6. Dominio personal
‘Conociniento
de si mismo"
E dominio personal ha sido una
de las disciplinas més caracteristi-
cas de los lideres de todos los tiem-
pos y quizé una de las mas olvidadas
en la actualidad por la educacién
moderna,
Desde grandes pintores, milita:
tes, ascetas y misticos, hasta reyes
yprofetas, investigadores y empren-
dedores (en una palabra, los lideres
de todos los tiempos), han fortale-
cido su personalidad a través del
dominio de si mismos.
Llegar a dominar el cincel o la
espada ha sido fruto de la discipli-
nay del arte de perfeccionarse a si
mismo hasta alcanzar la excelencia.
La politica —en el sentido aristoté-
lico 0 platénico— también ha exigi-
do de personas capaces de encauzar
y fortalecer las propias energias y
talentos. Lo mismo ha sucedido con
los lideres empresariales y sociales.
El propio psicoandlisis y la psi-
cologia modema se basan en el con-
tinuo habito de autoconocerse a tra-
Es dificil entender que la autoridad es de-
ber yes misiGn, en vez de privilegios y oca-
sign de vanagloria individual.
Isc Guaiix Vativa
vés de la reflexién, el andlisis y el
ensayo de nuevas conductas, cada
vez més integradas a la propia per-
sonalidad y basadas en las fuerzas
personales (Maslow, 1970),
‘Sin embargo, poco se sefala y
fomenta en la educacién actual esta
necesidad de conocerse a uno mis-
mo, de estimular la introspeccién y
el hAbito de reflexionar para lograr
la integracién de las propias capaci-
dades hacia los fines propuestos.
Como una reaccién a las teorias
psicolégicas de Ja voluntad y a las
exageraciones de una sociedad re-
presiva, se ha fomentado la expre-
sidn libre de los impulsos y los sen-
timientos, en detrimento de la ca-
pacidad de manejar esos impulsos y
sentimientos, al servicio del yo cons-
ciente e inteligente que requiere ma-
nejar el dolor y la frustracién, el frfo
y el calor; que necesita saber orien-
tar constructivamente los impulsos
de odio y el miedo; que requiere
aprender a superar los sentimientosde inferioridad y las debilidades per-
sonales (Laughlin, 1967)
Cuando los grandes generales
de la Roma imperial eran conduci-
dos en medio de los vitores del pue-
lo y coronados con el laurel por los
emperadores, se hacian acompaiiar
de un muchacho que les repetia “el
triunfo es pasajero” y “eres mortal”.
Los grandes éxitos y el excesivo po-
der hacen perder la objetividad, la
verdadera dimensién de la realidad
personal y ajena, y este peligro sélo
puede ser enfrentado con el autodo-
minio.
EI pecado més coméin de los li-
deres ha sido su propia vanidad y
Ja ensofiacién con ellos mismos. En
nuestro pais hemos sido testigos de
la pérdida de la realidad de presi-
dentes y de altos Ifderes, que han
creido los halagos sistemiiticos de
los aduladores de palacio. ¥ ante es-
ta pérdida del sentido de. objetivi-
dad han sucumbido, y son recorda-
dos como los peores y mis destrue-
tivos presidentes del pais. La falta
de realidad los ha hecho manejar a
la nacién como si fuera de su pro-
piedad y han creido que podian mo-
dificar las reglas del mercado y vio-
lentar las condiciones sociales.
Su vida personal y sus propias
familias fueron victimas de la des-
truccién provocada por la falta de
sensibilidad y objetividad de su
propia condicién humana.
Los lideres tienen que fortale-
cer su propia personalidad para en-
frentar los retos y peligros inheren-
tes al poder, la fama y la riqueza,
cuando ésta se presente,
Socrates, quien predicaba desde
la efigpide de la sabidurfa, se daba
cuenta de que no sabia nada. En pat-
te se lo decia a si mismo para lograr
UDERNCO, CAPACIDADES PARA DIRIGIR
su verdadera dimensién humana.
