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Marc Augé, Monique David-Ménard, Wladimir Granoff, Jean-Louis Lang y Octave Mannoni obj PTCye pbowdot IB ecanten el cuerpo, Bio la ciencia ree - PSICOANALISIS sisljeueooisd ua oyalqo [q El objeto en psicoandlisis La'primera contribucién de este volumen es un texto so- bre el fetichismo, firmado por Jacques Lacan y Wladimir Granoff, cuya autoria verdadera es uno de los enigmas tan tipicos de Lacan siempre cargados de alguna ironia. El tema y los conceptos que se elaboran a partir de los textos de Freud son muy significativos para el posterior desarrollo conceptual, de modo que se trata de un docu- mento seminal de mucho interés. El volumen incluye ademas cuatro exposiciones que iluminan distintos aspectos de la practica y la teoria psi- coanaliticas que se enfocan también desde otras disci- plinas. El antropdlogo Mare Augé habla del fetiche en las culturas africanas, donde su funcién como objeto es doble, puesto que es simbolo y al mismo tiempo rela- cién entre mundos diferentes. Monique David-Ménard muestra en un caso clinico la problematica del deseo en tanto objeto del psicoandlisis y su relacién con el sinto- ma en la neurosis y con ciertas alucinaciones en la psi- cosis. Jean-Louis Lang muestra a través de discursos, actitudes y conductas del nifio y de su entorno cémo se manifiestan las modalidades esenciales del aparato psi- quico y los conflictos preneuréticos que lo caracterizan. En su reflexién sobre la creacin de conceptos de Freud, Octave Mannoni muestra la estrecha vinculaci6én de la terminologia con la experiencia clinica, polemizando asi con las criticas de tedricos de la ciencia como Popper. 725001 M. Augé,M. David-Ménard, W. Granoff, J.-L. Lang y O, Mannoni “\ EL OBJETO! . - EN PSICOANALISIS i a ata mee Ana} oe eo . + Mook a Fi t : ~ ci Fa | «a «Editorial Gedisa ofrece los siguientes titulos sobre PSICOANALISIS ae any Maup MANNONI Maup MANNONI Maub MANNONI Octave MANNONI y otros OcTAVE MANNONI Jot Dor JoEL Dor JOEL Dor Jo&L Dor JuAN-Davip Nasio JuaNn-Davip NAsio > JUAN-Davip Nasio ‘ cf ohe La primera entrevista con el psicoanalista Un saber que no se sabe El sintoma y el saber La crisis de la adolescencia Un intenso y permanente asombro Introduccion a la lectura de Lacan I Introduccion a la lectura de Lacan II Estructura y perversiones Clinica psicoanalitica Cinco lecciones sobre Lacan Enseiianza de 7 conceptos cruciales del psicoandlisis + La mirada en psicoanilisis . (sigue en pag, 157, _ ELOBJETO. |. N PSICOANALISIS © < El fetiche, el cuerpo, el nitio, la ciencia M. Augé, M. David-Ménard, W. Granoff, J.-L. Lang y O. Mannoni Presentacién de Maud Mannoni boos eo yo Petts Pam) arg weds ca gh gf) gediga™ Titulo del original en francés: objet en psychanalyse toe : © by Editions Denéel, Paris, 1986 , dae ei ‘Traduccién: Irene Agoff cota A wolte le to a Primera edicién en Econobook, Barcelona, 2002 Derechos reservados para todas las ediciones en castellano © Editorial Gedisa, S.A. Paseo Bonanova, 9 1°-1* 08022 Barcelona, Espafia Tel. 93 253 09 04 Fax 93 253 09 05 Correo clectrénico: gedisa@gedisa.com http://www.gedisa.com ISBN: 84-7432-830-6 Depésito legal: B. 24847-2002 Impreso por: Romanya/Valls Verdaguer, 1 - 08786 Capellades (Barcelona) Impreso en Espafia Printed in Spain ” Queda probibida la reproduccién total o parcial por cualquier medio we wight et : de impresién, en forma idéntica, extractada o modificada, en castella- no o en cualquier otro idioma, a El texto fue revisado por Joél Dor Indice Presentacion “ Maud Mannoni . i L El fetichismo EI fetichismo: lo simbélico, lo imaginario y lo real, firmado por j. Lacan y Wladimir Granoff ... De un fetiche en forma de articulo Wladimir Granoff ... Anexo Presentacidn a El fetiche y su objeto Jacques SEdAE Lecce ence ec etre eens 4l El fetiche y su objeto Marc Augé 29 40 43 Discusién: Jacques Sédat, Xavier Audouard, Maud Mannoni y Marc Augé 58 IL. El cuerpo El cuerpo, una cuestién critica para el psicoanilisis Monique David-Ménard .... 