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Ban a : ' ponga su candado « también mio Diestore il R. Kunio Jefe de vecaccisn Santiago Ego Diagramscin Lilia Peta Uso de candados son sructt0$ v Graves Ios accidentes innecesarios que suceden en las plantas cuando un trabajador se pone a reparar una maquina sin preocu- parse de soguit los procedimientos de trabe 0 inmovilizacién establecidos, or pensar que a nadie s¢ le va a oouir poner en marcha Te méquina ‘Viendo que se esté trabajando en ella La “buena fe” en esos casos no es una proteceidn, ni mucho menos una ovanla, Es una actin deplorable que esté fuera de Ingen, como estén fuera de lugar estos otros errores comtmes: eolocar el candado sobre otra candado, de tal forma que cuando alguien retira el primero también retira 1 ltimo; solicitar a un compafiero de trabajo que se lo coloque; y, dejar Ia Have puesta en el candado, ‘Todos estos errores son igualmente graves, pero se destaca por su frecuen- cia el titimo. El candado lo debe colocar, y'a esta regla no hay excepeién alguna, la persona a quien see haya asignado el candado. Y deberd retirarlo Ja misma persona que lo ha colocado. Esta es Ia tinica forma de asegurarse que el candado serd colocado pronta y corectamente y en el lugar ade- cuado, Todos los trabajadores deben Hvar sobre su persona los candados que se les haya asignado, excepto cuando son usados para inmovilizar algin equipo o méquina. Si un trabajador no eva el candado, 0 candados, con- igo siempre, no podré usario cuando To necesite, exponiendo a un compa- jiero, o exponiéndose a sf mismo, a sufrir uma lesién si se pone a reparar una miéquine, aunque éste esté parada, ¢ CONSEJO INTERAMERICANO DE SEGURIDAD 3 fare nated, Na. O768), EA. Oganizacn ek se Seguroea (C188), | | Protection contra el ruido industrial —lezsees Fs posimur que Tos futuros historiadores amen al siglo XX el siglo del ruido. Anteriormente a la revolucién industrial, el hombre vi- via en un planets relativamente sin ruidos molestos y perjudiciales; pero desde el nacimiento de la industria, la gente, sobre todo quienes traba- jan y residen en zonas urbanas ¢ industriales, estin sometidos a toda clase de raidos dia y noche: ruidos de automéviles, trenes, lavadoras, herramientas eléctricas, aviones, tr- turadoras, etc. La lista seria inter- minable. Hay ruidos que son més perjad- ciales que otros, por tener més deci- belios de intensidad, de Ios que es necesario protegerse para no suftit renoseabas en umo de los mis ime portantes sentidos quo tiene cl hom- bre: la audictén. La pérdida de Ia audiciin es ge- noralmente un proceso largo que se desarrolla a lo largo de varios afos x sureevisor Las primeras sefiales de pérdida de Ia audicién es un retintin en el ofdo, pedir a la gente continuamente que epitan Io que han dicho, quejarse porque no se oye bien en el cine, ete Cuando no sea posible o resulte poco prictico reducir un nivel de ruido alto, el supervisor debe hacer todo lo posible para que los traba- jadores usen siempre una buena proteccién auditiva. Protectores de insercion Cno de los mejores medios para roteger el ofdo son los protectores be insercidn, los cuales se ajustan bien a los ofdos de la mayora de las personas. Bstos se usan mucho en la industria. Los protectores de insereién se in sertan-en los canales auditivos y varian considerablemente tanto en cuanto a su disetio como al material de que estan fabricados. Los mate. riales usados son: cancho eléstico, plistico de consistencia blanda y mediana, cera y algodén. Los tapones de caucho y de plisti- co son populares debido’ a que son faciles de mantener limpfos, son ba- ratos y dan buen resultado. La cera tiende a perder su efica- cia durante la jornada de trabajo, ya que los movimientos de la mandibu- Ja cambian la forma del canal audi- tivo, con lo cual se destruye el sello acisticd que hay entro el ofdo y el dispositive de insercién. Los tapo- nes de cera pueden tener inconve- nientes para usarse en sectores don- de hay mucha suciedad, ya que es necesario darles forma con las she- nos. Se deben usar slo una vez. El tapSn de algodén es une mala opeién, debido a sus _propiedades leficientes de atenuactin del ruido y también