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HIDROLOGIA PRIMERA PARTE ROLANDO SPRINGALL Gx *PROFESOR INVESTIGADOR, FACULTAD DE INGENIERIA UNAM 3.6 3.7 3.8 INTROQUCCION Definicién y objeto de _la hidrologia Ciclo hidroldgico Enfoque de los problemas _hidrolégicos Material por estudiar LA CUENCA Aspectos generales Area de una cuenca Pendiente de una cuenca Elevacién de_una cuenca ed _de_drenaje Pendiente del _cauce Aleferencias PAECIPLTACION Nociones de _meteorologia lipos de precipitacién Aparatos de _medicidn Técnicas de andlisis de los registros de lluvias Relacién entre las caracteristicas de una tormenta Movida Analisis de los registros diarios de lluvia Distribucién geogréfica de le precipitacién Precipitacién maxima probable Referencias ESCURAIMIENTO Fuentes del_escurrimiento Proceso del _escurrimiento R a4 a1 Ba 45 4.6 47 5.3 6.6 6.7 6.8 2.2 7.3 24 7.5 Hidrograma Anélisis de hidrogramas a Aforo de corrientes Curvas elevaciones-gastos Referencias INFILTRACION Aspectos generales Factores que afectan a la capacidad de infiltracién Medicidn de la infiltracién Métodos para calcular la infiltracién Referencias EVAPORACION Y TRANSPIRACION Naturaleza del_proceso Factores que afectan a la evaporacién Medicién de la evaporacién Formulas de evaporacién Transpiracién Determinacién de la transpiracién Métodos para valuar la evapotranspiracién Ecuaciones de evapotranspiracién AGUA SUSTERRANEA Aspectos generales Movimiento del _ague subterrénea Hidréulica de pozos Balance del agua subterranea Referencias so 98 4 34 133 133 134 136 145 159 12 172 174. 175 179 179 165 197 203 210 1. INTRODUCCION 1.1 Definicién y objeto de la hidrologfa Hidrologfa es la ciencia natural que trata sobre el agua, su ocurrencia, circulacién y distribucién sobre y debajo de la superficie te- rrestre. La hidrologfa es de importancia en todos los problemas que involu cran el aprovechamiento del agua. Los principales objetivos de la hidrologfa, al disefiar una obra de ingenierfa, pueden resumirse en dos grandes grupos: a) Obtencién de la avenida maxima que con una determinada frecuen- cia puede ocurrir en un cierto lugar, lo cual es necesario considerar al disefiar vertedores, puentes y drenajes en general b) Conocimiento de la cantidad, frecuencia y naturaleza de ocurren- cia del transporte del agua sobre la superficie terrestre. Esto serviré pa ra el disefio de instalaciones de irrigacién, abastecimiento de agua, apro- vechamientos hidroeléctricos y navegacién de rfos. 1.2 Ciclo hidrolégico El ciclo hidrolégico es un término descriptivo aplicable a la circulacién general del agua (fig 1.1). Este ciclo puede empezar con la evaporacién de los océanos. £1 vapor resultente es transportado por las ma sas de aire en movimiento. En determinadas condiciones, el vapor se conden sa formando nubes que, a su vez, pueden.ocasionar precipitaciones. De la precipitacién sobre el terreno, una parte es retenida por la superficie, otra escurre sobre ella y la restante penetra en el suelo. El agua retenida es devuelta a la atmésfera por evaporacién y por la transpiracién de las plantas. La parte que escurre sobre la super ficie es drenada por arreyos y rios hasta el océano; aunque parte se pier- de por evaporacién, El agua que se infiltra satisface la humedad del suelo y abastece los depésitos subterréneos, de donde puede fluir hacia las co- rrientes de los rfos, 0 bien descargar en los ocanos; la que queda deteni da en la capa vegetal del suelo es regresada a la atmésfera por transpira- cién, Esta descripcién simplificada del ciclo hidrolégico es de ti po cualitativo y en ella no se ha incluido el tiempo. Por ejemplo, después de ocurrida una tormenta, el efecto inmediato en un rfo se deja sentir por el escurrimiento superficial, ademés de existir recarga del agua subterré~ nea. Puede decirse también que no hay evaporacién durante la tormenta, y que toda el agua de lluvia se intercepta, infiltra y escurre superficial- mente, E- Evaporacion Q- Escurrimiento superficial F - Infiltracién Superficie Agua subterrdnea ATMOSFERA Almacengje en rios OCEANO P- Precipitacién T - Transpiracién Qs Escurrimiento Qg- Escurrimiento subsuperficial subterrdneo D- Descarga a R - Recarga los océanos Fig 1.1 Ciclo hidroldgico. Representacién cualitativa El ciclo hidrolégico es de importancia bésica para delimitar el campo de la hidrologfa, la cual comprende la fase entre la precipitacién sobre el terreno y su retorno a la atmésfera o al océano (fig 1.2); corres ponde el andlisis de la atmésfera a la Meteorologfa y el estudio del océa~ no a 1a Oceanograffa. o eS © o Ba o € a 5 5 — ¢ Fig 1.2 Fases que estudia la hidrologia 1.3 Enfoque de _los problemas hidrolégicos Debido a la complejidad de los procesos naturales que inter vienen en los fendémenos hidrolégicos, es diffcil examinarlos mediante un razonamiento deductivo riguroso. No siempre es aplicable una ley fisica fundamental para determinar el resultado hidrolégico esperado. M&s bien, lo que parece razonable es partir de una serie de datos observados, anali zarlos estadisticamente y después tratar de establecer la norma que gobier na dichos sucesos. Lo anterior establece la necesidad de conter con registros de varios afios de las diversas componentes que intervienen en los proble~ mas hidrolégicos. En la Reptiblica Mexicana las principales fuentes de informa cién sobre datos hidrolégicos son la Secretarfa de Recursos Hidréulicos, la Comisién Federal de Electricidad, la Secretarfa de Agricultura y Ganade rfa y la Comisién Internacional de Limites y Aguas. En general, cada problema hidrolégico es Gnico y las conclu siones cuantitativas de su andlisis no pueden extrapolarse a otro problema. to ha ocasionado que muchas veces se juzgue un método de cdlculo en for ma equivocada, al no tenerse en cuenta sus limitaciones en cuanto a aplica bilidad. Conviene establecer primero la bondad del método, ya que, aunque el problema por analizar no tenga las mismas condiciones para las cuales fue deducido, puede proporcionar un resultado cualitative de gran utili- dad, siempre y cuando se sepa interpretar. A continuacién se describen los diversos capftulos que compo nen este libra, los cuales proporcionan una orientacién para analizar cual quier problema hidrolégico con las bases antes mencionadas. 1.4 Material por estudiar Los temas desarrollados se clasificaron en dos partes. En la primera (caps 2 a 7) se describen las componentes del ciclo hidrolégi- So, su interrelacién y su medicién. E1 objeto de esta primera parte es co nocer cémo influye cada componente en el proceso lluvia~escurrimiento y la forma de analizar los datos para que resulten Gtiles, La segunda parte (caps 6 a 11) comprende el estudio de la relacién lluvia-escurrimiento, el anélisis estad{stico de datos hidrolégi, cos y sus respectivas aplicaciones. Conviene aclarar que este libro trata de proporcionar las bases de la hidrologfa relacionadas con los problemas que se presentan al disefiar una obra de ingenierfa, teniendo un enfoque principal hacia los métodos que permiten determinar avenidas maximas de disefio. 2. LA CUENCA En este capftulo se analizan las caracterfsticas fisiogréfi cas de una cuenca, lo cual es de importancia fundamental en el proceso del escurrimiento. 2.1 Aspectos generales La cuenca de drenaje de una corriente es el area que contri- buye al escurrimienta y que proporciona parte o todo el flujo de la corrien te principal y sus tributarios. Esta definicién es compatible con el hecho de que la frontera de una cuenca de drenaje y su correspondiente cuenca de agua subterrénea no necesariamente tienen la misma proyeccién horizontal. La cuenca de drenaje de una corriente esta limitada por su parteaguas (fig 2.1), que es una linea imaginaria que divide a las cuencas adyacentes y distribuye el escurrimiento, originado por la precipitacién, que en cada sistema de corrientes fluye hacia el punto de salida de la cuen ca. El parteaguas est4 formado por los puntos de mayor nivel topogréfico y cruza las corrientes en los puntos de salida. ‘Lo Venta e “AFroyo Hondo Afroy 012345 a kilémetros Fig 2.1 Mapa topogrdfico de la cuenca de una corriente Muchas veces se requiere dividir las grandes cuencas para fa cilitar su estudio. Las subéreas o cuencas tributarias estarén a su vez de limitadas por parteaguas interiores. En general estas subdivisiones se he- cen de acuerdo con las estaciones hidrométricas existentes en la zona. No necesariamente se analiza con el mismo criterio una cuen ca tributeria o pequefia que una cuenca grande. Para una cuenca pequefia, la forma y cantidad de escurrimiento estén influidas principalmente por las condiciones fisicas del suelo; por lo tanto, el estudio hidrolégico debe enfocarse con més atencién a la cuenca misma. Para una cuenca muy grande, el efecto de almacenaje del cauce es muy importante, por lo cual deberé dérsele también atencién a las caracterfsticas de este Gltimo. Es diffcil distinguir uha cuenca grande de una pequefia, con siderando solamente su tamafio. En hidrologia, dos cuencas del mismo tama- Ao son diferentes. Una cuenca pequefia se define como aquella cuyo escurri miento es sensible a lluvias de alta intensidad y corta duracién, y donde predominan las caracter{sticas f{sicas del suelo con respecto a las del cauce. Asf, el tamafio de una cuenca pequefia puede variar desde unas pocas hectéreas hasta un lfmite que, para propésitos précticos, Chow* considera de 250 ka’. El escurrimiento del agua en una cuenca depende de diversos factores, siendo uno de los més importantes las caracteristicas fisiogré Ficas de la cuenca. Entre estas se pueden mencionar principalmente su érea, pendiente, caracter{sticas del cauce principal, como son longitud y pen- diente, elevacién de la cuenca y red de drenaje. A continuacién se describirén las formas de celcular las ca racterfsticas fisiogréficas, segén su uso. En algunos casos, como por ejemplo al valuar la penciente de la cuenca, se indican diversos criterios, no con el fin de resaltar el con cepto, sino con la idea de obtener diversos resultados. Esto es de gran im portancia, pues, como se ver posteriormente, muchas veces se requiere de- terminar una relacién entre las caracter{sticas del escurrimiento y las ca racter{sticas fisiogréficas de una cuenca y, conociendo varios valores, s¢ escoge el que proporcione mayor aproximacién a la relacién. Lo anterior im plica la inconveniencia de agrupar, por ejemplo, los métodos para valuar las pendientes, ya que cada uno proporciona un resultado diferente. Es ne- cesario tomar cada criterio como un factor mAs de las caracter{sticas fi- siogréficas de una cuenca. Ven Te Chow, "Hydrologic Determination of Waterway Areas for the Design of Drainage Structures in Small Drainage Basins", Boletin N° 462, Univer: gidad de Illinois (1962). 10 2.2 Area de _una_cuenca £1 drea drenada de una cuenca es el érea en proyeccién hori zontal encerrada por el parteaguas. Generalmente esta érea se determina con un planfmetro y se expresa en kilémetros cuadrados; asf, por ejemplo, @l 4rea de le cuenca de la fig 2.1 vale 207 km@. Las dreas pequefias muchas veces se expresan en hectéreas. 2.3 Pendiente de una cuenca Existen diversos criterios para valuar la pendiente de una cuenca, dependiendo del uso posterior que se le vaya a dar al resultado o bien al criterio que lo requiere. 2.3.1 Criterio de Alvord Para obtener la ecuacién que proporciona la pendiente de la cuenca por este criterio, se analiza primero la pendiente existente entre curvas de nivel. Analizando la faja definida por las 1fneas medias que pa san entre las curvas de nivel, se tiene que para una de ellas la pendien te de su érea tributaria es D Se donde 0 desnivel entre las 1fneas medias. Como son lfneas intermedias entre curvas de nivel, se puede aceptar que es el desnivel en~ tre dichas curvas S, pendiente madia de la faja referente a esa curva de nivel W, ancho de la faja, que es igual a " siendo a, érea de la faja 1, longitud de 1a curva de nivel Entonces, la pendiente de la cuenca seré el promedio pesado de la pendiente de cada faja en relacién con su rea; asf, considerando n Fajas: Ordenando por lo que — (2.1) donde A rea de 1a cuenca, en kn? D desnivel constante entre curvas de nivel, en km L longitud total de las curvas de nivel dentro de la cuenca, en km pendiente de la cuenca De la fig 2.1 se tiene que D = 0.05 km, L = 406.70 km y A = 207 km’; por lo que, de la ec 2.1 Se -2:08%408.70. - 0.098 2 que es el valor de la pendiente para la cuenca del rfo La H, Gro., usando este criterio. 2.3.2 Criterio de Horton En este criterio se traza una malla de cuadrados sobre el plano del drea de la cuenca en estudio, la cual conviene orientar en el sentido de la corriente principal (fig 2.2). Si le cuenca es de 250 km? o menor, se requiere por lo menos una malla de cuatro cuadros por lado; si la cuenca es mayor de 250 kn?, deber&é incrementarse el ndmero de cuadros de la malla, ya que la aproximacién del cAlculo depende del tamafio de es- ta. y 10 A Pp et ROK Wllectos 501 — \ } iS oy r 7 vt Rat a 4 6 6 10 12 14 16 18 20 x Fig 2.2 Malla para obtener la pendiente de la cuenca 13, Una vez hecho lo anterior, se mide la longitud de cada lfnea de la malla comprendida dentro de la cuenca y se cuentan las interseccio~ nes y tangencias de cada 1fnea con las curvas de nivel. La pendiente de la cuenca en cada direcci6n de la malla se valda como donde Nx D Ny D Sy2 (2.2) desnivel constante entre curvas de nivel longitud total de las lineas de la malla en la direccién x, com prendidas dentro de la cuenca longitud total de las lineas de la malla en la direccién y, com prendidas dentro de la cuenca némero total de intersecciones y tangencias de las lineas de la malla en la direccién x, con las curvas de nivel némero total de intersecciones y tangencias de las lineas de le malla en la direccién y, con las curvas de nivel pendiente de la cuenca en la direccién x pendiente de la cuenca en la direccién y Finalmente, Horton considera que la pendiente media de la cuenca puede determinarse camo donde ND sec@ (2.3) L 4ngulo entre las lfneas de la malla y las curvas de nivel 1a Como resulta demasiado laborioso determinar la sec @ de ca- da interseccién, Horton sugiere usar un valor promedio de 1.57. En la préc tica, y para propésitos de comparaci6n, es igualmente eficaz ignorar el término sec @ , 0 bien considerar el promedio aritmético o geométrico de las pendientes S, y 5, como pendiente de la cuenca. Ejemplo 2.1. Calcular la pendiente de la cuenca mostrada en la fig 2.1, usando el criterio de Horton, Para aplicar este criterio, se traz6 una malla cuyo eje se- guia aproximadamente el eje del cauce principal. Se llevaron 20 divisio- nes sobre el eje x y 10 sobre el eje y; se obtuvieron 200 cuadros de 1.33 km por lado (fig 2.2). A continuacién, se contaron las intersecciones con las cur~ vas de nivel de cada recta paralela a los ejes, y sus longitudes correspon dientes limitadas por el parteaguas. Los resultados se muestran en la te- bla 2.1. Como el desnivel entre curvas de nivel es de D = 0.050 km, em pleando los valores obtenidos en la tabla 2.1, la pendiente de la cuenca, segin la ec 2.3 vale, considerando sec @ «= 1 349 x 0.050 cd 310 = 0.0563 y la pendiente en cada direccién (ec 2.2) 149 x0.050 . 9 ogg Sx 155 = 200 x 0.050 Sy 155 20.0645 15 y si se considera la pendiente de la cuenca como el promedio aritmético de Sy S, se tiene que S. = 0.0563, y usando el promedio geométrico 0.0556 Tabla 2.1 Célculo de las intersecciones y longitudes de la malla dentro de la cuenco del rio La H, Gro. Numero de la linea de la mala 0 3.2} 0 1 0 | 6.2 2 15.0 | 8.2 3 23.6 | 11.0 4 23.9 | 9.7 5 24.6 | 10.0 6 27.0 | Wt 7 15.6 | 11.8 8 10.4 | 12.4 0.7 | 19 0 5 0 9.9 0 7.8 0 6.6 0 6.2 0 5.4 0 5.2 0 47 0 44 0 0 0 5. 2.3.3 Criterio de Nash Andlogamente al criterio de Horton, se requiere trazer una malla de cuadrados sobre el plano topogréfico de la cuenca, de manera que se obtengan aproximadamente 100 intersecciones. En cada interseccién se mide la distancia minima entre les curvas de nivel y la pendiente en ese punto se considera como la relacién entre el desnivel de las curvas de nivel y la minima distancia medida. Asi, 16 se calcula la pendiente de cada interseccién y su media se considera la pendiente de la cuenca. Cuando una interseccién ocurre en un punto entre dos curvas de nivel del mismo valor, la pendiente se considera nula y ese punto no se toma en cuenta para el célculo de 1a media. Al emplear este criterio, es posible construir una grafica de distribucién de frecuencias de las pendientes medidas en cada punto, mostréndose asf la distribucidn total de la pendiente en la cuenca (fig 2.3). Conviene hacer esta distribucién sobre papel semilogaritmico, donde en el eje logarftmico se tiene la pendiente de la superficie, y en el otro, el porcentaje de drea con pendiente igual o mayor que el valor indi cada. Ejemplo 2.2. Calcular la pendiente de la cuenca mostrada en la fig 2.1, usando el criterio de Nash. Se utilizaré la misma malla que para el ejemplo 2.1 (fig 2.2). Esta malla tiene 20 divisiones sobre el eje x y 10 sobre el eje y, por lo que se dispone de 200 intersecciones, de las cuales 114 quedan den tro de la cuenca. En la tabla 2.2 se tiene la aplicacién del criterio de Nash, indicando para cada interseccién sus coordenadas (x, y), asf como la minima distancia medida entre curvas de nivel en cada interseccién y su pendiente, considerando a esta dltima com el desnivel existente entre cur vas de nivel (0 = 0.05 km) dividido entre la minima distancia medida. Tabla 2.2 Pendientes y elevaciones en los puntos de interseccién de la malla trazada para la cuenca del rio La H, Qro. [Coordenades | Dist. ‘Tecordenades] Dist inter m{n Pendiente| Elev, | — Inter min | PendienteElev. seccién| * y km S___|msnm_| seccién x Y_ {km S.__|msnm 1 o | 6 | 1.1] 0.0454 }2620 [ 29 | 5 | 1 [0.75] 0.0667 |2500 2 1 | 3. | 0.2] 0.2500 |2650 | 30 | 5 | 2 1.4 | 0.0357 |2505 3 1 4 0.4} 0.1250 |2670 31 5 3 (41.3 0.0385 |2480 4 1 | 5 | 0.6] 0.0833 |2610 | 32 | 5 | 4 [0.7 | 0.0714 |2395 5 1 | 6 | 1.1] 0,0454 2545 | 33 | 5 | 5 |0.2 | 0.2500 |2340 6 | 2 | 2 | 0.9] 0.0555 }2570 | 34 | 5 | 6 |0.6 | 0.0833 }2360 7 | 2 | 3 | 1.3] 0.0385 }2605.} 35 | 5 | 7 |0.7 | 0.0714 |2395 8 | 2 | 4 | 0.89 0.0588 }2585 | 36 | 6 | 1 [1,0 | 0.0500 }2410 9 2 | 5 | 0.84 0.0588 [2550 | 37 | 6 | 2 Jo.8 | 0.0625 |2425 10 2 | 6 | 0.6] 0.0835 }2510 | 38 | 6 | 3 |1.0 | 0.0500 |2425 n 2 | 7 | 1.09 0.0476 |2525 | 39 | 6 | 4 0.8 | 0.0625 |2385 12 341 2610 | 40 | 6 | 5 1.05] 0,0476 |2270 13 3 | 2 | 1.5] 0.0333 }2565 | 41 | 6 | 6 |0.9 | 0.0555 |2295 14 | 3 | 3 | 2.2] 0.0227 |2525 | 42 | 6 | 7 |0.6 | 0.0833 |2350 15 3 | 4 | 1.0] 0.0500 j2505 | 43 | 6 | 8 |0.2 | 0.2500 }2250 16 3 | 5 | 0.8] 0.0625 }2445 | 44 | 7 | 0 J0.8 | 0.0625 |2340 17 | 3 | 6 | 1.09 0.0416 [2475 | 45 | 7 | 1 |0.75| 0.0667 |2350 18 3 | 7 | 1.3] 0.0385 }2445 | 46 | 7 | 2 |1.2 | 0.0417 |2360 19 3 | 8 | 0.5] 0.1000 j2510 | 47 | 7 | 3 1.1 | 0.0454 |2350 20 3 | 9 | 0.8] 0.0625 |2580 | 48 | 7 | 4 |1.3 | 0.0385 )2345 2 4 | 1 | 1.5] 0.0333 }2560 | 49 | 7 | 5 [0.4 | 0.1250 }2250 2 4 | 2 | 1.9 0.0263 J2550 | 50 | 7 | 6 |1.1 | 0.0454 |2255 23 4 | 3 | 1.3] 0.0385 |2525 | 51 | 7 | 7 |0.85| 0.0588 |2255 24 | 4 | 4 | 0.6] 0.0833 |2450 | 52 | 7 | 8 {0.45} 0.1111 |2260 25 4 | 5 | 0.7] 0.0714 |2450 | 53 | 8 | 0 {1.0 | 0.0500 |2295 2% | 4 | 6 | 1.5) 0.0333 |2455 | 54 | 8 | 1 [1,1 | 0.0454 |2295 2 | 4 | 7 | 1.6] 0.0313 |2395 | 55 | 8 | 2 |0.9 | 0.0555 |2300 28 | 4 | 8 | 0.8| 0.0625 |2465 | 56 | 8 | 3 [1.4 | 0.0357 12305 Tabla 2.2 (continuacién ) CoordenadagDist. coordenadas! Dt ; Inter~ min |Pendiente | Elev.| Inter- [Coorc*noces| Di Pendiente} Elev. seccién| x | y km s msnm | seccién| x | _y__|itm” msm 37 8 | 4 [0.2| 0.2500 [2300 | 86 | 12] 4 | 2.0] 0.0250 | 2050 58 a | 5 |0.6| 0.0833 | 2250] 97 | 12) 5 |0.6| 0.0833 | 2075 59 8 | 6 |1.05) 0.0476 | 2200} a8 | 12] 6 | 0.7] 0.0714 | 2120 60 8 | 7 1.1] 0.0454 | 2205] 89 | 12 | 7 | 0.8] 0.0625 | 2060 41 8 | 8 |0.8] 0.0625 | 2210) 90 | 13| 3 | 1.8] 0.0278 | 2105 62 9 | 1 |1.5| 0.0333 | 2255| 91 | 13] 4 | 4.0] 0.0125 | 2040 63 9 | 2 |0.6| 0.0833 | 2215] 92 | 13] 5 | 2:6] 0.0192 | 2050 64 9 | 3 |0.6| 0.0833 | 2245] 93 | 13] 6 | 4.15) 0.0120 | 2045 65 9 | 4 |0.45} 0.1111 | 2215 | 94 | 14] 2 | 0.6] 0.0833 | 2150 66 9 | 5 |0.3] 0.1667 | 2195| 95 | 14 | 3 | 0.7] 0.0714 | 2100 67 9 | 6 J1.1] 0.0454 | 2175] 96 | 14] 4 | 1.3] 0.0385 | 2060 68 9 | 7 2170 | 97 | 14] 5 | 1.6| 0.0313 | 2045 “ 9 | 8 [1.2] 0.0417 | 2150] 98 | 14] 6 | 1.2] 0.0417 | 2055 70 io] 1 |0.35) 0.1428 | 2155] 99 | 15] 3 | 0.4] 0.1250 | 2175 n 10} 2 |0.3} 0.1667 | 2160] 100 | 15 | 4 | 1.4] 0.0357 | 2080 72 10} 3 |0.4] 0.1250 | 2150} 101 | 15] 5 | 0.39 0.1428 | 2015 73 10} 4 |1.5] 0.0333 | 2140] 102 | 15 | 6 | 1.2] 0.0417 | 2065 74 10} 5 |1.3] 0.0385 | 2125 | 103 | 16] 3 | 0.4| 0.1250 | 2100 75 10} 6 | 0.55} 0.0904 | 2175 | 104 | 16 | 4 | 1.7] 0.0294 | 2065 7% 10] 7 | 1.1] 0.0454 | 2145 | 105 | 16 | 5 | 0.5] 0.1000 | 2000 7 10} 8 |2.5] 0.0200 | 2095 | 106 | 16 | 6 | 0.65 0.0769 | 2050 78 MW} 2 0.4] 0.1250 | 2110] 107 | 17} 3 | 1,2] 0.0417 | 2090 79 i} 3 | 1.2] 0.0417 | 2145] 108 | 17] 4 | 0.9] 0.0555 | 2050 80 wl} 4 {1.2} 0.0417 | 2100] 109 | 17] 5 | 1.0] 0,0500 | 2010 al 11] 5 }2.1] 0.0238 | 2100] 110 | 18 | 4 | 1.35 0.0370 | 2025 82 11] 6 [0.6] 0.0833 | 2125] 111 | 18] 5 |0.5| 0.1000 | 1985 83 1] 7 | 0.35} 0.1428 | 2100} 112 | 18 | 6 | 2.1] 0.0238 | 1950 84 11] 8 {1.3} 0.0385 | 2080] 113 | 19 | 6 | 1.9} 0.0263 | 1940 85 12] 3 |0.9} 0.0555 | 2100] 114 | 20 | 6 1920 = Zz ina-3y 7.6079 258910 * Se tienen 114 puntos , de los cuales en tres de ellos lo pendiente es cero 19 De acuerdo con la tabla 2.2, la pendiente de la cuenca vale _ 2.6079 So? Typ + 0.0685 A continuacién se analizarén estad{sticamente las pendien~ tes calculadas en cada punto, con el objeto de formar la gréfica de dis~ tribucién de frecuencias y asf tener una forma més objetiva de la varie~ cién de las pendientes. Para conseguir lo anterior, se escogié un intervalo de cla- sificacién de las pendientes de 0.010, considerando, por ejemplo, que to~ das las pendientes con valores entre 0.2450 y 0.2549 corresponden al va- lor 0.2500, de 0.2550 a 0.2649 al valor 0.2600, y asf sucesivamente. Una vez fijo el intervalo de clasificacién (tabla 2.3, col 1), se analizaron los valores de las pendientes y se vio a qué intervalo correspondfan, ano tando las veces en que se cumplfa cada intervalo (tabla 2.3, col 2). Esto tuvo como finalidad calcular la frecuencia con que se cumplfa cada pendien te, dividiendo el némero de veces que estaba dentro de cierto intervalo entre el ndmero total de puntos analizados, en este caso, 114 (tabla 2.3, col 3). Finalmente se puso la frecuencia en porcentaje y se calculé la fre cuencia acumulada de la pendiente mayor o menor (tabla 2.3, cols 4 y 5). Asf, el 64.03 por ciento del drea de la cuenca tiene una pendiente igual © mayor que 0.050, el 5.26 por ciento una pendiente igual o mayor que 0.17, etc. En la fig 2.3 se tiene la distribucién gréfica de estos valores, lle vando valores de les cols 1 y 5, de la tabla 2.3. De la fig 2.3 se deduce que la pendiente media (SO por cien to) de la cuenca del rfo La H, vale 0.059. Tabla 2.3 Andlisis estadistico de las pendientes. 1 2 3 4 3 S(intervalo de | on | of/t4 | n/114 vie clasificacién ) en porcentaje | 2” Porcentaje acumulado 0. 