La humildad de un Einstein ante el
misterio del universo lo hacia un li-
der asequible y humano en el trato
con los demas. La austeridad repu-
blicana de los liberales mexicanos,
entre ellos Benito Juarez, en el siglo
XIX, conservaba la pureza de los idea-
les y la credibilidad.
El dominio de si mismos hizo
que los grandes lideres de la histo-
ria permanecieran congruentes con
sus propios principios, y les dio la
fuerza para enfrentar Ios embates
de los fracasos y de los triunfos, de
Jas pruebas de la adversidad o de la
gloria.
Pero no nada més en el pasado;
no tinicamente los grandes lideres
nacionales o mundiales; sino en
nutestro tiempo, los lideres de todos
Jos niveles requieren de este domi-
nio y manejo personal que les dé
consistencia y credibilidad, que les
proporcione fortaleza y objetividad
para enfrentar log retos de un mun-
do cambiante y exigente, y les per-
mita visualizar con claridad los
rumbos y posibilidades objetivas de
progreso y bienestar de sus comu-
nidades y naciones, de sus empre-
gas y de sus pequeiios equipos de
trabajo.
Esta funcién de dirigir congruen-
te y sistematicamente las propias
energias y talentos hacia las metas
deseadas es tarea fundamental de
jefes de departamento y directores
generales, de presidentes y lideres
sindicales; es decir, de todo aquel
que acepte la vocacién de orientar y
dirigir los esfuerzos de los demas,
cada quien en su nivel y en su Ambi-
to de especialidad.
En la actualidad, cuando se ha-
bla de la enorme carencia de lide-DOMINIO PERSONAL
razgo a nivel, no s6lo nacional, sino
mundial, quizé valga la pena recur-
tir a la historia y aprender de los
pueblos que generaron grandes lide-
res, ya fuera Grecia o Roma, la In-
dia o China, los aztecas 0 los espa-
fioles, los mayas o los siux; todos
ellos formaron a sus dirigentes en
los valores findamentales del domi-
nio personal y de la disciplina. Los
formaron en el sacrificio y en la en-
trega. Fomentaron el espfritu de lu-
cha y la resistencia ante la adversi-
dad. Y a partir de estos valores, 0
simultaneamente, les ensefiaron el
arte de la palabra, la logiea del pen-
samiento y de Jas matemiticas, las
artes marciales y la poesia. Muy es-
pecialmente, los griegos y los roma-
nos inculcaron esta formacién a sus
hombres escogidos (Jaeger, 1957).
Sin embargo y desgraciadamen-
te, nuestra educacién actual carece,
en gran medida, de estos principios
humanos fundamentales y se ha
medido su eficacia en respuestas
condicionadas y en la memorizacién
automatica de datos y conceptos
preconcebidos (Skinner, 1971). En
Jas ffibricas se ha entrenado en el
dominio de técnicas y herramientas
basadas en los conceptos de Fayol,
quien concebia a los seres humanos
como prolongacién de las méquinas
y como esclavos modemos de la tée-
nica. Incluso la formacién de las éli-
tes privilegiadas, su educacién, ha
estado basada en los valores mate-
rialistas del dinero y del poder, co-
mio nuevos dioses y becerros de oro
que los han enajenado de la condi-
cion humana (Fromm, 1972). Los
frutos de esta educacién escolar y
social aparecen como cancer de des:
integracién familiar y social. Otras
de sus manifestaciones son las so-
a
ciedades narcotizadas, los egoismos
industriales que destruyen el me-
dio ambiente; las masas enajenadas
que persiguen los espejismos de pro-
greso y bienestar exclusivamente
econémico, y la falta de Iideres ca-
paces de dirigir el esfiterzo humano
‘hacia un desarrollo integral perso-
nal y social.
