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CIUDAD ANTIGUA GRECIA Y ROMA IBLIOGRAFIA Breve Historia de! Urbanismo Chueca Goitia,Fernando Capitulo 3 Disefo de la Ciudad Benévolo, Leonardo Tomo 2 Capitulo 2 y 3 (Fragmentos) 6000 afios de habitat: de los Poblados primitivos a la vivienda moderna Schonauer, Norbert Ed. Gustavo Gilli, Capitulo 5 Las Ciudades Romanas Grimal, Pierre Capitulo 1 y 2 Editorial Paidos CATEDRA\ ANGEL NAVARRO CARLOS GIMENEZ H1 FADU - UBAI Leccién 3 [a ciudad antigua Las primeras civilizaciones de la era histérice, passdas ya las fases oscuras de le prehistoria y de la protohisto- ‘aparecen en los fértiles velles del Nilo, del Tigris, Bifrates_y del Indo. Una serie de grandes imperios se levantan, Inchan entre si por alcanzar una supremacta politica y decaea cuando surgen otros que las sustituyen, pero dejando todos alguna contribucién en el curso, evo Tutivo del mundo civilizado. De estas culturas —exipcia, ‘mesopotémica, indosténice— conocemos pocos restos de cindades, ya que lo que ha petmanecido han sido los gi gantescos monumentas religiasos y sepulersles, 0 a lo ris, slgunos palacios de monarces divinizsds, En Egipto se encuentean restos interesantes de un rapa de habitaciones construide para slojer « los obre 03 que hebian de leventar ls pirémide de Sesostris 11 (1897-1879 a. de J.C), Es Ia ciudad de THlahun (actual Kahun) acaso el ejemplo més antiguo de organizaciSn residencial que conocemos. Tenia caractristcss bastan te tegulares, de acuerdo con un trazado geométtico que reunia las pequefas viviendas en bloques rectangulares, “ La ciodad aati ” separados por calles muy estréchas que tenian por objeto {Sine esc «fs iver cals ya eb ee como atarjets para 1s evacuaciGn de las aguas plovinles y sucias, Las pequefias casas 0 células estaban constiui- das. por unesminisculas habitaciones en torno 8 un patio cerrado, Las habia de diversos tamatios, sin duda de acuerdo con Ia jerarquis de Jos ocupantes. El coniun- to de le ciudad formaba un reetdngulo cerrad tapias y_protegido por un foso. La vide del fn estos mindsculos patios y terrazas, a les que se subia por escaleras cuyo cmplxzamiento ha podido identifcar- fe. La construccién no podia ser mds pobre: adob: y terrazas hechas de madeta y cafe amasadas con barra Mis importante ex la ciudad de Tellel-Amacna funda por Amenophis IV (1369-1334), el famoso faradn que Fmpuso el culto solar, Presenta también un trazado rec tilineo.y casas acomadadas construidas en piedea. De todas maneras las ciudades regulares debfan ser una ex: cepeién circunscrita a aguellas construidas ex nov, ‘En cambio, son numerosos Tos restore grandes coné trueciones religiosss que venfan a formar verdaderas cin « Lecsidn 5 adestemplo, con monumentales avenidas, colosiles plazas ¢ inmensas salas hipdstilas, testimonio de le vida de los reyes, nobles y soccrdotes, en Metis, Tebas y Tellel-Amarna, En estos grandes santuarios se sigue na estticiacoordinacién de las partes con un rigowoso crte- rio geométcico, pero también can un deseo de adaptacion al terreno y con une prerensi¢n de efecto escenogrilico que preludia, en el albocear de la historia, lo que serin al correr de'los tiempos las. grandes composiciones ue benas En Mesopotainia surge también une serie de civda des a fo largo de los rios Tigris y Buteates, que cuando son sdoptadas por los reyes coma corte 0 residencia sue Jen adquirir un gran esplendor. Une de las caracterist cas de estas ciudades mesopotimicas es la de sus fort- ficaciones, que tienen mucha que en Egipto, ya que el imperio farsénico, por su fortaless y Bx iin geogiica iad, oo exriba'« merce lel enemigo, como los imperios mesopotémicos ‘Uno de los ejemplos mis claros de urbaniz que nos quedan es la cindad de Korssabad, creada por Sargén II como ciudad imperial al sbandonas la vieja capital de Ninive. Ex realidad, més que restos de civdad, To que nos queds son Tos del palacio del empersdor, que | Breve Historia dol Urbanismo Chueca Goitia, Fernando. La ciudad antigue ” constituyen un complejo palacio-templo, propio de estos imperios divinizados. HI palacio esti, situado, como era ‘orriente en estes ciudades asirias, en vn extrema de la ciudad y sobre los mutos de Ie misma, en una gean plataforma elevada, con objeto de mejorar las con nes de defensa militar y para protegerse, asimismo, de las periddicas inundaciones. Se-advierte la tendencia a ‘reat actépolis religioso-palatinas, que en un terteno llano como el de Mesopotamia tienen que clevarse sobre pla- taformas artifciales, ya que no se podia utilizar, como Joego hain Tos griegos, el icleve satura A I Sombra le las gigantescas construcciones del templo-pslacio, se apifiaba Ia ciudad, en condiciones fisicas y morales. de evidente subordinacién. La vivienda no seria muy dife- rente, ys que las condiciones climétices tampoco lo eran, a las que hemos visto en Kahun, En Mesopotamia, le consteuccida, no s6lo de las ciudedes, sino también de fos templos, era de elementos lateticios, adobe y ladeillo cocido, y si nos han quedado restos de los palacios que petmiten su reconstruceién, ha sido por la mayor solidee Y rigueza constructiva, pero no por una diferencia sus tancial de materiales, camo sucede en Egipto. Segtin Bemis y Buchaed un artesano especializado en Sumeria ppodia obtener su casa por el 5 6 6 96 de su tenta, pero Tas caruchas de los obreros n0 especializados les supo- nian tanto como el 30 6 40% de sus ingcesos. Estos datos s6lo los conozco por una cits y, por consiguien te, no puedo saber en qué se han basado estos autores paca leger a una determinacién tan concreta de algo {que incluso es muy dificil saber cusndo se trata de un ppusudo histérico reciente. En suima, me parece una inge- ‘nuidad del pensémiento americano tratando de «actus lizars la historia remota y de asimilarla peligcosamente «Tos problemas de hoy. En el siglo vr a. de J. C., Babilonia era uns gean civ dad, attavesada por el slo ufrates y bien guarnecida por lienzos rectlineos de fuertes muralles, defendidas a su owe, volt, A History of he, Hae, 1936 ‘ak B Gala, The Urbin Pater, Wet York, 15h ps ‘Agud ‘ei BE ® sccia 3 ciudad de calles iexegulaies y tortuosas, pero cuando fue engran- deciéndose, a medida que los emperadores iban clevando nuevas y suntuosas construcciones (los palacios de Nabut codonosor, con sus fabulosos jardines colgantes), se tea zaron nuevas vias, como la gran aven que cenlazabs Ia principal puerts monumental (la peerta de Ishtar) con los palacios y los templos. (Esta puerta esté hoy reconstrvida en el Museo de Berlin). Con esto adqui 1i6' la ciudad el aspecto monumental con que nos la describe Heradoto, quien con evidente deseo de’ asomn- byrar « los griegos exagecé una realidad que las cxcave ciones de Koldewey han reducido a sus verdaderos tée Una ciudad del tamaio de Bebilonia debia ser casi incompensible para la mentalidad giiegs, ya que el mismo Aristételes nos dice que no es una ciudad todo Le cided antigon » aquello que puede encerrarse dentro de unos muros, porque « querer, se podela construir vin muro todo al rededor del Peloponeso. Tal sucede, dice Atistteles, en aquellas cuya citcunscripcién encierta més bien un: cién que una ciudad, como Babilonia, de la que se dice que « los tres dias de toineda una parte de la ciudad, otra no se habfa dado cuenta de nada, En el valle del Indo se han realizado cecientemente ‘excavaciones, En la ciudad de Mohenjo-Daco (se desco noce el nombre antiguo) se ha revelado It existencia d= tuna ciudad bastante oreciente que pertenece al sfio 0 Leesién 3 3000 . de J. C. y que presenta tres calles principales, en la direccidn Nocte-Sur, y ote perpendicular a elas ‘que corten un complejo de pequenss callejaclas, posibl mente miicleos més primitivos. En las partes exeavadas Jos edificios mis importantes que han aparecido han sido tun monasterio y un bafo pblico. Revels esta ciudad una civilizacién bastante floeciente, dados los restos de las cases, construidas de ladrillo y adobe, y lo que queda de calles pavimentadas, con albafales de evacuacion de aguas. Un cardcter completamente diferente de las ciudades que hemos visto en estos grandes imperios orientales pesentan las de Ia civilizacién minoico-micénica que flo- recié en el mar Egeo antes de las invasiones doxias, En primer lugar, estas ciudades presentan un trazado mucho és ircegulat, faltendo completamente las grandes ave nidas © las composiciones geométricas que veiamos en lus ciudades de la lanura. La explicacin evidente reside en que las ciudades del Egeo se construyeron en lugares mucho més accidentados y era necesario replegarse a Ia topografia del terreno Las ciudades cre ‘que su propia situaciSn insular les defiende de posibles asedios. En cambio, las del Peloponeso, como Micenas y Titinto, estaban protegidas por fuertes muros, cuyos Testos se conservan todavia, La famosa Puerta ‘de los Leones, de Micenas, es una de las entradas del recinto mursdo. En estas ciudades, le | estar mucho més desarsollada, lo que | zacién mds clevada y mis libre que la de Oriente. La | | i eesiene ieee | casa cx més compleja y confortable, estableciéndose en forno a una babitacién principal Hamada el megardn, tuna parte del cual solia tener el techo abierto para su iluminacién y con una cisterna debajo para recoger las ‘aguas pluviales, precedente de lo que luego serd el in- pluvium de Ia casa romana: Pot la disposicién del pala- | cio del rey, en medio de Is ciudad, en. general contiguo | ‘2 una plaza, parece que éste reunfa a la vez la funciSn | de centro de la vida comunal, No se trata, pues, de | i Ls ciudad avigos a aquellos palacios, como los de Mesopotamia, que apare- ‘en completamente aislados en una eiinencia inaccesible para el pueblo. Los reyes de estas ciudadesstedo del mar Egeo no tenfan el carécter divino de los autéceatas rientales y_gobernsban sobre comunidades en cierto twodo libtes. Esto se ttansparenta incluso en le estucti- 1a de las ciudades, como acabarnos de ver. Fie. § Gocnia, Plano (Gato, 07. et) Nos quedan restos interesantes en a ciudad de Coos- ‘palmente str magnifico palacio, excavado por ; de las de Palsikastro y Gurnia en Creta; y de jimto y Micenes, en la penfnsule gricga ‘Los primitives centeos hubitados de te civilizaisn hielénica debieron preocuparse menos de le regulstidad Ev 2 ecciin 3 ¥ de los principios estéticos que de las necesidades de la defensa_y de las facilidades del comercio. Fueron, por Consigulente peques niccos qu al coer del vempo s€ comptimieron_irsegularmente, con independencia de tend onan Eta Teceulatidad vemos en os grandes santuarios de Delfos, de Olimpia y de Delos, donde en tomo al sco. de la Divided se sgrupaban, en forma caprichosa, habiteciones de los sacer dotes, tesoros para le eusiodia de las oftendas, habitacio. hes para peregrinos, ete Con el desarrollo'de la democracia cn las cindades-esta do de Grecia, aperecen en ellas riuevor elementos uiba afsticos, que indican une colaburacién mucho més estrecha del pueblo cn las asontos de Ja comunidad. Aparte de los templos, que representaban para los gricgos la culainaciGn de su mundo espiritual y el oxgullo mayor de su creacign avtistica, surgea en la ciudad diversos edificios dedicados al bien pitblico y el desacrollo de la democracia. Genetal- mente estos edicios se situaban en torn al égore 0 placa pblics, que en principio albergaba el mercado y que largo vino a constituir el verdadero centro politico de la ciudad. En tomo a este Agora se construfa el eclesasterén (eala pata asambless pitblicas), el bouleutérion (sala para asam bless municipales), el prytaneion (donde se reunia la tra municipal). Generalmente estaba siwada bién ta soe, construccién alargada, que cectuba a veces uno de los costadas del agora, formada por porticos de luna 0 dos plantas que servfan paca la vida de relacis ¥ pata el comescio. Aparte de estos elementos. politico adiinistrativo-econdmicns que formaban el niicleo de le ciudad, constinyenda lo que hoy lamarfamos tn centeo ivico,"teneinos también otto factor importante dentea dde la’ ciudad griega, que es el que correspondia a les dliversiones y que dio lugar a la construccién de teatros al sire libre y estadios para Jos juegos olfmpicos. fomo se desprende de todos estos hecho. Iv ciudad habia pasado de ser el amasiio de vivieuda: numildes dominadvs por el palacio-templo dein 1c) divinizado para conv-riese en une estricivna iads compleja en la Le ciudad antigua » que dominsban aquellos elementos que eran del disfaute seneral: plszas, metcados, pérticos, edificios de la admi- Aistracién piiblica, teatos, estadios, etc. En cambio, eomo ‘es I6gico, no apatece en’ las ciudades de la democracia dada sv constitucién poli isin palacio rmador que represente el poder o ls autoridad de ua jefe. Deméstenes, tefriéndose a los glotiosos diss. ant sos, dice que cn la vide privads era tan ejemplar le moderacién de los grandes, su spego a les viejas costum. bees tan exacto y escrupuloso, que si cualquiera de vos tras descubriera la casa de Aristides 0 de Milciades, 0 de cualquiera de los ilustees hombres de aquellos tiem. pos, se daris cuenta de que ni el més minimo esplendor Ia distinguia de las demés. Era ldgico esperar que eo el ambiente Gloséfico de Grecia, que legé al mundo las bases del raciocinio mo: deeno y el nacimiento de la ides, de la teorfa, como fundamento del mismo, surgieta también una teorla ta. ional ‘de le ciudéd: como una organizacién ideal que sesolviera las defciencias de la ciudad natural o hist aque se habla creado « través de lor afos. El hombre que Hews a cabo esta tarea fue un griego natural de Mileto, Mamado Hippodamos, al que podemos considerar como cl primer urbanista con criterio eientifico riguroso que hha conocido ef munda, Aristételes le ateibuye el mésito de habernas dejado la teotta y de haber puesto en pric. tice la doctrina de una Iégica distibucién de la ciudad, En general, se le asigna la creacién de la ciudad en cu dricula, aunque, como hemos visto, existin ya en las civiliasciones indosténieas, egipcias y mesopotimicns, parece ser que también sc reconstruyeron algunas cinde- des griegas en el siglo v1, después de las luchas con los, etsts, con este mismo criterlo de calles rectas cor dose en ingulos de $0 grados. Aperte de esto, las cim presas colonizadoras de los griegos les evaron sin dude 4 Ia accptaciin de este sistema de trazido urbano tan obvio cuando las ciudades se plantean ex novo. «Los helenos —dice Garcia Bellido— tuvieron entonces que planear gran mimero de colonias que, por nacer de niblo, 4” Lecco 3 podian concebirse libres de todo atadero fuese este his rico, fuese topogrifco, pues los vikistai, o fundadores, podian elegir a su placer el emplazamiento més adecua- do para la nuevs ciudad, ya previamente concebida y tra. radar Entre estas ciudades podemos citar Selinonte, muy ‘wansformads, y Mainaké, citads por Estrabén, que, situs da en les cetcaias de Milage, debis ser destruide por los cartagineses Sin embargo, Hippodamos impuso vigorosemente sus teorias y las desarrollé hasta un punto que indudsble- mente no habia sido aleenzado. A él se attibuye el métito de haber dado los planos del Pireo y de Rodas, de ha. ber escrito algunos tratados de atquitectuca y a, y de ser un atista y un fildsofo al mismo ticmpo. Parece ser que Pericles le tenfa entee sus emigos, y debia gouar de mucho crédito en su époce, aunque sus ideas, 4 veces utdpicas, le granjearan algunas criticas irdnicas, como la que Aristifanes hace en su comedia Los péjeros De las ciudades construides por Hippodamos no nos queda ninguna, por haber destparecido, como Torti, formado profundamente, como el Rodes?. Sin embargo, nos quedan’ restos de otras cindedes que sin ser obea' directs suya fueron ins piradas en sus principios y-cuentan entie los ejemplos ins excelentes de urbanistice que nos he Iegado la hu imanidad. En primer lugar tenemos Mileto, a. propia patria de Hippodamos, Mileto habfa sido destruida por dos persas el aio 494 2. de J. C. y hubo que reedificcla ppocos afios después, hacia el 475. No se tienen noticias segurts de la participacién de Hippodsios ea esta re construccién, pero entra muy en lo probable. Si el argu ectourbanista necid, como se supone, hacia el ao 300, tendrla cuando se reconstruia Ia ciudad de veintcineo « 4 Asonio Garcia y Meio, Urbuusica de les grandes, clades stabil ins. "Coney Soper