Está en la página 1de 17
Un ciego, antiguo amigo de mi myjer, iba a venir a pasa Ja tioche en casa, Su esposa habla muerto, De modo que estaba visitando a los parientes de ella en Connecticut. Llamé a mi mujer desde casa de sus. suegros. Se pusieron de acuerdo. Vendria en tren: tras cinco horas de viaje, mi mujer le recibiria en la este- cién, Ella no le habia visto desde hacia diez afos, después de un verano que trabajé para él en Seattle. Pero ella y el ciego habian estado en comuniéacién. Grababan cintas magnetofénices-y se las enviaban. Su visita no me entusfasmaba. Yo no le conocla. ¥ me inguietaba el hecho de que fuese ciego. La idea que yo tenfa de Ja ceguera me venia de las peliculas, En el cine, los ciegos se mueven despacio y-no sonrien jamis. A veces yan guiados por perros. Un ciego en casa no era ula coia que yo esperese con ilusién. Aquel verano en Seattle ella necesita» trabajo, No tenfa di- nero, El hombre con quien iba a cusarse a. final del verano estaba en una excucla de formacién de oficiales. ¥ tempoco tenia dinero, Pero ella estaba enamorada del tipo, y él estaba enamorado de ella, etc, Vio un ‘inuncio en el periddico: Se necesita lectora para ciego, y un ndimero de teléfono, Telefoned, se presents y la con- teataron en seguida. Trabajé toda el verano para el’‘clego, Le lesa tocl clase de cosas, expedientes, informes, esas cosas, Le ayudé de que le ocurrier, algo importante, Cuando empeza nos a salir juntos, me lo enseiié. En ef Poca, recordaba sus dedo: y el modo en que le recorrieyon Ja cara. Cone taba lo que habsta sentido en aquellos Momentos, lo que [e pasé Por la cabeza cusinlo el ciepo le toed Ia nariz y Jos Iubios. Re. dae ne dinptesions mucho. Claro que-ne se lo aue no enticndo Ia poesia. Admito que no es lo me Gcurre coxer cuando quiero algo para leer, 280, cl hombre que primera disfratd de sus favo. ial, habfa sido su amor de Ja i fancia. Ast que muy bien. Estaba diciendo que al Final del verano ella permtié que el ciégo Je pasara las manos por Ja ‘cata, Juego se despidig de 4l, se casé con su moh ete., ya teniente, y se fue de See ttle, Pero el ciego y ella rantuvieron In comunicacién, Ella. fi 0 cl Primer contacto al cabo del ane @ ast. Le lamé una noche por teléfono desde una base de Ine Puerzas Aéreas en Alabama, Tenta Benas de hablar. Hablaton. El Je Pidis que le enviara una cints y fe contata cosas de su vida. Ast Jo hizo. Le envié Ja cinta, En elle Te contaba al ciego cosas de su matido y de sy vida en comin cn Ia base aéren. Le conté al cicgo que-querfa a su marido, pero Gur no le gustaba dénde vivian, ni fmpoco que él formase parte del cntramado militar ¢ industrial, Conté al ciego que habia es. tito un poema que trataba de a. Le dijo que estala escribienda un poema sobre Ja vida de Ia mujer de un oficial de Jas Fuezzas Aéreas. Todavia no Io habfa tetminado. Atin en él, El ciego Brabd i Y asf durante ailos. otra. Ella envié cintas 190 « CreyS que no podsia dar un Paso més. Ear: Fo de [oy iS tous las pildoras’y capcutae ie habia en el arama. rio de lis medicinas, con ayuda de una botella de ginebra. Liveg fomé un batio caliente y se desmayé, Peto cn vez de motitse, le dieree nhuseas... Vornité, Su ofi ¥ envis Ia cinta al A Io largo dé log aiios, da clase de vortio. Ella ¥ yo empeoa, iego. Se lo contaba + Una ‘vex me pregunis si me gostarts Juego esto: « aye me bas contedo de él, sélo puede deducic...» Pero una llameds 2 Ja puerta nos interrupts, y no volvimos a poner la