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MARTIN HEIDEGGER ONTOLOGIA HERMENEUTICA DE ONTOLOGIA LA FACTICIDAD HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD FILOSOFIA Y PENSAMIENTO Alianza Editorial FILOSOFIA Y PENSAMIENTO ENSAYO MARTIN HEIDEGGER ONTOLOGIA HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD Version de Jaime Aspiunza EL LIBRO UNIVERSITARIO. Alianza Editorial lo origi Ontologc (Hermencutt der Fabtiztt) a edict deena obras ha realizado con laayuda de Inver Nationes, Bon Primera edicin: 1999 Primera reimpresén: 2000, Resend todos os deco, H one dees ob et protpida pr a ay. que cbse ess dep yo mula, dems der corespondencsindemnisacons por ao ‘So par quent reproduc pln, daibeyerenocomunazn publsmence, en oo 0 ‘npane un aba nein, ais 9 cena, 0 uandormacio,Inepracin @eeuin Sa sen cule sp de soporte o comurcad tans de algae med a pe ‘copia avian © Vissorio Klosterman GmbH, Frankfure am Main 1982 {© Jaime Aspiunza, 1998, dea uaduccién © Ba, cx: Alianza Edoral, S.A, Madeid, 1999, 2000 Jel Lica de Tena, 15; rE 91 395 88 88; 26027 Madd ISBN: 84-206-2903.0 Depésio legal: M. 30.101-2000 orocomposiin eimpresidn: EECA, 5.8 Parque Industrial Lat Monae 28850 Toren de Ardor (Madid) Printed in Spin INDICE, INTRODUCCION Luo de wontologt. oe “Docteina del ses so vido en el mais ampli de lon sen- tides Inacepeable en cuanto disciplna particular (17) ~ En la fenomenologia el earicter de objeto procede de ls con- ciencia dl objeto (18) ~ Se omite la cucsién por el campo del ser del que se haya de exter todo sentido de se (19) — [Asi pes, el titulo verdadero: «Hermenéutic de la fctici- dade 20) HERMENFUTICA DE LA FACTICIDAD PROLOGO 21 Plancear cuestiones. lnfluencia» (21) PRIMERA PARTE VIAS DE INTERPRETACION DEL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD Decerminacién indicativa del tema de lafaticidad (25) e 1, HERMENEUTICA. 52 Goncepto tradicional de hermeneuica Plan: épunveta = ntificaién (27) ~ Arte: pun. veta = Mbyog (28) ~ Brdoiv, adnbeteay, eso es, hacer accesible. Luego: traduecin, comentario, intrpretacién (25) ~ Agustin (30) ~Posterorment, hermenéutca~ doc trina de a imtepretaciin, Schkiermacher: dctrina del ane de eotender (31) Dilthey (32) Hermenéutica en cuanto interpretacién que la facticidad hace de sf misma «Hermendutica en sentido originatio: la labor de hacer el caistr propio de eada momento para sf mismo accesible (33) ~ Estar despierto. El entender no tiene el exsir por objeto, sino que es un cémo del propio exist (33) — Haber previo de Ia hermenéutica, la posbilidad més propia del exists, Ia existencia; sus conceptos son existenciarios (34) — Haber previo, conceptuacién previa. Careter de ser del ser-posible, CCucstionabilidad de a hermenéutica. El uno (36) — La pucs- 1@ (en marcha) hermenéutica (37) ~ nada que se posea def- jvamente; activa slo en la interpretacién que la filosofa hace de sf misma. No es moderna nies asunto pata la curio- sidad Flosfic, la discusin o el piblico (39) 2. LAIDEA DE FACTICIDAD ¥ EL CONCEPTO DE.-HOMBRE: 84. Se evita el concepto de shombres. Doble rafz en la tradi- cin: (41) ~ 1) en el A-T: persona, criatura de Dios; 2) ser vivo dorado de razdn, Gov Néyou Exou El concepco de shombre» en la tadicién biblica Referencias: 1. Génesis I, 26 (42) — 2. Pablo, 3. Tatiano (43) ~ 4. Agustin, 5. Tomds de Aquino (43) ~ 6. Zwinglio (44) ~ 7. Calvino (44) ~ 8. Scheler 44) El concepto teolégico y el concepto de vanimal rationales. Tampoco el concepto de «animal rationales se entiende so- bre su terreno de origen (46) ~ Scheler (46) ~ El Aéyou Exov, originariamente del tato de la mpakis, del cuidarse de... (48) ~ Constieutivo, l estado de la relacién con Dios (Ger creado, status corruptionis, gratia, gloriae) (49) ~ aho- 1a neutralzado en conciencia de normas y de valores (49) 8 7 27 32 41 a 45 3. $7. loys — spice Facticidad el existe ens acasionalidad, La aceualidad “Tema: la factcidad, esto es el ext propio en su 10 68 n n 7 $3. ‘ura fundamental de la trama de clasificacién absoluta (83) ~ Fl procedimiento adecuado: movilidad universal, estar en «codas partes y en ningin sito, curosidad absoluta y duefia de sf misma (83) ~ En la publicidad esta filosofla se consi- dera (84); 1) por ser objetiva, enfrentada al relativism, 2) por la concordancia general, enfrentada al excepticismo, 3) por ser dinémica, préxima ala vida, 4) por ser ala ver uni- versal y conereta, opuesta a la especializacién y el deralle cy El cometido siguiente dela hermenéutica En ambas lineas de interpretacign el existir busca tenenc, asegurarse asf misino ahi objetivamente (86) ~ Lz curiosi- dad, cierta movilidad del exist; cl existe esa movilidad por cuanto en ella serene asf mismo, Las caracteristicas de lo yarimerpretado son categoria del exstt,existenciarios on) SEGUNDA pant 1A VIA FENOMENOLOGICA DE LA HERMENEUTICA, DELA FACTICIDAD 1. OBSERVACION PREVIA: FENOMENO ¥ FENOMENOLOGIA.. 614, A propsto de la historia de a sfenomenologiae Fenémeno: lo que se muestra, determinada manera de ser-objeto (92) — Ast en las ciencias naturales: objeto de la cexpetiencia (92) ~ Por elas se orientan lax ciencias del es- piri la filoroffa:eeorfa de la ciencia y psicologia, su puestamente siguiendo a Kant (92) — Dilthey (92) = Fren te a allo, imitacién auténtiea de las ciencias naturales en Brentano: claborar teoia inspieindose en las cosas mismas| (los Fendmenas psiquices) (93) ~ Huss (Investigaciones cas): Ia fenomenologia es psicologla descripciva, En las rencis de la conciencia (conciencia de algo = intencio- nalidad) se han de busear los objetos de la logica (04) — «Fensmeno» hace referencia ala manera de acceso, sfeno- menologiae ex un modo de investigar (94) ~ Error ls ma- temiticas como modelo (96) ~ Reduccién del concept de MW 5 1 91 txpice fendmeno (objeto tal como se muestra) a objeros de la conciencia (96) ~ Influencias externas (teorfa del conot rmiento, Dilthey, ideaismo transcendental y telisno, ete.) (97) ~ y hacia fuera, indefinicién general (98) 815. La fenomenologia en su posbilidad: un cémo de la investi gacidn 2 La fenomenologia pretende tomar los objetos tal como cllos mismos se muestran, a saber, ante wa determinado rmirar (98) ~ Este surge de un estar familiarizado con lo cente, de l tadicién (99) ~ Esta puede ser encubridora, de ahi que wna tarea fundamental de la flosoia sea la exltica historia (99) — (La falta de historicidad de la «fenomeno- logis, vevidencian natural) (100) ~ Retorno a los griegos (100) ~ El encubsimiento es inherente al ser del objero de Ja filosofia, lo que exige la constonte preparacién de la via (100) ~ ‘area radical de la hernenéutica: transformarlo en. fenémeno (100) 2. sEXISTIR ES SER EN UN MUNDO>. 5.16. Indicacion formal del haber previo Haber previo: en cuanto qué se ponga de antemano el exis- tic (104) ~ La indicacidn formal no es un enunciado esta- Bilecido sino que leva al curso adecuado del mirar (104) ~ Rechavo de malentendidos $17. Malentendidos 4) El esquema svjeto-objeto, conciencia y ser (105) ~ Su re- lacién, determinada por la teoria del conocimiento. Disc siones interminables,falsos problemas, difcilmente exi- pables (105) 1) El prejuico dela ausencia de perspeciva (106) ~ Falta de ‘ectca, que pretende ser objetvidad. Freme a ello: apropia- ‘in del punto de vista auténico (107) 3. CONFIGURACION DEL HABER PREVIO. 618, Mirada ala cotidianidad. ‘Cotidianidad, la normalidad, el uno (109) ~ 2Que significa semundos?, qué, ven un mundos?, ;qué, ser en un mun- dow? (110) = Avance de los pasos de la explcacién. Apare- 12 98 103 103 105 109 109 _ noice ces signficaividad, aquelo de que nos cuidamos, mundo-en-torn (espacio). Cuidar (110) ~ El exist en cuanto se el exist del mundo de que nos cuidamos (110) = EL mundo aparece en cl ahora de la ocasionalidad, el de- rmoracse (112) § 19. Una deseripcin ersSnea del mundo cotidiano.. Las cosas de la realidad cotidiana en cuanto cosas cexpacio-materiales (114) esto a moda de substrato al que se afiaden valores; pero la significatvidad es un cardcer de set (115) — Cuatro aspectos de la dewonstruccién crltico-fenomenolégica de la teorfa anterior (115) $20. Descripcidn del mundo cotidiano desde el taro demorado ‘on las cosas. Fenémenos del mismo entorno vistos en cuanto rasgos del jocuri (115) ~ La descripcidn errénea se remonta en su origen hasta Patménides (117) ~ Acceso al ser: el pensar. Lo antencional (117) 4. SIGNIFICATIVIDAD: CARACTER DE OCURRENCIA DEL MUNDO. = 921, Andlisis de la significatividad (primera versién) Signficaividad: el en cuanto que y emo del ocurir (119) ~ Se da con ella la apertura (119) ~ 1) de la presencia (el cestar-a-mano, el para-qué). Cotidianidad y temporaidad (120) ~ 2) del mundo comiin;y con los o«os, sn destaarse, stung mismmos en la eotidianidad (120) ~ Sigificatividad, el ‘exit de lo que aparece (122) — Caricter de eaquis,Inssten- cia perinaz de teoras del conocimiento bien asentadas (123) $22. Anilss del signifcatividad (segunda vesién). Significatividad, cl existe mundano de ameras cosas ( ~ Marcha dl andisis (123) 823, (124) ~ Fl estaragui-para... noes algo que se le endose postetiormente 2 fo que aparece, sino que constituye su exist su presencia (124) b) La manifestaci6n del mundo comin (125) ~ Los otros com los que uno tiene que ver estin ahi de consuno en lo 1B 3 ns n9 119 23 124 824. $25. $26. snore. que ocurte cotiianaments, y, con ellos, «uno mistmos, sin que medic reflexién ni observaciént de uno mismo (126) ELhabito Hai es en Ia que wtino» tiene expe- Lo imprevisible y comparativo, Sobre la base de este hdbito indistinto puede aparecer lo in- habitual; molest, casual, imprevisible, «comparativos El cardcter de ocurrencia del mundo... Lo existence aparece en el modo de aquela de que nos cui- dams (128) ~ Aqucllo de que nos cuidamos: lo hecho, temporalidad propia, mamentosskstolgicos dl exisir (128) ~ Aquello de que noe csdamos ela rama de rm siones dels apres; el tito, en a, com las cons abr lo étvtorno, la espacnidad (129) ~ Ser-enchmando es cui- da, no Figura entre otras coss (129) ~ Ene aq de que nos cuidamos se cael vive des mismo (130) ~ lnge- tud, mundoren-torne, mundo comén, mundo propio en canto manera de oct iano con las costs (130) ~0en-torno en ellos la normal ddd, la publicidad (130) ~ Em clas se encubre el cukado (031) ~ La faba de eudado,y ol que nobreveoga una ur sgrncia (131) ~ Catinsidad, un cémo del cuidados el en- tmascarmiento (131) ~ Caidado,fenémeno fundamental de exe (132) | mundo aqui en el wato co ANEXO Suplementos y adiciones. Indgiones pat una emetic de fad 1.1 ieee (Gyuc un ttatado?) respecco dela indagaciones ‘concretss, sempre desconstruceidn histérica “Temas. 1.1.24 “Tema: la actuaidad en la filosotiay en la conciencia hist rica, Husserl, Descartes, los griegos: Dl aca MI. 7 127 W Ls v. vi vu, vin, x, XK; XL, xl, 135 Bs Glosatio 136 Fpfloge de a edizora ___iwoice De a vision general. 1.1. 24 ‘Bari de ls discipina ctenomenologias? Mejor: de la a twalidad, desconstrucrisn, Afadido 4. 1. 24: ;O también partir de la fenomenologia tomada en cuanto posibilidad! (107) Hermenéutieay dialéctica a propésito del § 9)... La hermenéutica, posibilidad més radical del aprehender por medio de una conceprualidad nueva, Ser hombre * ‘Modo de actuacién y de ocasionamiento de [a filosofla: el derencase en... Cuestionabilidad absolusamente radical ‘Ontologia; natura hominis. A propésito de Pascal Sélo desde a estancia se xe el movimiento La puesta (en marcha) (a propésito dl § 3, p- 37") Fl sen cusnto quée se asume de antemano el exstir surge cde una interpretacién de si mismo, del estar el exstr des- piceto para s{ mismo Realzacn Agotamicnto Fenomenologia y dialéctica (a propésito de! § 9, p. 67") ‘homo iustus (a propésito de Agua). = El hombre, originariamente in gratia conditus; por el pocs- do original, la condenaa la miseriay ala muerte A propésico de Pablo Came ~ espirtus el qué en euanta cémo de la facticidad Significar (a propdsivo del § 22) EL euidar hace que lo significance apareaca en cuanto ente. (Carieter de aqui (143) 1s 137 138 138 41 “i a2 a2 13 145 151 INTRODUCCION $1. Bl ioule de sontologa ‘A modo de advertencia sobre la primera indicacién de la factici- dad: el rétulo adjunto de wontologta». .) 2. Loque de ello resulta es que la ontologia se cierra el acce- so al ente que es decisivo para la problemitica filoséfica: el exis sir, desde el cual y para el cual «es la filosofia [As{ pucs, en lo que sigue se emplearé el titulo de sontol siempre en la acepcién vacia, con la sola pretensién de mentar cualquier preguntar ¢ investigar dirigide hacia el ser en cuanto tal. «Ontolégico» afecta, por lo tanto, a las cuestiones, explica- ciones, conceptos, categorias que surjan, © no, de ese mirar a lo cente en cuanto ser (En cuanto «ontologfar se comprende la merafisica antigua; sticién y dogmatismo sin la m4s minima posibilidad ni si ‘quiera apuntada de plantear cuestiones e investigar.) (Precisamente en el etiempo» se mostrard que en fa ontologia también residen tareas fundamentales!) En definiciva, el titulo que corresponde mejor al tema y a la manera de cratarlo de lo que sigue es el de: Hermenéutica de la fc oy cs sicmpre, pot defisci, en caellano wn wag; 3) a pues y_ por le ‘mo, se verted Da, substantia heideggetiano, por aqul. No debe el lector clviat, fmbargo, queen alemin vexistir ex sestar au y sitar aqule cee a, tun siuaein determina. (N del 7.) 20 HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD PROLOGO! Proponer cuestiones: cuestiones no son ocurrencias; cuestiones tamipoco son los «problemas» hoy en dia al uso, que «uno» coge al azar de lo que se oye decir, de Io que se lee, y que adereza con un gesto de profundo ensimismamiento. Cuestiones surgen slo del habérselas con las wcosas». Y cosas sélo hay agui cuando se Aienen ojos? Ast pues, hay que eplantear» aqut algunas cuestiones, tanto ‘ms cuanto que el cuestionar ha cafdo en desuso con el gran ne- gocio? de los «problemas». Atin mds, se pretend de manera sola- pada acabar definicivamente con el cuestionar, pensando en ali- ‘mentatse la simplicidad de la fe del carbonero. Se proclama que lo sacrum es la ley de la esencia, y la época, que por su fragilidad y Filta de enjundia estd necesitada de ello, se lo toma en serio. jLo tinico que interesa es el funcionamiento sin fricciones del ‘negocion! Emancipada para la organizacién de lz mentira, la fi- "Titulo del propio Heidegger. El sprélogor mo se expuno en ase, Und Sache sind nur da to Augen side »sind da significa shay, pero es literal mente «son ~ estan agate: de ah que, considerando el fais pueato da, haya que ect, aunque tesule un poco foreno, shay ap (N. def 7) Rees tabi ajeteon evs arainas. (N. el T) 21 PROLOGO, losofia interpreta la propia corrupcién como resurgimiento 0 axesutreccién de la metafisica». Mentor en ta busca fue el Luter joven; modelo, Aristitles, a quien aquél odiaba. Impulsos me los dié Kierkegaard, y los ojos me los puso Husserl. Esto vaya para aquellos que slo xentien- den» algo cuando pueden hacer la cuenta de las influencias his- ‘Gricas, ese pseudoentendimiento de la curiosidad siempre ajetre- ada, es decir, esa aversién hacia lo tinico que verdaderamente importa. A esos hay que aligerarles en la medida de lo posible su «linea de entendimiento», para gue se vayan por si mismos a pi- que. De ellos nada se debe esperar. Sélo se interesan por lo pscu- dos. PRIMERA PARTE VIAS DE INTERPRETACION DEL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD Facticidad es el nombre que le damos al catécter de ser de enues- wos existr «propio». Mas exactamente, la expresién significa: ese exists en cada ocasién (fendmeno de la «ocasionalidads'; véase edemorarse», ano tener prisas, «estaren-ello», eestar-aquto ?) en tanto que cn su caricter de ser existe 0 esté sagut» por lo que toca 4 su ser. Estar aqui por lo que toca a su ser» no significa, en nin- ‘tin caso de modo primario, ser objeto de la ineuicién y de la