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La vida reat del sigio XX y un cuanto relatado fen Ios noches, cuya accién se desarroiia en el sigloXV se entrecruzan en esta primeranovela de Ana Maria Giiraldes. Y ast sucede hasta que la ficcién que no es sino ef pasado de Ia protagonista- se comienza a vivir como reali- dod, Elestilo agi, enretenido y natural de la au- tora desplerta de inmediato el interés del lec- tot aquien se le hace diffcil dejar ebro antes de llegar al desenlace. Lavida diotia y el mundo de la imaginacion, donde todo es posible, se unen a través de Elelvina y de Francisco, un nifio que se conver- 4rd. en el protector de Ia joven bruja y gue, ‘qudazmente, infervendrd para lagrar que el cuento del sigio XV tenga un final feliz. @IRDET? 4 eh nvers Wo, 9 ISBN: 956-13-0925-4 Ana Maria Guiraldes UN EMBRUJO DE CINCO SIGLOS ‘Ninguna parte de estx publeacién, Incuido ef Jisenn de feproductda,almcenada 0 transmits en man ra ya se eletico, quimico, mecénieo, dptico, de gph ermiso previo del eter over Dect eccon, 208 ncn eon, 00 Duras ein, 2004 ectnverrers elo, 208 Decineruans icin, 2801 Deecineaguits ein, 20005 Dedimoseats ein, 26) pectmoseprins elle, 2080 (© ANA MANIA GOIRALDES, (© EDITORIAL ANORES BELLO ‘carmen 8, piso, Santiago Registro de Propiedad intelectual Tseripcidn 78.29% Saetiago - Chile ‘Se verming de lp esta decimoséptima edicibn ‘de 5.000 clermpares en of mes de ail de 2008 IMPRESORES: Productora Gries Andros tds, IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE ISIN: 956-13-0925-4 doors, puede ser nga med, ANA MARIA GUIRALDES UN EMBRUJO DE CINCO SIGLOS ILUSTRACIONES DE CARLOS ROJAS MAFFIOLETTI EDITORIAL ANDRES BELLO INDICE UNA MUJER DELGADITA ..... EVELVINA TRABAJA CONTENTA 1 CUENTO DE ETELVINA .. —4a princesa bruja, Primera parte 1A PRIMERA SALIDA .. La princesa bruja. Segunda parte . ROBERTO, EL ARTESANO. MELIBERTO Y MELIBERTO. -—la princesa bruja, Tercera parte MEGA LA ABUELA —lLa princesa bruja. Cuarta parte ETELVINA ES SORPRENDIDA ... La princesa bruja. Quinta parte AIADA O BRUJA? POR ULTIMA VEZ, EL CUENTO —La princesa bruja. Sexta parte iBUSQUEN A ETELVINA!.. ‘MAS SORPRESAS VIAJE AL SIGLO XV .. UN ALMUERZO CON SOBRESALTOS. 115 ETELVINA Y MELIBERTO .. FRANCISCO, PAJE DE ETELVINA SORPRESA ¥ ADIOS «ore EL REGRESO. La autora y su obra .. 149, ‘UNA MUJER DELGADITA Etelvina abrié los ojos. En forma instintiva ‘extendié una mano para detener el vuelo de su amplia falda de seda gris... y algo duro pinch6 sus dedos. Un grito de sorpresa ‘escapé de su garganta: estaba en lo alto de ‘una palmera! Cerré nuevamente los ojos. No hace mucho, q descendia los trescientos escalones de su hogar con el maletin de viaje, acompafiada de su madre. Y claro... ahi, a su lado, estaba la valija con estampados de funas, soles y dragones. ‘Sin intentar moverse, en medio de ese ruido desconoci- doy molesto, y con una inquietud muy parecida a la angustia, trat6 de serenarse. Hasta ella llegaron sonidos de voces, risas fuertes y gritos de nifios; sinti6 el sol en su cabeza y las ramas entre sus manos. Escuch6 los latidos de su coraz6n, cada vez ms ligeros, como tambores en sus oidos; recordé lo terrible que habia sucedido en su hogar y, aferrada a su maletin, llor6. Ya no Je cabia duda: se iniciaba su castigo. Bstaba en el siglo XK. ej pasar unos minutos hasta sentir que su cuerpo y su mente volvian a la normalidad. Poco a poco intent6 adoptar tuna posici6n més cmoda arriba de ese colchén de hojas puntlagudas, y movi6 sus pies en busca de un buen apoyo. 