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Diarios Cuivicos agradeve Ia colaboracién de Ia Dra. Maria Lucila Pelento. quien ha participado junto con la direceion de la revista en la preparacion del presente niimero, Algunas consideraciones sobre los duelos en la infancia* EDUARDO CASANOVA - ALCIRA MERE ‘Siva Morict - Maria L. PELENTO TERESA PoPILOFF - ALBERTO WAINE La muette de la madre. del padre a del hermano de un nif. coristituye un aconteciiniento biografico cuyas conse: cuencias, en ocasiones, sélo se pueden Conjeturar en el analisis que ese niito re aliza de adulto, En otras circunstancias, son los adultos a cargo de un nifio que apa- Fentemente no sufre trastornos— los, ‘que consultan preacupados por los efec- tos que esa muerte puede llegar a tener en su vida, o preguntando cémo organi- zar la vida del nino o con quién deberia éste vivir tras weees la angustia de los adul- tos esta referida a la ligazon que perei- ben entre las perturbaciones del nitio y la experiencia padecida. Relatan que él nifio no puede dormir porque teme morir ‘como su padre o sui madre. 0 que frente a Sus amiguitos jucga con un hermano {que en fa realidad faileeid: o nos hablan de una nifia quie solamente se quiere cal- zar con zapatos de taco similares a los {que infructuosamente trat6 de calzar en cl ple de su madre muerta. o nifios con tendencia a tener accidentes como el que imaginan 6 pereiben que tuvo su madre. Nevado a cabo en "Relerencia Buenos Aires fin otras sitviaciones, Ins familiar vinculantrastornos de larga data del Ao con la experiencia vivida 0. por contrario, desvinculan cualquier dencia de lo ocurrido, mencionando pérdida como un antecedente mis ent otros antecedentes. Es verdad que en estos casos, eo: cn tantes otros, es la clinica. las entt vistas con los familiares, o can el nino, €l proceso de andlisis de éste, lo que a decidir quién es el sujeto 0 fos sujet que experimentan una pérdida que 1 ssc puede elaborar y cual es la relacit existente entre la pérdida suftida y 1 reacciones, trastornos 0 sintomas q) padece el nitio ~ Pero también es verdad que. frente esta problematica, el analista se posici na de una cierta manera. Esta modal esta presente aun en la misma eleecién Jos terminos cen los que define et hee] ‘ocurrida, No eso mismo denominar a ¢ muerte “accidente”, “acontecimient« ‘prucba” 0 "hecho", a pesar de la sina: mia que parezean tener estos terminos. Este posicionamiento del analis, tiene que ver con los puntos de repa fe trabajo Fue leido en el Primer Encuentro Psicoanalitico “nterdselplinaria “Pensar Niner". realizato en Buenos Aires en 1992. Constituye patle de un Lrabaje de ive Leorieo que haya podido elaborar. Entre otros, aquellos que especificamente tie- nen que ver con la problematica del due lo en la Infancia. Elaboracién que tiene su fuente en la clintea, pero tambien en las lecturas de los trabajos realizados sobre esta cuestidn. En nuestro caso particular, ese tra- bajo de lectura nos permitio abservar que, desde mitad de siglo hasta la fecha, Se recortio cierto camino. Por empezar con el tiempo se tendié a datles a los duelos en la infancia un lugar propio, di ferenciando sus efectos de los que pro- ducen las ausencias o las separaciones, Del mismo modo se generalizo la tendencia a pensar que el proceso de duelo en los nifios requiere como condi ci6n necesaria iin adecuado posiciona: mento de los adultos que lo rodean, mas alla de cémo se defina éste. Por otra parte, la preocupacién cada vex mas marcada por asir los modos de eseritura del afecto en el nino permitio reconocer, ampliar y poner otros nom: bres a los efectos producidos. No solo sehalar frente a una perdida irreversible que el niito experimenta confusion de aafectos 0 afectos similares a los det due Jo patolégice del adulto, sino tambien poder pensar en sus pasibles formas de aparicién: como traza en el cuerpo, co- ‘mo malestar, como vacio, como tristeza innombrable, como equivalente deprest- vo 0 como doioy, tristeza o culpa decible. La leetura enriquecedara de varios de estos trabajos, sobre todo los que se claboraron a partir de 1960 en Esta- dos Unidos, en Inglaterra, en Suiza, co- ‘mo en nuestro pais— nos permitio ad- vertir cuales habian sido para sus auto- tes los puntos de apoyo en la obra freu- diana. Algunos de ellos tomaron caro ‘modelo fartdamental para determinar si tun nino puede 0 no hacer un duelo, la descripcion que Freud hace del mismo ‘en Duelo y Melancolia (Freud, S., 1915} 12 Algunas de estas teorizaciones, sin em: bargo, dejan de lada el contexto teérieo el aporte a la teoria del nareisismo— en el que Freud produjo su teoria del duelo, Otros toman en cuenta dicho mo- delo tratando de asix los factares de los que depende la capacidad para