de- terminacién intuitiva 6 de la mera adquisicién y posesién de co- nocimientos, sino que quiere decir que cl existir esta aqui para si 10 en el emo? de su ser més propio. El cémo del ser despe- ja y delimita, concretindolo, el «aquis posible en cada ocasin. Ser — transitivo: jser el vivir factico! El ser mismo no ser nunca elec gue wadce or en as oes nda oop tivo de ese sr en una situacién detrminada, que es el exis El hablar de cass ned pre eda ede Wee someny dracon ne ‘erminada- Con seasionalidad dice, pues, lol cualida! dec (er) en ala ‘casién, Lo mismo vale de «oeasionalmente-, empleade a veces en lugar de rem adn ocatiéne por rzones de sntaxis o eufonts (de! 7) "Remite Hedger a una serie de rérminos que sean explicaivos: Ueriln, Nc selon, Dabo Dae. (N. del T) 2 We ae crate del advebio interogaivo ecémo subsanivado, en aleméa igual- sent choca, (Nel) 25 vias INTERPRETACION DEL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD —_ ‘objeto posible de un tener, puesto que lo que importa es él mis- smo, el ser El que el existir sea siempre propio no implica que se le relati- vice, askindolo en lo que visto externamente serfa un individuo, el individuo (solus ipse), sino que la «propiedad» es un cémo del set, indicacién de la via posible del estar despierto *. Mas no una demarcacién regional en el sentido de una oposicién que parti- cularizara. Y facsico, por consiguiente, se llama a algo que «es» articuldn- dose por si mismo sobre un eardcter de ser, el cual es de exe mado. Si se toma el «vivir» por un modo de «ser», entonces «vivir ficti- cov quiere decit: nuestro propio existir 0 estar-aqui en cuanto caqul> en cualquier expresién abierta, por lo que taca al ser, de su caricter de ser. “+ Wachsin, cl ual e281 vex uno de los poibles significado de dase signin line- salmentesdesieron, pero em el sentido ampio de eatenton, vivon. (Nel 7) 26 CAPITULO 1 HERMENEUTICA. $2. Concepto tradicional de hermendutica El término hermenéutica pretende indicar el modo unitario de abordar, plantear, acceder a ella, cuestionar y explica lz facticidad, Epunvevtixd (Emorin, Texim) deriva de Epunvevew, Eunveta, Epunvets. La etimologia de la vor es oscura | Se la pone en relacién con "Ephifis, el nombre del dios men- sajero de los dioses. Mediante algunas referencias se puede localizar el significado originario del término y hacer 2 [a vez inteligible el modo como se va transformando su significado Platén: oi 6% TouTat obbEV GNA’ H Epunvs etow TOV BeGv* (los poetas son sélo los wemisarios» de los dioses). Por ello, de los rapsodas, cuya labor es recitar a los poetas, se dice: O8- kody Epunvéoy Epnviis yCvveae *; no seréis vosotros los cemisarios de los emisarios? “Epynvetis es el que comunica, el | Véase F, Boley, Diionnatedymologigue, Heldeberg Pas, 1916, pp. 282 y » Iba, 534 e, Oxford (Burne), 1904, * Loe. $358 7 10 — ——HEBMENSUTICA ‘que notifica a alguien lo que otro «piensa», ¢s decir, el que trans- mite, el que reproduce la comunicacién, la noticia; véase Sofista 248 a5, 246 ¢ 3: dbepurveve, informa: notifica lo que los otros picnsan, Teeteto, 209 a 5: Adyos = Tis afjs BLadopétntos: Epunveta. Notificar es hacer explicita la diferencia de otros con respecto a lo KoLVAY. (véase Teeteto 163 c: lo que se ve en las pa- labras y lo que los intérpretes comunican); no una concepcién tedtica, sino «voluntads, deseo y demés, ser, existencia; es decir, hermenéutica es la notificacién del ser de un ente en su ser res- pecto a... (mi) Aristéseles. TH VAST (ataXpATaL f Go1s) ent Te Thy yetow Kai Thy diddeKrov, dv h uev yebots dvay- ator (61d kai mAetoow imdpxer), fh 8 Epunveta eveKa Tod e8 (Jo ente en cuanto viviente necesita la lengua para sabo- rear tanto como para conversar acerca del trato con las cosas; de ello, el saborear es un modo necesario del trato con |as cosas® (por ello se encuentra también en la mayorfa), el hablar a alguien y el hablar de algo pero con los demds (conversar acerca de algo} ‘existe para garantizar el verdadero ser de lo viviente (en su mun- do y con sti mundo). €pnveta substituye aqui simplemente a BuddeKTos, el hablar coloquial de algo; ahora bien, este hablar de algo sélo es el modo fictico de realizarse el AGyos, y el sos (cl habla de algo) se cuida del dnAodv [.] TO OupdEépov Kai Td PAaBepév ¢ (el habla ace que lo ente sea patente, accesible, en su utilidad y en su inutilidad, para el tener a la vista. Véase también €ppnvetety; Filostrato’. Simplicio en Aristo- telis Physicorum Commentaria ®, Pericles en Tucldides: Katto guol rood Ty dvbpl dpyieate bs odberds ofopat Foowy + Deanina B 8, 20 18. > Umganse tata de un cérming que aparece con frecuencia. Eniéndsse «cose cn sentido ampli, lr corde le vids 10 que implica tata con eosnen sentido cs luce y con petsonas (Nd T) Politica A, 1253214 ys * Da Vins Sophistarum, e, de C. L- Kayser, Leipcg 1871, vol. Il p. 11,1. 29. Ea Diels, Die Fragment der Vorb, Belin, 1912, ¢. 1p. 235, 119. "Ed. de H. Dick, Commenznia in risoclem Grace, Bedi, 1882, p. 329 |. 20. 28 $2. CONCERTO TRADICIONAL DE HERMENEUTICA _ eluai yuavat te 1a Séovra Kal Epunvedoat TadTA, b1r6- Nig Te Kal xpnHdTaY xpetoow?. Aristoteles: Ayo 5€, «4 A€EW elvan THY Sa TAS Svopa- ofas épunvetav®. Entre los «escritos» de Ariseételes hay uno transmitido con el nombre de flepi Eppnvetas. Trata del Adyos en su funcién fundamental: descubrir y hacer conocido lo ente. Segain lo apun. «ado arriba, el titulo resulta del todo apropiado. No obstante, ni Aristoteles ni sus sucesores inmediatos en la escuela peripat establecieron para el escrito dicho titulo. Proveniente del legado, se transmitié a los discipulos de Aristételes como «esbozo inaca~ bbado» y «sin titulo», Para la época de Andrénico de Rodas el ti- tulo era ya habitual. H. Meier, quien con buenas razones asegura la autenticidad del escrito, calcula que la introduccién més tem- prana del titulo se daria probablemente en la primera generacién, siguiente a Teofzasto y Eudemo", En nuestro caso el que la vor sitva de titulo a la investigacién concreta de Aristételes s6lo tiene importancia para la historia de su significado. La funcién del habla es hacer accesible algo en cuanto estando aqui presente, mostrindose abiercamente. En cuanto tal, tiene el Mbyos la posibilidad sefialada del GAndevewv (desocultar, poner aqui a la vista, a disposicién lo que antes esta- ba oculto, encubierto). Ya que el escrito trata de eso, con razén se llama epi Epynvetas. En el helenisma se generaliz este significado del Epunvesetv, que corresponde a nuestro ssignificar»; una palabra, una frase quiere decir algo, «tiene un significados. (De ahi el plaronismo del significado.) Filén denomina a Moisés Epunveds Aeod (notificador de Ia voluntad de Dios). ° De bell Pelponnetae 8, de G. Bochee, Leis 1878, «1, 60 (5), p 127. © Podica 6, ¥450b 139 "Die Echheir der Artovlchen Hlermemcutke. En Archi fr Gachihte dr Pi laaphie 13, NF 6 (1900), pp. 23-72 ‘De via Mos IM, 23 (lh 188). Oper TV, ed. de L Cobn, Berlin, 1902, p. 244 29 uD 12 ERMENEUTICA Ariseo: 70 TOV “lovsatwv ypapnata «punvelas Tpoo- Beirat» " (los eseritos de los judios necesitan de traduccién, in- terpretacién). «Traducir»: hacer accesible en a lengua propia, para la lengua propia lo que se halla en lengua extraia. En las iglesias cristianas, por lo tanto, Epytnveta equivale a comentario (coarratio); Epunveta eis tiv doTdTEUxoV; womentar, inter- prerare: tratar de aclarar lo que s¢ quiere decir verdaderamente fen un escrito, y asi hacer accesible eso que se quiere decir, ayudar a que se licgue a ello. Epynveta = cEviynots. “Agustin produce la primera shermenéuticar de gran estilo. Homo timens Deum, vohuntatem ¢jus in Scripturis sanctis dili- genter inquirit. Fe ne amet certamina, pietate mansuetus: prae- ‘munitus etiam scientia linguaram, ne in verbis locutionibusque ignotis haereat; praemunitus etiam cognitione quarumdam te~ rum necessariarum, ne vim raturamve eatum quae propter Si- militudinem adhibentur, ignorets adjuvante etiam codicum ve~ ritate, quam solers emendarionis diligentia procuravit: veniat ia insraras ad ambigua Sexipararm dicuendsarque sl venda Con qué armas ha de abordar el hombre la interpretacion de pasajes de la escritura que no estén claros? Con el temor de Dios, con el cuidado tinico de buscar en la escritura la voluntad de Dios; formado en la piedad, para que no se complazca en dispu- tas verbales; provisto de conocimientos lingtisticos, para que no se quede en suspenso ante palabras 6 locuciones desconocidas; dorado con el conocimiento de ciertos objetos y acontecimientos naturales que se incluyen a modo de ilustraciéa, para que no deje de ver su fuerza demostrativa, apoyada en el contenido de verdad... En el siglo xvit aparece el titulo de Hermeneutica sacra para lo que de ordinario se denominaba Clavis Scripturae sacrae ”, Isa- ° Ad Phiocratr eps, cde B Wendland, Leipig, 1890, p41 3 \ De decrina criti, Patologia ltina, ed de Migne (de aul en slant sce 1 por Migne) XXXIV, Pari, 1845, libel, ap, yp. 65. MM. Faia lyrics, lai prone sanctaeseu dsr acrarum Berra, Ba ses, 1567. 30 $2. CONCEPTO TRADICIONAL DE HERMENEUTICA ‘goge ad sacras literas %, Tractatus de interpretatione, Philologia sacra”, Hermenéutica ya no es la interpretacién misma, sino la doc- trina de las condiciones, el objeto, los medios, la comunicacién y la aplicacién prictica de la interpretacién; véase Johannes Jakob Rambach: 1. «De fandamentis hermeneuticae sacrae» 8. De la disposi- cin adecuada para la interpretacién de textos, del sentido de los textos, TL «De mediishermeneuticae sacrae domestics». La analogia de la fe en cuanto principio de inteepretacién; ls circenstancia, los afeccos; el orden, el contexto; el paralelismo de ls escritura. UL «De mediis hermeneuticae sacrae externis et lteraris» Los medios gramaticales, criticos, ret6ricos, l6gicos y cientificos. Tiaduccién y comentario. IV. «De sensus inventi legitima tractationes®. De la comu- nicacién y la demostracién, de la aplicacién porismatica y précti- ca, (Porismata, opt Cet: deducir por medio de argumentos.) Posteriormente, Schleiermacher restringis la idea de la herme- niéutica, vista con cardcter general y activo (jvéase Agustin), al sarte (doctrina del arte) de entender» el habla de otto, la pone cen relacidn, en cuanto disciplina junto a la gramética y la ret6rie ca, con la dialéctica; esa metodologia es formal, y en cuanto chermenéutica generalv (teoria y doctrina del arte de entender el S.Pagnin, Lagoa a strstr Liber nica, Colonia 1540 y 1542. YW Franca, Tectarus teolgicus now ce persica de interpretation wcraram eripturaran masine lima, Winenberg, 1619. °°S Glas, Pilea sacra gu rrr Vet NT rier ta se litera, ‘aon vere gene inertia ratio expendi, Joa, 1623. intone bermenentca secre, aris obsecainibns coir exrmpls bi llr, Jena, 1723, Conspects ous ibe Liber prim. 2 Wid, Liber secunds. Thi, Liber ets. 2 hid Liber quan ® HermencuiondKriitm ber, Becichure auf das Neve Testament, ed poe B.Lake ke, Smiiche Werke prt I, ol. 7, Belin, 1838, p. 7 31 3B 4 eweneuricy habla ajena en general) abarca las hetmenéuticas especiales, teo- ligica y filolégica. ‘A. Boeckh recogié esa idea de la hermenéutica en su «Enciclo- pedia y metodologia de las ciencias iloldgicas» Dilthey adapts de Schleiermacher el concepto de hermenéuti- a cn cuanto «método del entender» («doctrina del arte de la interpretacién de textos») ™, pero, sin embargo, lo descompuso al hacer un analisis del entender en cuanto tal, y en el contexto de sus investigaciones sobre el desarrollo de las ciencias del espi- ritu prosiguié también el de la hermenéutica. CCiercamente, justo a partir de ese punto se muestra una restric- Gn funesta en su posicién. Por ello, en el desarrollo de la verda- dra hermenéutica se le quedaron olvidadas las épocas decisivas (la patristica y Lucero), al seguir siempre la hermenéutica sélo desde tun punto de vista tematico y en tanto en cuanto se mostrara en ella la tendencia que él consideraba esencial —para la merodologia de las ciencias hetmenéuticas del espiitu. Ese Ditehey sisemstica- mente aguado de hoy en dia (Sprenger) no alcanza ni siquiera de Iejos la posicién de antafo, posicién por lo dems ya restringida, y afectada y poco clara en la direccién de lo fundamental. $3. Hermentutica en cuanto interpretaciin que la facticidad hace de si misma En lo que se refiere ala siguieme investigacién no se emplea el t- tulo de chermenéutica» con el significado moderno ni mucho menos en el sentido an estricto de una teorfa de la interpreta- Ensylopade und Methodologe der philelogichen Wisehafen,Leiptig, 1877 2 Vem: generalmentetraduci en Js e308 citadon por seomprenies, som renin enel caso de Heidegger, teniendo en cuenta cl giro que’ a dar al sgn Fado de dicho téemino alia, parece recomendablevertero, para citar carter pricolégico de xcomprensiGne, por entender. El uso de sentender den dana buena Mea de aquelo alo que Heidegger spunts. (N del 1.) 2 ie Enearehung der Hermeneutke. En Philsephicke Abendlngen, Chr Sige suet su-cinem 70. Geburtaayewidine « B. Erdmann wa, Tubingaleibargo!l Vinheta vei creado por Heidegger. Ltrlmente viene 2 dito que se ten de ancemanoy por elo design mode eboe prvi. Una pound de taduco ey a chr previo Naturmente, seta de un see» en canto perience dei dun ber, habe sda y haber lo que hay cn oe une or {By shabe previo (Nd 7) Ninf del) 34 § 3, _HERMENELTICA EN CUANTO INTERPRETAC alguien; es decir, ranspone en el exist segtin su tendencia a la intexpretaci6n y preocupacién. Los conceptos fundamentales no son afiadidos posteriores, sino motivos conductores: tienen a su. manera el existir en sus manos" B] haber previo de la interpretacién, el que dicho haber pre- vio no pueda estar presente de modo temético como objeto de un relato directo completo, es precisamente la sefal de su card terde ser. En cuanto elemento constitutive, y ciertamente de vo, de la interpretacion, la cual ella misma es a una con el estar ‘aqui, comparte su cardeter de ser: el ser-posible. Este set-posible es tun ser-posible concreto, que varia ficticamente segin la situa- cin a la cual va dirigido en cada ocasién el cuestionar herme- néutico; el haber previo no es, por lo tanto, nada que se elija a capricho. Bl vivir sélo se deja aclarar cuando se ha vivido, del mismo modo que Cristo empezd a explicar las escrituras y a mostrar cémo ensefiaban sobre él —sdlo después de haber resucitado.» Kierkegaard, en su diario el 15. IV. 1838. Cuestionabilidad fundamental en la hermenéutica y en sus riras: el objeto: el existir esté s6lo en st mismo, Estd, pero sélo jen cuanto estar en marcha de si mismo hacia el existr! Este modo de ser de la hermenéutica, no se trata de evitarlo ni de manipularlo sustituyéndolo artificiosamente; hay que tomarlo decididamente en cuenta. Lo cual se traduce en el modo como hay que tomar el adelantarse de la marcha, en el modo snico como se puede tomar. Este «adslantarse> no supone llegar a término, sino precisamente comar en cuenta el estar en mar- cha, dejarle el paso libre, abrirle camino, conservando el ser posible. © Ene original hay una reac reproducible en castellano ente ete tener en 55 mance o saber mancjarse com ell, den Griff ehmen,y Bagi concspton.(N. alt) "Die Tapebcher 1824-1855, selec y craucién de‘Th, Haecker. Lips sin f= cha, p.92 (Munich, 1953, 9.99). 