cinta, Quind fuese mejor ast, ¥a Inbt, ofdo todo lo que queria oft, ¥ ahora, ese mismo ciego venta # dormir a mi casa Fit le mejor puedo llevarle + ty bolera —te dije a mi mujer, Fstala junto al fregadero, sortando patatas pata el homme 66 el cuchilla y se volvig, —Si me quieres —dlijg clla—, hazlo por mi ‘5, RO pasa nads. Pero si twvyicras ar amigo, cualquier y viniera a visitarte, yo tratarfa de que se sintiera a gusto. —Se =secé'les manos con el. paiio de los platos. z Yo no tengo ningtin amigo ciego. :=Tu no tienes ningiin amigo. ¥ punto, Ademés —dijo—, imaldita sea, su mujer acaba de motirse! No Jo entiendes? ;Ha perdido a su mujer! No..contestéMe habfa hablado un poco de su mujer, Se lamaba’ Beulah: jBeulah! Es nombre de negra. ‘Era’ negra su mujer? —pregunté. ¢Estés loco? —replied mi mujer—. éTe ha dado fa vena 0 algo asi? Cogié una patata. Vi cémo caia al suclo'y luego rodalva bajo e! fogén. —2Qué te ¢Est4s borracho? io —dije, mujer empezé a suministrarme mds detalles de "yo querfa saber. Me servé una copa y me senté a la mesa ‘ina, ‘a escuchar. Partes de la historia empezaron a en- Beulah fue 2 trabajar para el clego después de que mi mujer se despidiera, Poco més tarde, Beulah y el ciego se casaron por a iglesia, Fue una boda sencilla —zquién iba a ir a una boda ssl?—, sélo los dos, mas ¢l ministro y su mujer. Pero de todos modos fue un'metrimonio religioso. Lo que Beulah querfe, habla dicho él, Pero es posible que en aquel momento Beulah levara ya el cancer en Jes glindulas, Tras haber sido inseparables durante acho ~—ésa fue la’ palabra “que empled mi mujer, insepara- bles; Ia salud de Beulah empezd a declinar ripidamente, Murié en una habitacién de hospital'de Seattle, mientras el ciego sentado junto a la cama Je cogia Ja mano. Se habfan casado, habfin vivi. do y'trabajado juntos, habfan dormido juntos —y hecho el amor, claco—"y luego el ciego habfa tenido que enterrarla. Todo esto sin haber visto ni una sola vez cl aspecto que tenfa Ia dichosa sefio- . ta. Era algo que yo no Iegaba a entender. Al ofrlo, sent{ ua poca de Mstima por el ciego. ¥ luego me sorprendi pensando qué vide fan Issnentablé debié Ievar ella, Figtirense una mujer ‘que jamds ha podido verse a través de los ojos del hombre que a mujer que se ha pasado dia,tras dfa sin recibir el menor cimplid de su amad6, Una mujer’cuyo marido jams sién de su cara, ya fuern de sufrimiento o de algo: mejor, Una mujer’. gue podfa ponerse o'no maquillaje, equé més le daba‘a éSi se:le, antojaba, podia Meyar sombra verde en un ojo, un alfiler’ en.Ja natiz, pantalones amarillos y zapatos morados, no import Para luego morizse, la mano del ciego sobre Ja suys, ‘sus ojos ciegos Ienos de Iigrimas —me lo estoy imaginando—, con! un tiltiiMo pensamiento que tal vez fuera éste: «él nunca ha sabido_, cémo'soy yoo, en el expreso hacia Ja tumba. Robert se quedéi con wna pequeiia péliza de seguros y la mitad de una-monéda | mejicena de yeinte pesos. La otra mitad se quedé en el aiaid con ella. Patéticn. --» - Stok As{ que, cuando Jlegé el momento, mi mujer fue a Ja estacién a recogerle. Sin nada que hacer, salvo esperar —claro que de eso me quejaba—, estaba tomando una copa y vieado Ia iclevisién cuando of parar.al coche “en vel: camino, de entrads. Sin dejar la copa, me Jevanté del sofé-y fui a Ja ventana a echar una’mi. * rada. f Vi refe a mi mujer mientras apareaba el coche. La vi salir'y . cerrar !a puerta. Segufa sonriendo; Qué incretble. Rodeé el cock y fue ala puerta por la que el ciego ya estaba empezando ‘a fall, TEI ciego, fijense en esto, Mevaba barba crecida!’ {Un ciego!con |”: barbal Es demasiado, dirfa yo. El clego alargé el brezo al, asiento de atras y sacé una maleta. Mi mujer Je cogié del.brazo, cesxé, Ja puerta y, sin dejar de hablar durante todo-el camino, le condujo hacia las escaleras y el porche. Apagué 1a televisién. Terminé a ; copa, lavé el vaso, me sequé las manos. Luego fui a Ja puerta. -,.* Te presento a Robert —dijo mi mujer—. Robert, éste es mi marido. Ya te he hablado de él, K Estaba radiante de slegtia. Llevaba al ego ree por la manga del abrigo. Fl ciego dejé la maleta en e] suelo y me tendié 12 mano. Se la estreché. Me dio un bien apretéa, retuvo mi mano, y* ! Iuego Ia solté. : 193 ‘Tengo Ja inipresién de que ya nos conocemos —dijo con grave. + es Yo también —repuse, No se me ocurrid otra cosa, Lucgo “2! Bienveni Jo. Ife ofdo hablar mucho de usted, Entonces, fortiando" un’ pequefio grapo, pasamos del porche uutto’ dé.estat,"mi mujer conduciéndole por el brazo. El aicgo abjajla'laleta\'2on 17 dtre mano. Mi mujer ‘dela cosas como: fRijizquieeda, (Robert. Es0.¢s. Ahora, cuidado, hay una silla. Si€atate “thi mismo. Es el soff. Acabamos de comprarlo #3 Empecé'a decic algo’ sobre ef sofd viejo. Me gustaba, Pero no jefnada’ :Luego, quise’decir otra cosa, sin importancia, sobre “panorémica de. Hudson -que se vela durante el viaje. Cémo ‘id‘irla Nueva Vork habia que sentatse en Ia parte derecha del yyal venir de Nueva York, a In parte izquiceda. Ha tenido buen viaje? —le pregunté—. A propésito, gen wélsdo del tren ha veaido sentado? {Vaya pregunta, en qué lado! —exclamné mi mujer—. ¢Qué \portancia ‘tiene? Era una pregunia. i in el-JadoS derecho —dijo el clego—. Hacta casi cussenta Hos;sue 26 iba‘en tren. Desde que era nifio, Con mis padres. ‘Detasiado ‘tlempd.: Casi habia olvidado Ia sensacién. Ya tengo caias én la barba:'O eso me han dicho; en todo caso. ¢Tengo ua distinguido, querida mfa? —pregunté el ciego a mi mujer. fenes un’ aire simuy “distinguido, Robert. Robert —dijo = iqué contenta estoy de verte, Robert! Fidalmenté, sng, mujer-aparié Ja vista del ciego y me imird. la impresiéa’ de que no le habfa gustado si aspecto. Me en- Nanca"lie conocids’ persénalmente ¥ ningdii ciego. Aquel te- nla cuarenta y -tantos aios, era de constitucién fuctte, casi calvo, d : *Ilevata “un ‘gran peso. Llevaba scamisa-de' color castafio claro, ata ¥- chaqueta’ de sport: Impresionante. ¥ también’ una barba Pero no, titilizaba bastdn ni Uevabd gafas oscuras, Siempre Pensé que las gafas oscuras eran indispensables para'‘los ciegas, El enso cra que me hubiese gustado que las. llevara. A primera vista, sus ojos porectan normales, como los de todo _¢l .muhdo, pero si uno se fijaba tentan algo diferente. Demasiado ;bladco: en el itis, para empezar, y Ins pupilas parecian moverse en sus, écbitais como si no se dicta cuenta o fucse incapay de evitarlo, Uortible. Mientras contemplaba. su cara, vi que su pupila izquierda giraba hacia Ja nariz mientras la otra ptocuraba mantenerse en su sitio.! Pero era un intento vano, pues cl ojo vagaba.por-su. cuenta‘ sin “que él Jo supiera o quisiera saberlo, ah —Voy a servirle una copa —dije—. @Qué prefiere? Tenemos un poco. de todo. Es uno de nuestros pasatiempos. be ~Solo bebo whisky escocés, muchacho —se apresurd a di con su vow sonora. . ; —De acuerdo —ilije. {Muchacho!