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soe ee Y TRABAJO SOCIAL INTRODUCCION ELTRABAJO SOCIAL LA PSICOLOGIA SOCIAL APLICADA La investigacién-aceién Latiada steorfa, investigacin y prictica» Tecnologia Social La Psicologia Social Aplicable OBJETIVOS Y AREAS PROFESIONALES DEL TRABAJO SOCIAL RAZONES PARA UNA COLABORACION ENTRE TRABAJO SOCIAL Y PSICOLOGIA SOCIAL LA INTERVENCION SOCIAL: PUNTO DE ENCUENTRO IMPORTANTE DE LA PSICOLOGIA SOCIAL Y EL TRABAJO SOCIAL El Bienestar Social Pasos de la intervencién social Funciones y dreas de la intervencidn social LA PERSPECTIVA PSICOSOCIAL ‘CONCLUSIONES LECTURAS RECOMENDADAS Y REFERENCIAS EN INTERNET REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS J. Francisco Morales Dominguez Santiago Yubero Jiménez TERMINOS CLAVE DEL CAPITULO Investigacién-accién (o eAction Research) Psicologia Social Psicologia Social aplicable Tecnologta Social Trabajo Social PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 3 {Este capitulo, que analiza las relaciones entre Psicologia Social y Trabajo Social, intenta servir como ‘marco general para la comprensién de los contenidos del presente volumen. La Psicologia Social se entra en el estudio de los procesos que posibilitan la insercién de las personas en la sociedad, como, par ejemplo, la cultura, las actitudes, los grupos y las relaciones intergrupales, los prejuicios y la acul- turacién, ef conflicto, la conducta de ayuda, la conducta prosocial y el allruismo, la agresién, el género, la salud, entre otros. Todos « la mayorfa de estos procesos interesan a muchas ciencias sociales, desde la Econom(a a la Historia, pasando por la Sociologta, la Ciencia Politica y la Antropologfa, entre otras, pero en Psicoloy Social se analizan desde una perspectiva peculiar. Asi lo apunta la definicién clésica de la disciplina de G.W. Allport (1968): eintento de comprender y explicar cémo el pensamienta, el sentimiento y la con- ducta de las personas individuales resultan influidas por la presencia real, imaginada o implicita de otras personase. Esta definicién enfatiza el vinculo que une a las personas entre si dentro del coniexto social y afirma que las personas se influyen mutuamente y que sus procesos psicolégicos individuales son un producto de sus relaciones con las otras personas con las que interactian. Aclara, al mismo tiempo, que esa interaccién no se limita a lo fisico, ya que también puede ser imaginada y hasta sim- bélica. El contenido del capitulo responde a los planteamientos anteriores. Se comienza con una definicén del Trabajo Social para pasar en seguida a analizar las relaciones de esta disciplina con la Psicologfa So- cial. Se dedica un amplio espacio a argumentar la naturaleza aplicada de la Psicologta Social que se con- creta en cuatro desarrallos, cacla uno de ellos asociado a un autor concreto: la investigacién-accién, la triada wteor'a, investigacién y préctica», la Tecnologta Social y la Psicologia Social Aplicable. Se consi- dora que es la Intervencién Social el resultado mas directo cle la colaboractin entre la Psicologia Social y el Trabajo Social, por lo que se le dedica a este apartado el resto del capitulo. Se comienza el apartacio con la introduccién de los conceptos e indices del Bienestar Social, tanto en su vertiente abjetiva como subjetiva, se sigue con la exposicién de los pasos y las funciones de la intervencién social y se finaliza ‘con una explicacién de la perspectiva psicosocial de la intervencién social. El Trabajo Social se vincula a los pracesos de cambio social, Estos han sido muy profundos y acele- rados en las sociedades contempordneas. Adquiere protagonismo cuando se generan desajustes y ne- ccesidades que afectan a los individuos y 2 los grupos. Su objetivo es contribuir al desarrollo del bienestar social, la salud y la calidad de vida, Se define como una profesién que «promueve el cambio social, la resolucién de problemas en las. relaciones humanas y el fortalecimiento y la promocién de la libertad de la poblacién para incrementar el bienestar. Mediante la utlizacién de teorias sobre el comportamiento humano y los sistemas sociales, I 4 @ PSICOLOGIA SOCIAL el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactiian con su entorno» (AIETS, 2004, p. 31). UTILIDAD Dt La actual Psicologta Social dispone de un amplio y variado conjunto de conocimientos sobre los pro- ‘cesos psicosociales, es decir, sobre los procesos mencionados en un parrafo anterior (cultura, actitudes, grupos y relaciones intergrupales, prejuicio y aculturacién, conflicto, conducta de ayuda, conducta pro- social y altruismo, agresién, género, salud) analizacos desde la perspectiva explicitada en su definicicn. sos conocimientos se han ido generando por medio de esfuerzos funcamentalmente de teorfa e inves- tigacién, pero también de aplicacién. Este capitulo hard, precisamente, especial hincapié en el carécter apli- ccado de la Psicologia Social, ya que, aunque se tiende a pensar que es una empresa intelectual de busqueda de conocimiento, se olvida que surgié para responder a una demanda social. Numerosos autores, entre los que destacan Jones (1985) y Zajonc (1967), han mostrado que la Psicologia Social aparecié, con perfiles que anticipan los que tiene en la actualidad, cen las dltimas décadas del siglo xix, cuando la sociedad europea y, en ge- neral, la occidental, estaban sometidas a fuertes cambios y conflictos que pponian en entredicho la organizacién social existente, En ese periodo se intensificé la basqueda de explicaciones que pudieran dar sentido a una situacién que se caracterizaba por la inestabilidad objetiva y la experien- cla subjetiva de pérdida de significado, y en el que ni las explicaciones tra- dicionales (teolégicas, flos6ficas o juridicas) ni las relativamente nuevas explicaciones biolégicas resultaban ya salisfactorias. For tanto, la Psicologia Social surgié vinculada esirechamente a un determinado contexto histérico con el objetivo de ofrecer respuestas a los principales interrogantes que se planteaban. De aqut su «vo- cacién aplicada». Dicho de otra manera, generar conocimiento a través de la teorta e investigacién es tun paso fundamental, pero no el dltimo, ya que ese conocimiento ha de ser aplicado, ha de convertirse en algo practico para poder contribuir de manera eficaz a promover el bienestar de los seres humanos Fue asf en el despegue dle la disciplina y es asi en la actualidad, De ello trata el apartado que viene a ccontinuacién, LA PSICOLO Un trabajo reciente de Expésito (2005) muestra que la Psicologfa Social tiene una vertiente aplicada, Ya desde los inicios de la disciplina se consiaian intents de utilizacién del conocimiento psicosocial PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 5 para impulsar el cambio social. Algunos, sobre todo los més antiguos, resultan, desde nuestra perspectiva actual, algo desfasados, pero presentan ya elementos apreciables y un decidido afén por aplicar a los problemas sociales un enfoque psicosocial. En la década de los treinta del pasado siglo, Lewin dio un impulso definitivo alas aplicaciones psicosociales, se cre6 la eSociedad para el Estudio Psicolégico de los Problemas sociales», que todavia hoy sigue operativa, los psi- ‘cOlogos sociales estadounidenses contribuyeron al esfuerzo bélico de la tI Gue- ra Mundial y, tras un breve periodo de estancamiento, las aplicaciones volvie- ron con fuerza a partir de 1970 (véase el resumen de Expésito, 2005, p. 32). ‘A conocer el actual estado de la