porque deben ser mol- @eados manualmente. En algunas industrias estén dando muy buenos resultadas os tapones fabricados con fibras de vidrio, denominadas también “algodén suecs.” Hay todavia otra clase de tapén que esté adquiriendo popularidad. Se trata de un protector que puede ser moldeado al ofdo del usuario, El tepén conserva su forma después de que se le ha dado tiempo suficiente para freguar. En razén de que los eanales auditivos de cada persona son distintos, estos tapones deben ser moldeados individualmente y ajustados por personal médico com: petente, En razin de la presién que es ne- cesario ejetcer pars colocar un t- pon de caucho o plistico en el canal auditivo para que el ruido no pene- tre por los bordes, es posible que se roduzean puntos de presiin capa- Eos de causar incombdidad, Fara solucionar este problema, los tapo- nes deben ser ajustados individual- mente a cada ofdo. Sin embargo, no es posible lograr un buen sello’sin alguna incomodidad. Si Tos tapones estén hechos de un material blando y se los mantiene razonablemente limpios, no se producirin reacciones perdurables como consecuencis del uso de esta clalse de proteccién, Los materiales duros y rigidos podrfan pprovocar lesiones on of canal auditi- v0. Cuando los protectores auditives estén comrectamente disefiados, bien ajustados v limpios, las irvtaciones de le piel, las lesiones a los timpanos uotras reacciones nocivas son sumn- mente raras. No hay motivo para que causen mayor éificultad que la que causaria un par de gafas de se- guridad bien ajastadas, el ajuste continia sfendo un problems, puede tomarse un molde de los cansles anditivos y hacerse un tapén de plistico 2 medida para cada oido. Los supervisores deben tratar de reducir los ruidos que hay en su de- partamento y promover el uso de ta- pones euditivos cuando otros me- dios de control no sean précticos. ¢ Rr eR rR rSCF RUFUS ‘Al entrar @ una carretera mentenga fa velocidad al ritmo de! tréfico. Tanto los muy lentes, como los muy veloces causan accidentes. SD DEFER HERERO 1 SUPERVISOR ‘AWN pes REDUCE Jos errores humanos y saber con qué efectivi- dad se estan Hevando a éabo los pro- ‘gramas de prevencidn de aceidentes, algunas empresas realizan encuestas entregando un formalario en el que se pide @ los trabajadores que den Ex acitud de ios trabajadores ha- ia la prevenciém de accidentes es uno de los factores principales para determinar su. comportamiento. Su actitud hacia el trabajo, hacia los su- pervisores, hacia la compatiia y he- cia sus compatieros de trabajo, in- flair enormemente en la forma en que realizarin su trabajo, La decisin de hacer encuestas de este tipo se tomé debido e que: 1, Permiten que los_trebajadores evalien e} programa de prevencién de accidentes. El interés personal es uno de Jos pasos necesarios para - suPEevison practicar prevencién de accidentes; 5. Olzecen a la gerencia informa- cin mas amplia para saber qué opi- nan los trabajadores sobre el pro- ‘grama de prevencion de accidentes. Se pueden descubriz algunas defi- ciencias del programa en las que la gerencia no habia caido en cuenta; 3. Es una indicacién de la importan- cia que los trabajadores dan a tales Geficienciass 4, Las medidas comrectivas que tome la gerencia encontrarin menos resistencia; y, 5, Se ofrece a los trabajadores una evidencia adicional del interés y preocupacién que tiene le gerencia por su salud y bienestar En las empresas en que se est usando este formulario con eficacin, no se obliga a ningiin trabajador @ aque lo responds. La participacién es totalmente voluntaria. Tampoco se exige que los trabajadores que le- nen ¢l formulario se identifiquen. En une planta la encuesta revel6 estas opiniones: a) Los supervisores no estimulan a los trabajadores que participen en las remniones de prevencién de accldentes; b) Exis- fen todavia muchas condiciones in- seguras en Ia planta; c) Cuando se tnetuyes los eabajadores sobre una coperacién en particular no se iden- tifican exactamente los peligros que pueden existir; y, d) Se celebran euniones con poca frecuencia, ‘Tras examinar estas conclusiones, la gerencia pudo comprobar que, efectivamente, los trabajadores te- nfan razén en sus