Está en la página 1de 16
INTELIGENCIA EMOCIONAL, SUPRESION CRONICA DE PENSAMIENTOS Y AJUSTE PSICOLOGICO P.Fernindez-Berrocal, N.Ramos y N.Extremera Pablo Femandez-Berrocal es Profeso! Titular en ta Facultad ce Psicologia de la | introduccién Universidad de Malaga (Campus de Tea- La literatura cientifica sobre ce Prfecors Aeseacay Nataiocdome | (4 IE ha mostrada de forma ra es investigador, ambos en la misma | mplia la influencia que la ex- Facultad de Peicoogla y Universided de | presién afectiva, la percepcién Malaga. emocional, el conocimiento de las emociones y la ragulacién de nuestros estados de dnimo tienen sobre nuestras vidas (para una revision en espafiol sobre Investigaciones empiricas en IE, ver Femnan- dez-Berrocal y Ramos, 1999). Existen trabajos muy recientes relacio- nando la IE con émbitos tan diferentes con ol estrés ocupacional (Bar- On, Brown, Kirkcakly y Thomé, 2000), el ajuste psicolégico y emocional (Feméndez-Berrocal, Alcaide y Ramos, 1990; Feméndez-Borrocal, Ra- mos y Orozco, 1998), la percepcién de satisfaccién vital y calidad de las relaciones personales (Clarrochi, Chan y Caputi, 2000; Dawda y Hart, 2000; Davies, Stankov y Roberis, 1996; Martinez-Pons, 1997), ¢ incluso con el éxito académico (Schutte, Malou, Hall, Haggerty, Cooper, Gol- deny Dornheim, 1998; Chico, 1999}; aunque ain queda un largo recorr- do antes de determinar Ios mecanismos psicoldgicos de estas habilida- des emocionales Por otra parte, la investigacién sobre supresién de pensamientos y pensamientos rumiativos ha sefialado ‘a importancia de estos procesos en [a etiologia y el mantenimiento de diferentes trasiomos mentales co- mo la depresién, trastomo de ansiedad generalizada, fobia, estrés pos- traumatico y trastorno obsesivo-compulsiva (Nolen-Hoeksema, 2000). Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001, 79-95 7s Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2004 Recientemente, algunos trabajos han analizado la relacién entre IE y supresién de pensamientos, pero sin conjugar la funcién especitica que desempefian en el ajuste emocional (Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfei, 1995), El objetivo de este trabajo es articular las relaciones existentes entre 'a inteligencia emocional, la supresi6n crénica de pensamientos y ol ajuste emocional IE y ajusto omocional ‘Vamos a resallar algunas de las investigaciones que han profundiza- doy marcado la direccion de las relaciones entre IE y ajuste emocional Uno de los primeros trabajos que ha investigado esta relacion ha si- co el de Martinez-Pons (1957) que intenté comprobar el poder predictivo Ge la IE (medida a través de la Trait Mete-Mood Scale (TMMS) de Salo- vey y Mayer; Salavey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai, 1995) en tres areas de! funcionamiento personal: a) orientacion a metas, que contenia dos factores diametralmente opuostos, dominio de tareas y éxito compe- {itivo; b) percepcién de satisfaccién vital -percepcién personal sobre la calidad de vida general; y ¢) sintomatologia depresiva. Los resultados mostraron la relacién positiva entre IE, satisfaccién vital y la subescala de dominio de tareas y la relacién negativa con sintomatologia depresi- va, Para Martinez-Pons la influencia de la IE sobre satisfaccién vital es- taba mediada por la variable dominio de tareas y, por otro lado, la in- fluencia de la IE sobre depresi6n era indirecta a través de la perceocién de satisfaccién vital y dominio de tareas que poses la persona. En defini- tiva, cuanto mas elevada sea la IE de una persona mayor sera su capa- cidad para realizar comportamientos adaplativos orientados hacia tareas y, simultaneamente, niveles elevados en estas dos reas tenderan a Mejorar la percepcién personal de calidad de vida de la persona e impli- caran un descenso en la aparicién de sintomatologia depresiva Davies et al., (1998), en un estudio transcultural con poblaciones australianas y americanas de ciferentes ocupaciones (universitarios y militares), investigaron las relaciones entre la IE y otras medidzs de tipo Cognitive, emocional y de personalidad. La medida TMMS correlaciond de forma negativa con medidas de ajuste emocional como el BDI (-.15) y el STAI (-.48), y con la escala de alexitimia; y de forma positiva con ve- riables de percepcién interpersonal y empatia emocional. Recientemente, Clarrochi et al., (2000), en un estudio con universita- ‘ios australianos, relacionarcn la IE evaluada a través dol MEIS, (una medica objetiva desarrollada por Mayer et al. 1999), con diversas varia- bles criterio como empatia, extraversién, apertura a los sentimientos, autoestima, satisfaccién vital, calidad de las relaciones sociales, Cl de ejecucién y neuroticismo. En general, la IE se relaciond de modo positive 80 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 