0 ANA MARIA GUIRALDES: Hasta que, acimicada ‘entre‘el rimiaje duro, tomé fuerzas para mirat hacia abajo, Sus oj6s péquefios y tristories se movieron de'allé para acé, All4, unos aparatos se desplazaban a toda velocidad por una calzada brillante; cd paseaban algunas personas entre Arboles y flores; all4, nas casas pequefias en comparacion cofi su hogar; por acd, otras iniménsas, répletas de ventanas, por alld, unos nifios jugaban con el aggia' de vina'pileta. Casi sontié. El lugar éra hiermos®, colofido de flores y sonibreado de drboles. Un hornbre caminaba mientras leia'y und anciana Je conversaba a un perro. @Y eso era todo? ;Nada més le ofrécta ef siglo 00 Nada més} apatte, ‘claro ‘estf, de’ esi sénsaci6n horrible que’ le apretaba la garganta? Solt6 una ligrima y's6lo la aprecié un gorrién que pas6 aléteand6 cerca de'su cabeza, Ay, Etelvina;“debes mirar ‘blen a la gente: de ellas deperide'h felicidad o inforninio en el castigo, recuérdalo... “Y volvi6‘a mirar, Sees Dos petios se’ perséguian y‘ dos nifios de la pileta los inmitaton. La pile Ia tenia casi hipnotizada! jquéichorro tan potent lanzaba hacia lo alto Pero un choiro de agua no era suficieitte'para hacerla feliz. {Es'que no habia ninguna familia efi ese lugar? ¢Ninguna ‘sefiora de rostro gentil y. confiable atte quien preséntatse; diciendo: “Buena majiana: ;seria usted tan gentil de ayudarme en mi infortunio, para nfo verme obligada 4 vagar en esta ciudad desconocida y en este siglo que me ¢s'ajeno?” —jOh, Grande entre los Enormes, creo que fuiste deriasiado sever! —gimi6 aferrada a una rama de bordes punzantes. * f Justo en. esos instantes; cuando ‘ba #’comenzar a llorar fuerte porque se le vino a la memotia el amado rostro del que casi fue su novio, y sentia que estaba absolutamente sola en el mundo, tan sola que mAs valia dejarse secar alld arriba al sol, legaron a la plaza‘una’ mujer y sus tres nifios. Desde fa UN EMBRUJO DE CINCO sIGLOS a palinera Btelvina la vio. Arrastraba ‘un cochecito. Un par de plernas se agitaban desde unas sabanas celestes. Apenas la seftora tomé asiento en el banco de madera el nifio y la nifia ‘salieron comiendo. EI lanz6 una pelota pore aire, y ella la trat6 de recoger. Esa era una familia. Ftelvina se acomod6 de nuevo. La esperanza la hizo suspirar entrecortado, y sus ojos se prepararon para no perder ni un détalle, “lige bien, Etelvina; debe ser buena, muy buena. Parecia buena. Tenia modales alegres, como si atm le » inteligente al sespondest* “Sterne als mia dp e-Criae ee | ne anid aia commits” =cut aide 4 Giatie —ta ela brit se apres AL g que Sébikte dlvidar y Bupongo @ieja ‘olvidaste —aclaré la relia. Sus ojos eniviaban mensajes que Btelvina no quiso capter. 