Hacia una praxeologia social:
La estructura y la ldgica de la
sociologia de BourdieuLoic Wacquant
Lo que resulta ardvo es captar profunda-
‘mente la dficultad. Debido a que se la
‘omprende al r35 dela superficie, sigue
Slendo simplemente la misma dficltad
{que era Tene que ser arrancada de ra; y
{30 implica que comencemos a persar de
tuna manera nueva. El eambio estan dec
sive como, por ejemplo, el que ve del pen
Samiento alquimico al pensamiento aut
rico. sa nueva manera de pensar lo que
resulta tan dif de establecer. Una vez
‘que a nueva manerade pensar hasido es
“ablecida los visio problemas se desvane-
‘cen; de hecho, se vuelve difces de
‘opturar. Pues van con nuestra manera de
‘expresarnosysi nos vestims con una nve-
‘a forma de expresin, los vejos proble-
‘mas son descartados junto con os viejo,
‘opajes.
Luding Wittgenstein, casiones losesLa polifacética obra producida por Pierre Bourdieu en
Ins Gtimas tes décadas emerge como uno de los cuerpos te<-
Ficos y de investigacién social mas imaginativos y fértiles de
JInera de posguerra. Tras un prolongado periodo de incuba-
‘46n, su influencia comenz6 a crecer considerablemente y se
Ja extendido sin pausa: entre disciplinas (desde la antropo-
Jogia, la sociologia y la educacién hasta la historia, la lings
lica, la ciencia politica, la filosofia la estética y los estudios
Iiterarios) como asi también geogrificamente (desde los paf-
ses lim{trofes de Francia hasta Europa del Este, los paises es-
eandinavos, Asia, América Latina y los Estados Unidos).! Su
" Para una amplia muestra de a recientes dicusionesacerea dela 20:
ologia de Bourdieu, véae el apéndice 8. Es posible encontrar Hbrosexpo-
‘oso erticos dedicados asu obra en francés (Snyders 1975, Acardo 1983,
(Collectif ‘Revoles Loyiques’ 1984, Cale 1987 y Ansart 1990, entre ots),
seman (Eder 1080, Bohn 1990, Gebauery Wulf en prensa), espaol (Sin-
‘her de Horeajo 1979), japonés (amamoto 1983), sueco (Brondy 1990),6 Una lnvitacion & 0. una praxeologta soci a
reflexiva
pra otras dos dicotomfas que hace poco reclamaran el cen-
oe la escena en el foro te6rico: las de estructura y delegae
sn, por una parte, y micro y macroanalisis, por ott, al poner
jpunto un conjunto de mecanismos conceptatesy metodol6-
eos capaces de disolver tales dstinciones? Desentendliéndose
J os caprichos de la moda intelectual, ha sostenido tenazmen-
Ia posibildad de una economia politica unificada de las prt-
} del poder simbélico en particular, ue combine efectva-
wnt abordajesfenomenologicos y estructurales en el marco
un modo de investigacién social inegrado y epistemolégi-
jente coherente, de aplicacion universal: una Antopologia
yeni Rana dl rin, per ques singe at-
ljamente por abarcar de manera explicta también las activi
[ites delanalina que enuncia desrpciones tbc de la
ricticas de los otros (Bourdieu 1982a y 1988),
Sin embargo, este trabajo tan universal y sstemitico tanto
ss alcance como en sus propéstos ha sido tipicamente in-
jorporado y comprendido “de a pedacitos” La advertencia de
word cuasienciclopédica lanza un desafio mille alas divi
siones y modos de pensar la ciencia social actualmente aceptattos,
fn virtud de su toal desdén por las fronteras dseiplinaras, el =)
pectro de dominios de indagacién especializada inusualinente
amplio (desde el estudio de os campesinos, el arte, el empleo a
‘scolaridad, la ley la ciencia ya iteraura hasta el ands del pa}
rentesco, las clases, la religion a politica, los deportes, el lengua.
Je, la vivienda, los intelectuates y el Estado) y su capacidad de
Combinar distintos estilossociolégieos, de la meticulosa descrip
ci6n etnogrifica y los modelos estadisticos al argumento mets
tedrico o filoséfico.