SInveaendones iets donde ] se iniciara. En Mileto el trazado ortogonal se adapta bien 4 con- cad, Es une sentativos, yl gran espacio del famoso mercado Srnpliearqutecénicn muy sabia‘ contasads, en ie spa tela con stl gc ronpin morotonle dele cual, Los glegos fueron Stearn de exquisite mn SPM ijuron evar de lon exteoe del gor cundiclr io fe ison ig Iya, Eo aso ict, Prine, Coido tana oa, Le dency cacti abanen ers ming cents co — seed spre con tentde del spaco y de ie componcién, Tio el siglo Tv una de las cidades hippodimices ms intresantes es la de Olynto, en Macedon, fonda co {B2'y destuide en 347, Corespond, pcs, «Ia tana 36 Lecelda 3 cin entre finales del siglo v y comienzos del 1v a. de Je- sucristo. Las excavaciones indican une ciudad doble, con oa parte antigua e iregular y ote parte moderna cons teuida con un plan hippodémico, muy estricto, Las calles Principales segoian In diteccion ‘NorteSur y estaban se paradas entre si unos 100 metros y conectadas en la diceccién Este Oeste por unas calles algo més estrechas, seperadas entre si unos 40 metros. De esta maneta se LILI x Ea eal Bou eam ] Ee er a] MT El PTT TT Re er rt Fig. 7. Mila. Agora (Galin, op ct, podia lograt exposicién al Mediodia pare las viviendas ue compontan las manzanas asi trzadas La casa griega, resuelte en torno a un patio, recibi por éste los beneficios del soleamicatc. En Olynto, Patio se colocaba siempre en Ia fachada Sur del blogu aungue Ia entrada a la casa estuviers por otra lado, Asi cl sol podia pencizar en invierno huste el fondo de ls hablcacién principal, que soia estar detris de un pértico, y en cambio en verano, cuando l sal estabe mis alto, ste pértico defendia a la casa de sus cigores. Entre las ciudades pricgas y grecohelenistices mnés interesantes urbenisticemente, ademis de Mileto y Olvm. 1a ciudad sovigus ” 10, tenemos Prienne, Cnido, Pérgamo, Eleso, Magnesia, Gerasa, todas en Asia Menor. En todas ellas se recogen las ensefanzas de Hippodamo, solemnizéndose los traza dos por medio de calles con columnas y soberbias plazas En muchas se advierte la opulencia alcanzada poe los pequeios reinos helenistios y el deseo de los princes Por impresionar con sus construcciones: un sentimiento evo cn reacién « le userdad dev de Desde el punto de vista de I composicién urban muy interesantes les agrupaciones. de plazas relacionadas Pig 4 Peeane (Dib, de see nis tae da ee cs la shone emer ale Gracias a las conquistas de Alejandro y @ la desapa- 8 Leecion 3 sivamente griege, sin leper a penetcar en las capas. pro fundas de la socieded ni ca el agro. Fuc une ciliore evidentemente urbana y cosmopolita. De aqui le impor. fancia que tienen as ciudades en el mundo helenistico, Su florecimiento eta debido principalmeme. ala ficencis de los. principes y también de los ciudadanos s, que sulragaban a su costa juegos y fiestas pi tz cern momo in ls gi, «I ee realizyban una empresa patriica, aseguraban la. peal, racién de sis nombres. Ess contombee contin dara te el periodo del dominio romano, como ha estudiado ee en su admirable libro Historia social » eco némica del Imperio romano, Las cindades helenistices prosperaton especialmente porque Ia economia de estos: patsee stabs fundads ea sistemas capitalistes, tanto. por. lo elicre a ls agticuliura como al comercio y a le industia, Sabido ex gue el desarrollo urbano corte casi siempre parejo con Jos métodos captalistas, y que, en cambio, los tegline ns na capitalists son en general de talz més campesina Los miembros de Ja antigua y nueva aristocracia de Roma e Tulia, que en si mayor parte hebian hecho ss fortuna en Oriente y se habian familisizado con el sis tema capitalste alll imperante, teasladaron sus peicices 4 In propia Tralia, ¢ incluso se aprovechacon de esclaves ¥ trabajadores que emigraban de Oriente "que habion sido los que posbilitaroa la explotaciin cienilice de os recursos del mundo helenstico, Con esta, la cvilzaciin campesina romans se convirtiS en una civiliacion uibo 4 la clase de terratenientes se sumaron los nego ciantes y los burgueses de las ciudades. El desartollo del urbanismo en Roma fue un fend: mena gradual ininterrumpido. La. vide utbana. fue fo mentads por todos los emperadores cel siglo t, princ! pealmente por Augusto y Claudio, Precisainente ‘en el orden urbano, en las atistocracias municipales, en Is rica burguesia de las ciudades, se habia cimentade cl riunto de Augusto y le posibilidad de In Pax Augusta, que per. mitié To teconstruecién del Imperio. Frente al anciguo 1 Gudad sotgue 2 senado republicano, constituido por familias de alcuria, que podian ser une amenaza pars el nuevo sistema impe: I, el emperador debfa buscar su apoyo en otras clases dlirigentes de nuevo cufo: funcionarismo del Estado, ejée cito, burguesia municipal, etc. Estas eran fuodamental mente clases urbenas, Los primeros empcradores tuvie- ron dificultades para otorgar a nuevas gentes la civ dadanfa_romena, cuyos privilegios defendian las atisto- cracias i peto en cambio eran muy dueiios de fundar nuevas cludades por todo el Imperio donde hacer prosperar tna clase urbsna dirigente que les sirviera de apoyo. Este evolucién siguié durante el reinado de fos Flavios y de los Antonines, adquiriendo con estos alt tos el méximo esplendor. Durante la épocs de los An- toninos el Imperio se universaliza de una manera plens, 1 7 no so icamene codadanct romana Loe due J eran por origen, sino todos aquellas que destacaban por Su valor y cepacidad co conluier de les prowicias sel Imperio, La civilizacién progresiva de todas las provin- cias y el profundo desarrollo de su vide hiabian traido esta consetuencia natueal, La mayoria de les nuevas ciudades surgis, bien como desarrollo de antiguas aldeas © poblados indigenas, bien ‘como consolidacién de antiguos carnpamentos militares y colonias de veteranos, bien como ampliacién de cierts arandes propiedades risticas, muchas veces de Jos mis- mas emperadores Segiin Rostovizeff, el Imperio romano era un agregs do de ciudades griegas, itlieas y provinciales, habitadas «estas iltimas por naturales, mis 0 menos helenizados © ramanizados, de la ciudad correspondiente. Cada ciudad tenfa un drea rural més o menos extensa, que ere st territorio, Era el tertitorio de un antiguo estado-ciudad stiego 0 romano, Cade ciudad tenfa su gobierno autSnomo, sv vida pol: tica local. La burocracia imperial slo muy raras veces se mezclaba en los asunros locales de las ‘ciudades. Se ‘ccupaba de Ia recaudacién de los impuestos, pero por in termedio de las mismas organizaciones municipsles, Teccién 3 El Impetio romano del siglo x fue asf una cutiosa meacla de federacién de ciudades auténomas y una mon argu casi absolute, sobrepuesta a tal federation y con cl,monarea como magistrado supremo legal de In cadad Desde el punto de vista urbanistco, las ciudades del Iimperio romano fueron herederas de les helentstics, de las que tomaron todos sus refinamiientos téenicos:’ al cantarillado, traida de aguas, agus cortiente, bafos, pa. Yimentos, servicios de incendios, mereados, ete.’ Lor habia, como es natural, de muchas clases, sein at cvo Ikcién histrca, condiciones de suelo, lima y earacte s locales. Las habfe comerciales e industiales, cxmo 0 realidad lo eran las mas importantes (Roma, Alefen aria, Antioquia, Efeso, Cartaga, Lyon, etc), civdsles aravaneras como las que establecian el comercio can el Otiente (Palmira, Petra, Bosra); habla cindades que eran cabezas provinciles de departamentos ageicol (Ve. Haha Seggom Teves, Londres, Tarragona, Céedaby, rida, Timged, Cirene, Rodas, Esmirna, Péigamo, Mi, leto, Tiro, Sidén, Gerasa, ete.) a En cuanto s sv trazads, 0 era desarrollo de poblados indigenes, como nuestra Numancia, que luego fueron am. Pliados magnificados, o eran ciudades helenfeticas ro. Imanizadas que habfan continvado Ta tradicién hippodi mics, o eran cidade de’ nueva implantacién, come ls ve provenian cle antiguos campamcntos militares, como reaten de ant Ps 1a porta mae orginal al trzado de cindades es Precisamente squella que debe su origen a lor compe ‘mentos militares. Los somanos eren un pucblo eminen: temente préctico y organizador, que buscabs las sol tes simples y clatas que han prelerido siempre las gu des gpresss,colonides. Careefa del refnanienta aie ico de los helenos y eran mas ingenieros que arquitectos, Condo wizaban los reursor el ate, lo hacian toy fl Prepésito de impresionar mds por la majestad yc , Mier Socit y Beonsmica dat tipero Romar 0 ah 1 lad ancge st poder que por Is emocién estétice, Los romanos, 0 bus aban los trazados regulares geométricas, 0 cusnda esto ‘no era posible, inclufan en Jas ciudades organizaciones ‘urbanfstico-arquirecténicas de gran esplendot, que por si mismas coustitulan la parte ais impresionante y me jestuosa de la ciudad. El ejemplo més eminente de esto Sihimo lo constitufa Roma, una ciudad cuys monuments id no ha sido superads jamés. Estos enclaves monu: ‘mentales, rigurosamemte geométricos, dentro de la es Fig. 9. Roma, Fates (Glan, op. ct) tiucture irregular de la ciudad, Jos constitufan en primer lugar los foros, que, desde el Foro Romano al Foro Tra jano, fueron somentando en dimensiones y esplendides Lego los palacios, los templos, las termas, los anfitea tros y los circos fueron por si mismos verdaderas compo- siciones urbsnisticas que, ensambladas un tanto eapricho- samente entre sf, formaban el grandioso conjunto a ania de I hed de Ror exon we peseda carga para el ue tenia In obligacién de engrandecerla para hacerla cigna de su papel de cabeza a Leceiéa 3 del mundo y de sufragar su mantenimiento. Los juegos 2, fest ilies sopenian también enorme: dese 0lso, pero el panems e circensis era algo que no podian escuidar Jos emperadores si querian gobernat en. pxz No se puede olvidar que el gobierno imperial estabe vinculado a la cindad de Roma, que habia venido s ser tuna antigua ciudad-estado que dominaba al mundo. Del imo que reinare en ella dependia, pues, la salad de todo el sistema imperil Las ciudades de origen mititer eran las mis regula. ISO Ino FRBEERT JOON hOoDoo0) | ——— Fig. 1. Ting, Plano (Gallon, op. cit res,» entre ells scaso cf mcjor ejemplo que conservamos ses la ciudad de Timged, en Numidia (Anglia), une a go cli mia de ‘jana Ei tae Toma ban un perimetro rectangular, rodeado_generslmente de smutallasyl reciono estaba coctadofntecivmente pr dos arandes. jer o calles principales (a veer portfcadn), gue se llamaban el cardo (brazo N.S) y ef decumanes bras E. 0). En el encueouo de estes soli exert foro, y dn piblica se desaroll la consteuccin privada. Los sucesores de Augusto ampliaa el realizando el nuevo campamento estable de los precorianos, Castro Prerorio, y siguen adelante, de una manera say desor denada, cl programa de~rcordenacién general { Después incendio de 64 d, C., Nerén tiene ocasibn de transforma radi calmente la ciudad: construye para al una oveva residenci. Domus Aurea, ocupando un vasto terreno, en el Palatino, el Calio'y el Bsquilino, con un parque diserinado dle eifcios (ig. 230); organiza la reconstruccién de los barrios desteuidos con métodos racionales, aunque no llega a cambiar las grandes l= neas del organismno ya focmado. ia iced OF ob Ticvo (RV, 43) deeb ea cecoumresin yds uae ide las condiciones de la ciudad en este periods Fat be cap oa se Hh i adios Boi crete ober wenn is peed ee licences a er poche (ae I porcine as ices et el Sd pape caret coset ctabeey eniria ke Poe dudibegl saan tens te ptt arr, y fon ons eri os das ys ills wl toe devo al pce Sr cent coor detest parame de On; aa Sia dao por dT dclan pri fps de comico Bens pe, ls eli ean cate se made cn ple Terra ita pe rsiciortet Regs creel gli Fee analy igues ar elt ro poian einer paredes comunes, saa cada uno aux propios muir, sas disposiciones, adopeadas por raxooes prfctcas, también apora on bella 4 ls cucva ciudad. Aunque ls habia que todavia cele ela agua eticrura era mis salube, ya qu la angostua de as es la aleca de las casas defendian cours los rayos del sli cx aio ahors, con tanea anchucs abies yna defends oo la Som 4 Hie, csutba un calor insoporable Fp Los empecadors Faviosprosguiesoa le renovacba a fs por Nexén. Vespsiane hace dersuirla Domus Aurea y ena Bj ana del parque, en donde exist el lig axial, inca lk eaccién del gran anfzeavo de la ciudad, el Coliseo (Figs 155-258); entre &xe los foros se relia el nuevo Foro de la Px. Domiciane amplia todavia el palaio del Palatino, que ors ocupa csi voda ls colina y organiza el Campo Mario, Hsindo por un iacendio cae 80, cegnado ua nuevo grupo de liicos monumentales en trna al evo exadio (que después fet Ia Piazza Navona) “Tiajano hace deribar todas fas cosxrecione ete el Qu Yel Campioglio, que sepaabaa ls dos 20028 momunen sd los Foros del Campo Mario, yen exaposiciba clave Bésuuye un auevo cent civco, el gran cojanto del Foro jena, con cl suercado en la ladera del Quitinal. En l Opio ice coostruie las temas de Tralano, y junto al Foro recon el cis de as Westles“Adrian rcedifica cl Panteén dé sso (Figs. 262-263). coasuye al Templo de Veous Roma, frente al Coliseo, y su mausoleo, en la otra orilla del Ti Bits con el ouevo puente Elio. Fa sste momento, en tanto que el Tmperio esti en la csp is part que lagu, incrcepads abusivameatd por los paricaare, 3. Roma: Le ciudad yb imperis mundisl 149 J de desu prosperidad, Roms alcanss au mayor dererllo,y na ~ -organitacion fice que patseecoleceaxe y definiiva (Gg 234) vi lol mers adipose epee eqn exo XC eee enone eee oe oe crddos pcg Ea pecs oman Gome— = morativos el Ara Pacis de Augusta, los stcos de eriunfo, las colamnas h de Teajano y de Anconino Pio (igs 24 253 y 260) los fesos esculsrices en eliewe tienen una impo” ‘ancia_determinanee, y nacran una hisvora repleca de sigoifce =, |, dos {Beco cada coojunto representa ua escena propia ¢ inde F pendience, con un equilbrio cerrado en si mismo; Is cudad esl onjunto de etosambienes separados,y en sf misma no ct (> [serada ni equilib: ene un espacio del evi, adopran {+1 do ls fora natual dl teeno, yaleja el campo} Los emperadores siguientes enriquecen este ciadeo" con cas incervesciones. Los Sevecos dao fous defiiiva a gla- io aasicipal del Palatino, compl spe Circo Miximn y vambie hacia Calis realzas Is eras de i aracalla, en la devembocadura de la via Apia, y el puence i dl siglo 4 ‘Aurlio sobre el Tiber (acualmence pueace Sisto). TN la actividad consrucia disainuye, ‘ipactoimcs cbvas-peblirats el ciabin ale pawralas @ wo (270-275 d. C)yilas eras de Didclecin (287303, CC), as tesmas y la bases de Constantino. a gags illimas oBvas Se rompe el ul forma constructive de conus y I Th gedades con na ténies cadaver _sgua) paso lo Gaengsanquivecr6uieos y las ‘ealidan df una mater sumaca, 0 bien sg saean de, 0170s monumearos eis antiguos (por cjmmlo, en el, Consizntino, fig. 266); ecltuasy pinniras se conraponen Jn arquitecoura, como piceas de Jecoracicir milependieatcs, la lid"-de Lae formas plisicas Sjaca ierde defiicivamente F (espats de Conmaniin ue waded lo 5 ee ee {Lemperatores publican na serie de edictos para conseguir la conservaciéa de lot monumentot exstestes? Honorio hace 1 doblar ly aleura de las murllas de Aurciato, que permiten _ defeader Roma de sus asedios, hasta los tiempos modernos. {/ Baece camo van surgiendo en la peiferia dela capital las gran {es glia de i eign china, eorepatrer Stee A 5. Roma.