y significative con variables de personalidad como autoestima, empatia, extraversion y apertura a los sentimientos, Asimismo, la IE correlaciond positivamente con variables como satisfaccién vital (.19) y calidad de las felaciones sociales (.22), incluso después de controlar las variables de autoestima, empatia, extraversion, apertura de los sentimientos, neuroti- cismo y Cl. Estos hallazgos apoyan la proposicién de que la IE se rela- ciona con variables solidamente establecidas (p.e., extraversion, empe- fia.) con las que deberia estar conectada. Ademas, proporcionan vali- dez discriminativa a la IE ya que ésta explica parte de ia varianza en ctiterios de la vida real (p.e., satisfaccién vital y calidad de las relaciones sociales) incluso tras controlar numerosas variables psicosociales. Gon respecto a las diferencias de género, las mujeres puntuaron mas que los hombres en IE global, Percepcién de emociones, Com- prension y Manejo emocional. Esto es consistente con investigaciones anteriores que sugieren que les mujeres son mejores que los hombres en la percepcién de emociones (Mayer et al, 1999a; Mayer y Geher, 1996; Morand, 1998) En la misma linea, Dawda y Hart (2000) han llevado @ cabo un estu- dio en Canad con estudiantes universitarios en el que utlizaron el Bar- On Emotional Quotient Inventory (EQ.i), compuesto por cinco factores de IE (IE intrapersonal, IE interpersonal, Adaptacion, Gestién del estrés y Humor general; mas la puntuacion IE ‘otal, Bar-On, 1997). Se comprobo el patron de validez convargente de la escala con respecto a medidas de depresién, personalidad (NEO personality Inventory), sintomatclogia somatica, intensidad de la experiencia afectiva y alexitimia. Se encontra- fon fuartes corralaciones negativas entre la escala de IE intrapersonal y depresién (-.50, hombres! -.67, mujeres) y sintomatologia somatica (-.26, hombras/ - 33, mujeres). También se obtuvieron correlaciones negativas con alesitimia, particularmente elevadas para las mujeres. Con respecto al factor de IE interpersonal, se observaron correlaciones positivas con extraversion ¢ intensidad ce la experiencia afectiva, y correlaciones ne- gativas con alexitimia y afectividad negativa, Un patrén similar se obtuvo con el factor Adaptacién y Gestion del estrés. Por ultimo, con respecto a la0 IE total, los patrones fueron samejantes a los de sus factores inte- grantes En general, las personas con un indice elevado en IE otal mostraron niveles menores de afectividad negativa y mayores niveles de afectivi- dad positiva, eran mas conscientes y agradables, tenian menos dificul- fades para idertificar y descrbir sentimientos, y no eran propensos a la sintomatologia somatica 0 a un incremento de sta bajo situaciones de estrés, 81 Boletin de Psicclogia, No. 70. Marzo 2001 Supresion de pensamientos, pensamientos rumiativos y ajuste emo- cional La supresién de pensamientos es uno de los muchos intentos de nuestra mente por controlarse a si misma, 88 decir, un tipo de Coniro! mental (Wegner y Wenzlaff. 1996). La supresién de pensamientos reflaja {a tendencia a eliminar determinadas ideas y procesos de la canciencia, que se manifiesta de forma estable y repetida en algunos individuos (Wegner, 1992; Wagner y Pennebaker, 1993). Estos contenides son evaluados por las personas que los padecen como negativos, molestos y muy repettivos. La aparicién de estas rumiaciones mentales esta des- crita tanto en poblacién clinica, personas que han sufrido un aconte miento traumatic, como en podlacicn normal (Horowitz, 1975; Horowitz, 1997; Purdon, 1999). Dichas rumiaciones cognitivas se caracterizan por ser sucesos mentales que ocurren inesperadamente, interrumpen el flujo de la conciencla y, a menudo, suceden una y otra vez pudiendo ser posi- tivos 0 negatives y tomando una variedad de formas, tales como image- nes, impulsos, pensamientos verbales o recuerdos recurrentes (Rach- man y Hodgson, 1980) Una respuesta comin a este tipo de actividad cognitiva es la de in- tentar suprimirlos, aunque como Daniel Wegner ha mostrado, no resulta de gran utiidac (Wegner, 1989). La supresion de estas rumiaciones es una de las esirategias mas utiizadas por los individuos para intentar, por un lado, evitar la presencia del vensamiento negative y, por otro, permitir que otras ideas compitan con la rumiacion que consume toda la capaci dad atencional (Wegner, 1992). Sin embargo, suprimir pensamiento Tumiativos es una tarea dificil, porque el incividuo debe poner en jueg mecanismos que demandan gran cantidad de recursos atsncionale (Wegner, 1997; Wegner, 1992). Cuando la supresin de pensamientos se convierte en una respues habitual det individuo se denomina estilo rumiativo. La rumiacién con un esiilo estable de afrontamiento de los problemas se caracteriza p estar centrada