No obstante, y con mayor profundidad, el caricter pertur-
bador de la empresa de Bourdieit reside en su tentativa de sus
Perar algunas antinomias profundamente asentad.as en lacien,
«ia socal, entre ells el antagonismo, en apariencia iresoluble,
entre modos de conocimiento subjeivistas y objetivistas, la se,
paracin del anaisis de lo simbélico del de lo material ye sos
tenido divorcio entre investigacion y eoria (Bourdieu 197%,
1977a, 1990a). Tal esfuerzo Hlev6 a Bourdieu a echar por la
» ease Giddens 184, Alecande 1988, Setompha 1001: p. 527, Sell
Brubaker Waequant en prepare, wt cl probe de ext
Ycegacin, y Colina 19859199, y Alexander y oben 187 sober
aheras miromacro Por ines ques oraran ins lars neg, eer
® inhi a Bourdieu ene aqueon que proponent "cola de Ta
caracién’ como acen Mant (180 D1) Wiley (100: p. 03).
Yeoria dela earucturacin como lo raya ss progenitor (cide 1990
10), sees de manera central a ccntone de onologia soy oneep.
lain. Elimpent ders de ls evimientor cco de Bodie
re un deseo de lucha rao par cos lov vor objeto cmpico,
nosed ecaso interes por refinar un euros concept. Po a pa
seo dela praca de Boutin antcede scorn delat ocurason
Giddens cuanto menos por una dead, ysc raga en un conn fe
se dectesone lnegrekrnene is [80 he
fjuo cna openiion ene oben y sjeriame que conforma ep
nro el proyecio de Bourn), Por tna expose condensate
tea dl habitus ye camp, o oncom y dapsone meant cul
Iurtcu busca borrar demas nir/macwoy median estore yee
Jeliurien 1980 88, Karp 1905 pp. 18294 Nilery Branson 187 Coe
fe 1989 Harker eos 190, ySoel i dceten algunas des ilerencas
Pima ene hddensy Bourdieu
logs Hark, Mahar Wiles 1900; Robbins 198; Cahoun, LiPumay Pow
tone 182; varios okimenes ms em ingle encuentra eae
nls kins dos aor reaizaron confrencin areca
‘vba en Estados Unidos Japa, Mexcoy Alemania broad ears
"Bourdieu ex autor de unoe 25 Hors aproximadament 60a
(sn inchs eaducionesy coleiones nna docenade pe ore
gus ran dent el hngaro el rae yl pons hana hake
sy el coat) La bibliog fil deca ean
ess publcacionesprinipales on exec Ena ec see
en inglés. = % ‘PE ‘una praxeologia social 29
Garnham y Williams (1980: p. 209) de que la “absorci6n frag
‘mentaria y parcial de lo que es un cuerpo teérico rico y unift
‘eado y un trabajo empitico asociado sobre un espectro de cam-
pos... puede llevar al peligro de malinterpretar gravemente la
teoria” result ser clarividente. Si bien un ndmero selecto de
sus concepts (tales como el de capital cultural) ha sido utili
zado extensa y muchas veces fructiferamente por cientificos 5-
ales estadounidenses que trabajan en areas especificas de in-
vestigacién o teorizacién, “Ia obra de Bourdieu en conjunto es
‘ain ampliamente malentendida, ysu economia general y su 16-
gica interna siguen resultando esquivas, La confusa variedad de:
‘nterpretaciones, crticas mutuamente excluyentes y reacciones,
‘contradictorias que ha suscitado dan testimonio de ello, asi como.
la fragmentacién y el cercenamiento que han acompafiado su
importaci6n transatlintica.
Deeste modo, para simplificarlo groseramente, hasta el mo-
mento la asimilacién de los escritos de Bourdieu en el mundo
angloparlante ha tenido lugar alrededor de tres nodos, cada
‘uno de ellos anclado en tuno de sus libros fundamentales! Los
‘specialists en educacién se retinen en torno a La renoduccin,
los antropélogos prestan atencién a las etnografias de Argelia,
yl exposicién de la teoria del habitus y el capital simbélico
‘contenida en Outline of Theory of Practice, y los sociblogos de la
‘cultura, la estética y la clases se aferran a La distinién (Bour-
diewy Passeron 1979; Bourdieu 197a, 1984a). Cada grupo de
{ntérpretes ignora alos otros, de manera tal que muy pocos han.