cuestién de las aplicaciones en Psicologia Social ayudard el excelente resumen realizado recientemente por Nouvilas (2007) de varios desarrollos, entre los que cabe destacar la investigacién-accién, la triada teori, investigacién y practica, la tecnologia social y la Psicologia So- cial aplicable. piece Seiten La investigaci6n-accién La investigacién-accién se asocia ala figura de Lewin (1946, 1948, 1978). Este autor cree que es un ertor que la teorfa y la aplicacién psicosaciales caminen de forma inclepencliente. Propone como solu- Cién para establecer una ligazén entre ellas el concepio de investigacién-accién, que Expésito (2005, 6) define de la manera siguiente: En a eAction Research» (investgacién-accién), sla adguisicin del conocimiento se concibe como insepa- rable de su aplicacién para el cambio social. Lewin propuso un maxlelo que conjugabs la investigacién so- cial y la accidn social. Dicho madela se traduce en un proceso cilico de planificacién, accién y evaluacién de fs resultados de investigacidn, en el que tanto la accién social como la investigacin que evalta dicha accién pueden suministrar informacién dtl para reformula la teorfa. En resumen, la investigacién-accién consta de tres fases: planificacién, actuaciGn y evaluacién. + Ena primera de ellas, o planificacién, juegan un papel muy importante los conocimientos teéricos y de investigacién ya existentes. Es decir, el psicélogo social que se embarca en una investigacién- laccign no parte de cero. Ahora bien, en Ia fase de planiticacién también se tiene que prestar atenci6n a las informaciones que se obtienen del estudio de la realidad social sobre la que se va a intervenir. ‘+ La fase segunda, o actuacién, es la propiamente activa de este proceso de investigacién-accidn. Los resultados de esta actuacién se analizan detalladamente en la tercera fase, que es tambien la final. ‘= En la evaluacién es preciso calibrar hasta qué punto se han conseguidlo los objetivos perseguidos con la actuacién y también en qué medida los conocimientos de partida de la planificacién re- sultaron iitiles y adecuados, asf como el grado en que necesitan ser modificados. Exe | Por ello, afirma Nouvilas (2007, p. 769), que la investigacién-accién tiene lugar «dentro de ciclos recurrentes de planificacién, actuacién y evaluaciéns {a investigacién-accién propuesta por Lewin dio lugar a una variante denominada «partcipativas. Esta surge también del trabajo con grupos del mismo Lewin (véase Lépez-Canabas y Chacdn, 1997) y tiene una versién latinoamericana (Cancian, 1993; Freite, 1970; Maguire, 1987) La triada «teoria, investigacién y practicay 5! punto de partida de Fisher (1982) es que la teoria la investigacién y la prictica comparten algo que las unifica por encima y més alld de sus diferencias: su cardcter psicasocial. Por eso, como seala Nou- vilas (2007, p. 770), estos tres elementos «se relacionan y retroalimentan dentro de un mismo campos. En concreto, la investigacién psicosocial se realiza en el laboratorio y en situaciones naturales, y se ealiza a partir de las hipétesis que surgen de la teoria. Exist, pues, una estre- cha conexién entre teoria e investigacién. Por su parte, la Practica, que combina diversas aproximaciones, como sla investigacién social, a investigacién-accién, la investigacién evaluativa y el desarrollo de programas» (Nouvilas, 2007, p. 770) se nutre de les conocimientos anteriores de teoria e in- vestigacién, si bien, a la vez, contribuye con nuevos cono- Cimientos que se generan en la confrontacién con los proble- mas que tienen lugar en los contextos de aplicacién. SS a A continuacién, se presentan seis ejemplos del alcance del planteamiento de Fisher (1982) extrat- los de capitulos del presente volumen. ‘Medias Implicitas de las Actitudes (Capitulo 3 sobre «Actitudes») Durante mucho tiempo preocups en Psicologta Social la posibilidad de discrepancia entre la actitud real o privada de la persona y la manifestacién piblica de esa actitud. Se intent superar este problema or medio de diversas estrategias. El procedimiento del IAT Umplicit Association Test representa el paso decisivo en esta direccién. Las medidas implicitas surgen de clesarrollos te6ricos sobre las actitudes y de la utlizacién de muchos étodas de investigacién diferentes. Dos aportaciones teéricas importantes son la distincién entre los aspectos evaluativos o connotatives (por ejemplo, bueno-malo) y los descriptivos o denotativos (por jemplo payo-gitano) y la distincién entre los procesos elaborados y automaticos en las actitudes. Desde lun punto de vista metodolégico, lo innovador es la ulilizacién de los tiempos de reaccién como medida de la actitud, en lugar de las escalas estandar. PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 7 Las implicaciones para la prctica de este tipo de investigacidn son muy numerosas. En muchas ac- titudes la probabilidad de divergencia entre lo privado y lo pablico es elevada, no s6lo porque las per- sonas intenten dar una buena imagen ante las demés y traten de ocultar su verdadera actitud, sino por los procesos automiticos que actiian sin que la persona sea consciente de ello. Aqui es donde alcanzan su verdadero valor las medidas implicitas. «Norma Subjetivas (Capitulo 3 sobre «Actitudes») La prictica psicol6gica en varios émbitos Salud, publicidad, organizaciones y educacién, entre otros) revela que no siempre una determinada actitud conduce a la conclucta correspondiente. Por ejemplo, una buena actitud del paciente hacia un determinado tratamiento médico no siempre se tradkuce en la esperable adhesidn a dicho tratamiento cumplimiento terapéutico. De forma similar, una buena actitud hacia el rendimienta en el trabajo no siempre se traduce en un rendimiento elevado. El concepto cle norma subjetiva permite explicar este desfase entre actitud y conducta. Una actitud favorable a comporiarse de una forma determinada puede quedar anulada o inhibida por una norma subjetiva contraria a la conducta en cuestién, Esto es lo que sucede con muchos tratamientos médicos que no tienen en cuenta el contexto del paciente ni el hecho de que el tratamiento recomendado va a interferir con las relaciones que mantiene con su familia, amigos o compafieros de trabajo. En el Ambito de las organizaciones suelen existir normas sociales de los propios trabajadores que regulan la cantidad y caliclad del rendimiento esperable y que tienen més peso que las acttudes privadas de los trabajadores Teoria del prejuicio manifiesto y sutil (Capitulo 5 sobre «Psicologia Social cel Prejuicio y la Aculturaci6ny) En la practica cotidiana se aprecia que manifestaciones piblicas de rechazo hacia grupos minoritarios (inmigrantes, gitanos, discapacitados, entre otros) son diffciles de encon- trar, aunque al mismo tiempo son noticia en los medios de comunicacién episodios de maltrato, abusos de poder e in- luso agresiones fisicas a personas de esos grupos. Es posible ue la forma de expresidn del prejuicio haya variado en los Gltimos afios y que ya no resulte aceptable mostrar prejuicio en ptblico, o que hayan aparecido nuevas formas que coe- xisten con las tradicionales. Pettigrew y Mertens (1995) formulan la teoria del pre- juicio manifiesto y sutl para intentar comprender los proce- — 50s responsables de las conductas observadas en la poblacién mayoritaria, Su investigaciGn consiste en desarrollar una escala capaz de medir separadamente cada uno de esos dos tipos de prejuicio y en usarla posteriormente para descubrir los correlatos 