Breve conferencia en la que el autor analiza la construcción de la identidad de cada sociedad, diferenciándose del diferente, del extranjero, de quien no comparte las tradiciones, orígenes y estilos de vida de la mayoría social.
Breve conferencia en la que el autor analiza la construcción de la identidad de cada sociedad, diferenciándose del diferente, del extranjero, de quien no comparte las tradiciones, orígenes y estilos de vida de la mayoría social.
Breve conferencia en la que el autor analiza la construcción de la identidad de cada sociedad, diferenciándose del diferente, del extranjero, de quien no comparte las tradiciones, orígenes y estilos de vida de la mayoría social.
Umberto Eco
Construir
al enemigoConstruir al enemigo
ace afios, en Nuéve York, me tocd wn takista cuyo nom
bre era dificil de desciftar y me aclaré que era paguis-
tanf. Me preguncd de dénde era yo y le contesté que
italiano. Me pregunsd que cudntos étamos y se quedé asombrado
de que fugramos tan poces y de que nuestra lengua no fuera c!
ingles
For iilcimo me pregunté cudles eran nuestros enemigos. Ante
mi «Perdone?s, aclaré despacio que queria saber con qué pueblos
estabamos en guerra desde hacia sighos por reivindicaciones tersi-
roriales, odios é:nicos, violaciones permanentes de fronteras, eros
tera, exedtera, Le dije que no estdbamos en guerra con nadie, Con
dire condescendiente me explicé que querfa saber quignes eran
nnestras adversarios hist6ticos, esos que primero ellos nos maran
¥ luego los maiames nosotros 0 viceversa. Le repett que no los
tenemos, que le dilima guetta la hicimos hace mas de medio 8i-
glo, encre ocras cosas, empexindola con an enemige y acabindola
con otro.
No estaba satisfecho. ;Cémo és posible que haya un puebla
que no tiene enemigos? Nada mas bajarme, dejéndole dos délares
. de propina para recompensatle por nuestro indolence pacifismo,1%
seme ocarris lo que deberia haberle contestado, es decir, que’ne
csverdad que lov iealianc® no tienen enemigos. No tienen enerni-
g98 externas » en todo caso, no logran poneese de acierdo jamas
para decidir quignes son, porque estdn sicmpre en guerra entre
clos: Pisa contra Lucca, gielfos.contma gibelinos, nosdistas contra
sudistas, fascistas eonesa partisanos, maba contra Estado, gobier-
no contra magisteatura. ¥ es une pena que por aquel entonces
todavia no te hubiem producido la caida de os dos gobiernos de
Romano Prodi, porque le habria podide explicar mejor qué signi.
fica perder unz guetta por culpa del furgo amigo.
Ahora bien, seflexionando sebre aguel episodio, mie he con
vencide de que una de las desgractas de nuestro pais, en tos diet
mos sesenta sitos, ha'sido precisamente no haber tenido verde
deros-enemigos. Le unidad de Talia ve hizo gracias ala presencia
de los austriacns 0, comb querfi el poeea Giovanni Berchet, del
2180, ineresciso adensscara (uel hispida y engorroso alemics}s Neus=
tolini pude gorar del consenso popular incitindanos a vengar
nosde la victoria mutilada, de las humillaciones suftidayen Do-
ell y Adua, ast comia de las demophurocracias judaieas que nos
Jimponfen sus inieuis saitciones, Vease qué le sucedid a Estados
Unidos cuando desaparecis ef impecia del mal y se disolvié el
‘gian eaemigo sovidtico. Peligrabs su identided hasta que Bist
Laden, acortinilose de los beneficios recibidos cuande lo ayuda-
ban contra la Unidn Soviética, tendi6 hacia Estados Unidos su
‘mano miscricondiosa y le proporcioné a Bush le oéasiéin de crear
Bueves enemigos reforzando el sentimiento de ideneidad naclor
nal y su poder.