en la emocion e implica dingir la atencion hacia los se timientos y pensamientos negativos de forma pasiva y repetitiva ("Est cansado, desmotivado y triste") y a su significado y sus consecuenci (“Qué pasard si no logro aprobar este examen’), Una estrategia altemativa a la rumiacion es fijar nuestra atencién situaciones agradables (por ejemplo, ir a cenar a nuestro restaurar favorito con nuestros amigos, ir de compras, practicar un deperte....) q mejoren nuestro estado animico para después, si es posible, centram en la solucién especifica del provlema. Esta estrategia se denomina forma general distracci Diversos estudios longitudinales han mostrado que las personas o un estilo rumiativo de respuesta ante situaciones de estrés tienen epis 82 Bolatin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 dios depresivos mas severos y prolongados que las personas con estilos més ectivos y menos rumiativos (Nolen-Hoeksema, 1998) La rumiacién no predice sélo la sintomatoiogia depresiva que las personas informan tras cumplimentar un autoinforma camo el BDI, sino también el diagndstico de depresion derivado de una entrevista clinica estructurada (Nolen-Hoeksema, 2000). Los efectos de fa rumiacién son también parecidos para los trastomos de ansiedad y para el estado smocional de enfado (Nolen-Hoekssma, 2000; Rusting y Nolen-Hoek- sema.19S8) ‘demas, la rumiacién hace que los sujetos disféricos evaliien sus problemas como graves ¢ irresolubles y reduce ia probabilidad de que implementen soluciones especificas (Lyubomirsky, Tucker, Caldwell y Berg 1999). Para Nolen-Hoeksema la rumiacion funciona como un nico meca~ nismo en tres vertientes diferentes: 1, La rumiacién aumenta Ics efectos nogativos de la depresién en el pensamiento, porque convierte las interpretaciones depresivas y los eventos negativos que tanemos an nuastra memoria en material muy disponible para elaborer juicios sobre nuestra propia vida 2. Intertiere con la resolucion de problemas interpersonales, porque aumenta el pensamiento distorsionado y pasimista 3. Inhibe que las personas se impliquen en su vida cotidiana en con- ductas instrumentals que aumenten su sentido del control y el tono po- sitive de su estados emocionalas. Para estos autores, la funcién de la rumiacion es tan importante que consideran que es ol mecanismo fundamental que media entre los acon- tecimientos estresantes y el ajuste emocional Estilo rumiativo, género y depresion La funcién mediadora de la rumiacién ha servido como explicacion para dilucidar jas diferencias existentes en cuanto a género en depre- sin, Uno de los fendmenos mas robustos en epidemiologia es que las mujeres experimentan una mayor incidencia de tastories depresivos que los hombres (Compas, Ey y Grant, 1989; Culbertson, 1997; Nelen- Hoeksema, 1987; Nolen-Hoeksema, Lerson y Grayson, 1999). No obs- tanto, esta mayor propensién a la sintomatologia depresiva no es una constante en la mujer desde su nacimiento, sino que surge en la adoles- cencia. En la nifiez, las investigaciones revelan que los niffos preadol centes manifiestan sintomas depresivos y desérdenes en una proporcion similar o mayor que sus compafteras (Brooks-Gunn y Petersen, 1981; Nolen-Hoeksema, Girgus y Seligman, 1982). Sin embargo, en la adcles- cencia ocurren ciertos cambios en las adalescentes que promueven, & 83 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 partir de los 13 afios, una mayor pravalencia en la aparicién de sintomas depresivos y que experimenian un incremento significativo a la edad de 18 afios (Petersen, Sarigiani y Kennedy, 1991). Nolen-Haeksema y Girgus (1904) realizaron una revisién sobro las diferencias de género en depresion durante la adolescencia. Los autores plantean un modelo interactive sobre depresion segiin el cual algunos rasgos de personalidad, més prototipicos en chicas que en chicos, tales como bajos niveles de asertividad, mayor utiizacién de estralegias de afrontamiento basadas en la rumiacién més que en aftontamiento activo, y menores niveles de agresién y dominio en les relaciones interpersona- les, posibilitarian, al interactuar con ciertos cambios sociales y fisiologi- cos, el desarrollo de mayores niveles depresivos en las adolescentes (ver también Broderick, 1968}. Nolen-Hoeksema ha comprobado recientemente su modelo interac- tivo sobre depresién en una muestra represantativa de mas de 1100 personas de diferentes razas y con un rengo de edad entre 25 y 75 afios (Nolen-Hoeksema, Larson y Grayson, 1999). En su estudio control6 cua- ‘ro variables: experiencia crénica de acontecimientos negativos; control porcibido; estilo rumiative y depresién (BDI y Hamilton HRDS). Los re- Sultados de su investigacion sefalan que las mujeres sufren de mas acontecimientas negatives, tienen una mayor tendencia a la rumiacién y ‘menor