® La ciudad je emporio mundial 15 Hasta el siglo 1d, C., Roma es una ciudad sien», que yy ocupa una superficie cada ver mayor, sin tener necesi- ndida coo wn cingueéa de mucallasLas 14 ddenaciin ad sas sigven siendo la based Timites exteriotes varia0 cootinuamente has onras; figs. 267-270); las cintas de las vias «o ja en mil pasos mis all de los ikimos srollo comprende un nplos, inst 5 eecortiendo la via Api tios, y en el de su mayor | ier dense 2000 Headrest mural de Autiano ~y ie Le fi ae 180 Bl arte y ta cindad antigua Figs 272-274 (en la pagina de al lado), Fragmentos de Is «forts tubisa con planos de «insulaes, 7 dos elementos de los uteasilios mo Fig. 271. Un fragmento de la «forma urbiso, en el que se viles de los «cacnaculaw: una lite ven (a la iaquicrda) tes adomus» colindaote, ae za y an hornllo portiil ‘sy, \ 4 Friar ca i int (ln a in mee ni 10.000 1 1 000 000 de habitants} ls mayer conceatracién J)" preciso. Las inal (ig. 274) son colecivas, de muchos ps ecg ue gaen a sie scones; Tas plantas aj. sstin destinade Set seks bers commento meds ec Tenor deimaiou cxtean mounts pics sake rode hie ted deen panalaw dl ficonanioes comply de or {= ieeanions. gran organismo, =~ "7 Los Catslogos Regionals nos dan, hasta finales del siglo apa IH. los siguientes datos exzacoticos: 1720 dom y 44 300 aun - (eenecala) de varias medidas, para las dasce spedian <4 oe bat doma (Gg 27 Yoomlss eas indviulessicas dels iertored Las epaplos desea cn Ons (gs 303-309) [ “edies medicines, uso ode dos pisos, ceradas a exce- alan wna idea bastante precisa de dlls 4 | PERU ears; cprerumjer de {fla inal suger hacia el siglo TV a. C. para abecttf See amie i ee eee ice & 8001000 atone votes \ | er css de Pore Mecano ig, 27297): sn son de les de la la vierden sus excrementos yd ever dhe a A pear dee Ed cegelieag aimee, bua 3000 session ao Tanta equine ala quchacs fle prs cont nor; en la época de C satios peivados que «3p yream las coostruccione); todo e al final de la époce cepublicana. Bs igne < re prohibiciones y ceglamentos, pero males de la gran mayoria de a td rte ere uid ats hens) Sai Oa “met omic dso eu hs 0 uy enrechat loser, an stl acess x eave |r log por la ur pusde patra caro eal Yet | en las que pueden ceurarse dos ezeros. En ls pars. cem Peo ileeectariia parE ¢ vel Foro y una veintena en la perfeia (Apid, Flag | ucOimesee Citicaa, Lato, exc) sepals eyed es Do Tablas. an de tener wea sachusa mix de 480 meus y ca slgvoor csc gon +650 meron Ea td el oodela cad |, ley peer qe as cle venga poo menos un ath de , 2.90 me, para qu ncaa pecdan eer blenetelor poe superiace, Esra ed, esabecia cuando Rosia era mis peqet, jel iouficene para a merdpl de un mila de habs teicnd eo cena que no eng am sev pb dept { ni de dumioacidn noctura. Ui de Césad regula severa 4 ment so de is cals: gab an de st limpindas pox dos propicrarios dels casas easy rl crc de pare eer pep daemons | & ay la via Jos empresacios de fa constceida. De esta manera Tos cts tan de ciraar de goehe, lesan la cindad de ais | | Figs. 275-277. Los jardines de Roma; los scueducros de foma'y plan eas de Dinan Mie prea” ui =e : | 4 ge Tap age 6 aque Virgo 1 tig ae B 8 gm Ghia i 9 Anio Novus 10 Arcus Neraniani A agus Traitna 12 aguae Marcise 15 aqua Anconaiana, 1 ‘tasacus comenandas en el siglo V a C. ha seamentesitcodilas y ampliadad; en aginst gil 2 rar basta dos carros de heno juntos, y Agripa pudo inspeccio- roa a red en bara. Buin desinads frecoger agua de I tava, el aga excedeare de los acueducon, ls inmundicn de los edifcios piiblicas y-de alguna Fuchos exon efi. demasiadojnos de las oaas,vienea for timwadicias 2 lor pou negos 0 basreon abies) que pose tas abla idaden de ve ow 13 suaductor Ngan 2 Roms desde las moncaaspeSai= con nla patti deux se Iv taeas cides drape dia, Ducane la Repiblce cl agua cat earvad.a lar ass piblicos silo el sobraste de las hua, agua cada, puede see €2dido a los parciclares. Mis tarde,"ducente el Impetio, sos oiearos pen cae once gai tnence oben pagando dein dernioado caudal de agua para dose de lias bette Socom tre pat sees te iostalaciones piblicas: las fueaies y las leesinas Gpa‘tidas por todos los bacrig, y las grandes temas que sicven a vastay zonas dels ciudad. sbundanciay la grandiondad de Jy seein \iptten pleas compen Eames Te dos en Ta mayor-parre‘de lis casas; ELEstado, ademls, cuida en gran medida de yominiar dev | pose ile acecencernserceoe ier pe , manos. Cerea de 150 000 personas son alimencadas a expen 13 plies, y en los mumerosoe dis de festa ~sc ban legado 2 coutat 182 al aio coda la poblacibn es admida gratia toda cbse de experi. Las provisiones llegan por mac a la desembocadh del Th [ Nhe, en donde se ha de conscruir una Gudad pormuaria, Ostia) gs SO0°3O¥]s de Ali's Nevades cx naver i pequehav Noma; en donde, antes de Heger 4 la ila Tiberna, existe of Nustidioso sistema de varaderos y.de depésivas (bora); sol PReneeeFammoatonamiceto de as dnforasdercehadas después de 2 uso ha producide una colina, el Testaccio (Gigs. 238-239) [uals epeadaos sccm Toone als uae tunis, el Cisco Mii, coups toda el valle ente el Palaino y | dAventino. y puede eoaicnee unas 250 000 persons): ls fea~ | los de Blo, Marcelo y Pompey, cha un assets e lene ‘que varia encre 10 000 y 25 000);los aufiteatras, para » juegos de gladiadoces (el Calico, con 50 000 ssieats,y sicbocil sce oetan asin ema ddomus de planta bajis- sido san cds 4: Rima: La tnded y oingtia mundial. 183 _Jes\las de Augusuo y de Trajano; hoy desapaccidas, aa oils Ee Ther) es rite elie, maeeaa’ i paocgpted de insios de gocinypnc ls peveeied lin ar, els moo de cictonw Seapidandc adee ly stnamney Ad Inge: ys Sere a ae Sea cal nez muro de honbecs,y Supers Ea et eto fad backs beans Etesaacia ori ms sce de fcblewet (Gor dar ala genre pars ooe ceeders le Cesar wesw ox ie eae ceca par pect gue Ys tesco la vey sie esa) yf apc «tock le rec ne ok bles para reslverls| PEGs’ la tecnologia antigua wo progress cunianes: goa h wala ter dain ieee Ta ciudad se detiene “er lay eo we sed goed ernnada yen decrsinads pak J 3 = e cgunizacoas {Bl eshitezo cecnoldgico par hace fusdibiae eta gran chic See / a ia ee “gual desde Ones Gbligs' rin fac dela pobliciied han. ddocas Roa y a volver al caso; la fat de los acneducis Spor le ac aida paler bce ela eee ~ aces hace inhabieable rade la 200 de colo de a cudad ex dee dl aleo plaieve HE Ries, Is bablcantes Fe Ean de conebatav et plaice dauibos lads del Ther —dl Ci po Mario y del Transtber~, en doade pueden sacar agua del tio 0 de los povos Enpcea at Ja ansformaciéa de la ciudad aaxigua en la iuaigt ie acid at ge Ses reee ede foguna en ln Gonas abandonalas dela capital ancig atte la unas de los grandes edificios pblicos ~el esto de Maelo, 2 Paneer et ixa de Vompeyo,e B: fiano, el mauoleo de Augusto que coda Tas casas, El cearro monutental anciguo —la zona de Tos Foros, of Cazapidogio ) Plating ol Cols—queds al wargea de fa rdera cudad, porque e encuenera en el corazin de fa r00a de colnas que habia sido habiada al princi. Las geandes ce tugs que seein alo btvioe mis popileos —las de Caraeli7y de Diocecisna— ycambién Is grants slichs GATT CB “idan en siglo IV cl Cee Ta peviferia —San Palo, Sax oreo, Sa JuseSanca Mara Mayor siguen dicanciadss del ciudad, run paitajedhabizido Cas murals arclianas se encuentran ene clins, en medio. de Ine huts ‘Cludades helénices, helensticas y romanos £1 perodo clsica daa ealucion urbana se deserts tanto en Grgci.como ‘en Jonla durante a espacio de tempo comprencio enve el 900 at 600 6. Alanas, for efomplo, se conti en una impocante cudad desires dT uTicacin do ice en fr elglo Vi, bloanab a ser uno de ls eantros principales durante le administracién de Prsistrato (946-527, ycstuto de su Edad de Oro baja ot mandsto de Pesicles 3." (443-429), . i's cvtzacion hetnlcs (pre-macedonica) est Itimamentefigada et desarrollo de as pots rages, enldad urbano~ural gn la cust i cudad y sus alfededre inierdepencian pallon y socfoocondmicament El ring “ckidad-eslado" no describe, ‘Seaclanient e sigriicad de polls; os més, algunos estuckosos ponen abjecionas {esta iraduccin,Clertament habla una cfrencia ene ls pois y las chudedas-estedo cle vllzecionos aniigas, por elerio, Os abitanles roxas. econ, en un asic,” Taueleg a us equvatentes Gudadanos: esl elacién, probablemento, no exstla en las Glicedes eslade sumeras Sin embargo hebionsinliiudes entre estes dos silguss formes urban; al gual quae cudades-estado, is poets qrieges (poets purl de polls) pecrgnectan an confiia unas can oles yunfen sus furzas solamonte ‘cuando eran ata¢adas'por un enemigo coma Por otra parts, como resultado de los ‘ntoritentes confictos entre as poles el poder caniabe de un eanzeo otro tly como acura en Mesopotamia, ‘Una caractertsca particular de as pols grlegas era su pica de contol d= crecimiento y enpension Una vaz que una cudad alcancaba un cierto tamsfo, 52 {ealrngla su cecimien 88 stabléca Una rite polls. De ese forma, fas maar aiiginal: Esta police debia estar _poblacton y la capecidad de 0 Stededores. Dabe vecordarse ara comparar cO1 lade los ica vales alias habllados po las antiguas hlizaciones. Ora resultado Important de i palit (9c sales, {ue Fd hs tafe 4 iS 1 wa hiocion de allmentos en las letras cultivates dla los i rertiidad dol suslo gogo era limitada y no se ‘rectinienlo glega en forms Bia y camerclo, que const una de les xpanatén da Ter Pras angulras daa celizacién. | ego sacarrl canine gogo camer a uulzaion «pot de habe deste numero ernie ales ein ety 94 eC. Aono b 0 Giardra as plegos derrotron alos psa ‘Saebay de baad craron ura soa ee et cancarienos djron une marc indlble on numeroaoa fps detaton ‘ser reconsTuidas. Atenas escoaié restaurar su palton urbano orgénico orginal, inientras que Mile Yradiclonalmonte exploradore de nuevas Kio \. J antigo plan y ayeBonstrucci se hizo sobre le ‘ual ee conti durante muchos siglo, en ie constant en l planfoacn de N Milo, cen a ditibuctén de las ack (Biivenclas quo contrituyeron en gran forma con el deserrllo de a incomparate ‘lfzzcon gra. Furdaron aumafoses ciudades en of conlinente ato largo dela aan asiaice, on Sic, en la peninsula Rajan y en las ejanas Herras dela enigua va tea de a confederscion Jonia, hig un importants pare fvidades comerciales de Hallas e impuls6 nusvas ideas nvadioron Jonia Hurante la primera década del sigio'V oF ia pelileracion de cludades,paro sl DDespuiés de dos décadas de luche, sterlormenta y durante un corto honauer,Norbert. mg de vide oocldenta, & excepcion del concepto de vents. Beeps de la dovaslacion perad, Ina ruinosas ciudades arieges dobioron ‘ala vivienda moderna. Ss 8000 afios de habitat De los Poblados primitives | Frcherh Meza do calle fora dere 213 EEE hes pueblos occidentalaget deena del olen genera de Mla ica plan contrat el desarrolo a1 lr Atenas: siglo x a. C., segfin Arnal Weide irtouye al arate igo de posterores ‘caidas; Incliyaio su época de mayar expansion durante el siglo | bao el dominio omanoeé! area total dentro de las murals de Milelo era do. parse ralalamenve Poquefa con acc tambien a ie rural -anliguae, slampe situadas corca dal campo, eran pequen fants sus pradecesores orientales se sinteron ‘que explican ef porqué ss al sfachos con sus pequenios pelos a pesar uo la eleveda d fas casas daban hacia afuera en lugar de jor de = fensidadIncidentalmente ta compacided era también comparida por los habltantos de chudsdes ‘ocidentales del medioavo, can una signcativaciferancia en el concept ‘in patio Interior inde {#'Los priacipalés componentes urbenos de las cludades helénicag eran la scrolling hile srmnigos: a 5 {ip los distros residenclales, que obviamento ocupabao iam En un principio, los dstitos residencial semejaban a ls de la ciudades orientale, en s laberino y en su mirada de estrechos pasales, resultado de faglutinente. Miguel quo aus equialentes oriatales, las casa: fmodesias, on concordancla con el disgusto democratico por ‘embargo, casi cad chidasano posela su propia case con pa ircngaPor alguna raz60 inexplic laarcule de ostar cs r ‘con la BerOpaMs, ef para. Hen, os cunt os Vy planiicacion yor parte dela ciudad, trazado de calles formando un tun cracimlento organico 4 eran paquelias ¥ a ostentagion, Sin, tio, enol cual se reslzaban Jd 218 Pepe: 30 4,C, ee A jer by oa es in irs en (p59, 6 el melor de los casos Nabian gngostos spacios on ia pal deals _e Tad de as casas El Interior das vendas era senco, con muy paca decoraciony e8¢839 mabllarle cue consists on cams ¥ canapés con colchor sllasJpoces moses y elgunas ebmodas pera quardar sus pertonenci tieg@ reco, na vez serddas, les mesas se colocaban dariro de as habtactones, ‘sacdndol al tino dla comida, durante esa, las mujores los ninas 88 seniaban ante pequenas meses mientras los horibes se recinaben en los canspés. ‘Comoe sola sa considarsba birbaro los buenos modales on la mess eren una Indleacién de cultura, Cuando no hablanvstantos, ta famlla comiareunie, poral 62 recibianinvados masculinos ls mujores debian retiarse al eecior privedo (casa. Desputs dal dofnon,e cana, vala ol symposton, 0 boblda, que ealizaban todos Juntos, ~"— Diespus de la suerte de Pericles (429 0), Grecia se vo alectada por muchos prablomas, ls eal produ quo noe ealablociean nuevos pueblos hasta la Soa acedénica que precedi ala Helenisica. Marcada por los tuntos da Alejandro Magno , (356-325 a.C), una nueva eré comenzd, en la cual se fundaron numerosos pueblos & fo largo do dos sigs. E) trzado urbano de esios pueblos revels la madurez dela planficecion urbana griega (Hioms, 1956, p. 40). Durante la Eded Heleniatica (que sigulé a la tlelénia) el radio de Influencla ‘riego sequla las utes de las conqulslas de Alojandro Magno lagando hasta Eglo, Mesopotamia, Persia e India, cuatro vaslas reas googrifcas, tres de lac cuales han ‘dado vide a entiguas chilizaciones. Durante ol imperia macedénico so constuyeron ‘alrededor de veinte cudades nuevas, cada una de las cuales con una planta que jitabs ‘al madelo usado por Hipédamo on Milto.Prene y Pérgamo en la costa joie, ‘Alajandira en la formacion costera del delta del No, Seleucia junto aio Tl, Sirkep junto al Jelum qua pasabe por Punlab, y Pompeya ol pio del Vesublo, son algunas de |, las cludades helenisticas més conocidas. Estas cludades esparcidas y stuades ¢n ‘reas géogrélicas tan diferentes tenlan, por Supusl, eus caractoritcae propias, pero lodos sus distllosresldenciales Coplaban al modelo da vilonda Intavertio con ‘un mayor lamafo y ms oriamentads, pero basicamente similares a ajease-nalio 2 hela. ea anal desde a citacn hls a romana he deforma gradual. Frederick R Ifioms, etudloso de les Sociedade helenicas yromanas. ano “uo "a tia fase de a construccion del chuded qrega se lev « cabo deforma lan areduel dentro dls infiancies romans que no puede trazarse na fines disoria dutntva” (iors, 1956, p44), ecto ele ee el caso, ya que "la cultura y Tecticas aristicas delos griegos eran my superores a las romanas quienes io + aceptaben asl. En tos pueblos sreco.comanos, eng. cuales hey que cs “Bimpova ose aprearch cambios inprtanes eel ezadn dele casa 0 eto ci ‘edifcacin hasta frm satablociniento.do lnperio Romano" (ois, 195, 45) En efecto, la cvttenctedfArighh 2a consinuyd baséndosa on la cultura helcia, por ue Rome quent ore, propped paz cana 20 en Manto iat efor baaros por mks de des sigs,» anna heenca ‘deaf Gate ates do que stn ura (Duran, 1580, p 671), fot de strc farronenos guberefon unseat hnpat cus Gabe lad de Ero eeStunnde a zona nora y Rul; ademas ola oleae del Ala enor, Mesopotamia, Judea y Egipto, asi coma también todo el norte de la costa Mesierranea de Aon ara congervar a npr, los manos constayeron mie de camamentas oicas pars aginaros, Ca casm se costa de acto un funda, cays duane exabe bassoon doe cle principals a manaa de es {decumenos y cardo) penpendiculares ene s, cuyasintergecciones conaituan cleo {i ichos coi Las omanes consnaeron fain une vee dene ose vermin sta due tere] acs bs cade irpors on ee exlegaransqe cole pa de colo ciate pins: ila a Roms y que graban dod tbo Ge leg, es nice ie tunis chee cys haters tenon c Zarate seit trl Ge cine puclos mercies yaaa tia | _tambin to toe ctr pare al ramen: a _sulcienta paca que paseren dos caro, ‘Sosae aioe _|/ tell, ili ir para pase lg da pelos Las cdodes grandes + eslaben equinadas con una re! de alcantaliado,v el equa potable ara ransporada. traves do goueducios. i, cstto central saa agora, conatius ol corazen oe a chudad fomana. Fa aqul donde’ ss Fovoban a cabo lees ls dovidadas mercies, jodicals y paltics. Eeteba disefado como un ugar ogteninso« ponent = a paged canervccores em For hanarum agrm So Pom) eet etuie pico rn ne bas ton rs) on oaks, al ~~ Bero eran las zonasYesidencialeé las que constilulen el segmanto mayor de las | caunaesnnanae speci en equleeouvoewnnok qo extern Saat itor aden aiyendo ona s ears reianclas ent hte ee een race ycrsrcon ura rune Wo abet con aor rahoe| ae aes ran irri lta cbr i at (pt) y las fachadas que daban hacia [a calle, muy ser Ricos y pobres vivien uno al cnet rae dole enjeeren de etvemozn soo a fabenis do ae ate ie ina on sate pares pauls case vebeesre Mor 07, ‘Sramano mea pear, prs an vvndas, err oat, peo ele sananto no oe coppariio par sm egies, quienes dqsaan drs cad ‘Stan momma tao 8 scar de Rann sors “crumonto os oll; de un total de eaores "Pemiediad/o notes uego sa Fava acabat con la alta densidad, eaiigs dé muy poce calldad, calles inadeouadas ‘dando pase(a una reconsituccitn olabel ue de otra forme na haba sito aceplads ‘por los rombnos” (Moris, 1972). ‘quedo preparada la escena parafa aptcacton de ue pltica dd “renovacién urbana” basada en un enramado de Sec ide orgen,- heterstica yun desarrollo dels eludad en bloquesreclanguares}DIcios blonveso ‘albergatian casas de alquler de varios pisos que tambiefrecibian el nombre do [Psidae’ En Roma "s medlades dal ilo WV dC, 80 rcglatraroh 1.797 domus; ache stuctures comprondlen 46 692 heulg cade una das cules, segun Caropio, tenia | named de naa pos ccupados por aedader de Cinco o sis personas (Mors i is7ay Las cagas de ens, quo sveoesfogaban a ener ses see paras, 3 consttan deforma tn descuidads que muchos de elas se rumbaban meta "inte de preonas. Apgar de quo duran relnado de Augusto (27-14 ‘SC), ta aur doa eco, quo dba ala cal estaba iad a 21 metros ey fami aprermenteconarur eben los haca a zona posterior das Istan Marcia ee de eploramas da ego, cuenta acer de un pobre sents __e para accor ae vend, ene tino piso, debia subir 20 escalones Peer TS onyora lester en pa bala comers yabema (hal {ae taberna) on fo pace superiors vod, vie do lla con bsicones. En | Signs ocaslonas dos eos sluados uno Frente wo se unian arava Se stiuctuas soporidss por ercos "qa Connon hablaciones acon, eco pas -Glbeyoo porteuare” Burnt, 1944, 34%), Con ete insula a tracit Bet do Taper son de grupos esonomioos po aa ciudad gd af an Roma En {arts soaciones de acd, als cola cof Palatina y el ruidoso y Hono do ‘rostbulos sat quo oa axon Jase lero Vinal al Esquina, stl ‘oemplzaron os damus En eta Zora van lable esibadores, camer, pencaderos,vrdilrs ycbraros empleados én fabrcas, vendedoresynepocertes Bran beer acerladaments que, “fos baros boos de oma fn fo his de Forum Romanum Magnum” (1844, 9.431) stn eilendis quo pari toger aaconcusn de ques sulee {voron tabi iizadaa en cudades mas aque pe om, por eile eh Cala; ono gue si hay did, e8enstioa hidaaios que ocupabencenfeuls 0 partemnto on ls nse contin la maya de los habeas de ices tials’ amor parade és 8 mento duran un period de emo poco _ ‘nds larg la antigua radclan orient porte cual se entremezctaban por toda ta ‘chided les vviendss de rcos y pobre. Roma, durant la edad de oro, se convo en une gran ciudad, una melopolis en el vercadera sentido dele pslobra, con una pablacién de mas de 1 mln de habtantes.Esla gran poblacion no podia depender ya dao alimentos que _ provenian do sus zonés rurales mas lnmnediatas, sino que sa vio obligada a importa a e { elultzadon roma Imayorta da éstas y do olros articalas que tambin fe eran incispensables, ‘Guardar los allmentosy blenes que debian ser dstbukios, se consiula Marra. {lmscanse). [08 290 0 ms almacones, algunos de is cusles median 18,20 metros ‘por 15,50, conformaban disitos de amaconaje regulares, ocupand tna considerable txlensidn del frente marino da Roma al largo del Tier. Los sumiaistos darios eran ‘istibuides por vandedores al por mayor en mercados especiales tales como “el pottaur para los vegelales, ol boalum pare el ganado vacuno, el suarum pars los ‘cero, vitarlum pera los mercaderes del vino, ye piscavium pare los pescaderos. (9ros comercios fueron establecténdose en forma gradual dentro ds sus propios ‘isos y calles” (Mots, 1972). Inavtablonente, Roma experimento una congestion de rico. Durante ‘einado daflil@ GBSif, la rod do oslios de Roma ya eslaba alaacede cin un intense Teansio: Para suavizr ia congestion y resolver ol conicte ene pesiones y vehlculos Caser pechibié al usa dala mayoria de os cars, denro de la cud durante el cla, 2 ‘sxcupelon de sts falvionntes y de las oarrozas oficiales. Paco despues, eotas Iintaciones en el alco se extencieron a ols clidades da! imperio aumentando el fumero de resvicclones que tnitaban ol amaro y caiides se carreias que podlan fentrar en la ciudad (Vows, 1972). ‘Le expanalin de las grandes chidadas inhibia también al acceso al camp. En Roma, no ocura solamente qu las dstancias el centro ala pereri eran my Targea, sino que también grandos segiantos del are nial eslaban ocupadas por vila de vorsneo y palaios pertenocientes a sus habtantes mas rinos}Se eslebieceron parques publcos y “on af aig .C, ya habla vari campo espades verdes pubis dedicados principalmente aia préctica de carreras a play eercicios Sinnésticos: adamds de vainle 0 mas parquesy jendines, quo en un principio Dertenecian a chidadanas riggs que os ullieaban pelvadament, paro que después ieron sbsorbidos por el dominio Imperial, a raves del deracho de compes,legado 0 cconlacacion” (Hloms, 1856, p. 68). Dabida a ie su gobiemo cenlvalizado requié varias unidades ‘adininisrativas, Rama estaba dvidida en catorce regionas y cada un de estas en varias ‘alo dso, presiidos por su proplo magistor tsar cs wala cana dels ciudad) EN ‘lato 73d.C habian 265 vil en loma. Si asumimos una distribucion de poblacion ‘qulibrada, cada vis debe haber abergade alrededor de 3000 habiantes ‘no fue eterna aly eomo se habla pensaco, Durante el ‘silo V A... gale impiro cayd y el romenente de la chillzacion romana se trasiado ‘este, a Constantinople, la capital dal inperio Baantno, donde algunca aspactos ‘ere jlizacén urbana romana caalinaaron existlenda durante casi mil anos més. En || Bl¥aslo de Europa [a calda del Impario Romano signficd et caos y el oscuranitsmo, y t S168 Gora los cusles no existlanjrcctonas urbana, hasta que se produlo e! ‘Qrgimiontd de fa cuted medievel pocidentaL Durante el perioda intermedio cast se hlae ef ZSicanto de eage-patio urbane rovers, sobrevivendo dniormente en Aldstras y onasteios ds iglesias cistianas, {a casa faga con poristilo. Tanto los documentos arqueokagicas como los Mererios eidencian de que rmenera durante el sigle Va. a auldciona meyaroagiiega, 0 ¢asa poticad, [ue _reeplezada graguamente en las Zonas urbanasporla casa con pat, adaplaion ‘riega de ls casa-paio venta © ° ~ see EL espacio central de esta nueva vislenda urbana ere prislio, pala radeato Planta. dee casa itruvio, eee eat jones y tamaro de fa vhlenda varlaba de acuerdo con Tarlavezn Yala, genfraene as cases mas grandes felon nts de un pal. Sh embage canloles desde Ia Cale, las vviendas aregas eran da aparioncia sanclla-E principio « | .casa-patio haclsinnecesario apertura de ventanas en las paredes exteraas, de _ oS forma a aparienl ig era senelia Ym 5 que por tues no back sb erengo Soi de Tos ccupants OV, sitar pod ser ‘muy lulosa, 4 ; Los patios consttulancarecterstica indispensable \vlendes urbenashlnicas lines 3s ha doe Steer yoo posiundere Shabana aloo miches Tees | acthidadés domésticas, durante todo a af, a ale Noe, mientres mantenian su. > Privacidad tents al mundo exterior, Slempre que to tanto cont a una ello @ un vodine oe contra ina pantalla oon une pred de Jndritos mada herkos. Una earactersica comin en todos fs patios, era un allar sedicado a Zeus Herlcs, el doa dal palo.) - ‘Geoaralmonta el peristiloestaba allusdo en ef sector sur de a cas, dots | forma las hablaclones principales podian reba mejor radiacn sla Boy oa * arto palos vaiben centr de Ges tie, seg el nano y proparcion de : a casa-patio rege era usualménte una estasciura de un sol piso, ,* Stinque en algunas cases de mayor taman habia dos riveles con una columala > talon aedcor dl pt Sma ls wvondas do Ur partnecenes en > povodo dos mlenios anterior. Las casas urbanaseslaban congtuldas de bro lailo © pled can los auelos de teria wa de gulerosade » platra élaboradamente carta” - 220 rere 4 Soadae Olgnthas : manciens. de " iviendas entre medianems, Seg 0. M pabinn lg ms 1 ck ne Horne soa oar ee eetmeeams panies proleStonV arigo-aciniquer parsona qua osturdesa esperando ter admiido et ia sve teapesndo ete rebarcuse © edyon go Sezede recone aves don Daaisto gorse Uheank mae nat sede ETO ee dee Arctocua, Virivo deci wivenda toldic cla. Su vein de a prtatipce can an etn dos pes con ‘Sivecpectvos grupos da hahaclones trode Lt pera prt debe, 10, Snare panto pene morgage ee rem de gyaecos la rma estaba asknadsprodonianlomenle ls hvlados {—mastuos yang eis mules yo. Eas dncrpatn noha sa vero posible que formar une sola vivienda taly como 1 (sta prdcloa os todavia 2 ‘habitual en el mundo islemico, el dueno de une cae edqulere la velenda veclna, uniéndola a su hoger orfinal, expandlendo as! su propiedad) El paso coneclor de feslas dos zonas perallaias co danomina, cogin Vio, mesauloe, ya que 52 contrat sitiada a mitsd de camino erie las dos palios De acuerdo cen Viruvo (1800, p. 180) el perso tipco dele secckon {amir de la sland tenia hileras de columns en tres lados solamente, El curt lad, ‘qua miraba ¢ sur conlena la seccion principal de la casa y consisla en un parca tei por doe ste opiates qu scpriatan i arqutabe a prot ce ‘dicho potico ora dos tersios de su ancho,y rectbla ol nombre,\segin slaunos| ‘escrlores, de “prosias" /segun clros el de “pastas”. Una ver ray habla varios salons ocupadds por las mujeres de la casa. Dos ca L thalamos y la olre amphitvalamos flanqueaban ol péstico, A la largo de las columnatas 56 zt ee Siuabar los comedares de dao, algunas hatitaciones adiclonsles as de los fescavos, | ‘Segon Hos achada de los eificios de as cals de Cythos |, fullicban ol carctor modesto dl defo dens casas regas{ el pcin de pao | _nlerdoado er itz unhverslmente dando como restate ink eoaaes “Yaciantyeacasez da venlanas hacia scale. Aunque jos do so nlm {trbcion intana dela vend ora saclay modest, "Es mas Ie oe snon aman aatinlén de clases ra un hecho raro ol tenes no enfatadora ho ce ete FE he Olynthos, “Is casa de muchos colores", que dstaba desde mediados del abe V hasta principlos delV aC, releabe lg esiructia itrior da fama giose | _e&pecialmente el papel y poscion soci de ta mujer quien muy tara vex sll cone | S@lembién una expraslon de deseo del hombre de feguardar avila sede ela | leada por CP. Laves y su orgattzacién intama elomplitca | | la case tpioagriega: Excephuando la entrada, la lachada exteror al este eevee en un | Dy nthos: te ctis. de muchas, cles, ouihe eater ‘muro blanca que no revelaba ningon detalle dl intercede la case. Esta ciehbucion ‘rivada ara lb Gncamente desde ol nieror del vend y raleaa tonto ac ‘setvidades dria como la estructura familar de sus habitanis, La asa eslabe ida an zonas te de acthidades dumas.ta de acidades nocuraa,ytenséa e { Srgauullfzada porta mujer yt uillzada poe ot hombre (Lava, 1974, p23), Aa ia, ‘ecciOnformada por e vestbulo da entrada, ol slmacén de la fequler, uns entocémora Yl andron(cuartoreservado para el hombre) ala dereche constulan los domnice la hombres y era en estos itinos donde se celabraban las Wales oarcelog Erresio de la casa estaba organizado alrededor del patio su uso aslabe [Esetvado para la mujer Los e9pacios principales eran) un vestoulo lechad ablerto | hacie ol nore ques ulltzabe como comedr ytambidn como aaa da uso genera 2) el occu, sada junto ats cocina y el ban, era un espace multhisoe donde Brincipalmente la mujer realizab, excepto cocinar, todas tay demas lebeses omésticas ic La parte sur do fs casa so us } clrnas,y la norte, més prvada, con ves habltacionos ya cusl secede laa de nterecoln qe diva le casa, une que sopra deta nuevo cata lsone a nese | En as casas do Olmos, bs muios ean do era aptsonada, excepto en e i _Comedor donde habia un mossico de gular, Hay un ejemplo de cosas pareades en Alena, que data dels siglos Vy NaC. festa mie vriaciones dentro dol tama del pais. En las Vata pequenae 2 division ene androntis y amnaeconils no exista, pero laa man grondes, vera do dala cluded da Nanas era parecio 'Y que era el resultado de un exacimionto azarogo, Seguin Olgrbhue: cata nelensbict cog Atos ints Balatvas de Hioms: 222 Ls ssclo da Alana encverita sus sitios en un igen muy ano Yen el ima ezonamon puads apiarse # ‘hrdados de coninnte Aunque a Roni patnica stata basada a a Kaa Se Gu iamane del eal aren micho mas impetnles quo las da cuerpo eso no sive de poral al enon spare, fata de ile y enupamienios en dads come Alena Doms, 1860, 38), Las meloras implantadas por Temstotes en Atenas dejan, sin omberao, las angostasy lortuoses calles rasidenoialas sin pavimenta. L2-suciedad acumulads en fs eotrechas callejuelas y al hecho de que tas tuberias ysleantarilado no se feparasen en caso de aveta, Indlcan que ls habitants urbanos grlogos prestaban | ‘ood atenclon a a salubridad pice. A pesar de au dedicacién ala gina | ‘esculdeban las normas mirimas de hlglene lo cual conducis a recuentes epldomias de | estes. ‘Guano ce lean la ied de Ora lena de Paste, a magaitlowneie que olor la Acropolis gora ya los tacos y gitnasios qe se enconlaben ceca fos lites de Alonas no ge rtolabs ot la data do sorcoe eantaros 8 as zonas resides (dele cluded Ente poo exlt un confetawiteeoola le rca heli, TucSdes ‘Seectbegrosmente afore en cue Aloras pormaneciaatacads pola pst ya aus. A ‘esere utes Woconle connuas quer etl trenes estado ebie/on a onctnccn de lgunas ediciones ymepra de ore, ress ella yao de deseo Solos puntos en Aes y Gracia (Mors, 1956p. 28) ‘ ie@ cat ens serine la ae Anis ts urs ie “Condfones seas de Alenas puaden no habe sido ferenas. a aman do } {ue ealejolesangostas, otuosas yoBciras son sindoino de bales condones Senlarla noes necoseramente ders, i ‘casa-palighelenslica de Alenas qonstruida probablemente después de equite macedonia dares imo oda eras agguiates (El espacio central de este ojemplo clasico era un natio con nevis! "Sato qe conduc ala plantas suporores susie qi azn anil, «doin <¢|privedo de la eara, debe Pb ocupad el dre del segundo pisos este alma es my | Fredo cea de Bupa Une crater no muy noel de et sfonde Ei | vende era un espacio ableto acionel, un pequenn cdi ideste tune agrupactan de cinco Vilendas stud en un érearesklenclal de Delos, 45 racestac.da.consilerscinoesJonnacdis. Las eases de ; 7 Dea sgripacen ofan jlaivananie pequenos y-agncllas a quo a enoutiraenT@ + ’Gequlna euroeste ine Onicamonta dos hebiiscionos sdyacentes el palo. Cuaro da fas cinco casas parecen haber so de un solo piso, miriras que ls. quits, sud {norte de la menzana era més grande y probablemants tea dos plenas. En este aso lambian la ynlaposicin de easas poquanaa y grandes inp, ave no eistla une \ Separecin de sauerdo alos Ingrescs El grupo soot al que pertenecian ls i cupanas se hacia evdente sagin a tama de las Wider = ‘el vazado urbano de Prien, que perienotie al perlodo heenistco,paroce haber sida un poco mas regular eel de Delos, sin embargo, la vviondas eran muy melons. Eslasitud era tan notable “que otservando elomplos asia (Je ‘casos)no se potrlapreczar con exacttud au origen. En amos pueblos la forma de la Sivionda permanece igual, ya que el elomento ndemental, es deck el cancopto det sel mismo en ambas (avas, 1974, p. 332. nla isla de Delos hay dos efemplos csicas de cata palo griega con Ss jo, que lstran ta orgaizacion das vend durant st “ Peta de pamper, el ol domo romneno.Perlnecint primer 9 sends Shoo bls casas urton consuls daa. smote on ela \ _Eatg material tan resistente asegurd ur =plabls ceservacion Je. snlos Ear Tse qo er ves umarzaban con cosa Qo o0 ty Alena: ase heen Nin 6 as ~ Phe | as enlrades alas vvlendss parcadas ee productan desde a calle sitvads sl 298 \ 228 Dees: esas con perso, sein Beh, Sele tote Conlon Priene: zona residencial, | syle Pie este do a propiedad. 