales defensivas destinadas a evitar el enfrentamiento con tales consecuencias de, o en, la realidad. Si estos esfuerzos defensivos consiguen aliviar con relativa facilidad las tensio- nes inconscientes, queda a disposiciGn del individuo un amplio margen de libertad y recursos emocionales para ser empleados en las relaciones con el mundo externo basadas en la realidad. En tales casos, a través de la proyeccién se externaliza una personalidad capaz de lograr rela- ciones basadas en una apreciacién realista de la individualidad de los otros y en la tolerancia para con ella. Las semejanzas y diferencias son entonces percibidas por lo que son, y no como indicadores que inviten a la satisfaccién de una necesidad primitiva,o que representen la frus- tracion de esas relaciones de necesidad ,o que aumenten las ansiedades a ellas ligadas. 4, La proyeecién como proyecto. Si la Psicologia aspira a una comprensién y explicacién de la conducta como totali- dad humana viviente, no puede dejar de lado el hecho de que toda la vida se desarrolla en el tiempo, constituye una totalidad temporal en la que se reiinen en unidad indisoluble el pasa- do, el presente y el futuro. Pero esta consideracion unitaria de la tridimensionalidad temporal necesariamente tenia que ser extrafia a las Psicologias Empiricas. Sea la Psicologia Empfrica de orientacién guestdltica o de orientaci6n psicoanalitica, su objeto esté constituido por hechos. “Hecho” es el participio pasivo de hacer y por lo tanto remite alo que ya se hizo, al pasido. Es verdad que la gestalt en el estudio de la percepcién de- bilita la importancia del pasado, pero no lo elimina. En cuanto al Psicoanflisis es evidente que robustece el estudio del pasado individual con la exploraci6n del inconsciente. EI concepto de proyeccién, elaborado inicialmente por Freud como mecanismo de defensa y mas tarde como externalizacién retomado siempre dentro de la corriente empiri- por investigadores de orientacién ecléctica, enriquecido al ser considerado por Phillipson desde el punto de vista de las relaciones objetales como proceso que favorece el afloramiento de esta actividad inconsciente, tanto la proyeccién como las técnicas elaboradas para su puesta en marcha, colocan al investigador frente al pasado individual. ‘Si el andlisis de 1a personalidad aspira a una verdadera captacin totalista y si el estu- dio de la actividad proyectiva ha de seguir manteniendo vigencia, se impone completar el con- cepto ampliéndolo ala proyecién eomo proyecto. En la proyeccién como extemalizaci6n junto con la proyeccién como proyecto, se restablece la unidad temporal en Ja confluencia del pasado y el futuro como veetores dentro de los cuales transcurre la existencia. El proyecto en la filosofia de Sartre: Este pensador vincula el proyecto al deseo. El deseo es falta de ser. EI proyecto es un deseo, una bisqueda del ser que falta y una orientacin hacia aquellos objetos que pueden reparar esa falta. Las categorfas objetales hacia las cuales se proyecta el deseo son: hacer, tener y ser. ll, EI proyecto dirigido hacia el hacer es reductible al tener. Hago algo para poseerlo,o como medio para tener otra cosa, Hay en el hacer, una sintesis de yo y no - yo. El no - yo hacia el cual apunto,que no tiene atin existencia en st, puesto que no est hecho, es el objetivo disefiado en el futuro. ¥ no bien la obra esté concluida, seré obra mia in- dependientemente de que facticamente pase a pertenecer a otro; en este segundo caso tendré apropiacin por creacién y el otro, apropiacion por goce. En algunos actos de nuestra vida, nuestro hacer se dirige hacia una apropiacién no sdlo por creacién sino también por goce de lo creado. Pero también el hacer y el tener son reductible al ser. El deseo de tener es en el fon- do, un deseo de estar en cierta relaci6n con el objeto. Lo mio, se presenta como una relaci6n de ser intermedia entre la interioridad abso- luta del yo y la exterioridad absoluta del no-yo. En el deseo de tener, hay una posibilidad de apropiacién, de posesién, de ser el fin propio de la existencia del objeto. Sila posesin se da concretamente, el