00.0.0 cc cece cece 69 Discusién: Patrick Guyomard, Romain Laufer, Maud Mannoni, Annette Karadec, Heitor O’Dwyer de Macedo, Yves Lugrin, Marielle David, Xavier Audouard y Monique David-Ménard ... 20.22.00... ccc cee cee eee 87 © godin 10 EL OBJETO EN PSICOANALISIS IIL. El nino Las organizaciones «preneuréticas» en el nifio Jean-Louis Lang. ........+-+ Tee beeen en eet een eee 99 Discusién: Patrick Guyomard, Maud Mannoni, Pierre David y Jean-Louis Lang ...... 0.00. 00e sree 122 TV. La ciencia EI psicoanilisis y la ciencia Octave Mannoni.. 135 Discusion: Pierre-Paul Lacas, Patrick Guyomard, Léon Chertok y Octave Mannoni ... 151 © gettin eaicas .Presentacién- . aa ‘Maud Mannoni . Este volumen se inicia con un texto inhallable, publicado en Es- tados Unidos en 1956.) Por:razones que Granoff nos expone, el. iexto original nunca s¢_publicé en francés. No sin humor y con cierta ironia, él mismo ubica este trabajo en el contexto de crisis vi- vido por el psicoandlisis ‘en Francia alrededor de 1954. Esta crisis, que puede ser referida a'un ‘vacio en el plano de la elaboracién con- - ceptual, no se limitaba a Francia indudablemente, pero se debe a | Lacan el haber intentado entonces romper con la ignorancia domi- nante planteando los verdaderos problemas." = ’ ao ’ “En esta épaca, por una preocupacién de método le parecié neci | sario tomar distancia respecto de un enfoque conductista y neur logizante. Consideré importante plantear primero algunos puntos cardinales, asf como efectuar la distincién entre lo imaginario, lo sim- bélico y lo real a fin de dar sostén a la coherencia de un discurso.. Lo que le importaba era, en efecto, el problema de.la constitucién del su- jeto, refiriéndola'a cierto discurso-ya inscrito; Lo que caracterizaba al Lacan de esos afios era que se dejaba «trabajar> por interrogantes, mids que preocuparse por «solucionar> los problemas. Una exigen- cia Gtica lo impulsaba, antes que nada, a tratar de mantener-abiertas > las preguntas, y no buscaba en absolute «exponer» claramente una doctrina. Asi pues, ponia generosamente su trabajo (notas de Semi- nario) a disposici6n deans shames mie oes Crane fue uno de_los beneficiados y.«produjo».un trabajo, firmado también por Lacan, elaborado a partir de1954: Ahora bien, Ia cuestién del fe tichismo fue principalmente abordada por Lacan el 30. de enero y ar. 1, Firmado por Jacques Lacan y Wladimir Granoff en: Perversion, Psychodyna- mies and Therapy, Nueva York, Random House, 1956. 7 , © gedisa 12 EL OBJETO EN PSICOANALISIS el 6 y 27 de febrero de 1957, en su Seminario sobre la relacion de objeto y las estructuras freudianas. De ahi el valor que asignamos a ’ Ja publicacién del trabajo preparatorio que se hallar en esta com- ' pilacién. Trabajo que deberd leerse, como sugeria Lacan, partiendo del ultimo punto de lo que él expresé cxando el conjunto de los otdos del auditorio le permitid concluir en determinada elaboracién. En efecto, cada texto psicoanalitico debe ser interrogado relacionéndo- lo siempre con lo que fue para el autor el paso de una etapa a Ja otra. Ahora bien, Lacan dejaba este cuestionamiento a la responsabilidad de sus alumnos. Granoff aporta aqui el testimonio de lo que existid como «comunidad de trabajo» en una época en que a Lacan le preo- cupaba més poner una herramienta a disposicién de sus allegados que