3 corredoc.te entrada para el acceso al allamiento cl i perio, Continuando hasia hogar al palo contral con pars, cuyes tacos, i Inctinados hacts dent soran pare recoger el aqua die tls que 82 slmacenabe ' enlonces en cistemnas constuidas en el pao. Varas habllaciones lnian mosaicos {e pledra tala on ol ula, en los comedores e bio rellejaba la posiion de los ‘canapeés. En cada caso, el cometiory la mayorla dala otras Habitaciones daban a | pall, punto focal das case, Debldo a la escaser de agus no halian bafos, pero cada \slenda lela su lina quo desembocaba en un sistema de drangjes debalo dela calle (Gantacualna, 1958, p. 20), f "Lx casa tpl roman, edomus, era. un compuesto dervadn ss lfoxma de. = {las vende efruseas helenistces 1 protli de venta olrusco, que estabe caractrzado por ung plana xls eee eons abe ide ewguaments un equrg dy hunpsy.20 converte st ad son hielo fens do es pai se Gecaiantensiove ern talents pasa a ‘complaviam-Impluvi. A medide que aumentaba la poblacién en cludades como, cio contrida ee inteniicabe, ‘vedlerontererig.a los comyiiviam y cstv lamilares™ (McKay, 1977p, La vvinda bana atrasca tanta la sigulente disposicion, Dando heck ‘entrada, 0 fauees,y dalle lado del alum, patio canal, sw anconkaba el abnum Popag aces w 2,234 sgl Hans Escnebach ‘que erginalmente pues haber constuida of dormitsra principal, pero que después 3 ‘Convio en un labulen) slnacin y slén de recepotén. El espaci principal dal caar cr, por supuesto, earn, en cayo extrema, al fondo, habla dos algo aoobes. En fa pate de ade del fabinum y accesible raves de un pasilo advacorte a cho Salon de racupeion se situeba el horlufus, pequeni fardin(o huerto), ne hey duda de ‘que osla seculncia axa daba como resultado una agradsble porspastiva dead la Shred, pasando e vavés del elro, dal tablinum y.finalizando con el buerto. Gomo consecvencia dea nluencia helenae. a casa tubane onan, onuirtienda, cone paso dl temp, ja do caso-aii etrisca-y 7 a Fosiqe la el pers conte a mas vas, ‘Mt dase a colle castes omanes paecansorprendetiemente [ pequeras muy sinilares. Las fachadas eran muy senciias, con muy nocas vias hacia eevecha iby slement ntrumidas or Sc culonaban la nds. La meyora des Rllaones cab os {Secat ads grands neo ol hiro en|a parte do srs Los remanent que qvedan Jaan Gaus e Pompeye suglren que a mua rmanoeran a 20.0 0. Contantano cons sencllr exterior, ltr dt domus ee suns ulos ern de mana oon mossicos a mires dacardos con recos ke ass «nT Sh Gmnagse Adore de ois tr fami onl ato os doe ratios Wahine ‘adnate Ponpeta.+ cases ut 634, nape on THEE than { estabanprousamenfe decorados cn Suen, esate, vasa otos elementos | Sbolecadores i Lis nde principal a a cas tein, | enoainade vestoutum. Ls pst principal. de made \ prtclar, oneralnonte, duran fos das fests apa Simbraday enguimeldada'La puerta ea un objeto segrado protagido por cual | deldados ol dos danus, quia guardabalaproplepueria, Focus, le corsa, menus, lumbraly Corde fs Gomes Esta aberura dabs hacia ls fauces (pssst coreda) que a s ver conduct a En ete pilose colocsban {eS imégones da ls Lares o doses dl hoger, con une iamperia encendide en su Ivor dicho coredor esta vigiado por el pore, un excl ue con econcia Sele taba con una cadena alps para Impsdtr que fuse a cana chismes los vecnos. Jesus y com ante comeniadacfearant sara corns cant para ls “funciones niblcas cai amili se encontraba radeado de habuacionos x “Tavanounas. Alguros de esos curls, uminados Umearente raves de a pus ‘ifzados com hablaciones de hubspedes Viste), ova, como hablaculcs para plosesinsn oan) Los sein cra los respon 9 ae Cheri. Elcompluvim,tacho eoporado por ges payedas en os muros, protege | poteria de aro conduc gue de fv hacia cent hase piven ' Fecngedor de agues, que se enconrabe huncldo en el pavinerto. Las vigns del techie dal alto eslaben soporladas por columnas en las cualro esquinas dal pati. ‘Aledo cpueelo doa enrada, also ae cormncaba con i zona de eT mse Popeye cam dl Colinas rn ide ah Dey Peristilo través de angostos pasiins 0 de un saldn de recepciones(labinum) con ‘ortingje. El drea del pesto se ullizaba pers realizar las actividades familiares, AVigualq18 cas todas las cudsdes do la antigddad, Pornpoya era pequet ‘Seat Hioms (1956), of area dent de las devant Se tayo tare release secon sos Sp a (8 ‘agua de luis pera on este caso el acho se spayaba en una columats| En assonca pernae cathe Sogf ince ert deimpran aster yancaasan cores pees eats eo ite pinata ain pains onuno so ao fn consents i lad panel i senda als pat ‘eco urls rnocrsagaan ances eres eins do ‘ero, que recibfan el nombre de courting. Las hebaciones que rodeaban el Peril eran; danmitorios (cubfeua), dentro de las cueles hablan camas de peda, et t omeor (rium) smueblada eon canapés, retrenquacs @ pequenes sulla pare " converse (lat; o solar familar de recepcianae (oecus) Ie aetna fina) con sus ‘elmacenes secundarios. f ompeya, enterrada en el 79 dC. por la erupcidn dél Vesulo ajo une capa de ledia pomezy ceniza de $.@ 7 metros leas y welenistcas.Algunas anos ‘antes de su destruccion Pompeys sul dafos debido a un lerremoto, do aqul que ‘muchas de las casas den musetas do enovaclen y ainilacionjuso entes de su destruccin, Mesto deg cake | Be tsa dl Comber : pei, spe He ach : POE th mp it ge a aes ! pete. RP Spe Ne Ee - iy tx — Seige nt} el ely foo jane, sot ee HL Paves ase te Pants, aah uy Pmpeya era una cluded forlicada con acto puertas, une de les cuales ety como sucedi on las clades orenales, cuando e reskiente compreba lt {| mirebe hacia el puerta. Sus calles estan pavimantadasy tenn acorss elovadss. trorlon que parerecla a sus vednas para engrandecer su propo hoger ‘alle Mercurio, er lamas anoha y tenia 8,7 metros de anh, le empiiud de les ee ivindas Kdniicades on fa planta de eae caro residancial son de tequlea a dorochay ce aio w abajo: | ja Case do Cirviano, ls cosas N°2, 9 4, tives, nbs secunderae, verlaba aie lee 8, 8 y 85 metros. \ f ‘La cuded ora Uns comunidad plaiicada, no e evidenca enol Wazado de or Gena de Sats, ls costa N- By 7, la N° ls Casa de Pensa, lo 9a sus calles ringon tipo ds inproisecién. Tenia macaneda.auan canted de 6a Gasa del Fauno yla N= 10 ia Casa de Vet | \ | serio 0 inane dena. acum fio. Las ae ( Smjenpio excelente de videndia bene con abo, pro sn perso, es | | Colacabarten la pare delantora de ns vendas, ef largo dete calles principales, y cosa del Cujo es! lomada por ls nstunenios quirigicos encontrados en 28 | case Pata vera dala da os elaoe V yl .C,periodo en et cul Intuencles \Senen como suplement de loa meroades para e sprovsionamiento de fos erie no heb enwiquoctdo adn la plate del | | Mealdentes de Pompeya. Inclusa palucis tles como la Gasa de Pansy l-Gaos del helenotions tales como el patio con Fauna, toian lendas tallares construkos en las fachadas poro sin comunicacion ‘tate romana, Los grlesbs muro oslaban corstuldos con ones de pledre ‘on ol interir. corre ta dead aighn silo cereano y Colacaos uno encima d oro, unldos con barra El ejemplo de ls pgina 292, donde eparecan discséls manzanas dl re rei fachatla que daba ala calle hablan dos ondas quo fanqueaban la entrade reskiriie de Fompeya cor dlilerentea unidadas haitaclonalos de dalinto tamano, ig Cosa del Cirulana era bésicamente una vviende austera y cavernosa tien desde el ipo pelaolega, como puade ser la Casa de Pansa (N° 8) y i Casa del cescassimente Iuminada a través de un abio cuadrado, cya estructre er do “organizaban, segun la forma axa radicional, los e=pacios Trrespondientes: cublcul ele, ticnis ylablinum, ecto Olina dabe a un poroo ¥ @ retpeaueno fara lo cual pemite asegurar que esis ers el ealin de recepeitn més Soradebie elmpcrianta de oda a casa. “En sro, entre el impluvtum y tbr arrmaulecto sitiabe [a tredicional mesa da comedor(cardbulum), la aul en époces ‘ds pedsperas, se transform en una elogante mesa do mtmol con tas pats ds aan ee anlede,Catraa J! labrum se encontraba ol jardin amuaiado y en una de las ‘Techs, altar de los Lares (ariun), closes protectores del hoger” (McKay, 1977. p.37) uno (N9} cada una de éstes acupando toda la manzana. incluso les Vifeidas mas tnadere.Arededer de 6a Pequefs, anéninas, parecen haber tnido aio, aunque no patio con peristilool hero agere. Segin parece, en los dslosresidenleles de Pompaya hebla también tina gran mezcia de grupos con dilerete nivel econémico, especialmente si se toma fen cuenta que los andes palacios tenlan ademés de las ena, un cierto ndmero-de [[eentcios cna ldos dentro do mos prion. Pose an sera j | Goo tas parcels dso de le manzanas eran nanos ordanedas ue el propa Uazado [ So as calles, otro aspecto caracerstico dels areas reaklencales de es ciudedes flentales. Probeblemente, eslas parcels iregulares evolucionaron de forma adiconal m, ‘con un gran palo y perso. La entrada ata casa se producia por el es {auces y estaba protoalde por un sivionto cuya cola os (alojamiento del porter) '8e encontraba cerca El conjunto del aro era diatito & todos los deméa, deb ala ausenca del abi, lun segunda pequeno atria denominad ainatum, el cual consitla el punto foal de “ t Casa de Selustio es un buen ejemplo perteneciente al pecioda tua (ms ‘sntigue) a qual se anceron, mds tara, lujos romanos tales com un perisilo con !tintum de verano y cocina septrada. La call principal ene # asia case estaba ‘cuypada por citrentes Yondas. El establecimlento comercial més grende Penaderta (nitrinum) completa, con sus molinos, horno,slmacenes y vivionda, nivel superior. Adyaoente ia entrada principal ce enconiraba stv una estula {hermopatum) opera ir lo esclavos dala Casa Sa) pal de esta vvienda ora ol sium, vestbulo toscana con un Blaspaco ‘tu en a cote ogo lo cpl aoe encentabe ate un, gran tan oslo {trocho pao haan panos sumbradat on macolre la are dl ote cabo Saco con dboles yuo ara dara sensecin de mayor amis cave ln lanbidn un entrada postr oct) us aban ne cal ecu le daba hacia un pérticoyuego aun vldarlum trasero En este Etro dl viola casa y el perso afadido estaban unides porun pasado. co pat sonaa naan de hres cece Wess ss ‘columns. Dos doriitort to renieeenr a aan hci ln, aun hb era ceca ole tbtaclre loans dl pneu as pres mr toa pataraln ao eo oman pon Yann eves aun asa ina angoe ena, 198 p31 09 ioamente omammentacos y un gran camedor de verano de esta parts dala Casa de Ve ef clase madi, 8 revs de las i ejampiica tambien a vont Wo ‘Oro aspecto diferente de los pcos disehos de alos era la construccion de 238 las habilaclones de los sivienes y la cocina, stuados al nore dt tra princpal, Una de las paredes del atilum estaba decorada con un preciosolararivm a altar. En la ‘esguina surowsle dé ta propledad sa encontraba un gran patio aardinado con pert, cual esteba comunicado dvectamante con el atiio'y con valas habitacones| trandes que daban sobre él, Fn i secelon norte dela 98 se localiza un segundo Pall con persta al cual se una un elogante comedor (McKay, 197, pp. 56 a 58). ~ —_Tambiin pertenecante el pertoda tua, hay una viviends palacioga esata cuya Planta clisica es conocida y que recibe el nomlxe dela Casa de Pansa. Este eempio muestra claraments las adiciones y modiicaciones que fueron electuadas aa casa ‘tiginal. Por ejemplo, frente de ta casa se anaeron mumerosas Hondas olabernas, Incluso una gran panadoria. Varios de is comercios tenian hablaciones en la parts da riba, frmande asl pequefies casas, La puerta principal de bs vvienca 2 eneonireba ex un pequeto relranqueo 0 veslbulo conduciendo a través de un cortedor '.un gran slo eso tascano, con une piscina central, Akededor dal aro se fagrupaban as habigciones radicionalas, el tablnium axial junto a las fauces. adyacenles comunicaban la secclon pablia o frre dl case, can le zone mas pivada, dominada por un aspacioso patio con peristo alrdinado. La piscine central se ‘encontraba rodends por decisis columns que soporlaben una gall en segundo piso Les darmitorios, comedoras yun gran saléno oxedra daban pati, Mas ‘el exadra hai un paso cublrio 0 xystus que mirab sobre ol ar, cuat ‘estaba arado segin lneas parselas donde probablomonte cullvaban vegetal, ‘Algunos de ios dormitorios del sequndo piso han sobrevivio yrnmerasos adomnos y ‘accesories de tocador de las mujeres se han encontrado aif mismo (Longfellow, 1895, p.315). Luss casas urbanas excavadas on Harculano y Ostia son muy similares, en principio, las videndas de Pompeys, es asl como parece lgica esumir que son representantes vidas do la casa romana de muchas cludades dl Imporio, Inchyendo 0 capital Roma Por supuesto, ef domus, mancionado anleriormonls,represenla Solaments un pequeta raccion dal vivinda de Roma ye que la mayora de tae eran casas de un soo piso. lands do a aficiencia dal uso del suclo en las zonaaresidencales de Fompaya muestra numerosas slmiitiles con ins caractersicns del so de se en [Bagdad y Medina de Tonez Debido a que las calles de Pompeya debian albergar no solamente la eroulcion peatonel, sino también el iica rodado, el rea destinada tuco publoo ere necesarlamanta mayor y s porcentala dale ocupada por la edlficeclon ‘elatvemants menor. Mientras los patios parmanectan vialmante dal msm lamano, las casas tendlen a ser més pecuanas. Sa desjrende de o aneror, que la cass romana se eneentra prolundamente ligada ala vvionda urbana orlental, tanto en cardcter como en seo, EL pelo contre Iss alcobas lwan del alo, el gran salon central para recepciones, la Cocina, en sigunas casas con su propio tio y a separacidn de Iss habitacionos famllares de Is zena pobtica doa casa, son tembién elementos inherentes ai vislenda urbane oriental. Bibtfogratia ‘Cantcsting, Shean, European Domestic Architect, tudo Vista, Landes, 1088, ‘Espo H, Momunents Antu, able Gina de Acie das Arts Docorats Pa, 1810. ‘ura Wl, the Lit of Greece, Sion and Stor, Nueve Yor, 1880, =, Caesar and hvst Son ane Schuster, Muest York, 1944, Eschebach Han, Cle StotebauioheEnuickmg des Aken Pompe FH. Ktls Ves, Heléeoerg, 1970 ‘Hams, Frederick A, Yown- Bung in Hoy, Hawes, 1958 ‘rosa, Antony, “alent cask Town bln”, en Archtact"Yaarbook 10, lk Books, once 1962, {aves .P,“Sotoments n Ancient Grasa",en Esc, nove 1874, pp. 390 35. Longtatow, Witam PP. A Cyclupaa of Won or acitctr a aly, Gece and the Lavan ‘Serine, Nueva Yak 1898, Malay AG. House, las and Palaces nthe Rowen Wik, Thames end Huds, Lndes, 1977 Magee lt, The World of Pompe, Edlone Miners ine, 1972. Moria, AEA Histo of tan Fam, Bod, Londen, 172 ers stl: Hela dee ore cane, Edtorial Gusto GH, SA. Barerona 198) ‘Vina, the Ten Books on Artitactira, Dover, Nuva York, 1260 serskn castle: ‘De Arteta cdo on die ros, aul for M. de Ue, Ald da ones, 1582) ‘Ward-Perhin, John 8, Raman Arctic Abana Noe Yo, 1974 Witick, Arckd fed), Eeyload of han Panning, McCraw Hi, Nueve Yor, 1874 208 Las Giudades Romanas Pierre Grimal Cartruto Primero LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL URBANISMO ROMANO. Movidos por Jas exigencias de la conquista a desarrollar las ciudades ya existentes, o bien a fundar otras nuevas, los romanos viéronse obligados a establecer una verdadera doctrina del urbanismo que facililara «a prioriy solucio- nes uniformes para todos los problemas prac- ticos. Ello se hizo tanto més necesario cuanto que, comtinmente, los primeros elementos en- viados como colones fueron viejos soldados, in- capaces de inventar por si mismos, aun cuando disciplinados y tenaces. La mano de obra indi- gena era abundante, pero, sin embargo, carecia de formacién profesional ; ello requirié la adop- cién de téenicas sencillas, como, por ejemplo, Ja del empleo en masa del cemento, méloda mas rapido y facil que la construccion en silla- res, reservada particularmente a los paramen- tos exteriores. Con’ todo, aun antes de levantar los monumentas, hay que determinar el ira- 20 LAS CIUDADES ROMANAS. zado de la ciudad, prever su disposicién gene- ral, articular sus dislintos barrios y situar sus érganos esenciales. ; Iban, pues los fundadores a estudiar cada vez minuciosamente, cual los mo- dernos urbanistas, las condiciones geogréficas, demograficas y econémicas, y a tener en cuenta el clima, la situacién y las caracteristicas gene- rales del lugar o de la comarca circundante? Por lo comin, se hacia imposible adoptar tantas pre- cauciones. Era necesario actuar con rapidez, y, una vez determinada la ubicacién de la futura ciudad, empezar sin demora su edificacién. Asf, pues, los fundadores romanos contentaronse con aplicar una disposicién sencilla, siempre la mis- ma, y que tenia la ventaja de ser facilmente comprensible. Seguin la concepeién romana, una ciudad «re- gular» quedaba inscrita en un cuadrado 0 rec- tangulo atravesado por dos vias perpendicula- res, determinadas por Jas medianas del cuadri litero. Uno de ambos ejes tenia una orientacién norte-sur y se denominaba cardo (palabra que significa «pivoten o «gozne de puerta»), por cuanto seguia la linea ideal que parece actuar como eje de la béveda celeste. El este-oeste la- mabase decumanus, vocablo de sentido oscuro, posiblemente relacionado con el numero diez, sin que, no obstante, podamos discernir clara- mente la razén de ello. En el momento de la ereccién de la urbe, el fundador, que era un magistrado encargado oficialmente de esta mi- sién (0, con mayor frecuencia, en la practica, EL URBANISMO ROMANO a un agrimensor a él adjunto), determinaba pri meramente el lugar donde iba a situarse el cen- tro de la futura ciudad, en cuyo punto, cruce del decumanus y el cardo, colocaba el