‘Tener un enemigo es imporianté no solo’ para definir nuestra
identidad, sino también para procurarnos un obstéculo con-res-SS ——
pecto al cual medir nvesiro sistema de valores y mostrar, al enca-
sarlo, nuestro valor Por lo tanta, cuando el enemigo ao exisee, es
preciso consttuirlo, Wéase la generosa flexibilidad con le gue los
sazisking de Verona clegian como encinigo a quicnquicsa que uo
pereneciera a su grupo, con tal delreconacerse como tales. Pues
bien, eh esta ocasidn no nos interesa canco el fenémeno casi natu-
zal de identificar 2:un enemigo que nos amenaza como el proceso
de produccién y demonizacién del enemigo.
En las Catidinarias (U1, 1-10), Cicerén no deberia haber senti-
do la necesidad de bosquejar una imagen del enemigo, porque
cenfa las pruebas de la conjura de Cs
ina. Pero lo construye
cuando, en Is segunida oraelén, let presenca a loz senadores la ima-
gen de los amigos de Catilina, reverberando su halo de perversi-
dad moval sobre el principal acusadet
Paréceme estarles viendo en sus orgias recostados lingnidamen-
teyabjazando mujeres imptidicas, debilitados por la embriaguer,
hhartos de manjares, coronades de gulinaldas, inundados de pe
Fiames, enenades por los placeres, enuctando amenezas de matar
alos buenos y de incerdiar a Roma. [...] Les réeonocerdis en lo
bien peinaios, elegances, unos sin barba, otros con la baba muy
cuidadas con tiinicas talares y con mangas, cn que gastan togas
‘an finas como velos.[...] Estos mozalbetes tan pulidos y delica-
os bo solo saben enamosar y ser amados, cantar y bails
también clavar un pufal y verter un veneno!
El moralisino de Cicerén, al ial, serd ef mismo de Agustin, que
estigmarizard a los paganos porque, a diferencia de les cristianos,
frecuentan circos, teatros, anfiteatros y celebran festas orgidsticas.Los enemigos son distintos de nosotros y siguen eostumbres que
no son las nucstras.
Uno diferente por excelencia ex el extranjero, Ya on los bajo~
trelieves romanos los bisbaros aparecen barbudos y chatos, y el
mismo apelativo de bésbaros, como ee sabido, have alusién a un
efecto de lenguaie y, por lo tanto, de pensamienro,
Ahora bien, desde el peincip!
se construyen como enemigos
fo tantoa los que son diferentes y que no amensvan diseceamen-
te {come serfa el eato de los birbaros), aino a aquellos que alguien
tiene interés en representar como amenazadores aunque wo nos
amenacca ditcctamente, de modo que lo que ponge de velieve su
dix
sidad no sea su caticres de amenaa, sinto que sex su divecst=
dad misma la que se eoavieita en sefial de amenaza
Véase lo que dice Ti
ito de los judios:
sConsideran profane
coile fo gue nosottos renemos por sageado, y vodo lo que nosotros
abortecemos por impuro es para ellos licito» (y me viene a la cabe-
zacl repudio anglosajén por los comedores de ranas fianceses 0 el
sepudio sleosia por los itslianos que abusan del zja). Los judios
son araros» porque se absticnen de comer carne de corda; no po-
nen levadura en el pan, se eneregan al ocio el séprima dia, se easan
lo encreellos; seictreuncidan (Itjense! no porque'se mate de-una
norma higignice o veligiosa sino «para marcar su diversidads, en-
tigcran a los mucries'y ao venecan a nuestios Césates. Una vez
demosttada lo distintat que son algunas costumbres auténitions
(circuncisiOn, descanso del sabado), se puede subrayar aiin mas la
diversidad introduciendo en el recraco costambres legendarias
(consigran la efigie de un asno, desprocian a padres, hijos, herma-
nob, parria y dieses).