control percibido que los hombres. Estas diferencias sociales y de Personalidad entre hombres y mujeres median totalmente las diferencias de género qua se encuentran en depresién, La relscion de estas varia- bles entre si es de mutua influencia, es decir, las personas que sufren de acontecimientos negativos son mas rumiativas, pero a su vez las perso- nas rumiativas informan que suften més acontecimientos negativos, No obstante, los efectos directos de las variables sociales y de personalidad desaparecen cuando se controla el estilo rumiativo de la persona. La rumiacién media totalmente los efectos de la experiencia de aconteci- mientos negativas y control percibido sobre depresion. IE y supresion de pensamientos Algunos estudios han investigado cémo /a inteligencia emocional in- fiuye y regula la supresin de pensamientos en situaciones de estrés. Salovey, Mayer, Goldman, Turvey y Palfai (1996) estudiaron en el labo- ratorio la adaptacién a experiencias estresantes en funcién de la capaci- dad para atender, ciscriminar y regular estados emocionales y si estas cestrezas influyen en la integracién y asimilacién de los pensamientos rumiativos que siguen a los sucesos negatives. Esta investigacién, com- puesta por tres sesiones, se realiz6 con 78 estudiantes universitanos. En la primera, los sujetos rellenaron una bateria de medidas emocionales y de personalidad. Posteriormente, fueron expuestos a un video sobre 84 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 conductores ebrias. con escenas reales sobre las consecuencias de una conduccién temeraria y | ralato de las victimas. A continuacién, los. par- ticipantas debian valorar el grado de pasitividad, intensidad, insistenciay controlabilidad de sus pensamientos relacionados con la pelicula, Para concluir, los sujetos debian hablar sobre sus pensamientes. ‘Segtin las hipétesis de los autores, los individuos con una mayer ela- fidad en la discriminacién de emociones y con una mayor reparacin de los pensamientes. nagativos informarian de una disminucién en ta intru- sividad e incontrolabilidad de los pensamientos negativos y generarian mas estados positives a la conclusién del experimento. Los resultados constataron que la presentacién de la pelicula tuvo un fuerte impacto ‘empcional. Los sujetos infermaron niveles mas elevados de emociones positivas antes de ver la pelicula. Sin embargo, sus estados emociona- les después: de 1a pelicula disminuyeron significativamente, En uitimo lugar, hubo una recuperacion positiva al finalizar el experimento. Gon relacién al efecto que sobre las emociones tienen los diferentes compo- nantes de la IE (medida a través del TMMS), Se encontré que antes de la prasentacién de la pelicula el estade emocional positive estaba asociado de modo significative con la Reparacién y con una baja Atencién, Des- puss del video, fueron los participantes con una mayor puntuacién en Reparacion los que menos afectados estaban, incluso cuando se incluia el estado de dnimo inicial, Por ultimo, la recuperacién emocional (la apa- ficién de un estado ce nimo positive en un tercer momento) fue predi- cha por la Claridad. €s decir, aquellas cujetos. que informaban que “nor- maimente tenisn muy claro sus sentimientos” fueron los. que mejor se recuperaron del estado de animo negativo inducide y presentaron una menor tasa de pensamientos rumiativos. Siguiendo en esta misma linea de trabajo, nuestro grupo de invest- gacion (Femandez-Berracal, Ramos y Zamora 1996; Femandez-Berro- cal, Alcaide y Ramos 1999) ha estudiado el juste psicoligico en rala- ion con Ia 1E y la suprasion crénica de pensamientas en la vida cotidia- na de dos poblaciones diferentes: mujeres embarazadas y estudiantes adolescentes, Con respects a la primera poblacién, Femandez-Berrocal, Ramos y ‘Zamora (1998) realizaron un #studio an el que examinaron las.relaciones existontes entre la Supresi6n cronica de pensamientos y los niveles de IE durante el embarazo. La hipétesis planteada por los investigadores era que la tendencia a suprimir pensamientos, avaluada a través del White- Bear Supression Inventory (WES|), llevaba asociada mayores niveles de ansiadad y depresion, mientras que una buena capacidad para clarificar y modificar los estados emocionales, medida con el TMMS se relaciona- ba con un mayor ajuste psicolagica durante el embarazo. Las resultados mosiraron que las mujeres embarazadas que presentaban niveles mas bajos de ansiedad y dapresién poseian un mayor matacenocimienta de 85 Boletin de Psicologia, No, 70, Marzo 2601 sus estados emocicnales (puntuaciones elavacas on Claridad emocional y Reparacién de las emociones y puntuaciones bajas en Atencion a los sentimientos) y, ademés, tendian 2 suprimir menos sus pensamientos Como se predijo, la suprasion de pensamientos se vio acompatiada de