7 Porque prefiri6, come siempre, Smit aie a est Meliberto ya no lo quiero. Méximo y Arévalo se mirargn. EL beujo.bajé el i y wing a tere verde, Se escugnd ur. leye susp Areva FEAR IRGO tAT6 7, ving, incrédulo.. Emonces ela, con ‘yor. tan leve que et nifio apenas aleuna6 a.escuchar, runs: —-No lo quiere porque foamo, simplemente. ¥ mas an: a lo ay : ‘Pero, zcomo se las iba 2 ateglar Btelvina para ver nue vamente a su novio? dire un dragin o.ao? Donde estaba? Etelvina, como si hubiera gopdo pensendp emacaments to” mismo, preguntS en tono inocente: —Madre y Reinz mifa. Me preginto qué pase conmigo comnde perdi el conocimiente al baker fos 300 escalones dei cast —iSi, cuenie, cuemte! —salté Francisca, Ceseose de saber ef resto de ' historia, Axtyalo se acomodd en a sila, La seda del weatido y Ja seda del tapiz sueurraton a dio. Y entre soibo y Sorbo del, Heuido celesie, comenzi, —Decidi que sl, perdias el sentido ta suftimiento seria . ue, cinndia me destacetate, fe torné én brazos. Comes menos que la casi no pesas, y te levé sin problemas hacia el Patio de los ve Severos donde esperaba ef G: ae ie ido: UN EMBRYO DENG FGLOS pio pect mtarurspoarpenue ery A “Aeron: levantaba los Br exe to oAhG, abd, 34. "yo as v llegar al Pasip de los He- chizns Severcs.. ‘psvalo me explce si cgsto de no despet, tame. Acepsé. Entonces levanté mi puto, para, ceciear, el hechizo adecuado, BL brujo se puso Cyatido omenad 4 hablit, Jas cn a eS SE ous hao 2 quebraron 36s platos en la mano, ai ‘Al siglo XX merengue al sigho XX 1 ints “y de ese siglo algin oi algén dia yolverés s6lo Cuando este castigo se cumpla, y 52 cumplicd «$610 ckando €st6 cumplido * die menos; dis exis” EI Maximo baj6 el brazo y tom astento, ia reins, comlos jes puestos en:un punto indefinido cei comedor, contin’: EDesapareciste en medio de ‘una tus anil t Ava, hija. Entonces i joven moral que te mirabe como us bobo se eché al suelo; Forando, sus manos, golperban Ja. tierra y también’se, dio-unos/cvastos. . ge eecuehun sesopiiclo Ue Eevina que caaeDee para ae. srado, Sra ms ta0'—dio Ae. ‘=-Gupuse que esaba ate su . valo, Sus dientes pequefos eparecisn ce caanda en cuance, al hablar: 0 Manntatte ecverdas lo qe hablanos ates ek mi castigo? —Btelving traté de ques vor sosara Taecaathee que convinimos en eue as eyes de fos brajos 29 tienen por-qué-afectar.a-los morales? sRecordaste 50? ibe. 54. ames ‘AINA MARIA GOTRALDES 2 ‘EMBO, DE CINCO sIGiOS. ma, Suteki ; sak buene. : Inhinotia de: digo per pa ai dad y Par poner pach alan ‘aes pane ora at ot ian ta mena mee Reber, mee Fete Porque signific’ cage oe bonny e P discusidn con la reind. * Pero esa mujer no sonrefa nunca, if ne eo alan vali iia vac el Mea, Sues mn Pero abel en lax, degonerizas. Bae fe su castigo —Deade have cuatio moses, O sea, desde que te fuiste, : Francisco sujeté a Btelvina que resbalaba porel tapizde | eda, cba el fame moval et qe deren foe 5 Jos Berto, estaba-en ef castillo! ‘Arévalo setevacn6; El Graside entre los Enormes bosie- | 2, esti le bene, gun cas se ceriron,y secs dori i en'fa silla con ef pufto-en alto. i ratielsco’¥:Brelvina carninaron con Ja reina hacia el | salon del castillo, La brujkta estaba muy palida; restregaba sus: \ de pubseras. | \ | Q =p s " : ; Oy opens con ‘ocho, ahogadls“ pepe cep rere nerd i oe rare : pee oe enfrehtarse-a ‘un: superhérde:de pelicula-de':, asustado, expectante. thanos acaricio ta Feehan entre wi rea ore ie fo mid con dfs de suo. es a Oo Eee Sin altro i Us fori sane all cerebro: telvina, de pie junio a la mesa de oclio patasy se agarr6 eee asus pulseris, Meliberto extendia el maletin estampado: ‘Los labios de Ta brujita mumuraban cosss’ que nadie entendfa; Meliberto