3 Unterwegs ha traduco a vac (0 en exe texto) por scaminor, ros. (N. del 1) 35 7 18 -RMENEUTICA A és le corresponde conforme al haber previo una cuestiona- bilidad fandamental. Esta reluce en todos los caracteres de ser; cuestionabilidad éntiea: cuidado, inquietud, miedo, temporalidad. En la cuestionabilidad y sso en ella se hace uno cargo de la posi- cidn en la que se da y para la cual se de algo a lo que se le pueda llamar poner término «jos. WY eso sélo silo fijable, lo que atin no esté fijado, en cuanto cémo del exis, tine ser! Qué pasa en este contexto con el problema de la muerte? En la hermenéutica lo primero que hay que configurar es la posicién desde la cual sea posible preguncar, cuestionar de modo radical, sin dejarse llevar por la idea tradicional de hombre. (Cuestionable es el problema de la disposicién, eémo plantearlo, si plantearlo 0 no. Desde la cuestionabilidad gno se verd el ser po- sible como algo existencial concreto y auténomo?) ‘A mis de eso, la interpretacién parte de la actualidad, es de- cir, de un determinado entendimiento normal, del cual vive y al ‘cual responde la filosofia. El uno™ tiene algo ciertamence positi- vo, no es sélo un fenémeno de abandono, sino en cuanto tal un cémo del existr fictico. El dominio del entendimiento fictico no es algo que se pueda caleular de antemano ni nunca. De igual modo, no se puede normalizar su repercusién en fa aprehensién y en la comunicar cién mediante expresiones matemiticas. En el fondo eso es algo que, ademés, carece de importancia, puesto que la hermenéutica se apuesta en la situacién y desde ah posibilta el entender. En el entender hermenéutico no hay ninguna «generalidad> aque vaya més allé de lo formal; y,en caso de que hubiera algo ast, tuna hermenéutica que se entieada a s{ misma y que entienda su cometido se veria obligada a tomar distancia de ello y volver la atencién sobre el existir fictico del momento. Lo «formal» no es % Man: es In subetancvaciin que Heidegger hace del pronombre indeinido ma, cuyo toe equitalente al que tenen en carta lat consrucsonesimpersonales fon st, Como substandvar ea lima partials resulta un tano brutal en puesra lengua, he prefrido aprovecar la acepion corrlativa, como pronombeeindfinido, ddeunor. El contexto permit disinguir este témino wenico dal uso cotinte del ‘itado pronombre. (N- del T) 56 $3. _HERMENFUTICA EN CUANTO INTERPRETACION.. jams algo independiente, sino slo un recurso, un apoyo del mundo. La hermenéutica no tiene por objetivo la posesién de conocimientos, sino un conocer existencial, es decir, un ser. La hermenéutica habla desde lo ya-interpretado y para lo ya-interpe- trado, La puesta (en marcha) hermenéutica —aquello en lo que, como si dijéramos a una carta, se pone todo—, esto es, el «en ‘cuanto qué» en que se asume de antemano la facticidad, el ca- rdcter de ser decisivo que se pone (para empezar), no puede ser un inyento; tampoco ¢5, sin embargo, algo que se posea de modo definitivo, sino que surge y brota de una experiencia fundamen- tal, en nuestro caso, de un estar despierto de cardcter filos6fico, en el cual el existir se encuentra consigo mismo, aparece ante si mismo”. Que el estar despierto sea de caricter filos6fico quiere decir que esté activo en una auto-interpretacién originaria que la filosofia se ha dado de sf misma, constituyendo esa interpretacion una posibilidad decisiva y un modo de que el existir se encuentre consigo mismo, aparezca ante s{ mismo. El contenido fundamental de ese entenderse la filosofia a sf ‘misma acerca de s{ tiene que poder destacarse y hay que indicarlo de antemano. Para la hermenéutica eso significa: 1) Filosofia es el modo del conocer que se da en el vivir féctico, el modo como el exist factico se arranca de si sin miramientos para darse a si mismo y se pone de modo inexorable en s{ mismo. 2) En cuanto ‘al, la filosofia no tiene misién alguna de velar por la humanidad 2 iets puesta en match, pasta en pctcan yepussa © apusston (N del T) % ada als wan exprsion beideggeiana, extras también en aed, on fa que punta lcralmente lo ysimterpretdo aun en el principio. (N. del T) gegen émino central en la conecpcion eideggeianaagul presenta, signifi- cx en sentido coerente senconerarse can. (ea de manera casual o convenida)» y ‘rata a (alguien o algo de un mode determinade), mostra ante (alguien o algo de ton modo determinado),reacconae, sesponder ante (alguien o algo de un modo de terminado}. Convene no olvidar ee earctr de reluein por encima del mero to ‘ezae pasivo con algo o alguien. ders, hay que tener en cuenta que ambi sig- Pifica eaparecen, vatceders y que Heideggct hark uso de la elacion que degen tiene com Bey, cuyo significado es eacontecimieno, sce todo ello ace que fe sencontrarse con.» 0 saparecer (ago) sa ens mismo un acurt.como Se Yer sds adelante (Nel) 37 9 HeRMENEUTICA y la cultura universales ni mucho menos de ahorrar a las genera- ciones venideras de una ver para siempre la preocupacién de plancearse cuestiones © siquiera de reducirsela con pretensiones erréneas de validez. La filosofia es lo que puede ser slo cuando es de su tiempo». «Temporalidad». Fl existir opera en el cémo del sersahora Pero €s0 no significa, ni mucho menos, ser lo més moderno posible, es decir, hablar, segtin es gusto, de las supuestas necesi- dades, de la miserias imaginadas. Se reconoce todo lo moderno en cémo artificiosamente se hurta al tiempo propio y sblo de esa ‘manera se procura un «efecto». (Negocios, propaganda, proseli- tismo, economia de camarillas, pasteleo intelectual.) Por el contrario, aquello en cuanto lo que el existir aparece ante si mismo en el citado estar despierto, es decir, el caricter de set, no es algo que se pueda calcular de antemano ni nada para la humanidad en general, nada para el piiblico, sino que es la posi- bilidad decisiva y determinada en cada ocasién de la facticidad concreta. En la medida en que se logre manejar hermenéutica- mente Ia facticidad y Ilevarla a concepto”® resultard aquella posi- bilidad mas clara; «al mismo tiempo», sin embargo, se consume ya ella misma. La existencia en cuanto posibilidad histérica de- ‘erminada del existir en cada ocasién esti ya viciada en cuanto lo que es cuando se le exige estar presente de antemano ante la cu- riosidad ® filoséfica que vivamente se la esté ya figurando. La existencia no es nunca wobjeto», sino ser; existe, esté aqui sélo en tanto «sea» el vivir de cada momento. Por cuanto la puesta (en marcha) sdlo existe de ese mado, no puede ser objeto alguno de razonamientos universales 0 de dis- cusién ptiblica. Esos no son mas que los medios preferidos para atajar a tiempo el posible chogue de la puesta (en marcha) con el existir Factico, Esas exigencias que en la actualidad tanto se vocean 2 Vudve jugar agul el orginal con Grif'y Bariff ase nota 31 de ete mismo plea, (Nae) Newer slo que en eatllano se dice scurosdads; pero, ademas, por scarier compuesto, New gir, puede mendes tmbidn, expliciivamentey con devo Gar tis, como eafin de novedades. (N. del) 38 §.3._HERMENEDTICA EN CUANTO INTERPRETAC! y tan alto: 1) no conviene detenerse demasiado en los presupues- tos, sino mirar las cosas misma (filosofia que trata de cosas)"; 2) los presupuestos deberian poder ser expuestos ante un piiblico general razonable, es decir, ser plausibles, lo menos arriesgados posible —ambas exigencias se envuelven en la apariencia de la més pura y dura filosofia objetiva—, no son, sin embargo, més que los gritos erimascarados del miedo a la filosofia, La cuestién, entonces, de qué lugar ocupa esta hermenéutica dentzo del cuadro de tareas de sla» filosofia no pasa de ser una cuestién muy posterior, en el fondo carente de iraportancia, cuando ne una cuestién radicalmente equivocada. Lo eventu: ‘mente extrafo del titulo no debe inducir a perderse en tan hue- cas reflexiones. La hermenéutica misma no pasar de ser una trivialidad mientras el estar despierto para la facticidad, que es el que debe producirla, no esté eaquis; todo hablar sobre ea es un malenten- ido fundamental de lo que ella es. Yo por mi parte sospecho, si se me permite esta observacién personal, que la hermenéutica no es para nada filosofia, sino algo estrictamente previo y provisio- nal, fo que, desde luego, es su naturaleza mds propia: no se trata de acabat lo antes posible con ella, sino de mantenerse en ella el mayor ticmpo posible. Estamos en la actualidad an faltos de enjundia que ya ni so- mos capaces de soportar una cuestién; cuando ano de los curan- derosfildsofos no tiene respuesta, se acude al siguiente. Esa de- manda hace que la oferta erezea. En lenguaje popular a eso se le llama wun interés creciente por la filosofian. La hermenéutica no ¢s ella misma filosofia; lo que ella ‘ves simplemente someter a la wconsideracién bien dispuestas de los filésofos actuales un asunto hasta ahora celegado al olvide ‘Que estas minucias pasen hoy en dia inadvertidas es algo que a Suhpbilophie (del E) + Ang Heidegger no emples aul cmino ene sentido eticto ue le dard ms adelante, el de sangustia, ented éta cr canto lemor opresivo sin causa pre Se (Nedel 1) 39 HERMENEUTICA nadie debe sorprender en el gran negocio de la filosofia, en cl que todo esté enderezado, por supuesto, a no legar demasiado tarde al —como se sucle decit— aresurgimiento de la metafisicay que ahora comienza, en el que la tinica preocupacién que se co- noce es procurarse, por medio de una visién de las esencias, una amistad directa, lo més barata y lo més cémoda posible y a la ver rentable, con el buen Dios. © AAposilla de Heidegger: «Nada de vlorar ecg citrine y condiciones extras y ‘uestionablessubrayarlo como algo mis que fundamental 40 CAPITULO 2 LA IDEA DE FACTICIDAD Y EL CONCEPTO DE «HOMBRE»! AAl determinarse de manera indicativa el tema de la hermenéuti- ca: Facticidad = nuestro cxistir propio en cada ocasién, se han evitado por principio expresiones tales como existir chumano» 0 ser del hombre. Los conceptos de «hombre», a saber: 1) ser vivo dotado de ra- 26n, y 2) persona, personalidad, son el fruto de la experiencia y visién de un mundo cuyas condiciones objetivas nos vienen da- das de antemano cn cada ocasién de un modo determinado. El primero forma parte del conjunto tematico que viene indicado por la serie de objetos: planta, animal, hombre, demonio, Dios. (En principio no hay por qué pensar al respecto en. experiencia especifica alguna de tipo bioligico o cientifico-natural en senti- do moderno,) El segundo tiene su origen en la exposicién cristia~ na, basada en la revelacién contenida en el antiguo testamento, de la dotacisn originaria del hombre en cuanto criatura de Dios, En ambas determinaciones conceptuales lo que hay en juego es {a fijacién de los elementos que configuran la dotacién de una cosa dada de antemano, a la cual posteriormente, en funcidn de ' Tule del propio Heidegae. 41 2 2 [A IDEA DE FACYicIDAD ¥ #1. CONCEPTO DE «HOMBRE tales elementos, se le atribuye un modo de ser 0 se le deja estar en la indiferencia de ser-real. Por otra parte, con el concepto de «ser vive dotade de razén» hay que andarse con cuidado; no acierta a dar con lo decisivo del sentido del (Gov Mdyou Exov. Adyos en la filosoffa cientifica clasica griega (Ariedteles) no significa nunca «tazén», sino habla, conversacién; por lo tanto, el hombre es un ente que tiene su mundo en ef modo de lo hablado*. Ya en la Eitoa comienza la trivializacién del concepto, y en la especulacién y reosofia hele- nisticas aparecen el A6y0S, la cob(a, la Tatts conceptualizan- do hipéstasis. Los concepios de hombre hoy en dia usuales tie- ren su origen en los dos concepts sefialados, tanto da que arramblen con la idea de persona haciendo referencia a Kant y al idealismo alemén como a la teologia medieval $4. El concepto de shombres en la sradicién btblica ‘Lo que lleva a concebirse la idea de hombre en cuanto persona, concepto que asimila el griego de Cov Abyov EXov, es uno de los pasajes que se han convertido en clisicos, en varios sentidos, para la ceologia crstiana, Géness I, 26, LXX (sepeuaginta): kat cinev 5 Geds" Tououpev dvOpuncy Kar’ etkva Aweré- pav Kai Ka0” Spolwow. cixdv y 6pduwOLs Posen un senti- do casi idéatico.” (La idea de Dios, viendo al hombre: posicién religiosa en ‘cada ocasidn. Ver ambos aspectos.) Véase Kuhn: ser racional sen- sible (natura, obo(a) —ser «personal» (dito Taats, substantia), ecapax alicujus veritatis de deo» et walicujus amoris dei’ La historia de la interpretacin del pasaje del Génesis comien- za en Pablo, \ Cor. XI, 7: dip wav yap obk dbetAet KaTa- KaXirreaBar Thy Kedadiv, ciKdv Kal B6Ea Geod brdpxwv, 2 Mejor en el semeste de verano dl 24e (aposill poncrior de Reider. ® Die chriich Lele von der godchen Gnade, pare. Tabings, 1868, p a2 ‘$4. _EL.CONCEPTO DE «HOMBRE» EN LA TRADICION BIBLICA Véase Il Cor. II, 18; Rom, VIIL, 29: 571 obs Tpoyve, Kal Tpospiaey unBSpdovs Tiis elk6voS Tod viod abro®, eis. +) clvat abzdv mpatéroxov gv TOMGIS GSEAHLIS. Problema: la mujer zqué es? Tatiano (alrededor del 150), Ayos nds “EAAnva: vos 8& 6 dvOpuros cikdv Kal Spotwars Tod Beo8, Ayo 82 vBpwrov obxi Tov Spora tois Cos mpdTToeTA (no en cuanto (ov), dda Tv Téppw HEV THis dedpuTdtyTOS pds abrdv 5& TOV Dedv KexopNKsTa (los més adelantados)* Aqui aparecen claramente fijados los dos modos fundamentales de entender el hombre. Agustin: Ex dixit Deus, Faciamus hominem ad imaginem et similicudinem nostram. Et hic animadvertenda quaedam et con- junctio, er liscretio animantium. Nam eodem die factum homi- nem dicit, quo bestias. Sunt enim simul omnia tertena animan- tia; et tamen propter excellentiam rationis, secundum quam ad imaginem Dei et similitudinem efficitur homo, separatim de illo dicitur, postquam de cactcris terrenis animantibus solite conclu- sum est, dicendo, Et vidit Deus quia bonum est’, (En vez de: Et factum est y: et fecit Deus. Andlogo: Faciamus — fiat.)° Tomés de Aquino: de fine sive termino productionis hominis prout dicivur factus ad imaginem et similitudinem Dei”. Quia, sicut Damascenus dicit, lib. 2 orth. Fid., cap. 12, a homo factus ad imaginem Dei dicitur, secundum quod raginem significacur intellectuale, et arbitrio liberum, et per se potestativum, postquam praedictum est de exemplari,scilicet de Deo, et de his quae processerunt ex divina potestate secundum jus voluntatem, restat uc consideremus de ejus imagine, idest, de homine: secundum quod et ipse est suorum operum princi- ‘ce und Untersuchungen sur Gashice der acriachen Literatu, cd. pot O.¥. Gebhatdey A. Hamack, vol IV. ne 1 Leiprig, 1888-1893, cap. 15 (68), p16, | BAG. © De Gans ad linea imperfitu liber, Migne XXXIV, Pats, 1845, ap. 16, 55, pai Vea De Tints, Migne XLIL, Ps, 1841, Liber XI ap. 7,12. p. 1004, Sianma tlie | (Parma) quest XCII pelos. a m4 LAIDEA DE FACTICIBAD Y FL CONCHPTO DE «HOMBRES pium, quasi liberum arbitrium habens, et suorum operum potes- tatem ", Esta frase contiene la estructura merédica interna de la ‘obra cumbre de la teologia medieval Zuvinglio: ecambién el que él {el hombre] alee la vista a Dios y atienda a su palabra, indica claramente que segiin su naturaleza hha nacido algo més cerca de Dios, se parece algo més a él, tiene cierta aspiracin a él, de todo lo cual sin duda se deduce que est cxeado a imagen de Dios.»? Calving. His praeclaris dotibus excelluic prima hominis con- ditio, ut ratio, inteligentia, prudent, iudicium non modo ad terrenae vitae gubernationem suppeterent, sed quibus transcende- rent usgue ad Deum et aeternam felicitatem ". De aqui parte la interpretacién de la personalidad que a través del idealismo alemén llega a Scheler". EI propio Scheler se mueve, a la manera tradicional, entre ccuestiones cuyo planteamiento se ha quedado anticuado y re- sulta artificial; s6lo gracias 2 la depurada manera fenomenolé- gica de ver y explicar es canto mas funesto . Scheler pretende determinar el «lugar metafisico... dentro del todo del ser, del mundo y de Dios» ®, el «género homo», Pretende deshacerse del atavio mitico-simbélico» de la idea y apoderarse de la cosa La distincién entre chomo naturalis»'® de la ciencia natural, sunidad de caracteristicas objetivas, especie zoo\égica», y homo historiae, «unidad ideal, como la que figura, del “hombre”, en las * Summa cles, prologus aU! (cursva en pate de Heidegge) ° Von blarbett wed gre oder unbetrgliche des wort got. En Weske I. Der deuts chen Schrifen. primera parte Zurich, 1828, p. 58 cusva, de Heidegen. 