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Tras el adis nocturno, cuando el portn se cierra y la enramada vuelve a su

oficio de guardin, camino sobre el concreto mientras cuento los segundos que
he pasado ya sin ti, al cruzar avenidas, al abrigarme en la sombra de los
rboles y los caserones regreso a la tierra comienzo a despabilarme del xtasis
y me acostumbro a lo mundano. La sensacin de romance es edulcorante, es
arena entre las manos, entre su bastedad los puos del tiempo no alcanzan a
tomar ni una nfima parte.
La gente, el autobs, en los kilmetros que comienzan a ensanchar el espacio
entre t y yo, suelto una maldicin a la vida, no puedo ser t y t no puedes
ser yo, entre almas surge la maldicin, no hay perpetuidad de la carne, no me
puedo prender en ti como la ropa. Los amantes se encuentran en el mundo de
Morfeo antes de la peregrinacin final, en los castillos de la mente te poseo, te
encarno, te vuelves concepto y metfora de una realidad cruel, se sueltan las
pasiones, se alimentas las emociones, siendo ambos arena en lo infinito, donde
el tiempo ya no es problema, donde la carne no nos puede encontrar. De esta
manera me consuelo y te consuelas, de esta manera mantenemos al amor,
hasta el momento en donde t, me vuelves a abrir el portn.

No hay para m
Nada ms bello que verte sonrer
En la maana, al medio da, al verte venir.

Tengo que
Tengo que abrir mi corazn
Baar la tierra con la verdad

Cuanto te amo
Cuanto te extrao
Como quisiera que el mundo solo fuera de los dos

Temo,
Temo no ser claro
Esto es complejo no lo puedo sintetizar

DO, MI, LA MENOR, SI MENOR, LA MENOR, FA, DO.

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