2500 4 | 0.0351 51 3.51 0.2400 o}o 3.51 0.2300 0} o 3.51 0.2200 o | o 3.51 0.2100 0 | 0 3.51 0.2000 0 | 0 3.51 0.1900 0 | 0 3.51 0.1800 0 | 0 3.51 0.1700 2 | 0.0175 75 5.26 0.1600 a) 5.26 0.1500 0 | 0 5.26 0.1400 3 | 0.0263 63 7.89 0.1300 a) 7.89 0.1200 & | 0.0526 .26 13.15 0.1100 2 | 0.0175 175 14.90 0.1000 3 | 0.0263 163 17.53 0.0900 1 | 0.0088 88 18.41 0.0800 12. | 0.1053 53 28.94 0.0700 7 | 0.0614 14 35.08 0.0600 16 | 0.1404 104 49.12 0.0500 17 | 0.1491 ‘91 64.03 0.0400 19 | 0.1667 67 80.70 0.0300 1 | 0.0966 $66 90.36 0.0200 & | 0.0526 126 95.62 0.0100 2 | 0.0175 75 97.37 0 3 100.00 0 21 100 ° I = 80 € § 5s «60 9 2 6 gE 40 S ao se = 2 20 os She fe oO 1 _ 0.01 0.05 0.1 05 Pendiente Fig 2.3 Distribucién de frecuencias de las pendientes analizadas en la cuenca del rio La H, Qro. 2.4 Elevacién de _una_cuenca La variacién en elevacién de una cuenca, asf como su eleva~ cién media, puede obtenerse facilmente con el método de las interseccio— nes. £1 mapa topagréfico de la cuenca se divide en cuadrados de igual ta~ mafio, considerando que por lo menos 100 intersecciones estén comprendidas dentro de la cuenca. La elevacién media de la cuenca se calcula como el promedio de las elevaciones de todas las intersecciones. Muchas veces conviene calcular en una cuenca la gréfica de distribuciones drea-elevaciones. Esta gréfica se obtiene dibujando los por centajes de area abajo o arriba de las distintas elevaciones, E1 empleo de porcentajes de drea es conveniente cuando se desea comparar distribuciones de elevaciones en cuencas de diferentes tamafios. La curva érea-elevacién se puede considerar como el perfil de la cuenca, y su pendiente media (en 22 metros por kilémetro cuadrado) es de uso estad{stico en comparacién de cuencas. Los datos 4rea-elevaci6n pueden obtenerse utilizando un pla nimetro en el plano topogréfico de la cuenca, y valuando el area encerra— da entre las curvas de nivel y el parteaguas de esta, También se puede em plear el método de las intersecciones; en este se calcula el niimero de in tersecciones correspondiente al intervalo de elevacién escogido. La elevacién media de la cuenca puede calcularse de la cur- va érea-elevacién como la elevacién correspondiente al S0 por ciento del area, Ejemplo 2.3. Calcular la elevacién representativa de la cuenca del rfo La H, Gro. Para aplicar el método de las intersecciones, se usaré la malla de la fig 2.2. En la Gltima columna de le tabla 2.2 aparecen las ele vaciones correspondientes a cada punto de intersecci6n. La elevacién media es igual a la suma de todas las elevaciones entre el némero total de inter, secciones, o sea ~-258910 _ Em* 3g — = 2271.14 msnm Al trazar la gréfica ae distribuciones érea-elevaciones se considers un intervalo de clasificacién para las elevaciones de SO m supo niendo, por ejemplo, que todas las elevaciones comprendidas entre 2626 y 2675 corresponden a la elevacién de 2650 m, entre 2576 y 2625 a la eleva~ cién 2600 m, etc. En la col 1 de la tabla 2.4, se muestran los intervalos de clasificacién analizados y, en la col 2, 61 niémero de veces que las ele vaciones quedaron comprendidas en dicho intervalo. En la col 3 se tienen jas frecuencias obtenidas de dividir los valores de la col 2 entre 114, 23 que es el total de intersecciones dentro de la cuenca. Al aplicar este criterio, se acepta que la elevacién en ca- da interseccién de la malla es representativa de un érea igual a un cuadro de esta, por lo que la frecuencia en porcentaje (tabla 2.4, col 4) se po- dré relacionar directamente con el 4rea de la cuenca. Calculando la fre- cuencia acumulada de elevaciones mayores a menores (tabla 2.4, col 5) se podré hablar del porcentaje de 4rea con una elevacién mayor o igual que un determinado valor. De la tabla 2.4 se deduce, por ejemplo, que el 60.70 por ciento del érea de la cuenca del rfo la H tiene una elevacién mayor o igual que 2100 msnm y que solo el 12.27 por ciento corresponde a una eleva cién mayor o igual que 2550 msnm, La distribucién del area-elevaciones se muestra en la fig 2.4. De esta se deduce que la elevacién correspondiente al SO por ciento es de 2268 msnm, Tabla 2.4 Relaciones drea-elevacién de la cuenca del rfo La H, Qro.(segiin table 2.2 y fig 2.2). Elevacién 14 en porcentaje|en porcentaje | acumulado msnm 0.0175 0.0526 0.0526 0.0790 0.0614 0.0614 0.0702 0.0526 0.0790 0.0526 0, 1053 0.1228 0.1228 | 0.0439 0.0175 0.0088 Blom a BBS ynyngoongyn Cee eh oe eres SASBSYRSSSETSRRG 3 2a 100 80 2 2 6 2 60 » g 5 40 £ & 20 ° 1900 2100 2300 2500 2700 Elevaciones,en msnm Fig 2.4 Distribucion drea-ele- vaciones de la cuenca del rio La HH, Qro. 2.5 Red de drenaje Otras caracterfsticas importantes de cualquier cuenca son las trayectorias 0 el arreglo de los cauces de las corrientes naturales dentro de ella. La razén de su importancia se manifiesta en la eficiencia del sistema de drenaje en el escurrimiento resultante. Por otra parte, la forma de drenaje proporciona indicios de las condiciones del suelo y de la superficie de la cuenca. Las caracterfsticas de una red de drenaje pueden describirse Principalmente de acuerdo con el orden de las corrientes, longitud de tri butarios, densidad de corriente y densidad de drenaje. 25 2.5.1 Orden de las corrientes Antes de hablar del orden de las corrientes, conviene ver su clasificacién. Todas las corrientes pueden dividirse en tres clases ge nerales, dependiendo del tipo de escurrimiento, el cual est& relacionado con las caracterfsticas fisicas y condiciones climaticas de la cuenca. As{, una corriente puede ser ef{mera, intermitente o perenne. Una corriente effmera es aquella que solo lleva agua cuando llueve e inmediatamente después. Una'corriente intermitente lleva agua la mayor parte del tiempo, pero principalmente en época de lluvias; su apor- te cesa cuando el nivel freatico desciende por debajo del fondo del cauce. Le corriente perenne contiens agua todo el tiempo, ya que aun en época de sequia es abastecida continuamente, pues el nivel fredtico siempre perma— nece por arriba del fondo del cauce. El orden de las corrientes es una clasificacién que propor ciona el grado de bifurcacién dentro de la cuenca. El procedimiento més comin para esta clasificacién es considerar como corrientes de orden uno, aquellas que no tienen ningdn tributario; de orden dos a las que solo tie nen tributarios de orden uno; de orden tres aquellas corrientes con dos 0 mAs tributarios de orden dos, etc. (fig 2.5). Asf, el orden de la corrien te principal indicard la extensién de la red de corrientes dentro de la cuenca. Para hacer esta clasificaci6n se requiere de un plano de la cuen- ca que incluya tanto corrientes perennes como intermitentes. 2.5.2 Longitud de tributarios La longitud de tributarios es una indicacién de la pendien~ te de la cuenca, asf como del grado de drenaje. Las éreas escarpadas y bien drenadas usualmente tienen numerosos tributarios pequefios, mientras 26 que en regiones planas,donde les suelos son profundos y permeables, se tie nen tributarios largos, que generalmente son corrientes perennes. La longitud de los tributarios se incrementa como una fun- cién de su orden. Este arreglo es también, aproximadamente, una ley de progresién geométrica. La relacién no es valida para corrientes individua les. Se Fig 2.5 Orden de las corrientes en la cuenca del rio La H, Qro. ta longitud de las corrientes, en general, se mide a lo lar ge del eje del valle y no se toman en cuenta sus meandros. Ademés, la lon gitud que se mide consiste en una serie de segmentos lineales trazados lo més préximo posible a las trayectorias de los cauces de las corrientes. 2.5.3 Densidad de corriente Se expresa como la relacién entre el niimero de corrientes y el Grea drenada. Asi 27 0.73 (2.4) donde A érea total de la cuenca, en kné D. densidad de corriente ndmero de corrientes de la cuenca Para determinar el ndmero de corrientes solo se consideran las corrientes perennes e intermitentes. La corriente principal se cuenta como una desde su nacimiento hasta su desembocadura. Después se tendrén todos los tributarios de orden inferior, desde su nacimiento hasta la unién con la corriente principal, y asf sucesivamente hasta llegar a los tributarios de orden uno, Esta relacién entre el nimero de corrientes y el 4rea drena da no proporciona una medida real de la eficiencia de drenaje, pues puede suceder que se tengan dos cuencas con la misma densidad de corriente y es tén drenadas en muy diferente forma, dependiendo de la longitud de sus co rrientes, 2.5.4 Densidad de drenaje Esta caracter{stica proporciona una informacién mds real que la anterior, ya que se expresa como la longitud de las corrientes por uni, dad de érea, 0 sea que > (2.5) donde A rea total de la cuenca, en km? L longitud total de las corrientes perennes e intermitentes en 28 le cuenca, en km Oy densidad de drenaje por km Ejemplo 2.4, Analizar la red de drenaje de la cuenca del rfo La H, Qro. De la fig 2.5 se deduce que el orden de la corriente princi pal es de 4 y que la longitud de los tributarios es de 196 km. Para calcular la densidad de corriente se requiere conocer el némero de corrientes de la cuenca; se puede obtener con base en el or- den de las corrientes. En la fig 2.5 se ve que existen una corriente de orden cuatro, 3 de orden tres, 12 de orden dos y 48 de orden uno, de don de N=1+3+12+48=64 Como el 4rea de la cuenca vale 207 km, la densidad de co- rriente, de acuerdo con la ec 2.4, es 64. Ds= Boz + 0.309 Por otra parte, la densidad de drenaje, sean la ec 2.5, es p, = 128 “307 = 0.96 por km 2.6 Pendiente del _cauce €1 perfil de un cauce se puede representar llevando en una gréfica los valores de sus distancias horizontales, medidas sobre el cau~ ce, contra sus cambios de elevaciones respectivas. En general, la pendien te de un tramo de rfo se considera como el desnivel entre los extremos del tramo dividido, por la longitud horizontal de dicho tramo (fig 2.6, linea ab). Asi 29 H Ss a (2.6) donde H desnivel entre los extremos del tramo del cauce, en m L longitud horizontal del tramo de cauce, en m S pendiente del tramo de cauce La definicién anterior se aproxima més a la pendiente real del cauce conforme disminuye 1a longitud del tramo por analizar. Una mane ra més real de valuar la pendiente de un cauce es compenséndola, al acen. terla como la pendiente de una lfnea que se apoya en el extremo final del tramo por estudiar y cuya propiedad es contener la misma rea abajo de ella como en su parte superior, respecto al perfil del cauce (fig 2.6, 1! nea bc). Otra forma de valuar la pendiente, y que trata de ajustarse a la pendiente real, es usando la ecuacién que proponen Taylor y Schwarz”, la cual se basa en considerar que el rfo esta formado por una serie de ca nales con pendiente uniforme, cuyo tiempo de recorrido es igual al del Si se subdivide el rfo en estudio en m tramos iguales de ion gitud Ax, se tiene que el tiempo de recorrido t, por tramo i es donde V, es la velocidad media del tramo, la cual, de acuerdo con Chezy, se puede expresar como SRS, KASS ¥A. 8, Taylor y H. E. Schwarz, “Unit-Hydrograph Lag and Peak Flow felat~ ed to Basin Characteristics", Trans., American Geophysical Union, Vol 3° N° 2 (abr 1952) xo donde k es una constante y S, es la pendiente del tramo i. De acuerdo con esto, el tiempo de recorrido ser& 12 A (2.7) k JS Por otra parte, el tiempo total de recorrido es la suma de los tiempos parciales t,; ademés, se puede calcular de acuerdo con la ec 2.7 como a (2.8) V/s. donde k constante - longitud total del tramo de rfo en estudio o pendiente media del tramo de rfo en estudio T tiempo total de recorrido De las ecs 2.7 y 2.8 se tiene que y coma L = m Ax, sustituyendo, simplificando y ordenando la expresién an terior, se encuentra que 2 Ss (2.9) donde m nGmero de segmentos iguales, en los cuales se subdivide el tramo en estudio s pendiente media del tramo en estudio Ss, 1) Sa) s+) S,, pendiente de cada segmento, segin la ec 2.6 31 Esta ecuacién tiende a una mayor aproximacién cuanto m4s grande sea el nd mero de segmentos en los cuales se subdivide el tramo de rfo por analizar. } 2450 7 Elevaciones, en msnm | | 2350 —— Perfil del cauce del rio 2250 2150 — 2050 1950, a b 5 10 15 20 25 30 Distancia en km Fig 2.6 Obtencidn de la pendiente del rio La H, Qro. Ejemplo 2 » Calcular la pendiente del rfo La H, Qro. De la fig 2.6 se ve que el desnivel desde el inicio de la corriente hasta la estacién de aforo del rfo La H, es de 512 m, con una longitud horizontal de 28.7 km; por lo que, de acuerdo con la ec 2.6, la pendiente del rfo es 512 S = >> = 0.0178 28.7x10 32 Mediante una compensacién de éreas (fig 2.6) se obtiene una pendiente compensada, de acuerdo con la ec 2.6, de 0.01165, ya que ahora e] desnivel es de 348 m, Para aplicar el criterio de Taylor y Schwarz, se dividié la corriente en estudio en diez tramos iguales de 2.87 km cada uno. En la ta bla 2.5 se proporciona el desnivel de cada tramo y su pendiente correspon diente, usando la ec 2.6. Aplicando la ec 2.9 se obtiene 2 10 2 —— } =(0.113)"= 0.0128 (Ss ) ( ) Tabla 2.5 Pendiente de los tramos en que se subdividié el rfo La H, Qro. Tramo | Desnivel H, enm 1 8.0 0.053 18.87 2 23.5 0.091 10.99 3 31.0 0.104 9.62 4 31.0 0,104 9.62 5 44.5 0.125 8.00 6 53.5 0.136 7.35 7 56.5 0.140 7.14 8 69.0 0.0240, 0,155 6.45 9 95.0 0.0331 0.182 5.49 10 100.0 0.0348 0.187 5.35 Suma 88,88 33 2.7 Referenci Linsley, Kohler y Paulhus, “Applied Hydrology", McBrai national Students Edition Ven Te Chow, "Handbook of Applied Hydrology", seccidn 4, parte IT, McGraw-Hill Sook Co., Nueva York (1964) Wisler y Brater, "Hydrology", John Wiley and Sons, Inc. (1963) as 3, PRECIPITACION La precipitacién es una componente fundamental del ciclo hi drolégico y se ha tomado como el inicio del andlisis de dichas comporien~ tes. En este capftulo se explican las nociones de meteorologfa, con el fin de mostrar la diversidad de elementos que influyen en la precipita~ cién, lo que, en la mayorfa de los casos, no permite generalizar métodos de anlisis para zonas ajenas a las que los originan, Ademés, se examinan diferentes métodos de procesamiento de los datos de precipitacién para lograr su utilidad préctica. 3.1 Nociones de_meteorologfa 3.1.1 Definicién Meteorologfa es la ciencia que estudia los fenémenos que ocurren en la atmésfera, tales como viento, precipitacién, temperatura, etc. El comportamiento de esos fenémenos en un determinado lugar y por un cierto tiempo se llama clima. La meteorologfa es una rama de la fisica, de bido a que la atmésfera es una mezcla de gases, donde la interrelacién en 36 tre temperatura, presién y volumen sigue las leyes de la dindémica y termo dindmica. Ademés, esté relacionada con la geograffa, ya que la latitud, altitud, localizacién y topografia de éreas de tierra y agua, afectan las caracteristicas y distribucidén de los elementos meteorolégicos sobre la superficie terrestre. 3.1.2 Circulacién general de la atmésfera La circulacién general de la atmésfera esté directamente re lacionada con la distribucién promedio de presién atmosférica sobre la su perficie terrestre. Extendiéndose alrededor de la tierra, en el ecuador se tie~ ne una faja de presién relativamente baja conocida como zona de calmas ecuatoriales, donde el aire calentado por la accién directa de los rayos solares se expande y eleva. Es una regién caliente, de aire himedo, nubes, vientos ligeramente variables, altas'precipitaciones, etc. Cerca de los 30° latitud norte y sur, se localiza una faja de alta presién. Estas son regiones de aire seco descendente, sin nubes, viento variable y baja pre- cipitacién. En estas latitudes se encuentran las grandes regiones desérti cas de la tierra, Hacia los polos, cerca de los 60° latitud norte y sur, se localizan fajas de baja presién, clima variable y precipitacién modera da. Estas son regiones de maxima actividad meteorolégica, donde se dese- rrollan las mayores tormentas. Finalmente, en los casquetes poleres, de relativa alta presién, el aire seco frfo desciende y la precipitacidn es baja. La direccién prevaleciente de los vientos, sobre la superfi cie terrestre, va de las fajas de alta presién (regiones de aire descenden te), hacia les fajas adyacentes de baja presién (regiones de aire ascenden 37 te). Los vientos no soplan directamente del norte o sur hacia las fajas de baja presién, ya que sufren una deflexién originada por la rotacién de la tierra. Un modelo idealizado de la distribucién de presiones y la cir- cvlacién general se muestra en la fig 3.1. El sistema general de los vieo tos se modifica considerablemente por variaciones de temperatura y pre- sién sobre las éreas de agua y tierra. 4a distribucién de las masas de tierra y agua origina que las fajas teéricamente uniformes en cuanto a presién se distorsionen, for mando centros de alta y baja presién. Estos efectos son resultado de las diferencias de los calores especfficos, reflectividad y propiedades mixtas del agua y de le tierra, y de la existencia de barreras al flujo de aire La retencién y pérdida de calor se distribuye en las grandes masas de ai~ re y, por la accién de mezclado, puede alcanzer grandes profundidades; en cambio, en la superficie terrestre solo esta se afecta. Por lo tanto, las temperaturas en la superficie terrestre son menos estables que las de gran des masas de agua. Esta condicién se-acentéa ademés por el bajo calor esps cffico del suelo y su capacidad reflectora. As{, en invierno, cuando la perficie de la tierra es relativamente m4s fria que la superficie del agua hay una tendencia a que se intensifiquen las presiones altas sobre los con tinentes y las presiones bajas en los océanos; en verano, el fenémeno se invierte, es decir, en invierno hay tendencia a que el aire denso y frio se acumule en los continentes y el aire caliente en los océanos. De lo anterior se concluye la inexistencia de una circule~ cién atmosférica uniforme, lo que origina una variedad de condiciones m=- teorolégicas, cambiantes con el tiempo. Esto ocasiona que los métodos hi drolégicos, funciones de las condiciones meteoroldgicas, estén directam te relacionados con las condiciones para las cuales fueron obtenidos, y 3B que al aplicarlos a otros problemas, se deba tomar en cuenta este hecho. Zona de alta presién Polores del este Zona de baja presién Dominantes del oeste Zona de alta presién Alisios del noreste Ecuador Zona de calmas ecuatoriales Alisios del sureste Zone de alto presidn Dominantes del oeste Zona de baja presién Polares del‘oeste Zona de alta presién Fig 3.1 Distribucion de presiones y vientos predominantes, idea- lizados sobre la superficie de una tierra uniforme 3.1.3 Elementos climatolégicos Para considerar la climatologfa y su influencia en los datos hidrolégicos, se pueden registrar, aparte de la precipitacién y evapora~ cién (las cuales se trataraén posteriormente, con mayor amplitud), le tem peratura del aire, velocidad y direccién del viento, y le humedad atmosfé rica. Para medir la temperatura del aire se utiliza el termémetro, el cual debe colocarse en condiciones tales que permitan le libre circula cién del aire a su alrededor y, ademés, protegerse de la exposicién direc ta de los rayos solares y de la precipitaci6n. Para uniformar las condi- ciones de instalacién del termémetro, se utilizan casetas de madera, como la mostrada en la fig 3.2. Dentro de estas se coloca un termémetro de maxi ma y minima, con el cual se hacen lecturas diarias de la temperatura maxi, 39 ma, minima y ambiente. En ocasiones se utiliza un termémetro (denominado segén su uso) para cada una de las temperaturas citadas. Se puede emplear un termégrafo, el cual registra automdticamente la temperatura durante to do el dfa. Por supuesto, este aparato proporciona mayor informacién que los anteriores. El viento, que es el aire en movimiento, es un factor impor tante en la evaporacién y en la precipitacién. Para determinar su direc- cién, de acuerdo con los puntos de la rosa de los vientos, se utiliza la veleta. Esta generalmente se sitda a cuatro metros sobre el nivel del sue lo (Fig 2.3). Para medir la velocidad del viento se emplea el anendémetro de copas o hélice, el cual registra el némero de revoluciones debides a la accién del viento, También se usa el anemémetro de tubo, el cual fun- ciona con el principio del tubo de Pitot. Como la velocidad del viento va ria con la altura sobre el terreno, se hacen ajusten aproximados para di- ferentes alturas, empleando la férmula empfrica v z_\k (45) (3) donde v es la velocidad del viento a la altura z sobre el terreno, v, es la velocidad del viento al nivel del anemimetro z,, y k es una constante con un valor préximo a 1/7. 40 Fig 3.2 Abrigo termométrico Fig 3.3 Veleta a Se denomina estacién climatolégica a la instalacién que per mite medir precipitaciones, evaporaciones, temperaturas y viento (fig 3.4). La Secretarfa de Recursos Hidrdulicos ha elaborado un instructive que des cribe los instrumentos empleados en las estaciones climatolégicas, su ope racién y el procedimiento de registro de los datos.* Fig 3.4 Estacidn climatoldgica 3.2 Tipos de precipitacién Precipitacién es el agua que recibe la superficie terrestre en cualquier estado fisico, proveniente de la atmésfera. Para que se ori- gine la precipitacién es nec ario que una parte de la atmisfera se en— frfe hasta que el aire se sature con el vapor de agua, origindndose la con densacién del vepor atmosférico. £1 enfriamiento de la atmésfera se logra por la elevacién del aire. De acuerdo con la condicién que provoca dicha ¥ “Tnstructiva para la operacién de estaciones climatolégicas", Secretaria de Recursos Hidréulicos (nov 1952) 42 elevacién, la precipitacién puede ser por conveccién, orografica y ciclé- nica. 3.2.1 Precipitacién por conveccién €s la més comin en los trépicos. Se origina por el levanta~ miento de masas del aire més ligero y célido al encontrarse a su alrededor con masas de aire densas y frfas, o por el desigual calentamiento de la su perficie terrestre y la masa de aire, Al irse elevando dichas masas de ai re, se expanden y se enfrfan dindmicamente, originando la condensacién y precipitacién. 3.2.2 Precipitacién orogréfica La precipitacién debida al levantamiento del aire producido por las barreras montafiosas se denomina orogréfica. No es muy claro si el efecto de las montafias ejerce una acci6n directa de sustentacién o si indu ce a turbulencias y corrientes de conveccién secundarias, pero en cualquier caso ocurre un desplazamiento vertical de la masa de aire, produciéndose un enfriamiento de esta, condensacién y precipitacién. 3.2.3 Precipitacién ciclénica La precipitacién ciclénica esta asociada al paso de ciclones y est ligada con los planos de contacto (superficies frontales) entre ma sas de aire de diferentes temperaturas y contenidos de humedad. Esta pre- cipitacién puede ser no frontal y puede ocurrir donde exista una depresién barométrica. £1 levantamiento del aire se origina por convergencia horizon tal de la entrada de la masa de aireien un drea de baja prasién. 