0 procesos psicol6gicos asociados con cada uno de ] 8 © PSICOLOGIA sociAL ellos. Esta investigaciéin desemboca, a su vez, en algo préctico, ya que la aplicacién de la escala permite elaborar perfiles diferenciados de personas prejuiciosas por lo que es itil para poner en marcha estra~ tegias especificas destinadas a eliminar 0 reducir el prejuicio. En la préctica, la eficacia de tales estra- tegias dependerd de que se ajusten al tipo de prejuicio que mantiene la persona, sPrivaciGn Relativas (Cuadro 6.4 del Capitulo 6 sobre «Conilicto interpersonal y su Gestiéns y Capftulo 4 sobre «Procesos Grupales y Relaciones Intergrupales») Con frecuencia, los medios de comunicacién difunden acantecimientos de violencia extrema y apa- Fentemente injustficada, como el motin de la prisién de Attica clescrito en el cuadro 6.4. La Psicologia Social ha desarrallado el concepto de «privacién relativa» para explicar las causas 0, por lo menos, los antecedentes de estos conflicios que son, a la vez, graves e inesperados. En la «privacién relativa» hay tuna idea innovadora: las personas recurren, para evaluar las situaciones que viven, a criterios relativos, no absolutes. &s decir, una situacién que observadores externas calif carfan de aceptable o normal puede resultar muy negativa, 0 incluso in- tolerable, para quienes la viven. La diferencia de evaluacién proviene de los criterias utilizados. El observador extemo recurre generalmente a criterios abstractos y genéricos (por ejemplo, compara esa situacién Con otras similares que conoce’. En cambio, los que viven esa situactén se comparan con otras personas que consideran similares para decidir si estén obteniendo lo mismo que ellas o menos, o tienen en cuenta las normas percibidas que regulan esas situaciones, los derechos que les asisten o los méritos que creen haber hecho. Es decir, utilizan criterios i relativos, En el caso del motin de Attica, la violencia extrema que se desencadené tal vez sea injustificada Para un observaclor externo, sobre todo si compara las condiciones de esa prisién con otras de las que tiene noticia: el observaclor externo piensa que lo qule ocurre en Attica no es diferente de lo que ocurre en la mayoria de las prisiones. Sin embargo, para los reclusos de Atica, lo crucial era el incumplimiento de unas promesas que se les habian hecho e interpretaron el incumplimiento como un desprecio de las autoridades de la prisién hacia sus derechos. En definitiva, el concepto de privacién relativa guarda relacién con la préctica, porque esté en la base de muchos acontecimientos violentos cotidianos. Surge de una teoria psicosocial que enfatiza la utili- zacién de criterios relativos por parte de los afectados, que recurren a compataciones con otros similares, a las normas percibidas, a los derechos adquiridos y a los méritos que se consideran consolidados, La 'nvestigacién sobre privacién relativa se ha realizado tanto en el laboratorio como en situaciones natu- rales. El acontecimiento descrito en el cuadro 6.4 es, precisamente, una de estas situaciones naturales, £s importante no olvidar que existen distintostipos de privacién relativa. Asi se sefala en el Capitulo 4, donde se habla de tres tipos principales, cada uno de los cuales se basa en un tipo concreto de com- Paraciones. El tipo intergrupal, también llamado «fratemalx,establece comparaciones entre el propio PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL ¢ 9 grupo y otros grupos similares. Se ha encontrado que es este tipo el que tiene probabilidad de desencadenar acciones destinadas a corregir la situacién de partida, es decir, la que se considera responsable de la privacién experimenta- dla, Por tanta, la privacicn relativa intergrupal es, en muchas ocasiones, el motor de la conducta colectiva Capitulo 8 «Aspectos bisicos del estudio psicosocial de la Agresién» La relacién entre Ia teoria, la investigacién y la préctica también es clara en el estudio psicosocial de la agresién. Esta perspectiva establece los supuestos basicos para el analisis de la violencia, identifica las condiciones que promo: cionan la violencia y sefiala tos mecanismos por los que dichas condiciones desencadenan comportamientos agresivos. Respecto a los primeros, se destaca la importancia de la cultura en el mantenimiento y promacién de la violencia, Este supuesto central de la Psicologfa Social es constatado por los estudios que verifican que el tipa de agresiones predominantes y a incidencia de estos com- portamientos varian en las diferentes culturas. Fl concepto de cultura del honor ilustra el conjunto de creencias, normas y pautas de comportamiento por el aque determinado tipo de saciedades regulan y promueven el uso de la agresi6n. Tal y como se menciona en el capitulo 8, en estas culturas se considera aceptable la violencia para resolver aquellas situaciones en las que el honor (personal, familiar 0 de propia comunidad) se ve amenazado 0 vulnerado. Este con- cepto es de gran utilidad para comprender la mayor incidencia que tiene, en ciertas comunidades, la violencia ejercida por los maridos hacia sus esposas o la violencia que se desencadena entre los jévenes pertenecientes a ciertas bandas callejeras. Las sugerencias de intervencién que se derivan de estas aportaciones se clarifican definitivamente cuando se identifican los mecanismos por los que la cultura regula la agresién. La teorfa del aprendizaje social, des- arrollaca inicialmente por Bandura, ha sefialado tres mecanismos esenciales: el aprendlizaje vicatio, la imi- tacién y el modelado. Este autor plantea que la observacién de comportamientos violentos permite a los observadores aprender pautas de conducta agresiva y ofrece, ademés, informacién acerca de las condiciones en que se ejerce la violencia y también de las consecuencias de estas acciones, La persona que acta de forma violenta se convierte asi en un modelo de conclucta a imitar, y las consecuencias sociales y personales {que experimente el madelo serén también incorporadas por el observaor como parte de la informacién {que deinen el significado de la violencia y el grado de aceptacién social de este tipo de comportamientos. “Teniendo en cuenta los aspectos sefialads, es indudable que para reducir los comportamientos vio- lentos la intervencién primaria debe incidir en la construccién cle una cultura de la paz en la que se sen- sibilice a los ciudadanos hacia el problema de la violencia, en la que se ensalce a personajes o modelos ‘cuyo comportamiento sea pacifico y no violento, yen la que se regulen las condiciones por las que el com- portamiento pacifico sea mas eficaz que la violencia para lograr el progreso de las personas y su bienestar. El capitulo 8 también alude a otros mecanismos que sefalan elementos clave en la intervencidn se- ccundaria. La escalada de violencia y la espiral del silencio son muy ilustrativas en este sentido, ya que reflejan dindmicas que con frecuencia participan en el aumento de la agresiGn. No hay que olvidar en ningéin caso que los procesos de violencia se alimentan de una fuerte carga afec- tiva. En el capitulo B se incicle en que la c6leray los sentimiientos de humillacin y de agravio estén presentes en la mayor parte de los actos de agresicn y constituyen los elementos basicos de la experiencia intima que desencadena la agresién. Contemplar estas aportaciones en la planificacién de acciones dirigidas ala in- ‘ervencién secundaria y tercaria supone desarrollar programas que doten a los individuos de las habilidades