—. Claro qué sf, lo sabia. Tors con Jos dedos Ia inaleta, que estaba junto al sof. Se hacfa su composicién de higar. No se lo reproché, La levaré a tu habitacién Je dijo sai mujer. . —No, eété bien —dijo el ciego en voz alta—. Ya la Mevaré yo cuando suba, : : ~~¢Gon un poco de agua, el whisky? —le pregunté —Muy poca. * 2 iB pao —Lo sabia, peg BBA —Solo una gota —dijo lH. Ese actor irlandés, sBarry Fi gerald? Soy como él. Cuando bebo agua, decia Fitzgerald, bebo agua. Cuando bebo whisky, beho whisky. Mi mujer se cché a refr: HI ciego se llevé la mano a la barba: Se la Ievanté despacio y Ja dejé caer. = ob : Preparé Jas copas, tres vasos grandes de whisky ‘con unccko. trito de agua en cada uno, Luego nos pusimos cémodos yababla- mos de los visjes de Robert. Primero, el largo vuelo: deide la costa Oeste a, Connecticut. Luego, de Connesticut:aqut}.en,.tren., Tomamos otra copa’para esa parte del Vinje. lahat Recordé haber lefdo én’ algtin sitio’ que slos ‘ciegos no: fume: porque, segia dicen, no pueclen ver‘el- humo que exhalan:: Cr que al menos sabfa eso de los Glegos. Pero este clego ea!particular: 195 je “copa Mi mixjer tens el lito de Robert con un filete grueso, pa- ratas,al horno, judias’verdes. Le uaté'con mantequilla dos reba- nadas de pans SCARS tiene’ pan y cnanbeauils —e dije, bebiendo parte de mif’copa—."¥rahora recemos. EI ciego. inclind Ja cabeza."Mi mujer me miré con Ja boca ta, *\Roghemos para que el teléfono no suene y Ia comida no esté fafa —dije: jos pusimos el ataque: Nos comimos sedl6 Io que habfa en Ja mesa. Devorainos como si no nos. esperase un mafiana. No ha- blamés!*Comimos: Nos atiborramos. Como animales. Nos dedi- camos a comer en ‘serio, -El ciego localizaba inmedintamente la cofiidd, sabia exectamente, dénde estaba ‘todo en el plato. Lo observé con admiracién niientras manipulaba Ia carne con el cu chillo y el’ tenedor..Cortaba dos tzozos, de filete, se Mevaba la . carnéwa Ja boca con el tenedor, se dedicaba Iuego a las patatas asadas y-a Jas judfas verdes, y después partfa un trozo grande de pan con mantequilla y se lo, comia, Lo acompafiaba con un buen tragode leche. Y, de vez en cusndo, no Je importaba utilizar Jos “dedos. ‘Terminamos con todo, incluyendo media tarta de fresas. Du- rate unos momentos, quedamos inméviles, como atontados. El sudor nos perlnba el rostro. Al fin nos Jevantamos de la mesa, dojando Jos platos sucios. No miremos atras. Pasamos al cuarto de“estar y, nos dejamos caer de nuevo en nuestro sitio. Robert y ‘mitmujer,'en el sofa. Yo ocupé Ja butaca grande. Tomamos dos © tresicopas mds mientras charlaban de Jas cosas mds importantes que’ les habfan pesado'durante’ Jos altimos diez ‘afios, Ea general, me Jimité a escuchar, De yez en cuando intervenia: No queria qué! pensase que,me habla ido de Ja habitacién, y no queria que ella“cteyera’ que me sentia al margen, Hablaron.de cosas que_les habla ccurrido —jg cllos!— durante esos diez afios, En vano heyrenss esperé of’ mi nombre en Jos “dulces' labios demi soujer: tonces mi amado esposo aparecié en mi:vidan;valgo?as! escuché nada. parecido. Hablaron més de Robert. Segin jparecia, Robert habia hecho un poco de todo, un verdadero clega’ apreit- diz de todo y maestro de nada. Pero en época'reciente sit mujer y 4 distribufan los productos Amway, con-lo que‘se ganaban'la vida mds o menos, segin pude entender. El ciego tambiéa end? aficionado a Ja radio. Hablaba’con su voz grave de las conversa ciones que habfa mantenido con operadores de Guam, en. las Fi- lipinas, en Alaska e inclusoen Tahit{. Dijo