43 La precipitacién frontal es originada por el levantamiento del aire caliente sobre el frio. Este levantamiento puede ocurrir cuando el aire caliente se mueve sobre el Frio, 0 cuando el aire frio se mueve sobre el caliente; si ocurre lo primero se dice que se tiene un frente ca liente y si ocurre lo segundo, un frente frfo. La precipitacién producida por un frente caliente se distribuye sobre un 4rea bastante grande y es ligera y continua. La precipitacién originada por un frente frfo es inten sa y de corta duracién; generalmente se distribuye cerca de la superficie frontal. En la fig 3.5 se muestra una idealizacién de un ciclén extratro- pical en seccién vertical; en el corte 88' se indican del lado izquierdo la forma como el aire frio desplaza.al caliente, originéndose un frente frfo, y en el lado derecho se muestra cémo el aire caliente, al avanzar sobre el Frio, es levantado, formindose un frente caliente. Caliente SST Frio MT Secciin AA Superficie Superficie frontal fria frontal co Cailente ene Planta Seccién BB’ Fig 3.5 Idealizacién de un ciclon extratropical 4a 3.3 Aparatos de _medicién La precipitacién se mide en términos de la altura de lémina de agua y se expresa comiinmente en milfmetros. Los aparatos de medicién se basan en la exposicién a la intemperie de un recipiente cilindrico abierto en su parte superior, en el cual se recoge el agua producto de la lluvia u otro tipo de precipitacién, registrando su altura. Los aparatos de medici6n se clasifican de acuerdo con el registro de las precipitacio— nes en pluviémetros y pluviégrafos. En la Repiblica Mexicana se dispone de aproximadamente 2 000 pluviémetros y 300 pluvidgrafos. Estos aparatos estén operados, prin cipalmente, por la Secretarfa de Recursos Hidrdulicos, la Comisién Federal de Electricidad, la Secretarfa de Agricultura y Ganaderfa, el Servicio de Meteorologfa Nacional y la Comisién Internacional de Limites y Aguas. 3.3.1 Pluvidmetro Consiste en un recipiente cilfndrico de lémina de aproximada mente 20 cm de didmetro y de 60 cm de alto. La tapa del cilindro es un em budo receptor, el cual se comunica con una probeta de seccién 10 veces me nor que la de la tapa (fig 3.6). Esto permite medir le altura de lluvia en la probeta con una aproximacién hasta décimos de milfmetro,.ya que cada centimetro medi- do en la probeta corresponde a un milfmetro de altura de lluvie; para me~ dirla se saca la probeta y se introduce una regla graduada, con le cual se toma la lectura; generalmente se acostumbra hacer una lectura cada 24 horas. 45 Fig 3.6 Pluviometro 3.3.2 Pluvidgrafo Por medio de este aparato se lleva un registro de altura de lluvia contra tiempo, Los m&s comunes son de forma cilfndrica, y el embu- do receptor est ligado a un sisteria de flotadores, que originan el movi- miento de una aguja sobre un papel registrador montado en un sistema de reloj (fig 3.7). Como el papel registrador tiene un cierto rango en cuan— to a la altura de registro, una vez que la aguja llega al borde superior qutom&ticamente regresa al borde inferior y sigue registrando (fig 3.8). Utilizando el pluviégrafo se conoce 1a intensidad de preci~ pitacién i, que se define como la altura de precipitacién entre el tiempo en que se origin. 46 00" Fig-3.8 Registro de un pluvidgrafo 4? Los registros de pluviégrafos se pueden transformar y obte- ner el hietograma de las diversas tormentas medidas. El hietograma es una gréfica que indica la variacién de la altura de lluvia o de su intensidad con respecto a un intervalo de tiempo, el cual se escoge arbitrariamente, siguiendo ciertas convenciones que posteriormente se indicarén. Ejemplo 3.1. Obtener el hietograma de una tormenta cuyo registro aparece en la fig 3.9a. En la tabla 3.1, cols 1-y 2, se tiene el mismo registro tabulado cada dos horas. Para mostrer la variaci6n del hietograma respecto a diferen tes intervalos de tiempo, en la tabla 3.1 se hace el anélisis para inter- valos de 2, 4, 6 y 12h, calculando para cada intervelo la altura de llu- via registrada en ese lapso, Como se observa, para calcular el hietograma para un intervalo de 12h se tiene la misma informacién que si solo se dis pusiera de un pluviémetro. Conforme disminuye el intervalo de tiempo, el hietograma se aproxima més a la variacién real de la lluvia (fig 3.9b, y 4). Tabla 3.1 Célculo del hietograma de una tormenta Altura de | Voriacién | Voriacién | Variacién | Variacién Novia, h| hy para | hy para | hp para | h, pore (mm) = 2h Patan ‘t=6h er 0 ot 5 2 5 & a} 3 18 | 4 8 10 6 18 21 39 n 8 29 7 2 0 36 10. 3 12 9 eo ok 40 Altura de precipitacion, hp,en mm 30 20}— 10 1 - 0 2 4 6 8 10 12 t,enh a) Registro de una tormenta con duracidn de 12 horas 12VF en mm hp, en mm. 9 45st 6 30k 3 15- 0 \ ° ! ! ! ose enh O73 enh b)Hietograma (At=2h) c) Hietograma (At=4h) hp,en mm 30] 30 Isr Ist ol L 1 ° 1 i 1 aS 0 3 6 9 12 tenh 0 3 6 9 12 tenh d)Hietograma (At=6h) Fig 39 Determinacion del e) Hietograma (At=12 h) hietograma de una tormenta 49 Al usar intensidades en lugar de alturas de lluvia, el érea bajo el hietograma representa la altura, siendo el célculo similar al des crito. Actualmente se emplean pluviégrafos de registro directo en cinta magnética, pudiendo combinarse la recopilacién de datos con el uso de las méquinas electrénicas. Aun més, se estén empleando aparatos que trasmiten directamente sus registros a una estacién central, sin que se registren en los aparatos. También se han desarrollado técnicas para usar el radar con el objeto de determinar el érea de la distribucién de la in tensidad de precipitacién, cambinado con estaciones pluviométricas o plu- viogréficas. Para conocer la distribucién y la precipitacién media de una tormenta en una determinada zona, se requiere de varias estaciones pluvio métricas 0 pluviogréficas, localizadas convenientemente (fig 3.10). ° o Chilpancingo San Vicente Sto. Bérbara ° Liono Grande Estocama O Fig 3.10 Cuencas de los rios Papagayo y Omitldn, Gro. mostrando las estaciones pluviogrdficas existentes 3.4 Técnicas de anélisis de los registros de lluvias 3.4.1 Precipitacién media sobre una zona En muchos problemas hidrol6gicos se requiere conocer la al- tura de precipitacién media en una zona, ya sea durante una tormenta, una 6poca del afio 0 un periodo determinado de tiempo. Para hacerlo se tienen tres criterios. a) Promedio aritmético. Para calcular la altura de precipitacién media en una zona empleando el promedio aritmético, se suma la altura de liuvia registrada en un cierto tiempo en cada una de las estaciones loca~ lizadas dentro de la zona y se divide entre el ndmero total de estaciones. La precisién de este criterio depende de la cantidad de estaciones dispo~ nibles, de la forma como estén localizadas y de la distribucién de le lly via estudiada. Es el criterio mis impreciso, pero es el Gnico que no re- quiere del conocimiento de la localizacién de las estaciones en la zona en estudio. Ejemplo 3.2. Determinar la altura de precipitacién media en la cuenca de los rfos Papagaya y Omitlén, Gro., usando el promedio aritmético, para una tormenta que duré 24 h. La cuenca, asf como las alturas de lluvie registradas duran te 24 h en las estaciones, se muestran en la fig 3.11. En este caso hem? 54453443 +6441024144 _ 76 Fam ™ 6 b) Método de Thiessen. En este criterio, es necesario conocer la localizaci6n de las estaciones en la zona bajo estudio, ya que para su aplicacién se requiere delimitar la zona de influencia de cada estacién 81 dentro del conjunto. Para determinarla, primero se trazan tridngulos que ligan las estaciones més préximas entre sf (fig 3.11). A continuacién se trazan lfneas bisectoras perpendiculares a los lados de los triéngulos, las cuales forman una serie de polfgonos; cada uno de ellos contiene una estacién. Altura de tluvio registrada ,en mm Sto.Bérbafo Fig 3.11 Cuencas de los rios Papagayo y Omitldn, Gro. Poligonos de Thiessen Cada polfgono es el drea tributarie de cada estacién. Enton ces, la altura de precipitacién media es donde A ae bps bP, a aaa (3.2) rea de la zona, en kn® érea tributaria de la estacién i, en km? altura de precipitacién registrada en la estacién i, en mm altura de precipitacién media en la zona en estudio, en mm ndmero de estaciones localizadas dentro de la zona Ejemplo 3.3. Obtener la altura de precipitacién media en le cuenca de los rifos Pepagayo y Omitlén, Gro., aplicando el método de Thiessen, para una tormenta que duré 24 h. En la fig 3.11 se muestra el trazo de los poligonos de Thiessen para la cuenca en estudio, asf como la altura de precipitaci6n registrada en las diversas estaciones durante la tormenta. Para aplicar 1 método se elaboré la tabla 3.2. A partir de los valores de la tabla 3.2, y utilizando la ec 3.2, se obtiene ~ 555270 hom? ~>aqe 7° 75.6 mm 53 Tabla 3,2 Ordenamiento del cdlculo para usar el método de Thiessen ————J . Altura precipita~ | Area poligong | hp; A Estacion cién (mm) (hp;) meta (km*) | (rm km“) Santa Bérbara 54 1244 67176 San Vicente 53 837 44361 Chilpancingo a 995 42785 4 Llano Grande 64 1888 120832 Estocama 102 1494 152388 Parota 144 887 12728 Suma 7345 555,270 ¢) Método de isoyetas. Para emplear este criterio se necesita un plano de isoyetas de la precipitacién registrada en las diversas estacio- nes de la zona en estudio. Las isoyetas son curvas que unen puntos de igual precipitacién (fig 3.12). Este método es el més exacto pero requie- re de un cierto criterio para trazar el plano de isoyetas. Se puede decir que si la precipitacién es de tipo orogréfico, las isoyetas tenderén a se guir una configuracién parecida a las curvas de nivel. Por supuesto, en tre mayor sea el nimero de estaciones dentro de la zona en estudio, mayor seré la aproximacién con la cual se trace el plano de isoyetas. Para calcular la altura de precipitacién media en una deter minada zona, se usa la ec 3,2, pero en este caso A, corresponde al érea en tre isoyetas, hp,es la altura de precipitacién media entre dos isoyetas, 54 y nel némero de tramos entre isoyetas. 430 S —Chitpancingo ee St0.Bérbara Fig 3.12 Cuencas de los rios Papagayo y Omitldn,Gro. Plano de isoyetas Ejemplo 3.4, Obtener la altura de precipitacién media en 1a cuenca de los rfos Papagayo y Omitldn, Gro., usando el método de las isoyetas para una tormenta que duré 24h. En la fig 3.12 se tiene el plano de isoyetas de la cuenca, asf como la altura de precipitacién registrada en las diversas estaciones para esa tormenta. Para aplicar este método se construye la siguiente tabla: 55 Tabla 3.3 Ordenamiento del cdlculo para usar el método de las isoyetas lsoyetas Altura de precipitacién Area entre isoyetas (mm) hp; (km?) Aj 160 = 140 _ 150 _ 335 50250 140 - 120 397, 51610 120 - 100 602 66220 100 = 80 1142 102780 80 - 60 _ 1667, 116690 60 - 40 2403 120150 40 = 35 799 29963 Suma 537,663 Sustituyendo los valores obtenidos en la tabla 3.3 en la ec 3.2, se obtiene = 937663 hom? SES = 73.2 mm 3.4.2 Deduccién de datos faltantes Muchas veces se requieren los registros de una determinada estacién, los cuales estén incompletos por uno o varios dfas, 0 inclusive por afios. Si se necesita completar un registro al que le falta uno o varios dfas, se puede emplear uno de los dos criterios que se basan en re gistros simulténeos de tres estaciones que se encuentran distribuidas lo m&s uniformemente posible y circundando a la estacién en estudio. a) Si le precipitacién anual normal en cada una de las estaciones auxiliares di fiere en menos del 10 por ciento de la registrada en la estacién en estu- dio, para estimar el valor 0 los valores faltantes se hace un promedio aritmético con los valores registrados en esa fecha en las estaciones auxi liares. b) Si la precipitacién anual normal de cualquiera de las tres esta 56 ciones auxiliares difiere en m4s del 10 por ciento de la registrada en la estaci6n en estudio, para valuar un dato faltante se usa la ecuacién p= ai) + = hea + Behe (3.3) donde Pay Pg hp altura de precipitacién registrada en las estaciones auxiliares hpy altura de precipitacién faltante en la estacién en estudio Pa precipitacién anual media en las estaciones auxilia a Py precipitacién anual media en la estacién en estudio 3.4.9 Ajuste de registros de precipitacién Cuando se desee saber si el registro de una determinada es— tacién ha sufrido modificaciones que pueden ocurrir por una alteracién en la localizacién de la estacién, en sus condiciones adyacentes, o bien al cambiar de operador, se puede usar el método de la curva masa doble. Este método permite ajustar los registros de precipitacién de tal manera que se pueda considerar que la estacién medidora no ha sufrido cambio alguno des de el inicio de su operacién. E1 método de la curva masa doble compara la precipitacién anual acumulada en la estaci6n por analizar con la precipitacién media anual acumulada en un grupo de estaciones cercanas, de preferencia del or den de diez. En un plano coordenado, en el eje de las abscisas se lleva el valor acumilado de la precipitacién anual de la estacién en estudio, y en el eje de las ordenadas el valor acumulado de la precipitacién media Ss? anual de las estaciones circunvecinas (fig 3.13). 4 xl03 @ 10 8 2 a Bs 2 € € 5 6 3 3 3 3 é 2 4 8 3 2 & an) 2 ° O 2 4 6 8 10 12x10® hp media anual acumulado ,en mm (tabla 3.4,col 7) Fig 3.13 Curva masa doble de precipitacidn La acumulacién puede hacerse del Gltimo afio de registro ha~ cia atrés, o bien del primer afio de registro hacia adelante. Uniendo los puntos se obtiene la gréfica llamada curva masa doble. Si el registro no ha sufrido ninguna alteracién, se obtendré una linea recta; un cambio de pendiente indicaré que se debe ajustar el registro, siendo dicho ajuste proporcional al cambio de pendientes. Aunque el método se basa en precipitaciones anuales, en 20- nas donde exista una marcada variacién durante las diferentes estaciones del afio, conviene hacer el andlisis para las mismas. 5B Ejemplo 3.5. Comprobar si no han sufrido cambio los registros de lluvie de la estacién pluviométrica Tepames, Col. Para hacer la curva masa doble se usarén como estaciones auxiliares la de Buenavista, Coquimatlén e Ixtlahuacén, también en el es~ tado de Colima. En la tabla 3.4 se tiene el célculo de la curva masa doble. En las cols 2 a 4 se indican las alturas de lluvia anuales en las tres es taciones antes mencionadas, en la col 5 se tiene la suma por afio de lo re gistrado por las tres estaciones, en la col 6 el promedio de lluvia anual, y en la col 7 la altura de lluvia acumulada; las cols 8 y 9 muestran el registro de lluvias anual de 1a estacién en estudio y su acumulacién. Tablo 3.4 Cdlculo de la curva masa doble L 2 3 4 5 6 Zz 8 9 Altura precipitacion anual Suma |PrecipitociénfPrecipitacién|__Estacién Tepames , anual , Precipitocidn Estacion Estocién Estacién Pprecipitacion anual media _|Precipitacién| onual Buenavista | Coquimatlén|{xtiohuacén| anual media | ocumulada] °°! |acumulada 1948 914.4 857.0 1426.0 | 3197.4 | 1065.8 | 1065.8 | 1167.9 | 1167.9 1949 888.4 532.0 740.6 | 2161.0 720.3 | 1786.1 754.6 | 1922.5 1950 1081.7 807.5 915.7 | 2804.9 935.0 | 2721.1 759.7 | 2682.2 1951 1035.3 931.0 1064.7 | 3031.0 | 1010.3 | 3731.4 | 1088.2 | 3770.4 1952 1255.1 983.5 696,2 | 2934.8 978.3 | 4709.7 | 1272.3 | 5042.7 1953 77.7, 847.5 394.2 | 2374.4 791.5 | 5501.2 650.7 | 5693.4 1954 1702.2 948.0 893.0 | 3543.2 | 1181.1 |} 6682.3 359.8 | 6053.2 1955 1208.0 889.5 1087.1 | 3184.6 | 1061.5 | 7743.8 | 1151.0 | 7204.2 1956 1018.0 848.0 835.9 | 2701.9 900.6 | 8644.4 714.9 | 7919.1 1957 731.4 746.0 597.5 | 2074.9 691.6 | 9336.0 508.9 | 8428.0 1958 1057.1 766.0 1337.0 | 3160.1 1053.4 |10389.4 603.1 | 9031.1 1959 952.1 | 1096.4 1547.3 | 3568.8 | 1189.6 |11579.0 370.0 | 9401.1 En la fig 3,13 se muestran los valores registrados de les cols 7 y 9 de la tabla 3.4. Como sepuede observar, los registros de la es tacién Tepames sufrieron una elteracién a partir del afio 1954, la cual se corrige multiplicendo los valores por un factor correctivo igual a 5,60/3.65. 3-5 Relacién entre las caracterfsticas de _una tormenta y su drea llovida 3.5.1 Relacién de un punto al drea de lluvia Un problema interesante en hidrologfa consiste en determinar el tamafio del érea que puede considerarse razonablemente representada por una estacién medidora, la cual, para fines précticos se considera represen tativa de un rea de 25 km@. Se han desarrollado numerosas ecuaciones re~ lacionando lo que llueve en una estacién con su area circundante. Por es~ tudios realizados en la India sobre dicho aspecto se sugiere que Y=100-CVA (3.4) donde A @rea circundante a la estacién, en kn@ © coeficiente que fluctda, para la India, entre 0.171 y 0.295, con un valor promedio de 0.205 Y relacién de lluvia sobre el dérea A y la registrada en la esta~ cién, en porcentaje Del andlisis de diversas ecuaciones de relaci6én altura de precipitacién contra dérea, desarrolladas en Europa y Estados Unidos, propo ne Court* una férmula general de tipo Gaussiano, la cual, si se conside- ran isoyetas circulares con centro en la estacién, se escribe como Th hea = Aa’ (3.5) A, Court, “Area-Depth Rainfall Formulas", J. Geophys, Res. 66 (jun 1951), pp 1823-31 donde A frea circundante a la estacién, en km* a parémetro funcién de la distancia L (en km) comprendida en— tre el centro de la lluvia de magnitud h (en mm) y la isoye ta de valor h/2. El valor de a es 1.3387/L hp, altura de lluvie media considerada sobre el area A, en mm Se han hecho estudios més completos respecto a este proble- ma, teniendo en cuenta también la duracién de la tormenta*; los resulta~ dos se muestran en la siguiente figura. 100 g & 24 horas 3 90 \ zo 6 ‘horas 2% 80 a 3 horas 25 3.70 eas 1 hora é sot L 1 L ! ° 200 ‘400 600 ‘800 1000 Area , km? ¥ Rainfall Frequency Atlas for the United States, U.S. Weather Bur. Tech, Paper 40 (may 1961) 61 3.5.2 Curvas de altura de precipitaci6n-drea-duracién Un andlisis muy importante para los registros de lluvia es el cAlculo de las maximas combinaciones de alturas de lluvia respecto a sus areas de distribucién pare diferentes duraciones de tormentas. Se con sidera conveniente para optimizar reaistros de lluvia cuando se analiza una gran cuenca en subcuencas. Para hacer este estudio es necesario conocer la distribucién de la tormenta en la zona en estudio, por lo que conviene que todas las estaciones de la zona dispongan de pluviégrafo, 0, en su defecto, conocer la distribucién con base en las que sf lo tengan, ajusténdolas sin olvidar aquellas estaciones que solo cuenten con pluviémetro. En realidad, generalmente se dispone de pocos pluviégrafos, Jo que plantea un problema en el andlisis de los datos, por la falta de informacién para conocer la distribucién de la tormenta. Si solo se cuenta con una estacién pluviogréfica, se acepta la distribucién de la lluvia re~ gistrada en esta como representativa de toda la cuenca, pero la distribu~ cién debe ajustarse con base en la precipitacién media obtenida para la tormenta que la originé. En caso de tener mas estaciones pluviogréficas en la zona de estudio, la distribucién de la tormenta se obtiene primero su~ mando las curvas-masa de dichas estaciones, déndoles peso a partir de sus éreas tributarias obtenidas por medio de los poligonos de Thiessen, y pos teriormente se ajusta la curva-masa as{ obtenida con base en la precipita ci6n media en la zona, para lo cual también se usan las estaciones pluvio nétricas existentes. £1 cAlculo de las curvas de altura de precipitacién-drea-du racién (hp - A - d) debe hacerse para las tormentas més desfavorables, ya 62 que se trata de relacionar las condiciones més adversas. De todas las cur vas calculadas se escogeraén para la zona las que proporcionen las situa~ ciones més criticas. Para analizar las curves hp - A ~d de una tormenta, prime— ro se debe calcular el plano de isoyetas correspondiente a su duracién to tal. A continuacién se determina la precipitacién media para cada zona li mitada por las isoyetas, considerando cada una de ellas momenténeamente como el 1fmite exterior del Area por analizar. Con esto se tendrén relacio nes de altura de lluvia-dreas, pero solo para la duracién total de la tor menta. El andlisis de las alturas de lluvia-éreas, para otras dura ciones de lluvia, requiere de los registros de les estaciones pluviogréfi cas, en las cuales se tiene la curva~masa de lluvia, que es la variacién de la altura de lluvia respecto al tiempo. Es necesario, ademés, conocer el drea de influencia de cada estacién, para lo cual se requiere de los po lfgonos de Thiessen. Se procede a dividir la duracién de la tormenta en interva- los, generalmente de 6 h cada uno; considerar intervalos mayores origina la pérdida de precisién en la variacién de la lluvia, mientras que la limi tacién de datos rara vez justifica intervalos menores. Lo anterior tiene por objeto emplear las curvas-masa de los registros. Para cada zona limitada por una isoyeta se calcula la curve- masa pesada correspondiente a los intervalos escogides, considerando la influencia de las estaciones que estén dentro de la zona con base en poli gonos de Thiessen. La curva-masa pesada asf calculada, se ajustaré al va- lor de la precipitacién media, obtenido por el método de las isoyetas pa~ ra la duracién total de la tormenta. 63 Una vez hecho lo anterior, como el andlisis es para valores maximos, se calculan para los intervalos en que se dividié la duracién to tal de la tormenta, las variaciones més desfavorables de la altura de pre cipitaci6én, efectuando para esto las m4ximas combinaciones de los incre- mentos de precipitacién, considerdéndolos en secuencia continua. Finalmente, se hacen los m4ximos combinados de los registros de lluvia de las estaciones medidoras, escogiéndose los més desfavorables. Las estaciones se consideran representativas de un drea de 25 km*. Horton encontré que las curvas altura de precipitacién-area pueden representarse con la ecuacién ~ hpm= hp eW KA (3.6) donde hp, altura de pracipitacién media sobre un 4rea A hp altura de precipitacién m4xima en el centro de la tormenta kK, 1 constantes para la tormenta en estudio La ecuacién se usa extrapolando datos de tormenta previanen te analizados y se aplica para cada duracién de tormenta en estudio. Ejemplo 3.6. Célculo de las curvas hp - A - d para una tormenta de 24 h, originada en la cuenca del rfo Omitlén y Papagayo, Gro. Se enalizaré la cuenca mostrada en la fig 3.10 y la misma tormenta estudiada en los ejemplos 3.3 y 3.4, por lo que ya se tienen los poligonos de Thiessen y el plano de isoyetas (figs 3.11 y 3.12). Ademas, se cuenta con los registros de las estaciones pluviograficas (fig 3.14). Para hacer el andlisis se procede a la tabulacién de los da tos de lluvia. En la tabla 3.5 se encuentra analizada la tormenta; las primeras cuatro columnas muestran los valores de las lluvias en las diver 64 sas estaciones a las 6, 12, 18 y 24h de duracién; esto se obtiene de las curvas-masa que se muestran en le fig 3.14, En las otras cuatro columnas aparecen los valores m4ximos de lluvia registrados durante le tormenta con intervalos de 6, 12, 18 y 24h; para esto también se usa la fig 3.14, observando el maximo incremento de lluvia para los intervalos mencionados. Tabla 3,5 Tabulacién de los datos de lluvia | ESTACION Precipitacién acumulada (mm) | Precipitacién mdxima absoluta (mm) 6h | 12h | 18h | 24h | 6h 12H | 18h | 24h Lo Parote 23 49 97 144 | 47 94 136 | 144 Estocama 15 40 57 102 | 48 62 85 102 Llano Grande} 14 32 63 63 37 50 62 63 Santo Barbora] 5 22 40 52 20 36 47 52 Son Vicente | 0 9 38 50 2 40 45 50 Chilpancingo} 0 2 40 Mh 25 23 44 M4 —— Con base en la fig 3.12, se procede a calcular la altura de precipitacién media para las diversas éreas encerradas por las isoyetas de la tormenta de 24h. La tabla 3.6 indica la forma de hacerlo. En la col 1 se incluyen los valores de las isoyetas que limitan las areas por enalizar. 6S hp,en mm| —— — lo Parota 140 Zz f / / 120) = |— | } e oa 7 Urn7-Estocama 80] “—}—--Liano Grande ie) Sta. Bérbaro “San Vicente ral —> Chilpancingo | 20} | — 24 28 d,en horas Fig 3.14 Registros de pluvidgrafos para la tormenta en estudio (curvas-masa ) Tabla 3.6 Célculo de la precipitacién media-drea para la tormenta del plano de isoyetas ( fig 3.2). mM] @ yoy Tom (5) | (7) Isoyeta| Area | Area Precipitacién | Vol. de prec Precip. media encerrada| neta media incremento acumulado (mm ) (km?) | (km?) | (mm) (3) x (4) (6) = (2) 50250 | 50250 100 732 397 130 51610 | 101860 139 100 1334 602 . 