reivindicar una exclusividad «de autor». Granoff, poco a poco, | va asi de revelamiento en revelamiento. E] volumen sigue con una serie de conferencias y debates organi- zados en el seno del C.ER.P? Los autores se exponen a la critica € interrogan al psicoandlisis partiendo de lugares diferentes relativos al fetiche, el cuerpo, el nifio y la ciencia. En cada ocasién, ta indole de las discusiones hace surgir nuevos interrogantes, obligando al | conferenciante a avanzar «més alld» de la cuestién planteada. Mare Augé (antropdlogo) muestra con singular fuerza de qué modo el fetiche se rebasa a sf mismo expresando a la vez el ser y la relaciér; To cual prolonga la figura simbolica y abarca dos realida- des: una référida alo que él representa y la otra a lo que él pone er _ relacién, . Monique David-Ménard sigue la marcha de su paciente y se inte: >) rroga sobre el aspecto destructivo de cierta relacién con el otro, Er efecto, en cada momento la paciente parece ganadora en la fascina- cin que ejerce y & Ta vez prisionera de este deseo, La conferencian- te nos muestra entonces que de lo que el psicoandlisis puede habla es del cuerpo erdgeno, pero afiade, él cuerpo no es unicamente ero geno, de lo contrario ef psicoandlisis seria todopoderoso y podria de- a cir alga acerca de todo. ¢¥ sila cura fuera lo que Freud Hama ene Proyecto «la experiencia de satisfaccidn»? Monique David-Ménarc recuerda que lo que el psicético no resiste es /o que, en el deseo, est. hecho de residuos alucinatorios en relacion con el otro, La experien Ga de satisfaccion es vivida como peligrosa. El objeto del psicoana isis cs [a estructura del deseo, pero Jo que éstd en juego en un andl sis, como también dice Monique David-Ménard, es que el sujeto no s. + 2. Centre de Formation et de Recherches Psychanalytiques. opedia —_ Presentacion 13 Los encendidos debates que siguen a la conferencia de Jean-Louis Lang tratan también sobre la estructura del deseo y de la palabra. Este autor explica de qué modo intenta reconocer, 4 través de discuy- 50s, actitudes y conductas significantes del nifto y del me un ‘dante, las modalidades esenciales del funcionamiento de su aparato Este proceder es opuesto al que nos tiene habituados Frangoise Dol- to. ATo largo de las discusiones se van desprendiendo dos actitudes dispares del analista en la direccién de la | cura, que se aclaran me- diante Ta confrontacién “de puntos de vista contradictorios. Pero también se hace evidente que sdlo con referencia al paciente, en este caso el nifio, interviene el objeto comin de los analistas a abierta la posibilidad de hablar con los términos cotidianos. Octave Mannoni, en El psicoandlisis y la ciencia, demuestra por su parte que fueron las palabras de la lengua corriente (Gegenwille) utilizadas por Freud las que To pusieron en el camino de la inter- pretacién, Para él, el psicoanalisis tiene el mismo futuro transcultu- ral que la ciencia, aun cuando no recurra al «nominalismo» de la teoria cientifica. Llega, con humor, a la conclusién de que la quere- lla que Popper pretendié oponer a Freud era, en el fondo, una que- rella vienesa... En cualquier caso, los analistas se benefician al mAximo si se de- jan enseiiar por los escritores o los poetas y si no desdefian la histo- ria, los mitos y la ciencia. Pues habiéndose alimentado sélo de si mismo, el psicoandlisis acabé en la esclerosis y perdié, por un tiem- po, los recursos de la invencién. Maud Mannoni Agosto de 1985 © gedisa © gelisa I EI fetichismo El fetichismo: lo simbélico, lo imaginario y lo real’ El fetichismo ha conocido un destino singular en los estudios psi- coanliticos. A comienzos de siglo, en la primera edicion de los Tres ensayos so- bre una teoria sexual, Freud atribuyé a esta practica un lugar particu- lar en el estudio de la neurosis y dela perversion.” Este lugar quedé destacado en la segunda edicién, al aftadir Freud que la distincién-el contraste— que parecia existir entre el fetichismo y la neurosis, desa- parecfa no bien se sometia al fetichismo a un examen mas profundo. |= Elfetichismo esta clasificado sin duda como perversién y la perversién €s a su vez —seguin la conocida formula el negativo de la neurosis. 