snido ls conexiones orginica,teéricasy sustanciales que
flan el ampli espectro de indagaciones de Bourdiew en
yy otros dominios. Como resultado, a pesar de la reciente
uta ce tradueciones ybibiografia secundaria que ha brot-
itededor de sus escrtos, Bourdieu sigue teniendo algo de
sma inteleetval
Mt modo de prolegomeno al cuerpo central del libro, en-
es, me propongo esborar a gruesas pinceladas los postu-
1 propdsitos centrales que otorgan su unidad integral
pio al emprendimiento de Bourdieu. Para antcipar:
Mio en una ontologia social no cartesiana que rechaza la
hion entre objeto ysujeto, intencién y causa, materialidad
presentacion simbética, Bourdieu busca superar la reduc-
re Iz sociologia ya sea a wna fisica objetvita de las e5-
iuras materiales 0a una fenomenologia constructivista
Ins formas cogaitivas, mediante un estructuralismo gené-
‘apaz de ineluir a ambas. Lo hace por medio del desa-
lo sstematico no tanto de una teoria stricto sensu como de
Intodssociologico que consist, bésicamente, en wna for-
Tie plantear los problemas, un conjunto parsimonioso de
tas conceptuales y procedimientos para construir
tos ytransferir eonocimiento recogido en un rea de in-
see otra? “No importa eudn importante sa, el obje-
Mipecttico de [esta 0 aquella) investigaci6n, de hecho
Mita menos [.~] que el método que le ha sido aplicado y
podria ser aplicado a una infinidad de objetos diferentes”
sirdiew y de Saint Martin 1982: p,50)7 porque se inscribe en.
4 Entre lor unarios més prominentes de la nocién de “capital eulural™
‘en Estador Unidos y Gran Bret, se puede mencionar a Akin Gouldner
(1979), Randall Cline (1979 y 1987), Cookson y Pesell (1985), Ivan See
lenyi (1988 y tri Martin ySreleny 1987), Prul DiMaggio (1982) Mike
Featherstone (1987 yb) y John Urry (1900) Para ejemplos mis recientes,
‘eanse Eyerman, tension ySoderqvt 1987, area 1987, Laamb 1080 Fat-
ry ouos 1900, Kaaliy Rubinson 19, Bes! 1990 yDiNlaggso 1901a:con-
silse Lamont Larea 1988 para un bosquso parcial
® Un boxgujo mae dealado y matvado puede encontatse en “Bout
die in Ameria: Notes on the Transatlantic Importation of Socal Theory
(Waequant 1992).
La soologi rel are de pensar coms fenoménicament ifeents
+e caructray fenctonarient, de wanserraqullo qe
ee eaie eres de un jer consid, Sigunoselcampo rigo-
ae ir cen vc eeamposrtica ol pos a
farm Bote 08 pp.) ce
ea (151 p. 168 consider que “l gan interés de Bou
ee esse sada de our po Bay
eka concaion de que no ofece una teria gene des”
Se son cambla construc en pincpe come wna sors Se30 ‘Una invitacion a ta sociologla refte
serra de habit pera se
Gabe hacer dos advertencis La primers, que exit
Coniradicin, tna fuerte tenon a memos coe ae
Bourdieu yl modo “otogriico” de expoin recen seo
do. La primera est tempreen progress Pome Bonnin
revisandoyrevistando interminablementeel mismo rae
iano de preguntas objctonyhignes,amedida uc sums
curtenteyeprlado de pontar se despegn sic lase cate
poya és del espacio analicn® La enseade npn al
ulzad en fo que sigue por spare tend acon”
‘movimiento, sineronzanoarticalinente forme enesg
cortesponden a diferentes xaos de su dearallo niece
Por tats evidencing arable de cabana §
en la ntencion prinepal linens de Raga del posse
de Rourdie stern finenene eaten
lose an By prodcen amon oy prs
Aininicaintera dems ctrucrs eee ee
Ia formacisn del conocimiento socio i
to socolgico que sera anioga, en ele
sa lnc sociales ala radeon dea eptemologa ate Geto
enamine de Bach, Cnguthem Gea) ene
lela iencas naturales matertes
'Como lo seal Roger Brubaker (1080s p, 2)
Sag per teeta cere on
shot ait er cm mg
eq aaa oe Mpnn rt ton
=
i uns praxzologia social 3
Jn segunda, que sugerir contrastes, paralelos o afinidades
fe Bourdieu y las posiciones preponderantes en el campo
Wiciencia social britinica y estadounidense puede estimular
‘querer la misma clase de lecturas apresuradas y reduccio-
lis que a menudo han estropeado su importacién (véase
squant 1992). La dialéctica de familiarizacion y extrafia-
into implicada en la “waduecién” de productos intelectua-
A través de las fronteras de los campos nacionales tiene sus
0s. Existe una linea muy delgada entre la asimilacion for-
iy las homologias iluminadoras, un comercio sensible en-
Clarida y accesibilidad, por un lado, y fidelidad y exactitud
Ju forma, el contenido y la genealogia, por otro. Como re-
| he favorecido lo primero en desmedro de lo tiltimo, con-
\do.en que el lector tendra en mente que la significacion de
lieu yace en ef movimiento real de su prictica cientifica,
js que en la deseripcién sincrénica de un exégeta, por muy
snocedor y habilidoso que sea.