groma, instrumento con una mira mediante la cual se precisaba la lfnea de la primera de dichas vias Para ello empezaba por comprobar Ja posicién del sol en el momento del orto, lo que propor cionaba el Oriente real en la fecha de la funda- cién; Tuego, podfa ya facilmente trazar el car- do, para lo cual levantaba una perpendicular partir del punto de interseccién, Sobre los ejes asi obtenidos medianse distancias iguales a par tir de su cruce, y ello de acuerdo con la super ficie que se hubiera delerminado dar a la colo nia. En los extremos abrirfanse las puertas prin- cipales. El trazado del recinto no hacia mas que materializar el cuadrilitero, cuyas media- nas eran el cardo y el decumanus. La ciudad contaba, por lo tanto, con cuatro puertas, una en cada uno de los puntos cardinales. Luego, silo faltaba disponer las vias secundarias, en cuadricula, con lo cual se obtenfan decumani y cardines de segundo orden, paralelos respecti- vamente a los dos ejes principales. Las manza- nas delimitadas de esta suerte (Jos «cuadrosy de la cuadricula) eran repartidas entre los ha- bitantes, de acuerdo con su rango y su misién. Tal procedimiento poseia, evidentemente, un cardcter muy artificial, y sélo era aplicable en un terreno no ocupado y carente de acciden tes notables. En realidad reproducia el que se- guian, cada atardecer, los oficiales encargados de establecer el campamento que hospedaba a los ejércitos en campaiia. Desde este punto de vista, la colonia aparece como la mera evolu- cién del sistema del campamento, en el que la disciplina militar habia formado a los vetera- nos. Las ventajas de ello eran manifiestas: los lotes atribufdos a cada uno podian considerarse equivalentes, lo cual satisfacia el espfritu de igualdad que animaba a los ciudadanos roma- nos; por otra parte, semejante aglomeracién urbana era, gracias a su forma regular, facil y econémica de defender. ¥ asi, reprodujo el tipo exacto de las colonias militares establecidas en paises deficientemente pacificados, por cuyo mo- tivo los ejemplos més caracteristicos se hallan en el Africa, singularmente en ‘Timgad (fig. 1). Alli, en las proximidades del Aures, extiénden- se vastas Nanuras. No habia, en este pais de no- madismo, poblacién alguna preexistente; la fundacién romana era Ia tinica ciudad estable- cida en un radio de varias millas, por lo cual los principios pudieron ser aplicados en todo su rigor. Timgad, por lo menos en sus origenes, no fué mas que un gran campamento de piedra y cemento instalado de manera definitiva en una de las avanzadas del Imperio. Con todo, incurrirfa en error quien creyera que el trazado en cuadricula y la exactitud geo- métrica de tales fundaciones pueden explicarse enteramente por el espiritu militar de los ro- manos, La realidad es mucho més compleja. Hay EL. URBANISMO ROMANO 23 en el establecimiento de una ciudad un elemen- to del que la disciplina de la milicia no podrf: dar raz6n: ninguna consideracién de cardcter practico puede justificar la orientacién del de- eumanus, ala que s6lo cabe atribuir una inten- cién religiosa. En realidad, la fundacién de una ciudad era un acto de culto. Los autores anti- guos nos describen profusamente el ritual a ello anejo. Cuentan cémo el mismo fundador, re- vestido de una toga dispuesta segtin uma ant gua usanza, empezaba por consultar los auspi- cios, al cbjeto de asegurarse, mediante signos visibles, de que los dioses no se oponian al es- tablecimiento de una ciudad en el lugar esco- gido. Luego, cogia las estevas de un arado con la reja de bronee, tirado por una ternera y un toro blancos, y trazaba un surco alrededor de la futura urbe, siguiendo la misma linea a lo largo de la cual habrian de levantarse las mu- rallas. En el transcurso de tal ceremonia, el fundador procuraba cuidadosamente que toda la tierra Jevantada por la reja cayese al interior del recinto, y, tras él, los asistentes recogfan los terrones que a veces saltaban fuera y los vol- vian a echar adonde el rito establecia. Al Me- gar al sitio previsto para las puertas, el ejecu- tante levantaba el arado, con el fin de dejar un espacia libre de toda consagracién. Alcanzado nuevamente por el oficiante el punto de partida, Ja ciudad quedaba ya virtualmente fundada. @ vito del surco parece haber sido prac- ticado por el mismo Rémulo alrededor de la Roma primitiva, y sabido es cémo, por haber intentado escarnecerlo, Remo, quien de un sal- to habia franqueado el foso y el talud en mi- niatura que acababa de formar el arado, fué herido mortalmente por su hermano, Es facil percatarse de la significacién de la ceremonia en si misma. Su finalidad consiste en dar con- figuracién a la futura ciudad, a cuyo alrededor traza el arado de bronce (la eleccién exclusiva de este metal nos remonta a una época en la que el hierro no era todavia cominmente em- pleado) una linea mdgica de proteccién. De la tierra desgarrada por el arado surgen las divi- nidades infernales, que toman posesién del foso y lo hacen retigiosamente infranqueable. ‘Todo aquel que no adopta la precaucién de penetrar en el territorio urbano sélo por las puertas, don- de el suelo, dejado intacto, constituye una pro- teccién eficaz contra los dioses subterraneos, pasa a ser, por lo mismo, sacer: queda consa- grado a las divinidades del subsuelo y debe mo- rir inmediatamente, por cuanto la m4cula que con ello ha contrafdo le convierte en una ame- naza para la colectividad. Sélo en esta creencia puede hallar explicacién la vieja leyenda que, no sin escdndalo, sitta un fratricidio junto a los mismos origenes de la Ciudad Este ritual de la delimitacién del territorio urbano quedaba completado por otros dos, am= bos ceremonias de consagracién. Uno de ellos estaba dedicado a los dioses infernales. En un lugar situado al centro de la ciudad futura se excavaba- una fosa circular Namada mundus (quizé porque se la juzgaba reproduceién del aspecto de la béveda celeste, que asi se deno- minaba), en la que eran depositadas ofrendas «a Los de Abajo», Tres veces por ano se retira- ba solemnemente la losa que, de ordinario, cu- bria esta cavidad. En tales dias cesaba en la urbe toda actividad oficial; abierto el mundus y esladlecida Ja comunicacién con los espfritus subterréneos, cualquier empresa hubiera sido condenada al fracaso. El iltimo rito tenia por objeto colocar a la futura ciudad bajo la proteccién de los dioses de «Lo Allo», y singularmente de una triada integrada por Jupiter, Juno y Minerva. Consa- grabase a estas tres divinidades un templo co- mnin, con tres capillas, que constitufa el Capi- tolio (es decir, la Cabeza) de la urbe. Propia- mente, este santuario debia estar situado en un lugar levado, para que las miradas de sus divinos moradores pudieran abarcar la mayor extensién posible de la ciudad, Una vieja creen- cia, fuertemente arraigada, sostenia que la pro- teceién de un dios sélo puede ejercerse con efi- cacia sobre el terreno que éste puede ver. Por ello, cuando se hacia imposible situar al Capi- tolio en lo alto de una colina, se le erigia sobre un elevado podium o plataforma artificial que Ja sustituia. Comiinmente, el mencionado tem- plo se construfa a un lado de la plaza principal, en el mismo centro de la colonia. Vemos, por consiguiente, que las indicacio- 28 LAS CIUDADES ROMANAS nes transmitidas por los antiguos sobre Ja fun- dacién de las ciudades comprenden dos series distintas de preseripciones: una parte técnica, de tipo meramente geométrico, y, por otro lado, un ritual de caracteristicas arcaicas. Sin embar- go, nada permite asegurar que ambos elemen- tos estuvieran primitivamente vinculados entre si. De hecho, ello fué asi en las fundaciones realizadas durante la época clasica; pero ,aca- so siempre habia ocurrido igualmente? Ni la consagracion del suelo ni el trazado del sureo magico indican en absoluto, por si mismos, que Ja ciudad hubiera de adoptar forzosamente la forma de un cuadrilatero, ni tampoco que todo su Ambito territorial debiera, efectivamente, ser cortado en cuadricula por el tendido de las calles. Sélo una caraeteristica aparece comin: la determinacién de dos ejes orientados segin das «lineas de fuerza» del universo, cual enton- ces se le concebia; posiblemente, esta particu- laridad permitié integrar en un ritual mas an- tiguo una técnica que nada tenia, en s{ misma, de sagrado. Sea como fuere, los autores de la antigiie- dad estan de acuerdo en afirmar que el rito de la fundacién, bajo su doble aspecto practice y religioso, fué ensefiado a los romanos por el pueblo etrusco. Por otra parte, nada hay que permita dudar de tal aseveracién, Etrusca es la triada capitolina, como lo son los templos de triple cella (con tres capillas) que la hospe- dan. Igualmente, la importancia concedida a las. EL URBANISMO ROMANO 29 diyinidades subterraneas y las precauciones adoptadas contra ellas, mediante las que se tra- taba de deminar y aprovechar su poder malé- fico, son algo que hace pensar en la demono- logia del mencionado pueblo, cual la vemos representada, por ejemplo, en las pinturas fune- ratias de Tarquinia. El nombre groma con que se denominaba el instrumento de mira es, muy probablemente, un término etrusco, y, si bien el ritual conserva elementos propiamente lati- nos, anteriores a la influencia de Etruria, ésla, no obstante, fué recubriéndolos hasta el punto de dificultarnos su reconocimiento. En realidad, los caracteres generales de las colonias romanas pueden comprobarse ya en dos ciudades innegablemente etruscas, cuya existencia se remonta a fines del siglo vr antes de muestra era. La primera de ellas es la deno- minada Marzabotto, de acuerdo con la designa- cién del lugar donde se han realizado las exca- vaciones; su nombre antiguo nos es desconoc do. Levantabase sobre un altozano de suave pendiente, situado junto al Reno, a 25 km. de la ciudad de Bolonia. Sus calles dibujaban una cuadricula perfecta, trazada a cordel; todas las manzanas delimitadas por los decumani y los cardines tienen una longitud de 165 m. y una anchura que oscila entre los 40 y 60; las dos calles principales aleanzan unos 15 m. de ancho, magnitud que es unas tres veces menor en las secundarias. El Capitolio se halla establecido sobre una elevacién que domina la ciudad; allf 30 LAS CIUDADES ROMANAS se ha descubierto, entre diversos monumentos religiosos, una fosa cénica, lena de restos de Jos sacrificios, y en la que cabe ver indudable- mente un mundus. La ciudad de Marzabotto es ‘indiscutiblemente etrusea; con toda seguridad debié de ser fundada por colonos procedentes de la poderosa Bolonia de Etruria, préxima a aquélla, que alli se instalaron para vigilar el valle del Reno y la salida de los Apeninos. Des- truida brutalmente a mediados del siglo v antes de Cristo, tal circunstancia nos proporciona un testimonio seguro de lo que podia ser una fun- dacién etrusca en la época de apogeo de Ia civi- lizacién y el poderio de este pueblo. La otra ciudad es Capua. La urbe antigua no se extendia precisamente sobre ¢l espacio ocupado hoy por la moderna Capua (que es, a partir de 856 d. C., el de la Casilinum romana), sino que se hallaba situada en el lugar de la ac- tual Santa Maria di Capua Vetere, en el centro de una amplia Wanura. Fundada por los etrus- cos en la época de su penetracién en Italia me- ridional, conservé hasta el fin la disposicion que sus fundadores le dieran. Ello se manifies- ta todavia en las arterias de la localidad de nuestros dias, cuya calle principal, el Corso Um- berto I, sigue la linea del antiguo decumanus maximus, que atravesaba la ciudad de oeste a este, desde la Puerta de Roma (Porta Romana) hasta la Puerta Albana. Fl cardo principal pue- de reconocerse en una vfa perpendicular, equi- distante de los muros este y oeste. Ambas se KL URBANISMO ROMANO SL cruzaban en los alrededores de la actual Piazza San Pietro, lugar en el que se levantaba, in- dudablemente, en la antigiiedad la Casa Blan- ca (Aedes Alba), sede del Senado de la ciudad. Otro punto importante era la Seplasia, centro comercial, donde se hallaban establecidos sin- gularmente los fabricantes de perfumes, tan numerosos en Capua. Esta plaza se hallaba en las proximidades del Capitolio, cuyos elevados monumentos dominaban la parte occidental de Ia ciudad (1). Sin embargo, si bien es cierto que los etrus- cos aplicaron a veces, por lo menos en la fun- dacién de sus colonias, los principios que luego iban a ser peculiares en el urbanismo roma- no, serfa, no obstante, erréneo imaginar que to- das sus ciudades se construyeron de acuerdo con un trazado en cuadricula. Recientes exca- vaciones (2) demuestran, por ejemplo, que la etrusea Volsinii, nya ubicacién domina la mo- derna Bolsena, en el centro de Italia, no repro- ducia en absoluto el esquema geométrico de Capua o de Marzabotto. Se hallaba edificada sobre un terreno accidentado, con un desnivel total de 200 m., y abareaba cuatro colinas di tintas. Fn una de éstas se ha encontrado un tem- plo, perteneciente sin duda al siglo m a. C., y en cuyo interior parece haberse venerado una () 3. Souncox, Recherches sur... Cupoue préromate, Pacis, 1912, 9. Bey a8, (2% Bock, Volsinies dtrusaie et saniaine, en Mionges de Hecate frangaise de Rome, LXIL (1990), pp. 58 a 120 32, LAS CIUDADES ROMANAS iviada divina, sin que, no obstante, pedamos sa- ber ahora si era el nica «Capitolio» de la ciu- dad. Se hace diffcil creer que, en tales condi- ciones y sobre un espacio cual el mencionado, el trazado de las calles (que, por otra parte, ignoramos todavia) pudiera conformarse a la cuadricula impuesta por la teoria, Por lo me- nos, el recinto no es ya rectangular, sino que sigue una linea desigual, con numerosas irregu laridades destinadas a facilitar la defensa. Po- siblemente, la disposicion de las vias habria de adaptarse a los accidentes del terreno, como puede comprobarse atin en Vetulonia, otra ciu- dad de Etruria que tampoco responde a los prin- cipios rituales. Respecto de las urbes etruscas, asi como de las romanas, cabe distinguir, evidentemente, las fundaciones establecidas en el llano y las vincu- ladas a una acropolis. Unicamente las primeras podian verse sometidas a la disciplina de una cuadricula rigurosa; las otras procuraban sacar el mejor partido posible del lugar elegido, con el fin de adaptarlo el maximo a la defensa, Aun para los mismos etruscos, la cindad «cuadradan, con sus dos ejes perpendiculares, su red de ca- Nes en cuadricula y sus cuatro puertas, sélo representé un ideal, que se traté de realizar tan fielmente como Jo permitieron los limites im- puestos por las necesidades practicas. EL. URBANISMO ROMANO 33 Al interior de la Italia central, Jas urbes re- gulares constituyen meras excepciones. Escaso fué su ntimero, si prescindimos de las zonas so- metidas a la influencia etrusca y, posteriormen- te, a la de los romanos, Antes de la aparicién de éstos, las ciudades de los montajieses que ceupaban las mesetas y regiones interiores de Jos Apeninos no eran otra cosa que pueblos de mediocres dimensiones, pegados a cualquier es- carpado; algunos pefiascos, 0 bien un acanti- Jado, constituian una defensa natural de estos lugares de refugio que apenas merecian la de- nominacién de ciudad. Hasta una época tan avanzada como fué el principio de nuestra era, vaslas comarcas siluadas a las mismas puertas de Roma, cual los territorios de los pelignios, vestinos, marsos y marrucinos, carecian de ver- daderas urbes. Aun en nuestros dias, numero- sas poblaciones de estas regiones conservan to- davia el mismo cardcter. Visibles de muy lejos, aparecen hacinadas en lo alto de una ciispide; su espacio es muy limitado, y sus calles, estre- chas y tortuosas, recuerdan mas bien un labe- rinte que no el orden perfecto de un tablero de ajedrez. Y, sin embargo, estas localidades italianas son, por lo general, herederas directas de una ciudad romana. No obstanie, la fundacién de esta wiltima no fué mds que una continuacién del primer miicleo indigena, cuya disposicion caprichosa conservé. Tratébase a menudo de «colonias latinas», establecidas en una fecha re- a pee MAS LAU waU RUMAINAS lativamente antigua (entre los siglos vy m1 antes de Cristo), los habitantes de las cuales, aun sin ser asimilados a Ja categoria de ciuda- danos romanos, disfrutaban de ciertas prerro- gativas juridicas, En ellas mantuvo Roma ins- taladas largo tiempo algunas guarniciones, a cubierto de posibles sorpresas, y