hacer un trabajo de duelo. La gran mayoria de es- tos trabajos llegan a la conclusion de que el nifio es capaz de realizar un pro- ceso de duelo. y puntualizan, segiin sus diferentes concepciones, qué condicio- nes se requieren, Otros autores, en cambio, se apoya: ron en las observaciones que realizé Freud sobre el due en los nifios. Freud advirtld una reaccién diferente en el nie fo ron respecte af adulto, al enfrentarse con la snuerte, y subrayé los aspectos de renegaci6n y escision observacos. Re- cordemos la nota agregada en 1909, en La Interpretacién de los Suefas; alli se reflere a cémo los nifios parecen olvidar primero a la madre muerta, y solo con posterioridad acordarse de ella. Tam: mn en su estudio sobre Fetichismo, menciona a dos pacientes jovenes que “no se habian dado por enterados" de la muerte de sus padres, ocurrida cuando eran nifios, Sefala que, en estos casos, ¢1 Yo habia desmentido un fragmento de realidad, pudiéndose percibir en ellos dos actitudes diferentes: una acorde con ‘el deseo, y otra, con la realidad. Incluso ‘sefiala que en uno de los dos pacientes, la eseision habia pasado a ser la base de luna neurosis. Por ailimo, otros investigadores to- ‘man ambas concepciones como puntos de partida para llegar a la conclusion de ‘que el nifio no puede realizar un trabajo de duelo: por el psedominia de tos meca: nisms de renegacién, por serle imposi- ble a causa de su dependencia e inma- durez retraerse y seguir los pasos que Freud senal6, por no poder tolerar, salvo por breves momentos, el dolor. Estas conclusiones diferentes acerea de la po: sibilidad o imposibilidad de elaboracion del duelo en los nifios dio lugar a una vi- va polemica que hoy parece atemperada De todos modos pensamos que para plantear la euestion sobre otras bases es neceserio analizar les cambios que se produjeron con relacién a estos puntos de referencia originales En primer lugar. e! estudio del pro ceso de duelo en el adulto fue despues de Freud nuevamente objeto de interro- gacn. Distintos autores ensiquecieron, ampliaron, modificaron 9 invitieron el modo de conceptualizacion freudiana, ya sea como en Klein, por fa enorme im- Portancia acordada a los duelos tempra hos, 0 por concebir el trabajo de duelo como un trabajo de adaptacion {Pollok} 6 por invert la interrogacion freudiana aliponer el acento en la perdida de lugar aque se tenia para el otro (Lacan); ya sea por subrayar la importancia y compro Iniso en el ducio de las organizaciones harcisistas (Laplanchel: o por senalar la funclon de ligadura presente en el dolor @ontalis) fn segundo Ingar, es importante re cordar los estudios posteriores realiza dos sobre el mecanismo de renegacion Varios autores senaian la importancia de este mecanismo para la estructura ion psiqutea del nino. Este efecto de lo negativo definido por Rosolato como el vuelco a través del cual efectos posit vos provienen de lo negativo" le da a es- te mecanismo el valor de una operacion estructurante, siendo esencial en la constitucion de las ereencias, lusiones, etcetera Estas modilicaciones, tanto de la te- ‘ria del duelo como de! valor otorgado al mecanismo de renegacion, ofrecen, en la snvestigacion del duelo en nines, nuevos modelos. Exigen ponderar adecuada. mente cuando el mecanismo de renega. clon le permite al nino en duelo una mo- ratoria henéfia y cuando, por su inten- sidad, persistencia y exclusividad, se ‘nstituye en indicador de patologia. Deeir que el analista cuenta con nuevos modelos para pensar el trabajo Ge dueto no significa dejar de lado una coordenada que es esencial para posi- cionarse e interrogar el duelo én el mo: nos relerimos eonesetamente a que sus viisitudes necesariamente van a tener que ver con los elementos, procesos Constitutivos y momentos fundantes del psiquismo, Por Gltimo, deseamos referimos a otro factor que fe objeto de nuevas ela- boraciones, inciiendo en las teorizacio, nes sobre el duelo en la infanela: la teo- fia del trauma, La mencionainos en este lugar por cierta tendencia a ligar duelo fn la Infancia y situacion traumatica. Esta asimilacian supone considerar al trauma exclysivamente desde el punto de vista econsémico, dejando de lado toda consideracion que interrogue las condt- clones que hacen posible que este acon- {ecimiento biografico se wuelva trauma co. Olras lineas fedncas, entre las cuales Incluimos la nuestra, no se adscriben a tal superposicion de conceptos. Definir al trauma coma ruptura en la tinea de continuidad de la existencia (Winnicott). 