que’ tenfa’ muchos ainigos por alli, si alguna vez queria visitar esos pafses. De‘cuan- do en cuando volvia su rostro ciego hacia mi, se ponfa la-mano*? bajo la barba y me preguntaba.algo, gDesde cudndo tenfa! mi em :: pleo actual? (Tres afios.) ¢Me gustaba mi trabajo?: (No.): ¢Tenta? intencidn de conservarlo? -(gQué remedio me quedaba?) Final- mente, cuando pensé que empezaba a quedarse sin cuerda,, me levanté y encendi Ia televisién. £ ais ‘Mi mujer me miré.con irtitacién. Empezaba a acalorarse. Lu! go miré al ciego y le pregunté: ay —cTienes televisién, Robert? 1 —Querida mia’ —contestd el ciego—, tengo dos .televisores. Uno en:color y otfo en blanco y negro, una vieja reliquie. SEs curioso, pero cuando enciendo 1a televisién; y. siempresestoy 'p: niéndola, conecto el aparato en color. gNo te parece curioso? : No supe qué responder a, eso. No tenia absolutamenteinada que decir. Ninguna opinién., Ast que vi las’ noticias y-traté. de escuchar Jo que decfa el locutor. ie Fe —LEsta televisién es en color —dijo el ciego—. No sme pe guntéis cémo, pero lo ‘sé. ; 245s —La hemos comprado hace poco —dije. -~ é El ciego bebié un sorbo de su vaso. Se levanté la barba, | Olid y Ta dejé caer, Se incling hacia'‘adelante:en elsofa.{Loceliz: el ceniccro en la mesa y aplicé el mechero al cigarrillo. Se recosté “! ten el sofa y cruzé las piernas, poniéndo el tobillo de una,sobre la rowtilla de la otra, oY Sika Baga d ote Mi mujer se cubrié la boca 'y bostezd. Se estiré. Voy a subir a poncrine Ja bata Ponte cémodo, Robert ~-slijo, Estoy edmoder —repriso el ciego, "Quiero que te sientas a ——Lo estoy =a teguré el - Me apetece cambiarme, Busto en esta casa, ciego. ba que bajase. No queria ‘Bunté si queria otra copa y mami te sh Luego Ie preganté sf Ie To haentdanga conmigo. Le dije que acababa abia hecho, peto penseba haverlo ce un criquete, - 3 "—Probaré un poco —dijo. —Bien dicho, Ast se habla. GpRetdawalo todo fo ye pueda — Je dije, Vi'que no sabia nada del asuntg, i mujer bajé Hevat wnismo’ color,“ - Mi mujer se senté en cl sof Gntre Jos dos. Le pasé el hanus MK a P § ‘0. Lo cupid, Je dio tna calacla ¥ me lo volvib a poser, “rae ~—~eEn' qué diteccién va ester —preguaté—, No! debes da. puntilla, Hay, més tarta te ij f TeRuieres un poco més, Robert? —te Pregunté mi‘mujer’ p, Quizd dentro.de un poco, 7 wee Volvié de su ensimi ¥ = Te he pasado verdaderamente Bien. Esto es mejor’ giz cintas, sverdad? sit toca a usted Je dij, Poniéadole el porto entrd! Jog dedos, Inhald, retuvo ef humo y luego Jo solté:Era como si Jo’ estu. viese haciendo desde Jos Dueve afios, es —Gracias, muchacho, Pera dos. Si os tnolesto, di sentada con Ios ojos Tu cama estg hecha, Ri nuestra habitacién, cuando estés listo, sentarme’en el sofé. Deseé que mi mujer no se dubiera queda- _ de’ dormida..Tenia la cabeza apoyada en el respaldo del sofa Jn-boca abierta. Se habia dado Ia yuelra, de modo que Ia bata lc habfa abjerto revelando.ua muslo apetitoso, Alargné Ja mano Pata volverla a’ tapar y entonces mité al ciego. {Qué cofio! Dejé Ig bata como, estaba, =. + + t aig =—Cuarido quigra un poco de tarta, digalo —le recordé, Lo haré.: , : eHsté cansado? ¢Quiere que le Heve a la coma? ¢Le apetece “itse a Ja,piltra?. : Si —Todavfa no —contesté—. No, me quedaré contigo, mucha- ino,.te,parece mal, Me quedaré hasta que te vayas a acos- ia.hemos tenido oportunidad de hablar. eComprendes lo que decir? .Tengo Ja impresién de que-ella y yo hemos mono. Se. levanté la barba y Ja