observaciones y se pudieron tomar medidas inmnedia. tas para comregir esas deficiencies, En otra planta los trabajadores opinaron que los supervisores se preocupaban de que realizeran sus frabajos correctamente; que la plan- ‘ta era un lugar seguro para trabajar: que no tenfan dudas Ge que la ge rencia estaba interesada en st segue ridad; que las condiciones insegu- ras se comregian tan pronto como ea posible; que habia cierto aire de orden y limpieza en la planta: que el entrenamiento en prevencién de accidentes cra adecuado; ete. Opi- naban, sin embargo, que: a) Las normas generales de prevencién de accidentes de le empresa se debian explicar a los nuevos trabajadores antes de que empezaran a trabajar; b) En la empresa so necesitaban mis reglas de prevencién de acci- ¢) Era necesario que ellos participaran més directamente en el Brograma de prevencién de acc: lentes, Estas encuestas todavia no se han ularizado, pero las empresas que Ti tienen en ‘pricdea estan obte- niendo resultados muy satisfacto- sos. Los formularios ayudan a diag- nosticar la efectividad de les medi- das de prevencién de accidentes. Para tener éxito con estas encues- tas, debe asegurarse a los trabajado- res que sus opiniones se considera seriamente y que se har algo posi- tivo para remediar las deficiencias que ellos ven en la planta, de lo con- trario, iran perdiendo el interés. Hay deficiencias en las plantas ue no se pueden corregir de un dia car un medio, por ejemplo una reu- nién, para mencionar que la geren- cia agradece mucho tal y tal opinion, Yy que esté estudiando fa forma mas ripids y eficaz de poner en prictica un remedio, pero que quizis vaya a demorar un poco. Para hacer estas encuestas, el su- pervisor tendré que contar con el apoyo de In gerencia en todo mo- mento. ‘Las empresas que hacen estas en- cuestas dicen que a pesar de que hay que invertir bastante tiempo y esfuerzo, el tiempo y el esfuerzo se justifican, ya que sé mejoran, entre ‘otras muchas cosas, la calidad del trabajo de los operarios y su actitud hacia la prevencidn de accidentes, © LOO ON El talento vale lo que se logra hacer con él. Una simple barra de hierro de USS5, valdré USSIL si se hace con ella herraduras; US$3.285 si con elle se hacen agujas; 5, US8250.000 si con elle se hacen resortes para reojes. 1B supervisor Lesiones en fos dedos ‘ro00s Los aSos hay trabaja- dores que pierden dedos 0 sufren lesiones en Jos mismos. En muchos ies, més del 50% de ncapat lades permanentes se deben am- putaciones de uno o mas dedos. Las causas principales de lesiones en los dedos se deben a: AL SuPEnvisoR 1. No parar y desconectar la ma- quinaria. Cuando sucede un acci- dente debido a que se dejé de parar y de desconectar una méquina, es ‘evidente que se pudo haber evitado ese accidente. Para evitar que este tipo de accidentes sigan ocurriendo, tp dscns sgn nuendo accidn positiva. En los contactos con los trabajadores, debe asegurarse que cade trabajador sabe que antes fe realizar una operacién de limpie- za o ajuste en una méquina debe pararla y desconectarla, 2. No usar carilla de empuje o gan- chos. Los supervisores nunca deben permitir que los trabajadores traba- jen cerca de puntos de pellizco uti- Jizando Tas manos en lugar de herra- mientas manuales. Hay trabajado- res que pierden sus dedos porque les resulta incomodo trabajar con las varillas de empuje. A estos trabaja- dores los supervisores deben de de- cirles que la comodidad no justifica ol pligo de perder dedos 8, Falla de resguardos adecuados. Una lesién muy frecuente en la in- dustria es la que s¢ produce cuando los dedos quedan aprisionados entre Ja rueda de amolar y el material que se esté amolando. Los supervisores tienen que asegurarse que los traba- adores que operan ruedas de amo- lar conocen exactamente el dngulo de abertura entre Ia rueda de aro- lary el apoyo de la herramienta, Silos supervisores ensefaran a los trabajadores a trabajar con seguri- dad y observaran frecuenterente le formia en que trabajan, para corregir los errores que cometen se podria reducir enormemente el {indice tan alto de incapacidades permanentes debido a lesiones en los dedos. © GHAN PENSADO alguna ver si Ios éxitos de otras personas