0 como un sufrimiento que traspasa el limite de lo tolerable (P. Au lagnier), 0 como un real no simbolizado abre el juego para preguntarse cualet han sido las fallas que generaron el efec to traumatic. a pesquisa de esos falls en los dis tintos investigadores esti necesariemen te ligada a su modo de entender en qui consiste dar, en eireunstaneias de due lo, sosten al nino. Sise trata de un sosté: informative, o de que agin adulto con tenga la experiencia del nif sin invadir Jo, 0 st se trata de un sostén de determi nnadas operaciones simbelicas que el ni va‘ demandar: desde la tolerancia a me canismos de renegacion o de desplaza: milento. hasta el otorgar palabras. ideas ¥ representaciones. En cualquiera de estos casos hay que: tener en cuenta que an yuna funeion se sostiene en si misma ¥ ue estas lunciones y sostenes requierei un soporte sovial, esa enearnadura ima- ginarta y simibolica presente en los rites y practicas soetales. Existen, sin embargo, Circunstancias privadas 9 sociales que vwuelven tmposibles o extremadanente camplejas estas funcignes (Furman. 1986: Arfouilloun, 1986) El duelo y sus efectos Vamos ahora a considera dos ma- teriales clinieas, En primer lugar. el de Barbara. unasnina de Fanos v once me- ‘ses. Sus padres consultan porque su hi Jase masturba compulsivamente. pro- ‘Yoeando este hecho sittaciones difieiles sobre (odo en ef jardin at que concarre, La deseriben como una nina rebelde, ca prichosa y peleadora, Tambien relaian que ¢s muy miedosa: teme la oscurridad el eeces dorinir por ternor « seriat. Nice lunos aneses que se mies a ir al jardin. Hace un aive comenzo con Irastonies en. a alimentacton. volviénduse muy selec iva. Ademas. exige que sv padve Je ie de comer en la boca. Presenta enuresis, nocturma primaria, situacion que parece hho eonstituir un problema para sus pa- dies. En el momento de la consulta six madre esta en el octavo mes de embara: zo. Se la nota deprimicla por 1a muerte de su propio padre, geurrida un mes an- tes. y por las diflcultades de la nifia. Ci si ai terminar la entrevista relatan que Barbara tiene una hermanita de dos afios y medio y que cuando ella misma tenia 2 anos y cuatro meses muere un hermanito a las cinco horas de nacer. de muerte stbita. Mientras la madre relata ‘esto. el padre considera que ese hecho Mu habia pasado y que los problemas de la nha mejorarian por si solos con tiempo v pacientia La anialista se entera et ese momen. to que ésta es la segunda oportunidad cen que los padres consultan. La primera vez fue a los pocos meses de la muerte del bebe. Les preocupaba en ese mo- mento que Barbara se reliriera frecuens temente & sv hermanito. como si este estuviert vivo. En el jardin al que con curvia atvaia y al mismo tiempo confun ‘ia a aquellos nitios que sabian del falle- ciimicnto, al contatles Jos juezns divert: das que Featizaba con él, Lavanalista que ly vio en aquella eportunidad recordaba Que la nina en seston habia repetido la misma conducta. Ocupé casi tudo el tiempo de kis enirevistas relatando an rmacamente, pero sin ynirar af analis (a, como era su hermanito ¥ los jucgos que se daban entre lus dos. Tambien Fe cordaba que fa verbalyzacion sia pero. fanparable de fa nisi. ronscoree unt es pecie de ‘ejitio que l& protessa. pero que al mismo Uempo le mpedia etralquier actividad. Con eacepeion de momentos en las que le mostra y lucia su arte rita, sus contenidos y sus adornos. fa mayoria del lempe pavecia 0 Una her mianita mayor habkinds con phicer de su hermano. o una seiinra halihindis de las gracias que hacia su bebe. A pest de Ta necesidad de que los padres ¥ la nia se trataran, estos postergitron la indicacion hasta fa segunda consulta Bn este Segundo cuewentro, la nina ya no habla de su ferinanito. Taimpoco st. Verbalizacion impde quic modele v dibuje En pruner Ingar. model una fan Ha de caracoles, Luego un corazon al que ubica'en medio de la familia. ubica- ‘ion que parece indicar que esta es la fa milia que anheia: con un bebe en su cu- a, Un papa Caracol durmiendo. una mama cocinando y la nena caracal ju: gando, Pero dos objetos que a continua cién modela parecen ensombrecer sit suit: sobre tna plastilina que aplasta sobre la mesa marta e dibujo de un ros Wo, vostro que se rompe y esiuma cuan do trata de desprenderlo de la mesa. Sobre el mismio material del yosteo ue desapareeié model un objetn ame: azante: una vibora. indicando rapid mente que no es pellgrosa porque esta durmiendo. Su posterior produceson graf per inite vishumbrar os peligros que la vibo. ¥ presentiica, El rojo briliante del techo de la casa que dibuja y colarea, asi como las ehormes venianas que dibujay que permite “desde adentro mirar lo que es- fevafuera, y desde afuera mirar lo que es taadentro™ senalan a las elaras ol incre mento de una exeltacton que, al iieadir sui mente y su cuerpo, la lena de (error. Despiiés de mencionar que st padre trabaja mucho y mientras dibuja un r= bol. ofrece asociaciones no sélo sugest- vas sing también