Mis alla de la antinomia entre fisica social
y fenomenologia social
Ja tarea de la sociologfa,segiin Pierre Bourdieu (1989p. 7),
*escubrir las estructuras mas profundamente enterradas de
diversos mundos sociales que constituyen el universo social,
como los ‘mecanismos' que tienden aasegurar su reproduc
(On o su transformacién”, Este universo tiene la peculiari-
\ de que sus estructuras llevan, por decirlo asi, una “doble
ila". Son dos veces existentes:en la “objetividad del primer
aciones insigificants 6 aparentemente decoraias en el vocabulaio
informacional,o, mas recentemente de habits cont) sea
nts efinamientos y cambios analiicos,
""Lanocin de la "doble objeividad” del sociedad ha sido elaborada
‘elu manera ms completa en Bourdieu 1990a (capo 9, "La objetidad
Meo subjetio"), 1848 (conclusion) y 19784una proxeotogia social
orden" consti por I disribuin de recursos mati
medio de apropiacin de biencs valores socalmente ea
408 (especies dl capital enelenguaje nico de Boden
om as también ela “objedvidad del segurd orden, bal
lord tema de carn exqsemss mene
porales que funcionana manera de patrones snd por
Actividades practieas—condcin, pensamienton sentiment
yucioe— de losagentessociales-Loshechos soils ton ad
in obj de ancien dent de ead mana
jo que los seres humans oman significative mu
Jos conforma.!? a a i nal
Una ciencia de a soceda as entendida como un “i
bidimensional “de rel: de ead
aciones de poder yrelaciones de sig
cado entre grapory clase" debe necesriamente eects on
detector para ser ms precio, debe elaborar un con
Jn!" Romper con las pereepeiones del sentido comiin le
nite descubrir las “relaciones determinadas” en las que
bres y mujeres entran necesariamente para “producir su
Irencia social” (Marx). Gracias alas herramicntas de Ia es-
nia, la desripcion etnografiea oel modelado formal, el
jervador externo puede decodificar la “partcura musical
toertasegin la cual se organizan ls acciones de los agentes,
Inuna de las cuales cree que est improvisando su propia me-
i" (Bourdieu 1980bx p. 89) y averiguar ls regularidades
vasa las que obedecen.
1 principal peligro del punto de vista objetvista es que,
lus de un principio de generacion de dichas regularidades,
mide‘ deslizarse del modelo ala realidad, a reificar las esrue-
ts que construye tratindotas como entidadles auténomas do-
os de la habilidad de “actuar” ala manera de agentes histé-
cos: Incapaz de captar la préctica si no es negativamente,
pino la mera geauién del modelo construido por et analista,
objetivismo termina por proyectar en las mentes de Tos gen-
una vision (académica) de su prctca que, paradgjicamen-
slo pudo descubrir dejando metédicamente de lado la ex-
friencia que los agentes tienen de ella. Destruye de este
vodo fa parte de la realidad que proclama captar en el mismo
novimiento mediante el ual la capura, Levado hast su Kimites
1a primera lectra trata a sociedad aa manera dena
‘caso como una etructia objet, eaplads desde a
"3, euyasardcuacionespuoden ser mateialiente ober
‘mensuradasycrtgraiadasindependientemente dea ep
sentacones que s haan aquellos queen ella vive. La een
za de exe punto de sa objetivo “estructura” ow
epitome es Fl wc de Dutcim ycayen ejemplos en Sea
ci, cuando Bourdeesbora as propuesan contra de nto]
tia, son angen sssreana, el estructuralmo de Lee
Strauss de manera secundaria, el mars altesans)
reside en socavar la "union de In ransparenla del made
¥ Bourdieu, Chamboredon y Pazseron (1973: pp. 3294 fen espaol
205216} estan qu, maa deta ciferencis que separa sso
Pee aetna soca Mare Dural y Weber convergen ens teotasdel
Tonscimiento seiolgic. En parcul toes esti de acuerdo ene “prin
Aipio de no conciencis” que poxtla contra a “usin de wransparenia” a
Me todos ls miembros de a sociedad etn espontincamente inclinados~
ya tavde sociale explica por catia reductblesa as eas incenciones
