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dossier CRONICIDAD Y CRONIFICACION EFECTO DE SUJETO Y EFECTO SOCIAL Juan Carlos Stagnaro uando Occldente encomend6 CCbitiicccine sspare oe clalmente de la locura (y un cierto Pussin comenz6 a instruir al Prof. Pinel) los insanos constituian un fenémeno social heteroclitico y_ adocenado a las demas formas de Ja marginalidad(1). Por esos anos fen la opaca percepcién que se tenia del hecho psicopatol6gico no se es- tablecian mayores distinciones ¢a- tegoriales y se detenia la vision de cada caso en la instanténea de su sera descripetén. En el nuevo campo tedrico- prictico que se inauguraba se re- ‘cort6 primero la nocion de géne- ro: la alienacién mental, y s¢ co- merizé a esbozat, como todos sa- bemos, Ia clasificacién madre de todas las nosografias. La sincronia del inventario sintomatico ocupa- baa la saz6n toda la escena, y asi fue hasta promediar el siglo. Hizo falta que se rescatara la observacién de Bayle(2) sobre la aracnoiditis cerebral, que ésta hi- ciera serie con la de la reiteracion de crisis de mania y melancolia en a vida de un individuo (lo que J.P. Falret llamara “locura circu- lar"), y que otros siguieran en el tiempo a sus pacientes asilados, para que se fuera esbozando, has- ta tomar forma, el paradigma de las enfermedades mentales(3) en |i entonces flamante clinica psi- agliidtrica de fines del siglo XIX. Con la producci6n de los gran- des clinicos de esa época ~que sin- tetizaré Kraepelin- el edificio llega a su esplendor maximo. Bl indivie ‘duo sufte una enfermedad men- tal, esta puede ser aguda o créni- a, es decir, evolucionar en un so- lo episodio, al estilo de las tor- mentas estIvales, 0 comenzar bru- tal o Insidiosamente para ir luego invadiendo progresivamente la existencia del. paciente ¢ instalar- se para no partir jamés. El resulta~ do en ei plano subjetivo es un lento apagamiento de 1o que ho} Hamarfamos capacidades cogniti vas, un amortiguamiento afectivo y un debilitamiento vincular pro- ‘nunciado; via final comdn de esas existencias de hospicio que plas- maron los tratados clasicos de nuestra espectalidad. La Medicina utilizaba el con- cepto de diacronia en el estudio & has enfermedades desde que conceptualizé la evolucién tem- poral en cl-estudio de la dlcera péptica en el siglo XIV. La Clinica Psiquidtrica comenz6 a utilizarlo descie mediados del siglo pasado en donde aparecen en la literatura los términds delirio y crénico yuxtapuestos para designar el des- tino prolongado de la locura. “Hace falta tiempo para volverse loco” dird recientemente Gor- ceix(4).: Dos‘elementos apatecieron li- ‘gados destle enitonces: cronicldad_ joro, La presencia 0 la aus Médico psiguiata Jefe de trabajos prictcos, Depto, Salud Mental U. B. A. , Mético del Servicio de Admin Hea "J.T. Borda* Rivadavia 1984, 12 °E", Buenos Aires. sencia del segundo sirvié para, en A marco de la evolucién crénica, séparar los delirios de un tipo y de Otto permitiendo al bisturl noso- grafico diferenciar las paranoias, las psicosis alucinatorias crénicas y ciertas paraftenias, de la demen- ‘ia precoz, o si se preflere la mo- dernizacion bleuleriana, del grupo de las esquizofrenias. deterioro fue entendido en el sentido de defecto, propio de de las evoluciones psicéticas, para diferenciarlo de la destruccién ce- rebral propia de las demencias de- generativas, vasculares o de otras enfermedades neuroldgicas. Atrés en el desarrollo, al alba de la constitucién subjetiva, que- dan los que nunca se podrian de- menciar por que nunca fueron completos: los oiigofrénicos. Luego ving. el psicoandili ica dela escucha. Pero también advinieron la an- gia (su alter ego); aparentemente ‘enemigas que coli mismo resultad ‘caron del fuego cruzado al que se sometieron las concepciones clisi- cas. Y de entre ellas la de que el observable clinico que delineabs la silueta de cada entidad erénica cera un patchwork de proceso psico- VERTEX Rev. Arg. de Psiquiat, 1993, Vol. IV: 265-266 patolégico y patoplastia asilar. Los locos del hospital psiquidtrico eran hombres psicéticos que habi- an vivido aftos ally esto tenia pe- sadas consecuencias sobre su esta. do psiquico. ;Cémo separar un efecto del otro? ;Cdmo discrimi- nar en la textura del trabajo dell rante las hebras del hospitalismo? Algunos sondaton las poblacio- nes de fos manicomios y en una nueva clasificacién al estilo de Pi- nel en Bicétre apartaron a unos habitantes de otros. Hoy al nuestro pais podri con algunas adaptaciones a esos estudios(5)(ver Cuadro){ Con el paso de los aos la experiencia cl