les hace sentirse inferiores? Si se han sentido de esa manera, n0 son los tinicos. Ese sun sentimiento muy humano. Una de las cosas mas dificiles en esta Vida es slabar a un compafiero euan- do tiene éxito en su trabajo, Un tan escritor dijo en cierta ocasion: "Pocas cosas hay més dificiles en este mundo que soportar la molestia de un buen sjempic’. En verdad, la envidia que se sien- te ante el éxito de un semejante, no conduce a nada bueno, Los celos 0 enividia por la suerte 0 habilidad de wien lo tinico que pueden hacer, gusts es un agjero en a estémazo le quien siente esa envidia 0 celos, conocido como “ilcera”. Una naturaleza celosa 0 envidio- sa es un obstéculo gigante que crea toda serie de complicaciones. Es inGiti envidiar 2 alguien que es me jor que nosotros, ya que pox mucho {que nos esforcemos, siempre encon- traremos alguien quie nos supera en algo, sempre hibré alguien, que sera mejor que nosotros. En este mundo, en muestra em- presa, hay oportunidades suficien- tes para cada uno de nosotros para que tengamos éxito en una tarea particular, preocupémonos por lo- grar éxito en muestro trabajo y no tratemos de desacreditar 0 menos- preciar el éxito que nuestros com pafleros tienen. Siempre que veamos que un compafiero tiene éxito en algo, felicitémosle sinceramente, si Jo hacemos ast, también nos felici- tarin a nosotros cuando hagamos algo que merezca reconocimiento. Fl éxito verdadero no se logra menospreciando el éxito de otras personas, sino tratando de sacar el mavor provecho de nuestra capaci- dad. El éxito verdadero se consigue trabajando para mejorarnos sin pteocuparnos si otros estén tenien- i. SUPERVISOR los celos mortal do mis éxito que nosotros, si se les estd dando mayores responsabilida. des por su preparacién y capacidad, ‘més autoridad, o incluso més salario, Los celos o la envidia que llevan 2 desacreditar a compatieros de trae bajo, no Mevan a ninguna parte. Lo Xinico que se logra es crear enemi- gos y perder tiempo y energia — tiempo y energia que podria en pleasse én superar a nivel la Ga dad del propio trabajo. Aquellos que se dejan llevar por sentimientos pro- fundos de envidia, terminan por en- venenarse a sf mismos. Le envidia es un veneno més mortal que el de una serpiente. EI mejor antidoto contra le envi- dia es la confianza, Los trabajado- res que realizan una buena labor y saben que su trabajo es de buena calidad, no se sienten inclinados @ cenvidiat el éxito de otros compaiie- 10s. Saben que mas tarde o més tem- prano, ellos también tendrin éxito. AL surenvison abil In Venend Recuerdo que hace unos afios tra- bajeba en nuestra planta un traba- jador joven que poseia cualidades ‘excepcionales. Gon el tiempo pudo haber legado a ser un tomero des- tacedo, fuera de Jo comin, pero se dejé arrastrar por la envidia. Un ‘compaticro 20 afios mayor y con mu- cha més experiencia en ‘su oficio, aungue con menos habilided y ca” pactlad, producia: mis piezas que €l joven trabsjador. Yo obsorvé desde um principio que éste no hacia mis que observar al trabajador mas antiguo y ceriticaba Ia Tentitud con que trabajaba, aungue en realidad, como he dicho antes, produefa mis piezas que él. Le advertf una y otra vez que se interesara sélo por mejo- rat sti trabajo, que con el tiempo Tle- garia a ser mejor tomero que su compatiero. Pero no hizo caso, y la cenvidia le arrastré a tal extremo que la calidad de su trabajo, en lugar de mejorar, empeord. Llegé un dia en que él mismo no pudo tolerar més su frustracién y termin marchén- dose voluntariamente de la planta. La envidia, como en el caso que les he narrado, puede legar @ dos. truir las mejores cualidades de una persona. Cuesta el mismo esfuerzo, sentir envidia por un compaiero, que sentir admiraciin, Las ganan- Gias personales que se obtienen cuando se admira el buen trabajo de 1un compafiero con enormes. En nuestra planta no hay luger para envidiosos. Tenomos que traba- jar unidos, ayudamos mutuamente y siempre que podamos alabar y ad- mirar el trabajo de nuestros compa- eros, ya que si lo hacemos asf ellos también alabaran y admirarin el trabajo que hacemos nosotros. # Ho basta Gon ener carteles hay que saber usarlos ON FREGUENGIA, se espera demasiado