pestafieaba; code plapaie le Pesibalt ldlo, Los ojos, idénticos a los de los Berto del siglo XX, 2 ees ear ns ean : se de Antal comé inks ca que leo a wl ats =eQuéshace usted ac . : pare a waves de algodones: La respuesta. ili, on a mans debs de a peas Vine wna IRF. 6310. OQ me aN aA CMAN NS | FF i105 DOS ESTAN FINGIENDO! {TODO HA SIDO UNA BURLA, Y LO SUPE SIEMPRE! Los ronquidos en el comedor cesaron, Los zapatas de! rand cra le Enoxtes a secieron en el umbral antes (quea igura Mi6 al ela que entreaata sus rgidos labios yal Joven que s¢guia con el maletin extendido, De inmediato ‘$1 pio se elev hasta el techo, Las luces del exterior, desde {as vertanaslargas en fa orila misma del techo, Duminaron su mang. “—jEmpezaron los problems, ragolierizo? voelfers, eS re so intuyo. Alun- Te eared table ‘habia ‘gle exiviar lejos al mortal, antes’ Seleearean dn \Pero veo que testes algunas debllida- madre Por ert. cei mee jo me giltes —susurrd aie una Areva abs + se abrieron mucho esta vez para modular coe Oe oe Se ote velar por el orden 3 btujo, Bot los testipos de los Sits tesa eae ata go en.una mirada sraectcnct ance REUNION INMRDIATAY ACLARATORAL “bane of LUN ENEBRYO DE CINCO SIGLOB We, “No tems te defenderé —susum6, “la no reepondi6, Caminabe rairando hacia stréa, Mel. tena, one ei teal. sequa.con pasos: inse- sguros! ; Tntaron, Hl dedo del Grande entre oe Enormes indi : 2 cada vino un asiento, Arévalo permainedi6 de: ple, eon tot. bos cunude ojs emutablesy abies convene en unt. tend nie in Ere mae fo Ni squlen. Jevant6 su piiio para hab eh any eon ti pegs ipenaen os prbionas d Bes tem Tea, Mliben también, No dijefon a ‘ salto y ou cabera quedé a la ale rodiliag ieLaashens du ogee mirc difecsa 2 los ojos, y grit: eactichente! Oo) st... ~8ac6 con los dedos unos complicados célculos—, ‘conoct a su tatara-tatara-tataranieto, ipara que lo sepa! Se ama Robesto, es artesano, y su padte es un sefior llamado Herbeno, ho de un eine palo re ou punts, usted ccspeide pis an no e ami ya Brel de Mébbette.. Se call6. eat tinal siti La vor de Arévalo se escuché en un murmullo ahogado: Esti loco. Ls repre grrisetata sed macho, sabe lo que { vivido. El nos hablé nombre terminado en Bere! (Y saben: por que? =pBOR QUE s—pregunazon toes. rrancisco quedé en suspenso, (No tenia fa mienor idea! eePOR QUID —nsseron, Francisco abrié la boca para responder algo y, ob, mae avila loraupol jlo supol gif sexta el encargado te ere madison pars el fara! taba a punto de inventar la [UW ENERO. DE, GINCD NGIOS 2 tradiciGii dé los Bertol jlo que él.dijera ahora seria la.verdad para el futuro y, en-el fururo, fa verdad del pasado...“ —Seneilléieate porgtie su nombre formart yaa cadena de amor, Una cadena que nadie romperé en recuerdo del amor de elo —Indieb a los enamoracios-~, Bn recuerd6 de els que vencieon todo: shasta al tiempo! ‘Pranicisco ‘callé, Respitaba como st estuvient rendido. TTenfa muchas ganas de llorar! Y¥.como apenas tenia once aos, esofueeracamenelo que hizo,” | Erelvina comié hac ¢l Ge dejb earch cota echo delgado desu ceria amiga jos sllozis se escustaren un mato en el pequefio saioncito, #1 Grande entre bos Eniocmes, mudo, miraba-a Arévalo. Y ta rein, casi evaporada’ de biancura, movia. 