necesarias para regular la ira (p. ., la relajacién, el ejercicio fisico, identficar los pensamientos que con- tribuyen a experimentar esta emocién y aprender a interrumpirlos), asf como cesarrllar las habilidades ne- Ccesarias para canalizar el sentimiento de agravio y humillacién. Finalmente, deberia dotarse alas personas de las habililades necesarias para gestionar los conflictos de forma eficaz y pacitica (aprencler a identificar las propias emociones, defini as reparaciones o compensaciones que parecen adecuadas asi como las es trategias para satisfacerlas, y desarrolar habilidacles para prevenir las situaciones de agravio y humillacién), For tiltimo, Ia intervencidn tercariaseré més eficaz si incorpora programas de intervencién con las per sonas que no controlan su ira, como son los programas de control de impulsos, de reestructuracién cognitiva y de desarrollo de habilidades de afrontamiento pacificas. Por su parte, las victimas de agravios, humillacio- es 0 agresiones ffsicas extremmas requieren una intervencién profesional especializada y, si fuera necesario, la intervencién institucional que garantice que los agresores no reincidan en este tipo de comportamientos, Estudio psicosocial del altruismo (Capitulo 7 sobre «Conducta de Ayuda, conducta Prosocial y Altruismo») En ocasiones, agin suceso que moviliza emociones de gran intensidad cena poblacién impulsa desarrollos ledricos y de investigacién, En los afios 50 del pasado siglo apenas si se realizaban estucios sobre la conducta de ayuda y el altruismo, Fue un suceso que salt6 a los medios de comunica- ccidn, y se instalé en ellos durante mucho tiempo, el que cambié esta situa- cin: el asesinato de una enfermera (Kitty Genovese) que regresaba de ma- drugada a su casa después del trabajo, y a la que ningtin vecino ayudé a ppesar de que muchos de ellos presenciaron la larga secuencia dl asesinato desde sus ventanas. Esto convencié a los investigadores de la necesidad ur gente de tratar de explicar la ausencia de ayuda, A partir de las investiga- Ciones iniciales, se potencié la teoria y la investigacién sobre este asunto, Tecnologia Social Tytowae Es una aportacién que goza cle gran aceptacién entre algunos psic6logos sociales y se remonta al tra- bajo de Varela (1975), autor que la define de esta forma: «la actividad que permite disefar soluciones PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 11 i 2 los problemas sociales combinando hallazgos derivados de diferentes areas de las ciencias sociales» {(véase Nowvilas, 2007, p. 772). i Varela enfatiza la oposicién entre tecnologia social e investigacién. La primera se centta en el pro- | Iblema, la segunda en conceptos y variables. En la tecnologia social se busca un objetivo global y para ello el proceso de trabajo se encamina a conseguir sintesis de muchos conocimientos diferentes, mien- tras que la investigacién se interesa més por el andlisis y por aislar las relaciones entre variables. Otras i diferencias de importancia son las siguientes: la tecnologia social es pragmatica y utiliza todas las teorias | y hallazgos de investigacién que considera que le pueden ser de utilided, las combina segén sts apor- tacién al problema a resolver y no se preocupa por generalizar los resultados cle su trabajo sino, més | bien, de que éstos sirvan para resolver el problema al que se enfrenta. | Dos ejemplos del planteamiento de Varela (1975) en el presente volumen son los siguientes: mM Gestion de conflicos conjunta a través de la negociacién o la mediacién (Capitulo 6 sobre Conflicto Interpersonal y su Gestién») F Las estrategias de manejo de conflictos, mas que de te- ‘orias psicosociales investigaciones de laboratorio, surgen de las observaciones realizadas en situaciones coticianas. ‘Aunque realicen aportaciones te6ricas innovadoras 0 intro duzcan nuevas técnicas de investigacién, su interés funda- ‘mental resice més bien en la capacidad que demuestran para resolver contlictos reales. Parten de conocimientos ya existentes en las teorias psicosociales sobre actitudes, rela- Ciones positivas entre personas, aribuciones, entre otras muchas, siempre y cuando resulten tities para resolver el problema concreto al que se enfrentan y no se preocupan por generalizar esa solucién a otras problemas. Dan por supuesto que en otras acasinnes el nuevo problema exigiré soluciones hechas a medida que habré que bus- Pi car en ese contexto. En otras palabras, una buena negociacién o una buena mediacién responderd siempre \ una férmula Gnica que se acepta porque demuestra su eficacia en el lugar y momento en que se necesita. Estrategias de adaptacién a otros contextos culturales (Capitulo 2 sobre «El estudio | : de la Cultura en Psicologia Social») La familiaridad con las pautas culturales es necesaria para evitar problemas en la interaccién con per- sonas de otras culturas. A obtener esta familiaridad, ayucard el conocimiento generado por las investi- gaciones transculturales. Una interaccién fluida con una persona de una cultura colectivista exigird au- | -as, mientras que en una cultura individualista no habré que esperar que las personas I sencia de c } hhagan muestra de una elevada expresividad emocional | | 12. PSICOLOGIA SOCIAL La Psicologia Social Aplicable Es la aportacién de dos importantes autoras de Psicologia Social, Mayo y La France (1980) y consta de tres elementos fundamentales que se relacionan entre si de forma ciclica: la acalidad de vida», la sconstruccién del conocimientos y la cutilizacién e intervencién» (véase Nouvilas, 2007, p. 774). En primer lugar, estas autoras prefieren hablar de «calidad de vida» en lugar de problemas sociales. Ello da un giro positive a su aportacién y permite una aproximacién basada en la prevencién En segundo lugar, con su concepto de «construccién del conocimiento® llaman la atencién sobre la importancia que tiene para la Psicologia Social la capacidad de predecir la conducta, para lo que es fun- damental tener en cuenta el contexto en el que ocurre. Ello permite la introduccién de variables «ma- cro», es decir, estructurales y contextuales, En tercer lugar, la eutlizacién e intervencidn» es el objetiva final del modelo. Es un proceso complejo que incluye, al menos, los siguientes elementos: — la comunicacién entre los psicélogos sociales y las personas o grupos que solicitan o son el blan- co de la intervencién, — el establecimiento de las relaciones adecuadas con esas personas 0 grupos, y — el cudndo y el cémo de la intervencién, Pero, sin duda, lo mas interesante y atractivo del planteamiento de Mayo y LaFrance es su idea de ue los tres elementos anteriores se relacionan entre si de forma ciclica con la ayuda de los denominados sadapladoress. Ast, se puede pasar de la calidad de vida a la construccién del conocimiento por medio de una actividad que estas autoras llaman de formulacién del problema y eleccién del método», De la construccién del conocimiento a la utilizacién-intervencién se pasa con la ayuda del eandlisis del sis- tema y la definicién del rol», mientras el ciclo se cierra con el paso de la utiliza a. Ci6n-intervencién a la calidad de vida por medio de la «interpretacin y evalua- i6ne (véase Nowvilas, 2007, p. 775). En el presente volumen se pueden encontrar algunos ejemplos del enfoque de Mayo y LaFrance (1980). «Proceso de Aculturacién de la persona inmigrantes (Figura 5.2 del Capitulo 5) Se trata de mejorar la calidad de vida de los inmigrantes y de adelantarse al problema que para ellos supondria