1 Fiat 15,8 (cussiva, de Heidegger) 1 ease »Zur Idee des Menschen, 1" ed, en Abhandlungen und Auf, vol. 1, Leiprg, 1915, pp 319-367 (de agen adelante. Zar Ide des Menschen) 4 ed. pu blcada en: Vom Usnture der Werte. Abandlungn snd After, Ges. Werke 3, Ber a, 1955. pp. 173-195 1 Veae pp 346, 186 (de aq en adelante seit el primer nimero a la pigina cor respondiente deja primers edicign cl segundo a des case. 1 Loe. ts pp. 319,173, ° Loe. ec, pp. 320,173, ° Loc. ics pp. 322, 174, uy en la filosofia»'S, no es més que una ver- sin aligerada de la distincién kantiana entre concepto de la na- turaleza y concepto inteligible. «..error antropolégico» ", visto desde la intencionalidad y la eidética. {Todo «desde fueran, filo- sofia que trata de cosass! «Lo que el hombre sea» —sentido, miras, hermenéutica de cesta cuestién! El hombre es «la intencién y el gesto de la “trans- cendencia” mismar ?, el que busca a Dios, «un “entre”, [.] “limi- te"». (Animal-Dios, ambos asumidos), «un eterno “hacia fuera’s, Ia «puerca de entrada» de la gracia®, «...a tinica idea de “hom- bre’ con sentido [es] por completo un ‘ico-morfiomo”, la idea de ‘un X que es una copia viva y finita de Dios, un semejante a él, —juna de sus infinitas siluetas recortadas sobre la gran pared del ser!» Claramente:;puro decorado!, literatura, ficcién! ‘Casualmente Scheler hace suya la teologia antigua (véase tam- bién la gnosis valentiniana: odpE - uxt - TvedjLa, caro, ani- ima, spititus), pero mientras que los tedlogos de antes al menos vvelan que estaban hablando de teologfa, Scheler le da la vuelta a todo, pervirtiendo de esa manera la teologfa y la filosofia. El método este de pasar por alto lo féctico estd aplicado con gran ingeniosidad en el libro. $5. El concepto teoligico y el concepto de «animal rationales” La hermenéutica tiene por objeto temético el existir propio en cada ocasién —al cual se cuestiona acerca de su cardcter de ser y de la estructura fenoménica de éste: con respecto a una sistemsti- ° Loc cits pp. 323,175. Loe cits pp. 321, 173 ys. ™ Sachphlsophie (N. del I) Loe its pp 346,186 © Loe it, pp. 347 y 5, 186 " Loc cit, pp 348, 187 oe. cit, pp. 349, 187. ® Titulo de Heidegger: Anadido al $4 (del manuscrt). Idea de facticdad y eb coneepto de hombres Este § 5 no x present en clase thas p. 53) 5 eo LAIDEA DE FACTICIDAD ¥ EL CONCEDTO DE =HOMBRE® ‘ca regional universal recorta en ella un sector determinado a fin de realizar una indagaci6n del sistema con miras a unos fines de- terminados. Ala hora de darle un nombre 0 un titulo a esta regién del ser y para hacernos con ella hemos evitado y seguiremos evitando ‘expresiones como «existir humano» y «ser humano» 1 chombres, El concepco de hombre, en cualquiera de las concepciones cate- goriales tradicionales, impide ver de principio aquello que hay que tener a la vista en cuanto facticidad. La cuestién de qué sea el hombre queda desvirtuada al despistarse la mirada a lo que la ccuestién propiamente apunta con un objeto que le es ajeno (véa- se Jaspers). ‘Al llamar «hombre» al existente que se va a investigar se le pone ya de antemano dentro de una determinada concepcién ca- tegorial, puesto que el examen se lleva a cabo siguiendo la pauta dela definicién tradicional de vanimal rationale». Con tal defi cién por pauta viene prescrita la descripcién de una perspe determinada, sin que con ella se recuperen activamente, hacién- dolos propios, los motivos originarios de tal perspectiva. La propia definicién ya esté incluso desprendida del terreno de origen y de cualquier posibilidad auténtica de demostracién*, y su repercusién en la filosofia moderna (Kant) viene ademds de- terminada por una interpretacién en la que se involucran moti- vos de la teologfa cristiana. Fl sentido de las ideas de humanidad, personalidad, de ser-persona sélo se entiende desd: ella —como desteologizacién formalizadora concreta. Véase Kani, La religion dentro de los limites de la mera raz6n, 1793. Del planteamiento fundamental de la idea de persona en Kant entieade Scheler*® tan poco que en el sentimiento del res- peto solamente ve una wexcepcién particular», sin querer darse ‘cuenta de que la misma idea suya de persona slo se distingue de la kantiana en que es mds dogmitica y en que embarulla atin 2 Veac Aritle, Bsn a Nicos A ® En Sommalche Were cd. por G. Hartenstein, Leipsig, 1868, vol. VI p. 120. % sDer Formalsmus in der Ethik und die materiale Werth, en Jebrbuch fr Phi loxephie wd phinamenoloiche Force 2 (1916), p. 266. 46 $5. EL CONCEPTO THOLOGICO ¥ EL CONCEPTO DE «ANIMAL RATIONALE® més las fronteras entre la teologfa y la filosofia, es decir, en que pervierte la teologia y perjudica a la filosofia, comprometiendo sus posibilidades concretas de cuestionar eriticamente, Scheler®, definiendo al hombre en cuanto «intencién y gesto de la “transcendencia” misma» 0 como «el que busca a Dios», no se distingue fundamentalmente del «tener respeto para con...» de Kant, que es el estar abierto al deber, el modo de ocurrencia de la ley. Hasta qué punto Hleva Scheler la confusién en estos plantea- mientos fundamentales lo indica, entre otras cosas, el hecho de que su idea de persona coincida justamente, hasta literalmente, con la formulacién que los reformadores, en oposicién al Aristé- teles trivializado de la escolistica, contribuyeron a crear; véase Zwinglio, Calvino. ¥ al hacerlo se olvida, ademiés, de que alli, en la teologia, hay que distinguir de principio entre varios status 0 modos de ser del hombre (status integritais, status corruptionis, status geatiae, status gloriae), que no pueden intercambiarse a discrecién. Cuando Scheler dice: «Fue Lutero el primero {que] lo definié [al hombre] expresamente como “caro” (carne)», hay que hacer notar que Scheler confunde aqui a Lutero con el profeta Isaias (40, 6). Véase Lutero: Porro caro significat totum hominem, cum ratione et omnibus naturalibus donis. Esto en status co- rruptionis, el cual, sin embargo, esté antes totalmente determinado; propios de él son ignorantia Dei, securitas, ineredulitas, odium erga Deum; una relacién con Dios ciertamente negativa, de en- frentamiento a Dios. ;Eso en cuanto tal es constitutivo! La perspectiva que se tiene del hombre segiin la pauta de la definicién de canimal rationale» hace que se le vea dentro del Ambito de los entes que junto con él existen en el modo de lo vi- viente (plantas, animales), y en particular como el ente que posee © Zap idee des Menschen, pp. 346,186. 2 toe. cits pp. 325,176 (ersiva de Heidegge!) ® En Bsaiam Prophet Schoiepraceionbus collec, mutts in lois nam par aeces- sione auc (1534), cap. 40 de la WW (ed, de Elangen), Exegetica oper ene XX, cl. de H. Schmid, Elangen y Franclort, 1860, p 318 7 7 lenguaje (Syov Exov), que aborda a su mundo para hablarle, y que habla de él; su mundo, el cual en principio esté aqui en el trato de la mpaEts, del cuidarse de cosas® en sentido amplio. La definicién posterior de «animal rationales, entendida solamente en un sentido literal indiferente, «ser vivo o animal racional», en- cubre el terreno intuitivo en el que se originé esa determinacién del ser hombre. Esta definicién con cardcter de tesis 0 de proposicién llegar, sin embargo, a ser dentro del modo de entenderse la propia con- ciencia cristiana de la existencia el fundamento jamés cuestionado para la determinacién teolégica de la idea de hombre, de la cual se formaria la idea de persona (racional = capaz de conocer). La determinacién teoldgica sélo puede ratificarse conforme a su rincipio de conocimiento, es decir, retornando a la revelacién, principalmente a la Escritura. Alli la pauta la marca Génesis, 1, 26: al cimev 5 Geds° Houjouev dv®pomov Kar’ elkdva qe tépav Kai Ka8" Spoiwo.. Segiin la fe estd predeterminado que ser hombre es haber sido creado por Dios a su imagen y semejan- 1, Dejando de lado el que la definicién griega haya sido triviali- zada y tomada desde fuera, la determinacién de la esencia del ser hombre depende de la idea directrix de Dios que ahi se ponga. Es mds: para la fe el hombre es tal como aparece y esté ahora, un hombre «caido», 0 redimido y renovado por Cristo. Estar ¢ do, estar en pecado es un estado que no proviene de Dios, sino al ‘cual el propio hombre se ha llevado a sf mismo; asi pues, como criatura de Dias, debe ser el hombre en algin momento bueno (bonum), pero en ese ser asf se da también de consuno la posibi- lidad de la caida. La posicién en el propio estado actual viene ‘motivada por la experiencia originaria ocasional del estar en pe- ‘ado, la cual a su vez tiene que ver con la originariedad 0 no ori- ginariedad de la relacién con Dios. Este espacio cerrado de experiencias es el terreno en que se asienta la antropologia teolégico-cristiana, y sobre el cual perma- nce cuando ocasionalmente se transforma. © Boorgen:vése nota 4 de a pig. 110. (N, del) 48 __$6,_merretpap: st bust €§ su OcASIONALIDAD. En Ia idea de ser persona de la filosofia moderna esa relacién con Dios constitutiva del ser del hombre queda neutralizada al convertirse en conciencia de las normas y los valores en cuanto tal, eYoidad» de ral acto fundamental originario, centro de actos Gx) Si para practicar una reflexién filoséfica radical sobre el ser del hombre hay que mantener absoluramente al margen toda de- terminacién fundamental teolégica de cardcter dogmético (no sélo eso, sino que es una tarea ontolégica postiva el impedir tal planteamiento, puesto que éste tiene ya una respuesta), habré que prescindir de orientarse por idea determinada alguna de lo que es ser hombre, sea de modo expreso, sea encubierta, ci- tamente. El concepto de facticidad: nuestro existir propio en cada oca- sién, no encierra en principio en la determinacién de «propio», vapropiacién, vapropiado» nada en sf de la idea de «yon, perso- na, yoidad, centro de actos. {Ni siquiera el concepto de [si)-mis- mo, cuando se use aqui, tendra origen en la «yoidads! (Véase intencionalidad y su dpxi). $6. Facticidad: el existir en su ocasionalidad. La actualidad” El tema de la investigacién es la facticidad, esto es, el exist pro- pio cuestionado acerca de su caricter de set. Todo radica en no falar ya de antemano —lo que significarfa: de manera defini vya— en el planteamiento primero de la explicacién hermenéut ca del wobjeton. Se traea de atenerse la indicacién acerca del po- sible cumplimiento del concepto de facticidad, dada de consuno cen el propio concepto. El existir propio es lo que es precisamente yy sélo en su vaguto ocasional. » Se traduce aqui Seis, que en alemin, nominalizad, puede prescingie de acomp fara is, anor 0 cualquier ovo pronombre o nombre. (N. del 7) 2eTulo de Heidegger «Hermenctica de esi 9 29 30 LA IDEA DE FACHCIDAD ¥ {CFPTO DE *HOMBRE® Una determinacién de Ja ocasionalidad es la actualidad™, ol escarsiempre, el demorarse-siempre en el presente, siempre el pro- pio. (El existe histérico, su presente, Ser en el mundo, ser vivido por el mundo; cotidianidad-presente.) El planteamiento de la interpretacién se ve remitido por el propio objeto tematico ala eactualidad» concreta. Esta remision es algo que no sélo no hay que atenuar, sino que de ella, de la originariedad con que se enganche la remision y se la siga hasta el final, depende la posibilidad de tomar la facticidad en las ma- nos. Deben ponerse ala vista en lo ya-interpretado y puiblico de Ja actualidad determinadas categorias del exist, para las cuales se trata de estar despierto. Ontolégicarnente la actualidad supone: el presente del ahora, el uno, el estar con los demés, con los otros; «nuestro tiempor. La remisién queda reducida y convertida en un malentendide fundamental de dos maneras. 1) Por un lado, cuando verdadera- mente se pretende seguirla y lo que se hace para tomar herme- réuticamente en las manos la actualidad es refljar lo que se sue- ten llamar las «tendencias mds interesantes» del presente 2 modo de pasatiempo detallado ¢ interminable. 2) Por otro, cuando se interpreta la temisiOn al existir propio de cada ocasién como se- fal de obligatorias cavilaciones profundas e infructuosas, a més de vactas, de un yo aislado y ensimismado. En ambos casos, cu- riosidad por el mundo, sea por la cultura, sea por el mundo pro- pio, de uno mismo». Lo que interesa es una explicacién hermenéutica, no un infor- me mundano acerca de lo que «pasa». «Actualidad» —en nues- twos dias— supone cotidianidad, supone desvanecerse, quedar absorbido en ef mundo, hablar desde é, cuidarse de cosas. Esas ‘dos posibilidades de plantear mal desde el principio el andlisis no son contingentes, sino que residen siempre en la andadura mis- © as Heat, qe vena tambien a decal hoys(N. del T) % Ggennart de Zandt a ese die este mors, sahora mismon pa tece tener un eatctee mis cloquial, mis wvo que el mds filosdic jee (N. dal) "Con smundo propio, de wna miamon x taduce Selb (del T) 50 56. _FACTICIDAD: EL FXISTIR EN SU OcASIONALIDAD ma aun de la verdadera via. La realizacién cabal de la hermenéu- tica implica una lucha constante con la eventualidad de deslizar- se hacia cualquiera de ambos lados. Un estimulo considerable para el tipo de explicacién que aqui se propone proviene del crabajo de Kierkegaard. No obstante, como él se lo puso demasiado ficil, los presupuestos, el plantea- into, el modo de realizacidn y el objetivo son radicalmente di- ferentes. En el fondo para él lo tinico cuestionable era la propia reflexién que él practicaba. Era teélogo y se mantenia dentro de Ja fe, fundamentalmente fuera de la filosofia. Hoy en dia la situa- Gidn es otra. Asi pues, Io decisivo es tomar la actualidad en el planteamien- 1 del analisis de tal manera que resulte ya visible en él algo asi como un candcter de ser. Pues es ese cardcter de ser el que hay que lograr aclarar y el que en cuanto tal hay que transponer en el do- minio fenoménico de la facticidad. Sélo entonces podrs plan- tearse la cuestién obvia de si con el cardcter de ser asumido en el planteamiento se ha acertado o no en la wactualidad». La eactualidad» en cuanto modo de la facticidad podra deter- rminarse en su cardcter ontalégico sélo cuando se haya hecho vi sible de modo explicito el fenémeno fundamental de la fact dad: «la temporalidad> (que no es una categoria, sino un existenciario). Por el momento, y aunque sea anticipando, digamos al res- pecto que el existr tiene su publicidad y su vista. Fl existir se mueve (fendmeno fundamental) en un modo determinado de hablar de sf mismo, al que técnicamente llamaremas hablila ”. Este hablar ede» si mismo es el modo normal y piiblico como el existr se toma y se conserva a sf mismo. En el hablilla reside una precomprensién determinada, que el existir tendra de si mismo: % Ofatichtei. x dec, clo que de pblio tienes en ee sentido =publicidads, (N at) Habla, ene sentide ecto de ecosa que dice in fndamentn siemplemn te porque e dice Desde punto de vista mivtolgico, dor Gedo srtseambign 10 ‘que ya seh dicho ante» oo ya-hablados de abi por cierto, el. que vulva a deci (aT) St 3I 32 1A IDEA DE FACTICIDAD ¥ EL CONCEPTO DE del estar-aqui fictico el carcter de un estar orientado, lo que delimita concretamente su posible modo de ver y el alcance de su vista. El existir habla de sf mismo, se ve a si mismo de tal y tal modo, y, sin embargo, 0 es s6lo una madscara con que el existir se cubre para no espantarse de sf © A posarde lo diferente de Is formulacin xe ext virendo lo que habiudmente Iainatos bo yainespreidos, Angelhet (N.delT) 2 Tachado por Heidegger con la apostila de wdemasiado pronto» “ Sibi lo normal sera deci eas orcioncsimpersonales con scm ya que tae ‘mos man por winor (vise nota 34 dela p36), para conserva la coneordancl nos ‘vemos obligados a vertera de ete modo, (N. de 7) 52 § 6. _FACTICIDAD: EL EXISTIR EN SU OCASIONALIDAD mismo. Prevencién wde» la angustia. Lo que se da a la vista es la ‘mascara con la que el existir fictico puede encontratse consigo mismo, la méscara con la cual aparece ante sf como si «fuera»; con esa mascara de lo ya-interpretado puiblico se presenta el exis- tir como actividad suma (esto es, del negocio) *'. Un ejemplo: Vincent van Gogh escribe a su hermano