En el siglo xx se ha puesto una
fe ciega en las teorias econémicas,
‘como nuevas religiones que han ofte-
cido el paraiso terrenal, y su fracaso
ha sido estrepitoso y profimdamen-
te doloroso (Gorbachov, 1993). El
Yiderazgo humano ha sido suplan-
tado por las teorfas econdmicas, ll4-
‘mense marxistas 0 capitalistas. Am-
bas teorias han sido ya conocidas
por sus frutos (Fromm, 1980). Bs im-
perativo regresar a lo basico, es de-
cit, a la necesidad que tiene el ser
humano de ser orientado y dirigido
hacia niveles de trascendencia, a
través de lideres que basen su fun-
cién en el propio conocimiento y
dominio de si mismos, en el recono-
cimiento de su condicién humana,
en el entrenamiento que da la aus-
teridad y la disciplina, para que
puedan convertirse en verdaderos
modelos crefbles, Para que finquen
los objetivos en las necesidades
profimdas de superacién humana y
no caigan en la tentacién de seguir
el canto de las sirenas de la técnica
y el progreso como nuevos dioses
{que resultan apocalipticos, Se nece-
sitan lideres que puedan decir con
el filésofo: nada de lo humano me
es.ajeno,82
Autoconociniento Ta mise det dominio personal rx
dica en el conocimiento de uno mis-
mo, en la vida interior que cada
ser humano es capaz de lograr den-
tro de su propia persona. La vida
interior es la capacidad de sentir y
vivir profindamente las experien-
cias, Es la capacidad de vibrar y en-
‘tregarse con intensidad a las tarcas
y vivencias que caracterizan la exis-
tencia (Casares, Siliceo, 1993), En
otras palabras, es la capacidad de
vivir la experiencia de ser, de gozar
y de suffir; de tener éxito y de fra-
casar. Es la capacidad de vivir pro-
fundamenie la relacién con los de-
més seres humanos y con la natura-
leza.
Maslow (1954), en su estudio
sobre las personas autorrealizadas,
descubre en ¢llas la sensibilidad y
frescura para sentir y disfrutar las
experiencias mas simples de la vi-
da, Es la capacidad de poder dis-
frutar una puesta de sol, o una obra
de arte, o la sonrisa de un nifio co-
mo si fuera la primera vez que se le
pereibe.
Es la capacidad para escuchar a
la naturaleza, para captar los mati-
ces dela comunicaci6n y relacién hu-
mamas tinicas en cada vivencia; es la
habilidad de experimentar en uno
mismo los distintos tonos de la ale-
gria y de la compasi6n, del dolor y
del esfuerzo, En otras palabras, es
estar profimdamente vivos 0 vitales,
sensibles a la voz interior para des-
cubrir las necesidades y los deseos
més significativos que mueven la
propia existencia (Casares, Siliceo,
1993).
Maslow, en su mencionado estu-
dio, asi como Warren Bennis en su
estudio de los lideres, han descu-
DERAZCO CAPACIDADES PARA DIRICIR
bierto el poder de esa voz interior
que podriamos traducir en las aspi-
raciones profiundas o la vocacién per-
sonal, En otras palabras, podriamos
hablar de las intuiciones existen-
ciales de aquel que se ha inquirido
a si mismo cudl es su lugar en este
planeta, su sentido existencial, su
razon de ser. Viktor Frankl (1978)
se plantea “gcuail es el sentido de la
vida? El sentido de la vida no exis-
te. El sentido de la vida es el que
cada quien le quiere dar.” El senti-
do de la vida es aquel que cada
quien se forja en su interior y lo va
construyendo a lo largo de su exis-
tencia,
Este sentido de la vida es el des-
cubrimiento interior de los valores
propios, los introyectados desde la
infancia y aquellos que cada quien
va forjando como objetivos propios y
como normas de conducta que se
propone en la creacién de su propio
destino.
Desde luego que este sentido
vital est enraizado en la historia
humana; posiblemente influyan las
generaciones pasadas en la seleccién
de éste. Influyen las propias habili-
dades heredadas, los gustos ¢ inte-
reses particulares; intervienen las
influencias culturales y educativas.