vivir al margen a espaldas de las normas, valores y conductas de la poblacién mayoritaria, Para conseguirlo, hay que com binar procesos de distinta naturaleza. Algunos de ellos son mas bien individuales (como las creencias y las formas dle pensar), mientras que otros son de naturaleza ‘macrosocial (los que tienen que ver con el sistema social, el econdmico y el tec- PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 13 nolégico). La aculturacién vendré dada por la combinacién aclecuada de estos procesos, tal como mues- tra la Figura 5.2. ts claro también que en esa Figura se promueve la prevencién, como recomiendan Mayo y LaFrance, porque en lugar de esperar a que se presente el problema, se describen las relaciones que existen entre los procesos intervinientes en la aculturacién y se sefiala como evitar que el problema llegue a produ- cinse. «lnfluencia de la cultura sobre la solucién de conflictos» (Capitulo 6) Responde al planteamiento de estas autoras tener en cuenta los procesos macrosociales y contextua~ les de los que depend en gran medida la calidad de vida. Considérese lo que sucede en un equipo de trabajo en el que coinciden personas de dos culturas ferentes, una individualista y otra colectivista. Al intentar realizar conjuntamente una tarea, los indivi- dualistas tenclerdn a tomar la iniciativa y a controlar la interacci6n. Por su parte, los colectivistas les ce- eran su tiempo de intervencién como muestra de deferencia, Pero de esta forma no es probable que la tarea llegue a buen puerto, ya que el desequilibrio en la interaccién dard lugar a desconfianza dentro del grupo. Unos, los individualistas, pensarn que la pasividad de los otros es producto de desinterés o incapacidad. Los colectivistas, en cambio, creern que el monopolio del tiempo por parte de los indi- vidualistas refloja su cardcter arrogante. Por tanto, superar las barreras culturales en equipos como el descrito es una importante dificultad, Hay que comenzar por convencer a los miembros de estos equipos de que la desconfianza mutua surge de la diferente procedencia cultural, no de diferencias de personalidad, conocimiento, dedicacién 0 in- terés, Sdlo sobre la base de este convencimiento serd posible elaborar pautas de colaboracién de cardcier innovador capaces dle superar las barreras cultural. eDeteccién del sexismo ambivalente en adolescentess (Capitulo 9 sobre «Psicologia Social y Género») La prevencién es un aspecto central del enfoque de la Psicologia Social aplicable impulsado por Mayo y la France. En el caso del sexismo, la prevencidin se tra- duce en la deteccién de este prejuicio en los adoles- centes, bajo el supuesto de que un elevado grado de prejuicio en esas edades serd un predictor fiable de un sexismo consolidado en la edad adulta, Recio, Cuadrado y Ramos (2007), en su intento de deteccién de sexismo en adolescentes, parten del co- nocimiento generado por las investigaciones sobre se- xismo ambivalente, que mostraron la conexiéin del se- 14 © PSICOLOGIA SOCIAL xismo con el patriarcad, la existencia de dos tipos de sexismo, un hostil y otro benevolente, yel impacto dle los dos tipos sobre la situacién de la mujer. Es un mérito de estas autoras haber demostracio que este enfoque cle sexismo ambivalente no es idé- neo para la deteccién de sexismo en adolescentes y haber procedido a elaborar un nuevo instrument adaptado a este objetivo. Se ala de una clara ilustracin del adaptador wformulacién del problema y eleccién del método» que sirve como transicién entre la emejora de la calidad de vidas y la «construc- cidn del conocimiento». Vase Cuadro 1.1 Cuadro 1.1. El cuestionario para la deteccidn de sexismo en adolescentes como adaptador «formulacién del problema y eleccién del método» om | a [SU RLMENTO™ | BELMODELO. QD ATIADONES DEL MODELO. | | Formulacién del problema: |More de ta >= _Detecci6n desexismoen =e Constuccién del |] calidad de vida: adolescentes ‘conacimiento: Prevencién Descubrir los para evitarla apecioscrucales Consolidacién de sexismo en del sexismo Eleccién del método: adolescentes — Creacién de la escala DSA «*Comparaciones emic y etic sobre culturas» (Capitulo 2 sobre «él estudio de la Cultura en Psicologia Social») {0s intentos de mejorar las relaciones entre culturas, habituales, por ejemplo, en la integracién de {os inmigrantes en la sociedad de acogida, en la formacién de equipos de trabajo compuestos por per Sonas de culturas diferentes, exigen instrumentos desarrollados en la propia cultura. Serfa un error pensar ue los instrumentos desarrollados en una cultura van a servir para realizar estudios en culturas nota- blemente diferentes, Es lo que se conoce como «etic impueston. En el modelo de Mayo y la France (1980), esto constituye un ejemplo de eleccién de método. OBJETIVOS Y AREAS PROFESION, Al sea interacci6n permanente persona-medio un presupuesto de pariida del trabajo social, el objetivo General de éste es el estudio de las relaciones que establecen las personas en su contexto socal, especialmente PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 15 ‘en los grupos y la instituciones sociales, para pasar luego a realizar las posterior intervenciones necesarias para que tales relaciones sean satisfactorias. Ese objetivo general se desglose en cuatro ms especificos: * Contribuira disminuir la desigualdad e injusticia social y facilitar la integracién social de los gru- pos de personas marginadas. * Promover el aprendizaje de destrezas a personas, grupos, organizaciones y comunidades para que se enfrenten a su marginacién y a quien la provoca. ‘© Mejorar el bienestar y la capacidad para resolver problemas dle las personas individuales, grupos, ‘organizaciones y comunidades que lo necesiten, + Informar sobre las oportunidades y desarrollar las destrezas emocionales, intelectuales y sociales necesarias para poder aprovecharlas, Estos objetivos se logran por medio de la intervencién directa 0 indirecta del trabajacior social. La pri- mera ocurre cuando existe contacto personal entre el profesional y la persona, familia 0 grupo. La se- gunda, cuando incluye actividades de andlisis, planificacién, evaluacién, coordinacién y supervisi6n. Dado que las relaciones en las que estén implicadas las personas son muy numerosas y de distinta naturaleza, y que, ademés, tienen lugar en contextos muy diferentes, es de esperar que la actividad pro- fesional de los trabajaciores sociales tenga que lievarse a cabo en diversas éreas y dentro de ambitos dlis- tintos, por ejemplo, en la administracién paiblica, en las asociaciones no gubernamentales, en fundacio- res, en federaciones, en organismos internacionales, en universiiades y en otras michas organizaciones sociales. Se dice que el trabajador social realiza una labor wasis- tencial» cuando se preocupa por la deteccién y analisis de las necesidades sociales y por facilitar el acceso a los re- cursos a todos aquellos que fo necesitan. Su labor es de eprevencidn» cuando intenta anticiparse a la reproduccién dle la marginalidad, la exclusi6n social, la pobreza y la vul- nerabilidad social, También interviene en epromocién y educaciéns cuando ayuda a las personas y grupos sociales a hacer uso de las oporiunidades que estén a su alcance, len umediacién y arbitrajen en aquellas ocasiones en que intenta resolver conflicios que afectan a las familias y gru- pos sociales en sus relaciones y en su entorno social. Oras labores importantes son las siguientes: «rehabilitacién», lo ‘que significa que se promueve el bienestary a integracién social de las personas y colectivos que se encuentran en desventaja social; «planificacién, anélisis de pro- cesos sociales y necesidades y evaluaciéns, que consiste en conocer y analiza los procesos sociales y las necesidades para disefar y ejecutar planes, programas y proyectos sociales; egerencia y administra- ciénm, lo que implica organizar, dirigir y coordinar los servicios sociales e «investigacién y docencian, 16 ® PSICOLOGIA SOCIAL Ya que se espera del trabajador social que aumente su co- nocimiento de la realidad social mediante la investiga- in y que ponga dicho conocimiento a disposicién de ‘otros profesionales. 