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Relaciones Brasil - Argentina y el Mercosur: Una nueva sociedad politica* Pedro Motta Pinto Coelho** Una visi6n geoeconémica de la integracién Al cumplirse en diciembre préximo tres aftos de la firma de los Protocolos de Ouro Preto, que permitieron dar vida internacional y personalidad al Mercosur, parece claro que el proyecto de integra- ‘cién regional tiene hoy una dimensién politica seguramente tan importante como sus va notables éxitos econdmicos. En estos tres afios el Mercosur fue protagonista de relevantes movimientos poli- ticos generados al principio por su dinamica econémica y comer- ial. En periodos més recientes, y principalmente a partir de le ‘Cumbre de San Luis, en junio de 1996, donde fueron tomadas de- cisiones politicas no necesariamente vinculadas al proceso de inte- eracién econdmica v comercial, esa dimensién politica asume una proyeccién cada vez mayor, incorporando funciones que hasta en~ tonces eran caracteristicas de las relaciones bilateral, 0 inversa~ mente. generando hechos nuevos para las agendas bilaterales de los paises asociados o miembros. Asi es que, temas tales como defensa y seguridad, fronteras, re- Taciones hemisféricas. Reforma de las Naciones Unidas. medio am- biente, entre otros, no son extrafios en ios debates en el sexo de las instancias negociadoras del Mercosur, incluso a nivel presidencil. Se ha mioma incamorada al lenguaje diplomatico en la regién la * Exe trabajo fac presenta en disertaibn con motive des inauguracion dela Céte- dre Dono on le Excelence Plea, Belted da Dera y Caneoe Pate, Universiad Ceoiea Argentina 28 de agosto de 1997. B presente texto es de respon sablidad personal del autor y no elle necesrtamene ls pasiciones del Gobierno bra- set. * ipiomatio oe carrera anogano con 6 «uso de lence Juris (Ouest Pe dera de Mines Geri el Centro de Universe de Brasil Lcencadoen Ciencias ie ‘anes (Universidad de George Washington). Maesta en Ciencias Plftcas (Georgetown Uses Acuanentsedesnnea con Mat Cone cole Ea Dr len Buenos Aires. CoLECCION ANO I N°6 as RELACIONES BRASIL-~ARGENTINA ... expresién “Mercosur Politico”, significando el Foro de Concertacién Tullica del Mercosur creado én Dan Lis, y que tlene reuniones pe- ddicas con representacién de alto nivel. Este Foro, por ejemplo, se eunié en julio del ‘97 para tratar la participacién chilena en los de- Dates pouticos dei Mercosur; y se reunié en Montevideo el 29 de ‘gosto para considerar las decisiones del Grupo de Rio tomadas en Asuncién una semana antes, relativas al tema de Ja Reforma de Las ‘Naciones Unidas. Esta claro que las relaciones bilaterales entre los paises del Co- no Sur no pueden continuar desarrollindose basindose tan sdlo en ‘us platatormas tradicionales. Con la consolidacién del Mercosur, como proyecto de integracién cada vez més politicamente repre- sentativo, el andlisis y la operacién de estas relaciones tendran que considerar una nueva matriz. En el caso de Brasil y Argentina, los dos principales paises del Cono Sur, es oportuno indagar sobre la forma en que los intereses nacionales se proyectan en esta matriz. Ademés, cabe preguntarnos acerca de los efectos de todo este nue- Vo proceso sobre nuestras sociedades. Es decir, ghabré un momen to en que el cludadano argentino o el ciudadano brasileio ident ficard sus intereses con los de un hipotético ciudadano del Merco- sur? 2En qué sentido caminamos, dentro de este nuevo espacio eco- némico y politico? Hasta akora los éxitos dé este proceso de inte- gracion fueron tantos y de tal naturaleza que no necesariamente nuestras socledades y quizas los goblemnos no estarian preparados para absorber sus consecuencias. Con eso resultan asimetrias en el nivel de percepciones sociales cuya dindmica, a su vez, también ge- nera efectos sobre el proceso. El presente texto busca identificar elementos. tanta en las rela ciones bilaterales Brasil-Argentina, como en el Mercosur, que per mitan ayudar a conocer el sentido que toma la evolucién politica y el desarrollo econémico v social en esta parte del muna Carin metodologia, el texto propone analizar algunas manifestaciones ruevas que hoy se detectan en estas sociedades, tales como el des- ‘cubrimiento geogrifica de la regién y al énfacte on Ia geaeconomia; las nuevas realidades de frontera; el comportamiento de las élites politicas y culturales a partir de nuevas discipinas. Y propone, en forma de conchisiones prliminarse, que actae acimetriae y percep 216 © CoLECCION AKO mI N°6 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... ciones determinan, y mucho, el comportamiento social, ya sea a fa- vvor de una integracién o coma tina critica a ella: que tales asime= trias, por lo tanto, estarén seguramente presentes en nuestra agen- dda en los préximos afios. Es decir, mientras hablamos de la profun- Aizaciin dal’ Marenen econdmicas, se siente que la dinamica de integracién no se detiene alli, Simultdneamente, las asimetrias en el plano de las percepcio- nee cetarin ciende procecadae, come ae al eato da la geoseonom en al espacio Mercosur. O sea, menos desconocimiento mutuo y mas accin orientada para fenémenos geogrificos, vistos en su accpcién contempordnca? (las nutes del nareotrifico 0 la concerva j6n del medio ambiente son fendmenos geogrificos, en tanto que interfieren en la disposicidn del poder politico sobre el espacio; de los mismos 2¢ podsla hablar como “territories” cn le accpeién dz Raffestin, 0 si se quiere como “espacios tematicos”}. Finalmente las conclusiones indicardn también que depende del teatamifente de dichas asimetrias Ia reduceidn de las tensioncs rela tivas a la conformacién de ese espacio respecto a su ampliacién 0 a su insercién en el escenario internacional. Tnnecanda can aen alin Relaciones Bilaterales Argentina-Brasil: un aporte geogrSfico ‘Uno de los aspectos mis signficativos de la nueva realidad que viven uuestivs dus pabos © of boulw de que suo sclaciv solamente por medio de las capitales federales, y menos atin por ‘medio de un solo canal de comunicactén, que tradicionalmente era {uusiluldy por lu» gobketuvs federal, Loo woutaetuo, lus weyurtes, las negociaciones, ocurren simulténeamente en diversos niveles y formatos, reflejando la multiplicidad de intereses y de actores. Se~ nia prevencioso, por elemplo para la Eibajada We Brasll ex Bucns ‘Aires o para la Embajada Argentina en Brasilia pretender tener co- * Tal como tue cetinio, por eemplo, po Laude Xattesn, en Four une Ueogapiie au Powsor, Ute, Pas, 1980, 249 p.Raffstindsingue espacio de tersso: i et esen- til de bien comprendre que espace est en postion dzntéroré para rapport au ter- tole. te tet est géndré& pat de Fesoace. 1 es. le rsutat dune ation condule par un acearsyatagmatgue (ater ealsant un programme) & quedque niveau que ce Soi, an: "le teriolr, dan ete perspeive, est un espace dans legal on 2 projeé ‘4 traval sok de Vénerge de Tformaton,e qul, par conséquent,révtle des el ons touten margades parle pene 129) CoLEccION ARO IIL NPG 27 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... nocimiento y mucho menos control sobre las actividades que invo- lueran bracilesor y argentinoc en loc doe paiaca,y cat bien que esi sea. Las Embajadas tienen cada vez més el rol de apoyar, orientar, abrir puertas si se quiere, pero dificilmente tendran en tiempo real cl panorama completo de com matrix de entendinicutes, Aat tan bién pasa con los gobiernos, y de hecho nada de eso es caracteris- tica particular de nuestres relaciones. En un mundo globalizado, mercado por comunicacivues agi, cod 62 la Laiatteilstca Ue Ht vinculacién dindmica entre paises, Lo que nos distingue es nuestra caracteristca geogréfica. De hechu, 69 aeveoaiy ctat aletlu & UEDL BeUBrAM, GUE €S ‘un dato fundamental para la comprensién de la evolucion de las re- laciones bilaterales y mas ampliamente de las relaciones de los Es- fadvs del Cyuv Sut. El ca-Canctller Celso Lafer, que ahora se de sempeiia como Embajador del Brasil junto a los Organismos Inter- nacionales en Ginebra sefiala, en un articulo publicado reciente- sueute eu Atchvu> det Presente, que 1a geografia es una Variable importante para determinar la naturaleza especial dela relacién ar- gentino-brasilefa, en tres sentidos: por la interaccién entre geogra- Mla y couercio, e cual se relactona Con la geoeconomia y no con la eopolitica; el segundo por