‘Todo esto esta presente en la cons-
truccién personal y tinica del propio
sentido de la vida,
En esta vida interior, en este
autoconocimiento y lealtad a la pro-
pia unicidad presente y pasada, ra
dica la fuerza personal que integra
y unifica todas las energias huma-
nas. En esta congruencia con lo que
amo es y con lo que maduramente
desea ser radica el “poder perso-
nal” (personal power) que analiza
Carl Rogers (1979) y que es el fin-DOMINIO PERSONAL
damento de un liderazgo maduro y
fuerte,
El autoconocimiento es un pro-
ceso que se va dando a lo largo de
la vida, No es un diagnéstico estati-
co que se genera una sola vez. Una
mujer, que amaré Graciela, sufrié
Ja pérdida de su marido en un acci-
dente automovilistico. De ser un
ama de casa, dedicada a la educa-
cién de sus hijos y a Jas labores del
hogar, se vio en la necesidad de to-
mar la responsabilidad econémica
de sus siete hijos. Ella jamas habia
trabajado en el mundo de los nego-
cios. Decidié tomar las riendas de
la pequefia empresa de bienes rai-
ces de su difiznto marido. Poco a po-
co la fire haciendo crecer hasta con-
vertirla en una compaiiia prospera y
mucho mas exitosa de lo que habia
sido con su esposo. Me comentaba
que habia suftido enormemente la
pérdida de éste; pero que al mismo
‘tiempo, si no hubiera sucedido, ja-
amas habria descubierto en ella sus
excelentes capacidades empresaria-
Jes, ni sus cualidades de venta y
negociacién; ni sus habilidades de
Tiderazgo para manejar un grupo
grande de empleados. El conoci-
tmiento que tenia de ella misma an-
‘tes de la muerte de su esposo era
muy limitado en comparacién con
este momento posterior.
Las mismas épocas de Ia vida:
Ja nifiez, la juventud, la incipiente
vida adulta, Ia madurez y la vejez,
cada ma provoca nuevas perspecti-
vas y experiencias que van constru-
yendo la imagen de cada persona,
Este es el reto de la vitalidad y del
autoconocimiento; ¢l descubrimien-
to existencial del propio ser y de las
diversas huellas que va forjando la
experiencia vital en cada ser huma-
3
no, La vida interior, en la captacién
de ta propia unicidad y en la refle-
xiGn que produce aprendlizaje y cam-
bio (Rogers, 1961), es el crisol de la
propia imagen personal que respon-
de all precepto griego expresado en
Ja lapida del templo de Delfos; “Co-
nécete a ti mismo”,
Quizé una de las preguntas exis-
tenciales que pueden orientar a to-
do ser humano en el descubrimien-
to de su centro vital de ser, es decir,
de ubicacién personal de méxima
congruencia, sea una que puede di-
vidirse en dos facetas: la primera
para descubrir el plano positivo y la
segunda el plano negativo: ¢Cusindo
me he sentido mas yo mismo?, 0
geudindo me he sentido mas plenoy
profundamente satisfecho conmigo
mismo? ,Cuiindo me he sentido me-
os yo mismo?, o gewdndo me he
sentido més vacio?
Warren Bennis (1985), en sus
entrevistas con lideres sobresalien-
tes, analiza detenidamente esta ca-
racteristica de los lideres de su
muestra, y dedica un capitulo ente-
ro a resaltar la imporiancia de esta
capacidad que deScubrié como pie-
dra angular del liderazgo de sus en
trevistados. Gran ntimero de lide-
res, especialmente los que basaron
sit fuerza en la congruencia y forta-
leza interior, han sefialado ta im-
portancia del autoconocimiento una
y otra vez, Jesucristo lo enfatiz6 de
miltiples formas y en especial en el
significado profundo de aquella fra-
se: “El Reino de los Cielos est4
dentro de vosotros”, la trascenden-
cia esté en el interior de cada quien,
la fortaleza, la felicidad, el valor
més profimdo se encuentran aden-
tro. La belleza, la bondad y la ver-
dad se descubren en el interior de2
LIDERAZCO. CADACIDADES PARA DIRICIR
Seguridad personal
cada quien. Esto lo han dicho deta
y otra forma los filésofos orientales
yoccidentales de todos los tiempos,
los misticos y los ascetas, los gran-
des pedagogos, los estudiosos de la
psicologia, los humanistas y los poe-
tas, los grandes maestros de: las
artes y los oradores.