dejé caer. Cogié los cigartilios y echero....' —Me ‘parece bien —dije, y afiadi—; Me alegro de tener com: X supongo' que asf.eca. Todas las noches fumaba hierba y me. quedaba levantado hasta que me venfa el sueiio, Mi mujer "yo rara vez nos acostébamos al mismo tiempo, Cuando me dor. ) empezaba a sofiar. A veces me despertaba con el corazén ‘encogido, - ‘ ©AEn la televisién habfa algo sobre Ia iglesia y In Edad Media, Jeera un programa corrjeate. Yo querfa ver otra cosa, Puse otros cenales. Pero tampoco habfa nada en los demds. Ast que volvi.a poner:el primero y me disculpé. No importa, muchscho —dijo el ciego—, A mt me parece Bien. Mira lo que quieras, Yo siémpre aprendo algo. Nunca se aca: bayde aprender. cosas. No me ,veidria mal aprender algo esta noche. ‘Tengo:ofdas. _ No dijimos. nada..durante un rato, Estaba inclinado. hacia elante, con Ja cara vuelta hacia mi, Ia oreja derecha apuntando en diceccién al aparato. Muy desconcertant dejaba cacr los pérpados para abrirlos lu pensara en algo que ofa en la televisid: * a En Ja pantalla, un ‘grupo de“hombres ‘con ‘capuchas: cran’ ate: cados y torturados por’ otros vestidos' con trajes’ de ‘esqueleto: de demonios. Los demonios Ilevabsin‘mfscaras’ de’ diablo, ‘cuerno: y largos rabos. El espéctéculo formaba parte’ de una~-piocesién! EL narrador inglés dijo “que se celebraba’ en Espafia una vez afio, Traté de explicarle al ciego lo’ que sucedfa. Esqueletos, Ya sé —dijo, moviendo’ la‘ cabeza.’ La televisidn mostré una catedral: Luego hubo un plano dare y lento de otra. Finalmente, salié la imagen’ de la més famosas la de Parfs, con sus arbotantes y sus flechas™ que llegaban bast Jas nubes. La eémara se retiré: para mostrar el conjunto del: catedral surgiendo: por encima del-horizonté: . 2: A’ veces, el inglés. que contaba Ja’ historia ‘sé. callaba,/dejand simplemente que el objetivo se moviera en toro a las‘catedral O bien ta cémara’daba una yuelea:por el catnip: y!apereefan’ bor bres caminando detrés de los bueyes. Esperé cuanto pud Cf me sentf obligado a decir algo: ek id —Ahora aparece el exterior de esa catedral. Gérgolas Pogue? fias estatuas en forma‘de monstruos. Supongo: que ahora‘estén: en Tealia. Sf, en Italia: Hay cuadros en los‘mutos: de esa’ iglésia —2Son pinturas al fresco, muchacho?’ —se pregunté, ‘dand: un sorbo de su cops. . bie tk es Cogi mi vaso, pero estaba. vacio, Intenté: recordar. Jo. que pude. a —2Me pregunta si son frescos? —le dije—. Buena pregunta No lo sé. : oes z La'‘cémara enfocd una catedral a las afueras’de Lisboa. Com parada con Ia francesa y Ia italiana,-la portuguesa no. mostrab: grandes diferencias. Pero existlan, Sobre todo en el interior tonces se me ocurrié algo.” a ee —Se me acaba de ocurrir algo.’ {'Tiene sted idea ‘de’ lo" qu es una catedral? ¢EI aspecto que tiene, quicro‘decir? {Me sig Si alguien le dice Ja palabra catedral, ¢sabe usted de qué Je hablan: ‘Conoce usted: Ia diferencia ista, por ejemplo?.. !Dej6, que el hino’ se escapara’ des SE qué para -co: chtre una catedtal y una iglesia Yoap- en Portugal. nia, esta vez, SObservé Ia’ cate sta que la imagen pasé al -fampo. Bra inditil.