sluminadoras ncerea de tana posible relacign ene su erotlzacion ser el sosten del padre. Barbara dice: Bate es el tronco, ¢sias las ramas, pero hhay une rama que esta asi para sostener cl trons”, Luego agrega: “La semilla es tuna seiila'rara y el arbol no tiene Ue fra. allino hay tetra para compras~ Posteriormente, en sis proceso de analists."el despertar de la vibora’ coin cide con el despliegue multiforme de conductas maltratadoras y amenazan. tes, Solo interrumpe sus rtlones tn sullos para tararear a gritos una mar- cha nupeial 6 hablar en un idioma que supone que su analista no entiende 0 para entregarse en forma compulsiva a su actividad masturbatoria, Poco a poco sus insults y amena 2a comienzan a ser dirigides 4 una “co- 4quetona fea” —su analista—a la que de- sea pishar, como a su mam le pisha el camison, 0 a una “cagona” a la que de sea arruinar, La interpretacion de Tos wwmulius: sos clos que Te desaita la relacin entre las “mamases” coquetonias ¢ sus bebes la mama acaba ile tener dina beba— posibilito que su hastilidad se atempe: Tara parcialmente, Pero tambien que apareeiera mis claramente rocortada tuna escena que la enloquecia, Pereibi- mos esto cuando en fornia amenacante le grila a su analista "Te voy a dibujar uy Bene, ye Soy Salvaje ¥ vos te as a desmayar. te van & encersar. te yan ain ternar. Nosotros vamos @ hacer ui fiesta y vos vas a llorar conto una loca” Identilicada con un padre al que fs sea como tn salvaje. enlaza el hech de hhacerle un bebé a su analista con el de exponerla a riesgos ¥ dolores insoporta: bles. Tambien avisa de un goce que pur de enloguecer, En las entvevistas que realizan sus adres por esa misma época. Ia mauna parece retraida, ocupada con su nueva beba y en piena etapa de duelo por su propio padre. El padre de la niiia, como prueba de acercamiento a ella, comenta que se bana con su hija... y que se dedi aa elfa con exclusividad... Est) situa: Gi6N no es nueva, es la que existl6 des. pues de la muerte del bebe. La madre pereibe que dejo muy sola a la nite despues de haber tenido una relacion muy estrecha con ella. Advierte que sin quererlo, cedio todas sus lugares En ese periodo Barbara, tutor de un padre que la usufructaa com puulsion ¥ ‘como sostén. conienza a preguntar ssin insultar— en que paises hace mas fio y en cuales mas calor. o ce qué pai cesid mas cerca el sol. Un viaje brew de sus padres le permite sentir que el rey sol esta mas cerca de mama, La explicitacién de los sentimientos que esta situacién provoca en la mina, despierta en ella algo que llama recuier- do. Dice: “Yo me acuerdo cuando murid mi hermanito. Lo pusieron en una lain: 15 para porque él rab y hacia fuerza pa- Finacer 3s las palabras dichas por los ad tos Barats agrega ss propin interpret ‘fin extsal portray hacer fueres pa- fanacer el Bebe must. Al sefaarle Ia Analista que ella no sabe bien como ms Fo el bebe. pero ge piensa que fue por that y hacer fueren para nace, Barbara puede explictar que hay cosas que no Entlende, coma la elem de su mama tan exe bebe muerte, Por que, st Su ma- ma va al cementerio por el abuelo, no fue el dia del nino. ‘Asesloncs en las que intenta re- eonstruir sa vinculo positivo con el Stbuelo a traves de historia de Heidi — historia que habla a las elaras dela or- fad de sn ia sigue otras en Tas que pregunta yrelata sus propia te bras sobve'e orgen de la vida, Pero a iferencia de aquella nina de cuatro anos. de cuyas asociaciones hablo Freud. en la sttuacion de Barbara sus featias ansitan por un tembladeral Pregunta:“gewando se ered et hombre Ia ipujer? {Cuando Dios empezt a ha ter? El pais ered Dios y Dios hizo todo Cuando hizo la terra ya no estaba. El también fue pade y se To vela, Después no se lo vio mas. Hio crecer' dos chi- fos de wna planta y se muri. Dios hizo todo, deseanso y more ‘Un dia llega florando desconsolada- mente, Reata que su madre sin querer tropero com ela. Angustiada y canfusa, dice: “Dios existe Dios no existe. Est en todos lados, constiuyo un palacio hace terremotos, crea anunales malos Y hombles y tos mata, no les dade comer Miabuielo mur pero Dis Io transform én Dios, Porque Dios solo no puede ha ter las cosas. No qulero hablar de Dios porque no se donde est, Noo veo. Ten Eo miedo porque despises lo eto, Dios fo todo ahi ming. A me d& ate do, ls chicos tambien pueden mare 16 La tnterpretacién culdadosa de este abigarrado material en el que circulan representaciones acerca de un Dios pa- dre, omnipotente, arbitsario y fragi, asi como confuisiones entre intencion y he- cho, entre historia y fantasmas, entre dar la vida y dar la muerte, permitio que la nina se organizara y que pudiera on. Jesar Sus vivencias que habian acompa- ‘ado cada embarazo de su madre “cuan: do la mama se siente mal