en la época critica en que andaba a la busca de una existencia propia: es algo que no sélo carece de importancia, sino que, adems, nos desviarfa de la cuestin tinica, a saber: zcon vistas principalmente 1 qué ha sido fijado el campo de objetos de la filosofia? Lo universal, el rado nico de lo ente, que lo engloba todo y re duce todo a unidad —ese es el tema. Dado que aparece una mul- plicidad de regiones del ser, de capas y de niveles de ser, surge en. consonancia con ella el cometide de crear una sistemética que la envuelva, lo que conlleva una doble tarea: en primer lugar, esbo- zar una estructura que sirva de marco, esto es, las lineas funda- mencales de la trama de clasficacin; luego, asignar? a los entes concretos su lugar correspondiente en los apartados del sistema. En ese modo de observar el todo de lo ence disfrutan de un carécter sefialado las relaciones de orden como tales, las posicio- nes jerérquicas como tales, el tener asignado un grado como tal, cl ser siempre distinto de... y con ello otra vez. igual que... como tal. Lo relacional en cuanto tal es lo que se antepone y acaba con- virtiéndose en lo verdaderamente objetivo. Al ser lo que prevale- ‘ce, lo que domina en todo, constituye el ser verdadero. Lo que procura orden es lo verdaderamente inalterable en si mismo, lo ue esté libre de la variabilidad de lo subsumido en él, el en-sfsu- pratemporal, set, valet, valor, permanecer (frente a la «realidad sensible») Esta trama de ser o de valider se considera unas veces absolu- tamente independiente, vigente por si misma en definitiva; otras, por el contratio, se parte de que es lo pensado y el pensar de un espititu absoluto —esto tltimo, sea nuevamente en el sentido de Hegel, ca en el sentido agustiniano-neoplaténice Nora de Heidegger demasiado proto 61 a a2 10 YA-NTERPRETADO ACTUALMENTE DE LA ACTUALIDAD Estas diferencias no son de especial importancia por lo que hace al carécter de objeto y al cardcter omtolégico de lo visto en el aspecto principal y por lo que hace al cémo del misar, especial- mente cuando permanecen indeterminadas. Lo mismo cabe de- cir también de la siguiente diferencia: las tramas de clasificacién son unas veces, siguiendo un planteamiento platonizante, unidi- mensionalmente estéticas y planas, otras, dialécticas. Ahora bien, justamente para ser ella misma posible, la dialécrica exige ver ol todo de lo ente de una manera determinada de antemano, esto es, que se pueds encerrar en un orden. Su asunto més propio, la constante unificacién, del suspender-y-reservar y el hacerse cargo del conjunto y el volver a arrancarse de ahi, vive a costa de ese planteamiento de un orden posible. La persistencia, por razones bien determinadas, de ta dialécti- ca se hace patente del modo més nitido en el caso de Kierkegaard. En un sentido verdaderamente filosdfico, Kierke- gaard no lleg6 a desprenderse de Hegel. Su posterior adhesién a Trendelenburg es slo la prueba agravante de fo poco radical que era en filosofia. No se dio cuenta de que rendelenburg veia a Aristoteles con los lentes de Hegel. El supuesto descubrimiento de la paradoja en el Nuevo Testamento y en el cristianismo no es mas que hegelianismo negativo. Lo que él, sin embargo, queria (fenoménicamente) ¢s otra cosa. Cuando hoy en dia se intenta poner en selacién la verdadera tendencia fundamental de la feno- ‘menologfa con la dialéctica es algo asi como si se quisiersn juntar fuego y agua. En vez de seguir caracterizando la filosofia actual podemos de- jar que sea ella misma la que se explique: «Todos nosotros —Ric- kert, los fenomenélogos, la Iinea que parte de Dilthey— coincidi- ‘mos en la gran lucha por lo atemporal en lo histrico 0 sobre lo istirico, por el reino del sentido y su expresién historica en el deve- rir de una cultura concreta, por una teoréa de los wales que con- duuzca més allé de lo meraments subjetivo a lo objetivo y vilido." WE Spranger oRickors Sysco, em Lagu 12 (1923-24), p, 198, (La cursiva es en pte de Hedger) 62 §8._LO VAINTERPRETADO DE LA ACTUALIDAD EN LA FLOSOFfA ACTUAL Laverdadera tendencia de Dilthey no es la que ahi se especifi- cai y en cuanto a lo de los fenomendlogos, ruego que se me ex- cluya. Obviamente, lo de «ir a lo objetivo» acaba siendo un vaban- donar lo meramente subjetivo. Esta filosofia, que podsfa califi- carse de «platonismo de los birbaros»'', se sabe en una posicién segura frente a la conciencia histérica y a lo histérico mismo. La permanencia en esa posicién la estigmatiza de historicismo, por razén del lugar que ocupa. En consecuencia, es el exponente de lo ya-interprerado ({filosofia) que se halla con respecto al otro (la conciencia histérica) en una situacién de oposicién dominante Esta tensién es ef problema piblico de lo ya-interpretado de la actualidad: «Todos nosotros..n. Sintomético de este afin por lo objetivo es el alejamiento de las reflexiones de la teoria del conocimiento y de la ciencia; el gesto ufano, hoy en dia usual, de los fildsofos de la historia: me- tafisca objetiva. Un indicio infalible de que se estd en esa senda s dénde y eémo se toma consejo de la historia de la filosofia Los modelos son Aristételes, en la interpretacién tradicional, Leibniz y Hegel. La linea interpretativa de la filosofia en la actua- lidad se apoya en el planteamiento de una trama de ser universal, determinable por medio de un orden universal que le sea conforme. Velamos que, en correspondencia con esto, la actuacién funda- mental de la conciencia historica era igualmente una clasifica- «idm u ordenacién realizada por medio de la comparacién de for- (:Qué ser figura aqui en el haber previo? Estar presente, ser actual, cambio, wansformacién actual de la cultura. Haber pre- vio, concepruacién previa: determinar = poner al alcance de la vista.) Vease Plas, Replin VL311 b,c, Oxford (Burnes, 1906. 63 B 4 10 YA-NTERPRETADO ACTUALMENTE DE LA ACTUALIDAD $9. Suplemento udialéctica»' y fenomenologia La tendencia de la filosofia actual la calificibamos de «placonismo de los bisbaros»; ade los bérbaros, porque le falta el verdadero suelo nutricio de Platén. Por lo que hace a la manera de cuestio- nar, de dar forma al planteamiento, y a la pretensién de conoci- miento, la situacién originaria hace mucho que desaparecié y no hay modo de volver a recuperaria; en la especulacién contempo- tinea se han introducide motives heterogéneos, motives de las que, ademas, ni siquiera se ha comprobado su origen. Con res- pecto alo que aqui nos ocupa, una cita caracteristica: Platén, Re- piiblica VL511 b, ™. Allf se puede ver lo que es decisivo Vorb sprevisisn,prudencin; marcando el histo, Versih, hace hincapie Heie egger en lo previo de a visi. Vosche ser, juneo com Verkabey Vegi. de los ‘oneeptoscentles desu hermentutica. (Nd 7.) 16.11. 1A INTERPRETACION DEL BuISTIR EN LA CONCIENCIA HISTORICA _ tiplicidad, que sea posible conservarlas unidas; si ast no fuera, se- tia imposible alcanzar desde ellas el objeto expresado. La unidad y lv conservabilidad de las lineas de remisiOn expresadas («rama del ser-as) se finda en el hecho de que sus huellas se siguen (se- gir sus huellas determinante que hace que se destaquen) par- siendo de una mira previa del estilo y un tener a la vista el estilo ‘que Figen por completo cada paso. Con la mira puesta en el esti- lo se pregunta a los hechos histéricos de que se disponga acerca de su modo de ser-expresién. Desde dénde se formule el interro- gatorio mismo tiene causas y configuracién diversas. Esa mira conductora forma parte constitutiva, por lo que hace ala realizacin, del trabajo fundamental de la investigacién, precisamente alli donde no se supone que esté: en la critica de las fuentes y en la primera interpretacion. Ese cener presente el obje- to de la cultura en su rasgo de estlo, tener presente que es previo a cualquier seleccién concreta de fuentes (por ejemplo, el decla- rar inauténtica una fuente o el determinar la autoria de un docu- mento 0 el descubrir filiaciones literarias en él) y que prepara el curso de la mirada, ese tener presente s6lo se hace explicito en la propia realizacién. Ese tener ya de antemano la uniformidad del exile no s6lo prueba su eficacia en e! adecuarse a la cosa, sino que ademds se hace explicito en los caracteres fundamentales del estilo propues- to que anteriormente se hallaban encubiertos. Ese tener de ante- mano el estilo se caracteriza a modo de referencia como un tener 4 la vista, a examen, y la manera concreta de acceso a la propia trama del ser-asfy de apropiacién de dicha trama, como segui- miento visual de la multiplicidad de remisiones, seguimienco guiado por el examinar sefialado. (Ordenacién en cuanto perma- nencia, cémo del ser temporal, presente. Forma — aspecto ~ ser cexpresién de... ~ parecer) La coxciencia hist6rica se sitda, sin embargo, de modo funda- mental, es decir, sobre el fundamento de la predeterminacién ‘objeciva del pasado en cuanto ser-expresién, delante de toda la rmultiplicidad de lo que es ast ente. Eso quiere decir que la com- prension y la determinacién de cardeter histérico exigen por si 73 53 54 [REFERENCIA DE LA INTERPRETAGION OCASIONAL ASU OBJETO endo su tendencia mas propia, la referen se salga de esa actitud de seguimiento visual. El servacién significa un cierto demoratse ocupado en...* Ese demorarse ocupado en cualquier cultura, siguiendo sus huellas y acompafiindola, demorarse que es igual para todas ellas, posee la realizabilidad de un ordenar (o elasificar) universe les por medio de la comparacién de formas. En él reside la ga- rantia de referencia de que cualesquiera formas culturales del pa- sado tengan la posibilidad «objetivay y uniforme de parecer. El demorarse ocupado en todas las multiplicidades de formas de ambas ordenaciones es de carécter determinante, es decie, com- parativo, mas en cuanto tal universalmente comparativo. Supone el continuo andar mirando de aqui para allé ese continuo estar en movimiento® mirando, precisamente para desempetiar su co- metido, si se entiende a sf mismo, no puede hacer un alto, per- manecer” en sitio alguno Lo que en el demorarse aparece en cuanto posibilidad de expresién universal, si bien siempre articulado segiin estilos uniformes, es el pasado; ¢s ene en el cémo del ser (que ha) ido®, y esto quiere decir que para el demorarse contemplando estd ya ahi, agut”s presencia de lo pasado, presente "; no el » Nenuelon bie demorarse em algo ocupsndose en dle, Ineresa conserva la r= ferencia al vempo insta en la rate aelor: seg eto, veruden vena dese la teansitided del romento entendido en cuanto entttenase con la ocupacin, sto fra partir del demorar, del dereners en algo, Cinndo se ate slo de Veruein lo feaduitemos simplemente por demoarss (V. del) ce rata del mismo, Unterepein que en otto lugares se taduce por estar em mario. (N. de T) “Aaja, eos, lto patadae, pormanencia,(N. del) "El orignal distingne. y de modo principal, entre Vorgangesinshaber pasalon 0 scr patel, y Gavermein, saber sido; sn embargo, como la fora del perfective Se produce en alemin mediante el ausiliar scr y no saber, lo que aot lama ‘mos shaersidos even slemén un er sido, un wer que ha sido y que como ta se siendos. Eso slo ques trata de spar con oer (que ha don (de 7) "a; se etd aut doblando el mina alemain, que stala el ahi de lo nbjeciv, et aque del ext (vase nota 3 dela p 19), (N. de 7) (°F spresertes aul denotado eel dl tempo, Ggenwars,y no el de aque que set present, ackende acto de«presenciay, lo quc en alm remit oto temo Ken di Teremte,Vorhendonz, que es precsimente el. qu figura en la Rte aneroe. (. dt) 74 $11. LW nNTERPRETACION DEL EXISTIR EN LA CONCIENCHA MISTORICA ser pasado en cuanto virtualidad mia, nuestra. (;Término técnien?) Fee estar wya ahf, aqui» de lo pasado, y en una multiplici- dad de formas para la vista, aparece de tal modo para el de- morarse mirando, un demorarse mirando concretamente la rama de remisiones..., aparece de tal modo que de s{ mismo, de su contenido objetivo asi predeterminado, emana una atrac- cidn que continuamente esté arrastrando al demorarse compa- rativo a contemplarlo siguiendo sus huellas y acompaniindolo, testo es, de modo que se mantenga por sf mismo en ese seguir Jas huellas. (Atraccién #: mundo, vida, publicidad, lo que pasa.) En definttiva, hemos legado a distinguir varias caracteristicas fenoménicas concretas: 1) el tener a la vista mirando; 2) el seguir las huellas contemplando y el proporcionar las condiciones con- cretas de ser; 3) ese averiguar, guiado en todo momento por el mirar a... citado en primer lugar; 4) ese examinar observando que es un demorarse ocupade en...; 5) este demorarse ocupado en andar comparando de aqui para alls, es decir, un demorarse sin paras, sin hacer un alto (y, con todo, un detenerse para.!); 6) quello en lo que se ocupa el demorarse, con su cardcter de «ya ahi, aqui» del ser (que ha) sido; 7) la atraccién que emana de dllo, yla atraccidn en cuanto tal, que configura el demorarse, por razén de la tendencia auténoma a la aprehensién, convirtiéndolo ‘en un tener gue demoratse. Estas caracteristicas fenomeénicas bastan para apresar fenome- noldgicamente, de modo indicativo, la conciencia histériea se- gin sus rasgos de referencia y de realizacién. El fenémeno d= no estar en ningiin sitio por tener que verlo todo, en particular lo que hace al pasado histérico, lo denominaremos técnicamente curiosidad arratda-dirigida, ditigida por su objeto. " Afadilo de Heidegger: Fata el mado de conocimiento:averigan,informanse, expences Za pose diversas acepciones, coincident vodas elas en sear un movimiento ‘manele de uaccin ode absoccin. (N. del TZ) 75 55 |EFERENCIA DE LA INTERPRETACION OCASIONAI. ASU OBJETO. ‘Tenemos por tema la conciencia histérica en cuanto exponen- te de lo ya-interpretado, en cuanto mado del ser piiblico del vivir. ‘Como tal modo de interpretacién se presenta también a la publi- cidad en el modo de su sex, es decir, como interpretacién. Esto quiere decir: la conciencia histérica esté ahi, aqui, exponiéndase en la publicidad bajo una determinada interpretacin de sf misma, y manteniéndose en ella y domindndola asi por completo. En ral interpretacién de si misma pone sobre el tapete, en palabras, aquello que es para ella lo importante con vistas al propio existir de la vida. En cuanto modo de interpretacién del exist, por lo tanto, suele mostrar en su interpretacién de s{ misma justamente lo que para el propio existe es lo importante. Qué sea esto habré que verlo en la interpretacién que la conciencia histotica caracte- rizada hace de si misma. (Otso tanto de la interpretacién que el filosofar hace de sf mismo.) Spengler subraya'® como defecto tradicional de la observacién y de la ciencia histéricas el hecho de que todavia nunca hayan lo- grado lo que pretenden, wser objerivasr. La ciencia histérica s6lo es objeriva cuando logra wtrazar una ‘magen de la historia que no dependa ya de la posicién contingente del observador en un “presente” cualquiera —el suyo» *. Lo que en las ciencias natu- rales se consiguié hace ya tiempo —el distanciamiento con res- pecto al objeto, de modo que él lo diga todo exclusivamente por si mismo— faltaba hasta el momento en lo que concierne al mundo histético. Asi pues, lo que hay que hacer con la historia os «una vez més lo que hizo Capérnico» con 'a ciencia, es decir, literarla del parecer y de la posicidn del observador; se trata, apo: lo tanto, de desligar la historia de los prejuicios personales del observador, que en nuestro caso hacen de ella esencialmente la historia de un fragmento del pasado cuyo fin es el presente contingente fijado en l2 Europa occidental y cuyas pautas para el desarrollo de lo logrado y de lo que atin esté por lograr son los, " Opscita vol cap. 2 pp. 135 ys. "Loe. ets pe 13 ° Loe esp 136. 