shdsles, “Stl sorblogts como cenetaobjetia ex posible" explica our
sree porque “ts suet no extn en poseion de Ea oad del signif
sce Se Riscomportamientos como n dato inmediato dea concienciay
ecpiesubarean sempre mas sigieado defo que saben 0 proponen”
Toone y otro 1968: p18 a traduccion es mi)
Tea faacla academic” que ace en e tceo de I epistemolog del
sscrveturaliomo ae eseute en Bourten 19902: pp. 8-4 Te expaol pp. 55
Sh, 188e,y mx abajo, n a parte 2, sce 1
eee oe
ee
-segiin el precepto durkheimiano, sin dejar escapar asi eine
Base sine mete Cage Te telat
eso) coca staeans crete aaa
fear dein dc “ormedin nce aas on RAB en
yyPasseron (1977p. 5, a wadecion mi) en La oma 438 Uns invitacion
ia soclologia reflexiv
{yuienes el mundo se les presenta como inmediatamente fami-
Jlary significativo. Su valor reside en reconocer el papel que e!
gonocimiento mundano, la significacién subjetiva y la compe-
Joncia prictica juegan en la producciéa continua de la socie-
Jad; otorga mayor importancia al agenciamiento y al “sistema
‘socialmente aprobado de tpificaciones y relevancias” por medio
‘el cual fas personas dotan al “mundo en que viven" de sentido
«1 objetivismo no pues producir sino un sujet susiutoy retra
‘ara los individuos o grupos como soportes pasivos de fuerzas que
‘mecinicamente operan segiin su légica independiente,
Salvo que caiga en tal reduccionismo, una ciencia materia
lista de la sociedad debe reconocer que la concienciay las in-
terpretaciones de los agentes son un componente esencial de
Ja reatidad del mundo social Sin duda ta sociedad tiene una es!
teuctura objtia, pero no es menos cierto que tambien se come (Suz 1970).
pone, de modo decisvo, de “representaciSn y voluntad” sega Pero una fenomenologia no reeonstruida de la vida social
Ia famosa expresion de Schopenhauer (Dastalung und Wild). fue wdolece, de acuerdo con Bourdieu, cuanto menos de dos de-
Es importante que ls inlvduos tengan un conoetmiento pric Pt Primero, concibe alas estructura sociales como la me-
tico del mundo ¢ inviertan este conocimiento prictico en su ac ge gTegacion de estrategias y actos de clasificacion individua-
tividad habitual, “A diferencia de las ciencias naturales, una and cama eee ce
tropologia total no puede limitarse a la construccién. del as configuraciones emergentes y objetivas que estas estrate-
relaciones objetivas porque la experiencia de los signficados fy its Petpettian o desafian. Esta especie de marginalismo social
8 parte integrante del significado total de Ia experiencia" fy fl*P9C0 puede explicar por qué y de acuerdo con qué princi
(Bourdieu y otros 1965: p. 20).!" ios se produce el trabajo de la produecién social de realidad
El punto de vista subjeuivisa 0 “constructivista”(expresado fi fl! “Si es bueno recordar, contra ciertasvsiones mecanici
de forma hiperbolca por Sarre en Else y la nada y mejor de la accién, que los agentes sociales construyen realidad
presentado hoy dia por la etnometodologia en su variarte cul gma, individualmente también colectiamente, debemos te-
tural, asi como en ciertas ramificaciones de la tcoria de laclec- jug Mt" Cuidado de no olvidar, como a menudo lo hacen los inte-
ci6n racional) se interesa por esta “objetividad de segundo fu Mciouistas y los ctnometodologistas, que ellos no han cons-
orden”. En contraste con el objetivismo estructuralistac acer ido las categorias que ponen en funcionamiento en este
ra que Ia realidad sociales una “realizaciGn aleatoriamente de- bajo de construccion” (Bourdieu 1989: p. 47)
sarrollada” por actores sociales competentes que construyen Vina cleicia toal de la sociedad debe desembarezarve fanla
? Esto tie-
ne por consecuencia el bloquear la investigacién de la relaciGn
de dos vias entre la comprensién subjetivista del jugador y la
configuraci6n y reglas subyacentes, objetivas, del juego jugado.