y parece que se va a morir, el nene muere” Mas adelante en una sesién, sale del consultorio para preguntarie a su mama ccémno se Hamaba su hermanito. Aliviada repite su nombre y como cerrando una vuelta de su historia le cuenta a su ana: Usta “mi prima me conto de un nene al que se le ahoge el hermanito. Estaba es. quiando en el agua de un rio y vino un t- buron y lo hizo eser. El hermano esperé todo el dia y como al final el nene no vol- vio se dieron cuenta que abi muerto. Ese chico quedo tonto y dejo de crecer” A continuacidn cuenta que su mama le conité que cuando munis su hermanito, ella la mama) se puso a llorar, agvegan- do la nifia: “a mi ahora eso me da Késti- ma", Luego, refiriéndose a una eaida que habia tenido, dice: "Mirame la rodilla, yo me cai pero no me pasd nada. gSabés que una tia mia de Israel tiene un nene ‘adoptivo y otra cineo hijos vivos. .”. Dejamos acd la historia del proceso analitica de Barbara para ocuparnos de otro nifo, Felipe, de 6 afos. La mama de Felipe reiata que su hijo quedo medio desencajado —esta fue su expresion— despues de la muerte de su esposo. Es: te fallecid de un sineope mientras di mia la siesta con su hijo, el dia antes de comenzar la escuela primaria. El nifio se espert6 primero y, advirtiendo la inmo- vilidad de su papa, corrié a buscarla gri- tando: “Papa no se mueve". Cuando le informaron lo que habia ocutsido, el ni- Ao, furioso, la amd mentirosa por ha- berle dicho en una oportunidad que los Jovenes no se mueren. Sefiala que su hi= Jo estaba muy pegado a su padre, que desde que nacié —fecha que coincidio con un momento en que ella tenia mucho trabajo— su padre, a excepeién de darle el pecho, hacia todo: lo hacia dormir, lo cambiaba, cuidaba, eteétera Deseribe a su hijo como un nif in, taligente —ya sabe leer y eseribir—, vo- luntarieso, mal departista, inhibido, en- cerrado en si mismo y solitario “desde que nacio’, Tambitn describe un juego que frecuentemente hace con su hijo: ella es ély él es su madre, unica mane- rade lograr que el nino “largue lo que siente”. Supone que la inhibicion del ni- ho Gene que ver con una competencia exacerbada, similar ala de ella y a la de su espaso, Su esposo habia tenido un infarto tres aftos antes pero eso no lo habia Nevado a disminulr su actividad profesional ni deportiva. Le preocupa que su hijo esté todo e! tiempo haciendo ¢jercicios con los bra~ 208 para fortalecer sus miisculos y po- der asi levantar el moisés de su futuro hermanito. Ala madre, que esta en la mitad de su embarazo, le pregunta in- sistentemente si no se puede morir, st las mojeres no se mueren al tener un hi jo. Al nifio Ie va bien en su aprendizaje, pero tiene dificuitades sociales serias. En la escuela esta apattado de los ni fios; en su casa, pegado al televisor Como es Felipe? Bs un nino alto, grandote, palido, de mirada inexpresiva, que camina arrastrands los pies como si estuviera robotizado. Cuando entra al consultorio se queda parado al lado de la silla y, después de observar que su analista abre la canasta de juguetes, le pregunta: “Usted siempre va a abrir y cerrar la canasta?” Mientras hace esta pregunta empieza a hacer flextones con ‘sus brazos. Iuego se sienta y con movi ruientos lentos y un rostro tnexpresive modela un personae al que designa co: mo “un nene”, tratando Infructuoss: mente de pararfo encima deta mesa. Al fracasar en sus intentas, lo aparta y Se queda quieto e mhibido, Después de v ralito saca una hoja blanca y con un li piz negro dibuja en Ia mitad de la hoja un nene sosteniendo un globo. Encina de ese nene, un pequeno superman y. por debajo, atro personaje al que desig na como una nena que leva atado un perrito. Casi en el borde de la hoja dibu- Ja media casa y por debajo medio hel coptero, Agrega que le sali asi porque le falta espacio. La busqueda de garantias de estabi- lidad a través de cédigos rigidos que transmitio con su pregunta, la imposibi- lidad de disponer de su cuerpo y del es: pacio, la inseripeién de una doble mutt lacion, el juego transformado en trazo ‘entie tin nlfio sostenienéa un embarazo ‘lobo y una nena arrastrando eon su s0- a a.un perrtto, Hevaron a palpar la ne-~ cesidad urgente de analisis de este nif, pero tarubién a vishumbrar las dificulla- des que se tban a presentar. La primera de ellas, que al mismo Wempo se trans forma en hilo conductor, fue la necesi- dad de inmovilidad del nino, Inmovill- dad presente en su mirada, en su postu 1a, en sus actitudes, en su pobreza lid: ca, grafiea y verbal. Esla necesicad paradéjica de inmo: vilizar todo para conjurar la muerte y all mismo tempo estar como muerto para no separarse de su padre, se intensilico a medida que se acercaba la fecha de parto de su madre. Si desde el nino todo cra quietud, desde