0 66220 | 168080 126 80 2476 1142 90 102780 | 270860 110 60 4143 1667 70 116690 | 387550 94 40 | 6546 2403 50 120150 | 507700 78 35, 7345 799 37.5 29963 | 537663 73 1 En la col 2 se muestra el 4rea total encerrada por cada una de las isoyetas indicadas en la col 1 y el parteaguas de 1a cuenca en estu dio. La col 3 indica el drea neta en las isoyetas; asf, por ejemplo, el frea de 397 km® corresponde al érea entre las isoyetas 120 y 140 mm. En la col 4 se halla la altura de precipitacién media entre cada dos isoyetas. En la col 7 aparece la altura de precipitacién media correspondiente a las &reas encerradas por las isoyetas, col 2, pero solo para la duracién total de 1a tormenta. Para calcular las elturas de precipitacién-drea para diferen tes tiempos, todos miltiplos de la duracién total, dentro de la duracién de la tormenta se procede a hacer un andlisis combinado de los datos obte nidos en le tabla 3.6 con los registros de las tormentas (fig 3.14). Pare 67 cada Grea encerrada por una isoyeta y el parteaguas se deduce su curva-ma sa media de lluvia sopesando los registros de lluvia de cada estacién con base en los polfgonos de Thiessen, tabla 3.7. Asf, por ejemplo, para la isoyeta envolvente de 100 mm, se tiene dentro de esa 4rea la influencia de tres estaciones: La Parota (67%), Estocama (30%) y Santa Sérbara (3K); esto se obtiene superponiendo los pol{gonos de Thiessen en las isoyetas. Entre paréntesis est el porcentaje de influencia de cada estacién. Al conocer la influencia de cada estacién, se calcula le curva-masa de precipitacién dentro del drea en estudio como la suma de las curvas-masa de cada estacién que interviene, por su porcentaje de in- fluencia. A continuacién, esta curva-masa se ajusta usando la altura media de precipitacién en esa 4rea en estudio (tabla 3.6, col 7). De este modo, para la isoyeta envolvente de 100 mm, al tener en cuenta los poligonos de Thiessen, resulta que para 6h se tiene una altura de lluvia de 20 ma; pa ra 12h, de 45 mm; para 18 h, de 83 mm; y para 24h, de 129 mm. Por el mé todo de isoyetas se habfa obtenido para esa rea una altura de lluvia me- Gia de 125 mm, luego los valores anteriores se deben ajustar, multiplicén dolos por 125/129 (tabla 3.7). Una vez hecho esto, se calculan los incrementos de precipita cién cada 6 h durante las 24h. De tal suerte que, para el mismo caso que se est& analizando (isoyeta envolvente de 100 mm), en las primeras 6 h se registré una lluvia de 19 mm, de las 6 a las 12h, llovié 26 mm, de las 12 a las 18h, 35 mm y de las 18 a las 24 h, 45 mm, Como el andlisis es de maximizacién, se deben buscar las condiciones més desfavorables: la maxima relacién entre las lluvias y el tiempo. Para el primer intervalo de tiempo se procura el m4ximo incremento, para una duracién de dos interva~ los de tiempo se busca la maxima combinacién de dos alturas de lluvia ad- c) yacentes, etc. Por ejemplo, en este caso, para 6 h se consideran 45 mm de lluvia, para 12h se consideran 45 + 35 = 60 mm, para 18h se toma 106 mm, y para 24h una altura de 125 mm (tabla 3.7). Tabla 3.7 Combinacién maxima entre altura de precipitacién media y duraciones lsoyeta Area Duracién, enh enyolvente efec- Precip] Area Descripeién | tivo (mm) | media} toto} TH(%) | 6 | 12 | 18 | 24 b rom)_|_(ken") 140 | 150 | 335 [LA PAROTA Too | 23 | 49 | 97 all curva masa ajustade’ 24 | 51 | 101 | 150 incremento ajustado 24 | 27 | 50] 49 precipitacién méxima-duracién 50 | 99 | 126 | 150 120 | 139 | 732 | LA PAROTA 95 | 22] 47 | 92) 137 ESTOCAMA 5 1] 2 3] 5 curva masa media 100 | 23 | 49 | 95 | 139 curva masa ajustada 23 | 49 | 95 | 139 incremento ajustado 23 | 26 | 46 | 133 precipitacién méxima-duracién 46 | 90 | 116 | 139 100 | 125 |1334 |LA PAROTA 67 | 15 | 33 | 65] 9% ESTOCAMA 30 5 | 12 | 17] 31 SANTA BARBARA 3 o| 1 1] 2 curva masa media 100 | 20 | 46 | 83 | 129 curva masa ajustada 19 | 45 | 80 | 125 incremento ajustado 19 | 26 | 35,| 45 precipitacién méxima-duracién 45 | 80 | 106 | 125 80 | 109 |2476 |LA PAROTA 36 g| ie | 35) 52 ESTOCAMA Al 6| 16 | 23) 42 SANTA BARBARA 13 1} 3 5| 7 LLANO GRANDE 8 1] 3 5] 5 SAN VICENTE 2 o| 0 vy curva masa media 100 | 16 | 40 | 69 | 107 curva mosa ajustada 16 | 41 | 70 | 109 incremento ajustado 16 | 25 | 29} 39 precipitacién méxima-duracién ap | 08 93 | 109 | _ Tabla 3.7 Continuacién 69 Isoyeta Area Duracién, enh envolvente efec- Precip | Area Descripcién |tiva (mm) media | total TH(%) | 6 12 18 | 24 (mm)_| (km) 60 93 | 4143 [LA PAROT. mm |S ESTOCAMA 34] 5 SANTA BARBARA 444 LLANO GRANDE 7 | 2 SAN VICENTE 910 CHILPANCINGO. 4] 0 curva masa media oo | 13 curva masa ajustada 13 incremento ajustado 13 precipitacién méxima-duracién 30 40 78 | 6546 | LA PAROTA 14 | 3 ESTOCAMA 23 | 3 SANTA BARBARA 15 LLANO GRANDE 24 | 3 SAN VICENTE | o CHILPANCINGO. 13 | 0 curva masa media 100 | 10 curva masa ajustada 10 incremento ajustado 10 precipitacién méxima-duracién 26 35 74 | 7345 | LA PAROTA 12 | 3 ESTOCAMA a | 3 SANTA BARBARA wi LLANO GRANDE 23 | 4 SAN VICENTE u 0 CHILPANCINGO 14 | 0 curva masa media woo | 11 curva masa ajustada nN incremento ajustado u precipitacién méxima-duracién 27 25 | Registro més desfavorable en una 48 estacién (tabla 3.5) Para obtener los valores de lluvia relacionada con un érea de 25 km? se usa la tabla 3.5. De las cuatro Gltimas columnas de esa ta- bla, se escoge para 6 h la mayor altura de lluvia registrada; en este ca- so es de 48 mm, para 12 h es 94 mm la mayor, para 18h es 136 mm, y para 24h, es 144 mm, En la fig 3.15 se muestran los valores de las alturas de precipitacién m4xima contre reas para las diferentes duraciones estudie- das. 3.6 Andlisis de los registros diarios de lluvia Debido a la gran escasez de pluvidgrafos, generalmente se desconocen las caracterfsticas de las lluvias en una zona determinada, aunque se disponga de pluvidmetros. En realidad, el problema que se tiene es que como las lecturas del pluviémetro se hacen cada 24h, no se puede conocer, al anctar una altura de lluvia registrada en ese periodo, si co- rresponde a una sola tormenta o a una sucesién de ellas y cudl es la dura cién real de cada una de elles. En el caso de disponer de un pluviégrafo dentro de la zona por analizar, los registros de los pluviémetros se pueden ajustar e infe- rir la curva masa de la tormenta correspondiente a cada pluviémetro con base en una relacién lineal con el registro de pluvidgrafo. La precisién de esta relacién depende de la exactitud de la correlacién entre cada es~ tacién pluviométrica con la estacién pluviogréfica. Ademés, es necesario considerar la distancia entre las estaciones y si estas se encuentran en una zona meteorolégicamente homogénea. Una zona es meteorolégicamente homogénea, si la posibilidad de ocurrencia de una tormenta de cualquier intensidad es la misma en to- dos los puntos de la zona. 10000 ” | 12 horas 5000 +18 horas Area, en km* 24 horas 6 horas 1000 500 100 | 50 20 40 60 80 100 120 40 Altura de precipitacién media maxima, en mm Fig 3.15 Curvas de altura de precipitacidn-drea- duracidn 7 Lo anterior implica que si la zona es meteorolégicamente ho- mogénea, la curva-masa de la lluvia registrada por un pluviégrafo es repre sentativa de la distribucién de la tormenta en dicha zona. Si no se dispone de un pluviégrafo, se pueden ajustar los re gistros de los pluviémetros respecto a su duracién con base en la ley de probabilidades. Para hacerlo, se acepta que las tormentas son continuas con respecto a su duracién y solo tienen duraciones miltiples de 24 h. Supéngase una tormenta con duracién real de 24h y altura de lluvia de 20 cm; si se hacen lecturas de pluviémetro todos los dfas a las 8 A.M., pueden suceder los siguientes casos extremos: a) Que la tormenta se inicie precisamente a las 6 A.M., con lo que el pluviémetro registrar& en un dia 20 cm b) Que la tormenta empiece a las 8 P.M., con lo que se tendrén re~ gistrados dos dfas de lluvia con 10 cm cada uno Estos dos casos representan la maxima y la minima altura de lluvia registrada en un periodo de 24 h; el valor més probable seré la me dia de los dos, o sea 15 om. Lo anterior se puede expresar como hp =hpgt hpy (3.7) donde hp altura de precipitacién méxima en 24h hp, altura de precipitacién méxima diaria registrada dentro de os n dfas que dura la tormenta hp, altura de precipitacién mayor diaria registrada un dfa antes 0 un dfa después de presentarse hp, 73 Generalizando, se puede obtener de una cierta tormenta la altura de lluvia méxima correspondiente a 48 h sumando los dos valores consecutivos mayores y agregdéndoles la mitad del adyacente mayor, etc. 3.7 Distribucién geogréfica de la précipitacién En la Repdblica Mexicana las tormentas més desfavorables que han ocurrida son de origen ciclénico, a excepcién del norveste, donde ge- neralmente ocurren en invierno debido al chaque de masas de aire frio con tinental con masas de aire himedo. Ademés, debido a la variacién tan fuerte que existe en la orograffa no se puede habler de una distribucién uniforme de la lluvia. En general, se puede decir que las méximas precipitaciones se tienen en la parte sur del pais, asf como en la vertiente del Golfo y del Pacifico, es tando limitadas estas por las cordilleras montafiosas. Se han hecho estudios sobre la precipitaci6n en la Repdblica Mexicana y se han elaborado diversas cartas.* En la fig 3.16 se muestra un plano de isoyetas medias anua— les levantado por la Secretaria de Recursos Hidrdulicos. Como puede obser varse, las precipitaciones medias eanuales mayores de 1000 mm se encuentran al sur del paralelo 22° N y comprende las pendientes montafiosas de las por ciones central y sur del pafs. Las cuatro zonas con precipitaciones mayo~ res de 3000 mm son: una sobre el paralelo 20° N en la zona de Teziutlén y Zacapoaxtla, otra en la cabecera de la cuenca del rfo Atoyac, en el esta do de Oaxaca, y las dos restantes en el estado de Chiapas. ¥E. Garcfa Vda. de Miranda, "Distribucién de las zonas climdticas en la Repdblica", Instituto de Geof{sica, UNAM (1967) 74 GOLFO DE MEXICO Isoyeto Pregipitacié, | ot 100 0.2 200 0.3 300 0.5 500 1.0 1000 18 1500 2.0 2000 2.8 2500 38 3000 Fig 3.16 Precipitocidn medio anual en la Republica . Mexicano 5.0 5000 (Datos tomados dei plano obtenido por la Secretoric de Recursos Hidrdulicos ) 78 ba parte norte de la altiplanicie es una zona de escasa pre cipitacién; la zona més arida, con menos de 300 mm de lluvia anual, se ex tiende en la parte norte central de esta regién y abarca desde el rfo Bra vo hasta las inmediaciones del paralelo 24° N. La parte més seca del pats es la porcién norveste de la llanura costera del Pacffico. 3.8 Precipitacién maxima probable En algunos problemas de disefio, por ejemplo, el de vertedo— res de grandes presas, conviene conocer cudl es la maxima altura de llu- via que se puede presenter en la cuenca por drenar. Se puede pensar que existe un lfmite superior de esta, el cual se designa como la precipitacién maxima posible o probable (PMP). En le fig 3.17 se muestran as elturas de lluvie méximas registradas en el mun do.* Un procedimiento para calcular la PMP en regiones con poca variacién en la topografia puede aplicarse considerando dos etepas: a) Preparacién de curvas de altura de precipitaci6n méxima probable- 4rea-duracién que sean representativas de la regién donde se encuentre la cuenca en estudio b) Seleccién, a partir de esas curvas, de la tormenta por usar en dicha cuenca. Para el anélisis de la etapa a), primero se calculan las cur vas de altura de precipitacién-drea-duracién (inciso 3.5.2) para todas las tormentas que puedan transportarse a la regién en estudio y se escogen las que representen las condiciones més desfavorables. Una vez deducidas las curvas representativas de altura de precipitacién-4rea-duracién, se corri- * A. H. Jennings, "World's Greatest Observed Point Rainfall" Monthly 6 gen para encontrar las curvas de altura de precipitacién maxima probable- 4rea-duracién, usando un factor de ajuste por humedad. Este factor es la relacién de la humedad total m4xima en una columna atmosférica de seccién transversal unitaria, que se puede presentar en la regién, a la humeded total en una columna similar que ocurra durante la tormenta que proporcio né las curvas de altura de precipitacién-érea-duraci6n que se van ajuster. Altura de Iluvio, en mm 50000, F 10000) 1000 100] Re Holt, Mo. Eurtea de Arges , Roumanio D'hanis Tex. Plumb Point , Jamaica aS fockport, W. Vo. ‘Silver hill plantation , Jamaica “Fe Fant, Formosa Baguio , Philippine Is Thrall ,Tex. ‘Smethport , Po. Unionville, Md. ony Fussen, Bovorio pi a bod Jo boii it 9 10 60 3 2 24 5 0 30 3 692 24 — minutos, —+———horas + dias meses ——4 Fig 3.17 Mdximas !luvias registradas en el mundo 7 Se tiene otro proceso de maximizacién de lluvias que se pue ge emplear en zonas montafiosas, basado en la trasposicién de tormentas, de nominado método de isoporcentajes. En este método, solo se transportan las curvas de isoporcentaje de la tormenta tipo a la cuenca por estudiar; los nuevos valores de la precipitacién en la cuenca por analizar se obtienen de esas curvas y de las isoyetas medias anuales correspondientes a la cuen ca. Al transportar las curvas de isoporcentaje, se colocan en la cuenca de manera tal que se obtengan las condiciones més desfavorables. Las curvas de isoporcentaje indican la relacién entre las isoyetas medias anuales y las isoyetas de una cierta tormenta. En reali- dad, no es necesario que sean isoyetas medias anuales, sino isoyetas re- presentativas de las zonas en estudio con las cuales se puede efectuar la transportacién. En la fig 3.18 se muestra la obtencién de curvas de isopor~ centaje en la cuenca del rfo Papagayo y Omitlén, Gro., para la tormenta ana lizada en el ejemplo 3.4,usando las curvas de precipitacién media anuales (fig 3.16). a)Deduccidn de los puntos de interseccién Isoyetas tormenta de 24h ---- Isoyetos medias anuales b) Curvas con igual relacién de isoyetas de la tormenta a las medias anuales Fig 3.18 Deduccién de curvas isoporcentaje 79 3.9 Referencias Hunter Rouse, "Engineering Hydraulics", John Wiley and Sons, Inc. (1963), cap IV Linsley, Kohler y Paulhus, "Applied Hydrology", McGraw-Hill International Students Edition Wisler y Brater, "Hydrolog: vohn Wiley and Sons, Inc. (1963) E.M. Wilson, “Engineering Hydrology", Macmillan (1969) J. P. Bruce y A. H. Clark, "Introduction to Hydrometeorology" Pergamon Press (1966) Ven Te Chow, "Handbook of Applied Hydrology", McGraw-Hill Book Co. (1964), seccién 9 a1 4, ESCURRIMIENTO Continuando con el anélisis de los componentes del ciclo hi- drolégico, en este capftulo se tratara el escurrimiento, indicando sus fuentes y los tipos de escurrimiento que originan. También se explicaré el proceso del escurrimiento y su andélisis a partir de los hidrogramas de las tormentas. Por Gltimo, se presentan los criterios que pueden emplear- se para aforar una corriente, as{ como los ajustes a los datos obtenidos. 4.1 Fuentes del _escurrimiento El escurrimiento es la parte de la precipitacién drenade por las corrientes de las cuencas hasta su salida. El agua que fluye por las corrientes proviene de diversas fuentes, y, con base en ellas, se conside ra el escurrimiento como superficial, subsuperficial o subterréneo, El superficial es aquel que proviene de la precipitacién no infiltrada y que escurre sobre le superficie del suelo y la red de drena~ je hasta salir de la cuenca. Se puede decir que su efecto sobre el escurri miento total es directo y s6lo existiré durante una tormenta e inmediate~ mente después de que esta cese. La parte de la precipitacién que contribu ye al escurrimiento superficial se denomina precipitacién en exceso. El escurrimiento subsuperficial se debe a la precipitaci6n infiltrada en la superficie del suelo, pero que se mueve lateralmente so- bre el horizonte superior del mismo, Esto puede ocurrir cuando exista un estrato impermeable paralelo a la superficie del suelo; su efecto puede ser inmediato 0 retardado, dependiendo de les caracterf{sticas del suelo. En general, si es inmediato se le da-el mismo tratamiento que al escurri- miento superficial; en caso contrario, se le considera como escurrimiento subterrdneo. Este Gltimo es el que proviene del agua subterrénea, la cual es recargada por la parte de la precipitacién que se infiltra a través del suelo, una vez que este se ha saturado. La contribucién del escurrimiento subterréneo al total varfa muy lentamente con respecto al superficial. Para analizar el escurrimiento total, puede considerérsele compuesto por los escurrimientos directo y base. Este Ultimo proviene del agua subterrénea, y el directo es el originado por el escurrimiento super ficial. En la fig 4.1 se muestra el ciclo del escurrimiento, indicando las diferentes fases entre la precipitacién y el escurrimiento totales. La consideracién anterior tiene como finalidad distinguir la participaci6n de cada escurrimiento. A la salida de una cuenca, en el ca~ so de tener una corriente perenne, mientras no ocurra tormenta alguna, por dicha corriente solo se tendré escurrimiento base debido el agua subterré nea; al originarse una tormenta, si la cuenca es pequefia, casi inmediata- mente se tendré también escurrimiento directo. Ahora bien, el efecto de la tormenta se manifiesta directamente sobre el escurrimiento total y puede suceder que se requiera bastante tiempo para que el agua que se infiltra, y nue pasa a formar parte del agua subterrénea, sea drenada. Precipitocion total 83 | Precipitocién : . a Infilt racién Pérdidos en exceso Escurrimiento Escurrimiento Escurrimiento superficial J subsuperficial subterraneo Escurrimiento Escurrimiento subsuperficial subsuperficial rdpido lento Escurrimiento directo Escurrimiento base Escurrimiento total Fig 4.1 Relacion entre la precipitacion y el escur timiento total 84 4.2 Proceso del escurrimiento £1 proceso presentado anteriormente depende de las condicio nes existentes y de la cantidad de agua producide por la tormenta. De esta forma, cuando llueve sabre una determinada zona, hay un periodo inicial (1) en que el agua es primero interceptada por los ob- jetos existentes en la zona, como son arbustos, pastos, 4rboles y, en ge- neral, aquello que impida al agua llegar al suelo; (2) posteriormente se infiltra en el suelo o (3) llene las diferentes depresiones de la superfi cié, La primera de estas cantidades se denomina lluvia interceptada 1, y aunque no es muy importante, puede disponer de la mayor parte de una llu~ via ligera. La segunda cantidad se llama infiltracién F; se denomina capa cidad de infiltracién f al m&ximo volumen de agua que absorbe un suelo en determinadas condiciones. La Gltima cantidad se designa almacenaje por de presién, V,; posteriormente este almacenaje se evapora, o es empleado por Ja vegetacién, o se infiltra en el suelo, pero no origina escurrimiento su perficial. Después de que las depresiones del suelo han sido llenadas, si la intensidad de lluvia excede a la capacidad de infiltracién del sue- lo, 1a diferencia es la llamada lluvia en exceso,hp,. Esta lluvia en exce so primero se acumula sobre el terreno como detenci6n superficial oD, ya continuacién fluye hacia los cauces. A este movimiento se le denomina flu jo por tierra, y el agua que en esta forma llega a los cauces es el escu- rrimiento superficial. En general, debajo de la superficie del suelo hay un manto de agua, a cuyo limite superior se le denomina nivel freatico; a la que se encuentra por debajo del nivel freético, se le llama agua subterrénea; hu medad del suelo es el agua que hay Sobre e) nivel fredtico. A la cantided 8s de agua que cualquier suelo puede retener indefinidamente contra la accién de la gravedad se le llama capacidad de campo. La diferencia entre la ca- pacidad de campo de un suelo y la humedad que contenga en un cierto ins- tante, se conoce como deficiencia de humedad del suelo, 0 H S. De acuerdo con esto, cuando ocurre una tormenta, el agua que se infiltra primero sa~ tisface le 0H S y posteriormente recarga al agua subterrdnea. Por lo tan to, puede ocurrir que muchas veces no exista recarya aunque haya infiltra cién. E1 nivel freético del agua subterrénea normalmente tiene una pendiente muy suave hacia su salida, que puede ser una corriente, un Jago o el mar. E1 movimiento del agua subterrdnea usualmente es muy lento y depende principalmente del gradiente del nivel freatico y de la textura del suelo. 4.3 Hidrograma E1 hidrograma de una corriente es la representacién gréfica de sus variaciones de flujo, arregladas en orden cronolégico. En general, para expresar @l flujo se usa el gasto, que es la relacién del volumen con tra tiempo. En la fig 4.2 se muestra un hidrograma tipico; las ordenadas son gastos en m/seg y las abscisas tiempo en horas. En el hidrograma de la fig 4.2 se advierte que, a partir del punto A (punto de levantamiento), se inicia el escurrimiento directo pro- ducto de una tormenta, alcanzando su gasto m4ximo en el punto 8 (punto de pico). El punto C es un punto de inflexién donde aproximadamente cesa el flujo por tierra. En el punto 0 finaliza el escurrimiento directo, conti- nuando el escurrimiento base. El tramo CD es la curva de vaciado del escu rrimiento directo producido por la tormenta. 86 GASTO MEDIO DIARIO (m3/seg) GASTO INSTANTANEO (m®/seg) 4 1078 — 3004 2004 100+ 0 + ; O"N"’D EF 'M' A'’M'’d JAS’ O'N OD 1959 1960 3000 |- 8 c 2000 }— Hidrogramo de uno tormenta aislodo 1000 }— A D olbthiritiiitisi tii Tr Corortm il 270 2898s 1 2 3 4 Octubre —_—Noviembre 1960 Fig 4.2 Hidrograma de la corriente del rio Papagayo, Gro. 87 €1 tiempo que transcurre entre los puntos A y 8 se llama tiempo de pico, y el lapso entre los puntos A y 0, tiempo base del hidro~ grama de la tormenta. £1 tiempo de retraso es aguel que transcurre desde el centro de masa de la lluvia al pico del hidrograma. Para tormentas aisladas se pueden considerar cuatro tipos de hidrogramas, dependiendo de la tormenta y de las caracterfsticas fisi- cas de la cuenca Grenada. Estos se analizarén a continuacién, siguiendo un lineamiento semejante al efectuado en el inciso anterior, y considerando una corriente perenne. Tipo 0. Para este tipo de hidrogramas, la intensidad de lig via, i, @s menor que la capacidad de infiltracién, f; la infiltracién to- tal, F, es menor que la deficiencia de humedad del suelo. Por la primera condicién, no hay escurrimiento directo ¥, Por la segunda, mo hay recarga del agua subterrénea. Esto quiere decir que el hidrograma del rfo no se altera por esta tormenta y sélo seguiré la curva de vaciado del agua sub~ terrénea, que es el hidrograma del escurrimiento base; este existe debido a que la corriente es perenne. Se est suponiendo que no llueve sobre el cauce del rfo (fig 4.3a). Lo Gnico que originé esta tormenta fue modificar la deficien cia de humedad del suelo. El hidrograma resultante es similar al que tiene una corriente perenne en época de sequia. Tipo 1. En este caso, i es menor que f, pero la infiltracién total es mayor que la 0 H S, Esto ocasiona un incremento o recarga del agua sub- terrénea, originando un cambio en el nivel fredtico. Al no haber escurrimiento directo, el hidrograma correspon- diente resulta una variacién de la curva de vaciado del escurrimiento base. Esta variacién puede ser de tres formas: a) Cuando la recarga del agua! subterrdnea ocasiona un gasto supe- rior al que esté circulando durante 1a tormenta, se origina un ascenso en el hidrograma (fig 4.3b, segmento ab) b) La recarga del agua subterrénes origina un gasto similar al dre nado por el cauce. Entonces, el hidrograma es una linea horizontal hasta que cesa el efecto (Fig 4.3b, segmento ac) c) El gasto producido por le recarga del agua subterrénea es menor que el drenado en el momento de ocurrir la tormenta. Se tendré un hidrogra ma con pendiente negativa, aunque los gastos son superiores a los origina dos por la curva de recesién del agua subterrénea (fig 4.3b, segmento ad). Tipo 2. La intensidad de lluvia es mayor que la cepacidad de infiltrecién y la infiltracién total es menor que la OH S. Por la pri mera condicién se tendr& escurrimiento directo; de la segunda se deriva que no hay recarga del agua subterrénea, por lo que el escurrimiento base no se altera (fig 4.3c). Tipo 3. Finalmente, si i es mayor que la f, y F es mayor que la 0H S, se tendré escurrimiento directo y una variacién en el escurrimien to base. Este hidrograma es una combinacién de los tipos 1 y 2, por lo que, similarmente a este Gltimo, se tendrén tres formas diferentes de hidrogra mas (fig 4.3d). a9 Q(m3/seg) Q(m3/seg) 4 Curva de vaciado del escurrimiento subterrdneo _ (horas) t(horas) 0) Tipo O (i DHS) 4 atm?