s6lo después del final de la segunda guerra ptnica (princi- pios del siglo 1 a. C.) emprendieron los roma- nos Ja ocupacién del ano, donde fundaron ciu- dades de tipo geométrico. De esta suerte, las antiguas poblaciones perdieron parte de su im- portancia en favor de sus rivales, mas facilmen- te accesibles y situadas més cerca de las gran- des rutas comerciales. Con todo, en la misma Tta- lia perduré, durante siglos enteros, un tipo de urbes totalmente distinto del de las etrusco-ro- manas, ciudades-fortaleza con aerépolis, sin nada de comtin con las colonias «regulares. En ellas, las formas urbanas cldsicas de Roma hu- bieron de adaptarse, con mds 0 menos éxito, a las condiciones locales, circunstancia que dié lugar a soluciones de compromiso, las cuales comunicaron a las ciudades romanas de la Ita- lia central su cardcter peculiar: Asfs, en Um- bria, permanecié pegada a su colina; Tusculum (actualmente Frascati), Tibur y Preneste (Ti- voli y Palestrina), en el horizonte de Roma, han conservado hasta nuestros dias un trazado irregular que pone de manifiesto sus remotos origenes y su independencia respecto de la tra- dicién etrusco-romana. EL URBANISMO ROMANO 35 La misma concepeién de una ciudad «cua- drada» se halla, por lo tanto, en evidente con- traste con Ia tendencia seguida por gran mime- zo de urbes italianas, y debié de ser necesario introducirla en la mayor parte de la peninsula € imponerla mediante Ia conquista. Aun cuan- do serfa muy interesante saber cémo se origind, nos vemos, sin embargo, reducidas, respecto de este punto, a meras conjeturas. Hace unos ochenta afios, la atencién de los arquedlogos fué atraida por ciertos descubri- mientos que, por un momento, parecieron haber dado una solucién al problema. Tratébase de una serie de establecimientos humanos, perte- necientes a un perfodo que se extendia desde fines del segundo milenio hasta el siglo vm an- tes de Cristo aproximadamente (1). Tales «ciu- dades», generalmente de escasa superficie, se hallaban diseminadas en la parte meridional de Ja Nanura del Po. Abundaron particularmen- te en la regién de Mantua, Parma y Médena, en la que sus restos constituyen capas de tierra singularmente ricas en residuos orgdnicos, em- pleados como abono por los campesinos, quie- nes dieron a aquéllas el nombre de «terramaren (es decir, «tierra de margay). Tal denominacién quedé vinculada a estas poblaciones prehistori- cas, en las que durante mucho tiempo se ha querido ver a cindades fundadas por los ante- pasados de los latinos en el transcurso de Ja () Gosta Strum, Le Terremare, Lund-Leiprig, 1938, p. 233 7 5a. 36 LAS CTUDADES ROMANAS: jenta migracién que les llevé desde la Europa central hasta el Lacio. Creyése haber compro- bado, en efecto, que las chozas de que aquéllas se componian estaban dispuestas segiin las nor- mas tradicionales de las ciudades con decuma- nus y cardo. En realidad, los hechos son mucho menos claros y probatorios de lo que se haya podido pretender. La imaginacién de los arqueélogos, entusiasmados con los primeros descubrimien- tos, les ha Nevado frecuentemente a conclusio- nes prematuras. Muy lejos se hallan estas po- bres estaciones, limitadas a una regién perfec- tamente definida del norte de Italia, de ofrecer ya todos los elementos de una ciudad etrusca © bien romana; ignoramos completamente si los pobladores de las terramaras fueron 0 no los antepasados de los latinos. Toda sugerencia en contra carece de valor, y, a fin de cuentas, s6lo por una hipétesis gratuita puede atribuirse a este pueblo prehistérico, del que apenas cono- cemos nada, el complejo ritual en’ que los etrus- cos envolvian la fundacién de las ciudades, el cual, evidentemente, halldbase vinculado a una concepcién del universo meramente privativa de aquéllos. Sin duda, no es precisamente en Italia donde cabe buscar los origenes de la urbe «cuadraday, sino en cualquier parte del mundo mediterra- neo. Como sabemos, mucho antes de la funda- Gién de Marzabotto y Capua edificdronse en Oriente ciudades de trazado geométrico, bas- ‘ EL URBANISMO ROMANO 37 tante semejantes, por su aspecto general, a las colonias etruscas. Iacia fines del siglo vi antes de Cristo, todo lo mas tarde, habiase impuesto en Jonia el mismo estilo urbano que de alli irradiara un poco por todas partes. Reconstrui- da en 479 a. C. la ciudad de Mileto tras su des- truceién total por los persas en 494, sus habi- tantes le dieron un trazado enteramente nuevo. en cuadricula, sin tener en cuenta la antigua disposicién. Y ya anteriormente, los mismos mi- lesios habfan adoptado una ordenacién idéntica en su colonia de Olbia, en el litoral del Ponto Euxino (el mar Negro), que, devastada por un incendio, hubieron de reedificar completamen- te, Nada se opone, por lo tanto, a la posibilidad de que los arquitectos etruscos hubieran sufri- do la influencia jénica: lo que es cierto para la escultura, la cerdmica, la pintura y los mitos, puede muy bien serlo respecto del ‘urbanismo ; las relaciones entre Btruria y los paises orien- tales fueron suficientemente estrechas para que la hipétesis no ofrezca, en si misma, caracteres de inverosimilitud. Apoyandose en un breve pasaje de Aristte- les, la tradicién atribuye comiinmente al arqui- tecto Hippodamos de Mileto, que ejereié sus actividades hacia mediados del siglo v, la idea del trazado geométrico y su difusién por el mundo griego. Sin embargo, las fechas lo con tradicen, y, a lo sumo, puede admitirse tinica- men‘e que aquél fuera su principal propagan- dista y su introductor en la Grecia propiamente dicha, asi como en las colonias fundadas en esta época, como, por ejemplo, ‘Thurii, establecida por Atenas en el sur de Italia en 443, y quiz& Olinto (en 1a Caleidica, a unos cien Iilémetros al sudeste de la actual Salénica). A partir de entonces, el trazado chipoddmicon, cual se le denomin6, fué el habitual en las fundaciones y restauraciones de ciudades. Su apogeo se pro- dujo durante el perfodo helenistico. Las exca- vaciones efectuadas por los italianos en Cami- ros, en Ia isla de Rodas, nos permiten conocer una urbe de este tipo. Dominada por una acré- polis areaica, en la que se agrupan los templos, Ja ciudad desciende hasta el mar en una pen- diente ligeramente céncava; las calles longi- tudinales siguen las lineas de mayor declive, y Jas transversales las curyas de nivel. El conjun- to da la impresién de un amplio teatro, cuya escena estaria constituida por el puerto y el mar. En Priene, en el Asia Menor (fig. 2), to- talmente reconstrufda a fines del siglo 1v, pode- mos hallar también la misma disposicién gene- ral, asi como en Halicarnaso. Fn aquélla puede verse cémo el trazado rectangular, aplicado in- flexiblemente en el dibujo de las calles, no ejer- ce influencia alguna sobre la Ifnea del recinto, que rodea a la ciudad sin ningtin rigor y utili- za, cual en Volsinii, los accidentes del terreno; sobre una plataforma que domina Ja plaza cen- tral (el dgora) se levanta el templo de Atenea Polias (la divinidad protectora de la urbe), en una situacién parecida a la del Capitolio de Marzabotto, a cuyo pie se hallaba el resto de esta ciudad. Tales ejemplos de urbes «regulares» estable~ cidas por arquitectos griegos no quedan redu- cidos en absoluto al Ambito oriental. Aun pre: cindiendo de Thurii, fundada bastante tardia- Ny Fig, 2.—Plano de Priene. Semin A. Vou Grnian, Griech. Stait, pi. 9: 40 LAS CTUDADES ROMANAS mente, nos es dado comprobar que las colonias helénicas de Campania; Posidonia (hoy Paestum, al sur de Salerno), y la misma Napoles, se ha- Maban concebidas de acuerdo con mm plan an4- logo. Se ha comprobado, efectivamente, que la griega Neapolis (Napoles) estaba atravesada por tres vias principales orientadas de este a oeste, cortadas, a trechos, por calles perpendiculares, parecidas a cardines, Asimismo, la muralla de Paestum presenta cuatro puertas principales situadas a los extremos de cuatro calles, dis- puestas evidentemente en cruz. Ni en Napoles ni en Paestum pudo ejercer Biruria, en el mo- mento de su fundacién (hacia fines del siglo v1}, la menor influencia. Lo mismo puede afirmarse respecto de Ja ciudad de Selinonte, en Sicilia, enteramente reconstruida en los wltimos afios del siglo v. Asi, pues, los etruscos se hallaron, en sus incursiones por la Carnpania, ante urbes de tra- zado geométrico, sistema que se iba generali- zando. Un ejemplo de ello lo tenemos en Pom- peya, la famosa ciudad de dicho territorio fosi- lizada —valga la expresién— por la. erupeién del Vesubio del 79 d.C., que nos la ha conser- vado casi intacta. Presenta asimismo aquélla un trazado en cuadricula, que, aun cuando no orientado de acuerdo con las normas etruscas, no por ello deja de tener una evidente relacién con el de las ciudades etrusco-romanas. A pesar de cuanto se haya dicho, esta eomprobado que Pompeya no conocié jamas la menor «fase etrus- EL URBANISMO ROMANO 4 cay. Su fundacién, a fines del siglo vr a. C., se debié al pueblo indigena de los oscos, situados bajo la influencia cultural directa de las veci- nas colonias griegas. Fieles a los métodos de los ingenieros helénicos, los fundadores empe- zaron por rodear a su ciudad con un recinto de iNares de tipo netamente griego (1). La dispo- icién de las puertas de entonces demuestra que la red de vias urbanas era ya, en sus rasgos principales, lo mismo que seguirfa siendo hasta el fin. El examen de estos distintos hechos permite indudablemente vislumbrar los origenes del tra- zado de las colonias etrusco-romanas, al afianza- miento de cuya suerte parecen haber contribuido ampliemente, con toda seguridad, los ejemplos proporcionados, en Italia mismo, por los esta- blecimientos helénicos. Nos sentimos también inclinados a pensar que, en su forma tradicional, cual Jo hallamos aplicado en las colonias roma- nas fundadas, a partir del siglo 1v a. C,, en el litoral (en Ostia singularmente), es el resultado de un compromiso entre las exigencias del ritual y las innovaciones de los arquitectos griegos. Fl rito puede explicar la preeminencia concedida al cardo y al decumanus principales. Todo lo demés, en cambio, deriva de wna técnica en nada privativa de Italia; aun en tan remotos siglos, los intercambios culturales y comerciales entre () A. Maruns, Studi € Ricerche sulla Fortificazione di Pompei fen Monwmenti Antichi.... XXTUT (1928), pp. 128285. jas dos mitades del mundo mediterraneo eran més importantes de lo que hoy dia solemos ima- ginar. Como toda su civilizacién, el urbanismo de Roma es consecuencia de una fecunda sinte- sis y no evolucién auténoma de un ignoto ente mitico y prefigurado Cariruto IL EL DESARROLLO URBANO DE ROMA ‘Toda vez que, en la mente de sus fundadores, las colonias romanas no eran, ciertamente, mas que imagenes de la metrépoli (1) se hace nece- sario informarse de los mismos principios por los que se rigieron la creacién y el desarrollo urbano de Roma. "También en este aspecto, los datos de la ar- queologia y los hechos histéricos distan mucho de ser precisos Existe una tradicién segin la cual Roma fué fundada hacia mediados del si- glo vit (en 754 a. C., de acuerdo con la cronolo- gia més comtimmente adoptada) por colonos lati~ nos procedentes de la ciudad de Alba (situada a unos treinta kilémetros al este de Roma) y diri- gidos por dos hermanos, Rémulo y Remo, que establecieron en el Palatino un poblado de pas- tores, Se admite asimismo que Rémulo, tras ha- ber consultado los auspicios, trazé alrededor de (1) Véase més arriba, p. 0. 4 44 LAS CIUDADES ROMANaS la colina el foso ritual, y que alli tuvo Roma su cuna. Posteriormente, establecidas igualmente otras fundaciones en los cerras vecinos, estos dis- tintos pueblos legaron poco a poco a constituir una federacién, que tuvo su centro en territorio «neutral, en la pequefia Hanura, 0, mas bien, fondo de valle, donde actualmente se extiende el Forum. Segtin se cree, una muralla levantada alrededor de los diferentes nuicleos de poblacién, todos los cuales quedaban al interior del recin- to, acab6 de dar unidad a la nueva urbe. Asi, pues, la primera Roma, la «Roma cuadraday, Yiniea conforme al ritual y a las normas de la ssl parece haberse de situar en el Pala- Con todo, a esta tradicién se oponen nume- rosas dificultades, En realidad, existié el poblado de pastores edificado sobre el Palatino; recien- temente se han encontrado los restos deus cho- zas. En cambio, no subsiste vestigio alguno de la primitiva muralla que habrian construfdo sus habitantes, si no el mismo legendario Rémulo; en vano se han buscado sus puertas en los extre- mos de lo que podrfan haber sido el decumanus y el cardo. Es muy probable que la «ciudad pa- latina» no sea mas que una leyenda, elaborada tardiamente por razones de oportunidad politi- ca. Por otra parte, mal puede comprenderse, aun dentro de la tradicién que acabamos de reteriy, Tein thie Sassen a ae” aeoam, eh erence de Rome, om Frances, Pacis. (Traduecién ca Rome, Waly (Teaduecion cttelione de R.A. Holl, Vergara DESARROLLO URBANO DE ROMA 45 cémo estas poblaciones latinas habrian podido observar ritos cuyo caracter etrusco aparece in- negable. Sabemos hoy dia, ademas —cosa que los historiadores romanos han tratado, por pa~ triotismo y con mas o menos éxito, de disinu- lar—, que Roma pasé por un perfodo etrusco du- rante la época del reinado de los Tarquinios, es decir, un siglo y medio después de la fecha tradi- cional asignada a la primera fundacién. Y¥ 1a co- lina etrusca por excelencia no es el Palatino, sino el Capitolio (oficialmente denominado Mons Tar- peius, 0 «monte de los Tarquinos»), y precisa mente al pie de esta elevacion se halla, todavia perceptible, la ciudad «orientaday y regular. Asi, pues, Roma parece haber sido fundada en el Foro, en el Mano. Alli, efectivamente, se ha conservado hasta nuestros dias el recuerdo de cuatro puertas muy antiguas, que, si bien no tenian ya razon de ser en la époea clasica, eran, empero, testimonio de una situacién anterior. Una de ellas se abria al norte del Forum; era ésta la Puerta de Jano. Al sur, se hallaba la Puerta Romana. Al este, la de- nominada, en el periodo clésico, «Dintel de la Hermanay (por alusién a la leyenda de los Ho- racias, dado que por alli se supone entraria en la ciudad el joven Horacio, asesino de su_her- mana, purificado luego en dicho lugar también, tras su absolucién por el pueblo). Al oeste se encontraba una puerta «malditay, de mal agiiero, encumbrada, por este motivo, en un pefiasco in- accesible, sobre las primeras pendientes del pilolio, y que, aun cuando nadie pudiera fran- quearla, permanecia siempre abierta —de donde su nombre de Porta Pandana, la «Puerta fran- ca». El decumanus estaba formado por la calle que posteriormente habria de convertirse en la Via Sacra, y el cardo por otra perpendicular que, en la época clasica, prolongése hacia el nor- te por el Argietum, y, al sur, por'la «Calle de los Etruscos», el Vieus Tuscus Tal fué, con toda probabilidad, el origen de Roma: colonia etrusca y simple mercado puesto bajo el dominio y Ia vigilancia de la guarnicién instalada en las alturas del Capitolio. Alli coin- cidieron al principio, alrededor de los mercade- res procedentes del centro y sur de Italia, los habitantes de los pueblos diseminados por las vecinas elevaciones. Uno de los principales ob- jetos del tréfico era Ja sal; asimismo, los pro- ductos manufacturados importados de las re- giones meridionales y de Etruria. Mas tarde, cuando, a fines del siglo vr a. C., el poderio etrusco, debilitado, acabé por replegarse al norte del Tiber, el pueblo romano adquirié la inde- pendencia, y Roma se convirtié en una ciudad auténoma. Hacia esta época, sus reyes edificaron el vasto recinto amurallado atribuido a uno de ellos, Ser- vio, y que superaba ampliamente los limites de Ja aglomeracién urbana efectiva. El «muro ser- viano» comprendia, en efecto, las siete colinas tradicionales, o sea, ademas de los tres montes (alturas aisladas) del Capitolio, el Palatino y el Aventino, cuatro elevaciones de forma alargada que son, en realidad, prolongaciones de Ja me- seta de las Esquilias, y denominadas Quirinal, Viminal, Oppius y Caelius (fig. 3). La disposicién Big, 3.