el contexto regional y de proximidad, distinto al europeo, el cual era mucho més propenso al conflicto; y ‘Auelmente, por 1a Telacion, @ mivel nemstenco, con los Estados Unidos, pais que tiene un peso y una presencia singular en la dind~ mica del proceso de convergencia econdmica en el Cono Sur? ‘Sobre estos temas me reterite mas adelante. Pero quisiera setia~ lar, desde Iuego, que Argentina y Brasil tienen una base sélida de convivencia,dictada por la geografia. Esta vecindad fisica, a lo lar- go de 10s Sigios de muestra historia, primero colonial y luego inde pendiente, se proyecta cada vez con mas intensidad en el conjunto de las relaciones bilaterales, contribuyendo al acercamiento, facili- tando el intercambio econdmico y comercial, ¢ impulsando la crea~ cién de una cultura comin. La geografia esti, ademés, vinculada al tema del uso de los recursos hidricos que caracterizé, por asi deci, ala tltima instancia de controversia sobre el aprovechamiento de 2 cobs Late, La ProlemdtionArgntne-Braslea, en Archivos del Preset. Afi 2.8 ‘Altus 3997, Buchun ALO, pO 218 CoLEccion Ao mt N°6 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... recursos en las areas fronterizas. Aun abi, en el tema de los recur= 906 hideicoe, “a fin de acentuar Ine ironiae dela histori, esta cen sible érea de la relacién bilateral, en la actualidad exige una inten- sa cooperacién, contemplada en los convenios bilaterales sobre cooperacién ¢ interconcstién encrgética, con profundas conzccuen, cias para la composicién de la ‘matriz’ de energia de Brasil"? Pero hagamos un corte en la dinémica actual de las relaciones Viletciales y, ain cutis parentcals, veames a la Argentina y @ Dra sil en su perspectiva histdrica, El actual Embajador de la Argentina en Brasil, Jorge Hugo Herrera Vegas, habla en un articulo reciente Ue tay polities catciiviee de Iv» du paises wuuiy una historia de d= vergencias y convergencias, de rivalidades, de cooperacion y de in- tegracién. indica que “Ios principales periodos de contflicto y riva- Iida fueron: el de le guetta, que Uauseuustd enue ou Ueularaeit por el Imperio de Brasil a las Provincias Unidas el 1° de dictembre de 1825 hasta el Tratado de Paz del 26 de agosto de 1829; el del Reconocimlento de Ta independeucla de Paraguay por Beastl eu 1844 —claro acto de desafio al gobiemo de Rosas—7 entre 1870 y 1876, la resolucién de los problemas derivados de la guerra del Pa~ raguay; la carrera armamentista naval entre 1309 y 1914, y fe ull= lizacién de las aguas del Parand para la generactén energética en- tre 1960 y 1980. Asimismo, en 1851-52 Brasil intervino exitosa~ rmente en 12 potitica untema’ argentina al panicipar de 1a coalicion contra Rosas, integrada, ademés, por el gobierno paraguayo y los adversarios de Oribe en Uruguay’; y afade que “los periodos de ‘mayor cooperacion Tueron: el de ta guerra, ene 1804 Y 18/U; el que sucede a la instauracién de la Repablica en Brasil, que culmi- 16 con el tratado del ABC, y el que se inicia con la restauracién de la democracia en amas naciones a partir de meatados de 12 aeca~ da de 1980. Durante la crisis de los aftos "30 y a lo largo de la Se~ gunda Guerra Mundial, a pesar de las politicas opuestas seguidas or ambos paises y la desconfianza mutua que en algun momento se tuvieron las respectivas Fuerzas Anmadas, la relaclén de ambos gobiemos fue basicamente cortial’* 2 Idem, ide, 9.5. 4 Jorge Bago Herera Vegas Ls Plas Exteriors dela Argentina y de Bras Diver- ponten y Gregan se Argentine» Diao afin o Sigh YO. ABBA CAD, COLECCION Afo mI N°G 219 RFLACIONFS Rast -ARGENTINA ... Sin embargo, hubo un momento no muy definido en cuanto a fecha oe seficig, piv yuc 3e ublca entre fines de Ta décaaa de! “Ad y €l comienzo de la década del ‘90, en que este modelo, caracteri- zado por los periodos alternatives de distanciamiento y aproxima~ ‘lon, perio su validez y paso a ser reemptazado por un modelo de integracién permanente. Este momento, o mejor dicho este periodo 4e transicién fundamental, podria estar enmarcado por algunos he- ‘hos concretos, en runcion, todos ellos, del creciente clima de con- fianza mutua. En 1980, y en secuencia a la superacién de las difi- cultades respecto al aprovechamiento de los recursos hidricos de los nos Farana-Paraguay, los gobiemnos de los Presidentes Joio Figuel- redo y Jorge Rafael Videla, firmaron el Acuerdo de Cooperacién pa- ta el Desarrollo y la Aplicacién de los Usos Paeificos de la Energi ‘Nuclear; en noviembre del '85 los Presidentes Samey y Aifonsi firman Ia Declaractén de Iguaaii, en la cual se proyecta, mediante el Acta para la Integracion Argentino-Brasilefa, la idea de un es- pacio econémico comtin y se establece el Programa de Integracién y Cooperacién Econémica entre la Republica Argentina y la Repi~ blica Federativa del Brasil. Desde entonces, hasta la firma del Tra- tado de Integracién, Cooperacién y Desarrollo por los dos paises, en noviembre de 1998 y, en marzo de 1991, del Tratado de Asuncién, que crea el Mercosur, fueron todos pasos consecuentes en una mis- sma direccién, lade a integracién econémtica y la convergencia politica. Es por demés conocida la referencia que hace el ex-Embajador brasilefio en Buenos Aires, Marcos Azambutia, a esta evolucién. en el sentido de que “argentinos y brasiletios pasaron de enemigos a riva- les, de rivales aaliados y ahora, en nuestros dias, de aliados a socios"s De esta manera, conforme sefiala el Embaiador Ivan Cannabrava, Subsecretario de Politica Exterior del Ministerio de Relaciones Exte- sores de Brasil, la historia reciente de las relaciones Brasi!-Argen- tina ha sido la de la construccién de convergencias, experiencia que resulta més bien del descubrimiento de cuanto tenemos por ganar al estimular procesos naturales de intercambio y de acerca- Buenos Aires, 1985, p. 172. 5 Marcos €. de Azatbuja, O Reaconamento Broi-Argetina: de Rivas a Silos, en ‘mas de Poltca Externe Breslirg, Volume, or, Gelson Fonseca Salo v Serio N, de Caso, FUNAG, IP, axe Ter, SP. 65 220 © COLECCION ANO It! NG RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... miento.£ Conviene, una vez més, mencionar cémo estén vinculados valDeD, ¥ de Ia evolucién para una economia més abierta, En el caso de esta abertura econémica, es importante atfadir que le misma fue la re- sultante de 1a toma de consciencta, de que el crecimiento de uno de Jos paises no serfa a expensas del otto, o compitiendo con él, pero si reforzdndose mutuamente.” ‘uuistera resurmir, con algunas expresiones de alto Valor sign cativo, usadas por el Embajador Cannabrava, algunos de los ele- mentos de este nuevo modelo que estamos construyendo: primero, i exito de este proceso, sobre el cual me refenme mas adelante, no se limita al comercio y a la economia, sino que incorpora dominios ipicos del area politico-diplomética; segundo, la profundizacién de la integracion y el tortalecimiento de las relaciones bilaterales ocu- ren por ammpliacién de las areas de corvergencia, con base en la premisa de que “los mercados y los espacios internos de nuestros paises no son suficientes para proporcionar la escala necesaria pa- a una proyeccién intemacional plenamente competitiva’®; tercero, resulta de la busqueda de convergencia y de la biisqueda de esca- Jas adecuadas, la esencia de las relaciones Brasil-Argentina y del Mercosur respectivamente?; cuarto, la necesidad de habilitar la frontera con una infraestructura fisica y con procedimientos més ody, fundaiuentalivente Ivan Cannsbrwva, As Reloges Brasi-Argentng, conferecia en dl Istitto Rio Braco, Segunda Semana Angemtia, Bras, ¢ de junio de 1997, Mineo. * ween, 12, 2. ° Fem, idem, 93 9 1 Cancer braslefo, Enbajador Lule Felipe Lamrel, bablando el 6 de marco de 1007 nl Connae Argetine per lac Relesanse Inter {ADD y eftindore al programa base de acion diplomatic, inded que es evident que as reaciones con Aqeatna y el Mercosur constiuyen prioidades absoluts"(sbrayado por mi, ‘Gemplificand con el hecho, ececondmiamente significative, qu hey dia "el Nordes- (Gee pray, astacamenc, es equim socio comercial ae argentina COLECCION ARO 1 N°G 221 RPLActonrs RRASTL-ARGENTINA ... adecuad quinto, la incorporacién de temas sensibles en el pro- > cl Geou dla cuoperaclon en asuntos espaciales ¥ en ‘materia nuclear o de una forma més amplia, a explotacién del poten- cial de cooperacién bilateral en ciencia y tecnologia; sexto, el acerca- anienwo