/sea) Q(m3/seg) 4 — — tthoras) + (horas) c) Tipo 2 (i>f y F< DHS) d) Tipo 3 (i>f y F> DHS) Fig 4.3 Tipos de hidrogramas idealizados pora tormentas aisladas 4.4 Andlisis de hidrogramas El andlisis de un hidrograma consiste en separar de €1 los escurrimientos con base en las diversas fuentes de abastecimiento que los originan. Para fines pr&cticos se consideran los escurrimientos base y di recto como los componentes principales de un hidrograma. 4.4.1 An@lisis de hidrogramas de tormentas aisladas En la fig 4.3 se muestra en forma idealizada la frontera en tre los escurrimientos base y directo. En la realidad esta frontera es di ficil de precisar, ya que cuando ocurre una tormenta el escurrimiento di- recto puede ocasionar una sobrelevacién del nivel del agua en el cauce que sea superior al nivel freético. En ese instante se tendré que parte de dicho escurrimiento drena del cauce hacia el manto fredtico, originan~ do simulténeamente una anulacién momenténea del escurrimiento base. Esto se puede intuir pero no cuantificar; si se observa la fig 4.2, la determi nacién del punto A, inicio del escurrimiento directo, no presenta dificul tad, ya que en ese momento se tiene un cambio brusco en el hidrograma. El problema consiste en obtener el punto D, que es la transicién entre la curva de vaciado de los escurrimientos directo y base. Existen diversos criterios para determinar la frontera entre los dos escurrimientos, aunque se diferencian en la forma de obtener el punto 0. En la fig 4.4 se muestran las diferentes fronteras que se pueden obtener de los distintos criterios al analizar el hidrograma de una tormenta que se presenté en la cuenca de los rfos Omitlén y Papagayo, Gro. El criterio més sencillo para separar escurrimientos consis te en aceptar como frontera una linea recta horizontal a partir del punto n tiene la desventaja de incurrir en graves errores al estimar el tiempo base del hidrograma del escurrimiento directo (fig 4.4, linea a). El criterio m4s usual es trazar una lfnea recta entre los puntos A y 0 (fig 4.4, linea b), pero presenta el inconveniente de tener que fijar el punto 0; para determinarlo, se requiere conocer la curva ds vaciado del escurrimiento subterréneo. Dicha curva se obtiene analizando una serie de hidrogramas y seleccionando los intervalos en que no aparezca escurrimiento directo. De esta forma se tienen una serie de tramoy con escurrimiento base exclusiva mente. Desplazéndolos horizontalmente se logra una variacién completa de la curva de vaciado del escurrimiento subterrdéneo. Dé igual manera se ob~ tiene la curva de vaciado del escurrimiento directo. Conocida la curva de vaciado del escurrimiento subterréneo, se superpone esta sobre el hidrograma de la tormenta por analizar; cuando coincida con la parte de la extrema derecha de este, en el punto donde la curva se separe del hidrograma, se conoceré el punto donde cesa el escurri miento directo (fig 4.4). Barnet* ofrece otro procedimiento de anélisis para la curva de vaciado de los escurrimientos directo y base. La curva de recesién se pueds expresar mediante la ecuacién Qy = QoK, (4.4) donde kK, constante de recesién @, gasto inicial sobre le curva de recesién, en n° /seg @, gasto un tiempo t después del gasto G,, en m°/seg Barnet, “Discussion of Analysis of Runoff Characteristics by 0. H. Meyer", ASCE Transactions, Vol. 105 (1940), p. 106 92 L 2390 2300 ¢ 300 800 200 100 ATT TT ee ee 0 2% 27 2 Sloe 8 29 30 31 1 2 Oc tu br @e —————____=--Noviembre ——_=— t,en dias Fig 4.4 Andlisis de un hidrograma de una tormenta aisiada 93 La ecuacién anterior se expresa también como Qy 4K, Qy (4.2) Al trazar la gréfica GQ, , , contra Q,, la ec 4.2 sera una recta de pendiente K,. En las figs 4.5a y b se muestran las rectas obteni, das para las curvas de vaciado de los escurrimientos directo y base de le cuenca de los rfos Papagayo y Omitlén, Gro., deducidas del hidrograma la fig 4.4, Lo anterior permite conocer las curvas de vaciado a partir del hidrograma de una tormenta, Conocida la curva de vaciado del escurri~ miento base se podra determinar, como ya se dijo anteriormente, el punto de frontera sobre el hidrograma donde se separan los escurrimientos. Los escurrimientos de un hidrograma se pueden separar prolon gando 1a curva de vaciado del agua subterrénea hacia atrés del punto de in terseccién con la curva de vaciado del escurrimiento directo, y ligando un punto arbitrario de esta con el punto del inicio del escurrimiento direc~ to. Ese punto arbitrario de la curva de vaciado del escurrimiento base sa localiza en la zona de descenso del hidrograma (fig 4.4, linea c). Para aplicar este criterio se requiere de un conocimiento previo del fenémeno en la zona donde se produce el escurrimlento; no se em plea muy frecuentemente; es m4s usual el criterio de la linea recta entre los puntos A y D (fig 4.4, 1fnea b). Como se puede observer, en el cAlculo del volumen de escurri mienta directo existe una diferencia m{nima entre ambos criterios. “019 GhoBodd A UD|HWO SO}4So}ap DOUSND Dj ap ojualwuinosa jap op OJasp opvaywsanIsy (q IDA 8p DAINSD OD] aulyep “anb ugjo0nda@ Oj ap OjNd/PD Sb by aspg ojualwiiunosy (D 1 spo] 6 1 suo] [_ TTT 7° —{002 {001 —00b 002 009 —j00¢ Basygui Bas/gw loos ‘0 oor ‘0 {0001 —{00s bas/gu ‘Hp ’ bas/ qu Hp Y 0001008 009 O0h_002_—O> 009 00S O00b 00f COZ OOF O ~—T T T T T —~TT T TT ° +002 00! ‘o os'ot 96 =!#0 togeo=!*o —00b 002 J 009 008 Base Basu 008 ‘'O 00% “to & / 10001 —{00s 4.4.2 Andlisis de hidrogramas de tormentas consecutivas Cuando se tienen hidrogramas, por ejemplo, de dos tormentas consecutivas, que suceden tan préximas una de otra que el escurrimiento directo no cesa entre las dos, se puede usar un procedimiento para separar los escurrimiento: se basa en les curvas de vaciado de los escurrimientos directo y base; es similar al Gltimo criterio expuesto en el inciso ante~ rior y consiste en determinar anal{ticamente la frontera de los escurri-~ mientos en la zona del descenso del hidrograma y la frontera restante en forma arbitraria. Para el andlisis analftico se requiere transformar las cur~ vas de vaciado con base en cambios de gasto por unidad de tiempo. Esta im plica escoger un intervalo de tiempo que permaneceré constante en todo al. estudio. Considerando lo anterior, las curvas de vaciado se transforman llevando en forma de gréficas el gasto al inicio del intervalo contra el cambio de gasto en el intervalo de tiempo considerado. En la fig 4.6 se muestran las curvas de vaciado transforma~ do, deducidas a partir de las figs 4.5a y b. Para analizar la frontera entre los escurrimientos de un ini, drograma compuesto (fig 4.7), en las zonas de descenso del hidrograma procede como sigue: a) Se escogs un punto A sobre la curva de vaciado del hidrograma y se determina el cambio de gasto para el intervalo de tiempo escogido DQag? Qq~Qg 96 | 750;— Qoa Q al inicio del Qa At, en m¥seg Escurrimiento soof- _ base Qea! 250) Qea Escurrimiento directo Cambio de gosto en el Aten m3/seg BQq AQ 50 100 150 AQs, AQag 200 Fig 4.6 Curvas de vaciado considerando variaciones de gasto para un intervalo de tiempo constante At (At=6 hs) 1250F-—- Q,en mi/seq At (6hs) 1000 Qa 750 500 250 pe | | | , | I 2 3 4 5 6 7 8 ten dios Fig 4.7 Andlisis de un hidrograma compuesto 7 b) Como una primera aproximacién se acepta que MQ,, &s el cambio de gasto debido Gnicamente al escurrimiento directo. Con esa suposicién y con el valor de 49,4, de la fig 4.6 se calcula el gasto correspondiente al escurrimiento directo, sea este aN c) Si la hip6tesis fuese correcta, Q, = Q,,- Como en general no lo @s, se puede conocer el gasto debido al escurrimiento base y, en una pri- mera aproximacién, un punto de la frontera. Si el gasto del escurrimiento base se designa com @.., se tiene que Qco= Qa -Qon valor que llevado a la gréfica de la fig 4.7 determina el punto a d) Lo anterior implica que Dg es un cambio de gastos debido a los escurrimientos directo y base, contrario a lo supuesto en el paso b). Para efectuar el ajuste y hacer el proceso iterativo, con el gasto GL, y la fig 4.6 se determina A9_,, que es el cambio de gasto debido al escurri miento base e) Conocido 4a0, se calcula el cambio de gasto correspondiente al escurrimiento directo como AQga = 4Qag - AQeg f) Con este valor de DQ, y de la fig 4.6, se obtiene un nuevo va lor del gasto directo @,,,: £1 proceso se repite a partir del paso c), hasta obtener la combinaci6n correcta de los gastos directo y base, y que sus respectivos cambios de gasto sean tales que su suma sea AQ,g. En ese momento ve cong’ cera un punto de la frontera entre los dos escurrimientos, Este proceso se repite para puntos espaciados en el intervalo de tiempo escogido sobre las zonas de descenso del hidrograma. se 4.5 Aforo de corrientes Aforar una corriente en una secci6n consiste en determinar el gasto que pasa por ella, en la unidad de tiempo, Existen diversas for- mas de aforar una corriente, dependiendo de las caracter{sticas del rfo por medir, asf como del equipo disponible. Los procedimientos para aforar una corriente se pueden agru par en tres criterios: a) Secciones de control b) Relacién seccién-velocidad c) Relacién secciénmpendiente £1 criterio a) es el m&s exacto de los tres, pero solo es eplicable a cauces artificiales o a rfos de seccién pequefia y escaso escu rrimiento. £1 criterio b) es el mds usual y es utilizable en cualquier tipo de corriente. El criterio c) es empleado para completar los registros que no pudieron obtenerse mediante b), aunque es muy usado para obtener gastos m&ximos de corrientes cuando no se dispone de aparatos de medicién, Cuando exista una presa, se la puede usar como estacién de aforo, habiendo calibrado previamente el vertedor y la obra de toma, y CO nociendo su funcién de almacenaje. 4.5.1 Secciones de control En Hidréulica, una seccién de control de una corriente es aquella donde la energfa especffica del escurrimiento es minima. Dicha energfa esta relacionada con el tirante critico, por lo que se dice que hay una seccién de control donde se presenta el tirante cr{tico. Este ocu 89 rre cuando existe levantamiento en el fondo del cauce, estrechamiento en la seccién, 0 una combinacién de ambos. La seccién de control puede ser artificial o natural; un ejemplo t{pico de la primera es la conocida como seccién vertedora o vertedor, la cual puede ser de pared delgada o gruesa, dependiendo del ancho de la cresta vertedora que esté en contacto con el agua. Los vertedores de pared delgada se usan Para aforar pequefias corrientes 0 canales de riego. Si los gastos son menores de 0.50 m°/seg, se usan secciones transversales en forma de V, con éngulo de 60° 0 90° en el vértice inferior. Para gastos mayores, se emplean secciones rectangula res. La ventaja de utilizar este tipo de estructuras es que solo se requiere conocer la carge de agua sobre la cresta vertedora y asf obte ner el gasto. Por ejemplo, para un vertedor de seccién rectangular, el gasto se calcula como @=ciH?/2 (4.3) donde c coeficiente de descarga H carga sobre la cresta vertedora, en m L longitud de la cresta vertedora, en m @ gasto, en m°/seg Se tiene la desventaja de que si la corriente transporta ma terial sélido, este tipo de estructuras funciona como una trampa de dicho material, originando fluctuaciones en el coeficiente de descarga y proble mas de mantenimiento. Muchas veces, para evitar estos problemas,se construyen sec- 100 ciones de control elevando el fondo del rfo, estrechando su seccién, o ambos. El aforo de la corriente se efectda de la misma manera que para vertedores de pared delgada. En secciones rectangulares, el gasto se cal- cula como @=4,7 pH? donde b ancho de la seccién del rfo, en m H energfa especffica, en m @ gasto que pasa por la seccién de control, en m°/seg La energfa espectfica es igual a la suma del tirante en la seccién de control y de su carga de velocidad. 4.5.2 Relacién seccién-velocidad Este criterio es el més usual en rfos, y se basa en el prin cipio de continuidad Q= vA (4.4) donde A Grea hidréulica de la seccién transversal de una corriente, en 2 wi Q gasto que pasa por esa seccién, en m°/seg v velocidad media de la corriente en dicha seccién, en m/seg Lo anterior implica que, para conocer el gasto de un rio, en una cierta seccién de este, se requiere valuar su velocidad y su drea. Si se determina el perfil de la seccién de aforos, al conocer el tirante del agua se obtiene el érea hidréulica. Entonces, el problema 101 se reduce a medir en una estacién de aforos las elevaciones y velocidades medias del agua, para calculer el gasto que pasa en el momento de efectuar dichas mediciones. a) Caracterfsticas de una estacién de aforos o hidromStrica Cualquier estacién de aforos que use el criteria seccién-ve locidad esté compuesta por tres partes esenciales que son: Control. Es una seccién transversal o tramo del cauce del rio que permite determinar la relacién entre las elevaciones del agua y sus gastos correspondientes Medidor deni eles. Es un instrumento que se instala aguas arriba del control, dentro de su intervalo de influencia, con el propési- to de determinar las fluctuaciones de elevacién con respecto al tiempo Seccién medidora. Es la seccién transversal de la corriente donde se valGa el gasto. La posicién de dicha seccién no esté restringida, y puede encontrarse aguas arriba o abajo de la seccién de control, pero también dentro de su zona de influencia. Muchas veces la seccién medidore es la misma que el control. b) Seccién de control De los tres componentes de la estacién de aforos, el mis im portante es el control, y para localizerlo se requiere de un cuidadoso es tudio del tramo del rfo donde se proyecte instalar una estacién de aforos. Se debe considerar que el mejor control es aquel donde la seccién casi no varia y que sirve para todas las elevaciones del rfo. Esto implica que si el perfil longitudinal del rfo es sinuoso, se deberd escoger una seccién sobrelevada, de tal manera que controle la mayor longitud de tramo de rfo; ademés, se debe evitar ubicarle cerca de la confluencia de otra corriente, para evitar el efecto de remanso. 102 c) Medici6én de elevaciones La elevacién de le superficie del agua en una corriente se define como la altura de dicha superficie referida a una cota arbitraria, que en algunos casos es el nivel del mar, o bien, un nivel inferior al fon do del cauce del rfo o su nivel en época de estiaje. Los aparatos utiliza dos para medir la elevacién de una corriente pueden ser manuales o automé ticos. A los aparatos manuales se les conoce como limnfmetros. El Limn{metro ms usual consiste en una regla graduada que se introduce en la corriente, El problema que presenta este tipo de aparatos es que no re gistran las elevaciones m&ximas, puesto que la informacién estA supedita- da al programa de lecturas que ejecute el operador. En general, en época de avenidas, se hacen lecturas de escala cada dos horas durante el dfa y, en época de estiaje, una diaria. Para registrar las elevaciones méximas, la regla graduada se marca con pintura soluble al agua; asf, se registra, entre los intervalos de medicién, la ocurrencia de alguna elevaci6én méxi- ma. Otro tipo de limnimetro, semejante al anterior, consiste en un peso suspendido de un cable. Este aparato se utiliza si se cuenta con una estructura superior al nivel del agua, por ejemplo un puente, que sir va como elevacién de referencia. Colocando el dispositivo sobre la eleva- cién de referencia, se mide la longitud del cable que soporte el peso, cuando este toca la superficie del agua; entonces, la elevacién de la su- perficie del agua es la elevaci6n de referencia menos 1a longitud del ce~ ble. Este aparato tiene los mismos inconvenientes que la regla graduada, con el problema adicional de requerirse una estructura de referencia. Los aperatos de registro autom&tico de la elevacién de una corriente con respecto al tiempo se conocen con el nombre de limnfgrafos. Los limnfgrafos tienen un flotador sobre la superficie del agua, el cual estd ligado a una aguja que marca sobre un papel de registro las variacio nes de los niveles de agua que le trasmite dicho flotador. El papel est4 montado sobre un cilindro, el cual tiene un sistema de relojerfa que le permite desplazarse de izquierda a derecha. As{, se obtienen registros de cambios de elevacién de la superficie del agua contra el tiempo en que ocurren. Cualquiera que sea el tipo de aparatos que se empleen, con viene colocarlos en la seccién de la corriente m4s sensible a cambios de nivel, pero siempre aguas arriba de la secci6n de control y dentro de su zona de influencia. Adem4s, deber4n protegerse contra la destruccién por materiales flotantes y colocarse en una zona donde no exista perturbacién del nivel del agua por efecto del viento. En general, si el aparato es un limnfgrafo, este se instala junto a la corriente, para lo cual se constru ye un pozo o una zanja en la orilla del rfo por medir (fig 4.8). El pozo se liga a la corriente mediante una tuberfa, no asf la zanja, la cual se construye transversal a la corriente. En el caso de un limnfmetro de esca la, este se instala sobre la margen del rfo, rebajéndola para que tenga un talud constante, o bien, sobre una zanja transversal a la corriente. 104 d) Valuacién del gasto Una vez conocida la seccién de control, es posible obtener el érea hidréulica para cualquier elevacién de la superficie libre del agua. Entonces, para calcular el gasto relacionado con esta érea hidréuli- ca, es necesario determinar la velocidad media de la corriente. Como la velocidad de la corriente no es uniforme, para obtener una mayor aproxima cién al valuar el gasto, se acostumbra dividir a la seccién transversal de la corriente en éreas parciales que, en general, son fajas verticales 105 (fig 4.9). Lo anterior tiene como finalidad definir los puntos de medicién de la velocidad de la corriente. Estos puntos se seleccionan de acuerdo con el criterio que se siga al valuar la velocidad media en una vertical, los cuales estén basados en considerar a la distribucién de la velocidad en una vertical como una parabola (fig 4.10). Nivel del agua 2 o2| 3 Vel media Zoa I O6 2 08 Fig 4.9 Forma de subdividir un cauce para valuar =~ 1.0) el gasto Vien m/s0g Fig 4.10 Curva de velocidades en la vertical de uno corriente Para valuar la velocidad media en una faja vertical se hacen mediciones de velocidad en puntos que se encuentren al 20 y 80 por ciento del tirante, a partir del nivel de la superficie libre del agua, y consi- derar al promedio como la velocidad media. Cuando la corriente es pequefa, se pueden presentar problemas al emplear el criterio anterior, debido a las dificultades para medir la velocidad; en este caso, es aceptable que la velocidad media de la corriente corresponda a la velocidad que se mida a una profundidad del 60 por ciento del tirante a partir de la superficie 106 libre del agua (fig 4.10). Un Gltimo criterio es la combinacién de los dos anteriores, 0 sea, aceptar como velocidad media al promedio de las ve locidades medidas al 20, 60 y 80 por’ ciento del tirante a partir de la su perficie libre del agua. Conocida la velocidad media en cada faja vertical, el gasto que pasa se calcula como a a= 2ay (4.5) donde a, érea de 1a faja vertical i, en m° (Fig 4.9) /, velocidad media de la faja vertical i, en m/seg (fig 4,10) @ — gasto instanténeo que pasa por la seccién de aforus en el mo- mento de efectuar las mediciones, en m°/seg En general, al valuar un gasto, los mayores errores se origi nan al medir las 4reas, m&s que las velocidades. Por esta razén, es conve niente dar una especial atencién a la medicién de la profundidad de una corriente. Cuando las velocidades de 1a corriente son bajas, no se presen tan problemas al obtener las éreas, pero cuando tiene velocidades medias mayores de 1.5 m/seg y el rfo es hondo, es diffcil hacer mediciones exac~ tas de las profundidades. Si la seccién medidora casi no varia, es posible obtener su contorno en época de estiaje, con lo cual se conoce a priori el érea de las fajas verticales para cada elevacién del agua. Si le seccién medidora cambia constantemente, de tal forma que no se considera una seccién fija, es necesario medir las profundidades para cada faja vertical donde se hagan determinaciones de velocidades. E1 sondeo de un rfo con altas velocidades se hace utilizando 407 un escandallo, el cual consiste en un peso de plomo de forma aerodindmica suspendido por un cable de acero. Lo més usual es que al mismo tiempo que se efectda el sondeo se mida la velocidad, con el objeto de evitar errores de posicién. Para medir la velocidad de la corriente de un rio se utiliza un molinete, que es un aparato formado por una hélice o rueda de aspas o de copas que, accionado por la corriente, gira sobre un eje montado en un dispositive de suspensién (fig 4.11), trasmitiendo su movimiento a un sis tema registrador que permite conocer el niimero de vueltas que da la héli~ ce o rueda en un intervalo de tiempo. La relacién entre el niimero de revo luciones en un determinado tiempo y la velocidad de la corriente se cono~ ce por observaciones de laboratorio efectuadas con anterioridad. 108 Al hacer las mediciones de velocidades en un rfo, en gene- ral, el molinete se liga al escandallo, colocéndolo a una distancia conve niente arriba del peso de plomo. Para efectuar los sondeos y los regis~ tros de velocidad en la seccién medidora de un rfo, si no hay un puente, se utiliza un sistema de cable-canastilla, donde se instala el operador que va a efectuar las mediciones. Este sistema permite hacer cualquier me dicién sobre su eje, que generalmente es transversal a la corriente (fig 4.12). Cuando las mediciones se efectdan utilizando un sistema de cable-canastilla, en aguas répidas y profundas, se tienen que hacer co- rrecciones, con el objeto de determinar la altura vertical de la corrien- te y la posicién relativa del molinete. 