—Flnno de Roma Lineas de trazo seeuido: recinto de Auretiauo; Ifueas de puntos general de estas fortifieaciones recnerda la que hemos encontrado ya en Volsinii. Tanto en uno como en otro caso, se trataba de defender un terreno surcado por valles teniendo tinicamente en cuenta las necesidades bélieas. Existié, por 48 LAS CIUDADES ROMANAS: consiguiente, una falta de relacién total entre a urbe religiosa, encerrada al interior de su po- merium (1), y la militar, protegida por un recin- to de considerables dimensiones. Entre ambas, dispuesta sobre las laderas y apretujada a lo largo de las vias que ihan desde el centro hacia ias puertas, se hallaba el nticleo real de pobla- cién. No tard6 en originarse un proceso de for- macidn de barrios distintos: los patricios gusta- ron de habitar en el Palatino o en las alturas del Quirinal; el bajo pueblo aglomerése en el estre- cho valle de Suburra, entre el Viminal-y el Op- pius; el Aventino, cuya posicién excéntrica hizo que durante mucho tiempo no recibiera més que una poblacién poco densa, fué habitado mas bien por plebeyos. Mn la depresién situada entre el Capitolio y el Palatino, halldbanse dos calles comerciales, el Vicus Jugarius y el Vicus Tus- cus, flanqueadas por establecimientos y tiendas en las que trabajaban los artesanos. A orillas del Tiber, en el lugar donde acampaban los bo- yeros y desembarcaban los marineros que subian aguas arriba por el rio, se celebraban mercados ; alli estuvieron el ade los bueyes» (Forum Boa- rium) y el ade las hierbas» (Forum Holitorium), y, muy pronto, el puerto de Roma, el Emporium. La vieja ciudad orientada, desbordada por doquier, permanecié como centro de la urbe. En ella se abrié el Forum, o sea la plaza publica, donde eran convocadas periédicamente las asam- bleas populares, que se celebraban en el recinto UW) Véase mis arriba, p. 10, DESARROLLO URBANO DE ROMA 49 del Comitium, consagrado especialmente a tal objeto. No lejos de alli levantabase la Curia, lu- gar habitual de reunién del Senado. E! resto de Ja plaza se hallaba rodeado de tiendas: una hi- lera de ellas al norte, las Tabernae Novae (0 Tiendas Nuevas), y otra al sur, las Tabernae Veteres (Tiendas Antiguas). En los primeros tiempos, el mercado principal de carne y pes- cado tenia también lugar en el Foro. Poco a poco, fueron instalandose en éste otros estable- cimientos comerciales, y, en la época clasica, no hubo all mas que cambistas, orfebres y joyer Jos mercados de viveres retrocedieron gradual- mente, y acabaron por celebrarse junto a la parte norte del antiguo Foro. La tinica parte de Roma que perman bre de consirucciones no fué solamente el Foro. En el mismo interior de las murallas, reservés pata la celebracién de ciertas juegos, y, en par- ticular, de las carreras de caballos, uno de los ritos mas viejos de la religién romana, el largo valle extendido entre el Palatino y el Aventino, llamado del Gran Circo (Circus Maximus). Exis- tia ademas, precisamente al pie de los muros, e inmediatamente al norte del Capitolio, un exten- so especio Mano, el mas amplio del lugar, ex- elufdo de la Urbe por una prohibicién religiosa Consagrado al dios de la guerra, denominabase «Campo de Marte» (Campus Martius, Llanura de Marte en sentido literal). En su parte sur, quedaba limitado por la muralla que coronaba el abrupto acantilado del Capitolio y, luego, el ci6 Hie oe se RLU AUS KUMAMAS del Quirinal; al oeste, acababa en la orilla del rio; y, hacia el norte y el nordeste, legaba has- ta las primeras pendientes de la Colina de los Jardines (Collis Hortulorum, hoy el Pincio). Se- gtin la leyenda, pertenecié a los wltimos reyes de Roma, y, tras la expulsién de los tiranos, fué «nacionalizado», o sea consagrado exeluisvamen- te al servicio de la colectividad. Alli se concen- traban los hombres armados, y se instruian los jovenes en la vida de la milicia, Cuando la evo- lucién de Jas instituciones republicanas movié a los romanos a considerar como la més impot= tante y Ia tinica viva de sus asambleas popula- res la que agrupaba a los ciudadanos en centu- rias, es decir, en sis cuadros militares, los com: cios centuriados se celebraron precisamente en el Campo de Marte, asi como también, por con- siguiente, las elecciones y la votacién de las le- yes. De esta suerte, el viejo Comitium vidse abandonado, y ello justamente en la época en que resultaba ya demasiado estrecho para con- tener la multitud sin cesar creciente de los ciu- dadanos, Asi, pues, la urbe republicana se articulé y ordené alrededor del Foro. El trazado ¢orienta- do» se hizo ya imperceptible; el cardo y el decu- manus perdiéronse bajo el enlosado de la plaza ¥, poco a poco, fué concretandose una dispo- sicién estre!lada. Las calles, divergentes a par- tir de las cuatro puertas primitivas, se dirigian hacia las del recinto serviano, y dibujaban una red radial que habrfa de ser, en adelante, el es- DESARROLLO URBANO DE ROMA 51 queleto de la ciudad. Bn la Puerta de Jano se originaban dos vias principales: el Vicus Lon- gus (la Calle Larga), que, siguiendo las pendien- tes del Quirinal, Negaba a la Puerta Colina y prosegufa, una vez pasada ésta, hacia el pais sa- bino; y la Calle de Suburra, que remontaba el Esquilino, y, por la puerta de este nombre, se dirigia al territorio de los jatinos. Al extremo oriental del deeumanus se unia, como era nalu- ral, la via que, a través de la Puerta Capena, Hevaba al antiguo santuario federal de los mon- tes Albanos, donde, cada afio, una procesién diri- gida por los mas altos magistrados iba a ofrecer un solemne sacrificio a Jipiter en ocasin de las Ferias latinas. Muy pronto, gracias a la intensificacién de Jas relaciones de Roma con los paises vecinos, fueron afiadiéndose nuevos caminos a los primi- tivos ya mencionados: hacia el norte, la Via Lata (la Calle Ancha), que atravesaba el Cam- po de Marte y era, en realidad, el trayecto v bano de la ruta (Iamada Vie Flaminia por el nombre de su constructor) que ponia a Roma en comuricacién con sus primeras conquistas sep- tentrionales; al sur, el Camino de Ostia (Via Ostiensis), que se originaba en el puerto de Roma, rodeaba el Aventino y dirigiase hacia el mar; finalmente, las vias, pertenecientes a w época bastante avanzada, que franqueaban el rio, al pie del Capitolio, y penetraban en los territorios situados en la margen derecha del Tiber. Este ultimo desarrollo s6lo se produjo de 2. LAS CIUDADES ROMANAS en manera muy retardada; aun cuando hoy dfa sea Roma una ciudad fluvial, en sus comienzos, el ‘Tibe= parece més bien haber frenado que no fa- vorecido su evolucién. El primer puentz tendido por los romanos sobre sus aguas no tenia otra misién que la de facilitar el acceso al bastion defensivo avanzado establecido en Jas alturas del Janiculo: edificado totalmente con madera y sin ensamblajes metélicos, habia de ser des- truido rapidamente en caso de alerta. Durante siglos enteros, y en tanto duefios los etruscos de la orilla derecha, Roma permanecié obstinada- mente fiel a la proteccién que le ofrecia el rio, y, por lo menos en sus orfgenes, no podria ser considerada en absoluto una «ciudad puenten. El corazén de la Urbe se hallaba en el Foro, y no junto al rio. Al interior de la red formada por las vias mas importantes, la construccién de edificios publi- cos y privados fué desarrollandose durante lar- go tiempo, de forma que no ha hecho posible el discernimiento de un plan bien definido. En los siglos vo 1v antes de nuestra era, Roma no pare- ce haber estado dividida en «manzanas» regula- res; con todo, a principios de este perfodo, em- pez a vislumbrarse una tentativa encaminada a la ordenacién del centro de la Ciudad. El primer intento consistié en el drenaje del Foro. Hacia este fondo de valle se escurrian to- DESARROLLO URBANO DE ROMA das las aguas procedentes de las colinas, y, a veces, las erecidas del Tiber acababan de engro- sar el pantanal. Para proceder a la desecacion del mencionado barrio, abriése un canal, prime- ramente al aire libre y Inego disimulado bajo una sélida béveda; fué éste la Cloaca Maxima, el gran sumidero de Roma, cuyos restos subsis. ten todavia. Fl suelo de la plaza, a la oue se id una forma regular, fué recubierto con losas. A partir del siglo v a. C,, desistiése de disponer- Jo segtin el antiguo decumanus, que no seguia una linea natural del terreno, y se adopté como base el pie del Capitolio (fig. 4). La construceién del Templo de Saturno y la del de Castor de- terminaron la alineacién del conjunto y fueron Sus primeros hitos. Sin embargo, el lado norte de la plaza no se modificé hasta principios del siglo m a. C., época en que empez6 la edifica- cién de las grandes «hasilicasy. La denominada Emilia di6 al Foro el aspecto en que hoy nos es dado contemplarlo: un vasto conjunto monu- mental de planta sensiblemente rectangular (pero ya no «orientado», por cuanto la nueva alineacién formaba un acusado Angulo con la mas antigua Via Sacra) y dominado por las dos cimas del Capitolio. En la meridional, se levan- taba el Capitalium propiamente dicho, coronado por el Templo de Jtipiter Optimo y Maximo, cen- tro y simbolo del poderfo romano; al norte, la Fortaleza (Ar), con el templo de Juno Moneta, A principios del siglo 1 a. C., al dictador Sulla unié el Capitotium y el Are mediante un gran UEDARKULLU URBANO DE KUMA oe monumento, que dié una especie de fachada al conjunto de la colina, y un «telén de fondon al Foro; esta edificacién, denominada Tabularium —toda vez que estaba destinada a contener los archivos oficiales (las tabulae)—, ha subsistido hasta nuestros dias; sobre sus enormes cimien- tos habria de apoyar Miguel Angel sus palacios, La tillima etapa del acondicionamiento de la plaza estuvo representada por la construccién de la inmensa Basflica Julia, obra debida a César y tendente a armonizar la parte sur con la Ba- ica Emilia. En lo sucesivo, y hasta el final del Imperio, el Foro permanecié inmutable. Fécilmente se echa de ver Ja lentitud con que evolucioné el centro de la Ciudad. Masta fines de la época republicana, el urbanismo ro- mano mantuvo un notable retraso no solamente respecto del de las ciudades orientales, sino ta bién del de las de Italia meridional. WI primer teatro de’ piedra construido en Roma no fué inaugurado hasta el 54 a. C. Sin duda, desde casi descientos afios antes, el programa anual de los juegos comprendia diversas representaciones teatrales, pero, con todo, una vieja costumbre hacfa que las comedias y tragedias fueran in- terpretadas en teatros de madera, que eran des- montados después de la fiesta. Pompeyo fué el primero que se sintié suficientemente fuerte para hacer caso omiso de la resistencia de un Senado tradicionalista, y edifice en el Campo de Marte un teatro inspirado en los que, ya desde largo tiempo, existian en las ciudades del sur de Tla- 56 LAS CIUDADES ROMANAS lia. Atin no transcurridos diez afios, César pro- yeclé la construccién de otro, propésito que la muerte le impidié realizar; su hijo adoptivo, Au- gusto, lo levé a la practica veinte afios después, ¥ dedicé el teatro a la memoria de su propio so. brino, el joven Marcelo. El principal problema a que hubieron de en- frentarse entonces los romanos residié no tanto en la ereccién de nuevos edificios pitblicos como en la posesién del espacio libre para ello nece- sario. Roma, que segufa siendo una pequefia ciu- dad, se habia convertido, en cambio, en capital de un inmenso Imperio. El nimero de sus ha- bitantes habia aumentado desmesuradamente, pero los instrumentos de la vida pitblica conti nuaban todavia, a fines de la Reptblica, como dos siglos antes. El viejo Foro se hallaba abarro- tado; ante los tribunales, que se reunfan fre- cuentemente al aire libre, en a plaza publica, veiase una cantidad de procesos cada vez ma- yor; las dos basilicas eran ya insuficientes para contener a litigantes y hombres de negocios. ¥ asi, tan pronto hubo asumido el poder, César se apresuré a establecer un vasto plan de urbani- zacién. En Ja seguridad de que la pretericién del antiguo interdicto y Ia edificacién del Campo de Marte resolverian facilmente el problema, el dictador decidié desviar el curso del Tiber hacia el pie de las colinas vaticanas. Ello hubiera re- portado la anexién de una extensa llanura, en la que se habria instalado un nuevo «Campo de Marte»; el terreno ocupado por el anterior, DESARROLLO URBANO DE ROMA 57 abandonado a las necesidades de los particula- res, debia de ser totalmente edificado. Ademas, proyectése duplicar la superficie del antiguo Foro mediante otro que a él se afiadiria, mas moderno y concebido segiin el modelo de las agorai (plazas piiblicas) de las ciudades griegas. Ain no terminadas las tltimas luchas en Africa y Espafia, empez6 la realizacién de este plan. César hizo adquirir a precios muy creci- dos algunos terrenos privados vecinos al Foro, e iniciése la excavacién de un cauce artificial para la desviacién del rio. Sin embargo, tras los Idus de Marzo (1), abandondése, con el pretexto de escripulos religiosos, lo mas original del proyecto: Ja anexién de la Hanura vaticana y la «ecuperacién» del Campo de Marte. Unicamen- te Ilevése a efecto la construccién del nuevo Fore, que Augusto acabé y dedicé a la memoria de su padre adoptivo. Fl problema principal, em- pero, seguia sin resolverse: Roma se hallaba to- davia falta de espacio suficiente. Para remediarlo, Augusto traté de encontrar terrenos para la edificacion en la lejana meseta de Jas Esquilias, y, a tal objeto, suprimié el vie- jo cementerio que se extendia al exterior del muro serviano. Sin embargo, esta solucién fué todavia peor. Algunos grandes sefiores (a quie- nes Mecenas, el familiar de Augusto, did el ejemplo) construyeron alli numerosas y magni- (HL 15 de marzo del afo 44 a, C, fecha del asesinata de C8 (ne det 7) fieas residencias, pero, no obstante, las Esquilias saad lun lugar demasiado alejado del centro, y constituyeron principalmente un barrio de jar- dines y parques. La gran mayoria de los hapi. fantes hubo de continuar hacinada en inmue- bles que trataban de compensar mediante su altura la insuficiencia de su area. Estas insulae ccupaban todos los lugares posibles, cual las abruptas pendientes del Capitolio o del Quiri- nal y las diversas partes del Campo de Marte, que acabaron por ser abandonadas 0 cedidas « los particulares ; las antiguas fortificaciones fue~ ron desiruidas para dejar lugar a las nuevas casas. No obstante. y a pesar de todos los in. tentos, Roma seguirfa siendo, hasta el final, de- masiado estrecha. El Imperio y la constitueién de un poder fuerte hicieron posible una accion més eficaz sobre la ciudad. Los emperadores no dejaron de la vida pablica un marco digno de la grandeza romana ; su actividad ejerciése particularmente en el centro. Aqui sirvidles de modelo el Forum Julium, 0 Foro de César, que fué el primero de una serie de conjuntos monumentales comuni. cados entre si y designados con el nombre colec. tivo de Fora imperiales (fig. 5). Consisten éstos en varias plazas, de formas distinlas, cons. truidas sucesivamente por Augusto, Vespasiano, Domiciano, Nerva y ‘Trajano. En el centro de cada una de ellas se elevaba tn templo consa. Srado a la divinidad objeto de la particular de. imperialee de Roma. des Fig. 5. 60 LAS CIUDADES ROMANAS vocién del principe; a su alrededor, los pérticos ofrecian ya sombra o bien proteccion contra ln intemperie a los paseantes, ociosos y mercade. tes, En edificios anejos se habian dispuesto salas de conferencias o de lecturas piiblicas, bibliote. cas y oficinas de diversos servicios oficiales. T.] ultimo, por fecha, de estos fora, el que cons- truy6 para Trajano el arquitecto Apolodoro de Damasco, fué completado por un hemiciclo, que requirié rebajar las primeras pendientes del Quirinal, y en donde se instalé un mercado. Con los Fora imperiales y la construccién de un anfiteatzo de gigantescas proporciones, el Co- liseo (véase més adelante, pag. 93), terminé la Tealizacién de un plan de urbanizacién cuyos grandes rasgos Permanecen, a pesar de cuanto se haya dicho, notablemente definidos y cohe- rentes. Con él se trataba de dar amplitud al cen- tro de Roma y de crear espacios extensos para el paseo, los negocios y el placer. A principios del siglo u de nuestra era pudo darse por aca- bado. El retraso respecto de Oriente habiase su- perado con excese. Verdaderamente, Roma que- daba convertida en la «reina de las urbes», y pudo servir de modelo a las innumerables citi- dades provinciales de Occidente que florecieron al amparo de la paz romana,

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