de Auerzas politics, tales como el Congreso, y la participacion plena de las fuerzas vivas de la sociedad, de tal manera que todo el proceso de integracién sea revestido de la necesaria legitimidad. Dentro ae toaas estas coontenadas, resulta quizis importante sefialar, una vez més, los Factores geograficos. Hablamos de la ne- cesidad de tener una frontera habilitada con infraestructura y pro- ceaummientos purocraticamente més livianos. Pero esta considera- i6n, en realidad, se extiende a una serie de iniciativas que por una condieién de geografia y de geoeconomia conforman muy positi- ‘vamente 1a detinicion de este nuevo espacio econdmico y politico comin, Por un lado hay inversiones importantes, como la construc cién del puente Séo Borja-Santo Tomé, o los proyectos de diversa naturaleza vinculados al area energética. La Argentina se ha trans- formado, el aio pasado, en el principal proveedor de petréleo a Brasil. Este afio se estén materlalizando contratos que permitirén la adquisicion de gas argentino por parte de Brasil, una Viefa aspire cién de los dos paises, y que involuera inversiones de 1,4 mil ones de détares. Ademés, esté en curso la interconexién de las re- des eléctricas de los dos paises, permitiendo tambien la adquisicién Por parte de Brasil del excedente argentino y viceversa. Sobre el particular, el 13 de agosto de 1997, el Canciller Di Tella y el nuevo Embajador de Brasil en la Argentina, Luiz Felipe de Seixas Corréa, firmaron un Memorandum de Entendimiento Energético entre Ar gentina y Brasil, como parte de este proceso operacional de com pray venta de excedentes energéticos. La firma del memorandum se produjo casi un mes antes de la fecha fijada para que la empre- sa brasilefia Electrosul definiera la licitacién para la compra de 1.000 megawatts de potencia en la Argentina. El que se adjudique esta licitacién no sélo deberd asegurar la generacién, sino también transporte y resolver el crucial tema de la instalacién de una es- tacién de cambio de ciclaje, que implica una inversién de 200 mi- ones de delares.° ft roma econ a 13 ce agosto Ge 1957, tao eligi to: Acwerdan wm 222 CoLEccioN ANo mI N°6 RELAUIUNES BRASIL-ARGENTINA De la misma manera, provectos importantes en el rea de trans- portes estén siendo contemplados y eecutados como es el caso de Ta Hidrovia Parané-Paraguay,1 que facilitara el acceso y el trans- parte a hajo costa 4 distintas regiones en la Cuenca del Plata: 0 el caso de nuevas rutas en el efe Sao Paulo-Buenos Aires y en los ejes transversales desde el itoral brasilefio hacia las costas chilenas, pa~ canda poral parfneeianamienta de log puertes, de las rutas. de Tos ferrocamiles.® Quizds sea interesante hacer nota, a esta altura que para la compatia brasileia de telecomunicactones Emnbratel la Ar- gentina a ol sagimda dactina Acide de Ing Fetadios Tnldas, en cuanto los flujos de comunicactén. Hace casi un ato, el Presiden- ‘mereado enrgtico comin, 1 Deste ace dir aos la Hidrova es objeto de entendimiento entre ls cinco paises de fs Gaence dl Pata, Ee joni de 1992, en Tas Letas, fue frmado el Acuerda de Trans- {ite Hal gaa eonenga Ine princi de ibe Faas. berad de navevacn, Le Paricpacin de banderas, iualdad yrecproidad de trtemiento,segutiad de cavegt- ‘in, proteccién al edo ambiente Perédicamente,reinee el Comité Inergubem ‘menial dee ifrov, para examina ydesanolarlos proyectos preparados cone apo~ yr dl DDD 7 Su PNUD, con ch shite de more le condone de mevagaion. Loe fajos de carga ex le Hidrovta han crecidoexponencilmente en los tins ao, com> reflea de uaa mayor Interaecin ecomsco-comerclen la regi. La carga transpor~ tada, del onden dels dos adlones de toneadas en 1992, pcb 24 milones en el 9 4 'urasestimados sete milones ee ¥/- bE et ¥4 as cargas se asinbuyeron Ge tS {guicne manera soa ydervads, 15,7 pr clento; minerals, 50 por cient; petcleo y ‘erivades, 22 por ciento; tego, § por Cento; cetlss, 87 go ceno;y ots. Fuente (Comité Interesbernamentl dela Hidrovia, 1897. 17 Emaar Lut Felipe de Seixas Cot, en conferenci ante Ia Comisin de Eco somlay Desarolla Regional dela Charade Diputdos de ls Nacin Argentina ~el 12 Ge agosto pastdo-, como parte de un seminasio sobre Las Fonteras en el Mercosr, ‘uated la slgatete ss de prysetue de ebay vinelades alo intercede la 00 Imusidade fromerias y que demuesran la iaporaci dels factores geoecondmicos ‘ua vez que su proyeccln sobre a geografiay su dependenca de la misma es vider- te: fa existenca dl protocolo 23 de 1988 sobre integracin fronteria; i) Puente San- to Tomi Sto Hoja, Et acuerdo para a consraci de est punt sore et no uaguay fue cdebado en ageto de 1989, La fia dl contrtocorespoadiete, con valor 32 alors de dlazes, entre la Comisn Mixta Bras - Argentina y el Consorio Impregilo. PANWAP acu ondisembor de", Ei Paente Salo Tome ~ Sto Bola es dl sier proyecto biaadonal que est slendo adminstrvdo por una concesin otorgada or ls de ales y que prev a instalacdn de ur ceato unficado defroster, exe lado agentizo; i) Hirovia Parand -Peroguay. Dest junio de 92, con la fina en Las Las del Auer Side Tnopue Tova qu sonngi piniins moderesdeibered de megan, ce ban realizado 24 reurones del Comite ftepubernamental del Hidrovia. Cousccton asto mr NOG aaa Retaciones BRasIL~ARGENTINA te de Embratel, Dr. Dlio Sergio Penedo, me confesé con orgullo que su empresa habia sido obligada a redireccionar desde Europa hacka Argentina sus equipos para atender a esa nueva demanda, Desde ese periodo, las empresas argentinas en Brasil pueden utilizar nor- rmalmente el satdite argentino de telecomunicaciones, Nakuel A-1, mientras las empresas brasilefas en la Argentina tienen a su dispo- sicin las facilidades del Brasilsat. En la misma direcctén esta el proyecto del Puente Santo Tomé ~ Séo Borja con costos que rondan el orden de los 30 millones de. délares e inauguracién prevista para diciembre de 1997. con la pre- sencia de los Presidentes Menem y Cardoso. Este proyecto merece rmencién especial por haber sido adjudicado mediante procesos mo- demas de Ticitaciéin que nermitieron romper con Ios plazas tradi= cionales para este tipo de obra. Asimismo, un nuevo acuerdo para transporte transversales fluviales y otto sobre control integrado de danas, frmada con motive dal Fnevientro Presidencia} de Ria de Janeiro en abril de 1997, son efemplos de iniciativas objetivas y di- rectas con vistas 2 la desburocratizacién y agilizacton de los trami- Se aicuten les términos de ls estas, reliedes con el apoyo de BID y det PINUD, ‘ou dl objetivo de mejorar las condiciones de mavegacibn en la hidrovi.Estde previs- tas obras de ingeniera 2 cot y largo plazo- esti de valid tenia econdmi- ‘co-inaciera a8 como fambien anal aiead080 de 08 poses pats amen tales directs e indirect en fs rosy en sus eas de infuenca. Ver nota al pe att; transporte fluvial de passers, vehcuos y cargss. EI acuerdo que reglamenta esta tera fue fimado durante el Encuentro Mesem ~ Ceroso en Rio de Jane. en abil 1957. E ero eset reemplaza el convent anterior fchads ex 197 ue = e- cuentn desictualizao delante considerable aumento del trifieo por las Foner. Mayan, se pnts eccentrics ein dav cn el eomvenio emu fre erentoyv Paes pars I Conctsaiin dl Ceodue ta para el Aprovechamient del Gas de Salta pore Extado de Sta Pala, de interés de 1a compaiia Vale do lo Doce; i Proyecto, también de inters de la compat Vale do io Doce, pre fa Consruel de un Fnocarl entre as cudades de Jone y Ress- Tent, qe se unina ala rea terrovina que ega 2a camdad emiena de AMAR, en 1d Océan Pacific; una sere de proyectos vinculades a integractin enegia, lt ‘construc dea ruta Mercesar (So Paulo ~ Buenos Aires), a recuperacién de rutas maruinales fomerias v mismo ala inusibe dl portwauts¥ dl espaol en Is pro= {taas de esti, Val recordar que la fontera entre Brel y Argentina, de una exten- sin de 1269 himetros es casi en su totalfad avi. Cae iguliente records, como To mencions el Ebajador Seixas Conta, que todos esos proyectos ~ademis de otras tne chadea son de inion del CAECENENLTORAL CODESUL, « montorndne por ‘Se organisms, af cul se hace mencion mis adeante en ete trabajo. 