1, Publicado con el nombre de Jacques Lacan y Wladimir Granoff en Perversion, Poychodynamics and Therapy, Random House, 1956. «En oportunidad de la primera publicacién de este texto, en 1956, Jacques Lacan acepté firmarlo a peticién del editor norteamericano; él no es el autor.» Jacques-Alain Miller. Este texto pertenece a una etapa de la historia del psicoandlisis en Francia, Mamte- ner en 1986 este escrito imperfecta y fechado ¢s una manera, para nosotros, de no bo- rrar la historia y de recordar el contesto (transferencial y politico) de una elaboracion * -tedrica, :Quign es el autor, en lo que se escribe? En determinado momento de su tra. yecto, Lacan recordé que si fay al menos un prejuicia del que el psicoanalisa di ] ser librado por el sicounilsie y de aeded aden ee (Eorits, pig, 395). Por razones didicticas, hemos reinsertado a pie de pagina algunas notas explicti- vas elaboradas en 1985 por Gérdme Taillandier, profesor en la Universidad de Paris VII. De este modo, los conceptos utilizados en 1954 vuelven a ser situados en su con- texto. (Maud Mannoni, enero de 1986.) Los ntimeros en paréntesis en este texto remi- ten a la bibliografia en pag, 26 ss. Versién castellana sobre la traduccién al francés realizada por Niméde Safouan. 2. Freud dijo que la neurosis es el negative de la perversién. Ahora bien, la férimu- ta no es ceversible; en efecto, ella designa en fa neurosis la intervencidn de la negacién, de la represidn, de la inhibicién, etcétera, mientras que nada semejante se puede afir. mat acerca de la perversi6n, en ia cual la renegacisn no es en ningrin caso wna negacin “\~ sino antes bien su anulacién. GT. narnia © gedisa 18 EL OBJETO EN PSICOANALISIS Sin embargo, el fetichismo es una forma de perversion donde no e: osible Taller ningtin contraste con la neurosis. Freud mismo recomienda el estudio del fetichismo a todos lo: ad quieran comprender la angustia de castracidn y el complejo di Edipo. Tanto para los discipulos del psicoanalisis como para sus de tractores, la importancia asignada al complejo de Edipo fue siempr: la piedra de toque del conjunto de la relacién de cualquier person: respecto del anilisis. Asi pues, no se escatimaron esfuerzos para llamar la atencién so bre la importancia del fetichismo. ¢Pero cudl fue el resultado? E: los afios que siguieron inmediatamente a 1910, el tema dio lugar no mas de media docena de contribuciones importantes. Freud volvié a tratar la cuestién dos veces con once afios de interva lo, y en cada una de ellas de una manera singular (10, 11). Leyendo su Grticulos se tiene la impresion de que el propio Freud se preguntaba : los lectores iban a entender realmente de qué estaba hablando (11 ‘Al respecto, hay que recordar que uno de los fragmentos incon clusos de los trabajos de Freud trata sobre el fetichismo. Puest que, durante toda su vida, fue él quien dirigié el curso del desarre lo del andlisis, no hay ninguna petulancia en considerar este artic lo como una presciencia de la direccién que el pensamiento psicoz nalitico iba a adoptar inevitablemente después de la guerra. Nos referimos al estudio del ego. En efecto, en los estudios ps coanaliticos de los dltmos