109 En la fig 4.13 se muestra la posicién que toma el escanda- lo al introducirlo en la corriente de un rfo. Para valuar la distancia vertical en el sitio donde se introduce el escandallo, se requiere que es- te sea lo suficientemente pesado para que llegue al fondo de la corriente a pesar de la fuerza de esta; ademés, que el peso sea soportado totalmen~ te por el cable y que este presente poca resistencia a la corriente. Si lo anterior se cumple, de la fig 4.13 se tiene que be =(I-K) ef (4.6) donde K es un coeficiente funci6én del angulo @ (tabla 4.1). Tabla 4.1 Valores de Ky @ @ K |e K_ | 4 | 0.0006 ]22 | 0.0248 | Superficie det | 6 | 0.0016] 24 | 0.0296 | i agua 8 | 0.0032] 26 | 0.0350 ‘Vertical | 10 | 0.0050} 28 | 0.0408 { versodere 12 | 0.0072] 30 | 0.0472 Cable mojado 14 | 0.0098} 32 | 0.0544 16 | 0.0128 | 34 | 0.0520 18 | 0.0164] 36 | 0.0698 Fig 4.13 Posicidn del escandallo en aguas rapidas 10 Esta forma de sondear una corriente utilizando el coeficien te K es correcta, siempre y cuando la direccién de la corriente no se des vile més de 10° de una perpendicular a la secci6n de medicién. 4.5.3 Relacién seccién-pendiente Este criterio permite obtener el gasto de una corriente a partir de la férmula de Manning. Para esto se requiere conocer las carac~ terfsticas topograficas del tramo de rfo donde se quiera valuar el gasto y el nivel del agua para ese gasto en las secciones transversales del ini- cio y terminacién del tramo. El tramo de rfo debe ser lo més uniforme posi ble, para no tener secciones de control dentro de é1. Segtin Manning 2/3572 (4.7) donde mn coeficiente de rugosidad de Manning R radio hidréulico, en m 5 pendiente del gradiente de energia v velocidad media, en m/seg Si se conoce el érea hidréulica de la seccién transversal A, sustituyendo la ec 4.7 en la ec 4.4, se tiene que el gasto es Q A Rel3gh/2 (4.8) Si se denomina con sub{ndice 1a las caracterfsticas de la secci6n inicial aguas arriba del tramo en estudio, y con subindice 2 a las ceracterf{sticas de la seccién final aguas abajo del tramo, los elementos de la ec 4.8 se pueden calcular como sigue A\tAg Rit Re he Oe, rete, at 2 2 aan y hes 2th, th; donde h, pérdida por turbulencia,, en m h, pérdida de carga de velocidad, en m z desnivel entre las secciones 1 y 2, en m L — longitud horizontal entre las secciones 1 y 2, en m En general, las pérdidas h, y h, pueden despreciarse, aunque pueden ser de consideracién si las velocidades en las secciones 1 y 2 son muy diferentes.* Debido a su sencillez, este criterio tiene gran aplicacién cuando se desea conocer el gasto en un rfo del cual no se disponen datos. Debe considerarse que en este criterio se supone un régimen establecido; esto no acurre cuando se tiene una avenida, que generalmente es el caso de mayor interés. Por otra parte, el gasto estd en relacién directa con el coeficiente de rugosidad de Manning, lo que origina que un error en la valuacién de este trascienda en el valor del gasto. Este criterio es ideal para completar registros de gastos de una estacién hidrométrica, ya que en este caso se dispone de suficientes datos para valuar con bastante precisién el coeficiente de rugosidad de Manning. 4.6 Curvas elevaciones-gastos Una vez valuado el gasto en la seccién de medicién y conoci da la elevacién correspondiente de la superficie del agua, es posible dibu * Ven Te Chow, “Open Channel Hydraulics", McGraw-Hill, Nueva York (1959) 112 jer una curva de elevaciones contra gastos (fig 4.14). Esta curva es conti nua si la seccién de control es constante y no se presentan alteraciones debidas a sedimentacién 0 erosién y, ademas, si la corriente tiene régi- men establecido en el momento de efectuar las mediciones de elevaciones y de gastos. £1 disponer de curvas elevaciones-gastos resulta de gran uti lidad, pues permite inferir el gasto conociendo solo la elevacién de la superficie del agua. Cuando el régimen no esté establecido y se desea de- ducir el gasto a partir de la curva elevaciones-gastos, se le deberén he cer correcciones dependiendo de las causas por las que el régimen no esté establecido. Los ajustes principales pueden ser por variacién en la sec~ ci6n de control, por el paso de una avenida, o por efectos de remanso. A continuacién se describen estos ajustes, as{ como las téc nicas existentes para extrapolar curvas elevaciones-gastos, cuando son em pleadas para elevaciones mayores que las aforadas. Lecturas de escala,en m 6 T 4 a ae | ° | —_ oO 200 400 600 800 1000, 1200 1400 Q,en m/seg Fig 4.14 Curva de gastos. Estacién La Angostura , rlo Grijalva 113 4.6.1 Ajuste por variaciones en la seccién de control El uso que se le pueda der a esta curva para valuar el gas~ to a partir de le elevacién de la superficie del agua depende de la sec~ cién de control y, por lo tanto, de cada rfo en particular. Si la seccién de control es estable, se puede usar una curva elevaciones-gastos por pe~ riodos de tiempo muy grandes e ir ajustando los gastos deducidos de la curva a partir de una serie de aforos hechos esporédicamente. Si la sec- cién de control cambia continuamente, resulta diffcil disponer de una cur va de elevaciones-gastos; en general, los cambios acurren en época de ave nidas, por lo que conviene en estos casos rehacer las curvas de elevacio~ nes-gastos después de estas épocas, efectuando los aforos necesarios para volverla a construir. Cuando los cambios en la seccién de control son lentos y so lamente ocurren durante algunas avenidas, se ajustan los gastos deducidos ge la curva elevaciones-gastos con solo disponer de algunos aforos adicio nales. Es usual efectuar algunos aforos al mes, y deducir los otros gastos a partir de la curva elevaciones diarias del rfo. Si los aforos realizados coinciden con la curva de elevaciones-gastos disponible, se acepta que la seccién de contrel no ha cambiado y que no es necesario corregir los gas~ tos calculates con dicha curva. En caso contrario, se procede a trazar una curva del cambio de elevacién entre la elevacién medida para cada gasto aforado, y la ele- vacién para ese mismo gasto obtenida a partir de la curva elevaciones-gas tos, respecto al tiempo en que ocurrié ese gasto. Una vez trazada la curva de cambios de elevacién respecto al tiempo, se podrén calcular los cambios de elevacién que se deben hacer a cada elevacién medida para usar la curva ¢lesaciones-gastos y calculer el 14 gasto correcto. Ejemplo 4,1. Calcular los gastos diarios en el mes de junio para un deter minado rfo, si se conocen los niveles diarios del agua y seis aforos efec tuados durante ese mes (tablas 4.2 y 4.3, cols 2 y 3). Se dispone de le curva elevaciones-gastos (fig 4. 15a). Con los gastos conocidos (tabla 4.2, col 3), se utiliza la curva elevaciones-gastos (fig 4.15a) y se obtienen las elevaciones corres pondientes a esos gastos, asf como el ajuste de las elevaciones aforadas para que al emplear la curva elevaciénes-gastos se obtenga el gasto afora do. En la tabla 4.2 se muestran estos célculos, los cuales permiten cons- truir la fig 4.15b. Tabla 4.2 Ajuste de las elevaciones reales Elev Gasto aforado,| Elev deduc | Correccién, Fecha | fegistrada, | en m3/seg curva E~Q(m) enm enm junio 1 2.32 268 2.31 0.01 8 1.84 163 1.74 0.10 uN 1,28 88 1.20 0.08 16 1.34 122 1.46 40,12 a wu 80 1.13 +0.02 28 0.79 47 0.81 40,02 5 Tabla 4,3 Ajustes por variaciones en la Seccién de Control Elevacién | Gasto aforado | Correccion | Elevacién | Gasto | Fecha registrada m3/seg (m) ajustada m3/seg (m) (m) junio 1 2.32 268 70.01 2.31 268 2 2.31 0,03 2.28 262 3 2.31 0.08 2.23 253 4 2.24 0.06 2.18 241 5 2.16 0.07 2.09 225 6 2.07 0.09 1.98 205 7 1.97 0.11 1.86 185, 8 1.84 163 0.11 1,73 163 9 1,65 0.10 1.55 136 10 1.45 0.09 1.36 108 VW 1,28 88 0.08 1,20 88 12 WS. 0.06 1,09 75 | 13 1,06 0.02 1.04 6? 14 1.12 0.04 1.16 84 15 1.21 0.10 1,31 101 16 1.34 122 6.12 1.46 122 17 1,52 O.11 1.63 147 18 1,47 0.07 1,54 133, 19 1,38 0.04 1,42 W7 20 1,24 0.03 1.27 96 21 ral 80 0.02 1.13 80 22 1.02 0.02 1.04 oy 23 0.95 0.02 0.97 62 24 0.89 0.01 0.90 56 25 0.85 0.01 0.86 51 26 0.80 0.02 0.82 a7 27 0.77 0.79 44 28 0.79 47 0.82 47 29 0.81 0.84 49 30 0.80 3 49 250 Elevacion, eam 200 150 100 60 30 50 100 150) 200 250 270 Gasto, en mYseg a) Curva elevaciones ~ gastos +015 +010 ~ +0.05 + Incrementos de elevacién 0 = -0.05 -0.10 -015 0 5 10 15 20 25 30 Tiempo,en dias b)Curva de variaciones de incrementos de elevacién respecto al tiempo Fig 4.15 417 Una vez hecha la fig 4.15b, se procede a calcular, para ca da dfa en que se desee obtener el gasto, el valor de la correccién que de be hacerse a la elevacién para poder usar la curva elevaciones-gastos. En la tabla 4.3, col 4, se muestran dichas correcciones; en la col 5 se tie~ ne la elevacién ya ajustada (col 5 = col 2 + col 4), y en la col 6 el gas to deducido a partir de estas elevaciones y la fig 4. 15a. 4.6.2 Ajuste por cambio de régimen El trazo de la curva elevaciones-gastos implica que el régi men es establecido. En general, el régimen de un rfo varfa continuamente, pero solo cuando se tiene escurrimiento base se pueden aceptar gastos cons tantes durante un cierto intervalo de tiempo, por ejemplo, un dfa, y se puede hablar de un régimen establecido. Cuando se tiene una avenida, 1o anterior no es factible, debido a que el gasto varfa continuamente. Duran te el ascenso de la avenida, el gasto es mayor que a régimen establecido para la misma elevacién, asf como durante el descenso el gasto sera menor. Esto se debe al efecto que tiene la celeridad de la onda al pasar por la seccién de aforos. La correccién al gasto se plantea a partir de las pendientes. es la pendiente de la superficie del agua a régimen establecido, la pendiente S de la superficie del agua, cuando se tiene una avenida,es S* Smt 55 GP (4.9) donde U celeridad de la onda de avenida, en m/seg se variacién de la elevacién, en m/seg Si se acepta que en la seccién de aforos todos los factores 118 Ppermanecen constantes y que solo cambia la pendiente, a partir de le fér- mula de Manning (ec 4.7), se tiene que al (4.10) Sm . @_ gasto a régimen establecids, en m*/seg a, Qn donde @_ gasto real, en m°/seg Ss pendiente de la onda pendiente de la superficie del agua a régimen establecido Sustituyendo la ec 4.9 en la ec 4.10 y despejando @_, se ob tiene (4.40) Al analizar esta ecuacién, se ve que el Gnico término desconocido es U, ya que 9, se obtiene de le curva elevaciones-gastos para la elevacién regis- trada en el instante que se desea conocer el gasto, S, se deduce a partir de la férmula de Manning, ec 4.7 si se conoce n, o bien se obtiene, cuan— do se tenga régimen establecido, utilizando una estacién auxiliar aguas abajo de la estacién de aforos, la cual solo registra elevaciones de agua. sE/dt es la pendiente, con signo contrario, de la curva de elevaciones con tra tiempo para ese instante; se acostumbra usar el cambio en la elevacién gue ocurre durante 1a hora que precede al instante para el cual se quiere valuar el gasto. 0 cualquier otro intervalo de tiempo. dependiendo de los datos disponibles y la precisién que se desee. Para calcular la celeridad de la onda de avenida U, se apli- ca la teorfa de las ondas. Una onda de entrada similar a la que se presen ta cuando ocurre una avenida en un rfo, se puede representar como se indi- ca en la fig 4.16, 119 Fig 4.16 Onda de entrada Suponiendo que la onda fuera de este tipo y que en el rfo se tuviera régimen establecido con tirante y,, y velocidad v,, una vez que en tra la onda se tendré un nuevo flujo establecide con tirante y, y veloci- dad v,. Las dos regiones de flujo establecido estén separadas por la confi guracién de la onda ab dc, en donde se tiene flujo no establecido. Esta con figuracién se desplaza con una celeridad U mayor que v,, 0 que v. 2 Cuando la celeridad de la onda U es mayor que la velocidad 1 media del’flujo precedente a la onda, un volumen de agua igual a (U-v,)a, deberd entrar al frente de la onda en ab, donde a, es el 4rea de la seccién 1 transversal y v, su velocidad media. Sin embargo, como la configuracién de la onda tiene una forma y volumen constante, una cantidad igual de agua de beré dejar la seccién cd, cuya érea transversal es ay,y vz su velocidad me diaz entonces (U-v)) a) = (U-va)ag (4.12) 120 La fuerza requerida para producir el cambio de volumen de la seccién cd a ab, se valda como (4.13) donde g aceleracién de la gravedad, en m/seg™ y peso especffico del agua, en ton/m? Ademés, la fuerza F es igual a la diferencia de presiones hidrostéticas sobre las 4reas a, y a,, 0 sea F=yo%o-yo ¥, (4.14) donde A y ¥, son los tirantes al centro de gravedad de las secciones ab y ed, respectivamente (fig 4.16). De las ecs 4.13 y 4,14, se tiene que (U-v)) a, (4.15) Al despejar v, de la ec 4.12, y sustituyéndola en la ec 4.15, se obtiene el valor de la celeridad como a2; 0, Y Us yt / SECTS (4.16) En este caso el signo del radical es positivo, ya que se tie ne una onda que tiene la misma direccién de la corriente. En la ec 4,16, para valuar la celeridad, se requiere conocer las caracterfsticas hidréulicas en la seccién de aforos entre los interva~ los de tiempo para los cuales se desee calcular la celeridad. A partir de las ecs 4.11 y 4.16 es posible determinar el gas 121 to real en una seccién de afores, conociendo la variacién de niveles res- pecto al tiempo y disponiendo de una, curva elevaciones-gastos. Otra forma de obtener la celeridad de la onda de avenida es efectuando aforos durante el paso de una avenida. Al contar con un némero suficiente de mediciones se puede obtener una relacién entre las elevacio nes de la superficie del agua y la relacién 1/US,, 0 bien, una relacién directa entre (a,/a,)° -1 y (1/us,) dE/at, que es una recta de acuerdo con la ec 4.11, la cual se puede extrapolar. Ejemplo 4.2. Determinar el hidrograma de 1a avenida que origin6, en la es tacién de afores de la Anggstura, Chis., el registro de elevaciones hora rias mostradas en la tabla 4.4. En la tabla 4.4 se muestra el célculo de 1a celeridad de la onda, de acuerdo con la ec 4.16. Como la seccién de aforos de la Angostu- ra, Chis.,es muy ancha y tiene forma casi rectangular, el tirante al cen tro de gravedad se consideré de la mitad del tirante de agua. Las cols 5 y 6 son iguales a las cols 2 y 4, solo que desplazadas un intervalo de tiempo, que en este caso es de una hora, En la tabla 4.5 se tiene el célculo del gasto real a partir de la correccién hecha al gasto obtenido de la curva elevaciones-gastos (col 6), aplicando la ec 4.11. 122 Tabla 4.4 Célculo de la celeridad de 1a onda pora diferentes elevaciones Elevacién } 91. Tironte 1 22 | ¥2 | v. 1 (m) | (nm?) (m) (2, 420,246 103.56 1.40 0.700 150.92 420.821 150.92 2.03 1.015 170.16 421,096 170,16 2.28 1.140 260.20 422,246 | 260.20 3.42 1.710 268.00 422,346 268.00 3.54 1,770 196,28 421.446 196,28 2.63 1,315 162.76 420.996 162.76 2.18 1,090 139.12 420,696 139.12 1,87 Tabla 4.5 Ajuste del gosto obtenido de la curva elevaciones-gastos debido al paso de una ovenida E OE LE Q (=) Bred | Ur | Th Elevacién (rn 420.246 0.575 1,597 208 420.821 0.275 0.764 0.055 1,023 356 421,096 1.150 3.194 0.172 1.081 482 422,246 0.100 0,278 0.014 1,008 1008 422.346 -0.900 2.500 0.142 0.967 1025 421.446 -0,450 1.250 0.084 0.956 573 420.996 -0.300 0.833 396 420.696 123 4.6.3 Ajuste por remanso Este ajuste a los gastos obtenidos a partir de la curva ele vaciones-gastos se debe hacer cuando se tiene remanso. Este puede ocurrir por obstruccién del rfo, aguas abajo de la estacién de aforos, por depési to de material, o bien por tener cerca un tributario que incremente el gasto; también si aguas abajo existe una presa. El efecto de remanso en el régimen de la corriente se puede cuantificar en la estacién de aforos, con base en el cambio de pendiente respecto a la que se tendrfa para esas condiciones a régimen establecido. Esto se puede analizar estudiando la liga de la pendiente hidréulica con la relacién elevaciones-gastos. £1 gasto que se obtiene de la curva elevaciones-gastos para una determinada elevacién es el que se tiene a régimen establecido. En el caso de ocurrir remanso, para esa misma elevacién se tendré otro gasto. Del andlisis de la férmula de Manning (ec 4.7) se ve que la relacién entre esos dos gastos puede escribirse en forma general, y de acuerdo con la ec 4,10, como (4.17) donde gasto obtenido de la curva elevaciones-gastos (gasto a régimen establecido) para una cierta elevacién, en m°/seg @, gasto real que pasarfa para le misma elevacién en la cual se dedujo Q, en el caso de existir remanso, en n°/seg pendiente correspondiente al gasto @, S, pendiente correspondiente al gasto O. 424 Si se analiza la ecuacién anterior, se ve que para valuar el gasto Q, se necesita conocer S_. Para esto se requiere instalar una es tacién auxiliar aguas abajo de la estacién de aforos, en la cual se regis tren elevaciones. Se recomienda colocarla a una distancia tal que, para régimen establecido, tenga un desnivel de la superficie libre del agua respecto a la estacién de aforos de aproximadamente 30 cm. Como la distancia entre las dos estaciones es fija, la ec 4,17 puede escribirse como (4.18) donde desnivel de la superficie libre del agua entre la estacién de aforos y la auxiliar, cuando ocurre el remanso, en m hn desnivel de la superficie libre del agua entre la estacién de aforos y la auxiliar, a régimen establecido, en m Cuando sea posible efectuar mediciones de gastos en la esta~ cién de aforos, no habiendo régimen establecido, la ec 4.18 se expresa en forma general como (4.19) a cual se ajusta mejor a las condiciones reales que la ec 4.11. Debido a la existencia de la estacién auxiliar, en lugar de usar la pendiente a régimen establecido se puede considerar como desnivel constante. Esto trae como consecuencia que la curva elevaciones-gastos se interprete como si hubiese sido deducida para un desnivel constante. En la fig 4.17 se muestra una curva de elevaciones-gastos para un desnivel 125 constante y los diversos gastos aforados para otros desniveles. 15 Elevacidn, enm 10 ° OQ Q, 2000 4000 Q,en miseg°OO? Fig 4.17 Relacién entre gastos y elevaciones para diferentes desniveles Cuando se dificulta aforar el gasto debido a un remanso, re sulta facil valuarlo utilizando la ec 4.18 0 4.19, si se dispone de una curva elevaciones-gastos y de una estacién auxiliar. Como la estacién auxi, liar es fija, el valor de h, es constante, por lo cual, lo dnico que se de berd conocer seré h, y la elevacién del agua en la estacién de aforos. Es~ ta Gltima permitira conocer, a partir de la curva elevaciones-gastos, el valor de Q.,. 126 Ejemplo 4.3. Obtener el gasto en una estacién de aforos que dispone de la informacién mostrada en la fig 4.17, para una elevacién de la superficie libre del agua de 8 m, si al mismo tiempo se presenté un desnivel entre la estacién de aforos y la auxiliar de 50 cm. A partir de la informacién de la fig 4.17, se procede a de- terminar la ec 4,19. Si la ec 4.19 se transforma usando logaritmos, esta representa una recta con pendiente n. Asf, en la fig 4.18 se muestran en papel logarf{tmico la relacién de o/o,, contra hh, obtenidos de la fig 4.17. Oe lo anterior se obtiene 135}-—-— 4 Ou pit poi tin po tiie or os 1 167 S10 h/t 50 100 i t [ ' | L 6 Fig 4.18 Determinacion de n (ec 4.19) 127 Una vez hecho esto, para calcular el gasto correspondiente a una elevacién de la superficie libre del agua de 8 m y un desnivel de SO cm, se emplea la ecuacién anterior o la fig 4.18 para ajustar el valor del gasto obtenido de la fig 4.17 para un desnivel de 30 cm. Asf, de la fig 4.17 para una elevacién de 6 my h, = 30 cm se obtiene que el gasto es de 1600 m°/seg. Por otra parte, para una relacién de h,/h, = 50/20 = 1.67, de la fig 4.18 se obtiene @,/0, = 1.35, por lo que Q, = 1.35 x 1600 = 2160 4.6.4 Extrapolacién de curvas elevaciones-gastos Aunque posteriormente se veraén técnicas de probabilidades y estad{sticas que permitirdn conocer la ecuacién de la curva que relacio na parejas de puntos (cap 9), en este inciso se analizarén los criterios que existen basados en principios hidréulicos y caracterfsticas de la cur va elevaciones-gastos, para extrapolar estas curvas. La extrapolacién de las curvas elevaciones-gastos es impor tante, ya que, generalmente, cuando se tienen gastos altos, estos no se afo~ ran debido a las dificultades que se presentan al hacerlo. a) Método de Stevens Este método se basa en 1a férmula de Chezy, la cual se escri, be como ta. Q=ACcR* s? (420) 128 donde A Grea de la seccién transversal del rfo, en m © coeficiente de rugosidad de Chezy @ gato, en m°/seg R radio hidréulico, en m o pendiente hidréulica Para grandes elevaciones del agua se considera que A tiende 4 al tirante medio de la seccién hidréulica 0 y que S® es constante. Enton- ces, la ec 4.20 se escribe como Q = kaAJ/D (4.21) donde k es una constante. Si la ec 4.21 es verdadera, al dibujarse en una gréfica los valores conocidos de @ contra A./O se agruparén en una lines recta. Por otra parte, se supone que, para tirantes grandes, A/D es fun cién de la elevacién del agua, y es muy facil de calcullan ya que es une condicién geométrica. Con esto se ha logrado relacionar indirectamente las eleva- ciones contra los gastos, con base en la funcién A./D. Adenés, A/D se puede calcular para cualquier elevacién y como Q contra A./D es una linea recta, esta se puede extrepolar lo que se desee (fig 4.19). 129 Q en m/seg 1000 2000 __ 3000 50002. s c 4000__5000 ASD 4000 Curva extrapolada 3000) 2000} 1000] 40 Elevacién,en m Fig 4.19 Método de Stevens para la extrapolacion de las curvas E-Q b) Método logaritmico Si la seccién de control es aproximadamente simétrica, con respecto a un eje central,este criterio se emplea con ventaja respecto al anterior. Se basa en deducir la ecuacién de la curva elevaciones-gastos de los datos conocidos, para después inferir los desconocidos. Se acepta que la relacién elevaciones-gastos se expresa por la ecuacién Q=c(E-a)" (4.22) donde a gasto aforado en régimen establecido, en m?/seg E elevacién de la superficie libre del agua para ese gasto, en mn 120 a elevacién correspondiente a un gasto nulo c, 1 constantes para cada estacién Si se toman logaritmos, 1a ec 4.22 se transforma en log Q = loge +n log (E~-a) (4.23) que es la ecuacién de una lfnea recta con pendiente n y ordenada al origen log C. En general, el valor de a se conoce en forma eproximada, por Jo que 1a ec 4.23 se obtiene por tanteos. Se supone un valor de a, y cono cides Q y E, se traza sobre el papel logar{tmico la gréfica Q contra E - Cuando el valor de a sea el correcto, los puntos se agruparén en una linea recta, con lo cual se podrén deducir c y n (fig 4.20). — — 3.0 2.0 T + he ay 19.50 Bee 1.0 +t, 08 0.6 0.5 a | 0.4 42 03 of 19.50 T 2.32 = 1.63 0.2 7 Q=80(E-0.42)' 65-4 O.L Jtiy Li) "25 456 810 20 30 40 5060 80 100 200 300 500 700 Gasto, en m3/seg Fig 4.20 Método logaritmico para la extrapolacidn de curvas E-Q 131 4.7 Referencias Linsley, Kohler y Paulhus, “Applied Hydrology", McGraw-Hill International Students Edition J. M. de Wiest, "Geohydrology", John Wiley and Sons, Inc. (1965) Wisler y Brater, "Hydrology", John Wiley and Sons, Inc. (1963) 133 5, INFILTRACION El anélisis de este componente del ciclo hidrolégico es de importancia baésica en la relacién entre la precipitacién y el escurrimien to, Esta liga se describié en el cap{tulo anterior cuando se analizé el ciclo del escurrimiento. Aqui se indican los factores que influyen en la infiltracién, asf como la forma de medirla. Adem&s, se dan criterios para calcularla a partir de la precipitacién y el escurrimiento. 5.1 Aspectos generales Infiltraci6n es el proceso por el cual el agua penetra en los estratos de la superficie del suelo y se mueve hacia el manto freatico. El agua primero satisface la deficiencia de humedad del suelo y, después, cualquier exceso pasa a formar parte del agua subterrénea. La cantidad maxima de agua que puede absorber un suelo en determinadas condiciones se llama capacidad de infiltracién. Durante una tormenta solo se satisface la capacidad de infiltracién mientras ocurre la lluvia en exceso. Antes o después de la lluvia en exceso, la capacidad de infiltraci6n est4 ligada a la intensidad de lluvia (subcapftulo 4.3). 