274 Careceinn aso mt No RELACIONES BRASIL-ARGENTINA tes fronterizos. Como veremos més adelante, la regién de frontera Y su desarrollo es facn permanente da atencidn por parte del CPE- ‘CENEA/LITORAL-CODESUR, entidad que congrega los gobiernos de los Estados brasiletios det Sur y las provincias argentinas del lito- antoe fronterizoc a nivel municipal, en cl marco del Protocolo 23 (Integracién Fronteriza) del Tratado de In- tegracién, Cooperacién y Desarrollo Brasil - Argentina de noviem- ‘bre de 1099, aunque limitados en ous objetives 2on importantcs, Crean, en su conjunto, condiciones de implementacién para los ‘nuevos conceptos que se aplican a las regiones de frontera, de seuerde a les cuales la fronters, Injoo de er ui Mite woustituye ‘una zona dinamica capaz de generar desarrollo, y por donde nece- sarlamente la integracidn tiene que pasar. ‘A coc reapectoy resulta impresctudiUlc uit Wabajy pacteute Junta 4 los Estados y provincias involucradas, en el sentido de conven- cerlos a trabajar los impulsos de desarrollo teniendo siempre en venta la rationale de peusat luo piuyecius de usta foc Mlegrada y en funcién de las necesidades regionales, Esto seria vilido inclu- ‘0 para los grandes proyectos de conexién interocednica, ya que di- cilmente, pur Gleuply, Cuuluba 9e vincularla @ ANCOfagESta sin que de por medio no se conteraple el desarrollo de las regiones del Norte argentino. Lo mismo se aplica a los planes para la intercone- salou pustutiy para 1a cUUDUUCLTON Ue ferrocarTles, para el apro- vechamiento del gas de Salta y para las hidrovias Parand-Paraguay yy Tieté-Parané.t? ‘Tudos eotus teutas, que en la Jerga ciplomatica son resumidos en Ja expresién “integraclén fisica’, constituyen en su. mayoria un acervo importante de la geoeconomia del Cono Sur, Estin, por su- pucstw, eur muchos casos intimamente tigados al aprovechamiento ¥y desarrollo de las regiones de frontera, 2? creo nsructvo aienctona slganos de los comentarios de Ia Ministre Maria taiza ‘Viet ents Conferencia para la Comisin de a Defeasa det Cossumtor, Medio Armbien- tey Miaris dela Cimara de Dipatades de Bras el 21 de agerto de 1997: Cabe men conar que los ros Paraguay v Farand son usados naa la navegaeion camel ect bce much, Teten usa importancia bstrica para los plses dela Cuenca del Plate sabe, deste la época colonial Son tiiadae com vies de acceso al or de cootnente. En Basil Ho Paraguay ha favored a formacib de miles de oc CoLEccion ANo mt N° 225 Rexactones DRASIL-ARGENTINA ... ‘A partir de esta nueva dinémica, que caracteriza los temas de frontera, quizés veamos mejor la permeabilidad existente entre los temas de las relaciones bilaterales y la integracién regional con ba- se en el proyecto de! Mercosur. Lo que comentaré a continuacién, a partir de la perspectiva del Mercosur, tiene por objeto demostrar que el sentido de estas relaciones y del Mercosurees coincidente; pe- ro que hay que considerar el cambio de dimensiones. en la medida que nos trasladamos de la plataforma bilateral @ una plataforma multilateral, Puede ser muy flustrativa de este fendmeno Ja crecien- te cooneracién bilateral en el campo militar y. desde una perspec= tiva mayor, las nuevas concepciones de defensa y seguridad que hoy emanan del hecho de que estamos politicamente més vinculados. En el Encuentro Presidencial ce Ria de Taneira, lac Presidontec Carlos Menem y Femmando Henrique Cardoso crearon el Mecanismo para Consultas sobre Seguridad y Defensa Brasfl-Argentina, cuya primera reunidn se celehrd en ainava, Rin dn Taneien, Rracil, Ine dias 31 de jullo y 1 de agosto del 1997. Tratase de un instrumento que, a semejanza de lo existente entre Argentina y Chile, faclitaré 1 didingn cictematien on mataria da ceguridad y dafonca, tomae que en este momento adquieren un importante protagonismo en la agenda politica de la regién. La institucionalizacién de la coopera- lfm on Ine draze do caghridad y dafones, formalinada ahora 2 nivel iplomatico, es en realidad Ia cosecha de esfuerzos desarrollados ‘radicionalmente por las Fuerzas Armadas de Brasil y Argentina, ‘suyo nival de entandimiento an épocse resionter ciempre fue muy positivo. Lo que sucede con este cambio y con la formalizacion de los entendimientos es que pasamos a tener una transparencia ma- yory una intensificacién de eeta cooperacién. Del micmo mode, ya Se realzaron maniobras conjuntas entre los dos Ejerctes, de gran valor simbélico, dado que las mismas ~en Monte Caseros, en octu- bbre de 1996 reprecentaron la primera vee en que tropes de loa doa paises actuaron juntas desde la Guerra de la Triple Alianza. Las dos Marinas, desde hace muchos afos, desarrollan ejercicios conjuntos, 1 los Pucreas Aércas también empiczan a haccilo. Son formes de ‘cooperacién, que ademés de involucrar a las otras Armas, incluyen Ja participacién en programas en el exterior, con actuacién en las Tucizas de Pax de las Nevivucs Unites. 226 Coneceios afta mt Nee Retactonrs rast -ARGeNTINA Todo eso quiere decir que en el Cono Sur, y particularmente en= ue Breall y Argeutli, estas Uabajaudy en busca de un muevO concepto de defensa, no més a priori, sino ex post, es decir, con ba~ se en la idea de que la defensa y la seguridad son consecuentes a Ja cooperacion y a 1a amistad. ‘inguno ae 10s paises det Lono Sur tiene hipétesis de conflict en la regi6n. Brasil, por su parte, en una Politica Nacional de Defensa, aprobada por el Presidente Femando Hennique Cardoso a fines del "96, lo dejo bastante claro, indicando ademas que la Amazonia, por st fragilidad, es el area donde hay ‘que concentrar la atencién nacional en materia de defensa, elimi- nando por completo {a tradicional preocupacion con el Cono Sur. El ejemplo de seguridad y defensa me parece bastante ilustrati- vo del puerte que estamos construyendo entre las relaciones bila- terales y proyectos de dimensién subregional. En realidad tenemos que evitar, en el caso de Brasil, una tendencia a la introspeccién y al cierre, a la autosuficiencia, Como dice el Canciller Lampreia, en Ja citada conferencia en el Consejo Argentino para las Relaciones Intemacionales (CARI, “como todo pais continental, Brasil tiene indudablemente una cierta tendencia a la introspeccidn y al cierre, a la autosuficiencia. Con fronteras establecidas y seguras desde ha- ce muchas décadas, Brasil no amenaza a nadie ni tampoco se sien- te amenazado, La politica nacional de defensa que recientemente ha aprobado el Presidente de la Repiblica traduce esa percepcién sobre los cambios de énfasis y de prioridades en la actuacién de las Fuerzas Armadas en defensa del patrimonto territorial y material del pais, en armonia con tendencias del mundo contemporineo — Ja integracion y el fin de la confrontacién ideotégica’ Estamos en un proceso de crecimiento, no solamente econdmi- co-comercial, sino también politico. No por casualidad, los Presi dentes Menem y Cardoso en mayo pasado, en el Encuentro Presi dencial en Rio de Janeiro, declararon cue Brasil v Argentina con- forman una *alianza estratégica’, De acuerdo a lo dicho por el Se- ‘retario General de Relaciones Exteriores de la Cancilleria brasile- fia, Embaiador Sebastido do Rego Barros. “lo aue ocurrié en estos lltimos diez afios fue una verdadera revolucion en la historia de un relacionamiento bilateral que, a lo largo de més de un siglo y me- dio. se ha arrastrado esenciatmente bajo el signo de Ia descanftan- COLECCION ARO Ii NPG 227 Reractonrs Reast ARGENTINA 2a} por primera vez y de forma sélida estamos construyendo una suriodad que apuita ganancle, ya sea para el desarrollo economi- co nacional, o para la paz y la estabilidad de la region, y de las cua~ les Brasil y Argentina no pueden y no quieren prescindir"; o aun “a pparur de una iniciactva en et campo economico-comercial resultan- te de fa abertura politica en los afios ‘80, el Mercosur ha evolucio- nado para una intensa cooperacién politica militar y cultural, que ‘va mulcno mas alia de 1as divergencias ocasionales’# {Cémo inter- pretar estas declaraciones y todos estos hechos politicos en el mo- mento mismo que el Mercosur ~como proyecto de integracién re- Blonal— se consolida y adquiere, muy justamente, fueros de una entidad capaz de un didlogo propio, en el sistema intemacional de naciones y de instituciones? En otros términos, icémo interpretar Ja dinamica de la cual somos testigos en esta regién, y que esté muy lejos de agotarse en el objetivo inmediato de crecimiento del intercambio comercial? Los aportes del Mercosur ‘Mucho se ha dicho, naturalmente, y mucho se va a continuar diciendo sobre el Mercosur. Asi tiene que ser. Son innumerables los seminarios ~en sus distintas expresiones— y la