su madre todo era un torbellino. Sus pamanentes Ilamadas, para alertar acerca de lo mal que estaba el nifio, dejaban traslucir el dfiell duelo por et que transitaba. Una entrevista con la made permi- 116 entender que et panico que sentia el v7 nino de que Su madre se muriera no 56 To era efecto de la situacion taumatica que él habia vivido, sino tambien de otra experiencia que habia tenide lugar en Ia Jaunilia: la muerte de una tia materna en cl parte, Un momento importante fue aquel en que el nino pudo empezar a “jugar ta inumovilidad y fa fuston": comencé en se sion a atar objetos, entre otros las sillas de ély de su terapeuta. Al principio los nudos que hacia eran imposibies de desatar. Felipe comenzd entonees a pe- dirle ayuda a su analista. Este debia desatar es0s nudos imposibles para ha- cer otros que luera posible desatar. Este camino de la fusidn atrapante y violen: ta, a la fusion necesaria se plasmo en un nuevo dibujo: dibujé un pingdino ‘gual al que tenia dibujado en su remera el terapeuta, y al que tenia él en una re- mera propia. Este dibujo que el niito mostré a su madre, desencadené en los dos reacciones muy intensas: lorando, fa madre sacd de su cartera una foto en Ja que él y su padre usaban la misma re- mera com el mismo pinguino. Felipe vi vi6 la revelacion que hacia su madre co- mmo una irrupeion: furioso, le grité que guardara la foto. Darle tiempo al nifto para que des: anoollara una jlusion transfereneial, ba se de la confianza, y para que al mismo tiempo fuera construyendo el como si no fue tarea facil. Algunas situaciones que se fueron dando y su posterior reac clon posibilitaron entender a qué viven- clas lo conducia la pérdida de la ilusion Un fin de semana Felipe vio a su analis ta con su propio hijo en la calle. La ex- presion de alegria del nino y luego su perplejidad al verlo con otro nifio fue lla mativa, Pero tambiert 19 fue fa reaccion postertor. que oscilo enue la vivencia de lun vacio inextinguible y un retiro naret sista ofendido. Comié avidamente eara- melos en toda la sesion, Con indiferen- 18 cla despechada tird todos los papeles al suelo, Pero después los recogio para co: menzar a diagramar algo que él llamd tuna pista. En sesiones posteriores esta pista se transformé en una pista de sal da y legada de aviones, Este juego de presencia y ausencia sufrié motificacio- nes en un dibujo que realizé en otra se si6n. Dibujd un avion, esta vez de gue- ra, que explotaba en llamas en el aire Alguien se salvaba con un paracaidas. En otra hoja dibujd una perma pegin: dole una patada a un sefior. Este dibujo, realizado pocos dias antes de su viaje por vacaciones al mis- ‘mo lugar adonde solia ir con su padre ‘movilizé en el nino una serie de asocia clones: se refirié a Jos viajes que habia hecho su madre sola y también sus pa- res. Mencloné al Columbia, una aero- nave que Hegaba a lugares totalmente desconocidos. Este material rico y condensado permitia ver la cantidad de problemas y de preguntas que se agolpaban en siz mente: desde aquello referido a la derra desconveida adonde van fos muertos, hasta la signifieacion que podia empezar a darle a este hecho. Evidentemente. también temia que la distancia con su analista se transformara en eterna. Poco tiempo después el nifio dibulé una tum: bay, a clerta distancia, un nifio. Desequilibrios narcisistas y capacidad para otorgar sentidos ‘Vamos a dejar ara el andlisis de Fe lipe para sefalar que analisis como el de estos nis y otros que tuvimes la posi bilidad de seguir nos levaron a definir la muerte de un familiar ligada a las rela clones inmediatas de parenteseo de un nifio como un acontecimiento y no como un aceidente. Esto no significa minimi: zar Su caracter experiencial ni tampoco ‘azaroso, pero si subravar. tal como lo seftalan Blanchot y Deleuze en el ambi- to de otras diseiplinas, su caracter pro- blematico y problematizante. Tambien Pensamos que no es un acontecimiento entre otros. Por no ser tal, produce ne cesariamente efectos, tanto en el am: Diente psiquico que rodea al nino como en el mismo nif. Como lo sefialamos anteriormente, decir que produce modi- ficaciones no implica sostener que e508 efectos sean necesariamente patogenos. Pero si implica afirmar que eh todos los casos aumenta la exigencia de trabajo para el psiquismo del nif. Esta mayor ‘exigencia conmovera de un modo trans\- torio 0 definitive factores, elementos u operaciones propios del momento, es- truetural que esté atravesando el nino. Pensamos que en los duelos mas tempranos, el adecuado posicionamien- to simbalico de los adultos a cargo det nif actia (aipidiendo que esa conmo clon desmorone categorias ya adquist das 0 altere su construceion. Este post Clonamiento no tiene un caracter mera. mente