de los earteles; el hecho de disponer de ellos, no es justfica- cidn suficiente para emplearlos a la ligera, Su utilizacién correcta de- pende del objetivo que se persigue, do la efectividad del medio en cues: tidn para transmitir o complementar el mensaje, de Ia clase de auditorio al que va dizigido el mensaje y del niimero de personas que lo integran, asi come de los medios y recursos disponibles. Los carteles que se encuentran disponibles a través del Consojo In- teramericano de Seguridad, de los consejos locales, de las compafias de seguros y de otras fuentes, gene- ralmente se encuentran divididos en dos categorias: temas generales y te- mas especificos. Los temas generales se reficren al correr riesgos, ignorar las reglas de prevencién de accidentes y otros cerrores hhumanos. Los temas espect- fics se refieren, como su nombre » Io indica, a peligros espectficgs. Por ejemplo el CIAS ha easficado sus carteles' en los siguientes grupos: caidas; construccién; electricidad; ‘equipos de proteceién personal; fue- ra del trabajo; herramientas — ma- nuales y mecdnicas; inoendios y ex- plosiones; manejo de materiales — manual y mecénico; maquinaria; orden y limpieza; prinreros auxilios y salud; sustancias quimicas y gases; y, trénsito. No existe una regle especifica que explique con qué frecuencia deben cambiarse los carteles, ya que de- penderd del tema y del lugar en que estén colocados. Algunos carteles podrén ser deja. dos en forma permanente. Por ejem- plum cartel sobre repiracién art ficial, en el salén de primeros auxilios, 0 uno sobre el uso de cierta clase de extintores de incendios, co locado cerca del extintor, Muchas compatiias cambian los carteles, sobre temas generales, a in- tervalos regulares, como semanal- mente, y algunas veces los rotan de 1 surenvison ‘un lugar a otro 0 los archivan y Jos vuelven a usar después de un aio ms 0 menos, El tema también deberd variar, Por cjemplo, poner varios carteles consecutivos sobre inspecciones 0 sobre maquinaria no es aconsejable, 4 menos que se esté haciendo una campafia especial sobre. el tema (el CIAS al hacer la seleceiin de los carteles pone especial cuidado en que los temas sean variados y que ppstdn ser usados en le mayors de las industrias). Para Jograr una efectividad ma- yor, los carteles no slo deberdn ser ‘eleccionados euidadosamente cambiados de acuerdo a un progra- mma definido, sino que también habré que colocarios en forma atractiva, cen Tugares bien iluminados y donde puedan ser vistos por ef mayor nie mero posible de personas. Deberian ser colocados en carteleras, tableros informativos, cerca de las entradas y salidas, en cafeterias y en Jos lu- gares donde haya peligros especia- les, como por ejemplo donde se L SUPERVISOR almacena pintura, recipientes de ba- sura, mequinaria peligrosa, etc, La cartelera o tablero de amuncios deberk construisse en forma tal que permita el cambio de los carteles ‘con faclidad y tendré que ser colo- cada donde los trabajadores la pue- dan ver cuando estin descansando momentineamente, como por ejem- plo cerca de las fuentes de agua po- table. Habré que centrarla al nivel de los ojos, mas o menos a 1,60 m del suelo, Deberé estar bien ilumi- nada y de ser posible con una ilu- ‘minacién especial. Una cartelera de ‘un tamafio conveniente es de alre- dedor de 55 centimetros de ancho por 75 centimetros de largo. Los carteles usados correctamen: te tienen un gran valor en cualquier programa de prevencién de acciden- tes, ya que ejercen influencia en las actifudes y en el comportamiento de los trabajadores. Uno tiene sola- mente que observar los esfuerzos que los anunciantes comerciales ha- cen para conseguir espacio en areas industriales © comerciales, a fin de ” apreciar el valor de los carteles den- tro del lugar de trabajo. ‘Al hacer la seleccién de Ios carto- es habré que tener en cuenta el fn especifico para el que se desea usar- fon Entre esos fines estén los sl guientes: 1) Recordar a los trabajadores os hébitos humanos comunes que causen accidentes; 2) Impresionar a la gente sobre Ja necesidad de trabajar correcta- mente; 3) Sugerir patrones de compor- tamiento que ayuden a evitar acci- dentes; 4) Inspirar un interés