bibliografia se am- plia velozmente. Esto refleja, por supuesto, el hecho de que hemos, a poco mas de seis afios de la firma del Tratado de Asuncién, pro- ducido resultados impresionantes en distintos rubros: primero el comercial, con un aumento del intercambio intra-Mercosur de 3,64 til millones de délares en 1990 a mas de 15 mil millones en 1996, Jo que representa un crecimiento del orden del 309 por eiento, El intercambio comercial entre Argentina y Brasil crecié el 460 por iento en el mismo periodo de forma sumamente equilibrada para ambos socios. En 1996 el comercio de Argentina con los demas so- cios del Mercosur alcanzé 13.6 mil millones de délares. mientras que el comercio brasilefio con los demas paises del Mercosur alcan- 26, en este mismo afio, 15,5 mil millones de délares. Sabemos que esto es poco delante del gran potencial existente para el crecimien- to comercial. Por ejemplo, el comercio intra-Mercosur represents ™ Bast Argentine: longa priveseds, artculo gublicad en el erica Coneio Brulee, dein 04 1 he agoaa e 57 228 COLECCION ANO I N%G RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... en el '95 el 1,6 por ciento del Producto Bruto Intemno (PBI) combi- nado de los cuatro paises, porcentaie muy inferior al registrado en el NAFTA, que es del 4,5 por ciento, y mucho menor atin del que se registra en la Unién Europea, que alcanza el 14 por ciento, En el mismo periodo. el comercio exterior de Argentina. pasé de cerca de 20 mil millones a 47 mil millones de délares, y las importaciones ‘del Mercosur desde el resto del mundo pasaron de 30 mil millones casi 70 mil millones de eélares. En realidad, el camercin el Mer- cosur con terceros paises se ha duplicado desde 1991. Paralelamente, y desde el punto de vista institucional, la unién adnanera ee conealidé y at Mercasir ea inetnimenté, 2 nivel titan. gubernamental, con los protocolos firmados en Ouro Preto en 1994 para seguir con el proceso de integracién. Finalmente, on al plano externa, c« produjeron watiae infelati- vvas para acercar el Mercosur a otros paises y a ottos grupos de pa ses, Asi, firmams el acuerdo de asociacién con Chile y Bolivia; es- tamer negociando con el Grupo Andine y México y nor prepara ‘mos para negociar con Venezuela y Peri. Ya tenemos un Acuerdo Marco con la Unién Europea para la negociacién de una zona de libre comercto y tenemos delante nuectro el amplio proceso de ne ociacion de la ALCA (Asociactén de Libre Comercio de las Améri as). Ein este iltimo caso, la Ill Reunién Ministerial de la ALCA, re- sicntemente ectebrade en Belo Horizonte, airvié « nuestra opt nién— a dos propésitos importantisimos: primero, permitié al Mer- cosur, mediante una actuacién unida, consolidarse como proyecto propio ¢ independiente; segundo, permitis una articulasién bastan- te concreta de como queremos progresar en esta amplia negocia~ cidn de la ALCA, frente a intereses diversos y sobre todo, frente a ‘une propucsta lucfoiva de Estados Unidos pata wna sreguciactou pie da y completa, en detrimento de los esfuerzos que nuestras economias desarrollan con vistas @ hacer frente a las tendencias globalizadoras. Eu vuus tiuniuvs, y Lom fue meuctonady por Ta revista tute sa The Economist en un reciente articulo, “el Mercosur es hoy el proyecto de integracién regional més ambicioso en el mundo des- la apartcton de la Comunidad Econdmica Europea, en 13977 Los resultados estrictamente econémicos del éxito del Mercosur no se Imitan tan sélo a sus aspectos comerciales. El crecimiento extraor- CoLEccioN ANO TI N°G 229 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... piecisy adends re. vnucel cesta particularidad del Mercosur, verlo bajo una éptica mas amplia. Estamos hablando de una iniciativa que proyecta cada vez més sus ‘coneepclones poliucas subre sus objevos, De necno, nay cada Vez ims un contenido politico en e! Mercosur, como bien lo ha remar~ cado el ex-Canciller uruguayo Grospiell,® y este es el tema sobre el ‘cual plenso tenemos que dedicarle una atenicion especial 10s proxi- ‘mos afios; sobre este asunto me referiré mas adelante, las perspectivas det Mercosur: profunaizacion y contenido pottico ‘Antes, sin embargo, quizas seria importante dejar claro que los caminos que se abren al Mercosur hoy en dia, frente a un contex- to regional e internacional de corto e mediano plazo, apuntan a la profundizacién det Mercosur, factor condicionante de la definicién de un espacio econdmico vivo integral, y en crecimiento. La pro~ fundizacién del Mercosur ~en términos estrictamente econémicos— se refiere a la agenda de negociaciones sobre temas sensibles para cada uno de nuestros paises, tales como armonizacién de politicas, macroeconémicas, de politicas fiscales y trbutarias de politicas ambientales, por ejemplo; se refiere tambic nizacién de proteceién de los derechos del'consumidor (de impor- tancia mas evidente en el caso de los medicamentos y etiquetas}, de politicas de propiedad intelectual y de inversiones, o de politicas agricolas, ademés de politicas especificas sobre movimientos de ca- pital y mano de obra; como también del comercio de servicios. Has- ta de una moneda comiin ya se ha hablado, en dias recientes. Parece asi evidente que a parti de sus referentes econémico-co- ‘merciales la dindmica del Mercosur apunta a un progreso y un cre- cimiento sostenidos, apoyados en elementos tales como la creacién 38 CARL, Seminario pare exMiistos de Relaciones Exteriors y de Economia de los Paes del Mereosut Mercosur Foro del Futur, Buenos Aires, 30 de agasto de 1996. Up detoa defenses di iden cl cconomist baie Fablo Giamblag dd as ‘co Nacional de Desallo Econo y Socal La ie, que a fue objeto de debate i fous durante el exeuetcoPresdencal Menem-Caroso ea Ro, ea abil sera~segia ‘1 proponedor~ aplicada 2 pair del 2012, conta creacin den solo Banco Central Vice Et roms Ambito anancera, del 3 de juno de 1957 232 COLECCION ANO II N%G ReLActonEs Bras ARGENTINA .. de economias de escala, la consideracién de extemalidades,o sea, atraccion de inversiones, incremento del producto tmportado y 10 ‘que se podria llamar “derrame” de la integracién econdmica en dis- tintos aspectos de {a vida social de los cuatro paises, Apunta tam- bien a una necesidad, cada vez mas logica, de una administracion consciente y transparente de fuerzas centripetas, a nivel de politi- ‘as econémicas nacionales, cabiendo pensar en mayores grados de instituefonalizacion, ya sea de la aduninistracin cel proyecto Mer- cosuro de sus consecuencias en términos de resolucién de contro- versias. La categoria de predectbilidad del Mercosur tendra aplica- cidn fundamental si quetemos sensibilizar a los inversores extra~ zona para las potencialidades de la regidn. El Mercosur tiene que ser transparente y predecible, con reglas de juego durables y claras, Jo que implicara en los préximos afios un notable esfuerzo de vo- luntad politica por parte de los gobiemos miembros, ‘Asi que ademés de la profundizacién en términos estrictamente econdmicos del Mercosur, estamos entrando én un proceso de es- trechamiento politico sin precedentes. De que el Mercosur ha sido un proyecto de naturaleza politica desde el comienzo, no parece haber cudas. Pero en los iltimos tiempos el Mercosur comienza a tener contenido politico. Bastaria con mencionar, por ejemplo, que con motivo de la X Reunién de Cipula del Mercosur, celebrada en San Luis el 25 de junio de 1996, los Presidentes emitieron impor- tantes declaraciones de naturaleze politica, a saber: a) Declaracién Presidencial sobre Compromiso Democratico en el Mercosur, Ia Ila= mada *cldusula democratica’, por la cual los cuatro paises ~Argen- tina, Brasil, Paraguay y Uruguay- desde aquel momento en ade- Jante Iamados “Partes” de la Declaracién. asumen el compromiso de consultarse y de aplicar medidas punitorias —dentro del espac normativo del Mercosur— en caso de ruptura o amenaza de ruptu- ra del orien democratico de un “Estado Miembro” (del Mercosur! ») Declaracién Presidencial sobre Didlogo Politico, por la cual los “Estados Partes del Mercosur” establecen un *mecanismo de con- sulta y de cancertacién polities" el cual, sin prover una modalidad especifica para su operacién, tiene por objetivos ampliary sistema~ tizar la cooperacion politica entre los Estados Partes” y “examiner Ie enoetianse tntarnactanales de ecpactal intarde para Ine Retarne Coveccion ao NG = 233 