allos niveles de ansiedad y depresién Con respecto a la segunda poblasiin, Femndndez-Rerrocal, Alcaide y Ramos (1989) analizaron la inedencia que tiene la IE y la supresién cré- ‘a de pensamientos sobre el ajuste psicoldgico de los adolescentes. La muestra estaba formada por 250 estudiantes de edades comprendi- das ontro los 14 y los 19 afios. Se utilizaron diversas medidas emociona- les (TMMS, Escala de Empatia de Merhabian y Epstein @ Inhibicién Emocional de Pennebaker) y cognitivas (Need for Cognition Scala, test de inteligencia abstracta, y White-Bear Supression inventory). Los indl- cadores del gjuste psicoldgico fueron depresion medida con el BDI y ansiedad evaluada a través del STAI Los resultados mosiraron diferencias entre sexos. Las mujeres obtu- vieron niveles mas elevadas en atencién, ansiedad, depresin y empatia qua los hombres. Mientras que los hombres presentaron puntuaciones mayores en claridad, reparacién 8 inhibicién emocional. Posteriormente, sé agruparon a los sujetos en tres grupos en funcidn de los criterios cel BDI: estado normal, dapresién leve o moderada. El principal hallazgo fue que los adolescentes con un estado normal se diferenciaban de los clasi- ficados como deprasivos an riveles significativamente mas elevados en claridad y reparacién. En cambio, los escolares clasificados como de- presivos preseniaron mayores puntuaciones en ansiedad y supresion de pensamientes. Segin los investigadores (Fernandez-Berrocal et al. 1999, Femandez-Berracal y Ramos, 1999), la relacidn negativa entre claridad y reparacién con deprasién, ansiedad y supresién del pensa- miento indica que la creencia de poder prolangar los propios estados emocionales positives e interrumpir los negativos, asi como la de que se Puede experimentar con claridad los sentimientos, asegura un nivel aceptable de salud montal, entendiendo ésta como la ausencia de sin- tornas ds ansiedad y depresién, En resumen, la literatura sefala relaciones sionificativas entre supre- sién crénica de pensamientos, pensamientos rumiativos, depresion y an- siedad (Nolen-Hoeksema, Larson y Grayson, 1999; Shoham y Rohr- baugh, 1997, Wegner y Zanakos, 1994). Al mismo tiempo, se ha consta- tado que tanto la ansiecad como la depresion se relacionan con le ocu- rrencia y exiensién en el tiempo de los pensamientos rumiativos y de evitacién (Lepore, Silver, Wortman y Wayment, 1996; Lepore, 1997; Lutgendorf et al., 1997; Tait y Silver, 1988). Por otra parie, la investiga- ion en IE muestra que l@ Claridad y Reparacién emocional correlacio- nan negativamente con depresién, ansiedad y supresién de pensamienta (Fernandez-Berrocal et al., 1998; Fernandez-Berrccal et al., 1999). 88 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 Pero, {qué relacion concrata existe entre IE, supresin de pensa- mientos y ajuste emocional? Hacia una comprobacién de! modelo de Nolen Hocksema E| modelo de Nolen-Hoeksema sobre estiio rumiativo de afronta- miento plantea de forma muy clara que los pensamientos rumiativos median de forma completa entre las variables sociales y de personalidad y las Variables de ajuste emocional como ta cepresién y la ansiedad. Para comprobar su modelo vamos a reanalizar los datos da las dos in- vestigaciones que hemes expuesto previamente sobre adolescentes y mujeres embarazadas y que han evaluaco estas variables, aunque sin plantearse de forma tan concreta la propuesta de Nolen-Hoeksema Nos cantraremos en ol trabajo emplrico de Nolen-Hoeksema, Larson y Grayson (1999), porque es el cue mejor especifica los detalles estadis- licos y matodolégicos de su modelo, Entre su estudio y los nuestras, la principal diferencia reside en la forma de evaluar la supresion de pen- samientos, dado que ella utiliza su propio cuestionario de estilo rumiativo y nosotros hemos utllizedo la adaptacién al castellano del “White-Bear Supression Inventory’ (WBS!) de Wegner y Zanakos (1994), Las variables que utilizamos en nuestros dos estudios fueron: + Supresién crénica de pensamientos, medida con el WES! de Wegner y Zanakos (1994) + Inteligencia emocicnal, en concreto, Reparacién emocional, medida con el TMMS. ‘© Ajuste emosional: sintomatologia depresiva y ansiedad (BDI, STAI y BAI) EI modelo de Nolen-Hoeksema aplicado a nuestros estudios predice que el estilo rumiativo (0 supresién crénica de pensamientos) mediara completamente los efectos de la intoligencia emecional (en concrato, la Teparacién emacional) sobre la sintomatologia depresiva o la ansiedad. Como se muestra en la Figura 1, la influencia directa de la IE sobre el ajuste emocional deberia desaparecer tras controlar los efectos de la supresion de pensamientos. Llevamos a cabo un andlisis de regresién miliple para evaluar la re- lacién existente entre estas variables y seguimos las recomendaciones de Baron y Kenny (1986; Kenny, Kastiy y Bolger, 1996), respecto a los criterios que deben cumplirse para determinar que una variable funciona como mediadora entre un predictor y el resultado. Concretamente: (a) el predictor (en nuestro caso, la inteligencia emocional) est a80- ciado con el resultado (sintomatologia depresiva o ansiedad); (b) el predictor esta asociado al mediador (supresion de pensamien tos); a7 Boletin de Psicologla, No. 70, Marzo 2001 (c) el mediador esta asociade al resultado, independientemente de los efectos del predictor, (d) el predictor no guarda relacién con el resultado, una vez que han sido controlades los efectos de la variable mediadora. Figura 1, Wodslo tearce propuesto siguienso s Nolen-Hoeksema. Low ite einooionel ¥en incirectow a aves del meclador fensamlentee ium stvos) Reparacién emocional Para la muestra de mujeres embarazadas (N=217), en los andlisis de regresién la variable dependiante fue siempre el ajuste emocional que fue medido a través del BDI, STAI y BA\. El predictor fue !a inteligencia emocional medida con el TMMS y utlizamos el factor de Reparacion emocional porque era el que mejor discriminaba de los tres factores de los que esta compuesto la escala (Atencién, Claridad y Reparacién). Como variable mediadora se utiliz6 la tendencia a la supresion de pen- samientos medida con ol WBSI. Los andlisis realizados mostraron un efecto de la reparacién emocio- nal sobre el BDI (B= -.278, p<.001) y sobre el WBS! (B= -.218, p<.001). La supresién de pensamiontos se asocié con un incremento en la sinto- matologia depresiva cuando se controlaron los efectos de le IE (B=390, p<.001) y la IE mantuvo sus efecios sobre el BD! una vez controlados los efectos de la variable supuestamente mediadora (B= -.192, p<.001). Ver Figura 2. Para la ansiedad, se encontré un efecio de la reparacion emocional sobre el STAI 165, p<.001) y sobre el WBSI (B=-.218, p=,001). La supresion de pensamientos se asocid con un incremento en la ansiedad cuando se controlaron los efectos de la IE (B=.470, p<.001) yla IE man- 88 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 fuvo sus efectos sobre el STAI una vez controlados los efectos de la variable mediadora (B= -.361, p<.001). Ver Figura 3. Figura 2. Andiisieae nadiacion Batudte Embaraza vorBor RD a soe Reparacién emocional =192, Figura 3. Analisis de madiacién. Estudio Embarezo Reparaciin emocional 361 También se obtuve un efecto de ia reparacién emocional sobre el BAI (B= -.212, p<.001) y sobre el WBS! (B= -.218, p<.001). La supresion de pensamientos se asocié con un incremento en la ansiedad cuando se contralaron las efectos de la IE (B=.454, p<.001) y la IE dejé de tener efectos estadisticamente significativos sobre el BAl una vez controlados los efectos de la variable mediadora (B= -.103, p=.056). Ver Figura 4. 89 Boletin de Psicologia, No. 79, Marzo 2001 Figura 4, Analisis de mediacion. Estudio Embaraze Reparacion emocional 210 Para el caso de las mujeres embarazadas podemos decir que la fun- cién mediadora del WBSI entre la reparacion emocional y el BDI y el STAI fue parcial. Sélo en el caso del BAI la mediacién del WBS! fue total Para la muestra de adolescentes (N=250) realizamos unos andlisis de mediacién parecidos. Para estos andlisis de regresién, \a variable dependiente fue también el ajuste emocional mecido a través del BDI y STA\, El predictor fue ce nuevo fa inteligencia emocional medida con el TMM y utllizando el factor de Reparacién emocional. Como variable mediadora se utili la tendencia a la supresién de pensamientos medi- da con el WAS! Los andlisie mostraron un efecto direcio de la reparacién emacional sobre el BDI (B= -.431, p=.001) y sobre ei WBS! (B= -.204, p<001). La suprasién de pensamienios se asccié con un incremento en la sintoma- tologia depresiva cuando se controlaron los efectos de la IE (B=.139, p=.029) y la IE mantuvo sus efectos sodre el BDI una vez controlados los efectos de la variabla mediadora (B= -.408, p<.001). Ver Figura §. Para la ansiedad, se encontré una asociacién de la reparacién amo- cional con el STAI (B= -.558, p<.001) y con el WES! (B= -.204, p<.001). La supresién de pensamientos se asocié con un incremento en la ansie- dad cuando se controlaron los efectos de fa IE (B=.161, p=.003) y la IE mantuvo sus efectos sobre el STAI una vez controladas los efectos de la variable mediadora (B= -525, p~.001), Ver Figura 8. Los resultados para la muesira de adolescentes son similares a los obtenides para la muesira de mujeres embarazacas: e| WBSI media parcialmente entre la reparacién emocional y el ajuste emocional (BDI y STAN. 90 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 Figure 8. An adolescent Reparacién emocional =406 Figura 6. Analisio de modisoisn. Betudio [shames Reparacién emocional -535 Una observacion y pregunta obvia