diez. afios -aunque difieran segan Tas tr: diciones variadas, las inclinaciones, las preferencias, los estilos y k escuelas psicoanaliticas en cada pais-, el estudio del ego es positiv: mente la principal preocupacién (6, 24). Durante el mismo periodo, reaparecian los trabajos sobre el fet chismo. Pues como Freud habia sefialado, el estudio del fetichism es y sigue siendo el mas esclarecedor para todo aquel que des: _s) concentrarse en Ta dinamica del Edipo a fin de comprender plen tmente queeselego”—SOSO=~S~S Para despejar nuestras ideas, asi como para indicar la princip orientacion de nuestra exposicién, debemos recordar ante todo qi el psicoandlisis, que nos permite una vision del psiquismo infan mas profunda que ninguna otra ciencia, fue descubierto por Fret mediante la observacion de los adultos; para ser mas. recisos, M ‘Giante su escucha, es decir la de sus discursos. En efecto, el psico nalisies una talking cure. oT 3, Seabre aqui la verdadera cuestién tratada en este texto, Este versard sobre la: tnuctura y el alcance del Edipo, y no sobre el yo. G-T. ged \ E] fetichismo 19 A primera vista, recordar verdades tan ampliamente aceptadas po- drfa parecer descortés pero, bien pensado, no lo es, Es simplemente un Hamado de atencién sobre un punto metodoldgico esencial. Pues, salvo que reneguemos de lo que constituye la propia esencia del psicoandlisis, debemos servirnos del lenguaje como guia medjan- te el estudio de lo que se ha dado en Hamar estructuras preverbales.* Freud nos ensefié y demostré que Jos sintomas hablan en pala- bras, que, como los suefios, se construyen en frases. En su articulo de 1927, Freud nos introduce en el estudio del fetiche indicando que debe ser descifrado. Y descifrado como un sintoma 0 uh Mensaje (10). Hasta nos dice en qué lengua hay que descifrarlo. Esta manera de presentar el problema no carece de significacion. Des- de el inicio, este enfoque plantea el problema en el terreno de la buis- queda del sentido en el lenpuaje, antes que en el de vagas analogias vi- suales (como, por ejemplo, las formas huecas que recuerdan la vagina, . el vello pubiano, etcétera) De Glanz auf der Nase al pene de la mujer, pasando por Glance on the Nose, el paso es estrictamente incompren- sible si no nos atenemos a la senda indicada por Freud. En la entrada de esta senda puede leerse este letrero: «¢Qué sentido tiene eso?»? El problema no es de afectos suprimidos {reprimés]; en si mismo, elafecto no nos dice nada. El problema atafie a la denegacién de una idea. Con esta denegacién, nos hallamos en él terreno de la signifi- cacién. Unico campo donde la palabra clave, | je es un comportamiento simbélico por excelencia. SitHarry permanece silencioso es porque no esta en condiciones de simbolizar. Entre las relaciones imaginarias y las relaciones sim- bélicas existe la misma distancia que separa a la angustia de la cul- pabilidad (11). Y de la misma forma, histéricamente, el fetichismo nacid sobre la linea divisoria entre la angustia y la culpabilidad, entre la relacién daly le held crangular Frevd no deja de sefialarlo cuando re- comienda el estudio del fetichismo a todo aquel que pudiese dudar de la angustia de castracién; en las notas que siguen a Tres ensayos, dice que las perversiones son el residuo del desarrollo hacia el com- plejo de Edipo. Pues es aqui donde los elementos variados que in- tegran el instinto pueden disociarse (9). La angustia, como sabemos, siempre esta asociada a una pérdida a —es decir, a una transformacién del ego-, a una relacién dual a pun- to de desvanecerse para ser reemplazada por algo distinto, algo que el paciente no puede afrontar sin vértigo. Este es el campo y la na- turaleza