La psicologia moderna ha des-
cuibierto cada vez con més profundi-
dad el poder de la meditacién y la
imaginacién como instrumentos de
fuerza para lograr lo que se propone
uno. Los adolescentes y los nifios la
utilizan para visualizarse en el futu-
ro. Ensayan en su fantasia la forma
como se enfrentarin a situaciones
dificiles, imaginarias o reales, y se
yisualizan respondiendo de nuevas
maneras més eficaces que las que
hasta el momento han realizado. Y
este ensayo interior les permite mas
facilmente hacerlo en la realidad.
Los lideres visualizan ese futuro y la
forma como tienen que Iegar a él.
La meditacién y la imaginacién
sana son un excelente medio para
ensayar cambios y llevarlos a la rea-
lidad. Dos psicélogos, Wolpe (1974)
y Lazarus (1975), han demostrado
ima y otra vez el poder de la fanta-
sia para lograr cambios, primero en
la imaginacién y luego al transpor-
tarla a la vida real. Asimismo, los
psicdlogos rusos han abundado en
experimentos que muestran este po-
der, muchas veces olvidado en la
concepcién racionalista occidental.
No asi los orientales, que logran
controlar el frio y el calor, el dolor y
la adversidad, a base del control
mental, y también logran aprender
formas nuevas de comportamien-
to para el futuro, El mismo Viktor
Frank! (1979) nos narra en su libro
En busca del significado como a tra-
vés de la imaginacién logré sobre-
vivir en el campo de concentracién y
encontrarle sentido a la terrible ad-
versidad.
En la imaginacién los lideres
-ensayan sus alternativas y sus posi-
bilidades en distintos escenarios;
prevén efectos futuros y los medios
para enfrentarlos. De esta forma se
conocen mas a si mismos y desarro-
lan poitencialidades que no han ejer-
cido, También se fortalecen y prepa-
tan para enfrentar situaciones difi-
ciles.
Orn rasgo intimamente rela-
cionado con el anterior, que nos
muestra la investigacién de los lide-
res exitosos, es la confianza y segu-
ridad personal (Colleen, 1979). Sin
ella serfa imposible transmitir con-
fianza a los seguidores, Obviamente
nos referimos a una manifestacién
exterior, percibida por los seguido-
res, no a la inseguridad profunda
que puede existir inconsciente o
conscientemente. Ta seguridad que
‘buscan los seguidores esta en la pro-
funda creencia de alcanzar la meta
y de luchar por fines nobles y que
valen la pena. La seguridad que da
confianza esté en Ja fe inquebranta-
ble y en la tenacidad de mantener
el timén en la direccién propuesta,DOMINO PERSONAL
ES
a pesar de las adversidades. Es la
fe que lev a Col6n al continente
americano y al equipo de la NASA a
la Lama. Es la fe que sostuvo Juarez
hasta lograr la segunda indepen-
dencia de los mexicanos. La fe acom-
paiié a Churchill en la resistencia
de Inglaterra con la “V" de la victo-
tia en la mano como simbolo visible
¢ inquebrantable. Esta seguridad es
fundamental en los lideres que creen.
en sus inventos, a pesar de los fra-
casos, como en el caso de Edison,
que después de cientos de ensayos
fracasados, y en medio de la buirla
de sus contemporineos, prendié la
primera bombilla. Fe inquebranta-
ble, seguridad personal y tenacidad
a toda prueba caracterizan a los ver-
daderos lideres. A esto se le ha la-
mado el factor Wallenda, en memo-
ria de aquel gran equilibrista que
atravesaba las cataratas del Nidgara
sobre un alambre de acero. Des-
graciadamente un dia cayé y perdié
la vida. Su esposa, que también era
equilibrista, sefialé, segéin la narra-
cin de Bemnis, que ese triigico dia
fue la primera vez que Wallenda es-
taba més preoenpado por eaer que
por pasar al otra lado. El personal-
mente revis6 la tensién del alambre,
pero pensaba mas en la caida que
en Ilegar a la meta. El miedo y la
inseguridad lo vencieron. Sin em-
bargo, aquel rasgo de seguridad, de
fe en si mismo, lo vemos en su nic-
ta, actualmente también equilibris-
ta. Ella sufrié la tragedia de perder
las piemas de la rodilla para abajo,
ycon piernas postizas cruza el alam-
bre con esa fe y tenacidad a toda
prueba que heredé de su abuelo.