amistoso en los esfuerzos de prevencién de accidentes de la compasia; 5) Fomentar la idea de que los accidentes son la consecuencia de errores y la preveneién de acciden- tes es la consecuencia de la capaci- dad: y, 6) Recordar a los trabajadores Ios peligros especiticos. Los carteles son también titiles para apoyar campatias especiales, como, por ejemplo, el uso de protee- ci6n ocular o el mantenimiento del orden y la limpieza, También pue- den colocarse en lugares apropia dos carteles sobre tréfico, seguridad ‘en el hogar y aun seguridad de los peatones, ya que al promover habi- tos seguros en estas dreas se osté sromoviendo, en forma directa, hé- Bor sogureson el trabajo, Se han realizado varios estudios sobre la efectivided de los carteles en el entrenamiento y en Ia motiva- cién. En una empresa se realizé hace ya varios aiios un estudio sobre esto. En seis plantas, durante un perfodo de seis semanas, se colocaron earte- les recordandoles a los trabajadores que tenfan que enganchar las eade- nas suspendidas, Se utiizé una s tima planta como control, El resul- tado fue que en las seis plantas, antes y después de la exhibicién de Jos carteles, hubo un aumento de un ocho por ciento en el cumplimiento de la regla. En la séptima planta, donde no se mostré el cartel, hubo una pequefia disminucién en el cumplimiento de la misma regia. Apesar de que el uso de los carte- les solamente sirve como suplemen- to del entrenamiento anterior, las plantas que al prineipio han tenido los indices més bajos en e] cumpli- miento de las reglas de preveneién de accidentes son las muestras més sobresalientes. El uso de carteles in- dividuales, durante el periodo del estudio, demostré ser un poco més efectivo que cl uso simultineo de varios carteles en el mismo lugar. « Las MINIGUIAS sobre primeros auxilios No, 2 PRIMEROS AUXILIOS No. 4 RESPIRACION DE SALVAMENTO son folletos de bol >, escritos en lenguaje sencillo, que no deben faltar en ningun Programa de Prevencién de Accidentes y que todos los trabajadores y sus familias, deben tener. Ot EOE. 2 suprevison vida o muerte uN HOMARE regres6 a casa después de un dia de caza, con un jabalf al hombro, Su hijo, de 7 aos de edad mirababsorio mientras su wire colgaba el jabali en el patio Empecaba'a quitarle el ever? Impaciente y queriendo ayudar, €lnifo tomé un cuchillo y empezi a imitar a su padre, con taf mala suer- te que el cuchillo se le resbalé y se clavé profundamente en su rodilla, & sureRvisoR Sin perder tiempo el padre a mhijo en el automovily se digis 4 casa del médico que residia en un pueblo cercano, a unas 15 kiléme- ‘ros de distancia. Cuando Ilegaron ala casa del médico se encontrd con la sorpresa de que no habia nadie. Tras conducir otros 10 kilémetros egaron a un hospital. Una enferme- ra abrié la puetta indicandole al padre el camino a la sala de emer- gencia, donde colocé 2 su hijo en tuna camilla, : : EI padre, tranquilo por fin, salié de la sala y se sent en una sila en la sala de espera... a esperar. A los ppocos momentos tun médico apare ié en la puerta. No dijo una sola palabra, sino que permanecié alli, moviendo de un lado a otro la cae beza. Un temblor recorrié al padre de pies a cabeza. ‘4Cémo est?” progunté balbu- ceande aunque conocia la respues- ta, “Su hijo murié antes de llegar al hospital”, respondié el médico, “Se desangrd y murié en el cami- EI padre de este nifio pudo pro- a bablemente haberle salvado la vida si hubiera colocado una gasa, una tela limpia o un paftuelo sobre la herida y lo hubjera atedo firmemen- tea la rodila, En algunas emergencias, como en Ja narrada, el tiempo es mis impor- tante que toda Ja experiencia médi- cea en este mundo. La vida se escapa @ medida que pasan los segundos. El médico, en casos asf, no es Ia prime- a ni tinica soluciin. La rapidez, di- cen algunos médicos, es Io mis im- portante en algunas emergencies, En una reviste médica aparecié tun estudio sobre 681 personas que sufrieron ataques cardiacos, La ma- yorla de las victimas no recibierom tratamiento alguno hasta que legs 1s ambulancia, (tempo ‘promed § minutos). Solamente un 8€ sobre- vvivi6. Pero algunas viotimas fueron revivificadas por peatones, ven este grupo sobrevivié