8 labios sin hablar, Meliberto aprét6, cl mafeiia de Erelvina, “Madre, Maximo: todeieso és eno. La Leer ami descendencia. Solo que 1io sabia si érx yo v otra lage sc habia cacado con Meliberto. Pero, al parecer, ame esperado se sontoj6,.. HY quiere decir que ustedes 10 ac ‘ceptaidn —-canchiy6 Franceen conn fo het Se Bele te ‘enmisiglotiene que.comenzar a suceder aiora'—agre- aioe tonne ncaar ol erwedo de paged y fAUrO. ” —Mi hija y un dragonerizo niortal —rourrauis Azévalo. Estoy confundido —el Maximo levantG los brazos'y Jos dejé caer. ae SeocbenihtO a 1 erin a taraes con un orgulo enone Me cortron que exen Dagobess, aire, Béelbestos y otros:més. Ebel Vary gut nome ee Bueno, sugiero ‘Mercedes Tele, 63. 128 ‘ANA ARIA’ GERALD ES asi ie Biregla riotbke y no'se cota la tradcion ~Melibert. . hhabks con su'Vod gangosa'por primera vez. nese ea el nombre! “gi Fac eo de 00- QUE extra hnecia adelante? “ahora Melfoeo hablo con un,no 36 que de iblera.en stt voz, Pero antes, con un timido, ademin,, scarici6, tos cabellos de, Rranckcn: —Pido formalmente a usted, réina Arévald, y a usted, 2 ‘don Gunde entre fos Engrs, la mano de la sefitta Etelvina, princess bruja. Y. ante ini, eon 2 bagel. feliz, haota romurciar <} Oltigo “we anio Jen en compo on = satba, Ia mesa de ocho patas se deslizd occtsu carga Se ee esctichar' tin Ssuspito. aR Cieschcce a bandera paté de : ens ee paneer 2 52. gue, e! iS ele tae toon scp on 12 ieoddan, Gu csplstsatinat Pods evita fo que nei siglo XX era una realidad Asévaloy el Grande entre lis Enormes sé mitatta:$.lg0 era ue echo €n al fuer, era porque ellos to decidir sy liadhicod wish, > Ath Francisco dio un salto, ‘Sus gritos Ge alegria espantaron oH. ie penoeteas ae Que esctichabian tras las uy cot se ental ono a en aca 2. LN ENERO, DE-GnNEA SiahOS , Los novios se abrazaron como si.snuchos siglos los hu- separado,, : : j | | : | entenazes de sapos cantores, guiadds por ta ‘enéigica soon Gosh cteeccoban Ect dl ttn, Uso 2 ‘uno descendian ios coches de niebla replétos de brujos de. todos los lugares de Ia Tierra y se estacionaban a loancho det camp. i ‘Los invitados ‘avanzaban hacia suis lugares, Francisco’ miraba desde una habitacién del castillo negro. Estaba nervioso, Hrelvina le habia pedido que furera el paje ehcarga-" do de evar las sortijas...Uin, cojin de raso negro con mostacillas de plata esperaba sobre la;mesa, y en el medio, las dos argollas azabaches. . Los trajes de las brujas eran increthies, Penséen su mama yenla abuela, y lo encantads qjut lithe estaclo cbservan- do. Allé reia una bruja de‘ ‘coniun yestido del {UN EMBRLIO DE CINGO SIGLOS mt ‘Btancisco recosté su frente en Ja ventana. Sus ojos ya.no » se asombraban; Levaba dos. dias ene siglo: XV-y Jabia: « conoddos'todo'9 casi.todo. fo -inteiesante;: Sola faltaba Marisapo. La prima envidiosa 1a que no de\étiempoparaque Bielvina pudiera hablar con stimadee y convencerla de que amar @ un total era amar a wn hombre: brujo o:no brvjo, Peronadie le nombr6 siquiera. Etelving, demasiado feliz, mirando loe ojos de su Meliberto, y la reina, por su parte, dando Srdenes a Momo para que preparata los mvis.cleticio- s08 platos. para la fiesta de bodas de su vinica hij, ¥ et Maximo, sin-tener.ya nada que’ haces, luego-de la. boda pretendia regresar al norte. Hi tnico:que se preocupaba de ‘Marisapo era él, Francisco. e Pero 10 s6lo por Marisapor Qué pensarian todos en el fiuro? jBstarfan preocupados?