76 ideales ¢ intereses piblicos del momento —tal es el propdsito de Jo que sigue» Esta interpretacién que la conciencia ma le impone, en consecuencia, el cometido de abrazar de una sola ojeada «todo el hecho “hombre"» ”, es decis, de poner el existir humano a la vista de modo totalmente objetivo. Un co- metido nuevo, tal que se ofrece una posibilidad nueva y verdade- raal existir ya la aprchensién del exist, lade la aprehensién ob- jetiva, Esta interpretacién de s{ misma no s6lo da a conocer lo que la conciencia histérica es, sino que se da a conocer de tal manera que la propiz conciencia histérica, ¢s decir, lo ya-interprerado de su actualidad, se mete con empuje en el demorarse, en el que en- ! Aqui todavia cierta oscuridad: agut esté claro, ante ‘qué tareas.) ” Se entiende mal la religién, el meallo de su existencia, cuando cen la actualidad la historia de la rcligién se permite el jueguecito de dibujar en una simpética lamina los tipos, sto es, las formas de estilo de la devocién. Lo mismo se puede decir de la historia de la economia, y de las historias de la filosofla y del derecho. Las posibilidades auténticas en cada ocasién no Megan a tener una existencia concreta por el hecho de que las ciencias histéricas se pongan delante, a modo de plan de operaciones, un sistema fi- los6ficamente retorcido de los sistemas culturales, sino solamente ° Obviamente, aposilla posterior de Hedges 78 _ 912. La nvreneRETACION DEL EISTIR EN Lt FILOSOFA cuando en cada caso dentro de la ciencia concreta interviene de modo decisivo el hombre adecuado en el lugar adecuado y en el momento adecuado. (De lo que la filosofia deba aportar a todo ello, de es0 no vamos 2 «hablar.)" $12. La inserpretaciin del exstr en la fle El andlisis correspondiente hay que realizarlo ahora con la segun- dda linea de interpretacin, la de la flesofia. Eso quiere decir que hay que determinar el esencial referirse a su objeto del actuar cognoscitivo del filosofar; a unas con ello, el «en cuanto qué» en aque el tema de la filosofia en cuanto tal se objetiva. El modo de ese referise a... se haré por su parte patente en el andlisis del ca- ricter de realizacién de ese actuar con respecto a... Ya al caracterizar de modo indicativo este segundo exponente de lo yarinterpretado de la actualidad hubimas de hacer referen- cia a cierta dificultad. No sélo la rrultiplicidad y divergencia de las corrientes de la filosofia actual hacen imposible llegar a reu- nirla en una unidad que sea algo mis que meramente form: ninguna de la Iineas predominantes oftece por si misma el sufi ciente suelo fenomenolégico concreto para el andlisis que squ se pretende realizar La dificultad crece cuando se trata de poner'a la vista y de destacar determinados rasgos fenomenoldgicos de lo ya-interpre- tado de la actualidad. Ni donde se dispone de sistemas ya acaba- dos ni donde el interés se sivsz en programas de sistema hay ya la base suficiente necesariz para el andlisis. No se trata de discutir la veracidad o falsedad de frases hechas o de resultados. Mas bien se da por supaesto que todo lo que la filosofia actual dice es ver- dad pura e incontrovertible, La mirada del andliss se dirige sobre Jo que en esa filosofia tiene lugar. Ni siquiera unz teoria del méto- do o una légica podrian informar ala filosofla de algo asi, puesto que, de seguir ala filosofia, ellas mismas deberfan ser teoria. Frasetachada por Heidepget. 58 39 ANAUSIS DE LA REFERENCIA DE LA INTERPRETACION OCASIONAL A SU OBJETO Bl andlisis exige para sf solamente la posibilidad de poder se- guir paso a paso la indagacién y las condiciones de realizacién que han conducido al sistema y a las-verdades puras para llegar 2 tener entre manos el tipo de demostracidn y de verificacién en el objeto tematico de las proposiciones, es decit, para destacar en ello emo se sitia el objeto ante la mirada, cémo se le interroga, céimo de l mismo se extrae la conceptualidad. Lo que, por lo tanto, se pretende es de lo mis elemencal. (Por cierto que los fi losofos actuales de importancia sélo ven en tales cuestiones una impertinencia grosera, 0 no entienden en absoluts cémo alguien pueda preguntar algo as.) CCualquier intento de preparar una base tal para el andlisis, sin embargo, no lleva a nada. Queda sélo la posibilidad de, basindo- nos en la sistematica y en su tendencia fundamental, caracterizar ‘en sus rasgos fundamentales el actuar cognoscitivo. Este quedaba deverminado en cuanto orden universal, de modo tal que a la ‘emporalidad se le asigna un lugar en lo eterno. La posicidn de partida de ese clasficar algo en algo se toma de Jo temporal mismo, de lo concreto. Con ello creen los actuales proceder mejor que Hegel; Hegel, sin embargo, tenia de las cosas concretas de que hablaba una representacién més concreta que odes los filésofos constructores de sistemas posteriores a él. Se parte, enconces, de lo concreto, de la natuealeza y de la cultura, 0 solamente de ésta, puesto que la naturaleza en definiti- va no es objero més que de la ciencia natural, y esta misma es un bien cultural, un elemento del sistema cultural de la wcienciav (Antes se decia: la naturaleza es esptritu) En cuanto orden universal abarca I filosofia la totalidad de la cultura, es el sistema de los sistemas. No obstante, esa rotalidad no se trae a consideracién en cuanto tema. No es que se trate de aclarar lo temporal, sino que es lo temporal aguello de lo que el ordenar toma su punto de partida, punto de partida de Ja asigna- ‘in de lugares en una trama de clasificacién, Pero eso quiere decir que la actuacién de la que parte la orde- nacién recorte de tal modo to vernporal que lo comprende de an- emano en su rips, en sus generalidades esenciales. Solamente lo 80 §.12.__LaRVTERPRETACION DEL EXISTIR EN 1A FILOSOFIA concreto de tal modo predeterminado estd preparado concep- tual-objetivamente para poder entrar en una ttama de clasifica- Esta actuacién de partida tipificadora sempleay el «material empitico» de las ciencias de la cultura; recoge lo dispuesto (ya en formato acabado) en la actuacién de la curiosidad atraida. La funcién de ordenacién no se demora en ello, sino que aqui s6lo ccomienza, es decir, que sigue adelante. El verdadero interés del actuar cognoscitivo no puede quedar- se en este trinsito. La prueba infalible de ello es el hecho de que el cardcter metédico inmanente de tal actuaciéa de partida, es decir, aquello que es imprescindible para su realizacién, sorpren- dentemente permanece indeserminado. (La Gnica investigacién concreta al respecto: Musser, Logische Untersuelungen 1, 2 in- vestigacién 2% la cual se cif @ una esfera de objetos bien derer- «minada, la dela cosicidad.) Qué poco parece preocupar cl asunto es algo que se ve en la caracterizacién objetiva de lo que es el punto de partida: lo tem- poral y empiric, lo alterable, subjetivo, real, singular, lo indi dual y contingente frente a lo supratemporal, supraempitico (a priori), lo inalterable, objetivo, supraremporal , ideal, universal y necesario, Se emplean a discreci6n las determinaciones catego- riales de origen mds dispar para caracterizar ese suelo del que la orde- nacién toma su punto de partida. La despreocupacién en la 2c- ‘uacién de partida por la clarificacién precisa y concreta de lo {que ella misma supone en la ordenacién (es decir, se mantienen tas determinaciones conceptuales en el lugar en que Platéy las dejé) no es més que un sintoma de que su objeto es «solamente> ‘material para la tipologfa y la sistematica clasificatoria. Con esto queda ya esquematizada la idea de conocimiento que aqui se pretende. La tendencia fundamental de procedi miento ¢s la clasificacién en... es decir, se lega a conocer algo concreto cuando se determina a déinde corresponde, cul es su 24d, reelaborada, Halle df Sule, 1913, pp. 106-224, 2% Ast mpetido, en ob aigina. (del T) 81 60 6 ANALISIS DE LA REFERENCIA DE A INTERPRETACION OCASIONAL A SU OBJETO lugar en un todo ordenado; se considera que algo esté determi- nado cuando se le pone en «su» sitio Con ello se hace una distincién que es sélo de segundo orden, segtin sila ubicacién clasificatoria en el todo se lleva a cabo asig- nando un lugar en un sistema dispuesto de antemano y rigido, sea cerrado o abierto, 0 si es justamente al realizarse la clasifica- cién tipificatoria cuando se va configurando «l todo ordenado, el cual s6lo viene a su ser mediante dicha auto-configuracién, En este caso la ubicacién de lo concreto tipificado en el todo orde~ nado no es mera asignacién de lugar en un marco ya dispuesto, sino jalonamiento de pasos en cl proceso de la propia sistemé- Naturalmente, este sistema mévil que posee cardcter de pro- ‘eso es algo «mucho mas profundo» que el sistema rigido, mas objetivo. De hecho, en el sistema en euanto proceso se manifies- ta atin de modo més claro el carécter de realizacién de la actua- in cognoscitiva. El en-dénde de la propia clasificacién, en cuanto sistemstica universal, debe ponerse y mantenerse en mo- vimiento; ese quedarse parado en un paso concreto observando serfa equivalente al ingenuo sconocimiento empirico», yun cri- ‘men contra el espiritu santo del conocimiento! De las condiciones de tealizacién del orden universal de la fi losofia nos han quedado relativamente elaros tres factores de pro- cedimiento que la motivan y condicionan: 1. fa actuacién de partida: ese atravesar por completo lo objetivo de la culeura, rev niéndolo, tipificdndolo, disponiéndolo como material; 2. la ubi- cacién de la multiplicidad de tipos en un todo ordenado, asig- nando lugares, colocéndolos; 3. la cenfiguracién de la propia srama de clasificacién, que es la que proporciona los lugares que luego se asignan. Este tercer factor es el elemento principal de la actuacién (andlogo en la conciencia histérica al tener a la vis estilo), el que se sirve de los dos nombrados en primer lugar, marcindoles de ese modo la orientacién, » seq significa an mis ortrar una cosa den lugar pars ponclaen el sito que leet destinodo. (del) 82 $11, LAINTERPRETACION DEL. EXISTIR EN LA CONCIENCIAHISTORICA En si mismo se trata, no de un sefialar algo, sino de un confi- gurar productivo del propio orden; se configura por s{ misma y para si misma la posibilidad de un proceso universal, Resultado de ello es ese atravesar universal de la trama de relaciones absoluta tama encerrada ella misma en s{ misma, y que constituye el or- den vélido en st. Las determinaciones relacionales de ia ordena- cién no son meras yuxtaposiciones del tipo de «uno y otro y oto is, etc», sino que el uno viene determinado en cuanto el uno del otro, En si mismo es tanto él mismo como también otro, ¢s decit, zodos los otros (cual es el haber previo? jEl mirar para otro lado!) El tanto... coms también... especialmente por lo ilimitado de su universalidad, proporciona la estructura categorial formal fundamental de la trama de objetos en su ordenacidn absoluta. La configuracién de éta, es decir, la actuacién adecuada para la formacién del sistema, es el universal estar en movimiento del ddecerminar, el fundamental estar en todas partes y en ningin sitio del actuar cognoscitivo. Por cierto, que ese estar en todas partes y en ningtin sitio es algo pero que muy sefialado, nada del estilo de simplemente centrarse en un sector de objetos predeterminado, de dejarse atracr por él por aquello de que es facil de encontrar, sino un determinar cognoscitivo que continuamente se configura su posibilidad propia en tanto configura el proceso de ordena- cin, que por sf mismo dirige sus esfuerzos a que pueda darse tuna movilidad universal y continua. Mientras la trama de clasifi- cacién sea de tal modo que en ella x dé un tener que mantenerse parado, estard sin acabar, es decir, no habré Megado a s{ misma, a su posibilidad mas fntioa, se estar en radas partes y en ningiin sitio propio del conocer filoséfico 1o es tuna simple curiosidad arrafda, sino, dicho sea en sentido amplio, euriosidad absoluta y ducna de sf misma, curiosi- dad auténoma que crea su propia posibilidad. En cuanto modo de interpretacién, también la filosoffa es de orden piiblico; esté ahi, aqui al modo de todo lo publico, es de- cir, se presenta a si misma en lo piblicos para constituir también ella el hablilla y mantenerse viva hace que se hable de ella, da que hablar. La interpretacién que esa curiosidad independiente hace 83 62 o _ANALISIS DEA REFEREN [LA INTERPRETACION OCASIONAL A SU. de si misma expresa, pues, publicamente qué es lo que a ella, y precisamente en su autonomia, le importa. Tal interpretacién de si misma es pélica no sélo y simple- mente en el sentido de que ponga en scirculacidn» cierto conoci- miento acerca de cudles son sus propiedades, sino por cuanto plancea una exigencia, una exigencia que el propio existt, al que va dirigida, debe obedecer. La interpretacién que la curiosidad hace de sf misma fe muestra publicamente su cometido y la em- puja, al modo de toda publicidad, a entrar en él; es decir, me- diame la interpretacién que ella hace de s{ misma consigue la cu- riosidad auténoma atin mds de lo que ya es; consigue obtener del propio existir nuevo paulo» para la curiosidad. En concreto, en la interpretacidn que de sf misma hace la conciencia filoséfica se presenta en la publicidad del interés por la formacién segtin cuatro aspectos: 1. En cuanto filosofia objerine, cientifica. En ella se exhiben las «verdades puras», que lo son con independencia del punto de vista; se hacen inofensivas las arbitrariedades acriticas de Ia filo- sofia de las concepciones de! mundo * y sus azarosas pinturas de Ja vida. La filosofia cuyo modo de tratamiento y de determina- cién tematica hemos caracterizado es el verdadero baluarte en que el exist se halla a saiva de un relarivimo sin fondo. 2. En cuanto tal fosofia objetiva, offece al propio existir el panorama de la realidad que le corresponde, vélo en el cual pue- de hallar el existic un apoyo posible. No s6lo no es mera filosofia de Jas concepciones del mundo, sino que ofrece a cualquier concep cién del mundo la orientacién y la solider fundamentales. Da con ello, en un revoltijo de los experimentos y de las opiniones que articulan concepciones del mundo, la posibilidad objetiva de uuna concondancia més objetiva, «Todos nosotros...»; ¢s decit, pre- senta al propio exist el panorama sereno de la seguridad que procura esa concordancia general en el «iv frente a la improduc- % Wedenichasamgpbieopbie. (. del) 84 $.13._ EL COMETIDO siceIENTE DE La HE tiva tarea de desgaste del excepticismo imperante, el cual, como Rickert dice, no es cosa mas que de «fildsofos abilicos» 3. Ahora bien, esa filosofia objetiva, cientifica, que ofrece tuna seguridad verdadera, tiene, ademds, tan poco de cosa alejada de la vida, de cosa de eruditos que se perdicra en una transcen- dencia situada «mds alld de» la vida, que precisamente es «la vida» la ques como quien dice, se halla atrapada en ella. El pro- pio sistema tiene, y més cuando es dindmico, justamente el ca- ricter de proceso del vivir, es decir, esa filosofia tiene justamente lo que en el exist actual se exige de ella, lo que se suele llamar «proximidad a la vida>. 