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RECUERDOS del LICEO ENRIQUE MOLINA GARMENDIA de CONCEPCION. Por un ExAlumno, La imagen mis antigua que tengo del Liceo es por haber acompaftado a mi madre a realizar algin trimite en la Inspectoria General, al ser mi hermano alumno del establecimiento, Me llevaban de la mano por lo que debe haber sido alla por el aito 1956 ‘0 amas tardar en 1957. A los ojos de un nifio la edificacién era imponente y sin duda ‘me senti impresionado. Ingresamos por el gran pértico de calle Victor Lamas, caminando hacia las oficinas que ‘quedaban hacia la derecha tras una enorme puerta de 2 hojas de madera de roble en su color natural, tras lo cual se realizaron las diligencias Aun perduran en mi memoria la extremada limpieza de este Hall de entrada, enorme e imponente, donde paredes y pisos brillaban de cuidado. Bl cajén de escaleras, acceso a otros pisos y al Teatro del Liceo, enfrentaban al visitante con gran suntuosidad. Recuerdo que las columnas que soportan la estructura brillaban como el mérmol sin setlo A ambos costados de este Hall impresionante existian 2 estaluas sobre pedestales que destacaban su belleza, una de ellas era “La Quimera”, copia en yeso, cuyos restos ain se conservan al ingreso del actual Liceo. La otra, al parecer, no puedo asegurarlo, era “Santa Juana en Saint Remy”, que se conserva en los prados de! campus de la Universidad de Concepcién, a un costado del edificio de Asuntos Estudiantiles. antiguamente hogar de estudiantes. No recuerdo lamparas, pero la luz. que ingresaba por los grandes ventanales le daba al interior un rasgo casi mistico Su arquitecto don Onofre Montané Urrejola se supers a si mismo en este magnifico palacio. Por su lado matemo era de origen penquista, miembro de una de las familias aristocriticas y relevantes del siglo XIX y principios del siglo XX. Por lo mismo tuvo los honrosos encargos de construir el Palacio de la Sotta en Caupolicén esquina Cochrane (solar ocupado actualmente por el Liceo Comercial) y el’Palacio del Rio, mal llamado Castell6n (sobre cuyos cimientos se erige la tienda Hites), encargado por el filantropo penquista don Pedro del Rio Zaitartu, quién no alcanz6 a disfrutarla, haciéndolo su viuda dofta Carmen Urrejola de del rio, hasta su fallecimiento. Siendo alumno de preparatorias del Colegio Concepcién en una ocasién, dia de sol, a fines de los 50, Hlevaron en las micros propias, gran cantidad de alumnos con el estandarte del Colegio, al frontis del Liceo, en realidad en la esquina de Caupolican con Victor Lamas, en conjunto con otros colegios que repletaban la calle y parte del parque, todos con sus estandartes institucionales. Tras discursos y una fanfarria, la curiosidad ime hizo subir a la murallita que cercaba los jardines anteriores del edificio y pude observar cuando don Enrique Molina Garmendia y 2 personas més, subieron la escala de acceso descubriendo la placa del frontis que perpetuaba su nombre. Mi hermano, mayor que yo, siempre interesado en las Letras, se inicié en los ambientes intelectuales de Concepcidn, precisamente en las agrupaciones literarias del Liceo, donde tenian una importancia fundamental aquellas relacionadas con el Teatro. Las profesoras de la época, solo recuerdo mujeres, eran grandes impulsoras de este ultimo arte, fomentando en los alumnos el placer de escribir teatro y de actuar en las tablas. Por aquellos afios se destacaban los alumnos Enrique Giordano M., conocido escritor y poeta, junto su hermano Jaime, hace muchos alos docente de una prestigiosa Universidad Estadounidense y Domingo Robles, deseraciadamente fallecido hace tiempo, quién se destacé en los ambitos penquistas cémo Director y Actor Teatral. Por ello, asisti ano menos 3 ocasiones al Teatro del Liceo para presenciar obras donde actuaba mi hermano, me imagino durante las semanas de aniversario del establecimiento, Las obras eran escritas y actuadas por alumnos, supervisados por los profesores. Gran parte de los guiones eran de gran picardia, burlindose de los profesores y de sus compaiieros, pero sin agraviar en demasia, que alin existia respeto. El teatro, pese a haber soportado el terremoto de 1960, se mantenia para estos fines y se seguia ingresando por las escaleras monumentales, que se conservaban bastante mejor que hoy. Ya se habia demolido la torre y el Hall de acceso estaba en proceso. Durante las presentaciones que asisti tanto platea como la galeria o platea alta se repletaban de alunos y apoderados, pasando un buen rato, Ingresé al Liceo para los tres tiltimos atos de humanidades, el aito 1967, pero por aquel tiempo las clases se realizaban en los pabellones de avenida Chacabuco, donde en su primer piso se encontraban los comedores y cocinas de los internos, que ya tenian el edificio de habitaciones en Anibal Pinto esquina Chacabuco. El actual edificio estaba en construccidn, ocupéndolo al afto siguiente con un gran ceremonial con asistencia del Intendente don Alfonso Urrejola Arrau, Las clases de Técnicas manuales se realizaban en los restos del edificio por calle Caupolican, en su segundo piso. El arruinado edificio atin conservaba su sefiorio, sucio y abandonado como bodega y para estas clases con el suelo leno de aserrin. Por sala, me parece, eran 2 grandes ventanales que ayudaban a iluminar, en conjunto con las barrtas colgantes del techo con una ampolleta cada una. Las paredes eran impresionantemente gruesas y sus escaleras bajo techo, en los costados del edificio. Su estructura no sobrepasaba la media cusdra, Las clases de gimnasia de realizaban en los 2 gimnasios que ain existen, que se ‘mantenian bien pintados y en excelente operacidn, con vestuarios y baftos al costado del gimnasio mas al oriente. Por su altura recuerdo lo helados que eran estos anexos y las duchas, sélo de nombre, porque eran chorros de agua fria. El piso eran baldosas de color plomo que no ayudaban a sobreponer la impresién El profesor de Artes Manuales tenia una salamandra en la sala para superar el frio ambiente El profesor de Misica, St Merino, nos Hevaba frecuentemente al escenario del teatro donde existia un piano y ahi aprendi a bien cantar la Cancién Nacional, que segiin el profesor “es un trozo de pera”, ademas del himno del liceo. En el teatro se realizaban frecuentes actividades con todo tipo de piiblico, desde los ventanales de los pasillos altos vefamos transitar las visitas desde la puerta al costado del teatro atravesando el patio de luz hacia las puertas de vidrio que comunicaban con el nuevo edificio. En, 1969 egresé de humanidades, ultimo curso con esta denominacién, realizndose el acto de Graduacién en el Teatro del Liceo. Estuvimos sentados en las butacas, hasta hacemos acceder al escenario para recibir nuestros diplomas. En forma ordenada por primera ver, estaba lleno de apoderados y familiares, subimos a unos escalones Ad hoc colocados ex profeso para destacar a todos. Lei alios después que los sextos afios humanidades de ese afio fueron los ultimos en ser despedidos en el Teatro del Liceo. OSVALDO SEPULVEDA CODDOU Ex alumno Liceo Enrique Molina Garmendia CONCEPCION. Concepcion, 7 abril de 2016,

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