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... artes", con vistas a “buscar concertar posteioncs en relactén a Ja mismas’ Esas consultas, dependiendo de la “naturaleza y del alean- ce de los temas", podrén darse a nivel presidencial; c) Declaracion autve las Malviues, pur le wual scieiau cl apuyy Gadixiunalimente dado a la posicién argentina sobre la cuestién de las islas Malvinas. Desde entonces,los encuentros de nuestros Presidentes, tanto @ nivel bilaerai com a nivel det Mercosui, refejat esa dtaexstou politica de una forma creciente, En el encuentro de Rio de Janeiro del 27 de abril pasado, los Presidentes Menem y Cardoso, entre otros documentos ce suma tmportancia para ia integracton fstca de los dos paises, firmaron la Declaracién de Rio, de alto contenido politico, Alli se reconoce que “el Mercosur es el més importante Proyecto de nuestra histona ae casi cinco sigios de convivencta'y que “juntos, estamos construyendo una profunda y verdadera alianza estratégica” La Declaracién de Rio y los demés documentos alli frmados demuestran, por su relacion misma con 1a integracion fisica y econémica -y por su contenido politico-, la permeabilidad —o casi la identidad~ de as relaciones bilaterales con les relacto- nes de nuestros paises dentro de Mercosur. Esto quiere decir que, hay un proceso saludable de transferencia de funciones politicas de! marco bilateral al marco del Mercosur. Esto quiere decir tam= bien que de acuerdo a las necesidades cambiantes de un mundo en rapido proceso de globalizacion, Argentina y Brasil crean instan- cas especificas, de apropiado “poder de fuego” para negociaciones cen el escenario mas amplio de las relaciones intemacionales @ ni- vel continental o mundial El Mercosur y la conformacién de su personalidad internacional Esto se vié en las negociaciones con los Estados Unides y de- mis paises hemisféricos, durante la reciente Ill Reunién Ministerial 29 Vide, por cemplo, Ral Bemal-Mezs, América Latina en 1a Economia Polen Mur al, GEL, Buenos Aies, 1994, 305 p: Los gobieros de los pases en desarotio debe ‘na ener en cuenta que proceso Ge lopzizzcon ye curate a ie ante foe de producelén internacional et debiltendo su cpacidad para regula las actividades eco- bmics. Que a mismo tiempo, ls agrupacionesregionales ~J en panaar los Estados lideres de llas~ esta povocando una tanfeeacs desu politeas desde el mbitons- ‘onal al faceracionl oralecienda at tambien I presencia de sus propos pases en sista econdmico politica” (52 234 COLECCION ASU I N°. RELACIONES BRASIL-ARGENIINA ... de Ia ALCA en Belo Horizonte, Como se sabe, el encuentro de Belo Horizonte estuvo enmarcado por una tension de naturaleza tanto politica como comercial. La orden del dia de la fl Reunién Minis- ‘erial de la ALCA tenia como punto mas sensible la definiciin de tun proceso amplio de negociaciones, abareando los 34 paises del hemisferio.2 La concrecién de la ALCA —prevista para el aio 7005— precipane 1ma ahertura ein precadantac da Ine marcadae da nuestros paises. Dependiendo del ritmo de esta abertura, y tenien- do en cuenta el gran desequiliio de tos PBI de, por un lado, Esta~ fine Tnicne waqhivalenta 77,0 par clente dal tata, con mie de € trllones de délares~ y por otro ado los demés paises del hemisfe- rio, térmase evidente que una apertura amplia de los mercados fa- vvorece a Estados Unidos y puede, on un primer momento, perjud car a la economia de los otros paises considerando su fragilidad re- Jativa, Aun si tomamos esta relacion de fuerzas en términos de blo- use regionalec, veremoe que NAFTA (Canadé, Estadce Unidos, Me -xico) detenen el 88 por ciento del PI total del hemisferio con 6 tr- lones de délares, mientras el Mercosur detiene el 8 por ciento con 690 billonce de délarcey l Posto Andino el por cesta, com 191 millones?” Los resultados de Belo Horizonte fueron muy expresivos desde el punto de vista especific de las negociaciones dela ALCA. Algu- nos conceptos fundamentales defendidos por los paises del Merve sur fueron incorporados @ estos resultados; por ejemplo, el hecho de que Ia ALCA tiene que ser un acuerdo por consenso de los 34 paises; el hecho de que los resultadua de las ueguciacivucs Cuitstie tuyeron un paquete tinico de derechos y obligaciones acordadas (single undertaking); el hecho de que la ALCA podré coexistir con acucrdos bilaterales y subnegiouales, el hechy de que las egucla~ ciones podran darse con grupos de paises o individualmente; el he- cho de que las reglas de la ALCA serdn consistentes con las normas Ue le Oigenizariou Munullel de Comercio (OMC). Todos esius com ceptos contribuirin para asegurar la defensa de los intereses de pal- 2 canata view en segunda Inne son 526 mil illona Ae Aare far de YORE y 5:7 pot cielo del PI total; Bras vice en tescer gas, con 416 millones y 53 por clen- to; Argentina se ubca en quit Iga, despues de México, con 198 ml mllonesy 25 por ‘eto, Fueate Ml, nov 36, en dlaes de 1850, ckads por Gero Dugas, A ALCA e fr Itreses do Menor Ease ADEDA, Dean Alt nage 1227 = Ide, biden. Courceion Aso mr N96 205 RELACIONES BRASIL~ARGENTINA ... se5 como los nuestros y del Mercosur en este gran proceso negociador. eto quizas el mas grande resultado alcanzado en Belo Horizon- te haya sido el hecho de que la reunién permitié al Mercosur con- solidarse como institucién tnica y como frente negociador, en el cual los paises miembros actuaron bajo los mismos intereses, dic- tados por una estrategia comin y una vision propia de la evolucién econémica y politica de la regidn de las proximas décadas. El Pre- sidente Fernando Henrique Cardoso, en su pronunciamiento duran- tela ceremonia de cierre del Ill Foro Empresarial de las Américas y n Ja apertura de la Ill Ministerial ALCA. enfatiz6 esta perspectiva indicando que el érea de libre comercio de las Américas tendré que ser factible econdmicamente y aceptable politicamente y que de- pende de la pasticioacién de nuestras sociedades. va que ellas son las que definirén los beneficios reales de este ambicioso proyecto, De esta forma, conforme sefiald, no podemos prescindir de una vi- sin de largo plazo de desarrollo. lo que va mucho mas alld del in= terés en tener intercambio comercial facilitado. El propio Presiden- te Cardoso reconocié también que el Mercosur ya se ha tornado una marca conocida v una dimensidn de la imagen internacianal de los pafses que lo integran. El Presidente Cardoso dijo tarmbién en la misma reunién que “no ddebemos apurarnos para avanzar. La ATCA que queremos nn deha constitulrse en una victoria de corto plazo para aquellos que bus- ccan negocios inmediatos. La ALCA seré una plataforma de desarro- lo. modemizacién y proyecctin le nuestras eranamias Nepondn, por es0 mismo, de que todos nosotros estemos preparados para dar este fnmenso salto cualitativo en muestras relaciones hemisférices. Fl tiempo que tamaremos para madurar Is ATCA par medin de nee oclaciones culdadosas y amplias no sera en vano.” Estas proposiciones, aunque relacionadas con fa ALCA, dicen mucho sobre ol Mercosur a partir de una visién distinta que tene- mos de los dos procesos. De hecho, la pridencia con que visualiza~ ‘ios el proceso de la ALCA significa, por oposicién, la alta priori- dad atribuida a! Mercosur. Durante los dias que precedieron y que siguleron a dicho encuentro de Belo Horizonte, hubo muchos co- ‘mentatios y especulaciones por parte de la prensa, de politicos y de economistas con respecte a las consecuencias de la ALCA para el 236 COLECCION Ao It N°6 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA Mercosur, Muchos economistas incluso manifestaron la idea de que con la ALCA cl Mercosur no tendria més acutido. Para dar un ejemplo, la edicién del 28 de mayo de El Cronista Comercial trae declaraciones del experto brasilefio de la OMC, se- fivt Durval Nurwulla, seg leo cuales Ta ueutralleactOn del Merco- sur y de los demés blogues de integracién subregional formados en. Amética Latina, es el objetivo del gobiemo de los Estados Unidos eu el procey de megoctacion sobre Ta futura creacion de 1a ALLA: Es interesante notar también que en el pensamiento oficial del go- biemo norteamericano, esta tensién entre los procesos es bien ex- pllcita: Willlam Daley, Secretario de Lomercio ce Estados Unidos, publicé en la prensa brasilefa ~el mismo dia en que se comenzaban. las negociaciones en Belo Horizonte— un articulo en el cual dice que ‘en 1 CaS0 