La seguridad se aprende a par-
tir del autoconocimiento. De conocer
las propias fuerzas y construir sobre
ellas. De identificar las propias de-
bilidades y evitar fincar el éxito del
liderazgo sobre ellas. Los lideres
reales que hemos estudiado y con
Jos que hemos convivido son hom-
bres de carne y hueso que, desde
Tuego, no poscen todas y cada ma
de las caracteristicas que vamos a
estudiar en los proximos capitulos.
La mayoria son hombres y mujeres
con altas cualidades de conduccién
de personas; pero no son superdota-
dos en todas las facetas de lideraz-
go. Si contemplamos a los grandes
lideres religiosos, muchos de ellos
han consiraido su liderazgo sobre
la congruencia personal, su fuerza
ética 0 moral, sobre su capacidad de
influir en los valores de sus segui-
dores; pero no han construido sobre
otras habilidades como la capaci-
dad de organizar o la habilidad po-
litica, etc. Uno de los gobernadores
més estimados del pais posee ua
extraordinaria capacidad para le-
gar a la gente, concertar y conven-
cer. Sin embargo, la administracién
de gobierno la deja en manos de sus
colaboradores.
Churchill fue un extraordinario
primer ministro en tiempos de gue-
rra, gracias a sus cualidades de re-
sistencia y a su fuerza moral, a su
tenacidad para mantener la espe-
ranza en su pueblo y en el destino
de su pais; pero no fue asi en tiem-
pos de paz y reconstruccién, cuando
se requerian otras capacidades. Gor-
bachov tuvo la fuerza de convencer
en la visién del cambio que deberia
tomar la Unién Soviética; pero no
iuvo la fuerza ni la capacidad admi-
nistrativa para mantener el cambio
y la unin de los integrantes del
bloque soviético. Los lideres reales,
de care y hueso, que conocemospresenian grandes cualidades y
también, frecuentemente, grandes
defectos. Quien es un extraordina-
rio director de su institucién, no lo
es, en ocasiones, de su propia fami-
lia, Empresarios que han construi-
do grandes emporios no han sabido
mantener la integracin familiar y
han sido los grandes ausentes de sit
casa. Directores y fundadores de
grandes consorcios financieros han
construido sobre sus extraordina-
rias cualidades de negociacién y su
percepcién privilegiada de los nego-
cios, mas no han sabido desarrollar
a su gente. Fidel Velazquez, el fa-
moso pilar del sindicalismo y posi-
blemente la base mas consistente
del sistema politico mexicano, no ha
sido capaz de crear lideres que re-
mueven y mantengan al dia las ban-
deras del sindicalismo moderno, La
confianza de las bases y la capaci-
dad de organizacién y control gre-
mial, asi como su capacidad de ne-
gociacin, han sido sus fuerzas, a
pesar de sus carencias como orador,
formador de nuevos lideres y em-
presario responsable de las empre-
sas sindicales. Lazaro Cérdenas, el
expresidente que actualmente es re-
conocido como el presidente de Mé-
xico mds popular por las encuestas
de opinién, carecié de simpatia per-
sonal, de capacidad de elocuencia y
negociacién con los niveles empre-
sariales. Dejé un pais sumido en las
huelgas y con bajos indices de cre-
cimiento. Reagan, que ocupé la pre-
sidencia de Estados Unidos por dos
periodos, no logré la confianza y el
convencimiento de su propia hija.
Kennedy, que mantuvo y elev6 la con-
fianza de los norteamericanos, Lev
uma vida afectivo-sentimental bas-
tante conilictiva.