de la angustia. Tan pronto como una tercera persona se introduce en la relacién narcisistica surge la posibilidad de una verdadera mediacién por in- termedio del personaje trascendente, es decir de alguien a través del cual el propio deseo del sujeto y su cumplimiento pueden ser sim- bélicamente realizados. En ese momento aparece otro registro, el de la ley; en otras palabras, el de la culpabilidad. Toda la historia clinica del caso de Harry gira alrededor de este punto. E] miedo ala castracién {lo precipitard entla’angustia? ¢O ésta serd afrontada y simbolizada como en la dialéctica edipica? ¢O aun el movimiento se coagulara més bien en ese monumento que el horror de la castracidn elevard para si mismo, como escribe Freud (10)? © gedisa El fetichismo 25 Para subrayar el punto: si la fuerza de la supresién (del afecto) ra- dica en el interés por el sucesor del falo femenino, la que habré construido el monumento ser la denegacidn de su ausencia. El fe- tiche pasard a ser_el vehiculo para, a la vez, negar y afirmar la cas- traci6n. 2 1 Esta oscilacién constituye la naturaleza misma del momento cri- tico, Comprender la diferencia de sexos es poner fin al juego, acep- tar la relaci6n de tres. De ahi la vacilacién de Harry entre la angus- tia y la culpabilidad. Su vacilacién en su eleccién de objeto, y asimismo posteriormente, en su identificacién (22). Harry acaricia los zapatos de su madre y de Sandor Lorand. Es su >) ~ oscilacién en el tratamiento a infligir; acariciar 0 cortar. La biisque- da de un compromiso entre sus deseos y su culpabilidad confiere un pene a su madre. Pues él la ha explorado y sabe que ella no lo tie- ne (3, 4, 23), Precisamente porque esta evidencia sc le impone con tanta fuerza, en sus dibujos los penes se hacen mas largos y mas |: marcados. Segiin Sandor Lorand, denegar la vagina es nécesario para la conservacién del feliz tridngulo, Feliz, si, pero como Lorand admitiria probablemente, no verdadero. El verdadero triangulo sig- | nifica conflicto. ¥ aqui es donde Harry tropieza.” Cada _situacién_analizable -es decir, simbélicamente interpreta- f ~ ble~se inserta siempre en una relacign de tres (5). Por consiguiente, Freud tiene razén cuando asigna al fetichismo ese lugar particular en 12. Volvamos al problema de fondo de la articulacidn de los registros imaginario y simbéllico y de su lugar en la préctica, Estos registros son situados respectivamente { como los de la angustia y la cilpabilidad, y el fetichismo es situado en la linea diviso- ria entre las dos, entre relacién dual e introduecién de una tercera persona, Como podemos recordar, en esto se centra todo el debate de Juanito con su ma- dre: introducir a un tercero (en el caso, el miedo a los caballos) en ef lugar del padre, demasiado gentil respecto de la demanda de castracién de Juanito, incapaz de sustra ora éste ala seduccién materna. * En cuanto a Harry, el nido perverso, zel temor de la castracién (simbélica), serd afrontado y simbolizado en la dialéctica edipica 0, por el contrario, lo precipitard en 1a angustia (caso de Juanito)? ¢O bien, como escribe Freud, el proceso se coagulard, se congelaré de manera permanente en ese memorial que el horror de la castracin elevard para si mismo? Esta es, al parecer, la salida de Harry, y el fetiche pasard a ser el vehiculo tanto de ft la renegacién de la castracién como de su afiemacién. De ahi esta espléndida defini- cién de fetiche: si la fuerzn de la supresin del afecto se encuentra en el interés por el sucesor del falo fermenino, es la denegacién de su ansencia la que habra construido ese Semorial. Y esta oscilacion entre los dos teeminos constituye la nacuraleza misma de este momento