abstracto, supone por el contra. to sostener las operaciones defensivas atlas que el nifio necesita acudi, asi eo mo suis mantlestaciones de desborde temocional y pulsional, Nos referimos al sostén de operaciones escenificadas de Tenegacion. de desplazamiento, de iden Lficacion o sustituci6n, ast como tam- bien a la contencion de alteraciones pa sajeras de conducta 0 trastornos en sus fanciones eorporales (hiperactividad, sn- ‘cremeniio de demandas. trastornos es- porddicos en el sueno, en la alimenta ‘ion o Indisposiciones fisicas transito rias). Es necesario, sin embargo. no ol dar que el duelo por el que transita el adulto, sumado 6 no a fallos previos en su posicionainiento simbolico, yenera reacciones que afectat, en cierto mine 10 de casos, ese sostén sas reacciones pueden indir, exa- cesbar_u obstruir —mas adn en un niio que carece de capacidades simbolicas. maecanismos de defensa [como los de re negactom o mecantsmos maniacos) 0 pue. den producir, sila reaccion cel adulto es de retraccion. fracasos en la libidinizacion del nto. Estos fracasos, a su vee. pueden predisponer a la enfermedad depresiva 0 psicosomatica, En otras situaciones, la excesiva proteccion det nifio impide que ‘eircule la cuota de dolor necesaria para su desarrollo, trabando al mismo tiempo cl despliegue de sus impulsos hostiles. Otras veres el adulto reacciona colocando al nifioen el lugar de sobreviviente o lo in- ‘duce a ocupar un lugar vacio (Berenstein, 1987), 0 de victima. En este diltimo caso se favorece la constituclon de tendericias, masoquistas y/o la plasmacidn de aque- lias resistencias del yo que Freud denomi- 1nd beneficios secundarios. For ultimo, en otros casos la situacién se iivierte total mente y es el nifio el que sostiene aquello ‘que el adulto no puede simbolizar Podriamios decir que en todos estos ‘casos, si el analista ¢s consultado para ponderar "como el nifio es trabajado por cl duelo que le tocd vivir’. seguramente SU polo orientador se apoyara en el exa: men cuidadoso de aquellas categorias surgidas o en vias de construccion en ese momento estructural. Nos referimos a las eategorias de cuerpo libidinal. es: acio. Uempo. posible-smiposible. asi co- mo a la categoria de presencia y ausen: cia. Esta ultima es fundamental y revela/ que el nino pudo tansitar por utia expe- riencia de dolor psiquivo, Ef orden ste lo pensable que esta ea: tegoria inaugura. anudado al orden de to tmaginabfe. adquiere un nueva nivel de complejidad cuanclo el nifio llega a ese otro moriento de encrncijada es: tructural que Hamamos edipico. Los nniltiples fenomenes que tienen lugar en dicho momento dejan como saldo que el nino descubra su alteridad ¥ su: 19 / propia capacidad interpretativa para hlorgar sentidos. Esta busqueda de sen. ‘ido abre posibilidades para que pueda trabajar minimamente el duelo que le ocd 6 le tovst vivir, posibitidad inaugu- rada x través de la pregunta que Ya pue- de formullar: qué es la muerte y quién es el meerio, Encuentro con un enigma y con un acontecimiento que el yo del ni hho solo puede interrogar en términos re- lacionales: donde esta el muerto, por qué esta solito, por qué no estaba ese dia en a foto con su papa, por qué la ‘mama no fue al cementerio el Dia del Ni tho, por qué mamé Mora; por qué ahora papa nunea esta en casa; por qué no puedo prender la tele; por qué no puedo jugar con la ropa de mi hermanita. De- tras de estas preguntas se desliza wna central: el nino quiere saber como fue la historia libidinal propia y de los otros ‘con ese objeto que musld, pero tambien deses saber los lugares que ocupan ese ‘objeto y él mismo en esas otros signifl- cativos que constituyen su entorno ac- tual. Y no ¢s casual que ese doble movt ilerito de interrogacion y de reapropla~ ion de un higar ineluya frecuentemen: teel simbolo de fa negacidn y demandas dirigidas al adulto. Si el primero paten- tiza junto con los efectos de la represion Ja caida de le renegacidn, las demandas que simultaneamente hace el niio — ‘con el pedido de sentido y de amor que conlievan— constituyen la base para ruicvos juicios de existencia, Les damos a estos interrogantes en el proceso de andlisis de un nifo una categoria de indicio: permiten entrever ‘que ja significacton de esa muerte em- pleza a ser para el nto algo personal in- timamente ligado a su proceso de histo~ rizacion, Varios nifios en analists nos rmosiraron el largo tiempo que necesita ron, para armar estas preguntas, Tiempo para que la compulsion a la repeticton, fon sus aspectos negatives y creadores, 20 pudiera tener ugar; tiempo para poner fn acto identifieaciones, no solo con el objeto perdido sino también con las mo: dificaciones operadas por ese duelo en. fobjetos de su entorno. Tiempo para po- der ir descubriendo