-Me volvi hacia el ciego y dij ‘ales tienen demonios 8 ¥ cosas ast -Giballeros y'damas. No me pregunte " torso “parecfa moverse de Ne se lo explico muy bien, everdad? —Je dife: te Dejé de asentir y se inclind hacte adelante, al horde: del ‘saffi Mientras me escuchaba, se paseba los dedos por-la barba. me hacia entender, esa estaba el 8 que continuara. ‘Asintié com ‘penser en oten cosa que decie, —Son realmente grancles, De mérmol también, a veces. Deja que te haga una sencilla, Contéstame sf 0 no, Sélo: potty. tiosidad y sin fnimo de ofenderte, Eres mi anfitriéa. Perg detes sreyente en algin sentido? wNo te molesta que te-ilo pregunte? Meneé Ia cabeza. Peto él no pocis verlo. Para un ciegd,eg 'o mismo un guifio que un movimiento de cabeza, yee = Suponuo que no soy creyente, No creo en nada. A Yeccd resulta dificil. Sabe lo que quiero deciz? fees Claro que sf. —Asf es, : EI inglés seguia hablando, Mi mujer suspird, dormida, ‘Res. pits hondo y siguié durmiendo. = El ciego perm cabeza inclinada. : ‘ que las catedviles iio ‘tienifiten Lo cietto ¢s —prosegut— ig nade especial pare mf. Nada. Catedeales: Ke algo quéise've en Te televisién a tltima hora.de la noche, Bap es todo: “4: ¢ Titonces fue cuando el ciego se aclaré le garganta del belsillo de ates. Un patuclo. Lucgo dijo: : To comprendo, muchacho. Este cons Pasan. No te §; n papel grueso? Y una pluma jaremos juntos una catedral. Trae Papel grue. amos, muchacho, tréelo. $0 yuna plums, ¥, Asi que fui arriba, = si acabara de venic de Tenia las piernas como sin fuerza, Como a mirada en la habitacién ima de su mesa, en Ie cocina, encontré una Abaj holsa de la compra con cfscaraside cebolla en l fondo, La weure bifé del Sof ¥ se senté ci alfomnbra, dledos‘por el papel, de atiibg cluso los bordes, hasta los a mi Iado, a abajo. Recorrié los lados Cantos. Manosed las es. acuerdo, vamos a hacerla, tenia el boligrafo, La apreté, uja—me dijo—. Dibu; é, Primeto tracé va rectén; asa en 'Ja que vivo. Lucgo le puse of tejado. del. tejado, dibujé fleckias géticas. De locos, 9 dijo. dl—., Magnifico. Lo chaces estupenda- 4 vida Rabies pensado hacer algo ast, everded, puchacho?. Bueno, la vida‘es rane i H), Pise' Ventanas’ con’ ‘suede: Dibujé arbotantes f8:foormes, No. podia paren, El canal de He emitir, Dejé el boligeafo pa siego, palp6 el peael. Movia las nuntac de los Por.donde-yo habia dibnjailo, asinticate con I b Esto va muy bien —dijo. : Volyf a-coger ef boligrafo y 1 enco: igulo que parecia una ‘6 mi‘mano, Segui con Be 204 ello.-No soy singin artista, modos. % Mi mujer absié Jo: con Ia bata abierta, Bee ene —éQué estdis haciendo? —Pregunto—, Contddmelo,: Quier: saberlo. oe es “ ~ No Ie contesté, a : Estamos dibujando una catedral —dijo ‘el ciego—, Lo. sta: mos haciendo él y yo. Aprieta fuerte —me dijo-a mi, 3 As! va bien, Naturalmente, Ya lo tienes, ne eras Incapaz. Pero puedes, pas. ¢Entiendes lo que quiero tener algo aqui dentro de un —me pregunté—, Ahora ‘al sin gente? : : —eQué pasa? —inguicis ‘mi mu; Robert? Qué ocurre? " —Todo va bien —Ie dijo a ella, Y¥ aitadié, dirigiéndosé a mi: Ahora cierra los ojos? Lo hice. Los cerré, tal’ como ‘me desfa. sn ees —eles tienes cerrados?. —pregunté—; No hagas trampa: Los tengo cetrados, ' yy Mantanlos asf. No pares ahora. Dibija, : ¥ continvamos. Sus dedos apretaba-1 los’ infos ‘mientras qnave recotrfa l papel. No se parecia a nadd que hubiese heck en Ja. vida hasta aquel momento. ‘i ro Luego dijo: —Creo que ya esté, Me p: una mirada, ¢Qué te parece? = eto yo tenia Jos ojos’ cerrados, Pen: Poco mds, Cref que era’ algo’ que-debla hace’ Se¥ bien? —pregunté—; atsess miréndolo?. Yo segufa con los ojos cerrndos: Estaba "eh mi casi Lb) Pero yo no tenfa Ja-impresién de estar dentro. Es verdaderamente extraordinario s ofos y nos ‘niiré: Se jer." Qué estas haciend

También podría gustarte