tras considerar estos resultados hace referencia a las diferencias entre las dos muestras elegidas tanto en cuanto edad, género y situacién vital. Resulta interesante que, a pe- sar de estas diferencias, estructuralmente los resultados sean parecidos, aunque los pesos y la intensidad de los efectos sean distintos como se aprecia en los coeficientes beta. En la linea de los trabajos de Nolen- Hoeksema, quisimos profundizar en el papel que el género jugaba en la funcién mediadora de la supresién de pensamientos, ya que estes dife- rencias s{ podian ser contrastades estadisticamente en nuestros datos. ot Boletin de Psicologla, No. 70, Marzo 2001 #Serian los resultados para la muestra de adolescentes parecidos en las, chicas y los chicos? Realizamos de nuevo los andlisis de mediacion diferenciando entre mujeres y hombres para la muestra de adolescentes. Los resultados para las adolescentes mostraron un efecto directo de la reparacién emocional sobre el BDI (B= -.461, p<.001) y sobre el WES! (B= -.205, p=.019). La supresién de pensamientos se asocié con un in- cremento en la sintomatologia depresiva cuando se controlaron los efec- tos de la IE (B=.181, p=.024) y la IE mantuvo sus efectos sobre el BD! una vez controlados los efectos de la variable mediadora (B= -.425, p=.004). Para la ansiedad, se encontré una asociacion de la reparacion emo- ional con e| STAI (B= -551, p<.001) y con ol WBS! (B= 204, p=.001) La supresion de pensamientos se asocié con un incremento en la ansie- cad cuando se controlaron los efectos de la IE (B=.182, p=.015) y la IE mantuyo sus efectos sobre el STA! una vez controlados los efectos de la variable mediadora (B= -.513, p<.001). En cambio, para los adolescentas los resultados mostraron un perfil Giferente. La reparacién emocional tuvo un efecto sobre el BD! (B= -.354, P<.001) y sobre el WBS! (B= -202, p=.028). La supresion de Pensamientos no se asocié con un incremento en ta sintomatologia cepresiva cuando se controlaron los efectos de la IE (B=.07, p=.446) yla IE mantuvo sus efectos sobre el BD! una vez controlados los efectos de la variable mediadora (B= -.341, p=.004). Para la ansiedad, se encont’é una asociacion de la reparacion emo- cional con e! STAI (B= -537, p<.001) y con el WBSI (B= -.202, p=.028) La supresién de pensamientos no se asocié con un incremenio en le ansiedad cuando se controlaron los efectos de la IE (B=.144, p=.07) y la 1E mantuvo sus efectos sobre el STAI una vez controlades los efectos de la variable mediadora (B= -.507, p=.001) Ala vista de estos nuevos rasultados para la muestra de adolescen- tes, podemos establecer que en las mujeres el WBS! media parcialmen- te entre la reparacién emocional y el juste emocional (BDI y STAI), pero esta mediaci6n desaparece en el caso de los hombres. Conelusiones. Estos resultados no coinciden con el modelo de Nolen-Hoeksema, ya que en sus estudios Ics efectos directos de las variables sociales y de la personalidad desaparecen en cuanto se introduce ‘a variable mediadora estilo rumiativo. En los estudios en los que hemos aplicado su modelo la funcian mediadora del esti rumiativo no es total, s6lo en el caso de las mujeres embarazadas cuando ee tomaba como variable dependiente de ansiedad el BAI. 92 Boletin de Psicologia, No. 70, Marzo 2001 La rumiacién es un mecanismo més utilizado por las mujeres que los hombres a la hora de presertar sintomatologia depresiva o ansiosa, al menos en los datos con muestra de adclescentes. Sera necesario am- pliar estos datos con poblacién adulta y ver si estas diferencias en cuan- to al género en la funcién madiadora de la rumiacién se siguen dando. Nuestras datos coinciden con su modelo en que la IE influye indirec- tamenie en ol ajuste emocional a través de la disminucién de los proce- 80S de rumiacién. Pero nuestros datos muestran también de forma clara que la Inteligencia emocional, la capacidad para reparar nuestros esta- dos emocionales, influye directamente en el ajuste emocional de las personas independientemente de su nivel de supresion de pensamnien- tos. Es decir, la rumiacién no es el dinico mecanismo que origina, sostie- he y mantiene el desajuste emocional, sino que al menos otras variables como la capacicad de reparacién emocional estan implicadas en ello. El estilo de distraccién propuesto por estos autoras y, a la vez tan poco estudiado, podria estar vinculado con alguna de jas habilidaces propuestas por los tecricos de la IE, como por ejemplo la capacided para resolver problemas y dilemas emocionales buscando curses de accion especificos (Lyubomirsky, Tucker, Caldwell y Berg 1999), aunque no parece que sean la cara ya cruz de la misma moneda. Estamos lejos de conocer e! retrato robot o el perfil ideal de ia perso- nalE y en cémo se traduce en sus acciones y decisiones cotidianas. No obstante, al camino tedrico y empitico esta abierto y, lo que es mas im- portante, ha puesto en conexién aspectos de la literatura sobre cognicién y salud mental que estaban desconectados. La inteligencia y la habilidad de las personas desde el conocimiento de sus estados emocionales para reinterpretar y reconstruir la situacion estresante que generé la rumiacion y el malestar asociado a ella son una clave diferente para encontrar ol atajo, si existe, hacia una vida mas sa- nay feliz. Referencias Baron,.M..