-Ar pesar de. que Btelvina aseguraba que st ausencia hasta este momento no seria mms me ‘ANA’ MARIA'COIRALDBS' de dos-hons, 2: Francisco i -parecia’ al fenpostbet Seguraent a 1g» policia andaria| buscindolo:y:-su foto todos los diatios. ¥ en lattelevisi6n, un sefiorita chess wy saa dirfay “De siuestro:servicio:de.utilidad: :/ piblicavise ha perdido-un-nino de diez ia puerta'de: sw habitacién. :9¢ 'abriby: ycented Rielvina-El nifto lenz6 un grito. ;Qué fea estabal Tenia la cara Bo fo lef gu west revit ‘de, chad: fe Haman “méscara dé belleza”, También fo-vi'en w television, y Serpe ele oe mefor yo'liciré guapa, como las novias ,adianke'a pesae del barra que cubsia iy ea een dion AUN AMORING,DE CINGR SOUD,- yieBS cyst montens ca el dempo par 707 Metbeto pudiéramos ser felices. Siti no me descubierto en ‘ef fururo, nada de esto setta ahora posible, :Quién iba a pensar que en el castigo iba a encontrar mi felicidad? (6, temblorosa. oeee ip mejor ef Grande entre los Enormes to hizo a pro- pésito —balbuced Francisco, To que #8 tengo claro es que tt sexs un hombre va- teros0, de een que saben defence Soave consian justo ‘Oo ae ANA MARIA: CORRALRIE Y salié luego de una dltima sonrisa. Francisco qued6 solo. A las doce estarta de regreso en su ciudad del siglo XX. Donde reapareceria? .¥ a qué hora? Pero lo mejor seria no pensar en eso ahora y disfrutar de ese acontecimiento que le esperaba. ‘Volvi6 a fa Ventana, El sol lanzaba sus ditimos rayos, extrafiaa la que habia asistido en su vida, Aunque él hubiera #20 s6lo.a dos flestas, se daba cuenta, Incluso.en los cuentas, 1as:bevjas, no se eanagn jamisn os si ‘En. es08 momentos los mozosfidece, conan con ‘unas lias.que.edomaban sus cabezs. ‘Covunos'teinta mozos delgados, Sostentan.en.la punta de. sus dedos unas vasijas muy parecidas z enormes chacaras de, omeces;‘las que -ofrecian.-a,..os, invitados.,junto 2, unos luego tragaban un. ce dejaba escapar vahos blanquecinos,;) sii <:» ¥ do promo, un: sonido liondo reperoutié,en una *O” ictemninable: ca 20 sl en ‘os invitados voivieren sué-cabezas hacia el castillo y se. dispusieron, silenciosos, en dos largas columnas que defaban. tun camino ent el mmiedi ot y-magnol er ‘Momo levant6 sa bandeja-de placa y Hegaron corrien-, caliente, Francisco} nerviosisimg; tomé élialmohad6n negro. Sin. -despegar la vista de Jas sortijas:azabaches camin6 my, tieso., LUN EMBRIO: DE CINCO SIGLOS 135 Ihacia le puerta del dormitorio. Atravest quince pasillos. Baj6 doce pisos.‘ Gamtiné por: el Gkimo, y-largo’ pasadiao de alfombras grises: Comenz6 a. descender In escalera hacia el caiter Be ewan roe to ness Hage : “Ant, frenté-ala puerta de ébano, esperaba Beelvina junto a.su made, eer ae Asévalo, con la cara blanca y los labios pintatlos de az, » envolvia su cuerpo en una amplis y rigida capa de cuero tinado contra cayo fondo negro saltaban cientos de lunares, de oro, Un cuello altisimo ocultaba por detris su cabeza, pero resaltaba de frente la blancura de su garganta. No sonrefa. Sin ‘embargo, contemplaba a su hija con un brillo metanoélico. ‘Aclla, la brujita delgada, més frigil que aunea, a puato de desvanecerse en un traje de espuma color marfil, cuyos borties flotaban y cafan nuevamente en st lugar sin que ella se moviera y sin que el viento soplara. Sus cabellos estaban ‘en un mosio cénico que se eleveba veinte cemtime- tras por sobre su cabeza y, en loalto, treinia y neve pulseras de bronce, una sobre la otra, amarradas con hilos de oro, formaban et tocado espectacular. 