4, En cuanto filosofia préxima a la vida y, sin embargo, no smeramente> subjetiva, es a la vee universal y concrete, es deci, tiene precisamente para oftecer aquello de que hay necesidad: nada de especializacién y enfoque miope de problemas trivial. En resumen, la filosofia oftece al existir proteccién objetiva, el panorama sereno de la seguridad que la concordancia procura, el dominio de la inmediatez de la proximidad a la vida y junto con ello la superacidn de un cuestionar detallado y de poco alien- to, moroso y escurtidizo, que desiste de fas grandes respuestas. Se ha alanzado fa absolua «inexistencia de necesidades» (He- ‘seh: el espiriou habita el lugar de la certeza de s{ mismo. Ya no estamos metidos en medio de sensaciones, fines, intereses la vida se ha retirado a su verdadera libertad $13. Elcometido siguiente de a hermentutica ‘Asf pues, lo que en cada caso ya se vela en el modo de actuar de las dos citadas lineas de interpretacién es algo que ahora salta a la vvista de manera aiin mas evidente en fa interpretacién que cada una hace de sf misma. Lo que se trata de ver en la exposicién in- terpretativa es que en ambas lineas de interpretacién del existir » Op.cit, p12 85 6 ana éste esté a la busca de fenerse a sf mismo abi objetisamente, de traerlo al aqui™. Bl fendmeno fundamental, activo en ellas, de la curiosidad, sea atraida sea auténoma y directriz, hace que se vea lexistic en su peculiar movilidad. Eso quiere decir, por lo tanto, que la conciencia histérica, la «historiayy la filosofla no son meros bienes primarios de cultura que yazgan en los libros y con los que eventualmente pueda uno distraerse, 0 que brinden cierta posible ocupacién y hasta un sueldo por ella, sino que son modos def existir, vias perfectamen- te acondicionadas ¥ practicables del propio existir en las que ¢? mismo se halla y a su manera (eegresiva) s encuentra a si mismo”, cs decir, coma posesin de silo que, sin embargo, quiere decie que se asegura a si mismo. Lo decisive de todo ello era que esa seguridad es algo objeri- vo. En ambos modos de interpretacién el existir se encuentra consigo tal como es en si mismo haciendo caso omiso de toda perspectiva. La conciencia histérica hace que ¢ existie aparezca en el reino pleno de su ser (que ha) sido objetivo; la filosofia, en la inalterabilidad del ser siempre ast. Ambas llevan al propio exis- tir ante su presente maximo y puro. En la caracterizacién objetiva se pone en juego la determinacién del tiempo. El por qué habri que explicarlo. Nuestro cometido es poner a la vista el existir fictico en- tendiendo sus caracteres de ser. Ast queda trazada la andadura siguiente del andlisis hermenéutico. Hay que poner categorial- mente de manifiesto el fendmeno fundamental de la curio- sidad SDE LA REFFRENCIA DE LA SNTERPRETACION OCASIONAL. 4 SU OBETO 1) en cuanto algo asf como una especie de movilidad del pro- pio existir, esto es, se trata de explicat, de destacar mediante un anilisis demostrative concreto en qué sentido el existir ¢s algo asi como movilidad, y est movilidad, un cémo de la temporalidad, % im Da zu bringn.(N. de T) Joga agate orignal con ls cetcana etre challase en. encontase en. = ete Tic bfindon y sencotarse as stn, sch sli finden. (N. del.) 2 De su haber sido», Gassemcin (vase nora 8 de este mismo eptul). (N. del) 86 $.13._eL.comETipo sictrenTE DF 14 uERMENEUTICA de la facticidad. El significado de este término hay que sacarlo de un estado de cosas que estd por ver originariamente. 2) La curiosidad en cuanto movilidad, de tal modo que en clla el existir, que wes» ella, se stenga» 2 si mismo aqué; a pues, una estructura fundamental cacegorial del fenémeno ontoldgico-vieal det existir, [que es] sem 0 estar-aqut, en el cémo del tener-se-agui. A la vez se hace con ello manifiesta la estructu- ra oncol6gica del fenémeno de lo ya-interpretado, es decit, lo que al principio sélo proponiamos a manera de tesis obtiene ahora la posibilidad de demoscracién fenomenica; los rasgos de lo ya-interpretado se desvelan como categorias del existir en camo tal, es decir, en cuanto existenciarios. 3) En relacién con esto esté la tarea de aclarar el fendmeno finndamental del «aguts y la caracteristca ontolégico-categorial del exist, (que es] ser-0 extaraqui. Se trata de ver et existir en la presencia de los existenciarias que surjan de ral andliss y, viendo yentendiendo esto, 4) de devolver hermenéuticamente Ia cuestién a la posicién de partida: en los citados tipos de incerpretacién zen cudnto qué std aquf el existr para si mismo, y cul es el cardcter de ser de ese modo de existir- 0 ser-ast? Entonces habri que decidir si la Filosofia y la historia, tal como ellas se presentan a la vida en la interpretacién que de sf rismas hacen, han llegado a asimilar el existir 0 si de tal guisa ro son mds bien contra-posibilidades. El andlisis debe comenzarse por la tarea sefialada en 2); con ello se elige un punto de partida bien elemental, en el que de pri- rmeras no estén a la vista los fenémenos del existircitados de an- temano, esto es, los dos modos de interpreta (Véase suplemento al § 14.) Agus © secur, en ee sentido amplio que designs Is glbaldad de situa ida presente, eqivalicnd 3 un sahorar aun sn extn y con el que pretendemos traducied Dac (X.del 7) Bee -uplementos falta en of manuscrito de estas leciones de Heideget Ei ie fe presentames lor apuntes de un asngene alas dass vee eleplgd de la eer, 87 SEGUNDA PARTE LA VIA FENOMENOLOGICA DE LA HERMENEUTICA DE LA FACTICIDAD CAPITULO 1 OBSERVACION PREVIA; FENOMENO YY FENOMENOLOGIA Antes que nada hay que hacer ana observacién previa. Hemos cempleado ya varias veces las expresiones «fendmeno» y «fenomé- nico, y, ademds, haciendo especial hincapi¢ en ella. Sobre estos términos y, en consecuencia, sobre la fenomenologia hay canto que decir que pueden servirnos de hifo conductor metédico, Por ‘xea parte, hablar sobre fenomenologia es cosa poco seria, La aclaracién correspondiente no consiste en conferir a la palabra un significado establecido, sea cual sea, sino que necesariantente ha de set, si es que se entiende 2 sf misma, una interpretacin histérica dei significado. Aqui no podemos oftecer més que una interpeetacién sumaria, para que se logre una primera idea del $14, A propésito de la historia de ta jomenologiar La palabra fen meno tiene su origen en el tétmino griego awwézevor, ef cual se deriva de daivectat, emostrarses. Fe- rnémeno es, por lo tanto, aquello que se muestra como tal, en su mostrarse. Esto significa ante todo: esté aqui él mismo en cuanto 91 o CORSERVACION PREVIA: FENOMEND Y TENOMENOLOGTA tal, no representado, sea como sea, ni considerado de modo indi- recto, ni tampoco reconstruido de manera alguna. Fenémeno es el modo de ser objetivo ' de alga, un modo ciertamente sefiala- do: cl estar presente de un objeto por si mismo. Asi paes, can ello no se decide nada en absoluto sobre lo concreto de Las cosas, no se hace refecencia alguna a ningsin sector detetminado de co- sas, de manera que constitu- yera una pauta de orientacién firme para la investigacin de las vivencias y de los nexos de vivencias. La critica fa lleva a cabo si- guiendo y sadicalizando tendencias que, estando presentes en Brentano, sin embargo, no habian llegado a hacerse patentes, 94 $14, _A pROPOSITO DE LA HISTORIA DE LA «FENOMENOLOGEAY Mas las elnvestigaciones légicas» no se entendicron; acaso ni hoy en dia se entiendan, La teorfa del conocimiento todavia no entiende que toda teoria def juicio es una teoria de la representa idn (xdase H. Rickert, «Bl objeto del conocimientow ; los funda- -mentos son de una superficialidad absoluta). Con respecto al ob- jeto nada cambia en las «Investigaciones ligicasy; es solamente la cuestiin del acceso la que, a base de insistir, hay que hacer que en- tre en la conciencia tradicional. El mbito concreto de interés si- gue siendo el mismo; lo que cambia es solamente el cémo del pregunrar y det determinar: frente al método de la argumenta- cién y la construccidn, la descripcién. ¥ este modo de investigar no se queda en mera intencidn © programa, sino que efectiva- mente se practica y se ensefia. Por ello, fenémeno ¢s primeramente no una categoria sino {que hace referencia ante todo al cémo del acceso, de la aprehen- sion y la verificacién. En consecuencia, fenomenologia es ante todo un modo de investigar, en concreto: hablar de algo tal como ese algo se muestra y sélo en la medida en que se muestra. Es de- cir, para cualquier ciencia una pura trivialidad: y, no obstante, algo que en la filosofia, y ya desde Aristételes, ha ido quedando mis y més olvidado. Otro rasgo que hay que afiadir es el siguiente: para Husserd existe un idea! dererminado de ciencia, y es el que se encuentra prefigurado en las matemericas y en las ciencias naturales de ca- ricter matemético. Al fin y al cabo, las mateméticas constituyen el modelo de todas las ciencias. Este ideal cientifico tuvo su efec- wo enel hecho de que se procurara dotar ala deseripciin de rigor ‘matemitico. Sobre esta absolusizacién no vamos a decir nada mas. No es 412 la primera vez que ocurte, sino que, por el contratio, domina desde hace tiempo a la ciencia y tiene una aparente justificacién en Ia idea general de ciencia tal como aparece en los griegos, quienes creen encontrar el conocimiento en lo que atafe 2 lo * Einfohrung in die Transeondowcpbilophie, oA, recaborada por completo y amplinds. Tabiogs, 1915. 5 71 2 universal y —lo que viene a considerarse lo universalmente, Realmente, esto es un error. Cuando no se logra aleanzar el rigor matemético no queda mas que resignarse. ‘Que esto constituye un prejuicio es algo que no sc suele tener del todo claro. :Es {fcito que se tomen las matemiticas como modelo de las demés ciencias? No se ests precisamente de esa manera invirtiendo lo que en el fondo son las cosas? Las mave- smiticas son la ciencia menos rigueosa de todas, pues en ellas el acceso es el més sencillo. Las ciencias del espiritu presuponen ‘mucha més existencia’ cientifica de la que un matemético pueda Jograt jams, No debe verse la ciensia como un sistema de enun- los y contextos de justificacién, sino en cuanto algo en lo que cl existir fictico viene a entenderse consigo mismo. La imposi- cin de un modelo es antifenomenolégica; antes bien, es del tipo de objeto y del correspondiente modo de acceso a él de donde debe extraerse el sentido del rigor de la ciencia. Fenomenologia es, por lo tanto, un céimo de la investigacién, aquel que actualiza los objecos en la intuicidn y sélo habla de cllos en la medida en que estén ahi en ral intuicién. Ese cémo ¥ su realizacién son algo obvio: por eso, decir wfilosofia feno- ‘menolégica» resulta en el fondo equivaco. Es lo mismo que si el historiador del arte pretendiera subrayar de modo expreso que lo que él hace es historia histérica del arte. En ia medida, sin embargo, en que se ha olvidado esa obviedad, tiene la ex- presidn su justificacién de cardcter propedéutico. Tal obviedad no implica, por lo tanto, ninguna tendencia filoséfica. Ese cémo de la investigacién se aplicé en primer lugar a los objetos, de la légica; el qué y el aquello-acerca-de-to-cwal siguieron siendo ls tradicionales. ‘As{ fue el comienzo de la fenomenolog(a. Partiendo de esa si tuacién tuvo que transformarse el sentido de la categoria «fené- meno» de temitico en regional. Asi viene a comprender aquellos objetos que se determinan mediante tos réuulos de wivencias» y enexos de concienciar. Las vivencias en cuanto vivertcias son f&- 5 Bxiene (8. del 7) $14. a mRo?OSITO DE LA HISTORIC DF LA wFENOMENOLOGIN® némenos. Ast pues, ahora se delimita un sector del ser respecto de otto. Los fenémenos son ahora objeto de una ciencia determi- nada. Laevolucién posterior puede caracterizarse por medio de cua- to rasgos: 1) El campo temético queda fijado bajo el titulo de «on- ciencia», el cual comprende en si todos los elementos, tanto rea- Jes como intencionales, del flujo de vivencias. El horizonte de cuestionamiento y la orientacién fundamental vienen de fuera: el cuestionamiento de cardcter epistemoldgico, de la escuela de Marburgo (caracteristico de ambas es el apoyarse en Descartes); para la fundamentacién de la ciencia del espiricu (naturaleza y espiritu) se acude a Dilthey. Se introduce, por lo tanto, el idcalismo transcendental en la fenomenologia. Y también surge en ella el movimiento contra- tio, el realismo entendido en sentido tradicional. Esta contrapo- sicién resultard central para la discusién cientifica que se dé den- tro del movimiento fenomenoldgico. No se plantea de modo radical que en la fenomenologia toda cuestién de cardcter episce- molégico carece de sentido. Se opesa siguiendo una tradicién ‘equivocada 2) Las investigaciones realzadas en el campo de la légica se aplican también en ottos sectores tradicionaless se eligen unos u ‘otros modelos coneretos segiin cul sea el planteamiento y el modo de trabajo. Se opera con un acervo restringido de distin- ciones fenomenol6gicas. 3) Por codas partes se hace notar el afin de sistema, —Aqui vale lo mismo que se dijo antes sobre la conciencia filoséfica de la actualidad 4) El forralecimiento de estos tres Factores y la conternina- cidn de la fenomenologia con la terminologfa de la tradicién re- dunda en uaa indefiaicion general. Resultan parentes las afinida- cles mutuas. La investigacién fenomenolégica, que debfa ser la base del trabajo ciemtifico, se hunde en la indefinicién, la irrefle- xin y la ligereza, convietiéndose en la moda filoséfica del mo- 7 7B a COBSERVACION PREVI: FENOMENO YFENOMENOLOGIA mento, moda un tanto ruidosa, un escéndalo piiblico de la filo- sofia, La rutina cescoldstica» imposibilica que se llegue a captarreal- mente. El circulo de George, Keyserling, la antroposofia, Sciner, etc. —todos parecen tenet algo que ver con la fenomenologia— Hasta qué punto ha llegado la cosa, lo muestra un libro reciér aparecido: Acerca de fa fenomenologéa de la mistica °, publicado en una editorial reconocida y con padrinaage de lo mis autoriza- do, ;Conviene advertir aqui de ello! As escdn las cosas, en vex de asumirse la fenomenologia en su posibilidad..! Si lo que se considera es ese funcionamiento ruti- nario, es imposible decidir nada acetca de la fenomenolagfa,lle- gar a definicién alguna. {El asunto no tiene remedio! Todas esas tendencias no son sino una traicién a la fenomenologia y a sus posibilidades. jNo hay modo de evitar la ruina! S15. La fenomenologta en su posibilidad: un como de la investigacion Considerindola desde st posibilidad, hay que entender la feno- menologfa como algo que no es manifiesto ni obvio. La posbili- dad tiene un modo propio de asumirse y verificarse, no se tropieza con ella en la rutina maquinal ni tiene cardcter tematico. «Asu- mir’ una posibilidads significa: asumirla y configurarla en su ser, es decir, lo que de posibilidades hay en ella bosquejado. Fenomenologia es, pues, un peculiar cémo de la investigaciin Los objetos Hlegan a determinarse tal como ellos mismos se dan. La indagacin se ocupa en lograr la actualizacién de la cosa. Se propone con esto una via que la hermendutica de la facticidad trata de seguir. © G, Walther, Zar Phimomenologie der Myst, 1923. Olt nd Freiburg: Be, 1976" ” cpgrein: es deci, scapar agarar yshacese cargo (de lla (Ease nota 2 de ba p33) (del) 98 915. La FENOMENOLOGIA EN su PostBILIDAD. Los objetos deben tomarse tal como ellos en si mismos se rmuestran, ¢s deci, ral como aparecen ante un determinado mirar. Ese mirar surge de un estar-orientado en ellos, de un estar ya fa- miliarizado con lo ente. Ese estar familiarizado es en la mayoria de fos casos fruto de un haber ofdo, de un aprendizaje. El aque- Ho-acerea-de-lo-cual esté asi presente en el modo transmirido de ver y fijar las cosas; por ejemplo, la légica, en determinado or- den, concepcién y problemética La situacién de una ciencia en cada momento responde al es- tado concreto de las cosas. El mostrarse de éstas puede que resul- te ser un aspecto tan asentado por la rnadicidn que ni siquiera sea posible reconocer lo que de impropio tiene, y se lo tenga por ver- dadero. Y lo que se muestte en s{ mismo de modo directo no tie- ne por qué ser la cosa misma. En el caso de que uno se conforme con ello esta haciendo pasar, ya en la disposicién del terreno, una contingencia por el en-s{ de la cosa, esté tomando un encubri- :miento por la cosa misma. As{ pues, cal impresién directa no garantiza absolutamente nada, Se trata de llegar a aprehender la cosa libre de encubri- mientos, superando el punto de partida, Para ello es necesario sa- ‘ar a la luz la historia del encubrimiento. Hay que remontar la tradicién del cuestionar filoséfico hasta las fuentes del asunto. Hay que desmontar la tradicién. Sélo de esa manera resultard posible un planteamiento originario del asunto. Este retorno es el que sitta de nuevo a la filosofia ante las condiciones