nica, realizada en tos paises que hicieron una oferta de-desinstitu- cionalizacién mis 6 menos exitosa E. UU,, Francia, Halla), demostrd que la estructura de Ta o Dsicética hacia reca- ‘sivas erisis que puntua- | ban de descompensaciones la viel [de lok pacierites atin en las mejo- | conisones deextcrnacién(Q) ™ Es deci, que superada la croni caclon generada por cl hospitalis- ino subsistia la propla evolucién del devenir vital de quignes habian, {niciado tin proceso psicético. Se hacia necesario entonces, mi tigadas las viejasilusiones antipsi- quidtricas, aceptar la realidad d || hecho psicopatolégico y crear nue: |) 8 estrictiaras para acoger y acom ! patiar Is emergencia de la locura. Una sucesién dé dispositivos dl grari plasticidad (hospitales de dia y de noche, hostales, casas de medio camino, departamentos te- rapéuticos, etc.) ctearon una red, Ia salud diferenciando to que co: iiesponde a Ia asistencia psiqui | ttlca de la-asistencia soc 6 concepts de conics Bibliogratia a Postel, J.. Quétel, C., Historia de la Psiquiairia, F.C.E, México, 1987, 2. Bayle, A. I. ., T, Recherches sur les maladies mentales, These, Paris, 1822, 3. Lanter-Laura, G., Psychiattle et con: alidad del j CRONICIDAD Y CRONIFICACION ASILAR (adaptado de Raymondis) 1.LOS DEBILES MENTALES Antiguamente los “locos del pueblo", habituelmente conser: vados en el seno do sus familias (estructura de familia ampliada) Estos pacientes podrian vivir aluara en un me- dio protegiéo pero come esto as inexistento ol “darwinis ‘mo social" fos empuja hacia el interior de las inettuclones. Genoralmente débiles mentales modorades, muy inluon- ciablos por el madio. Do origen proiotarla o subprolota- flo. Se unen a bandas de pequetios delincuentos y pa- an muchos afios de su vida ontra el H, P. y la cércel Al envojocer se aproximan al grupo 1. Con atonta dol comportamianta que acarroa una diiclted ‘veces ieversible para situarse en un mocio de vida ordinario, Ex: psiesticos do odades diversas que en un cierto mo- mento dojaron de estar anfermos y quedaton en ol Hos- pital sin tratamionto. No quedaron eon dotorioro © detec. to como consacuencia del proceso peledtica pero son oseedores de una personalidad infant, con fuertes ras- {908 do dependoncia y se adaptaron muy bien al H. P. 0 resisten a salir de 61, a vocos agresivamente, ‘Son sujetos que entraron por un episodio reactiva frecuen- temente social, no tienen ciagndstico © se los cataloga on el apelative de *psicépatasiones", Frecuentomente no tienen tratamento ni historia clinica actualizada ‘Que luego de un periodo agudo quedan con un detecto residual y al envejecer combinan los efectos dal mismo Con fos de la senlidad. Pueden perionecer al grupo 7 fen una de sus descompensaciones queda on al H. P. > Crisis -> hospitalizacion y tratamiento —» 2,LOS DESEQUILIBRADOS ‘DISARWONCOS DE LACLINICACLASIOA (0 PEQUENOS PSICOPATAS (en soto médica ga) 3.LOS AFECTADOS POR ‘OUIMIOTERAPIAS PROLONGADAS 4.108 SEDMENTADOS 5. EL “FONDO del TARFO™ ASIAR 6.LOs Expsicoicos: CURADOS y ENVEJECIDOS 7.108 VERDADEROS cRoNcos > Mojoria~s sin defecto —> externacon > fe con Goto Sen ne av wv a foranaa ~ Tratamiento anbulatrio®%. reinsercion socihey Descompensacion: no ‘total > _por abandono, suspension o carencia de trata- miento esponténeamento o con causa prediitante beria quedar asf ligado a lo que el genera la vieja concepcién mani- aislamiento, la falta de estimula- al, €5 decir, la cronificaciéri; cién, la marginacién manicomial, hacen del ciudadano psicético. ¥ para Ia posiole, aunque no ineluc- table, sucesién de crisis que susci- ta lo estructural de fa psicosis de- Beria acufiarse otro término (jc10- nizacién?), De esta manera que- daria considerado, del efecto, social. que, hhalsance, Ed. Sciences en situation, Paris, 1991. 4, Annales médico psychologiques. Vol. 149, N°9, 1991, 5. Raymondis, L. M,, La sedimentation asllatre. L’ivolution Peyehiatrique, VERTEX 266 iscriminado lo ineludible nélisis que formule una del ser’ palcOUco,“estiuctuiralmente | y.el necesario proceso de desinsti- tucionalizacién no correria el ries- go de'ser un roméntico salto al vaeio 0 un ahorro presupuestario encubierto, sino que se constitui- rfa en un campo de investigacion ‘en Ia interfase psiquiatria/psicoa- formu a po- e6tico-técnica ante lao. Sici6: cara Tome XXXIV, Il, pig. $63-594. 6. Garrabé, }, Kapsambelis, V., Nouve- Iles struciutes intermediaizes et mou vernent de désinstitutionnalisation. Edit. Techn. B. M. Ch. (Parfs-France) Psychlatele 37-930, N° 10, 1993,

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