Plinio no encuentra cargos sign
ificativos contes Los clistianos,a ce
puesto que ha de admitir que no se dedican a cometer delitos sino
solo llevar a cabo acciones virtuosas. Aun asi, los condena a muer-
re porque ao sacrifican al emperador y era obstinacidn en rechavar
algo tan obvio y natural establece su diversidad
Una nueva forma de enemigo seni, mis tarde, con l desacia-
Mo de los contaccos cncre los pueblos, no solo el que esti fuera y
exhibe sur extrafieza desde Lejos, tino el que ech dentio, entre no-
sotros, Hoy lo lamacfamey el inmigtado exteacomunitario, que,
dealguna manera, acts de forma discinta o habla mal nuestra
lengua, y que ca la sitita de Juvetsal es el graecul listo y timador,
descatado, libidinoso, capar de tender sebse el lecho a ly abuela
deun amigo,
Extranjero entre todos, ydistineo por su colon, es al negro. En
Js enerada «Negro» de la Encielopedia Brivéniea, primera edicién
norteamericana de 1798, s¢ leia:
Enel color dela piel de los negros enconcramos diferentes mati-
ces pero todos se diferencian de la ssisma manera de los dems
hombres en los rasgos de su sestt0. Mejias redondas, pémulos
altos, una frente ligeramente elevadia, nari7 eorta, ancha y roma,
labios gruetos, orejas pequeties, fealdad e irregularidad de forma
cameterizan sy espocto exterior Las mujeres negras tienen eade-
ras muy caidas, y ghiteos surmamence rolliz, que les ororgan la
forma de na silla de montar, Loé vieios més conbeldos pareceh
cor el destino de ests infec wea: se dice que ocio, traicion, ven-
xgunza, crucldad, desvergienza, robo, mentirs, enguaje obsceno,
desenfreno, mezquindad ¢ intempsiancis lian extinguido fos
principios de Ia ley natural y han acallado las ceprimendas de ka
Concieacia, Son ajenos.a tado sencimiento de compasisn y cons.8
situyen un terrible ejemplo de la cormmpeién del hombre cuando
queda abandonado a sf mismo.
El negro cs feo. El enemigo debe ser fto porquesse identifica lo bello
von lo bueno (kalokagashia), y una de las caracteristicas fundamen-
tales de la belleza ha sido:siemprelo que lz: Edad Media denominae
of dutegrizas (es decix; tener todo lo que:se-requiere para'ser un:ce-
presentante medio de un especie, por lo cual, entre los humanios,
scrin fobs los que carecen de un miembro, de un ojo, tienen una
estatuta inferiora la media 0 un color edeshumano»), Abf cenemos,
ennonces, desde el gigante méndeulo Polifemo hasta elentno Mime,
el moddlé de idencificacidn del enemigd. Prisco de Paniv én el si
glo vd. C. describes Asli bajo de eseanued, con un conse anche y una
cabera grande, los ojos peqiicfios, la baeba fina y encaretida, la ns
| riz aplaseada y (raga fundamental) tp 1ez osctica. Pero € curiose
chmo se parece el rostr0 de Atila « la fsonomia del diablo al como
lo verd mas-de cinco siglos despuds Rodolfias Glaber: escarura mo-
desta, cuello fino; rosteo demaciado; ojos muy negros, fience surca-
da de arrugas, rariz-acharada; boca sobresaligate, labios a
genes,
Darbilla estecha’y afllada, barba caprina, orejas hispidas y puntis-
‘gudas, cabello erizado y desgretiado, dentadure caning, orineo alar-
f gido, pecho prominence, espalda gibose (Cranccas, V,
Ewi el eticuencio con una civilizacién todavia deseonveida, ex
recen de fnregritar los biaantinas vistas por Liuaprando de Cremo-
aa, enviado en ¢) afie 968 por él eniperador Ocdn 1 a Bivancio
(Rolatic de legatione constansinepolitanay
Nieéforo es un ser monstiuoio, un pidihieo com tune cabeza enor
| sme, que paieee lun topo por la pequetez de sus ojos, afeado por
|9
una barba corca, Larges cspesa yentrecana, con el cuello de un
edo de largo; un exlope por su color, con quien no querttas
uopezarte por le noche, vientre obero, enjuro de nalgus, muslos
demasiado largos para su corta estatusa, pices cozcas, pies pla-
os y una sopa de pueblerino gastada, hedionda y destenida de
tanto pongrsela,
Hedioado. El enemigo siempre hucle mal, y un cal Berillon, al
principio de fa Primera Guerta Mundial (1915), escribia un Le
pebjohrésic de la race allemand, donde demostraba-que el aleman
medio produce mds materia fecal que ¢! francés, y con un olor
ms dessgradable. Si el bizantino olfa mal, mal olfa el sazraceno