Una vez mas, como ocurria con el objetivismo durkheimiano,
Ia ilosoffa de Merleau-Ponty adolece de una incapacidad de
"También se psa usar esa inmedita copresencayentendinen-
‘0 mutuo del ewerpo ya palabra con laos jmple del aril qu da
Heidegger en Sry tenpr eo co de un mart presspone ney me
nos que a comprensn consclente de st intrumentaliad; imply ua
tmactrta dew fnen especies sin comocimientotemaico de i extract
1 Las indagacionesetsometodogieas de Sudnom (1978) en lg de la
improvise de jar, el ani de Lor (1960) del encrenatlento del gsr
(Cardo jugetave en ner ce improniain pt, ancopologi cle
{ee (8 soles ts dus mca en adr ay
esnograi le Wacquane (1980 p42) dengue deste dl
tose proporcionan itacionescmpiias de dca maesa picts
fs habe zon mesa njerencia en un eampo de demo; a traés
4e su funcionamento hay una conerecin del pasado el presente ye fate
to" Kestenbaum 1977 p91)
5 Ag er preci ser cuadon para no confindi osin de campo
4e Mertens Pont que simplemente rere una cancha de tbl aia
fen faneés) yeacce de estas creo, con el concepta de Boule (cham).52 Una invitacion a Ia sociologiaretlexiva
construir un vineulo analitico slide entre las estructaras in-
terna y externa, aqui entre el sentido del juego del jugador y
la constelaci6n real del campo. Ademas, en el fithol los coer-
citivos mandatos del 4rbitro no son objeto de contienda, ni
tampoco son los limites de la eancha el sujeto de contencion
centre equipos (0 entre jugadores espectadores que podrian
ceirar en el juego). En resumen, Merleau-Ponty guardasilen-
cio sobre la doble génesis social de las estructuras subjetiva y
objetiva del juego,
())_ Esimportante enfatizat,finalmente, que las ineas de accin
~engendradas por el habitus no tenen, y de hecho no pueden te
ner la cara regularidad cle conducta deducida de un principio
rnormativo o judicial, Esto es porque “el habius tiene parte ligada
‘om lo imprecia con lo wag. Espontaneidad [generadora] que se
afirma en la confiontacin improvisada con stuaciones sin ce
sar renovadas, obedece a una ligica pricy, la de To imprecso,
Ja del mas o menos, que define a relacién habitual con el mun-
do.” En consecuencia, deberiamos abstenernos de explorar las
prodlucciones del habitus en busca de mas Kigica de la que real
‘mente contienen: “la lpia de la préctca es ser Iigica hasta el
punto donde ser logico cesaria de ser prictico” (Bourdieu,
19872: p. 96 [en espafok pp. 84y 86). La dilicuiad peculiar de
Ja sociologia, entonces, es product una ciencia precisa a partir
de una realidad imprecisa,difusa y embrollada. Para ello es me-
{jor que sus conceptos sean polimorfos, lexiblesyadaptables, en
lugar de defini, clibradosy de rigida aplicacion.*
Venue “El dablo de la analogia” (Rowrdiew 1990: pp- 200-70) para
‘una apasionada argumentacion en contra de la persecueign de cherencla
ntropologica ali donde no existe. Como lo ha sehalado Don Levine (1985:
p.[Djcel toler iaambighedad puede ser producvo nose lotoma como
jmicacn den pensar chapucero sino como iviaciGn a att tesponsa-
Tremontc romios do gaan coneplidad.* P
"A aguelloe qe se quejan de que ss concepiosson "borrs0s (por elem
plo Joppke [1985p 61), en considera que el habs es un "mons com
pala menudo aplcao dena manera borosay metalic"), Bourdie por
{di responderlescon Witgenstein (1080p. 658) ques un coneepto depende
‘decom patron de avid, entonces debe haber una iertaindefiniion en él"
acl una praxeologia social 53
Los conceptos de habitus y campo le permiten a Bourdieu
abandonar los falsos problemas de la esponteneidad personal
yl compulsiGn social, libertad y necesidad, eleecién y obliga-
cién, y dar un paso al costado desde las alternativas comunes
de individuo y estructura, micro (Blumer, Coleman) y macros
nlisis (Blau, Skocpol)*® a las que fuerza una ontologia social
polarizada, dualist: "Uno no tiene que elegir entre estructura
yagentes, entre el campo, que hace al significado y valor de las
propiedades objetivadas en las cosas 6 encarnadas en las per-