1 dmbito més habitual de la labor profesional del trax bajador social son los Servicios Sociales, pero no el iini- 0. Estén también el Ambito de la salud, la educacién, justicia, empleo, urbanismo y empresa, medio ambiente, voluntariado, cultura y tiempo libre. En estos émbitos, los trabajadores sociales deben realizar sus intervencio. nes de forma coordinada y complementando a otros pro- fesionales, como psicélogos y educadores sociales, ast como a otros agentes sociales. = £1 Capitulo 10 sobre «Aproximacidn Psicosocial al estudio dle la salud es muy ilustrativo en este sen- tido. En él se reconoce explicitamente la labor del trabajador social en un area espectfca: la comunica. ci6n empitica y afectiva, en la que existen numerosas posibilidades de actuacidn. Es claro que todas elas se pueden potenciar con el conocimiento de la teori, la investigacién y la prctica psicosocial. El papel del trabajador social en el establecimiento de pautas de salud y, en general, en la atencién social alas personas en los contextos de salud puede ser muy activo, puesto que estos profesionales olrecen apoyo no slo a los usuarios sino tambien a la familia y al reso de los profesionales, Esto se aprecia de una manera clara en la actuacién de los trabajacores sociales para la mejora del cumplimiento terapéutico RAZONES PARA U Y PSICOLOGIA SOC Segtin el criterio de la naturaleza del proceso estudiado, los contenidos del manual se podtrian agru par en cuatro grandes categorias: ‘+ Procesos de naturaleza individual: Actitudes (Capitulo 3) * Procesos de naturaleza interpersonal: Conflicto Interpersonal (Capitulo 6), Conducta de Ayuda y Allcuismo (Capitulo 7) y Agresién (Capitulo 8) * Procesos de naturaleza grupal: Procesos grupales y relaciones intergrupales (Capitulo 4) y Psico- logia Social del prejuicio (Capitulo 5) ‘+ Procesos macrosaciales: El estudio de la Cultura (Capit lo 2) y Psicologia Social y Genero (Capitulo 9) Ahora bien, el predominio de un cierto tipo de procesos en un capitulo no significa la exclusién ab- soluta del resto de procesos. Asi, por ejemplo, el hecho de que el Capitulo 2 se cene en los procesos ‘macrosociales de cultura no quiere decir que en ese capitulo se pasen por alto procesos de naturaleza individual, interpersonal o grupal. Y lo mismo sucede en el resto de los capitulos. PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 17. Como se ha mostrado en un apartado anterior, todos los pracesos estudiados en el manual son sus- ceplibles de aplicacién y, por lo tanto, utiles para el trabajaclor social. Las cuatro formas de aplicacién de la Psicologia Social (investigacién-accién, triada teorfa-investigacidn-préctica, la tecnologia social y la Psicologia Social aplicable) no dependen de la naturaleza del proceso estudiado. Esto se ve con claridad en el Capitulo final, «Aproximacidn psicosocial al estudio de la salud», que presenta con detalle numerosos ejemplos de procesos de las cuatro categorias, tanto en la investigacion como en la prictica, Esto concuerda con la posture de varios autores que se han preocupado de analizar las relaciones entre Psicologia y Trabajo Social. Asi, Breakwell (1982) afitma que el recurso a estrategias psicosociales permite al tabajador social realizar diagndsticos de las situaciones y predecir qué tipo de decisiones to- ‘mar y cudles son las consecuencias que pueden derivarse de ello. Ariade que la psicologia realiza una importante contribucién a la formacién y al adiestramiento de los trabajadores sociales, como parte in- tegrante de su cualificacién profesional, con lo que contribuye a su construcci6n del marco te6rico y al ajuste de su perfil profesional a las demandas sociales. Por su parte, Femandez y Rondén (2003, p. 206) afirman que: sla Psicologia Social es In expecialidad mas aplicada al trabajo social por su marcado cardcter operativo y social y por compartir muchos espacios comunes, algunos de ellos de suma importancia, como la optimi= 2zacién de los recursos tanto personales 0 psicolégicos como sociales, el desarrollo, la comunicacién huma- ‘a, as relaciones intra e ergrupales, el estudio de los elementos que configuran la constiuccién del mundo social (cognicidn,atrbucién,acttudesy, en defntiva, la potenciacién de las capacidades individuales,gru- pales y comuniarias como las esrategias metodoldgicas que fundamentan la accién socials, Es decir, estos autores se muestran de acuerdo con Breakwell y reconocen que la Psicologia facilita, en buena medida, al Trabajo social a base tebrica y conceptual para la intervencién social, al tiempo i que aprovecha los conocimientos teéricos desarrollacios en torno a las actitudes y al analisis de com- i portamientos. Concluyen que ello le permite realizar una mejor aproximacisn a su objeto de i ida y a los comportamientos de las personas. Para Ares (1995), la aportacién de la Psicologta Social a la for ‘macién de los trabajadores sociales descansa en la utilidad préc~ tica de sus conocimientos. La profesién de Trabajo Social tiene tuna importante implantacién social en un proceso continuo cle auto-redefinicin. En el estudio realizado por Conde (2003), con estudiantes universitarios de trabajo social sobre su rol profesio- nal, se pone de manifiesto una perspectiva del trabajador social ‘como mediador, lejos de entenderse como un simple gestor admi: nistrativo 0 informaclor consejero. Esta orientacidn concuerda con Ia idea de una profesién que ha de articular sus esfuerzos, recur 08 € informaciones para fa resoluciéin de problemas, Junto a las razones anteriores, de naturaleza fundamentalmente intelectual, conviene sefialar que el Libro Blanco del Titulo de Grado en Trabajo Social (véase ANECA, 2007), ala hora de destacar las ca- racteristicas comunes dle los programas de formacién en su biisqueda del peril formativo idéneo para el Trabajaclor Social, afirma que, ademas de una preparaci6n te6rica y practica especifica en trabajo social, es necesaria una formacién basica en ciencias sociales aplicadas, Psicologia y derecho. Hay también razones histéricas: para los propios trabajadores sociales es claro que la Psicologfa ha teniclo una gran influencia en l Trabajo Social. De hecho, gran parte de los modelos de intervencién usados en Trabajo Social proce- den de la Psicologia. Es la Psicologia la que desde sus teorfas ha proporcionado un marco conceptual y elementos para el anzlisis cel comportamiento individual y social. Y dentro de la Psicologia, es el analisis psicosocial de la realidad el que facilta el conocimiento previo de los procesos que estén su- cediendo, para pasar a estudiar sus alteraciones y realizar las intervenciones que permitan un cambia hacia situaciones més favorables. En nuestro pais, la materia de Psicologia Social se ha cursado deste el comienzo de la formacién de los trabajadores sociales. sta reduccién del conilicto