el 39% ‘Cuando la revivificacién empezé en el primer minuto después de hse ber parado el corazén, el indice de supervivencia subié aun 61. Re- sultados como estos han levade a al. tmos expertos en Ia materia a afir~ ee podrian salvar la mitad de las vietimas que’sufren ataques al corazén si recibieran asistencia inmediata durante los primeros mi- autos En Alemaniz Occidental todos Jos ‘conductores tienen obligaciin de lie. var en sus automéviles un botiquin de primeros auxilios y una persona que desea obtener una licencia de conducir tiene que presentar un cer. tificado que acredite que ha recibi- do instruceiones en primeros ami. Tios. El que no se tenga un certificado “ de esta clase no significa que no se pueda ayudar en un caso de emer- Reneia, Cuando la respiraciin se para, el remedio més eficaz es dar respiracién boca a boca, La apli- cacidn de este remedio es mucho mis sencilla de lo que muchas per- sonas se imaginan, Todo lo que hay que hacer es echar Ia cabeza de la Victima hacia atrés, soplar aire en Ja boca, habiendo cerrado previa- mente con la punta de los dedos los orlfilos de le narz para que el aie no se escape por ella Después de cada respiracién, hay que remover Ja boca para permitir que la victima exhale el aire ‘Tampoco se necesita ser un salva. vidas para salvar a una persona que se esti ahogando. Todo lo que se ne- casita es echar algo que flote, como un neumético, una caja de madera tun balin de plistico, ete, de donde pueda agarrarse la vietima. Pata parar una hemorragia se debe aplicar presién directamente sobre la herida. Esto se puede con- seguir incluso con la mano. Seria mejor sise dispusiera de un pafiuelo © un trozo de tela limpia, Si se dis- one de un botiquin de primeros au- “log, Io ideal et limpiet un poco Ia heride y después vendarle fuerte- mente para tratar de parar la he. morragi. Mucha gente cree que salvar la vide de una persone es muy com- plicado y que las vidas se deben de. jar en manos de los médicos. Pero no siempre es ast. Cuando el tiempo v Jas circunstancias lo aconsejen una persona con conocimientos biisicos de primeros aurilios puede ser la tinica salvacién para une vietima en caso de emergencia. * Et supmevison Pooos mtrses después de ha- berse mudado a un pueblecito, una seiora se quejaba con una vecina del servicio tan malo que recibla en al nico supermercado del pueblo. Esperaba que en Ia primera ocasién que tuviera la vecina, Ie hieiera sa- her al dueio -tinico dependiente del supermercado- lo disgustada que estaba con el servicio, A los pocos dias de haber mante- nido esa conversacién, Ia sefiora fue al supermercado, y cuél no serfa su sorpresa cciando fue recibida con vuna gran sonrisa y amabilidad. E] duct Te. ef que esperaba que le gustara el pueblo y que le comuni- cara inmediatamente si encontraba algo gue no Je satisfaciera total- mente, ya que estaba muy interesa- do en que ella y su marido se sin- Beran bien. A continuacién In aten- did rapidamente y con eficiencia. Horas mis tarde la sorprendida stienta le informé a su vecina el cambio tan radical que habia pre- senciado en el duefio del supermer- cado “Supongo que le difiste clara. mente”, dijo Ia sefiora, “lo dispusta- 2 surenvisor da que estaba con su servicio, ya que esta manana me ha tendido estu- pendamente”. “En realidad’, Je contesté la veci- na, “hice lo contrario de lo que me difiste, Le dije que estabas maravi- Ulada del buen servicio que recibian en su supermereado. Y le dije tam- bién que durante los muchos afios que viviste en la ciudad nunce te habfan servido tan bien en ninguna parte”. Los seres humanos tenemos armas poderosus para cambiar el mundo a nuestro alrededor y hacerlo a nues- tra imagen y semejanza. Una de esas armas 8 el elogio, que os capaz de cambiar actitudes més ripidamente Y¥ con mis eficacia que la eritica. El Ser humano que se siente halagado y elogiado, trata cuantas veces pue- de de poner en préctica la actuacion que le ha merecido el elogi. EL supervisor astuto que desea cambfarla acttud de agin taba dor, lo conseguird mas répidamente si se concentra mas en elogiar sus cualidades buenas que en criticar Jas malas, ©

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