poseyente es la ra- 26n de ser del objeto posefdo. Soy responsable de la existencia de mis posesiones en el orden humano. Esas pose- siones, son elevadas por mi a cierto tipo de ser funcional. Y mi vida se me aparece como erea- dora porque perpetiia la cualidad de posefdo en cada uno de los objetos de mi posesién. En la medida en que me aparezeo como creando los objetos por la sola relacién de apropiacin, esos objetos son yo mismo. La fatalidad de mis posesiones refleja la totalidad de mi ser. El _pasado y el futuro en el proyecto: Presentese el proyecto inicialmente como un hacer o dirijase directamente al tener o el ser, su comprensién me exije que vinculemos el proyecto al pasado. Si, como afirman los existencialistas, mi presente es nada, es el hueco de la nada en el que convergen pasado y futuro, la superacién de mi nihilizacién me conduce o bien a una presentificacién de mi pasado o bien provoca mi movimiento hacia el futuro. Mi pasado, lo vivi, con dolores, angustias y alegrias. Mi pasado es seguro y puesto. que yo soy mi pasado, en él encuentro seguridad. No debemos extrafiarnos que los timora- tos, los cobardes y los ancianos, se refugien en él. Las pasadas grandezas alimentan el espiri- tu,lo lenan de orgullo. Con el pasado a cuestas mi presencia ante los otros se muestra como digna de admiracion. Mi pasado me otorga dignidad y obliga al respeto. “El autor de tal proeza en el aho 1945, soy yo . . . ” y el pasado resurge aureolado por el brillo de los recuerdos. De- tiene al decurso temporal, se arroja sobre el futuro y lo transforma en futuro pasado; mi futu: ro seri mi pasado, en el futuro seré lo que fui. También puede surgir el pasado como fantasia de lo que hubiera querido ser en la medida en que mi existencia es un existir para otros, es existencia impropia. Sumergido en mi impropiedad, en mi existencia alienada, enajenada, aleanzo la pro- Piedad en mis fantaseos. Esos fantaseos estén sumergidos en mi pasado puesto que constituyen el esfuerzo por superar la frustracion. Se agotan en mi pensamiento, nunca se cumplirén, estan desfuturizados. 12 caARMEN ALE El otro camino para superar la nada del presente, es la futurizacion de mi presencia a] mundo, Esta orientacién incluye una toma de posicion frente a mis posibles actuaciones. Pera en el proyecto, convergen los otros mecanismos proyectivos. La marcha hacia él futuro serd se- gura, titubeante, o medrosa, orientada hacia lo inmediato, o hacia objetivos de largos alcances, segtin cudles sean mis experiencias. En funcion de ellas asumo una actitud hacia el porvenir. Este devenir es pensado, pero afin no es. Vivencio el atin no del futuro como acontecimiento que se produce en el devenir inexorable. ¥ he aqui un nuevo factor por el que puedo refugiar- me en mi pasado. Cuando el proyecto niega mi posibilidad de éxito, cuando experimento que su efectuacién me humillar4, me avergonzard, o me anularé, cuando se me anticipa como ame- nazante y st amenaza provoca temor, cuando las presiones que vienen del advenir hacia mi no pueden ser resistidas, cambio de frente y me revierto al pasado en busca de seguridad. La otra posibilidad de defensa, es descargar al proyecto con los temores, en la nega- cién, Esta ‘iltima forma de desfuturizacion deja a la personalidad sumergida en la nada del presente. La nihilizacién alcanza a la responsabilidad. Al no asumir posiciones en relacion con el advenir, me descargo de responsabilidades y vivo en instantes que se suceden sin sentido en un aniquilamiento constante de la existencia. La naturaleza del proyecto: Puesto que en la unidad temporal el proyecto se presen: ta engarzado al pasado, sera menester penetrar m4s profundamente en el andlisis del pasado, si ha de intentarse descubir la naturaleza del proyecto. Soy, como dice Sartre, mi pasado; pero lo soy en varios sentidos. En primer lugar soy mi pasado génico, Mi estructuracorporal, mis tendencias, mi sensibilidad afectiva, me han sido dadas por herencia. En segundo lugar, soy mi pasado con otros. En mi copresencia con otros, se me impu- sieron normas de conducta, valores, significaciones, aversiones