6t 26 ‘SANA MARIA GORALDES » sBranci3bo fleg6 junto a ellas. "Traté dé Soncetty Artvalo, oe enanieces ija ¥ Brabcisco se puso frente a las:dos, melodia ‘sin. vores; una’ ‘sapds “eonnenzaron: soda arcana de hosed Btelving, qxando ellos descendieron los trescientos escalones del palacio negro. | | cis 8 ce de bn ds Stic de Fie ‘SyiiPh elitn ieinoe fe tabi ex pato yc Cutiosidadl EL miahos se ddelahtatbn para tock su rstro Got se thantenia ae ‘ofos ea Ie Aiguea enor y quleta a tz orila del pantano. Atrés, las pisadas silenclowis de ‘evatey Silva apes coiaban sobre los pelos te Boves que cubis canes Soa ce goes se votes el aimohadéi'a ld aliura-de'sus natices, y lege hasta donde: ‘enki que llegar 81 Grande entre los Enormes levani6'su puto” derecho ¥ lo abi6, separarido los cine dedei de la inonerisa arid’ Francisco se colocb ‘21 lado" Gerecho' del Maxitho. Parecta wn juguete de ptos cdiettios acorspattando's un ‘giganté’eott-ojés'de Plelvina sok Wand de'su madce:"Arévalo se'destins hasta: octpiar su! lugar al duro fado del Maximo. ¥: ahi qued6 BteWvin tilda, con os os ablesto, mientras mu vestido se smovla hacia alld y hactaacd. °° eto suport ue eio- Meliberto salt6 de} coche. Francisco lo vio caminar con ‘as rodillas temblorasas hacia la novia quie esperaba con una mang extendida. ‘Cuando lleg6 junto a ella, él’ Grande entre los Fiormes blo au puto, Arévalo seg atin pda x Pranelepo von el almobadén, Quando, ¢f Maxitio tayo una ‘sortija en cada mano, ef coro de os sapos comenz6 una cancidn muy’ suave,’ Ia, cant deme is ue leno yore UN EMBRYO DR COD SEOs roa Ahora lloverd luz--susunr6 Etelvina sin soltar la. mano... de Meliberto que Ie miriba como ai fixer una muteca de canastés; hasta’ ques.’ spain ee : foto. "be desprendiéron y’ escaparon ot spac cientos, cientos de miles de esferas ‘de colores parecidas a: globos rellenos de agué que no era agua'sino algo tan liviano ‘que subieron y subleron y siguieron subiendo hasta tocar los foe de las estrellas. Algo eon6 mde fuerte que tin truénd suave, Jenta, gota a gota, Tovi6 faa eatendi6, sus manos para ieéibir tos colores. as kabens baleban y os bulls orréaban, mops, en ombros y brdzes. fle, gue —ieeguns Ein, Su ‘Su vestido se movia y seltaban las guts Ge hz hasta el suelo 20 pods nl responder, ana ae de cto asustader, ti balla, abl, all ges el Méitimo, dando ‘altos increSbles con sus plemas kilométricas. Tintaaveon sprcin Cuando todos todos levantaban el pie'derecho la-masio,, iaquierda para inktiar el baile de moda, un silbido largo y 64, sgt wee lb dene esi eveertentos, ‘Todos levitntaron Ia‘tabeza: a bez que llovia! sobre los naraajos. 