de que nuestros intereses sean contrariados por el movi- miento de integracién subregional, no nos sentiremos impedidos de hacer prevalecer aquellos nuestros intereses; no vamos a comprome- tera los intereses de los Estados Unidos en beneticio de los intereses de los otros a expensas de nuestros trabajadores y empresarios” 22 Por supuesto, ios debates sobre este punto fueron —y segura- zmente continuaran siendo— amplios y complejos, pues asi es el te- nia, De lo que no cabe duda es del protagonismo positivo y unifi- cado del Mercosur, que pasé por la prueba de Belo Horizonte, al- ‘andose de ahi en tis como actor con personalidad internacional. Ademés, dentro de los aspectos positivos —pero también conflict vvos de la relacién ALCA-Mercosur— se pottra decir que la propue ta norteamericana de la ALCA ha “atropellado" a la agenda de la politica brasilefia de integracién, centrada en la priorizacién del Mercosur y su ampliacién. Pero de hecho, este atropello tuvo un ‘gan mério, el de obligar al Goblemo brasilefio a pensar el tema del proceso de integracién en el Ambito del Mercosur, acentuan- do de esta manera su irreversibilida. Hay, por supuesto, tensiones con respecto a los rumbos y opcio~ nes de negociacién, especialmente si tomamos en cuenta las opcio- nes NAFTA, ALCA, 0 caminos independientes como el que busca 23 Walam Dates, O Comercio nas Amis, en © Globo, 13 de mayo de 1997, p 7. 2" Ls Valls Pereira, en ALCA: uma paula para discusso, og, Lacano Martins, Pol Marea, Vol» 4 [VOL OW" 1 = Mane = Ago ~ 1987, Faz e Ter, pt COLECCION ANO II N°G 237 RFractonrs RRASm-ARGENTINA seguir Chile. Son tensiones naturales a esta altura del proceso de furmaviou de acucidus seglunales y 0 creo que tates tensiones Ten gan el poder de neutralizar el esfuerzo conjunto al que se dedican los paises del Mercosur. Estamos as{ delante de un Mercosur con marco istitucional propio y con una personalidad intemacionalmente reconocida. Es- ta definicién institucional, o més bien negociadora, no es sin em Dargo suriciente si tomamos al Mercosur como un proyecto confor- mador de un espacio comiin, en el cual las sociedades distintas pue- den reconocer sus mas diversos tipos de intereses, incluso el de las ‘oportunidades de crecimiento y desarrollo. El Mercosur pasé por una prueba importante, pero no sabemos exactamente el sentido de este proceso de integracién. 2Qué es lo que en realidad buscamos? EI Sentido del Mercosur: manifestaciones indicadoras Sabemos que la integracién fue concebida originalmente como una estrategia de insercién internacional, dentro de una espectati- vva de las politicas de Brasil y Argentina de usar al Mercosur como clemento de negociactén para alcanzar incrementos de competiti- Vidad en las negociaciones internacionales. Cada vez més, sin embargo, Brasil y Argentina nos sentimos como si fuéramos prisio- neros de nuestro propio éxito, Pasados estos seis aiios de su exis- tencla, podemos sin duda afirmar que el Mercosur no es solamente un éxito econémico; pero que representa “el més notable fendme- no politico registrado en América Latina’. Esta tltima frase, hecha en 1994 por Amado Luiz Cervo, es cada vez més actual, Sabemos que, como dl dice, el Mercosur “esté siendo sostenido por las socie- dades de tal forma que en el estadio en que se encuentra, ningiin goblemo osaria comprometer intereses sociales tan extensos sin caleular bien los costos", y que “el Mercosur se transformé en una variable comiin intangible de las politicas exteriores de Brasil v de Argentina?” 25 ara Ini Corn, Paitone Feoraot: Havin tne Bali Comin, Argotina Brasil en el Mercosur, Pocas Comune yAllanaasReponales, Maio Rapoport, Fuse ‘acibn Kona Adecsuey,Coleccién Estudios Internacionales, 1995, Buenos Ales, p 26. 8 Op. ct, p26, 1 hen, Biden, 9.2627 238 © COLECCION ANO It NX%G RELACIONES BRASIL-ARGENTINA. ‘Sabemos todo eso, pero estamos justo en el periodo de compro- ‘aily on le practice diarta. ¥ aqui entrames en el delicado conte to de las percepciones. Asi como en la dura realidad econémica y comercial, también en el dominio de las percepciones hay asime- las Importantes, E> auch aids prubeble yu et huunbas de la ca Ile, en Buenos Aires 0 cualquier otta ciudad argentina, identifique € significado del Mercosur como proyecto que tiene o tendra efec- (os sobre su vida, que un Cludadano brasileny en igualtad de wou diciones. No sera eso solamente por el hecho de que hoy en dia, mas del 30 por ciento de las exportaciones argentinas se destinen a Brasil. En sentido contranto, y teniendo en cuenta las dumensio- nes de cada economia, es igualmente importante et monto de las exportaciones de Brasil a Argentina que estén alrededor del 15 por lento de nuestras exportaciones totales. La lamaca “cepencencia argentina” sencillamente no se apoya en ningun dato teal, y esta calificacién denota negativamente lo que de hecho es una virtud de las relaciones comerciales bilaterales, ya que es un producto de 1a prictica de ventajas comparativas entre la racionalidad en tomo de la economfa de costos de flete, transporte, comunicaciones, ete. Lo que estaria en realidad por detras de las asimetnias y percepcio- nes es un fenémeno social, mas que econémico, lo cual hay que culdar @ partir de ahora Y hay que cuidarlo porque no lo conocemos muy bien. gue as- piraciones tienen nuestras sociedades, si son tomadas como inte- frantes de este espacio comiin? ¢Serian distintas a las aspiracfones, de las sociedades respectivas? En realidad, la velocidad y el ritmo 4e los acuerdos y entendimientos respecto a la creacién de este e5- pacio comin {y aqui me refiero no solamente a os acuerdos comer ciales, sino tambien a lo que se esti haciendo en los sectores de sa- ud, educacién y cultura, justicia, clencia y tecnologia, ademas de 2 Vide, por eemplo, Marla Bextra Nofl “Se tts, para ser preci, de re stain de intedependencao de dependenciarecproce a interdependencia presupone rcipro> chad ea la react de dependenca, aunque no mecesariameate seta, Abi por eer oye meyer tama defo eonnomfa de Brat rrpeste de ln Argentina, lar diferes ‘as conrespondintes en la dimension de os sectors esrctrasecodeas, hace que la relacin de nterdependenca o de dependenciarecjgroce no sea simtrca, ‘Brasil ~ Dependenia®o Interdependencia: Mito Realda, en Mercosur Journal, Ato U0” 1 VOL, BEO-ANS 9, A, JACEMDIE, 1399 Ps , CoLECCION ARO I N°G 239 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA ... {ntegracion fisica) sorprendieron a nuestros goblernos y a nuestras suctedaues que, en mucnos casos, no estanan todavia preparados para asumir la nueva identidad que corresponde 2 estos compromi- sos. Puede ser que sea, muy atipicamente, un ejemplo Fantastico en 1 cual 1a realidad esta mas alla que Ia retoricao, dicho de otra for- ma, en el cual la retorica es conservadora respecto a una realidad ‘mucho més dinamica. Estos son hechos nuevos, y como tal hay que tratarls. Es deci, estamos delante de un nuevo espacio econémico y politico, cuya representacién mayor, aunque reconociendo y respetando las iden- tidades nacionales de cada sociedad, sugiere nuevas propuestas de actividad societaria, Hay manifestaciones importantes de estas nuc- vvas propuestas. En los limites de esta exposicién, voy a mencionar tres de ellas que creo son representativas, pero que estin lejos de agotar Ia lista de elementos que componen esta matriz innovadora de las relaciones politicas y sociales entre los paises que componen el Mercosur: la primera es la actividad en las regiones de frontera Yy sus formas de asociacién; la segunda es la vision geocconémica del espacio Mercosur, y la tercera es e! comportamiento de las ell- tes politicas y culturales respecto al Mercosur (otras manifestacio- nes, por ejemplo, serian la variable labora la dinamica de las lla~ madas merco-ciudades, las comunicaciones, v finalmente el juego de los simbolos, entre otras). Por supuesto, son temas amplios que merecen tratamiento cui- dadoso y extenso, Creo, sin embargo, aue dentro de los propésitos de este trabajo las tres primeras manifestaciones, atin examinadas de una forma preliminar, tendrén condiciones de revelar algo sobre l sentido de la intezracion. algo sobre la direccién que esta inte- gracién toma en este momento. Los nuevos concentos de frontera ‘Vamos a la primera manifestacion: la dindmica de las regiones de frontera. Las modernas concepciones de relaciones