critico. Harry oscila, vacila, en el tratamiento a infligir: acariciar los zapatos de su madre 0 cortar. Harry vacila en su elecci6n de objeto y, después, en su identificacion. G.T. © pedisa 26 EL OBJETO EN PSICOANALISIS sus especulaciones. Lo hemos visto en la estructura del discurso, que es mediacién entre los individuos en la realizacién libidinal. Lo que se muestra en anilisis es afirmado por la doctrina y de- mostrado por la experiencia: que no se puede interpretar més que - por mediacién de la realizacién edipica (6). Asi aparece la inutilidad de explicar el horror de los érganos genitales de la mujer por unos cuantos recuerdos visuales que datan del doloroso paso a través del canal del nacimiento. . Pues es la realidad en su aspecto accidental la que detiene la mira- da del nifio justo antes de que sea demasiado tarde. Indudablemen- te, no habria razén para que el nifio creyera la amenaza de su nifie- ra si no hubiese visto la vulva de su amiguita (11). Como tampoco tiene raz6n para aceptar la ausencia del pene materno, sobre todo después de haber valorizado el suyo narcisisticamente y de ver al de su padre mds grande todavia, si no es consciente del peligro de per- derlo (22). Esto significa que todas las relaciones de dos estén marcadas con el sell ario. Pues para que una relacién asuma su valor simbélico, es precisa la mediacién de una tercera persona que pro- cure el elemento trascendente a través del cual Ja relacién del sujeto con _un objeto puede ser mantenida a una determinada distancia (6519). Si hemos atribuido tanta importancia al caso del pequefio Harry es porque sentimos que este caso de fetichismo es sumamente es- clarecedor. Este caso articula de forma singularmente llamativa esos tres campos de la realidad humana que hemos llamado lo simbéli- co, lo imaginario y lo real. Por nuestra parte, encontramos aqui un argumento mds para jus- tificar el lugar particular, como ya hemos dicho, que Freud confie- real estudio del fetichismo." 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[Trad. castellana en: Escritos, México, Siglo XXI, 1971.] 20. «Fonction et champ de la parole et du langage en psychanalyse» (Con- ference, Istituto di Psychologia della Universita di Roma, 1953). [Trad. castellana en: Escritos, México, Siglo XXI, 1971] Lévi-STRAUSS, Claude 21. Les Structures élémentaires de la parenté, Paris, 1947, [Trad. castellana: Las estructuras elementales del parentesco, Buenos Aires, Paidés.] Loranb, Sandor 22. «Fetishism in Statu Nascendi», International Journal of Psychoanaly- sis, vol. XT, 1930, Mac Brunswick, Ruth 23.-«A note on the Childish Theory of Coitus a Tergo», International Journal of Psychoanalysis, vol. X, 1929. Payne, Sylvia 24. «Some observations on the Ego Development of the Fetishist», Inter- national Journal of Psychoanalysis, vol. xx, 1939. © gedisa De un fetiche en forma de articulo Wladimir Granoff En todo pasado hay una parte que es agua estancada. De cuando en cuando, extrafios objetos ascienden desde el fondo, después de des- hacerse la red o de soltarse las malas, tejidas por las estructuras cuya coherencia las mantenja en el fondo. Muerto Lacan, deshecha la es- cuela que él llamé suya, nada vela més por esa disciplina particular de las corrientes de pensamiento y de los grupos consagrados a su pro- greso, disciplina que organiza una temporalidad en la que reina una parte de falsa apariencia y de artificio para que el curso del tiempo, con sus acontecimientos, se enrole mas facilmente al servicio de la causa, de su fortuna, de su supervivencia. Un tiempo donde el pasa- do esta en un pasado sobre el que no se vuelve salvo para advertir cuanto ha quedado atras, donde