5 Marisapo five fa primera.en hablar: ioe ne rp ai algo esboz6, ‘sonrisa ane iia if Greate ¢ Engims cattispe6, inconiod 7 cae ee cnenion drarstilzst ud sacede conta mésice? ‘Los sapos dejaton de Coniemiplat la ¢2cénid y Celso, con tnpgan de sus pate tiie, 9 ef inglsy sesso are reiniciat el canto, 9 12; ANA. MARIA CORALDES, —iNo crees que el perin es major que el castigo? JNo te gusta este fial de cuento?” - Francisco ke devolvi6 ls sGnitisa. Su nia 1d ‘soltaba c} vestido, ” Stas 16 hizo, un’ pedano’ de gtriero estaba te, fom ‘Ge 'ndviat ~gimi: No, il amon yo ie Se fe posible —etisur6 ‘con mnitadd exarafia: pectio, Toes. te “ne fa frente, en’ en en ; Ze ‘Sf, ‘se mézclaban con el violin de las vooes” Pequeiio amigo: pts Seen ppt pard Clandita, it ‘Se gi ts hc, ee estar en mi corazOn:¥ quella contra sir UN EMBRUJO, DE CINCO SIOLOS 9 10, los clentos de invitados que bailaban con el pie derecho _ ‘yla mano izquierda en lo alto, 2 Momo agitando su bandeje... ‘Alcanz6 a mirar la figura delgadita vestida de novia, y ef torbellino le envolvid ia cabeza. iC uando abei6 fos ojos, su dedo indice opsimia el tieabce dela yu cutpo se mart enue por ls sllons Ta abuela ‘adéntro guit6: pero no pudo. Abcarado eu sbuci, Hard basa que Cauda, ais. por el ruido, desperts de Sod pa cae ind et el No seié de pregurar hata que legal primer plo. 3H ni tataba de serenase, Debi ser may cldador- en todo lo que dijera, Podian creerto loco, sobre todo sis abuela contaba a aus papas que venia lleganido del siglo XV.. He eb papa ut tore ca Reo el pag? estaba en Ja oficing, y la. mam... Tu mami est en clases de pintuss. No quiso fallar primes dia, Asi que estoy convertida en la nifhera de usted: poralgdn tiempo. Dijo tu niamé que si volvia Brelvina podizy . ic la plaza. Pero veo que no la encontrase is abu: hablabs apaertandoinferenl, pero pestaiaba stp le dabe gelpecttos en in Francisco ye sabia que dec —Bie! foe hasta fa casa de Roberto, el artesano, ¥ luego, ‘regres6 a su propio hogar... | —aplaudis Claud Ss ap! 6 ANA MARIA GOIRALDES seoate aie se ae quiere Har sleroee 08 cat —sesponclis raciso ecuperé su peda de tl, yo guards ene Quando subia a su domnitorio, seguido de Claudia, re- ~—Abuela: Etel te envi6 un beso de despedida, —Graclas, hijo. Peto, jet no has almorzado aga! —Si, abuela: almorcé en el cast... en la casa de Etelvina. Ta abuela se dedicé a ordenar Ja cocing mientras pensaba en que eta muy raro que Francisco hubiers hecho tantas cosas en s6lo dos horas. Y su ceiio estuvo muy fruncido hasta que termin6 de lavar los platos. Alanochecer, Francisco entr6 al domnitorio de su herma- na. Abajo atin se escuchaba Ia conversacion de sus padres y la abuela que los ponia al dia acerca de las novedades. Claudia, sentada en su cama, suspk6 fuatte para atmaer Ia atencién de sa hermano. Trans ett Me muta que estvir aq comer —Bntrafioa doncs el final dela Prineoa Broja 0 carts Tedanda se entristecks, Prancisco miré las estrellas tan parecidasa las que vien. el siglo XV. Qué seria de la ‘Brujg? Ya habian pasado cuatro siglos y medio, ya habia vivido su historla completa, —Puedo seguir ef cuento: sé como tetmina —susurr6. —iCuéatamelol iY déjame tocar ese troz0 de tela de su vestido de novial Francisco lo sacb de su bolsillo. Claudia lo vio flotar en el aire y se acomodé para escuchar mientras sonreia. Freplesic: en el cuerto aparece otro prsroosye: —aGrande 0 chico? : nc iB Q lP —eomo 16? Simi als Fernie comemab a cont. 1 gromao do oa we parecta un concierto de sapos a la orila de un pantano. A medida que el cuento avanzaba, los ojos de Claudia se jluminaban como si lloviera luz desde e! techo. ¥ cuando la Yor ae acts mis y mds suave, la habtacion oe fue lenando de dulces sombras azules. 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