sonas, y los agentes, que juegan con sus propiedades en el es:
pacio de juego asi definido” (Bourdieu 1989a: p. 448), 0 entre
las posiciones dentro de un espacio de recursos y las urgencias,
‘motivos e “intenciones” socializadas de sus ocupantes,
Asi como se aparta del debate entre microrracionalidad y
‘macrofuncionalismo, Bourdieu rechaza la alternancia de sumi-
sion y resistencia en la que tradicionalmente se ha enmarcado
la cuestién de las culturas dominadas y que, a sus ojos, impide
‘comprender adecuadamente pricticasy situaciones que a me-
rnudo se definen por su naturaleza intrinsecamente doble, ses-
¢gada, Si para resisir no se dispone de otro medio que hacer
ppropios y proclamar en voz alta propiedades que caracterizan
‘uno como dominado (de acuerdo con el paradigma “black is
beautiful”, lo negro es hermoso), a la manera de los hijos de los
proletarios ingleses orgullosos dle excluirse a si mismos de laes-
cuela en nombre del ideal de masculinidad sustentado por st
ccultura de clase (Willis 1977), zes ello resistencia? El esferzo,
por otro lado, de borrar todo aquello que pudiera delatar los
ropios origenes o entrampar al agente en su posicién social
(un acento, la complexi6n fisica, las relaciones de parentesco)
edeberia ser considerado sumisién? Desde la perspectiva de
Bourdieu, se trata de una “contradiecién irresoluble”inscripta
cen la ldgica misma de la dominacién simbélica, “La resistencia
La diada conceptual de habitus y campo sire dems una posible
sada de las recurrentesaporasydebidades estructrales det -teovia de
roles" (Wacquane 19900),sa Una invitacion a
puede ser alienante ylasumision pede ser iberadora, Tal es
Inparadoa de los dominadosy no wesale deel (Bourdieu,
1b: p 14 fen espaol: pp. 15657)
Tero Bourdieu no se limita seal colabor
dominados en su propia exclusion y subordinacion.Explica
Sema ea connitenca de un modo que evita el picologim
ingenuo oe esencialsmo dea servdumnbrevluntaria” de La
Bette La soluion al enigma es daa por un ands dela g&
testa de ponones qe apisonny os dom
tados pore, endo homélogas alas exructra objets del
mundo del que han srgido, exponen las bases dela inequidad
Tteralmente invibles en arbitaridad "
in de los
Si es adecundo recordar que los dominados sempre contrib
yen as propia dominacin, es necsrio que se nos recuerde
de inmediato que la dxpscons que ls nna xt cmpic
dad sm tain l ofe, encarnae, dla dominacén (Bourien
189: p. 12, a raduecin ye desacado son mio).
Asi la sumision de los trabajadores, las mujeres, as mino-
as y los universitarios suele no ser una concesion deliberada
fo conciente a la fuerza bruta de los directores, los hombres, los
blancos y los profesores; reside, mis bien, en la inconsciente
adecuacién entre su habitus y el campo en que operan. El cuer-
po socializado lo lleva profundamente enraizado. En realidad,
expresa la “somatizacién de las relaciones sociales de domina-
cin” (Bourdieu 19901)
Deberia quedar claro a estas alturas que aquellos que com-
prenden la economia de la prictica de Bourdieu como una teo-
ria generalizada del determinismo econémico (eg: Jenkins 1982,
‘Honneth 1986, Caillé 1987a, Miller 1989, Gartman 1991) 0, peor
aun, como tna variante dela teoria de la eleccion racional,!*son,
4514 aierencia entre Bourn yea kim no es los agentes tienen po-
sided electon come se sitlene ayes en sterpretaconeswlgares que
Icon de au perspective una forma mecinica de exructuralsmo, como deplora
ss
victimas de una doble malinterpretacién de su sociologia. En
primer lugar, inyectan dentro del concepto de estrategia las
ideas de intencionalidad y objetivo conciente, transformando
luna acci6n congruentecon, y potencialmente actuada por, cier
{os “intereses” en una conducta racionalmente organizada y
deliberadamente dirigida hacia metas claramente percibi-
das. En segundo término, restringen la nocién hist6rica-
mente variable de interés, entendida como la inquietud que
despiertan determinados juegos sociales y el deseo de partic?