intergrupal desde la Teoria de la Identilad Socials, que se expone en el Capitulo 4, es un buen ejemplo de cémo la investigacién psicosocial es capaz de generar estrategias que ayudan a mejorar una dle las cuestiones que mas preocupan en Trabajo Social: las relaciones entre los srupos. En esencia, se trata de influir sobre el proceso de categorizacién y dle modificarlo. Hay tres for: ‘mas fundamentales de hacerlo. Una de ellas consiste en dar relevancia a la individualidad de la persona: es la descategorizacién. Otra es hacer consciente a la persona de su pertenencia a un grupo supraorde- nado, es decir, que engloba tanto a su propio grupo como al grupo opuesto: es la recategorizacién. Y todavia, en muchas acasiones, se puede hacer consciente a la persona de su pertenencia a los cos gre pos: es la calegorizacién cruzada. Esta titima slo puede darse cuando realmente existe esa perlenencia comin, Ts La imtervencién social tiene como objetivo ereclucir los problemas sociales, mejorar la calidad de vi- da, el bienestar 0, en general, la vida de las personas» (Nowvilas, 2007, p. 777). Abarca desde la infancia a la tercera edad, pasando por los problemas de relaciones entre géneros, [a violencia, el desempleo, 1 ocio, los medios de comunicacién, la salud, las discapacicades, el racismo, la inmigracién, la coo- peracién al desarrollo, la exclusidn, 0 los valores sociales, entre otros. Todos ellos constituyen contenidos de Psicologia Social, como ya se puso de manifiesto en apartacios anteriores de este capitulo, Al mismo tiempo, guardan una estrecha relacién con el trabajo social, que PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL © 19 tiene coma misién intervenir sobre los problemas psicosociales y que, como sefiala Conde (2003, p. 74) 1 «una de las profesiones de los servicios del bienestar orientada fundamentalmente a la intervenciéne, Eltrabajador social es un mediador para la resoluci6n de los problemas psicosociales y combina la pers- pectiva de los problemas de los individuos con las estructuras y las politics sociales (Ahearn, 1999), Este papel cle mediaciar pone de relieve la importancia de las habilidacles y de las competencias sociales que son recesarias para el desempefio de su rol profesional. De hecho, los estudiantes de Trabajo Social muestran tuna mayor sensibilidad social y mas sentido critico social que los estudiantes de otras carreras (Gori, 2006). ‘Sanchez Vidal y Morales (2002, p. 17) definen la intervencién social «como una accién intencionada para cambiar una situacién, que segiin ciertos criterios inecesidad, riesgo de conflicto o dafio, dlepre- dacién ambiental, entre otros) se considera intolerable o suficientemente alejada de unas pautas ideales de funcionamiento y relacién social (libertad, justicia social, sostenibilidad y similares) como para ne~ ccesitar correccién en una direccién marcada por unos objetivo». Hablamos de una acci6n intencionada ten cuanto al agente que interviene, pero desde el sueto/grupo objeto de la intervencién no siempre es asi, puesto que puede, efectivamente, como sefalan estos autores, haber pedido la ayuda o puede ha- berse produciclo de forma impositiva ante una determinada situacién social que, segdn las normas y va lores sociales, es icentificada como un problema social. El Bienestar Social El motor que activa el proceso de la intervencién social es la ‘consecucién del bienestar social. Ahora bien, cabe preguntarse quées, en concreto, el ebienestar social». Se podria pensar, con i razén, que es una medida objetiva del reparto de recursos so- ciales, pero no cabe olvidar su componente subjetivo que se relaciona con la calidad de vida. % . | Las medidas tradicionales del bienestar social configuran - ~ i un cuadro complejo. Se suele comenzar por el Bienestar Objetivo, que incluye, ' en primer lugar, el Producto Interior Bruto (PIB) per capita, 0 cantidad de bienes y servicios ditiles disponibles para una persona dentro de un pais, medido a precios de mercado, - Sobre él inciden varios factores, como: + La productividad, medida por el valor monetario de la cantidad de bienes y servicios que produce un trabajador en una hora j + La ratio de empleados por poblacién o porcentaje de la poblacién total que tiene un trabajo re- munerado. «El nimero de horas trabajadas por cada empleado al afo. E 20 © PSICOLOGIA SOCIAL Dentro del Bienestar Objetivo se suele incluir también el fndice de Desarrollo Humano (10H), que mide el bien- estar social a partir de tres elementos: * La esperanza de vida al nacer (vida saludable) + La tasa de alfabetizacién de adultos y la tasa bruta combinada de matriculacién en educacién prima- Fia, secundaria y terciaria (nivel edlucativo). ‘EI PIB per cépita (nivel de vida digno). Eltercer elemento del Bienestar Objetivo es el Indice de Pobreza Humana (IPH), con el que se calcula el nivel de pobreza existente en un pais. Comprende: * La probabilidad al nacer de no sobrevivir a los cuarenta afos. * Latasa de adultos no alfabetizados. + La media entre la tasa de poblacién sin acceso estable a una fuente de agua de calidad y la tasa de menores de edad con peso por debajo de la media. EI Bienestar Subjetivo se calcula a partir del porcentaje de personas que se consideran «felices» 0 muy felices» menos el porcentaje de personas que se consideran «no muy felices» 0 «infelices». La en- Cuesta mundial de valores de 1990 encontré una cortelacién entre el bienestar subjetivo y el PIB per cé- pila (r= 0.74) més elevada para niveles de renta baja (Inglehart, 2000). Tambien existen las llamadas «Escalas de bienestar». Se parte del supuesto de que el bienestar sub- jetivo es un constructo multidimensional que se refiere al grado de satisfaccién de una persona en dis- fintos aspectos de la vide. Se han desarrollado diferentes escalas para llegar a establecer una medida, La Giltima escala de bienestar psicolégico adaptada en Espafia es la versién de van Dierendonck (2004) de la escala propuesta por Carol Ryff, Psychological Well-Being Scale (PWS; Diaz y cols., 2006). Esta escala estd compuesta por seis dimensiones: ‘+ auto-aceptacién, el sentirse bien consigo mismo siendo consciente de sus propias limitaciones; ‘+ mantener relaciones positivas con otras personas, relaciones sociales estables, tener amigos en los que confiar; * autonomfa, mantener la propia individualidad en diferentes contextos sociales, independencia y autoridad personal; *+ dominio del entorno, crear entornos favoralales para satisfacer las necesidades personales; * propésito de vida, marcarse metas y objetivos que den sentido a su vida; crecimiento personal para llevar las propias potencialidades hasta el maximo. — PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL @ 21 EI Capitulo 10, «Aproximacién psicosocial al estudio de la salud>, hace hincapié en la estrecha re lacién entre el bienestar-calidad de vida y la salud, y alude tanto a los aspects objetivos de esta altima {por ejemplo indices sobre trastornos concretos), coma a sus aspectos subjtivos (la forma en que se vive y experimenta), Pasos de la intervencién social Se suele admitir que la intervencién social consta de cinco pasos. £1 primero es la «ldentificacién y definicién del problema». En él se analizan los presupuestos te6- ricos sobre las necesidades y los comportamientos sociales. Estos presupuestos provienen ce la Psico- logta Social, por lo que el trabajador social ha de poseer formacidn en esta disciplina. En esta fase tam- bién se ha de describir el