-Kenny,D.A.(1986): The moderator-mediator variable distinction in sc- cial psychological research: Conceptual, strategic and statistical considerations. Journal of Personality and Social Psychology, 51, 1173-1182. Bar-On,R.-Brown, J.M.-Kirkcaldy,B.0,-Thomé,E-P.(2000): Emotional expression and Implications for occupational stress, an application of the Emotional Quotient Inventory (EQui). Personality and Individual Diferences, 28, 1107-1118. Brodarick,P C. (1898): Early adolescent gender differences in the use of ruminative and distracting coping strategies. Journal of Early Adolescence, 18, 173-191 Brooks-GunnJ.-Petersen,A,C.(1991}; Studying the emergence of depression ad depressive symptoms during adolescence. Journal of Youth end Adolescence, 20, 118-119, Chico, €.(1998): Evaluacién psicométrica de una escala de Inteligencia Emocional. Bolatin de Paisoiogle, 62, 05-78 93 Boletin de Psicalogia, No. 70, Marzo 2004 Ciarrachi.J.V.-Chan.A.Y.C.-Caputi (2000) A critical evaluation of the emotonal intelligence construct. Perscnelty and Individual Difarencas, 26, 539-581 Compas,6.£.-Ey,S-Grant\K E,(1903); Texcnomy, assasament, and diagnosi¢ dur ing depression. Psychological Bulletin, 114, 323-344. Culbertson,F.(1887); Depression and gander. An intemational review. American Psychologist, 62, 25-31 Davies, M-Stankov.L -Raberts,R.D (1998). Emotional inteligence: in search of an luslve sonstruet Joumal of personaly and Social Psychology, 75, 989-1015 Dawea,0.-Hart,6.0,(2000): Assessing emationel inteligence: reliability and validity of the Bar-On Emotional Quotlent Inventory (E24) In university students. Per- sonaily and indhvidual Differences, 28, 797,812 Feméndez-Berrocal, P.~Alcaide,R.-Ramos,N.(1999): The influence of emotional inte- liganca on tha emotional acjustmentin highsehao! students. Bulltn of Kherkov Slate University N439 "Personelty and Transformational Processes in the Soot ty. Psychological and Pedagogical Problems of the Modern Education’, 1-2, 119-128, Feméandez-Berrocal, P.-Ramos,N.(1999): Investigaciones empiricas en el ambito de Ua Inteligencia Emocianal. Ansiedad y Estrés, 6, 2-3 Feméndez-Berrecal,P_-Ramos,N.-Zamore,R.(1608): Suprecién crénica do pense- Inlentos y metacorodimiento de fos esiados ermocionsies durante el embarazo Datos preliminares. En J.2. Correas (Ed.), |! Congreso Iberoamericano de Psi colagla, Madrid: Colegio Oficial de Psicologos. Femandez-Berrocal,P-Ramos,N.,-Orozeo,F.(1990): La influenela de la inteigencia emocional on la eintomatologia depresiva durante el embaraza, Toko- Ginecologta Practica, 59, 1-5, Horowitz M.t-(1875): Intusive and repetitve thoughts after experimental stress. Archives of General Psychietry. 32, 1427-1463, HorowiteN.J.(1987): Stress response syndromes (3rd ed.) New Jersey: Jason ‘ronson, Kenry,0.A-Kashy,D.A,-Bolger,\.{ 1990): Data analysis in social psychology. En D. 7. Gilbert. 7, Fiske.-/ G, Lindzey (Eds ), The handbook of socal psychaiogy, Vol. 4 (4” ed) (pp. 233-265). Boston, MA, US: MeGraw-Fill Lepore.S.. (1997): Expressive writing moderates the relation between intrusive thoughts and depressive symptoms. Journal of Poreonalty and Social Psychol ogy, 73, 1030-1037, Lopore,S.J-Siver.R.©.-Wortman.©. -Wayment.H.A (196): Social constraints, in- trusive thoughts, ane depressive symptoms among bereaved methers. Journal of Personally and Sccial Psychology, 70, 271-282 LutgendorfS.K-Anton| MH-lroneon,G Klimas.N, Fletcher MA. -Sehnelderman, N.(1997): Cognitive processing style, mood, and inmune function fellewing HIV Seropositivity netiestion, Cogntive Therapy and Research, 21, 157-184 Lyubomirsky, S.-Tucker, K -Caldwell,N.-Berg,K.(1899): Why ruminators are poor problem solvers: clues from the phenomenology of dysphoric rumination, Martinez-Poné,M.(1997); The relation of emetional ineligance with selected areas of personal functioning. Imagination, Cognition and personaly, 17, 2-13. Mayers.-Caruso,D,-Salovey,P.(1999). Emotional nteligense meets tracitiona stare cards for an inteligence. inteligence, 27, 267-298. Mayer,J.D.,-Geher,G.(7996}:; Emctional inteligence and the identification of smo- ton, intelligence, 22, 8-113, Morand,0.A(1099). Farrily size and inteligence ‘evicted: the rele of emotional Intelligence, Psychologie Reports, é, 643-649. 94

También podría gustarte