existen reservas y cercados cuya en- trada estd prohibida, donde se encuentran también elementos que se han hecho «no sucedidos». Luego, en un tiempo re-abierto a una cir- culacién no controlada, el paso libera, chocandolos, vestigios. En poco tiempo, ya son tres veces que se me reclama respecto de este articulo sepultado desde hace tres lustros en la edicién psicoa- nalitica anglosajona. Los jévenes, dice Maud Mannoni, que llegado el caso dan con él en una bibliograffa, piden que vuelva a la luz del dia, ;Puedo acaso no acceder a semejante demanda? Aunque por mi parte este articulo formard parte de ese lote cuya suerte me complacfa. Y su funcionamiento subterréneo. Oculto en la lengua extranjera de un trabajo inhallable o en el ejemplar rarisi- mo de una revista desaparecida. “ Los grandes hombres o las grandes causas no son los tinicos en beneficiarse con que uno no vaya a escrutar demasiado cerca cier- tos rincones de su pasado. Resulté asi titular, poseedor, de un bien poco comin. © gedisa 30 EL OBJETO EN PSICOANALISIS Un articulo sobre el fetichismo, que data de los comienzos de la parte esotérica de la trayectoria lacaniana y, rasgo esencial, escrito con Lacan. Escrito y firmado con él.’ Que Lacan haya llegado a participar en un escrito colectivo de te- nor psiquiatrico es algo que no deja apenas huella ni marca el recuer- do. ;Pero haber escrito entre dos y ademas sobre la ilustre triada, las tres instancias mayores del renuevo, lo simbdlico, lo imaginario y lo real, no es un suceso sin precedente ni consecuencia! Un suceso que es legitimo querer re-visitar, como dicen los anglosajones. Un suceso que también legitimamente requiere ciertos esclarecimientos. ;Y so- bre todo después de la lectura del articulo en cuestién! Es decir, des- pués de haberse percatado de la calidad de este trabajo. Antes inclu- so que calificarla de mala, en lo que casi no habria exageracién, tampoco seria apropiado declararla extrafia. Y muy poco conforme con las exigencias de Lacan en lo referente al escrito, por oscilantes que hayan podido ser a lo largo de su existencia. . La génesis de este trabajo llevaba en germen las virtualidades de un «gag». Debié no haber tenido lugar para mi escasa inclinacién por las bromas de dudoso gusto. Pues en verdad, este articulo ya habria debido publicarse a instancias de un grupo sumamente apre- ciable salido de lo que llaman el feudo lacaniano. Pero es suficiente con que al responsable de la publicacién proyectada, le revele yo un hecho que soy el unico que puede atestigtiar de una forma que haga de él otra cosa que un alegato, para que ese mismo texto pase del rango de «scoop» que habria podido alcanzar, al de desecho. Paso cuya radicalidad y todo lo que pone en juego proporcionan una en- sefianza cuya meditacién no es superflua a quienquiera se preste a reflexionar sobre la relacién de un texto con su lector... 1953, primera escisién, visita del primer comité que la I-P.A,en- nes francesas; en él otono, Lacan comienza su ensefianza en Sainte- Knne e inmediatamente se abren las hostilidades en el frente de la téoria y de la practica, puesto que asimismo es con el argumento de la practica como Lacan es objeto de un voto de desconfianza que lo hard unirse a la escuadra restringida de los colegas que que- brantaron el destierro en junio de 1953. A las acusaciones que se ie dirigen la réplica de Lacan sera severa. Serd acogida con favor e in- terés por mi generacién de analistas recién salidos del Instituto de la calle Saint-Jacques. Con interés y con placer, el hecho debe ser , consignado, 1. Véase en ef anexo, carta de Michael Balint. © gedisa

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