contexto social ¢ institucional en el que se va a desarrollar la intervenci6n. £s el momento de definir el problema con la mayor claridad y objetividad posible. Para ello se acon- seja acudira diferentes canales de informacién y emplear las hesramnientas adecuadas a los agentes so- Gales de que se trate, En esta rea también la Psicologia Social aporta instrumentos muy tiles para la cevaluacién de las necesidades y de los problemas sociales. £ segundo paso es la «Basqueda de soluciones», S6lo sobre la base de un genuino conocimiento de los hechos sociales en los que se pretende intervenir se puede plantear la busqueda de una solucién. Hay que distinguir entre los factores que generan el problema y los factores que los mantienen, para to- mar decisiones sobre el objeto de intervencién. Schneider, Gruman y Coutts (2005) resaltan las ventajas de que la solucién del problema social se asiente sobre alguna teoria psicosocial. Por supuesto, coma indican estos mismos autores, [a primera al- temativa seréclegir una intervencién que ya se haya mostrado eficaz ante la misma o parecida situacién social. De ahi, la importancia del tltimo paso de las intervenciones sociales la evaluacién de la inter- vencién llevada a cabo. : El tercer paso es el «Diseito y planificacién de Ia intervencién». Exige la inclusién de los objetivos planteadbos, la especificacién de las acciones a realizar por cada uno de los especialistas que intervienen ¥ del contenido del programa de intervencin, Es necesario también determinar los medios econdmicos, personales y materiales precisos para ejecutarl. En la intervencién social en el siglo Xx, con una sociedad globalizada y plural, el aspecto relacional ha pasado a ser objetivo prioritario de las poitcas sociales, yla autonomia el reto a alcanzar en la in- tervencién (De la Red y Rueda, 2003) El cuarto paso es ya la «Realizacién de la intervencién», que consiste en poner en préctica las acti- vidades planificadas en el punto anterior. El quinto paso es la «Evaluacién de los resultados del programa». Se analizara si'el programa tiene fundamentos teéricos contrastados y si se han obtenido los beneiicios planificados: cumplimiento de ob- jetivos,ullidad social, impacto para los usuarios y satisfaccién de los beneficiarios. Mi | 22 © PSICOLOGIA SOCIAL a Funciones y areas de la intervencién social Sanchez Vidal (1996) enumera cinco funciones fundamen tales de la intervencién social: prestacién de servicios, desa- rrollo de recursos, prevencién, reconstruccién social y cam- bio social. Cada una de ellas se puede llevar a cabo en dreas diferentes. Por ejemplo, la funcién de «prestacién de servi loss se lleva a cabo en las éreas de salud, de educacién y de Servicios Sociales, mientras que la de «reconstruccién social» abarca las areas de familias de acogida, grupos de apoyo 0 ‘grupos primarios, como la familia, el grupo de iguales o la comunidad. Un ejemplo puede aclarar estos conceptos, Se trata de una intervencién que se lleva a cabo con Ia po- blacién inmigrante. Para empezar, es conveniente indicar que {os ejes fundamentales de las politcas migratorias son tes: * politicas dirigidas a la buena integracién de los inmigrantes, + Politics dirigidas a controlar los flujos migratorios desde el control de fronteras, * poltticas dirigidas a promover en los paises de origen un desarrollo econémiico que modere las ne- ccesidades de emigrar. os elementos de integracién de este colectivo (el primer eje} pueden ser tres: * Capacidad de desenvolvimento auténomo en la sociedad de acogida, * Fanticipacién en igualdad de derechos y responsabilidades en todos los émbitos de la vida social y cludadana. * Reconocimiento de todas las personas y colectivos como interlocutores y corresponsables en la construccién de una sociedad asequible para todos. {a integracin social de los inmigrantes tiene coro objetivo aleanzar el sentimiento de pertenencia 2 la comunidad receptora de los residentes extranjeros y de sus familias y contribuir de manera active al crecimiento del pais. La intervencién necesaria para ello consta de las siguientes acciones * Alcanzar el ejerccio pleno de los derechos: asistencia sanitaria, atencién educativa espectfica Para los alurmnos inmigrantes, reagrupacién dela familia y libertad religiosa * Adguisicion de la nacionalidad, mejorando y faciltando los procedimientos para dicha adquis- cién. * Incorporacién al mercado de trabajo en igualdad de condiciones que los espaftoles, facilitando itinerarios integrados de insercién ee — PSICOLOGIA SOCIAL Y TRABAJO SOCIAL ¢ 23 # Acogida y atencidn de extranjeros que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad a través de centros de estancia temporal y acogida en organizaciones no gubernamentales. ‘ Actuacién concertada para medidas de integracién con Administraciones pi- blicas y organizaciones no gubernamentales. © Refuerzo de la estructura administrativa para atender las necesidades de tramitacién de los inmigrantes mejorancio la coordinacién de los pro- cedimientos. + Lucha contra el racismo y la xenofobia através de campatias forma- tivas y fomentando los valores de igualdad y respeto alas diferencias. tos planes cle intervencién social con inmigrantes estén encaminados a facilitar el proceso de integracién a nivel personal y social en los campos la- boral, polico y cultural, mediante prestaciones y programas de intervencién dlirigidos a oftecer una atencién global ¢ integrada. Pero junto a ello, es imprescindible erradicar de la sociedad de acogida toda forma de discrimina- cién, Para ello, se desarrollan programas en servicios sociales, sanidad, educacién, vivienda, formacién y ompleo, atencidn juridica, cultura, sensibilizacién y cooperacién al desarrollo, junto con el apoyo imprescindible de formacién e investigacién. Por iltimo, entre los indicadores de evaluaciGn de la integracién social cle inmigrantes destacan los aspectos psicosociales:relaciones interpersonal, identidad personal, expectativas sociales, manejo de estereatipos, condicionamientos culturales, 0 adquisicién de roles. La vinculacién psicosocial con los procesos macrosociales y estructurales fortalece la figura del tra- bajador social, sobre todo a la vista cle la fuerte influencia de la perspectiva burocratica-asistencial tra- dicional, predominante todavia en las representaciones sociales de los trabajadores sociales (véase Bue- no y Pétez, 2000), La informacién recogida por Conde (2003) de los propios trabajadores sociales lo confirma: el caracter integrador interdisciplinar en la intervencién social que le corresponde al trabajador sécial ocupa una posicién secundaria tespecto a la gestién administrativa. Dado que el Trabajo Social es una profesién en desarrollo (Dominguez, 2000) sometida a continuos cambios de las demandas sociales (que son las que ponen en marcha la intervencién social), la redef nicién de los problemas sociales es continua (Lorenz, 2005) y se hace necesario el desarrollo de la in- vestigacién sobre los programas de intervencién social (Shaw, Arksey y Mullender, 2006). Por eso, en Espaiia y otros paises europeos la intervencién social se centra en la integraci6n de inmigrantes y las si- tuaciones de maltrato (en la infancia, a las mujeres, a los ancianos), mientras que los paises del conti- rente sudamericano el eje central de intervencién es la pobreza y las variables psicosociales que la sus- tentan (Palomar y Lanzagorta, 2005). Véase el Cuadro 1.2.

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