134 5.2 Factores que afectan a la capacidad de infiltracién La infiltracién puede considerarse como una secuencia de tres pasos: entrada en la superficie, trasmisién a través del suelo, y agotamiento de la capacidad de almacenaje del suelo. Ademds de estos fac- tores, se deben tener en cuenta el medio permeable y el flujo. 5.2.1 Entrada en la superficie La superficie del suelo puede obstruirse por el lavado de finos y el impacto de gotas de agua, lo cual evita o retarda 1a entrada del agua dentro del suelo; por este hecho, un suelo con una buena red de drenaje puede tener baja capacidad de infiltracién. La vegetacién tiene una influencia importante en este aspecto. 5.2.2 Trasmisién a través del suelo La rapidez con que el agua penetra en un suelo depende de su capacidad de trasmisién, la cual varfa para los diferentes horizontes del perfil del suelo; una vez que este se ha saturado, la capacidad de in Filtraci6n esté limitada por la menor trasmisién del agua infiltrada que tenga el suelo. Si la entrada del agua en la superficie del suelo es menor que la trasmisién més baja de cualquier horizonte del suelo, la infiltra- cién quedaré supeditada. 5.2.3 Agotamiento de la capacidad de almacenaje del suelo £1 almacenaje disponible en cualquier horizonte depende de su porosidad, espesor y contenido de humedad. La naturaleza y magnitud de la porosidad del horizonte del suelo depende de su textura, estructura, 135 contenido de materia orgénica, penetracién de las rafces y muchos otros Factores. La infiltracién que ocurre en el inicio de la tormenta esté controlada por el volumen, tamafio y continuidad de los pores no capilares, ya que proporcionan faciles trayectorias para el movimiento del agua. La capacidad de almacenaje afecta directamente a la cantidad de infiltracién durante la tormenta. Cuando esta Ultima cantidad esté controlada por su trasmisién a través de los estratos del suelo, esta iré disminuyendo con forme se agote el almacenaje de los estratos superiores al estrato que tiene la menor trasmisién, 5.2.4 Caracterfsticas del medio permeable Para el suelo, la capacidad de infiltracién esté relaciona— da con el tamafio del poro y su distribucién. En las arenas, los poros son relativamente estables, aunque durante una tormenta se puede formar una mezcla més densa; sin embargo, este cambio en las arenas es relativemente lento comparado con las arcillas y los limos. En suelos en estado seco con cantidades apreciables de lino © arcilla, es posible tener porns relativamente largos que pueden desinte grarse durante una tormenta, Dichos suelos normalmente contienen material coloidal, el cual se hincha cuando est& hiimedo; asf, un cambio en la per- meabilidad de la masa es m&s frecuente que en las arenas. Por otra parte, 1 impacto de las gotas de agua compactan el suelo y ocasionan que parti- culas muy pequefias de limo y arcilla penetren en los pores del material, selldndolos y reduciendo la infiltracién. Las modificaciones del tamafio del poro y su distribucién son comunes en el campo, y dependen principalmente del contenido de materia 136 orgénica del suelo. 5.2.5 Caracterfsticas del flujo Otro grupo de Factores que afectan a la infiltracién, aun que en grado menor, son aquellos que modifican las caracterfsticas ffsi- cas del agua. Uno de los cambios més importantes en el agua infiltrada es su contaminacién, que, en la mayorfa de los suelos, ocurre en menor 0 mayor escala, debido a las arcillas finas y los coloides. Esto afecta en forma directa a la infiltracién, ya que el material en suspensién que lle va el agua infiltrada bloquea los poros del suelo por los cuales pasa. La temperatura y viscosidad del fluido también afectan a la cantidad de agua que se mueve a través del suelo. 5.3 Medicién de la infiltracién Para medir la infiltracién de un suelo se usan los infiltré metros, que sirven para determinar la capacidad de infiltracién en peque- fas 4reas cerradas, aplicando artificialmente agua al suelo. Los infiltrémetros se usan con frecuencia en pequefias cuen— cas 0 en reas pequefias o experimentales dentro de cuencas grandes. Cuando en un érea se presenta gran variacién en el suelo y vegetacién, esta se subdivide en subéreas relativamente uniformes, de las cuales, haciendo una serie de pruebas, se puede obtener informacién acep- table. Siendo la infiltracién un proceso complejo, a partir de los infiltrémetros es posible inferir la capacidad de infiltracién de cualquier cuenca en forma cualitativa y no cuantitativa. La aplicacién m&s favorable de este equipo se obtiene en zonas experimentales, donde se puede valuar 137 la infiltracién para diferentes tipos de suelo y contenido de humedad, Los infiltrémetros se pueden dividir en dos grupos, de car- ga constante y simuladores de lluvia. 5.3.1 Infiltrémetros de carga constante Estos infiltrémetros permiten conocer la cantidad de agua que penetra en el suelo en un érea cerrada, a partir del agua que debe agregerse a dicha 4rea para mantener un tirante constante, que generalmen te es de medio centimetro. Los infiltrémetros de carga constante m4s comunes consisten en dos aros concéntricos, o bien en un solo tubo. En el primer tipo, se usan dos aros concéntricos de 23 y 92 cm de didmetro, respectivamente, los cuales se hincan en el suelo varios centfmetros (fig 5.1). Superficie del Superficie del rena ae Ss HA IRB ei AHR OEE MANET SS Fig 5.1 Infiltrometro El agua se introduce en ambos campartimientos, los cuales deben conserver el mismo tirante, El objeto del aro exterior es evitar que el agua dentro del aro interior se expanda en una zona de penetracié 138 mayor que el érea correspondiente. La capacidad de infiltracién del sue— lo se determina a partir de la cantidad de agua que hay que agregar al aro interior para mantener su tirante constante. El segundo tipo consis te en un tubo que se hinca en el suelo hasta una profundidad igual a la que penetra el agua durante la medicién, lo que evita que el agua se ex- panda. En este caso se mide el agua que se le agrega para mantener el ni vel constante. Aunque estos aparatos proporcionan un método simple y direc to para determinar la cantidad de agua que absorbe el suelo con estas con diciones, solo considera la influencia del uso del suelo, vegetacién y al gunas variables f{sicas. Esta forma de medir le infiltracién puede cambiar con respecto a la real, porque no toma en cuenta el efecto que producen las gotas de lluvia sobre el suelo, como son la compactacién y el lavado de finos. Por otra parte, tampoco considera el efecto del aire entrampado, el cual se escapa lateralmente. Adem&s, es imposible hincer los aros 0 el tubo sin alterar las condiciones del suelo cerca de su frontera; el drea afectada puede ser un porcentaje apreciable del 4rea de prueba, ya que es ta es muy pequefia. $.3.2 Simuladores de lluvia Con el objeto de evitar en lo posible las fallas de los in= filtrémetros de carga constante, se usan los infiltrémetros que simulan la lluvia, aplicando el agua en forma constante al suelo mediante regaderas. €1 érea que estos simuladores cubren vara generalmente en- tre 0.1m? y 40 m?, En estos aparatos 1a capacidad de infiltracién se de- duce midiendo el escurrimiento superficial resultante de una lluvia unifor me, Existen diversos tipos de infiltrémetros de esta clase, dependiendo 139 del sistema generador de lluvia y la forma de recoger el escurrimiento su perficial del drea en estudio, A continuacién se indica el método de anélisis para obtener la curva de la capacidad de infiltracién de un suelo mediante un ejemplo numérico, empleando un simulador de lluvia, Esto permitiré ademds diferen ciar numéricamente los diversos elementos que intervienen en el ciclo del escurrimiento, de acuerdo con lo visto en el subcap{tulo 4.2. Conviene puntualizar que, en la actualidad, este tipo de andlisis se realiza en cuencas experimentales, con objeto de conacer en forma més precisa todos los factores que intervienen en la relacién lluvie-escurrimiento. Ejemplo 5.1. Obtencién de la curva de la capacided de infiltracién de un suelo, usando un simulador de lluvia tipo F. Una vez calibrado el aparato, se inicia una corrida de prue ba con una intensidad de lluvia constante, hasta obtener un escurrimiento constante (fig 5.2). Esto tiene como objeto disponer de un suelo con capa cidad de infiltracién constante y, adem&s, relacionar la detencién del flujo, 0, con el escurrimiento, q, a partir de la curva de vaciado de es— te. En la tabla 5.1, col 2, aparece la variacién de q (expresado en lami- na de agua) durante la corrida de prueba, la cual duré 160 min. En la col 3 se indica el incremento de volumen de escurrimiento, AQ, entre los in- tervalos de tiempo correspondientes, y en la col 4, el volumen de escurri miento acumulado, Q, desde cero hasta 120 min y de 160 a 120 min. 140 Tabla 5.1 Andlisis de un infiltrémetro simulador de Iuvia 4 4Q Q D Pe P PP, aF f em/he em em cm cm em cm em | em/hr 0 0 5 0 10 0,10 | 0,008 | 0,008 | 0,013 | 0,021 | 0,833 | 0,812 | 0,812 | 4.872 20 0.40 | 0,042 | 0,050 | 0,048 | 0,098 | 1.666 | 1,568 | 0,756 | 4.536 30 0.90 | 0.108 | 0,158 | 0.130 | 0,288 | 2.500 | 2.212 | 0,644 | 3,864 40 1.70 | 0.216 | 0.374 | 0.293 | 0,667 | 3.333 | 2.666 | 0.454 | 2.724 50 2.45 | 0.345 | 0.719 | 0.450 | 1.169 | 4.166 | 2.997 | 0.331 | 1.986 60 3.00 | 0.454 | 1.173 | 0.588 | 1.761 | 5.000 | 3.239 | 0,241 | 1.452 70 3.50 | 0.542] 1.715 | 0.713 | 2.428 | 5.833 | 3,405 | 0.166 | 1.000 80 3.80 | 0,608 | 2.323 | 0.772 | 3.095 | 6.666 | 3.571 | 0.166 | 1.000 90 4,00 0.650 | 2,973 0.791 3.764 7.500 3.736 0.165 1,000 100 4,00 | 0,667 | 3.640 | 0.791 | 4.431 | 8.333 | 3.902 | 0.166 | 1.000 0 4.00 | 0,667 | 4.307 | 0.791 | 5,098 | 9.166 | 4.068 | 0.166 | 1,000 120 4,00 | 0,667 | 4.974 | 0.791 | 5.765 | 10,000 | 4.235 | 0.167 | 1.000 120 4,00 | 0.480] 0.791 | 0.791 1,000 136 1.75 | 0,208 | 0.311 | 0.311 0.438 146 0.75 | 0.083 | 0,103 | 0.103 0.188 150 0.25 | 0,020 | 0.020 | 0.020 0.063 160 0 0.000 180 0 190 0.65 | 0.054 | 0,054 200 1,70 | 0.196 | 0.250 210 2.98 | 0.390 | 0.640 220 3.70 | 0.557 | 1.197 230 3.95 | 0.638 | 1.835 240 4,00 | 0,663 | 2.498 240 4.00 | 0,480 | 0.791 | 0.791 250 1.75 | 0.208 | 0.311 | 0.311 260 0.75 | 0,083 | 0.103 | 0,103 270 0.25 | 0,020 | 0.020 | 0.020 280 0 po 141 q,en cm/h Corrida de prueba Corrida analitica 5.000) 4.000) 3000 qe 2.000] ! o 30° 60—80—~—~C*SKDS—SS BOI A370 tiempo,en mir Fig 5.2 Andlisis de un hidrograma tipo, producido por un infiltrémetro simulador de lluvia te Lo anterior tiene com objeto conocer el volumen de escurri miento retenido en la parcela en estudio, a partir de la curva de vaciado del hidrograma. As{, se puede decir que a los 120 min falta por salir 0.791 cm de escurrimiento; a los 130'min, 0.311 cm, etc., lo que represen ta la detencién superficial, 0, para esos tiempos, la cual se puede rele~ cionar con los escurrimientos correspondientes, q. Con estos puntos conoci dos, se procede a encontrar una relacién entre ellos, haciendo una gréfi- ca en papel logarf{tmico (fig 5.3). En la tabla 5.1, col 5, se indican los valores de le detencién superficial para los diferentes valores de q. A continuacién se obtiene la lluvia en exceso, acumuleda, Pe (tabla 5.1, col 6), que es la suma de los valores correspondientes de @ +0 para cada tiempo, mientras dura la lluvia. En las cols 7 y 8 se in~ dican la altura de lluvia acumulada, P, y la diferencia P - P_, respecti- 102 vamente. Si se recuerdan todos los elementos que intervienen en el proceso del escurrimiento (subcapitulo 4.2) mientras dura la lluvia, es- tos se relacionan en un cierto instante segiin la ecuacién P= F+Q404+Vq (5.1) © sea que el volumen de lluvia, P, que ha cafdo en la cuenca se distribu- ye en un volumen de infiltracién, F, en uno de escurrimiento que ya salié de la cuenca, en uno de escurrimiento que se encuentra detenido (deten- cién superficial), y en volumen retenido por almacenaje de las depresio- nes impermeables, V4 La ec 5.1 puede escribirse como F+Vg= P-(Q+D P- Py (5.2) lo que implica que mientras dura la lluvia, se conoce F + Var Ademés, es posible considerar que durante el proceso, Va es constante, ya que el al- macenaje por depresién e intercepcién ocurre al inicio de la lluvia. En tonces, para cada intervalo de tiempo At, se conoce el incremento en el volumen de infiltracién, AF (tabla 5.1, col 9) y, por ende, la capacidad de infiltracién, f, que es igual a AF/ At (tabla 5.1, col 10). En la fig S.2 se encuentra la gréfica de f con respecto al tiempo. La corrida analftica (fig 5.2) se inicia inmediatamente des pués de que desaparece el agua de la superficie del suelo, con objeto de que la capacidad de infiltracién del suelo permanezca constente, Debido a esto, es posible cuantificar todos los elementos que intervienen en el pro ceso del escurrimiento (ec 5.1). 143 10, q.en em/hr| 05} oll Or 005 Ol penem Od. 10 Fig 5.3 Relacion detencion superficial -escu- rrimiento Analizando la corrida analftica, la cual en este caso se inicié a los 180 min y termindé a los 240 min (fig 5.2, tabla 5.1), se ve que cuando la lluvia ha finalizado (t = 240 min) se tiene P-F =5-1=4cem Q+D = 2.498+0.708= 3.206 cm Y, de acuerdo con la ec 5.1 Va= 4-3.206 = 0.794 cm Cuando la lluvia cesa, la capacidad de infiltracién solo es funcién de la cantidad de agua que se encuentra retenida en la cuenca y, por ende, de la curva de recesién del escurrimiento. Esta capacidad de infiltracién se va da de acuerdo con la ecuacién 144 (5.3) donde el sub{ndice r indica los valores referentes a la curva de recesién y el sub{ndice c los valores constantes al terminar la lluvia. Para la co rrida de prueba, se tiene que feat com/h y a,74 cm/h, por lo que la ec 5.3 se transforma en f= 9,/4, con la cual se calculan los valores de f,, de acuerdo con los de q, (Fig 5.2). La curva obtenida de la capacidad de infiltracién durante le corrida de prueba es de tipo exhaustivo y, segén Horton*, puede repre- sentarse por la ecuacién f= fot (fg fe (5.4) donde e base de los logaritmos neperianos f valor de la capacidad de infiltracién para el tiempo t, encm/h fF capacidad de infiltracién constante, en cm/h capacidad de infiltracién inicial, en cm/h k constante que depende principalmente del suelo y la vegetacién Aplicando la ec 5.4 a la corrida de prueba, se obtiene la ecuacién de la variacién de la capacidad de infiltracién. Transformando la ec 5.4, se obtiene 1 k loge t= log (fo~ f) — —2— log lf - fe) (5.5) om fe z fc k log Esta ecuaci6n, trazada en papel logarftmico, t contra log (fF - Fe resul ta una recta con pendiente ~ 1/k log e. ¥A_E. Horton, “Analysis of Runoff Plat Experiments with Varying Infilti tion Capacity”, Trans. Am. Geophys. Union (1939) Parte IV 145 En la fig 5.4 se mestra la ec 5.5 en forma de gréfica, pa- ra los valores de la capacidad de infiltracién obtenidos en la corrida de prueba, de la cual se obtiene que su variacién se calcula como Ff] 147.97 2 58t 5.4 Métodos para calcular la infiltrac: Todos los métodos disponibles para determinar la capacidad de infiltracidn en una cuenca estén basados en el criterio expuesto cuan- do se analizé el infiltrémetro simulador de lluvia, o sea, en la relacién entre lo que llueve y lo que escurre. En la préctica, resulta complicado enalizar detalladamente el fenémeno y s6lo es posible, con ciertas limita ciones, para cuencas pequefias donde ocurren tormentas sucesivas. 10/60 20/60 30/60 40/60 «50/60 1 t,en horas Fig 5.4 Cdlculo de la ecuacién de Ia curva de la capacidad de infiltracién 146 Los métodos que permiten obtener la infiltracién de una cuen ca, para una cierta tormenta, requieren del hietograma de la precipitacién media y de su correspondiente hidrograma. Esto implica que, en la cuenca donde se requiere valuar la infiltracién, se necesita, si se desean hacer andlisis horarios, por lo menos un pluviégrafo y una estacién de aforos en su salida, En caso de contar Gnicamente con estaciones pluviométricas, solo se podrén hacer andlisis diarios. Los criterios que se analizan en este subcapf{tulo permiten conocer la infiltracién producida por una tormenta, una vez que ha termi- nado el escurrimiento directo. Debido a esto, se considera que P= Q+F (5.6) donde F volumen de infiltracién P volumen de precipitacién @ volumen de escurrimiento directo Esta ecuacién es similer a la ec 5.1, pero aqui se considera que en F también estén involucrados la intercepcién y el almacenaje por depresiones V,, ya que no es factible medirlos; ademés, en esta forma se valda todo el escurrimiento directo, que es de interés fundamental, ya que permite determinar le cantidad de agua que escurre con respecto a la de Muvia. El primer criterio que se veré. est& relacionado con los coe ficientes de infiltracién. E1 uso de tales {ndices no constituye una apli- cacién racional de la teorfa de la infiltracién, pero los resultados, que son de tipo empfrico, son de gran utilidad préctica; aunque existen diver 107 sos indices*, aquf solo se vera el indice @ , el cual puede considerarse como de infiltracién media. A continuacién se presenta un criterio debido a Horner y Lloyd que permite obtener la curva de la capacidad de infiltracién media en cuencas pequefias cuando se dispone de una serie de tormentas sucesivas. Finalmente, se analizara el criterio de Horton para obtener la capacidad de infiltracién media en cuencas grandes. 5.4.1 Indice de infiltracién media Este {ndice esté basado en la hipétesis de que, para una tormenta con determinadas condiciones iniciales, la cantidad de recarga en la cuenca permanece constante a través de toda la duracién de la tor- menta. As{, si se conoce el hietograma de la tormenta, el indice de la in filtracién media, p , es la intensidad de lluvia media sobre la cual el volumen de lluvia es igual al del escurrimiento directo observado (Fig 5.5). hp eof " i L_ Ka | ~ at ten horos, Fig 55 Determinacidn del indice ¢ +R. K Kinsley, M. A, Kohler y J. L. H. Paulhus, "Applied Hydrology" McGraw-Hill, Nueva York (1949), pp 417-427 148, Para obtener el {ndice > se procede por tanteos, suponién— dose valores de $ y deduciendo la lluvia en exceso del hietograma de la tormenta. Cuando esta lluvia en exceso sea igual que la registrada por el hidrograma, se conoceré el valor de . Segin la fig 5.5, el valor correcto de p se tendré cuando DA =h (5.7) donde yy: uvia en exceso, deducida del volumen de escurrimiento di~ recto, V,, dividido entre el érea de la cuenca, A An, Muvia en exceso en el intervalo de tiempo At,, deducido del hietograma de la tormenta Debe sefialarse que, como la lluvia varfa con respecto al tiem po y el fndice @ es constante, cuando la variacién de la lluvia Any en un cierto intervalo de tiempo At, sea menor que > , se acepta que todo lo llovido se infiltré. El problema se presenta cuando se desea valuar el volumen de infiltracién, ya que si se valda a partir del fndice $, se obtendré por este hecho un volumen mayor que el real. Para calcular el vo lumen de infiltracién real, se aplica la ec 5.6, la cual se escribe F=(hp-he)A (5.8) donde A érea de la cuenca altura de lluvia en exceso altura de lluvia debida a la tormenta, la cual es la suma de los Any (fig 5.5) Ejemplo 5.2. Calcular el {ndice de infiltracién media, ¢, para una tormenta 149 cuyo hietograma de precipitacidn media se encuentra en la tabla 5.2, cols 1a 3. Ademés, se sabe que el volumen de escurrimiento directo deducido del hidrograma correspondiente es de 16 x 10° m°, y el drea de la cuenca drenada es de 200 km?, Con estos datos se procede a calcular el {ndice - «la llu via en exceso producida por esta tormenta es 16 x108 _ . 300x108 © 0-08m = BOmm he A continuacién se procede a dar valores de ¢ , hasta obte- ner del hietograma correspondiente una h, = 60 mm, En la tabla 5.2, cols 4 a6, se tienen valores de los incrementos de la lluvia en exceso An,, para p de 13, 9, y 5.3 mm cada 3h. Ast, si @ = 13 mm cada 3h, se ob- tiene una h, = 45.5 mm, si @ = 9 mm cada 3h, h, = 61.4 mm y, Finalmente, si p = 5.3 mm cada 3h, se deduce una h, = 80 mm, que es el valor busca~ do. De aguf se concluye que = 5.3mm cada 3 hr = 22 mm/hr = 1.7 7mm/hr En la fig 5.6 se encuentra el hietograma de la tormenta jun to con el indice de infiltracién media q , correspondiente a una h, = 80 mm, Como se puede ver, la duracién de la lluvia en exceso es de Wh. El volumen de infiltracién, de acuerdo con la ec 5.8, es F (8 2- 80.0 33 ) 200 x.10® = 7.04 x 108 m3 1 150 Tabla 5.2 Cdiculo del indice de infiltracién media, 1 2 3 4 5 6 a Hietograma At=3h _, |indice de infiltracién media f mm/3h t(horas) | Dhpimm) | ¢ =13 $29 $25.3 Wdect | > | 16.5 3.5 7.5 11.2 12 48.0 35.0 39.0 42.7 5 20.0 7.0 11,0 14,7 18 12.8 3.8 7.5 a a1 | 0.1 3.8 24 5.5 0.2 29 de oct | 3 3.1 6 1.2 9 Sumas 45.5 61.4 80.1 50) Duracidn de tluvio en exceso, de hp en mm aor Duracién de la tormenta, d 3of- Lluvia en exceso 20h. 7 p5.3mm/3hs, 4244 Le ° | ae 9 12 15. 18 ab 24 3 6 9 28 de oct '29 oct —————1,en horas Fig 5.6 Representacion del indice ¢ correspondiente a una he=8Omm 151 Obsérvese que si se considera @ = 1.77 m/h, durante toda la tormenta, el volumen que se obtiene es diferente al real, ya que L77x 24 ios 200% 10° = 8.5 x 10°m? Esto se debe a que aunque se obtuvo @ = 5.3 mm/3 h para las dos dltimas 3h (fig 5.6), solo llovié 3.1 y 1.2 mm; 0 sea que Gnicamente eso se infiltré, 5.4.2 Obtencién de la curva de capacidad de infiltracién media En una cuenca pequefia, si se tiene una serie de tormentas sucesivas y se dispone del hietograma e hidrograma correspondientes, es posible obtener la curva de la capacidad de infiltracién aplicando el cri terio de Horner y Lloyd*. Para cada tormenta se obtiene, de su hietograma, la altura de lluvia, hy, yy segén el hidrograma, la lluvia en exceso, h,, a que dio lugar. A continuacién se calcula el volumen de infiltracién, F, expresado en lamina de agua, que, de acuerdo con la ec 5.8, es p= = hp- he (5.9) lo mismo que en la ec 5.6, solo que todos los volumenes estén expresados en altura de lémina de agua. En la ec 5.9, hp es una infiltracién media. Para obtener la capacidad de infiltracién media para cada tormenta, f, el valor de cada hp deberd dividirse entre el tiempo promedio en que ocurre la infiltracién en toda la cuenca. *W.W. Horner y G. L. Lloyd, "Infiltration-Capacity Values as Determined from a Study of an Eighteen—Month Record at Edwarsille, Illinois", Tran: Am, Geophys. Union (1940), p S52 152 En este criterio se acepta que la infiltracién media se ini, cia cuando empieza la lluvia en exceso y continda durante un lapso des~ pués de que esta termina. En ese momento, si la tormenta cubre toda el rea, la infiltracién continda en forma de capacidad e ir4 disminuyendo conforme el érea de detencién del escurrimiento disminuye, Horton conside ra que el periods equivalente durante el cual el mismo volumen de infil- tracién residual ocurre sobre toda 1g cuenca es igual a un tercio del pe Tiodo de tiempo que sucede desde que la lluvia en exceso finaliza hasta que cesa el flujo sobre tierra, el cual se puede detectar al analizer el hidrograma correspondiente (fig 4.2, punto C). Segtin lo anterior, el tiempo promedio en el cual ocurre la capacidad de infiltracién se expresa como f det (5.10) donde duracién de la lluvia en exceso, en h t duracién de la infiltracién, en h At periods de tiempo desde que termina le lluvia en exceso hasta que cesa el flujo sobre tierra, enh Por lo tanto, la capacidad de infiltracién media serd eft (5.11) donde p altura de infiltracién media (ec 5.9), en mm t duracién de la infiltracién (ec 5.10), enh Una vez conocido el valor de f para cada tormenta, se lleva @ una gréfica en el punto medio de cada perioda t. Al unir los puntos re- 153 sultantes se obtiene la curva de capacidad de infiltracién media. Ejemplo 5.3. Obtener la curva de capacidad de infiltracién media para una cuence cuya érea es de 10 km, al ocurrir una serie de tormentas. En la fig 5.7.se muestran los hietogramas e hidrogramas co- rrespondientes a tres tormentas, A, 8 y C. €n la fig 5.7, se ve que la tormenta A se inicié a las cero horas y finalizé a las 3h. La tormenta 8 empez6 a las 3h y terminé a las 5h, y la tormenta C comenz6 a las 9h 18 min y acabé a las 13h 18min. Como los hietogramas se construyeron con intensidades de lluvia, su érea ser la altura de luvia h, para cada tormenta, Por otra parte, el érea de los hidrogramas correspondientes, divididos entre el drea de la cuenca, proporciona la lluvia en exceso para cada tormenta. En la tabla S.3, cols 2 y 3, se indican los valores corres- pondientes a la altura de lluvia total y lluvia en exceso para cada tormen ta. En la col 4 se muestran los valores de la altura de infiltracién media, he (ec 5.9), para cada tormenta. Considerando esa hp como un indice >. se puede obtener en una primera aproximacién la duracién de la lluvia en exceso (tabla 5.3, col 5). Llevando ese valor en forma de gréfica a la fig 5.7, se puede obtener el periodo de tiempo At desde que termina la lluvia en exceso hasta que cesa el flujo sobre tierra, lo cual se encuen— tra en la tabla 5.3, col 6. Una vez hecho lo anterior, se procede a calcular el tiempo que duré la infiltracién para cada tormenta (ec 5.10). Esto se encuentra en la tabla 5.3, col 7. Finalmente se calcula la capacidad de infiltracién media para cada tormenta (ec 5.11). As{ se obtiene que para la tormenta A, fy 2 34.4 mm/h, para la tormenta 8, fg = 20.0 mm/h, y para la tormenta C, f,. = 19.8 mm/h (tabla 5.3, col 8). 