UDERAZCO. CAPACIDADES PAPA DIRICID
Sin embargo, la seguridad per-
sonal de todos ellos en la condue-
cin de sus paises y organizaciones
estaba fincada en las fuerzas y ca-
pacidades que supieron desarrollar
a grados extraordinarios y que fue-
ron requeridas en ios momentos
precisos.
Warren Bennis, en sus entrevis-
tas con lideres sobresalientes, y nos-
otros en nuestra experiencia al ase-
sorar y estudiar el liderazgo de di-
rectivos de empresas € instituciones
educativas, asi como presidentes de
cimaras industriales y politicos exi-
tosos, reportamos que la seguridad
personal, la tenacidad y la fe en los
ideales son la base fiindamental de
la personalidad de los lideres que
logran la confianza de sus seguido-
res, més que Ia capacidad intelec-
inal. Hemos encontrado dirigentes
extraordinarios con inteligencia me-
dia, un poco arriba de lo normal,
pero la inteligencia sobresaliente no
es mas poderosa que las capaci-
dades antes meneionadas. Desde
Tego, tampoco hemos encontrado
lideres tontos. Lo que si hemos en-
contrado son directores que saben
asesorarse por hombres altamente
inteligentes 0 técnicos sabios que
stiplen sus carencias.DOMINIO PERSONAL
7
Congruencia,
tenacidad y
responsabilidad
ln CONGRUENCIA es otro de los fac-
tores que caracterizan la persona-
Jidad de estos hombres y mujeres
capaces de conducir a sus colabora-
dores. La congruencia es lo que da
credibilidad a los seguidores y los
invita a depositar sus esperanzas,
anhelos y entrega. La falta de esta
cualidad rompe el liderazgo y con-
vierte la admiracién en desesperan-
za orabia, La congruencia hace pre-
decibles a los hombres ya los paises;
a las empresas y sus productos; a
los partidos politicos y a las Igle-
sias. La congruencia que se pide es
Ia propia del liderazgo y de la ética
entendida para los fines que se pre-
tenden. La congruencia es la capaci-
dad de cumplir con lo que se ofrece;
es la conformidad entre lo que se
dice y lo que se hace, entre lo que
se piensa y se siente, No se exige
.tma congruencia total. Por eso he-
mos visto presidentes y politicos co-
rruptos que mantienen el liderazgo
acambio de progreso; sobre todo en
culturas como la nuestra, donde se
eleva al presidente al rango de dios
omnipotente. Se le perdonan faltas
morales, con tal que provea de pro-
greso y Ileve a las metas esperadas.
Sin embargo, hay una tendencia
creciente a exigir cada vez mayor
congruencia, aun en aspectos per-
sonales. Antes los lideres estaban
mas lejanos de sus seguidores, so-
bre todo los altos directivos nacio-
nales y los directores de las gran-
des corporaciones. Hoy, a través de
los medios de comunicacién y de los
nuevos sistemas de administraci6n
participativa, son més vulnerables a
Ja critica ¥ més facilmente se atre-
‘vei los seguidores a verlos a un ni-
vel de menor endiosamiento. A los
dioses lejanos se les perdonan mu-
chas cosas; a los iguales, menos.
Parte de la congruencia es la
responsabilidad, es decir, la capaci-
dad para cumplir lo que se promete,
para cumplir con el deber y los com-
promisos contraidos. Las promesas
de bienestar y de mejora inician la
fe y la esperanza de los colabora-
dores. El cumplimiento y la respon-
sabilidad mantienen el liderazgo,
Solo los pueblos desesperados ¢ in-
cultos se mantienen de promesas.
EL éxito y los resultados, las profe-
cfas que se cumplen, son los iinicos
que mantienen la motivacién en el
mediano y largo plazos, Recuerdo a
un director que mantuvo la cohesién
de su organizacién durante tres 0
cuatro afios a base de esperanzas de
futuro, con sueldos castigados y ala-
banzas a los tenaces que resistian.
Logté infundir caritio por la empresa
y una entrega intensa de la gente.