en sus conductas, en sus juegos, en el dibujo, en el mode. lado, en sus palabras, el tipo de perdi. das 0 faltas que su renegacion recubria. El tiempo que necesitaron para organi- zar 0 reorganizar categorias fundantes ‘esenciales: para palpar los bordes de lo posible y de lo imposible en sus haceres omnipotentes o impotentes; y para que la alternanela de presencias y ausencias Jes permifiera una y otra vez untar y di- | Ferenclar ausencia, muerte y amnesia, Este tlempo activo en el que flota la verdad de un hecho que el analista no debe desconocer pero tampoco impaner va a organizar condiciones que le permi- tan al nifo sostener sus preguntas, reu- bicarse en sus relaciones de parentesco y transitar por ese camino en el que muerte y deseo de muerte se confunden. Pensamos que la diferenciacion en- tre intencion y hecho permite que el do~ lor emerja, atinque todavia el nino nece- sile anelarlo en un objeto de su entorno. Ey Mlanto que hemos podide observar en algunos de estos ninos por le pérdida de tin objeto —por ejemplo, de sus lapices de colores—, y el sentimiento expresado de que "nunea, nunca mas podrian te- ner otros iguales” evidencia el trabajo de | desplazamiento que el aparato de! nino, | Fecien consuituido, necesita operar. Este nuevo trabajo —de desplazamiento y reubicacion de la fuente del dolor— ayu- {da al nino a que el olvido posterior no se convierta en imposibilidad de sentir, imaginar 0 pensar, pero tambien a que la sombra del recuerdo no lo incline a ese dolor que praduce el hecho de obsti- hnarse en la historia que podria haber si- do, 0 lo lieve inexorablemente a tener aque vivir la historia de otro, BIBLIOGRAFIA ABERASTURY, A. (1973): “La percepetin de la muerte en los nifios”, Rev, Pste. vg. N* 30. ABRAHAM, N. y TOROK, M:“Inteayecter-incorporer, Deuil ou melancholic", 176. NY 6 ARFOUILLOUX, J-C (1886): “Los nifas trstes”. 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MENES B.(1971.-Reactions tothe death of parent a re of he Psyehoa- ralyiie Association”. 21 “Prendre congé”:* Despedirse del propio pasado familiar a través de la mente del analista ¢Cualles son las razones para que un paciente, especialmente un nino, no puetla y no quiera dejar el consultorio al finalizar una sesién? ¢Cudles son las ra- zones por las que nosotros. como tera: peulas. pasemos con un paciente en particular mas tiempo de lo que dura una hora de terapia 0 que durante ct curso de una sesi6n nos sintames impa lentes porque Ia misma termine? Qué sucede cuando cl terapeuta no puede “Prendre conge” de su paciente y no puede dejar de pensar en él? Dar o acep. lar la autorizaciin o el permiso para coneluir eb tratamiento 0 dejar wna se- sion implica una comprensién de la psi cologia de la transferencia y la contra transferencla, ‘A través de una vifeta clinica, in- tentaré contestar algunas de estas pre- guntas. teniendo en cuenta que éstas Son solo algunas de las cuestiones rela: tivas al “Prendre conge” Se espera que e} analista establezca yy mantenga contacto con lo que le suce: ea su paciente en todo momento. y que sistematicamente comprenda sit comportamiento. Al mismo tiempo, el analista debe respetar el espacio y la di- versidad «le comunicaciones qué el pa: ciente le impone. Por vn lado,-el analis: ta debe evitar distanclarse del paciente. por otro lado, debe evitar una invasion del espacio al que cl paciente le permtite entrar + rendre co YOLANDA GAMPEL, israel Cuando un paciente no puede de Jar una sesion on tratamiento, y Cuando un analista nv puede ono quiere dejar que smn paciente se vaya ten toconeretow en pensamient). poe de entenderse conio una intrusions tspacto terapeutico 0 al espacio pers mal del analistao Jel paciente. Cuando Ios pacientes son nifos, esta intrusion no solo es al espacio personal del nino, fino al espacio personal desu fala} asu historia faiian, Cada nito-octipa su espacio dentro de ta histola fall. Esta fal, in historia personal se converte en un mito naativo que penetra lo ex encies data 6] mito pute contener tin neleo de confictas inesnsetentes sin resolver, Este mito puede ser rep mnido, nega o repudiado y encuentra bu Tugar como un discurso inconecente ave pede predeterminar las reacciones det contexto familia. A veces, el retomo cle lo reprimido se expresa a (raves de tos sintomae del mio La narracton do mito reprimida no puede demostrarse menos que haya necesidad de que 94 demosundo or eJemplo. a través del relao fa mar un ancestio en particular puede Alcantar proporciones milieas y Teen Dargo. el discuro familiar no se ate al rio especifia con si fuese tl sno al personaje de In escena famfiay 3 quien iar autorizacion o permiso para partir; tomarse vacaciones de

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