intemnaciona- les. como ustedes to cahen, apnintan al hachn de qite las regione dla frontera no sean més entendidas apenas como limites, 0 puntos ex tremos de flujos de desarrollo generados en los centros-capitales Hoy, las frontarse enn antendidae cama ragionoe mapliae, abarean 240 Coteccion ANO mI N° RELACIONES BRASIL~ARGENTINA ... do teritorios de dos o més paises, con necesidades y especificida~ es propias. Hl dinamismo economico y comercial de muchas de es- tas regiones en distintos continentes ha provocado, de hecho, un fenémeno que se podria denominar como la relativizacion de las periferias. El marco conceptual de estos hechos en nuestras latitu~ des fue dado desde la década del ‘60 por el BID y luego por téeni- cos del INTAL, con sede en Buenos Aires, y la CEPAL. Entre Brasi y Argentina estos conceptos estin incorporados en el Protocolo n* 23 del Programa de Integracién Econémica Brasil - Argentina de 1986, El Protocolo 23, datado de 1989, generé un sinnimero de en- tendimientos fronterizos, de entre los’cuales sobresalen los llama- dos “Comités de Frontera’. Sin embargo, el esfuerzo de facilitar y promover el tratamiento integrado det desarrollo de las regiones de frontera se contrapone @ la tendencia tradicional que tienen los go- biemos de promover proyectos conjuntos y de mirar a la coopera- promacién de encuentros. seminarios ¥ mesas redondas sobre ma- tematicas que a partir de fechas recientes se independizan de los as~ pectos puramente econémicos y comerciales. Temas como historio~ grafia comin, integracién fisica y geoeconomia. urbanismo, mino~ tas, la dindmica de los municipios, procesos laborales y sindicalis- mo y derecho constitucional, entre otros, comienzan 2 ocupar un ‘ecpacia cada ver maynr en la agencla de los debates sociales en el contexto Mercosur.” Esto quiere decir que estamos buscando cono- cemos mejor y entender lo que pasa en cada uno de los palses par- te de acta procecn y, por encin, eliminar 0 redcir las asimetrias de percepeiones. Retormamos, entonces, al nivel de las percepciones y de las asi- rmetrine que lae earacterizan ontre nncorene Tritase de asimetrias de diverso orden, como por ejemplo las que atafen al nivel cultural de las sociedades, al interés por temas de politica externa, alas forma~ clones hitricae, @ incluen al haha miema de que hay diferencias 2? a comiva pera esta via a Brasil two la siguiente composcn:Rubéa Hugo Ma tin, Ovlninader de In Provinci de be Penpay Benaderee Curae Alberto Pastomann, Edtardo Bau, Augusto Alssing, Jost Manuel dela Sots Digutado Aero Pier, Pre~ sidene de la Clmars de Dipstados, y Diputades Fernando Maret, Luis Rubeo, Jost Fernando Labor, aderde del Secrtaio de Relaciones Exteriors y Asuntos Latinoame- riczos,Emnfador Andres Cistres, 5 Metece en exe sertido especial referencia el seminario promo por la Fundao (centro de Estudos Braille, 6 7 de mayo de 1997 en e Miseo Ferner Rlanco, “Argentina yet» Ta Formacin dela extiad Nacional: La Visi Coreecion fio I NP nar RELACIONES BRASIL-ARGENTINA «.. de dimension geogrifica y de poblacién. Un trabajo sistemético Volcado al debate publico sobre aspectos de toda esta tematica es, por cierto, parte de la labor de los Congresos, en la medida en que incluyan al Mercosur como tema permanente del orden del dia. No ine parece justo, como he dicho anterformente, dejar que las socie- dades y los gobiernos sean sorprendidos por una dinamica dictada por los hechos, a castos que muchas veces pueden ser altos. La ten= dencia que pueden tener nuestros paises a adoptar medidas unila~ terales, eventualmente de naturaleza conflictiva con la normativas del Mercosur, no es nada més que un eauivoco de percencién. Eaul= vale, guardando las proporciones, a la resistencia demostrada por funclonarios burocraticos de aduana en la frontera, 0 al endurect- tmiento innecesario en la mesa de negociaciones. y sobre toda a Ias tendencias centripetas respaldadas por intereses econdmicos hasta ahora beneficiados por un proteccionismo anacrénico, ‘Todos estos tivos de percenciones las hemos visto muy freenen- temente y dispensan ejemplos. Sin embargo, no hay que confundit tales percepciones con las legitimas preocupaciones que hemos sa- bido demostrar v articular en la mesa negociadora respecta 2 pro cesos como el de a ALCA, donde el ritmo de abertura comercial y econémico propuesto no condice con el nivel de desarrollo econé ico ¢ industrial que caracteriza a muestras paicee Son eneas die~ tas, pero que muchas veces entran en el mismo plano de percep- ciones por parte de nuestras sociedades. He mencionado otras manifestarfones cama la variahle labora, Jas articulaciones @ nivel municipal ~que son muy importantes y juego de Tos simbolos. Con este timo, me refiero a la necesidad daue tenemos de harer vatar la marra Merencur an nusetra vida ©0 tidiana, En la Cumbre del Mercosur en Fortaleza en diciembre de 1996, se adopts el logotipo del Mercosur constituido por las estre- Mas de la Conctalactan do fa Cruz dal Sur y un horizonte en azcen sién, El caricter altamente positivo de este logotipo tendria que es- tar reflejado, desde tego, en actitudes politicas, en debates socia- lee y, on otro ordon de ideae, en prictices taco come un sector <3- pecial para cludadanos del Mercosur en los aeropuertos, la adop- cién del pasaporte comin, o en un cambio facilitado de monedas. No hay, come alguien ya dijo, un camine de rctome. A cate tala 248 Coreccion alin ni Ne6 RELACIONES BRASIL-ARGENTINA . Jo de publicidad, si se quiere, deberd corresponder la definicién ca dda vez. més precisa de las “reglas del juego y dizeiplinas en el Mer ccosur’. Este es un tema tocado, por ejemplo por Félix Petia, cuando ‘en un articulo reciente en La Nacién, aerta sobre ls peligros de que fl Mercosur tienda a “aladificarse”, cosa que sabemos no pasaré pues se trata de proyectos distintos en el tiempo y en el espacio.#¢ Conttusiones ‘Tenemos entonces, en términos de conclusién preliminar, algu- nas indicaciones sobre el sentido que el Mercosur toma para nues- las sociedades, Frimero, trabajamos con y por una realidad nueva, ‘cuyo impacto inicial y més inmediato puede ser entendido en tér- ‘minos geoeconémicos. Existe la comprensién de que el notable éxi- to economico y comercial otenido nasca el momento “resulta mas bien del descubrimiento de cuanto tenemos por ganar al estimular procesos naturales de intercambio y de acercamiento”, para repetir las palabras cel Embajador ivan Cannabrava ya antenormente ‘mencionadas. Estamos ast delante de la conformacién de un nuevo espacio econdmico y politico, definido primartamente por un nue- vo espacio geogratico. Asi, basandose en la termmnologia ce Kattes- tin, nos encontramos frente a uno o mas tertitorios nuevos, marca~ dos por un juego de asimetrias de diverso orden, Desde ei punto de vista econémico-comiervial, y para seguir con Raffestin, las asimetrias representan “Io esencial visible de las préc- ticas espaciales" Tales asimetrias constituyen la probable agenda en los préximos afios. Asi, hablamos de la protundizacidn del Mer- cosur y con esto buscaremos eliminar las asimetrias econémicas, Pero la dindmica de integracién no se detiene alli. Segundo, nos da~ ‘mos cuenta cada vez més que, simultaneamente, las diferencias en dl plano de ias percepciones estaran siendo procesadas, como es el caso de la geoeconomia en el espacio Mercosur. O sea, menos des- conocimlento mutuo sobre fenémenos geogrificos vistos en su di- nimica socioecondmica. En la medida en que las asimetrias econé~ micas se procesan dentro de un marco negoclador definido y nece- sariamente complejo, la parte “no-visible” de lo esencial ~es deci, 24 Fax Pei, M amt, mit poo, en Nacin, 11 de marao de 1997, 5p 3. 2 aes, op.ct P33. CoLeccion ANo mt N°6 249 RELACIONES BRASTI-ARGENTINA Jas asimetris en el plano de las percepciones~ adquirirén una re- Tevaneta casi determinants. £5 desl, ui aisjus convtuticnle (sociocultural y geogréfico) tenderd a definir los tertitorios, asi co- ‘mo la aparicién de la cartografia moderna en el Renacimiento de- cculud 1a Woufiguractou de los Estados modernos, Finalmente 13s tensiones relativas a la conformacién de este espacio respecto a stt ampliacién o a su insercién en el escenario intemacional se redu- cen a medida de que dichas astmetrias son trateaas. 250 COLECCION ANO I NG

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