no espotdneamente experimen- tadas, lugares donde habitar y cosas instrumentales y no instrumentales. Estos dos modos de pasado, no son esponténeamente vivenciados.Espontdneamente tengo vivencia de mi corporeidad, pero no de los factores hereditarios que intervinieron en mi estructura corporal. Esponténeamente vivencio valores y significaciones del mundo, del contorno, de los otros y de las cosas, pero no de las imposiciones que dieron origen a esas vivencias. La reflexién me conduce a aceptar estas influencias y puesto que a algunas de ellas no puede vivenciatlas por mas esfuerzos que realice les adjudico la categoria de inconscientes. En tereer lugar soy mi pasado como futuro - pasado en la medida en que me elegi, tuve propésitos y me orienté entre las posibilidades que el advenir me ofrecfa, eligiendo. En mi futuro - pasado se fue produciendo una paulatina disminucién de posibilida- des. En algunos aspectos de mi vida esta disminucién constituy6 una ventaja, en la medida en que las posibilidades que se me presentaban resultaban de una anterior elecci6n acerta- da, En otros aspectos la disminucién de posibilidades se me present6 como un problema de diffeil solucion. Y ahora veo daramente que el proyecto viene entretejido en el pasado y que éste es, 13 Por un lado, el determinante de mi existencia y de mis proyectos, Pero en otro sentido, el pa- sado viene condicionado por una sucesion de fines en las personalidades que no presentan grie- tas en su decurso temporal, En el proyecto se elige una posibilidad y el arco de posibilidades se va constrifiendo en el decurso temporal. La constriccion de posibilidades es extrema y tiende a anular los po- sibles en las personalidades que levan a la zaga un pasado cargado de frustraciones no supera- das, El proyecto es cubierto en ellas, por la proyeccion defensiva que lo nihiliza, Sostenemos ademés que esta nihilizacion se produce, cualquiera sea el mecanismo de defensa, Consideramos por ello, de primordial importancia, analizar en las distintas manifesta- ciones neuréticas la nihilizacion del proyecto. Creemos que contribuimos con ello a favorecer la instrumentacion de una analitica existencial que no rechaza los otros caminos analiticos, sino que viene a constituirse en un importante complemento en Ia labor terapetitica. IL TECNICAS PROYEGTIVAS 1, Técnicas proyectivas y técnicas objetivas: aproximaciones y diferencias, Parten ambas del supuesto siguiente: si la conducta de un individuo es es- Himulada en condiciones previstas y controladas, se logran datos importantes res Pecto de sus caracterfsticas psfquicas o mentales (aspectos intelectuales de la per sonalidad), segin cual sea la finalidad perseguida, En los tests objetivos, las condiciones son establecidas muy cuidadosa- mente y se exige estrictez en el cumplimiento de la consigna, El sujeto debe e cutar una tarea dentro de un marco temporal, en general prefijado, El test ha sido previamente calibrado y el material est4 muy estructura- do, Para todos los tests objetivos hay formulacién numérica; los resultados son cuantificables, Salvo excepciones, el examinado sabe qué pretende el examinador, Las pruebas de inteligencia, de atencién, de memoria, los tests aptitudinales, a s{ como algunos de personalidad (el 16 P,F, de Cattell, por ejemplo) pertenecen al grupo de las técnicas objetivas, 4én los tests proyectivos se disminuye la estrictez en lo relativo a las exi- gencias de tiempo y produccién, El material, o no est4 estructurado (manchas de tinta), o esté débilmente estructurado (T,A,T,, Phillipson, etc.). Los resulta- dos no son cuantificables en su totalidad, Se espera que en el proceso de reestructuracién del material estimulante, el sujeto utilice los recursos que le son propios y por lo tanto se puede ver lo d tintivo, lo definitorio de su personalidad, 2, Caracterfsticas de las técnicas proyectivas, a, - El examinado desconoce el objetivo que persigue el examinador, En todo 14 INDICE CAPITULO I: PROYECCION. I Conceptos preliminares. 1. Origen del término en la Psicologra 7 2. La proyeccién como defensa... . .. 