decisivas. xo hoy en dia sdlo es posible por medio de una eritica histé- rica radical. Dicha critica no tiene por objetivo la mera y simple ilustracién sino que es una tarea fundamental de la propia filoso- fia. La simpleza con que se suele hacer es una muestra de la falta de historicidad de la fenomenologla: se cree llegar al asunto, a lograr una evidencia natural’ del asunto, con una ojcada cvsl- quiera. También es caracteristica esa superficialidad con que se aprovechan opiniones extraidas de la historiz para seguir mani- pulindolas. De la historia acaba haciéndose una novela. * naive Bidens (Nae T) 99 75 76 _OASERVACION PREVIA; FENOMENO Y FENOMENOLOGEA Fl desmontaje de la tradicién tiene su punto de partida en la actualizacién del momento presente. Como la investigacién filo séfica parece ser algo que lleva su tiempo, conviene acomodarse y esperar, No 1oda época ha de tener un gran sistema. Desmontando criticamente la tradicién no queda posibilidad alguna de extraviarse en problemas que sélo en apariencia sean importantes. «Desmontar» quiere decir aut: retorno a Ia filoso- fia griega, a Aristételes, para ver cémo lo que era originario decac y queda encubierto, y para ver cémo nosotros estamos en medio de esa caida. En correspondencia a nuestra posicién se trata de volver a configurar de nuevo la posicién originaria, es decir, una posicién que en correspondencia a una situacién histérica dife- rente es otra y, sin embargo, la misma. Sélo de esta manera se nos offece la posibilidad de dar de modo originario con el objeto de la filosofia. Esta aspiracién concreta a la demostracién debe poner en juego su eficacia seha- Jando y distinguiendo los caracteres de ser, de objeto, de acceso y de verificacin de lo que es objeto en la filosofia Asi pues a filosofia se mueve ahora en la tradicién. Fendmeno, cen cuanto categoria temética que orienta el acceso y predispone el trato con las cosas, viene a significar la constante preparacién de la via. Dicha categoria tematica tiene la funcién de alertar crtica- mente la mirada reconduciéndola al desmontaje de los encubr mientos hallados mediante la critica. Pretende ser oriencadora, es decir, debe tomarse s6lo en su funcién de alesta y ne malinter- pretarse en cuanto delimicacién. (Las ciencias se demarcan desde dentro de s{ mismas. Cuando la filosofia se entromete no es mis que charlataneria.) Si ahora destacamos que ef ser en el modo del encubrirse y el velarse —y esto no accidentalmente sino por su cardcter-de-ser— «s inherente al cardcter-de-ser del ser que es objeto de la filosofia, tendremos entonces una nocién verdaderamente rigurosa de la categoria de fenomeno. La tarea, por lo tanto, de hacer de él fe- ‘n6meno resulta ser aqu{ radicalmente fenomenolégica. Esta via es la que pretende seguir ts hermenéutica de la factci- dad. Se denomina a sf misma «interpretacidn», decir, no se ta 100 $.15._1A FENOMENOLOGIA EN sU pOStEILIDAD. ta de un titulo puesto a primera vista. Toda interpretacién es una interpretacién conforme a algo. Ese Auéer previo que hay que in- terpretar debe buscarse en la trama de objetos. Hay que apartarse de lo que se encuentra més préximo en el asunto para ir hacia lo aque reside en su fondo, La marcha de la hermenéutica ha de ve- nit sefalada por el propio objeto. Huser! aports al respecto cosas decisivas. No obstante, hay que saber oft y ser capaz de aprender. En ver de eso lo que se encuentra es funcionamiento rutinario en el desconocimiento de ls cosas. JoL ” CAPITULO 2 «EXISTIR ES SER EN UN MUNDO» $16. Indicacién formal del haber previo 'Lo que se ha dicho sobre wfenémeno» y ofenomenologiay nada tiene que ver con una metodologia de la fenomenologia —em- presa de naruraleza harto dudosa; cumple simplemente ta fun- cidn de una parada en el ir y ver concretos, al efecto de orientar- nos iluminando un trecho del camino. Sélo en esos términos debe entenderse lo dicho. El trinsito de un cémo entendido de manera vacla a un cémo asumido debe hacerse explicito, aunque sea de modo sucinto, mediante las consideraciones metodolégi- «as mas indispensables. En un primer examen del existir en su actualidad, destactba- mos en el, desde el punto de vista del fendmeno fundamental del sestar-ya-interpretado», dos lineas de interpretacién. Las dos re- sultaban ser modos como el exists, de forma destacada, habla de s{ mismo y a s{ mismo, ¢s decir, se hace a s{ mismo presente ante si y se mantiene en esa presencia. Ese tenerse-a-sf-mismo, asi carac- terizado, del existe se ve en la conciencia histérica en la forma de * Deaguten adelante el texto vuelve a sapui dl manuscito de Heidegger 103 2 80 ASTIR ES SER EN UN MUNDO» ser de un concreto haber-sido uno mismo, y en la filosoffa en la de un ser-siempre-asi. En ambas \ineas de interpretacién, es de- cir, en el fenémeno fundamental del estar-yacinterpretado, apa- rece el fenémeno de la curiasidad, precisamente ol cémo de un actuat (0 de ser), el del volverse hacia algo con dnimo de deter- minarlo y conocerlo. Hay que hacer que ese fendmeno Ilegue verdaderamente a la intuicién, de tal manera que en él el existir mismo pueda sacar a la luz determinadas caracteristicas de ser propias correspondi tes a los sasgos principales hallados en la indagacién hermenéuti ca. Ast pues, hay que lograr que el existir se vea en el campo te- mitico del andlsis de manesa mds expresa que hasta ahora La posibilidad y fertlidad definitivas de la explicacién concreta del fenémeno de la curiosidad (y de la de cualquier otro) radican en aguello en cuanto lo cual el existir esté dispuesto de antemano, predeterminado por medio de unos rasgos fundamentales. El mi- rar a algo y el determinar, activo en ese mirar, lo que esté a la vis- ta, en cuanto actuacién que lo configura, supone tener ya de an- temano lo que se va a mirar en cuanto ente que es as{ y asd. Lo ‘que de esa manera se tiene de antemano en todo acceso a lo ente ¥ erato con lo ente lo denominaremos haber previo La fortuna del planteamiento y del modo de realizacién de la descripcién hermenéutica de! fenémeno dependen de la origina- riedad y autenticidad del haber previo en que el existir en cuanto tal (vivieféctico) se halle situado. Exe haber previo en que el existir (en cada ocasién el existir propio) se halla al hacer esta indagacién puede formularse a modo de indicacién formal: existir (vivir flctico) es ser en un ‘mundo, Ya en cl propio andisis de la curiosidad debe poder exhi- birse ese haber previo. El hecho de que tal cosa se logre no dice, sin embargo, nada acerca de la originaricdad del haber previo; tal exhibicidn misma no es sino el fenémeno de un haber previo desde antafio eficaz en la descripcién. El haber previo hay que ponerlo al aleance y apropidrsclo de tal manera qué la comprensién vacia de la indicacién formal se Ilene a la visea de la fuente concreta de intuicién. Se entiende 104 $17. MALENTENDIDOS mal fa indicacién formal siempre que Se tome como un enuncia- do general, establecido, y se desvarie 0 se hagan con ella deduc- ciones dialécticas constructivas. De lo que se trata es de, partien- do del contenido de la indicacién, indeterminado pero en cierto modo entendible, hacer que el entender alcance el curio adecua- do para el mirar. Para lograr ese curso de la mirada podemos y debemos apoyarnos, a manera de prevencién, en el rechazo de ‘otros puntos de mira aparentemente afines y por ello mismo con- currentes, por ser los dominantes en una determinada sicaacién del investiga. $17. Malentendides a) Elesquema sujeto-objeto Lo primero que hay que evitar es el exquema de que hay sujetos y ‘objeos, conciencia y ser; de que el ser es objeto del conocimien- to; que el ser verdadero es el ser de la naturaleza; que la concien- cia es el «70 piensov, esto es, yoica, la yoidad, el ceneea de fos ac- tos, la personas que los yoes (personas) tienen frente a silo ente, objetos, cosas de fa nacuraleza, cosas de valor, bienes. En fin, que fa telacién entre sujeto y objeto es lo que se ha de determinar y que de ello se ha de ocupar la teoria del conocimiento. En este terreno de cuestiones se hallan todas las posibilidades que una y otra vez vienen a ensayarse, dando {ugar a inteernina- bles discusiones, una eas otra: que si el objeto depende del suje- 10, que si el sujeto del objeto, 0 ambos, el uno del otro, Este ha- ber previo de cardcter constructivo, dificilmente extirpable ante la insistencia tenaz de una tradicién empedernida, impide de ‘manera fundamental y definitiva el acceso a aquello que se quie~ re indicar con «vida Fictica» sexist»). No cabe modifieacion al- > Heidegger contrapone aqul Blokbabn, curs, recs, devrrero de ly mrad, término compuesto por dy a Blichrand,spunto de vat, Standpunkt, sperspect var, as cuales denosan una poscin ja. (N. del) 105 81 82 ‘es preisamente el de sali al paw, urs se eniemda mejor el que 3 pueden combiner Tas es ideas) (Ves nota 37 dela pi 37.) (Ned) 2"Témeseagulstemsine en cuanto saquello que remite a, «que llama la atencién sobre. signficaos del original Vrwein.(N. del) S beomen: ska de los txminos agu centaes: significa .(N. det 72 "Wall eemin as eadusido, etd contenido en Veneelen, ldemorase,y 6 un lapuo coro, augue indererminado, de tiempo. (del) id seigend, exo es, xproducte, dare la ness. Como srg se deriva de Zeit, wiempon, pace alewuado conserar en la taduecin algo qu Femi al tem: ‘pocsenen ete cao la cain 2 §.19._ UNA DESCRIFCION FRRONEA beL MUNDO COTIDIANO prevenir contea la equivacacién generalizada que consiste en to- ‘mar lo que sc llama la vivencia de un acto aistado, digamos, un acto exttaido artificiosamente de la vida, por lo que se suele Ila- mar una experiencia simple, directa, en la cual lo experimentado inevitablemente ofrecerd el sentido de ser-cosa y, por supuesto, de realidad. $19. Una descripciin errinea del mundo cotidiano Para hacer destacar més nitidamente el andlisis apropiado, y a la vez sefialar los errores, elementafes pero funestos, de dichas des- , slo de mie alls. seg la cas, se dice en ein orecsamente con ede, dltico Sempre de lo en cada cs essen, de lo que en cada ocasign ocusre. (Nel 1) 124 a $23. Laarerroa caracteristica lo primero que impulsa lo que aparece a su verda- dero estar 0 ser aqui", apareciendo como tal, y mantenerse jado a ello. Para entender adecuadamente la estructura fenoménica de la presencia ¢s importante ver de consuno el para-qué en cuanto ‘aqui originario y préxima, y no explicarlo como algo posterior mente hallado, como si fuera finalidad que luego se le hubiera adherido. Los para-qué (el comer de todos los dias, el escribir 0 trabajar habituales, el coser a veces, el jugat) no son modos ar trarios y absoluramente independientes de dedicarse a algo y de demorarse en ello, sino que son modos que, determtinados en su cocasionalidad por una cotidianidad histérica, se cransforman y re-decerminan desde la cotidianidad y para la cotidianidad con- forme a su temporalidad. (Imporcante para el apetecer o ir en ‘busca de... el cuidado previo y su «de-qués.) Lo que el andliss del carter de ocurrencia del mundo mesa ex cimo el aparecer previo, caparecer previo wo destacado, tiene su fandamento en la presencia y cimo precisamente éta proporciona a lo que aparece el cardcter pro- pio de su agud. La presencia fija el cardcter peculiar de ese aqui: ser ‘en los para-esto y para-eso que aparecen de consuno. b) La manifestacién del mundo comin Lo que aparece es lo que es y como es, en cuanto «la mesa éta, quis en que a diario comemos nosotros (uno, y uno bien deter- ‘minado}, en la que en aquella ocasién se entablé aquella conversa- ign, jugamos a aquel juego y estaban también all tales personas determinadas, es decir, en el estar, ser aqui de la mesa ésta todavia ‘estan ahi, siguen siendo con ella; este libeo de aqui, egalado por X, que el encuadernador E tan mal lo encuaderné. Uno hace una coxa de tal modo que ante los demas, ante los otros parezca de tal ‘0 cual manera, obtenga su respeto o logre superar a tales. Baar (aque en que se deta ct ser aqui (N. del T) Wease aota 13 de epg, 115. OV. det 15 99 _SIGNIFIEATIDAD: CARACTER DE OCURRENCIA DEL MUNDO En lo que aparece de ral manera en la cotidianidad, aht estén los otros, en cada ocasién unos otros determinados segiin la tem poralidad. Los que conviven con uno, los que eoexisten con uno cn Ja cozidianidad no aparecen en principio y en general aislados, de modo expreso, sino que se ponen precisamente de manifesto en lo que uno hace, en aquello con lo que uno se ocupa. Estar ahi en tal manifestacién no quiere decir, ni mucho menos, ser objeto de un saber orientado a ello; més bien, es en la presencia (en sus para-qués) donde se halls la manifestacién del mundo comtin con los otros, instando a lo que partiendo de ella existe a entrar en st aqui, ‘La manifestacién de los otros que fécticamente viven en lo que aparece queda mejor caracterizada mediante la expresion «del mundo comtins, es decic, son ottos que, por vivir Ficticamen- te, aparecen «en el mundo», «mundanamenttev: en cuanto aque- ios vom los que une «tiene que ver», con los que uno trabaja 0 con los que uno piensa hacer algo; (por razén de esto, los mu- chos otros que son «indiferentes»); «comin», por cuanto tales ‘ot10s son aquellos con los que «uno mismo» tiene que ver, {Los otros aparecen en el mundo comiin llevando consigo su propio «tno mismo». En el manifestarse en el mundo comin de Jo que aparece esté uno mismo con aquello que hace, «ano mis ‘mor entre otros, con su posicidn, su aspecto, sus logros, su éxito fracaso. En el aqui de la mesa y demés «cosas» del mismo tipo con que nos encontramos vambién es uno mismo, de consuno, lo que aparece, slo que de modo no destacado. ¥ eso no —in- cluso menos que los otros-— en el sentido, digamos, de un cap- rasse teérico 0 de alguna manera expreso. Pero sobre todo est tuno mismo ahi de esta manera, sin volver la mirada hacia el pro- pio yo, sin reflexién de ningiin tipo; por el contratio, une mismo % La mds itera de este modo, er 2 ats: tienen que acer (N dT) "> La expresin que aqui ae pplica ex mia ajetive corespondiente a Mit seer cmundo comtines Minwel xd construida com Wil, omandone mi nce. 3c ‘cons que figura en -agudlls colo que “no mis ene que Vee. Ast pase eiginalslemin la explicacino plain. (Nel) 126 $24, eLnAniTO se encuentra” a s{ mismo en ese estar ocupado en el trato con el mundo. $24. Elhibito La totalidad fenoménica de la apertura, desde la cual se significa todo aparecer fictico apuntando a su aqui, constiruye ella misma tuna peculiar trama de remisiones. El cémo de tal" significar por remisiones aparece con el caricter de lo habitual en cada acasién. La presencia, asf como la manifestacién de lo que aparece, son conocidas (Ets, diet), y no en el sentido de que se tenga conocimiento de ello 0 acerca de ello, sino tal como uno conoce quello en lo que uno mismo, de acuerdo con lo que se aparece, tiene experiencia. La cotidianidad domina a través de todos los distintos aspectos concretos de los nexos de remisiones. Todos nos arreglamos en cada ocasién, conocemos a otros, de igual ma- rnera que los demés le conocen 2 uno. Este conocer el mundo co- iin es un conocer normal, medio, que se desarrolla en la coxi- dianidad y sirve siempre a ésta. Este habito no es un modo de ver las cosas, sino el modo como ocurre lo existente mismo, el $25. Loimprevisible y comparativo Sélo sobre la base de este hibito puede aparecer en la inmedia- tex del aquf mundano algo asi como «lo inbabituals; es aquello alo que no se esté habituado, y que resulta un estorbo», wes inoporcuno», «una vergiienza», «una molestia», «una lata oun contratiempo. Como tal tiene en su caricter de aqui una mar- cada urgencia, una intensificacién del aqui. Esta posibilidad de "Se trata de nuevo de begpnen, tadcido gencralmente por saparecers, sacurtins vase nota 2 dela pg, IO 18 el 1) ibm: nds claro! (Nota de leidegaee) 127 100

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