par en ellos —inquietud y deseo socialmente constituidos—,
‘una propensi6n invariable en pro de la ganancia econémi.
ca o material. Esta doble reduecidn, intencionalista en un
‘caso, utilitaria en la otra, esconde el movimiento analitico pa-
radgjico que Bourdieu lleva a cabo por medio de la triada
conceptual de habitus, capital y campo, que consiste en expan-
dir ta esfera de interés al mismo tiempo que se reduce la de wildad y
“an Pas (198), poste det "arse analiico” Bourdieu no ioga que
loragentesalfoncn elecones cess niin omen decionen ue
Alsat esque lo Hagan dle maners consent sme cintencnal fon
Suma, ints) como posta lo teoicos da leconracona
Sse por el contaro en qe la toma de cin deer oq sigue a
agit "munca cs mis que un expedient prota qu apna cubs com
etment fla de go dl abies Bours 197,209)
‘As pra Lash y Uy (1987p 208). El argument cel de Bou
iu es que no consamimos producto sino sinks con la fen de cat
‘ece dstincone” (lsat ee mio; ue tambien Etter 1984). Zac
eran (1588p. 59) lee de manecs snr cocilofa de la lenin de
Bourdie como tn andl del inspect especie de coma 30
brevis mejor a competencia po lor econ ls Fecerpensa (le
brapado es mi).
°° Un emo deca redcin ria: de acuerdo con a imerpret
«ion de Ory Snell (1986 p29) del He cadens Borde“
Yee ls crates de carrer rea samp, osimeree carat
ered Sir as crc cnc moras en en
{tiveso de confi sland por mils increas de oresy copie
‘at ede de dominaci.” Otra acon er yeducion de Wpper (80)
el capital etal encanto en una cise esp de capital mano aa
eck, queen lat destryela gia de a arptectara ea de Bouri.na invitacion ala sociologia reflexiva
Bourdicu sostiene enfitcamente que ss economia de la prc-
tica no es intencionalista ni utlitaria. Como se ha sefialado mis
arriba, se opone le manera acérrima al finalismo de las filoso-
fias dela coneiencia que sittian el origen primero de laacci6n en
tas clecciones voluntaristas de los ndividuos. Por estrategia no se
reffere la biiqueda intencional o premeditada de metas cales-
Tadas (como lo hace Coleman {1986]), sino al despliegue activo
de “Iineas de acci6n” objetivamente orientadas que obedecen &
regularidadesy conforman patrones coherentesy sodalmente in-
teligibles, aun cuando no siguen reglas conscientes o apuntan a
tas metas premeditadas determinadas por un estratega."® Con el
‘concepto de interés —una nocién que en los iltimos tiempos ha
ido reemplazando de manera creciente por lade illusioy, ms re-
‘Gentemente atin, porla de filide— Bourdieu busca dos cosas. En.
primer lugar, romper con la visin “encanta” de la accién so-
Cal que se adhiere a la frontera artificial entre el comportamien-
to instrumental y el comportamiento expresivo o normativo y 5°
rehitsa a reconocer las diversas formas de ventaja escondida, in-
material, que guia alos agentes que parecen “desinteresados”. En
egund lugar, quiere expresarla idea de que la gente es motiva-
‘da forzada, arrancada de un estado de in-diferencia y movida por
Jos extimulos de ciertos campos, y no de otros. Pues cada campo
Tena la botela vacia del interés con un vino diferente. Un acadé-
‘mico de clase media que nunca estuvo en un gimnasio de los st-
burbios ni asistié a combates en un modesto club dificilmente
pueda, a primera vista, captar el interés pugilistico (libido pugs
fica) que leva alos jovencitos subproletarios a valorar ¢ ingress
Noluntariamente en la autodestructiva ocupacién del boxeo. Re-
“iprocamente, un desertor de la escucla media de los suburbios
para una hatracin empiric, véase of ands de Bourdiew (19728)
de tos ena de honor La concep de “erate i eatga" no et
Minne de ae Foucault (ase Dre y Rabin 1888p. 187) excepto
i unm careee del concept dsposcional de habits para incur
Fe SeeLilsobjeestramiuda por la hora as prctios isin de
aoe ano, eum mc para dar events del moda soc
erica obj das esate.
Hacla una praxeologla social 37
no puede comprender qué motiva el interés del intelectual en.
los cripticos debates acerca de Ia teoria social, o s4 pasion por las
Ultimas innovaciones del arte conceptual, porque no ha sido so-