Sin embargo, las malas decisiones y
la realidad que cada vez golpeaba
més las pobres finanzas de esta em-
presa, lider nacional en sus produe-
tos, fiteron minando la motivacién y
careomiendo su integracién. La in-
congruencia, las profectas que nun-
ca se cumplian, las predicciones
equivocadas y la incapacidad para
tomar decisiones congruentes con
Ja realidad convirtieron a varios de
estos gerentes, leales y entregados
hasta el heroismo, en desertores
fiustrados y con un sentimiento de
engatio que orillé a varios de ellos a
presentar, increfblemente, condue-
tas ilicitas que justificaban ante sus
esperanzas frustradas.Ta congeneneia produce milagros
en los seguidores, aun en Jas situa.
ciones més adversas, sobre todo
cuando hay verdad y las profecias se
cumplen. Asi podemos entender Ia
lista interminable de héroes y san-
tos; de martires que han ofrecido la
vida; de trabajadores que han entre-
gado su vida a sus empresas ya sus
paises en las condiciones més preca-
rias. Tal es el ejemplo de los japone-
ses, que después de la segunda Gue-
tra Mundial se dedicaron a recons-
iruir su pais cubriendo un primer
turno mal pagado y um segundo gra-
tuito. Pero confiaban en sus lideres,
que les hablaban con la verdad y no
con meras promesas. Los altos diree-
tivos ofrecian una congruencia admi-
rable. El nivel de vida de estos tiltimos
no era tan diferente al de sus colabo-
radores, Swventrega era igual o mayor
que la de los trabajadores de base.
Ia congruencia de un Zapata
enfrentando la batalla en la linea de
fuego recogia la entrega incondicio-
nal de sus soldados. La congruencia
de un Lorenzo Servitje, findador
del grupo industrial Bimbo, la gi-
gantesca industria de pan a nivel na-
cional que tiene wa de las cadenas
més grandes de distribucién en el
mundo, ha logrado hacer una empre-
sa modelo de calidad, de entrega
de los trabajadores, de innovacién,
a partir de la capacidad de trabajo,
tenacidad y organizacién de su fin-
dador, acompafiada de su austeridad
personal y de su congruente reparto
deacciones entre los trabajadores; del
idealismo por su pais y por su em-
presa, basados en la doctrina social
catélica, Trabajo, idealismo y con-
gruencia.
Si algo ha regresado la confian-
zaen el pais, a pesar de los tiempos
HDERARCO. CAPACIDADES DADA DIDIGID
adversos, en la segunda parte de los
ochenta y primeros aiios de los no-
venta, ha sido la congruencia y la
predictibilidad, Se habla con la ver-
dad. Se obtienen los resultados ofre-
cidos, Se prometié bajar la inflacién
ya pesar de intelectuales y de pre-
siones politicas, el timén sigue en la
misma direccién. Se prometié Ile-
var dinero a las clases mas desfavo-
recidas y el presupuesto millonario
no se quedé en Ia burocracia, como
a principios de los ochenta. Se
anuncié una etapa de austeridad y
dificultades. La hemos tenido. Se
prometié democratizacién y por pri-
mera vez en este siglo ha empezado
a existir alternancia en el poder a
nivel gobernador y se ha incremen-
tado el niimero de municipios go-
bernados por partidos de oposicién.
Congruencia, base de Ia credibili-
dad y del liderazgo. Sin embargo,
Jas incongruencias heredadas de si-
glos atrés, el mal gobierno, la po-
breza extrema y el desempleo atin
estAn presentes en zonas como Chia-
pas y otras regiones del pais.
La incongruencia y la falta de
resultados destruyé al imperio co-
munista. Fue predecible mientras
logré avances sociales y econémicos
entmna Rusia destruida por el zaris-
‘mo, la Revolucién yla segunda Gue-
tra Mundial; pero poco a poco se fue
minando la confianza por las incon-
gruencias de sus lideres, por las in-
congruencias entre la riqueza mili-
tar y nuclear, con la pobreza cada
vez més contrastante de sus habi-
tantes. Los medios masivos de co-
municacién confrontaron las “con-
signas” de los lideres que hablaban
del supnesto progreso, con los avan-
ces dolorosamente captados en la se-
“fal de televisi6n occidental.