8 3. La proyeccién como externalizacion 9 4. La proyeccién como proyecto . . 10 IL. Técnicas proyectivas. 1, Técnicas proyectivas y técnicas objetivas: aproximaciones y diferencias ... 14 2. Caracteristicas de las técnicas proyectivas . seceee 14 3. Condiciones de las técnicas proyectivas . . . . 15 4, Fundamentos tedricos .......... -. 5. Cuadro del yo supuesto en la aplicacién de las técnicas proyectivas 16 6. Los riesgos en el empleo de las téenicas proyectivas . os 16 7. Campo de aplicacién . sg & ‘ 18 8. Clasificacion de las téenicas proyectivas .. |... 18 Notas -Capitulol..... sigauaurees 20 CAPITULO II: TECNIGAS DE ASOCIACION. 1. Concepto de asociacién . . . . é 23 2. Antecedentes hist6ricos de las téenicas de asociacié sess 26 3, Fundamentos psicoldgicos de las pruebas de asoci " ssearm 26. 4. Clasificacion de los tipos de asociacién 29 5. Signos distintos de las reacciones préximas y las 29 6. El test de asociaciones de palabras re 30 Notas - Capitulo II... . . 36 Apéndice N° 1: Sintesis de los tipos de asociaci6n . . 37 ‘Apéndice N°2: Hoja de respuestas de la prueba de asociacién de palabras . 38 CAPITULO III: EL TEST DE APERCEPCION TEMATICA DE H. A. MURRAY 1. Antecedentes del T.A.T. ......++-+ aevissiowm 88 2, Dificultades y limitaciones en el estudio dela personalidad ...........+. 44 3, Esquema conceptual bésico para el estudio de Ia personalidad mediante el TAT. ..... : in Russet 885% geiyesaem 48 Notas - Capitulo III . 51 CAPITULO IV. 1. Qué es apercepcién? . 55 2. El material 56 3. La administracién . . - 87 Notas - Capitulo IV . 64 CAPITULO V: ANALISIS. Andlisis formal... 1. Las actitudes del sujeto 2. Anilisis del contenido .......0022 011s 1. Concepto de necesidad . Beetewveweres 2. 3. El Nivel de actua . Consistencia inter e intraindividual . | | Notas -CapituloV ...... CAPITULO VI: INTERPRETACION. A. Significaci6n delasliminas........... , Rasgos caracteriales del héroe |||.” Ambiente en que se desarrolla la historia . Final de las historias . . , e Sus verbalizaciones . Clasificacién de las necesidades Presiones: su clasificacién......_. héroe . in del héroe .. . B. Interpretacion L 2, 3. Notas -Capitulo VI.............., CAPITULO VII: APLICACIONES CLINICAS. Normas generales .............,... z Interpretacion desde el punto de vista formal . Interpretaci6n del contenido... . . A. Personalidad y neurosis en las psicologias del inconsciente .... . . 1, 2 3. 4, B. EL ds 2, 3, 4. Notas -Capitulo VIT....... 0. CAPITULO VIII: EL TEST DE SZONDI. Génesis y ewolucién de la personalidad segiin el Psicoandlisis freudiano Concepto de neurosis .............., Clasificacién de las neurosis y su sintomatologia . Los simbolos en las psicologias del inconsciente _ . T.A.T. como técnica auxiliar del diagnéstico clinico. Conflictos y mecanismos de defensa .. . . . Agresion 6... Sentimientos de culpa y castigo... Signos de neurosis enel T.A.T. |... A. Antecedentes y teorta. 1. 2 3. EI 1 2; 3 4 5 6. 7 - Calificacién de las eleceiones . . . La férmula pulsional . . Antecedentes La teorta. 6.0. ces eee eee eee, Socializacion y sublimacién de las necesidades |. I test, - El material 2. ||. Administracion : Prueba de asociacién factorial _ . Significaci6n de las reacciones Interpretacion .. 2.202 see . 5 Notas - Capitulo VIT 67 68 68 69 70 1 81 83 84 85 86 87 88 89 93 107 qt 113 114 118 118 122 124 130 133 135 135 136 138 143 144 164 155 156 157 158 159 160 163 165 rm a APENDICE: 1, Ejemplo 1°: Test de Asociacin de Palabras .. . * -. 169 2. Bjemplo 2°: T.A.T. wees 171 Las historias : aves 2A Anilisis esquematico . sess. 176 a-Formal ........ wees 196 b -Contenido . * 233 cee 178 Interpretacion 2... 0... eee . attasemeavencs 199 Protocolo de T.A.T. ..0.....0.. 05 585 waren» 181 APENDICE: El cuestionario desiderativo por Fany Alicia Maladesky . . eee eee 185 Test desideratiw .... eens seasesaseamecss 185 Objetivo a4 Bwaxe : 187 El Test de relaciones Objetales de Herbert Pailipon p por Fany Alicia Maladesky | | 195 Fundamentaci6n teérica . i i. eecesnll ue 9 2:9 0 wunseaes 196 Indice... 2.2.0... : fee ete ee eee eee -. 205

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