15a Tabla 5.3 Cdlculo de la curva de capacidad de infiltracién media ranen Real stom | stem | 7 8 ranen h Real he stom | stem | de (hors) ax(hores) t(horas) | (mm/h) of Curva de copacidad de infiltracién media fe —* c ol i i L L —a 1 oy; 2 4, 6 8 16 12 14 yen horas 2.07 was] Valores de t,enhoras = | 2.0-—1 O2 (0.6, Valores de At, en horas ip 60,- Hod 40 20h 14 ten horas Fig 5.7 Cdlculo de la curva de capacidad de infiltracién media 155 Conocides estos valores, se llevan a una gréfica en los pun tos medios de los intervalos de-duracién de la infiltracién (fig 5.7). La curva que los une seré la curva de la capacidad de infiltracién media bua cada. 5.4.3 Capacidad de infiltracién en cuencas grandes Para cuencas donde no se acepta que la intensidad de lluvia es uniforme en toda el Area, Horton* propone un criterio para calcular la capacidad de infiltracién media, f,, que se tiene para una tormenta cual- quiera. Este criterio supone la disponibilidad de registros de llu- vie suficiente para representar su distribucién satisfactoriamente, y que al menos uno de los registros se obtuvo a partir de un pluvidgrafo. Esto implica estimar que le distribucién de lluvia registrada en el pluviégra- fo sea representativa de la distribucién en toda la cuenca. Por otra par— te, considera que el escurrimiento superficial es igual a la diferencia entre la precipitacién y la infiltracién que ocurre durante el pericdo de la lluvia en exceso; o sea que se desprecia la infiltracidn antes y des~ pués de la lluvia en exceso. Entonces, el valor de f, que se encuentra es tal que multiplicado por la duracién de la lluvia en exceso y restado de 1a lluvia total para el mismo periods, proporciona el escurrimiento super ficial total. La estacién pluviogréfica recibe el nombre de estacién base y las pluviométricas se llaman subestaciones. Con el fin de tener un cri~ terio de cAlculo general para la cuenca en estudio, conviene transformar a porcentajes la curva masa de la estacién base. Una vez hecho esto, se ¥ 7. £. Horton, “Determination of Infiltration Capacity for Large Drainage Basins", Trans. Am. Geophys. Union (1937) Part II 156 suponen alturas de lluvia y, a partir de la curva masa en porcentaje, se obtiene la variacién respecto al tiempo. A continuacién, se inventan capa cidades de infiltracién media y se deduce para cada altura de lluvia su~ puesta su correspondiente lluvia en exceso. Lo anterior permite obtener gréficas de alturas de lluvias totales contra alturas de lluvia en exceso, para diferentes capacidades de infiltracién media. Asf{, conocida la altura de precipitacién media en la cuenca (inciso 3.4.1) para la tormenta en estudio, y su correspondien— te altura de lluvia en exceso a partir del hidrograma del escurrimiento directo (subcap{tulo 4.4), es posible obtener su capacidad de infiltra~ ci6n media. Si se observa, este criterio es similar al del indice de in filtracién media, solo que ahora los tanteos se llevan a gréficas, que en el caso de tener una tormenta con una duracién grande es muy conveniente, ya que se disminuye el tiempo de célculo. Por otra parte, permite disponer de una gr&fica que relaciona para cualquier tormenta su lluvia en exceso, su lluvia total y su correspondiente capacidad de infiltracién media. Ejenplo 5.4. Calcular la capacidad de infiltracién media, fg, en la cuen- ca del rfo Omitlaén y Papagayo, Gro. (fig 3.10) para la tormenta estudiada en los ejemplos 3.3 y 3.4, Los registros de las estaciones pluviogréficas se muestran en la fig 3.14. El volumen de escurrimiento directo producido por esta tormenta fue de 220 x 10° m? y el drea de la cuenca de 7345 km°. En el caso de este andlisis, no se puede hablar de una esta ci6n base, ya que todas son pluviograficas. La curva masa que representa la distribucién de la tormenta en la cuenca sera la suma de todas las cur vas masas registradas (fig 3.14), multiplicadas por el porcentaje de érea tributaria de acuerdo con los polfgonos de Thiessen (fig 3.11). En la ta— 157 bla 5.4 se muestra el cdlculo de la curva masa media. Con objeto de poder analizar varias tormentas, suponiendo una distribucién de la lluvia respecto al tiempo similar a la que se esté estudiando, la curva~masa sé usa en porcentaje. En la tabla 5.5 se indica el cdlculo de la lluvia en exceso en caso de tener 80 mm de lluvia total y capacidades de infiltracién de 1, 2, 3 y 4 mm/h. En la misma forma se analizaron alturas de lluvia total de 40, 60, 100 y 120 mm. E1 resultado de este andlisis se muestra en la fig 5.8. Para la tormenta que se est4 analizando, se tiene que hes Me 220010. 301m A 7345 x10° De la Fig 5.8, para una h, = SO mm y una lh, = 74 mm, se ob- tiene una f = 1.9 mm/h, 96 g 80 € € 5 S64 g & 48 < ‘e 3 2£ 32 ‘a 30 s ° 16 o ° 20 40 607480 100 120 Precipitacidn total, en mm Fig 5.8 Relacidnhp-he para diferentes f 158 Tabla 5.4 Célculo de la curva masa media eB Thiessen, - Estacion porcenigje | 4 horas | 8 horas | 12 horas |16 horas | 20 horas | 24 horas PAROTA 12 | 1 Curva masa 4,50 | 36.50 | 50.00 | 87.50 | 107.50 | 144.00 | Curva masa ajustedal 0.54 | 4.38 6.00 | 10.50 12.90 17.28 f | ESTOCAMA 2 | Curva masa 13.0 | 29.0 40.0 | 47.5 63.0 102.0 Curva masa ajustada 2.73 | 6.09 8.40 | 9.98 13.23 21.42 LLANO GRANDE 7 Curva masa 9.5 | 15.5 36.0 | 57.0 64.0 64.0 Curva masa ajustada 1.62 | 2.64 6.12 | 9.69 10.88 10.88 SANTA BARBARA 25 | Curva masa 3.5 20.5 23.0 | 39.0 43.5 2.0 | Curva masa ajustada 0.88 5.13 5.75 9.75 10.88 13.00 } SAN VICENTE n Curva masa 0.0 8.0 9.5 131.0 40.0 49.0 Curva masa ajustada 0.00 | 0.88 1.05 | 3.41 4.40 5.39 CHILPANCINGO 14 Curva masa 0.0 20.0 21.0 41.0 43.0 44.0 Curva masa ajustada 0.00 2.80 2.94 5.74 6.02 6.16 | Curva masa media 5.77 | 21.92 30.26 |49.07 58.31 74.13 Curva masa media, en porcentoje 0.08 0.30 0.41 0.66 0.79 1,00 —l—_ Tabla 5.5 Céleulo de hg para diferentes f, para una hy = 80mm 159 Tiempo |Hietograma|Hietogramalh, =80 | Capacidad de infil tracién,mn/hr (horas)} media, %|Ahgmm fiymn/hf 1 | L_4 4 0.08 =| 6.40 |1.60 | 0.60 8 0.22 117.60 [4.40 | 3.40 | 2.40 1,40 | 0.40 2 [on 8.80 |2.20 | 1.20 | 0.12 16 | 0.25 |20,00 |5.00 | 4.00 | 3.00 | 2.00 | 1.00 20 | 0.13 10.40 © |2.60 | 1.60 | 0.60 24 | 0.21 16.80 4.20 | 3.20 | 2.20 | 1.20 Lluvia en exceso Ahg, mm/hr 14,00 | 8.32 | 4.60 | 1.40 ho, mm 56,00 |33.28 | 18.40 | 5.60 5.5 Referencias Ven Te Chow, "Handbook of Applied Hydrology", McGraw-Hill Book Co. (1964), seccién 12 Linsley, Kohler y Paulhus, "Applied Hydrology", McGraw-Hill International Students Edition Wisler y Brater, "Hydrology", John ley and Sons, Inc. (1963) 161 6. EVAPORACION Y TRANSPIRACION En este capftulo se estudia una componente més del ciclo hi, drolégico. Se analizan la evaporacién, la transpiracién y 1a evapotranspi racién que es la conjuncién de las dos, lo cual es de importancia funda~ mental en el aprovechamiento del agua. Se indican los factores que inter- vienen en estos procesas, asf como la forma de medirlos y determinarlos. 6.1 Naturaleza del proceso €1 agua regresa a la atmésfera a través de las acciones com binadas de evaporacién, sublimacién y transpiracién. Estas acciones son esencialmente modificaciones de un solo proceso, La evaporacién es el pro ceso por el cual las moléculas del agua, en la superficie de un recipien- te o en la tierra himeda, adquieren suficiente energfa cinética debido a la radiacién solar, y pasan del estado lfquido al gaseoso. Un aumento en la temperatura del agua origina una mayor eva poracién, ya que se incrementa la velocidad de les moléculas del agua y disminuye la tensién superficial. 162 La sublimacién difiere de la evaporacién solo en que las mo 1éculas del agua pasan directamente del estado s6lido al gaseoso. La trans piracién es el proceso por el cual el agua absorbida por las plantas regre sé a la atmésfera en forma de vapor. Durante la evaporacién, el movimiento de las moléculas que escapan de la superficie del agua produce una presién, denominada presién de vapor. Esta es una presién parcial del vapor de agua en la atmésfera, ya que en una mezcla de gases, cada gas ejerce una presién parcial, la cual es independiente de la de otros gases. Si en un espacio cerrado se considera a p como la presién to tal del aire himedo contenido en ese espacio, y a p' como la presién debi da al aire seco, la diferencia e = p - p' seré la presién de vapor ejerci da por el vaoor de agua. Para propésitos précticos, la méxima cantidad de vapor de agua que puede existir en cualquier espacio dado es una funcién de la tem peratura, y es independiente de la coexistencia de otros gases. Cuando un espacio dado contiene la méxima cantidad de vapor de agua, para una tempe ratura dada, se dice que el espacio esté saturado, y la presién ejercida por el vapor de agua en ese medio se denomina presién de saturacién. La temperatura a la cual se satura un espacio dado se conoce con el nombre de punto de rocfo. Cualquier disminucién de esa temperatura origina la con densacién, Tratando de ver el proceso en conjunto, puede considererse que parte del vapor de agua liberado por evaporacién de la superficie del agua, puede retornar a esta, una vez que se condensa. Cuando el niémero de moléculas que escapan de la superficie libre del agua es igual al némero de moléculas que retorna a esta, el espacio se satura y se alcanza un equi 163 librio entre la presién ejercida por las moléculas que escapan y la pre- sién atmosférica. Esto implica que la evaporacién es mayor que la conden sacién si el aire sobre la superficie del agua no est& saturado. 6.2 Factores que afectan a la evaporacién De acuerdo con lo anterior, se puede decir que la evapora- cién estd relacionada con la diferencia entre la presién de vapor de la masa de agua y la existente en el aire sobre le superficie de la misma, temperaturas del aire y agua, velocidad del viento, presién atmosférica, y calidad del agua. 6.2.1 Diferencias en la presién de vapor Si se considera que e, es la presién de vapor del agua, y &, la presién de vapor del aire sobre la superficie del agua, se puede decir que la evaporaci6n es proporcional a oie 8: Cuando el aire es més caliente que el agua, su presién de sa turacién e, es mayor que la de la superficie del agua (e, > e), y la eva~ poracién continta hasta que SeeeneeD lo cual ocurriré antes de que el aire Llegue a saturarse. Sin embargo, si el aire es més frio que el agua, se lo cual tendré que e. < e, y le evaporacién continuard hasta que e, = ©, ocurriré antes de que el aire llegue a saturarse. Ademés, si el aire es més frfo que el agua, se tendré que e.< @, y cuando se alcance el equili brio, 0 sea cuando ©, = e,, existira un estado de sobresaturacién (e, > 8), 0 1a condensacién ocurriré en el aire. 164 6.2.2 Temperatura Este aspecto y el anterior estén intimamente relacionados ya que la presién de vapor depende de la temperatura. La cantidad de emi- sién de moléculas de la masa de agua est& en funcién de su temperatura, ya que a mayor temperatura, mayor seré la energfa molecular liberada. La evaporacién no depende de la temperatura de la superficie del agua, sino del resultado directo del incremento en la presién del vapor con la tempe ratura. Temperatura (grados Fahrenheit } ~22 4 +14 +32 450468 +86 «+104 80 — 236 70 2.07 os ie 2 60 — w77 = gs 3 = g = 50 1.48 3 S 5 $40 iis $ 3 3 s§ 30 089 <5 « a 20 0.59 10 0.30 30 -20 “10 0 +O +420 +30 +40 Temperatura (grados centigrados) Fig 6.1 Relacion entre la temperatura del aire y la presidn de saturacidn 165 En la figura anterior se muestra la variacién entre la tem peratura del aire y la presién de saturacién. .3 Viento El viento es un elemento efectivo para remover las moléculas que se desprenden de la superficie del agua debido a la evaporacién, lo que origina variaciones en las caracter{sticas de la masa de aire que se encuentra sobre esta. Puede, asi, traer masas de aire caliente, lo cual origina un aumento de evaporacién; si la masa de aire es frfo, puede dis minuir la evaporacién e, inclusive, favorecer la condensacién. El efecto del viento sobre la evaporacién es mayor en gran- des masas de agua que en pequefias. Esto se debe a que una vez que el vien~ to desplaza el vapor de agua que se encuentra en el aire sobre la superfi- cie del agua y se altera la evaporacién, se requieren variaciones muy gran des de velocidad para que se altere apreciablemente la evaporacién existen te. En el caso de pequefios recipientes, un incremento pequefio en el viento puede ser suficiente para remover el vapor de agua que se esté generando. En extensas reas de agua, pueden requerirse velocidades grandes y movi- mientos turbulentos de aire para que se incremente la evaporacién. 6.2.4 Presién atnosférica La presién atmosférica est4 tan {ntimamente relacionada con los otros factores que afectan la evaporacién, que es practicamente imposi, ble estudiar los efectos de sus variaciones bajo condiciones naturales. La evaporacién puede disminuir con el incremento de altitud. E1 némero de moléculas de aire por unidad de volumen aumenta con la presién. Consecuentemente, ante presiones altas hay més oportunidad de las molécules 165 que escapan de la superficie libre del agua choquen con las del aire y re tornen al 1f{quido. 6.2.5 Calidad del agua Le cantidad de evaporacién, menor en agua salada, disminuye conforme se incrementa el peso especifico. 6.3 Medicién de la evaporacién Como la evaporacién es de gran importancia dentro del ciclo hidrolégico, se han hecho grandes esfuerzos tendientes a establecer un me tode que permita medirla en forma directa. Obviamente, lo primero que se ocurre para determinar la evaporacién en lagos y recipientes es usar la ecuacién de equilibrio, y medir el gasto que entra y sale, la lluvia y el agua que se infiltra. Sin embargo, el agua que se infiltra no se puede va luar, y los errores al medir los otros factores pueden exceder a la evapo racién. Por lo tanto, este procedimiento no se puede aplicar para valuar la evaporacién. La medicién del grado de evaporacién de una regién se puede hacer en forma directa usando un evaporimetro. El evaporimetro m&s usual consiste en un recipiente circular de ldmina abierto en su parte superior, de aproximadamente 1.20 m de didmetro y 0.26 m de alto (fig 6.2). E1 recipiente se llena de agua hasta un nivel arbitrario y se mide la variacién del nivel después de un cierto tiempo, usualmente un dia. Para medir el nivel del agua se introduce dentro del recipiente un ci lindro de reposo que contiene un tornillo con vernier. La diferencia de ni veles proporciona un indice de evaporacién en le regién. 167 b) Detalle del vernier dentro del cilindro de reposo y forma de colocarlo Fig 6.2 Evaporimetro Como la evaporacién esta relacionada con los cambios atmos— féricos, ademés del evaporfmetro se acostumbra instalar otros aparatos que permitan registrar distintos datos meteoroldgicos. Los elementos me- teorolégicos més importantes son el movimiento del aire, su temperatura y la de la superficie del agua, humedad atmosférica y precipitacién (véase inciso 3.1.3). £1 problema que plantean las mediciones de evaporacién efec tuadas con el evapor{metro es su extrapolacién a la zona donde se quiere conocer esta componente. En el caso del almacenaje en una presa o un lago, el principal problema es la variacidn de la masa de agua almacenada con respecto a la contenida por el evapor{metro. Puede decirse que la evapora cién registrada por un evaporfmetro es mayor que la evaporacién que puede sufrir una masa adyacente de agua. La relacién de evaporaciones se conoce con el nombre de coeficiente del evaporimetro. Este coeficiente es varia— ble y, usualmente, mas alto en invierno que en verano; ademés, los coefi- cientes de evaporacién mensual varfan més que los de evaporacién anual, pudiéndose considerar que los coeficientes medios oscilan entre 0.70 y 0.80. 6.4 F6rmulas de evaporacién Existe una gran diversidad de ecuaciones para valuar la eva poracién, las cuales se pueden agrupar en a) ecuaciones empfricas obtenidas a partir de relaciones entre da- tos de evaporimetros y elementos climaticos b) ecuaciones basadas en consideraciones teéricas de cambios de energia. Las ecuaciones del primer grupo se basan en la ley de Dalton, modificéndola de acuerdo con los factores que afectan a la evaporacién. 169 Las del segundo involucran hipdtesis basadas en evidencias experimentales © coeficientes, los cuales se deben valuar empfricamente. 6.4.1 Ecuaciones empfricas Como se vié al principio de este capftulo, la evaporacién es proporcional a la diferencia entre la presién de vapor de agua, @), y la presién de vapor del aire, e,, que se encuentra sobre la superficie del agua. Esto se puede expresar, segén la férmula de Dalton, como E= k(ey—eg) (6.1) donde k es un coeficiente de proporcionalidad. Esta ecuacién es valida cuando el agua y el aire estén a la misma temperatura. La ec 6.1 se ha usado como base de una gran variedad de ex~ presiones. As{, para evaporaciones mensuales se puede usar la férmula de Meyer, la cual se expresa en la forma \ E-=cle =e) [14 «| (6.2) see 16.09 donde c constante empfrica que tiene un valor aproximado de 38 para evaporimetros y pequefios depésitos, y de 28 para grandes de pésitos e€ evaporaci6n mensual, en cm e presién de vapor del aire basada en la temperatura media men sual del aire y en la humedad relativa en la cercanfa de los depésitos pequefios. Para depésitos grandes, los datos se de~ ben recabar a 10 m sobre la superficie libre del agua. La presién de vapor se expresa en pulgadas de Hg 170 e presién de saturacién del vapor correspondiente a la tempe- ratura media mensual del aire si se trata de depésitos pe- quefios, y a la temperatura media mensual del agua, para de pésitos grandes. Se expresa en pulgadas de Hg velocidad media mensual del viento registrada a 10 m sobre la superficie, en km/h Para evaporaciones diarias, Horton propone la ecuacién .016 (We, ~eq) (6.3) donde -0.0128 Vy (6.4) Las variables tienen el mismo significado que en la férmula de Meyer (ec 6.2), solo que ahora se usan valores diarios en lugar de men suales. La ec 6.3 solo sirve para pequefios depésitos. Para grandes depésitos, el valor encontrado de € se multiplica por epee (6.5) woh donde hh humedad relativa P fraceién del tiempo durante el cual el viento es turbulento factor de viento, ec 6.4 Baséndose en una correlacién gréfica coaxial, Linsley encon tré, para valuar la evaporaci6n en funcién de pardémetros meteorolégicos, una relacién general de la forma E = cle,-eg)(baVy) donde a, b, ¢ ym son constantes a determinar basdndose en los valore: nocidos de los parémetros meteorolégicos, que en este caso son e,, ey V y el valor de la evaporacién E. 6.4.2 Ecuaciones basadas en cambios de energfa Siendo el movimiento vorticoso el principal mecanismo por el cual el vapor de agua es removido de la vecindad de la superficie ta a evaporacién, existen numerosas expresiones para determinarla basari se en consideraciones de transporte de masa por cambios turbulentos. De estas expresiones, la ecuacién de Thornthwaite-Holzman ha dado resul taco satisfactorios. Suponiendo una condicién atmosférica adiabdtica y una tribucién logaritmica en la vertical de la velocidad del viento y de la humedad, esta ecuacién puede expresarse como 210.43 (ey - ep) ( Vyo~ Vt) z (6.6) (T- 459.4)In (hy /hy) donde E evaporacién, en cm/h ey) ep presién de vapor, en la altura inferior h, y en le sus rior h,, respectivamente, sobre la superficie del aqua en pulgadas de Hg T temperatura media del aire entre h, y hp, en °F Vyir Vyg Velocidad del viento para h, y hz, respectivamente, km/n Otro enfoque para calcular la evaporacién se conoce con el nombre del método del balance del calor, y aunque existen diversas 6» siones, estas son diff{ciles de aplicar por los problemas que se presents’ al tratar de valuar algunos de los parémetros que intervienen. 172 6.5 Transpiracién La transpiracién es esencialmente igual a la evaporacién, solo que la superficie, de la cual las moléculas de agua escapen, no es la del agua, sino principalmente la de las hojas de las plantas. Los factores que afectan a la transpiracién pueden ser fi- sioldgicos o ambientales. Los factores fisiolégicos més importantes son la densidad y comportamiento de las hojas, extensién y caracteristicas de la cubierta protectora, estructura de la hoja y enfermedades de las plantas. Los principales factores ambientales son la temperatura, radiacién solar, viento y humedad del suelo. Como la pérdida de agua de la planta es gobernada por la di ferencia de presién de vapor existente, puede decirse que este es el fac- tor mis importante de la transpiracién. La diferencia de presién de vapor en el espacio comprendido entre las hojas y el aire exterior es una medi- da de 1a energie requerida para que el agua de las hojas se evapore. 6.6 Determinacién de la transpirac: Ante la imposibilidad de medir la transpiracién directamen te en condiciones naturales, su determinacién se limita a estudios de mes tras en laboratorio, cuyos métodos se pueden dividir en dos clases, a) me dicién del agua trenspireda y b) medicién del cambio de peso debido a la pérdida de agua. 6.6.1 Medicién del agua transpirada Este método consiste en colocar una planta en un recipiente cerrado. La transpiracién se determina a partir del cambio de humedad que se experimenta en el recipiente.

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